Page 35 of 58
1 33 34 35 36 37 58

Vídeo: «Volando Vengo-Transformación Social» – Culpables – El Feminismo de cara Huelga General 24H. del 8M

Por: Confederación Nacional Del Trabajo de Palencia.

 

«Volando Vengo-Transformación Social» – Culpables – El Feminismo de cara Huelga General 24H. del 8M Más información del colectivo creador del vídeo en: https://volandovengo.org/sobre-nosotras/

Más información de la Huelga General Feminista de 24 horas para el próximo 8 de marzo de 2019 en: http://nosotras.cnt.es/

Y en: http://palencia.cnt.es/category/denun… 

Fuente del video: https://www.youtube.com/watch?v=zOHZopTNuqE

Comparte este contenido:

Chile pide a gritos una Educación No Sexista con enfoque Feminista

Por: Eugenia Belén Villagrán Escobar.

En los primeros tres días del 2019 el machismo ha pisado fuerte y se ha hecho visible mediante los femicidios de María Barría de 56 años el 1 de enero en Puerto Montt, asesinada por su esposo que posteriormente se suicidó y Sandra Pozo Rivas de 49 años el 2 de enero en Rancagua, asesinada y encontrada con múltiples puñaladas que su conviviente confesó realizar, intentando justificarse mediante “los celos” que sentí. Eso, sumado al femicidio frustrado de una mujer de 36 años en Calama, en manos de su expareja, que contaba con una medida cautelar.

Es importante recordar que un femicidio es la expresión máxima del machismo y la violencia contra las mujeres, pero está lejos de ser la única; a diario en las relaciones cotidianas vemos como pequeñas acciones y discursos van dando forma y reforzando la cultura patriarcal que hoy está vulnerando a mujeres de todas las edades, orígenes y clases sociales en diferentes formas.

En las relaciones de pareja, por ejemplo, podemos observar la necesidad de un cambio en la forma en que percibimos a cada compañera/o de vida, ya que tendemos a naturalizar sentimientos  como la posesión, la obsesión con el cuerpo y su cosificación, los insultos o violencia psicológica, la violencia económica y entre otras cosas la reproducción del rol de mujer/esposa/madre que trae consigo: aumento de las horas de trabajo, mínimo o nulo reconocimiento del trabajo doméstico en la limpieza, cocina, cuidados, administración y abastecimiento del hogar; que para las mujerestienen como resultado contar con menos tiempo para el desarrollo personal y en muchos casos la dependencia económica de un otro.

Pero… ¿qué hay detrás de esta relación desigual que mantiene a las mujeres en un lugar desfavorable y corriendo el riesgo constante de ser agredidas y/o asesinadas?

Por una parte, podemos encontrar al sujeto privilegiado, hombre heterosexual enajenado por las ventajas de tener el poder, con las ideas de posesión y superioridad desarrolladas y fortalecidas mediante el modelo de crianza basado en la educación sexista y estereotipada, que puede pertenecer a cualquier estrato de la clase social, origen o rango etario, con mínima o nula conciencia de la dominación y violencia que (re)produce y ejerce en los cuerpos de las mujeres y que por lo general prefiere hacer oídos sordos y continuar sin hacerse cargo de su responsabilidad en los cambios culturales que se necesitan y exigen las mujeres desde hace siglos.

El sistema capitalista, dominando históricamente por hombres, basado en la subordinación, desigualdad en la acumulación de ingresos y falta de derechos laborales, necesita a las mujeres pariendo mano de obra, cuidándola y educándola servil y funcional, manteniéndola mientras se encuentra siendo parte de la fuerza laboral, cuidando no solo a las niñas/os, sino que también a adultas/os mayores y personas con discapacidad en muchas ocasiones sin recibir remuneración, ni reconocimiento social, sumado a  trabajos remunerados y/o estudios, generándose dobles y triples jornadas para las mujeres.

Existe una cultura que naturaliza la violencia como práctica de control social y herramienta de aprendizaje, que lleva a las víctimas a asumir parte de la responsabilidad de ser violentadas, culpabilizándolas. Los medios de comunicación lo representan como conductas vinculadas al amor romántico y los celos, sobrepasando los límites de la vida privada, como pudimos observar en el caso de Nabila Rifo y con un sistema judicial que falla a favor del agresor y reduce condenas exponiendo a otras mujeres a ser víctimas de actos y relaciones violentas.

La internalización del modelo patriarcal en la cultura, que genera competencia entre mujeres, necesidad de validación por parte de otro/a, uso y precarización de otras mujeres de estratos socioeconómicos bajos para suplir funciones de cuidado, la aceptación de cánones de belleza y comportamiento poco sanos que visibilizan la dominación y tarea de complacer al hombre en el cuerpo de las mujeres.

Por esto y más, es que necesitamos incorporar la educación no sexista con enfoque feminista, con la idea de obtener como resultado, entre otras cosas, relaciones más sanas y horizontales, donde las mujeres al igual que toda otra persona, puedan desarrollarse de forma plena y aportar a tener un mundo más equitativo, menos violento y en armonía con el medio ambiente.

Pero… ¿qué significa en términos concretos incorporar la Educación no Sexista?

