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61 años de Libros de Texto Gratuito

Por: Sofía Gutiérrez Larios

La CONALITEG cumplió 61 años hace dos semanas. El 12 de febrero de 1959 fue creada la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos; la institución encargada de producir y distribuir los libros de educación básica.

Manuales escolares que fácilmente podemos recordar por su logotipo con un árbol de raíces de libros, y dos niños esperando recibir frutos de él. Esta alegoría representa muy bien el valor de los Libros de Texto: dar frutos enraizados de conocimiento.

Tras 61 años de existencia, hoy estos materiales pueden parecer sencillamente normales, pero son una obra endémica de nuestro país, y de las políticas educativas más significativas que ha mantenido México.

La Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuito es endémica de México, porque como lo constata la investigadora Lorenza Villa Lever, no hay algún otro país que diseñe, produzca y reparta los libros escolares gratuitamente a la infancia. En la mayoría de los países, el Estado no elabora los libros, sino que los adquiere de las editoriales comerciales, mediante una diversidad de esquemas.

Lo anterior constata el valor de la Equidad que persigue la CONALITEG. En efecto, la Comisión misma reconoce como uno de sus principales objetivos que todos los alumnos cuenten con materiales educativos, sin importar su origen, su condición personal, económica o social.

Además, dicha Comisión también es una de las políticas educativas con más impacto, porque se ha mantenido ya por seis décadas, como un proyecto transexenal y firme, en un país en el que las políticas públicas se caracterizan por su falta de continuidad.

Y hablando de resultados, las cifras se expresan solas: antes de la CONALITEG, de cada mil niños que ingresaban a la primaria, aproximadamente sesenta la concluían, y sólo uno completaba la licenciatura. Tomás Granados Salinas (2016) explica que tras los Libros de Texto Gratuito, la cobertura dio un giro significativo, hasta lograr la universalidad.

Después de cuatro generaciones, con algunos cambios parciales intermedios, hoy los Libros de Texto se distribuyen en todos los rincones del país, para estudiantes de preescolar, primaria, secundaria, telesecundaria, telebachillerato y educación indígena (en 42 lenguas diferentes); además de braille y macrotipo.

A 61 años de su creación, los Libros de Texto Gratuitos encaran una multiplicidad de desafíos, ampliamente ligados a la acelerada era digital. Para ello se han creado códigos QR, videos, y un sinfín de recursos en la Web. Sin embargo, recordemos que aún persiste una amarga brecha digital: la empresa de comunicaciones Viasat realizó un estudio en 2019 que reveló que sólo el 12% de las escuelas cuenta con conexión a Internet, y sólo el 60% de la población mexicana cuenta con Internet en casa.

Por otra parte, no olvidemos el desafío de la competencia, pues  las editoriales privadas ofrecen cada vez más manuales escolares atractivos para maestros y alumnos. La CONALITEG debe responder a estos y más retos para poder seguir cumpliendo su aspiración de calidad y equidad en la educación.

Es oportuno recalcar que los contenidos también deben reestructurarse (y reducirse), para volverlos más accesibles al lenguaje infantil, y más manejables y útiles para los docentes. Los libros de Español y Matemáticas de tercero a sexto de primaria, por ejemplo, carecen de suficientes explicaciones para la comprensión de los temas. Y conscientes de que el razonamiento verbal y matemático son la base del aprendizaje y pensamiento crítico, su reestructuración apremia.

Es también indispensable que todos los maestros y maestras reciban su paquete de libros de texto, porque en la mayoría de los casos actuales sólo los alumnos tienen su dotación, y ello complica la planeación y enseñanza del docente.

Son vastos los retos que pueden enunciarse, pero los más apremiantes son los pedagógicos: aquéllos que ponen en el centro el aprendizaje de los niños, niñas y jóvenes. Por ello, en el proceso de una nueva reforma educativa, la CONALITEG está llamada a afrontarlos con plena conciencia de su alto impacto en la educación de nuestro país.

