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Un discernimiento necesario: «Manifiesto de un feminismo para el 99%»

Redacción: Tendencias 21

inzia Arruzza, Tithi Bhattacharya y Nancy Fraser, intelectuales y activistas estadounidenses, reflexionan sobre este movimiento de implicaciones políticas decisivas

 

Tres intelectuales y activistas que han contribuido a organizar el movimiento de la huelga de mujeres en EEUU (Cinzia Arruzza, Tithi Bhattacharya y Nancy Fraser) reflexionan en «Manifiesto de un feminismo para el 99%» (Herder, 2019) sobre este movimiento de implicaciones políticas decisivas. Con un amplio alcance teórico y político, las autoras han desarrollado en esta obra una herramienta ineludible para pensar y ampliar las luchas sociales actuales; así como para favorecer su articulación política.

Hacía falta discernir, retornar sobre el horizonte que apoyamos de forma crítica (es decir, no dogmática) e interrogar diferencias ideológicas que, en el campo del feminismo, tienen implicaciones políticas decisivas. Semejante discernimiento necesitaba hacerse, además, por autoras con un recorrido relevante dentro del campo de la militancia feminista, como ocurre con Cinzia Arruzza, Tithi Bhattacharya y Nancy Fraser, todas intelectuales y activistas que han contribuido a organizar el movimiento de la huelga de mujeres en EEUU.

Necesitaba que sea de ese modo para evitar descalificaciones facilistas y, sobre todo, para suscitar suficiente confianza para interrogar los propios presupuestos desde los que pensamos el feminismo en nuestra actualidad. Especialmente para aquellas personas que nos reconocemos en ese movimiento, el Manifiesto de un feminismo para el 99% (Herder, España, 2019) resulta tan clarificador como necesario para abordar debates recurrentes en torno a lo que significa hoy participar en esta lucha en una dirección emancipadora.

Lo decisivo del manifiesto, en este caso, no es que introduzca planteamientos especialmente novedosos sino que permite aproximarse a los núcleos más significativos de un movimiento social que en los últimos años no ha cesado de crecer y adquirir una notable visibilidad; crecimiento y visibilidad que no solo no excluye ambigüedades y riesgos sino que los implica necesariamente, como toda práctica discursiva que adquiere centralidad en la vida social, cultural y política. Al menos desde que autoras como Ángela Davis, Kimberlé Crenshaw o Patrice Hill Collins cuestionaron el presupuesto de un «sujeto universal abstracto» que hablara en nombre de laMujer, hacía falta un manifiesto que reflexionara en torno a un feminismo capaz de dar cuenta de la pluralidad de situaciones que afectan a las mujeres, en específicas condiciones de clase, raza, género y sexualidad.

Lejos de repetir un discurso binario en torno al género, Arruzza, Bhattacharya y Fraser indagan en algunos movimientos feministas (como el argentino o el polaco) para extraer enseñanzas tan valiosas como pertinentes para una militancia reflexiva. El feminismo por el que esos movimientos abogan dista de la versión corporativa de Sandberg que apuesta por el éxito en el mundo de los negocios y la mentada “igualdad de oportunidades” en un mundo radicalmente desigual.

La huelga militante feminista reivindica una sociedad libre de opresiones, explotación y violencia machistas, recordando el lazo entre patriarcado y capitalismo. En contraste con el «feminismo liberal» que se desentiende de cambiar el mundo social, la huelga feminista apuesta por la igualdad y la libertad no como bellas aspiraciones sino como condiciones de vida reales. Incluso a riesgo de perder las propias ambigüedades y disputas del movimiento huelguista (tal como se plantea por ejemplo en España), las autoras apuestan por construir el feminismo desde un “ethos radical y transformador”, trazando el camino para una sociedad justa: un feminismo para el 99%, que necesita unirse con otros movimientos anticapitalistas, ecologistas, antirracistas y defensores de los derechos de los trabajadores y emigrantes.

Once tesis 

Desde esas premisas, el manifiesto desarrolla once tesis centrales que pueden resumirse del siguiente modo:

1. La nueva ola feminista reinventa la huelga, redibujando el mapa político y recuperando las luchas históricas por los derechos de los trabajadores, la justicia social y el trabajo (remunerado o no) de aquellas que sostienen el mundo. El feminismo de la huelga abre la posibilidad “(…) de una nueva fase sin precedentes de la lucha de clases: feminista, internacionalista, ecologista y antirracista”.

2. El feminismo liberal está en bancarrota. Centrado en el Norte Global en torno a la ruptura del techo de cristal y la igualdad de mercado, esta versión es parte del problema: se niega a hacer frente a las restricciones socioeconómicas que hacen que la libertad y el empoderamiento sean inaccesibles para la gran mayoría de las mujeres. Su objetivo real no es la igualdad, sino la meritocracia, esto es, que ciertos grupos de mujeres directivas puedan alcanzar sus metas de clase apoyándose en migrantes explotadas (a cargo del cuidado de sus hijos y del trabajo precario en sus hogares). Además de elitista e individualista, avanza contra la mayoría. Como vehículo de la autopromoción, el feminismo liberal es la coartada perfecta del neoliberalismo. En una palabra, es el feminismo de las poderosas, femócratas del ajuste estructural e islamófobas que predican el lean in. Como sentencian las autoras: “No tenemos ningún interés en romper techos de cristal y dejar que la gran mayoría limpie los vidrios rotos”.

3. Necesitamos un feminismo anticapitalista. El feminismo del 99 % debe responder a una crisis que implica el desplome de los niveles de vida, el desastre ecológico, las guerras y las expropiaciones, las migraciones en masa, el racismo y la xenofobia y el recorte de derechos sociales y políticos. Defiende en suma el bienestar mayoritario, incluyendo las necesidades y los derechos de las muchas, esto es, de las mujeres pobres, trabajadoras, racializadas, migrantes, queertrans, discapacitadas y explotadas. Contra el vaciamiento de derechos propiciado por el neoliberalismo, se trata de apostar por un cambio sistémico, incluyendo la lucha contra el sexismo estructural y el racismo del sistema judicial, así como contra la brutalidad policial, el encarcelamiento masivo, las amenazas de deportación, el acoso y abuso laboral, etc. No solo no es un movimiento separatista: aboga por unirse a todos los movimientos internacionalistas que luchan por las mayorías sociales: “El feminismo para el 99% abraza la lucha de clases y la lucha contra el racismo institucional”.

4. La crisis social actual tiene como causa primordial el capitalismo. El actual sistema globalizador, financiarizado y neoliberal degrada la naturaleza, instrumentaliza los poderes públicos, incauta el trabajo no remunerado de los cuidados y asistencia y desestabiliza de forma periódica las condiciones necesarias para la supervivencia de la mayoría. La crisis que amenaza la vida tal como la conocemos es, sin embargo, una oportunidad de transformación social y rebelión feminista.

5. La opresión de género en las sociedades capitalistas arraiga en la subordinación de la reproducción social a la producción de beneficios. La sociedad actual produce estructuralmente opresión de género, especialmente al separar la producción de seres humanos de la producción de beneficios, asignando la primera tarea a las mujeres y subordinándola a la segunda. El trabajo reproductivo, en muchos casos de carácter no remunerado, sin embargo, es precondición fundamental para la sociedad humana y para la producción capitalista. Cuando se descarga en terceros la reproducción social, esos terceros suelen ser mujeres, atravesadas por la línea de fractura de clases, raza, sexualidad y nación. La división racial del trabajo reproductivo implica que sean mujeres racializadas quienes realizan este trabajo a bajo coste. En este sentido, la lucha de clases incluye las luchas por la reproducción social: por la atención médica universal, la educación gratuita, la justicia medioambiental, el acceso a la energía limpia, la vivienda y el transporte público, así como por la liberación de la mujer, contra el racismo y la xenofobia, la guerra y el colonialismo.