Que a toda la población se le eduque en igualdad de condiciones, permitiendo el desarrollo de sus talentos y capacidades independiente de su género, origen o clase social, sin seguir estereotipos o roles que encasillan desde pequeñas a las mujeres en las labores domésticas y de cuidados, y no llaman a los hombre a asumir su responsabilidad en dichas labores, con el fin de consolidar cambios en la forma en la que nos relacionamos.

Que se desincentive el uso de juguetes que encasillen a las niñas, como muñecas, cocinas o planchas, cambiándolas por juegos de trabajo en equipo y espacios para encontrar talentos artísticos, intelectuales, deportivos u otros en las niñas y niños. Evitar los juguetes bélicos que naturalizan la violencia, (re)construyendo desde la infancia el tejido social y las redes de apoyo.

Que todas y todos cuenten con una educación sexual, derechos sexuales y reproductivos y acceso a garantías en salud reproductiva, educando en los colegios, mediante los medios de comunicación y fomentando el dialogo en las familias, que tendría como consecuencia menos embarazos no deseados, menos interrupciones de embarazos, menos contagio de infecciones de transmisión sexual, menos violaciones y abusos, procesos menos engorrosos a la hora de optar por esterilizaciones o procedimientos de apoyo para el embarazo y adopción, y que comienza con el simple acto de perder el pudor, hablar, preguntar e informarse al respecto.

Que se fomente una construcción de sociedad democrática, donde todas/os aportemos en la toma de decisiones y asumamos una mayor responsabilidad en la construcción de la sociedad que queremos para hoy y para el futuro, subiendo el volumen a la voz de quienes han sido históricamente silenciadas/os y actuando de forma más consciente con el entorno y quienes nos rodean. Fortaleciendo la práctica de intercambio de ideas desde el respeto, siendo capaces de asumir las críticas desde una mirada constructiva.

Y entre tantas otras cosas, que comencemos a despertar y nos pongamos los “lentes morados” para observar la desigualdad y sexismo a nuestro alrededor, asumiendo la responsabilidad de construir una sociedad más segura para todas/os, donde no tengamos que lamentar una muerta más para el largo listado de femicidios del año y de una vez por todas eduquemos para la prevención, ya que si empezamos a hablarle al potencial agresor para evitar los hechos y no solo a la víctima para que denuncie y se cuide, comenzaremos a ver cambios.

Fuente de la noticia: https://www.eldesconcierto.cl/2019/01/08/chile-pide-a-gritos-una-educacion-no-sexista-con-enfoque-feminista/

Comparte este contenido:

Femigerontocracia: oportunismo y complicidad patriarcal

Por: Esther Pineda

Ejemplos de esta femigerontocracia los hay en toda Iberoamérica, sin embargo, entre sus principales exponentes destaca la antropóloga mexicana Marta Lamas.

“El opresor no sería tan fuerte
si no tuviese cómplices
entre los propios oprimidos”
(Simone De Beauvoir)

La femigerontocracia hace referencia al grupo de feministas con edades comprendidas entre los 60 y 80 años, en su mayoría blancas, pertenecientes a las clases medias y altas, cuya experiencia profesional ha transcurrido entre la academia, la ocupación de cargos políticos, gerenciales y ministeriales, así como, el lobbismo para la obtención de contratos y financiamientos con organismos internacionales y embajadas. Estas feministas se caracterizan por mantener una narrativa melancólica, añorando sus otroras glorias y su pasada influencia en la opinión pública y mediática, la cual han perdido ante su imposibilidad de convocar y dar respuesta a los múltiples intereses y necesidades dentro de la diversidad del feminismo, entre estas las mujeres obreras, indígenas, afrodescendientes, lesbianas, campesinas, estudiantes, entre otras; pues, su trabajo se caracteriza por el abordaje clasista, racista, lesbo-trans-fóbico, anacrónico y desactualizado de las problemáticas, desigualdades, discriminaciones y violencias que afectan a las mujeres en la sociedad actual. Ante ello, se muestran reticentes a actualizar sus campos de trabajo e investigación, desestiman, critican y atacan a las feministas jóvenes que no se sienten identificadas con ellas o no las reconocen como referentes o influencia; al mismo tiempo que, defienden y justifican a violadores, maltratadores y femicidas, coquetean o articulan con el poder constituido y establecen alianzas con los sectores más conservadores y patriarcales para mantener su vigencia, presencia y beneficios.

Ejemplos de esta femigerontocracia los hay en toda Iberoamérica, sin embargo, entre sus principales exponentes destaca la antropóloga mexicana Marta Lamas; quien tras haberse hecho de un nombre, una carrera y un prestigio enarbolando la bandera del feminismo, en la actualidad -y para mantener su vigencia-, se ha convertido en el brazo más fuerte y cómplice del patriarcado latinoamericano.

