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COVID-19: La UNESCO y sus asociados del sector de la educación presentan la campaña mundial “Las niñas en primer plano»

03 septiembre 2020/UNESCO

Con más de 1.500 millones de alumnos afectados durante el momento de mayor auge, entre los que figuran 767 millones de niñas, la pandemia de COVID-19 provocó importantes cierres de escuelas y perturbaciones en el ámbito educativo hasta ahora nunca vistas.

Otro de los desafíos actuales tiene que ver con el futuro. Más de 11 millones de niñas – desde la educación preescolar hasta la superior – corren el riesgo de no volver a la escuela en 2020. Esta cifra alarmante no solo constituye una amenaza para los decenios de logros alcanzados en favor de la igualdad de género, sino que también expone a las niñas de todo el mundo a los embarazos de adolescentes, los matrimonios precoces y forzados, así como a la violencia. Para muchas de ellas, la escuelas es mucho más que un simple elemento con miras a un futuro mejor, es un salvavidas.

Por esta razón la UNESCO y los miembros del Grupo Igualdad de Género de la Coalición Mundial para la Educación presentan la nueva campaña #LaEducaciónContinúa “Las niñas en primer plano”.

La campaña hace un llamamiento a preservar los logros alcanzados en materia de educación de las niñas, a garantizar la continuidad en el aprendizaje de estas durante el cierre de las escuelas y a promover su reincorporación escolar, de manera segura, cuando las escuelas vuelvan a abrir. Asimismo, hace hincapié en los 130 millones de niñas que no estaban escolarizadas antes de la pandemia y hace un llamamiento a la comunidad internacional a aunar esfuerzos con urgencia para garantizar el derecho de las niñas a la educación.

Es hora de transformar la crisis en una oportunidad para reconstruir la igualdad.

La nueva campaña multilingüe #LaEducacionContinúa incluye un video de presentaciónkit para las redes sociales, kit de herramientas prácticas por conducto de la radio y organizaciones lideradas por jóvenes, así como una guía para la reincorporación escolar de las niñas mediante la cual los asociados puedes dirigirse a diferentes públicos y a las partes interesadas.

Los jóvenes activistas y de las radios comunitarias se movilizan a escala local para facilitar el acceso a las comunidades de difícil acceso. Las personas influyentes a nivel local y regional, los especialistas, los profesionales del sector educativo y los campeones en materia de derecho de las niñas y las mujeres también se comprometieron a ampliar los mensajes de la campaña y a difundir los conocimientos mediante sus redes respectivas.

A lo largo de esta campaña de gran envergadura se presentarán también historias impactantes vividas por niñas de todo el mundo. Asimismo, la página de inicio de la campaña pondrá a disposición de los usuarios un importante cúmulo de conocimientos y de recursos sobre la educación de las niñas y las mujeres

Únase desde ahora a la campaña y apoye a las niñas para asegurar #LaEducacionContinúa en todo el mundo.

Acerca de la Coalición Mundial para la Educación de la UNESCO

La UNESCO creó la Coalición Mundial para la Educación al principio de la pandemia de COVID-19 como una plataforma de colaboración e intercambio, con miras a proteger el derecho a la educación durante el periodo de perturbaciones sin precedentes y más allá de este. La Coalición reúne actualmente a más de 140 miembros de la familia de las Naciones Unidas, la sociedad civil, el ámbito académico y el sector privado, entre otros.

La Coalición ha creado tres programas emblemáticos, de los cuales uno aborda la igualdad de género. El programa emblemático Igualdad de género permanece al alcance de todas las organizaciones miembros de la Coalición Mundial para la Educación que se interesen en la igualdad de género en el ámbito educativo y mediante la educación. Asimismo, aborda los aspectos relativos a las cuestiones de género relacionados con el impacto del COVID-19 en la educación y trata de conservar los logros alcanzados en estos últimos decenios en materia de género en la educación.

Fuente: https://es.unesco.org/news/covid-19-unesco-y-sus-asociados-del-sector-educacion-presentan-campana-mundial-ninas-primer

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Belén Villafañe: «La sexualidad involucra mucho más que la genitalidad»

La sexualidad hoy en día está vista desde un paradigma distinto al antiguo, se la considera como algo integral en donde se reconoce al sujeto, a su cuerpo, a sus sentimientos y se tiene en cuenta que existe el placer, el deseo y la afectividad, no solamente la corporalidad y la genitalidad como era vista antes, expresó la psicóloga e integrante de la ong «Heroínas», Belén Villafañe, en diálogo con El Tribuno de Jujuy.

Las personas que son víctimas del sexting o los padres de menores de edad pueden denunciar a los victimarios en cualquier comisaría.

 

En ese sentido mencionó que en «la sociedad hay que hacer hincapié en que la sexualidad involucra mucho más que la genitalidad y es también una caricia, un abrazo o un beso a la persona por la cual sentimos deseo y está involucrada la afectividad. Entonces puede haber relaciones que no sean de un vínculo tradicional pero que si tengan cuestiones de sexo afectividad y es importante reconocerlas tanto para la propia persona como para el otro».

«Si nos paramos desde aquí para hablar de sexualidad reconocemos que el otro es más que un cuerpo biológico, también involucra sentimientos, emociones, dolor y placer. Es el respeto de ambos, hay que deconstruir algunas cuestiones porque generalmente se enseñaba a la sexualidad desde el paradigma médico, que estaba relacionado con la reproducción y las enfermedades de transmisión sexual, es decir, puramente lo biológico», añadió.

