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Libro: Reforma sin futuro y resistencia magisterial y popular

Reseña:

Lo que se impuso como una reforma “educativa” en 2013, en realidad constituyó una transformación regresiva de la educación, atentatoria al magisterio, las instituciones formadoras de docentes y la escuela pública. Una regresión proyectada y pactada entre, el poder estatal, partidos políticos de régimen institucional y grupos empresariales adversos a la educación pública.
Una reforma “educativa” tutelada por agencias internacionales multilaterales que han dictaminado la educación mexicana durante esta fase de capitalismo corporativo, neoliberal y globalizador.
En suma, una reforma genéticamente hermanada al conjunto de reformas estructurales padecidas durante este siniestro sexenio, que
acrecentaron la pérdida de soberanía y recursos del patrimonio nacional; amén de haber conducido a una mayor dependencia y a la virtual anexión de nuestro país al dominio imperial

Autores:
César Navarro Gallegos (coordinador)
Manuel Pérez Rocha
Juan Manuel Rendón
Martha de Jesús López
Luis Hernández Navarro
Tatiana Coll Lebedeff
Antonia Candela

Descargar: Reforma sin futuro

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Escuela y empresa: cada vez más cerca

Por: Jaume Carbonell

El neoliberalismo inventa nuevos mecanismos y lenguajes para penetrar en la educación. Una de las últimas palabras inventadas es el de profesario.

Uno de los propósitos del neoliberalismo es la penetración de la lógica del mercado en la educación y en otros ámbitos sociales y culturales. En los últimos tiempos su influencia crece cuantitativa y cualitativamente. La máxima podría resumirse así: menos Estado y más mercado pero con el permiso del primero. Y con muchas matizaciones, pues con frecuencia el neoliberalismo cohabita con el pensamiento neoconservador del Estado e incluso con la dictadura. El caso de Chile no es una anécdota. Tampoco lo es el gobierno de la Comunidad de Madrid bajo el mandato de Esperanza Aguirre. Cambian los gobiernos -de igual o distinto signo- pero esas políticas desreguladoras e insolidarias, que premian al más fuerte y al más espabilado y castiga al más débil, siguen ahí, con nuevos mecanismos, conceptualizaciones y terminologías.

El último invento creativo lo presentó a mediados de enero, dentro del programa “Emprender” de televisión española, Sergio Hernández, empresario y docente en prácticas. Ha dado en el clavo con una palabra que empieza a ser viral: profesario, que une “la generosidad y paciencia del profesor con la visión y la chispa del empresario”. Se trata de retroalimentar el ámbito educativo y el empresarial con más sabiduría y flexibilidad. Dos mundos, sostiene el nuevo crack, que están condenados a entenderse. ¡Qué palabra, incluso fonéticamente suena dura, y ya no digamos conceptualmente! ¡Qué lejos quedan aquellos tiempos en que al profesorado se le consideraba un trabajador de la enseñanza! ¡Y qué manera de pervertir el valor y la dignidad del vocablo maestro o maestra! Dentro de la filosofía del emprendimiento esa síntesis encaja como anillo al dedo. Se abre, por tanto, un nuevo foco de análisis.

De momento, los últimos ensayos educativos en torno al neoliberalismo, además de explorar las finalidades, políticas y mecanismos del capitalismo de la posmodernidad, diseccionan la formación de la personalidad neoliberal, su proceso de subjetivación.

Tal es el caso del último libro de Jurjo Torres: Políticas educativas y construcción de personalidades neoliberales (Morata, 2017) que, en cierta medida, nos recuerda otra de sus obras más brillantes en torno al currículum oculto. Torres incluye cuatro dimensiones en la conformación neoliberal del ser humano: a) Homo Economicus, que coloca el dinero y la riqueza como el motor de vida, como la motivación más determinante de sus comportamientos. Dentro de esta tesitura es el poder económico de cada persona lo que le permite elegir las mejoras ofertas dentro del mercado, comportándose como un cliente y no como un ciudadano sujeto de derechos y prestaciones sociales. b)  Homus consumens, que subraya la obsesión por el consumismo compulsivo que le lleva a pagar un alto precio por la satisfacción de necesidades artificiales y absolutamente prescindibles. Pero es esto lo que le proporciona una seguridad, un prestigio social e, incluso, un cierto narcisismo. c) Homo debitor, que entra en la lógica del circuito económico en la medida que tiene que satisfacer un montón de necesidades.  Por otro lado, el endeudamiento es otra manifestación de poder y distinción social. Asimismo se facilita la oleada privatizadora expansiva de nuevos espacios y nichos de negocio. Y d) Homo numericus, en la que la vida de las personas siempre es medible y cuantificable. Se construye un aparato con técnicas crecientemente sofisticadas para reunir un montón de información, predecir comportamientos, diagnosticar, evaluar a lo largo de toda la vida. Ni que decir cabe que el imperio de la evaluación y la clasificación se ha instalado de lleno en los distintos niveles de la enseñanza. “En la sociedad post-panóptica -caracterizada por Bauman- ya no hay una mirada centralizada que controla, sino que todas las personas se sienten vigiladas y se vigilan entre sí; viven autocontrolándose en todo momento, pues aben que pueden estar siendo objeto de comparaciones. Esta estrategia, además, facilita competir consigo mismo y con los demás de una forma exagerada.”

El otro libro es el de Enrique Javier Díez Gutiérrez Neoliberalismo educativo. Educando al nuevo sujeto neoliberal (Octaedro, 2018) y discurre por similares derroteros. También pone el énfasis en una de las claves de la subjetividad neoliberal: ser empresario de sí mismo. Es el ser humano del cálculo y del interés individualista que se abre paso y se realiza a través de una permanente y feroz competición con otros sujetos, que tiene como máxima el “ayúdate a ti mismo”. En esta sociedad del interés individual y del egoísmo no hay lugar para la solidaridad colectiva en un entorno donde se desligitima y neutraliza el conflicto social, ya que las responsabilidades no atañen al gobierno o a la comunidad, sino a la propia persona reconvertida en emprendedora y empresaria. En esta vida regida por las pautas del mercado, la libertad y obligación de elegir de los consumidores constituye la única regla de juego, de la que surgen ganadores y perdedores, con sus dramáticas consecuencias de desprotección social y sufrimiento. Ello viene acompañado de una poderosa industria de tecnología evaluativa para medir el rendimiento y la eficacia. “El rendimiento de cuentas, la accountability, una forma de evaluación basada en los resultados medibles, se ha convertido en el principal medio para orientar los comportamientos, incitando a la inversión y el “rendimiento” individual.”

Ambos libros apuntan alternativas de política educativa, con distinto grado de concreción. Ahora bien, no entran en el análisis de la contestación y resistencia que encuentra la nueva ofensiva neoliberal en los centros escolares y en otros espacios de socialización. Una tarea pendiente que sería conveniente abordar en próximos ensayos en torno a este inquietante modelo económico que penetra en todas las esferas individuales y colectivas.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/pedagogiasxxi/2018/02/14/escuela-empresa-vez-mas-cerca/

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El largo camino de la calidad educativa hasta el ODS-4 [1]

Venezuela / 19 de noviembre de 2017 / Autor: Luis Bonilla Molina / Fuente: Aporrea

Los prolegómenos

En la década de los ochenta del siglo veinte desembarca con fuerza el neoliberalismo. La globalización económica y la mundialización cultural son dos de sus expresiones concretas. Para realizar sus fines, el capital trasnacional necesita reordenar la arquitectura del poder y construir un modo único mundial de entender las dinámicas y procesos de gobernabilidad, lo cual pasa por cuestionar la utilidad y gobernabilidad de los sistemas, incluidos los escolares. En consecuencia plantean la crisis de los Estados nacionales como expresiones del déficit existente de eficacia[2] y legitimidad[3]. En realidad se trataba del emerger de una nueva generación de iniciativas privatizadoras, que cuestionando lo público abrían paso a la hegemonía discursiva y operativa de la gestión privada como paradigma gubernamental.

El neoliberalismo educativo constituye la expresión sectorial del nuevo paradigma de «gobernanza». Desde este lugar de enunciación construyen una narrativa que señala que en los sistemas escolares, la crisis de legitimidad es carencia de pertinencia[4] y la crisis de eficacia se muestra con problemas de calidad[5] educativa. Se impulsa un discurso educativo que desde el cosmopolitismo[6], la integración subregional, regional y mundial, plantea la necesidad de estandarizar procesos y resultados esperados. Esto replantea el papel del sistema de Naciones Unidas -y en el caso que nos interesa de la UNESCO[7]– como espacios para producir una acelerada normalización[8] de la teleología del campo educativo; ello implica renovadas formas de quiebre de las soberanías nacionales.

La neocolonización que impone el neoliberalismo educativo conlleva el desarrollo de sistemas de evaluación que tienden a la uniformidad, la construcción de imaginarios culturales que posibiliten la aceptación de los estándares educacionales que expresen esa nueva orientación y, la disolución progresiva de las autonomías conceptuales y operativas de los Ministerios de Educación nacionales. Como veremos, el trabajo de reingeniería educativa de los noventa del siglo XX y la primera década del siglo XXI allanan este camino.

