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Irak: Invertir en los docentes para acabar con el extremismo violento en las escuelas primarias de Mosul

UNESCO / 29-12-2019

Dos años después de la liberación de la ciudad iraquí en una de las batallas urbanas más grandes desde la Segunda Guerra Mundial, las casas y escuelas están en ruinas. La reconstrucción será un proceso costoso y laborioso. Afrontar y tratar de atenuar las consecuencias psicológicas que dejó la ocupación en los niños sigue siendo, por encima de todo, un gran reto.

En 2014, antes de la invasión de la organización Estado Islámico en Iraq y el Levante (EI), Mosul era una de las ciudades más plurales y tolerantes del Medio Oriente. Con un nombre que significa “encrucijada” y habiendo sido un lugar en el que convergían las antiguas rutas comerciales, la ciudad acogió durante siglos un mosaico variado de etnias, religiones y sectas. Como consecuencia de ser ocupada, Mosul se convirtió en terreno fértil para el extremismo violento, siendo los niños y los jóvenes los que más expuestos quedaron ante esta amenaza.

Formar a los docentes sobre la prevención del extremismo violento mediante la educación

La UNESCO forma a los docentes en prevención del extremismo violento mediante la educación (PVE-E). Cada historia de extremismo violento es diferente y para alejar a una persona que ha tomado este camino es esencial entender su entorno y su psicología individual. No existe un manual único que aporte todas las respuestas a estas cuestiones complejas. Es por eso que la oficina de la UNESCO en Iraq acaba de elaborar un informe a partir de entrevistas realizadas a docentes, padres, activistas de la sociedad civil y académicos que se quedaron en la ciudad durante la ocupación, con el objetivo de ofrecer una visión matizada de la influencia de la dominación breve, aunque brutal, del EI sobre la población de Mosul. Se trató de un proceso de escucha profundo que recopiló las opiniones de una muestra representativa de la comunidad.

Las entrevistas demostraron cómo los niños de Mosul fueron maltratados mediante la violencia de la que fueron testigos. El acoso reinaba en las escuelas; los juegos eran a menudo violentos e implicaban en determinadas circunstancias la muerte de animales. En los patios de recreación, el nombre del EI era invocado como un enemigo o protector durante las peleas. Estos niños tienen necesidad urgente de apoyo psicosocial ya que además de poder caer en un estado depresivo, los traumas no tratados pueden convertir a los jóvenes en personas más vulnerables a la propaganda del extremismo violento.

Según su experiencia durante la ocupación, los niños y jóvenes se sitúan en diferentes categorías de riesgo de radicalización violenta. Durante el segundo año, numerosas familias mantuvieron en sus casas a los niños que estaban en edad primaria, protegiéndolos así del adoctrinamiento del EI que se había intensificado considerablemente. Pero las familias más pobres se vieron forzadas de enviar a sus niños a la escuela pues el EI empezaba a cobrar una tasa por no asistir a la escuela. Los niños que asistían a la escuela recibieron un nuevo programa de enseñanza que tenía como objetivo “destruir la idea de cohesión social en la mente de los niños” según el punto de vista de los entrevistados. Los manuales escolares mostraban a niños que empuñaban armas y anunciaban ejercicios de matemáticas basados en la cantidad de personas que un atentado suicida podría matar. Los docentes y padres declararon que al introducir temas violentos en todas las asignaturas escolares, el EI trataba de “fabricar soldados” y de “infundir en los niños el deseo de matar”.

El papel clave de las escuelas

El gobierno iraquí reconoce que las escuelas de Mosul deben desempeñar en el futuro un papel clave en la prevención de la propagación del extremismo violento y ha pedido ayuda a la UNESCO y a los grupos de la sociedad civil. Este año, la UNESCO, conjuntamente con los Países Bajos, ha colaborado en un proyecto de formación de docentes en PVE-E en las escuelas primarias, basándose en las lecciones extraídas del informe. Inicialmente, 26 formadores del Ministerio de Educación, del departamento de Nínive, y ONG locales asociadas recibieron esta formación. El proyecto cuenta ahora con 662 docentes formados en el marco de un programa de 8 días de duración.

La UNESCO repertorió recientemente las competencias no técnicas que pueden ser reforzadas en el aula para ayudar a prevenir el extremismo violento (PVE) en una guía dirigida a los docentes. La formación impartida en Mosul se basó en esta guía centrada en la educación sobre los derechos humanos y en la solución de conflictos para sanar las heridas profundas dentro de la comunidad. La alfabetización mediante los medios de comunicación y la información fue otro de los elementos clave de la formación; numerosos jóvenes de Mosul se habían radicalizado en línea antes de la invasión del EI.

Mosul es una sociedad tradicional y jerarquizada en la que los niños y jóvenes aprenden a respetar a los mayores y a conocer el lugar que ocupan. El EI supo sacar provecho de este aspecto de la cultural local al reclutar a los jóvenes y darles poder sobre los mayores. Al reconocer la necesidad de hacer frente al trauma profundo de los niños, la formación integró también elementos de apoyo psicosocial.

