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¿Habrá al fin un compromiso por la educación?

Por: Mariano Fernández Enguita

Me refiero a lo que todos llaman pacto, aunque yo prefiero llamarlo compromiso, ya diré por qué. El penúltimo intento fue el de Gabilondo, frustrado por la negativa de un PP que sabía que iba a ganar las elecciones; el último es el que promueve J.A. Marina, rechazado con cajas destempladas por cierta izquierda que creía otro tanto. Pero el PP está ya lejos de la mayoría absoluta y el sorpasso no ha llegado, de manera que quizá podamos todos recapacitar, empezando por entender que vivimos en democracia, un régimen que une al gobierno de la mayoría el respeto a las minorías, pero superando la aritmética elemental en estos conceptos. No nos llevarán muy lejos visiones como la cantinela de Rajoy sobre que gobierne «el partido más votado» (aunque sea también el más rechazado), el desparpajo del secesionismo que con la mitad más uno de escaños (ni siquiera votos) se cree legitimado para todo, o la disposición que algunos muestran a dar la vuelta a la tortilla con apenas más escaños o más votos positivos que negativos en el hemiciclo. Es de desear que el actual bloqueo político, que ya se antoja grotesco, ayude a comprender lo absurdo que resulta pretender blindar o subvertir una política institucional y a largo plazo, sea la que sea, con una mayoría, simple o absoluta, cogida con alfileres, es decir, con unos pocos sufragios, escaños o apenas votos en el hemiciclo. No necesitamos ni el maximin de la minoría más votada ni el minimax de la coalición menos rechazada, sino el maximax del acuerdo más generoso, el de una mayoría más amplia posible. En sentido contrario, el respeto a la minoría parlamentaria, electoral o política no se limita a no exterminarla, ni prohibirla (lo que se da por supuesto), ni hostigarla (lo que a veces se olvida), sino que pasa por tratar de gobernar para todos (es decir, con todos, además de sobre todos).
Por supuesto, esto no siempre es viable, ni siquiera necesario, por lo que muchas decisiones parlamentarias y gobiernos habrán de basarse en mayorías exiguas aunque suficientes, pero cuando llegamos a la educación hay que tener en cuenta, más allá de la deseabilidad general de acuerdos amplios en democracia, que hablamos del futuro y de la parte más vulnerable de la sociedad. De un futuro, en este caso, expresamente considerado, dado que unas generaciones, los políticos y en general los adultos de hoy, deciden por los alumnos presentes y por venir, que vivirán los efectos mañana (al ritmo actual, ya es difícil terminar la educación obligatoria sin vivir un par de reformas). Y de los más vulnerables, esto es, de quienes todos afirman que querrían resguardar de las pugnas políticas pero a quienes se expone demasiado a menudo a la incertidumbre o al torbellino. No se trata de poner la educación fuera del alcance de la política, pues eso sería privarla del amparo y del impulso de la democracia, pero sí de ampliar al máximo acuerdos que puedan perdurar más allá de los cambios de gobierno y los vuelcos electorales, por lo demás previsibles y saludables.
Pero el pacto o compromiso es difícil por varios motivos, entre los cuales destacaré cuatro. El primero y más aparente es la tremenda ideologización del debate, con discursos a veces guerracivilistas en los que unos parecen creerse en lucha contra el Santo Oficio y otros contra el demonio bolchevique, como han hecho recientemente PP e IU, en los dos extremos del arco parlamentario, desenterrando la guerra escolar. El segundo, en parte consecuencia del primero, es el vaciamiento del lenguaje, que permite blandir a la vez las exigencias más sectarias y la pretensión de que quien hace imposible un acuerdo es siempre el otro; un vaciamiento que alcanza más o menos a lo principal del vocabulario de la política educativa: libertad, equidad, calidad, inclusión, participación… y, por descontado, pacto, como cuando Rajoy, después de dos legislaturas del PP solo contra la LOE y otras dos igual de solo con la LOMCE cree hacer haber hecho algo grande con apenas algún gesto vacío y retórico sobre el pacto educativo dirigido a Ciudadanos, o cuando Garzón se descuelga en periodo electoral con la surrealista y oximorónica propuesta de un pacto por una educación republicana. Un tercer motivo, menos obvio pero más poderoso, es el papel de la escuela en las estrategias sociales de las familias, muy visible en la búsqueda de la mejor educación para los hijos, tanto da que se concrete en la mejor escuela o en el mejor desempeño individual en ella, y que tiene su contraparte en la pretensión no menos estratégica, aunque defensiva, de suprimir todo elemento de diferenciación, sea la elección de centro, el (muy discutible) modelo bilingüe, el uso de recursos digitales, los deberes para casa o cualquier otro. Cuarto, y no menos importante, el infundado paternalismo de la profesión docente, siempre tan inclinada a pensar que sabe mejor que su público lo que le conviene; esto es, a desoír a la sociedad, o a oír solo lo que quiere oír, como cuando funcionarios incondicionales de su fuente de empleo, la enseñanza pública, no quieren ver que un tercio del alumnado lleva medio siglo eligiendo la privada y otro sexto, hasta la mitad, lo haría si pudiera, o cuando los sicofantes de la inmersión lingüística ignoran que más de la mitad de la población con hijos en edad escolar ni la quiere ahí ni la practica en otros ámbitos libres de coerción y de presión; o cuando todos coinciden en que lo primero y principal que necesita la educación es, cómo no… más educadores.
Pero hay otro obstáculo formidable para un pacto: su trivialización. Asoma cuando se formula como el objetivo de ponernos de acuerdo en lo que nos une (ya se sabe: acabar con el abandono, conjugar equidad y calidad, reconocer y dignificar al profesorado, mejorar los resultados, aumentar los recursos…), o evitar lo que nos separa (los cleavages o fracturas como la religión, la financiación de la escuela privada, las lenguas propias, la evaluación del profesorado, etc.). El problema es que tales acuerdos de mínimos no sirven de mucho, o no sirven de nada. De hecho presentan el riesgo añadido de precipitar, hipostasiar, politizar o adjudicar opciones y políticas que no están adscritas necesariamente a un lado ni a otro de las fracturas habituales, desde el momento mismo en que las colocan en el centro de una negociación entre partidos y grupos de intereses; en todo caso, al dejar fuera lo que realmente ha venido dividiendo a la sociedad, simplemente posponen los problemas por muy poco tiempo, si es que no los enquistan y los agravan. Por eso no me gusta la palabra pacto, que alude por igual a la formalización de un acuerdo preexistente, entre quienes ya coinciden en algo o en todo, y a la confluencia desde el desacuerdo o el conflicto previo de intereses y valores. Es lo segundo lo que la educación española necesita: un acuerdo que cree un escenario comúnmente aceptado desde ambos lados de las viejas fracturas, en el que todos estén razonablemente a gusto aunque ninguno esté enteramente a su gusto, y que traiga consigo una suspensión duradera, que ya sabemos no será definitiva, de las hostilidades. Por eso prefiero hablar de un compromiso: compromiso entre los actores, entre los intereses en conflicto y los valores en disputa, así como entre lo deseado por cada uno y lo aceptable para los demás, lo que implica ceder y conceder.