Durante los noventa se inicia la construcción de la llamada cultura evaluativa[9], con el emerger de espacios como el LLECE[10] de la OREALC[11]-UNESCO. En un primer momento, no se trataba de acordar un modo único de medir el rendimiento asociado al discurso de la calidad educativa, sino que en todos los países y sistemas educativos se hablara de la necesidad de medir, de evaluar, los resultados de la acción escolar. Organismos económicos globales como el Banco Mundial (BM) o la Organización para el Desarrollo Económico (OCDE) y, regionales como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) fortalecen sus «equipos educativos» para apuntalar esta iniciativa. Se redoblan los condicionamientos para el acceso al financiamiento multilateral destinado a reformas educativas, exigiéndose cada vez más a los gobiernos el establecimiento de protocolos y decisiones que garantizaran la medición del rendimiento escolar –asociado cada vez más a la perspectiva unidimensional de calidad educativa- y el establecimiento de mecanismos institucionales periódicos de evaluación. Los organismos económicos globales y la banca multilateral desarrolla «experticias» sobre medición de la calidad educativa. En esta etapa lograron que todos habláramos de calidad educativa y la importancia o no de su medición; es decir construyeron hegemonía discursiva.

En un segundo momento, se trataba de construir redes de significados, dinámicas institucionales homologadas y asociación de la evaluación del rendimiento escolar con la toma de decisiones en políticas educativas. Nuevamente el LLECE-OREALC cumple un papel estelar en este sentido, mediante el desarrollo de las pruebas y evaluaciones conocidas como PERCE[12](1997), SERCE[13](2006) y TERCE[14](2013). Estos tres estudios regionales constituyen el más importante proceso de convergencia regional en América Latina y el Caribe respecto a la medición del rendimiento escolar fundamentalmente en las áreas de lectura y escritura, matemáticas y ciencias. Los decisores comienzan a utilizar sus resultados como argumentos -muchas veces maniqueos- orientadores de cambios o reformas educativas. Los medios de comunicación y buena parte de la academia presentan estos resultados como expresiones de la «calidad educativa» nacional en una u otra materia, que a su vez pueden ser comparados con los obtenidos por los restantes países de la región.

La cultura evaluativa se nutre y expande su hegemonía mediante la aceptación –con limitadas y contadas resistencias- de la evaluación del rendimiento escolar como el camino ideal para conocer y trabajar la calidad educativa. La evaluación de los aprendizajes se convierte en un indicador del estado del sistema educativo y su aparato escolar. Un segundo elemento que apuntala la cultura evaluativa lo constituye la aceptación de la estandarización de los conceptos, instrumentos, indicadores, parámetros y resultados esperados mediante la medición de un grupo de aprendizajes. Un tercer elemento de la cultura evaluativa lo constituyen las nociones de éxito y fracaso que subyacen al interior de las mediciones de aprendizajes y que se convierten en referentes que determinan políticas públicas en educación. Un cuarto elemento es la comparabilidad, que presupone la necesidad de identificar –y de ser posible asimilar- las prácticas que hacen posible los mejores logros, propios y de los otros.

La orientación de las políticas públicas como un tema supranacional

Este era un proceso que en los noventa del siglo XX tenia correlatos en los distintos campos de la gobernabilidad planetaria. En consecuencia se impulsan procesos de unificación de metas, en áreas como alimentación, fin de la pobreza, salud, igualdad de género, acceso al agua, energía sostenible, mundo laboral, desarrollo industrial, urbanismo, consumo responsable, medio ambiente, acceso a la justicia, crisis climática, entre otros. Ello lleva a plantear una agenda común global que aliente y oriente las políticas públicas nacionales, monitoreadas y supervisadas por Naciones Unidas.

En educación aún la dispersión de objetivos y propósitos aparece como una limitante para avanzar en la tarea de «alineación» de los sistemas escolares. Por ello, surge la necesidad de «consensuar» las metas, para que la educación marche en una misma orientación. El discurso de la Educación Para Todos (EPT) se convierte en el instrumento para alcanzar estos fines. EPT asume aspiraciones históricas de la humanidad, como un carril que alinea la locomotora educativa mundial. En ese sentido, la Conferencia Mundial de Jomtien (Tailandia,1990) marca la pauta, estableciendo diez objetivos[15] a escala internacional y un plan de acción[16] para cumplirlos construyendo un salto cualitativo en la normalización, estandarización, cultura evaluativa y la definición de los aprendizajes en determinadas áreas como el eje vertebrador de los sistemas escolares.

En el año 2000 Naciones Unidas lanza los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM)[17] que constituyen un salto cualitativo en la mundialización cultural, vinculada a la toma de decisiones de los gobiernos y la construcción de políticas públicas. Esta iniciativa se complementa con la Declaración de Dakar (2000)[18], estableciendo ambas como fecha final de evaluación de resultados esperados el año 2015. Dakar (2000) continua la senda que trabajara Jomtien (1990) una década atrás: la construcción de un discurso consensuado que oriente las políticas educativas en los cuatro puntos cardinales del planeta. El mundo, los Estados miembros de la ONU, asumen una perspectiva homologada del desarrollo que es la propia de la mundialización cultural.

Jomtien (1990) y Dakar(2000) desarrollan fundamentalmente la perspectiva de la educación inicial, básica y media. Sin embargo, la educación universitaria no escapa a esta dinámica. El proceso de normalización y estandarización del sector se redimensiona a partir de la reunión regional de la Habana sobre Educación Superior (1996) que sirve de pilar a la Conferencia Mundial de la Educación Superior (CMES, 1998). Ambas conferencias asumen como ejes orientadores de las políticas universitarias la calidad educativa y la pertinencia operativa. A esta cita regional le seguirían la II Conferencia Regional de Educación Superior realizada en Cartagena, Colombia (2008) y la II CMES,2008. En la actualidad se trabaja en la convocatoria y debates de la III CRES a realizarse en Córdoba, Argentina, en Junio de 2018, la cual trabaja entre otros temas la diversidad cultural, el papel de la ciencia y la innovación, el rol estratégico de ES en la región y por supuesto la calidad educativa. La cultura evaluativa en la educación superior se expresa en la proliferación e incorporación en la narrativa del sector de la estandarización de dinámicas y procesos, catalogados en los llamados ranking universitarios. La internacionalización constituye la síntesis discursiva de la mundialización cultural en la educación superior.

El Ministerio de Educación Planetario

En el proceso de neocolonización política, económica, educativa, tecnológica y cultural que impulsa el neoliberalismo como parte de la globalización económica y la mundialización cultural, a partir del año 2000, la OCDE decide auto asumirse de hecho, como el Ministerio Mundial de la Educación. En esa dirección, la OCDE inicia las pruebas del llamado Programme for International Student Assessment (PISA,2000-2017) que actualmente cubren a mas de sesenta países de los cinco continentes, y que se han convertido en el marco discursivo usado por los organismos económicos globales para referirse a la «calidad educativa». Otros organismos como el Banco Interamericano de desarrollo (BID) y más recientemente la Corporación Andina de Fomento (CAF) pugnan por convertirse en una especie de viceministerios regionales y sectoriales de la agenda educativa. El Banco Mundial (BM) pugna por ser el viceministerio regional de educación superior, como lo evidencia en su informe «Momento Decisivo: La educación superior en América Latina y el Caribe» (2017).

El formato deliberativo y parlamentario de la UNESCO comienza a ser un obstáculo para la agenda liberalizadora de la educación. El neoliberalismo prefiere orientar las políticas educativas al pulso propio de los mecanismos de financiamiento mundial y los condicionamientos para su acceso. Por ello, trasladan el centro de las decisiones en el sector a la llamada Banca de Desarrollo, generando un creciente caos organizacional en la UNESCO, para presentarla como un órgano incapaz de liderar las transformaciones educativas globales. La OCDE se coloca en el centro de las orientaciones para las reformas y cambios educativos.

De Incheon a Paris: la 39 Conferencia General de la UNESCO

En esta dinámica y proceso de más de tres décadas de construcción de una visión unificada de los énfasis de las políticas públicas y los mecanismos de evaluación de las mismas, se convocan a dos eventos separados pero complementarios: La Conferencia de la Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible (2015) y el Foro Mundial sobre la Educación (2015). Este último evento tiene la tarea de alinear esfuerzos para la normalización planetaria de un objetivo educativo. La Declaración de Incheon(2015) elaboraría un Plan de Acción para la realización del Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) número cuatro, que sería mejor conocido como el ODS-4 de los diecisiete Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)[19] aprobados por la ONU el 25 de septiembre del 2015.

