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España: Rebelión de los universitarios contra los exámenes presenciales

Las universidades madrileñas deciden por unanimidad mantener este modelo, y afirman que son «espacios seguros»

Los estudiantes universitarios se rebelan contra los exámenes presenciales. Las pruebas se realizan, mayoritariamente, en los próximos días, y ellos protestan porque según afirman, muchas de las universidades carecen de planes de protección frente al Covid, más allá de mantener la ventanas abiertas para ventilar las aulas. Algo difícil de soportar con las actuales temperaturas. En plena tercera ola, argumentan, no es muy recomendable hacerles acudir masivamente a las aulas para los exámenes.

«Las aulas no están acondicionadas con sistemas de ventilación forzada; únicamente se utiliza la apertura de ventanas. Y ya se han dado casos de estudiantes que han salido de examinarse con problemas», señalaba a ABC Nicolás Hernández, uno de los portavoces de los estudiantes.

Lamentan que en las universidades públicas «falten protocolos para controlar las entradas y salidas de clase, los aforos en las aulas, etc». Y también, denuncian, ha faltado flexibilidad ante las circunstancias que se han dado. Ponen como ejemplo que «en la Politécnica se mantivneron los exámenes presenciales el pasado viernes, cuando ya había aviso de temporal, y como consecuencia de ello, hubo estudiantes que se vieron por la noche atrapados en el transporte público o el privado a la hora de volver a casa».

Carta abierta

Reconoce que hay algunas universidades que cuentan con mejores medidas, y cita el caso de la Carlos III y la Autónoma. No obstante, en las redes sociales hay mucho «ruido» estos últimos días pro protestas en este sentido de alumnos de la Universidad Rey Juan Carlos. Y además, estudiantes de las universidades Autónoma, Politécnica y Complutense han hecho pública una carta, enviada a las consejerías de Universidades y de Sanidad, los rectorados de las universidades públicas madrileñas, la Conferencia de Rectores de las Universidades Públicas de Madrid, la Fundación para el Conocimiento Madri+d y la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA) en la que lamentan la «absoluta desprotección» en la que se sienten. Piden que se les garantice «no solo una estrategia de seguridad sanitaria óptima, sino también el cumplimiento de nuestros derechos académicos como estudiantes».

Recuerdan que rclaman desde el inicio de curso la posibilidad de realizar exámenes on line, algo muy útil para reducir contagios, y más ahora que Madrid ha entrado de lleno en una tercera ola. «La falta de protocolos de medidas sanitarias para la realización de la convocatoria ordinaria o la deficiencia de estos por parte de algunas universidades ocasiona aglomeraciones innecesarias, todo esto, sumado a las movilizaciones de miles de estudiantes que deberán desplazarse para realizar dichas pruebas, generalmente en hora punta, tan solo puede contribuir a incrementar la probabilidad de contagio», advierten.

Complutense: «No faltan protocolos»

Fuentes de la Universidad Complutense niegan las acusaciones: «No faltan protocolos de protección; los llevamos al día desde la celebración de la selectividad, el pasado mes de julio, y todo el primer trimestre de este curso». Insisten además en lo detallado por la Conferencia de Rectores (CRUE) en un reciente comunicado: «Las universidades españolas ya planificaron un curso 20-21 en el que se apostaba por la máxima presencialidad y el cumplimiento de las normas sanitarias establecidas por el Gobierno Central y los Gobiernos autonómicos», y aseguran que dedican «muchos recursos humanos y materiales para garantizar la seguridad en nuestras instalaciones». Todo ello permite realizar la actividad académica, «incluidos los exámenes, cuya presencialidad ha sido autorizada por las diferentes autoridades sanitarias».

Desde la consejería de Universidades, que dirige Eduardo Sicilia, aclaran que las competencias en la organización de sus exámenes es exclusiva de las universidades, dentro de su autonomía. No obstante, se lo comunican posteriormente a la consejería, con la que «se actúa en coordinación». Una prueba de ésta es la reunión mantenida esta misma semana de responsables de la consejería con los vicerrectores de las universidades públicas y privadas de Madrid, y en la que se acordó «por unanimidad de todas las universidades continuar con la presencialidad, tanto en las clases que la tienen como en los exámenes».