Señaló que actualmente se considera que el cuerpo es mucho más que una máquina biológica, que está nutrido por nuestras experiencias, por la expresión de nuestros sentimientos y emociones. También una fuente de sensaciones muy distintas entre sí, y que todas las emociones, sentimientos y vivencias son las que construyen nuestra subjetividad.

Sexting

La especialista remarcó que es muy importante hacer esta observación relacionada a la sexualidad como algo integral que puede incluir al sexting, que es una práctica que trascendió más en este último tiempo por la cuarentena y que requiere de mucho respeto por el otro e interés por lo que está pasando el otro.

El sexting es una práctica con contenido sexual, erótico, pornográfico que se envían a través de imágenes o videos por diferentes dispositivos como ser el celular o la computadora. «Por eso es que requiere de manera ineludible del respeto al acuerdo que hacen entre las partes que lo realizan. Respeto de decir que quiero mantener un vínculo de este tipo, ahora que estamos en aislamiento, confiando en el otro que nos debe cuidar y respetar, eso es sumamente necesario», aseguró.

Prejuicios sociales

Asimismo, comentó que «el sexting está empezando a surgir, todavía está luchando contra muchos prejuicios sociales dado que a las mujeres les cuesta verse sujetos sexuales que desean porque la sociedad machista y patriarcal impone a que el hombre solamente sea el que promueve el deseo y los placeres sexuales. Y hay una llamada «buena mujer» que se limita solo a complacer a su pareja, que no desea el sexo, ni que lo pide, porque si lo hace está mal vista y ahí entra el dicho famoso de que el que tiene pene propone, toma la iniciativa, y la que posee vulva es pasiva».

Otro de los prejuicios que hay sobre las mujeres «es el tema de la menstruación que parece ser algo que no existe o un tema tabú u oculto de que las personas con vulva puedan darse placer o autocomplacerse sexualmente. La sexualidad siempre debe ser consentida sobre cosas que a uno le gusta o no, y tener bien en claro que no es no. Muchas veces pasa eso que una persona con vulva se retrae a hacerlo solo porque su pareja quiere».

Consejos y riesgos 

La psicóloga Belén Villafañe brindó recomendaciones para poder realizar el sexting de una manera responsable: hay que estar seguros con esa persona con lo que se consensuó, con las reglas que se pactaron ya que hay una responsabilidad sexoafectiva. “Hay un vínculo por más que no sea algo formal, tiene que tener reglas y nadie está obligado a hacerlo. Si la otra persona no está segura está en su derecho no acceder a esto”, manifestó. Al respecto afirmó que “en el caso de que se acceda siempre es importante no mostrar el rostro, ni marcas, ni tatuajes para que no se pueda identificar a la persona. En el caso de una filmación intentar que sea sin sonido y con fondos neutros. No se debe guardar la foto o videos en la Nube, asegurarse de poner una doble autenticación y es muy importante no reenviar los contenidos si la otra persona no te dio su consentimiento”.

Explicó también que existe la “sextorsión” que está muy marcada hacia el género femenino en donde se extorsiona a la persona con fotos, vídeos o chats o la difusión no consentida de contenido sexual. “Eso es un tipo de violencia digital, las mismas son las que están basadas en las diferencias de género pero mediadas y potenciada por las tecnologías de la información y comunicación. Operan bajo estereotipos de géneros recurrentes como ser descalificativos hacia la mujer en base a sus apariencias físicas, condición de género y normalmente buscan degradarlas en su función social”, dijo. Es importante mencionar también que el sexting puede ser consensuado y disfrutado por las personas que lo practican pero a la vez constituye una práctica de riesgo, puesto que los contenidos enviados pueden ser utilizados de forma perjudicial.

Fuente: https://www.eltribuno.com/jujuy/nota/2020-8-28-1-0-0–la-sexualidad-involucra-mucho-mas-que-la-genitalidad

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#YoTambiénMeQuedo en la escuela: que ninguna nos falte

Por: Sonia del Valle y Ana Razo 

“#YoTambienMeQuedo en la escuela” es un llamado para salvar el futuro de las mujeres y revertir el abandono escolar. Se trata de una convocatoria abierta que lanza la Red de Mujeres Unidas por la Educación (MUxED) para crear una reflexión colectiva con las adolescentes, las jóvenes y la sociedad sobre la importancia que tiene la escuela como el mejor lugar –y el más seguro– para aprender y transformar el mundo, para que confíen en que es posible crear, desde ese espacio, un futuro de libertades.

Pero primero unos datos de la crisis educativa para las mujeres: La SEP estima que, por efectos de la pandemia, cerca de 800 mil adolescentes de secundaria no se inscribirán este año en el bachillerato (PNUD 2020) [1] y aunque el dato no está desagregado por sexo, se podría estimar que la mitad al menos serán mujeres

Por ejemplo, si las niñas abandonan a tasas similares a las de la crisis del Ébola de 2014-2015, 10 millones de niñas en edad de cursar la educación secundaria en países de ingresos bajos y medios-bajos nunca volverán a la escuela, según una proyección de la Fundación Malala. Este problema no es nuevo, pero crece, en México, antes de la pandemia, 2.3 millones de niñas, adolescentes y jóvenes de 6 a 17 años no asistían a la escuela.[2]

Las condiciones del aislamiento social y el cierre de las escuelas aumentan, para las adolescentes, el riesgo en las formas de abuso. El Consejo Nacional de Población (Conapo) alertó que, solo durante la pandemia, habrá un incremento de 20 por ciento en el embarazo adolescente. Sumando a lo anterior, la representante del Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA) en México, Arie Hoekman, aseguró que los ingresos de las mujeres adultas que tuvieron hijos cuando eran adolescentes son 32 por ciento menos que los de las mujeres que aplazaron su maternidad.[3]