En el año 2017 se realizó el “Coloquio Marta Lamas en diálogo con XY” en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), para el cual fueron invitados como panelistas para hablar sobre feminismo 11 hombres y ninguna mujer. A los cuestionamientos Lamas respondió “Cuando me lo propusieron pensé que era algo distinto, creativo, lúdico. Pensé que podría ser interesante que un grupo de hombres que son mis amigos y aliados en muchas causas hablaran de mi trayectoria, de mi activismo y de mi obra. Creí que además podría invitar a un cierto tipo de público que ya no va a los eventos feministas porque siempre son iguales o muy parecidos”. Afirmó que durante su carrera ha hecho muchas conferencias con mujeres “Por eso me parecía divertido que fuera sólo con hombres”, además insistió en que “El tema era hacer visible que existen hombres que me han ayudado y acompañado en esta lucha”. Pero no bastaba con ello, Lamas en su oportunista acercamiento al patriarcado decidió arremeter contra el feminismo: “La impresión que a mí me da es que las feministas la están pasando muy mal en el patriarcado, hay muchísima agresión contra ellas. Es horrible ser mujer joven en la ciudad y subirte al metro, que te manoseen, las violaciones, los feminicidios. Es algo que yo veo en las marchas, a las jóvenes muy enojadas y tienen razón. Lo que me preocuparía es como se canaliza de la mejor manera política esa energía”.

No obstante, tras estas declaraciones Marta Lamas continuó avanzado en una dirección sin dudas peligrosa, que no solo puede tacharse de sexista, sino también de misógina. En los últimos años ha insistido en defender y justificar todo aquello que oprime, vulnera y violenta a las mujeres, desconociendo e invisibilizando las desigualdades por razones de género, las relaciones de poder, la educación diferenciada, la concepción de la mujer como objeto sexualizado para el consumo masculino (cuyo valor o devaluación está determinada por su sexualidad), la socialización de los hombres para el ejercicio de la violencia, así como, la satisfacción de sus deseos en los cuerpos de las mujeres sea de forma consensuada o no.

Desde su perspectiva de clase, es incapaz de empatizar y reconocer las violencias que a ella no le oprimen, por ello, Lamas defiende la prostitución (“Muchas piensan que hay que abolir el comercio sexual. Yo creo que hay que regularlo y permitir nuevas formas de organización”“Hay dos formas de tener relaciones sexuales, una es un intercambio expresivo y la otra un intercambio instrumental, quieres conmigo, dame algo a cambio”“No está mal utilizar el capital erótico… cada quien tiene capitales culturales, económicos, sociales o intelectuales”), el acoso sexual (“Creo que hay muchas cosas a las que se les está nombrando acoso que no son acoso”“El pobre de Clinton porque tuvo un affairecito chiquito allí, ni siquiera con su interna, el escándalo que eso fue, que tuvo que dar explicaciones y pedir perdón”), el acoso callejero (“No es lo mismo una mujer que recibe un piropo a una mujer que es violada”“Hay mujeres que también les gusta que les pongan la mano de cierta manera o que les coqueteen de cierta manera”“Chicas jóvenes que en este momento ya no les gustan los piropos, que ante un piropo a veces sobre reaccionan y dicen que es acoso”. “Me parece importante cuestionar una postura que yo estoy viendo con un cambio generacional, de si yo me siento acosada es que me están acosando”“Las mujeres de repente se ofenden con que las miren con deseo”“Que un tipo de repente se frote en el metro o te haga un manoseo, claro que no es agradable pero tampoco es una tragedia, ni con eso vas a quedar marcada para toda la vida”), las insinuaciones sexuales de adultos a menores de edad (“Creo que es una injusticia lo que le pasó a Kevin Spacey”) entre otras formas de violencia y desigualdad.

Pero ante el rechazo de las nuevas generaciones de mujeres feministas quienes no ven en ella un referente, quienes la han criticado por su perspectiva racista, clasista y ahora abiertamente sexista, arremete contra ellas llamándolas “nuevas puritanas”; sin embargo, para no desaparecer del espectro publico busca ganar con sus declaraciones y publicaciones la validación, el reconocimiento y la simpatía del patriarcado. Marta Lamas es eso que el machismo ha estado esperando, una falsa feminista que valide y reconozca sus violencias, que pueda ser citada y referenciada para “desacreditar” al feminismo; este hecho sin dudas lo convierte en un “feminismo” aceptable, equilibrado, consumible, y por supuesto mediático.

Al respecto algunas feministas opinan que visibilizar y señalar las violencias, revictimización y culpabilización de las mujeres por parte de Lamas de alguna forma contribuye a legitimarla, sin embargo, a alguien que habla en nombre de las mujeres, desde una narrativa que intenta hacer pasar por feminista, sin lugar a dudas hay que desenmascararla. Ante ello celebro y apoyo la iniciativa la Red mexicana de Feministas Diversas, quienes en un manifiesto condenan las nuevas formas de justificación, normalización, naturalización y perpetuación de acoso, hostigamiento, violación sexual y feminicidios, que son legitimadas en el contenido del libro “Acoso ¿Denuncia legítima o victimización?” escrito por Marta Lamas y publicado recientemente por el Fondo de Cultura Económica. Esta manifiesto alerta que el libro no debe ser tomado, de ninguna manera, como un referente teórico, metodológico, ni epistémico, para impartir justicia en lo referente a delitos sexuales denunciados pues, el libro tiene una clara intención de provocar y confrontar las luchas feministas y, por otro, sus argumentos sirven de referencia para perpetuar el patriarcado en el sistema de justicia penal.

