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Entrevista a Elsa Punset: “Los hijos nos invitan, o más bien nos obligan, a revivir nuestra propia infancia”

Entrevista/Autora: Carolina García/Fuente: El país

La escritora estrena ‘BOBIBLU’, una colección de libros dirigidos a niños entre dos y cinco años. Para ella, la alegría es el faro de la niñez

Elsa Punset (Londres, 1964) se estrena con el público más joven. Su última colección BOBIBLU está dirigida a los niños de entre dos y cinco años. “He querido que sea un pequeño homenaje a todo lo que he aprendido con la infancia de mis hijos”, subraya la escritora. De esta manera, Punset ha pasado de indagar durante años cómo los adultos pueden vivir y convivir mejor, a adentrarse en el mundo de los más pequeños, de la niñez: “Es una etapa maravillosa, en la que crees que todo lo das tú, que estás siendo súper generoso, y con el paso de los años miras atrás y ves todo lo que ellos, tus hijos, te han enseñado a ti”. Punset explica cómo ha sido la experiencia de crear y convivir con esta entrañable colección.

PREGUNTA. ¿Qué tiene que tener, en su opinión, un libro dirigido a ellos?

RESPUESTA. En este caso, hablamos de niños entre dos y cinco años, más o menos. Y a esas edades, sabes que van a compartir sus lecturas con De Mamas & De Papas, y por tanto escribes pensando en toda la familia. ¡Yo le doy mucha importancia a ese aprendizaje conjunto! Y algo que padres e hijos pueden compartir fácilmente es el sentido del humor. Así que buscamos, cual aguja en un pajar, a un ilustrador capaz de arrancarle sonrisas y risas a mayores y pequeños, ¡y creo que nuestro ilustrador, el señor Sánchez, lo consigue! Así que recapitulando: BOBIBLU se dirige a la familia entera, porque esta es nuestra primera escuela de inteligencia emocional, y los hijos nos invitan, ¡o más bien nos obligan!, a revivir nuestra propia infancia, a plantearnos qué cosas quisiéramos mantener o cambiar, y a superarnos cada día para ser esos padres que todos merecemos.

P. ¿Qué le ha resultado lo más difícil y lo más gratificante de hacer esta colección?

R. ¡Disfruto tanto escribiendo para niños!… que me resulta difícil ponerles pegas o hablar de esfuerzo. He tenido la suerte, inmensa y por la que me siento muy agradecida, de vivir la infancia de mis peques con mucha alegría. Tuve una escuela maravillosa, la escuela Waldorf, que me ayudó a vivir los años de crianza como la aventura fértil que son. Y he intentado transmitir una parte de lo que aprendí: la importancia de la alegría, de dejar en la medida de lo posible las prisas y el estrés adulto a un lado, de mantener muy bajas nuestras expectativas adultas, y muy alta la confianza en que el niño tiene una sabiduría interior que le guía.

P. ¿Qué quiere que aprenda o reciba el lector?

R. Quisiera que la familia entera recuerde con BOBIBLU que la alegría es el faro y guía de una buena infancia. Y esa alegría la encontramos en cosas muy sencillas. Por ejemplo, en darnos un abrazo de seis segundos al despertar, en compartir un cuento cada noche, en ayudarnos con cariño, en hablar de lo que nos da miedo o nos duele, en pedir perdón cuando nos equivocamos… en sentirnos seguros y queridos en casa. ¡No hay nada más importante para una familia con niños pequeños! Claro que dedicamos mucho tiempo a la supervivencia física de nuestros hijos, pero no podemos abandonarlos en lo emocional. Somos los entrenadores emocionales de nuestros hijos, y que eso significa que aprenden no por lo que decimos, sino por lo que hacemos… así que tener hijos te obliga a ser mejor persona, a gestionar mejor cada reto cotidiano.

P. ¿Por qué las aventuras de un niño junto a un perro?

R. Yo siempre me inspiro en la realidad que me rodea, y en este caso, BOBIBLU está inspirado en Blu, un perro que necesitaba un hogar y que adoptamos, un poco a regañadientes al principio porque me preocupaba el tiempo que iba a requerir, y llegaba un poco traumado y sobreexcitado… pero me enterneció cómo se adaptó a vivir en casa y la amistad que tiene hoy en día con mi hija pequeña. Están siempre pegados el uno al otro, y de allí surgió la idea de tener a un niño Bobi con su querido perro Blu, al que todos llaman, por inseparables, Bobiblú.