Estos docentes van a tener que enfrentarse a determinados obstáculos cuando apliquen lo aprendido en su formación. Como un 5% de las escuelas fueron destruidas y muchas otras afectadas, el tamaño de las clases oscila entre 60 y 80 niños. No hay espacio o tiempo disponible para actividades extraescolares destinadas a aliviar los traumas e inculcar valores, como los deportes.

La UNESCO ha proporcionado al gobierno un conjunto de recomendaciones de carácter urgente con el objetivo de mejorar las infraestructuras escolares, las políticas, la cultura escolar y el apoyo psicosocial. Las autoridades locales no podrán asumir el costo de estas mejoras que requerirán de otros compromisos de financiación apoyados por la comunidad internacional. No obstante, la formación de los docentes por parte de la UNESCO, que tiene como objetivo la prevención del extremismo violento, es una iniciativa oportuna e importante que debe priorizarse. Tal vez la formación no logre impedir a todos los niños de Mosul que tomen más tarde en sus vidas el camino del extremismo violento, pero proporcionará a muchos de ellos las alternativas ideales a este camino.

 

El enlace original de esta nota:  https://es.unesco.org/news/invertir-docentes-acabar-extremismo-violento-escuelas-primarias-mosul

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¿Por qué a Colombia le fue tan mal en las pruebas Pisa?

elcolombiano.com / 28-12-2019

Si bien Colombia ha presentado una mejoría en algunos aspectos de las pruebas PISA, desde que su implementación en el país en el 2006, aún es leve con respecto a otros países de la región.

En esta prueba, que se realiza cada tres años, Colombia fue el país perteneciente a la OCDE con menor puntaje, obteniendo el puesto 58 entre 73 países participantes.

En la sección correspondiente a lectura, el puntaje bajó de 425 puntos en el 2015 a 412 en el 2018; en cuanto a las competencias en matemáticas, se subió un punto pasando de 390 en 2015 a 391 en 2018; y en el último examen, que evalúa ciencias, los resultados bajaron, pasando de 416 en el 2015 a 413 puntos en el 2018.

Capacitación de maestros

Nelson Alarcón, presidente de Fecode, afirma que es necesario hacer una valoración completa de la situación del país en términos de educación, partiendo del hecho de que hay que tener en cuenta qué tanto se ha invertido del producto interno bruto en este aspecto. Incluso argumentó que, precisamente, ese es uno de los motivos del paro nacional.

“Colombia es el país con menor inversión de recursos para educación, por eso estamos en las calles, porque aquí el Gobierno Nacional debe invertir más recursos para la alimentación y transporte escolar, conectividad, material didáctico. Hay que evidenciar las falencias de infraestructura que sufren nuestros jóvenes”, enfatizó Alarcón al analizar las razones de que los resultados de las pruebas Pisa hayan sido tan bajos.

Además, Alarcón señaló que la capacitación al sector educativo es fundamental en el proceso de mejoramiento en Colombia.

“Para la preparación de un docente con respecto a doctorado o maestría, debemos como organización, sacar 60 a 120 millones de pesos de nuestros recursos con esfuerzos adicionales”.

Aquí: Las notas a la educación dejan pendientes y desafíos al país

¿En quién recae la responsabilidad?

Julián de Zubiría, consultor en educación y director del Instituto Alberto Merani, recalcó que los resultados obtenidos son bastante preocupantes, lo cual se traduce en un grave retroceso en el desarrollo educativo del país.

“Son varios los problemas: carecemos de política de Estado en educación, no tenemos educación inicial pública de calidad, tenemos sistemas de formación de docentes muy tradicionales y atrasados y tenemos un currículo totalmente fragmentado y descontextualizado”, destacó de Zubiría.

Ante un sistema que no muestra preocupación por la calidad educativa, se han dejado de crear políticas educativas de Estado, enfocadas en las necesidades de los estudiantes en las instituciones.

“Perdimos lo poco que habíamos avanzado. Cerca del 70%, prácticamente no entiende ninguna de las ideas que han visto en los nueve años anteriores. Para alcanzar el nivel de Chile, demoraríamos 28 años con la condición de que ellos no avancen y eso no va a pasar”, señaló.

Además de esto, según de Zubiría, el modelo educativo colombiano no se centra en combinar saberes transversales en todos los aspectos de la vida, sino que solo se limita a impartir información para obedecer y memorizar.

Puede leer: Colombia, con la peor nota de la Ocde en pruebas Pisa

Fallos en la cobertura

De acuerdo con Edna Bonilla, profesora de la Universidad Nacional, uno de los problemas educativos es la falta de cobertura en educación básica y media, especialmente en las zonas apartadas de Colombia.