Los responsables de las universidades, afirma una fuente de la consejería regional, «defienden por unanimidad que las clases son seguras». Recuerdan además que los exámenes que tenían que haberse realizado esta semana y se suspendieron por el temporal Filomena «serán reprogramados» desde las universidades en los próximos días.

Fuente: https://www.abc.es/espana/madrid/abci-rebelion-universitarios-contra-examenes-presenciales-202101141145_noticia.html?ref=https:%2F%2Fwww.google.com%2F

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La OIT pide aumentar la protección de los trabajadores a domicilio

La pandemia acelera el paso al teletrabajo en medio de legislaciones deficientes, según el organismo de la ONU

La pandemia ha aumentado la nómina mundial de los trabajadores a domicilio. En medio de restricciones de movilidad para contener la propagación del virus, las empresas e instituciones han modificado sobre la marcha su modus operandi para garantizar la continuidad de sus cadenas de producción, mientras los trabajadores han tenido que convertir las mesas de sus cocinas en escritorios y escenarios para innumerables videoconferencias por Zoom. Pero el reajuste deja una cuenta pendiente, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT): garantizar la protección social y económica de los empleados que trabajan desde el hogar.

En el informe Trabajo a domicilio. De la invisibilidad al trabajo decente publicado este miércoles, la OIT pone de relevancia una deuda cotidiana para unos 260 millones de personas que ya trabajaban a domicilio en todo el mundo antes de la crisis de la Covid-19, un 7,9% del empleo mundial. «Por lo general, la reglamentación del trabajo a domicilio es deficiente y el cumplimiento de la legislación vigente resulta complejo. En muchos casos, los trabajadores a domicilio son considerados contratistas autónomos y, en consecuencia, quedan excluidos del ámbito de la legislación laboral», afirma el organismo.

Entre las mayores deficiencias, la OIT denuncia la desventaja salarial. En el caso de Europa, en países como Reino Unido, los trabajadores a domicilio ganan un 13% menos que aquellas personas que trabajan fuera de casa. Pero la diferencia es aún mayor en otros continentes. En Estados Unidos, el salario es un 22% menos, mientras que en Argentina o México llega hasta un 50% menos.

Al desfase económico, el organismo de la ONU agrega una problemática agudizada durante las cuarentenas impuestas en 2020: el aislamiento social. Esto ha puesto de manifiesto que los trabajadores a domicilio no poseen el mismo grado de protección social que los demás trabajadores. Como este tipo de trabajo tiene lugar en la esfera privada, los home workers son menos proclives a formar parte de un sindicato, figurar en convenios colectivos o disfrutar de programas de formación, lo que aumenta la sensación de “invisibilidad” de quienes trabajan desde casa, de acuerdo con la OIT.

Estos hándicaps ya impuestos antes de la pandemia, ahora se extienden a quienes han tenido que incorporar el teletrabajo a su rutina, de la noche a la mañana. En los primeros meses de la pandemia, según el informe, en torno a uno de cada cinco empleados realizó su trabajo desde casa. Y aunque aún no se dispone de la cifra total de 2020, la OIT advierte de un crecimiento exponencial en esta modalidad a lo largo de los próximos años.

Solo en España, recelosa del trabajo remoto, el porcentaje de población que trabajaba desde casa se duplicó en los meses de emergencia y alcanzó un 30,2%, según los datos de Eurofund. Tras el experimento impuesto, ya para diciembre, ocho de cada diez empresarios afirmaban que favorecerán el teletrabajo tras el fin de la pandemia, según el estudio El futuro del trabajo después de la Covid-19, realizado por The Adecco Group Institute.

Ante este escenario, la OIT demanda a los gobiernos “garantizar que todos los trabajadores a domicilio pasen de un estado de invisibilidad a una situación con trabajo decente, con independencia de que trencen mimbre en Indonesia, elaboren manteca de karité en Ghana, clasifiquen fotografías en Egipto, cosan máscaras en Uruguay o trabajen a distancia en Francia”.

Fuente: https://cincodias.elpais.com/cincodias/2021/01/13/economia/1610543407_026737.html

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Fecode pide retrasar el regreso a clases de manera presencial por la situación sanitaria

La institución pidió a las gobernaciones y a MinEducación que se apliquen las mismas medidas tomadas por Bogotá

Carolina Salazar Sierra

Ante el anuncio de la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, del inicio del año escolar de manera virtual el próximo 25 de enero, y la suma de Huila y Cali a la iniciativa, la Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación (Fecode) pidió a las demás gobernaciones y departamentos del país y al Ministerio de Educación que se apliquen las mismas medidas en todos los rincones del país.

