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China recluta a jóvenes de secundaria para que diseñen armas con IA

Asia/China/13 Diciembre 2018/Fuente: Nmas 1

Algunos de los estudiantes más inteligentes de China han sido reclutados de las escuelas secundarias para entrenarse en el diseño de armas de Inteligencia Artificial. Según el South China Morning Post, 31 jóvenes de 18 años o menos fueron seleccionados para un programa experimental de cuatro años del Instituto de Tecnología de Beijing (BIT) que los convertirá en los fabricantes de armamento más jóvenes del mundo.
Pero para que la cantera sea fructífera, el Ministerio de Educación anunció la incorporación de la IA en el currículo escolar oficial de secundaria, y una iniciativa impulsada por instituciones chinas y por la UNESCO, permitirá que los escolares del país asiático se formen en IA desde su más tierna infancia con una colección de 33 libros de texto para preescolares llamados Materiales para Experimentos de Inteligencia Artificial.
Brillantez y pariotismo
«Todos estos niños son excepcionalmente brillantes, pero ser brillante no es suficiente», sentencia al medio chino un profesor de BIT involucrado en el proceso de selección que ha pedido anonimato. “Estamos buscando otras cualidades como el pensamiento creativo, la voluntad de luchar, una persistencia al enfrentar desafíos. La pasión por desarrollar nuevas armas es una obligación … y también deben ser patriotas», concluye.
Después de completar el curso de cuatro años, se espera que los estudiantes continúen con un programa de doctorado y se conviertan en los próximos líderes del programa de armas de inteligencia artificial de China.
Otras iniciativas
Pero aunque sorprendente, esta no es la primera iniciativa en este sentido que los chinos han sido puestos en marcha en los últimos meses. La Universidad Normal del Este de China ha publicado ya 6 libros de texto sobre IA para primaria y secundaria, y publicará otros 4 a lo largo de 2019, informa Xataka. Del mismo modo, la Universidad de Suzhou ha lanzado este año un manual introductorio sobre IA que ya usa más de 40 escuelas de Shangai.
Eleonore Pauwels, del Centro de Investigación de Políticas de la Universidad de las Naciones Unidas en Nueva York (EE.UU.), dijo en el mismo artículo del SCMP, que estaba preocupada por el lanzamiento del curso BIT: «Este es el primer programa universitario en el mundo diseñado para alentar agresivamente y estratégicamente a la próxima generación a pensar, diseñar y desplegar AI para investigación y uso militar«.
Fuente: https://nmas1.org/news/2018/12/12/armas-estudiantes-china-IA
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Retos de la enseñanza en la era de Big Data

Por: Observatorio de la Innovación Educativa

En la era del big data, la automatización y de cara a la cuarta revolución industrial ¿cómo adecuar nuestra enseñanza para que los alumnos enfrenten con éxito los retos futuros? Sin duda, las capacidades de las computadoras y sus algoritmos, son cada vez mejores y más útiles al ser humano. De hecho, hay un miedo generalizado de que las máquinas nos reemplacen en puestos laborales que ocupamos actualmente (World Economic Forum, 2018). Sin embargo, en voz de expertos, las tareas que realizan las computadoras están orientadas a actividades muy específicas, de tal manera que la inteligencia necesaria para enfrentarse a situaciones desconocidas e inesperadas donde se requiere evaluar qué está sucediendo, por qué está sucediendo y cuáles son las consecuencias de tomar ciertas medidas al respecto, aún es tarea pendiente (Smith, 2018).

En este sentido, para la enseñanza de la estadística considero fundamental fomentar en el alumno competencias como el pensamiento crítico, ya que a medida que las organizaciones aumenten su capacidad de reunir más datos, el diferenciador será tener personas que puedan hacer las preguntas correctas para sacar provecho de esos datos. Aunque las discusiones actuales alrededor del concepto “datos” se centran en la parte tecnológica y de inteligencia artificial, es el lado humano el que seguirá siendo el mayor diferenciador para los equipos y las organizaciones como lo menciona Chamorro-Premuzic (2018).

 

“El uso y aplicación de Data Science podría ser entendido como un arte, ya que el manejo de tanta información requiere intuición, visión cualitativa, comprensión e interpretación de la información disponible sobre una problemática real.”

 

En estadística, Data Science es un término establecido para referirse a la disciplina científica que involucra matemáticas, informática, investigación de operaciones, ciencias aplicadas y estadística (Weihs and Ickstadt, 2018). Por lo general, manejan grandes volúmenes de datos a lo que se le denomina “Big Data”, con el fin de extraer conocimiento derivado del procesamiento, análisis e interpretación de estos datos.

También Data Science hace uso de lenguajes de programación e inteligencia artificial para analizar bases de datos multivariadas que contienen datos en formatos de imágenes, texto, sonido, mediciones, entre otros. En el mundo empresarial, donde se genera información constantemente, la modelación de datos a través de Data Science permite a directivos tomar decisiones oportunas, monitorear continuamente la calidad de productos, servicios y pronosticar ventas.

Algunos autores como Boire (2018), consideran que el uso y aplicación de Data Science podría ser entendido como un arte debido a que el manejo de tanta información requiere intuición, visión cualitativa, comprensión e interpretación de la información disponible sobre una problemática real, en la que se que necesita la integración de conocimientos avanzados (estadísticos y computacionales) de manera creativa para que sea posible su modelación.

