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Entrevista a Mar Romera Morón: Desarrollar un pensamiento crítico es la verdadera necesidad educativa del siglo XXI.

Mar Romera Morón es Formadora, profesional libre. Pedagoga. Presidenta Asociación Pedagógica Francesco Tonucci.

¿Si tuvieras que elegir un momento de tu vida profesional, con cuál te quedarías?

Cuando un niño te mira a la cara, te sonríe, te abraza y se acuerda de ti siempre. Cuando una maestra después de escucharme me dice que ha vuelto a recuperar la ilusión por la profesión y por el futuro. No podría elegir un momento. La profesión de “maestra” es un momento.

¿Qué es para ti la innovación educativa?

Innovar no es sumar, innovar es transformar lo que hacemos para obtener mejores resultados con “menos esfuerzo”.

La escuela lleva siglos sin cambiar. Hay escuelas, maestros y maestras que están en la línea, que lo están consiguiendo, pero el precio es caro y la inversión personal en ocasiones muy alta.

La docencia es la única profesión a la que se llega a la formación inicial con ella aprendida. La Universidad tampoco está preparada para asumir este reto y cambiar de raíz el modelo de formación inicial. Cualquier adolescente recién titulado en Educación Secundaria piensa estar preparado para “dar clase” en cualquier nivel de otros más pequeños. Esto nos indica que aún seguimos pensado que lo único importante para dar clase es “conocer los contenidos”. Nada más lejos de la realidad. En 2017 todo lo que se supone que debemos aprender “está en un dispositivo móvil en nuestro bolsillo”, ¿esto es verdad? ¿Es esta una contradicción?

Los contenidos en sí no son válidos. Desarrollar un pensamiento crítico, capaz de tomar decisiones, de elegir, de crear… son las verdaderas necesidades del siglo XXI y esto no se encuentra “en los contenidos” esto está en las formas, en las maneras de aprender y de enseñar. En nuestros días se aprende el cómo se aprende y no el qué se aprende.

Esta magia, esta maravilla del significado de educar no es posible desarrollarla por cualquiera. Es solo una habilidad reservada a profesionales docentes vocacionados, preparados, que no dejan de estudiar y que respetan la infancia como el tesoro más valioso del planeta tierra.

¿Utilizas metodologías innovadoras en el aula? ¿Cuáles?

Cualquier metodología que hace protagonista al alumnado.

Basándonos en EDUCAR DESDE LAS FORTALEZAS, CON LA INTENCIÓN DEL CRECIMIENTO PERSONAL EXITOSO Y EL MODELADO HACIA LA MEJORA DE LAS DEBILIDADES, ELIGIENDO LA PLATAFORMA EMOCIONAL DESDE LA QUE SE PIENSA Y ACTUA.

Desde aquí nación el modelo EDUCAR CON TRES CS: CAPACIDADES, COMPETENCIAS Y CORAZÓN.

Es un modelo basado en el gran potencial de nuestro alumnado (capacidades) una escuela en la que se aprende haciendo (competencias) y desde un modelo emocional y emocionante (corazón)

En esta propuesta es imprescindible la participación de toda la comunidad (familia-escuela-comunidad).

¿Qué te ha llevado a apostar por el cambio educativo?

Apostar por una escuela inclusiva que haga realidad LA CONVENCIÓN INTERNACIONAL DE LOS DERECHOS de los niños. Derecho al juego, derecho a la participación…

No recuerdo ningún buen maestro en mi infancia, dijeron a mis padres que no llegaría nada. El sistema intentó hacer algo parecido con mi hija y hay es estudiante de magisterio, brillante, preparada, ilusionada con múltiples títulos en su mochila…

He visto coles cambiar. He visto a niños y niñas llegar cada mañana con ilusión. Se que es posible y merece la pena apostar por la confianza en la humanidad.

Elige una palabra, tu centro: ¿favorecedor o limitador?

No tengo un centro. Me siento parte de muchos y a cada uno de ellos le regalaría una palabra. En este momento quiero citar el COLEGIO ARCADIA en Villanueva de la Cañada (Madrid). Su claustro me ha acogido este curso con la propuesta de acompañar su proceso de transformación y de cambio.

Este equipo humano ha sido todo un ENCUENTRO, una ILUSIÓN compartida por la comunidad. Entre sus paredes el tiempo nunca es suficiente, las sonrisas y las ganas de hacer son infinitas, he visto cómo se contagiaban entre adultos y entre alumnado. Por esto, pensando en este cole y en muchos otros la palabra con la que me quedo es FUTURO.

¿Qué mejorarías de nuestro sistema educativo?

La formación inicial. La formación continúa del profesorado. El prestigio de la profesión docente. La carrera profesional con evaluación orientadora y asesora del profesorado.

La autonomía pedagógica de los centros con equipos directivos profesionales. En la escuela pública la necesidad de estabilizar las plantillas y diseñar un modelo de concurso de traslados por proyectos y no por kilómetros.

Convertir en el centro del sistema al niño y a la niña, no la estadística ni la burocracia.

Esto sería un largo etc.

Dice Tonucci que “no necesitamos buenas leyes, necesitamos buenos maestros”.

Si estuviera en tu mano cambiar algo en la educación actual, ¿qué cambiarías?

Todo lo citado en el punto anterior, pero si sólo fuese una cosa cambiaría los sentidos de los maestros y maestras para permitirles.

  • Escuchar con oreja verde (la que sabe escuchar a los niños). Rodari.
  • Ver con ojos de niño. Tonucci.
  • Tocar con la sabiduría de la experiencia.
  • Oler para intuir desde el respeto y la ciencia.
  • Saborear, cada minuto de escuela como si fuese el último, evitando el valor propedéutico de las etapas.
  • Con mucho sentido del humor.
  • Y más sentido común.
  • Coles pequeños e integrados en la comunidad. Ruptura con las asignaturas tradicionales, el conocimiento ya no se ordena de este modo. Grupos clase no asociados a niveles ni a edades. La hetereogeneidad como recurso.
  • Implicación de toda la comunidad…

¿Has participado en algún proyecto que quieras destacar?

Estoy orgullosa de estar en la ASOCIACIÓN PEDAGOGICA FRANCESCO TONUCCI.

Estoy orgullosa del trabajo realizado en el CEIP Mª del Mar Romera.

Es un honor haber formado parte de proyectos de colegios públicos, concertados y privados de muchos lugares de nuestro país.

Mirasur, Florida Universitaria, Arcadia, Integratek, Tuiinvas…. Al final personas y personas a las que te unes con la “ilusión de cambiar el mundo”.

¿Qué características debe tener un líder educativo?

El profesorado debe tomar conciencia de que el alumnado “no aprende nada de lo que le enseñamos, nos aprende a nosotros”. Somos referentes, o al menos deberíamos serlo, de nuestro alumnado. Para ello es importante estar preparados, cuidarnos cada día y tomar conciencia de nuestro autoconcepto como personas y como docentes.