Los días 12, 13 y 14 de Mayo de 2014 se celebró en Mascate, Omán la «Reunión Mundial sobre la Educación Para Todos», como balance de los actuado en EPT y de cara a los denominados nuevos Objetivos del Milenio 2015-2030 –finalmente Objetivos de Desarrollo Sostenible ODS- la cual produjo una Declaración Final mejor conocida como «El Acuerdo de Mascate» (2014). Esta declaración contiene dieciséis numerales que apoyan el papel de UNESCO en los logros de EPT y de cara a los nuevos ODS. El numeral siete plantea que «la agenda de la educación para después de 2015 debe estar claramente definida, ser ambiciosa, transformadora, equilibrada y holística y formar parte integrante del marco más amplio del desarrollo internacional. Esta agenda debe tener una pertinencia universal y movilizar a todas las partes interesadas en todos los países. La educación debe constituir un objetivo independiente en la agenda para el desarrollo después de 2015 y enmarcarse en un objetivo global, con metas mundiales cuantificables e indicadores conexos. Además, la educación debe integrarse dentro de otros objetivos de desarrollo«. (Acuerdo de Mascate,2014). Lo sustantivo de esta reunión fue subrayar el papel de UNESCO en el seguimiento del ODS4.

En la ruta hacia Incheon destaca lo ocurrido en Octubre de 2014, en la reunión de Ministros de Educación de América Latina y el Caribe. Allí, varios de los representantes educativos le pidieron al señor Jorge Sequeira que les informara en que momento se había consensuado en la región, un concepto de calidad educativa. El director -para ese momento- de la OREALC-UNESCO señaló que no se había alcanzado ese propósito; solo se contaba con cinco dimensiones consensuadas que debería contener un concepto de calidad educativa regionalizado, las cuales habían sido acordadas años atrás en una reunión en Argentina. En consecuencia y en razón que las pruebas estandarizadas son presentadas como indicadoras del «nivel» de calidad educativa de los países, sería válido preguntarse ¿ustedes aceptarían una tesis o un trabajo que presente la medición de algo que no haya sido conceptualizado previamente? La Declaración de Lima (Octubre,2014) ratificó su compromiso con las políticas mundiales de EPT coordinadas por UNESCO y la construcción de un ODS educativo en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible que sería aprobados en 2015, sin embargo el concepto difuso de calidad educativa sería un problema que acompañaría el camino hacia Incheon y posteriormente a Nueva York.

La cita de Incheon (2015) fue la constatación del giro economicista de la orientación de los sistemas escolares que imponía el neoliberalismo educativo. Los mayores protagonistas del Foro fueron los organismos económicos globales y las corporaciones. En este evento, el Director del Banco Mundial (BM) se atrevió a afirmar que en América Latina y el Caribe se había perdido la última década, al enfatizar en la ampliación de la cobertura, en detrimento de la calidad y la relación de los sistemas escolares con el mundo productivo; lo cual generó una respuesta enérgica de los representantes de los Estados miembros. Mientras voceros de la OCDE ocupaban los escenarios, los maestros y profesores eran los grandes ausentes de la gran cita mundial que definiría las metas para los próximos 15 años. Solo la representación de la Internacional de la Educación (IE) y la Campaña Mundial por el Derecho a la Educación (CMDE) tuvieron la oportunidad de expresar la voz de los ausentes y de las resistencias al modo único de entender la educación, propio del paradigma de la mercantilización educativa.

La propia mercantilización ha sufrido adaptaciones epocales. En el presente, esta tendencia del capital aparece impactada por la cuarta revolución industrial, generándose una creciente tentación a la virtualización educativa y la disolución de la escuela que conocimos, proceso que comienza a generar resistencias en distintas latitudes. De hecho, el neoliberalismo educativo ha venido generando de manera paralela en las últimas décadas (a) la despedagogización del hecho educativo, (b) la imposición de modas educativas fragmentadas (didácticas, evaluativas, gestión escolar, curriculares), (c) la destrucción progresiva de la carrera docente y la profesión docente, culpabilizando a los maestros de los problemas de calidad y pertinencia de los sistemas escolares, (d) la reconfiguración del plantel con la introducción tendenciosa de la noción de «ambientes de aprendizaje» como sustituto del aula, donde emerge peligrosamente el hogar con computadora y conexión a Internet como un espacio de aprendizaje. Elementos que hemos denunciado como constitutivos en el presente del riesgo de un Apagón Pedagógico Global.

Precisamente Incheon (2015) donde se acordó el 6% del PIB y por lo menos entre el 15% y el 20% del total del gasto público, como piso mínimo de inversión en educación, parecía a veces más un lugar para la promoción de la inversión en tecnología que un Foro Educativo Mundial. Claro está siendo el área de la innovación tecnológica uno de los sectores empresariales globales de mayor ganancia, al consensuarse un porcentaje común de la inversión estatal en educación, convertía a la educación en un segmento a disputar por parte del sector industrial tecnológico. Para que este acuerdo mundial de inversión en educación no fuera trasladado a políticas orientadas a mejorar las condiciones de trabajo y salariales de los docentes, el neoliberalismo impulsó el discurso que culpabiliza a los docentes de los problemas de calidad educativa, fundamentado en pruebas al magisterio.

El 21 de Mayo de 2015, representantes de los Estados miembros de la UNESCO firman la llamada «Declaración de Incheon», la cual contiene veinte numerales convergentes con la agenda de los ODS de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). En el segmento «Hacia 2030: una nueva visión de la educación» se plantea que una educación transformadora se fundamenta en la inclusión, equidad e igualdad de género, comprometiéndose los firmantes con «la mejora de los resultados de aprendizaje… para lo cual es necesario fortalecer los insumos, los procesos y la evaluación de los resultados y los mecanismos para medir los progresos» (p.8,2015). La cultura evaluativa se consolida en este consenso mundial, que plantea además el compromiso de «promover oportunidades de aprendizaje de calidad …[para lo cual].. es importante que se ofrezcan vías de aprendizaje flexibles» (p.8,2015), abriendo con ello, una rendija a la virtualización educativa, pero ese es tema de otro artículo. En materia de «Aplicación de una Agenda Común» se establece que la «responsabilidad fundamental de aplicar con éxito esta agenda corresponde a los gobiernos» (p.9,2015) … para lo cual «resolvemos desarrollar sistemas nacionales de seguimiento y evaluación integrales a fin de producir datos sólidos para la formulación de políticas y la gestión de los sistemas educativos, así como para velar por la rendición de cuentas» (p.11,2015). La Declaración de Incheon (2015) se constituye en el soporte sustantivo para la aprobación del Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) número cuatro, mejor conocido como ODS-4 (Septiembre, 2015)

Ese mismo año se conocía la nueva «Estrategia de Educación de la UNESCO 2014-2021» (2015) basado en un contexto de educación cambiante y la agenda inclusiva de la EPT, en cuya propuesta post 2015 destaca como objetivo estratégico 1, el «desarrollar sistemas de educación que fomenten un aprendizaje de calidad e inclusivo a lo largo de toda la vida para todos»[20](p.37,2015). En el numeral 5 de este objetivo destaca positivamente la valoración que hace este organismo internacional de «abordar los asuntos relativos a los docentes y mejorar la calidad de la enseñanza» (p.45,2015), precisando que «para los sistemas de educación es un reto prestar la atención adecuada a los factores que afectan la eficacia y el desempeño docente, tales como las políticas de formación, contratación, implementación,, gestión, evaluación y desarrollo profesional … A menudo, el estatus profesional, el salario y las condiciones de trabajo son deficientes» (p.46,2015). En este sentido UNESCO vuelve a colocar su voz como un mecanismo para hacer sentir la opinión de los millones de docentes del mundo que han visto afectado sus ingresos, reconocimiento social y condiciones de trabajo en el periodo del neoliberalismo educativo, abriéndose a la posibilidad de recuperar su legitimidad en el magisterio. Están pendiente en este sentido, la actualización y ratificación de las convenciones aprobadas por los países miembros hace varias décadas, respecto a las condiciones de trabajo del personal docente. Esta orientación de la UNESCO, fuera de la orientación de los organismos económicos globales ratifica la personalidad propia del organismo internacional.

Pero al convertirse UNESCO en el organismo encargado de hacer seguimiento al ODS-4 se corre el riesgo que preste demasiada atención a las evaluaciones estandarizadas no como un complemento, sino como el mecanismo central para la valoración del cumplimiento de las metas. En el numeral 6 del instrumento normativo referido[21] se usa como referente central las pruebas internacionales (p.47,2015), además de adoptar como marco de la calidad educativa los aprendizajes valorados en estas pruebas estandarizadas. No se menciona el desarrollo integral de la personalidad ni la construcción de ciudadanía crítica como tareas centrales de sistemas educativos que se precien de ser de calidad.