Otros investigadores comentan que las habilidades que más se destacan en este campo de acción son la formulación de preguntas productivas, pensar computacionalmente y analíticamente, visualizar y resumir datos, comunicación y  narración o argumentación efectiva (Dichev y Dicheva 2017). Esta última habilidad, narración o argumentación efectiva es una de las que menos se inculcan en los estudiantes.

 

“La narración o argumentación efectiva es una de las habilidades que menos se inculcan en los estudiantes. Los egresados de cualquier profesión deben comunicarse de manera clara, dando razones que justifiquen lo que están expresando verbalmente o de manera escrita.”

 

La argumentación efectiva es una de las habilidades que deberían tener los egresados de cualquier profesión debido a que se deben comunicar de manera clara, dando razones que justifiquen lo que están expresando verbalmente o de manera escrita. Pasquier, Rahwan, Dignum y Sonenberg (2007) sostienen que tanto la argumentación como la justificación e incluso la explicación pueden ser vistos como procesos por los que una persona muestra a otra por qué su postura es coherente.

En la enseñanza de Data Science, Parker (2018) sostiene que la argumentación efectiva es una de las habilidades menos desarrolladas en los estudiantes y que es necesario de incentivar. Pensando en desarrollar esta habilidad de argumentación, además de las habilidades estadísticas y computacionales, Parker (2018) planeó un curso en el que sus estudiantes tenían que elaborar varios proyectos de investigación sobre problemáticas reales en el que se les solicitaba desde indicar el problema, recolectar la información, analizarla, interpretarla y encontrar los hallazgos relevantes del análisis en el contexto del problema. En estos proyectos, los estudiantes necesitaban utilizar herramientas tecnológicas y documentar los hallazgos del análisis estadístico en reportes escritos y también de manera oral.

De esta manera, Parker sugiere que los estudiantes pueden desarrollar no sólo las habilidades propias de Data Science sino también otras habilidades como de argumentación efectiva, trabajo en equipo, etcétera. Por ello, se recomienda al profesor de cualquier disciplina no sólo enfocarse en el desarrollo de las habilidades propias de esa área disciplinar sino también enfocarse otras habilidades que contribuyan al desarrollo integral del futuro profesionista.

A su vez, en la educación de la estadística se ha resaltado la necesidad de promover en los estudiantes el razonamiento inferencial  (e.g., Bakker & Derry, 2011; Makar & Rubin, 2014). Este tipo de razonamiento es requerido en las investigaciones cuantitativas para generalizar hacia una población teniendo los datos de una muestra representativa.

Por ello, es recomendable que este razonamiento se fomente en los estudiantes de todas las especialidades. En sí, el razonamiento inferencial es definido por Inzunza (2013) como el proceso de ir más allá de los datos de una muestra para extraer conclusiones de un universo que no ha sido explorado en su totalidad, consecuentemente las conclusiones a las que se llegan son inciertas.

Los investigadores en educación en estadística han explorado varias estrategias para ayudar a sus estudiantes a desarrollar el razonamiento inferencial como la inferencia informal, considerada una inferencia que se realiza sin el empleo de los métodos formales de inferencia estadística (p. ej., pruebas de hipótesis e intervalos de confianza), y también la simulación de muestras aleatorias. Por ejemplo, en la propuesta de  Ben-Zvi (2018), sus estudiantes tenían que experimentar tres ciclos de investigación durante un curso introductorio: el primero usando análisis exploratorio de datos (análisis gráfico), el segundo haciendo una inferencia informal, y el tercero haciendo una inferencia usando simulación.

La similitud de la propuesta de Parker y la de Ben-Zvi estriba en que en ambas impera la necesidad de que los alumnos adquieran las habilidades propias de la materia que están cursando además de otras habilidades. Para desarrollarlas, tanto Parker como Ben-Zvi expusieron a sus estudiantes a actividades o proyectos en los que ellos tenían que ponerlas en práctica durante el curso como lo hubieran hecho al aprender un arte (p. ej., un instrumento musical, a pintar, a esculpir). Cabe aclarar que en este artículo sólo se presentan la propuesta de Parker y la de Ben-Zvi para ejemplificar cómo estos investigadores tenían el objetivo de desarrollar ciertas habilidades y razonamientos, y para explicar brevemente las estrategias que ellos usaron. Sin embargo, existen otras investigaciones y propuestas para la enseñanza de la estadística en cursos introductorios, en las que se han empleado diversas herramientas y software para estadísticos.

En mi experiencia como docente de la materia de Probabilidad y Estadística participe en el diseño de un curso que tenía como fin introducir las ideas inferenciales,  ideas previas de los conceptos formales de inferencia estadística (p. ej., el valor p, intervalos de confianza y significancia estadística, pruebas de hipótesis),  desde el inicio del curso y desarrollarlas durante el transcurso del mismo (Ruiz, Albert, Tobías, Villarreal, 2014).