“En el 2018, 732.090 estudiantes no pudieron ingresar a pre-jardín, 676.660 a jardín y 114.518 a transición. En total, 1’523.286 niños se quedaron sin acceso a la educación. Este hecho crea una curva de aprendizaje menor para los niños que comienzan su formación a edades más tardías”, explicó.

Falta de hábitos de lectura

Por su parte, Francisco Cajiao, exrector de las universidades Pedagógica y Distrital, afirma que los factores culturales y familiares influyen en el hecho de que un niño tenga o no el hábito de leer.

“Si el niño está en un entorno en el que la familia no lee, él no lo va a ser en comparación con quien sí ha visto a su familia leer. Por eso, las instituciones requieren fortalecer este hábito a través de las bibliotecas, para que los estudiantes no solo lo vean como algo necesario sino también como una actividad placentera”, enfatizó.

¿Se requiere un nuevo modelo educativo?

Cajiao señala que los maestros necesitan tener una formación mucho más integrales, y que no tengan tanto énfasis en una sola asignatura, así podrá relacionar saberes con situaciones cotidianas de forma más dinámica.

“Lo que se ha hecho en otros países es disminuir la cantidad de asignaturas que ven los estudiantes. Esto con el fin de que aprendan cosas que sean de su interés realizando proyectos realizados por iniciativa propia” indicó Cajiao.

Para de Zubiría, adoptar el Plan Decenal 2017-2026 es fundamental, puesto que ya se había analizado previamente los problemas existentes y ya se había planteado diversas estrategias para mejorar la calidad de la educación.

“Necesitamos una profunda transformación pedagógica que establezca que la prioridad de la educación no es transmitir informaciones, sino desarrollar mejores seres humanos, con competencias ciudadanas, con pensamiento y con lectura crítica. Es un poco más fácil de lo que parece, pero falta lo esencial: la decisión política”, destacó.

 

 

El enlace original es:

https://www.elcolombiano.com/colombia/educacion/por-que-a-colombia-le-fue-tan-mal-en-las-pruebas-pisa-de-la-ocde-JC12105480

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Libro: Formar para transformar cambio social y profesiones educativas (PDF)

Edita: Editorial GEU

ISBN: 978-84-17748-80-7

Depósito Legal: GR-1363-2019

Diseño de portada: Luis Arance Ortega

Maquetación: Lola Castillo de Toro

Imprime: Lozano Impresores S.L.

Distribuye: Editorial GEU

Reseña:

El Seminario Interuniversitario de Teoría de la Educación lleva celebrándose, de manera inin- terrumpida, desde hace treinta y ocho años y es el lugar de encuentro habitual de quienes, desde las distintas universidades españolas, nos dedicamos a la docencia e investigación en Teoría de la Educación y, en su caso en Pedagogía Social. En esta ocasión, la organización corre a cargo de profesores del departamento de Teoría e Historia de la Educación y MIDE de la Universidad de Málaga, con una temática que lleva por título “Formar para transformar: cambio social y profe- siones educativas”.

La relevancia del evento viene determinada por el hecho incontrovertible de que para el pre- sente y para el futuro, cualquiera que quiera comprender la evolución de la Teoría de la Educación en España, como disciplina científica, o de los planteamientos acerca del estudio de la educación como objeto de estudio teórico y de la intervención pedagógica como acción razonada, deberá tener en cuenta la contribución a estos campos que se ha venido realizando ininterrumpidamente, desde 1982 hasta la fecha, en los Seminarios Interuniversitarios de Teoría de la Educación. De ello ha quedado constancia en publicaciones de libros, en la creación de la revista Teoría de la Educación cuyo nacimiento tuvo lugar en nuestra Facultad de la mano de su primer director, el profesor José Manuel Esteve; en la creación de la que se denominó Teoría de la Educación: Educación y Cultura en la Sociedad de la Información (TESI) y que a partir del Vol. 15, 4 (2014) se denomina Education in the Knowledge society (EKS). O los catorce Congresos que vienen ce- lebrándose cada tres años, o la creación de la Red de investigadores e investigadoras de posgrado (RED-IPTE) que, de forma paralela al propio SITE y como parte de él, se reúne cada año. De todo ello hay constancia en la página web http://www.redsite.es/ de la que se ha ocupado desde sus orígenes el profesor Gonzalo Jover de la Universidad Complutense.

Descargar en: libroFormar-para-transformar_compressed

Fuente: http://www.ignaciocalderon.uma.es/wp-content/uploads/2019/11/Formar-para-transformar_compressed.pdf

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Jorge Larrosa: “Uno de los enemigos de la escuela es el narcicismo”

Revista SabERES

De visita en nuestra ciudad, el pedagogo y filósofo español Jorge Larrosa dio una charla, invitado por el ISEP, acerca de las condiciones en las que se desarrolla el oficio de enseñar, en momentos en que la escuela está perdiendo su autoridad simbólica. El amor por el conocimiento, la fe en los alumnos, la crítica a algunos términos usados comúnmente en el campo educativo, la diferencia entre motivación e interés y cómo lograr la atención de los estudiantes, algunos de los temas abordados en esta entrevista.

