Perspectivas históricas y normativas
Edison Paul Tabra Ochoa. [Autor]
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ISBN: 978-2-88931-175-0
Globethics.net
Suiza – Ginebra
2017
ISBN: 978-2-88931-175-0
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América del Sur/Perú/18 Marzo 2017/Fuente: La República
Angélica Natera, directora ejecutiva de la organización Laspau, sostuvo que el problema de la corrupción en un país es una de las consecuencias de la educación universitaria, recibida por aquellos profesionales que participan en estos actos reprobables.
Laspau es una organización afiliada a la Universidad de Harvard (Estado Unidos), que a través de sus programas de becas ha beneficiado a 17 mil estudiantes latinoamericanos.
Natera sostuvo que las universidades están obligadas a formar profesionales con ética y si los estudiantes no pueden demostrar esta disciplina en sus estudios, no merecen convertirse en profesionales.
Explicó que en la actualidad, las universidades afrontan entre sus principales retos contar con la capacidad de enseñar competencias a sus alumnos y ofrecer educación de calidad a grandes poblaciones estudiantiles.
Natera llevó adelante ayer la conferencia magistral «Tendencias e innovación, enseñanza y educación superior», en el auditorio de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad Privada de Tacna. Esta casa de estudios firmará pronto un convenio con Laspau.
Sobre el programa de becas, Natera explicó que los convenios con las universidades están enfocadas a mejorar la enseñanza de los estudiantes. Invocó a las empresas privadas a interesarse en apoyar estas iniciativas, las cuales solo tienen como fin mejorar las capacidades de los profesionales que en el futuro trabajarán para ellos.
Indicó que una de las barreras que tienen los estudiantes para obtener becas al extranjero, es el no dominar el idioma inglés. Invitó a los jóvenes a visitar la web: www.laspau.harvard.edu.
Disponible en la url: http://larepublica.pe/impresa/sociedad/856451-profesionales-corruptos-son-producto-de-mala-educacion-universitaria-segun-natera
Uruguay / 23 de noviembre de 2016/ Fuente: http://www.elentrerios.com/
Daniela Visca y Albana Kennedy son estudiantes del 3° Año del Profesorado de Educación Especial en la Escuela Normal República Oriental del Uruguay. Como parte de la materia Derechos Humanos y Formación Ética y Ciudadana, dictada por el Prof. Guillermo Bizzotto, realizaron un trabajo sobre Aborto y Eutanasia. En ese marco, llevaron a cabo una charla debate.
«La consigna era hacer un trabajo exponiendo los temas y realizar alguna actividad de concientización (un corto o folleto, por ejemplo). Si bien la idea era que fuese interna, como la propuesta de hacer una charla era muy que interesante, se decidió abrirlo al resto de la escuela e incluso a gente de afuera», indica el docente en una entrevista que él y sus alumnas mantuvieron con diario El Entre Ríos.
«Pensamos en mostrar la visión legislativa y la de Iglesia Católica; luego sumamos la parte médica. Participaron el Padre Néstor Toler, los Dres. Nicolás Paulette y Fabián Germanier, abogados, y la Dra. Silvina Marina, médica», dicen y aseguran que «fue útil para aclarar muchos conceptos que suelen confundirse, como la muerte digna y la eutanasia. En cuanto a lo legislativo, desde nuestra función hicimos la crítica de cuando en el aborto no punible se habla de la persona idiota o demente. La ley data de 1891; pensamos que sería bueno rever esos términos, porque actualmente hablamos de personas con discapacidad».
En cuanto a la penalidad del aborto, el Dr. Bizzotto recuerda que «solo está permitido por la ley cuando la embarazada es una menor de 12 años o una mujer que ha sido declarada incapaz, donde la ley presume que no hubo consentimiento. En el resto de los casos de presunta violación, como debería ser cosa juzgada –o sea demostrar el hecho- no dan los plazos. Tampoco es punible cuando corre riesgo la vida de la madre».