Posteriormente, he estudiado el razonamiento inferencial a través de la argumentación en reportes escritos y en presentaciones orales sobre situaciones inferenciales de comparación en contextos reales (tiempo entre pulsos en pacientes enfermos del corazón que utilizan marcapasos vs. los que no lo utilizan, contaminación de PM10 en primavera-verano vs. otoño-invierno)  y en la que se les proporcionaron los datos que ellos debían analizar. Los cuáles han sido elaborados en equipos, usando el software estadístico Minitab. En una investigación en curso, nos interesa analizar cómo los alumnos validan y soportan su inferencia estadística, observando si ellos logran integrar las razones del contexto y las razones estadísticas como sugieren Bakker, Kent, Derry & Noss (2008). Para hacer el análisis de la solidez y de la validez del razonamiento inferencial se propuso un marco conceptual que integra el modelo de argumentación de Toulmin y las componentes esenciales en el razonamiento inferencial (ver Gómez-Blancarte and Tobías-Lara, 2018).

A mis colegas docentes los invito a documentarse sobre lo que están haciendo los expertos en el área disciplinar que enseñamos. Para lograrlo propongo crear redes de colaboración entre docentes y compartir nuestras ideas y experiencias.

 

Acerca del autor

María Guadalupe Tobías Lara (mgtl@itesm.mx) es investigadora en estadística educativa y es docente de la materia de Probabilidad y Estadística en el Tecnológico de Monterrey.

 

Referencias

  • Albert, J. A., Ruiz, B., Tobías, M.G., Villarreal, O. (2014). Proyecto: Transformando la Educación Estadística desde un Enfoque Inferencial. Fondo NOVUS. Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey. Convocatoria 2014-2015
  • Bakker, A., Kent, P., Derry, J., Noss, R., and Hoyles, C. (2008). Statistical inference at work: Statistical process control as an example. Statistics Education Research Journal, 7(2), 130-145. [Online: http://iase-web.org/documents/SERJ/SERJ7(2)_Bakker.pdf]
  • Bakker, A., & Derry, J. (2011). Lessons from inferentialism for statistics education, Mathematical Thinking and Learning, 13(1-2), 5-26. doi: 10.1080/10986065.2011.538293
  •  Ben-Zvi, D. (2018). Three paradigms to develop students’ statistical reasoning.In M. A. Sorto, A. White, & L. Guyot (Eds.), Looking back, looking forward. Proceedings of the Tenth International Conference on Teaching Statistics (ICOTS-10), Kyoto, Japan. Voorburg, The Netherlands: International Statistical Institute.
  • Boire, R. (2018). “The art of Data Science”, Predictive Analytics Times. [https://www.predictiveanalyticsworld.com/patimes/the-art-of-data-science/9475/]
  • Chamorro-Premuzic, T. (2018). 3 Ways to Build a Data-Driven Team. Recuperado de https://hbr.org/2018/10/3-ways-to-build-a-data-driven-team
  • Dichev, C., & Dicheva, D. (2017). Towards Data Science Literacy. Procedia Computer
    Science 108
    , 2151-2160.
  • Gómez-Blancarte, A., and Tobías-Lara, M. G. (2018). Using the Toulmin model of argumentation to validate students’ inferential reasoning. In M. A. Sorto, A. White, & L. Guyot (Eds.), Looking back, looking forward. Proceedings of the Tenth International Conference on Teaching Statistics (ICOTS-10), Kyoto, Japan. Voorburg, The Netherlands: International Statistical Institute.2018).
  • Inzunza, S. (2013). Un acercamiento informal a la inferencia estadística mediante un ambiente computacional con estudiantes de bachillerato. Revista Electrónica AMIUTEM, 1(1), 60-75.
  • Makar, K. & Rubin, A. (2014). Informal statistical inference revisited. In K. Makar, B. de Sousa, & R. Gould (Eds.), Proceedings of the 9th International Conference on Teaching Statistics. Flagstaff, Arizona, USA: International Statistical Institute.
  • Parker, H. (2018). Cultivating creativity in data work. Keynotes in In M. A. Sorto, A. White, & L. Guyot (Eds.), Looking back, looking forward. Proceedings of the Tenth International Conference on Teaching Statistics (ICOTS-10), Kyoto, Japan. Voorburg, The Netherlands: International Statistical Institute.
  • Pasquier, P., Rahwan, I., Dignum, F., & Sonenberg, L. (2007). Argumentation and persuasion in the cognitive coherence theory: preliminary report. Argumentation and Persuasion in the Cognitive Coherence Theory (193–210). Springer Berlin Heidelberg.
  • Smith, G. (2018). Beware the AI delusion. Recuperado de https://www.fastcompany.com/90247482/beware-the-ai-delusion?partner=feedburner&utm_source=feedburner&utm_medium=feed&utm_campaign=feedburner+fastcompany&utm_content=feedburner
  • Weihs, C. and Ickstadt, K. (2018). Data Science: the impacts of statistics.  International Journal of Data Science and Analytics . https://doi.org/10.1007/s41060-018-0102-5
  • World Economic Forum (2018). Machines Will Do More Tasks Than Humans by 2025 but Robot Revolution Will Still Create 58 Million Net New Jobs in Next Five Years. Recuperado de http://reports.weforum.org/future-of-jobs-2018/press-releases/

Fuente: https://observatorio.itesm.mx/edu-bits-blog/retos-de-la-ensenanza-en-la-era-de-big-data

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El foro en Buenos Aires Cumbre del G20: por primera vez, los líderes del mundo debatirán sobre educación

Por: Ricardo Braginski.