El ODS-4 fue enunciado como una tarea internacional con el objetivo de Garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos. Al ser presentado como el objetivo de la calidad educativa en la estrategia global de desarrollo para todos los países del mundo, en la práctica lo que ocurre es que se cierra un primer ciclo iniciado en los ochenta del siglo XX, cuando el neoliberalismo acusaba a los sistemas escolares de una crisis de calidad y pertinencia educativa y proponía a la calidad educativa como el epicentro de las reformas educacionales de nueva generación. Lo que pretendo subrayar es que la ruta hacia los ODS y el logro del ODS-4 evidencia la hegemonía actual del neoliberalismo educativo en la construcción de políticas educativas. El hecho que la visión de los organismos económicos globales (G8[22], FMI[23], BM, OCDE, BID) entienda la calidad limitada a determinados aprendizajes y la construcción de ciudadanía planetaria para la consolidación de la mundialización cultural, no niega que a nivel del ciudadano común y buena parte del magisterio internacional las calidades educativas[24] tengan una aspiración y concepción mucho más amplia. De hecho, desde la pedagogía radical de las resistencias hemos insistido que para los pueblos, los padres y los maestros(as) las calidades educativas vistas como resistencias y alternativas[25], se relacionan con el aprendizaje para la vida, el desarrollo integral de la personalidad y la felicidad, las capacidades para ejercer plenamente la ciudadanía crítica y las posibilidades de enfrentar el desafío laboral y de desarrollo profesional que se plantean con el desembarco de la cuarta revolución industrial. En consecuencia la calidad educativa emerge como un concepto y una práctica en disputa.

La UNESCO que se había sumado desde los noventa del siglo XX a la locomotora de la cultura evaluativa vinculada a la calidad educativa, tenía en la segunda década del siglo XXI serios problemas para desarrollar un discurso que mantuviera su perfil y acompañara la visión de la gobernanza económica mundial. En distintas etapas el organismo se vio social e intergubernamentalmente interpelado respecto a su posición en coyunturas cambiantes. No todo lo explicaba la Constitución de la UNESCO (1945), por ello debió preparar el texto conocido como «Aprender a ser, la educación del futuro» (Informe Faure, 1972), el cual se actualizó años después con el libro «La Educación Encierra un Tesoro» (1996) mejor conocido como el Informe Delors. El debate actual llevo a la Sra. Irina Bokova, anterior Directora General de la UNESCO, a convocar a un grupo de especialistas de diferentes continentes para que elaboraran un texto que planteara la visión epistémica y teleológica del organismo en el presente. El libro «Replantear la educación: ¿hacia un bien común mundial?» (2015) intento cumplir esta tarea, el problema fue que al no tener una lectura de procesos y sistémica de la dinámica actual su contenido resultó limitado y no resolvió el problema para el cual fue convocada su elaboración. En consecuencia la actualización paradigmática de la UNESCO es una tarea pendiente.

Para construir mecanismos y métodos consensuados de presentación de resultados en materia de metas del ODS4, la UNESCO-OREALC convocó a una reunión de Ministros de Educación de América Latina y el Caribe la cual se realizó en Buenos Aires, Argentina el 24 y 25 de Enero de 2017. Con un preámbulo de siete numerales, los acuerdos regionales expresados en doce numerales adicionales y una visión prospectiva de cinco numerales, se inicia la ruta consensuada para el cumplimiento de metas señalando que «es necesario abordar nuevos desafíos y temas emergentes que identifican la nueva agenda E2030, los que, de acuerdo con las realidades y prioridades de cada país, debemos asumir en su conjunto» (numeral 7, Declaración de Buenos Aires, 2017), para lo cual, «nos comprometemos a desarrollar políticas inclusivas con miras a la mejora de la calidad y la pertinencia de la educación que incidan en todos los actores del sistema educativo» (numeral 8, Declaración de Buenos Aires, 2017). Al final se acordó una hoja de ruta con (1) mecanismos de trabajo conjunto; (2) monitoreo y reporte; (3) políticas y estrategias; (4) sensibilización y comunicación; (5)financiamiento y gobernanza.

En ese contexto se convocó a la Trigésima novena Conferencia General de la UNESCO (Octubre-Noviembre,2017), que sería la primera cita global del organismo para dar seguimiento al ODS-4. Esta Conferencia fue la más «plana» de las citas convocadas en los últimos años por el organismo multilateral. Los debates sustantivos del presente le fueron esquivos, siendo peligrosamente sustituidos por discusiones respecto a aspectos administrativos y de gestión. Sin embargo, destacó en el sector de Educación el foro sobre «Rendición de cuentas en el ámbito de la Educación: cumplir nuestros compromisos» que fue precedido por la presentación del «Resumen del Informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo 2017-2018». En el formato del foro fue emblemático el papel de moderador cumplido por el aprendiz de «Ministro de Educación Planetario» el Sr. Andreas Schleicher (OCDE), quien dirigió el debate sobre los mecanismos de rendición de cuentas nacionales respecto a las metas del ODS-4. Solo el Ministro de Educación de Bolivia, el Sr. Roberto Aguilar cuestionó la denominación empresarial del foro mismo, pero ya nadie se opone al hecho que un representante del organismo económico mundial que se ha erigido en Ministerio de Educación Mundial, sea quien coordine la mesa donde los representantes de países soberanos conversan sobre los mecanismos de seguimiento al ODS-4. El GRULAC[26] representado por el Sr. Aguilar expresó la intención de la región de construir mecanismos compartidos, propios y contextualizados de seguimiento al ODS-4.

Pero veamos brevemente, sin polemizar, algunos elementos que contiene el Informe[27] que alimentó el debate de este Foro. El primero, es que centra en las «escuelas responsables» (p.17,2017) el tema de la calidad educativa, al señalar que «las escuelas y otros establecimientos de educación y capacitación, son formalmente responsables ante los gobiernos y de manera informal ante los padres y alumnos» (p.17, 2017) respecto a la calidad educativa. Esto desdibuja el papel del Estado como garante de la educación y abre paso a la dicotomía entre sociedad educadora versus Estado docente. Segundo, respecto a los «Docentes Responsables» (p.25,2017) señala que «la confianza de los profesores en su proceso de evaluación influye considerablemente en la eficacia de los métodos de rendición de cuentas» a lo cual agrega «la mayoría de los países evalúan a los profesores utilizando diversos métodos. Las observaciones en las aulas se utilizaron en las evaluaciones para el 96% de los docentes de los países más ricos que participaron el estudio TALIS[28] de 2013«. (p.26,2017). En este sentido, en la línea de construir cultura evaluativa, se da por sentado que la evaluación de los docentes es parte sustantiva de las tareas por una calidad educativa, así mismo, se asumen las pruebas estandarizadas y las encuestas supranacionales como indicadores del comportamiento de los sistemas escolares respecto a la calidad educativa. Tercero en «Padres y Estudiantes responsables» se señala que «la educación es un esfuerzo social compartido, los padres y los alumnos tienen también papeles importantes que desempeñar. Los padres son responsables de crear un ambiente hogareño estimulante, pero también de propiciar la asistencia a la escuela, el esfuerzo y el buen comportamiento de los hijos» (p.29, 2017). Compartiendo la necesidad de estimular un mayor involucramiento de los padres, planteo que en este aspecto se desconocen u ocultan el impacto de las desigualdades sociales en la prosecución escolar, desdibujando la responsabilidad del Estado. Esta tendencia se mantiene en los segmentos de «Organizaciones Internacionales Responsables» (p.31, 2017), «Agentes privados con animo de lucro y responsables» (p.34, 2017). Lo que quiero destacar es la carencia de la mirada humanista en la rendición de cuentas respecto al ODS-4 al desaparecer por completo la valoración de las tareas centrales de nuestros sistemas educativos: el desarrollo integral de la personalidad y la construcción de ciudadanía critica. Los números solos, vacíos y sin la fuerza del encuentro humano, empujan peligrosamente la educación al campo de la relación costos/resultados, es decir a la mercantilización.

2030 como horizonte

En este artículo he ratificado mi valoración crítica sobre la ruta que construyó el neoliberalismo educativo para llegar al ODS-4. Podemos cuestionar la globalización económica y la mundialización cultural, pero lo que no podemos negar es que ya son una realidad. Por ello, la importancia de conocer su proceso de instauración para poder construir resistencias y alternativas. Me cuento entre los que consideran que la UNESCO, sigue siendo un espacio privilegiado para la defensa de la educación como un derecho humano, pero este convencimiento no puede llevarnos a una lectura ingenua o despolitizada de la dinámica de gestión y construcción de discurso del organismo internacional. Al contrario, solo con una clara lectura de las dinámicas de UNESCO podemos rescatar su rol unificador de la esperanza educativa mundial.

Si bien el ODS-4 es una etapa en la ruta neoliberal de destrucción de la escuela moderna, considero que existen muchos elementos en su narrativa que pueden y deber ser valorados y defendidos. El ODS-4 no es una política cerrada, por el contrario esta en el centro de las disputas educativas del presente. Es urgente entrar al debate desde la perspectiva de la pedagogía radical de las resistencias, para garantizar que la esperanza que en su agenda tienen millones de maestros, profesores, estudiantes y comunidades pueda ser un hecho. Me cuento entre quienes trabajaremos desde una perspectiva crítica por alcanzar las metas positivas del ODS-4.