6. La violencia de género adopta múltiples formas ligadas al capitalismo. Las dinámicas contradictorias entre lo familiar-personal y lo laboral en la presente sociedad producen una división sistémica. En tiempos de crisis esa división no cesa de tornarse especialmente virulenta, incluyendo la percepción de una masculinidad amenazada que explota. Aunque las autoras reconocen otras formas de violencia, su énfasis está en aquellas formas que se ejercen desde el poder público institucional, como es el caso de las agresiones sexuales o el acoso, a razón de la vulnerabilidad económica, profesional, política y racial de las mujeres. “Lo que posibilita esta violencia es un sistema de poder jerárquico que fusiona género, raza y clase. El resultado es el refuerzo y la normalización de ese sistema”.  Ninguna respuesta puramente policial podría bastar, porque la violencia de género asienta en la estructura violenta del poder capitalista en su conjunto. De ahí que un feminismo del 99% conecte la lucha contra la violencia de género con otras formas de violencia sistémica.

7. Mientras el capitalismo pretende regular la sexualidad, el feminismo quiere liberarla. Ni el “liberalismo sexual” que lucha por el derecho de las minorías ni el “reaccionarismo sexual” que quiere restaurar arcaísmos regresivos –patriarcado, homofobia, represión sexual- podrían ser respuestas satisfactorias para un feminismo que cuestiona “el binarismo de género y la heteronormatividad sancionados por el Estado”. La primera opción normaliza formas de la sexualidad en una zona ampliada de regulación estatal que fomenta el individualismo consumista, a partir del desarrollo de un nicho de mercado para los disidentes sexuales. Aunque esta diversidad sexual es producto de luchas sociales valiosas, siempre corre la amenaza de ser comercializada en un mercado neoliberal del sexo, sin atajar las agresiones que el colectivo LGTBQ+ sufre regularmente, al persistir la discriminación social y la falta de reconocimiento simbólico del que es objeto. Las “nuevas libertades sexuales” constituyen un privilegio para quienes pueden ponerlas en práctica, mientras que la mayoría es privada por no acceder a las condiciones sociales y materiales para el desarrollo de esas libertades. El reaccionarismo sexual, por su parte, resucita el tradicionalismo como reacción al capitalismo, para exigir nuevas prohibiciones y restablecer roles de género acordes a presuntos mandamientos divinos o inveterados. Para las autoras, se trata de luchar por liberar la sexualidad no solo de la procreación y la familia normativa sino de las restricciones de género, clase y raza que impone el estatismo y el consumismo.

8. El capitalismo nace de la violencia racista y colonial y un feminismo mayoritario debe oponerse a esa violencia. Las autoras abogan por un feminismo que tome partido contra el suprematismo blanco-europeo, asumiendo cierta ambigüedad histórica del movimiento que desemboca en ocasiones en la defensa por parte de prominentes feministas de políticas antimusulmanas.  “Al abstraer el género de la raza (y de la clase) han priorizado la necesidad de «la mujer» de escapar de la domesticidad y «salir a trabajar» -¡como si todas fuéramos amas de casa de clase media urbanas!-“. En vez de negar esa historia, las autoras apuestan por una ruptura política con respecto una sociedad racista, capitalista e imperialista, en tanto condición de liberación de las mujeres. Ninguna liberación es posible si persiste la opresión racial, como ocurre con miles de mujeres racializadas que padecen la precariedad laboral y la privación de derechos. En vez de plantear la “sororidad” como algo dado, se trata de construir solidaridades políticas entre mujeres que padecen de formas diferentes la opresión de género.

9. El feminismo mayoritario debe ser ecosocialista. Ante la actual crisis ecológica, producto de la apropiación sistémica que se hace de la naturaleza, se trata de confrontar con el “capitalismo verde” del neoliberalismo, que se despreocupa del futuro colectivo y condena a millones de personas del Sur global a abandonar sus hogares por razones climáticas. Paradójicamente, el capitalismo destruye la naturaleza que es condición de vida y de su propia reproducción.

10. El capitalismo es incompatible con la democracia y la paz. La crisis actual, de carácter político, paraliza a los estados obstaculizados por las finanzas globales y el mecanismo extractivo de la deuda soberana. Los problemas acuciantes de la mayoría, de interés público, son relegados y los gobiernos, presos del poder corporativo, son vistos por la ciudadanía como “esclavos del capital”. Amplias franjas de la vida social se sitúan así fuera del control democrático, provocando una desprotección política de la mayor parte de la población mundial. “Según parece, las aspiraciones democráticas de miles de millones de personas en el Sur global ni siquiera merecen ser tenidas en cuenta. Pueden sin más ser ignoradas o brutalmente reprimidas”. Si el capitalismo es estructuralmente incompatible con la democracia, la solución no es instalar más mujeres en los reductos de poder (incluyendo el de hacer el trabajo sucio de bombardear otros países, sostener regímenes de apartheid, respaldar intervenciones neocoloniales o ajustes estructurales) sino de cambiar el sistema que imposibilita la igualdad real.

11. El feminismo para el 99% llama a todos los movimientos radicales a unirse en una insurrección común anticapitalista. En vez de aislarse, se tata de trazar puentes con otros movimientos de resistencia. Aquellos que luchan contra el cambio climático, la explotación laboral, el racismo institucional o los desahucios. “Esas luchas son nuestras luchas, parte integrante de la lucha por desmantelar el capitalismo, sin la cual no puede haber final para la opresión de género y sexual”. Unir fuerzas, pues, con ecologistas, antirracistas, antiimperialistas, el colectivo LGTBQ+, sindicatos y, en general, las corrientes anticapitalistas de izquierda que defienden el 99%. En suma, se trata de replantearse quiénes son aliados y enemigos de las luchas feministas mayoritarias, asumiendo la necesidad del reconocimiento recíproco de las diferencias relevantes presentes entre las propias mujeres y ahondando en el objetivo de una “insurrección global de amplia base”.

El capitalismo en la mira

Según las autoras, el capitalismo en tanto “fundamento último de la sociedad moderna”, exige recuperar y ampliar los movimientos emancipadores en nuestro tiempo y no meramente rendirse ante una corriente liberal dominante que se limita a demandar el avance meritocrático de unas cuantas.

En vez de una variante “progresista” del neoliberalismo, la alternativa propuesta es la de un feminismo genuinamente mayoritario que reoriente las luchas en un momento de confusión política. “Prácticamente nadie -con la excepción parcial del 1%- se libra de los impactos de las perturbaciones políticas, la precariedad económica y el agotamiento socio-reproductivo. Y el cambio climático, por supuesto, amenaza con destruir cualquier tipo de vida en el planeta”. Ninguno de estos problemas graves puede ser resuelto al margen de los otros.

Si por una parte el capital requiere del trabajo socio-reproductivo -generalmente no remunerado y sostenido mayoritariamente por mujeres- para mantener la fuerza laboral, por otra parte, esconde (y reniega de) dicho trabajo como condición de su posibilidad. Mientras que el capital se esfuerza en aumentar sus beneficios, las clases trabajadoras se esfuerzan más bien para llevar una vida digna. Esa vida digna no se reduce a mejoras laborales sino que incluye luchas diferentes por la salud, el agua, la vivienda, la salud o la educación. El objetivo de las luchas reproductivas, así, es establecer la primacía del “hacer personas” por encima del “hacer beneficios”.

En síntesis, mientras el neoliberalismo se limita a reclutar mujeres para el trabajo asalariado, bloquea cualquier posibilidad liberadora para las mujeres, incluyendo aquellas racializadas y migrantes que asumen en condiciones precarias el trabajo de los cuidados. “Lo que se presenta como emancipación es en realidad un sistema intensificado de explotación y expropiación”. Semejante trabajo favorece la vulnerabilidad ante el abuso y el acoso, facilitada a su vez por el deterioro de los servicios sociales públicos. En vez de un feminismo “huérfano de aspiraciones utópicas y revolucionarias”, se trata de analizar -tal como ha enseñado el feminismo negro- la intersección entre explotación de clase, racismo y opresión de género, así como las nuevas teorías queer que muestran los lazos entre capitalismo y la reificación de las identidades sexuales.

