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Una tarea ineludible: Proteger la libertad de expresión

Por: Miguel Guerrero  

El fallo del Tribunal Constitucional declarando la inconstitucionalidad de varios artículos de la Ley 6132 de noviembre de 1963 sobre Expresión y Difusión del Pensamiento, hace oportuna la discusión del tema de la responsabilidad de la prensa. El Tribunal eliminó el sistema que extiende sobre terceros las acciones de otro, lo cual, a mi juicio, no sólo tiene un efecto trascendente en el ejercicio periodístico, sino también en todo el ámbito de la práctica democrática y el respeto a los derechos ciudadanos.

¿Por qué  entonces es tan importante la fijación de los límites de esa responsabilidad, ahora que la decisión del TC libera en cierto modo a los medios de lo que se ha dado en llamar delitos de palabra o de prensa? ¿A quién le corresponde la fijación de esos medios? ¿Es una tarea del Gobierno, de las iglesias o de cualquier otro grupo de la sociedad organizada?

¿Obliga la fijación de esos  límites del accionar periodístico a permanecer al margen de las discusiones públicas, a renunciar a mantener una posición a favor de alguna corriente electoral, ahora que nos encontramos en un proceso considerado esencial para el futuro de las instituciones democráticas y la práctica partidista?¿Por qué es tan importante la fijación de esos límites?

A los medios no les ha parecido trascendente asumir esa tarea. La razón descansa en la presunción de que fijarse límites implica una renuncia a actuar con libertad y fijar posiciones independientes, rehuir de su condición de vigilia del respeto a las leyes y la Constitución y abandonar su responsabilidad de servir de garante del respeto al orden jurídico.

Nada más incierto. La fijación de esos límites fortalecerá el clima en que se desenvuelve la prensa y hará más difícil los esfuerzos por acallarla o someterla a la reproducción de verdades oficiales.

La fijación de límites para proteger la libertad de expresión

En muchos países, la ausencia o inobservancia de los límites que impone un ejercicio responsable de la libertad, hace que los ciudadanos se muestren dispuestos a renunciar a derechos con tal de preservar niveles aceptables de seguridad. En otra dimensión es lo que ocurrió en Estados Unidos, tras los atentados del 11 de septiembre y lo que luego se vio en Europa ante los efectos de inmigraciones masivas que han pulverizado valores tradicionales de esas sociedades y los logros políticos de la Unión, como la libre circulación, y la desaparición virtual de las fronteras. En Estados Unidos y Europa los ciudadanos han aceptado la pérdida de algunos derechos a cambio de una mayor seguridad y la preservación de tradiciones y valores.

La no fijación de esos límites por la propia prensa en nuestro país hará, como en efecto podría estar ocurriendo, que muchos ciudadanos terminen aceptando algunas restricciones a causa de lo que se lee en algunos medios digitales y en las redes y lo que ven y escuchan a diario en muchos programas de televisión y radio. La no fijación de esos límites ha creado paradigmas que atentan contra el buen y sano ejercicio del periodismo.

Muchos de ustedes pensarán que estoy proponiendo límites a la libertad o métodos virtuales de censura o autocensura. Todo lo contrario. Lo que trato de decir es que la no fijación de esos límites, cuya responsabilidad compete exclusivamente a la prensa, acabará por debilitarla y hacerla extremadamente vulnerable a la vocación autoritaria del poder político y los prejuicios de los llamados poderes fácticos.

¿Cómo abordar esa tarea? ¿Qué debe hacerse para establecer las débiles fronteras resultantes de ese esfuerzo sin que ello implique una restricción de la práctica del periodismo, sin desproteger, además, el marco del ejercicio de las demás libertades públicas? Mientras más se eluda el tema más difícil será la tarea. 

Otra amenaza: la concentración de medios

El problema que  hace difícil la fijación por la prensa nacional de los límites de su responsabilidad se debe en parte a la incomprensión de la importancia que ella tiene en la preservación del clima de libertad en que ha existido en las últimas décadas en el país. Radica en el éxito de las prácticas que hacen paradójicamente necesarias la responsabilidad de fijar esos límites.

A partir de algún momento, lo que se considera un buen ejercicio de periodismo comprometido con una “verdad” inexistente, ha radicado en desechar el buen uso de las palabras y hacer del ruido un modelo de ejercicio. Es lo que vemos en muchos exitosos programas de radio y televisión. Y como la altisonancia cala bien en muchas audiencias, con el tiempo esa modalidad del periodismo se ha hecho muy popular alcanzando los ratings más altos del espectro radial y televisivo. Ese nuevo modelo, al que han contribuido las redes, acabará por distorsionar el justo y correcto rol de una prensa responsable en todas olas facetas de la vida nacional, en los procesos electorales y, por ende, en la estabilidad social y el fortalecimiento de las instituciones democráticas, incluyendo la propia prensa.

Para terminar, permítaseme aclarar, que tanto como la irresponsabilidad de eludir la fijación de los límites de su propio ejercicio, existe otra gran amenaza para el futuro de la prensa y es la concentración de medios, que en los últimos años hemos visto crecer dentro de un proceso aparentemente carente de límites y que podría terminar en un peligroso monopolio de control de la información, tan peligroso en el gobierno como en manos privadas.

El monopolio de la información, provenga de donde provenga, hará añicos el papel de los medios en los procesos electorales.

Fuente: https://acento.com.do/2020/opinion/8822625-una-tarea-ineludible-proteger-la-libertad-de-expresion/

Imagen: https://pixabay.com/

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Entrevista a Clara Martínez. Profesora de Derecho Adminisitrativo:

Por: Daniel Sánchez Caballero

“En el ámbito familiar parece que los niños no tienen derechos y cada uno puede hacer lo que quiera”

Los derechos de la infancia, como el derecho de participación, muchas veces no terminan de cumplirse, a pesar de las leyes. Clara Martínez asegura que «no nos creemos que (las y los niños) puedan tener opinión».