La alumna Daniela Visca, expresa: «Particularmente no estoy a favor del aborto, pero creo que deberíamos tener una educación sexual más responsable por parte del Estado en las escuelas o a través de campañas. Hoy tenemos más información y no es un tema tabú. Me parece ilógico que en lugar de pedir un preservativo o un anticonceptivo en el hospital vayan a pedir la pastilla del día después. Hay muchas campañas hablando de los embarazos no deseados, pero el embarazo no es una enfermedad. Hay enfermedades como la Hepatitis B o el VIH, por eso debemos concientizar que es importante una relación sexual responsable. El Padre Toler dijo que los jóvenes necesitan información y respuesta a sus preguntas».
«El Padre comentó que una madre lo consultó sobre qué hacer frente al embarazo no deseado de su hija. Él dijo que siempre va por la vida, y que si una madre después de que nazca no quiere tener a su hijo, está la posibilidad de darlo en adopción. Tiempo después la chica fue a agradecerle por haber podido tener a su hija», contó Albana recordando otro tramo de la charla.
«También contó que hay mujeres que 20 años después de haber abortado siguen con angustia», agregó Bizzotto.
Por otro lado, se llevaron al debate los argumentos de quienes defienden la despenalización del aborto. «Las mujeres corren mucho riesgo por practicarse un aborto en forma ilegal, ya que no es lo mismo hacerlo en un hospital con todas las condiciones que en forma casera como lo hacen millones de chicas», dice Albana.
Sobre la educación sexual en las escuelas, desde su rol de profesor Guillermo Bizzoto sostiene que «es muy liviano lo que se da, sobre todo teniendo en cuenta cómo está hoy la sociedad; generalmente se llega tarde. Hay que rever desde qué edad se debe comenzar y con qué profundidad se lo hace».
Tanto en el tema del aborto para determinar cuándo comienza la vida, como en el caso de la muerte cerebral para proceder a una donación de órganos, «la Iglesia se apoya en la ciencia», comentó el párroco durante la charla.
En cuanto a la diferencia entre muerte diga y eutanasia, explican que la primera «es cuando existe la muerte cerebral y se desconecta al paciente con la autorización de sus familiares. En cambio la eutanasia es un suicidio asistido, que puede ser con el consentimiento o no de la persona. En los casos de muerte digna el médico puede interrumpir el tratamiento y darle medicamentos para sedarlo y que tenga una mejor calidad de vida aunque esta se le acorte; en cambio en la eutanasia toma una acción para interrumpir los signos vitales», explican los entrevistados.
Fuente noticia: http://www.elentrerios.com/andrea-cattani/alumnos-del-profesorado-de-educacian-especial-realizaron-una-charla-debate-sobre-aborto-y-eutanasia.htm
Reseña: Paz en Colombia
Perspectivas, desafíos, opciones
Pablo Gentili. Sara Victoria Alvarado. Eduardo A. Rueda Barrera. [Editores]
Este libro pretende ser un aporte para analizar las diversas dimensiones sociales, políticas, económicas, culturales, educativas y éticas de los retos que precedieron al acuerdo de paz y que se desplegarán a partir de ahora. Se publica a pocos días del plebiscito del 2 de octubre de 2016, en el que la sociedad colombiana tendrá en sus manos la posibilidad de refrendar este importantísimo acuerdo, abriendo y multiplicando los desafíos y oportunidades que nos permitieron llegar hasta aquí. La lectura de cada una de las contribuciones de este volumen permite no sólo entender que es urgente y necesario votar por el SÍ a los acuerdos de paz, sino también asumir la inmensa complejidad de una coyuntura que necesitará de muchísima imaginación, compromiso y participación democrática.
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Secretaría Ejecutiva.
ISBN 978-987-722-209-8
CLACSO.
Buenos Aires.
Septiembre de 2016
Link de Descarga: http://www.clacso.org.ar/libreria-latinoamericana/libro_detalle.php?id_libro=1181&orden=&pageNum_rs_libros=0&totalRows_rs_libros=1125
Por: Fernando Buen Abad Domínguez
Los Medios de Comunicación deben ser garantes de la Paz y de los Derechos Humanos.