P. ¿Las rutinas elegidas son comunes, tal vez quería enfocarse en ellas por esa relación entre los padres y los hijos que se da cuando las realizan?

R. Una de las pistas más sólidas que encontrará el lector en BOBIBLU es que los niños adoran tener sus pequeños rituales cotidianos para ir celebrando y aprendiendo a vivir y convivir. Se trata de acompañar las etapas del día con canciones y juegos, gestos divertidos que te ayudan a comprender y gestionar actos cotidianos como levantarse, lavarse, comer, jugar, celebrar, ir a dormir…

¡Los niños aprenden mejor buenos hábitos jugando! Y cada familia, (lo explico en la última página de pistas de cada libro), inventa sus propios rituales o hábitos en función de sus preferencias y creencias: canciones, oraciones, encender una luz especial, momentos de silencio, lecturas, etcétera… Aunque nuestros juegos, rituales o hábitos cotidianos puedan parecer pequeños, en realidad forman parte del tejido emocional de una familia, la unen y generan recuerdos imborrables.

Cuando tenemos estos hábitos, la convivencia es más sólida, todo se hace y se celebra mejor, y cuando las familias tienen momentos de estrés o dificultades, nuestros pequeños rituales siguen allí, manteniéndonos unidos y estables.

P. ¿Cómo pueden estas aventuras ayudar a los niños?

R. Si con BOBIBLU los padres y madres recuerdan -porque en el fondo, solo estoy recordando algo que todos sabemos, pero tal vez hemos olvidado o apartado- la importancia de la alegría en casa, y cómo podemos aprender buenos hábitos con nuestros pequeños rituales cotidianos… creo que estaremos ayudando mucho a nuestros niños y niñas.

P. ¿Y a los padres?

R. Lo mejor de una familia es que lo que hace felices a los unos debería servir también y hacer felices a los otros. Una familia es una unidad física y emocional, y es difícil que unos estén bien y otros mal. Por ello siempre recuerdo a los padres y madres que todos necesitamos encontrar nuestra parcela de felicidad en casa, que nadie debe sentirse sacrificado o infeliz por ayudar a los demás.

P. ¿Le gustaría añadir algo más?

R. Tal vez lo que decía mi admirada psiquiatra Elizabeth Kubler Ross: “tenemos que enseñar a nuestros hijos cada día a elegir entre el amor y el miedo. Y podemos hacerlo aprendiendo tanto a su lado, y disfrutando de esta aventura que es formar una familia y ayudarnos a vivir cada día”.

Fuente e imagen: https://elpais.com/elpais/2019/11/06/mamas_papas/1573035579_552259.html

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Vídeo: La Educación como Vehículo a la Felicidad por Sylvia Ramírez

Por: TEDx Talks.

Resolverse a ejercer el derecho a ser feliz y a vivir al propio ritmo es una decisión que requiere carácter y una determinación especial. En eso se resume la trayectoria de Sylvia Ramírez, a quien LinkedIn ha catalogado como una de las 12 voces más influyentes de Latinoamérica, entre otras razones, por invitar a los jóvenes a pensar en la educación como un vehículo hacia la propia felicidad. Sylvia nos propone imaginar este mundo: “Supongamos que desde pequeños viéramos en el pizarrón un letrero que dijera: La felicidad es mi derecho; no mi obligación. Voy por la vida a mi propio ritmo”. -Con seguridad, de adultos, decidiríamos distinto, agrega. En síntesis, su idea es que el modelo educativo haría una gran contribución enseñándonos a usar el cerebro de forma distinta, ya no sólo en función de qué es lo que hay que hacer sino de cómo nos conviene aprender a pensar. Su conferencia se trata de cómo dejar atrás el ideal de ser máquinas productivas a cómo pensar en función de nuestra felicidad. Catalogada como una de las 12 voces más influyentes de América Latina por LinkedIn, Sylvia Ramírez es abogada y máster en Derecho Administrativo. Es máster practitioner en Programación Neurolingüística y coach ejecutivo certificada en España. Es profesora de posgrado en Felicidad, Liderazgo, Marca Personal y Psicología del Consumidor y sobre estos temas es colaboradora habitual en los principales medios de comunicación de Colombia. Más de 45.000 personas han asistido a sus seminarios a nivel internacional. Es la autora del best seller “Felicidad a prueba de oficinas” y Centrum (la primera escuela de negocios de Latinoamérica), la ha destacado como “Referente en Felicidad y Personal Branding en Latinoamérica”. This talk was given at a TEDx event using the TED conference format but independently organized by a local community. Learn more at https://www.ted.com/tedx