Un líder educativo debe estar formado en metodologías, en teorías piscopedagógicas del cómo se aprende y como se enseña; ser un apersona culta y ampliar esta cada día: literatura, cine, teatro, arte, música, viajes, lugares, gastronomía… todo esto es más cuando es vivencia.

El líder educativo es experto en habilidades intrapersonales, el encuentro con nosotros mismos, las habilidades que nos permiten marcarnos metas, diseñar objetivos, marcar estrategias… reflexión, concentración, técnicas de concentración y atención personal… También en habilidades interpersonales, habilidades de escucha y comunicación; asertividad y empatía.

Las personas que dedican su vida a la docencia, a la educación de la infancia deben ser conscientes de haber elegido a profesión más relevante del mundo, y como tal deben preparase cada día para ello.

Si tuvieras que crear un “club educativo” ¿a quién invitarías?

A cualquier persona preocupada por el futuro. A cualquier persona con ganas de aprender. (No debería ser maestro nadie que no cree en el futuro y tampoco nadie que no es capaz de aprender).

Dicho esto y como referentes importantes para mi: Francesco Tonucci, Ken Robinson, H. Gardner, mis hijas, mis compañeros del día a día: Javier, Olga, Javier, Alberto, Angy… Y un largo etc de personas que me enseñan cada día.

Fuente entrevista: http://miaceduca.es/mar-romera-moron-desarrollar-un-pensamiento-critico-es-la-verdadera-necesidad-del-s-xxi/

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6 claves que explican el éxito de Unicamp, la mejor universidad de América Latina

Por: BBC Mundo/Alejandra Martins/18-08-2017

Conexión con la industria. Más de 1.000 patentes. Porcentaje de impuestos garantizado por ley.

Son puntos que definen el ADN de la universidad líder en América Latina, según el nuevo ranking de la revista británica Times Higher Education.

La Universidad Estatal de Campinas, Unicamp, un centro público y gratuito en el estado brasileño de Sao Paulo, se situó primera en la lista que incluye a más de 80 centros, superando a la prestigiosa Universidad de Sao Paulo.

BBC Mundo habló con el rector de Unicamp, el físico Marcelo Knobel, quien llegó a Brasil cuando era niño procedente de Argentina.

También conversamos con Phil Baty, editor del ránking de Times Higher Education.

¿Cómo se explica la superioridad de Unicamp? ¿Y qué pueden aprender otras universidades de América Latina?

1. Incubación de empresas y patentes

Uno de los 13 criterios usados por el ranking es la transferencia de conocimiento(knowledge transfer), a la industria, y el aporte de fondos por parte de la industria a la universidad.

Estudiante en el departamento de química en UnicampDerechos de autor de la imagenUNICAMP
Image captionUnicamp fomenta la creación de empresas y tiene más de 1.000 patentes.

«Creo que es una historia de éxito de nuestra universidad que hace unos 20 años tuvimos la idea de crear una agencia de innovación, que en esa época era algo pionero en Brasil y en América Latina», dijo Knobel a BBC Mundo.

«Somos la tercera institución residente en Brasil en número de patentes, por detrás de Petrobras y Whirlpool».

Unicamp tiene actualmente «casi 1.050 patentes«.

«Hacemos todo un trabajo con startups (compañías emergentes). Creamos todo un ambiente que posibilita que los exprofesores y exalumnos puedan crear empresas», explicó el rector de Unicamp.

«Para que tengan una idea, hoy en día están activas más de 430 empresas que llamamos aquí ‘hijas de la Unicamp‘. Esas empresas crearon más de 22.000 empleos directos con una facturación anual aproximada de US$1.000 millones».

A exprofesores y exalumnos «les damos entrenamiento, los alojamos acá, les damos todas las condiciones para lo que se llama incubar empresas» .

«Y también con todas esas empresas formamos un grupo que se llama ‘Unicamp ventures‘. Los empresarios que tuvieron éxito invierten dinero en el propio sistema para ayudar a las pequeñas empresas que están empezando».

EstudiantesDerechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionUno de los criterios del ranking es el número de publicaciones y citas de estas publicaciones a nivel internacional.

2. Fondos garantizados

Tanto Unicamp como otras universidades de Sao Paulo se benefician de estar en el estado más rico de Brasil.

«Sin duda tenemos aquí dos condiciones que son fundamentales», afirmó Knobel.

«La primera es que desde 1989 las tres universidades del estado de Sao Paulo -USP, Unicamp, y Unesp- tienen lo que se llama autonomía financiera y de gestión. Se acordó con el gobierno del estado un porcentaje fijo que el gobierno pasa todos los meses, que viene del impuesto de circulación de mercaderías, que en algunos países de la región se llama IVA».

Estudiantes a la entrada de un edificio en UnicampDerechos de autor de la imagenMARCELO CAMARGO AGENCIA BRASIL
Image captionLa universidad tiene cerca de 35.000 estudiantes.

«Y eso nos permite que tengamos un mínimo nivel de planeamiento y que no sea necesario ir todos los meses o todos los años a negociar con el gobierno cuánto nos va a pasar».

La Unicamp recibe un 2,1958% del IVA del estado de Sao Paulo.

«En dólares recibimos anualmente del estado de Sao Paulo aproximadamente US$1.000 millones», señaló Knobel.

Y el segundo aspecto fundamental para Unicamp, según su rector, es la existencia en el estado de Sao Paulo de una fundación de apoyo a la investigación, FAPESP (Fundacao de Amparo a Pesquisa do Estado de Sao Paulo).

La fundación «recibe un 1% de todo el IVA del estado de Sao Paulo».

«Con eso tenemos seguridad de tener dinero para investigaciones de calidad».

La universidad también cuenta con un «porcentaje de ingresos de proyectos (con fundaciones, empresas, etc), que corresponde a aproximadamente US$300 millones anuales«.

En cuanto a las patentes, «si el producto es licenciado, la Universidad ganaroyalties o regalías que divide con el inventor. Eso está creciendo año a año, pero es aún de cerca de US$200.000 a 300.0000 anuales», señaló Knobel.

Para Phil Baty, los gobiernos de América Latina «necesitan reconocer que las universidades deben ser bien financiadasy que una educación superior de calidad es un inversión que se recupera con creces a través de trabajadores de mayor nivel educativo que pagarán más impuestos y un impacto en el desarrollo económico del país».

3. Excelencia de profesores

Algunos observadores apuntan la falta de mecanismos, especialmente en centros públicos, para evaluar el desempeño de los profesores y asegurar la excelencia.

Para Knobel, la excelencia es «parte de la construcción de una identidad».

Phil Baty, editor del ránking de Times Higher EducationDerechos de autor de la imagenTIMES HIGHER EDUCATION
Image caption«La educación universitaria en América Latina todavía se realiza en general con un estilo anticuado, de charlas dictadas desde un podio», señaló Phil Baty.

«Aquí todos somos servidores públicos. Para entrar todos los profesores tienen que hacer concursos públicos. La calidad se garantiza por un nivel mínimo esperado para esos concursos y por la gran competitividad».

