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La tribu india que obliga a las niñas de la comunidad a prostituirse para mantener a la familia

Asia/India/04 Abril 2019/Fuente: Yahoo

Normalmente, en la mayoría de los países del mundo no hay ninguna diferencia entre nacer niño o niña. Sin embargo para los bacchara, una tribu nómada muy pobre que se sitúa en tres distritos del esrado de Madhya Pradesh, en La India, este acto aleatorio es fundamental. Si sale varón, le espera un futuro con muchas menos penalidades que si sale mujer. Y es que desde hace siglos, obligan a las hijas mayores a convertirse en trabajadoras sexuales a partir de los 10 o 12 años y a traer el sustento a casa, tal y como relata BBC Mundo.

Esta tradición hace que los padres o hermanos se conviertan en proxenetas que venden el cuerpo de las mujeres de la familia a cambio de un puñado de monedas. El procedimiento es siempre el mismo: las niñas son obligadas a dejar los estudios y a satisfacer los deseos sexuales de los hombres de la región: desde personas del campo hasta camioneros que pasan por allí.

Las niñas bacchara son obligadas a prostituirse desde muy temprana edad (REUTERS/Ricardo Moraes).
Las niñas bacchara son obligadas a prostituirse desde muy temprana edad (REUTERS/Ricardo Moraes).

Ellas tienen que esperar en camastros (en grupo o en solitario) la llegada de potenciales clientes, que pagan entre 1,45 y 2,80 dólares por mantener relaciones sexuales con ellas. En el caso de las vírgenes, son mucho más cotizadas y el precio se puede incrementar hasta los 72 dólares.

Normalmente cada una de ellas (tal y como indican las ONG’s en la región un tercio son menores de edad) recibe a unos cuatro o cinco hombres diarios de los que la gran mayoría no quiere usar protección. Así, tanto las enfermedades de transmisión sexual como los embarazos no deseados son frecuentes.

Además, las jóvenes tienen prohibido casarse con ningún hombre de la comunidad y las que se van haciendo mayores rápidamente son sustituidas por su hermanas pequeñas. Un procedimiento salvaje que de momento no ha sido erradicado. Y eso que ha habido algunos tímidos intentos.

El estado en el que se asienta esta comunidad ha aprobado recientemente una ley que multa con pena capital a cualquiera que abuse de una menor de 12 años o menos. También se han aumentado los años de cárcel para los adultos que mantengan relaciones sexuales con menores de 18 años. Sin embargo, la efectividad de estas medidas ha sido muy reducida en un país en el que las injusticias sociales son frecuentes y donde la igualdad entre géneros está muy lejos de producirse.

Afortunadamente, los esfuerzos de diversas organizaciones están empezando a dar resultado, aunque todavía de manera muy lenta. Las mujeres más jóvenes de la comunidad están empezando a rebelarse contra esta dañina tradición y gracias a los esfuerzos en campos como la sanidad o la educación cada vez se va creando más conciencia de la situación, mostrando que hay un camino distinto que se puede seguir.

Fuente: https://es-us.noticias.yahoo.com/la-tribu-india-que-obliga-las-ninas-de-la-comunidad-prostituirse-para-mantener-la-familia-142510936.html

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Colombia: El escándalo en los Andes por supuestos casos de acoso sexual

América del sur/Colombia/04 Abril 2019/Fuente: Semana

Según la institución educativa, ya se están adelantando los procesos disciplinarios correspondientes y se están generando medidas de protección a las víctimas.

En los últimos días ha sido noticia una situación puntual de supuesto acoso sexual en la Universidad de los Andes. El caso involucra al director de Ciencias Biológicas, Adolfo Amézquita.

El tema surgió después del evento público ‘La olla comunitaria de denuncias’, en el que algunos estudiantes de la universidad se reunieron el Día de la Mujer para leer una serie de denuncias anónimas sobre casos de violencia sexual y concientizar a la comunidad sobre la importancia de destapar este tipo de casos.

Coincidencialmente, en seis denuncias apareció el mismo nombre: Adolfo Amézquita. Según las acusaciones, el profesor habría abusado de su posición y la confianza que se habría generado con algunas alumnas para hacerles insinuaciones y acercamientos incómodos.

