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El brusco cambio de vacaciones a clases diarias

Por: ABC

Es normal que el inicio de curso genere muchas emociones tanto en los niños como en las familias. ¿Cómo podemos acompañar mejor a nuestros hijos?

¿Qué ocurre en el cerebro de un niño cuando una etapa de cambio se acerca y cómo podemos acompañarle mejor? «Maria Montessori llamaba “casa de niños” a la escuela, porque la concebía como una extensión del hogar en la que sentirse protegidos y acompañados para poder desarrollar el aprendizaje y la socialización», explica Zagal, experto en filosofía Montessori y neurociencia educativa de la Organización Montessori Canela Internacional.

¿Pero tienen las escuelas actuales características propias de un hogar? La realidad es que las escuelas tradicionales son bastante estrictas en cuanto a movimiento y normas. Los alumnos están casi todo el día en un pupitre y trabajan en lo mismo y todos a la vez, lo que es realmente poco natural y espontáneo. Las consecuencias de ello a largo término son muchas, pero en este artículo nos enfocaremos en ayudar a las familias para que acompañen mejor a sus hijos en este cambio tan brusco que es pasar de las vacaciones de verano a las clases diarias.

Zagal lo explica así: « Los niños suelen tener dificultades para asumir los cambios y es muy positivo que los adultos referentes con los que se relaciona le ayuden a amortiguar esos sobresaltos en su realidad». El objetivo es que el niño viva el inicio de curso de forma tranquila y que se adapte bien a la nueva situación para poder vivir la etapa escolar feliz. Cabe recordar que los episodios que generan emociones fuertes entre los 3 y los 6 años, se acaban desarrollando como creencias muy sólidas. Es decir que, si el niño vive la vuelta al colegio o la vida escolar en sí de forma traumática, es posible que esto tenga consecuencias negativas en su autoestima y en su capacidad para relacionarse a largo plazo.

«Hay muchas cosas pequeñas que podemos hacer las familias en los días anteriores a empezar el curso que ayudarán sustancialmente a que el niño se adapte mejor», afirma el experto.

La primera de ellas es la mochila junto con el material del colegio, «ir a comprar las cosas juntos y dejar que escoja reducirá la ansiedad, le dará algo seguro a lo que acogerse», continua Zagal. También puede ser positivo recordar momentos bonitos relacionados con el colegio en años anteriores, su relación con los compañeros u otras actividades en las que el niño estuvo contento. «De esta manera se convocan recuerdos positivos, lo que fomenta la segregación de endorfinas, hormonas que ayudan a mantener el ánimo alto y a pensar en positivo».

Por otro lado, también es necesario preparar al niño en cuestión de hábitos, se recomienda tener rutinas tranquilas de sueños y comidas en los días anteriores. Zagal explica: «Si el niño está descansado tendrá más energía disponible para adaptarse a la nueva situación que si está cansado y ansioso».

Por último, Marco Zagal sugiere crear espacios de comunicación de las emociones y necesidades, tanto las nuestras como las de nuestros hijos. «Esto es una práctica muy interesante que no es exclusiva del inicio de curso, sino que recomiendo que se lleve a cabo durante todo el año en casa. Normalizar la expresión de los sentimientos mejora la convivencia y enseña a los más pequeños a identificar y gestionar sus emociones, lo que es crucial para su autopercepción y para sus relaciones interpersonales».

Finalmente, es necesario tener presente que los adultos somos la referencia de lo que está bien o mal y de lo que es peligroso o merece sentir miedo. Por ello, es importante mantener la calma y mostrarnos confiados en sus capacidades para no dejar que nuestros miedos invadan su seguridad. ¡Feliz vuelta al cole!

Fuente e Imagen: https://www.abc.es/familia/educacion/abci-brusco-cambio-vacaciones-clases-diarias-202109120035_noticia.html

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Niños con altas capacidades: mitos y verdades

Por: Educación 3.0

¿Se aburren en clase?, ¿son buenos en todo?, ¿tienen un cerebro diferente? Estas son algunas de las incógnitas que la profesora de la UOC Verónica Guillén trata sobre el alumnado con altas capacidades.

Se calcula que aproximadamente un 2% de la población mundial tiene altas capacidades, y el hecho de ser un grupo tan reducido ha contribuido a que se tenga una imagen muy homogénea de aquellas personas que cuentan con un cociente intelectual superior a 130. El perfil más extendido es el del niño solitario, que se aburre en clase y al que no se le suelen dar bien los deportes. ¿Tiene esa percepción social alguna base? Los expertos afirman que no, aunque hay factores que pueden contribuir a que se extiendan esos mitos sobre ellos. Verónica Marina Guillén Martín, profesora colaboradora de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la UOC, explica qué hay de cierto y qué de leyenda en estas diez situaciones que se suelen asociar a los niños y las niñas con altas capacidades.