Lista de referencias

Banco Mundial (2017) «Momento Decisivo: La educación superior en América Latina y el Caribe» Ediciones del Banco Mundial. Washington. EEUU

Bonilla-Molina, Luis (2015) Calidad de la Educación: ideas para seguir transformando. Ediciones Fonacit. Caracas. Venezuela.

Bonilla-Molina, Luis (2016). Apagón Pedagógico Global (APG) Las reformas educativas en clave de resistencias. Disponible en http://vientosur.info/spip.php?article11627

Bonilla-Molina, Luis (2017). La salida de EEUU de la UNESCO desde la perspectiva de la crítica al Apagón Pedagógico Global (APG). Disponible en http://questiondigital.com/la-salida-de-eeuu-de-la-unesco-desde-la-perspectiva-de-la-critica-al-apagon-pedagogico-global-apg/

Delors y otros (2016). La educación encierra un tesoro. Ediciones UNESCO. Paris Francia.

ONU (2015) Objetivos de Desarrollo del Milenio. Disponibles en http://www.un.org/es/millenniumgoals/

Popkewitz, Th (2009) El cosmopolitismo y la era de la reforma escolar. Ediciones Morata. Madrid. España

Torres S., Jurjo. (2017) Políticas Educativas y construcción de personalidades neoliberales y neocolonialistas. Ediciones Morata. Madrid. España.

UNESCO (1990) Declaración y Marco de acción de Jomtien (1990). Disponible en http://www.unesco.org/education/pdf/JOMTIE_S.PDF

UNESCO (2014) Declaración de Mascate. Disponible en http://www.unesco.org/fileadmin/MULTIMEDIA/FIELD/Santiago/pdf/Muscat-Agreement-ESP.pdf

UNESCO (2014). Declaración de Lima. Papeles de trabajo. UNESCO-OREALC. Santiago de Chile, Chile.

UNESCO (2015) Replantear la educación: ¿Hacia un bien común mundial?. Ediciones UNESCO: París. Francia.

UNESCO (2015) Estrategia de educación de la UNESCO 2014-2021. Ediciones UNESCO. Paris. Francia.

UNESCO (2015) Educación 2030. Declaración de Incheon y Marco de Acción para la realización del Objetivo de Desarrollo Sostenible 4. Ediciones UNESCO: Paris. Francia.

UNESCO (2015) Educación para la ciudadanía mundial. Temas y Objetivos de Aprendizaje. Ediciones UNESCO. Paris. Francia.

UNESCO (2017). América Latina y el Caribe hacia la implementación del ODS-4E2030. Educación 2030. UNESCO OREALC. Santiago de Chile. Chile.

UNESCO (2017) Resumen del Informe de seguimiento a la educación 2017-2018. Ediciones UNESCO. París. Francia.

UNESCO (2017) Educación para los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Objetivos de Aprendizaje. Educación 2030. Ediciones UNESCO: Paris. Francia.

UNESCO (2017) Guía para asegurar la inclusión y la equidad en educación. Paris. Francia.


[1] Escrito a solicitud, para la revista de Educación de la Universidad Nacional de Educación (UNAE) de Ecuador.

[2] Desde esa perspectiva neoliberal las instituciones «no sirven para lo que dicen servir». Los sistemas de salud no garantizan la salud, prevención y cura de enfermedades, las escuelas no sirven para el desarrollo integral de la personalidad, la construcción de ciudadanía ni para el desarrollo laboral, entre otras. Se colocan en tela de juicio todas las instituciones públicas.

[3] Se cuestiona que las instituciones no expresan los deseos, anhelos y necesidades de la gente y las mayorías ciudadanas están ajenas a los procesos de toma de decisión en las instituciones públicas.

[4] En cada uno de los componentes pedagógicos: currículo, planeación, evaluación, didácticas, modelos de gestión.

[5] Vista con una epistemología de productos, de resultados. Se enfatiza en el rendimiento escolar, en los resultados de los aprendizajes como la expresión de las bondades de la acción escolar o en su defecto, de su negación.

[6] Leer Popkewitz, Th (2009) El cosmopolitismo y la era de la reforma escolar. Ediciones Morata. Madrid. España

[7] Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura

[8] Entendida como la construcción de protocolos globales que orienten la actividad educativa y que sean no solo «consensuados» con los Estados sino acatados como referentes para la construcción de políticas públicas en educación.

[9] Es la aspiración a lograr que todos los procesos y resultados vinculados al rendimiento educativo y las dinámicas escolares, sea posible explicarlo a partir de resultados de las evaluaciones estandarizadas cuantitativas. y/o cuali-cuantitativas.

[10] Laboratorio Latinoamericano de Evaluación de la Calidad Educativa, creado en 1994 en la ciudad de Monterrey, México, con la participación de 15 países de la región

[11] Oficina Regional de Educación para América Latina y el Caribe, ubicada en Santiago de Chile.

[12] Primer Estudio Regional Comparativo y Explicativo

[13] Segundo Estudio Regional Comparativo y Explicativo

[14] Tercer estudio Regional Comparativo y Explicativo

[15] 1) satisfacción de las necesidades básicas de aprendizaje; (2) perfilar la visión; (3) universalizar el acceso a la educación y fomentar la equidad; (4) concentrar la atención en el aprendizaje; (5) ampliar los medios y el alcance de la educación básica; (6) mejorar las condiciones de aprendizaje; (7) fortalecer la concertación de acciones; (8) desarrollar políticas de apoyo; (9) movilizar los recursos; (10) fortalecer la solidaridad internacional.

[16] El cual establece en su introducción que «los países y los grupos de países, así como las organizaciones internacionales, regionales y nacionales, podrán recurrir al Marco de Acción para elaborar sus propios planes de acción y programas de acuerdo con sus objetivos y su mandato y con los sectores que representan».

[17] (1) erradicar la pobreza extrema y el hambre; (2) lograr la enseñanza primaria universal; (3) promover la igualdad entre los géneros y la autonomía de la mujer; (4) reducir la mortalidad infantil; (5) mejorar la salud materna; (6) combatir el VIH/SIDA, el paludismo y otras enfermedades; (7) garantizar la sostenibilidad del medio ambiente y (8) fomentar una asociación mundial para el desarrollo.

[18] Cuyos objetivos son: (1) Extender y mejorar la protección y educación integrales de la primera infancia, especialmente para los niños más vulnerables y desfavorecidos; (2) Velar por que antes del año 2015 todos los niños, y sobre todo las niñas y los niños que se encuentran en situaciones difíciles y los pertenecientes a minorías étnicas, tengan acceso a una enseñanza primaria gratuita y obligatoria de buena calidad y la terminen; (3) Velar por que sean atendidas las necesidades de aprendizaje de todos los jóvenes y adultos mediante un acceso equitativo a un aprendizaje adecuado y programas de preparación para la vida activa; (4) Aumentar en 50% de aquí al año 2015 el número de adultos alfabetizados, en particular mujeres, y facilitar a todos los adultos un acceso equitativo a la educación básica y la educación permanente; (5) Suprimir las disparidades entre los géneros en la enseñanza primaria y secundaria de aquí al año 2005 y lograr antes de 2015 la igualdad entre los géneros en la educación, en particular garantizando a las niñas un acceso pleno y equitativo a una educación básica de buena calidad, así como un buen rendimiento

[19] (1) fin de la pobreza; (2) hambre cero; (3) salud y bienestar; (4) educación de calidad; (5) igualdad de género; (6) agua limpia y saneamiento: (7) energía asequible y no contaminante; (8) trabajo decente y crecimiento económico; (9) industria, innovación e infraestructura; (10) reducción de las desigualdades; (11) ciudades y comunidades sostenibles; (12) producción y consumos responsables; (13) acción por el clima; (14) vida submarina; (16) paz, justicia e instituciones sólidas, y; (17) alianzas para lograr los objetivos.

[20] El Objetivo 2: «empoderar a los educandos para que sean ciudadanos mundiales, creativos y responsables»; Objetivo 3: «definir la futura agenda de educación» (pp-52-58, 2015)

[21] UNESCO (2015). Estrategia de Educación de la UNESCO 2014-2021. Ediciones UNESCO. París. Francia

[22] El Grupo de los ocho países más poderosos del mundo esta integrado por Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Alemania, Reino Unido, Japón y Rusia. Muchas decisiones son tomadas en reuniones del G8 + China.

[23] Fondo Monetario Internacional

[24] En plural se centra en la aceptación y sinergia constructiva de las diversidades

[25] Muchas veces no consientes ni articuladas

[26] Grupo Latinoamericano y Caribeño de países miembros de la UNESCO

[27] UNESCO (2017) Informe de Seguimiento de a educación en el Mundo 2017-2018. Ediciones UNESCO. Paris. Francia

[28] En español: Encuesta Internacional sobre Docencia y Aprendizaje, otro mecanismo de evaluación que desarrolla el Ministerio de Educación Mundial, la OCDE.