«Típicamente cuando se abre un concurso aquí se presentan 30 o 40 personas, todas con postdoctorado afuera. La gente que se presenta sabe que hay un mínimo estándar de calidad».

Y lo mismo ocurre según Knobel con los estudiantes.

«Típicamente se presentan 75.000 candidatos para apenas 3.300 plazas. Solamente el 5% de los estudiantes que se presentan consigue entrar y eso también hace que el nivel de los estudiantes sea muy bueno».

Knobel destaca un problema fundamental que aún deben encarar las universidades de América Latina.

«Todas, incluso la Unicamp y la Universidad de Sao Paulo, tenemos que realmente dar un salto de calidad en lo que se refiere a la gobernanza de la universidad«.

«Tenemos todavía un sistema de gestión bastante anticuado. Tenemos que profesionalizar la gestión de la universidad, informatizar procesos internos, mejorar la transparencia de contratos y cuentas públicas y optimizar los flujos de trabajo, entre otras cosas».

4. Inglés

Uno de los criterios del ranking es el número de publicaciones y citas de estas publicaciones a nivel internacional.

Campus de UnicampDerechos de autor de la imagenUNICAMP
Image captionMuchos profesores de América Latina, Rusia, Portugal y España llegaron en momentos de dictaduras o crisis políticas y económicas en sus propios países.

Baty señala que China está impulsando a sus profesores a publicar en inglés, y que incluso en Francia varias universidades han reconocido la importancia de dictar cursos de maestría en inglés.

La mayoría de las revistas internacionales de prestigio publican trabajos en inglés y para Baty el idioma sigue siendo en este aspecto una barrera para América Latina.

«Es algo que nos preocupa. Tenemos un centro de enseñanza de lenguas y los estudiantes tienen acceso a estudiar inglés y otros idiomas», señaló Knobel.

«Generalmente en el pregrado es todo en portugués. Tienen que pensar que Unicamp es un hub o centro regional en América Latina. Tenemos muchos estudiantes colombianos, peruanos, argentinos, chilenos, y el portugués y el español son relativamente parecidos».

A nivel de posgrado sí se usa inglés en algunas clases, «siempre y cuando sea posible que quien no habla inglés pueda también estudiar».

5. Mirada internacional

«Un campus internacional es un campus saludable», señaló Baty.

Uno de los criterios utilizados en el ranking es la «mirada internacional», que incluye el contacto con instituciones en el exterior y el porcentaje de estudiantes y profesores extranjeros.

Estudiantes en la graduación en Emerson College, en BostonDerechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image caption«Un campus internacional es un campus saludable», señaló Baty a BBC Mundo.

Para Knobel, la internacionalización incluye «enviar estudiantes para afuera en intercambios, recibir estudiantes extranjeros, mandar profesores y funcionarios a congresos, y que los profesores pasen períodos afuera haciendo postdoctorados».

«Es todo un movimiento que tiene que hacerse en relación a la diversidad de culturas y de ideas, oxigenando siempre las ideas de la universidad con nuevas personas y nuevas maneras de pensar y de ver el mundo».

En Unicamp, el 5% de los profesores y el 4% de los alumnos son extranjeros.En algunas universidades de Europa y Estados Unidos el porcentaje es de 20 o 30%.

La llegada de profesores extranjeros a Unicamp es fruto de una política de «puertas abiertas cuando otros países tenían situaciones delicadas como dictaduras», señaló Knobel.

«Es mi propia historia personal. Mi padre vino aquí a la universidad de Campinas justamente a partir del golpe militar en Argentina en el 76. Yo llegué a Brasil cuando tenía 8 años».

«Tenemos aquí muchísimos argentinos de aquella época, uruguayos, chilenos. También se abrieron las puertas, por ejemplo, cuando hubo una crisis muy fuerte en Rusia y por ello tenemos varios profesores rusos».

«Y hace unos años hubo una crisis muy fuerte en Portugal y España, por lo que tenemos varios profesores portugueses y españoles».

Unicamp creó además un programa para recibir profesores de afuera para postdoctorado y posibilitó la apertura de concursos públicos para que permanecieran.

6. Formas de enseñar «no anticuadas»

«La educación universitaria en América Latina todavía se realiza en general con un estilo anticuado, de charlas dictadas desde un podio», señaló Phil Baty.

El editor del ranking de Times Higher Education dio dos ejemplos a BBC Mundo del tipo de aprendizaje innovador que otras universidades en el mundo están impulsando.

Entrada de CaltechDerechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image caption«Uno de los mejores ejemplos en mi opinión es Caltech, el Instituto de Tecnología de California, donde los estudiantes se unen apenas ingresan a un laboratorio de investigación y trabajan con profesores, incluso premios Nobel, en la resolución de problemas».

«Uno de los mejores ejemplos en mi opinión es Caltech, el Instituto de Tecnología de California, en Pasadena. Hacen que sus estudiantes se unan apenas ingresan a un laboratorio de investigación, donde trabajan con profesores, incluso premios Nobel, en la resolución de problemas. De esa forma comprenden el proceso de investigación y cómo encarar desafíos en forma creativa».

El otro ejemplo es la Universidad Politécnica de Hong Kong. «Allí es obligatorio para los estudiantes como parte de sus tareas académicas hacer trabajo voluntario relevante a su curso».

«De esa forma los estudiantes ‘se arremangan’ entrando en contacto con el mundo real del trabajo y hacen una contribución a la sociedad».

A nivel de Unicamp, Knobel habla de un «sistema un poco paradójico».

«En la sala de aula todavía hay, generalizando, un sistema tradicional. Pero por otro, casi todos los estudiantes tienen la posibilidad de hacer lo que en Brasil se llama ‘iniciación científica’. Trabajan en grupos de investigación con becas específicas y publican».

«Cuando hace unos años fui vicerrector de pregrado creamos aquí algo que es relativamente simple y que existe en las buenas universidades del mundo», agregó Knobel.

«Aquí lo llamamos espacio de apoyo a la enseñanza y aprendizaje. Es un espacio privilegiado para discutir nuevas metodologías, hacer talleres con profesores y discutir problemas que aparecen en la sala de aula», explicó el rector de Unicamp.

«Hoy en día tenemos que estar atentos porque el mundo cambia, el perfil de los estudiantes cambia y no puede ser que sigamos enseñando de la misma manera en que se enseñaba hace 300 años».

  • Fuente: www.bbc.com/mundo/noticias-40716569
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La indagación en la enseñanza de la nutrición humana

16 de agosto de 2017 / Fuente: https://compartirpalabramaestra.org

Por: Liliana Martin Bautista

Mientras con la metodología tradicional, la entrega de las actividades y la memorización de los conceptos resultaban primordial para los docentes; ahora se interesa más por el conocimiento que por la nota obtenida. 