Fuente: http://insurgenciamagisterial.com/femigerontocracia-oportunismo-y-complicidad-patriarcal/

Comparte este contenido:

Entrevista a Pilar Aguilar Carrasco “Los hombres no están educados para soportar la igualdad de las mujeres”

Por: Eldiario.es. 12/12/2018

Pilar Aguilar Carrasco, una de las críticas de cine más destacadas y respetadas del feminismo actual, se encuentra en La Palma y asegura que la misión de las mujeres “no es dar placer a los hombres”.

“No existimos en el mundo para dar placer a los hombres, esa no es nuestra misión”. Pilar Aguilar Carrasco, una de las críticas de cine más destacadas y respetadas del feminismo actual, se encuentra en La Palma y este lunes, a las 20.00 horas, en la Casa de la Cultura de Los Llanos de Aridane, ofrecerá una conferencia organizada por IUC sobre Feminismo o barbarie, el título de su último libro. En una entrevista con La Palma Ahora ha afirmado que “los hombres ahora mismo no están educados para soportar la igualdad de las mujeres y eso genera mucha agresividad”. “Las mujeres no estamos ni para cuidar a los hombres, ni para que ellos se desfoguen sexualmente con nosotras. Eso de que ‘viva el vino y las mujeres que por algo son regalos del señor’, como cantaba Manolo Escobar, pues no. Si no acabamos con eso no acabaremos ni con la explotación salvaje de la humanidad ni con el machismo”, sostiene esta militante antifranquista, que se exilió en París después de haber sido encarcelada por la dictadura.

-Asegura que las ficciones audiovisuales, en su mayoría, transmiten ideologías, imaginarios, mapas afectivos y sentimentales reaccionarios, patriarcales y machistas.

-Eso parte de la base de que el 80% de las ficciones están protagonizadas por hombres, y quiere decir que ellos son los seres importantes. Es un mensaje de entrada muy radical y muy brutal, porque sea lo que sea lo que cuente la película o la serie parece que son ellos los que portan ese significado. Las mujeres aparecen cuando ellos tienen que vivir la historia erótico-amorosa, entonces ellas son unos seres de segunda categoría cuya existencia depende de que un hombre las elija para su historia. Hemos avanzado, pero la gente joven sigue recibiendo mensajes a través de la pantalla que les dicen que los hombres son lo importante. Esto es una educación muy profunda y por eso crea mapas afectivos simbólicos y sentimentales que ni siquiera se formulan, lo cual es todavía peor, porque si se formularan sería más fácil combatirlos, pero se sienten, se interiorizan.

-¿Y cómo se deconstruye ese mundo?

-Hay varias maneras, y una de ellas es el análisis. Hay que poner el dedo en la llaga, preguntarse por qué una película cuenta esto y por qué lo cuenta así. En la realidad ahora mismo hemos avanzado mucho más que en la ficción. Las mujeres tenemos una presencia real en la vida que ya no se corresponde con ese panorama donde ellos son los seres importantes. Ese mundo se deconstruye criticando. Otro paso muy importante es crear nuevas ficciones audiovisuales promoviendo el cine realizado por mujeres. Esto no quiere decir que los hombres no puedan hacer películas que estén bien y que las mujeres no puedan hacer películas machistas, que sí, pero lógicamente las directoras ven el mundo desde un ángulo inédito. Es que además estamos contando historias que prácticamente nunca se han contado, relaciones de nosotras con nuestras madres, del miedo al cuerpo… Hay que deconstruir y criticar lo que se nos propone y proponer miradas nuevas.

-¿Pensar que se puede erradicar el androcentrismo es una utopía?

-No, no es una utopía, pero está lejos. Yo me voy a morir sin verlo, pero no soy pesimista, he visto en mi vida avances espectaculares, y concretamente de las mujeres. Hemos conquistado espacios impensables en todos los órdenes de la vida, pero lógicamente queda mucho por avanzar. Creo que hay que tener una actitud positiva pero no ingenua, un optimismo ilustrado, saber qué es lo que pasa pero pensar que es posible cambiarlo. Una injusticia tan radical tenemos que acabar con ella.

-¿Qué falla para que continúe el goteo de asesinatos machistas?

-Está fallando la estructura profunda emocional. Volviendo al cine, si los chicos ven películas en las que se les está diciendo constantemente que ellos por ser hombre son lo importante y además saben más, que las mujeres somos una especie de tontitas que aparecemos cuando ellos nos necesitan, y nos protegen y nos salvan si son buenos y nos atacan si son malos, imagínate cómo influye esto cuando los chicos tienen que elaborar su propia idea de estar y de ser en el mundo, se encuentran con que ese papel simbólico y emocional no se corresponde con el real. Eso es una fuente de agresividad importante. En el fondo piensan: ‘Esa cómo se atreve a tener menos miedo que yo o a reivindicar algo si en su papel no tendría que hacerlo’. Los hombres ahora mismo no están educados para soportar la igualdad de las mujeres y eso genera mucha agresividad. Son esquemas muy profundos, vuelvo a repetir. Racionalmente hemos avanzado mucho en ese tema (hay leyes, se habla, se condena…), pero para acabar con los asesinatos de mujeres, con el maltrato, con las agresiones o con las violaciones hay que cambiar una estructura muy profunda y eso llevará más tiempo.