Clara Martínez García es profesora de Derecho Administrativo en la Universidad Pontifica de Comillas y hace las funciones de directora de la Cátedra Santander de Derechos del Niño. Desde su posición, Martínez ha investigado en derechos de la infancia y derecho administrativo, lo que la convertía -junto a su equipo- en la candidata ideal para ayudar a elaborar la nueva ley contra la violencia contra infancia, que el Congreso debería aprobar la próxima legislatura (a priori tiene el apoyo de todos los grupos). Martínez, que se declara “muy fan” de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, cree que la Agenda 2030 que los enmarca supone “una gran oportunidad de repensar el sistema. La infancia es transversal a todos los objetivos y nos va a dar una dimensión nueva de lo que tienen que ser las obligaciones de los poderes públicos con los niños para que se puedan cumplir sus derechos”. Hablamos con esta profesora sobre la conferencia que ha impartido este jueves sobre derechos de la infancia en el marco de las jornadas La Ciudad de los Niños, que han tenido lugar en La Casa Encendida de Madrid.

¿Se cumple en España la Convención sobre los derechos del niño?

Hay cosas en las que no, está claro. O, si se quiere, se cumple parcialmente. La violencia contra la infancia sin duda que es una en la que se puede mejorar, pero hay muchos apartados. Pobreza, colectivos vulnerables de niños, participación -una cosa muy seria-, déficits institucionales del sistema… Hay muchos aspectos en los que podemos seguir mejorando.

Varias de las cuestiones parecen bastante obvias, pero me llama la atención que señales, con énfasis además, la participación de los pequeños en la sociedad. Parece un campo muy ignorado.

Es como un límite casi psicológico. Ponemos excusas con el tema de la participación. Pero la Convención, el tema de la participación -que lo consagra en un artículo– lo contempla en unos términos amplísimos. Pretende que el niño sea escuchado en aquellos aspectos de su vida que le afectan. No solo en términos procesales (que le pregunten en un divorcio u otro caso en un juzgado), sino que aparece como catalizador de otros muchos: libertad de expresión, de pensamiento, de creencia. Todos los derechos que aparecen en la Convención están aquí. Pero lo incumplimos mucho. Incluso aunque se recoge en el artículo 9 de la Ley Orgánica de Protección jurídica del Menor, se concreta en que se incumple exactamente igual. Hemos avanzado en tener el derecho, pero nos falta trasladarlo a la práctica. No nos creemos que sean capaces de tener opinión, y no las tenemos en cuenta con el peso que deberíamos, sobre todo, en las cuestiones que les afectan. Pasa en muchos países. Esto no significa que no hayamos hecho nada, hay mucha gente intentado concretar formas de hacerlo. Pero ni siquiera está en nuestras cabezas. Seguimos pensando que tenemos que hacer muchas cosas por ellos, pero sin ellos, una especie de despotismo ilustrado para ellos.

¿De qué manera se podría canalizar esta participación?

No hay una única manera. La base estaría -según el Comité y yo estoy de acuerdo- en el ámbito educativo. Los niños pasan cantidad de horas ahí, de forma natural se relacionan con profesores, etc. Están tomando permanentemente decisiones que les afectan, pero no se acaban de canalizar bien esas participaciones. Podemos seguir en el ámbito familiar, un lugar donde parece que el derecho no entra y cada uno puede hacer lo que quiera. Pero, probablemente, si establecemos otra manera de relacionarse padres e hijos, tomando en cuenta a todos, tendrán algo que decir en lo que pueden parecer pequeñas cosas. Hay una cuestión orgánica y de establecer cauces de participación y otra que tiene que ver con una concienciación y un cambio de mentalidad. Creer que los niños son sujetos de derechos y tenerlos en cuenta. Hay gente que critica los parlamentos de niños porque dicen que a quién representan. No sé si representan a todos, pero son los que participan. Pero no los terminamos de crear; tendríamos que hacerlo. Antes de concretar el cómo, hay que estar seguro de que nos lo creemos.

Cumplimos 30 años de la adhesión a la Convención de los Derechos del Niño. ¿Cómo se ha avanzado en sus derechos?

Hemos ido avanzando en todos los ítems en los que el Comité nos examina. Eso ya simplemente en sí mismo es bueno. Cada cinco años -al final son más- el comité va a venir al Estado firmante para que rinda cuentas, dé datos, normas, enseñe planes estratégicos. Creo que estamos en la línea correcta de que esto supone un compromiso para todos los que estamos en el sistema. Retrocesos creo que en según qué sitios no ha habido, pero en algunas cosas estamos muy verdes. Bueno, de hecho creo que sí. En Educación el comité cree que ha habido retroceso con la LOMCE. En pobreza también, y en ayuda oficial al desarrollo. Durante los años de la crisis más fuerte hemos retrocedido. De alguna medida se está intentado paliar y si las cosas van mejor, salir adelante. Pero la educación de calidad estamos lejos de conseguirla. Cada vez más estudios hablan de la segregación escolar por causas económicas, eso es muy duro. Y, además, en los colegios públicos. Algo no estamos haciendo. En educación inclusiva nos ha caído una condena del Comité que señala que España incumple el derecho a la educación inclusiva. En violencia no tenemos una estrategia, nos lo dice el Consejo de Europa y el Comité. Solo hemos quitado del Código Civil el poder a golpear a los hijos (“una facultad de corrección”), pero la gente lo sigue haciendo.

Habla de un retroceso en la pobreza infantil, pero el Gobierno ha creado una figura específica para ello, el Alto Comisionado para la lucha contra la pobreza infantil. ¿No le ha dado tiempo a conseguir resultados o no está acabando de funcionar?