La CONALITEG fue inicialmente concebida dentro del Plan de Once Años, del entonces Secretario de Educación, Jaime Torres Bodet. Hoy otro ambicioso Plan puede crearse, y así potenciar esta Comisión que tanta permanencia ha tenido, y que tanto alcance tiene en sus manos.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/61-anos-de-libros-de-texto-gratuito/

Imagen: https://pixabay.com/illustrations/book-record-clipart-cartoon-kids-2799812/

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Libros de texto en Siria en tiempos de conflicto

Asia/Siria/16 Enero 2020/políticaexterior.com

Reflejo de la fragmentación política, las revisiones de los libros de texto son un primer paso hacia la construcción de una nueva historiografía del país.

La situación política en Siria ha cambiado radicalmente desde marzo de 2011. Han pasado ya más de ocho años desde las primeras manifestaciones pacíficas, mientras el conflicto y la guerra aún siguen destrozando el país. Una realidad que se refleja claramente en el ámbito de la educación.

El contexto

Según datos del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), el número de refugiados sirios a principios de septiembre de 2016 ascendía a 4.808.021 millones de personas, distribuidos, entre otros, en los países vecinos de la siguiente manera: 2.724.937 en Turquía, 1.033.513 en Líbano, 655.990 en Jordania, 249.395 en Irak y 114.911 en Egipto (datos de ACNUR para 2016). Por otro lado, el número de desplazados internos en Siria se estimaba en 6,6 millones a finales de 2015 (Internal Displacement Monitoring Centre-IDMC, 2015). Estos datos muestran que ya en 2016 casi uno de cada dos sirios era refugiado o desplazado en el interior del país. Un número importante de los afectados por la guerra eran y son todavía niños y adolescentes.

Los informes de UNICEF de 2016 sobre la situación de la educación de los niños y niñas sirios en edad escolar constituyen un testimonio clave de las desastrosas consecuencias del conflicto para niños y adolescentes. Según los diferentes informes de ese año, 3,7 millones de niños y niñas habían nacido durante la guerra, 2,4 millones tuvieron que huir hacia países vecinos, 2,8 millones (casi la mitad de todos los niños y niñas sirios) no tenían acceso a la educación ni en Siria (2,1 millones) ni en los países vecinos (700.000). Es importante señalar que cada contexto –en el interior del país o en los países vecinos– difiere del otro por lo que respecta a las realidades educativas, la accesibilidad, las oportunidades y la calidad de la oferta debido a diversas razones logísticas, políticas, económicas y de seguridad.

Revisiones de libros de texto escolares

Desde el principio de la crisis, los libros de texto y el currículum escolar han sido objeto del interés de varios grupos. El profesor sirio Amr al-Azm describía el fenómeno de la revisión de los libros de texto en medio del conflicto como un primer paso hacia la construcción de una nueva historiografía: “El relato va a ser escrito y reescrito muchas veces a medida que esta tragedia se vaya desplegando […]. Por ahora solo están eliminando cosas, pero a medida que pase el tiempo empezarán a reescribir los libros de historia, cuando se vaya viendo quién es el vencedor” (Los Angeles Times, 16 de abril de 2014). Diversos grupos han trabajado de forma independiente en la revisión y la modificación de los libros de texto sirios oficiales, con diferentes procedimientos y agendas. Casi todos ellos destacan un denominador común: el principal objetivo es eliminar la propaganda del partido Baaz. Resulta realmente difícil, tal vez imposible, registrar todos los grupos que han trabajado en revisar los libros de texto. Estos son algunos de los más destacados: el Ministerio de Educación sirio en 2011/2012; la Organización Islámica Sham (ONG siria registrada en Turquía, que realizó la primera revisión de los libros de texto oficiales); la Comisión Educativa de Siria; el Ministerio de Educación del gobierno provisional; el autoproclamado Estado Islámico; varios grupos de orientación salafista; e incluso el Partido de Unión Democrática kurdo (PYD)…

Fuente: https://www.politicaexterior.com/articulos/afkar-ideas/libros-texto-siria-tiempos-conflicto/

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Estados Unidos: What Role Should Textbooks Play in Education?

What Role Should Textbooks Play in Education?

Does your school use textbooks for teaching and learning? Are there certain subjects for which you think textbooks are important?

