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Innovación social vs. Innovación ciudadana

Juan Freire

La innovación social, como concepto, se ha popularizado a remolque del crecimiento en el mundo empresarial de la importancia de la innovación. En su fase inicial la innovación empresarial se concibió siempre como innovación tecnológica y como parte de un proceso lineal y ordenado, conocido con I+D+i, donde tras un proceso de investigación básica se da el desarrollo de una solución técnica que finalmente se convierte en una innovación cuando se impacta a la sociedad al ser comercializada. La innovación social venía a reclamar la existencia de procesos de innovación que no tenían un objetivo comercial, al menos principal, y que buscaban sobre todo el impacto social (o sea la resolución de problemas que afectan a personas y colectivos).

Esta visión de la innovación social tuvo la virtud de reconocer formas de innovación que hasta ese momento eran invisibles dado que no generaban rentabilidad económica directa. Sin embargo, siguió manteniendo un marco de actuación lineal y en el que son los expertos los que buscan soluciones para los afectados. Este enfoque ha recibido recientemente la denominación de solucionismo tecnológico referido en concreto a las prácticas propias de los entornos de élite tecnológica y empresarial, y en particular a su máximo exponente Silicon Valley, que desarrollan soluciones generales y genéricas que imaginan que pueden resolver problemas sociales globales de una forma sencilla y meramente tecnológica. Esta exacerbación de la ingenuidad tecnológica entiende el mundo poblado de problemas agudos y sencillos que admiten soluciones técnicas pero a su vez su propia acción va generando nuevos problemas derivados. Pero este “solucionismo” no es nuevo ni patrimonio del mundo de la tecnología, el mundo de la cooperación internacional ha estado asentado sobre el modelo “do-good” en que las soluciones “occidentales” se implementan en los países en desarrollo sin atención a la comprensión de lo local y la participación activa de las comunidades de afectados. Pero esta forma de actuación no solo sucede en la cooperación internacional, algo similar puede observarse en todas las escalas geopolíticas, incluso cuando analizamos la actitud de nuestros “centros de innovación”, aquellos que se sitúan en el mundo desarrollado (como universidades, centros tecnológicos etc), respecto a los problemas de la sociedad de la que forman parte.

En paralelo, las corporaciones han desarrollado su propio enfoque social, que han denominado Responsabilidad Social Corporativa, y que sigue los mismos criterios que la innovación social tradicional además de desconectar por completo los objetivos de negocio con los sociales de la organización, lo cual ha sido el caldo de cultivo de incoherencias constantes y una forma de preservar un status quo más que trabajar por la transformación social.

Frente a este concepto de innovación social, se sitúa con fuerza creciente la innovación ciudadana o cívica. No se trata de un simple cambio de etiqueta sino de un enfoque diferente para la generación de innovación con impacto social.

Por una parte, mientras la innovación social se sitúa en los márgenes de la innovación principal (empresarial o comercial), la innovación ciudadana reconoce que innovar es una parte de nuestra idiosincrasia humana y por tanto toda la ciudadanía puede y debe estar implicada. Y dentro de este marco de una sociedad innovadora una parte se realiza con un objetivo empresarial, pero la mayor parte de la innovación no se organiza por razones comerciales (ni por eso mismo es registrada en la mayor parte de métricas convencionales).

Por otra parte la innovación ciudadana opera de otro modo y cuenta con dos ingredientes básicos:

  • Frente al solucionismo basado en enfoques genéricas y en colocar a la tecnología y algoritmos en en el centro de las cadenas de valor, la innovación ciudadana desarrolla enfoques locales o situados que diversifican la innovación al adaptarla a las condiciones locales y colocan a las personas en el centro de las cadenas de valor.
  • Frente al enfoque basado, casi en exclusiva, en expertos disciplinares, la innovación ciudadana trabaja con enfoques inclusivos en que los afectados trabajan de forma activa con expertos de diversas disciplinas (lo que ha venido a llamarse el enfoque “indisciplinar”) en la producción de soluciones. Por tanto, mientras la innovación convencional utiliza métodos de diagnóstico basados en expertos para la comprensión de los problemas que aborda, la innovación ciudadana desarrolla mecanismos de escucha basada en la inmersión y participación activa.

En síntesis la innovación ciudadana entiende la innovación como un proceso colectivo que forma parte de la propia naturaleza humana y que se asienta sobre la capacidad de escucha y sobre lo indisciplinar y que actúa siempre de modo situado. Esta innovación es la que puede abordar los problemas crónicos de una forma orgánica. Por tanto la innovación ciudadana no es algo susceptible de ser planificado ni forzado pero si existen mecanismos que pueden impulsarla por medio de su visibilización, de la toma de conciencia de las personas y de la creación de infraestructuras a su servicio.