Resumen

El Colegio Florentino González participa actualmente en el programa Pequeños Científicos de la Universidad de los Andes, el cual propone la Enseñanza de las Ciencias Basada en la Indagación (ECBI). Esta nueva estrategia metodológica inicia con la indagación de las ideas previas, procede con una exploración y descubrimiento y, por último, genera reflexión en torno a conceptos de extensión. Su implementación ha permitido el desarrollo de competencias científicas en los estudiantes, la observación de fenómenos conexos a la alimentación y la nutrición humana, la discusión de las observaciones y, lo más importante, el cuestionamiento y la reorientación de la labor de enseñanza de las Ciencias Naturales.

Antecedentes

El Colegio Florentino González implementa la enseñanza denominada: Necesidades Educativas Especiales (NEEE), cuyo énfasis es la identificación y atención a niños con talentos o capacidades excepcionales, siendo considerado como pionero por las autoridades oficiales. En este contexto en el 2015, los directivos de la Institución decidieron participar en el programa Pequeños Científicos de la Universidad de los Andes, a través del cual se propone una Enseñanza de las Ciencias Basada en la Indagación (ECBI). La Institución ha conseguido materializar en el aula una nueva estrategia para la enseñanza de las Ciencias Naturales, así como revaluar la enseñanza que se impartía anteriormente.

La experiencia en el aula

La trasformación de la labor docente es difícil de enmarcar en una nueva filosofía de la enseñanza. Todavía, el quehacer de los educadores acude a métodos tradicionales fundamentados en la memorización de la información, la cual, incluso, los estudiantes no comprenden y solo repiten para aprobar la asignatura, alejándolos de una enseñanza significativa de la ciencia.

El docente sigue siendo el comunicador del saber y el estudiante continúa sometido a la incapacidad para realizar una reflexión y un análisis de lo que está aprendiendo. El procedimiento para la solución de problemas sigue siendo la reiteración mecánica. A esta filosofía de la educación, cuyo lema pareciera ser “prohibido pensar”, se le puede atribuir el desinterés que experimentan los estudiantes por el estudio de las Ciencias Naturales. Es posible afirmar que las razones de este comportamiento, que auspicia la desidia, el desgaño y la negligencia, son atribuibles a una forma de enseñanza que divorcia el contenido de los libros con la realidad del mundo que rodea la vida del estudiante, así como la insuficiente relación que establece el docente entre la ciencia, la tecnología, la sociedad, el proceso educativo y la utilidad de cada una de ellas (Torres, 2010).

Teniendo en cuenta estas dificultades, en el Colegio se comenzó a implementar la metodología ECBI con la temática de la alimentación y la nutrición humana. El objeto era corregir las falencias detectadas, reflexiónar sobre la práctica docente, así como evaluar la utilidad y pertinencia del tema para cambiar conductas y prácticas de los estudiantes. El proceso partió del principio que la calidad educativa se logra cuando contribuye a cambiar al individuo y al mundo que lo rodea.

La estrategia ECBI propone la conformación de grupos de cuatro estudiantes con el fin de desarrollar actividades académicas mediante el trabajo cooperativo. En el conjunto de educandos se aplica una especie de división del trabajo con funciones específicas para cada integrante: el director científico, el encargado de materiales, el secretario y el vocero del grupo.

Con la participación activa de los estudiantes, la estrategia ha permitido mejorar el trabajo grupal, reconocer la importancia de la responsabilidad y comprender que el trabajo en equipo facilita alcanzar mejores resultados. Lo anterior corta con aquella dinámica en la que también se conformaban grupos, pero donde un solo estudiante participaba en el desempeño de todas las funciones y los demás se limitaban a copiar.

La implementación de esta estrategia también ha permitido modificar la estructura de la clase. Ahora se establece el tema y el objetivo. Antes solo se daban a conocer las fortalezas que se iban a desarrollar durante el periodo. Luego, se llega con los estudiantes a unos acuerdos previos necesarios para el buen desarrollo de la clase, tales como el reconocimiento del respeto, así como el de escuchar a su compañero y evitar el uso de celulares, etc.

Para el desarrollo de la temática de la alimentación y la nutrición humana se tomó como base el curso 601 de la jornada tarde. La clase se desarrolló a través de cuatro secuencias de enseñanza, que contemplan los siguientes momentos: ideas previas, exploración y descubrimiento, reflexión e ideas de extensión.

Resultados

En la estrategia implementada, las ideas previas fueron importantes debido a que hicieron posible conocer las concepciones de los estudiantes sobre el tema aludido, a partir de lo cual se pusieron a prueba preguntas y demostraciones. Con la metodología tradicional esto no se tenía en cuenta. Este ejercicio inicial permitió identificar la capacidad que tienen los estudiantes para apropiar el conocimiento acerca de lo que ven, escuchan y observan de su entorno.

Conocer sus ideas facilitó aclarar dudas y corregir saberes erróneos. En concreto, sobre el sistema digestivo, los estudiantes conocen e identifican los órganos y sus funciones (muchas veces repetían de memoria sus nombres sin tener claros los procesos); esto resulta ser una ventaja al momento de orientar el tema mencionado debido a la familiaridad que tienen los educandos con los términos de la clase.

En la etapa de exploración, los estudiantes procedieron a investigar los órganos del sistema digestivo, mediante el uso de modelos de representación. El esófago se modelizó con un tubo de PVC de 25 cm; el estómago con una bomba inflada hasta 25 cm3; el intestino delgado por 4 cuerdas de 2 metros cada una; y el intestino grueso por una media velada de 1,5 metros. Junto a la representación se explican aspectos como la función y tiempo de almacenamiento del alimento en cada órgano.

Al final del ejercicio, el educando describe el paso de una arveja por el sistema digestivo. También se realiza la demostración del peristaltismo, a través de la cual los mismos estudiantes construyen sus propias definiciones, involucran procesos de inferencia, reflexión y conclusión.

Una de las definiciones presentadas por uno de los estudiantes fue la siguiente: “el peristaltismo es un movimiento que realiza el esófago abriéndose y cerrándose rítmicamente, lo que impulsa el alimento al estómago”; es de anotar que con la metodología tradicional el docente procedía únicamente a dictar las definiciones, mientras que con el nuevo proceso son los mismos estudiantes quienes construyen los conceptos, y el docente corrige y orienta En la siguiente actividad, construcción de ideas de extensión, los estudiantes realizan un trabajo en sus casas, que consiste en contar el número de veces que mastican los distintos alimentos de la cena, así como la descripción y consistencia de los mismos. Finalmente cada estudiante hace una consulta sobre el sentido del gusto.

Con la ECBI el estudiante se convierte en un sujeto activo del proceso de aprendizaje, desarrolla actitudes positivas frente al conocimiento y la materialización de competencias que le permiten la interiorización de saberes significativos, entre los que se cuentan: observar, escuchar, escribir y argumentar.

Con base en estas actividades, se consiguió dinamizar el contenido, mejorar la participación de los estudiantes, optimizar su concentración para refutar o apoyar los aportes de sus compañeros y generar discusiones y controversias con respecto al tema trabajado. Estas actitudes difieren de la enseñanza tradicional en la que el estudiante se limita, únicamente, a recibir acríticamente el conocimiento impartido por el docente.