By 

Do your teachers use textbooks in class or for homework assignments? Are there certain classes where you think textbooks are particularly beneficial to learning? Are there other subjects that you prefer learning a different way?

The New York Times writer Dana Goldstein spent the last five months reading 43 middle school and high school textbooks. In “Two States. Eight Textbooks. Two American Stories.,” Ms. Goldstein writes about the differences between major textbooks published in Texas and California since 2016:

In a country that cannot come to a consensus on fundamental questions — how restricted capitalism should be, whether immigrants are a burden or a boon, to what extent the legacy of slavery continues to shape American life — textbook publishers are caught in the middle. On these questions and others, classroom materials are not only shaded by politics, but are also helping to shape a generation of future voters.

Conservatives have fought for schools to promote patriotism, highlight the influence of Christianity and celebrate the founding fathers. In a September speech, President Trump warned against a “radical left” that wants to “erase American history, crush religious liberty, indoctrinate our students with left-wing ideology.”

The left has pushed for students to encounter history more from the ground up than from the top down, with a focus on the experiences of marginalized groups such as enslaved people, women and Native Americans.

The article continues:

The differences between state editions can be traced back to several sources: state social studies standards; state laws; and feedback from panels of appointees that huddle, in Sacramento and Austin hotel conference rooms, to review drafts.

Requests from textbook review panels, submitted in painstaking detail to publishers, show the sometimes granular ways that ideology can influence the writing of history.

A California panel asked the publisher McGraw-Hill to avoid the use of the word “massacre” when describing 19th-century Native American attacks on white people. A Texas panel asked Pearson to point out the number of clergy who signed the Declaration of Independence, and to state that the nation’s founders were inspired by the Protestant Great Awakening.

All the members of the California panel were educators selected by the State Board of Education, whose members were appointed by former Gov. Jerry Brown, a Democrat. The Texas panel, appointed by the Republican-dominated State Board of Education, was made up of educators, parents, business representatives and a Christian pastor and politician.

Shortly after the article was published, many Times readers responded in comments and on social media. In the follow-up article “Readers Respond to Our Look at the Politics of American History Textbooks,” Ms. Goldstein highlights some of those comments.

She noticed many readers were struck by the difference in how the two states interpreted and presented African-American history. For example, the CNN commentator Keith Boykin tweeted:

Both California and Texas textbooks teach the Harlem Renaissance. But Texas school books say that some critics “dismissed the quality of literature produced.” California explains white flight to the suburbs in the 1950s. Texas doesn’t mention their race.

There were educators, and other readers, who questioned the benefits and future of textbooks:

One teacher, Peggy Warren, wrote on Twitter that the article was “Solidifying my decision to not use the designated textbook in my classroom! Primary sources are the way to go!”

Some people questioned how much students retain from textbooks. But others responded that textbooks may be most influential as a guide to teachers on how to focus their lessons.

James, a Times reader in Los Angeles, commented, “I teach college freshmen. Those of you who think that these textbooks have little or no effect on the students’ education are being naïve. I see the difference every day. Some states simply teach better history.”

Writing on the Mother Jones website, the journalist Kevin Drum said, “I hate both of these textbooks. I hate all textbooks these days. Cut them all in half! Get rid of the endless boxed inserts and stupid ‘discussion points.’ But add more charts! If I had been forced to learn American history from one of these overstuffed, chopped-up monstrosities, I’d probably hate history too.”

Some readers proposed that there be a national curriculum to ensure consistency of interpretation across the United States:

Trish Zornio, a Democratic candidate for Senate in Colorado, wrote on Facebook, “As an educator myself I’ve long supported a basic federal common core curriculum (e.g. evolution not creationism) to ensure American children get consistent and quality education no matter where they grow up. This comparison of textbooks between two states shows why it’s vital.”

Richard N. Haass, the president of the Council on Foreign Relations, agreed, posting on Twitter:

National unity depends on their being a national narrative. This is especially so for the US as it is a country based on an idea. The idea of each state fashioning its own narrative is an oxymoron that contributes to our political dysfunction.

