Por: Jesús De la Villa.
Se ha iniciado en el Congreso la discusión sobre la modificación de la Ley Orgánica de la Educación (LOMLOE). Hasta ahora el único debate público se ha centrado en la situación de las matemáticas en el Bachillerato. Sin embargo, la LOMLOE representa también un verdadero peligro para otras materias y pone en peligro todo el itinerario de Humanidades.
La LOMLOE pretende ser un regreso a la LOE, aprobada en el 2006, con el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Pero ahora se quiere dejar el texto legal en su esqueleto básico: solamente se citan aquellas asignaturas con un carácter troncal para todos los estudiantes. Quedan sin mencionar otras muchas, como las obligatorias de solo un itinerario del Bachillerato –Matemáticas entre ellas– o las optativas en su conjunto. Ha habido quejas, muy razonables, de que Matemáticas no esté citada entre las materias del Bachillerato, aunque, naturalmente, sí aparece citada en otros apartados como troncal en la primaria y en la ESO.
Mucho peor es la suerte de asignaturas como el Latín o el Griego: no aparecen citadas en esta ley en absoluto. Es la primera vez que sucede desde la famosa Ley Moyano de 1857. ¡La primera vez en más de siglo y medio! Como consecuencia, el área de las enseñanzas clásicas no tiene ninguna materia troncal reconocida a lo largo de todo el ciclo educativo de secundaria. Solo se menciona la Cultura Clásica como una optativa de obligada oferta en la ESO. Es decir, nada garantiza que vaya a impartirse si las autoridades de un centro, como ya sucede, hacen su opción inviable de hecho al contraponerla a un catálogo inmenso de otras optativas.
La ausencia de un espacio asegurado en el currículum de secundaria supone la sentencia de muerte para el Latín y el Griego. Bastará un simple decreto para que dejen de ofrecerse. De ahí, inevitablemente, vendrá la desaparición de un área que se ocupa, no lo olvidemos, entre otras cosas, del origen de nuestra lengua –el latín–, del origen del 90% del vocabulario científico y técnico –el griego– y de una civilización sin la que es muy difícil entender la literatura, el arte, el deporte, la filosofía e incluso los sistemas políticos de nuestros días –la cultura clásica–. Pero, además, la desaparición de las materias Latín y el Griego conllevará la extinción del itinerario completo de Humanidades, que tiene ahora como única obligatoria diferencial con respecto al de Ciencias Sociales precisamente el latín.
La ley debería reconocer como fundamental que todos los estudiantes tengan al menos una vez en su vida un contacto con el mundo grecolatino –como ya sucede, por ejemplo, en Castilla y León-, haciendo Cultura Clásica y Latín materias obligatorias de la ESO. Y, desde luego, debe reconocerse que el latín y el griego constituyen el corazón de las enseñanzas humanísticas, por lo que deben ser obligatorias en el itinerario de Humanidades del Bachillerato. Es decir, lo mismo que se pide para las Matemáticas en el itinerario de Ciencias.
Así lo han entendido recientemente países cercanos. En Italia, en el Liceo Scientifico –el de Ciencias Experimentales– los estudiantes cursan cinco años de latín; Francia, Portugal y Grecia acaban de reintroducir el latín y el griego antiguo en sus planes educativos. Nuestro actual proyecto de ley va exactamente en la dirección opuesta.
Pedimos que, igual que supo encontrarse un consenso social y político para recuperar Filosofía, el latín y el griego encuentren ese mismo apoyo en la sociedad. Evitemos que muera para siempre en nuestro sistema educativo el núcleo y origen de las Humanidades. La llave del futuro no puede ser una huida hacia adelante que ignore quiénes somos y de dónde venimos.
Fuente de la reseña: https://elpais.com/educacion/2020-07-14/sentencia-de-muerte-para-latin-y-griego.html