Ante esta realidad, por lo demás, tampoco caben viejas fórmulas que apelan a un reduccionismo de clase. Antes bien, se trata de pensar la clase como una cuestión entrelazada al género y a la raza, propiciando un universalismo concreto capaz de incluir la multiplicidad de luchas de “los de abajo”. Promover alianzas supone así tomarse en serio nuestras diferencias. Eso conduce a un feminismo abierto a la transformación y al cuestionamiento, afirmándose a través de la solidaridad. “El feminismo para el 99 % es un feminismo impacientemente anticapitalista, un feminismo nunca satisfecho con equivalencias si no tenemos igualdad, nunca satisfecho con derechos legales si no tenemos justicia, y nunca satisfecho con la democracia si la libertad del individuo no se mide de acuerdo con la libertad de todos”.

Un debate abierto

Manifiesto de un feminismo para el 99% ahonda en un debate abierto desde hace décadas; a saber, la posición que el feminismo debe ocupar dentro de los movimientos emancipatorios y, en particular, el tipo de feminismo que cabe reivindicar en una sociedad dividida no solo por antagonismos de género sino también por conflictos de clase, raza o sexualidad (entre otros). Como tal, constituye una iniciativa valiosa para reflexionar con respecto a la direccionalidad política que está asumiendo este movimiento plural.

A pesar de ello, a mi entender, la propia forma-manifiesto no resulta especialmente eficaz en este caso, en parte porque se extiende demasiado y en parte porque, pese a su extensión, no desentraña algunos nudos de reflexión que requerirían desarrollos conceptuales mucho más detenidos, como es la propia relación entre feminismo e izquierda o entre feminismo y antirracismo. Las alusiones al respecto, en este sentido, resultan insuficientes y sería preciso un trabajo más pormenorizado que permita una comprensión amplia de las problemáticas en juego. Una versión menos explicativa y más condensada del Manifiesto… facilitaría su apropiación por parte de diferentes colectivos sociales, permitiendo centrarse en los ejes de lucha más relevantes (sin que ello excluya la posibilidad de profundizar en cada eje a partir de la remisión a otras fuentes bibliográficas).

Asimismo, el amplio alcance teórico y político que Arruzza, Bhattacharya y Fraser hacen de la propia noción de «feminismo» termina desdibujando en parte su significado. Una cosa es abogar por un feminismo anticolonial y anticapitalista y otra suponer, como hacen las autoras en determinados pasajes, que dicha noción permite subsumir estas otras orientaciones portadoras de una historia relativamente independiente. La interseccionalidad del planteamiento, en este punto, corre el riesgo de diluir especificidades ideológicas y políticas de diferentes movimientos que, ciertamente, tienen en común su voluntad transformadora.

Sin embargo, ¿en qué sentido podrían subsumirse dentro de la categoría de feminismo ejes ligados a la clase, la raza/etnia o las propias luchas ecológicas? Inversamente, ¿no invisibilizan las autoras las especificidades de las luchas feministas, centradas prioritariamente en revocar las desigualdades de género y en abolir el hetero-patriarcado? ¿Hasta qué punto resulta plausible nombrar las múltiples formas de desigualdad y opresión del presente bajo un significante totalizador? Si bien las jerarquías de clase, raza y género están interrelacionadas, el alcance omnicomprensivo que las autoras dan, alternativamente, al concepto de «feminismo» y al concepto de «capitalismo» como “fundamento último de la sociedad moderna”, podría hacernos suponer, de forma errónea, que derrotando el capitalismo automáticamente quedarían abolidos los otros ejes de opresión. Una alternativa plausible bien podría ser la referencia al sistema-mundo como una trama compleja que implica el despliegue simultáneo de una estructura capitalista/patriarcal y moderno/colonial. Semejante referencia permitiría la inclusión de nuestras luchas diferenciadas y complementarias en un mismo horizonte altermundista capaz de nuclear las añoranzas por una sociedad emancipada (feminista, anticolonial y ecosocialista).

A pesar de estos diferentes énfasis y matices, el Manifiesto… constituye una herramienta ineludible para pensar y ampliar las luchas sociales en las que participamos, religando dimensiones de nuestra existencia social que otros discursos se empecinan en nombrar de forma separada y descontextualizada, dificultando el mutuo reconocimiento de movimientos con vocación de cambio.

En cualquier caso, libros así favorecen la articulación política de diferentes movimientos sociales, sin renunciar al debate intelectual como condición necesaria para consolidar nuestras luchas. Más que nunca, urgen textos que permitan ahondar en una teoría crítica del presente como prerrequisito de una práctica transformadoraPara quien se reconozca en esa búsqueda, este manifiesto podría ser un excelente recordatorio de los enormes desafíos políticos que tenemos por delante.

Fuente: https://www.tendencias21.net/Un-discernimiento-necesario-Manifiesto-de-un-feminismo-para-el-99_a45256.html

 

 

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Guía de ONU Mujeres para formular marco lógico con enfoque de género

Por: gestionandote.org.

El Gobierno de México y ONU Mujeres presentan una guía para integrar la perspectiva de género dentro del desarrollo de la Metodología de Marco Lógico.

El documento que se encuentra a continuación es el resultado final del trabajo realizado en 2012 por el Instituto Nacional de las Mujeres, INMUJERES y la Entidad de las Naciones Unidas para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de las Mujeres (ONU Mujeres).

El objetivo del documento es presentar una guía para realizar metodología de marco lógico con un enfoque de igualdad de género. Originalmente fue creado para la implementación en de proyectos en la administración pública mexicana.

Sin embargo, el documento es una guía que puede ser usada fuera de este país. Así como en todos los proyectos interesados en integrar el enfoque de genero dentro de su proceso y sus resultados.

¿Qué contiene la guía?

El documento se divide en los siguientes segmentos:

¿Por qué integrar la perspectiva de igualdad de género en la planeación y el presupuesto?

En qué consiste la Metodología de Marco Lógico con perspectiva de género

La metodología de marco lógico paso a paso

Ejemplo de árbol de problemas sobre la situación de las personas adultas mayores y matriz de marco lógico con perspectiva de género.

Consideraciones finales

Fuente del documento: http://www2.unwomen.org/~/media/headquarters/attachments/sections/library/publications/2015/hacia%20una%20metodologia%20de%20marco%20logico%20con%20perspectiva%20de%20genero.pdf?v=1&d=20150128T212835

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5 Documentales que podrían modificar tu opinión de la sociedad actual

Redacción: Pijama Sur

EL DOCUMENTAL TIENE PODER NO SÓLO PARA DENUNCIAR LAS INJUSTICIAS SOCIALES, SINO PARA MOSTRAR LOS HECHOS AFORTUNADOS QUE PASAN EN EL MUNDO

El cine documental es una herramienta de denuncia social por excelencia, pues indaga en esos puntos ciegos de los medios de comunicación y del cine de ficción. Escarba en aquellos temas que la industria cinematográfica omite deliberadamente como parte de su función «validadora» de imaginarios.

Sin embargo, además de denunciar, el documental también tiene el poder de mostrar narrativas positivas que escapan del imaginario dominante justamente porque muestra otras formas de percibir y vivir en el mundo que no son convenientes para el sistema.

Al vislumbrar panoramas de futuros posibles, estamos acostumbrados a pensar en narrativas al estilo «todo está perdido» y «no hay nada que se pueda hacer», pues éstas se repiten una y otra vez tanto en los medios como en la opinión pública. Así, el pesimismo o nihilismo constantemente es valorado como «inteligente» o «acertado». Frente a esto, el documental explora, junto con las sociedades que filma, la posibilidad de transformación a partir de construir y no de derribar, de intuir en lugar de pensar, y así, de cambiar la realidad social -a la escala que sea-, aun cuando parezca improbable o imposible.