Este post es la continuación de La crisis de las políticas públicas tradicionales y ambos introducen a los laboratorios ciudadanos que abordaré en futuros textos. Este texto fue parte de mi aportación al proyecto CO-LAB, Laboratorio de Innovación Ciudadana del Concello de A  Coruña y como el anterior está basado en las aportaciones de Marcos García y Antonio Lafuente.

Fuente del articulo: http://juanfreire.com/innovacion-social-vs-innovacion-ciudadana/

Fuente de la imagen: http://juanfreire.com/wp-content/uploads/2017/02/sk1_jk-zhoo-clem-onojeghuo.jpg

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El rumbo de las universidades que innovan

Por:  Fidel López Equizabal

Cuando se analiza el rumbo de las universidades, no es solo de verificar el tipo de equipo, infraestructura o tecnología con que cuenta, es también el tipo de maestros capacitados y dispuestos a enfrentar los retos de la globalización.

 Las universidades están enfrentando cambios debido a la virtualización de las carreras; las Tecnologías de la Información y la Comunicación son otro talón de Aquiles. En la actualidad, las carreras virtuales se han incrementado vertiginosamente. Innovar implica capacitar a maestros de todas las facultades para que logren impartir asignaturas en esa modalidad. ¿Existe deficiencia en la pedagogía virtual? ¿Se está incrementando la matrícula en modalidad virtual? ¿Qué pasará con las universidades que no innoven?

A la investigación y el desarrollo I+D, según mi análisis, se le debería incorporar la C, que significa competencia. Las competencias de cada estudiante también se suman al aprendizaje autodidacta. En la actualidad, los alumnos tienen toda la información en las manos; por lo tanto, un catedrático universitario debe ser capaz de convencer con nuevas formas de enseñar y no quedarse desfasado. Las mejores universidades invierten en investigación científica y desarrollo tecnológico.

A lo anterior se le suma que los equipos de prácticas educativas tienen que estar en constante renovación para poder enseñar con tecnologías de punta. La inversión que realiza cada universidad en tecnología hace tener a mejores profesionales y maestros capacitados.

La educación se ha orientado en un nuevo enfoque educativo, el cual ha ido cambiando no solo por la tecnología, sino por la era de la información. A principios del siglo XX los maestros explicaban y los alumnos entendían. En 1950, los maestros demostraban y los alumnos experimentaban. En el siglo XXI, el profesor se convirtió en mediador y los discentes en competidores. Es irrisorio constatar que hasta algunos colegios cuentan con mejor tecnología que algunas universidades.

Las universidades que no innovan irán perdiendo alumnos, y eso será un final duro que enfrentar. Deben competir con los MOOCS, cursos en línea impartidos a miles de participantes a través de internet. Es más, algunos cursos online ya están programándose y no necesitarán de maestros.

Carlos Vignolo, investigador de la Universidad de Chile, manifiesta: “La innovación no es una opción… o las empresas innovan o mueren”. En El Salvador, algunas universidades aún no están conectadas con el aprendizaje virtual.

La internacionalización de las universidades ya no es un mito, es una realidad. La globalización ha colaborado a ello. Los estudiantes son los que también encarrilan a un nuevo modelo de enseñanza. Los smartphones, las tabletas u otros aparatos les facilitan de una mejor manera el proceso de enseñanza-aprendizaje.

La piedra angular del desarrollo es la educación; sin embargo, la innovación de las universidades también tiene que ir de la mano con la empresa privada. Recordemos que la empresa privada necesita a universitarios con conocimientos modernos para aplicarlos. Es más, las empresas grandes cuentan con mejor tecnología. Eso implica que las universidades que no innovan quedan descontinuadas.

En 2016 la Universidad de Oxford quedó en primer lugar en el mundo debido a cuatro indicadores de la metodología: investigación, enseñanza, distinciones y proyección internacional. Con esto se constata que también la investigación es una premisa para lograr empoderar a las universidades que deseen estar en ese ranking. En cada región, cada universidad lucha por salir del anonimato y sabe que cada profesional graduado es el que logrará tener éxito gracias a su proceso de enseñanza-aprendizaje.

Los mismos alumnos indagan sobre las carreras, el equipo o los laboratorios de prácticas educativas. Eso significa que debe haber transferencia tecnológica para semillero de talentos. Las mejores universidades deben aplicar desarrollo e innovación en todo el sistema curricular. Los maestros y discentes siempre deben estar en constante cambio con la mejora continua.