Diez mitos y verdades

  • Se aburren en clase. Como explica la profesora de la UOC, cuando las clases se organizan en torno a la repetición de algunos contenidos teóricos y a la realización de ejercicios mecánicos que no suponen un reto, es probable que muchos niños y niñas con altas capacidades no encuentren motivación ni interés por el desarrollo de la actividad. Y eso se puede traducir fácilmente en aburrimiento. Por eso  Verónica Guillén recuerda que, desde los centros educativos, se debería permitir que cada persona siga su propio ritmo de aprendizaje “y se eviten las tareas repetitivas sobre ámbitos ya dominados que pueden llegar a provocar rechazo en el alumnado con altas capacidades”.
  • Les cuesta socializar. Los expertos afirman que la mayoría de niños y niñas con altas capacidades son igual de sociables que sus compañeros: igual que las personas que no tienen altas capacidades pueden ser tímidas o extrovertidas, entre las de altas capacidades habrá a quienes no les cuesta nada socializar y a quienes sí, pero no es un rasgo relacionado con la alta capacidad. Sin embargo, los problemas para crear vínculos con sus compañeros de clase sí pueden ser un signo de alarma en la medida que, según Guillen, “en ocasiones, al existir un desajuste entre su nivel intelectual y su nivel de desarrollo evolutivo, no encuentran intereses comunes con sus iguales”. Y añade que esto puede hacer que se sientan incomprendidos y puede llegar a provocar el aislamiento del alumno si no se trabaja correctamente el ámbito emocional y socioafectivo desde el centro educativo.
  • Son ‘buenos’ en todo, independientemente de la disciplina. Como recuerda la profesora colaboradora de la UOC, altas capacidades es un término amplio que engloba muchos tipos de excepcionalidad. Incluye desde alumnado con una sobredotación intelectual general hasta aquellos que tienen un talento simple en una única disciplina. También hay estudiantes con talentos complejos, que incluyen varias áreas, pero no todas. Por lo tanto, no es real que todos los niños y niñas con altas capacidades sean ‘buenos’ en todo, concluye Guillén.
  • No se les dan bien los deportes. Es uno de los mitos que, aunque es falso, se ha podido extender por el hecho de que, para quienes tienen una alta capacidad centrada en las áreas académicas, otras disciplinas, como las deportivas, pueden no ser tan destacadas. Y en esos casos es posible que llegue a producirse “una disincronía significativa entre los niveles de desarrollo intelectual y psicomotriz, en algunas ocasiones”, señala Guillén. Sin embargo, por otra parte, hay alumnado con altas capacidades que presenta un talento deportivo, “de tal manera que no solo es que no sea torpe, sino que, precisamente, destaca de manera especial en este ámbito”, destaca la docente de la UOC.
  • Hay más niños que niñas con altas capacidades. “Es un mito que haya más niños que niñas con altas capacidades. Lo que, desgraciadamente, sí es una realidad es que hay más niños que niñas identificados”, dice la profesora colaboradora de la UOC. Aunque, según explica, en general hay un importante infradiagnóstico de las altas capacidades, este es especialmente llamativo en el caso de las niñas. Entre las posibles razones, Guillén señala que el sistema educativo suele comenzar a detectar las altas capacidades cuando existen “problemáticas asociadas derivadas, en muchas ocasiones, del malestar que siente el alumnado hacia el propio sistema. En el caso de las niñas, estas suelen tener una conducta más adaptada e intentan pasar desapercibidas y no sobresalir, lo que las aleja aún más de la identificación”, añade.
  • Si no se conoce su condición y se mantienen en el curso que les corresponde por edad, tendrán rendimientos mediocres o incluso fracaso escolar. Según los expertos como Guillén, esta máxima no tiene por qué ser cierta. En su opinión, son muchos los aspectos a tener en cuenta para tomar este tipo de decisiones, ya que no solo se valoran criterios académicos, sino también aspectos socioafectivos que garanticen el mejor ajuste posible del niño o la niña dentro del grupo de referencia. “En realidad, lo realmente importante para asegurar el éxito educativo es que haya flexibilidad en el currículum, que se propongan retos que mantengan motivado al alumnado y que se ofrezcan alternativas de enriquecimiento que les permitan seguir profundizando en los aspectos que deseen”, advierte.
  • El cerebro de un niño con altas capacidades es diferente. Es una de las creencias que sí tienen base: la investigación ha demostrado que el procesamiento y la gestión de la información es diferente tanto cuantitativa como cualitativamente en el caso del alumnado con altas capacidades. Según una investigación publicada en la revista Nature, el cerebro de estas personas tiene un desarrollo y una configuración morfológica final diferentes. Aunque, según la profesora de la UOC, “lo realmente importante es la heterogeneidad que encontramos dentro de este grupo y que los centros educativos sean capaces de adaptarse a las necesidades individuales de cada uno de sus estudiantes”.
  • Pueden aprender a leer o a realizar operaciones matemáticas sin ayuda. Según Guillén, si se parte de esa premisa y no se ofrece a este alumnado las ayudas que necesita, “se le estará negando la oportunidad de desarrollar al máximo sus capacidades”. Y añade que, precisamente, por su alto potencial, este alumnado necesita ayudas específicas y retos que vayan más allá de los que actualmente se presentan en las escuelas y que permitan cubrir sus expectativas e intereses intelectuales para evitar que se produzca un progresivo desinterés que pueda terminar, incluso, en abandono escolar.
  • Sus capacidades son innatas y estáticas. “Si no se les estimula correctamente desde todos los ámbitos, estaremos negándoles la oportunidad de desarrollar al máximo sus capacidades y no llegarán a tener un rendimiento óptimo”, afirma la profesora de la UOC.