Nelson Alarcón, presidente del sindicato de profesores, aseguró que las condiciones sanitarias actuales no son óptimas para que se empiece con el regreso gradual a la presencialidad.

“Hacemos una exigencia al Gobierno Nacional, gobiernos territoriales, secretarios de educación, para que actúen en consecuencia con respecto a lo que se está viviendo hoy con el crecimiento vertiginoso de la pandemia. Debemos salvaguardar a la población, la comunidad educativa, estudiantes, padres de familia, docentes, directivos docentes, administrativos”, dijo el gremio a El Tiempo.

Además, agregó que es irresponsable retornar a las actividades presencialmente pues se estaría poniendo en riesgo la vida y la salud de todos.

«Debemos centrar nuestros esfuerzos en minimizar el pico de la pandemia, pero a la vez se debe continuar en los esfuerzos y la preparación de las condiciones para dar la seguridad que se requiere para el retorno a las instituciones educativas” dijo.

Aparte de Fecode, Carlos Ballesteros, presidente de la Confederación Nacional de Padres de familia, también pidió que se aplace la implementación de la alternancia.

“Celebramos la decisión de que no reinicien las actividades presenciales con alternancia en colegios de Bogotá. Los padres de familia insistimos en que hay que continuar con el trabajo en casa, hay que preservar la vida por encima de todo. El llamado es a los alcaldes y gobernadores a que tomen la misma decisión de Bogotá y Huila. El coronavirus no se ha ido. Pedimos a la ministra de Educación que dé unas directrices centrales”, dijo Ballesteros a El Tiempo.

La ministra de Educación, María Victoria Angulo, se pronunció ante las peticiones, mencionando que las condiciones sanitarias son distintas dependiendo de la región, por lo que el plan de alternancia puede asegurar un retorno gradual, progresivo y seguro.

Fuente: https://www.larepublica.co/economia/fecode-solicita-retrasar-el-regreso-a-clases-de-manera-presencial-en-todo-el-pais-3110415
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Educación 2020: El año que estudiamos peligrosamente

Por:  Lola Delgado

La educación ha sufrido a lo largo de 2020 tal vez la mayor prueba de estrés de su historia. Pero hasta que la pandemia se desató con toda su virulencia y los centros educativos de todo el mundo cerraron, hubo tiempo, sin embargo, para dedicarlo a algunos temas que estaban adquiriendo protagonismo.

A principios de año, el denominado “pin parental” agitó el debate educativo. Vox quería que los padres tuvieran que autorizar expresamente al colegio a que impartiera a sus hijos cualquier taller o charla que afectara a cuestiones sobre la identidad de género, la diversidad LGTBI, el feminismo u otro tipo de actividad susceptible de ser vetada.

El pin se aplicó en Murcia cuando The Conversation publicó un artículo titulado El ‘pin parental’: un ataque autoritario contra los valores democráticos. Defendía que es en la escuela pública donde los niños y niñas de todos los niveles socioeducativos pueden ser atendidos y se pueden desarrollar con igualdad de oportunidades. La medida suponía una ruptura autoritaria con los valores de la democracia.

Antes de que la Covid-19 cerrara los colegios durante seis meses continuamos con nuestra labor de mostrar la investigación científica centrada en el aula. ¿Qué es eso de la gamificación, un concepto tan popular en muchos entornos educativos? Se trata de una metodología muy de moda y que consiste en la aplicación de elementos característicos de los juegos en contextos no lúdicos (en este caso, dentro de las clases y con el objetivo de aprender).

El artículo Qué es la ‘gamificación’ y por qué no está clara su eficacia en el aula sostenía que esta metodología emergente tiene una escasa evidencia científica que confirme su efectividad, aunque los estudios al respecto están aumentando considerablemente.

Y, de repente, las escuelas cerraron

Pero el virus llegó en marzo, entró en las escuelas y lo acaparó todo. El pin pasó a un segundo plano y las diferentes metodologías educativas también. Había cosas que empezaban a preocupar mucho más que todo lo anterior. Los niños/as se encerraban en casa. Los colegios cerraban. ¿Estábamos preparados para ello? ¿Los estaban los profesores? ¿Los propios alumnos? ¿Existía una infraestructura que permitiera dar y recibir clases en línea?