La ECBI también ha permitido desarrollar competencias científicas, debido a que con las prácticas, los estudiantes deben observar fenómenos, responder preguntas, discutir sus observaciones y finalmente llegar a una conclusión.

Las socializaciones mejoraron la competencia oral de algunos estudiantes y, en general, la capacidad de escucha. En este proceso de enseñanza-aprendizaje es importante explicar a los educandos la forma como se deben consignar las observaciones en el cuaderno o la carpeta grupal, esto con el fin de poder comunicarlas a sus compañeros de manera precisa y clara.

Otro de los cambios está relacionado con la forma de evaluar el aprendizaje de los estudiantes. Mientras con la metodología tradicional la entrega de las actividades y la memorización de los conceptos resultaba primordial para los docentes, con la nueva metodología el estudiante ya no está pendiente de los estímulos cuantitativos; ahora se interesa más por el conocimiento que por la nota obtenida. El método de evaluación previo consistía en calificar actividades simples. Por ejemplo, el dibujo del sistema digestivo y sus partes, actividad en las que no se tenía en cuenta si el estudiante había comprendido la temática.

En este contexto, era normal que los estudiantes reprobaran la asignatura. Tal situación nos hizo cambiar esta forma de evaluar por la planteada en la ECBI. En efecto, en esta metodología se plantean la evaluación formativa y sumativa. La primera se realiza durante el proceso de enseñanza y no genera juicios de valor; la segunda, al final del proceso y permite evidenciar si el estudiante aprendió. Otro ejemplo de la metodología tradicional, consistía en el desarrollo de la temática de la alimentación y la nutrición humana efectuada en dos o tres semanas y evaluada desde la perspectiva memorística; mientras que con la ECBI, esta temática se abordó durante un tiempo mayor.

En esta estrategia, el docente, además de ser el moderador de la clase, debe propiciar un ambiente de respeto y responsabilidad frente al impulso de las nuevas actividades adquiridas por el estudiante.

Aún falta por recorrer un largo camino en la implementación de esta nueva metodología. No obstante, con lo realizado, se han alcanzado cambios en la actitud de los estudiantes frente a la clase; algunos manifiestan su deseo de trabajar de la misma forma en otras asignaturas; otros dicen estar más dispuestos a participar; la mayoría realizan las actividades propuestas para la casa. En conclusión, todo ha resultado mejor.

Entre los retos que se desprenden de la aplicación de la nueva metodología se encuentran: la preparación con anticipación de las actividades y la planeación detallada de las mismas; acercar al estudiante al quehacer del trabajo científico, y lo que ello requiere, como la observación y la experimentación, así como el registro y análisis de datos; y la necesidad de planear para los próximos años una adaptación del plan de estudios de la institución a la metodología del programa ECBI.

A manera de comentario final, se puede mencionar que la estrategia ha permitido cuestionar la labor que realiza el docente de Ciencias Naturales. No cabe duda que la implementación de una educación fundada en el conocimiento científico requiere de transformaciones de índole estructural, que apunten a cualificar la enseñanza que se imparte; no se trata de cumplir con un plan de estudios, sin importar si los estudiante aprehenden. Es necesario entender la incertidumbre que ocasionan, tanto en estudiantes como en docentes, los precarios resultados obtenidos en las pruebas saber y las pruebas internacionales y atreverse a ensayar estrategias diferentes que permitan ser competentes en el ser y el hacer.

Referencias

Torres, S. M. (2010). La enseñanza tradicional de las ciencias versus las nuevas tendencias educativas. En: Revista Electrónica Educare, Vol. 14, No. 1, pp. 131-142. Recuperado de: http://www.redalyc.org/pdf/1941/194114419012.pdf

Fuente artículo: https://compartirpalabramaestra.org/columnas/la-indagacion-en-la-ensenanza-de-la-nutricion-humana

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Un mundo sin escuelas

16 de agosto de 2017 / Fuente: https://compartirpalabramaestra.org

Por: Luz Amparo Martínez

Tecnologías para un mundo sin escuelas.

Leí recientemente en un periódico argentino una entrevista a Mariano Narodowski, exministro de Educación de Buenos Aires, acerca de una publicación suya Un mundo sin adultos. Familia, escuela y medios frente a la desaparición de la autoridad de los mayores, en la que plantea cómo las relaciones están cambiando entre adultos y jóvenes y eso a su vez está modificando la lógica de las escuelas y del mundo en general.

Afirma Narodowski que el valor de ser adulto ya no existe porque el concepto de autoridad cambió; la experiencia ya no vale, vale lo nuevo, se buscan expertos-sin experiencia, porque probablemente la experiencia está asociada a algo que ya no existe y los adultos en general no tienen la flexibilidad para adaptarse al cambio, y en ese sentido el mayor riesgo de un adulto es su obsolescencia.

¿Qué pasa entonces en la escuela, lugar donde esos dos grupos generacionales se encuentran? ¿Cómo se puede educar en ese contexto?

Un nuevo contexto que además busca niños y jóvenes críticos, creativos, transformadores, originales, que se hagan preguntas e interroguen al profesor;  así que, el adulto maestro tiene cada vez menos legitimidad, porque además ya no cuenta con la obediencia como un valor. Nos guste o no, la concepción de crianza y en general de educación ya no está basada en la obediencia sino en la participación crítica, argumentada.

Hay ejemplos concretos en el mundo que se están desarrollando como es el caso de Nueva Zelanda donde la Ministra de Educación planteó la posibilidad de cursar desde la primera infancia hasta la educación media, on-line; es quizás la noticia más innovadora de la educación porque se trata de plantear la desescolarización como una política de Estado, y marcará sin lugar a dudas un cambio global que se va a ir dando con el tiempo.

Entonces se plantea el autor ¿Cómo pueden los adultos orientar a las nuevas generaciones? Dice Narodowski que la única forma de educar es configurando asimetrías; esto podría significar que la escuela debe convertirse en un lugar que no disuelva las asimetrías sino que las vuelva motor de trabajo y las ponga en diálogo y relación con las otras formas de relación (igualdad, diferencia, autonomía) entre estudiantes y maestros. “Hace 50 años un maestro era legítimo por ser adulto: hoy debe salir a ganar su legitimidad en cada hora de clase”.

Pero las reflexiones de Narodowski van más allá, se pregunta ¿Por qué las escuelas pueden mejorar pero no se modifican?, ¿por qué tienen esos límites a la innovación? Para pensar en estos asuntos creó el proyecto Panshofía que se dedica a desarrollar tecnologías para un mundo sin escuelas, para un mundo donde las escuelas sean superadas por otras instancias, tecnologías de interacción social e intergeneracional, intenta responder a cómo se educa en un mundo sin adultos.

Muestra ejemplos concretos que existen en el mundo como es el caso de Nueva Zelanda donde la Ministra de Educación planteó la posibilidad de cursar desde la primera infancia hasta la educación media, on-line; es quizás la noticia más innovadora de la educación porque se trata de plantear la desescolarización como una política de Estado, y marcará sin lugar a dudas un cambio global que se va a ir dando con el tiempo.