Son personas sobreestimuladas por sus padres. Que necesiten estimulación del entorno para desarrollar sus capacidades al máximo no significa que una mera estimulación pueda ser suficiente para identificar un niño o una niña como una persona con altas capacidades. Una sobreestimulación o una estimulación excesiva puede ser contraproducente, ya que, según la docente de la UOC “puede llegar a generar metas lejanas a las facultades del niño o y la niña y a ejercer una presión que le desmotive”.

Fuente e Imagen: https://www.educaciontrespuntocero.com/opinion/ninos-con-altas-capacidades/
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Infancias trans, entre la realidad y el debate

Publicado en El Diario de la Educación 

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  • La discusión -a menudo incendiaria- sobre la cuestión trans llega a la infancia desde el momento en que niños y niñas deciden su identidad. El debate sobre cómo se tiene que tratar en el aula también levanta polvareda entre el feminismo y la comunidad educativa, que se dividen entre posturas que van del adoctrinamiento a la autodeterminación.

Ares tiene 9 años. Se menea inquieta en un banco de un parque cercano a su casa, esperando que aparezcan sus amigas. Mientras no llega el rato de juego compartido, la pequeña responde, tímidamente, a algunas preguntas sobre su infancia más temprana. “No me acuerdo”, dice, previsiblemente, en referencia a cuando tenía cuatro años. Pero el P5 de Ares fue muy diferente al de sus compañeros y compañeras. Fue cuando empezó su transición de género. “No recuerdo cómo era cuando tenía el otro nombre. Lo primero que recuerdo del cole es que cogíamos pelotas y nos hacíamos masajes en la espalda después del patio”, explica, inocente, medio escondida a la espalda de su madre.

“En mi cole ser trans está bien. Quiero decir que nunca nadie me ha dicho nada ni se ha equivocado con mi nombre. Y si lo ha hecho, tampoco lo recuerdo”, dice, encogiendo los hombros. “¡Solo recuerdo que quería ponerme nombres que ahora no me gustan nada!”, exclama Ares, con una media sonrisa, como agradeciendo a su madre que la convenciera de no llamarse ‘Estrellita’ o ‘Caramela’, que eran los nombres que le gustaban. “La transición fue muy fácil y muy natural: coincidió en la época en que se estaba descubriendo a ella misma”, recuerda Marta, la madre de Ares. Y es que la pequeña, tan pronto como aprendió a hablar, se refería a ella misma en femenino. Quería ir peinada como una niña y llevar faldas.

“Pero este juego, poco a poco, se fue convirtiendo en exigencia y en malestar. Se enfadaba cuando la trataban de niño, se empezó a morder las uñas e, incluso, nos llamaron de la escuela para saber si había algo que no iba bien en casa”, explica la Marta, recordando el momento en que, por primera vez, se empezó a plantear que su hija pudiera ser trans. “Yo, como feminista, no le podía decir que un vestido es de niña y que, por lo tanto, no se lo podía poner. Pero cuando vimos que la cosa iba más allá de esto, decidimos buscar ayuda”. Así, entraron en contacto con la asociación Chrysallis de familias de menores trans. Allí conocieron otras personas y niños trans y supieron, por fin, poner nombre al malestar de Ares.