Fuente del documento: https://www.youtube.com/watch?v=MJFFWW-0eaI

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América Latina: Declaración de apoyo a las luchas del pueblo Haitiano

América Latina/Autor y Fuente: redh-cuba.org

La Red de Intelectuales, Artistas y Movimientos Sociales en Defensa de la Humanidad expresa su más decidido apoyo a las luchas del pueblo haitiano, quién se encuentra en estado de alerta y movilización permanente desde septiembre pasado. Movimientos campesinos, jóvenes de las periferias urbanas, organizaciones estudiantiles y de mujeres, sindicatos y centrales sindicales, organizaciones religiosas y de derechos humanos, alzan la voz contra los efectos devastadores de las políticas neoliberales, imperialistas y coloniales que han hecho de Haití una de las naciones más empobrecidas, desiguales e injustas del planeta. Desde julio del año pasado, y notablemente en los últimos dos meses, millones de personas se han movilizado de forma incesante, ocupando y bloqueando las calles del país, desafiando la violenta represión estatal, y logrando en ocasiones romper el cerco político y mediático construido en torno al país.

En Haití, al colapso del modelo de dependencia montado por los Estados Unidos hace ya más de un siglo, se suma el total descrédito de la clase política, sea oficialista o circunstancialmente opositora. Además, el ciclo de políticas neoliberales implantado de forma temprana se ha agotado, mostrando uno de sus rostros más sombríos en la región, con fenómenos como el hambre y la miseria planificadas, el desempleo y la informalidad laboral extendida, la ruina agrícola y el éxodo campesino, la elevada inflación y la devaluación permanente de la moneda nacional, la ausencia de la más mínima noción de soberanía, el colapso del Estado y su reemplazo por las formas más regresivas de gestión de lo común, el aumento de la inseguridad y emergencia del crimen organizado.

Los responsables de este descalabro tienen nombre y apellido. Se trata del ilegítimo e impopular presidente Jovenel Moïse y su partido, el ultraneoliberal PHTK, los que resultan tan inútiles para resolver la crisis interna como útiles para los intereses de la geopolítica imperial y sus ataques a la Revolución Bolivariana de Venezuela. Se trata de una clase dominante local obscenamente rica, improductiva y parasitaria, que en algunas de sus figuras busca capitalizar la crisis en su propio provecho. Se trata de las potencias coloniales que expolian al país y aún presumen de ejercer su derecho de tutela, desde los Estados Unidos hasta Francia y Canadá, pasando por otros socios menores. Se trata de los coactivos organismos financieros trasnacionales como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, responsables de la ruina agrícola, la sujeción de la deuda y la liberalización comercial y financiera. Se trata, por último, de una arquitectura política regional y global que expresa el rostro “amable” de este entramado de poder, desde la Organización de Estados Americanos hasta las Naciones Unidas y sus eternas políticas de ocupación, sean cívicas o militares.

Quiénes representamos a “la otra comunidad internacional”, la de los movimientos sociales, los intelectuales y artistas comprometidos, las fuerzas de izquierda, populares y progresistas de Nuestra América, queremos expresar no sólo nuestro compromiso, sino también nuestra confianza en que las clases populares haitianas lograrán su cometido, porque no sabe de imposibles el Haití de nuestra revolución primera. Saludamos a las fuerzas organizadas bajo el Foro Patriótico por un Acuerdo Nacional, suscribimos su programa de transición política en clave popular y soberana, y abogamos por su plena implementación, sin injerencias ni tutelas externas. E invitamos, por último, a ejercer la más activa solidaridad, a apoyar y difundir la causa del pueblo haitiano, a desmontar los prejuicios racistas y las falacias coloniales, y a seguir de cerca las luchas de un pueblo que se haya hoy en la primera línea de nuestros combates caribeños y latinoamericanos por la igualdad, la libertad y la felicidad.