“En una salida de campo en el 2016, él me dijo que estaba preciosa por una camisa rosada que estaba usando. Luego, recostados en una roca viendo las estrellas, me tomó una fotografía. Ahí decidí dejarle en claro que no quería tener nada con él, porque para mí él era casi una figura paterna”, decía uno de los testimonios.

El tema se hizo viral días después, con un video del evento público dado a conocer en redes sociales.

Por su parte, el profesor negó las acusaciones. “Jamás tuve ni expresé algún interés personal por ella (denunciante), no recibió una propuesta de mí, jamás una invitación, insinuación ni cualquier otro comportamiento inapropiado de mi parte”, dijo a El Tiempo.

La universidad respondió en un comunicado firmado por el rector, Pablo Navas, en el que dice que se iniciaron “los procesos disciplinarios y de generación de medidas de protección que fueron del caso” e hizo énfasis en que “la universidad, de forma coherente con su misión, respeta el debido proceso y los derechos de todos los involucrados, incluyendo los principios de dignidad y reserva”.

De hecho, la universidad recién empezó a aplicar este año unos nuevos protocolos para casos de maltrato, acoso, amenaza, discriminación o violencia sexual.

En julio del año pasado, la Corte Constitucional emitió una sentencia en la que exhortó al Ministerio de Educación a crear unos lineamientos donde establezca las obligaciones de las instituciones de educación superior frente a un caso de violencia sexual.

Esta emitió dichas orientaciones en agosto, y algunas universidades, como los Andes, adaptaron sus protocolos. Este y el protocolo de la Universidad Nacional, publicado en 2016, son de los más completos en el sentido que abordan el tema de forma integral.

El asunto es que este todavía es un tema nuevo para la educación superior.Según el informe ‘Pasó en la U’, publicado por el medio Distintas Latitudes y la Red Latinoamericana de Jóvenes Periodistas, solo 6 de cada 10 universidades en América Latina tienen dichos protocolos.

En Colombia, de las seis instituciones consultadas, cinco contaban con los protocolos y el de mayor antigüedad -el de los Andes, justamente- apenas empezó a regir desde 2016. Por otro lado, una universidad colombiana no los había hecho públicos (la Uniminuto) y otra reporta no tener dichos protocolos (la Universidad de Antioquia).

Imagen tomada de: https://static.iris.net.co/semana/upload/images/2019/1/28/599474_1.jpg
Fuente: https://www.semana.com/educacion/articulo/supuestos-casos-de-acoso-sexual-en-la-universidad-de-los-andes/607886
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Cientos de mujeres son compradas y violadas para tener hijos en China

Asia/China/21 Marzo 2019/Fuente: El país

El informe ‘Danos un bebé y te dejamos marchar’ revela la trata de birmanas vendidas a ciudadanos chinos para procrear

“La familia me metió en una habitación. Allí me maniataron de nuevo… Cerraron la puerta durante uno o dos meses. Cuando era la hora de almorzar, me enviaban comida. Lloraba mucho… Cada vez que el hombre chino me traía alimentos me violaba”, explica una mujer birmana vendida a las redes de trata por su cuñada cuando solo tenía 16 años. El testimonio forma parte de un informe desgarrador publicado este jueves por la organización de derechos humanos Human Rights Watch (HRW) en el que se denuncia la pasividad de las autoridades fronterizas de Myanmar y China ante el tráfico sexual de esposas al gigante asiático.

Según el dossier de 112 páginas Danos un bebé y te dejamos marchar, concluido después de tres años de investigación, mujeres de los Estados de Kachin y Shan, al norte de Myanmar, son traficadas a China por la frontera septentrional birmana. Basado en entrevistas con 37 supervivientes así como familiares, miembros de la comunidad local y oficiales de Myanmar, el informe detalla cómo las víctimas confían en las promesas de trabajo por parte de familiares y conocidos que las acaban vendiendo por valor de 2.600 a 11.500 euros a familias en China. Una vez en el país vecino, son encerradas y violadas hasta que se quedan embarazadas.

«Las autoridades de Myanmar y de China miran hacia otro lado mientras traficantes sin escrúpulos venden a mujeres y niñas de Kachin para su cautiverio y abusos indescriptibles», explica Heather Barr, codirectora del departamento de la mujer de HRW y autora del informe. «La escasez de medios de subsistencia y la falta de protección de los derechos más básicos han hecho que estas mujeres sean presa fácil de los traficantes, que tienen pocas razones para temer la aplicación de la ley a ambos lados de la frontera».