Cuando Ares entendió que era una niña trans, enseguida lo quiso explicar en la escuela. Su sufrimiento desapareció. Pero no tanto así el de su familia

“Le explicamos que, en el mundo, hay niños que tienen vulva y niñas que tienen pene. Y que esto está bien y que ella puede comportarse y ser lo que quiera. Entonces se señaló a ella misma y dijo: ‘¡Yo, mamá, yo soy así!’”. Cuando Ares entendió que era una niña trans, enseguida lo quiso explicar en la escuela y se asumió como tal sin pasar por una transición difícil. Su sufrimiento, según relata su madre, desapareció. Pero no tanto así el de su familia. “Teníamos mucho miedo por toda la carga negativa que tiene la palabra trans”, explica Marta. La exclusión, las altas tasas de paro, la discriminación y la violencia verbal, física y virtual que sufren las personas trans a diario cayó como una losa sobre la familia de Ares.

Pero ella es ajena a todo esto. Ella solo juega, feliz, sabiéndose niña, siendo niña, sin ser consciente que hay una buena parte de la sociedad que no acepta su elección y que, incluso, le llega a negar su condición y existencia. Además, dentro del feminismo mismo, la pugna entre los colectivos transinclusivos y el llamado feminismo radical (o TERF) ya hace años que dura. Y este debate -a menudo incendiario- también ha llegado a las aulas.

Un debate encendido

La discusión sobre la cuestión trans es como la llama de una vela: siempre está, pero según como vengan los vientos, crece o mengua. A principios de mes se volvió a poner sobre la mesa a raíz del anuncio de un libro polémico de la editorial Deusto y Planeta Libros. La periodista del Wall Street Journal Abigail Shier firma Un daño irreversible, un texto en el cual afirma que el “transgenerismo es una moda” que ha llegado a las escuelas para hacer pensar a muchas criaturas que “declarándose trans pueden ser más populares o ganar seguidores en las redes sociales”. Esta moda, según la autora, generará un “daño irreversible” que es que tomarán una decisión que les llevará a modificar su cuerpo.

Esta publicación ha hecho reavivar, de nuevo, el debate entre aquellos sectores del feminismo que consideran que la autodeterminación de género es válida y los que no. Entre estos últimos se encuentran personas como Sílvia Carrasco, profesora de antopologia en la UAB y miembro de DoFemCo (Docentes Feministas por la Coeducación), que apunta que “la penetración en la escuela de las ideas transgeneristas multiplica el número de niños, cada vez más pequeños, que tienen dudas sobre su identidad y que acaban en terapias hormonales y cirugía”. Según la antropóloga, el hecho de que la cuestión trans se visibilice y llegue a la escuela como una opción normalizada provoca que muchos menores “perciban que sus cuerpos no son adecuados en un momento en que, por edad, están desorientados cuando asisten a transformaciones naturales. Esto lleva a que rechacen su cuerpo sexuado y tengan dudas sobre su identidad”, afirma.

Si Ares tuviera las orejas de soplillo, como madre le diría que son las más bonitas del mundo. Pero si en algún momento le impiden ser feliz, la acompañaré de la mano al quirófano

A Ares también le han preguntado a menudo si no será demasiado pequeña para decidir todavía su identidad de género, pero su madre considera que afirmar su condición trans solo fue una “formalidad” porque “ni era un niño estereotípico ni es una niña de brilli brilli. Reconocerse como trans fue el alivio de poder poner solución y nombre a algo que no iba bien”. Y es que en casa de Ares son de la corriente que defendió el sociólogo y activista trans Miquel Missé en su libro A la conquista del cuerpo equivocado, en que defendía que muchas personas trans no necesitan modificar su cuerpo para encajar en el género sentido. “Un pene es muy importante, sí, pero si se lo amputaran a cualquier hombre cis, no se convertiría en mujer de la noche a la mañana. El género es algo más complicado”, afirma Marta.

Así, los padres de Ares procuran que “se quiera tal como es. No tiene un cuerpo equivocado, es un cuerpo de niña, diverso, pero perfecto”. Ahora bien, conscientes de que las hormonas o las cirugías de reasignación de género son opciones que su hija ahora no contempla por ser demasiado pequeña, pero que podría desear mañana, la familia ya se está informando. “Con ella no lo hemos hablado mucho, porque es avanzarle temores. No sabemos si querrá tener barba o si querrá un cuerpo estereotípico de mujer”, dice su madre, entre dudas. Estas son incógnitas a futuro, pero lo que sí tienen claro es que decida lo que decida Ares, estará acompañada. “Si tuviera las orejas de soplillo, como madre le diría que son las más bonitas del mundo. Pero si en algún momento le impiden ser feliz, la acompañaré de la mano al quirófano. A pesar de que el primer paso será aceptar sus orejas, que son funcionales”.