Por iniciativa de la Argentina, este año se incorporó el tema a la agenda como un asunto “prioritario”. Los ministros de todos los países acordaron un documento que llevarán a la cumbre este fin de semana. Qué contiene.

Los jefes de Estado ya están llegando. Pronto comenzarán las bilaterales, la cumbre y luego la foto final. Todo será como cualquier otra reunión del G20, pero esta vez con una diferencia. Por primera vez, este año los mandatarios firmarán un documento en el que el tema educación está entre los prioritarios. Es más, por primera vez se armó un “grupo de trabajo de Educación” que, durante todo este año e incluso con una reunión de todos los ministros de educación de los países del G20 en Mendoza, elaboró el documento final que será puesto a consideración de los presidentes en la cumbre de este fin de semana.

El documento es bien extenso y recorre diversos aspectos de las políticas educativas que, desde este foro, se recomienda para los países. Habla del derecho de los chicos a tener una educación de calidad, de cómo desarrollar las habilidades que se requerirán para los próximos años, la necesidad de financiamiento con control de los resultados en términos de aprendizajes, y el compromiso a una mayor cooperación internacional en esta materia.

Todos juntos. Compromiso firmado en septiembre por los ministros de educación del G20. EFE

Todos juntos. Compromiso firmado en septiembre por los ministros de educación del G20. EFE

Y avanza incluso sobre aspectos más puntuales como tomar en cuenta a la inteligencia artificial, el Big Data e Internet de las cosascomo cuestiones centrales a considerar en los nuevos contenidos escolares, tener un foco las áreas STEAM -ciencia, tecnología, ingeniería, artes y matemáticas-, y la necesidad que los docentes manejen lenguajes digitales y tengan iniciativas innovadoras.

¿Cómo se llega a que un foro especializado en finanzas y economía se preocupe por estos temas? Dicen que el G20 dio un vuelco importante en el 2008, tras la gran crisis internacional. Allí, los responsables del organismo advirtieron que el crecimiento económico de las naciones -el objetivo de este foro- no iba a lograrse sólo con medidas económicas, y que para desarrollarse los países también necesitan ampliar los temas de debate. Así se fueron incorporando los diversos “grupos de trabajo”, como los de empleo, “mujeres líderes en negocio” o desarrollo. Y este año, por iniciativa de la Argentina en la presidencia del G20, también el grupo de educación.

“Entendemos que para que nuestros países crezcan y se desarrollen en todas las dimensiones, incluidas las personales, la herramienta fundamental es la educación. Es esencial toda aquella política orientada a desarrollar las habilidades del siglo XXI así como la cooperación para que se articulen estas políticas entre los países”, le dijo a Clarín Alejandro Finocchiaro, ministro de Educación nacional, al explicar por qué la Argentina pidió que se incorpore la educación a la agenda del foro.

Para llegar al documento final sobre educación que será tratado por los presidentes en la cumbre, hubo distintas instancias y encuentros. En abril se reunieron los equipos técnicos de los distintos países en Buenos Aires (en el CCK) y en septiembre los ministros de educación de los países del G20 en Mendoza. Ahí firmaron el texto que se llevará al foro de presidentes ahora.

Si bien ese documento está plagado de enunciados políticamente correctos y de buenas intenciones, siempre sobreviene la incógnita con respecto a cuánto de todo esto llegará finalmente a las aulas, al aprendizaje diario y concreto de los chicos en cada rincón del país.

Finocchiaro reconoce que en los encuentros de organismos internacionales suele perderse el tiempo en aspectos irrelevantes, pero asegura que el G20 es distinto, especialmente por “el modelo de cooperación” que -dice- se establece. Y da un ejemplo: el nuevo modelo de enseñanza de la matemática que el Gobierno comenzará a implementar el año que viene en el país.

“El modelo Aprender Matemática toma las experiencias de casos de éxito como los de Singapur y Francia y esto surge a partir de la cooperación en el marco del G20. Logramos que vengan a la Argentina pedagogos de esos dos países (que volverán en enero) que, sumados a los pedagogos argentinos, están trabajando en la implementación del nuevo modelo. Es un ejemplo concreto de un sistema de cooperación que toma buenas prácticas de otros países y se busca adaptar a nuestra realidad. Todo esto se hizo en el marco del G20 y fue totalmente gratis para el país: no tuvimos que invertir un solo peso”, dice Finocchiaro.

Este miércoles, además, la Argentina firmó un acuerdo para reforzar la cooperación en educación con los Estados Unidos. Contempla la creación de un grupo de trabajo que deberá diseñar un programa de actividades basado en intereses comunes en el área de la educación, desarrollar y promocionar becas y otras herramientas que fomenten el aumento de la movilidad estudiantil y el intercambio académico. Además, deberá facilitar la cooperación entre gobiernos regionales, organizaciones de la sociedad civil, universidades y otras instituciones educacionales a todo nivel, de acuerdo a un comunicado de la embajada de los Estados Unidos en la Argentina.

Acuerdo de cooperación en educación con los Estados Unidos entre el embajador Edward C. Prado y el ministro Alejandro Finocchiaro.

El acuerdo fue firmado por el embajador de Estados Unidos en Argentina Edward C. Prado y el ministro de Educación nacional Alejandro Finocchiaro.