Las supervivientes que consiguen escapar del cautiverio y los abusos confiesan que sus captores están más interesados en tener un hijo que en una esposa. La población femenina en China ha caído desde 1987 y la brecha entre hombres y mujeres de 15 a 29 años aumenta debido a la preferencia por los niños fruto de la política de hijo único vigente entre 1979 y 2015 y a la restricción de derechos reproductivos de la mujer. Según las estimaciones del Boletín Médico Británico, a China «le faltan entre 30 y 40 millones de mujeres” a causa de la flagrante discriminación de la población femenina que afecta a esta y a otras sociedades patriarcales de Asia.

Ante el desequilibrio demográfico, algunas familias chinas optan por comprar a mujeres y niñas que han sido víctima de redes de tráfico de países vecinos. El número de esposasque son vendidas al gigante asiático es difícil de cuantificar, pero la Comisión de Derechos Humanos de Myanmar registró 226 casos solo en 2017, mientras que los activistas creen que la suma real seguramente sea mucho más alta. “Es difícil saber si la cifra sube o baja, pero varios expertos creen que el número aumenta a medida que el conflicto en el Estado de Kachin continúa”, razona Heather Barr.

Muchas de las supervivientes entrevistadas durante la investigación pertenecen a la población de más de 100.000 desplazados internos por la lucha en los Estados de Kachin y Shan. En 2011, Myanmar acabó con 17 años de alto el fuego reanudando sus ataques contra los grupos étnicos armados. El Gobierno ha bloqueado la asistencia humanitaria en estos campos de refugiados, alguno de los cuales están bajo control de la opositora Organización por la Independencia de Kachin; que cuenta con un brazo armado. Las mujeres son las únicas que ganan sustento para sus familias mientras que los hombres toman parte en el conflicto.

“Los Gobiernos de Myanmar y China, así como la Organización por la Independencia de Kachin, deberían hacer mucho más para prevenir el tráfico, recuperar y asistir a las víctimas y perseguir a los traficantes”, denuncia Barr. “Donantes y organizaciones internacionales deberían apoyar a los grupos locales que hacen el trabajo duro, el que los Gobiernos no se atreven, para rescatar a las mujeres y niñas, y ayudarlas a recuperarse”.

Tras el cautiverio, y después de dar a luz a sus bebés, algunas escapan; aunque dejando a sus hijos en manos de sus captores y violadores. De vuelta en Myanmar, las que sobreviven tienen que lidiar con el trauma y el estigma con la escasa ayuda de las pocas organizaciones que carecen de recursos y capacidades para asistir a las víctimas de un tráfico sexual que no recibe ninguna atención por parte de ninguno de los dos países implicados.

Las dificultades para su reintegración se agravan por la deshonra que supone su situación dentro de una comunidad profundamente cristiana y donde la “gente te mira con desprecio porque has sido traficada a China”, según cuenta Barr que le dijo una de las supervivientes. La experta de HRW asegura haber conocido a una mujer que estuvo cautiva durante nueve años, a otras dos que llegaron a ser víctimas de las redes de tráfico hasta en dos ocasiones y a una de solo 14 años.

Fuente: https://elpais.com/elpais/2019/03/20/planeta_futuro/1553092497_647939.html

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Lo que las niñas de una etnia matriarcal china nos enseñan sobre el miedo al riesgo

Asia/China/21 Marzo 2019/Fuente: El espectador

Un estudio llevado a cabo en colegios chinos muestra que las jóvenes mosuo muestran menos aversión al riesgo que sus compañeras procedentes de familias patriarcales. A pesar de sus limitaciones, el trabajo sugiere que el contexto sociocultural podría jugar un papel clave en las diferencias sexuales observadas en estos comportamientos.

Dos niñas mosuo. Rod Waddington – Agencia Sinc

Los hombres son más proclives al riesgo que las mujeres, según algunos estudios. Además, las preferencias profesionales varían entre géneros. ¿Están estos dos hechos relacionados? La cuestión no es baladí: el tipo de carrera escogido está, en parte, relacionado con la brecha salarial. Un estudio publicado hoy en la revista PNAS intenta responder la pregunta y arrojar algo de luz sobre el origen de estas conductas.