Decenas de investigadores empezaron a demostrarnos que no. El 10 de abril ya teníamos una de las primeras conclusiones en el artículo Alumnos sin acceso a la educación a distancia: la pandemia saca a la luz grandes desigualdades.

El confinamiento ponía en evidencia que ni muchos docentes, ni muchos alumnos estaban preparados para afrontar la educación en línea. La falta de dispositivos en muchos hogares hacía que miles de estudiantes no dispusieran de ordenador para hacer sus trabajos, lo que provocaba una enorme desigualdad educativa.

No era la única desigualdad educativa que la pandemia sacaba a la luz. Las diferencias personales no solo deben encajar en la escuela. En aquellos momentos, también en la familia, “obligada” a convivir, a comunicarse y a compartir experiencias durante muchas más horas que las habituales.

La convivencia en la diversidad era un reto para superar con éxito los días que estábamos viviendo, y así lo ponía de manifiesto este artículo: La educación inclusiva (más allá de la discapacidad) se complica en tiempos de virus.

Treetree2016 / Shutterstock

Había que regresar a clase

El confinamiento se hacía cada vez más duro para los estudiantes y, de repente, la sociedad entera se dio cuenta de que el hogar no era el sitio adecuado para aprender. Los propios alumnos/as, que al principio se alegraron de estas “vacaciones”, empezaron a reconocer el gran valor social y de aprendizaje de la escuela como lugar físico al que asistir. El artículo Educación ‘online’ frente a presencial: no hay lugar como la escuela para aprender puso en evidencia necesidad de volver a las aulas.

La enseñanza en línea estaba ayudando a muchos alumnos, pero los expertos seguían considerando que los beneficios que aporta la presencialidad son insustituibles, especialmente en el caso de las escuelas de educación infantil que, además de ser esenciales para la formación temprana, lo eran para la conciliación de las familias, mucho más después del confinamiento.

La investigación ya había demostrado la importancia que tiene la escuela en la formación emocional, social y motriz de los alumnos de 0 a 6 años. Por qué es tan importante que los alumnos de Infantil vuelvan a la escuela dio las claves a los lectores.

Los colegios volvieron a abrir

Las vacaciones llegaron sin que los estudiantes hubieran vuelto a las aulas, por eso el mes de septiembre, cuando comenzó el curso, se vivió de manera especialmente optimista. Eso sí, con miedo e incertidumbre. En agosto ya se habían planteado las primeras dudas: COVID-19: ¿Cómo abordar la ‘nueva enseñanza’ si la mitad de los estudiantes no tiene internet ni ordenador? Luego surgieron otras, como la dificultad de evaluar a los estudiantes cuando muchos de ellos asistirían a clase en semipresencialidad o tal vez pasarían temporadas sin ir al colegio por los contagios.

El artículo Así será la compleja tarea de evaluar a los alumnos durante este curso daba una serie de claves como distanciar todo lo posible la calificación de su asignatura del trabajo de clase.

Una nueva ley en el año más raro

Con la vuelta a las aulas llegó la nueva ley de educación (LOMLOE), que acaba de ser aprobada hace unos días después de su tramitación en el Congreso y en el Senado. Una nueva ley de educación para una nueva normalidad abordaba los objetivos y los desafíos que la octava ley educativa de la democracia tenía por delante.

Nacía una nueva norma casi coincidiendo con la vuelta a las aulas. Las reformas reales y los cambios efectivos que esta traerá a los centros educativos comenzaremos a verlos en pocos meses.

Los efectos del confinamiento y de las clases en pandemia también se observarán en los efectos del aprendizaje en los estudiantes. La vacuna probablemente hará que todos los estudiantes vuelvan a clase con normalidad. Solo eso ya será una de las mejores noticias del próximo año.

Fuente: https://theconversation.com/educacion-2020-el-ano-que-estudiamos-peligrosamente-152561

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Estudio Mundial. Save the Children: ¿Cuánto valdría escolarizar a los niños más pobres del mundo?

La ONG Save the Children publicó un estudio en el que calcula cuánto le costaría a los gobiernos lograr que los estudiantes vuelvan a las aulas y se nivelen después del cierre de colegios por la pandemia.

La organización no gubernamental Save the Children publicó una investigación que abarca los 59 países más pobres del mundo y calculó el costo medio de la reapertura de las escuelas estableciendo medidas de seguridad contra el coronavirus y ayudando a los niños a ponerse al día con las lecciones que han perdido.