-¿Considera la prostitución un trabajo?

-No, radicalmente no. Estamos en una sociedad muy neoliberal donde todo se compra y se vende, y te dicen además que si no triunfas es porque eres medio tonto o medio tonta, pero cuando eres pobre, las mujeres lo que tienen es el cuerpo, y te proponen que emprendas con él, véndelo que esa es tu libertad. La prostitución ha existido desde los tiempos prehistóricos, y defenderla en la actualidad es como defender la esclavitud, una cosa antigua. El deseo y el placer tienen que ser compartidos, y el cuerpo de la mujer, ni el del hombre, no es una mercancía. El padre del liberalismo económico dijo, sin embargo, que el cuerpo no podía ser objeto de contrato. Este es un mensaje muy potente para el feminismo, muy radical porque supone decir que las mujeres no existimos en el mundo para dar placer a los hombres, esa no es nuestra misión. Las mujeres no estamos ni para cuidar a los hombres, ni para que ellos se desfoguen sexualmente con nosotras. Eso de que ‘viva el vino y las mujeres que por algo son regalos del señor’, como cantaba Manolo Escobar, pues no. Si no acabamos con eso no acabaremos ni con la explotación salvaje de la humanidad ni acabaremos con el machismo. Que ellos consideren que con dinero pueden acceder al cuerpo de una mujer es incompatible con la idea de igualdad.

-¿Se puede ser feminista y de derechas? 

-Pues no. A ver, yo profundamente creo que no. Pero hay que matizar. Una mujer de derechas puede tener un objetivo que sea feminista y debemos aliarnos con ella, pero el feminismo radicalmente se basa en la igualdad. Una sociedad tiene que ser humanitaria. El feminismo es una ideología que no es compatible con una sociedad estamental donde unos puedan machacar a los otros y tener el poder. Pero insisto en que hay que tener en cuenta objetivos concretos, es decir, si una señora, aunque sea de derechas, defiende el aborto, yo digo que en ese punto tiene un objetivo feminista.

Fuente: https://www.eldiario.es/canariasahora/lapalmaahora/sociedad/entrevista-Pilar-Aguilar-feminismo_0_842016116.html

Fotografía: LUZ RODRÍGUEZ

Comparte este contenido:

Economía en la universidad, una pieza más de la superestructura hegemónica

Ecuador – España / 9 de diciembre de 2018 / Autor: Christian Orozco / Fuente: Nueva Revolución

Una sociedad que sustituye bienestar por beneficio es el exponente de una sociedad en grave decadencia.

José Luis Sampedro

¿Alguien está a favor de dejar de enseñar a Copérnico o Newton en las facultades de física? ¿Alguien pensaría que es lógico dejar de explicar la Teoría de la Evolución de Darwin en una carrera de biología? ¿Alguna persona osada creería que en las aulas de las facultades de filosofía no se debería transmitir a los estudiantes los planteamientos de Platón o Aristóteles con el argumento de que éstos son anticuados?

Pues muy bien, como cabría esperar, cualquier persona con un mínimo de sentido común respondería que no, respondería que es un disparate descomunal descartar de los programas académicos a verdaderas eminencias en sus respectivos campos. Lo que a todas luces es un despropósito en ámbitos como la física, la química, la biología o la filosofía; no ocurre lo mismo con la carrera de economía. A todos aquellos que la hemos cursado (y padecido) bien sabemos que hay autores, corrientes, doctrinas económicas que en el mejor de los casos se ocultan, y en el peor se vierten anatemas contra ellos desde el desconocimiento absoluto de los mismos. Casualmente, dichos autores, corrientes y doctrinas generalmente plantean formulaciones alejadas del dogma neoliberal y keynesiano. La Universidad, y especialmente las facultades de economía se han ido convirtiendo con el paso de los años en importantes centros de adoctrinamiento ideológico capitalista, incluso las instituciones públicas no se han escapado de este proceso. Nada nuevo bajo el sol, parafraseando a Marx, las teorías económicas dominantes no son más que las teorías económicas de una clase dominante.

¿Y qué decir de los exámenes y trabajos académicos? Para poder aprobar hay que mentir, y para mentir hay aprenderse muy bien los argumentarios económicos de la derecha reaccionaria o de la izquierda descafeinada

Tener un pensamiento crítico con el sistema económico vigente es “peligroso” en estos lugares. Plantear que la economía es una ciencia que debe buscar el máximo bienestar de las personas, especialmente de las más empobrecidas no está bien visto. Palabras como marxismo, feminismo o ecologismo son ajenas, salvo contadas ocasiones, entre las paredes de estas facultades. ¿Quién se va a estar fijando en el deterioro de las condiciones de vida de las clases populares cuando con unas sencillas formulas podemos maximizar los beneficios y minimizar los costes de una empresa? ¿Para qué?