Un compromiso por la educación debería abordar, precisamente, lo que hasta hoy ha venido arrojando a la escuela al ojo del huracán: la titularidad de los centros, el lugar de lo laico y lo religioso, la coexistencia de las lenguas propias y la lengua común, el alcance y límites de la comprehensividad, las bases económicas de una expansión sostenible, la autonomía y transparencia de los centros y la reestructuración de la profesión docente. Formular los términos es ya otra historia, tema para otro día.

Tomado de: http://blog.enguita.info/2016/07/habra-al-fin-un-compromiso-por-la.html
Imagen: https://www.google.com/search?q=%C2%BFHabr%C3%A1+al+fin+un+compromiso+por+la+educaci%C3%B3n%3F&source=lnms&tbm=isch&sa=X&ved=0ahUKEwji2_T1ppTOAhVBJB4KHUV0AVwQ_AUICSgC&biw=1366&bih=667#tbm=isch&q=dibujos+%C2%BFHabr%C3%A1+al+fin+un+compromiso+por+la+educaci%C3%B3n%3F&imgrc=lm6t8KOgmvgDxM%3A

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Entrevista a La Tribu Escuelita, proyecto colectivo de acompañamiento respetuoso

Fuente y Autor: todoporhacer

Qué es La Tribu?¿De dónde surge?

La Tribu somos un grupo de personas que deseamos construir un espacio en el que se respete el desarrollo natural de la niñez, en criaturas entre los dieciocho meses y los tres años (y con el tiempo centrarnos en el período de tres a seis años), que abrirá sus puertas el próximo septiembre en Villaverde Alto.

Un espacio en el que las personas adultas nos relacionemos con las peques intentando reducir al máximo cualquier tipo de Poder o Autoridad que pudiéramos ejercer (lo que no implica que abandonemos nuestra res­ponsabilidad de atender necesidades básicas, de supervivencia, como la integridad física), sin premiar ni castigar, sin que “aprendan a obedecer”, sin comparar ni generar expec­tativas, sin robar descubrimientos ni repri­miendo la creatividad ni la multiplicidad de lenguajes que en la niñez son usados para comprenderse y comprender el mundo. Buscando generar un espacio en el que exis­tan relaciones horizontales entre las peques, en el que no se generen roles marcados por el sexo, la fuerza física o las capacidades de cualquier tipo.

Hace aproximadamente cuatro años, un grupo de personas creamos en Madrid un Grupo de Aprendizaje Colectivo de Pedago­gía Antiautoritaria en el que debatíamos so­bre las bases de esta pedagogía y que durante dos años creamos una “Zona infantil” en el Encuentro del libro anarquista de Madrid. Varias de las personas de este grupo deciden hace dos años juntarse para intentar llevar a la práctica las ideas sobre las que tanto habíamos debatido, intentando crear un es­pacio de aprendizaje basado en algunos de los proyectos que son nuestras referencias: el Pesta de Mauricio y Rebeca Wild, el Insti­tuto Loczy y Paideia (Mérida); así como en las ideas, valores y formas de hacer presentes en el anarquismo y los feminismos.

Os definís como un proyecto de peda­gogía libertaria, ¿por qué libertaria? ¿Qué implica este adjetivo? ¿En qué se diferencia La Tribu de cualquier escuela “tradicional”?

Nos definimos como un proyecto de pe­dagogía libertaria porque las ideas anarquis­tas son hacia las que sentimos mayor afinidad. Y consideramos que tienen una traslación espontánea en el ámbito del aprendizaje y la niñez: por ejemplo, la acción directa (la no delegación, la autoorganización), tiene su representación, por ejemplo, en que las pe­ques deciden a qué, cómo, cuánto tiempo y con quién desean jugar; los estudios de Félix López sobre conducta prosocial y altruista evidencian manifestaciones espontáneas de apoyo mutuo antes de los seis años y la hori­zontalidad, se manifiesta en la búsqueda de la disminución o eliminación de conductas sexistas, por ejemplo.

Un proyecto de este tipo pocas similitu­des tiene con las escuelas “tradicionales”, más allá de que unas peques de edades similares comparten un espacio de forma diaria en una parecida franja horaria. Podríamos ha­cer dos bloques en relación a las diferencias entre proyectos como La Tribu y las escuelas estatales (preferimos denominarlas estatales y no públicas, puesto que pocas o ninguna posibilidad de decidir sobre qué aprender, por escribir un único ejemplo, tienen alum­nado, profesorado o familia, en esta escuela). En primer lugar, una diferencia clara con la mayoría de escuelas estatales (incluyendo las escuelas concertadas o privadas, nosotras nos consideramos un proyecto autogestio­nado) podría hacer referencia a las formas, a la actitud con la que nos relacionamos con las peques. Y en segundo lugar, también nos diferenciamos de proyectos que se encuen­tran dentro de la escuela estatal haciendo un trabajo muy interesante huyendo de exá­menes, deberes… nos diferenciamos porque estos proyectos tienen que asumir, por ley, la obligatoriedad del currículo, las calificacio­nes, las programaciones, las ratios…

Cuando hacemos referencia al desarrollo natural de la niñez comprobamos una cla­ra interferencia en el desarrollo en los cen­tros educativos. Un claro freno al respeto, la valoración y la atención de necesidades, elecciones, ritmos y estilos de aprendizaje. Algunos ejemplos que consideramos lo evi­dencian pudieran ser: la imposición de que las peques lleguen al segundo ciclo de infan­til sin pañales (forzando un proceso madu­rativo, neurológico, emocional… forzando a la propia naturaleza a realizar algo para lo puede que físicamente no se está prepara­da) Obligando a comer cuando no se desea, provocando que las peques desconecten de sus propias sensaciones, originando relacio­nes nefastas con el momento de la comida, cuando éste ha de ser placentero. El no acompañamiento, la no atención del ámbito emocional, buscando la homogeneización del sentir para poder así atender a grupos de veinticinco peques de tres años, por ejem­plo…

¿Cuánta gente forma parte del proyecto en la actualidad (peques, acompañan­tes, familias…)? ¿Cómo se mantiene económicamente el proyecto?

En la actualidad, entre acompañan­tes, familiares, peques y personas cercanas al proyecto somos alrededor de dieciocho personas. Nuestra necesidad en este primer curso es la participación de ocho peques, pero ahora mismo hay tres. Hace un par de semanas pudimos saber cuál será nues­tra ubicación definitiva (Villaverde Alto) y esperamos que pronto podamos mostrar el espacio totalmente preparado para que más familias puedan conocer este proyecto. Por­que hasta ahora, es cierto, que la no dispo­nibilidad de un espacio físico, de “algo que mostrar”, ha dificultado el acercamiento al proyecto.

En cuanto a la financiación, vamos a op­tar por las cuotas libres y responsables para las mensualidades que han de aportar las fa­milias. Es decir, cada familia aporta lo que puede, considerándose unos mínimos gastos de mantenimiento del espacio y una parte de los sueldos de las acompañantes. Y por ello, las familias han de implicarse en la búsqueda de financiación. Y esta implicación es obli­gatoria para todas independientemente de lo que pueda aportar cada familia. No quere­mos “fomentar” clases sociales promoviendo que las familias que puedan pagar más no se impliquen en la búsqueda de financiación y se desentiendan del proyecto porque pueden pagar cuotas más altas.