Nada debería ser más importante en la agenda de la comunicación emancipadora, que el conjunto de las luchas sociales que se despliega por el mundo a estas horas. Eso incluye la lucha por los significados y la lucha por enraizar las praxis más avanzadas como nuevas fuentes culturales y transformadoras. En un mundo donde reina la industria de la guerra, las industrias el espectáculo y el crimen organizado… la Paz y los Derechos Humanos no pueden ser paraísos de anfibologías, ambigüedades ni dobles raseros. “Por el engaño nos han dominado más que por la fuerza” decía Bolívar.
No queremos la Paz de los sepulcros ni los Derechos Humanos bajo las bayonetas. No queremos parafernalias filantrópicas ni hipocresía de propagandas “pacifistas”. No queremos recitales de plañideras. No queremos una Paz hueca, amorfa ni acomodaticia. Paz no significa inacción. No queremos treguas camaleónicas disfrazadas de Paz ni queremos Derechos Humanos individualistas, de pose, de moda o a espaldas de la realidad que margina, excluye, persigue, explota y humilla a la clase trabajadora en todo el mundo. No queremos Paz ni Derechos Humanos secuestrados por la palabrería de burócratas o de sus cómplices serviles al neoliberalismo.
En un mundo en el que el capitalismo financia sin control “películas de guerra”, series televisivas empapadas con sangre y crueldad, noticieros ideologizados por la lógica del miedo y el terrorismo de mercado.. en un mundo plagado con pantallas donde desfilan -sin control- asesinatos y humillaciones contra los seres humanos… la Paz no tiene lugar verdadero si no se lo gana como producto de las luchas sociales que emergen de los pueblos y van hacia los pueblos. No queremos “medios de comunicación” tributarios del estereotipo ideológico que tienen como proyecto de masas imponernos, sin salidas, la idea de una realidad ensangrentada por siempre. No se olvida Hiroshima o Nagasaki, no se olvida Vietnam, no se olvida el “Plan Cóndor”, no se olvida el Apartheid, no se olvidan “Las Torres Gemelas”, no se olvidan las crisis humanitarias producto de hambrunas, plagas y genocidios. No se olvida, no debe olvidarse.
Tiene razón Ana Jaramillo en insistir siempre sobre la necesidad de trabajar en el significado, en el contenido de los conceptos de Paz y Derechos Humanos. Tiene razón porque en su nombre se han cometido las peores canalladas y porque en nombre de la Humanidad y de la Paz, proliferan horrores antihumanos y apocalípticos. Han ensayado silogismos de todo tipo los “tratadistas” sobre la Paz y los Derechos Humanos pero los resultados, lo concreto, la praxis… están muy lejos de haber resuelto el problema. Visto lo visto, el primer paso hacia la Paz debería ser desarmar todo lo que ataca a los pueblos con todo tipo de armas, es decir, las armas convencionales, las no convencionales… y las armas de guerra ideológica: universidades mercantilizadas, monopolios mass media, iglesias alienantes y antivalores oligarcas.
Debería madurar, globalmente, una corriente Ética para la comunicación emancipadora, capaz de convertir en agenda prioritaria lucha de los pueblos por la Paz y por los Derechos Humanos. Definir y construir la Paz sin entelequias y sin cursilerías. No toda lucha anti-guerra es sinónimo de Paz. Si la Paz implica desarmar a los pueblos (sin tocar los arsenales de la oligarquía) o negarles su derecho a “la crítica de las armas”; estamos condenándonos a repetir errores terribles. Lo que necesitamos es una lucha verdadera contra la industria de la guerra. La Paz por la Paz misma es un callejón sin salidas en el que los pueblos avanzan hacia un encierro ideológico con consecuencias objetivas monstruosas.
Deberíamos consolidar una movilización comunicacional -teórico-práctica- contra el negocio de la guerra (sea del tipo que sea) entender su naturaleza, sus características, sus ofensivas objetivas y subjetivas. Las guerras son el comercio por otros medios. Deberíamos consolidar una corriente crítica y científica para frenar el agobio, con todo género de violencias, que se despliegan en contra de los seres humanos. Es fundamental la acción comunicacional desplegada con un programa ético de nuevo género por esa Paz que sólo tiene sentido si aporta tiempo, espacio y condiciones concretas para protegernos de los juegos de palabras y los espejismos. Nada debe distraernos una agenda ética hacia la Paz verdadera sin el gran circo del sentimentalismo pacifista que la burguesía despliega en sus escenarios mediáticos. Deberíamos luchar contra lo que silencia a los pueblos y anestesia su capacidad crítica.