– See more at: http://www.laprensagrafica.com/2017/02/19/el-rumbo-de-las-universidades-que-innovan#sthash.Bfypvpjt.dpuf

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La crisis de las políticas públicas tradicionales

Juan Freire

Todas las señales apuntan a que nos encontramos en el medio de una profunda crisis social y política con consecuencias aún por comprender y que impactan desde la escala global a la más local. Las disrupciones continuas provocadas por la tecnología digital; la creciente brecha entre políticos, gobernantes y gobernados; la emergencia de nuevas voces y activismos; los problemas emergentes que no se pueden clasificar en las categorías sectoriales a las que está acostumbrada la tecnocracia … Todos estos son componentes de esa crisis que contiene elementos dramáticos dado que afecta a nuestra sostenibilidad como sociedad y también a nuestra capacidad de mantener la esperanza. Pero quizás, en lo que nos sucede esté también la semilla de una nueva esperanza que nos hace seguir trabajando por un futuro diferente: los ciudadanos ya no aguardan pasivamente el cambio y, a la vez que reclaman, han aceptado su papel protagonista y actúan para ser ellos mismos el propio cambio.

En este contexto incierto, abierto, complejo y paradójico existen dos preguntas esenciales cuya respuesta definirá la razón de ser de las instituciones públicas en los sistemas democráticos:

  • ¿cómo se puede escuchar de modo efectivo las innumerables voces de personas y colectivos diversos que reclaman su derecho a participar activamente en la vida pública?
  • ¿cómo se desarrollan políticas públicas para afrontar los nuevos, y viejos, retos que no admiten soluciones simples ni solamente técnicas?

Los instrumentos tradicionales utilizados por las instituciones públicas parecen incapaces de hacer frente a esos retos, e incluso en ocasiones pueden ser considerados parte de la causa de los problemas a que nos enfrentamos:

1. La planificación

La planificación tuvo su razón de ser en un mundo estable en que un grupo de expertos dotados de conocimiento técnico y de la información necesaria eran capaces de realizar predicciones y diseñar acciones para moldear el futuro de acuerdo con ciertos objetivos. En un mundo incierto el valor de la predicción se reduce drásticamente conforme sus resultados se hacen menos fiables. Si planificar ya no es el camino, la alternativa es laexperimentación continua. Donde no llegan los planes precisamos modelos que planteen hipótesis sobre la realidad y permitan ser sometidos a prueba mediante experimentos. Las prácticas habituales de la ciencia, el diseño de productos o el desarrollo de software se han convertido en el marco general de intervención. Experimentar es aprender y solo un aprendizaje institucional continuo puede permitir hoy en día encontrar soluciones reales a los problemas.

2. Los expertos

Los expertos, que configuran la tecnocracia al servicio de las instituciones públicas, se han especializado en la resolución de lo que podríamos denominar problemas agudos. Aquellos problemas bien definidos y que admiten una solución basada en la aplicación de un conocimiento técnico normalmente disciplinar. Sin embargo, en las últimas décadas estamos tomando conciencia de que la mayor parte de problemas que nos afectan como sociedad sonproblemas crónicos y complejos; problemas que tenemos dificultad incluso para definir y que no admiten una solución disciplinar. Se ha acuñado el término “wicked problem” (problema retorcido) para identificar estos problemas difíciles o imposibles de resolver dado que no se pueden formular por completo y a la vez cualquier solución es siempre parcial dado que las condiciones son cambiantes y/o la misma solución implica también impactos negativos. Los problemas complejos o “retorcidos” son en este sentido crónicos, precisamente por no contar con una única solución o más bien porque cualquier solución resuelve ciertos aspectos pero genera otros impactos negativos.

Por otra parte este tipo de problemas plantean retos metodológicos dado que, al no estar definidos por completo, solo se pueden comprender mediante la inmersión y por tanto solo cuando nos afectan porque somos parte activa del propio proceso. Los expertos y planificadores abordan los problemas bien definidos mediante diagnósticos basados en conocimiento “profesional”. Los problemas complejos y crónicos requieren de escucha. Comprender las diferentes perspectivas y ángulos de un contexto requiere de diversidad en las voces participantes. Esta diversidad no se restringe solo al conocimiento profesional ni es suficiente la multi- o inter-disciplinariedad. Se necesitan las voces de los afectados, de la ciudadanía, que construyen (la percepción, la definición) del problema junto con las de los expertos y los responsables de su gestión. Además la comprensión del problema ya no puede ser un proceso únicamente de reflexión intelectual; no lo hacemos solo recopilando la información disponible que es sometida a análisis. Dado que el conocimiento tácito y las cuestiones subjetivas y emocionales son partes esenciales solo pueden ser aprehendidas desde la acción. Por tanto la experimentación, el prototipado, ya no es solo una herramienta para encontrar soluciones efectivas, es a la vez un proceso de escucha activa.