Para nuestro país, que las adolescentes abandonen sus estudios por embrazo representa, además de trayectorias y vivencias educativas truncadas, una pérdida económica anual estimada en 31,000 millones de pesos.[4]

Como resultado de esta pandemia, un gran número de adolescentes se enfrentarán a la presión de absorber las responsabilidades domésticas y de cuidado de hermanos menores, personas con enfermedad, adultos mayores y trabajo del hogar. Hay antecedentes: durante la crisis del Ébola, en 2014, las niñas experimentaron un aumento en el trabajo doméstico y labores de cuidado que limitó el aprendizaje en el hogar para las niñas comparado con el de los niños, y agravó el abandono escolar cuando las escuelas reabrieron.[5]

 Sin dejar de reconocer los múltiples problemas y retos que ya enfrentaba el sistema educativo, y que hoy la crisis sanitaria hace evidente y agudiza, la escuela y los aprendizajes sociales y académicos que se desarrollan en la escuela siguen siendo la ruta más firme hacia la construcción de un proyecto de vida en un mundo que es cada vez más incierto y complejo.

Hoy más que nunca necesitamos transmitir a las niñas, adolescentes y jóvenes que no están solas. Que regresar y quedarse en la escuela –en cualquier modalidad– les ayudará a construir un mejor futuro, para ellas, en lo individual, y para el país, en general.  Es nuestro deber, el de todas y todos, hacer que la escuela tenga sentido para ellas. Que los aprendizajes en los que se involucren en la escuela las empodere y les dé independencia y libertad para alcanzar la vida que sueñan. 

La campaña #YoTambiénMeQuedo en la escuela retoma del movimiento feminista MeToo, que busca visibilizar y combatir el acoso y la agresión sexual hacia las mujeres, para incorporar una dimensión a la lucha hacia la igualdad de los derechos de las mujeres: el derecho a la educación.

Esta campaña busca transmitir a las estudiantes el sentido que tiene para ellas seguir estudiando. Busca revertir el abandono escolar de las jóvenes adolescentes haciéndoles saber que, en momentos de gran adversidad, como los que atravesamos, la escuela es el mejor lugar para construir la vida propia y junto a ella, la de su familia y la del país.

Desde MUxED, junto con las organizaciones e instituciones que se han unido en la campaña, estamos convencidas de que es necesario trasmitir a las adolescentes y las jóvenes solidaridad, confianza, altas expectativas y apoyo para que sigan estudiando.

La Red de Mujeres Unidas por la Educación hace un llamado a la sociedad y a las familias para unirse a la campaña #YoTambiénMeQuedo en la escuela, para decirle a las adolescentes y las jóvenes el gran valor –ético, ciudadano, de aprendizaje y de desarrollo pleno y solidario– de permanecer en la escuela. Queremos que las adolescentes sepan y sientan que es posible quedarse en la escuela, que es posible confiar en sus talentos y capacidades de aprender para salir adelante, pero, sobre todo, que en momentos tan complejos, como los que vivimos hoy, es posible crear su vida; porque las decisiones que tomen en el presente incidirán en su futuro.

Las jóvenes estudiantes tienen derecho de ir a la escuela y aprender. La educación de las niñas y las adolescentes tiene el poder de salvar vidas, estimulando los efectos multiplicadores que reducen la pobreza. Para las mujeres, mayores trayectorias educativas están vinculadas con vidas más saludables, libres de violencia, mayor participación en el mercado laboral formal y con mayores ingresos, con la postergación del matrimonio temprano, más información sobre salud reproductiva, así como decisiones propias sobre el inicio de su vida sexual activa. También está asociado con mejor atención médica y educación para sus hijos, si eligen convertirse en madres.

Necesitamos intervenciones educativas y sociales creativas y flexibles, con un enfoque integral de género desde distintos ámbitos (salud, estancias infantiles, brechas digitales y seguridad) y desde los diversos niveles de actuación gubernamental.

La campaña habla directamente con las jóvenes para apoyar su continuidad en la escuela y la recuperación del ritmo de aprendizaje que esta crisis desaceleró.

Los apoyos económicos no serán suficientes, necesitamos exigir el cumplimiento del derecho de todas las jóvenes mujeres a los servicios educativos y enaltecer el valor que la escuela tiene, en particular, para ellas. La campaña #YoTambiénMeQuedo en la escuela, busca contribuir para lograrlo.

 

¡Únete a la campaña #YoTambiénMeQuedo en la escuela!

El lanzamiento de la campaña, para México y la región Latinoamericana, será el 3 de septiembre de 2020 a las 17 horas de la Ciudad de México (GMT-5). Ponte en contacto (contacto@muxed.mx). Accionemos el poder de las redes sociales para conversar con las jóvenes, apoyarla y convencerlas, hoy más que nunca, de quedarse en la escuela.

 

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La discriminación de género impide a las mujeres en Chile conseguir préstamos bancarios

América del sur/Chile/27 Agosto 2020/elpais.com

Las chilenas tienen un 18% menos probabilidades que los hombres de que les aprueben créditos, según un estudio del BID y la CAF, inédito en el mundo

Aunque las mujeres en Chile son más responsables que los hombres a la hora de pagar sus créditos, son discriminadas por los bancos solo por razón de género. Ante dos solicitudes de préstamos idénticas, las chilenas tienen un 18% menos de probabilidades que los varones de que sus peticiones sean aprobadas. De acuerdo a una investigación financiada por el Banco Interamericano del Desarrollo (BID) y el Banco de desarrollo de América Latina (CAF), los ejecutivos hombres son los que más ejercen estos prejuicios en desmedro de sus clientas, en un país como Chile donde todavía las mujeres ganan en promedio un 65% menos que los hombres con el mismo nivel de educación. Se trata de una animadversión basada en los gustos que, de paso, hace perder importantes ganancias a las mismas instituciones financieras.