Es un gran logro que se haya creado la figura. Ha tenido el recorrido que ha tenido, pero sí que intentado compensar en materia educativa y de salud, sobre todo, para paliar con recursos todo el retroceso que se había producido. No había, sobre todo para los extranjeros, un acceso universal a la sanidad. Ha hecho propuestas que se han aprobado en los presupuestos fallidos, se han creado dos comisiones permanentes en el Congreso sobre infancia.

Ha mencionado que España fue sancionada por incumplir el Convenio sobre derechos de las personas con discapacidad de la ONU. ¿Ha habido alguna sanción por incumplimiento del Convenio sobre derechos de los niños?

Que yo sepa no, pero no descarto que pueda caer alguna por la situación de los niños en los centros de protección en Melilla. Lo que sí hay son informes que expresan preocupación por determinados temas en España.

Hemos hablado de posibles áreas de mejora. ¿Coinciden con los próximos retos o hay más?

Entendiendo los retos como temas pendientes, tenemos un desafío claro: el tema de las nuevas tecnologías. Es un espacio donde los niños están muchas horas y se relacionan. La respuesta jurídica actual en el sistema de protección puede ser inadecuada para determinados problemas. No se trata de declarar en riesgo o desamparo, esto viene del código civil, pero está desfasado. Tenemos que repensar el sistema. No para destruirlo, creo que lo más importante sería poner el énfasis de la protección en la prevención. El sistema actual sigue dando protagonismo a la reacción. Es verdad que una vez que se han vulnerado los derechos del niño el sistema responde y al niño se le atiende. Pero lo realmente importante sería basar las leyes en los instrumentos que necesitamos para que puedan ejercitar sus derechos. Si fortalecemos esto, seguramente la respuesta reactiva a una vulneración de derechos sería cuantitativamente menor, tendría que haber menos, estaríamos trabajando en la protección ayudándoles a evitar la vulneración de derechos.

Si no me equivoco, estuvisteis en la cátedra trabajando en una nueva ley sobre la violencia contra la infancia que se aprobará la próxima legislatura. ¿Cuáles son los puntos principales?

Esta ley fue una recomendación del Comité de los Derechos del Niño a España en 2010. Estaba el Gobierno anterior, del PP, y pensó que no era el momento oportuno para esto y prefirieron sacar otras dos leyes más generales, en 2015, que modificaron otras 20 leyes a su vez. Son dos leyes importantes porque tocan muchos temas, pero no abordaron de manera global el problema de la violencia. El siguiente gobierno del PP empezó a trabajar en ello despacito. Hay que destacar que hay una Proposición No de Ley en el Congreso aprobada por unanimidad instando al Gobierno para que presentase una ley en esta cuestión. Luego llegó la moción de censura, cambió el Gobierno y aún así el PSOE, partiendo del texto que ya existía, la llevó al Consejo de Ministros. Esta ley está montada de manera paralela a la de Violencia de Género. Es fundamentalmente preventiva, prohíbe de manera explícita la violencia contra los niños. Obliga a los poderes públicos a coordinarse mejor para protegerlos. Esto implica unos pequeños cambios en el Código Penal y cambios procesales para no victimizar, etc. También la creación de unos juzgados especiales para atender la violencia contra la infancia. Es tutela administrativa, tutela penal y tutela procesal, son los tres grandes ejes. Lo importante es que supone un abordaje integral sobre la violencia: en las escuelas, en los medios, cómo se aborda en los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, en los servicios sociales, en la familia.

Se recoge un principio de buen trato a los niños (no solo conformarse con no tratar mal, si no dar el paso a tratar bien, que no es lo mismo). Lo que ya tenemos hasta ahora son las leyes de protección, declaración de desamparo: si el niño sufre malos tratos graves se le separa de la familia y entra en un centro. Para el agresor, Código Penal. Esto no va al fondo del problema ni analiza las causas del problema. Y no lo hace con enfoque de derechos. La Convención dice que el niño tiene derecho a vivir con sus padres salvo que no sea bueno para él. No estamos garantizando ese derecho si inmediatamente los separamos. Tendremos que ayudar a los padres a hacer las cosas bien. Y si no lo hacen bien, entonces responder. Son cambios aparentemente pequeños, pero legislativamente de mucho calado.

¿La fuente principal de violencia contra los niños es la familia?

Me temo que sí. Pero para los niños lo peor de la violencia es el acoso o bullying en la escuela, según los informes que hay. Pero la familia, que debería ser un factor de protección, muchas veces no lo es. En abusos sexuales la mayor parte se producen en el seno familiar. La violencia se produce en los ámbitos en los que viven los niños: familia, escuela e, incluso, centros de protección, donde también hay violencia institucional.

¿Qué papel debe jugar la escuela en todo esto?

Está en la ley, hay un deber de denuncia cualificado de denunciar para los profesionales que trabajan con niños. Aunque no se haya producido en la escuela, los profesionales deben, por lo menos, poner en conocimiento de los servicios sociales la posibilidad o sospecha incluso de maltrato a un niño. La escuela no tiene que solucionar el problema. Muchas veces los profesores no se quieren meter porque es un marrón. Solo tienen que notificarlo. Los pediatras en esto están más avanzados y también alertan inmediatamente. Ellos detectan muchas situaciones de violencia y no miran para otro lado. La función del pediatra no es solo curar. Si la sintomatología le lleva a sospechar que hay un posible maltrato, su obligación es denunciar. Lo tenemos todos, pero los profesionales que trabajan con niños tienen un deber cualificado. La detección es fundamental. Para eso, una de las cosas que contempla la ley es la formación a los profesionales en la detección.

Pero esto de la formación para detectar la violencia en el ámbito educativo pasa entre poco y nada, ¿no?