Nos urge una corriente comunicacional ética y científica para conquistar la Paz que la humanidad anhela y ese anhelo de Paz debe ser realizado por los pueblos y no por sus enemigos. Corriente ética para integrarnos a toda iniciativa de Paz, ir a todo movimiento de masas a favor de la Paz para defender y apoyar el camino con acciones revolucionarias. Porque el problema no es la Paz, el problema sigue siendo la industria de la guerra desplegada para seguir adueñándose de los recursos naturales, la mano de obra y la conciencia de los pueblos. El colmo es que el burocratismo, aliado con la burguesía, trata de engañar a los pueblos trabajadores haciendo pasar como “programa de social pacifismo” sus “acuerdos” de negocios. La defensa de la paz en abstracto es siempre una manera de engañar a la clase trabajadora.
No se trata sólo de ideas. Un programa por la Paz debe ser dictado por el curso de la historia y de la lucha de clases; debe reflejar y expresar las necesidades históricas de la Humanidad. Debe proporcionar respuestas vivas y concretas. La Paz no es oponerse, únicamente, a la guerra, no se limita a luchar contra los ataques burgueses y todas las locuras depredadoras de sus ofensivas mercantiles. Reconocer la disputa por el significado concreto de la Paz y de los Derechos Humanos nos obliga a impulsar a una Revolución Semántica también en esos campos. Hasta no triunfar no estaremos en Paz.
Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=216379
Por: Noam Chomsky
En los últimos tiempos, hemos aprendido mucho sobre la naturaleza del poder del Estado y las fuerzas que impulsan sus políticas, además de aprender sobre un asunto estrechamente vinculado: el sutil y diferenciado concepto de la transparencia.
La fuente de la instrucción, por supuesto, es el conjunto de documentos referidos al sistema de vigilancia de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA, por sus siglas en inglés) dados a conocer por el valeroso luchador por la libertad, el señor Edward J. Snowden, resumidos y analizados de gran forma por su colaborador Glenn Greenwald en su nuevo libro No Place to Hide (Sin lugar donde esconderse).
Los documentos revelan un notable proyecto destinado a exponer a la vigilancia del Estado información vital acerca de toda persona que tenga la mala suerte de caer en las garras del gigante, que viene a ser, en principio, toda persona vinculada con la moderna sociedad digital.
Nada tan ambicioso fue jamás imaginado por los profetas distópicos que describieron escalofriantes sociedades totalitarias que nos esperaban.
No es un detalle menor el hecho que el proyecto sea ejecutado en uno de los países más libres del planeta y en radical violación de la Carta de Derechos de la Constitución de Estados Unidos, que protege a los ciudadanos de persecuciones y capturas sin motivo y garantiza la privacidad de sus individuos, de sus hogares, sus documentos y pertenencias.
Por mucho que los abogados del gobierno lo intenten, no hay forma de reconciliar estos principios con el asalto a la población que revelan los documentos de Snowden.
También vale la pena recordar que la defensa de los derechos fundamentales a la privacidad contribuyó a provocar la revolución de independencia de esta nación. En el siglo XVIII el tirano era el gobierno británico, que se arrogaba el derecho de inmiscuirse en el hogar y en la vida de los colonos de estas tierras. Hoy, es el propio gobierno de los propios ciudadanos estadounidenses el que se arroga este derecho.
Todavía hoy Gran Bretaña mantiene la misma postura que provocó la rebelión de los colonos, aunque a una escala menor, pues el centro del poder se ha desplazado en los asuntos internacionales. Según The Guardian y a partir de documentos suministrados por Snowden, el gobierno británico ha solicitado a la NSA analizar y retener todos los números de faxes y teléfonos celulares, mensajes de correo electrónico y direcciones IP de ciudadanos británicos que capture su red.