Marta asegura que han tenido mucha suerte con el entorno de su hija, pero que sería mejor que fuera una cuestión de derechos. Foto: Sandra Vicente

Queer o no queer, esta es la cuestión

En casa de Ares se alinean, pues, con la teoría Queer, también aplicada en la escuela. Y es que Marta, que trabaja como maestra en una escuela infantil de Barcelona, considera que falta muchísima información y formación entre el profesorado. “No hay mala idea ni ganas de hacer daño, solo desconocimiento. Pero la desinformación nunca es neutra”, dice. Y, en lugar de tener que formarse por su cuenta, como han hecho decenas de maestras que se encuentran con infancias trans en las aulas, pide formación sobre pedagogía queer en las universidades. Pero, ¿qué es la pedagogía queer?

La doctora en educación y sociedad por la UAB y coordinadora del grupo de educación y género de la misma universidad, Igrid Agud, apunta que la teoría queer “ofrece una manera de repensar las bases de la cultura binaria y va más allá de reconocer cualquier identidad que no se ajuste a la norma. Nos hace ver que todo el mundo está sujeto a esta norma y que, en lugar de aceptar la diversidad, lo que hace falta es cambiar los cánones normativos”. Así, Agud considera que la escuela tendría que ser el espacio para aplicar una teoría que “acepta las existencias y acoge aquello nuevo que aparece. Las aulas no tendrían que imponer nunca maneras de ser, querer, pensar o vestirse propias del binarismo, porque si no serán un espacio más de dominación y opresión”, opina.

La teoría Queer cuestiona el binarismo y, en lugar de aceptar la diversidad como algo que se sale de la norma, propone cambiar los cánones normativos

El binarismo, la teoría imperante en la sociedad según la cual solo existen dos géneros (y, por lo tanto, niega la posibilidad de ser trans o no binario) es, según la doctora, “una fuente primaria de desigualdad. No tenemos que obviar las diferencias obvias entre hombres y mujeres, pero sí que nos tenemos que dejar de leer desde esta opresión que no reconoce otras opciones. La teoría Queer nos invita a escuchar las necesidades de cada cual y no avanzarnos ni imponer ningún estereotipo ni rol. Se trata de evitar el sufrimiento de aquellos que no encajan”. Agud explica, pues, que la teoría Queer no invita a modificar el cuerpo ni la manera de ser de nadie: “Se trata de cuestionar la sociedad, no a las personas”.

Esta teoría, filosófica y compleja, puede aplicarse en el aula a través de pequeñas “acciones disruptivas”, tal como las define el docente y activista trans, Lucas Platero. “Nos tenemos que cuestionar la normalidad y la normalización, ya sea sobre nuestro comportamiento, los contenidos o el funcionamiento escolar. El uso del humor como herramienta pedagógica, hacer una educación sexual integral o reapropiarnos de insultos o palabras extrañas nos hace cuestionarnos las relaciones de poder”, explica. Pero para llevar a cabo estas acciones, Platero asegura que hace falta más formación en el profesorado. Hace falta deconstruir a los docentes antes de deconstruir la educación para que tenga “un valor en el alumnado, los equipos docentes y la comunidad”. Pero tomar esta decisión en el aula supone “costes personales, como discriminación o acoso. Aun así, es un precio que hay que pagar, porque necesitamos transformar radicalmente la escuela, a la luz de los ataques de la ultraderecha y los colectivos TERF”, expone Platero.

¿Adoctrinamiento o adelanto?

Así pues, según las palabras de Platero y Agud, la teoría Queer iría más allá de la ya aceptada y asumida coeducación, pero otras posturas como la de Sílvia Carrasco, apuntan a que “pervierten la coeduación. El transactivismo hace que nos cuelen unos protocolos en el aula en que solo queda el deseo de identidad del alumno. Pero ¿qué es exactamente esto?”, se pregunta. Si bien, ambas teorías están de acuerdo en que hay que evitar cualquier tipo de malestar a un niño o niña que no se siente dentro de la norma y que hay que atacar toda discriminación, las posturas contrarias a la autodeterminación de género consideran que las infancias trans se explican con “procesos de desorientación enmarcados en un sistema patriarcal. Hay que abordar el machismo y aceptar a todo el mundo, pero sin modificar cuerpos ni mentes ni adoctrinar en la aula”, sentencia Carrasco.