“Aprender un oficio es aprender, también, su lenguaje propio. Y el lenguaje del profesor ha sido colonizado por el de la psicología cognitiva, con su componente individual y el de la economía, con su necesidad de rentabilidad”, afirma el autor de numerosos libros publicados en España, Argentina, Colombia, México, Venezuela, Francia y Brasil (el último, que presentó en nuestra provincia, es P de profesor). “El problema no son las palabras, sino la ideología que traen con ellas”, explica Jorge Larrosa, titular de la cátedra de Filosofía de la Educación en la Universidad de Barcelona, para quien algunos términos del léxico educativo están contaminados por otros campos.

En su paso por Córdoba para participar del encuentro La escuela en el siglo XXI. La formación docente en los debates contemporáneos, invitado por la especialización en Educación y Medios Digitales que dicta el Instituto Superior de Estudios Pedagógicos (ISEP) de la cartera educativa provincial, Larrosa brindó una entrevista en la que abordó el rol de los educadores y la escuela, en una época signada por el individualismo y el hedonismo y lanzó críticas al pensamiento ideológico que hay detrás de algunas palabras cuyo uso se ha extendido en la educación y propone: “Hay que cuidar la lengua con la que se piensa la educación; hacerla menos automática y más consciente”.

—¿La colonización del lenguaje cómo ha afectado el rol de los docentes?

—Asistimos a la redefinición de la función del profesor, que ya no es enseñar y transmitir un contenido; sino propiciar, facilitar y organizar el conocimiento. ¡Pero mi oficio no consiste en producir aprendizajes! El aprendizaje se puede hacer en cualquier lado: en la calle, en el trabajo, en una banda de delincuentes. ¡A la escuela se va a estudiar! La gente está sometida a una especie de extraño chantaje, “el chantaje del futuro ­inevitable”: “Los tiempos han cambiado y hay que adaptarse”. Ahí está claro lo que tiene que ser destruido, pero para dónde vamos, nadie te lo dice. Y entonces uno tiene la sensación de que eso es una estrategia pura y simple de arrasamiento.

“Hay una cierta sensación de intemperie, de que la escuela hoy en día ya no es la gran institución educativa, las pantallas son mucho más poderosas y entonces la escuela va cada vez más a contracorriente, ¿no?”

—Resistir es el camino…

—Este 2019 sale un libro que se llama Esperando no se sabe qué, sobre el oficio del profesor. El título tiene que ver con la novela de Marguerite Duras Un dique contra el Pacífico, donde la protagonista es una señora muy voluntariosa que consigue la concesión de un lote de tierra que se inunda periódicamente por las mareas. Entonces decide emprender una empresa loca, que es la de construir un dique. Lo consigue con la complicidad de los campesinos de los alrededores, planta el arroz y cuando empieza a verdear, sube la marea y arrasa con todo: los diques no eran lo bastante sólidos porque los cangrejos habían roído la madera. Me parece que esa idea tiene que ver con la de la defensa de la escuela que establecemos aquí. O sea, uno trata de construir diques para que el tsunami no lo arrase todo. Pero no hay nada que hacer. El título del libro viene de un diálogo precioso en el que los dos hijos están contando a alguien lo que pasó y en algún momento la chica dice que esto era una empresa loca, todo se vino abajo: “Y aquí estamos como idiotas esperando no se sabe qué…”

—¿La escuela es ese muro que separa un tiempo y un espacio distinto del tiempo y el espacio productivo?

—Sí, y esos muros son periódicamente derribados. Yo ahí digo que el libro está dedicado a todos los maestros y maestras de escuelas públicas que contra viento y marea edifican diques —que se van a derribar— con la idea de que el suelo sobre el que crecen los niños y los jóvenes no sea del todo tóxico. Hay algo de cultivable en ese suelo. Yo creo que lo del futuro inevitable tiene un poco que ver con eso: la marea sube, los tiempos están cambiando…

—Y en este marco ¿cuál es el lugar que le queda a los docentes…?

—En las conversaciones de estos días, yo pude percibir una actitud como militante, muy activista de que hay que seguir defendiendo la escuela pública y a los chicos contra viento y marea. Pero al mismo tiempo también, una cierta sensación de intemperie, de que la escuela hoy en día ya no es la gran institución educativa, las pantallas son mucho más poderosas y entonces la escuela va cada vez más a contracorriente, ¿no? Y frente a eso hay que seguir haciendo lo que hace que una escuela sea la escuela, cuando separa un tiempo, da tiempo libre a los chicos, comparte algo del mundo…

—¿Cómo se lleva esta idea de la escuela como un lugar diferente del afuera  —de la sociedad y la familia— con la postura de que los conocimientos tienen que ser significativos, que hay que partir de los intereses de los chicos y de lo que ellos saben para luego complejizarlo?