No parece casualidad que la mayoría de este tipo de documentales sean dirigidos por mujeres, pues como menciona Hrund Gunnsteinsdottir en InnSæi, para los cerebros femeninos es mucho más fácil unir los puntos y buscar la relación entre las cosas, así como conciliar e intuir para entender. Esta es sólo una pequeña muestra de algunos documentales que le dan la vuelta a la lógica del «todo está mal»:

 

1. Bosque de niebla (Mónica Álvarez Franco, México, 2017)

Mucha gente se pregunta para qué traer un hijo a este mundo en colapso, o bien, por qué no traer un hijo al mundo si de cualquier forma siempre han existido las crisis y es deber de cada generación adaptarse a ellas. La forma en que Mónica Álvarez Franco se contestó esta pregunta fue haciendo el documental. En éste muestra la vida en un rancho llamado Las Cañadas, cerca de Huatusco, Veracruz, en donde se vive en coexistencia ecológica y comunitaria. En tan sólo 15 años, una porción de 300 hectáreas de rancho ganadero se ha convertido en un bosque de niebla, uno de los más escasos pero biodiversos del planeta.

En la comunidad se ha creado una escuela comunitaria donde los jóvenes aprenden sobre los principios de la permacultura. Ahí estudia Haya, una joven de unos 15 años que se preguntasi funcionarán los noviazgos a distancia, pero que sabe que la tierra en la que vive no debe tener dueño. El punto nodal de este documental se encuentra en esa escuela donde la ternura del descubrimiento y la lucidez de la sabiduría convergen en jóvenes de secundaria.

2. InnSæi (Intuición, Hrund Gunnsteinsdottir y Kristín Ólafsdóttir, Islandia/Reino Unido/Dinamarca/India/Estados Unidos, 2016)

Antes de codirigir este documental, Hrund había alcanzado el «éxito» a los 29 años. Después de mucho esfuerzo estaba a punto de conseguir un trabajo de por vida en la ONU y al mismo tiempo estaba al borde de un colapso nervioso gracias al agotamiento laboral. Para Hrund, la ONU se había convertido en un «sistema administrativo desconectado de la gente», mientras que el dar todo de sí nunca era suficiente.

Después de un aborto espontáneo y ser medicada para contrarrestar su bloqueo emocional, Hrund decidió abandonarlo todo, incluyendo su trabajo soñado, para hacer un documental acerca de la intuición.

Las estructuras sociales no consideran a la intuición como una fuente de sabiduría legítima, privilegiando así una manera de hacer las cosas cuadriculada, fría y seudorracional. Frente a esto, lo femenino (ya sean las mujeres o la parte femenina de cada ser humano) no logra ajustarse a las exigencias del entorno a menos que se bloqueen las necesidades emocionales, las conexiones con otras personas y los ritmos de actividad propios de la naturaleza. InnSaei muestra, desde diferentes perspectivas, el poder de la intuición y señala la necesidad de cambiar nuestros paradigmas acerca de lo «racional» como autoridad suprema de nuestra sociedad.

3. Demain (Mañana, Cyril Dion y Mélanie Laurent, Francia, 2015)

Este documental francés hace un recorrido por diversas iniciativas civiles alrededor del mundo que se basan en los principios de la permacultura.

Se trata de una herramienta de diseño basada en principios éticos que ofrece soluciones concretas a problemas ecológicos concretos. Así, se muestran diversos proyectos que resuelven diferentes aspectos de la vida del ser humano como la alimentación, la producción de energía, la economía, la educación y la democracia (acaso un eufemismo para enunciar lo político).

Ya sea a través de proyectos de agroecología urbana en poblaciones fantasma en Detroit, de comunidades de economía circular en Inglaterra o del sistema educativo de Finlandia, la permacultura es un fenómeno global y una iniciativa civil que comienza a tener un impacto significativo alrededor del mundo.

4. Where to Invade Next (¿Dónde invadimos ahora?, Michael Moore, Estados Unidos, 2015)

Esta vez, Michael Moore sale de Estados Unidos y se centra en las políticas públicas que funcionan alrededor del mundo: comedores infantiles en Francia, educación en Finlandia, prestaciones laborales en Italia, sistema penitenciario en Noruega, equidad de género en Islandia, entre otras. ¿Qué hace que un país apueste por políticas públicas que beneficien a la población y no a las industrias? ¿Por qué para algunos países la educación pública es lo más natural y razonable del mundo, mientras que para otros es un disparate? El contraste entre ideologías nacionales es quizás lo más interesante de este documental.

5. My Beautiful Broken Brain (Mi bello cerebro roto, Sophie Robinson y Lotje Sodderland, Reino Unido, 2014)

¿Qué harías si las cualidades intelectuales que te hacen ser quien eres desaparecieran de un día para el otro? A esto se enfrenta Lotje a los 34 años, cuando sufre de un severo derrame intracerebral.

Después de una riesgosa y larga operación, las lesiones cerebrales dejan secuelas en las capacidades motrices y de comunicación tanto verbal como escrita de Lotje. Además, sufre de pérdida de memoria, confusión, sensibilidad al ruido y sensaciones de agobio constantes. Sin embargo, todas las carencias físicas e intelectuales la obligan a comenzar desde cero para atreverse a mirar y experimentar el mundo desde otra perspectiva y con otras herramientas de percepción. El documental muestra el esfuerzo de Lotje por rehacerse a sí misma a lo largo de 1 año, tiempo durante el cual se escribe cartas con David Lynch, quien ha practicado la meditación trascendental por años.

Ella muestra que, quizás, si perdieras todo lo que te hace ser quien eres de un día para otro, podrías reinventarte de nuevo.

Fuente: https://pijamasurf.com/2019/04/5_documentales_que_podrian_modificar_tu_opinion_de_la_sociedad_actual/

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Perú: Se aprueba Política de Igualdad de Género y Corte Suprema decide a favor de currículo escolar con perspectiva de género

América del Sur/ Perú/ 15.04.2019/ Fuente: redclade.org.

 

La última semana fue de importantes logros para la igualdad de género en el Perú. Por una parte, el gobierno del país publicó el Decreto Supremo N° 008-2019, que aprueba la Política Nacional de Igualdad de Género. Por otro lado, la Corte Suprema de Perú declaró, en última instancia, que una demanda de acción popular que había sido interpuesta por grupos conservadores, contra el enfoque de género en el currículo nacional de educación básica, es “infundada en todos sus extremos”.

Desde la aprobación del Currículo Nacional para la Educación Básica (CNEB), en junio de 2016, el Ministerio de Educación peruano venía siendo cuestionado por grupos conservadores que demandaban la abolición del plan de estudios y el cese de su implementación. El 16 de febrero de 2017, uno de estos grupos presentó al Poder Judicial una demanda de acción popular constitucional, que tenía por objeto detener la implementación del CNEB y eliminar la palabra “género” del currículo. Más de dos años después, finalmente la Corte Suprema decidió en última instancia que esta acción popular es infundada, y que el nuevo currículo deberá ser implementado.

“Es una medida sumamente importante, primero porque nos devuelve la seguridad jurídica que grupos opositores habían puesto en duda. El mensaje de la Corte es sumamente positivo. Lo que queda al Ministerio de Educación es superar los embates del retraso de compromisos que tienen que ver con la publicación de libros, pero también con lo que significa devolver la certeza a los profesores de que no está en discusión el enfoque de género en la educación”, afirma Susana Chávez, directora de Promsex, ONG feminista dedicada a la defensa de los derechos sexuales y reproductivos en Perú.