Sobre esto, defensoras de la teoría Queer como Agud aseguran que esta no puede estar más alejada del adoctrinamiento: “No hay absolutos, sino que da pie a la proliferación de identidades. Tenemos que entender qué es adoctrinamiento, porque si no, entramos en la demagogia. La teoría Queer no impone nada, sino que lo acepta todo”, dice. Ambas partes del debate, pues, posicionadas en bandos totalmente opuestos, afirman buscar lo mismo: el bienestar de las criaturas, el respeto y el fin del patriarcado. Pero con métodos y creencias incompatibles. Unas dicen que aceptar todas las identidades nos hará más libres y abolirá las discriminaciones de género y las otras que, de este modo, se borrará a las mujeres. Este debate se da, encendido y -a menudo- virulento en redes, medios de comunicación y aulas. Pero, mientras se discute sobre su existencia y su esencia, sobre su confusión o no, sobre sus derechos y posibilidades de futuro, Ares juega en los columpios. Ajena a todo ello.

“Si desmontamos el género y deja de haber hombres y mujeres tal como nos tenemos entendidos, muchas mujeres se pueden ver anuladas. Pero mujeres continuará habiendo; de hecho, habrá más. Por eso nuestro sueño es que Ares no tenga que operarse nunca para encajar en una sociedad binaria”, explica Marta. Asegura que su hija lo ha tenido muy fácil: nadie le ha cuestionado nada ni ha sufrido agresiones físicas ni verbales por ser diferente. No como otras decenas de personas trans que sí que lo sufren. “Hemos tenido mucha suerte en la escuela y entre los amigos, pero no se trata de esto. No queremos tener suerte, queremos tener derechos”, asegura Marta, mientras mira cómo su hija dibuja con el columpio una curva que sube y baja. Hoy, Ares es feliz. Hoy, de hecho, Ares es. Y con esto, de momento, basta.

Fuente e Imagen: https://eldiariodelaeducacion.com/2021/09/13/infancias-trans-entre-la-realidad-y-el-debate/

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República Dominicana: Ministerio de Educación garantiza cupo escolar a todos los estudiantes

América Central/República Dominicana/10-09-2021/Autor(a) y Fuente: acento.com.do

Mediante una circular oficial, el Ministerio destacó que esta es «la forma de garantizar el derecho a la educación, tal y como está consagrado en la Constitución de la República».

SANTO DOMINGO, República Dominicana.- El Ministerio de Educación instruyó a los gestores de los centros educativos del sector público «proceder diligentemente con la inscripción de todos los estudiantes cuyas familias soliciten cupos en los mismos» para cumplir la meta de que «nadie se quede fuera de inscripción o reinscripción».

Mediante una circular oficial, el Ministerio destacó que esta es «la forma de garantizar el derecho a la educación, tal y como está consagrado en la Constitución de la República».

Por consiguiente, se remarcó, «las autoridades del Ministerio de Educación establecieron que no se niegue la inscripción a un niño, niña o adolescente ya que de esa manera se frenaría el ejercicio del derecho a la educación y ampliaría las acumuladas brechas sociales que acusa la nación».

En la circular, firmada por el ministro de Educación, Roberto Fulcar, y dirigida a viceministros/as, directores/as generales, directores/as regionales, directores/as distritales y directores/as de centros educativos se precisa que, «en caso de que la matrícula estudiantil supere la capacidad del centro, los directores deben comunicarlo por los canales correspondientes».

 Ministro Roberto Fulcar.Ministro Roberto Fulcar.

Con la acción, puntualizó el texto de Fulcar, «se procura que se implementen de inmediato las estrategias de lugar para la distribución del excedente de estudiantes, a los fines de garantizar el adecuado desarrollo de los procesos educativos en las aulas».

“Exhortamos -prosigue- a dar fiel cumplimiento a la disposición establecida en la presente circular, de inscribir a todos los estudiantes”,  reiteró.

“La gestión de gobierno que encabeza el presidente Luis Abinader está comprometida con garantizar el ejercicio pleno de este derecho fundamental consagrado en nuestra Constitución y reivindicado por la actual gestión del Ministerio de Educación, al establecer la inclusión como uno de los pilares del nuevo modelo educativo Educación para Vivir Mejor que estamos impulsando”, afirmó.

Efectivamente, el artículo 63 de la Constitución de la República Dominicana consagra el derecho a la educación, indicando que “toda persona tiene derecho a una educación integral, de calidad, permanente, en igualdad de condiciones y oportunidades, sin más limitaciones que las derivadas de sus aptitudes, vocación y aspiraciones”.