Sin duda nos encaminamos hacia grandes transformaciones en los sistemas educativos.

Termino con esta reflexión de Narodowski “Vivimos un tiempo en el que los adultos queremos parecer jóvenes y los más chicos no quieren crecer. Un tiempo de cambios tan vertiginosos que hacen que temamos ser obsoletos, inservibles. Un tiempo en el que hacerse viejo no tiene perdón”.

Fuente artículo: https://compartirpalabramaestra.org/articulos-informativos/un-mundo-sin-escuelas

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Chile: Profesores estrenan métodos de enseñanza para motivar a estudiantes

América del Sur/Chile, 12 de agosto de 2017.  Fuente: www.eligeeducar.cl

Es habitual que los niños no sientan suficientes motivaciones para asistir al colegio. Sin embargo, hay profesores que están cambiando esa realidad.

Se trata de docentes que ocupan todo su ingenio y renuevan sus métodos de enseñanza para motivar a los alumnos a aprender.

Uno de los casos es el de Constanza Quintana, una joven profesora que pone énfasis en que sus estudiantes salgan de la sala de clases con todas las dudas resueltas.

Quintana asegura que ella fue una “estudiante invisible”, que nunca tuvo clases estimulantes y tampoco los profesores la instaban a participar. Dice que en su aula eso nunca ocurrirá.

Otro caso es el de Bastián, un profesor de inglés de 25 años, que trabaja con guitarra en mano para enseñar en El Bosque. Asegura que la música se ha convertido en su aliada para sembrar la semilla de los idiomas entre sus alumnos.

A continuación se muestra  video de estos profesores:

Fuente reseña: http://www.eligeeducar.cl/profesores-estrenan-metodos-ensenanza-motivar-estudiantes

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¿Estamos ante el fin de las humanidades?

Por: Mauricio A. González Zapata

La búsqueda por encajar en los estándares internacionales ha relevado los estudios humanísticos y el pensamiento crítico en Colombia a un segundo plano.

Hoy como nunca antes deseamos ser cada vez más “auténticamente humanos”. En otras palabras: poder ser más y no solo tener más. Pero, también como nunca, hemos fracasado en el intento: dejamos de plantearnos cuestiones fundamentales porque no vemos lo esencial y nos  quedamos en lo aparente, permitiendo que la falsedad irrumpa en nuestras vidas y nos convierta muchas veces en seres huecos, rellenos de paja y  atiborrados de información. Hemos hecho de nosotros mismos una caricatura.

El hombre de estos tiempos convulsos en los que vivimos ha perdido la capacidad de percibir la realidad tal cual es. Las ideologías imperantes que han producido una reducción antropológica, el estrés y la agitada vida del mundo son solo algunas causas que han generado este declive en la facultad de percibir la realidad que aqueja al ser humano.

Es la mirada del artista, esa es la que necesitamos para volver los ojos hacia nuestro interior y ver con renovada frescura la realidad y en ella al hombre con toda su dignidad y potencial. Una visión más profunda y receptiva, una conciencia más intensa, una comprensión más aguda y perspicaz. Las humanidades capacitan al ser humano para llevar una vida verdaderamente humana, ellas permiten hondura y profundidad en los conocimientos y brindan las herramientas necesarias para juzgar críticamente su ser personal y el mundo en el que habita.

Flaco favor se hace a la educación si se entiende el progreso en los términos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) que subordina la educación a la maximización de la ganancia con la menor inversión posible. Lo que, en palabras de la filósofa estadounidense Martha Nussbaum, se denomina la mercantilización de la educación.

Detrás de las políticas que impulsa este organismo se esconde un propósito: modelar ciudadanos y trabajadores incapaces de pensar de forma crítica y, así mismo, expertos en trabajos tecnificados adaptados al consumismo deshumanizado y utilitarista donde la dignidad y el valor de la persona humana han sido reducidos a la mera utilidad.

Algunos medios de comunicación han tenido cierta responsabilidad en el esfuerzo de muchos sectores para que las humanidades desaparezcan de la escena educativa ya que al combinar lo visual con lo auditivo, que en sí mismo no es malo, crearon una audiencia que detesta la reflexión crítica y fomentaron cierta enajenación de los problemas reales en lugar de ilustrar y enriquecer la imaginación y el pensamiento.

Hoy se considera a las humanidades como inútiles para la formación o, más bien, para la instrucción del nuevo individuo de acuerdo con criterios y necesidades establecidas por la globalización mal entendida.  Aunque en los documentos de la OCDE y el proyecto TUNING (instrumentos orientadores para la nueva educación) no se dice explícitamente que las humanidades deban ser excluidas, al no mencionarlas en los análisis quedan marginadas de las estrategias educativas.

Si los colegios y las universidades pretenden realizar una formación seria e integral de la persona no pueden excluir de sus currículums las asignaturas enmarcadas dentro del área de humanidades. Si actúan así, solo irán en detrimento de su razón de ser, pues no lograrán orientar a sus estudiantes en la dirección de contribuir al desarrollo de sus disciplinas y reaccionar de forma crítica frente a las continuas transformaciones que afectan sus propias vidas, permitiéndoles construir sólidos mundos racionales, morales e históricos.

 

 Desconocer el papel de las humanidades en la formación profesional es excluir y pisotear el patrimonio cultural, el pensamiento religioso, las éticas deontológicas y otros saberes prácticos que, consecuentemente, convertirán los centros de estudios superiores en instituciones muertas en espíritu, dedicadas a impartir un saber pobre. Cabe preguntarse entonces cómo los diferentes sistemas de enseñanza universitaria están garantizando a sus estudiantes el acceso a la diversidad de los estudios humanísticos, articulados con los planes de estudio de cada facultad.

Las humanidades están amenazadas en la actualidad por una serie de vicisitudes como la radicalización de tendencias mal llamadas culturales, condicionamientos políticos y limitaciones económicas, a menudo al interior de las instituciones educativas, que pretenden innovar en la educación sin respetar el ser mismo de las cosas. Incluso, muchos avalan el capricho de los estudiantes que demuestran apatía por este tipo de asignaturas, incapaces de salir de su zona de confort y de utilizar el juicio crítico, convirtiéndose en “idiotas culturales” y a la sociedad en la “sociedad de la incultura”, como lo afirmaba Ortega y Gasset.

Los estudios humanísticos articulados adecuadamente en los programas académicos de cada carrera generan una riqueza interdisciplinar que ofrece al futuro profesional conocimientos complementarios que permiten también valorar las distintas culturas.

La innovación no debería desestabilizar la enseñanza de las humanidades en la educación superior. Por el contrario, debe favorecer y orientar la promoción del desarrollo de habilidades éticas, la aptitud al pensamiento crítico y la capacidad de diálogo intercultural – interreligioso de manera colectiva para explicitar el saber teórico y práctico a partir de los problemas cotidianos a los que se enfrentan los alumnos. Una actitud reflexiva que ayude a controlar la crisis de orientación e identidad que caracteriza nuestra época.