A su vez, Liliam Hidalgo Collazos, presidenta de Tarea – Asociación de Publicaciones Educativas – e integrante del Colectivo Educación e Igualdad de Perú, considera que la sentencia de la Corte ha dejado asentada la potestad del Ministerio de Educación en la rectoría de las políticas públicas educativas. De acuerdo con ella, el fallo abre también la posibilidad de trabajar, con todo el respaldo de la ley, el enfoque de género de manera transversal en todo el sistema educativo. “Es decir, en la formación docente, en los materiales, en la gestión escolar, en la normativa, etc. Pero, sobre todo, va a permitir experiencias educativas donde las oportunidades sean iguales para hombres y mujeres, en condiciones para que las niñas y mujeres puedan ejercer sus derechos cuando exista una situación de desigualdad, y con respeto a las personas sin importar su procedencia, lengua, género u orientación sexual”, añadió.

Ricardo Cuenca, Investigador del Instituto de Estudios Peruanos (IEP), considera que el fallo de la Corte coloca al país en el camino correcto para lograr ser una mejor sociedad, en la que se garantice el derecho a la educación de todas y todos, sin discriminación. “Ningún interés particular puede estar por encima de los intereses públicos, colectivos. Con este fallo, el poder judicial confirma que quien decide lo que se enseña en las escuelas no son grupos particulares, sino el Estado buscando el mayor bienestar posible para todos en el país, y el desarrollo de una educación basada en derechos, con calidad y justicia social”, afirmó.

Nueva Política Nacional de Igualdad de Género

Según dicho decreto publicado la semana pasada, se trata de una política nacional multisectorial que se propone atacar tanto los factores causales, como los efectos de la discriminación estructural contra las mujeres. Su rectoría, seguimiento y evaluación se encuentra a cargo del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, y su aplicación será inmediata para todas las entidades de la administración pública.

Sus seis objetivos prioritarios son: reducir la violencia hacia las mujeres; garantizar el ejercicio de los derechos a la salud sexual y reproductiva de las mujeres; garantizar el acceso y participación de las mujeres en espacios de toma de decisiones; garantizar el ejercicio de los derechos económicos y sociales de las mujeres; reducir las barreras institucionales que obstaculizan la igualdad en los ámbitos público y privado entre hombres y mujeres; y reducir la incidencia de los patrones socioculturales discriminatorios en la población.

En lo que se refiere a la educación, la política plantea la promoción de una convivencia escolar democrática y la prevención de la violencia contra niñas, niños y adolescentes en las instituciones educativas; la orientación e información en educación sexual integral (ESI), con pertinencia cultural, dirigida a niñas y niños, adolescentes, padres y madres, tutores/as y cuidadores/as, al igual que formación en EIS a estudiantes de educación básica.

Asimismo, tiene como objetivos: la formación de mujeres en carreras tradicionalmente masculinizadas y/o mejor remuneradas, con enfoque de género, que fomente el acceso, permanencia y titulación; y el desarrollo de programas para la igualdad de género en la educación básica, de manera adaptable y con enfoque intercultural, así como programas de formación inicial y continua a docentes con enfoque de igualdad de género.

“Este logro nos genera posibilidades de seguir fortaleciendo la política pública. Esto también da cuenta de la profunda debilidad de quienes se oponen, pues los argumentos para rechazar el enfoque de género en la educación han sido sumamente débiles, muchos de ellos basados en seudociencias y descuidados de la interpretación de los datos, negando aquellos que tienen implicancias muy graves en temas de violencia, feminicidios, violaciones sexuales y acoso laboral”, dice Susana.

A su vez, Liliam destaca que esta política es un precedente importante y debe suponer el empoderamiento de las niñas, adolescentes y mujeres que, por haber participado en experiencias educativas de respeto, valoración y generación de pensamiento crítico, podrán ejercer una ciudadanía plena.

“Me gustaría subrayar la relación del enfoque de género con la formación de pensamiento crítico, dado que supone un ejercicio constante de cuestionamiento de lo que es dado. Otra implicancia es la posibilidad de articulación intersectorial con las políticas que vienen de otros sectores, en especial con aquellas que van en defensa de la mujer, de manera que el enfoque integral permita que la salud, la justicia y la educación intervengan en la efectiva erradicación de los patrones sociales que permiten hasta hoy estas desigualdades, y cuyas raíces son multisectoriales”, afirma la presidenta de Tarea.

Según Ricardo Cuenca, la política abre la posibilidad de que, como en el caso del sector educación, otros sectores sociales puedan colocar claramente el enfoque de género en sus propios ámbitos, por ejemplo en salud, justicia, protección social y sectores productivos, como agricultura, pesca, transportes, etc. “Si bien las leyes no modifican, al menos en el corto plazo, los problemas estructurales, es fundamental contar con un marco jurídico que facilite estos cambios. A las normas se le tiene que sumar mucho ejercicio ciudadano, participación de varios actores, campañas de comunicación a corto plazo, políticas públicas y programas de mediano plazo”, añadió.

Desafíos hacia la realización de estas políticas para la educación con igualdad de género

“El desafío es muy grande, pues los países de nuestra región, y Perú no es excepción, se precian por tener normas avanzadas, pero no necesariamente expeditas para su cumplimiento. El proceso de aplicación es lento y va a requerir muchísimos esfuerzos. Una de las principales dificultades es la inversión para que los funcionarios erradiquen la violencia institucional y establezcan procesos de transparencia y estándares de calidad. Hay interferencias políticas que niegan los procesos de calificación de los directores, por ejemplo, amenazando – a través de una ley en el Congreso – reintegrar a directores que han sido descalificados por no ser competentes. El avance en una parte no garantiza el detener las amenazas que puedan presentarse en sentidos distintos. Allí es que tenemos que hacer esfuerzo como sociedad civil para que la vigilancia no disminuya. Estos dos años de lucha intensa han sido procesos de aprendizajes muy ricos para las organizaciones de la sociedad civil, que hemos estado muy cerca al sector educación. Pero, aun tenemos en el camino madres y padres que desconfían del proceso educativo con perspectiva de género, y es algo que se tiene que conquistar en base al mejoramiento de la calidad de las escuelas que esperamos” (Susana Chávez, de Promsex).

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“Para implementar el enfoque de género en el currículo, el reto es transitar de un discurso políticamente correcto a una práctica efectiva en todos los espacios educativos. O sea, tomar las decisiones necesarias para que los cambios se den en las aulas efectivamente. Para ello, es necesario mudar varias esferas del sistema. En principio, la formación docente, tanto la formación inicial cuanto la formación continua. También es necesario revisar los materiales que estamos produciendo, revisar las normativas y hacer transformaciones en la gestión escolar. Sobre todo, la intención es transformar las relaciones que se dan entre las personas, funcionarias y funcionarios, de todos los niveles, los directivos, las y los docentes, las familias, así como las y los estudiantes.

Esto va a ocurrir si se generan y modifican políticas internas. Por ejemplo, hay la necesidad de crear la política para la elaboración de materiales educativos en el país. Hay la necesidad de cambiar las políticas para la formación de docentes, de modo que el enfoque de género esté totalmente presente. Es necesario también que se asigne el presupuesto suficiente” (Liliam Hidalgo, de Tarea).

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“No es posible un cambio de esta magnitud sin trabajar con las y los docentes, sin tener un diagnóstico claro de lo que piensan y sienten respecto a la igualdad de género. Esto es fundamental para poder diseñar un programa específico que busque generar en los y las docentes un compromiso con el tema y el desarrollo de pedagogías que permitan trabajar en las aulas el enfoque de género. También considero fundamental trabajar con los padres y las madres de familia para desarrollar ideas más claras respecto del enfoque de género. Con esto se debería minimizar los temores de los padres y las madres, colocando el tema de género en perspectiva de ciudadanía y ejercicio de derechos” (Ricardo Cuenta, del IEP).