El ministro sostuvo que, además, está «comprometido con garantizar una educación gratuita que permita que toda la población tenga igual posibilidad de acceso a todos los niveles y modalidades de la educación pública», como lo dispone, precisó, el artículo 9, literal d, de la Ley General de Educación, 66-97.

Fuente a Imagen: https://acento.com.do/actualidad/ministerio-de-educacion-garantiza-cupo-escolar-a-todos-los-estudiantes-8983248.html

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Regreso a clases: puntos inciertos

Por: La Jornada

El próximo lunes podrán regresar a clases presenciales todos los niños y adolescentes inscritos en escuelas públicas de los niveles básico y medio, cuyos padres o tutores así lo deseen. Aunque las propias autoridades educativas federales prevén que al inicio del ciclo escolar una mayoría de padres de familia optará por mantener a sus hijos en la modalidad virtual, la reapertura de las escuelas supondrá un desafío mayúsculo para todos los integrantes de la comunidad escolar.

En primera instancia, deberá conciliarse la incontestable necesidad de que los menores retomen sus actividades académicas presenciales con la máxima precaución posible ante el contexto pandémico. Para ello, las secretarías de Educación Pública (SEP) y de Salud (Ssa) elaboraron una guía para el regreso responsable y ordenado a las escuelas, en la cual se establecen los principios claves y las acciones de salud, limpieza e higiene, por los cuales podrán mitigarse los riesgos, así como acompañar a los alumnos en el proceso de adaptación o readaptación al entorno escolar.

Resulta saludable que la citada guía, en sus nueve intervenciones para la reapertura de las escuelas, conceda preminencia a uno de los aspectos más complicados de este proceso: la salud mental de los alumnos y el personal educativo. Al respecto, es recomendable que los padres o tutores consulten el documento (disponible en línea) Cuidar de otros es cuidar de sí mismo. Herramientas de soporte socioemocional para la educación en contextos de emergencia, con el fin de que puedan acompañar a los menores en la transición desde los hogares a las aulas y tener conciencia de las problemáticas potenciales. Asimismo, es de esperarse que los docentes reciban oportunamente la capacitación necesaria para gestionar ambientes propicios a la exitosa integración de la comunidad de aprendizaje.

Con todo, los documentos referidos dejan zonas grises que deben ser subsanadas si se quiere que el regreso sea tan ordenado y libre de sobresaltos como las circunstancias lo permiten. En cuanto a lo sanitario, destaca que no se contemple la posibilidad de cerrar las escuelas en casos de brotes de Covid-19, así como las ambigüedades que podrían generarse por dejar a padres y maestros la tarea de definir las formas de establecer sana distancia. En lo académico, no puede soslayarse el silencio en torno a los mecanismos para evaluar los conocimientos y aptitudes de una generación entera de estudiantes que pasó ya más de un año recibiendo clases a distancia, y cuyas competencias son por ahora una incógnita. No se trata de discriminar ni desalentar a los alumnos, pero está claro que para favorecer su aprovechamiento se requiere un diagnóstico integral de qué se consiguió y qué no con las clases virtuales; de cuáles son las lagunas y debilidades que dejó –y seguirá dejando, en la medida en que una parte de los educandos continúen en esa modalidad– la enseñanza mediada por las pantallas.

Cabe esperar que éstas y otras eventuales confusiones sean corregidas a la brevedad posible por el bien de los estudiantes, en el entendido de que es inevitable un margen de incertidumbre en una operación tan compleja como la reincorporación de millones de niños, niñas y adolescentes a las escuelas.

Fuente: https://www.jornada.com.mx/2021/08/25/opinion/002a1edi

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Celac muestra preocupación por situación en Afganistán

Por: Tercera Información

La Celac expresó que está preocupada por los derechos humanos y las libertades fundamentales de la población afgana, especialmente de los niños y mujeres.

La Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), a través de un comunicado oficial mostró su inquietud sobre la situación en Afganistán, que ha recalcado preocupación por la situación de las mujeres, las niñas, niños, personas Lgbtiq+ y las minorías religiosas.

«El contexto en Afganistán ha afectado el bienestar, la seguridad y la integridad de su población, y en particular, el de mujeres, niñas y niños, minorías religiosas, personas Lgntiq+ y otros grupos en situación de vulnerabilidad”, declaró la Celac.

La Comunidad expresó que está preocupada por los derechos humanos y las libertades fundamentales de la población afgana, incluyendo la dignidad humana, la integridad física, el acceso a la educación y al trabajo, así como la participación política y el libre desarrollo de la personalidad.