En algunos casos sí, me consta, pero no de una manera tan sistemática como en el ámbito sanitario. Por ejemplo, para ellos la recogida de datos está sistematizada. En otros ámbitos esto cuesta mucho más. En servicios sociales y en el ámbito educativo no está tan interiorizado por cada uno de los profesionales que realmente su papel no es solo ser profesor, sino que forman parte de un sistema y son como las terminaciones nerviosas, están ahí detectando. Se hace menos y peor, en el sentido de que no está sistematizado. Hay protocolos distintos, o no los hay, se aplican o no. Como no es obligatorio… A veces parece que se quitan la responsabilidad por no aplicar un protocolo que no deja de ser una recomendación. ¿Entonces para qué tienen un protocolo?

Fuente e Imagen: https://eldiariodelaeducacion.com/blog/2019/10/25/en-el-ambito-familiar-parece-que-los-ninos-no-tienen-derechos-y-cada-uno-puede-hacer-lo-que-quiera/

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El debate feminista sobre la prostitución estalla en la Universidad

Europa/España/20-10-2019/Autora: Pilar Álvarez/Fuente: elpais.com

Por: Pilar Álvarez

Nace una red de estudios que rechaza “normalizar” la explotación de las mujeres y otra que defiende que debatir del trabajo sexual se enmarca en la libertad de expresión.

Cartel prostitución
Cartel prostitución EL PAÍS

Este debate no es ni nuevo ni fácil dentro del feminismo: ¿Qué hacer con la prostitución? ¿Se puede entender como un trabajo? La corriente mayoritaria, el feminismo abolicionista, considera que no es un empleo sino una forma de explotación de las mujeres más vulnerables. Defienden perseguir a la industria —que mueve en España 22.800 millones anuales, según la web sobre mercado negro Havocscope—, sancionar a los clientes o puteros—cuatro de cada 10 españoles consumen prostitución, según datos de APRAMP publicados en una guía del Ministerio de Sanidad en 2016— y dar otras opciones de vida a las mujeres prostituidas. Hay otra corriente —y en medio posturas intermedias—, con menos seguimiento pero que existe y defiende que además de las mujeres obligadas (no hay datos oficiales, pero la Policía habla extraoficialmente del 80% como víctimas forzadas) existe también un trabajo sexual que se ejerce de forma voluntaria y que debería estar regulado. Son las llamadas regulacionistas o proderechos.

«Quitar la voz»

Los debates sobre trabajo sexual nacen desde departamentos de Derecho y Antropología de los campus de Salamanca, Sevilla, Carlos III, Barcelona, País Vasco, Granada o Valencia, entre otros. Quienes las impulsan defienden que se trata de una cuestión de libertad de expresión. “Es intolerable que en la Universidad no se pueda debatir cualquier tema, como este que es una de las polémicas centrales en el debate feminista”, señala Encarna Bodelón, profesora de Filosofía del Derecho de la UAB y directora del grupo Antígona. “No se puede quitar la voz a los trabajadores sexuales”, añade Blanca Rodríguez, de Derecho Constitucional de la Universidad de Sevilla.

Los zapatos de una prostituta en el polígono de Marconi de Madrid.
Los zapatos de una prostituta en el polígono de Marconi de Madrid. ANDREA COMAS
Las principales críticas a las jornadas provienen del feminismo abolicionista, que teme que debatir sobre trabajo sexual conlleve normalizar la explotación de la mujer y blanquear a sus explotadores, “el lobby putero y el lobby proxeneta”. “Si lo enmarcas como trabajo sexual eso ya no es un debate, la Universidad no puede servir para legitimar prácticas que son indignas para el conjunto completo de las mujeres, como es la prostitución”, dice la filósofa Alicia Miyares. La catedrática de Filosofía Moral y Política Amelia Valcárcel considera que la coordinación entre distintos campus “demuestra una voluntad y la voluntad es normalizar una práctica antiética de enormes costos sociales a la que el feminismo se ha opuesto desde siempre. Algo es seguro: Esto no consta en los fines de la Universidad”.

La postura de las Universidades

Ni la conferencia de rectores de España, la Crue, ni la Universidad de A Coruña comparten esta posición. “La Universidad es el lugar para debatir. Si no es aquí, ¿dónde va a ser?”, señala Eva Alcón, delegada del presidente de la Crue, y rectora de la Jaume I. “Como mujer y a nivel personal mi postura es que no deberíamos legalizar la prostitución, pero otra cuestión es que existe un debate en el mundo feminista que no está cerrado y es aquí donde se tiene que tratar”. La vicerrectora de Responsabilidad Social de A Coruña, Araceli Torres, añade: “En la Universidad nunca utilizaríamos el término trabajo sexual en las actividades que organizamos, pero es innegable que el debate no está cerrado y que permitir hablar de esto no significa blanquear ninguna situación en absoluto”.

La red de estudios de prostitución y pornografía integra a docentes de Salamanca, la Autónoma de Barcelona, la Complutense de Madrid, Carlos IIII, Valencia o Sevilla, entre otras. Una de las investigadoras al frente es Rosa Cobo, profesora titular de Sociología de A Coruña: “La prostitución no es un trabajo, sino un modo de supervivencia para gente en situaciones de vulnerabilidad muy extrema, sin derechos de ciudadanía, a veces con varias bocas a las que alimentar y sin cualificación ni un lugar en el que vivir”. Cobo rechaza que la Universidad albergue debates que defiendan la prostitución como un trabajo “igual que no los haría para defender la pena de muerte, el trabajo infantil o la mutilación genital”.

“Afirmar que se puede ejercer el trabajo sexual con libertad no significa que se niegue que hay violencia o situaciones no dignas”, replica Encarna Bodelón. El 15 de noviembre, en la Universidad del País Vasco, se celebrarán las jornadas Derechos vs estigma, que impulsa la profesora de Filosofía del Derecho María Ángeles Barrere. Asegura no han supuesto ningún coste para la Universidad y que se ha hecho “tirando de amigas”. Y añade: “Es un debate que sigue abierto. No lo cerremos en falso”.