“Es un estudio inédito a nivel mundial, ya que utiliza diversas metodologías para probar si realmente existe discriminación”, explica Eric Parrado, economista jefe y gerente general del Departamento de Investigación del BID, uno de los autores junto a Ana María Montoya, Alex Solís y Raimundo Undurraga.

Realizado entre 2018 y 2020 y publicado en julio pasado, el estudio reclutó a 404 actores y actrices. Cada uno simuló cuatro créditos de consumo entre los 1.500 y los 13.500 dólares, por lo que presentaron 1.616 solicitudes en total. En igual proporción hombres y mujeres, se utilizaron perfiles equivalentes en materia demográfica, de ingresos, empleo e historial crediticio. Luego, se realizaron contactos directos con los ejecutivos seleccionados aleatoriamente para medir sus preferencias, antes y después de informarles que las mujeres en promedio son mejores pagadoras que los hombres.

“La evidencia es robusta para Chile, pero habría que hacer ejercicios similares para concluir que efectivamente hay discriminación en otros países”, indica Parrado, aunque añade que, en general, hay cierta evidencia de diferencias en otras zonas del mundo en el acceso, en los montos adquiridos y en las tasas de interés en desmedro de las mujeres. “Hay interés en poder replicarlo”, adelanta el economista sobre este estudio que contó con la colaboración de la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras (SBIF). La influyente académica Claudia Goldin, profesora de Harvard y especialista en brechas de género en el ámbito laboral, recomendó su lectura recientemente.

No es difícil encontrar experiencias de discriminación bancaria sufridas por las chilenas. Le sucedió a Marcela Jiménez, periodista, a mediados de los 2000. Con 32 años, trabajaba hacía una década y se desempeñaba en forma estable y con un muy buen sueldo en el aparato público. No tenía deudas y su banco sabía de su intachable comportamiento financiero. Pero le rechazaron un crédito hipotecario, pese a tener el dinero de cerca del 25% del valor del inmueble.

“Llamé al ejecutivo para pedir una explicación y me dijo que era una mujer soltera y, por lo tanto, irresponsable e impredecible. Que nadie sabía si el día de mañana me darían ganas de irme fuera de Chile. Me aconsejó que volviera cuando tuviera un marido que me respaldara y, a ojos del banco, fuera seria, solvente y estable”, relata Jiménez. “Es uno de los momentos de mi vida donde he sentido más fuerte la sensación de injusticia y discriminación”, recuerda la periodista chilena, que hasta ahora no ha tenido una nueva oportunidad para comprarse una vivienda.

La evidencia demuestra que los prejuicios no han disminuido con los años en el país sudamericano. La investigación, titulada De mal gusto: Discriminación de género en el mercado de créditos de consumo, consideró una muestra de más de 600 agentes de bancos chilenos. “Dado que los créditos solicitados fueron asignados aleatoriamente a los aplicantes y que estos, a su vez, fueron asignados aleatoriamente a los ejecutivos, las diferencias en tasas de aceptación entre hombres y mujeres sólo pueden deberse a diferencias en las percepciones que tuvieran los ejecutivos sobre la capacidad de repago de los solicitantes”, señala Parrado.

Esta diferencia de percepción podría explicarse por un sesgo originado por la falta de información respecto de las características de los postulantes al crédito. Es decir, que los agentes no siempre cuentan con toda la información que desearían para poder predecir la capacidad de pago y riesgo de cada cliente hombre o mujer. Pero uno de los puntos fuertes del estudio radica en que se pudieron observar las preferencias de género por parte de los ejecutivos y, posteriormente, examinar si las diferencias en las tasas de aceptación de los préstamos provienen principalmente de ejecutivos con preferencias pro-hombre. Fue lo que permitió a los investigadores concluir la existencia de la discriminación de género en desmedro de las mujeres.

A los ejecutivos se les aplicó una encuesta donde implícitamente les preguntaban sobre sus preferencias sobre clientes hombres o mujeres. “Un 30% de ellos, declaran tener preferencias pro-hombre. Dentro de los ejecutivos varones, un 20% declara tener preferencias pro-hombre. Dentro de las mujeres, un 40% declara tener preferencias pro-hombre. No obstante, las agentes con preferencias pro-hombre no discriminan a las mujeres en acceso al crédito”, explica Parrado. “Todo el efecto de discriminación, por lo tanto, proviene de ejecutivos hombre con preferencias pro-hombre”.

Los agentes que más discriminan a las mujeres –los que significativamente le aprueban más créditos a los hombres– son los que generalmente prefieren carteras de clientes compuestas por más varones. Cuando se les pregunta por el principal problema que tienen al lidiar con clientas, contestan: “Son muy exigentes, requieren respuestas rápidas” o “las mujeres tienen dificultades para comunicarse”.

En Chile, las mujeres pagan más responsablemente sus créditos. De acuerdo a los datos de 2018 del Informe Anual de Brecha de Género de la SBIF, el 56% de la deuda crediticia de los hombres en 2017 estaba vencida de 0 a 90 días, es decir, un 12,5% mayor que la tasa de morosidad de las mujeres. El estudio del BID y el CAF entregó esta información a la mitad de los ejecutivos bancarios de la muestra para luego evaluar si quienes la recibieron mostraban menor discriminación hacia las clientas.