3. Las mayorías

Las instituciones públicas han trabajado habitualmente para las mayorías, pero ¿cuáles son las mayorías hoy en día en un mundo en que las personas ya no pueden ser clasificadas en categorías sencillas? El reconocimiento de las múltiples minorías y de la enorme diversidad de nuestra sociedad es una obligación ineludible. Pero además, la alteridad es una herramienta fundamental para un abordaje inclusivo y efectivo de los problemas. No se puede comprender lo que nos pasa como sociedad  sin escuchar activamente la diversidad de voces afectadas y la diversidad de saberes relacionados. Por tanto,  los problemas y puntos de vista de las minorías deben ser incorporados tanto por razones, esenciales, de justicia social como para lograr la mejora del propio proceso de diseño e implementación de políticas públicas (y podríamos decir que de cualquier tipo de “política”, también las estrategias empresariales o las de comunidades y organizaciones cívicas).

En este sentido la aportación del feminismo no se restringe solo a defender los derechos de las mujeres como un grupo social (en este caso además mayoritario) sino que la aplicación de sus valores genera una sociedad más justa e inclusiva para todos sus miembros. Del mismo modo, por poner solo otro ejemplo, el diseño urbano pensado para los colectivos con diversidad funcional produce ciudades más habitables de las que se benefician todos sus habitantes, más allá de su situación particular.

4. Lo público y lo privado

El contexto socio-económico y político en que hemos habitado en las últimas décadas se basa en asumir la existencia de dos únicos entornos complementarios de propiedad y gobierno de los recursos y de las personas: el público y el  privado. Paradójicamente este marco mental que nos ha guiado ha olvidado el entorno común o pro-común, el de las formas de gobernanza y gestión que se desarrollan, o pueden desarrollarse, de forma autónoma y colectiva por la ciudadanía sin necesidad de intervención de lo público ni de privatización. Desde la década de 1990 el desarrollo de Internet, debido en buena medida a recursos e infraestructuras comunes, ha revitalizado este modelo que poco a poco ha ido resurgiendo y expandiéndose a ámbitos no digitales. El pro-común no es una forma alternativa de gobernanza que se opone a lo público o a lo privado sino un sistema complementario que se desarrolla en diálogo, y fricción, continuos con los otros entornos.

Abandonar el marco simplista público-privado implica una devolución de capacidades de gestión y gobierno autónomos a la ciudadanía y de la reinvención de las relaciones y reglas de juego para la convivencia fructífera de los tres entornos. Las políticas públicas, en este contexto, deben pasar de ser únicamente finalistas y atentas a la “resolución” efectiva de necesidades y problemas para convertirse en posibilitadoras a modo de infraestructuras que empoderen individual y colectivamente a los ciudadanos para que puedan decidir y actuar sobre sus propios problemas. Este cambio no está exento de riesgos importantes. Quizás el mayor es que sea utilizado por la política para justificar reducciones de inversiones y del propio papel de lo público trasladando responsabilidades a la ciudadanía sin ningún tipo de contrapartida. Bien al contrario, asumir el papel del pro-común y los nuevos roles de la ciudadanía implica un cambio en las funciones de las instituciones públicas que no necesariamente implican una reducción de su tamaño, pero si una mayor agilidad, flexibilidad y eficacia.

Podríamos resumir que las políticas públicas tradicionales basadas en la planificación, los expertos, las mayorías y una estructura público-privada han mostrado su utilidad pero también sus limitaciones que se han hecho aún más evidentes en el nuevo contexto social. Sin entrar a debatir si estas políticas tradicionales deben seguir existiendo y cual debe ser su alcance, el nuevo marco hace necesario al menos que surjan nuevas políticas públicas, y nuevas formas de hacer políticas públicas, que pasan por un enfoque experimental que permita trabajar de forma horizontal a ciudadanos, expertos y técnicos abordando problemas complejos y reconociendo la diversidad social como una oportunidad para generar políticas más inclusivas y sostenibles, en resumen para construir realmente una sociedad en común.

La innovación ciudadana y los laboratorios ciudadanos (como dispositivos para promoverla) emergen como una forma de hacer operativa la esperanza en ese futuro y sobre los que hablaremos en próximos textos.