“Las diferencias de género en lo que respecta al riesgo están influenciadas por la cultura y el ambiente social, y estas actitudes son maleables a una edad temprana”. Así resume a Sinc la investigadora de la Universidad de Houston (EE UU) y coautora del estudio, Elaine Liu, las conclusiones de su trabajo. En otras palabras, “puede que [la aversión al riesgo] no sea un rasgo heredado”.

En la cultura mosuo, las cabezas de familia son las abuelas y las mujeres toman las decisiones económicas, domésticas y agrícolas

Pero determinar si influye más la biología o el contexto sociocultural en la aparente aversión femenina por el riesgo no es fácil, pues es imposible hacer un estudio fuera de ese contexto. Para intentar solucionar este problema, los autores viajaron a los colegios de la provincia china de Yunnan.

En las aulas de esa región encontramos alumnos de dos grupos étnicos, cuyas mujeres viven de formas muy diferentes. Los mosuo son la única minoría china con una cultura matriarcal: el papel de cabeza de familia recae en las abuelas y las mujeres toman las decisiones económicas, domésticas y agrícolas. Por el otro lado, los miembros de la etnia han siguen una estructura patriarcal, en la que ellas quedan subordinadas a los hombres.

¿Serán las mujeres mosuo tan recelosas al riesgo como las han? Para averiguarlo, los investigadores plantearon un sencillo juego de lotería —en el que se puede escoger entre ganar seguro una pequeña cantidad de dinero o tener un 50 % de probabilidades de obtener una suma más grande— a más de 400 estudiantes procedentes de cuatro escuelas primarias y una secundaria, de entre 7 y 14 años. En todas las aulas los mosuo eran minoría, con una presencia media del 40 %.

Efecto contagio

Los resultados mostraron que, al comenzar la escuela, las niñas mosuo corrían más riesgos que los niños de su etnia, mientras que sucedía lo contrario en el caso de los han. Sin embargo, conforme avanzaban los cursos, las jóvenes mosuo se volvieron menos proclives que sus compañeros a arriesgar. Al mismo tiempo, las han parecían algo más atraídas por el riesgo según crecían.

“Los resultados no apoyan la teoría de que la genética fija las diferencias: mientras que las niñas mosuo muestran un mayor recelo al riesgo conforme crecen, a las han les gusta más. Se influyen unas a otras”, considera Liu.

Tampoco parece que el cambio tenga un origen hormonal, relacionado con los cambios experimentados durante el crecimiento: “Si la biología volviera a las chicas más temerosas del riesgo al acercarse a la adolescencia, habríamos visto lo mismo en las alumnas han, pero no es el caso”.

Los cambios observados también afectaron a los chicos, sobre todo en la escuela secundaria —donde los estudiantes están internados y comparten habitación cinco días a la semana—. Así, el comportamiento de los jóvenes mosuo, hasta entonces menos proclives al riesgo, se acercaba al de los han si quedaban aislados de su etnia. “Es posible que las niñas sean más conscientes del entorno o maduren antes”, opina Liu sobre el hecho de que los niños tardaran más en modificar sus preferencias.

Que los resultados no apoyen la teoría genética no implica, según Liu, que la descarten. Los estudiantes analizados eran bastante jóvenes, de entre 7 y 14 años: “Pudiera ser que las diferencias biológicas solo se vuelvan importantes pasada la pubertad, pero no podemos testear eso con nuestra muestra”.

El estudio de Liu también señala que la influencia de los compañeros en el comportamiento es mayor que la de los padres. El siguiente paso, según la investigadora, es observar si los cambios observados son permanentes. “Es posible que los alumnos reviertan a la norma paterna una vez terminen la escuela y vuelvan a su pueblo”. Por ello, Liu pretende buscar financiación para un estudio a largo plazo que siga a estos niños y niñas a la adolescencia y la adultez, lo que también daría más información sobre el papel de la biología en este tipo de diferencias.