Tras la experiencia de Buenos Aires, la duda ahora está planteada en si Japón, el próximo presidente del foro durante el año que viene, va a seguir considerando a la educación como tema prioritario. “Eso dependerá de ellos, pero esperemos que la experiencia nuestra sirva para que continúen”, dicen desde el Gobierno argentino.

Fuente del artículo: https://www.clarin.com/politica/cumbre-g20-primera-vez-lideres-mundo-debatiran-educacion_0_1mjC72s2s.html

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Max Tegmark: “Hay una gran presión económica para hacer obsoletos a los humanos”

Redacción: El País

En su libro ‘Vida 3.0’, el profesor del MIT propone argumentos para un debate global que evite que la llegada de la Inteligencia Artificial acabe en desastre

Cuando el rey Midas le pidió a Dionisio transformar en oro todo lo que tocase cometió un fallo de programación. No pensaba que el dios sería tan literal al concederle el deseo y solo fue consciente de su error cuando vio a su hija convertida en una estatua metálica. Max Tegmark (Estocolmo, 1967) cree que la inteligencia artificial puede presentar riesgos y oportunidades similares para la humanidad.

El profesor del MIT y director del Future of Life Institute en Cambridge (EE UU) estima que la llegada de una Inteligencia Artificial General (IAG) que supere a la humana es cuestión de décadas. En su visión del futuro, podríamos acabar viviendo en una civilización idílica donde robots superinteligentes harían nuestro trabajo, crearían curas para todas nuestras enfermedades o diseñasen sistemas para ordeñar la energía descomunal de los agujeros negros. Sin embargo, si no somos capaces de transmitirle nuestros objetivos con precisión, también es posible que a esa nueva inteligencia dominante no le interese nuestra supervivencia o, incluso, que asuma un objetivo absurdo como transformar en clips metálicos todos los átomos del universo, los que conforman nuestros cuerpos incluidos.

Para evitar el apocalipsis, Tegmark considera que la comunidad global debe implicarse en un debate para orientar el desarrollo de la inteligencia artificial en nuestro beneficio. Esta discusión deberá afrontar problemas concretos, como la gestión de las desigualdades generadas por la automatización del trabajo, pero también un intenso esfuerzo filosófico que triunfe donde llevamos siglos fracasando y permita definir y acordar qué es bueno para toda la humanidad para después inculcárselo a las máquinas.

Si se mira a las motivaciones de las compañías que están desarrollando la IA, la principal es ganar dinero

Estos y otros temas relacionados con la discusión que Tegmark considera más importante para el futuro de la humanidad son los que recoge en su libro Vida 3.0: ser humano en la era de la inteligencia artificial, un ambicioso ensayo que han recomendado gurús como Elon Musk en el que el cosmólogo sueco trata de adelantarse a lo que puede suceder durante los próximos milenios.

Pregunta. Los humanos, en particular durante los últimos dos o tres siglos, hemos tenido mucho éxito comprendiendo el mundo físico, gracias al avance de disciplinas como la física o la química, pero no parece que hayamos sido tan eficaces entendiéndonos a nosotros mismos, averiguando cómo ser felices o llegando a acuerdos sobre cómo hacer un mundo mejor para todo el mundo. ¿Cómo vamos a dirigir los objetivos de la IAG sin alcanzar antes acuerdos sobre estos asuntos?

Respuesta. Creo que nuestro futuro puede ser muy interesante si ganamos la carrera entre el poder creciente de la tecnología y la sabiduría con la que se gestiona esa tecnología. Para conseguirlo, tenemos que cambiar estrategias. Nuestra estrategia habitual consistía en aprender de nuestros errores. Inventamos el fuego, la fastidiamos unas cuantas veces y después inventamos el extintor; inventamos el coche, la volvimos a fastidiar varias veces e inventamos el cinturón de seguridad y el airbag. Pero con una tecnología tan potente como las armas atómicas o la inteligencia artificial sobrehumana no vamos a poder aprender de nuestros errores. Tenemos que ser proactivos.

Es muy importante que no dejemos las discusiones sobre el futuro de la IA a un grupo de frikis de la tecnología como yo sino que incluyamos a psicólogos, sociólogos o economistas para que participen en la conversación. Porque si el objetivo es la felicidad humana, tenemos que estudiar qué significa ser feliz. Si no hacemos eso, las decisiones sobre el futuro de la humanidad las tomarán unos cuantos frikis de la tecnología, algunas compañías tecnológicas o algunos Gobiernos, que no van a ser necesariamente los mejor cualificados para tomar estas decisiones para toda la humanidad.

P. ¿La ideología o la forma de ver el mundo de las personas que desarrollen la inteligencia artificial general definirá el comportamiento de esa inteligencia?

El Gobierno español ha rechazado unirse a otros países en la ONU para prohibir las armas letales autónomas

R. Muchos de los líderes tecnológicos que están construyendo la IA son muy idealistas. Quieren que esto sea algo bueno para toda la humanidad. Pero si se mira a las motivaciones de las compañías que están desarrollando la IA, la principal es ganar dinero. Siempre harás más dinero si reemplazas humanos por máquinas que puedan hacer los mismos productos más baratos. No haces más dinero diseñando una IA que es más bondadosa. Hay una gran presión económica para hacer que los humanos sean obsoletos.