However, Nikole Hannah-Jones, a writer at The New York Times Magazine and the creator of The 1619 Project, responded to Mr. Haas on Twitter by saying:

“National unity” has depended on a national narrative and political reality that downplays and erases genocide and slavery to play up an “idea” only made possible through the subjugation of millions. The belief that there was ever a single national narrative is naive.

Students, read the entire article, then tell us:

  • What are your experiences with textbooks? What are the benefits and limitations to learning with textbooks? Have you had different experiences with textbooks depending on the subject you were studying or how the teacher presented the material?

  • Do you trust all that you read in textbooks? Have you ever perceived bias in the textbooks you have used? If yes, have teachers or other students called out or responded to the bias? Do you think any textbooks are free from bias or opinion? Can you think of anything you have read in a textbook that reflects something about the state where you live? You can look at the examples in the original article if you want ideas.

  • 1. Authors, often academics, write a national version of each text.

    2. Publishers customize the books for states and large districts to meet local standards, often without input from the original authors.

    3. State or district textbook reviewers go over each book and ask publishers for further changes.

    4. Publishers revise their books and sell them to districts and schools.

    What do you think about this process? Is there anything you think could be done differently? Why? How do you think people should be selected for reviewing textbooks?

    • In the two articles, some teachers express how they have thought about ditching textbooks entirely, adding or challenging the information in the textbook, or using an article, like Ms. Goldstein’s, to remind students about the bias inherent in their textbooks. What do you think about these approaches and responses? Does one resonate with what you think should be done?

    • What do you think about the idea of having a national curriculum? Do you think it would be beneficial to have one narrative or one perspective on science, math, history, English and other subjects? What concerns do you have about this approach?

    What do you think about the idea of having a national curriculum? Do you think it would be beneficial to have one narrative or one perspective on science, math, history, English and other subjects? What concerns do you have about this approach?

Fuente de la Información: https://www.nytimes.com/2020/01/14/learning/what-role-should-textbooks-play-in-education.html

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España: El libro de texto aún reina frente al digital en el aula

Europa/España/25 Octubre 2019/https://abc.es /Carlota Fominaya

El libro de texto es «un enfermo que goza de buena salud», según un estudio que asegura que estos manuales, usados por más del 91% de los docentes, son muy valorados también por las familias porque les facilita saber qué estudian sus hijos y permiten acceder a todos los alumnos a los contenidos, aunque critican su precio. Son algunas de las conclusiones del «Estudio sobre el papel y valor de los contenidos educativos en las aulas», elaborado por el grupo «Análisis e Investigación», que, según su presidente José María San Segundo, deja claro que aunque padres y profesores creen que el libro tiene que evolucionar, no ven positivo una enseñanza sin libros» (un 54,6% de profesores y el 63,9% de padres).

Presencia en clase
La realidad es que, incluso en los centros escolares con proyectos tecnológicos que implican la utilización de dispositivos, sigue habiendo libros de texto de forma mayoritaria para Infantil y Primaria, y de manera complementaria para ESO y Bachillerato. Y tanto los profesores como los padres otorgan una alta valoración del papel (con una nota del 6,90 los primeros y del 7,69 los segundos).

Los docentes porque, según se desprende de esta investigación, reconocen que se trata de una herramienta educativa que permite favorece la asimilación de contenidos y facilita con ello el aprendizaje. José Ramón Ubieto, psicólogo clínico, autor del libro «Del padre al Ipad» y profesor de la Universidad Abierta de Cataluña (UOC) es contundente al respecto:«la lectura en pantalla modifica la comprensión del texto y el propio ejercicio de la lectura. Sin embargo, el libro permite situar donde estás en relación al conjunto del texto (lo hecho y lo pendiente), distrae menos porque carece de enlaces y, además, rompe con las dinámicas de lectura digital que se forman habitualmente con lecturas donde la concentración requerida es menor: noticias, mensajería, redes sociales…. Todos damos por supuesto que en las pantallas se puede leer rápido y en diagonal porque hay miles de otras pantallas a continuación. Un libro es un objeto con final». Un hecho tan simple, añade, «como aguantar su peso y no poder dejarlo en un soporte implica, sin duda, una mayor concentración en la tarea. Sin olvidar el mayor cansancio visual que produce la luz de las pantallas».