Hubo dos importantes conclusiones: no se produjo un cambio a favor de las mujeres y, peor aún, los ejecutivos que tienen preferencias pro-hombre aumentan su discriminación en contra de las mujeres luego de recibir la información. “Es decir, a aquellos ejecutivos con preferencias pro-hombre, al mostrarles el mensaje, en lugar de aumentar las aceptaciones de créditos solicitados por mujeres, terminan rechazando más créditos a mujeres”, señala Parrado. “Esto refuerza nuestra hipótesis de que la discriminación observada no es estadística, sino que tiene como origen preferencias de género”.

No solo las chilenas pierden con los prejuicios en su contra. Aunque el estudio se enfoca en los préstamos de consumo, si se realiza una extrapolación a todos los tipos de crédito –como los hipotecarios–, lo que las instituciones financieras dejan de prestar por la discriminación de género a sus clientas se calcula en unos 12.000 millones de dólares. Por lo tanto, resolver el problema terminaría siendo un buen negocio para las mujeres, para la sociedad chilena, pero también para los bancos.

Fuente: https://elpais.com/elpais/2020/08/21/planeta_futuro/1598031773_127220.html

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Libro(PDF): «Género, sexualidad e izquierdas latinoamericanas. El reclamo de derechos durante la marea rosa»

Reseña: CLACSO

Esta compilación ofrece un marco conceptual de fundamentos sólidos para analizar los derechos en materia de género y sexualidad durante la marea rosa latinoamericana, plantea interrogantes difíciles sobre las relaciones entre ideología y gobierno, y destaca el modo en que se convierte a las feministas y personas LGBT y queer en chivos expiatorios de las vastas luchas nacionalistas, antineoliberales y antiimperialistas. Del Prólogo de Amy Lind

Hoy, cuando la marea rosa está en clara retirada y un auténtico tsunami de derecha sacude gran parte de la región, sin embargo, es más fundamental que nunca evaluar los aciertos y desaciertos que ocurrieron durante los gobiernos de izquierda para imaginar las estrategias que podrían ayudar a feministas, personas queer y otras fuerzas progresistas a maniobrar el brusco cambio de dirección en curso en todas las Américas. Del epílogo de Sonia E. Álvarez

Autor (a): Elisabeth Jay Friedman. Felicitas Rossi. Constanza Tabbush. [Coordinadoras]

Niki Johnson. Ana Laura Rodriguez Gustá. Diego Sempol. Constanza Tabbush. María Constanza Díaz. Catalina Trebisacce. Victoria Keller. Gwynn Thomas. Marlise Matos. Shawnna Mullenax. Rachel Elfenbein. Edurne Larracoechea Bohigas. Sonia E. Álvarez. [Autores y Autoras de Capítulo]

Editorial/Editor: CLACSO

Año de publicación: 2020

País (es): Argentina.

Idioma: Español.

ISBN: 978-987-722-592-1

Descarga: Género, sexualidad e izquierdas latinoamericanas. El reclamo de derechos durante la marea rosa

Fuente e Imagen: https://www.clacso.org.ar/libreria-latinoamericana/libro_detalle.php?orden=&id_libro=2152&pageNum_rs_libros=0&totalRows_rs_libros=1399

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Entrevista a Thaïs Gutiérrez : “La sociedad aún no digiere bien a los niños que no encajan con la masculinidad tradicional”

Entrevistas/Autora: Mar Calpena

A menudo, cuando se habla de educación para la igualdad, el énfasis se pone en las niñas. La periodista Thaïs Gutiérrez se ha propuesto explorar cómo la masculinidad tóxica marca a los niños más allá de la infancia. En Ni forts, ni valents –de momento, sin fecha aún de edición castellano–, Gutiérrez explora a través de su propia experiencia cómo la publicidad, los dibujos animados, la presión del grupo y la sociedad entera tejen un sistema que oprime también a los niños.

¿Cómo surge la idea del libro?

Fue por dos motivos. La primera, como madre de dos niños iba observando cosillas a nivel personal que creía que ya estaban superadas, y descubría que existían muchos estereotipos aún. La segunda, que en el periódico en el que trabajo hicimos un dossier sobre masculinidades, y yo me encargué de la parte de los niños. En una conversación con un antropólogo vasco que sale en el libro, Rixar Bacete, él me abrió mucho los ojos hacia este tema que quizás ya percibía como madre, y me hizo darme cuenta de que no estamos trabajando para librar a los niños de los estereotipos. Todos los expertos con los que hablé luego coincidían en una idea: estamos haciendo mucho trabajo con las niñas, las estamos empoderando, les estamos dando muchos recursos para que crezcan libres, todo ello muy necesario, pero nos hemos olvidado un poco de los niños. Y ellos también lo sufren. Me dije: “Necesito seguir investigando y tirando de este hilo”.

¿Cree que en esto la situación ha ido a peor desde hace unos años?

En general diría que no, que no ha ido a peor. Pero sí que en algunos campos se percibe un empeoramiento. Un ejemplo de ello es la publicidad infantil. En los años ochenta no tenía todos los estereotipos que tiene ahora. Lo peor es la campaña de Navidad, que desmonta todo el trabajo que se hace de educación durante un año. Está llena de estereotipos, en particular respecto a las niñas, que se presentan como cuidadoras de bebés, o con juguetes para estar guapas, para hacerse trenzas, maquillaje, diademas, todo siempre rosa… y a los niños se los presenta siempre en acción, yendo en bici, haciendo carreras de coches. El Consell de l’Audiovisual de Catalunya alertaba de que en la campaña de Navidad de 2019 en el 48,6% de los anuncios se usaban estereotipos sexistas. Es la peor tasa desde 2012. Y personalmente sí que noto este retroceso, porque no recuerdo este sesgo de género tan bestia en mi infancia. Sin embargo, poco a poco vamos avanzando como sociedad. Y luego está cómo los estereotipos afectan a los niños, que creo que es algo que dábamos por superado, que ya todos sabíamos que los niños no están obligados a ser fuertes y valientes y que si quieren pueden elegir el ballet en lugar del fútbol… pero esto no está superado. La sociedad aún no digiere bien a los niños que no encajan con el mandato de la masculinidad tradicional.