Secretaría Ejecutiva de la Red en Defensa de la Humanidad.

Fuente: https://redh-cuba.org/2019/10/declaracion-de-apoyo-a-las-luchas-del-pueblo-haitiano/

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La reducción de nuestra felicidad

América del Norte/México/13-10-2019/Autor: Luis Miguel Alvarado Dorry

Por: Luis Miguel Alvarado Dorry

Para Aristóteles (Butler-Bowdon, 2013, págs. 14, 35-42), la felicidad reside en conocer y reconocer el sentido que tiene nuestra vida, pero, ¿nos hemos detenido o como los peripatéticos de la antigua Grecia, hemos caminado para pensar-nos y reflexionar-nos sobre qué sentido tiene nuestra vida? En este mismo contexto ¿Qué tanto nos conocemos y reconocemos?

En este mundo que cada vez va más y más de prisa, no nos da tiempo siquiera de disfrutar de las «pequeñas» bellezas o, como dicen mis hermanos y hermanas venezolanas, «bellesuras» que nos ofrece nuestra madre tierra, mucho menos a pensar-nos y reflexionar-nos con el hito de conocer-nos y reconocer-nos.

Por otro lado, en realidad conocemos y reconocemos siquiera ¿qué parte de nuestro cuerpo es sensible a cualquier roce o caricia? ¿Qué parte de nuestro cuerpo, fuera de los genitales, nos produce placer? En el único espacio y tiempo en donde nos acariciamos y tocamos es al momento de bañarnos, pero lo hacemos tan rápido que pasamos por alto muchas de nuestras zonas sensibles, nos ignoramos; si han cepillado cuidadosamente por un prolongado periodo sus encías con el cepillo que usamos para cepillar nuestros dientes, corroborarán lo placentero que es.

Dice el paleoantropólogo Juan Luis Arsuaga en (Marcos, 2019) que, «la vida no puede ser trabajar toda la semana e ir el sábado al supermercado», es decir, anteponemos el tener por encima del ser y del relacionarse con la o el otro y, con la naturaleza; dedicamos toda una vida en trabajar para tener, tener para gastar, gastar para acumular, acumular para llenar vacíos que se han creado a lo largo de nuestra vida, vacíos que dejaron la falta de caricias y afecto, o bien el abandono o pérdida de un padre, de una madre, de una hija, de un hijo, de un hermano o una hermana, etc. Estos vacíos debido a la falta de conocimiento de sí mismo y del otro o la otra, asimismo del sentido que tiene nuestra vida, si es que tiene un sentido, por lo tanto, nos embarga la infelicidad, en este contexto, no podemos reducir el sentido de nuestra vida en ir rellenando nuestros vacíos con objetos consumibles, en las deudas agobiantes que deviene, en trabajar para acumular y, por lo tanto, en sufrir la patología del siglo XXI, el estrés.

Pero ¿será porque así lo quiere el destino? O será que no existe un destino, sino una programación a través de la escuela y del complejo industrial cultural (Bonilla-Molina, 2018), con base en la alienación de nuestra vida por un sistema que nos quiere ignorantes de nosotros mismos que, mientras menos conocimientos tenga de mí mismo, le conviene a sus intereses, ya que éste va creando otros vacíos tan reales que, sus productos, son la panacea para rellenarlos.

Entonces, en esta lógica de consumo, llevamos una vida de relleno, siento tristeza, compro; siento alegría, compro; siento frustraciones, compro; siento coraje, compro y, para comprar, es necesario trabajar y, en este mundo de explotación, no hay salario que alcance a la magnitud de la programación de nuestras subjetividades que hace el sistema capitalista con base al consumismo desmedido, por lo tanto, nos endeudamos para seguir rellenando.