Por otros motivos, los padres se muestran también como grandes defensores del formato papel. Para ellos, el libro de texto mantiene un rol indiscutible en la educación de sus hijos porque «les facilita conocer y hacer un seguimiento de los contenidos que estudian los menores y les permite así apoyarles en casa».

El papel del profesor
Pese a todo, tal y como constata el estudio, tanto docentes como padres consideran que de aquí a diez años el libro de texto en papel perderá peso en favor del digital. De momento, las tabletas son una realidad cada vez más presente en las aulas, pero su introducción es muy progresiva, explica María Zabala, experta en educación digital, miembro de The Digital Citizenship Institute, embajadora DigCit en España y autora del blog Iwomanish. «Cuando se introduce una tablet en el aula, el inicio suele consistir no en el estudio en sí mismo (en el que por cierto sí se puede subrayar), sino en la interacción con contenidos o en la ampliación de los mismos, para luego ir evolucionando en función de cómo lo decida el centro o el profesor. Yno cabe duda de que algunos estudiantes al final imprimen esos contenidos para disponer de ellos en el formato que los adultos consideramos “normal”».

Esta transición, corrobora José María Alvira, secretario general de Escuelas Católicas, «debería estar bien fundamentada, no puede estar dictada solo por una moda que recurre a soluciones extremas o excluyentes. Una de esas tendencias es la de confiar todo el aprendizaje a los medios tecnológicos. No se puede prescindir de la tecnología en el aprendizaje escolar, pero no hay que caer en la tentación de pensar que es al panacea para todas las situaciones o que resuelve todos los problemas educativos». En cualquier caso, remarca José María Alvira, «los libros de texto, las tabletas u otros instrumentos son medios. Lo importante es disponer de una programación escolar bien elaborada, coherente y realista, en la que aparezcan con claridad los objetivos que se persiguen y los medios a utilizar. Estos últimos no son los que deben determinar la programación, ni condicionarla en exceso. En este sentido, los libros de texto son un buen instrumento para el aprendizaje, pero no son el único. Y lo mismo se puede decir de las tabletas».

Fuente: https://www.abc.es/familia/educacion/abci-libro-texto-reina-frente-digital-aula-201910230038_noticia.html

Imagen:https://static4.abc.es/media/familia/2019/10/23/mochila-kSIB–1240×698@abc.jpg

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¿Cómo consiguió Portugal pasar del 45% de analfabetismo a convertirse en el modelo de la educación?

Portugal / 7 de julio de 2019 / Autor: Xan Pereira Castro / Fuente: Contrainformación

Portugal es el país que asciende a mayor velocidad en el Informe del Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes (PISA), mientras otros gigantes como Finlandia ven cómo su rendimiento desciende: 501 puntos en ciencias (por 493 de España), 498 en lectura (por 496 de España) y 492 en matemáticas (por 486 de España).

Las bases del sistema educativo del país vecino se sentaron en 1986, con la conocida como Ley de Bases del Sistema Educativo, que estableció la mayoría de principios que siguen vigentes hoy desarrollando los principios de “igualdad de oportunidades” de la Constitución y no ha parado de mejorar sus resultados.

Ya se habla del milagro educativo portugués. Las claves: la apuesta por la educación pública, la disminución de las ratios y la gratuidad de los libros de texto. Portugal ha conseguido una escuela pública de calidad, igualitaria, con muy buena reputación social.

Este país invierte un 5,5% del PIB en Educación, muy por encima de la media europea y de la cantidad que invierte en España, un 4,1%. Esta inversión se ha visto reflejada en una importante mejora educativa. Cuando cayó la dictadura de Portugal, en el año 1974, un 45% de habitantes era analfabeto, lo que suponía casi uno de cada dos portugueses.

La diferencia con España

En cuanto a la batalla entre la educación pública y la concertada, Tiago Brandao Rodrigues, ministro de Educación, apunta en una entrevista muy con la Sexta que «La ley es muy clara, los colegios concertados deben existir donde no hay escuela pública. Nosotros solo cumplimos la ley, creemos que la pública debe estar entre las prioridades del Estado y como servidores públicos, debemos ofrecer enseñanza a todos los estudiantes».