Este texto fue parte de mi aportación al proyecto CO-LAB, Laboratorio de Innovación Ciudadana del Concello de A  Coruña. El texto no es original, posiblemente tampoco un plagio en sentido estricto, dado que vuelca, posiblemente de forma torpe e imperfecta, lo que he aprendido durante años de muchas personas y en especial de Marcos García, Director de Medialab Prado (MLP), y Antonio Lafuente, coordinador del Laboratorio del Procomún de MLP y científico de Centro de Ciencias Humanas y Sociales del CSIC.

Fuente del articulo: http://juanfreire.com/la-crisis-de-las-politicas-publicas-tradicionales/

Fuente de la imagen: http://juanfreire.com/wp-content/uploads/2017/02/umncjq4kpca-chuttersnap.jpg

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Marcos Garasa: «Hoy, la innovación educativa no se limita a los congresos, está en las redes sociales»

Marcos Garasa fue profesor, después se hizo consultor y formador de profesores y ahora ha vuelto al aula «porque la echaba de menos». Claro que su aula es universitaria, en el máster de profesorado de la pública Rey Juan Carlos de Madrid. Garasa también se encarga de asesorar a los profesores que quieran presentarse al IV concurso Proyecta Innovación, que organiza la Plataforma Proyecta, el espacio educativo de la Fundación Amancio Ortega y la Fundación Santiago Rey Fernández-Latorre. El plazo termina el día 20 de abril.

-¿Qué puede aportar a los profesores que quieran presentarse al concurso Proyecta Innovación?

-La visión de 360 grados de haber estado en el aula, coordinando proyectos y gestionándolos y ahora en la consultoría. A veces ocurre que se prepara algo con la visión de túnel del aula, y debe hacerse algo más profundo y no solo con el objetivo inmediato de los alumnos de una clase.

-Ha sido jurado de los premios Proyecta Innovación. ¿Qué destacaría de las propuestas que vio?

-El valor de los profesores para hacer cosas nuevas. He visto cosas que no había pensado que se hiciesen en Galicia. En centros rurales o de villas pequeñas se hacen proyectos fantásticos.

-¿Hacia dónde va la innovación?

-Creo que es una mezcla de trabajo por proyectos, gammificación (que no es otra cosa que psicología aplicada para motivar al alumno) y uso de la tecnología para cosas como la Flipped Classroom. A veces pienso que somos con un disyóquey, que la valía está en administrar correctamente todos nuestros recursos.

-¿Qué importancia tienen las nuevas tecnologías?

-No podemos decir nuevas tecnologías, porque ya no lo son. La tecnología debe ser transparente, líquida, que nos permita realizar tareas de una manera ágil y rápida, sin notarlo. En los últimos años el hardware ha evolucionado muchísimo, pero también ha cambiado el software. Hoy hay programas buenísimos para hacer de todo. Los profesores deben utilizar la tecnología como un medio, como en su vida personal. Pero creo que en general la competencia digital docente hay que mejorarla un poco.

-Usted siempre habla del trabajo en red, de compartir experiencias y aprendizaje.

-Es lo primero que les digo cuando doy un curso a profesores. La endogamia de los centros se debe a que no se abren las ventanas, y si lo hiciésemos veríamos cosas maravillosas. En las redes hay un mundo fantástico para colaborar y crear conjuntamente. Antes ibas a un congreso y es donde coincidías con otros profesores e intercambiabas ideas y experiencias. Ahora, toda la innovación se mueve en la redes sociales, el enjambre del que ya hablaba Jean Piaget.

-¿Una experiencia gallega se puede trasladar a Andalucía?

-Es que creo que no depende del profesor, sino del proceso de aprendizaje, y los jóvenes aprenden igual en todas partes.

-¿Qué le diría a quienes critican las innovaciones en la escuela?

-Que la clase magistral no hay que abandonarla. La clase tradicional y la memorización del alumno son muy necesarias, hacen falta, pero la cuestión es que no son suficientes, no producen aprendizaje significativo. Lo que ocurre es que los profesores llevamos trescientos años de trayectoria academicista y nos cuesta dejarla. Pero si lo haces, las expectativas se ven recompensadas tan rápidamente que cuando se prueba uno no vuelve atrás.

-¿Cómo se da el salto de lo tradicional a la innovación?

-Formándose, mirando a otros…, aunque creo que sería muy interesante que una vez se pase media vida útil del profesor [risas], este pueda disponer de dos años para investigar, para salir del aula y analizarlo todo. Cambiaría su práctica docente, ya que el flujo del río de la clase muchas nos impide reflexionar.