En este sentido, nos vamos alejando poco a poco de nosotros y, por lo tanto, de los otros, de las otras y de nuestra madre tierra, ella sabe bien su sentido de vida, es decir, un perro o una perra se conoce y reconoce como perro o perra, su sentido de vida es proteger, jugar, amar y ser amada(o), aunque en ocasiones el amor y el juego no son recíprocos, sino que solo él o ella ama y juega, mientras que recibe a cambio violencia de todo tipo, pero al final de cuentas él o ella ama, juega y protege, porque ese es su sentido de vida.

Un árbol se conoce y reconoce como tal, al crecer va penetrando con sus raíces cada vez más profundo a la tierra en busca de agua y de los mejores nutrientes, podríamos cuestionarnos ¿qué beneficio tiene la tierra? Ésta no se erosiona ni por el agua, ni por el viento, sino que su fuerza consiste en la simbiótica relación entre la tierra y las raíces del árbol, también, al caer las hojas del árbol a la tierra, se convierte en abono con ayuda de microorganismos, insectos y lombrices, el cual ayuda a la tierra a recuperar sus nutrientes y a su vez en alimentar al árbol, este da sombra, provee de semillas y frutos para alimentar a otro u otra ser vivo, es decir,  en palabras de Freire (1997, pág. 102) “La conciencia del mundo que implica la conciencia de mí en el mundo, con él y con los otros, que implica también nuestra capacidad de percibir el mundo, de comprenderlo, no se reduce a una experiencia racionalista”. El árbol al conocerse y reconocerse como árbol, conoce y reconoce a la tierra, a los microorganismos, insectos y lombrices, es decir, conoce y reconoce a los demás, por ello ese árbol tiene y sabe que su vida, tiene un sentido.

Desde esta perspectiva, podría aseverar que, tanto los animales como las plantas, en sí, todos los seres vivos (a excepción de la mayoría de los seres humanos que, no tenemos ni sabemos si nuestra vida tiene un sentido o cuál es ese sentido) saben que su vida tiene un amplio y dialéctico sentido, en permanente interrelación con las y los demás, por lo tanto, son felices.

Es por ello que, para ser feliz, primero tenemos que conocer-nos y reconocer-nos a nosotros, nosotras y nosotres mismos, a la otra, al otro, a la otre y, a la naturaleza, con el fin de conocer que nuestra vida tiene un sentido y que este no sea reducido, sino ampliado en un horizonte de posibilidades en permanente dialogicidad. Conociendo y reconociendo nuestro sentido de vida nos permite vincular-nos con el todo, no restando ninguna importancia a las partes, al contrario enfarizándolas, esta felicidad genuina se va construyendo desde y, con nosotros, nosotras y nosotres, desde y con los y las demás, no una felicidad ficticia que solo se basa en rellenar nuestras vidas con superfluos artículos de consumo, una felicidad dada, pasajera e impuesta.

Referencias

Bonilla-Molina, Luis. (2018). Mafaldas o Zombis. El complejo industrial cultural en el siglo XXI. Caracas: Otras Voces en Educación.

Butler-Bowdon, Tom. (2013). 50 Clásicos de la Folosofía. Málaga: SIRIO, S.A.

Freire, P. (1997). A la sombra de este árbol. Barcelona: El Roure Editorial, S.A.

Marcos, Adeline. (31 de Mayo de 2019). “La vida no puede ser trabajar toda la semana e ir el sábado al supermercado”. Obtenido de El País: https://elpais.com/elpais/2019/05/31/ciencia/1559293697_965411.html

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Películas con valores positivos para ver en familia

Por: Laura Roman.

Los siguientes largometrajes resultan ideales para ver en familia gracias a sus mensajes positivos: el autoconocimiento, el esfuerzo personal, la empatía o la solidaridad son algunos de los valores que enseñan estas historias con docentes, mascotas y familias como protagonistas.

¿Estás buscando películas para ver en familia y que enseñe valores a tus hijos? En la lista que mostramos a continuación, recogemos historias relacionadas con el esfuerzo personal, el inconformismo y con distintas enseñanzas de vida para compartir con niños a partir de seis años.