A simple vista, una diferencia sustancial entre nuestro país y el vecino es la proporción entre colegios privados y públicos. En Portugal, alrededor de un 82,6% de los niños acuden a colegios públicos, un 4% a concertados y el 13% restante a privados; en España, el porcentaje en concertada y privada asciende hasta el 28 y el 4, respectivamente, mientras que la pública se queda en el 68%.

En Portugal, la cantidad en los concertados ha descendido después de que el Gobierno socialista de Antonio Costa haya decidido poner fin a más de la mitad de subvenciones a estos centros.

Fuente de la Noticia:

¿Cómo consiguió Portugal pasar del 45% de analfabetismo a convertirse en el modelo de la educación?

ove/mahv

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Programación del Portal Otras Voces en Educación del Domingo 7 de julio de 2019: hora tras hora (24×24)

7 de julio de 2019 / Autor: Editores OVE

Recomendamos la lectura del portal Otras Voces en Educación en su edición del día domingo 7 de julio de 2019. Esta selección y programación la realizan investigador@s del GT CLACSO «Reformas y Contrarreformas Educativas», la Red Global/Glocal por la Calidad Educativa, organización miembro de la CLADE y el Observatorio Internacional de Reformas Educativas y Políticas Docentes (OIREPOD) registrado en el IESALC UNESCO.

00:00:00 – UNESCO trabaja en el reconocimiento de estudios en educación superior para América Latina y el Caribe

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/314855

01:00:00 – Usos del Office 365 en educación #infografia #infographic #education

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/314846

02:00:00 – Honduras: maestros y docentes irán a paro si el gobierno continúa con las “amenazas” y sanciones

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/314896

03:00:00 – ¿Debería renovarse el término “maestro”? Un educador dice que sí

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/314890

04:00:00 – ¿Cómo consiguió Portugal pasar del 45% de analfabetismo a convertirse en el modelo de la educación?

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/314923

05:00:00 – Mariángeles de Zan: «hay una muy estrecha relación entre la gestión escolar y la calidad de la educación»

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/314917

06:00:00 – Libro: La expresión de la diferencia. Universidades estatales comprometidas con el arte en la educación (PDF)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/314926

07:00:00 – De Kenia a Chile: el mejor profesor del mundo llega al país para inspirar con su labor

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/314958

08:00:00 – 25 Libros Gratis de Neurociencia en PDF – (Ayuda Docente)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/314946

09:00:00 – ¿Cómo aprende nuestro cerebro? #Infografía

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/314852

10:00:00 – Otros 15 libros que todo docente debe leer

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/314955

11:00:00 – La ventana de la SEP

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/314901

12:00:00 – Carta abierta de una chica de 13 años: «Nos duele que nadie se proponga cambiar el sistema educativo»

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/314929

13:00:00 – Colombia: 45° Emisión de ‘El Abecedario, La Educación de la A a la Z’ – Radio Educativa (Evaluación Educativa VII)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/314949

14:00:00 – La educación en Chile está ‘abandonada’

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/314934

15:00:00 – …Y la maestra explotó (Chernobil educativo, segunda parte)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/314878

16:00:00 – Educadores del mundo acuerdan contribuir al logro de la Agenda 2030

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/314937

17:00:00 – Stranger Numbers: el cálculo mental gamificado

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/314920

18:00:00 – China: Escuelas de Guangzhou abrirán cursos piloto en inteligencia artificial

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/314940

19:00:00 – ¿Qué es la ‘ansiedad matemática’ y cómo se coló en las aulas?