—La idea que nosotros estamos sosteniendo —que al atravesar la puerta de la escuela, los chicos  y los profesores dejan afuera algunas cosas— tiene que ver no tanto con que las historias y las experiencias de los chicos no entren —que naturalmente lo hacen—, sino con cómo la escuela convierte eso en punto de partida para un ejercicio justamente de separación, de desfamiliarización. Aquí cuentan otras cosas, la conversación es distinta, la atención es hacia otras cosas. Y, desde luego, el protagonista es el estudio, no el alumno.

—Y eso no siempre ocurre…

—Te voy a contar una historia. Hace un par de semanas estaba en la piscina, en donde vivo y coincidí con un cursillo de natación para niños. No exagero: había siete niños en la pileta, tres monitores y 32 adultos: estarían los abuelos, las tías, los hermanos mayores, etc., armados de cámara digital… Y cada tontería era filmada, celebrada, fotografiada y registrada. Entonces, la sociedad toda, sus padres, pero también la televisión, el centro comercial, les están diciendo a esos chicos, constantemente: “Lo más importante que hay en el mundo eres tú, tú eres el protagonista”.

—El golpe que se van a dar a los dos segundos…

—Además del tortazo que se van a dar —porque lo más importante no es uno—; el día que estos chicos lleguen —si llegan— a la universidad y a mis clases, les va a ser difícil entender que el profesor ahí diga: “Mira chico, lo más importante es lo que estamos trabajando; estamos leyendo a Paulo Freire o viendo una película de Buñuel. Lo más importante no eres tú, sino la materia de estudio”. No me van a entender, si llevan toda la vida donde todo el mundo les dice: “Lo más importante eres tú”. Esa construcción que es la que, en definitiva, hace el shopping —el niño cliente que dicen ahora— de que está ahí para ti, para satisfacer tus sueños, tus necesidades, que te pregunta constantemente qué te gusta, qué quieres… Y la escuela no puede hacer eso; sí tiene que hablar con los chicos. Hay una manera de mirarlos que no es la del shopping o la de esos papás celebrando cualquier tontería.

“Todo buen profesor solo puede salir de su casa, ir caminando hacia la escuela con la idea de que todos los chicos pueden aprender, sea o no verdad”.

—Y ¿cómo hace para disputar la atención de niños y jóvenes acostumbrados al estímulo constante de pantallas, de padres, de todos? 

—Como siempre: intentándolo una y otra vez; cada uno sabrá. Yo te puedo decir cómo lo hago yo: fracasando la mitad de los días y tratando de inventar otras cosas, el año que viene, para no fracasar como el año pasado. A través de una serie de procedimientos que fuerzan la atención: traer el texto leído, subrayado y anotado. “Fíjate más, no te vayas tan rápido”; “Léelo otra vez, no pases inmediatamente a lo que tú piensas, subraya las palabras principales”, la escuela siempre ha inventado procedimientos de atención y de lentificación: “Vuélvelo a hacer, esto no está bien, presta atención a esto o aquello”. ¿Que eso es pesado o antipático? Sí, pero qué le vamos a hacer.

—Ahí hay dos bibliotecas entre los que piensan que la escuela debe ser interesante o los que dicen que no importa si uno va a aburrirse porque la vida también es esfuerzo…

—Jan Masschelein distingue entre motivación e interés. Dice que la ideología de la motivación es en definitiva la del shopping, la del profesor facilitador, motivador, guay, alegre, el de “qué divertido, qué bien nos lo hemos pasado”. Y la escuela no tiene que ver con motivar, sino con crear interés. Motivación es una palabra de psicólogo y de esta época; interés es una palabra muy antigua, casi tan antigua como la escuela misma. Lo cual repito, ¿eh?, no quiere decir que la escuela tenga que ser áspera…

—Y ¿cómo se crea interés?

—Como toda la vida. Primero, solo puede crear interés aquel que está interesado… Cuando sales a caminar por las Sierras de Córdoba, con alguien que conoce, que le gusta, que ama hacerlo, que te va enseñando cada cantito de pájaro, cada hoja. “Fíjate qué bonito, fíjate aquellos colores”, pues así se despierta el interés. El amor se contagia, no se transmite.

—¿En qué momento algunos docentes perdieron el interés?

—Yo tengo la sensación de que los padres de los chicos de ahora y la mayoría de sus docentes ya han nacido en Disneylandia. Mi hermana, que es profesora de instituto, dice: “Yo la brecha generacional no la encuentro con los adolescentes, sino con sus papás”. Ya han nacido en Disneylandia, ya están en la pantalla, en el shopping, en “tú eres el protagonista” y todo eso. La escuela intenta contra viento y marea que los chicos se interesen por algo que no sea su propio ombligo; pero si el papá y el docente están interesados fundamentalmente en su propio ombligo, pues qué van a transmitir. Mis alumnos, igual; en la facultad a los jóvenes profesores es eso lo que más les encanta: ponerse todos a sentir, a compartir experiencias…, y ya están todos en el ombligo, encantados de haberse conocido a sí mismos. Uno de los enemigos de la escuela es el narcisismo: el tú eres el protagonista pero yo también soy el protagonista.