1Cadena de favores

Entre el elenco de actores de esta película se encuentra Kevin Spacey y Haley Joel Osment, que interpretan el papel de docente y estudiante en esta cinta que se estrenó en el año 2000. Tras la idea que Eugene, un docente de Ciencias Sociales, lanza a sus alumnos sobre qué podrían hacer para cambiar el mundo que les rodea, uno de ellos, Trevor, crea una cadena de favores con distintas personas con el objetivo de que no se rompa nunca. Para ello, cada una de las personas tiene que hacer un favor a una persona que elija, y ésta a su vez, a otra. La empatía hacia los demás y la solidaridad son dos de los valores esenciales de esta película para visionar con niños a partir de 13 años.

2El club de los poetas muertos

John Keating, docente interpretado por Robin Williams, cuenta con multitud de valores relacionados con la inspiración y el inconformismo ante las circunstancias que nos rodean como seres humanos. Su llegada a la Academia de Wellington, un centro elitista y prestigioso, transforma las clases de Literatura de los estudiantes. Entre los diversos mensajes pedagógicos que inundan las escenas de esta legendaria cinta estrenada en 1989, se hace referencia al entusiasmo por las cosas que hacemos en el día a día, el autoconocimiento personal o el disfrute del momento presente sin dejar de lado la prudencia ante los desafíos que se plantean en la vida. Un recopilatorio de lecciones para aprender a vivir dirigido a menores a partir de 13 años.

3El viaje de Arlo

Con valores como el afán de superación personal, el trabajo en equipo o la importancia de la amistad, esta cinta muestra cómo hubiera sido el planeta si un asteroide no hubiera extinguido a todos los dinosaurios que la poblaban hace millones de años. En esta situación, los animales son los que controlan la Tierra, los que hablan y cultivan, mientras que los humanos no tienen otra capacidad para comunicarse que a través de rugidos y aullidos. El dinosaurio protagonista, Arlo, vive con su familia en una granja de maíz y es el mismo que conoce a un niño humano del que se hará amigo. Ambos descubrirán diversos lugares que les harán conocerse a sí mismo y a los demás. Recomendada para niños a partir de seis años.

4En busca de la felicidad

Esta película estadounidense de 2006 es la primera protagonizada por Will Smith junto a su hijo Jaden Smith, y está basada en la historia real de Chris Gardner, quien invierte todos sus ahorros en desarrollar escáneres de densidad ósea portátiles para vender a los médicos. Tras fracasar y quedarse en bancarrota, su mujer lo abandona, dejando a su hijo a su cargo. Es en este momento cuando conocerá a Jay Twistle y le da la oportunidad de convertirse en un corredor de bolsa. La historia está repleta de aspectos positivos relacionados con el esfuerzo personal y la posibilidad de lograr lo que uno desea. Dirigida a niños a partir de 13 años.

 

5Siempre a tu lado, Hachiko

Narra la relación entre un perro y su amo que se traduce en valores como el amor y el respeto hacia los animales o la importancia de la amistad. Protagonizada por el actor Richard Gere, está basada en hechos reales que ocurrieron muchos años atrás en Japón: un perro, Hachiko, acompañaba cada día a su amo a la estación de tren a la que se desplazaba para asistir al trabajo. El animal regresaba por la tarde, al mismo tiempo, para recibir a su amo que volvía a casa. Esta acción se repetía día tras día hasta que el amo de Hachiko muere de manera inesperada. Sin embargo, este hecho no cambia las rutinas del animal, que siguió mostrando lealtad ante su dueño durante nueve años más sobreviviendo gracias a los viajeros que le veían cada día en la estación. En la actualidad, cuenta con una estatua de bronce en el mismo lugar donde se mantuvo a la espera en los años 30. Recomendada para todos los públicos.

Fuente de la reseña: https://www.educaciontrespuntocero.com/ocio/peliculas-valores-positivos-ver-familia/114805.html

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‘Proyectos felices’, la felicidad como oportunidad de aprendizaje

Por: Educación 3.0.