Fuente: https://elpais.com/sociedad/2019/10/17/actualidad/1571337601_065207.html

Imagen: Orna Wachman en Pixabay

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Periodistas cubanos condenan censura masiva en Twitter

El Caribe/Cuba/Prensa Latina

La Unión de Periodistas de Cuba (Upec) denunció hoy la censura masiva de Twitter contra periodistas y medios de prensa de la isla, en momentos en que el presidente Miguel Díaz-Canel ofrecía importantes informaciones al pueblo.
No es la primera vez que usuarios cubanos de Twitter reportan problemas para ingresar a sus cuentas y reciben mensajes de que estas han sido bloqueadas, lo nuevo es la masividad de este acto de guerra cibernética, apunta la declaración de la organización de los periodistas cubanos.
Refiere, asimismo, que se trata de un acto obviamente planificado que busca limitar la libertad de expresión de instituciones y ciudadanos cubanos, y silenciar a los líderes de la Revolución.
La Unión de Periodistas de Cuba denuncia enérgicamente la desaparición de esos espacios para la expresión de las ideas, en un acto de censura masiva a periodistas, editores y medios de comunicación, enfatiza el comunicado en el que exige el inmediato restablecimiento de las cuentas bloqueadas.

Entre los medios afectados se encuentran @Cubadebate, con casi 300 mil seguidores; y @Granma_Digital, con cerca de 167 mil, además de @MesaRedondaCuba, @RadioRebelde, @DominioCuba, @Cubaperiodistas, @CanalCaribe, y otros usuarios, incluidos periodistas en activo.

Informa que varios profesionales alertaron también en Facebook el cierre de sus canales en Twitter, apenas iniciada este miércoles la transmisión en vivo del programa Mesa Redonda Informativa.

En ese espacio, el presidente cubano, Miguel Díaz Canel, ofreció información sobre las medidas tomadas para enfrentar la coyuntura energética provocada por el recrudecimiento del asedio de Estados Unidos contra embarcaciones y navieras que trasladan combustible a la isla.

En junio pasado, el Grupo de Tareas de Internet para Cuba, del Departamento de Estado, emitió sus recomendaciones para utilizar la red como autopista de subversión en Cuba.

Esa institución propuso entregar más fondos para abrir sitios digitales, generar ‘contenidos atractivos’ en la red, dotar de becas y financiar a una cibermilitancia entrenada en el acoso, la mentira y el sicariato político, denuncia la nota.

Fuente e imagen: https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=305080&SEO=periodistas-cubanos-condenan-censura-masiva-en-twitter
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Brasil: Justiça veta censura homofóbica de Crivella na Bienal do Livro do Rio

América del Sur/Brasil/El País

Após visitar a feira e encontrar um romance gráfico em que dois heróis se beijam, prefeito mandou fiscais ao local em busca de materiais «impróprios» para crianças.

Uma cena inédita na história da Bienal do Livro do Rio de Janeiro surpreendeu editores e provocou uma reação em massa contra a tentativa de censura no Brasil: um grupo de fiscais da Secretaria Municipal de Ordem Pública percorreu, no início da tarde desta sexta, os estandes do evento para recolher livros com temas ligados à homossexualidade. Eram liderados pelo coronel Wolney Dias, ex-comandante da Polícia Militar e atual subsecretário de operações da Secretaria Municipal de Ordem Pública do Rio. E estavam ali por determinação do prefeito Marcelo Crivella, que havia visitado o evento um dia antes e se escandalizou com o romance gráfico da Marvel Vingadores, a cruzada das crianças. A obra contém a história do casal Wiccano e Hulkling. Em uma das páginas, eles se beijam. São homens. O prefeito, evangélico conservador, considerou a cena inapropriada e determinou que a obra fosse retirada das prateleiras, mas a organização recusou —e, mais tarde, a Justiça proibiu. Os livros, no entanto, desapareceram em poucas horas. Assim que a polêmica ganhou as redes, todos os exemplares que estavam disponíveis foram comprados.

«Livros assim precisam estar embalados em plástico preto lacrado e do lado de fora avisando o conteúdo», afirmou Crivella, em um vídeo publicado em seu Twitter. O prefeito argumentou a necessidade de «proteger as crianças» para que elas não tenham «acesso precoce a assuntos que não estão de acordo com suas idades«. As declarações do político, somadas à atuação dos fiscais, geraram um levante em massa de livreiros e editoras, que consideraram o ato uma grave ameaça para a liberdade de expressão. «Isso nunca havia acontecido na Bienal», disse com perplexidade ao EL PAÍS Flávio Moura,  editor da Todavia, que participa da Bienal. «Não há eufemismo pro que aconteceu. É uma tentativa horrorosa de censura», completa.

Os fiscais chegaram ao Riocentro, local onde acontece o evento, por volta de meio dia. Tinham a tarefa de buscar materiais «com cenas impróprias a crianças e adolescentes» de forma aleatória nos estandes. Deveriam recolher as publicações que não estivessem de acordo com a exigência do artigo 78 do Estatuto da Criança e do Adolescente (ECA), que diz: «as revistas e publicações contendo material impróprio ou inadequado a crianças e adolescentes deverão ser comercializadas em embalagem lacrada, com a advertência de seu conteúdo». De acordo com a secretaria, se enquadrariam neste artigo materiais «pornográficos» ou «obscenos». Não encontraram nada «além de muitos livros», como disse o próprio coronel que liderou a fiscalização.

Marcelo Crivella

@MCrivella

Pessoal, precisamos proteger as nossas crianças. Por isso, determinamos que os organizadores da Bienal recolhessem os livros com conteúdos impróprios para menores. Não é correto que elas tenham acesso precoce a assuntos que não estão de acordo com suas idades.