Nos vamos poniendo viejos

“De todas maneras esto es discurso de viejo, ¿verdad?”, pregunta a las carcajadas Jorge Larrosa apenas termina la frase. Y para continuar riéndose de sí mismo y de sus críticas al estado de la educación, cita al escritor sudafricano, ganador del premio Nobel de literatura, John Maxwell Coetzee y los cuentos de Elizabeth Costello, cuya protagonista es una escritora ya anciana que dice: “Hay un verbo que uso cada vez más que es el ‘verbo’ deplorable. Y me voy notando lo vieja que me hago con la frecuencia en que me aparece el ‘verbo’ deplorable”.

—¿Cómo compatibilizar la crítica al concepto de calidad, en tanto colonización del mundo económico y empresarial, con la idea de responsabilizarse por que los alumnos efectivamente aprendan lo que tienen que aprender?

—Mira, eso lo vi clararamente hablando con Walter (Grahovac, ministro de Educación) en un momento en que la conversación tuvo que ver con el control político de la escuela, es decir, con el acceso de los maestros, qué tipo de formación tienen que tener. Ahí la palabra calidad empezó a aparecer enseguida y cada vez que alguien la decía, me miraba como de reojo: “Es que el profesor ha dicho que…”. Sin embargo no es así. Lo que pasa es que vosotros estáis hablando desde otro punto de vista: del gobierno de la escuela. La escuela tiene que ser gobernada, controlada, hay que decidir qué maestros entran y cuáles no, cuáles son los contenidos y ahí sí que tiene sentido, porque es una palabra que tiene que ver con la gobernanza. Pero un profesor en la sala de aula no está gobernando, él tiene otras preocupaciones. Por eso yo decía, no es una palabra del oficio, es de otra gente. Cuando preparo una clase, salgo de ella y tengo la sensación de que he fracasado, cuando pienso qué estrategia voy a seguir, la palabra calidad no me viene nunca a la boca. Cuando voy a una reunión con el rector, que estamos discutiendo políticas del profesorado, ahí sí. Es ese el lugar, es una palabra de la economía y del gobierno, no del aula.

—¿En qué términos deberían hablar los docentes, teniendo en cuenta cómo hacemos para recuperar la confianza en que todos los chicos puedan aprender?

—Es que esa confianza es como los diques contra el Pacífico, no tiene que ver con la expectativa, tiene que ver con un “como si…”. Todo buen profesor solo puede salir de su casa, ir caminando hacia la escuela con la idea de que todos los chicos pueden aprender, sea o no verdad. Te voy a poner otro ejemplo: la justicia, que está basada en la idea de que la ley es igual para todos. Y ya sabemos que no. La ley es clasista, es racista, no es igual para todos. Pero la defensa de la justicia tiene que hacerse sobre ese “como si”. Son esas ficciones que constituyen realidad. Solamente se puede ser juez si uno cree en eso. Por eso yo hablo un poco indirectamente de la fe. La mayoría de los comportamientos humanos están basados en la fe: el amor, el construir una casa…

—Cosas que ya no se usan… (risas), volvemos a la idea de que nos estamos poniendo viejos…

—En el libro P de profesor, que presentamos en Córdoba, tiene definiciones, como si fuera un diccionario, de términos que hacen al oficio de enseñar (los que deberían estar y los que no). Tiene la palabra retrógrado, cascarrabias, vejez, reprimenda, sermón (hay una cierta discusión sobre si la reprimenda forma parte del oficio del profesor —yo creo que sí—; luego las hay buenas y malas, pero pensar sobre la reprimenda ya forma parte del oficio). Esas palabras tienen que ver con que la escuela tiene que, en algunas cuestiones, ser necesariamente conservadora (no en lo económico ni en lo político). Algunas cosas debemos hacerlas de otra manera: el mundo no es Disneylandia. En Disneylandia vas a ser feliz, pero la vida no pasa solamente por la felicidad… ¡Qué cosas tan antiguas, ¿verdad?!

—Pero si no, serán  futuros adultos frustrados…

—El libro de Daniel Pennac, Mal de escuela, dice que con el niño obrero, la escuela supo qué hacer; fracasó pero supo qué hacer; con el niño que venía del campo supo qué hacer, pero con el niño cliente no lo sabe (ni con el papá cliente, o sea con el de “lo más importante es mi niño”).

—¿Tiene solución?