Un estudio más en una larga lista

El estudio publicado por Liu no es el primero que sugiere que el ambiente influye en la aversión al riesgo. Trabajos anteriores ya mostraron que las mosuo adultas se arriesgan más que las yi (otra etnia patriarcal), aunque ambas lo hacen menos que los hombres. “Ya no debería sorprender que los hombres no siempre muestren una mayor propensión al riesgo”, explica a Sinc la psicóloga y catedrática de Historia y Filosofía de la Ciencia en la Universidad de Melbourne (Australia) Cordelia Fine, que no ha participado en el estudio.

Fine asegura que muchos estudios muestran cómo el contexto cultural afecta a las diferencias sexuales en estos ejercicios de lotería. Estos han sido repetidos con participantes occidentales, de la población china general y también comparando otras sociedades matriarcales como los Khasi en India y los Maasai en Tanzania. “El año pasado, un análisis de 76 países no encontró diferencias en el 18 % de los lugares”, añade.

La psicóloga considera que el estudio de Liu “hace preguntas importantes” y marca el camino a trabajos futuros que examinen el papel de las normas de género en estos comportamientos. Añade que los resultados preliminares “son consistentes” con la “evidencia” que asegura que los factores sociales juegan un papel importante en estas diferencias sexuales.

Sin embargo, también dice que los resultados “deberían ser vistos como provisionales hasta que se repliquen”, dado el reducido tamaño de la muestra una vez se divide por edad y curso.

¿De qué sirve la lotería?

Los estudios con juegos de lotería son muy utilizados en economía para medir la aversión al riesgo en un contexto financiero, pero autores como Fine se preguntan hasta qué punto sus resultados miden un concepto tan complejo y amplio como el del riesgo. “No está claro qué miden en realidad estas pruebas de lotería”, dice. “Tampoco cómo de útiles son para predecir la toma de riesgos en la vida real”.

El investigador de la Universidad Baruch College de Nueva York (EE UU) Sean Crockett es uno de los economistas que han analizado las limitaciones de estas pruebas. “Que muestres aversión al riesgo en una prueba no implica que lo vayas a mostrar en otra”, explica. Además, “algunos estudios evidencian que la actitud respecto al riesgo financiero no predice la actitud respecto al riesgo en otros dominios”, como por ejemplo el riesgo físico.

Un estudio como el de ‘PNAS’, según Crockett, mide “algo relacionado con las preferencias en el riesgo económico”, pero asegura que los economistas “no tienen todavía una idea clara de cómo ese rasgo se relaciona con unas preferencias generales de riesgo”.

Lo más importante del estudio, según Liu, es que “nos ayuda a pensar sobre el ambiente en el que deberíamos criar a nuestros hijos e hijas”. La investigadora explica que si las niñas crecen en un ambiente que las desanima a correr riesgos, “eso puede afectar a la toma de decisiones en su vida”. La solución: “Crear un entorno que anime a las más jóvenes a arriesgarse más”.

Imagen tomada de: https://www.elespectador.com/sites/default/files/tuberculos_andinos_m_25_0.jpg

Fuente: https://www.elespectador.com/noticias/educacion/lo-que-las-ninas-de-una-etnia-matriarcal-china-nos-ensenan-sobre-el-miedo-al-riesgo-articulo-845868

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Nacemos de mujer: La maternidad como experiencia e institución

Autora: Adrienne Rich

Año: 2019

Editorial: Traficante de Sueños

ISBN: 978-84-949147-7-5
Sinopsis: «Sabemos mucho más acerca del aire que respiramos o de los mares que atravesamos, que acerca de la naturaleza y del significado de la maternidad». En medio del clima de activismo y publicación feminista de los años setenta del siglo XX, la cuestión de la maternidad no había sido abordada en toda su complejidad hasta la aparición de este libro. Nacemos de mujer fue publicado en 1976. En este trabajo, Adrienne Rich aunó vivencias, investigación histórica y antropológica y reflexión feminista con el propósito de radiografiar la «institución de maternidad»: la maternidad bajo el patriarcado como un conjunto de normas y controles que organizan las funciones de la familia y las labores de las «mujeres» respecto de su rol programado socialmente. Enfrentada a esta institución, la autora apostó por recuperar la palabra «maternidad» junto con la experiencia única, diversa, personal, compartida, en un análisis abierto que no deja de abordar los condicionamientos, las imposiciones y los roles. En nuestro tiempo, aún, tenemos mucho que pensar sobre cómo el capitalismo y el patriarcado usurpan las experiencias de los cuerpos gestantes; por eso, disponer de Nacemos de mujer es un excelente punto de partida.
Imagen tomada de: https://img.txalaparta.eus/Articulos/thm/nacemos%20de%20mujer.jpg
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“Lo más importante es empoderar a las mujeres del pueblo” Bahijjahtu Abubakar