Fuente de la noticia: https://redclade.org/noticias/peru-politica-genero/

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Día de la Eliminación de la Discriminación Racial: dialogamos con dos defensoras de la igualdad racial y de género 21 de Marzo de 2019

América  del Sur/ Brasil/ 02.04.2019/ Por: RedClade/ Fuente: redclade.org.

Dos mujeres negras y que son referencia en la lucha por igualdad racial y de género en América Latina y el Caribe analizan la relación entre estos temas y la educación, y su importancia para la garantía de una educación emancipadora

Estamos en un mes importante para la lucha por el derecho a la educación de todas las personas, en condiciones de igualdad. El 8 de marzo se celebró el Día Internacional de la Mujer y hoy (21) es el Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial.

Para la Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación (CLADE), es fundamental abordar y garantizar la igualdad de género y de raza en la educación. Asimismo, es clave asegurar el respeto y realización de los derechos de afrodescendientes y de niñas y mujeres en los espacios educativos para que todas y todos tengan acceso a una educación transformadora y para la libertad.

Recordando estas importantes fechas, y con miras a fortalecer la lucha por una educación emancipadora y garante de derechos en nuestra región, rescatamos y compartimos dos entrevistas realizadas en distintos momentos de la trayectoria de la CLADE, con dos mujeres negras, latinoamericanas, feministas y activistas por la igualdad de género y de raza: Nilma Lino Gomes, de Brasil, y Vicenta Camusso, de Uruguay.

Nilma Lino Gomes: “Detrás de esta idea de ideología de género hay una gran persecución a los temas de la diversidad sexual”

FOTO: NH

“Una escuela emancipadora es una escuela donde los estudiantes se emancipan, o sea, de la cual salen mucho mejor de lo que entraron en términos de conocimiento de la vida y del mundo. También es donde aprenden a relacionarse y a respetar la diferencia y pueden hacer conexiones entre el conocimiento escolar y la vida social, incluso formando subjetividades más críticas, que se pongan en contra de cualquier forma de discriminación”.

Desde la perspectiva de la defensa de una educación emancipadora, Nilma Lino Gomes, pedagoga brasileña, decana de la Universidad de Integración del Habla Portuguesa Afrobrasileña (UNILAB) y ex ministra del Ministerio de la Mujer, la Igualdad Racial y los Derechos Humanos durante el gobierno de Dilma Rousseff, analiza cuestiones de género y raza en la educación y los movimientos conservadores como “Escuela sin Partido” en Brasil.

Para ella, los temas racismo, feminismo, machismo, LGBTfobia y muchos otros que hoy se abordan en algunas escuelas son cuestiones ya planteadas por una dinámica propia de la sociedad y por los movimientos sociales que luchan por la realización de los derechos.

“La sociedad brasileña hoy ya discute estos temas, pero todavía le falta actuar de forma no discriminatoria. Aún nos falta en la relación pedagógica, en la relación profesor-alumno, en la relación entre las personas, que pongamos en práctica lo que ya ocurre tanto en el texto legal, como en las discusiones teóricas y políticas. Este paso hacia una práctica no discriminatoria no se ha dado aún en Brasil”, dice.

>> Lee la entrevista completa con Nilma Lino Gomes

Vicenta Camusso: “La formación docente es un elemento clave para superar la discriminación racial”

FOTO: MARCELO CAMARGO/AGÊNCIA BRASIL

La importancia de que la discusión sobre género y la superación de las diferentes formas de discriminación estén presentes en las escuelas es el tema de una entrevista con Vicenta Camusso, coordinadora de la región Cono Sur de la Red de Mujeres Afrolatinoamericanas, Afrocaribeñas y de la Diáspora.

Para ella, un gran desafío en la región es cambiar la formación docente, pues los aspectos vinculados al racismo y sus efectos sociales, psicológicos y económicos en la vida de las personas hoy no están tan incorporados a los procesos de formación del magisterio.

“La pobreza, la marginalidad y la exclusión en los propios centros de educación son formas de violencia. En términos de políticas públicas, pienso que el reto es tener miradas más integrales sobre este tema y que se implementen sanciones cuando las políticas para esta población no se cumplan. Tenemos las legislaciones sobre la discriminación racial y de promoción de igualdad, pero algunas situaciones persisten porque no hay sanciones”, dice.

 

Fuente de la noticia: https://redclade.org/noticias/dia-de-la-eliminacion-de-la-discriminacion-racial/

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Día Internacional de la Mujer en América Latina y el Caribe: una entrevista sobre la educación libertaria, el derecho de decidir y el combate a la violencia

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En este diálogo por ocasión del Día Internacional de la Mujer, Guadalupe Ramos Ponce, abogada, feminista y coordinadora de CLADEM en Jalisco, aborda temas como: educación, equidad e igualdad de género, violencia de género y el avance conservador que ha resultado en retrocesos para los derechos de las mujeres y para la libertad de decidir sobre sus cuerpos

GUADALUPE, EN EL CENTRO, DURANTE UNA DE LAS MOVILIZACIONES FEMINISTAS. FOTO: EVA DA PORTA

“Toda educación tiene que ser no sexista, no discriminatoria, una educación sin fobias, sin miedos, una educación libertaria y que promueva el derecho a vivir una vida sin violencia. Pero, para alcanzar todas esas aspiraciones, tenemos que promover una educación sexual integral con perspectiva de género y de derechos humanos. (…) Una educación de esa manera no solo irá fortalecer la promoción de las relaciones de género igualitarias, sino también la construcción de Estados democráticos y respetuosos de los derechos humanos”, afirmó Guadalupe Ramos Ponce, abogada, feminista, profesora e investigadora de la Universidad de Guadalajara, defensora de los Derechos Humanos y coordinadora del  Comité de América Latina y el Caribe para la Defensa de los Derechos de la Mujer (CLADEM) en Jalisco, México.

Compartió este testimonio durante un diálogo con la Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación (CLADE) y la Asociación Latinoamericana de Educación y Comunicación Popular (ALER), por ocasión de las celebraciones de 2019 del Día Internacional de la Mujer.

En la entrevista, Guadalupe abordó la real importancia de recordar esta fecha, que lejos de ser un día para recibir regalos, es – según ella – un día de lucha por los derechos de las niñas y mujeres. “Es un día de conmemoración, pero también un día de accionar respecto a la condición de las mujeres, a lo que está pasando en el mundo, sobretodo en América Latina y el Caribe, con su condición social, política, jurídica y también por el tema de la educación de las mujeres, y cómo ha sido el avance en relación a las brechas de desigualdades históricas que hemos vivido. Ese día es un día de lucha y de seguir exigiendo también todo eso que nos hace falta”, dice.

Diversos temas fueron tocados en la entrevista, desde la importancia de que temas y enfoques de género y sexualidad sean abordados en la educación, así como el combate a la violencia y la lucha para que las mujeres puedan decidir sobre sus cuerpos.

“El cuerpo de las mujeres se convierte en un campo de batalla. Allí encontramos las explicaciones al acoso sexual, al hostigamiento y a la pregunta ‘¿Por qué cuando vamos a la calle nos gritan, nos dicen cosas?’. Es una manera de inhibir nuestra presencia en el espacio público de la calle. ¿Por qué cuando entramos en las escuelas, a las universidades, encontramos también en ocasiones espacios hostiles para nosotras, desde un maestro que nos acosa, que nos hostiga y demás? Es una manera de desalentar la presencia de las mujeres allí”, afirma Guadalupe.

Lee la entrevista completa:

¿Cómo está la educación de América Latina y el Caribe respecto a la igualdad y equidad de género?


Guadalupe Ramos Ponce – 
Antes de responder esta pregunta, me gustaría comenzar con una brevísima reflexión sobre el Día 8 de Marzo porque luego se distorsiona, sobretodo en los últimos años. Las instituciones, los Estados, se han encargado de distorsionar el día 8 de Marzo como un día de celebración, un día en que te regalan una florecita, y ahora todo el mundo te manda felicitaciones por ser el día de la mujer.