Esta valiosa capacidad de reflexión puede desarrollarse a partir de la enseñanza de asignaturas como la Historia, la Filosofía, el Arte, la Literatura, la Cultura e Historia de las Religiones, entre otras. Ese argumento que está a favor de una formación más científica y técnica, y va acompañado de una depreciación de las materias humanísticas, es erróneo, pues estas benefician un arraigo sólido en la identidad cultural de las distintas naciones.

Es muy importante, entonces, identificar cómo los diferentes sistemas de enseñanza universitarios permiten realmente, a pesar del debate contemporáneo, el aprendizaje enmarcado por el cultivo de lo propiamente humano o si,  por el contrario, en los de modelos pedagógicos se esconde la intención de sepultar los estudios humanísticos como complemento de la formación integral de los jóvenes. Con el pretexto de introducir novedades, terminan desfigurando lo que son en realidad las humanidades y su papel fundamental en la educación y en el constructo social, lo que conduce a la muerte de la mente crítica y creativa, a la decadencia de la sociedad y a la inversión de la escala de valores humanos.

Necesitamos, hoy como nunca, volver a ocuparnos de nosotros mismos, de lo que es el hombre y de todo esto es de lo que se encargan los estudios humanísticos.

Fuente: http://www.semana.com/educacion/articulo/opinion-la-importancia-de-las-humanidades/535726

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Entrevista a Begonya Gasch: Aula “Los jóvenes abandonan porque el sistema fracasa: es inflexible y protocolario”

Por Pau Rodríguez

La escuela El Llindar es un oasis de segundas oportunidades en un país donde el abandono educativo prematuro afecta a uno de cada cinco jóvenes. Este centro de Cornellà, que cuenta con 300 estudiantes, ha sido pionero a la hora de ofrecer un único espacio, flexible y cercano, para todos aquellos alumnos producto del fracaso escolar que acaban perdiéndose en la jungla de la formación postobligatoria, si es que llegan. “Queremos romper con la lógica de programas y cursos pequeños, que buscan la inserción inmediata, y que lo único que hacen es generar itinerarios erráticos”, expone su directora, Begoña Gasch.

Después de toda una trayectoria académica de suspensos y expulsiones, de una orientación formativa casi inexistente, los jóvenes encuentran en este centro tiempo para decidirse, educadores con los que conversar, un auténtico trabajo artesano de reconstrucción de las ganas de aprender. Para hacerlo posible, en El Llindar han conseguido aglutinar toda una serie de itinerarios formativos -una ESO flexible y adaptada, una formación profesional inicial de nivel 1 y nivel 2- bajo un mismo techo. Esto da a los jóvenes, muchos de ellos desarraigados, un espacio de pertenencia ante unos itinerarios de formación postobligatoria sin muchas transiciones y donde, a menudo, no hay nadie que los acompañe, según Gasch.

En El Llindar os habéis autodenominado Escuela de Segunda Oportunidad, un concepto hasta ahora inexistente. ¿En qué consiste?

El nombre es controvertido. Nosotros decimos que la segunda oportunidad es por el sistema, para que haga una oferta educativa digna. Para la persona siempre hay más oportunidades. Lo que hemos hecho es desarrollar una arquitectura que permite ofrecer a estos jóvenes itinerarios formativos personales, flexibles y de continuidad. Los alumnos pasan unos dos o tres años de media por El Llindar, y aquí los acompañamos. El concepto más poderoso para ellos es el de futuro formativo: el recorrido. Rompamos con los itinerarios erráticos. Muchos de ellos vienen aquí preguntando si hacemos cursos, lo que sea. Es igual si haces mecánica, de peluquería… Y esto tiene que acabar. Por eso nos hacemos llamar escuela . Somos un centro educativo en tiempo y espacio. Huimos de la lógica perversa de los cursos y cursillos.

¿Por qué es tan importante que los jóvenes en entornos de exclusión tengan un espacio de formación al finalizar la ESO?

Cuando los jóvenes llegan aquí -muchos lo hacen cuando aún no han terminado la ESO- deben iniciar un proceso para volver a consentir el aprendizaje. Lo primero que hacemos es un despliegue para saber de qué manera -con qué metodología- podemos despertar las ganas de aprender de este joven que viene de un fracaso educativo cronificado. Esto es lo que nos diferencia de una FP estándar, donde este joven acabaría abandonando. Nosotros contamos con él desde el minuto cero: lo escuchamos, miramos qué necesita, qué le interesa, qué lo hace dudar, y a partir de ahí trabajamos. Detrás de las escalofriantes cifras de abandono y fracaso escolar hay jóvenes que sufren.

¿Y qué necesitan? ¿Qué os piden?

Antes de nada, tener un lugar. Han vivido con la sensación de no ser nadie, y los adolescentes no soportan ser anónimos, que nadie los mire… Por ejemplo, los profesores los esperamos fuera para darles los buenos días por la mañana. Intentamos configurar un espacio donde ellos son alguien. Ponemos ante sí un portafolios con diferentes itinerarios de formación que pueden elegir, pero lo más importante es el acompañamiento subjetivo que hacemos. Proponemos itinerarios personalizados, flexibles y más largos. La formación, certificada y de calidad, se alterna con trabajo en espacios laborales reales -una especie de formación profesional dual a medida-. Un buen taller de mecánica o una gran escuela de peluquería no la entendemos sin la parte en que acompañamos el alumno, lo escuchamos, interpretamos sus conductas. Estos son los adolescentes que en el instituto molestan, se hacen expulsar, son disruptivos… Tenemos un sistema que les ha colapsado. Hay alumnos que podrían tener el graduado pero necesitan más tiempo, y la Administración no está dispuesta a dárselo.

Las cifras tan elevadas de abandono educativo prematuro son una clara consecuencia del fracaso escolar.

Hay jóvenes que, cuando les preguntamos por qué vienen al Llindar, nos dicen que aquí es más fácil sacarse el graduado. “Pero ¿para qué lo quieres?”, les pregunto yo. Por sí solo no les servirá para trabajar. Te puedo asegurar que los que se sacan el graduado en junio, en septiembre no están haciendo nada. Lo sé porque vienen y nos lo dicen. El título debe ser una herramienta para seguir formándose. Tenemos jóvenes que han hecho todo el proceso de Imagen y Estética y van a ciclos medios y superiores, y aprueban. ¡Porque los garantizamos tiempo! Son hombres y mujeres que tienen momentos muy difíciles. Ruth abandonó a los 16 años la ESO porque a ella no le interesaba lo que pasaba en la escuela ni la escuela se interesaba por ella. Llegó aquí y ahora está haciendo un ciclo superior, trabaja con nosotros -porque es muy buena en estética- y en otro centro. Este recorrido sería casi impensable para ella en la postobligatoria tal como la conocemos. Aquí les damos confianza.