La segunda gran motivación entre los científicos es la curiosidad. Queremos ver cómo se puede hacer una inteligencia artificial por ver cómo funciona, a veces sin pensar demasiado en las consecuencias. Logramos construir armas atómicas porque había gente con curiosidad por saber cómo funcionaban los núcleos atómicos. Y después de inventarlo, muchos de aquellos científicos desearon no haberlo hecho, pero ya era demasiado tarde, porque para entonces ya había otros intereses controlando ese conocimiento.

P. En el libro parece que da por hecho que la IA facilitará la eliminación de la pobreza y el sufrimiento. Con la tecnología y las condiciones económicas actuales, ya tenemos la posibilidad de evitar una gran cantidad de sufrimiento, pero no lo hacemos porque no nos interesa lo suficiente o no le interesa a la gente con el poder necesario para conseguirlo. ¿Cómo podemos evitar que eso suceda cuando tengamos los beneficios de la inteligencia artificial?

R. En primer lugar, la tecnología misma puede ser muy útil de muchas maneras. Cada año hay mucha gente que muere en accidentes de tráfico que probablemente no morirían si fuesen en coches autónomos. Y hay más gente en América, diez veces más, que mueren en accidentes hospitalarios. Muchos de esos se podrían salvar con IA si se utilizase para diagnosticar mejor o crear mejores medicinas. Todos los problemas que no hemos sido capaces de resolver debido a nuestra limitada inteligencia es algo que podría resolver la IA. Pero eso no es suficiente. Como dice, ahora mismo tenemos muchos problemas que sabemos exactamente cómo resolver, como el hecho de que haya niños que vivan en países ricos y no estén bien alimentados. No es un problema tecnológico, es un problema de falta de voluntad política. Esto muestra lo importante de que la gente participe en esta discusión y seleccionemos las prioridades correctas.

Por ejemplo, en España, el Gobierno español ha rechazado unirse a Austria y muchos otros países en la ONU en un intento para prohibir las armas letales autónomas. España apoyó la prohibición de armas biológicas, algo que apoyaban los científicos de esa área, pero no han hecho lo mismo para apoyar a los expertos en IA. Esto es algo que la gente puede hacer: Animar a sus políticos para que afronten estos asuntos y nos aseguremos de que dirigimos la tecnología en la dirección adecuada.

En los próximos tres años comenzará una nueva carrera armamentística con armas letales autónomas

P. La conversación que propone en Vida 3.0 sobre la Inteligencia Artificial en el fondo es muy parecida a la que se debería tener sobre política en general, sobre cómo convivimos entre nosotros o como compartimos los recursos. ¿Cómo crees que el cambio en la situación tecnológica va a cambiar el debate público?

R. Creo que va a hacer las cosas más drásticas. Los cambios producidos por la ciencia se están acelerando, todo tipo de trabajos desaparecerán cada vez más rápido. Muchos se ríen de la gente que votó a Trump o a favor del Brexit, pero su rabia es muy real y los economistas te dirán que las razones por las que esta gente está enfadada, por ser más pobres de lo que eran sus padres, son reales. Y mientras no se haga nada para resolver estos problemas reales, su enfado aumentará.

La Inteligencia Artificial puede crear una cantidad enorme de nueva riqueza, no se trata de un juego de suma cero. Si nos convencemos de que va a haber suficientes impuestos para proporcionar servicios sociales y unos ingresos básicos, todo el mundo estará feliz en lugar de enfadado. Hay gente a favor de la Renta Básica Universal, pero es posible que haya mejores formas de resolver el problema. Si los gobiernos van a dar dinero a la gente solo para apoyarles, también se lo puede dar para que la gente trabaje como enfermeros o como profesoras, el tipo de trabajos que se sabe que dan un propósito a la vida de la gente, conexiones sociales…

No podemos volver a los criterios de distribución del Egipto de los faraones, en los que todo estaba en manos de un puñado de individuos, pero si una sola compañía puede desarrollar una inteligencia artificial general, es solo cuestión de tiempo que esa compañía posea casi todo. Si la gente que acumule este poder no quiere compartirlo el futuro será complicado.

P. Si no hacemos nada, ¿cuál serían las principales amenazas provocadas por el desarrollo de la IA?

R. En los próximos tres años comenzaremos una nueva carrera armamentística con armas letales autónomas. Se producirán de forma masiva por los superpoderes y en poco tiempo organizaciones como ISIS podrán tenerlas. Serán los AK-47 del futuro salvo que en este caso son máquinas perfectas para perpetrar asesinatos anónimos. En diez años, si no hacemos nada, vamos a ver más desigualdad económica. Y por último, hay mucha polémica sobre el tiempo necesario para crear una inteligencia artificial general, pero más de la mitad de los investigadores en IA creen que sucederá en décadas. En 40 años nos arriesgamos a perder completamente el control del planeta a manos de un pequeño grupo de gente que desarrolle la IA. Ese es el escenario catastrófico. Para evitarlo necesitamos que la gente se una a la conversación.

Fuente: https://elpais.com/elpais/2018/08/07/ciencia/1533664021_662128.html

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Cómo Colegium quiere transformar la educación con tecnología

Por: Hugo Martínez.