Historia del 8 de Marzo

Como explicó Guadalupe Ramos Ponce, esta fecha está lejos de ser un día festivo. Su origen se enmarca en un contexto histórico e ideológico de luchas de las mujeres, determinado por profundas desigualdades de género.

El 8 de marzo de 1857, un suceso trascendental marcó la historia del trabajo y la lucha sindical en el mundo entero: 129 mujeres se murieron en un incendio en la fábrica Cotton, de Nueva York, Estados Unidos, luego de que se declararon en huelga con permanencia en su lugar de trabajo.

Estas mujeres se movilizaron para exigir la reducción de su jornada laboral a 10 horas, un salario igual al que percibían los hombres por las mismas actividades y medidas para corregir las malas condiciones de trabajo que padecían. El dueño de la fábrica ordenó cerrar las puertas del edificio para obligar las manifestantes a dejar el lugar. Sin embargo, el resultado fue la muerte de las obreras en el interior de la fábrica.

La protesta y la muerte de estas mujeres generaron otras manifestaciones, actos y conferencias hasta que, en el 1977, la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) designó oficialmente el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer.

Más informaciones sobre el Día Internacional de la Mujer

Me parece importante que comencemos con esta reflexión de que es un día de conmemoración, pero también un día de accionar respecto a la condición de las mujeres, a lo que está pasando en el mundo, sobretodo en América Latina y el Caribe, con su condición social, política, jurídica y también por el tema de la educación de las mujeres. Es un día de lucha y de seguir exigiendo todo eso que nos hace falta.

En relación a la pregunta, toda la región de América Latina y el Caribe ha significado históricamente por las enormes brechas de desigualdad entre los grupos poblacionales – por ejemplo, en la misma región, países como Uruguay, Costa Rica o Argentina tienen niveles en el tema de la educación mucho más elevados que los de Guatemala, Bolivia y Perú.

En la última década, si bien se redujeron las brechas entre mujeres y hombres en el tema educativo – porque la población femenina comenzó a entrar a la educación formal, media y a las universidades, alcanzando en algunos casos mayoritariamente los espacios educativos – encontramos en otros lugares que tales brechas siguen aumentando.

¿Cómo la perspectiva de la igualdad de género debería abordarse en el ámbito educativo?


Guadalupe Ramos Ponce – 
La perspectiva de género es una perspectiva de análisis que nos permite revisar y mirar cuál es la condición de las mujeres en la educación de la región.

Si bien hemos visto la lucha de las bases sociales por igualdad de género, al mismo tiempo, hemos encontrado – sobretodo en los últimos años – un reposicionamiento de grupos de la extrema derecha que, ante los avances significativos que se van logrando respecto a los derechos de las mujeres, comienzan a impulsar rechazos y, en algunos casos, hasta retrocesos con el discurso de la llamada “ideología de género”, como una manera de deslegitimar estos avances importantes que se habían tenido.

Fueron avances en términos de visibilizar la condición de desventaja histórica en que las mujeres hemos estado, y que por lo tanto requería una serie de acciones afirmativas en la región para disminuir estas brechas de desigualdad.

¿Equidad e igualdad de género es lo mísmo?


Guadalupe Ramos Ponce – 
La equidad es el camino para alcanzar la igualdad. Yo les pongo un ejemplo muy sencillo: cuando en clases yo les doy a mis alumnos(as) una manzana, en este momento, a cada una y a cada uno, aparentemente estoy realizando una acción igualitaria, y no es así.

Para que yo pueda aportar en el sentido de superar la desigualdad en la que viven mujeres y hombres, yo tengo que mirar – y para eso me ayuda la perspectiva de género – ¿cuál es la situación que cada una y cada uno tiene, no solamente en el aula, sino en su casa, en su vida social y familiar? Entonces, me voy a percatar que, en su casa, algunos tienen un kilo de manzanas, pero hay otros que ni siquiera en su vida han conocido una manzana. Entonces, para algunos les va a tocar una manzana, a otros les van a tocar tres manzanas y posiblemente a alguna y a alguno no le toque ninguna manzana. Eso es equidad, es equitativo, porque miré la condición de cada quién para darle de acuerdo a su circunstancia, y de esta manera doy pasos para alcanzar la igualdad.

¿Pensando en los espacios educativos, más allá del aula, qué importancia tiene abordar temas de género y sexualidad?


Guadalupe Ramos Ponce – 
Por supuesto, toda educación debe ser no sexista, no discriminatoria, una educación sin fobias, sin miedos, una educación libertaria y que promueva el derecho a vivir una vida sin violencia.

Pero, para alcanzar todas estas aspiraciones, tenemos que promover una educación sexual integral con perspectiva de género y de derechos humanos. Es decir, el abordaje tiene que ser tan amplio que abarque los derechos sexuales y reproductivos, la salud sexual, la diversidad, la orientación sexual y la identidad de género, la autonomía, el acceso a la información, la libertad sexual, la promoción de decisiones libres y responsables, y la superación de todo tipo de estereotipo y de discriminación.

Una educación de esta manera no solo fortalecerá la promoción de las relaciones de género igualitarias, sino también la construcción de Estados democráticos y respetuosos de los derechos humanos.

¿Cuáles son las consecuencias negativas para las y los estudiantes de la exclusión del abordaje de los temas género y sexualidad en los espacios educativos?


Guadalupe Ramos Ponce – 
Estos efectos ya lo estamos viviendo, y de hecho lo que tenemos que hacer es mirar esta realidad. Cuando no se educa de esta manera integral como hemos señalado y cuando se trata de impedir una educación sexual integral, las consecuencias son funestas.

En las últimas semanas, hemos tenido dos casos de dos niñas – una de once y otra de doce años de edad – embarazadas, producto de una violencia sexual y obligadas a vivenciar estos partos. Les aplicaron cesáreas y las sometieron a situaciones de torturas incalificables.

Esto en el caso de la violencia sexual, pero hay otras situaciones en que prevalece la ignorancia, la desinformación, y con esto estamos llevando a que se incremente la violencia contra las niñas y mujeres de la región.

Se observa como tendencia en nuestra región una presencia de movimientos conservadores a la incorporación de los temas sexualidad y género, y también del debate político, en los sistemas educativos. En Brasil, por ejemplo, está el movimiento “Escuela sin Partido”, y en Perú y Ecuador está “Con mis hijos no te metas”. ¿Cómo explicamos que esta tendencia conservadora tenga tanta fuerza?


Guadalupe Ramos Ponce – 
Hice un análisis muy específico en el caso de México, cuando estos grupos de “Con mis hijos no te metas” se conformaron en redes a nivel nacional para impedir que se promulgaran leyes.

“Detrás de esta idea de ideología de género hay una gran persecución a los temas de la diversidad sexual”

Lee también la entrevista de CLADE con Nilma Lino Gomes, ex ministra del Ministerio de la Mujer, la Igualdad Racial y los Derechos Humanos durante el gobierno de Dilma Rousseff. En el diálogo, se abordan las actuales amenazas a los derechos de niñas, mujeres y personas LGBTI en Brasil, y la importancia sobre la discusión sobre género y las diferentes formas de discriminación esté presente en las escuelas.

Había todo un paquete de reformas legislativas que se habían propuesto en el sexenio anterior, por parte del ex-presidente, y se llevó al Congreso de la Unión, a la Cámara de Diputados. Este paquete proponía, además del matrimonio igualitario, los cambios de identidad – para que legalmente pudieran estar protegidas con certeza jurídica todas las personas en sus diversidades y en sus identidades – y una serie de derechos. Con esta campaña que “Con mis hijos no te metas” impulsó en todo el país, logró impedir que se aprobaran estas reformas legislativas, resultando en un gran retroceso.