Cada vez es más frecuente encontrar pá­ginas webs de colegios privados (algunos absolutamente elitistas) en las que alar­dean de aplicar metodologías educativas “activas”, como trabajar por proyectos, número reducido de alumnos/as, apren­dizaje colaborativo o “democrático”, etc. ¿A qué responde esta nueva moda? ¿Es realmente similar la pedagogía de este tipo de centros a la de los proyectos de pedagogía antiautoritaria?

En primer lugar, el capitalismo actual­mente precisa que parte de la clase traba­jadora adquiera unas habilidades que hace unos años eran incluso reprimidas en las escuelas: oratoria, capacidad para trabajar en grupo, para resolver conflictos, creati­vidad… capacidades que se requieren en “nuevos” puestos de trabajo relacionados con las nuevas tecnologías y las redes sociales, la formación, trabajos con mucha exposición pública…

Por otra parte, la escuela necesita legi­timarse como poseedora del conocimiento cuando vivimos una etapa en la que apre­tamos un botón y tenemos toda la informa­ción, todos los contenidos curriculares en el teléfono o el ordenador sin necesidad de acudir a los centros educativos. De ahí la ne­cesidad de “aprender jugando”, de motivar, para que no surja un rechazo a la institución que siempre ha sido la detentora del Saber (del saber burgués)

Otro factor a señalar, pudiera ser la bús­queda de la eficiencia. Un ejemplo de ello, podemos apreciarlo en lo que se ha dado en llamar “Aprendizaje emocional”. Puesto que puede establecerse como un medio y no como un fin. Un medio que busque una “asepsia emocional”, considerar la existencia de emociones negativas atribuidas a la ira o al miedo. Cuando sabemos científicamen­te que todas las emociones son necesarias, son adaptativas. Todo ello, para hacer más eficiente, más productivas las escuelas. Para que las horas pagadas al profesorado provo­quen aprendizajes y no tener que dedicarlo a “mandar callar” o castigar.

Y por último por motivos económicos, puesto que es muy vendible para muchas familias que quieren otras formas de edu­car.

Pero hay que resaltar que aprender por proyectos o de forma colaborativa, aunque totalmente necesario, lo consideramos insu­ficiente; puesto que únicamente atiende a la metodología. En nada altera la escuela como institución, en nada hace tambalear sus pi­lares básicos obligatorios: currículum, califi­caciones, evaluaciones externas, distribución por edades…

Muchas gracias por dedicarnos tiempo a responder a esta entrevista, y mucho ánimo con el proyecto. Si hay alguna cosa que queráis añadir o comentar, ade­lante…

Gracias a vosotras por interesaros por este proyecto. Únicamente añadir nuestros datos de contacto: latribuleganes@gmail.com; latribuescuelitawordpresscom.wordpress.com.

 

Fuente de la entrevista: http://www.todoporhacer.org/entrevista-la-tribu-escuelita

Fuente de la imagen: http://www.todoporhacer.org/wp-content/uploads/2016/07/Stanley_Kubrick_-_girl_in_classroom_cph.3d02345-1024×683.jpg

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Libro: Libertad y límites. Amor y respeto

Libertad y Límites. Amor y Respeto

  • Autora: Rebeca Wild
  • Año: 2006
  • Nº de páginas: 216 págs.
  • Editorial: HERDER
  • Lengua: CASTELLANO
  • ISBN: 9788425424854

Sinopsis:Cuando hablo por primera vez con alguien sobre el tema de una «educación libre », es lo más común que enseguida surjan objeciones más o menos apasionadas sobre la «necesidad de límites». Pero las preguntas sobre este tema tampoco disminuyen cuando los padres o cuidadores se aventuran a dar sus propios pasos hacia un trato respetuoso con los niños. Más bien al contrario: En sinnúmero de situaciones nuevas y en cada nueva etapa dedesarrollo asoman también nuevas dudas e incertidumbres. Para nosotros –adultos que a menudo hemos sido educados y restringidos por límites– no es fácil comprender que en realidad los límites pueden tener la función de definir un espacio en el cual se puede actuar con independencia y libertad y en el cual se pueda dar un verdadero desarrollo humano. Pero en la medida en que logramos hacer esta distinción, nos damos cuenta de que los límites no definen el ser del otro, sino –por el contrario– sirven para mantener el entorno relajado, de manera que todos –niños y adultos– se sientan cómodos en él, vivan nuevas experiencias gracias a la toma de decisiones personales y aprendan a diferenciar entre necesidades auténticas y sustitutivas”.

Fuente de la reseña: http://www.casadellibro.com/libro-libertad-y-limites-amor-y-respeto/9788425424854/1090695

Fuente de la imagen: http://image4.casadellibro.com/a/l/t0/54/9788425424854.jpg

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El matrimonio infantil criminalizado en Tanzania

Tanzania/5 de julio de 2016/Fuente: ecodiario

El Gobierno de Tanzania ha criminalizado el matrimonio infantil, con una pena máxima de 30 años de cárcel, en un movimiento inédito para erradicar una práctica social muy extendida a pesar de que hasta ahora constituía una excepción.

Las leyes tanzanas prohibían que las menores contrajeran matrimonio o mantuvieran relaciones sexuales con adultos, salvo que tuvieran al menos 14 años y concurriera el consentimiento de los padres o una autorización judicial.

La nueva normativa penaliza el matrimonio y las relaciones sexuales con niñas que estén en edad de ir a la escuela primaria y secundaria, sin excepción alguna. De esta forma, Tanzania se acomoda al acuerdo de las naciones africanas por el cual se debe tener al menos 18 años para contraer matrimonio. Los adultos que incurran en estas conductas podrán ser condenados a hasta 30 años de prisión.

El fiscal general, George Masaju, ha explicado que la nueva ley forma parte de un plan integral que abarca otras políticas como la educación gratuita, puesta en marcha a principio de año. «Intentamos crear un ambiente mejor para nuestras niñas», ha dicho ante el Parlamento.

Los colegios deberán dar ejemplo

El jefe del Ministerio Público ha indicado que, para garantizar el cumplimiento de la nueva ley, los colegios están obligados a informar al Gobierno sobre las alumnas que contraigan matrimonio o que estén embarazadas.

La organizaciones para la defensa de los derechos de las mujeres alertan de que estas prácticas merman el desarrollo futuro. «A la niñas que se casan se les niega la libertad de tomar decisiones informadas», ha explicado Eda Sanga, de la ONG TAMWA.

«Creo que debemos centrarnos en impartir habilidades para la vida en las escuelas para que las niñas puedan decir claramente ‘no'», ha apuntado, por otro lado, Leila Sheij, una bloguera radicada en Dar Es Salam.

Vinculado a la mortalidad infantil

Las pruebas indican que las niñas que se casan temprano abandonan a menudo la educación oficial y quedan embarazadas. Las muertes relacionadas con el embarazo y el parto son un componente importante de la mortalidad de las niñas de 15 a 19 años en todo el mundo, representando 70.000 muertes cada año.