—Seguramente no. Pero sí lo tiene el ver con qué ánimo y de qué manera encara uno su trabajo diario: el de padre, el de ciudadano, el de profesor, el de juez, el de policía…

Fuente: https://revistasaberes.com.ar/2019/10/uno-de-los-enemigos-de-la-escuela-es-el-narcicismo/

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Uruguay: Investigación explora distancias entre la práctica de magisterio y las materias teóricas

America del Sur/Uruguay/ladiaria.uy

Según los académicos, la falta de conexión se debe, en parte, a “las débiles articulaciones institucionales”

“En síntesis, las maestras noveles, al igual que las estudiantes de último año de la carrera, encuentran distancias entre la formación del instituto (que denominan “teoría”) y las prácticas que desarrollan en las escuelas. Sin embargo, y debido al paso del tiempo en el ejercicio del rol, reconocen aportes de dichos espacios más teóricos”. Eso establece una de las últimas investigaciones financiadas por el Consejo de Formación en Educación (CFE) y la Agencia Nacional de Investigación e Innovación en el marco del programa CFE Investiga. El proyecto, coordinado por el sociólogo especializado en educación y docente de magisterio Guillermo Pérez Gomar, se propuso analizar cómo se forma la identidad profesional de las maestras; para eso trabajó con estudiantes avanzadas y maestras con menos de cinco años de recibidas con una estrategia de investigación biográfico-narrativa. El resultado fue la investigación: “La construcción de la identidad profesional del docente de educación primaria en la formación inicial y los primeros años de trabajo”.

“La identidad profesional del docente es un campo amplio y hay consenso sobre cuatro momentos que son claves en esa construcción”, afirmó Pérez Gomar. Estos son: el momento previo al ingreso a la formación, los estudios formativos, las prácticas de enseñanza y los primeros años de docencia; la investigación se centra en los últimos dos. “Lo que nosotros encontramos en la práctica preprofesional termina reforzando algo que a nivel de la experiencia se conoce: existe una distancia entre lo que las estudiantes llaman teórico y lo práctico, entre esos dos espacios de formación. El punto es lo difícil que resulta llevar las cuestiones que aprenden de lo teórico al trabajo en el aula”, resaltó el docente.

En las conclusiones los investigadores marcaron ciertos factores del contexto institucional que inciden en la construcción de la identidad profesional. En primer lugar destacan el rol central que tienen las prácticas preprofesionales; “así lo indican la carga horaria, casi en el límite de las posibilidades de cursado, y la centralidad que se le otorga tanto en el orden prescriptivo como en la valoración de las estudiantes”, señalan en el informe final. Sobre este punto Pérez Gomar comentó: “Es muy difícil transitar el plan de estudio por la enorme carga horaria, y las estudiantes, si tienen que priorizar, lo hacen con la práctica, porque es donde ellas sienten si sirven para eso que están estudiando o no. Les puede ir mal en las materias teóricas que cursan en el instituto pero no les puede ir mal en la práctica, porque si no parecería que no son buenas para esto de ser maestra; así de central es la práctica para su formación”.

Relacionado con el rol esencial que se le da a la práctica, los investigadores señalan que “la vinculación entre la práctica y la formación del instituto se aprecia débil y se valora de forma negativa”. Para las docentes su identidad profesional se sostiene en el saber práctico, y el resto de los saberes o procesos que incorporan en su formación están en función de la práctica. “La desconexión y asistematicidad de actividades, y su apreciación tan diferenciada, tienen relación con esta característica”, subrayan los académicos. Pérez Gomar comentó que, entre otros factores, esto se puede deber a que “hay un tema de articulación entre los espacios prácticos y teóricos, que parece que las autoridades no lo ven porque siempre fue así: la formación teórica depende de una institución, que es el CFE, y las escuelas de práctica dependen de otra, que es el CEIP [Consejo de Educación Inicial y Primaria]”.

Asimismo, la experiencia de la práctica depende mucho de la escuela y del equipo docente. “La elección de los lugares de práctica está desregulado, no hay normativas demasiado claras. Cada escuela de práctica termina siendo un mundo en sí mismo, por eso hay experiencias de prácticas que son muy positivas y otras que son desastrosas. Las prácticas de cuarto año, que son en las escuelas Aprender, por ejemplo, responden a la inspección de Aprender, no a la de prácticas; nadie acompaña lo que sucede en esas escuelas en términos de la práctica, sólo la dirección”, comentó Pérez Gomar, que adelantó algunas de las conclusiones de una próxima investigación.

Roles modelos

Existen dos referentes claros para las estudiantes en la práctica: la maestra adscriptora y la dirección. La maestra está relacionada con aspectos más ligados al hacer profesional; para Pérez Gomar, el rol de la maestra adscriptora “es central, porque es con la que aprenden qué hacer y qué no hacer; eso es clarísimo en los resultados. Las estudiantes aprenden porque se identifican con el trabajo y la forma de hacer o porque lo rechaza”. Por otra parte, en la directora ven una figura de autoridad que enseña aspectos más relacionados a lo administrativo y al rol normativo.