-¿Necesitan más tiempo para el estudio los maestros?

-Defiendo que en vez de tres convenios como hay, de la pública, privada y concertada, haya solo uno que contemple 20 horas semanales de docencia y 10 para diseñar experiencias. Si tienes 28 horas semanales de docencia, tutoría y guardias es imposible hacerlo.

-¡No lo es si desaparece tu tiempo libre! Los profesores invierten muchas horas de su vida privada en eso.

-Sí, es cierto, es cierto.

-¿Defiende la creación de un MIR de profesores para formar a los maestros y no «dejarlos solos ante el peligro»?

-¡Me alegra que me hagas esa pregunta! [risas] Cuando yo terminé la carrera, Filología inglesa, era un técnico muy cualificado pero nadie me había enseñado a dar clase. Una asignatura de tres meses y seis días de práctica no sirven para nada. Profesores de la Universidad Rey Juan Carlos estamos pensando en crear un máster de profesorado que sea realmente un MIR: uno o dos años de práctica en las clases con docentes y que el alumno pase por todos los cursos de infantil y primaria, un Practicum verdaderamente serio, que se complete con formación en educación emocional y tecnología. Todavía estamos lejos de conseguirlo, pero es uno de nuestros objetivos.

Fuente:http://www.lavozdegalicia.es/noticia/educacion/2017/02/16/marcos-garasa/00031487263717833526427.htm

Imagen: www.lavozdegalicia.es/sc/x/default/2017/02/16/00121487279763552294755/Foto/z16f7005.jpg

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Fundación Endesa convoca los Premios a la Ecoinnovación educativa a colegios de toda España

España/04 de Febrero de 2017/ABC Familia

El periodo de inscripciones está abierto hasta el 28 de febrero de 2017.

Dirigido a estudiantes y centros docentes de toda España, el Premio a la Ecoinnovación educativa convocado por Fundación Endesa tiene por objeto promover la cultura ecológica entre los más jóvenes. Esta organización muestra así su compromiso por contribuir e impulsar proyectos que transformen e innoven la educación, y el propósito de potenciar los conocimientos y competencias de los estudiantes en materia de sostenibilidad del sector energético. Begoña Muñoz de Verger, directora de proyectos de Fundación Endesa, recuerda que la apuesta de la Fundación Endesa por la promoción de la cultura ecológica a través de este tipo de iniciativas educativas es firme: «Estamos muy orgullosos de poder contribuir a fomentar buenas prácticas en medioambiente entre lo más jóvenes».

En concreto los citados galardones, dirigidos a estudiantes y centros docentes de educación Secundaria, Bachillerato y Formación Profesional de Grado Medio de España, tienen como objetivo principal identificar actitudes innovadoras y comprometidas con la conservación de la naturaleza y el medio ambiente; destacar el protagonismo de los jóvenes en el fomento de la cultura ecológica: conocimientos, valores, actitudes, comportamientos, y despertar el interés social por el medio ambiente a través de los centros educativos.

¿Conoces y entiendes la Naturaleza? ¿Tienes ideas y proyectos emprendedores para solucionar algunos de los problemas de tu entorno? ¿Quieres mejorar las condiciones medioambientales de tu ciudad y de tu país? La primera edición de los Premios Fundación Endesa a la Ecoinnovación Educativa es, desde ahora, un espacio abierto donde estudiantes, profesores y centros podrán volcar sus inquietudes ecológicas y medioambientales. Sus organizadores conocen el interés de la comunidad educativa por preservar, a través de la ecología, nuestras riquezas naturales; por asumir con responsabilidad la administración y el cuidado de lo que nos rodea; y, por participar activamente, a través de la educación, en el fomento de una ciudadanía responsable desde el punto de vista ecológico.

Los premios

La dotación de los Premios Fundación Endesa será de 16.000€ que se distribuirán de la siguiente manera:

Categoría 1 y 2: se darán tres galardones por categoría y un apoyo económico de 2.000€ cada premio, que permita seguir desarrollando las iniciativas ambientales del centro.

Categoría 3: se entregará un galardón acompañado de un apoyo económico de 4.000€ para desarrollar las imitativas ambientales en el centro.

Fundación Endesa ha puesto en marcha esta iniciativa para fomentar, a través de la educación, la cultura ecológica de los españoles. Impulsando y seleccionando los proyectos escolares que reflejen el compromiso de nuestros educadores, centros y estudiantes con la preservación y cuidado del entorno medioambiental, ambas fundaciones procurarán reconocer y premiar los valores, actitudes, conocimientos y pautas de comportamiento relacionados con el cuidado del medio ambiente, entendido en sentido amplio.