Si una madre tiene menos de 18 años, el riesgo de que su bebé muera en su primer año de vida es de un 60% más que el recién nacido de una madre mayor de 19 años. Incluso si el niño sobrevive, las condiciones de sufrir bajo peso, desnutrición y un desarrollo físico y cognitivo tardío aumentan considerablemente.

Fuente: http://ecodiario.eleconomista.es/internacional/noticias/7683104/07/16/El-matrimonio-infantil-criminalizado-en-Tanzania.html

Imagen: http://s03.s3c.es/imag/_v0/770×420/5/7/9/nina-tanzania-770×420-reuters.jpg

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«El Watergate es una ilusión diseñada por Hollywood»

25 Junio 2016/Autor: Marta Peirano y Alejandro Navarro Bustamante/Fuente: Rebelión

Entrevista a Julian Assange

«Los medios establecidos tienen que limitarse constantemente bajo los poderes del establishment, los poderes del Estado al que pertenecen», dice Assange en esta entrevista con eldiario.es en la Embajada de Ecuador en Londres.

 

Cuatro años lleva Julian Assange en la embajada de Ecuador de Londres. Durante su estancia han pasado ya tres embajadores: Ana Albán, que estuvo a cargo 39 meses; Juan Falconí, con 21 meses, y Carlos Abad, que lleva 12. Este domingo 19 de junio, el fundador de Wikileaks los habrá superado a todos con un récord de 48 meses.

La corte de distrito en Estocolmo mantiene una orden de arresto contra él, como sospechoso de violación. No hay cargos contra él; las leyes suecas establecen que no se pueden formular cargos contra un sospechoso sin haberlo interrogado. Hasta ahora, se han negado a interrogarlo en la embajada o por Internet, y la acusación no prescribe hasta 2020. De momento, su equipo le ha regalado un gato.

Hoy se cumplen cuatro años de su encierro en esta embajada. Cómo se explica esto.

Cuando dices cuarto aniversario parece que lo estamos celebrando. Pero puede que estar detenido durante cinco años y medio sin cargos tenga algo que celebrar y es que Wikileaks sigue publicando. Y creciendo. Mientras, muchos otros medios de comunicación están desapareciendo. A pesar de sufrir la mayor persecución en la historia de los EEUU contra un medio de comunicación durante cinco años y medio y de sufrir un bloqueo bancario que incluye a Visa, Mastercard, Paypal, Western Union, Diner’s Club, Discover, American Express y Bank of America, no hemos despedido a nadie, seguimos adelante. Creo que esto es algo que podemos celebrar.

También creo que Ecuador como Estado, un Estado pequeño, ha sido capaz de resistir una enorme presión por parte del Gobierno norteamericano y del británico acerca de mi situación. Ahora estamos en punto muerto, nadie está ganando, está todo parado. Pero podemos ver en qué dirección se mueven las cosas, como resultado de procesos, como por ejemplo Naciones Unidas concluyendo formalmente que estoy detenido de manera ilegal.

Pero está a punto de empezar la apelación de Chelsea Manning, mi presunta co-conspiradora, la joven analista de inteligencia de EEUU que ha sido condenada a 35 años de prisión. Esa sentencia es de locos. La única acusación contra ella es haber sido la fuente del medio que ayudó a denunciar crímenes de guerra y la verdadera naturaleza de la diplomacia norteamericana. Nadie la acusa de filtrar documentos secretos a la inteligencia rusa o a Al Qaeda. La única alegación es que proporcionó información a los medios y ha sido sentenciada a dos décadas en prisión. Ahora tratan de hacer lo mismo conmigo.

Wikileaks se ha especializado en tratar de ensanchar esa cobertura de lo que se puede publicar, acogiendo los casos más difíciles, en este caso y en este momento, los secretos más oscuros del mundo de la inteligencia norteamericana y sus amigos. Son difíciles porque son el poder dominante y por tanto su capacidad para suprimir esa información es mayor.

Explíqueme algo que no entiendo. A diferencia de Chelsea Manning y Edward Snowden, usted no es un ciudadano norteamericano y no ha firmado un contrato con el Ejército norteamericano, ni con el Gobierno norteamericano. ¿Cómo puede ser responsable de una traición en EEUU?

EEUU trata de imponer sus leyes sobre un centenar de países en el mundo. Yo soy un ciudadano australiano que opera desde Europa, fuera de EEUU. No teníamos empleados norteamericanos en el momento en que publicamos documentos clasificados del Gobierno norteamericano. ¿Cómo puede EEUU reclamar jurisdicción sobre este caso? Pues porque EEUU reclama jurisdicción universal sobre cualquier cosa que tenga que ver con el Gobierno de EEUU. Y, como eran documentos del Gobierno de EEUU, entonces tienen jurisdicción.

En España ha habido un gran debate acerca de la jurisdicción universal en torno al Comité contra la Tortura, que permite a los gobiernos de cualquier Estado perseguir a funcionarios de cualquier otro Estado cuando el Estado responsable no cumple con su obligación frente a las Naciones Unidas de perseguir crímenes de tortura. El caso de Baltasar Garzón en el que extraditó a Augusto Pinochet de Inglaterra a España fue posible en parte gracias a ese mandato. Otro ejemplo son los 26 agentes de la CIA que han sido procesados en Italia por el secuestro de un imán sospechoso de terrorismo. Pero hay un aspecto espinoso de esta jurisdicción universal y que EEUU trata de exprimir todo lo que puede: el reclamo unilateral de jurisdicción universal de cualquier editor que publique información que pertenece o afecta a los intereses del Gobierno norteamericano. Y esto es una amenaza a cualquier editor en el mundo.

A usted le persiguen por distribuir decenas de miles de documentos militares y diplomáticos clasificados en 2010. Y, sin embargo, medios como The Guardian, The New York Times y Der Spiegel publicaron el mismo material sin sufrir las mismas consecuencias. ¿Cuál es la diferencia entre esas cabeceras y Wikileaks?

Hay una diferencia legal y una política. EEUU sabe que perseguir al NYT por publicar estos documentos sería difícil políticamente. El New York Times tiene un enorme megáfono y lo usará para defenderse. Legalmente, las acusaciones que pueden usar contra una publicación son cinco: espionaje, conspiración para cometer espionaje, conspiración general, terrorismo informático y robo. Han creado un abanico de cargos para tener una herramienta que funcione en diferentes contextos. Dependiendo, por ejemplo, de dónde te quieren extraditar, porque el espionaje no es un crimen en muchos países. Las más efectivas son haber sido parte en una conspiración y el terrorismo informático.

Desde ese punto de vista, la diferencia entre nosotros y el New York Times es que nosotros tratamos directamente con la fuente, y por tanto fuimos parte de una conspiración con la fuente para obtener información de manera ilegal. Y luego, dentro de la organización, hay una serie de cosas que haces con esa información. Por ejemplo, tratar de descifrarla si está encriptada. O proteger a la fuente, ayudándole a borrar sus huellas. Estas acciones extra son las que aparecen en la Ley de Fraude y Abuso Informático, sección 1A de la sección de Terrorismo Informático.

Todo esto nos separa legalmente del resto de los medios de comunicación, pero con ellos también la usan. Por ejemplo, un periodista de Fox News reveló unos documentos vergonzantes sobre la política norteamericana de asuntos exteriores y luego se supo que había obtenido la información de un funcionario de la Administración. La orden judicial que usó la policía para requisar sus correos estaba basada en cargos de conspiración.