Arancar una hoja del cuaderno de notificaciones, ocultar el boletín u omitir las anotaciones negativas de la libreta de clases son prácticas que van quedando en el pasado. En plena cuenta regresiva hacia la segunda década del siglo XXI, cada vez más colegios argentinos digitalizan sus procedimientos escolares y administrativos a través de plataformas. Entre ellas, Colegium plantea una nueva forma de relación entre las instituciones educativas y los padres y madres.

Se trata de una plataforma de gestión escolar que propone distintas maneras de acercar la tecnología a la educación. La empresa nació hace 18 años y sus más de 40 plataformas y apps ya fueron elegidas por dos millones de usuarios en 2000 colegios.  Como parte de sus acciones, Colegium lanzó la campaña “Yo Cuido Mi Huella Digital”, un aporte para facilitar la generación de espacios de seguridad y confianza en el mundo digital que habitan los niños y las niñas.

No es fácil ser niño o niña en pleno siglo XXI. A pesar de todas las comodidades y acceso a recursos poderosos y sofisticados que tienen, ellos viven en muchos casos incertidumbres que no experimentaron en su momento las generaciones que hoy son adultas.

Es evidente para ellos que les toca vivir un mundo en cambio, donde la inteligencia artificial amenaza sus opciones laborales y que deberán hacerse cargo de las crisis ecológicas que ya es factible prever.

Celebrar la infancia es una oportunidad para recuperar los espacios de comunicación y cercanía con las niñas y niños, para acompañar y mediar la construcción de la imagen de presente y futuro que requieren definir las generaciones más pequeñas.

La intensa vida digital que los niños están experimentando desde temprana edad, a través de los videojuegos, canales de vídeo y redes sociales es un recurso que entrega elementos para incrementar las oportunidades de acompañamiento. También puede llegar a ser una amenaza,especialmente cuando se utiliza como sustito de las interacciones personales.

En este sentido, es fundamental no perder de vista a qué contenidos y experiencias digitales tienen acceso. Este liderazgo debe ser claro, consistente y cercano. Los menores deben entender el control parental como una expresión de cuidado y afecto.

La incipiente vida digital debe ser compartida con los adultos como oportunidades de integración y comunicación. Esto es tan simple como jugar juntos en la tablet o mirar y comentar en conjunto los canales de vídeo. Si nos preocupa el potencial aislamiento que pueden generar las pantallas en los menores de edad, la solución es no dejarlos solos.

Para los niños en edad escolar, los recursos digitales pasan a ser elementos esenciales del trabajo académico. Si bien existen plataformas que ayudan a organizar estos recursos, el rol de los profesores y adultos sigue siendo esencial al momento de educar en la selección adecuada de los contenidos, las fuentes y el desarrollo de la capacidad crítica y analítica.

A pesar de las brechas culturales que el mundo digital está generando entre distintas generaciones, los niños de hoy necesitan, como en todas las épocas, de adultos que los acompañen en su crecimiento y desarrollo. Desde Colegium se propone una forma innovadora de establecer esa relación y de estar al tanto de todo lo que sucede en las instituciones educativas.

Fuente de la reseña: https://www.iproup.com/innovacion/1155-innovacion-tecnologica-productos-innovadores-negocios-innovadores-Como-Colegium-quiere-transformar-la-educacion-con-tecnologia

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Profesores, ¿nos robarán los robots nuestros trabajos?

Chile / 25 de noviembre de 2018 / Autor: Josefina Santa Cruz / Fuente: Elige Educar

Columna escrita por Josefina Santa Cruz y publicada en Cooperativa. Docente de educación general básica  que actualmente es la decana de la Facultad de Educación de la Universidad del Desarrollo.

El estudio “Los robots realmente nos robarán nuestros trabajos”, elaborado a partir del análisis del mercado laboral de 27 países de la OCDE, señala que la proporción de empleos con alto riesgo potencial de automatización se estima que serán hasta un 34% a mediados de 2030.

Por su parte, el centro de investigación Oxford Martin Programme de la Universidad de Oxford proyecta que el 47% de los empleos en Estados Unidos están en riesgo de caer en la obsolescencia. Y por último, la consultora McKinsey considera que este porcentaje es aún mayor y que llegará al 60%. ¿Seremos reemplazados los profesores por la inteligencia artificial?

El avance de la ciencia y la tecnología ha penetrado la sala de clases y es inútil pretender lo contrario. No vale la pena obstinarse por cerrarle las puertas porque sería una batalla perdida. Por el contrario, los docentes tenemos la responsabilidad de usar todas las herramientas que tenemos a nuestro alcance para facilitar el aprendizaje de nuestros estudiantes y para ello, el uso de la tecnología ciertamente puede ser ventajoso.

Algunos de los procesos se pueden potenciar si son automatizados. Así, por ejemplo, los profesores pueden ayudar a sus estudiantes a adquirir velocidad y precisión en la resolución de operaciones aritméticas o a comprender reglas ortográficas y gramaticales mediante el uso de aplicaciones y videojuegos creados con dichos objetivos. También el uso de tecnología puede servir para transmitir contenidos, como una película que muestre cómo vivían los griegos o una grabación de cómo se desarrolla una mariposa.