Sin duda los ciudadanos británicos (como otros clientes internacionales) deben estar encantados de saber que la NSA recibe o intercepta de manera rutinaria routers, servidores y otros dispositivos computacionales exportados desde Estados Unidos para poder implantar instrumentos de espionaje en sus máquinas, tal como lo informa Greenwald en su libro.
Al tiempo que el gigante satisface su curiosidad, cada cosa que cualquiera de nosotros escribe en un teclado de computadora podría estar siendo enviado en este mismo momento a las cada vez más enormes bases de datos del ex-presidente Obama en Utah.
Por otra parte y valiéndose de otros recursos, el constitucionalista de la Casa Blanca parece decidido a demoler los fundamentos de nuestras libertades civiles, haciendo que el principio básico de presunción de inocencia, que se remonta a la Carta Magna de hace 800 años, ha sido echado al olvido desde hace mucho tiempo.
Pero esa no es la única violación a los principios éticos y legales básicos. Recientemente, el The New York Times informó sobre la angustia de un juez federal que tenía que decidir si permitía o no que alimentaran por la fuerza a un prisionero español en huelga de hambre, el que protestaba de esa forma contra su encarcelamiento. No se expresó angustia alguna sobre el hecho de que ese hombre lleva doce años preso en Guantánamo sin haber sido juzgado jamás, otra de las muchas víctimas del líder del mundo libre, quien reivindica el derecho de mantener prisioneros sin cargos y someterlos a torturas.
Estas revelaciones nos inducen a indagar más a fondo en la política del Estado y en los factores que lo impulsan. La versión habitual que recibimos es que el objetivo primario de dichas políticas es la seguridad y la defensa contra nuestros enemigos.
Esa doctrina nos obliga a formularnos algunas preguntas: ¿la seguridad de quién y la defensa contra qué enemigos? Las respuestas ya han sido remarcadas, de forma dramática, por las revelaciones de Snowden.
Las actuales políticas están pensadas para proteger la autoridad estatal y los poderes nacionales concentrados en unos pocos grupos, defendiéndolos contra un enemigo muy temido: su propia población, que, claro, puede convertirse en un gran peligro si no se controla debidamente.
Desde hace tiempo se sabe que poseer información sobre un enemigo es esencial para controlarlo. Obama tiene una serie de distinguidos predecesores en esta práctica, aunque sus propias contribuciones han llegado a niveles sin precedentes, como hoy sabemos gracias al trabajo de Snowden, Greenwald y algunos otros.
Para defenderse del enemigo interno, el poder del Estado y el poder concentrado de los grandes negocios privados, esas dos entidades deben mantenerse ocultas. Por el contrario, el enemigo debe estar completamente expuesto a la vigilancia de la autoridad del Estado.
Este principio fue lúcidamente explicado años atrás por el intelectual y especialista en políticas, el profesor Samuel P. Huntington, quien nos enseñó que el poder se mantiene fuerte cuando permanece en la sombra; expuesto a la luz, comienza a evaporarse.
El mismo Huntington lo ilustró de una forma explícita. Según él, “es posible que tengamos que vender [intervención directa o alguna otra forma de acción militar] de tal forma que se cree la impresión errónea de que estamos combatiendo a la Unión Soviética. Eso es lo que Estados Unidos ha venido haciendo desde la doctrina Truman, ya desde el principio de la Guerra Fría”.
La percepción de Huntington acerca del poder y de la política de Estado era a la vez precisa y visionaria. Cuando escribió esas palabras, en 1981, el gobierno de Ronald Reagan emprendía su guerra contra el terror, que pronto se convirtió en una guerra terrorista, asesina y brutal, primero en América Central, la que se extendió luego mucho más allá del sur de África, Asia y Medio Oriente.
Desde ese día en adelante, para exportar la violencia y la subversión al extranjero, o aplicar la represión y la violación de garantías individuales dentro de su propio país, el poder del Estado ha buscado crear la impresión errónea de que lo que estamos en realidad combatiendo es el terrorismo, aunque hay otras opciones: capos de la droga, ulemas locos empeñados en tener armas nucleares y otros ogros que, se nos dice una y otra vez, quieren atacarnos y destruirnos.