Este proyecto parte de un trabajo previo de investigación, el Ecobarómetro 2016, que ha señalado las carencias y debilidades de nuestra sociedad en materia de cultura ecológica y propone, a través de los Premios, no solo paliar sus efectos sino fortalecer e incrementar la toma de conciencia en este ámbito.

¡Inscríbete y participa en los Premios a la Ecoinnovación educativa de Fundación Endesa!

Más información: http://ecoinnovacion.fundacionendesa.org/

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“La educación es el mayor reto que tienen las sociedades”

27 de enero de 2017/Fuente: eldiariodelaeducacion

Innovación, creatividad o generar retos sin miedo al error son algunas de los elementos que Ferrán Adrià quiere ayudar a introducir en el sistema educativo desde una visión no educativa.

Persona inquieta y multifacética, Ferrán Adrià (Hospitalet de Llobregat, 1962) se ha embarcado ahora en un proyecto educativo. Junto a la Fundación Telefónica, Adrià ha puesto en marcha “Escuelas Creativas”, un proyecto en el que va a trasladar a algunos colegios la metodología de elBulli, el restaurante que le dio fama mundial. Consciente de que no es un experto en educación, sí cree sin embargo que ciertas cuestiones, como la organización de los centros, no tiene por qué ser tan diferente. Una cosa tiene clara: el cambio vendrá a partir de “la pasión de los profesores”.

¿Qué le atrajo del proyecto? ¿Qué lleva a un chef de categoría mundial a meterse en un proyecto educativo?
Una de nuestras características en elBullirestaurante siempre fue la voluntad de formar; un espíritu que estaba inscrito en nuestro ADN: mostrar, educar, implicar mediante la transmisión de conocimiento a quienes venían a trabajar con nosotros. Posteriormente, ya en elBullifoundation, el desarrollo de la metodología Sapiens nos hizo ver las enormes posibilidades que nos daba para abordar el ámbito de la educación.

Pero no quiero dejar de señalar la enorme sinergia que se ha despertado con el equipo de Fundación Telefónica, con quien vimos rápidamente que había posibilidades de crear algo realmente importante en este terreno de la educación. No obstante, pienso que el proyecto se sustenta en algo mucho más inmediato, el entusiasmo y la pasión de los profesores, una actitud y un compromiso brutal del que no pueden más que surgir grandes resultados.

¿En qué se parecen un restaurante y un colegio? ¿Cómo se pueden aplicar en estos los métodos de aquellos?
Pese a que se trata de establecimientos diferentes, en lo que nos fijamos es en el concepto de organización. La metodología Sapiens estudia todas las posibilidades de organización que se pueden dar y no sólo en un restaurante. Pese a que un colegio es, evidentemente, un establecimiento que responde a parámetros muy distintos, en lo que nos fijamos, justamente, es en el concepto de organización, en cómo optimizar la estructura para sacar el mejor partido y estudiar cómo se están desarrollando todos los procesos educativos.

¿Cuánto conoce del mundo educativo? ¿Parte de analizar los problemas específicos del sector o cree que se pueden aplicar soluciones, digamos, más estándar que han funcionado en otros ámbitos?
En el desarrollo de este proyecto hemos tenido que estudiar, lógicamente, el funcionamiento y las particularidades del mundo educativo, que como he dicho difieren en muchos aspectos de las de un restaurante y, en general, de las de un negocio. Aun así, partimos también de nuestra propia experiencia, con la conciencia de que aportar soluciones de otros ámbitos en muchas ocasiones representa abordar problemáticas antiguas con nuevas perspectivas. Puedo decir que a partir de elBullifoundation partimos de analizar, en efecto, los problemas del sector, pero por el hecho de no estar sujetos a sus mismas dinámicas podemos intentar aportar nuevos enfoques.

¿Por qué es tan importante la creatividad?
La creatividad, entendida como la capacidad para encontrar soluciones novedosas, originales, acertadas, para abrir caminos donde todas las puertas parecen cerradas, es importante porque es lo que nos permite avanzar. La creatividad ha sido y sigue siendo el motor de la evolución humana, la responsable de todos los cambios, mínimos o más grandes, que la humanidad ha ido dando en todos los aspectos. Porque la creatividad no es tan sólo una etiqueta para departamentos de I + D, para laboratorios de ideas o para dar con nuevos productos de alta tecnología. La creatividad se puede aplicar a todos los campos y actividades del ser humano. Y desde luego, también a la educación.