Esta legislación que tratan de imponer en EEUU tiene dos objetivos: acabar con el periodismo de secretos, haciendo que cualquier periodista que se comunica directamente con la fuente sea su co-conspirador y, por tanto, culpable de espionaje. La segunda, expandir esa legislación hasta alcanzar a todos los periodistas del mundo, no solo en EEUU, usando la jurisdicción universal e implicando que, cuando dos periodistas colaboran juntos, están conspirando juntos. Y los técnicos trabajando en esta historia, y los maquetadores, todos serían culpables de conspiración.

¿Qué pasaría si saliera ahora mismo por esa puerta?

En marzo, el Gobierno de EEUU cursó un documento de 113 páginas al Tribunal federal con los cinco cargos que he comentado antes. Pero, extrañamente, el Gobierno británico no quiere aclarar si les ha llegado la orden de extradición del Gobierno estadounidense. Ni siquiera quieren confirmar o negar que haya habido comunicación alguna entre los dos gobiernos acerca de este caso. Y eso es lo que pasa cuando un gran jurado, que es lo que se usa en EEUU para los delitos federales, produce un documento sellado de acusación, que es una ofensa criminal para los miembros de la Administración hablar del contenido de ese sobre. En este caso, ese sobre se habría convertido en un documento sellado que reclama mi extradición, el documento que el Gobierno británico se niega a confirmar o negar que ha recibido.

El primer caso de extradición a la Schrödinger: no sabemos si existe o no.

Exacto. Pero lo que el Gobierno británico sí ha dicho es que, independientemente de que la orden de extradición en Suecia sea cancelada, ellos van a arrestarme. Y ni el Gobierno sueco ni el británico han querido confirmar que no me extraditarán a los EEUU.

¿Tiene apoyo de otros países además de Ecuador?

A ver: una cosa es el apoyo de la población y otra el apoyo del Estado. La población australiana me apoya pero el Gobierno australiano no. La Alianza de los Cinco Ojos –los servicios de inteligencia del imperio blanco angloparlante: EEUU, Reino Unido, Australia, Canadá, Nueva Zelanda– es extremadamente hostil, incluyendo mi propio Gobierno. Australia ha sido de hecho uno de los peores. Su respuesta a la presión de EEUU fue abrir una investigación penal en la que estaban involucrados la agencia de seguridad, el Ejército australiano, la Policía Federal y el tribunal de justicia. Como consecuencia, han cancelado mi pasaporte. No hay ninguna prueba de que haya infringido ninguna ley australiana, ni siquiera que haya publicado nada desde suelo australiano. Pero, como soy un ciudadano australiano, Australia es de alguna manera responsable de cualquier irritación que yo pueda causarle a EEUU y así demuestra su lealtad a EEUU.

¿No le han ofrecido asilo en otros países?

Ecuador me ofreció asilo muy pronto, en 2010. Y hubo declaraciones de apoyo de Venezuela, Argentina, Rusia. Las ciudades de Barcelona y Madrid han hecho declaraciones de apoyo frente a Naciones Unidas, cosa que me parece muy significativa. Pero mi situación es muy similar a la de Edward Snowden. Wikileaks fue capaz de conseguir asilo para Snowden: le sacamos de Hong Kong y le llevamos a Rusia. Pero, en el proceso enviamos cientos de peticiones a todos los estados occidentales, incluyendo España. Fueron todas rechazadas por las razones más sospechosas, muchas veces argumentando razones técnicas.

Fue el caso de España: que no podían ofrecerle asilo porque no estaba en suelo español al cursar la petición.

Es triste que Europa siga estando bajo el dominio de los aliados estadounidenses. Pero lo entiendo porque casi toda Europa está en la OTAN y la OTAN está dominada por EEUU. Si algún país europeo me ofreciera asilo, EEUU lo tomaría como un insulto. Y las agencias de inteligencia de esos países entienden que habría un precio, bien la información que les proporciona la inteligencia norteamericana, bien el poder que tendrían en la mesa de negociación de la OTAN. No sería un cambio oficial, claro, pero de manera no oficial habría un cambio. EEUU no puede tolerar ese tipo de deslealtad. No porque un país les pueda hacer mucho daño de manera individual pero porque puede animar a otros países a desobedecer.

Volviendo a Wikileaks. Sara Harrison dijo hace poco que el legado de Wikileaks eran dos cosas: la idea de un buzón seguro (como Securedrop, Filtrala) en el que cualquier ciudadano puede filtrar documentos a un medio de comunicación sin revelar su identidad y poner en peligro su bienestar; y la idea de un consorcio de medios trabajando en la misma exclusiva. Fue lo que hizo con The Times, The Guardian, Der Spiegel, El País y Le Monde cuando Wikileaks filtró 251.287 cables diplomáticos estadounidenses. ¿Esta de acuerdo con esa valoración?

No (risas). Adoro a Sarah pero veo las cosas de otra manera. La prensa tradicional, incluyendo aquellas cabeceras con las que colaboramos, se han agarrado a esa interpretación porque les conviene políticamente. Porque no constituye un reto para la percepción que proyectan de su propio valor. Y es verdad que fuimos nosotros los primeros en crear una colaboración internacional de grandes cabeceras investigando en la misma exclusiva. Y lo hemos seguido haciendo con cientos de organizaciones en muchos países distintos, generando procesos de comunicación cifrada para su colaboración, etc.
Este es nuestro más importante legado: haber creado una estructura difícil de atacar, para publicar la información que avergüenza a las grandes cabeceras.
En cuanto a Securedrop, esto era algo que los medios no estaban haciendo en absoluto porque pensaban que no era su trabajo hacerlo. Así que se ha convertido en un mecanismo conveniente para explicar el éxito de Wikileaks. Ahora, por mi experiencia trabajando con distintas organizaciones de derechos humanos y grupos de seguridad informática, siempre he creído que los documentos importantes no son tan difíciles de conseguir. La dificultad está en publicarlos. Este es nuestro más importante legado: haber creado una estructura difícil de atacar, para publicar la información que avergüenza a las grandes cabeceras.

Y también saber usar Internet de la manera óptima. El papel regula la cantidad de información que puedes publicar pero la Red permite publicarlo todo. Para mí, el verdadero valor de Wikileaks es como biblioteca, como un registro compulsado de los comportamientos de las grandes instituciones contemporáneas. Esta biblioteca es algo que otros periodistas pero también abogados, políticos y otros utilizan cada día para publicar nuevas historias o empezar nuevos argumentos o investigaciones. Y el escándalo que genera cada publicación de material es, en mi opinión, solo una manera de atraer gente a la biblioteca, una estrategia de marketing. Esta biblioteca se convierte entonces en una estructura fiable para esa gente.

Por ejemplo, los tres millones de cables que están ahora disponibles en nuestra serie de diplomacia pública es el mayor paquete de información, el más articulado y significativo acerca de cómo funcionan las relaciones internacionales. Es un tesoro para la humanidad; es universal y permanente y ofrece un marco de investigación global para periodistas en todo el mundo.