¿El trabajo para desmontar estos patrones debe comenzar por los adultos?

Lo ideal sería comenzar con los niños para no llegar a encontrarnos estos patrones en los adultos. Seguro que con los mayores también queda mucho por hacer, pero no quiero entrar mucho en eso porque se escapa un poco al alcance del libro y no lo tengo tan analizado. Si no se permite que los niños no expresen determinados sentimientos, los tienes castrados emocionalmente toda su infancia, negándoles quiénes son y dándoles un mensaje muy peligroso, que es que tienen que esconderse o el grupo no los aceptará, porque no son suficientemente hombres… Esto aún pasa, y hay niños que siguen sufriéndolo. Tener que crecer así, con esta carga, me parece muy duro.

¿Los modelos sociales que les damos refuerzan estos estereotipos?

Totalmente. Los referentes van todos a reforzar esta idea. Si miras quiénes son los referentes de los niños, normalmente son futbolistas, cantantes de reguetón, youtubers… muchos de ellos sólo refuerzan este mensaje. Y a nivel político, que quizás no sea el referente de los niños, pero sí que es lo que ven que sale en las portadas de los periódicos o en la tele, que son la gente que les presentamos como que merece ser escuchada, muchos de ellos encarnan la masculinidad tóxica, como los Trumps, los Bolsonaros, los Putins… El tema de los referentes es preocupante, porque es el espejo de los niños y cuesta mucho encontrar alternativas.

¿Qué papel jugamos las mujeres?

Mi conclusión es que es muy importante que las mujeres ofrezcamos a los niños referentes de mujeres interesantes y potentes, para que nos vean más allá de la imagen estereotipada de la publicidad o el cine, o de la idea de que las mujeres tenemos que ser jóvenes, bonitas, y simplemente un objeto. Por eso tenemos que presentarles mujeres que sean lo que ellos quieren llegar a ser. Para mí eso es fundamental. Lo intento hacer en casa a pequeña escala. Ojo, no hablo sólo de mujeres famosas. Tienen que entender que el trabajo de la abuela importa tanto como el del abuelo, revalorizar el trabajo que se hace en casa…

Precisamente en el libro usted comenta que muchos padres desean y apoyan que sus hijas ocupen lugares de poder, pero que nunca estimulan a sus hijos para que elijan hacer trabajos de cuidados…

Esto es prácticamente inexistente. Lo que te dicen los expertos es que, como los hombres ocupan una posición dominante en esta sociedad, si las mujeres acceden a trabajos tradicionalmente masculinos se acepta porque en el fondo viene a ser como si subieran un nivel. En cambio, como casi siempre se nos ha presentado a las mujeres en un escalafón inferior al de los hombres, cuando los hombres o los niños quieren entrar en espacios tradicionalmente femeninos se considera que van hacia atrás. Todo lo femenino sigue estando devaluado y hay que trabajar para revalorizarlo, y eso también pasa porque si el niño quiere hacer algo considerado tradicionalmente femenino, o ponerse alguna pieza de ropa que se consideraba “de niña”, no se le cuestione.

¿Qué es la “caja de la masculinidad”, que usted comenta en el libro?

Es un concepto que enunció el educador Paul Kivel, la caja de creencias de la masculinidad. Se desarrolla después en un estudio que a mí me gusta mucho, porque tuvo en cuenta datos de tres países distintos: Estados Unidos, México y Gran Bretaña. Lo llevó a cabo la organización Promundo, y desglosaba en siete puntos las creencias con las que los hombres “cargan”. Estas creencias consisten en ser autosuficiente, ser fuerte, ser atractivo, ceñirse a los roles masculinos tradicionales; ser heterosexual y menospreciar a los homosexuales, ser hipersexual y ser agresivo y controlador. Resumen muy bien la masculinidad tradicional. Me llama la atención que las conclusiones del estudio entre países tan distintos sean tan parecidas, y que apunten a que los chicos encuestados en su mayoría han sentido presión para encajar en estos conceptos.

En el libro dedica un tema al riesgo, y a cómo la masculinidad tóxica es la causa de conductas peligrosas. ¿Le sorprenden los estudios que apuntan que la incidencia de la covid sea mayor en hombres por esta razón?

Me sorprende sólo porque no los conocía, pero después de escribir este libro y hablar con los expertos en el tema, en realidad no, ya no me sorprende. La socióloga Marina Subirats me dijo que “los hombres se mueren de masculinidad”, que es una frase que es muy reveladora. En el caso de los niños, esto se traduce en conductas peligrosas para demostrar su virilidad, como los casos que cuento en el libro [sobre colgarse de un vagón de metro en marcha, y otros] y que vi en mis amigos en la adolescencia. Para demostrar tu virilidad tienes que hacer estas “pruebas” de riesgo absurdas, por todo el sistema de premios y castigos del grupo. Si las haces el grupo te premia y te trata como a un líder; mientras que si tienes un poco de criterio y no las llevas a cabo, el grupo te castiga. Y este mecanismo sigue muy activo. Está desprestigiado cuidarse y, como te decía antes, cuidar a los demás. Las estadísticas nos muestran que más chicos conducen bajo los efectos del alcohol o consumen drogas; tenemos que enseñarles a cuidarse. Porque luego, cuando son adultos, van menos al médico y no piden ayuda cuando tienen problemas de salud mental, según alerta la Asociación Americana de Psicología.