La creatividad, ¿se tiene o se puede aprender?
La creatividad, repito, es una capacidad, pero sin duda esta capacidad no tiene por qué ser innata, o no solo. Ciertamente, como en cualquier aspecto de la naturaleza humana, existen personas más dotadas para los procesos creativos que otras. Sin embargo, mi experiencia al frente de elBullirestaurante y ahora con elBullifoundation me indica que lo más importante para llevar a cabo una actividad creativa es, sobre todo, establecer un “ecosistema” propicio, una organización que encauce y agilice toda propuesta creativa y su posterior desarrollo.

Según su experiencia en estos procesos creativos de búsqueda de soluciones, ¿tenemos demasiado miedo al fracaso, al error, al ridículo? ¿A proponer algo que pensamos los demás puedan ver absurdo y preferimos callarnos antes de hacer el ridículo?
Indudablemente, uno de los frenos a la hora de aportar soluciones novedosas es el miedo al fracaso, cosa que puede llevar al bloqueo o, más directamente, a la incapacidad para tomar decisiones. Dice el dicho popular que el mundo es de los valientes. Valiente no quiere decir inconsciente; se puede ser atrevido y actuar sin temor, siendo al mismo tiempo plenamente consciente del alcance de las decisiones que se toman. Ciertamente, sí, este miedo puede existir, pero es preciso confiar en el propio conocimiento del ámbito en el que nos movemos y actuar en consecuencia.

Usted habla de la importancia de buscarse retos. ¿Cree que es uno de los problemas de la escuela, esa rutina de año tras año hacer lo mismo?
A nivel general, no me cabe duda que la escuela, la educación ya es en sí misma un reto enorme, el mayor que tienen las sociedades. Ahora bien, me está hablando sin duda de estimular el funcionamiento efectivo, y en este sentido, plantearse retos debe permitir no caer justamente en la rutina que es sinónimo de pérdida de motivación, de la consciencia de lo importante de la tarea, una consciencia que se debe afrontar con todo el entusiasmo.

De momento el método se ha aplicado en cuatro centros, todos ellos concertados y que ya contaban con un sistema educativo diferente, más innovador. ¿Sirve también para un centro público, probablemente menos flexible y con menos capacidad de improvisar y cambiar?
Este es uno de los retos que sería interesante abordar. La realidad es que, independientemente del carácter de cada centro (concertado o público), hay una cantidad importante de profesores que están dispuestos a luchar para la mejora de la educación. Y este es un proyecto de los profesores, no me cabe ninguna duda. Lo único que hacemos Fundación Telefónica y elBullifoundation es apoyar y dar un soporte metodológico con Sapiens. Lo más estimulante del proyecto es cómo se han movido, cómo se han implicado los profesores.

El proyecto trata de implicar a los alumnos en el análisis de la situación y la propuesta de mejoras. ¿Se aceptan mejor los cambios en las organizaciones (colegios en este caso) cuando vienen desde abajo o al menos uno se siente partícipe de ellos?
Los actores del sistema educativo son, sobre todo, los profesores y los alumnos. Son los protagonistas de a pie, los del día a día. Son los profesores los que van a motivar que los alumnos cambien y también se sumen al proyecto.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2016/11/23/la-educacion-es-el-mayor-reto-que-tienen-las-sociedades/

Imagen: eldiariodelaeducacion.com/wp-content/uploads/2016/11/PepoSeguraYALTA_RESOLUCION_1.jpg

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Informe sobre capacitación docente e impacto en las prácticas de aula mediadas por TIC en América Latina y el Caribe

Resumen:
Informe de recopilación y análisis de información sobre cómo la formación inicial docente y las acciones de fortalecimiento profesional desarrolladas en los países de América latina y el Caribe contemplan la integración de las tecnologías de la información y la comunicación.
a Cargo de:
Organización de los Estados Americanos (OEA), Virtual Educa
Banco Interamericano de Desarrollo (BID), División de Educación
Coordinado por:
Elena García, Directora de Innovación, Virtual Educa
Innovación, Desarrollo, Inclusión
Organización de los
Estados Americanos
Áreas (tags):
Capacitación docente
Educación y TIC
Innovación educativa
Formación inicial
Calidad educativa
Profesionalización docente
Aprendizaje efectivo
Experiencias
Socios y/o programas autores:
Virtual Educa
Banco Mundial
Año:  2011
Descargar en : http://recursos.portaleducoas.org/politicas-informes/informe-sobre-capacitaci-n-docente-e-impacto-en-las-pr-cticas-de-aula-mediadas
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