Vídeo incorporado

21,6 mil pessoas estão falando sobre isso

Após a saída dos fiscais, as editoras fizeram uma série de manifestações em repúdio ao que consideram um ato de censura em suas redes sociais. A editora Todavia repudiou a ideia de que existam livros impróprios. «A fiscalização de livros remete a uma era sombria de nossa história, e seguiremos publicando e vendendo livros que exprimem nossa visão plural de mundo e do Brasil, direito esse amparado pela Constituição, afirmou no Instagram.

E a editora Intrinseca, por sua vez, disse repudiar todo e qualquer tipo de discriminação ou censura. «Como sempre, nos posicionamos à favor da liberdade de expressão e da diversidade. Se você estiver na Bienal do Livro este ano, poderá encontrar em nosso estande vários livros com temática LGBT+», publicou no Twitter. A própria Bienal chegou a emitir uma nota no mesmo dia da visita de Crivella. Nela, destacou que o festival tem um caráter plural. «Todos são bem-vindos e estão representados. Inclusive, no próximo fim de semana, a Bienal do Livro terá três painéis para debater a literatura Trans e LGBTQA+», diz a nota do evento. A Companhia das Letras seguiu na mesma linha. “Ficamos orgulhosos com a posição da organização da Bienal do Rio em defesa da liberdade de expressão e da diversidade. Ela mostra com dignidade a vocação e vontade dos editores», afirmou Luiz Schwarcz, CEO e fundador da Companhia das Letras.

atitude de Marcelo Crivella não é isolada. Três dias antes, o governador de São Paulo, João Dória, havia mandado recolher das escolas estaduais paulistas um material didático de Ciências para adolescentes de 13 anos que, segundo ele, fazia apologia à «ideologia de gênero». Ele se referia a uma apostila que continha o texto Sexo biológico, identidade de gênero e orientação sexual, com uma explicação sobre as diferenças entre os termos “transgênero”, “homossexual” e “bissexual”. No mesmo dia da determinação de Dória, o presidente Jair Bolsonaro —que já havia se envolvido em uma polêmica no período pré-eleitoral por mentir sobre livro de educação sexual que integraria o que chamou de kit gay nas escolas públicas— pediu ao Ministério da Educação para elaborar um projeto de lei contra o que chama de «ideologia de gênero» no Ensino Fundamental. Editores veem esses atos como uma grave ameaça à liberdade de expressão.

«Posturas como a do prefeito Marcelo Crivella e do governador João Doria tentam colocar a sociedade brasileira em tempos medievais, quando as pessoas não tinham a liberdade de expressar suas identidades», argumenta Luiz Schwarcz. «Eles desprezam valores fundamentais da sociedade e tentam impedir o acesso à informação séria, que habilita os jovens a entrar na fase adulta mais preparados para uma vida feliz«, acrescenta. Para o fundador da Companhia das Letras, medidas como estas, somadas à suspensão, em 21 de agosto, de um edital que daria apoio à produção de filmes LGBTQ+ por parte do Governo Federal, representam uma perigosa ascensão do clima de censura institucional no país.

O editor Flávio Moura, da Todavia, concorda. «A situação é muito alarmante, por isso muitas editoras estão se manifestando», explica. Sobre o caso da Bienal do Rio de Janeiro, ele argumenta que a prefeitura não tem poder para instituir nenhum tipo de veto ou classificação às obras. «O que aconteceu é algo completamente arbitrário, e o mais triste é que não seja um episódio isolado. Este é mais um ataque em um país que vem sofrendo com este tipo de ascensão da censura. São episódios lamentáveis e inadmissíveis que lembram o pior tempo da historia do Brasil», afirma Flávio Moura. Ele diz que os editores seguem monitorando a atuação da Secretaria Municipal de Ordem Pública do Rio de Janeiro e que continuarão publicando livros que tragam visões de mundo diversificadas. «Agora é continuar publicando obras que contribuam para mostrar que a liberdade é um valor inegociável. O papel das editoras também é este», finaliza.

No início da noite, o prefeito Marcelo Crivella publicou um novo vídeo no Twitter, em que criticou o que considera uma «controvérsia da mídia» sobre sua atitude. «O que nós fizemos foi pra defender a família. Esse assunto tem que ser tratado na família. Não pode ser induzido, seja na escola, seja em edição dos livros, seja onde for. Nós vamos sempre continuar em defesa da família», justificou. O Tribunal de Justiça do Rio de Janeiro, por sua vez, discordou do argumento do prefeito e publicou, na noite desta sexta, uma liminar que impede a prefeitura de apreender livros na Bienal e de cassar o alvará do evento, outra das ameaças de Crivella. A polêmica colocou o prefeito carioca nos Trending Topics do Twitter, onde mais de 115.000 tuítes compartilharam a reação dele —e o desenho com o beijo de Wiccano e Hulkling. Milhares de brasileiros conheceram, assim, os vingadores gays da Marvel.

Em resposta a ação de Crivella, o youtuber Felipe Neto anunciou que distribuirá gratuitamente mais de 10.000 livros com temáticas LGBT durante a Bienal do Livro no Rio, neste sábado. A distribuição vai ocorrer ao meio dia, na praça da alimentação. As publicações serão envolvidos em plástico com um adesivo: «Este livro é impróprio para pessoas atrasadas, retrógradas e preconceituosas».

Fuente: https://brasil.elpais.com/brasil/2019/09/06/politica/1567794692_253126.html

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El gobierno de Turquía ordena destruir más de 300 mil libros

Asia/Turquía/08 Agosto 2019/Prensa Latina

Más de 300 mil libros han sido retirados de las escuelas y bibliotecas turcas y destruidos tras el intento de golpe de estado de 2016.