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/314893

20:00:00 – Unesco exhorta a redoblar esfuerzos contra acoso escolar

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/314943

21:00:00 – Entrevista a Carl Honoré. Periodista: «La escuela es la burbuja ‘edadistas’ por excelencia»

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/314859

22:00:00 – Argentina: Los excluidos de las becas Progresar

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/314885

23:00:00 – Cortometraje – Educacion Rural

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/314952

En nuestro portal Otras Voces en Educación (OVE) encontrará noticias, artículos, libros, videos, entrevistas y más sobre el acontecer educativo mundial cada hora.

ove/mahv

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El problema de los libros de texto y su vigencia como herramienta didáctica

 

Los libros de texto han sido la columna vertebral de los métodos de enseñanza por siglos y muy posiblemente lo sigan siendo durante más tiempo. Pero hay cuestionamientos válidos en la comunidad educativa acerca de qué tan efectivos son en su forma actual.

La Revolución Digital del siglo XXI trajo consigo un cambio fundamental en la forma en la que producimos y consumimos contenido. Los medios digitales como periódicos, blogs y sitios web generan grandes volúmenes de información diariamente y las redes sociales nos mantienen en un estado de conversación constante.

Los métodos y fuentes para el aprendizaje ya no pueden ser estáticos, necesitan ser flexibles, adaptativos y conectados con la dinámica de tiempo real. ¿Los libros de textos cumplen con estos requisitos?

Lo que funciona

Los libros de texto tienen una razón de ser, brindan a los estudiantes la experiencia de interactuar con un libro en físico, actividad que, por si sola, conlleva beneficios propios que no están presentes en la lectura de textos digitales.

Un estudio realizado en 2013 demostró que los niños de tres a cinco años son capaces de comprender mejor lo que leen cuando viene de un libro en formato impreso. Los elementos interactivos inherentes a los libros digitales pueden volverse una distracción para los niños que están formando las estructuras cognitivas para aprender a leer.

De la misma forma, no ayudan tampoco a los estudiantes más avanzados, puesto que aunque ya conocen la técnica para leer, es más difícil generar una experiencia de inmersión cuando leemos en una tableta o en cualquier dispositivo con conexión a internet debido a los estímulos externos como las redes sociales, las notificaciones, los correos y los mensajes. El entorno digital tiende a la sobre exposición y facilita la procrastinación, no la concentración.

Aun si se trata de un libro digital descargado en un dispositivo sin conexión, nuestra calidad de lectura puede verse afectada. Estamos condicionados a no leer de forma enfocada cuando estamos frente a una pantalla porque asociamos el entorno digital a contenidos breves y entretenidos, como las conversaciones en redes sociales o artículos de sitios que visitamos por ocio más que por educación. Nuestra capacidad de retención se ve reducida en estos casos, como lo sostiene un estudio realizado en la Universidad Stavanger, en Noruega, en el que se midió la capacidad de los participantes para recordar noticias tras leerlas.

“Los lectores de Kindle tuvieron un desempeño mucho menor en la reconstrucción de elementos cuando se les preguntaron 14 eventos en el orden correcto”

Explicó Anne Mangen, autora del estudio. Mangen agregó que hay características inherentes a la lectura de un libro físico que facilitan la memorización y el aprendizaje. Cuando se lee en papel, hay una sensación táctil del progreso, palpable en el hecho de ir pasando las hojas de derecha a izquierda mientras estas se acumulan generando un peso tan físico como psicológico que refleja el avance del lector. No hay nada comparable a esto en el entorno digital, sostiene Mangen.

Todos los puntos anteriores refuerzan la utilidad de contar con libros físicos en los programas escolares, ya sea de material académico directo o recurso auxiliar. Sin embargo, aspectos de la producción y distribución de libros de texto generan preocupaciones válidas en el personal educativo. ¿Qué es lo que está causando que tantos expertos en educación y tecnología digan que el libro de texto es una herramienta obsoleta?

Lo que no funciona

Durante la última década hemos visto como el avance de la tecnología nos ha llevado a una democratización de los contenidos y filosofías educativas, como la del aprendizaje a lo largo de la vida, que nos motivan a usar cualquier herramienta para permanecer en un estado de aprendizaje continuo, sin embargo, decir que esta es la única razón por la que debemos evaluar la forma en que se producen los libros de texto, es simplista y poco productiva.

Para entender cuáles son las áreas de oportunidad de los libros de texto, necesitamos ir más allá del frecuente debate “digital vs. impreso”. Empatar el propósito de los libros de texto con los objetivos que deben cumplir y su mercado meta: los estudiantes.