Observando y aprendiendo de sus estudiantes, Pedro Mundéjar, docente de Educación Infantil y Primaria, logró forjar las bases de una nueva metodología educativa en la que prima la felicidad con el fin de cumplir objetivos y llegar al éxito. Él mismo nos cuenta en qué consiste y cómo se puede llevar a cabo en el aula.

Después de muchos años leyendo libros e intentando buscar el verdadero secreto de la educación, comprendí que lo había tenido siempre delante de mis ojos: mis estudiantes. Gracias a ellos he aprendido muchas cosas y me han ido modelando para aprender a superarme hasta convertirme en el docente que soy hoy en día. Conforme aprendía de ellos, en mi cabeza se iba formando un nuevo concepto: ‘Proyectos Felices’, una metodología que se basa en el uso de la felicidad como oportunidad de aprendizaje. Si hay algo que he aprendido en todo el tiempo que llevo en la docencia es que el hecho de tener estudiantes felices dentro de las aulas, nos asegura una mejor enseñanza ya que la motivación es la herramienta base para aprender cualquier cosa de manera correcta y sencilla. Por ello, siempre he considerado que tener un alumnado feliz, es una inversión a largo plazo en lo que a educación se refiere.

Valorando al estudiante

Esta nueva metodología valora al estudiante como persona en todas sus dimensiones; no de forma cartesiana, sino como ser completo que tiene su propia entidad multidimensional. Por ello nosotros somos herramientas de compensación de desigualdades, pues muchos de nuestros alumnos, algunos conscientes y otros inconscientes de ello, necesitan ser felices y sentirse queridos, aunque solo sea por unas horas. Además, motivación y optimismo, dos de los fuertes de la felicidad, se incluyen tanto en la figura del estudiante como en la del docente.

Proyectos felices

Saber que la felicidad se consigue con voluntad, tal y como afirman los estudios de las bases cerebrales, nos abre un gran camino al saber. El conocimiento que pone en marcha estos circuitos permitirá activarla en nuestro beneficio. La cantidad de estructuras involucradas con las sensaciones placenteras pone de manifiesto la complejidad del circuito neuronal responsable de este tipo de emoción.

Tres pilares para lograr la felicidad

Como toda metodología, también requiere de una planificación para poder ponerla en práctica dentro del aula. En ella prima, sobretodo, que el docente esté seguro de cada paso y de todo lo que tiene que hacer. Por ello, está pensada también para todos los profesores que se enfrentan por primera vez al camino de la enseñanza. Planificar de forma adecuada, significa asegurarse un trabajo bien hecho y la tranquilidad del docente, ya que a través de la planificación que se ofrece, podrá controlarlo todo y estar seguro de su actuación. La misma se secuencia teniendo en cuenta tres grandes partes: diseño del proyecto; programación curricular del proyecto; y parte práctica del proyecto, en la que se incluyen las actividades propuestas.

Fuente de la reseña: https://www.educaciontrespuntocero.com/opinion/proyectos-felices-felicidad-oportunidad-aprendizaje/108195.html

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¿Ser superdotado es incompatible con ser feliz?

Por: Olga Carmona

El lenguaje crea realidad. El pesimismo ante las altas capacidades puede generar mucha angustia en los niños y en sus familias

Una misma circunstancia o hecho produce emociones diferentes según la persona, por lo que la reacción emocional dependerá de la interpretación que hagamos del hecho y no del hecho en sí. La circunstancia se transforma en relato y atraviesa nuestro filtro de creencias en cuya base se encuentra lo vivido, nuestra psicobiografía.

Y luego está lo que vende. El drama vende mucho más que la felicidad. El drama, la tragedia, es enormemente atractiva para todo un mercado que vive de ella. Parecería que estamos programados para poner el foco en lo que no funciona más que en lo útil, en lo que nos falta y no en lo que tenemos. Parecería que encontramos consuelo en el drama ajeno o hacemos una suerte de catarsis por poderes con el dolor y la insatisfacción de otros.

Como psicólogos que trabajamos en el área del Talento y las Altas Capacidades, nos negamos rotundamente a formar parte de la cultura del pesimismo y la futurología catastrofista que rodea a los más dotados y a sus familias.