La organización con sede en Londres ha pedido repetidamente que se tomen medidas para ayudar a los niños a permanecer en la escuela a pesar del coronavirus, en lo que su directora general, Inger Ashing, calificó como “la mayor emergencia educativa que jamás hayamos visto”.
De acuerdo con el informe, solo costaría 370 dólares por alumno por lo que hizo un llamado a los donantes internacionales que se movilicen para enviar a los niños de los países más pobres de vuelta a las escuelas cerradas por la pandemia.

El costo total para los 136 millones de niños afectados sería de 50.000 millones de dólares, es decir 370 dólares por estudiante (unos 300 euros), señaló la oenegé, instando a los donantes internacionales a ayudar a los gobiernos a recaudar esa cantidad.

La suma cubriría el apoyo financiero para que las familias envíen a sus hijos a la escuela, las clases de recuperación, la capacitación en materia de higiene y seguridad para los maestros, así como las campañas nacionales para alentar a los niños a volver a las aulas.

“Los más pobres y marginados como las niñas, los refugiados, los niños desplazados y los niños discapacitados deben ser la prioridad”, agregó la directora quien aseguró que si no se invierte lo suficiente estos niños podrían no volver nunca a la escuela.

“Los niños que actualmente no están en la escuela son nuestros futuros médicos, científicos, camioneros y fontaneros (…) Si 2020 fue el año en que se descubrió la vacuna, entonces 2021 debe ser el año para invertir en el futuro de los niños”, afirmó Ashing.

Matrimonio infantil, riesgo adicional para las niñas

Ilustraciones de Gusti Rosemffet.

No es fácil hablar de matrimonio infantil que todavía instalado como una institución en varias culturas del mundo. Su discusión es siempre controversial en algunos países del mundo. No obstante desde las Naciones Unidas se ha trabajado desde hace varios años para combatir esta situación, dado que el matrimonio infantil y las uniones tempranas tienen relación con otras vulneraciones de derechos humanos de niñas y adolescentes como los embarazos a temprana edad, que significan riesgos para la salud y la vida, y la deserción escolar, con todo el impacto que esto conlleva en sus proyectos de vida.

Sin embargo, los avances logrados se podrían ver seriamente amenazados con la llegada de la pandemia, que no solo ha obligado a cerrar las escuelas, sino que también agudizó la crisis económica de millones de familias en el mundo. Un nuevo análisis de Save the Children estima que 500.000 niñas corren el riesgo de ser obligadas a contraer matrimonio infantil y que hasta un millón más queden embarazadas en 2020 como resultado de los impactos económicos de la pandemia.

El aumento se suma a las anteriores tasas estimadas de matrimonio infantil, que anticipaban que 12 millones de niñas serían obligadas a contraer matrimonio este año. Si bien este aumento representa una estimación conservadora, marca un aumento significativo en las tasas de matrimonio infantil, y un aumento esperado en los embarazos adolescentes, seguido de deserción escolar.

“El aumento revertirá 25 años de progreso, en los que las tasas de matrimonio infantil disminuyeron”, dice Inger Ashing, directora ejecutiva de Save the Children.

Fuente: https://www.semana.com/educacion/articulo/cuanto-valdria-escolarizar-a-los-ninos-mas-pobres-del-mundo/202154/
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Coronavirus: 12 momentos clave de la pandemia que cambió al mundo

Desde su descubrimiento en Wuhan hasta la esperanza de las vacunas

A poco más de un año, resumen de la pandemia de coronavirus en 12 momentos clave, desde el surgimiento en China de una enfermedad desconocida a finales de 2019 a la esperanza suscitada por las vacunas un año después.

El 31 de diciembre de 2019, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recibe información de la existencia de unos preocupantes casos de neumonía «de origen desconocido» en la ciudad china de Wuhan.

El 7 de enero de 2020, se identifica la causa: se trata de un nuevo virus de la familia de los coronavirus. Cuatro días después, Pekín anuncia el primer muerto oficial de una enfermedad que más tarde se llamará covid-19.

Wuhan, aislado del mundo

El 23 de enero, Wuhan queda aislado del mundo para intentar contener la epidemia. Varios países empiezan a repatriar a sus ciudadanos desde China.