¿Y qué decir de los exámenes y trabajos académicos? Para poder aprobar hay que mentir, y para mentir hay aprenderse muy bien los argumentarios económicos de la derecha reaccionaria o de la izquierda descafeinada. Así pues, unas inteligibles fórmulas a los ojos de un lego en la materia, nos dicen, dan como resultado las siguientes conclusiones, todas ellas científicas, sin mácula de contaminación ideológica alguna: tanto el salario mínimo como los sindicatos destruyen empleo puesto que crean rigideces al mercado de trabajo. Hay que privatizar la sanidad porque todos los centros públicos son ineficientes. Hay que avanzar hacia un sistema privado de pensiones porque el sistema público es insostenible. Los mercados de competencia perfecta existen, y en ellos todos los empresarios son precio-aceptantes… Suma y sigue.

Estructuralmente el cambio ha sido paulatino, pero no se ha detenido, siendo el Plan Bolonia una de los hitos más destacables de este deterioro, los programas académicos cada vez pretenden tener una imagen más científica y apolítica, sin embargo, lo son a un más, pero siempre en defensa de los intereses de las oligarquías. Así, donde antes se hablaba de clases sociales ahora hay robinsoncrusoes autónomos e independientes, donde antes había asignaturas de Economía Planificada ahora hay tres asignaturas de finanzas, donde antes se estudiaba El Capital de Karl Marx ahora se ha sustituido –en el mejor de los casos– por El Capital de Thomas Piketty, donde antes había Sociología e Historia del Pensamiento Económico ahora hay asignaturas de Emprendimiento y Marketing. El utilitarismo y el individualismo metodológico recorren las facultades de economía, y las perspectivas no son halagüeñas. Ni siquiera la terrible crisis que ha experimentado el mundo desde 2008 ha hecho que los programas académicos se modifiquen ni en una sola coma. La Universidad presenta una ceguera avanzada y parece que se agrava.

Afortunadamente, no solo en España sino también a nivel mundial se han conformado distintos proyectos, asociaciones y agrupaciones[1] de estudiantes (principalmente), profesores, investigadores críticos con este modelo de pensamiento único. Un movimiento imparable que solo busca una cosa: máxima pluralidad en la enseñanza de la economía. Simplemente afirma que de la misma forma que un científico que se precie debe conocer la Teoría de la Relatividad de Einstein o el Principio de Incertidumbre de Heisenberg; un científico social, un economista completo en este caso, debe saber que es la tasa de plusvalía, como se han conformado las cadenas globales de cuidados, o que es la huella ecológica.


[1] Uno de los principales colectivos internacionales que persiguen este objetivo es International Student Initiative for Pluralism in Economics (ISIPE), el cual agrupa a más de setenta asociaciones de estudiantes de económicas repartidas por más de treinta países distintos, y según afirman es su página web: “No es sólo la economía mundial la que está en crisis. La enseñanza de la economía también está en crisis, y esta crisis tiene consecuencias que van más allá de la universidad. Lo que se enseña en la universidad moldea la mentalidad de las próximas generaciones de políticos y, por tanto, da forma a la sociedad en que vivimos.”

Fuente del Artículo:

https://nuevarevolucion.es/economia-economia-la-universidad-una-pieza-mas-la-superestructura-hegemonica/

ove/mahv

Comparte este contenido:

Mujeres bajo la bota. #25N & Reflexiones feministas

Por: Carolina Vásquez Araya

No hay un solo día conmemorativo capaz de reflejar tanta injusticia.

 