África/21 Marzo 2019/Fuente: El país

Abubakar combate el cambio climático en Nigeria. Remadna lucha contra la radicalización en París. Ambas participan en un encuentro de grandes mujeres en Segovia

Bahijjahtu Abubakar, experta en desarrollar respuestas para mitigar los efectos del cambio climático con perspectiva de género, celebra que cientos de miles de jóvenes de todo el mundo salieran esta semana a la calle contra el cambio climático. Lo cuenta este sábado antes de intervenir en el IX Encuentro Mujeres que Transforman el Mundo, organizado por el Ayuntamiento de Segovia, donde participan activistas y defensoras de los derechos humanos, el medio ambiente o la paz.

Abubakar es la fundadora de Ruwes (Seguridad Energética de las Mujeres Rurales, en sus siglas en inglés), una iniciativa que nace de la necesidad de salvar vidas y la tierra y mejorar la economía erradicando la pobreza energética entre las mujeres de poblaciones rurales del África subsahariana. Ella considera que “hay esperanza” para frenar el cambio climático y defiende que el futuro debe estar en las manos de las mujeres. Está convencida de que los hombres africanos van a sumarse a las mujeres en esta lucha por el medioambiente. Según cuenta, los varones han visto que ellas reciben dinero e incentivos financieros que les permiten acceder a hornos ecológicos que evitan la contaminación y los problemas de salud que les provocan los humos.

Con Ruwes ha emprendido una cruzada de la que se han beneficiado ya más de 300.000 mujeres de dos millones registradas. Abubakar asegura que las nigerianas cocinan tres veces al día en un espacio cerrado. Además, la tala de árboles para obtener leña está haciendo aumentar la desertificación unos 0,6 kilómetros al año. “Estas mujeres tienen que ir cada vez más lejos a sacar leña y, cuando salen, las violan en el trayecto. No se puede decir nada, no hay costumbre en África de hablar de estas cosas, no se puede imaginar uno la vida que llevan, van a por leña, las violan y vuelven a la cocina e inhalan humo como si se fumaran 20 paquetes de cigarrillos (…) Además, cuando tienen un bebé lo atan a la espalda y el niño inhala lo mismo, también sufre el feto cuando están embarazadas, porque afecta al desarrollo del cerebro”.

Abubakar también coordina el Programa de Energías Renovables del Ministerio Federal de Medio Ambiente en Nigeria. Y empezó a promocionar la creación de centros para formar a las mujeres en el montaje de hornos ecológicos, tras acudir a India a conocer esta tecnología, que también supone una manera de economizar la madera porque se necesita quemar menos cantidad.

Luego existen otros hornos, con tecnología más avanzada, que incluso incorporan una tarjeta sim (tarjeta inteligente como la que llevan los móviles) para transmitir los datos de las horas que cocinan. Bahijjahtu Abubakar sostiene que se instalan gracias a donaciones y al acuerdo con una empresa estadounidense, aparte de beneficiarse de parte de lo recaudado con las multas que se imponen a los países desarrollados que más contaminan, como fija el Acuerdo de París. Estas instalaciones necesitan poca madera y se pueden alimentar de residuos de agricultura o de papel compactado reciclado que, en muchos casos, les facilitan las embajadas, una práctica que inició la de Estados Unidos en Abuya. Lo que no emplean en la cocina lo venden en el mercado.

Cuando se le pregunta cómo reciben en su país el trabajo que realiza, después de aclarar que como mujer ha trabajado mucho por estimular el interés sobre este problema que afecta a la salud del ser humano, afirma en tono jocoso: “Algunos quieren fusilarme”.“Las mujeres me adoran. He tenido invitaciones para salir de Nigeria y convertirme en CEO de una organización internacional, pero no quiero abandonarles, la gente confía en mi porque he entrado en sus cocinas para explicar el problema, han aprendido cómo montar los hornos, junto con sus hijas. Lo más importante es empoderar a la mujer del pueblo con información, financiación y tecnología”.