 

Fuente del Artículo:

https://www.aporrea.org/educacion/a255352.html

 

Fuente de la Imagen:

http://onu.org.ve/ods-4/

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Chinese investors swoop on foreign education assets to meet soaring demand at home

China/Noviembre de 2017/Fuente: Times Tv

Resumen:  Los inversores chinos están intensificando su búsqueda de activos educativos en el extranjero a medida que más estudiantes chinos buscan acceso a recursos educativos occidentales en el país o en el extranjero.

La firma de capital privado Citic Capital presentó una oferta para Study Group, según dos fuentes. Providence Equity Partners, un grupo de capital privado con sede en los EE. UU., Está vendiendo la empresa con sede en Sydney, que ofrece cursos de idiomas y preparatorios para estudiantes universitarios, por hasta $ 1 mil millones, dijeron las fuentes.

Y Citic, en un consorcio con Baring Private Equity Asia, también se está acercando a un acuerdo para adquirir el negocio de aprendizaje de idiomas de Pearson Plc Wall Street English (WSE) por $ 350-400 millones. Citic Capital y Providence se negaron a hacer comentarios.

Por separado, Bright Scholar Education Holdings, respaldado por el magnate chino de la propiedad Yeung Kwok-keung, se encuentra entre los postores del proveedor de cuidado infantil estadounidense Learning Care Group (LCG). El acuerdo podría valorar el negocio en hasta $ 1,6 mil millones, informó Reuters el mes pasado.

Chinese investors are stepping up their hunt for education assets overseas as more Chinese students seek access to Western educational resources at home or abroad.

Private equity firm Citic Capital has submitted a bid for Study Group, according to two sources. Providence Equity Partners, a U.S.-based private equity group, is selling the Sydney-headquartered company, which provides language and preparatory courses for university students, for up to $1 billion, the sources said.

And Citic, in a consortium with Baring Private Equity Asia, is also nearing a deal to acquire Pearson Plc’s language learning business Wall Street English (WSE) for $350-400 million. Citic Capital and Providence declined to comment.

Separately, Bright Scholar Education Holdings, backed by Chinese property tycoon Yeung Kwok-keung, is among the bidders for U.S. child care provider Learning Care Group (LCG). The deal could value the business at up to $1.6 billion, Reuters reported last month.

The moves are triggered by the continued rise in Chinese students flocking to study in Western countries, and as the growing middle class in the world’s second-largest economy looks for international-style education at home.

This is also bolstered by a traditional Chinese view that providing the best education available is the biggest priority for any parent. Investors, especially private equity firms, like education assets because they are cash-rich with stable income from prepaid tuitions and other fees, said a managing director at a Chinese private equity fund, who asked not to be identified.

«There is long-term visibility of the business. It’s easy to understand,» he said.

The latest deals, if successful, would significantly push up China’s overseas investments in the sector. China’s global education push has also been reflected in a series of listings in recent weeks in New York by RISE Education, which offers English lessons for kids in China, pre-schooling provider RYB Education and Four Seasons Education which runs mathematics classes.

The number of Chinese students studying abroad totalled 544,500 in 2016, up 4 per cent year-on-year and more than four times the number a decade ago, according to statistics from China’s Ministry of Education.

Chinese students already make up the bulk of revenues for companies like Study Group and WSE, said Lin Feng, founder and chief executive officer at DealGlobe, a China-focused M&A advisory firm with offices in Shanghai and London.

During the past decade, the average disposable income of Chinese people has more than doubled, government statistics show. While families are already spending more on their children’s schooling, China’s decision in 2015 to allow people to have two children – ending 36 years of its «one-child policy» is expected to further boost demand for early and pre-school education.

Tapping the growth potential, Chinese investors, including companies, private equity firms and family offices, have snapped up education assets ranging from a pre-school education technology firm in Singapore, a professional training services provider in France and private schools in the UK, Thomson Reuters data show.

«This is really meeting the rigid demand from Chinese parents who care about kids’ education the most,” said Hou Yi, an executive director at Chinese private equity firm CDH Investments focusing on education and consumer sectors.

CDH last December acquired a controlling stake in Singapore-based Ednovation Pte Ltd, a pre-school educational technology firm. China now accounts for about 80 per cent of Ednovation’s 2017 core earnings, up from 50 per cent before the deal, Hou said, adding deals in the education sector will remain strong and active in the next three to five years.

DealGlobe’s Feng said his clients were most interested in parents’ efforts to upgrade their children’s education, scouting for overseas high-end learning services including pre-school institutes and boarding schools.

Vocational training services in particular are expected to grow strongly even if the Chinese economy continues to slow down as more people will want to seek to learn new skills as their current jobs are displaced, Feng said.

«The first thing after an acquisition is to build up the Chinese market,» he said. «These overseas assets are not cheap, but domestic ones are even more expensive. Chinese firms can still find multiple arbitrage opportunities.»

The $350-400 million valuation of WSE would represent more than 15 times its earnings before interest, tax, depreciation and amortisation (EBITDA), according to people close to the deal.

«Everything (for sale) is pricey these days and, when you have to spend money, you want to be in a defensive industry,» said Samson Lo, head of Asia M&A at UBS. «The education sector will do well in either a good or a bad economy. It is also a cash business and there is exponential growth in China.»

Still, China’s overseas education investments have some way to go to catch up with the spending at home. In 2016, investors spent $2.5 billion on 50 acquisitions globally, of which only three deals were done overseas, according to Thomson Reuters data. Despite the potential outbound surge in education deals this year, domestic deal volume in the sector – at $863 million – was still more than double the outbound amount as of the end of October.

Fuente: http://timesofoman.com/article/121694/Opinion/Columnist/Chinese-investors-are-stepping-up-their-hunt-for-education-assets-overseas-as-more-Chinese-students-

Imagen de archivo

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Entrevista a Adriana Puiggrós: “El mercado de la educación va hacia la desescolarización”

Argentina/05 octubre 2017/Fuente: Página12 

A partir de la figura de Sarmiento y los debates aún vigentes en torno de sus ideas, Puiggrós analiza los cambios del sistema educativo y sus principales actores. Advierte sobre el avance de la mercantilización de la educación en el país y sus consecuencias sobre el proceso de enseñanza y aprendizaje.

–¿Cuál es la actualidad de la disputa por la interpretación de Sarmiento? Su figura es reivindicada tanto por quienes defienden la educación pública como por sectores reaccionarios…

–Sarmiento es aún un significante fuerte de diversos problemas no resueltos de la sociedad argentina. En el propio Sarmiento había un conflicto que él nunca resolvió entre, por un lado, su mirada racista sobre la población americana y los inmigrantes del sur de Europa, y por otro lado, su idea de la educación común. A fines del siglo XIX, Sarmiento asume una defensa muy fuerte de la educación pública, obligatoria y gratuita, del papel principal del Estado, y de otro objetivo en el que fracasa, que es el de la educación laica –porque la Ley 1420, pese al mito instalado, no incluía a la educación laica, al contrario, habilitaba la enseñanza religiosa en el espacio escolar–. Por todo eso, Sarmiento se convierte en un símbolo de la educación pública argentina, de la educación para todos. Pero ¿qué pasa cuando asume como ministro de Educación Esteban Bullrich, se fotografía con la imagen de Sarmiento y habla de reivindicar su figura? ¿De cuál Sarmiento habla? Lo respondió el mismo Bullrich poco tiempo después, cuando dijo que hacía falta emprender una nueva campaña del desierto. Al Sarmiento que quieren reivindicar no es al que abre ideas y que piensa en modernizar la cultura argentina, sino al que simboliza la negatividad de la sociedad argentina. Por eso, cuando hoy se apela a su figura desde posturas decididamente discriminadoras, racistas respecto a los grupos aborígenes, desde posturas que buscan la desarticulación de la educación pública, tenemos que plantarnos y no dejar que le digan good bye a Sarmiento, y sí rescatar al Sarmiento de la educación pública y popular.

–Ese “adiós a Sarmiento” va asociado, según describe en el libro, a la creciente incidencia del neoliberalismo en el campo educativo: ¿cómo lo caracteriza?

–¿Qué diferencias observa entre ese proceso neoliberal de los 90 y la actualidad?

–Hoy en el campo de la educación están entrando directamente las corporaciones. Por ejemplo, el Gobierno de la Ciudad hizo un convenio con la Fundación Cimientos –que preside un miembro de la familia Blaquier, del Ingenio Ledesma–, que va a tener mucha vinculación con la nueva secundaria que están promoviendo. En Corrientes, hace muy poco, el Ministerio de Educación inauguró en una escuela secundaria las actividades de Gems, la organización de Sunny Varkey. Hay muchísimas fundaciones operando en el campo de la educación: con la máscara de la filantropía no sólo buscan evasión impositiva, sino fundamentalmente hacer negocios. Muchas están desde hace años, no es que llegaron a la Argentina cuando asumió Macri. Ahí nos cabe hacer una autocrítica a quienes participamos de los gobiernos kirchneristas, no alcanzamos a advertir el peligro que estas corporaciones implicaban para la educación pública. Tampoco nos imaginábamos que un nuevo gobierno iba a convocar expresamente a las empresas privadas, sobre todo a las internacionales, a invertir en la educación argentina. El modelo que están introduciendo es el de la internacionalización.