El Día Internacional de la eliminación de la violencia contra la mujer, celebrado el 25 de noviembre a nivel mundial, es una más de esas fechas conmemorativas creadas con el objetivo de llamar la atención sobre uno de los rasgos más crueles de la cultura patriarcal impuesta por las sociedades a lo largo de la historia. La violencia en contra de las mujeres de toda edad y condición está instalada en las relaciones humanas y sociales como una forma de vida.
A veces sutil y otras brutal, este rasgo de las relaciones de poder representa uno de los frenos más poderosos contra la instauración de la igualdad entre sexos, pero también contra sistemas auténticamente democráticos. En sociedades como las nuestras –países cuyos rasgos culturales están definidos por la colonización cristiana- la vida de las mujeres vale menos que la de los hombres, de acuerdo con valores establecidos por la sociedad y legitimados a través de las políticas institucionales que las marginan de manera sistemática. Y dentro de este gran segmento, la de las niñas es simplemente irrelevante.
Así se deduce en estadísticas de escolaridad, sobre todo cuando se refieren a la permanencia en los establecimientos educativos a partir del segundo ciclo escolar. Es allí donde se produce una de las grandes migraciones de niñas hacia trabajos domésticos y otra clase de labores no calificadas impuestas por los adultos, las cuales les impiden continuar sus estudios y construir a partir de esa oportunidad de crecimiento una vida más productiva e independiente. Esto coloca a las niñas y adolescentes en una situación de peligro y les impide disfrutar plenamente de sus derechos.
Esa situación de esclavitud las expone de manera casi absoluta a decisiones sobre las cuales no tienen control. Este cuadro refleja la vida de miles de niñas en algunos de nuestros países. También incide en embarazos en niñas y adolescentes cuyos indicadores revelan una peligrosa falta de políticas públicas destinadas a protegerlas y proporcionarles una asistencia integral que garantice su seguridad física y mental.
La violencia contra las mujeres, espeluznante como es con casos extremos de asesinatos, violaciones y marginación, en las niñas tiene el agravante de una indefensión prácticamente total que las coloca a merced de quienes las rodean –familiares o extraños- con una cauda elevada de abuso sexual, agresión física y psicológica y privación de sus derechos elementales, como educación, salud, recreación y alimentación, todo lo cual depende más de la voluntad de quienes tienen su custodia que de sistemas estatales e institucionales dirigidos a garantizar sus derechos. Un parto en niñas de entre 10 y 14 años es, de acuerdo con la legislación vigente en algunos países, producto de una violación, no importa si la menor hubiera consentido el contacto sexual o no.
La ley los tipifica de ese modo, pero eso es la letra y otra cosa es la realidad. Son miles las niñas y niños violados sexualmente por personas cercanas, desde su más tierna edad. Y los casos jamás llegan a las cortes de justicia por falta de denuncia en la mayoría de ellos. Cuando se produce el embarazo en una niña y la ley no permite su interrupción oportuna, se la condena de por vida a una vida de privaciones y a un peligro real de supervivencia.
Miles de niñas y adolescentes cuyo cuerpo apenas puede cargar con el peso de su propia existencia dan a luz en condiciones miserables, en medio de la indiferencia de las autoridades y el rechazo de su propia familia; por eso el día internacional celebrado ayer lleva una especial dedicatoria a este frágil segmento de la sociedad.
Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=249543&titular=mujeres-bajo-la-bota-
Comparte este contenido:

Boaventura de Sousa Santos: «Hay que unir las luchas contra el capitalismo, el colonialismo y el patriarcado»

Por: Boaventura De Sousa Santos

El pensador portugués Boaventura de Sousa Santos dice que los maestros son alternativa contra la guerra del odio.

Boaventura de Sousa Santos sostiene que no es posible transformar una realidad desigual sin antes modificar la epistemología que impide pensar en alternativas posibles. «Hay que cambiar la epistemología para cambiar las cosas. Y en el medio cambiar la pedagogía», propone el sociólogo portugués, que esta semana fue distinguido con el título de Doctor Honoris Causa de la UNR. También participó del Encuentro de Red Sentipensante realizado en el Galpón de la Música, donde instó a unir las luchas por la emancipación frente a un capitalismo que se muestra unido al colonialismo y al patriarcado.

En diálogo con La Capital, el pensador asegura que asistimos «a un ciclo reaccionario muy fuerte», con un neofascismo «que parte de la idea de despolitizar la política». En este contexto, dice que no es casual el ataque de los gobiernos conservadores a los maestros, a quienes considera «la alternativa a la guerra ideológica del odio».

También advierte sobre el riesgo de que «la democracia empiece a ser un espectáculo dominado por el dinero» y «el Estado sea apropiado de una manera brutal por una promiscuidad muy grande entre el dinero y la política».

La emergencia de personajes como Bolsonaro ¿se entiende por ese lado?

—Bolsonaro es una expresión de ese proceso, pero hay otros. No quiero hablar demasiado de lo que pasa en la Argentina, pero lo que está pasando es que hay una ola conservadora y reaccionaria que piensa que el neoliberalismo es la única solución política. Y como es una solución única no tiene alternativa. Por eso los ricos tienen que ser ricos y pobres los pobres.

Frei Betto marcaba como un error de los gobiernos progresismos que hayan desmovilizado a las bases ¿Coincide?

—Hubo una separación muy fuerte y cuando llegaron al poder se entregaron completamente a la lógica del régimen. Dejaron de pensar en los problemas de la gente de la periferia, por ejemplo en la seguridad personal. Porque hay mucha violencia y la gente vive la violencia cotidiana en las periferias, donde el de las balas perdidas es un tema cotidiano. Y la izquierda no tuvo una respuesta para este tipo de inseguridad que estaba en la comunidad. Las abandonaron. Por otro lado, las clases populares fueron abandonadas también por la Iglesia Católica, que hasta los años 70 y 80 estuvo con una teología de la liberación muy fuerte. Juan Pablo II la prohibió porque era un anticomunista muy fuerte. Ese vacío de las comunidades de base de las periferias fue ocupado por las iglesias evangélicas y pentecostales, sobre todo de influencia gringa, con una teología de la prosperidad, donde los pobres sólo tienen que rezar, porque no son dignos de riqueza. O sea que la pobreza es un destino, no un problema social.

¿Qué rol debe cumplir la escuela en estos tiempos?