El primer deceso oficial fuera de Asia se registra el 15 de febrero: un turista chino hospitalizado en Francia.

Pandemia

El 6 de marzo, la epidemia supera el umbral de los 100.000 casos en el mundo. El primer país europeo afectado, Italia, impone un confinamiento en el norte, que más tarde extiende al resto del territorio.

El 11 de marzo, la OMS califica a la covid-19 de pandemia. Los mercados bursátiles se hunden. Gobiernos y bancos centrales anuncian las primeras medidas masivas de apoyo a la economía.

Europa se atrinchera

El 16 de marzo, Alemania insta a su población a «quedarse en casa» y el Reino Unido a evitar todo «contacto social».

Un día después Francia entra en confinamiento. La Unión Europea anuncia el cierre de sus fronteras exteriores.

Aplazamiento de los Juegos Olímpicos

El 24 de marzo, los Juegos Olímpicos de Tokio de julio de 2020 son aplazados al año siguiente. 

Un día después, la ONU advierte que la pandemia «amenaza a toda la humanidad».

Media humanidad confinada

Por todo el mundo se decretan medidas de confinamiento. El 2 de abril, más de 3.900 millones de personas, es decir, la mitad de la humanidad, están obligadas o se les insta a confinarse, según un recuento de la AFP.

Se supera el umbral de un millón de casos de contagios de coronavirus.

Economía devastada

El 29 de abril, el constructor de aviones estadounidense Boeing elimina 16.000 puestos de trabajo. Numerosos sectores sufren las consecuencias de la pandemia y anuncian fuertes recortes de plantilla, desde el transporte aéreo a la fabricación de automóviles, pasando por el turismo o la gran distribución de productos de diversa índole.

La polémica hidroxicloroquina

Promovida por el profesor francés Didier Raoult y apoyada por el presidente estadounidense Donald Trump, la hidroxicloroquina es clasificada como un tratamiento ineficaz por un estudio internacional de gran alcance publicado el 22 de mayo.

Sin embargo, la publicación tiene errores y acaba siendo retirada. El 5 de junio, un ensayo británico también concluye que el producto es ineficaz.

Fuerte avance en América Latina

El 7 de junio, la pandemia supera los 400.000 muertos y avanza rápidamente en América Latina. Brasil se convierte en el segundo país con más víctimas mortales, detrás de Estados Unidos, mientras que su presidente, Jair Bolsonaro, resta importancia a la enfermedad, a la que tilda de «gripecita».

Él mismo acabará infectado, como Donald Trump, después del primer ministro británico, Boris Johnson.

Boicot a los tapabocas

El aumento de casos lleva a varios países europeos a imponer el uso de mascarilla en los transportes, las calles, las escuelas o las empresas. Al final del verano, se convocan manifestaciones antimascarillas en Berlín, Londres, París y Roma.

Segunda y tercera ola

El 28 de septiembre se supera el umbral del millón de muertos. En Europa, los contagios empiezan a dispararse de nuevo en octubre y varios países vuelven a decretar medidas de confinamiento y toques de queda.

Las medidas se aligeraron parcialmente con motivo de las fiestas de fin de año. Pero la aparición en Inglaterra de una variante más contagiosa obligó a Londres el 5 de enero a imponer de nuevo un confinamiento y al resto de Europa a endurecer las restricciones.

En medio de la agitación política por la victoria de Joe Biden en las elecciones presidenciales, puesta en duda por el mandatario saliente Donald Trump, Estados Unidos se hunde en una crisis sanitaria: el 5 de enero llega a 3.930 muertos en 24 horas. El país sigue siendo el más enlutado del mundo (más de 366.000 víctimas el 9 de enero).

La esperanza de las vacunas

El 9 de noviembre, el gigante farmacéutico estadounidense Pfizer, asociado al laboratorio alemán BioNTech, desvela los resultados positivos para su vacuna, justo cuando se superan los 50 millones de casos de covid-19 en el mundo.

Una semana después, la estadounidense Moderna realiza un anuncio similar.

Las campañas de vacunación comenzaron en diciembre en el Reino Unido, Rusia, Estados Unidos, Argentina y en la Unión Europea. China vacuna desde julio.

El 9 de enero, unos 50 países habían iniciado campañas de vacunación y se habían administrado más de 17 millones de dosis en todo el mundo, según un recuento de AFP basado en datos oficiales.

Fuente: AFP

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