¿Por qué tienen tanto peso, incluso para impedir esta reforma y avances en México y otros países de la región? Veo que se ha alzado una fuerza insospechada, apoyada por los gobiernos, que les han abierto las puertas de espacios institucionales y gubernamentales. Pero, sobretodo, han alcanzado esta fuerza por tres cuestiones fundamentales:

  1. Los recursos económicos con los que cuentan. Ellos tienen dinero que les posibilita realizar estas campañas que trascienden las fronteras de los países;
  1. Tienen apoyo institucional y gubernamental, lo que les ha facilitado acceder a las instancias gubernamentales, e inclusive organizarse en partidos políticos o candidaturas para llegar a los espacios de decisión.
  1. La ignorancia y el miedo de las personas se han manejado con muchos argumentos mentirosos. Dicen que “a tus hijos la escuela les va a cambiar de nombre, los niños van a poder entrar en los baños de las niñas” y toda una serie de tonterías que la gente cree y termina diciendo que apoya a esta causa para proteger a sus hijos.

Estos tres factores fundamentales fueron los que han influido para que haya este fortalecimiento de las derechas (política), sobretodo de los grupos evangélicos en América Latina y el Caribe, con propuestas totalmente regresivas.

¿Cómo se cruza la agenda del movimiento feminista con la lucha por el derecho a la educación, frente a un contexto regresivo para los derechos de las niñas y mujeres?


Guadalupe Ramos Ponce – 
Por un lado, existe una respuesta de ejercicio de violencia contra las mujeres cuando llegamos a un espacio a donde no estábamos invitadas históricamente. Es decir, al espacio público.

Nosotras habíamos sido confinadas al espacio doméstico, al espacio privado, al espacio del cuidado y de la atención a las hijas e hijos, de los quehaceres de casa. A ese espacio nos confinaron y construyeron la historia.

“¿Entonces, qué pasa cuando comenzamos a invadir un espacio que no era para nosotras, el espacio público, la calle, las escuelas, el ámbito laboral, el ámbito educativo? ¿Porque tampoco era para nosotras? Pues hay una respuesta de violencia. Esta es la realidad. ¿Y donde se ejercen estas violencias? En el cuerpo de las mujeres”.

Les recomiendo un libro de Jean-Jacques Rousseau llamado Emilio. En él, Emilio se dedica a labores del ejercicio del gobierno, porque tiene alguien en casa que le atienda, le cuide, le haga la comida, le planche, le cuide a los niños, etc. Para eso está Sofía, a quien confinan en un espacio privado y para Emilio está el espacio público.

Pues, es lo que nos ocurrió en la historia, ¿no? Cuando pasan a ocupar el espacio público, las mujeres tienen sus cuerpos convertidos en un campo de batalla. Allí encontramos las explicaciones al acoso sexual, al hostigamiento y a la pregunta “¿Por qué cuando vamos a la calle nos gritan, nos dicen cosas?”. Es una manera de inhibir nuestra presencia en el espacio público, en la calle.

Otro tema es el “derecho a decidir”, son las decisiones de las mujeres sobre su cuerpo, sobre su vida, particularmente respecto al aborto y a la interrupción legal del embarazo.

Las mujeres, de manera individualizada, tienen que tomar esta decisión. ¿Qué le corresponde al Estado? Le toca garantizar que esta decisión sea tomada por la mujer en las mejores condiciones, y que existan los espacios de salud adecuados para que, cuando tome esta decisión, la mujer pueda hacerlo sin riesgos para su vida. ¿Y la sociedad qué tiene que hacer? Pues, respetar esa decisión.

Sin embargo, ocurre exactamente lo contrario: se convierte el tema en un debate público, donde todo mundo opina, todo mundo dice y plantea opiniones y decisiones, cuando las únicas que deberían hacerlo somos las mujeres.

CLADEM actúa en toda la región, para defender los derechos de las mujeres. ¿Cuáles son sus principales focos de acción actualmente?


Guadalupe Ramos Ponce –
 CLADEM existe hace más de 30 años, y surgió en el marco de la Conferencia de Beijing, donde se encontraron muchas compañeras feministas, abogadas y sociólogas inicialmente, luego de distintas formaciones, que decidieron unirse en una red de mujeres para actuar contra las discriminaciones y desigualdades históricas que sufren las mujeres en la región.

Conferencia de Beijing

La Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer, celebrada en Beijing en 1995, marcó un importante punto de inflexión para la agenda mundial de la igualdad de género.

La Declaración y Plataforma de Acción de Beijing, adoptada de forma unánime por 189 países, constituye un programa en favor del empoderamiento de la mujer, siendo un documento clave para la política mundial sobre igualdad de género.

El documento establece una serie de objetivos estratégicos y medidas para el progreso de las mujeres y el logro de la igualdad de género en 12 esferas cruciales:

>> La mujer y la pobreza
>> Educación y capacitación de la mujer
>> La mujer y la salud
>> La violencia contra la mujer
>> La mujer y los conflictos armados
>> La mujer y la economía
>> La mujer en el ejercicio del poder y la adopción de decisiones
>> Mecanismos institucionales para el adelanto de la mujer
>> Los derechos humanos de la mujer
>> La mujer y los medios de difusión
>> La mujer y el medio ambiente
>> La niña

En un primer momento, nos dedicamos a mirar las leyes de la región que resultaban regresivas y opresoras para las mujeres, con el objetivo de utilizar el derecho como una herramienta de cambio.

En ese sentido, hemos llevado litigios estratégicos. Por ejemplo, el caso del campo algodonero en México, en el que se obtuvo una sentencia al Estado por feminicidio, generando jurisprudencia para toda la región de cómo deben investigarse los casos de feminicidio. A partir de casos como este, buscamos generar cambios no solamente normativos, sino también estructurales en la región.

Este 8 de marzo, ¿cuáles son las principales banderas de lucha del movimiento feminista?


Guadalupe Ramos Ponce – 
Impulsamos la consigna internacional “nosotras paramos”, para hacer un llamado a la consciencia mundial de que, si las mujeres somos más de la mitad de la población y si nosotras paramos, el mundo se para.

Si dejamos de cocinar, de tener sexo, de barrer, trapear, atender a los hijos; si dejamos de ir a la escuela, si dejamos el trabajo en la oficina – es decir, si paramos de hacer lo que hacíamos por un día, en todos los ámbitos, en todos los lugares – seguramente, el mundo se va a parar. Entonces, el llamado es por la huelga feminista, a dejar de hacer lo que estamos haciendo ese día para generar consciencia de que sin nosotras el mundo no sigue.

Fuente de la entrevista: https://redclade.org/noticias/dia-internacional-de-la-mujer-en-america-latina-y-el-caribe-una-entrevista-sobre-la-educacion-libertaria-el-derecho-de-decidir-y-el-combate-a-la-violencia/

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Vídeo: Tú, igual yo ¡Basta de violencia!

Por: rederbol.

La primera serie denominada: TÚ, IGUAL YO ¡BASTA DE VIOLENCIA! presenta ejemplos sencillos de trabajos no poseen género, y que cada vez que criticamos a una persona por no realizar labores tradicionales de su sexo, la discriminamos. Por ejemplo: una mujer albañil; un hombre secretario; una mujer mecánica; un hombre enfermero. Así, cientos de trabajos que tradicionalmente son realizados por hombres o por mujeres, son simplemente trabajos que pueden ser desempeñados con calidad por cualquier persona.

Producción realizada por el grupo «Ciudadanía por la equidad», en el marco del programa Bolivia Libre de Violencia, con la cooperación de Mensen Met Een Missie. ERBOL desarrolla procesos de formación y capacitación vinculados a la comunicación educativa y promueve y apoya el fortalecimiento de la ciudadanía en temas de su interés.

Fuente de la reseña: https://www.youtube.com/watch?v=DJzJQVhz-8U

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