Asimismo, aquellos procesos que pueden ser sistematizados en pasos a seguir podrían quizás ser enseñados por un computador.

No resulta difícil imaginar aplicaciones y softwares que ilustren a sus usuarios ciertos conocimientos. Sin embargo, no todo lo que se aprende de un docente puede aprenderse de un computador.

El robot podrá mostrar cómo dibujar un rostro humano pero no sabrá entusiasmar al potencial artista que hay en un estudiante.

Sabrá mostrarle cómo crear agua potable, pero no podrá compartir su testimonio de aquella vez en las vacaciones en que se vio en la necesidad de hacer agua potable.

Tal vez le enseñará a resolver un sistema de ecuaciones, pero no será capaz de comprender la frustración del estudiante que no llega al resultado. Y quizás el estudiante aprenderá a tocar Für Elise perfectamente en piano, pero el robot nunca le podrá transmitir la pasión por la música que siente el alma humana.

Para que un computador enseñe, alguien debe programarlo y ello implica saber de antemano qué es lo que se quiere transmitir y cómo hacerlo. La realidad de los buenos profesores, en cambio, involucra saber adaptarse y ser flexibles frente a cambios inesperados.

Eso implica cambiar y adaptar la planificación constantemente para acomodarse a los estudiantes y su contexto; pensar un nuevo ejemplo si el primero no aclaró el concepto; acortar la clase cuando ocurra algún evento; usar la pizarra en vez del proyector si se corta la electricidad; cambiar la actividad cuando faltan los materiales o alargar una tarea cuando está siendo muy exitosa.

Las ciencias están todavía lejos de la posibilidad de crear un robot que logre imitar la flexibilidad de un profesional y su capacidad de evaluar y discernir qué es lo mejor en cada momento. Más importante aún, nunca podrá sentir como siente una persona.

Podrá simular sentir cariño hacia sus estudiantes y actuar como si sintiera empatía, pero cualquiera sabría que esa no es verdadera compasión. Asimismo, estamos lejos de crear un computador capaz de captar aquello que no se dice, de leer entre líneas y vislumbrar el corazón de los estudiantes.

La labor de los docentes es, ante todo, la de formadores de personas. No cabe duda que los que mejor saben educar son aquellos que han sentido, aprendido y vivido como sus estudiantes: los profesores de carne y hueso.

Fuente del Artículo:

http://www.eligeeducar.cl/profesores-nos-robaran-los-robots-trabajos

ove/mahv

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China superpotencia en inteligencia artificial

Redacción: El Dctamen/14-11-2018

Zhu Long, cofundador y presidente de Yitu, una de las principales empresas de inteligencia artificial de China, aseguró, en una entrevista reciente, que su país llevará la batuta en las innovaciones digitales que abrirán una nueva era, la de una revolución tecnológica que provocará cambios socioeconómicos más profundos que los de la industrial. Zhu, que desarrolla sistemas de reconocimiento facial y algoritmos para diagnósticos médicos, asegura que muchas de las cosas que ahora consideramos imprescindibles para el desempeño de nuestras vidas y de nuestra formación dejarán de serlo, y advierte de que no es ciencia ficción, sino algo que sucederá en los próximos 10 o 20 años. Además, está convencido de que esta nueva etapa tecnológica va a estar liderada por su país: China. Sustenta esta predicción con tres argumentos. “Primero, porque tanto la población china como el Gobierno son mucho más receptivos a las nuevas tecnologías que el resto. Eso ha permitido que en el mercado abunden las oportunidades empresariales y que la inversión en I+D se haya disparado. Segundo, porque hay mucha gente que, como yo, se ha formado en centros de élite de todo el mundo y regresa a China para poner en práctica lo aprendido e ir más allá. Y tercero, porque nadie puede igualar el peso demográfico del país. Los 1.400 millones de habitantes crean economías de escala y retos que son un aliciente para desarrollar tecnologías como la inteligencia artificial, que en China tiene más aplicaciones prácticas que en otros países”.

Y las estadísticas le dan la razón. El año pasado, el gigante asiático destinó 1,79 billones de yuanes a investigación, un crecimiento del 14% con respecto a 2016 y un 70,9% más si se compara con la cifra de 2012. Y la segunda potencia mundial todavía tiene margen para el crecimiento porque su inversión en I+D es de solo el 2,1% del PIB, solo a 7 décimas detrás de Estados Unidos y 1,2 puntos por debajo de Alemania. China es el país con más estudiantes fuera de sus fronteras, pues el año pasado 608.400 chinos viajaron al extranjero para formarse. Un 11,74% más que en 2016. El número de estudiantes chinos que regresaron a su país también creció a un ritmo parecido (11,19%) y alcanzó los 480.900. De esos, 227.400 volvieron con un máster o un título superior.

Desde hace cuatro décadas que China decidió abrirse al mundo, más de 5,1 millones de chinos han estudiado en el extranjero. 3,1 millones (un 83,73%) han vuelto a China. El año pasado ocho millones de chinos se graduaron en las universidades del país, una cifra que duplica la de Estados Unidos y multiplica casi por 10 la de China en 1997. Los buenos resultados de Shanghái en el informe PISA también reflejan la gran inversión realizada en el sector educativo. Según previsiones de The Economist Intelligence Unit, China liderará el mundo en número de graduados en estudios STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas).

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