También aborda el tema del porno…

Tengo la sensación que con el porno estamos mirando hacia otro lado. Ponemos la excusa de la libertad de expresión para no abordar que la pornografía violenta se ha convertido en la educación sexual de los chicos. Se trata de pornografía agresiva, machista y cosificadora, en la que no aparece el placer de las mujeres, en la que siempre hay una dominación masculina, y que se convierte en el primer ejemplo de sexo que ven los jóvenes. No hablamos de adultos, los adultos que vean lo que quieran, eso me da absolutamente igual. Estamos hablando de niños de ocho años, que acceden a ello de forma casual, o que buscan a partir de los doce. Los sexólogos alertan de las consecuencias de jóvenes que llegan a la edad adulta con relaciones desiguales, que recurren a la prostitución porque las mujeres no quieren acceder a las prácticas que ellos han visto en el porno. La gente todavía se ríe cuando se habla de porno, y hace ver que no condiciona. Las escuelas tienen que mejorar el tema de educación sexual y afectiva, se debe implantar antes. Y hay que hablarlo con los críos desde pequeños, porque si se tropiezan con ello por primera vez a los ocho años, significa que deberían saber ya algo. A los padres les incomoda mucho hablar de sexo con sus hijos, pero tenemos que quitarnos esta incomodidad de encima.

Uno de los temas que subyacen en el libro es la del género como algo construido.

No he querido entrar en eso porque me parece un debate infinito. Lo que sí tengo claro es que las personas pueden sentirse como quieran, y que hay, es indudable, una construcción y una socialización de género, que no determinan los genitales. Si un niño se siente niña hay que acompañarlo y darle las herramientas, y que sus derechos se respeten. Tendríamos que dar a todo el mundo la misma educación y explicarles también que hay personas no binarias, que no se reconocen en ningún género, y que no son bichos raros si eso es lo que sienten. Queda mucho por hacer.

En concreto, ¿qué pueden hacer las administraciones?

No lo sé. En Cataluña el departamento de Educación ha anunciado que la educación afectivosexual, como te decía, se va a implementar a partir de P3 (educación infantil, a partir de tres años). Pero no creo que sea una prioridad de los políticos. Debería serlo, porque la educación en la igualdad de los niños es lo que determinará cómo son los adultos del día de mañana, así que tendría que haber una apuesta mucho mayor, y con recursos, por ella.

Fuente e imagen tomadas de: https://insurgenciamagisterial.com/la-sociedad-aun-no-digiere-bien-a-los-ninos-que-no-encajan-con-la-masculinidad-tradicional/

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Eco-swaraj: una democracia verde y radical en India

Swaraj, una filosofía de autodeterminación y toma de decisiones colectivas, inspiró la lucha de Gandhi por la independencia. Ahora está promoviendo enfoques de abajo arriba para proteger a la gente y al planeta.

En noviembre de 1909, Mahatma Gandhi viajaba a bordo del SS Kildonan Castle de Londres a Sudáfrica, y escribió su obra «Hind Swaraj” en tan solo 10 días de travesía en ese barco. Cuando el libro fue publicado en India, al año siguiente, la potencia colonial británica lo prohibió por sedición.

«Swaraj significa actuar de forma autodeterminada”, escribió Gandhi para mostrar a la población india cómo enfrentarse a las potencias coloniales y crear una sociedad más justa.

A pesar de que India obtuvo su independencia en 1947, los principios del swaraj establecidos en el texto de Gandhi han desempeñado un papel menor en la política india. Sin embargo, siguen resonando en la sociedad civil hasta el día de hoy, especialmente en los movimientos populares ambientales, según el conocido activista indio Ashish Kothari.

«El swaraj puede definirse como autogobierno, pero, en realidad, su significado va más allá”, explica Kothari, que ha escrito extensamente sobre el swaraj y la crisis ecológica. «Significa mi propia autonomía, autosuficiencia e independencia, tanto como individuo como comunidad. Pero no se trata de la noción americana de individualismo, de que puedo hacer lo que quiera”.

Gandhi sentado y escribiendo.El eco-swaraj tiene sus raíces en los principios del swaraj escritos por Ghandi en su tratado sobre la independencia de India.

Democracia radical

Más bien, es un tipo de autonomía colectiva que reconoce nuestra dependencia y responsabilidad hacia otros seres humanos y especies. De esta manera, vivir en armonía con la naturaleza es fundamental para el swaraj.

«Hay que ser respetuoso con la naturaleza y reconocer que otras especies y la Tierra en su conjunto también tienen derechos. No solo están ahí para servir a la humanidad”.

«Eco-swaraj” no es un movimiento en sí mismo, pero Kothari utiliza el término para describir las pautas que ha observado en cientos de iniciativas en toda India, que se oponen a la construcción de presas y proyectos de minería y propugnan alternativas sostenibles. En todos los casos, los ciudadanos son la fuerza motriz de un enfoque de base, que va de abajo arriba.

«Uno de los principios fundamentales del eco-swaraj es la democracia radical, que significa que el poder reside en la gente común”, explica Kothari. «No se trata de que un gobierno establezca políticas. Se trata de todos. Cada persona debería estar en el centro de los procesos de toma de decisiones, sin importar de qué aldea provenga”.

Mujeres con mascarillas vertiendo gachas en un tazón.Los miembros de los sangham donaron 20.000 kilogramos de granos para suministrar una nutritiva ración de gachas de mijo dos veces al día a los trabajadores sanitarios y de la limpieza en varias aldeas, durante el confinamiento del coronavirus en India.