–¿Qué consecuencias tiene la inclusión de la educación entre los servicios comerciales?

– Desde fines de los 90 la OCDE viene exigiendo a los Estados miembros no pongan ningún tipo de barrera, ni nacional ni internacional, a la libre compra–venta de educación. Con lo cual, el concepto de educación pública queda destruido. Pero no es sólo un problema para la educación pública, sino también para la educación privada tradicional. Si vemos las modalidades hacia las cuales avanza el mercado libre de la educación, son modalidades que tienden a ser desescolarizadas. En lugar de educadores tienen líderes, animadores: las fundaciones los forman en pocos meses y después los ofrecen para “mejorar la calidad de la educación”. En algunos distritos del conurbano ya están en las escuelas. De esa manera, muestran que puede haber un educador que no es docente, que es contratado como monotributista y con un sueldo muy inferior. El gobierno bonaerense está haciendo un trabajo de convencimiento sobre las autoridades del sistema educativo para que permitan el ingreso de las fundaciones en las escuelas. Este es uno de los dos grandes reguladores del mercado: mostrar que se pueden bajar los salarios docentes, que se los puede contratar libremente, que la capacitación docente la puede hacer cualquier empresa privada, como de hecho ya se empezó a tercerizar. Además de que hace año y medio que el Gobierno no cumple con los acuerdos paritarios respecto de la formación docente. De los programas de postítulo sacaron los contenidos latinoamericanistas, están modificando los contenidos de derechos humanos y de educación sexual integral…

–¿Cuál sería el otro “regulador” del mercado?

–El más fuerte es la evaluación. Los pedagogos decimos que nos expropiaron la evaluación. La Argentina, Uruguay, Chile, Brasil, México, los grandes sistemas educativos latinoamericanos siempre incluyeron a la evaluación, es una tradición latinoamericana, pero como parte del proceso de enseñanza–aprendizaje. Ahora nos acusan de que no hay evaluación, y establecen que para hacerla es necesaria una evaluación externa internacional… Más allá de si un test como el PISA es bueno o malo, es preciso saber quién lo hace: es la empresa Pearson Education, un desprendimiento de la gran editorial Pearson, la que era dueña el diario conservador inglés The Financial Times. Este test producido por Pearson Education fue adoptado por la OCDE para aplicarlo en muchos países y Argentina paga para usarlo. La evaluación es el rubro más redituable en el comercio de la educación. Y el comercio de la educación está entre los cinco primeros rubros del comercio internacional. Ahí vemos un cambio enorme entre la idea liberal democrática de la educación pública, luego tomada y modificada por el nacionalismo popular, y la idea neoliberal que empieza como un control de los sistemas educativos para producir endeudamiento y después se va deslizando hacia un gran mercado libre. Y ahí hay un paso más, que es el de la desescolarización, que daña a la escuela como institución. En ese sentido digo que hay que reivindicar a Sarmiento. Lo central de estas experiencias desescolarizantes que se están multiplicando en todo el mundo es demostrar que no hace falta la institución escolar, que no hace falta compartir nada en la educación, que la educación puede ser individual y por vía de medios de comunicación.

–La idea de que la escuela es solo un instrumento de transmisión de conocimiento, dejando de lado su rol como espacio de socialización y construcción de una comunidad.

–Claro, porque lo que se saca o reduce es el aspecto humano, el docente, los compañeros de clase… En el momento en que la educación –pública o privada– se convierte en otro espacio del mercado desaparecen todos los elementos sociales y políticos del proceso educativo, desaparece la idea pedagógica de que la transmisión de la cultura a las nuevas generaciones implica un proceso de enseñanza–aprendizaje que enriquece a la cultura, desaparece esa vinculación fuerte entre educación y democracia.

–¿Hay alguna diferencia en la incidencia de la mercantilización entre los distintos niveles educativos?

–Creo que el proceso empezó por el nivel inicial y por la educación superior. En el nivel inicial porque todavía falta bastante para completar la obligatoriedad. Y en la educación superior ya hace tiempo que hay grandes iniciativas globales de comercialización. Un lugar central por donde entran las corporaciones en las universidades es el gran negocio de la tecnología. Por ejemplo, tenemos a Microsoft o a Google poniendo aulas informáticas en nuestras universidades públicas. Esto también está vinculado a normativas que vienen de los 90, que son disciplinadoras de docentes e investigadores, y obligan a la utilización de determinados equipos y tecnologías. Otra cuestión es que se volvió natural que las cuentas sueldo de las universidades públicas las manejen los grandes bancos. Salvo honrosas excepciones, como la Universidad de La Plata, a la que los bancos le ofrecieron planes de becas a cambio de manejar los sueldos, pero la universidad resolvió que los maneje el Banco Nación.

–¿Qué cambios en las subjetividades de la comunidad educativa se vinculan, y de alguna manera hacen posible, a la mercantilización?

–Creo que este es un punto central, hay cambios importantísimos en las subjetividades. Nuestros discursos, los de mi generación, creo que están fuera del imaginario y del universo de lenguaje de las generaciones más jóvenes, que piensan el mundo de otra manera. Y no es sólo la tecnología lo que cambió, cambiaron muchas más cosas. Hay una desarticulación de la cultura moderna que nos exige un esfuerzo intelectual al conjunto de los sectores que aspiramos a una sociedad más digna y democrática. Una categoría que usamos mucho, como la de inclusión, es un buen ejemplo del tipo de concepto que hay que deconstruir y problematizar. En general, el nacionalismo popular incluye, pero hoy lo que necesitamos es una inclusión que sea desarticuladora de la alienación de las nuevas subjetividades, una inclusión que pueda aportar al imaginario de esas nuevas subjetividades la idea de emancipación. La idea de emancipación quedó borrada, reprimida, y hoy necesitamos que emerja, pero de un modo distinto a como la pensábamos hace algunas décadas.

–¿Cómo fue cambiando, en el contexto de estos procesos, el lugar de los docentes?

–Cuando se dictan las leyes fundantes del sistema educativo argentino, en la década de 1880, se produce un pasaje entre quienes eran los legítimos transmisores del saber desde la época de la colonia y los primeros años de la independencia, básicamente los sacerdotes, a una figura que es un civil y que comienza siendo “un apóstol del saber”, alguien que conserva algo del orden religioso. De alguna manera, el discurso religioso pasa a ser moral. Pero un siglo después, hacia 1973, cuando se termina de constituir la más sólida organización gremial de los docentes –me refiero a Ctera–, se termina de asumir también la figura del docente como trabajador de la educación, y esto es bastante insoportable para algunos sectores conservadores –y también liberales– de la sociedad. El docente ya no es el depositario de la sagrada palabra de esos sectores. Ese lugar del docente como trabajador es especialmente molesto para el avance de las empresas sobre la educación. El docente resulta un obstáculo porque tiene palabra propia. Y no quiero decir que los docentes argentinos antes habían repetido siempre lo que decían los sectores conservadores, no es así, hubo otras corrientes de pensamiento, pero el perfil dominante, la figura instalada en el imaginario social era la del apóstol. Cuando se abandona esa figura, tenemos un docente con opinión que, además, lucha por sus derechos.

–¿Cómo interpreta, en ese sentido, la tensión entre el actual gobierno y los gremios docentes, expresada por ejemplo en la negativa oficial a convocar la paritaria nacional, en el llamado a “voluntarios” para suplir a los docentes en huelga, o en el rechazo a pensar la desaparición de Santiago Maldonado en el sistema educativo?

–La reacción oficial frente a la iniciativa de los maestros de llevar a las escuelas la discusión del caso Maldonado desnuda el carácter prejuicioso de quienes están en el Gobierno, y su desconocimiento de la escuela y de los docentes. Los principales funcionarios de este Gobierno se han formado en un circuito de escuelas primarias y secundarias de elite, universidades privadas en Argentina y posgrados en universidades privadas de Estados Unidos. Por eso desconocen cómo funciona la escuela pública. Desconocen, por ejemplo, que los derechos humanos se enseñan desde la época de Alfonsín. Es elemental, es una obligación que en ese espacio se piense el caso Maldonado, así como es una obligación de toda la sociedad preguntar ¿dónde está Santiago Maldonado? Y, por otro lado, creo que en particular entre los funcionarios de Educación hay también falta de formación para trabajar con jóvenes y adolescentes. Solamente con leer algo de bibliografía del siglo XX se debería entender que a los adolescentes no hay que provocarlos: en escuelas de la Ciudad de Buenos Aires donde no había centro de estudiantes ahora hay, a raíz del rechazo que provocó la propuesta inconsulta de la nueva escuela secundaria.