Este posicionamiento tan central de las figuras de la maestra y la directora genera que haya “tensión entre la reproducción y el cambio”, aseguró Pérez Gomar. “Esta formación tiene mucho de reproducción, se aprende mirando lo que otros hacen; entonces, lo primero que hacen las estudiantes cuando se forman es reproducir lo que hace su maestra adscriptora, y saben qué está bien y qué está mal”. Esta reproducción, según el investigador, provoca que la profesión “sea muy conservadora”, porque “los márgenes para ensayar caminos diferentes son muy estrechos o casi inexistentes, porque las maestras adscriptoras no sólo son modelos, sino que además son las que las evalúan”.

Tener figuras tan fuertes durante la práctica probablemente sea uno de los factores que hagan que las recién egresadas tengan “sensaciones de soledad y falta de herramientas” cuando se enfrentan a un grupo por primera vez. “Cuando egresás de cualquier carrera seguís aprendiendo en los primeros años de ejercer y nadie te guía, pero lo que sucede en magisterio es que tenés la responsabilidad de 25 niños a tu cargo durante cuatro horas, y eso es muy agobiante; es lógico que la sensación de soledad y agobio sea muy fuerte”.

Fuente: https://educacion.ladiaria.com.uy/articulo/2019/12/investigacion-explora-distancias-entre-la-practica-de-magisterio-y-las-materias-teoricas/

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Argentina: Nicolás Trotta, sobre los desafíos en educación: «Nuestro compromiso es convocar a la paritaria nacional docente»

Redacción: La Nación

El ministro de Educación, Nicolás Trotta, sostuvo que uno de los «compromisos» es «convocar a la paritaria nacional docente», y lograr que la educación esté «presente en la cotidianidad de nuestras vidas», a través de los contenidos que se generarán con el redireccionamiento del dinero de la pauta oficial, según anunció ayer el presidente Alberto Fernández.

En diálogo con radio El Destape, Trotta también aseguró que se está «constituyendo una dirección nacional que va a asumir» la aplicación de la Educación Sexual Integral en las escuelas y, al respecto, se «impulsarán todas las herramientas necesarias».

«Uno de los compromisos es convocar al a paritaria docente» para discutir salarios, pero también «cuestiones que consideramos centrales como la formación docente, o los objetivos pedagógicos de cada región en la Argentina».

Trotta indicó asimismo que buscan que «la educación esté presente en la cotidianidad de nuestras vidas», y por eso se planteó el redireccionamiento de la pauta oficial «para generar material educativo, que serán pequeñas cápsulas que generen diálogo con la familia y la comunidad».

Respecto de la aplicación de la Educación Sexual Integral en las escuelas, el ministro afirmó: «Estamos constituyendo una Dirección Nacional que va a asumir esa agenda; hay un consenso muy grande en nuestra sociedad y vamos a impulsar todas las herramientas necesarias».

Trotta habló antes de dirigirse hacia el ministerio «para tener la primer reunión con todo el equipo y poder terminar de planificar la situación, para asumir una gestión que tiene enormes desafíos, mucha expectativa, y en donde no tenemos márgenes para no acompañar con respuestas concretas en una situación social y económica tan grave».

La reacción de los gremios

Para los sindicatos docentes, la decisión de restablecer la paritaria nacional docente es una buena noticia. «La noticia es alentadora. Es algo por lo que nosotros hemos luchado muchísimo. Nos parece fundamental y trascendental la paritaria para igualar el sistema educativo en la Argentina. Hoy la Argentina tiene 24 sistemas distintos. Cada provincia hace lo que puede en materia de formación docente, en infraestructura escolar, en el pago de salarios», explicó a LA NACIÓN Sergio Romero, secretario general de la Unión de Docentes Argentinos (UDA).

En el caso concreto de la UDA, el gremio reclamó por vía judicial que las negociaciones paritarias se realicen a nivel nacional. Hoy el expediente se encuentra en la Corte Suprema de Justicia.

«La paritaria nacional llegaría en un momento adecuado e ideal para empezar a garantizar una mejor calidad educativa, que todos queremos», continuó Romero, quien consideró que la discusión salarial a nivel nacional puede ser un «buen punto de partida» para introducir mejoras en el campo educativo.

Sin embargo, el dirigente sindical advirtió que «tiene que haber fuerte decisión política en esa paritaria de realmente recomponer la educación argentina, de recuperarla. Hoy la Argentina adolece de salarios dignos».

En enero de 2018, un decreto del expresidente Mauricio Macri suspendió las paritarias nacionales. Con las firmas del exministro de Educación, Alejandro Finocchiaro y del exministro de Trabajo, Jorge Triaca, la medida colocaba a la discusión salarial bajo la órbita de los gobiernos provinciales. También equiparó en representación a los distintos gremios que integraban la mesa nacional, hecho que despertó un conflicto con la Confederación de Trabajadores de la Educación Argentina (Ctera), el sindicato más representado en aquel entonces.

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