Este trabajo de acompañamiento que hacer con los alumnos ¿tiene lugar durante los talleres de formación? ¿O busca espacios dedicados a esto?

No tenemos tutorías grupales. El más potente es la conversación personal. Muchos de ellos han sufrido mucho. ¿Cómo acompañas esto? Pues teniendo un clima de conversación y de palabra, a tiempo y a destiempo, asumido por todos los educadores durante los talleres, y este vínculo hace que te pidan hablar. Así el malestar queda en la palabra y no en la conducta.

¿Esto requiere más sensibilidad entre el profesorado?

Esto requiere un esfuerzo que tiene que ver con el deseo real. A mí me preocupa realmente lo que les pasa. Es muy importante escucharlos cuando toca, a veces que te digan una sola palabra, pero que no sean anónimos. Y todos los profesores tienen esta actitud. Ayer un alumno de Ecuador protagonizó una escena muy difícil porque había perdido dos amigos en el terremoto de su país, y me decía: “¡Es que no sé llorar!”. Pues tendrá que llorar por muchas cosas en la vida, y eso no lo podemos obviar. Tendremos que acompañarlos, poner palabras para que construyan su propia narrativa.

¿Por qué consideras que en Cataluña hay un nivel tan elevado de fracaso y abandono escolar?

¡El sistema fracasa! Y entonces los jóvenes abandonan. Fracasa porque es inflexible, estándar y protocolario, y no da lugar a la particularidad de los jóvenes. La escuela da por supuesto que todos los niños tienen ganas de estudiar, y esto no es así. Y no porque no quieran. Tenemos un sistema homogéneo. Todos tenemos que hacer lo mismo, de la misma manera. Y además lo sabemos… Por tanto, debemos transgredir. Nosotros a veces, cuando están cruzados, les decimos: “Ve a casa, te lo piensas y a las tres vuelve y hablamos”. ¡Esto en un instituto es impensable! ¿Cuántos partes deberían hacer para esto? Volvemos a hablar del tiempo. Es otro universo de trabajo. El sistema quiere que todos entren a la misma hora. Hay una chica de 14 años que tiene problemas en casa y viene media hora más tarde, porque necesita que algún adulto la pueda mirar y decirle: “Buenos días”.

Este grado de personalización es difícil de conseguir en un sistema que mueve miles de alumnos, pero quizás una escuela más inclusiva desde sus inicios evitaría que muchos jóvenes necesitaran espacios como El Llindar.

Si desde la Primaria se trabajara de la mejor manera no habría que esperar a que a los 14 años salieran de la peor manera. Hablamos de alumnos que necesitan otra mirada: para conseguirlo, habría que cambiar mucho la escuela ordinaria. Se puede intentar. Siempre pongo como ejemplo el Centro de Alto Rendimiento (CAR) de Sant Cugat. Allí hay jóvenes con unas necesidades educativas particulares y les hacen todo tipo de adaptaciones, nadie se cuestiona cuánto dinero destinamos ni qué exámenes hacen. ¿Se puede tratar a los chicos y chicas uno por uno en un aula de 35? No lo sé. Pero sí sé que puedes estar en una ratio de un profesor por un alumno y, sin embargo, no hacer necesariamente una educación personalizada.

Da la sensación de que para combatir el abandono escolar hemos dedicado muchos esfuerzos para muchos programas muy diferentes con financiaciones muy diversos… Pero sin un modelo concreto.

Completamente. No dudo de la buena voluntad de los programas, pero deberíamos entender más la lógica de por qué se abandona.

Y por qué se fracasa…

Debemos entender que cada uno aprende de formas diferentes. Por eso nosotros intentamos hacer una oferta formativa en función de lo que nos piden. No tenemos un catálogo y ‘si te gusta bien y si no también’. No queremos olvidarnos de los adolescentes, que nos llegan con una fragilidad brutal, descolgados del sistema y de la vida. Ahora estamos trabajando en un sistema de indicadores que nos permita evaluar el éxito más allá del rendimiento académico, que tenga que ver procesos y transiciones. Medir el éxito no puede limitarse a un análisis cuantitativo de aprobados y certificaciones.

Para ti ¿qué es una situación de éxito de tus alumnos? ¿Que encuentren trabajo?

No siempre. Que encuentren, o que tengan un título, son indicadores, pero lo más valioso es que recuperen el deseo de aprender y de hacer cosas. Aprender a no tirar la toalla, a pensar que tienen futuro, a que estén contentos en el sentido profundo de la palabra. Miremos quién continúa estudiando y otros elementos más intangibles vinculados al crecimiento personal. Estamos trabajando con la UAB para medirlos y ofrecer resultados el próximo curso.

Esto requiere una visión de la docencia que va mucho más allá de la instrucción.

No nos consideramos profesores al uso. Trabajamos en muchos espacios de trabajo colectivos para ocupar un buen lugar ante el alumno. Acompañarlos es estar atentos a las cosas con las que vienen y poder hablar; por ejemplo, saber que deben llamar al CSMIJ, que puedan venir con una factura del gas y que sepan que los ayudaremos a buscar ayuda…

Entre los educadores que trabajan en entornos de exclusión suele surgir el debate de si el docente debe extralimitarse. ¿Cuál es para ti el límite?

El límite te lo pone la vida, el vínculo que estableces, la confianza. Estar atento a lo que necesitan. A veces hay que ser contundente, a veces felicitar. Es una posición que está en construcción. Y huimos de todo paternalismo y asistencialismo, a pesar de que nos encontramos con casos graves, de un joven que llega un día con la maleta diciéndote que como ha cumplido 18 años se la han hecho fuera del centro de menores.

De hecho, estamos llegando al final de la entrevista y todavía no hemos hablado específicamente de cómo la pobreza y la exclusión condicionan la vida de estos jóvenes.

Es brutal. Es muy difícil tener la energía para aprender cuando uno está sufriendo de la peor manera. Y muchos, al ver que el mundo es injusto, deciden ir de víctimas. Esto genera conflictos.Los profesores intentamos colaborar con el adolescente para que no sea víctima, que sea responsable de su vida. Y esto ha pasado con crisis y sin crisis. La crisis ha destapado el iceberg, pero yo hace 30 años que estoy en este mundo y la miseria siempre ha sido muy seria.

Da la sensación de que ha conseguido apuntalar su modelo a base de muchas subvenciones y ayudas diferentes.

Somos expertos en ingeniería de las subvenciones. Es totalmente perverso. Hay concursos públicos a la baja: quien hace la oferta económica más barata gana… ¡Es brutal! Entras en competencia con las entidades de tu lado… Y hay entidades que se rebajan, pero se entiende, porque es pura supervivencia. Para huir de este lógica que sustenta una política socioeducativa fragmentada y con calendario administrativo alejado de las necesidades de los jóvenes, hay que construir un modelo nuevo, y nosotros estamos explorando el modelo Escuela de Segunda Oportunidad.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2016/09/14/begonya-gasch-los-jovenes-abandonan-porque-el-sistema-fracasa-es-inflexible-y-protocolario/

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