Seguridad alimentaria en Telangana

Esos principios han ayudado a miles de mujeres del estado indio de Telangana a pasar de ser buscadoras de comida a proveedoras de alimentos. Antes de que se fundara la ONG agrícola india Deccan Development Society (DDS), en 1983, muchas familias del distrito de Sangareddy luchaban por conseguir suficiente comida. Hombres y mujeres trabajaban como agricultores temporales en tierras ajenas por salarios escasos, mientras que sus propios campos permanecían en barbecho.

DDS animó a las mujeres a formar sanghams, o grupos de autoayuda, para discutir la seguridad alimentaria y encontrar soluciones. Tomaron prestadas semillas de las aldeas vecinas y recuperaron los cultivos tradicionales adaptados al suelo y al clima árido.

Las 3.000 mujeres miembros de los sangham son ahora granjeras orgánicas que cultivan hasta 35 productos diferentes, como mijo, legumbres, semillas oleaginosas y plantas silvestres. También tienen su propio banco de semillas con 80 variedades. Durante el confinamiento del coronavirus en India, cada miembro donó 10 kilogramos de mijo, que se sirvieron como gachas para cientos de trabajadores sanitarios y de la limpieza.

«Antes de unirse a los grupos sangham, estaban solas”, señala Jayasri Cherukuri, co-directora del DDS. «Ahora, cuando hacen las cosas colectivamente, tienen más valor para hablar de los problemas a los que se enfrentan”.

Según Cherukuri, las mujeres que temían enfrentarse a los propietarios de las tierras para las que trabajan, ahora exigen un lugar en los comités del gobierno local. Y no son únicamente las comunidades rurales las que hablan sobre las decisiones ambientales.

Un grupo de personas recogiendo agua de los grifos exteriores.Residentes del barrio marginal de Shivram Mandap gestionan colectivamente un sistema que bombea el agua de un pozo a un tanque de agua y luego se distribuye a toda la zona.

El redescubrimiento de la tecnología tradicional para preservar el agua

En la ciudad de Bhuj, en el estado occidental de Guyarat, las iniciativas ciudadanas están elaborando sus propios planes para gestionar los residuos y el agua potable, que presentan a los organismos gubernamentales para su financiación. Ahora que los pozos perforados han agotado las aguas subterráneas, la ciudad sufre alternativamente escasez de agua e inundaciones. No obstante, estos proyectos dirigidos por los residentes locales son sostenibles. Están recuperando el sistema tradicional de reabastecimiento de pozos para preservar las aguas subterráneas, limpiando los lagos contaminados y recogiendo el agua de lluvia en escuelas y universidades.

Las iniciativas ciudadanas están coordinadas por Homes in the City (del inglés, «Hogares en la ciudad”), una ONG que ha estado trabajando con los vecinos de los barrios marginales de Bhuj durante una década. «Antes, los ciudadanos dependían de unos pocos funcionarios que tomaban decisiones por ellos”, cuenta Aseem Mishra, director del programa Homes in the City. «Ahora estamos tratando de cambiar la mentalidad de los ciudadanos. Queremos que sepan que tienen voz en el desarrollo urbano”.

Soluciones para problemas locales

Una ventaja de las iniciativas ciudadanas es que se basan en tradiciones y condiciones ecológicas locales.

«Cada región y cultura tiene sus propias tradiciones y comprensión de la naturaleza”, explica Brototi Roy, una estudiante de doctorado que investiga los movimientos de justicia ambiental en la Universidad Autónoma de Barcelona. La filosofía eco-swaraj puede aplicarse a diferentes contextos locales y reconoce que no hay una solución para todos.

Un grupo de personas reunidas.Miembros del comité del Distrito número 2 de Bhuj se reúnen en la oficina del distrito para su reunión. Las iniciativas de base se adaptan mejor a la ecología y las tradiciones locales.

Según Kothari, el eco-swaraj tiene fuertes similitudes en otras partes del mundo, como los conceptos de Ubuntu («Soy porque somos”) en África, el «Buen Vivir» en América del Sur, el movimiento de Autonomía Zapatista en México y «Abwicklung des Nordens” (Desarrollo del Norte) en Alemania.

Con valores compartidos de autonomía, justicia social y vida en armonía con la naturaleza, estos marcos se están utilizando para poner en tela de juicio un enfoque general de los problemas ambientales arraigado en el «desarrollo”, es decir, la idea de que el Sur global debería esforzarse por emular las economías más ricas de los «países desarrollados” del Norte global.

Resistiendo al imperialismo, antes y ahora

Gandhi no fue el primero en aplicar el swaraj a la lucha por la independencia de India. Ya fue fundamental en la resistencia del siglo XIX al imperialismo británico, y la idea tiene raíces mucho más antiguas en el subcontinente indio, que albergó algunas de las primeras democracias del mundo ya en el siglo VI a.C.

Ahora, activistas como Kothari están utilizando esta idea para enmarcar alternativas a «la tendencia de ‘modernidad’ y ‘estructuralismo’ que da forma al mundo entero en un marco occidental homogéneo, consumista y materialista”, como señala en un documento de 2018.

Personas con muchas bolsas de compra en una calle comercial.Eco-swaraj adopta un camino de desarrollo alternativo al marco “occidental, consumista”.

Las soluciones ambientales convencionales podrían centrarse en las emisiones de carbono, plantar más árboles o depender de una aplicación para gestionar recursos, según Roy. Pero esto no altera fundamentalmente un sistema en el que la salud ambiental y humana está librando una batalla perdida contra el desarrollo económico.

«Cuando consideramos a la gente y al planeta por encima de los beneficios, los recursos se gestionan mediante la participación local y podemos llegar a un modo de vida ecológicamente más favorable”, concluye.

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