Madres contra la radicalización

Nadia Remadna es una activista de familia argelina, madre de cuatro hijos. En 2014 fundó La Brigade des Mères (La Brigada de las Madres), una asociación para proteger a jóvenes de entornos radicalizados, contra el fracaso escolar y la violencia doméstica. También ha participado en el encuentro en la antigua cárcel de Segovia convertida en centro de creación.

Nadia Remadna, este sábado en Segovia.
Nadia Remadna, este sábado en Segovia. AURELIO MARTÍN

Relata su experiencia en el distrito 93 de Seine-Saint Denis, de París, donde el ISIS recluta a sus miembros entre hijos de emigrantes árabes. “La situación en algunos barrios de la periferia es muy difícil, no hay que tomárselo a la ligera. Hay muchos jóvenes que se han ido a Siria, muchos convertidos, y cada vez se ven más niñas con velos. Pero los políticos no intervienen, actúan por intereses electorales y financieros. En Francia no sabemos manejar la urgencia, hay una gran cobardía política. Al principio pensaban que iban a ir unos cuantos [jóvenes] a hacer la guerra a Siria, pero ahora nos encontramos con el problema de los que quieren volver y los que se han radicalizado quedándose en Francia”.

Remadna defiende que el papel de la mujer es fundamental para evitar la radicalización “porque es la primera víctima, la protectora de sus hijos. Pero hay muchas que tienen miedo de hablar, hay una gran presión familiar y social”. Reclama que se una más gente a la causa y lamenta: “Solas no podemos, el problema es que tenemos una política enfrente que no se mueve. En Francia nos gusta mucho dar lecciones, pero no tenemos más remedio que luchar contra ello [la radicalización] porque depende el futuro de nuestros hijos y nietos”.

En el Encuentro de Mujeres que Transforman el Mundo también han intervenido la rusa Svetlana Gánnushkina, varias veces candidata al Nobel de la Paz, luchadora contra la xenofobia y la intolerancia; Carmen Avendaño, una madre coraje española que se levantó contra los narcos que robaban las vidas de sus hijos en los pasados años ochenta y noventa; Mayerlis Angarita, activista por la paz en Colombia, o las veteranas reporteras Rosa María Calaf y Carmen Sarmiento.

Imagen tomada de: https://ep01.epimg.net/sociedad/imagenes/2019/03/16/actualidad/1552761177_116342_1552766864_noticia_normal.jpg

Fuente: https://elpais.com/sociedad/2019/03/16/actualidad/1552761177_116342.html

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Libro: Inclusión del análisis de género en la ciencia (PDF)

Autoras o Coordinadoras: Norma Blazquez Graf y Ana Celia Chapa Romero (coordinadoras)

Año: 2018

Colecciones Alternativas

Páginas: 188 pp

País: México

ISBN: 978-607-30-1234-8

Sinopsis: Los estudios de ciencia y género han cuestionado y demostrado ausencias, silencios y distorsiones en el conocimiento que surge de evidencias basadas sólo en una porción de la población humana, mostrando que es errónea la equivalencia humano-masculino como supuesto básico del conocimiento científico. La inclusión del análisis de sexo y género en la ciencia, permite desarrollar una idea del mundo que toma en cuenta a las mujeres y al hacerlo corrige las distorsiones, sesgos y explicaciones erróneas que se elaboran en los diversos campos del conocimiento. Se cuestiona lo aceptado ampliamente y se desarrollan alternativas correctivas mediante un gran repertorio de herramientas de análisis y técnicas de investigación que señalan y corrigen representaciones inadecuadas, argumentos fallidos, prejuicios, distorsiones y desinformación en conceptos, teorías y métodos de investigación. Los textos que constituyen este libro, son resultado del trabajo desarrollado dentro de los grupos de investigación de la Red Mexicana de Ciencia, Tecnología y Género. Se trata de una selección de investigaciones realizadas en el país, en las que se muestran los efectos positivos de la inclusión del análisis de género en diversas áreas de la ciencia y la tecnología, como la salud, la educación, las matemáticas, las tecnologías reproductivas y de comunicación, la sustentabilidad, el agua y la seguridad alimentaria

Descargar aquí: http://computo.ceiich.unam.mx/webceiich/docs/libro/inclusion.pdf

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