Títulos de libros que anuncian la infelicidad garantizada por ser superdotado. El fracaso seguro por ser “demasiado” inteligente, la incompatibilidad entre inteligencia y felicidad, como si de una maldición de cuento de hadas se tratara. Un terrible estigma que viene de la mano de esa condición y cuya influencia es inevitable. Si inteligencia y felicidad son incompatibles, ¿significa entonces que la falta de inteligencia equivale a felicidad? Y para quienes creen que esa premisa es cierta, ¿a qué tipo de felicidad se refieren? Parece que a esa que es el eslabón perdido entre el mundo vegetal y el animal, la que produce la ignorancia y la falta de cuestionamiento.

Es imprescindible cambiar esa visión, a caballo entre lo oscuro, lo raro, lo excéntrico y lo simplista o negador. No hablo de normalizar, muy al contrario. Hablo de naturalizar la diferencia y no añadir más prejuicios al asunto. Haz esta prueba: si tecleas “superdotado” en Google te van a salir al primer pantallazo 16 imágenes de niños con gafas con una pizarra detrás con fórmulas matemáticas. Es decir, la cultura nos dice que ser superdotado es tener gafas y ser un as de las matemáticas. Y tocar el violín.

Y luego está la profecía del fracaso escolar sobrevolando sobre las cabezas de los “demasiado” inteligentes, y el pronóstico de infelicidad en lo personal, y la creencia de su dificultad para relacionarse…

Algunos padres lloran cuando reciben el diagnóstico y nosotros les damos la enhorabuena porque eso es lo que es: una buena noticia. Y les ayudamos a mirar a su hijo o hija como un reto educativo donde todos van a crecer más a allá de lo que creían posible. Les animamos a que coloquen el foco del problema donde está: en la cultura, en el colegio, en la sociedad que ignora y sospecha maliciosamente entre la envidia y la curiosidad, en la incomprensión de los otros. En una sociedad que dice que si no eres como todos, tienes un problema.

Sí, su capacidad para la felicidad es superior a la de la mayoría de la gente, en tanto que una de sus características más acusadas es la intensidad emocional. Pero también está su capacidad para fluir, para comprometerse con la tarea, para sentir un inmenso placer al conocer y entender. Para la psicología, el concepto de felicidad no se refiere a ese estado de intelecto comatoso, ni a la vida simplista orientada al placer hedónico.

Para Mihaly Csikszentmihalyi, considerado el investigador más importante del mundo en el ámbito de la Psicología Positiva, la felicidad es el resultado de un estado de flujo o fluidez. Este ocurre cuando estamos tan inmersos en una actividad que el tiempo se detiene, absortos a todo cuanto ocurre a nuestro alrededor, experimentando una sensación de placer continuo. Cuando ese estado es un reto y conduce al crecimiento personal, reporta satisfacción y plenitud, lo que se traduce en un estado de felicidad.

La mayoría de los padres con hijos superdotados han vivido esa experiencia a través de sus hijos, los han visto sordos, absortos y ausentes completamente inmersos en esa actividad que les fascina. Eso es el auténtico estado del fluir, la esencia de la felicidad.

Para Martín Seligman, otro grande de la psicología positiva, el ser humano es feliz cuando alcanza sus propósitos y su vida tiene un sentido. Sin embargo, vivimos en un mundo que ha confundido felicidad con hedonismo, una suerte de felicidad bulímica que ha creído que acaparar bienes materiales nos dará lo que todos buscamos.

Nosotros invitamos a los padres a que pongan el foco en la luz que desprende su hijo, en su energía inagotable, en la risa que estalla y en el llanto feroz sin solución de continuidad, en la voracidad con la que exploran, en la honestidad con la que abrazan o se niegan a hacerlo, en la mirada inquieta y el verbo experto, en la ingenuidad infantil para relacionarse, en la maravillosa empatía para con otros, en su estricto sentido de la justicia, en su estar vivos, más vivos si cabe, que los llamados “normales”.

Les proponemos una excursión improvisada y urgente lejos de su zona de confort sin más equipaje que una mirada optimista y constructiva y cuya única brújula sea mantener el brillo en los ojos de su hijo.

Fuente: https://elpais.com/elpais/2019/04/24/mamas_papas/1556089798_100352.html

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