Fuente: https://www.pagina12.com.ar/66454-el-mercado-de-la-educacion-va-hacia-la-desescolarizacion

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Colombia: El caballo de Troya; privatización de la educación superior pública

Colombia / www.las2orillas.co / 27 de Septiembre de 2017

“Que la apatía no nos gane para no tener que asistir a los funerales de nuestras universidades públicas”

Hoy el país pasa por varias preocupaciones: si los goles de James y Falcao llevan a Colombia al mundial; si mejoró el papa después del golpe recibido en su visita; definir entre los candidatos presidenciales los peores y menos peores; si los acuerdos de la Habana se quedarán en promesas del gobierno; si deben hacerse homenajes como el del  “Mono Jojoy”; y si se cumplirá el 1 de octubre el cese de hostilidades bilateral pactado en Quito con el ELN.

No obstante, la ciudadanía está pasando por alto lo que está sucediendo con el derecho a la educación, las universidades públicas y su financiación

Un primer asunto tiene que ver con el proyecto de Presupuesto General de la Nación 2018 que aumenta los recursos para la guerra y reduce los recursos para la educación y los avances en la paz. ¿Será conveniencia electoral del 2018?

Un segundo elemento, el caballo de Troya, Ser Pilo Paga, que ha entrado a las ciudades universitarias y a los corazones de los colombianos, mimetizado por las bondades de beneficiar a los jóvenes pilos pobres para que accedan a la educación superior pública, y con la aspiración  del gobierno nacional de convertirse en una política de Estado para sostener a los 45 mil estudiantes proyectado para el 2018.

Recursos que serán garantizados anualmente, en una partida presupuestal dentro del Presupuesto General de la Nación y los cuales no podrán ser nunca inferiores al año anterior.

Entonces los mayores beneficiados de lo que hay en el interior del caballo, no serán los griegos en cabeza de Agamenón cuando sitiaban la ciudad troyana, sino las arcas de las universidades privadas por los altos costos de matrícula que paga el gobierno por estos jóvenes pilos.

El colmo del descaro es que de los 574. 400 mil millones girados a 30 de mayo de 2017 para atender el programa Ser Pilo Paga, 557 mil millones,  fue la suma pagada a las universidades privadas que equivale al 96.2%. Haga cuentas, las universidades públicas recibieron tan solo 17.000 mil millones, que representa  tan solo el 3.8% del total del presupuesto girado.

En plata blanca y con las cuentas claras, Ser Pilo Paga no solo ha desfinanciado a las universidades públicas sino que además sus costos representan “el total de las transferencias que la nación entrega a las universidades públicas en un año, recursos con los cuales se podría garantizar la formación de medio millón de estudiantes” en las 32 universidades públicas, como lo denunció el Consejo Académico de la Universidad Pedagógica Nacional.

Las universidades públicas están sitiadas al mejor estilo de las dictaduras militares. El encierro las puso a resolver los problemas del día a día, como los pagos de nómina, infraestructura, formalización docente, venta de servicios, cumplimiento de las acreditaciones institucionales y de programas académicos, entre otros.

En definitiva, las comunidades universitarias nos quedamos viendo el ombligo y a veces en letargo limpiando el mugre, descuidando los escenarios estructurales de defensa de la educación superior pública como es su financiación plena por parte del Estado como respuesta a la privatización. Añoro aquellos tiempo de la MANE, solo falta una chispa.

Queda septiembre y octubre para que los colombianos y en especial los universitarios logren incidir en el Congreso de la República y en el Ministerio de Hacienda y Crédito Público para la no aprobación de políticas de Estado que usurpen recursos a las universidades públicas y que proyecten el aumento de la cobertura en la educación superior, sin respaldos financieros como la creación del Sistema de Financiación Contingente administrado por el ICETEX.

Es menester también exigir el retiro de las prohibiciones de las universidades públicas para la suscripción de convenios y contratos interadministrativos, y no permitir los recortes presupuestales en ciencia y tecnología del presupuesto de Colciencias y en general a la disminución presupuestal del derecho a la educación del proyecto de Presupuesto General de la Nación 2018.

Con todo lo anterior es un deber movilizarnos para exigir el cumplimiento de los recursos destinados a la educación superior pública en la reforma tributaria por lo recaudado del impuesto a las ventas (IVA) y del impuesto sobre la renta y complementarios, y reclamar con ímpetu el pago de la deuda histórica del Estado con las universidades públicas que asciende a más 1,5 billones de pesos.

Que la apatía no nos gane para no tener que asistir a los funerales de nuestras universidades públicas en medio de las fiestas de Sodoma y Gomorra de los negociantes de la educación.

Fuente: https://www.las2orillas.co/el-caballo-de-troya-privatizacion-de-la-educacion-superior-publica/

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Educación al mejor postor, entre lo público y lo privado

Por: Mario Torres López

El neoliberalismo trajo consigo dos hechos básicos: la reinterpretación de los derechos fundamentales de la ciudadanía (salud, educación, seguridad social) bajo la responsabilidad del gobierno, al convertirlos en servicios, concesionados a la iniciativa privada, y, con ello, el libre mercadeo educativo y cultural, haciendo prácticamente irreconocibles los límites entre lo público y lo privado.

Como resultado de esto, podemos observar que en las últimas décadas el crecimiento y la cobertura de las instituciones de educación superior (IES) privadas ha sido superior al de las instituciones públicas, afectadas por la reducción de su presupuesto, la falta de claridad en el manejo sus recursos financieros, así como los usos políticos de su gobierno, poniendo en riesgo su gobernabilidad.

Puesta la “fe” en el libre mercado, se fomentó la idea de que, estando las instituciones públicas, en general, atrapadas en la corrupción gubernamental, solamente la iniciativa privada podría representar una alternativa para el bien nacional. Así, mientras a las IES públicas, en todos los niveles, se les sofocó con recortes presupuestales y normas legales para garantizar la calidad y el manejo eficiente de sus recursos (económicos, humanos y administrativos), el gobierno federal, a través de la Secretaría de Educación Pública, acordó con la iniciativa privada, a través de la Federación de Instituciones Mexicanas Privadas de Educación Superior (FIMPES) que ellas establecerían sus propios mecanismos de control “de calidad”. El resultado es que, además de la proliferación de las escuelas patito, en las evaluaciones internacionales los resultados son tan deplorables como los de las escuelas públicas.

Desde esta perspectiva, el tema de la calidad y la evaluación educativa no está determina por lo público o lo privado. Esto nos obliga a preguntarnos si las IES, públicas y privadas, pueden ser realmente factor de cambio social.

Pero, antes de cualquier posible respuesta, no debemos olvidar, en primer lugar, que la educación y la vida escolar y académica, pasan necesariamente por el tamiz ideológico y, como tal, las respuestas estarán siempre condicionadas por lo que suponemos que es y que determina la relación entre lo público y lo privado.

En breve: a) lo público y lo privado son entidades separadas con funciones y responsabilidades diferenciadas, es donde asumimos que es tarea de la función pública garantizar la defensa y el ejercicio pleno de los derechos constitucionales de todos los ciudadanos; la administración pública tiene la obligación de dictar leyes apropiadas para salvaguardar dichos derechos independientemente de que, por ejemplo, en el caso de la educación y la salud, la iniciativa privada pueda ofrecer bajo el esquema de servicios concesionados, prestaciones que son obligación del estado; así, lo público y lo privado se vuelven indistintos cuando se rigen por reglas del mercado y, por tanto, es decisión de los individuos cómo hacer “valer” sus derechos, sobre todo si se considera que la garantía de la calidad de estos servicios, supuestamente, se verá refleja en el mercado laboral.

Finalmente, sobre el tema de la relación entre educación y trabajo, es justo considerar que el populismo empresarial “asegura” ofertas vinculadas de calidad educativo-laboral –donde incluye, como dádivas, becas gubernamentales para estudiantes de bajos recursos- al mismo tiempo que, en los hechos, cobra por ese acto de bondad empresarial: así, mientras unos venden indulgencias, otros mercadean con los centavos para redondear ofertas, como una forma disfrazada de cobrar impuestos no gubernamentales y, simultáneamente, como un mecanismo legal para evadir el pago federal de impuestos.

En el corazón del desempleo está el mercado de la producción y la especulación financiera que requiere mano de obra calificada, barata, dócil y dispuesta a desaparecer al prójimo con tal de preservar su fuente de trabajo. A esto contribuye la educación por competencias.

Revisemos la historia y veremos que ningún esclavo hacía esto porque era parte del inventario del amo. Hoy, las reglas del mercado laboral constantemente se modifican y nadie se siente parte del patrimonio de empresas, organizaciones laborales o del mismo territorio nacional; en nombre de la educación de calidad y con la idea de la movilidad social como parte de la sobrevivencia cotidiana, nos vemos obligados a despojarnos de toda ideología, llegando a confundir los límites entre lo público y lo privado, así como del sentido de pertenencia en nombre del bienestar individual y de la sobrevivencia cotidiana.

Fuente: http://insurgenciamagisterial.com/educacion-al-mejor-postor-entre-lo-publico-y-lo-privado/

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