A lo largo de todo el proceso, el principio básico es el mismo. El poder no se debe exponer a la luz del día. Edward Snowden se ha convertido en el criminal más buscado por no entender esta máxima inviolable.
En pocas palabras, debe haber completa transparencia para la población pero ninguna para los poderes que deben defenderse de ese terrible enemigo interno.
Fuente: http://www.pagina12.com.ar/diario/contratapa/13-310135-2016-09-24.html
06 de Noviembre 2016/Fuente y Autor: El Mostrador
«Lo muestran la corrupción, las mentiras hasta en el ámbito deportivo y los conflictos étnicos», sostuvo el Premio Nacional de Ciencias Biológicas.
El Premio Nacional de Ciencias 1994, Humberto Maturana, asegura que los casos de colusión que se han conocido en los últimos meses «revelan la psiquis de una forma cultural muy antigua de obtener ventajas a cualquier precio, sabiendo que se trata de conductas deshonestas».
De todas maneras, se muestra esperanzado por el hecho de que «ahora se están investigando», lo que «es un buen comienzo para limpiarnos de tanta basura».
En entrevista con revista Capital, el científico y filósofo comenta sobre la falta de confianza ciudadana provocada precisamente por los escándalos políticos.
«La confianza no es una cosa que se pone o se saca. Como dice mi colega, Ximena Dávila, las relaciones de confianza surgen producto de una historia de convivencia en la que no nos sentimos traicionados. Es un modo de convivir en que me importa la armonía de la comunidad a la cual pertenezco y cuando se viola esa confianza, se borra la historia. Por lo tanto, se requiere un nuevo comienzo. La gran responsabilidad de los empresarios y políticos hoy es comenzar conscientemente a convivir en la honestidad», señala.
«Hablamos mucho de que volvió la democracia, pero ¿volvió? ¿Democracia es sinónimo de apertura para la pillería? La democracia solo ocurre en un convivir en la honestidad, en la ética social, la colaboración, la equidad, la conversación que lleva a la reflexión en el deseo de vivir y coexistir juntos que permite corregir los errores. Pero esto puede ocurrir solo si se desea. ¿Lo deseamos de verdad? Lo que me preocupa es que hoy no estamos viviendo en democracia, lo muestran la corrupción, las mentiras hasta en el ámbito deportivo y los conflictos étnicos. ¿Desde dónde es que no nos podemos poner de acuerdo para una convivencia que sea, en efecto, democrática?», repara Maturana.
Según el cocreador del concepto de autopoiesis, «estamos en los albores de un cambio de modo de vivir y convivir, en la medida en que nos damos cuenta de que vivir en la deshonestidad nos avergüenza y no queremos conservarla. Por lo tanto, no basta con anunciar que hoy estamos en un cambio de paradigma. Más bien ocupémonos seriamente de hacia dónde queremos ir como país».
Consultado por la responsabilidad que se le atribuye al libre mercado en la desigualdad y escándalos de corrupción, afirma: «La corrupción no es responsabilidad de ningún modelo o teoría económica. Es siempre de las personas. Echarle la culpa a algún modelo económico es no asumir responsabilidad y revela ceguera social. La corrupción no surge de un modelo político o económico sino de la ambición, avaricia y el afán de poder, emociones todas que llevan a la deshonestidad».
«El crecimiento económico no es lo central. Más bien la transformación de la economía con una visión de los procesos cíclicos de conservación de la armonía de la biósfera y la antropósfera (creaciones humanas), con conciencia de que todo crecimiento indefinido de la población lleva al desastre biológico-ecológico. Esto implica un cambio en nuestra psiquis relacional que está distorsionada por la ambición, la competencia y la búsqueda de éxito», concluye.
Fuente de la entrevista: http://www.elmostrador.cl/noticias/pais/2016/01/21/humberto-maturana-y-la-falta-de-etica-social-imperante-hoy-no-estamos-viviendo-en-democracia/
Fuente de la imagen: http://www.elmostrador.cl/media/2016/01/Maturana-ok_816x544.jpg