Desde la toma de Kabul (capital) por parte de los talibanes el pasado 15 de agosto, los derechos de población afgana se han visto vulnerables. La Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños señala que además peligra la libertad de expresión y de opinión, la libertad de circulación, así como el derecho a la autodeterminación de los pueblos, el estado de derecho y los principios democráticos sobre los cuales se cimientan el Estado y sus instituciones fueron amenazados.

El 23 de agosto, el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef, siglas en inglés), precisó que unos 10 millones de niños precisan asistencia humanitaria en Afganistán, al enfrentarse a problemas de desnutrición o violaciones de sus derechos.

Unicef estima que 1 millón de niños sufrirán desnutrición aguda grave en el transcurso de este año y podrían morir por falta de tratamiento. Asimismo, señaló que producto de la prolongada crisis, unos 4,2 millones de niños no van a la escuela, incluidas más de 2,2 millones de niñas.

Por su parte la plataforma feminista Latfem precisó que la Asociación Revolucionaria de Mujeres de Afganistán en un mensaje enviado afirmó que “después de desperdiciar millones de dólares y miles de vidas, los misóginos y criminales talibanes están de regreso, más poderosos que nunca”.

Fuente e Imagen: https://www.tercerainformacion.es/articulo/internacional/25/08/2021/celac-muestra-preocupacion-por-situacion-en-afganistan/

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5 beneficios de la educación bilingüe en edades tempranas

Por: Educación 3.0

Algunas de las ventajas de estudiar otra lengua desde los primeros años de vida son el desarrollo de la creatividad, la sensibilidad comunicativa y conseguir una mejor pronunciación para el futuro.

La inmersión de los menores en la educación bilingüe desde los primeros años es clave para el desarrollo bilingüe completo que acompañará al alumnado el resto de su vida. Además de la adquisición de dos idiomas a nivel bilingüe, el aprendizaje temprano de otra lengua beneficia el desarrollo integral del niño. El British Council School comparte cinco beneficios de educar en bilingüismo desde los primeros años de edad.

  • Favorece la imaginación y el pensamiento crítico. Manejarse en dos lenguas hace que, inconscientemente, los estudiantes tengan que prestar más atención a cómo funciona cada una de ellas y a sus diferencias y similitudes. Una de las consecuencias es que los niños bilingües entienden más rápido que la relación que existe entre una palabra y su significado es arbitraria. Además, este proceso de manejo comparado potencia el pensamiento abstracto, el pensamiento analítico y el desarrollo semántico, que están en la base de nuestra capacidad para generar ideas originales, plantear posibles escenarios, tener un pensamiento crítico y comprender el significado de palabras y oraciones complejas.
  • Desarrolla la capacidad de enfocar la atención. ¿En qué debemos centrar nuestra atención? Parece simple, pero no es evidente para los más pequeños. Sin embargo, dominar dos idiomas de forma bilingüe aumenta la capacidad de diferenciarlos de forma constante, centrándose en uno, sin interferencias del otro. Esto supone la ventaja de poder elegir a qué se presta atención y a qué no. Es una capacidad que los menores bilingües desarrollan de forma extra y que pueden aplicar en diferentes ámbitos de sus vidas.
  • Potencia la creatividad y la flexibilidad de su pensamiento. Lo hace gracias al razonamiento divergente, cuyas habilidades centrales suelen estar más desarrolladas en las personas plurilingües. Al contrario del razonamiento convergente, que avanza en línea recta, el divergente busca múltiples respuestas nuevas y alternativas a un problema dado, basadas en relaciones entre los elementos.
  • Dota a los niños de una gran sensibilidad comunicativa. El bilingüismo en edades tempranas hace que los niños adquieran una mayor capacidad de percibir lo que está ocurriendo en un acto comunicativo y de ser sensibles a las necesidades y características de la persona con la que hablan. De hecho, los resultados de un estudio confirmaron que los niños bilingües son más capaces de ponerse en el lugar de aquellos que experimentan dificultades comunicativas.
  • Permite aprender una perfecta entonación y pronunciación, algo difícil más adelante. Con la edad aumentamos la capacidad de aprender palabras nuevas en todos los idiomas, sin límites, pero no así los sonidos. Los bebés de hasta cinco meses tienen un cerebro muy plástico capaz de reconocer y distinguir cualquier sonido e idioma, una capacidad que paulatinamente se va centrando y especializando sólo en aquellos a los que está más expuesto. En los idiomas la adquisición auditiva nativa es fundamental para un desarrollo bilingüe completo con una perfecta pronunciación.

Fuente: https://www.educaciontrespuntocero.com/noticias/beneficios-de-la-educacion-bilingue/

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