Se necesita mucha estrategia y mucha premeditación para mantener una biblioteca de estas características en el ojo público. Esto incluye distribuir a nuestra gente y nuestros recursos en muchas jurisdicciones distintas, para que no podamos ser presionados de manera efectiva ni sucumbir a la autocensura. Algunos medios se han referido a Wikileaks como el primer medio de comunicación apátrida. Esto indica, sin decirlo, una verdad importante: que los medios que están circunscritos a un Estado o a una cultura, son vulnerables a la presión y los intereses de ese gobierno y esa cultura. Y no siempre hay una coacción legal, a menudo es solo el estar integrado a esa sociedad. Llevarse bien con sus padres, sus parejas y amigos.

Wikileaks ha ganado todas las demandas a las que se ha enfrentado durante los últimos 10 años. Todas. Así que, lejos de ser una organización de renegados sin ley, en la práctica respetamos la legislación de los países en los que operamos, y operamos en muchos países diferentes. Y estamos usando leyes internacionales de los derechos humanos, como el artículo 19 que garantiza la libertad de expresión sin fronteras, Y aquellos con los que hemos litigado han perdido el caso porque han infringido la ley en sus propios países o bien tratan de aplicar leyes de otro país.

Este es el motivo por el que ha sido tan crítico con el ICIJ y su presunta liberación de la mayor filtración de la historia del periodismo. Ellos aseguran tener a 185 periodistas trabajando en 65 paises. ¿No debería ese número garantizar la legitimidad de la exclusiva?

Es triste pero no. Y quiero felicitar a la fuente por hacerse con ese material y a los dos periodistas del Sueddeutsche Zeitung por «conspirar» con esa fuente. Pero, desde la perspectiva de Wikileaks, los Papeles de Panamá son una regresión, un paso atrás, porque no es la filtración más grande del mundo sino la más pequeña. Porque ellos han dicho y otros han repetido que es la más grande filtración de todos los tiempos, pero en realidad solo han publicado 166 documentos.

Sería la mayor filtración si el ICIJ no tuviera miedo de publicar lo que tiene. No solo eso sino que su director, que está en Washington DC, salió a decir públicamente que Wikileaks había robado el periodismo y nosotros lo estamos recuperando. La gestión de los Papeles de Panamá es un ataque a nuestro modelo, y nuestro modelo es el periodismo científico, que consiste en justificar todo lo que publicas con la documentación que lo demuestra, para que todo el mundo pueda verificar que lo que dices es cierto. Esto no es lo que ha pasado con los Papeles de Panamá. Lo que han hecho no es periodismo de código abierto, es periodismo de código cerrado y, desde luego, no es periodismo científico.

¿Hay buenos periodistas en el ICIJ? Por supuesto que los hay. Gente como Nicky Hager de Nueva Zelanda, con el que hemos colaborado durante años. El problema es que el propio ICIJ tiene su sede en Washington DC y está financiado por la Fundación Ford, por la Fundación Rockefeller. Es más, su estructura de financiación está llena de evasores de impuestos. Saben que están fuertemente limitados en lo que pueden publicar. Si el ICIJ publicara de la manera que lo hace Wikileaks, su financiación desaparecería y su cabeza quedaría cortada. Los periodistas que han sido integrados desde América Latina y los países de la antigua Unión Soviética son de un tipo muy concreto: gente históricamente encantada de colaborar con Washington DC.

Por eso la cobertura ha sido tan parcial. Han salido algunas buenas historias pero, si haces las cuentas, 166 documentos publicados de un total de 5.400 documentos es una cobertura extremadamente sesgada, una selección extrema.

¿Qué piensa de los papeles de Snowden que The Intercept está publicando ahora?

Es exactamente lo mismo. Una vez más, una gran filtración con la que estábamos involucrados de muchas maneras y que, a la hora de publicar, mira lo que ha ocurrido: el 99,5% del material ha sido censurado. The Guardian, por ejemplo. Todo el mundo cree que ha sido el editor original de estos documentos, porque Glenn Greenwald tenía una columna allí. Y Glenn Greenwald se marcha del Guardian porque no le dejan publicar cosas. Inicialmente, The Guardian no quería saber nada de estos documentos. Y el director en aquel momento, Alan Rusbridger, le dijo al Parlamento británico: perded cuidado, ahí hay material sobre Irak y Afganistán y no vamos ni a leerlo. Y contaron la historia a los medios de que el GCHQ había entrado en la redacción y les había destrozado los discos duros, y es todo mentira.

El director llegó a un acuerdo con el Gobierno y lo que pasó fue que el GCHQ fue a la redacción a ver cómo ellos mismos destrozaban sus propios discos duros. Y eso se lo callaron. Pero vamos a darles el beneficio de la duda. Vamos a decir que ellos pensaban de verdad que, si no destrozaban sus propios discos duros, vendrían los servicios de inteligencia y lo harían ellos. Y que preferían hacerlo ellos para qué se yo. Para grabarlo en vídeo. De hecho lo grabaron en vídeo, hay un vídeo de ellos mismos destrozando sus propios discos duros. ¡Y se lo guardaron! Esto debería estar en la portada del periódico, debería estar en la portada de la CNN y del resto del mundo.

Pero lo mantuvieron en secreto. Durante seis semanas. Y salió porque la pareja de Glenn Greenwald, David Miranda, estaba volando de Berlín a Río con escala en Londres, con papeles de Snowden en un disco duro y lo pararon. Fue retenido en el aeropuerto durante ocho horas, y fue interrogado por la policía británica. Y Greenwald sabía de la destrucción de discos duros y estaba presionando para hacerlo público. Y es en este momento, seis semanas después, que el Guardian lo publica, y ni siquiera lo pone en la portada del periódico. Escuchad todos, esto pasó hace seis semanas, sentimos habérnoslo callado pero la detención de David Miranda nos parece completamente intolerable y también que mandaran unos tíos a vernos romper nuestros propios discos duros. Y no lo ponen en la portada, sino que lo dicen en el párrafo nueve de un blog del director, en el que habla de una crítica de una película que se ha hecho sobre mí, esa horrible película de Hollywood llamada El quinto poder.

Así es como lo publican, de la manera más discreta posible. Porque no querían ofender al Estado británico. Esta es la realidad de cómo los medios establecidos tienen que limitarse constantemente bajo los poderes del establishment, los poderes del Estado al que pertenecen.

Toda esta historia de los valientes periodistas enfrentándose al poder es una ilusión diseñada por Hollywood. Hasta «Todos los hombres del presidente», la famosa película sobre el Watergate, con estos dos periodistas correteando por ahí, hablando con secretarias de administración, destapando la verdad sobre una conspiración de pinchazos. No, esto era una disputa de facciones entre Nixon y el FBI. Y el FBI escogió a sus periodistas favoritos dentro del Washington Post y les fue dando información para asegurar su posición en esa guerra de facciones.

Eso que cuenta es horrible.

De hecho, en los correos de Hillary Clinton que publicamos recientemente, en esos mismos 2.000 correos de Hillary Clinton, se dice que Bob Woodward, el supuesto «héroe» del Watergate, es un activo del FBI. En esos mismos correos.

Tanto el Consorcio del ICIJ como The Intercept son hijos de Wikileaks. Si estos no son sus aliados naturales, ¿quiénes lo son?