Más de 300 mil libros han sido retirados de las escuelas y bibliotecas turcas y destruidos desde el intento de golpe de estado de 2016, según el ministerio de educación de Turquía.

La ministra de educación de Turquía, Ziya Selçuk, anunció la semana pasada que 301,878 libros habían sido destruidos después de que el gobierno tomara medidas enérgicas contra cualquier cosa relacionada con Fethullah Gülen, el clérigo musulmán con sede en Estados Unidos acusado por Turquía de instigar el fallido golpe militar de 2016. Gülen ha negado su participación.

La cifra fue reportada por primera vez por el popular periódico Hürriyet, con imágenes de libros incautados y quemados publicados por el medio de noticias en línea Kronos27.

Según el sitio web Turkey Purge, que se describe a sí mismo como “un pequeño grupo de jóvenes periodistas que intentan ser la voz de los turcos que sufren bajo un régimen opresivo”, en 2016 se prohibió un libro de matemáticas por presentar las iniciales de Gülen en una pregunta leyendo “del punto F al punto G”. En diciembre de 2016, el periódico turco BirGün informó que 1,8 millones de libros de texto habían sido destruidos y reimpresos por contener la palabra “objetable” de Pensilvania, que es donde Gülen vive en un complejo vigilado. Las calles llamadas Gülen en Ankara también han sido renombradas, según los informes.

Las organizaciones de libertad de expresión dijeron que estaban alarmadas por los comentarios del ministro de educación de Turquía. “En solo tres años, el panorama editorial en Turquía ha sido casi diezmado, con 29 editoriales cerradas por decreto de emergencia por” difundir propaganda terrorista “”, dijeron PEN International y English PEN en un comunicado conjunto.

Un informe de 2018 de English PEN encontró que, luego del estado de emergencia decretado después del intento de golpe de estado, se cerraron 200 medios de comunicación y organizaciones editoriales, 80 escritores sometidos a investigaciones y enjuiciamientos y 5,822 académicos despedidos de 118 universidades públicas. El informe señalaba una “crisis de libertad de expresión” en Turquía.

“El gobierno ha aumentado dramáticamente su influencia en los medios y el panorama editorial, silenciando así las voces críticas”, dijo PEN. “Pedimos a las autoridades turcas que permitan la reapertura y el funcionamiento independiente de las editoriales, y que pongan fin urgentemente a su represión de gran alcance contra la libertad de expresión, que continúa sin cesar”.

Fuente: https://psn.si/turquia-destruye-libros/2019/08/

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Los motivos por los que los jóvenes de Benín alzan la voz

Redacción: El País

Diversos colectivos del país africano se reúnen por primera vez para luchar por la defensa de los derechos humanos y hacer oír sus reivindicaciones

“Hay que dejar claro que uno de los principales problemas que afrontamos los jóvenes en Benín es la falta de empleo. Nos esforzamos durante años en formarnos. Es un gran sacrificio económico para nosotros y para nuestras familias y al final no encontramos un empleo digno. Si optamos por emprender y montar nuestro propio negocio, se nos niega la financiación. Además, no se nos escucha, no hay plataformas donde hacer oír nuestra voz”, explica Arouna Karim Kpera, presidente de AJEG una organización de jóvenes que agrupa y ayuda a aquellos que no encuentran trabajo al finalizar la universidad.

Es uno de los muchos grupos creados en el norte de Benín para canalizar la voz de los jóvenes, las mujeres o los campesinos, entre otros colectivos. 30 de ellos se reunieron el pasado mes de febrero por primera vez en su historia en la ciudad de Nikki, en el norte del país, para compartir inquietudes y buscar líneas de trabajo en común con las que reivindicar sus derechos y crear una plataforma que permita canalizar sus demandas hasta las personas que toman las decisiones en el país. Un encuentro auspiciado y facilitado por la Fundación Salvador Soler y la ONG OAN International.

“La situación de los derechos humanos en este país es para reírse”, y de hecho Zouliatou Alidou Issaka suelta un par de carcajadas sonoras antes de continuar con su discurso. Ella pertenece a Groupement des Femmes, una asociación de mujeres jóvenes. “En Benín no tenemos eso. Son los que están en el poder, los políticos, los que escriben manuales sobre eso. Pero nosotros no tenemos ningún derecho, los derechos humanos no existen para los pobres. Somos los pequeños y, a pesar de eso, intentamos salir adelante”.

“En Benín las mujeres sufrimos mucho por la falta de medios”, continúa Issaka. “Los maridos no nos dan los medios para levantarnos, para llevar a los niños al colegio. Los padres no son capaces ni de dar el desayuno o la comida a sus hijos. Cada vez que el niño necesita algo, como una fotocopia para el colegio, somos nosotras las que nos ocupamos de ello”. Por eso desde Groupement des Femmes organizan actividades y promueven pequeños negocios para que “las mujeres podamos salir adelante y nos empoderemos. Queremos que se nos escuche y se nos haga caso”.

Nosotros no tenemos ningún derecho, los derechos humanos no existen para los pobres. Somos los pequeños y, a pesar de eso, intentamos salir adelante

“El desempleo juvenil es muy alto en Benín”, insiste Zoulkarnaïne Yinde, de la ONG Jedes Besen Sia. “El gobierno nos empuja a ser emprendedores, pero no pone los medios para que tengamos acceso a la financiación. Tienes que tener tu propio dinero para emprender. ¿Quién puede permitirse eso? Los de siempre. Tenemos formación, pero no tenemos los medios para ponerla en práctica”.

En Benín, el 70% de los jóvenes entre 15 y 35 años solo encuentran trabajo en el sector informal, como apunta el PNUD. Son personas con trabajos muy precarios. Estos datos darían a entender que en el país africano el problema del subempleo es más fuerte que el del desempleo, que alcanza al 30% de ese grupo de edad. Los trabajos del llamado sector informal facilitan solo la supervivencia diaria de las personas que los desempeñan y, prácticamente, no permiten el ascenso social, y relega a estos trabajadores a la pobreza de por vida.