Usualmente los editores a cargo de la producción de los libros de texto tienen un excelente nivel de conocimiento sobre los materiales académicos fuente y dominan a la perfección los procesos de un proyecto de publicación académica, pero no tienen mucho contacto con la experiencia educativa al momento que escriben la publicación.

No hay una preocupación por mantener un canal de comunicación abierto con lo que pasa en las aulas y los avances o cambios en cómo aprenden los estudiantes para generar herramientas óptimas y actualizadas.

Como resultado, tenemos materiales de estudio anacrónicos, que sirven para presentar exámenes y olvidar todo lo leído al día siguiente, en el que se estudia para la siguiente prueba. El insight más preocupante de esta reflexión es que entrenamos máquinas de almacenamiento de información, más que formar personas con habilidades competitivas en el mundo laboral y aptitudes para llevar una vida plena fuera del aula.

El enfoque comercial con el que se producen los libros de texto es un agravante, dado que los libros solo son vigentes por un par de ciclos escolares antes de necesitar otra versión revisada y actualizada. Por lo tanto, la inversión que las escuelas y padres de familia deben destinar a este recurso es enorme, e inútil a largo plazo.

Bajo este contexto, en lugar de ser una herramienta provechosa, el libro de texto incrementa los gastos escolares innecesariamente, aumentando la brecha de acceso a la educación de acuerdo al estatus económico.

Ante esta situación, el libro de texto gratuito se presenta como la mejor opción para defender la idea de que los libros de textos son indispensables. En el caso de México no podemos sostener este argumento con tanta presteza, dado que los libros de texto gratuitos son exactamente el mismo libro cada año, con todo y los errores ortográficos o de contenido.

Los cambios fundamentales en los libros de texto mexicanos gratuitos normalmente tardan décadas en hacerse y los estudiantes terminan con contenidos muy similares que no reflejan el avance del conocimiento en los distintos campos que cubren.

¿Cómo se puede mejorar?

No hay una sola solución para resolver el problema de los libros de texto. Se necesita un conjunto de estrategias que incluyan a los estudiantes, al personal educativo, a los especialistas en contenido educativo y a las editoriales que los publican.

El material didáctico no tiene que ser 100 % digital y abierto, pero la manera en que se producen necesita inclinarse más hacia ese rubro. Además, hacen falta plataformas y métodos para que el proceso de elaboración y distribución de los libros de texto sea más dinámico e involucre a todos los que hacen el material didáctico y los que se benefician de este.

Así como las instituciones educativas han puesto especial atención en el desarrollo de habilidades socio-emocionales y el mantenimiento de la salud mental de los estudiantes, creando departamentos exclusivamente para procurar los medios que logren estas metas, es necesario que las escuelas hagan un esfuerzo consciente por ser críticos con los materiales que ellos mismos usan.

Ningún especialista en contenidos, aun si se trata de un experto en fuentes y procesos, redacción, edición, métodos de enseñanza o cualquier otro tema relevante, será capaz de producir una herramienta que sirva al cien por ciento en el salón de clases si no recibe retroalimentación de estudiantes y maestros.

La tecnología digital no vino a sustituir a los libros de texto, de suceder esto, estaríamos incurriendo en un error que sacrificaría aspectos importantes de la lectura y el aprendizaje. Pero lo que sí podemos hacer es utilizarla para mejorar los procesos de creación y divulgación del conocimiento.

Esquemas como el de los contenidos abiertos, en el que los docentes colaboran para crear contenidos educativos mejor adaptados para las necesidades de sus cursos, ofrecen un buen ejemplo de métodos de cooperación para crear materiales más flexibles y conectados con la realidad educativa.

Las ventajas únicas de los libros impresos son suficiente razón para que los libros de texto continúen siendo una herramienta didáctica básica, pero para poder aprovecharlos más como recursos para enseñar la lectura y ejercitar la memoria, tienen que dejar de ser productos unilaterales y comenzar a ser un proceso colectivo sin miedo a la evolución ni al cambio.

Fuente: https://observatorio.tec.mx/edu-news/libros-de-texto
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