Tienes que entender que The Intercept tiene su única dirección postal en EEUU, y está financiada por Pierre Omidyar, el billonario que es dueño de Paypal y eBay: el mismo que trató de meter a 20 de nuestros partidarios en la cárcel, el mismo que participó en el bloqueo bancario contra nosotros. The Intercept tiene grandes periodistas, incluyendo a Glenn Greenwald. Y es una incorporación muy positiva al ecosistema de medios en EEUU. Pero ¿han publicado los cientos de miles de documentos que les dio Snowden? No, no lo han hecho. Y no lo van a hacer, porque su localización geográfica, Nueva York, significa que hay demasiados puntos de presión sobre esa organización. Y es una pena, porque se podía haber estructurado como un consorcio internacional, o con una estructura novedosa como Wikileaks, que tiene muchos inscritos de muchas partes, incluyendo ONG, etc. Esto nos hace difíciles de presionar.

Y qué hay de organizaciones que no tienen sede en los EEUU ni pertenecen a un país concreto, como Fíltrala.org.

No me malinterpretes: es un avance que el ICIJ y otras organizaciones entiendan el valor de reunir grandes cantidades de documentos. Es un avance que mucha gente con perfil más técnico se haya politizado. Y es un avance que algunas, muy pocas, organizaciones tratan ahora de proteger sus comunicaciones con sus fuentes. Es un avance que The Intercept haga un seguimiento en profundidad de los temas de vigilancia masiva que nosotros llevamos años denunciando. Hay muchos grupos que han adoptado nuestros ideales: Fíltrala, BalkanLeaks… Pero aún nos falta mucho por hacer, y el punto más débil de los medios sigue siendo estructurarse de tal manera, y desarrollar una cultura institucional que sea lo suficientemente grande para ser publicada a gran escala. El mundo es grande y sus problemas son grandes. Y tenemos que ser capaces de publicar a la misma escala que esos problemas.

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=213579&titular=%22el-watergate-es-una-ilusi%F3n-dise%F1ada-por-hollywood%22-

 

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El ABC de la educación son los modales

Por Alberto Benegas Lynch (h)

Recuerdo una de las tantas conversaciones que mantuve con el gran Leonard Read en su oficina de la Foundation for Economic Education, cuando trabajaba en la tesis para mi primer doctorado, becado por esa benemérita institución, en 1968. Siempre me beneficié enormemente con sus consejos y reflexiones.

En la oportunidad a que me refiero destacó la importancia y la necesidad de reiterar conceptos sobre los fundamentos éticos, económicos y jurídicos de la sociedad abierta hasta que se comprendieran y adoptaran. Al fin y al cabo -con humor traía a colación el conocido aforismo- “para novedades, los clásicos”, lo cual desde luego no desmerece las nuevas contribuciones que se acoplan a la línea argumental a favor de la libertad y el respeto recíproco. En esta misma dirección tengo presente que en ESEADE Pascal Salin entonces en la Universidad de París IV, comenzó una conferencia con una pregunta retórica “¿prefieren que sea original o que diga lo que creo es la verdad?”. En este sentido, ahora en gran medida vuelvo sobre lo que escribí hace años sobre la importancia de los buenos modales.

“El hábito no hace al monje” reza un conocido proverbio a lo que  Jacques Perriaux agregaba “pero lo ayuda mucho”. Las formas no necesariamente definen a la persona pero ayudan al buen comportamiento y hace la vida más agradable a los demás.

Hoy en día, en gran medida se ha perdido el sentido del buen hablar. En primer lugar, debido al uso reiterado de expresiones soeces. Las denominadas “malas palabras” remiten a lo grotesco, a lo íntimo, a lo repugnante y a lo escandaloso. Los que no recurren a esas expresiones no es porque carezcan de imaginación, es debido a la comprensión del hecho de que si se extiende esa terminología todo se convierte en un basural lo cual naturalmente se aleja de la excelencia y las conversaciones bajan al nivel del subsuelo. Por su parte, los términos obscenos empobrecen el lenguaje y como éste sirve para pensar y para la comunicación, ambos propósitos se ven encogidos y limitados a un radio estrecho.

Entonces, aquello de que “el hábito no hace al monje, pero lo ayuda mucho” pone en evidencia una gran verdad y es que las apariencias, los buenos modales y, en general, la estética, tienen una conexión subliminal con la ética. Cuanto más refinados y excelentes sean los comportamientos y más cuidados los ámbitos en los que la gente se desenvuelve, más proclive se estará a lograr buenos resultados en la cooperación social y el indispensable respeto recíproco como su condición central.

Esto  no significa que un asesino serial pueda estar encubierto y amurallado tras aparentes buenos modales, significa más bien que se tiende a reforzar y a abrir cauce al antes mencionado respeto recíproco. Se ha dicho en diversas oportunidades que en la era victoriana había mucho de hipocresía, lo cual es cierto de todas las épocas pero no cambia el hecho de que en esa etapa de la historia el ocultamiento de lo malo traducía un sentido de vergüenza que luego se perdió bajo el rótulo de la sinceridad que pusieron al descubierto las inmoralidades más superlativas con la pretensión de hacerlas pasar por acciones nobles.

Las normas morales aluden al autorrespeto y al respeto al prójimo en las respectivas preservaciones de las autonomías individuales basadas en la dignidad y autoestima. De más está decir que lo dicho nada tiene que ver con el dinero sino con la conducta, lo que ocurre es que en las sociedades abiertas los que mejor sirven los intereses de los demás son los que prosperan desde el punto de vista crematístico y, por ende, se espera de ellos el ejemplo, lo cual en los contextos contemporáneos ha mutado radicalmente puesto que en gran medida los patrimonios no son fruto del servicio al prójimo sino de la rapiña lograda con el concurso de gobernantes que se han extralimitado en sus funciones específicas de proteger derechos para, en su lugar, conculcarlos. Mal puede esperarse ejemplos de una banda de asaltantes.

La literatura, la escultura, la pintura y la música son evidentemente manifestaciones de cultura por antonomasia. Sin embargo, en la actualidad, tal como he consignado antes, por ejemplo, Carlos Grané apunta en El puño invisible: arte, revolución y un siglo de cambios culturales que el futurismo, el dadaísmo, el cubismo y similares son manifestaciones de banalidad, nihilismo, vulgaridad, escatología, violencia, ruido, insulto, pornografía y sadismo (en el epígrafe de su libro aparece una frase del fundador del futurismo Filippo Tomaso Marinetti que reza así: “El arte, efectivamente, no puede ser más que violencia, crueldad e injusticia”).

¿Qué ocurre en ámbitos cada vez más extendidos en aquello que se pasa de contrabando como arte? Es sencillamente otra manifestación adicional de la degradación de las estructuras axiológicas. Es una expresión más de la decadencia de valores. En este sentido, otra vez, se conecta la estética con la ética. No se necesitan descripciones acabadas de lo que se observa en muestras varias que a diario se exhiben sin pudor alguno: alarde de fealdad, personas desfiguradas, alteraciones procaces de la naturaleza, embustes de las formas, alaridos ensordecedores, luces que enceguecen, batifondos superlativos, incoherencias múltiples y mensajes disolventes. En el dictamen del jurado del libro mencionado de Grané -que obtuvo el Premio Internacional de Ensayo Isabel Polanco (presidido por Fernando Savater), en Guadalajara- se deja constancia de “los verdaderos escándalos que ha vivido el arte moderno”.