La situación de las mujeres, sobre todo de las que no tienen estudios o solo han cursado estudios primarios, es todavía peor. Hay grandes diferencias en la alfabetización de la población: el 45,1% de los varones entre 15 y 24 años son analfabetos, mientras que entre las mujeres de la misma edad el porcentaje se eleva al 69,2%, según UNICEF. Además, el acceso a la educación es más difícil y deficitario en las zonas rurales. Igualmente, la mayoría de los servicios se concentran en las áreas urbanas mientras que los pueblos y aldeas se ven privados de hasta los más básicos. De ahí que la totalidad de las organizaciones reunidas en Nikki enfaticen “la necesidad de promover, como primera medida, el acceso a la educación de todos sin distinción”.

Ante la falta de oportunidades, a los jóvenes de las zonas rurales no les queda otro remedio que migrar hacia las grandes ciudades del país en busca de un trabajo que tampoco encuentran allí. De hecho, la población rural en Benín ha descendido del 91% que representaba en 1960 al 53% en 2017, afirma el Banco Mundial. Es por eso por lo que muchos de estos grupos piden, también, coordinar actividades e iniciativas para frenar el éxodo rural. Una de las propuestas que se presentó contempla la formación de los jóvenes agricultores para que opten por la agricultura bio.“Cavamos nuestra tumba con nuestros dientes”, afirma Kpera. “No sabemos lo que comemos. En el campo utilizamos todo tipo de productos tóxicos que nos imponen las multinacionales. Hay que buscar una alternativa a todo eso que promocione una agricultura de calidad y saludable”. Su ONG ha comenzado a formar en los pueblos grupos de jóvenes que optan por huertas bio. El siguiente paso será la creación de un centro para la comercialización de estos productos y un restaurante para su degustación.

En las áreas rurales del norte de Benín, la mayoría de estas organizaciones ven el regreso a la agricultura como una tabla de salvación para muchos jóvenes y piden más medios para el campo, como su mecanización, líneas de financiación y mejores condiciones de vida para las personas que optan por esta actividad. Igualmente, muestran su preocupación por la deforestación y, por eso diseñan proyectos destinados a frenar este fenómeno, como la formación de jóvenes en la protección y explotación de árboles endémicos de la zona. Entre estos destaca el karité (Vitellaria paradoxa) y el neré (Parkia biglobosa).

Los maridos no nos dan los medios para levantarnos, para llevar a los niños al colegio. Los padres no son capaces ni de dar el desayuno o la comida a sus hijos

De la explotación del primero viven unas 200.000 mujeres en Benín, según el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca beninés. Pero es un sector que puede generar mayores ingresos si se desarrolla a fondo. El segundo está más amenazado. Tradicionalmente, sus frutos servían para condimentar los alimentos. Desde la introducción de los cubos de caldo su uso prácticamente ha desaparecido y por eso se corta. “Queremos promocionar el uso del neré que es mucho más sano que los compuestos industriales que ahora se usan y que tienen mucha sal y otros elementos que desconocemos. Podría ser una importante fuente de trabajo para muchos jóvenes, al mismo tiempo, permitiría conservar una especie en peligro de extinción, frenar el cambio climático y, además, ayudaría a mejorar la salud de la población”, explica Goounou Bashirou Sariki Imorow de la ONG Ajeced.

Otra de las grandes preocupaciones de los jóvenes reunidos en el Foro de Nikki es el de la degradación del medioambiente y la gestión de los residuos. “Las bolsas de plástico están por todas partes y la administración no hace nada para cambiar la situación. No hay concienciación, no hay servicio de recogida de basuras… ¿Qué hacen los políticos con nuestros impuestos?”, se pregunta Imorow. De hecho, antes de comenzar las sesiones del encuentro, la mayoría de las organizaciones participaron en un ejercicio de limpieza en la zona del mercado de la ciudad. Los sacos con la basura recogida fueron, luego, depositados delante de las puertas del Ayuntamiento de la ciudad para denunciar la inacción de las autoridades locales.

Una reivindicación no exenta de riesgos ya que todos los grupos insisten en que en los últimos años la libertad de expresión en Benín se ha visto reducida. “La crítica a la gestión administrativa no está permitida. Existen prisioneros políticos en el país, aunque nadie hable de ellos. Son personas que han criticado al Gobierno o a los ayuntamientos”, explica Imorow. “En cuanto a la libertad de expresión todavía queda mucho por hacer porque personas que han dicho la verdad están en prisión”, añade Kpera. El último informe de Reporteros Sin Fronteras avala estos datos y pone de manifiesto que en los últimos años ha habido un continuo retroceso de la libertad de expresión y de prensa en el país.

Esta situación no parece amedrentar a los jóvenes. Estos han creado una red de asociaciones civiles de la zona de Nikki que trabaja por la buena gobernanza y la transparencia. “Como ciudadanos vigilamos a la administración en temas como el de las infraestructuras o la rendición de cuentas y la transparencia. Los políticos tienen que rendir cuentas al pueblo. Igualmente trabajamos en la educación de los comportamientos de la población”, afirma Yinde.

El primer Foro de Nikki ha sido valorado por todos los participantes como una experiencia muy positiva, un medio para empezar a unir fuerzas y visiones y “trabajar todos juntos por la defensa de los derechos de los hombres y mujeres de Benín, especialmente de los jóvenes. Esta es una buena plataforma para que nuestra voz y nuestras reivindicaciones sean oídas. Solo así, unidos y sin miedo, conseguiremos un país mejor para todos”, afirma Kpera.

Fuente: https://elpais.com/elpais/2019/07/09/planeta_futuro/1562665552_814180.html

 

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