—Los maestros son cada vez más importantes en estos tiempos. Porque son la alternativa a la guerra ideológica del odio. Y no es coincidencia que todos los gobiernos conservadores elegidos en Europa o en este continente, sus blancos iniciales sean los maestros, las escuelas, las carreras o los planes de estudio. Yo pienso en una escuela que sea abierta a todos los problemas de nuestro tiempo, porque durante mucho tiempo fue excluyente. Y también despreció y desperdició mucho conocimiento válido, sobre todo en contextos interculturales, cuando jóvenes negros o indígenas llegaban a la escuela y no siempre tenían una enseñanza adecuada a sus inquietudes. Como cuando el profesor de historia considera como un gran héroe nacional a un militar que mató a indígenas o negros. Esto crea angustia. Por eso las escuelas tienen que ser más interculturales, abiertas a las diferencias.

—¿La misma crítica corre para el ámbito universitario?

—Absolutamente. Pienso que todavía más, porque la enseñanza media tiene un contacto más directo con todas estas diferencias. Y se piensa que los que llegan a la universidad son una élite. El manifiesto de los estudiantes de Córdoba de 1918 se dirige a los hombres (y mujeres) libres del continente. Pero no hay una palabra sobre los indígenas, se consideraba que no había en la Argentina. Es lo que yo llamo la sociología de las ausencias. Producimos invisibles. La universidad tiene que ser intercultural y descolonizada.

—¿Y qué opina de la formación universitaria «para el mercado»?

—Es la gran ilusión y la gran trampa de nuestro tiempo. Hay un cambio muy rápido en los perfiles profesionales y las universidades que quieran seguir adelante en esta crisis tienen que mantener una educación general muy fuerte. Una educación humanística que permita que la gente se pregunte sobre el destino y sentido de la vida colectiva. Y a qué sociedades vamos.

Las tres cabezas

Para el sociólogo portugués, la democracia «está muriendo democráticamente» y cita el ejemplo de lo sucedido recientemente en Brasil, con el ascenso de Jair Bolsonaro a la presidencia. Sumado esto a un mundo que se presenta «sin alternativas al neoliberalismo».

Ante eso, propone pensar una alternativa desde abajo, que involucre a las universidades, y convoca a organizar la resistencia contra un enemigo con tres cabezas: el colonialismo, el capitalismo y el patriarcado. Porque advierte que mientras la dominación está unida, la resistencia está fragmentada.

—¿Las resistencias están muy divididas?

—La izquierda perdió a las clases populares que viven la violencia contra las mujeres, el racismo y un capitalismo grosero y agresivo. Donde la gente no es verdaderamente gente, como los refugiados en Europa. Hay dos masas de gente caminando para el centro: una de África a Europa y otra de Honduras y Nicaragua a los Estados Unidos, huyendo del hambre y el crimen. Estamos creando un mundo donde la dominación capitalista, patriarcal y colonial es más fuerte. Y donde las izquierdas y las fuerzas progresistas en general no tienen la capacidad de unirse. Siguen divididas, muy sectarias, pensando que el fascismo no está llegando. Acabo de escribir un libro, ya publicado en España, que se llama Izquierdas del mundo, ¡uníos! Porque lo que se hunde no es el socialismo sino la democracia, que está siendo vaciada desde la democracia. En 1932 Hitler subió al poder por elecciones, no fue un golpe. La democracia no se sabe defender de los antidemocráticos, sobre todo con toda esta manipulación de la opinión pública desde Facebook y WhatsApp. Y la democracia tiene que ser defendida porque el fascismo está muy cerca. Un fascismo de un tipo nuevo. Los militares de Brasil dicen que quieren una nueva democracia, sin comunistas y sin el PT. Hacia eso caminamos, hacia una democracia mutilada. No es una dictadura, no son militares, hay elecciones. Pero ciertas cosas no se dicen. En Inglaterra, también están así las cosas.

—No es tiempo entonces de dividir las luchas…

—No, hay que unirse. Hay gente que piensa que en América latina, y sobre todo en Brasil, la influencia imperial no es mucha. Y para mí es absolutamente decisiva.

—¿Cuál es su mirada sobre el empuje del feminismo?

—El feminismo tiene una importancia brutal si realmente sabe unir y traer otras luchas.

—¿Por ejemplo?

—La lucha anticapitalista. Puede ser una obviedad, pero nosotros teníamos un concepto para hablar de una sociedad alternativa. Se llamaba socialismo. Esa palabra fue exiliada de Europa en los años 70 y 80. Reapareció en el continente latinoamericano en el inicio del 2000, cuando se hablaba del socialismo del siglo XXI. Ahora desapareció —salvo en Venezuela— y reaparece en los Estados Unidos a través del senador demócrata Bernie Sanders. Y las mujeres latinas que fueron elegidas para el Congreso se dicen socialistas. Entonces ahora para los periódicos de los Estados Unidos el socialismo ya no es una palabra fea.

—¿Se considera socialista?

—Sí, pero de un socialismo que no es dogmático. Mi utopía sería un ecosocialismo feminista y antirracista. Ecosocialismo porque tenemos que tener otro modelo de desarrollo. No puede ser este modelo extractivista de la agricultura industrial que está produciendo un calentamiento brutal global. Y antirracista y feminista para unir las luchas.

Fuente: https://www.lacapital.com.ar/educacion/hay-que-unir-las-luchas-contra-el-capitalismo-el-colonialismo-y-el-patriarcado-n1704522.html

Comparte este contenido:
Page 35 of 58
1 33 34 35 36 37 58