¿Qué puede hacerse para revertir semejante espectáculo? Solo trabajar con paciencia y perseverancia en la educación, es decir, en la trasmisión de principios y valores que dan sustento a todo aquello que puede en rigor denominarse un producto de la humanidad, alejándose de lo subhumano y lo puramente animal, en un proceso competitivo de corroboraciones y refutaciones que apunten a la excelencia y no burlarse de la gente con apologías de la fealdad y explotar el zócalo del hombre con elogios a la indecencia, la ordinariez y a la tropelía.

Incluso la forma en que nos vestimos trasmite nuestra interioridad. La elegancia y la distinción se dan de bruces con los piercing, los tatuajes, los pelos teñidos de colores chillones, estrambóticas pintarrajeadas del rostro y las uñas, la ropa zaparrastrosa y estudiados andrajos en el contexto de modales nauseabundos, ruidos guturales patéticos que sustituyen la fonética elemental. La bondad, lo sublime, lo noble y reconfortante al espíritu naturalmente hacen bien y fortalecen las sanas inclinaciones. El morbo, el sadismo, lo horripilante y tenebroso dañan la sensibilidad y afectan lo mejor de las potencialidades del ser humano.

Hace años con mi mujer observamos en un subterráneo londinense un enorme cartel con la figura de Michel Jackson con los labios pintados, cambios en la pigmentación y operaciones y estiramientos varios en el que se leía “If this is the outside, what goes on in the inside?”. También ingleses que trasmitían radio en el medio de la nada en África durante la Segunda Guerra Mundial lo hacían vestidos de smoking “to keep standards up”.

El deterioro en los modales que subestima la calidad de vida al endiosar la grosería y lo chabacano, también tiende a anular el sentido de las expresiones ilustrativas que se consideran pasadas de moda tal como cuando se aludía a una dama que se utilizaba para indicar conductas excelsas y cuando se afirmaba de un hombre que “es antes que nada un caballero” quería decir mucho de sus procederes y de su rectitud. Ya Confucio, quinientos años antes de Cristo, escribió que “Son los buenos modales los que hacen a la excelencia de un buen vecindario. Ninguna persona prudente se instalará donde aquellos no existan” y, en 1797, Edmund Burke sostenía que para la supervivencia de la sociedad civilizada “los modales son más importantes que las leyes”.

Estimo que antes de las respectivas especializaciones profesionales, debiera explorarse el sentido y la dimensión de la vida para lo cual hay una terna de libros extraordinarios que merecen incorporarse a la biblioteca: The Philosophy of Civilization de Albert Schweitzer, Adventures of Ideas de Alfred N. Whitehead y Human Destiny de Lecomte du Noüy. Después de esa lectura tan robusta y de gran calado, entre otras muchas cosas, se comprenderá mejor el apoyo logístico que brinda la cobertura de los modales al efecto de preservar las autonomías individuales.

Hasta donde mis elementos de juicio alcanzan, en medios argentinos radiales y televisivos (aparte de reuniones sociales) es donde se concentra la mayor dosis de lenguaje soez.  Hay quienes incluso se creen graciosos con estos bochornos haciendo gala de un sentido del humor por cierto bastante descompuesto. Afortunadamente este decir maleducado no se ha globalizado por el momento, por lo menos al nivel de la degradación argentina. Es de esperar que personas inteligentes y que también hacen aportes en diversos campos abandonen la grosería de sus expresiones al efecto de contribuir a la construcción una sociedad decente y se percaten que la cloaca verbal se encamina a la cloaca.

Fuente: http://independent.typepad.com/elindependent/2016/03/el-abc-de-la-educaci%C3%B3n-son-los-modales.html

 Imagen: http://www.piccolouniverse.com/wp-content/uploads/2015/12/3f15f4ceb2554090bed143ed9f15968a.jpg

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Relator ONU exhorta a Chile a no permitir más el lucro e intereses corporativos en universidades

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Responsabilidad financiera rigurosa esencial para que la educación no sea un bien de consumo en Chile exigió el representante de la ONU.

Chile/06 de Abril de 2016/El Ciudadano

“El Estado sigue siendo el guardián del derecho a la educación en todas las circunstancias”, dijo hoy el Relator Especial de las Naciones Unidas sobre el derecho a la educación, Kishore Singh, al exhortar a las autoridades chilenas a erradicar progresiva y completamente la educación con fines de lucro antes de que termine el 2017 y a a que no se siga permitiendo los intereses corporativos en las universidades.

“Chile atraviesa un período histórico de transformación para reconocer a la educación como un derecho y no como un bien de consumo”, señaló el Sr. Singh al término de su visita* oficial a Chile, en la que alabó los esfuerzos por deshacer 30 años de políticas educativas basadas en las fuerzas del mercado y adoptadas en nombre de la libertad de enseñanza, que han conducido a altos niveles de segregación y estratificación escolar.

Para el Relator Especial, la libertad en la enseñanza no da libertad a cualquier proveedor de la educación para socavar la educación como un bien público o para subordinarlo al interés privado en detrimento de la responsabilidad social en la educación. “El Estado es la autoridad legítima en el ejercicio de la potestad reglamentaria que cubre todos los aspectos del sistema educativo”, recalcó.

“Chile ha emprendido el proceso de implementación de la Ley de Educación Inclusiva de junio de 2015, con el compromiso de erradicar progresiva y completamente la educación con fines de lucro antes de que termine el 2017”, el experto de la ONU indicó. “Las reformas históricas promovidas por el Gobierno actual no tienen precedente.”

El experto felicitó al Chile por adoptar leyes en varias áreas clave tales como la Ley que crea el Plan de formación ciudadana. Otros proyectos de ley como el que crea el Sistema Nacional de Educación Pública, la Ley de garantías de derechos de la niñez y la reforma en la educación pública para incrementar capacidad institucional se están considerando. “En el espíritu de las reformas, no se debería seguir permitiendo los intereses corporativos en las universidades”, agregó.

El Relator Especial urgió a las autoridades chilenas a adoptar una ley sobre la financiación de la educación, recalcando que la educación no es sólo un derecho en sí mismo, sino que también es esencial para el ejercicio de los demás derechos humanos. “Un marco jurídico para la financiación de la educación haría posible dedicar el máximo de recursos a la educación sobre una base sostenible”, dijo.

“Un marco regulatorio estricto es esencial para garantizar que no se permita a ningún proveedor privado reducir la educación a un negocio, la trate como un bien de consumo y disfrute del fraude financiero y la corrupción en la educación”, enfatizó el Relator Especial.

“Estas prácticas deben ser investigadas rigurosamente con transparencia y completa rendición de cuentas, y aquellos que sean hallados culpables deben ser llevados ante la justicia”, concluyó el experto en derecho humanos.

Fuente: http://www.elciudadano.cl/2016/04/05/271875/relator-onu-exhorta-a-chile-a-no-permitir-mas-el-lucro-e-intereses-corporativos-en-universidades/

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