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La deuda histórica con la infancia continúa

Por: Pablo Gutiérrez del Álamo

El 20 de Noviembre se conmemora el 30 aniversario de la Convención de los Derechos del la Infancia. Echamos un vistazo a algunos de los principales problemas que arrastran todavía en España.

El 20 de noviembre se celebra el 30 aniversario de la Convención de Derechos del Niño de 1989. Y hay cosas que todavía no han cambiado, o no lo han hecho lo suficiente, en relación a la situación de la infancia en España.

Este mismo año es el del centenario de Save the Children. Dentro de las actuaciones realizadas por la ONG cabe destacar un repaso histórico de la situación de la infancia con la mirada puesta en cuatro variables: pobreza, violencia, educación y migración.

Un trabajo en el que se desprende que, a pesar de los grandes avances, sobre todo desde el advenimiento de la democracia a partir del 78, niños y niñas siguen viviendo situaciones muy complicadas. Empezando por el hecho de que se trata del colectivo más frágil en tiempos de crisis. Y las administraciones públicas no han hecho nada sustancial para la mejora de su situación. Que más de un tercio de las personas menores de edad se encuentre en situación de riesgo de pobreza o en pobreza dice mucho de la sociedad en la que nos movemos y de la apuesta que se ha hecho para mejorar estos índices. No mucho, más allá de algunos parches.

El informe de la ONG lo apunta en sus primeras páginas. «Los niños y las niñas no son considerados un colectivo sujeto de políticas sociales específicas y que no tiene capacidad de voto». Por lo tanto, no tienen voz.

Algo similar a lo que expresaban cuatro jóvenes en la presentación de Unicef de su Barómetro de opinión de infancia y adolescencia 2019. Dos chicas y dos chicos intervinieron en la presentación y fueron claros, ellos no les interesan a los políticos porque no tienen derecho a voto. Damián, un joven de 17 años de Fuerteventura explicaba la situación claramente: «No nos afecta la política. Está enfocada a quienes pueden votar». Entre las soluciones que planteaban, como decía Coral, joven de 17 de Avilés, «que se dé más voz a los jóvenes. Tenemos una visión diferente de la realidad. Pero somos ciudadanos, somos el futuro».

Educación

El sistema educativo tiene graves problemas. Los dos más importantes son las cifras de abandono escolar temprano y de fracaso escolar y la segregación que, en los últimos tiempos, está ganando cada vez más notoriedad.

Desde Save the Children han publicado algunos informes sobre la segregación escolar por motivos socioeconómicos en los últimos meses. Habría que cambiar al 30% del alumnado para evitar concentraciones de chicas y chicos en situaciones complejas para evitar guetos, al mismo tiempo que se genera una mayor heterogeneidad en los centros educativos.

Un porcentaje, el del 30, que es el mismo de aquellos que se encuentran en situación de riesgo de pobreza o en pobreza. También coincide con las cifras de abandono temprano de antes de la crisis.

Independientemente de datos y retos que ha de asumir el sistema educativo en este sentido, aunque no solo, los chavales que han participado en el estudio de Unicef entienden que la educación debe asumir otras transformaciones relacionados con cambios metodológicos que hagan más atractivos los estudios, más cercanos a su realidad y sus intereses.

El barómetro de Unicef resalta el salto de la educación primaria a la secundaria y el paso al instituto desde el entorno más cuidador del colegio. Preguntados por la valoración que hacen de los centros educativos, en 5º y 6º de primaria, el alumnado puntúa, en un 60% de los casos, entre un 9 y un 10 (en una escala de 10) su confianza en los centros. En primero de la ESO ese porcentaje cae por debajo del 35% y así sigue hasta 4º, curso en el que no llega siquiera al 20%. En 1º y 2º de Bachillerato las cifras mejoran un poco, pero no llegan en ningún caso hasta el 35%.

A esta falta de respaldo por parte de los «usuarios» del sistema se junta el impacto negativo que las políticas de austeridad han tenido durante los años de la crisis. Aumento de las ratios en las aulas, disminución de becas y ayudas y, sobre todo, de medidas de compensación educativa, según Save the Children. En su informe es tajante: «Las trayectorias formativas dependen en gran medida del origen socioeconómico del que provengan (los alumnos). (…) La equidad educativa aún queda lejos».

De esta manera, recoge, «a igualdad de rendimiento en PISA, un niño de familia de bajo nivel socioeconómico repite curso seis veces más que uno de alto nivel». Y la repetición viene a juntarse con otros factores que castigan injustificadamente a chicas y chicos, por ejemplo, los itinerarios formativos en la educación obligatoria que, según afirma Save the Children «afectan negativamente a las oportunidades del alumno en desventaja».

Violencia

La violencia que viven niñas, niños y adolescentes es uno de los elementos menos conocidos, entre otras cosas porque no hay datos muy claros sobre cuánta y cómo la sufren. Ejemplo perfecto es el del acoso escolar, del que no existen datos actualizados. Véase la falta de convocatoria del Observatorio de la Convivencia del Ministerio de Educación, que desde 2011 no se ha vuelto a reunir Save the Children

No existen datos sobre cuántos niños o niñas lo sufren ni cuáles son las causas. Se intuyen, pero no se conocen. Este es el nivel de importancia que le damos a los problemas de la infancia. Tanto es así que el último estudio realizado por el CIS relacionado exclusivamente con estas edades, “Actitudes y opiniones sobre la infancia, es de 2005.

Una de las preguntas que se realizaba entonces era “¿Cuáles son los problemas de la infancia en España?”. Los malos tratos, el acoso escolar o el fracaso estaban entre los que menos se mencionaban, 2,5%, 3,2% y 1,7% respectivamente. La pobreza ni siquiera se mencionaba entre ellos y en aquel año era superior al 20% la cantidad de menores que se encontraban bajo el umbral de la pobreza o en riesgo de estarlo.

Según el informe de Save the Children, la violencia que sufre la infancia es prácticamente invisible. De hecho, destaca que no fue hasta 1987 cuando se prohibió el uso del castigo físico en las escuelas y en 2007, “dieciocho años después d ella ratificación en España de la Convención de Derechos del Niño y tras numerosas peticiones del Consejo de Europa y del Comité de Derechos del Niño, cuando se prohíbe el castigo físico en el hogar”. Según los datos del CIS de 2005 el 59,9% de las personas encuestadas estaba muy de acuerdo con la afirmación de que “un cachete a tiempo evita males mayores”.

No son pocos los estudios que la propia ONG ha publicado en los últimos años. Una de las medidas principales es la aprobación de una Ley estatal que intente proteger a niñas y niños de las diferentes formas de violencia que existen. A pesar de haber suscitado el beneplácito de los partidos políticos, la situación de interinidad en la que se encuentra el Ejecutivo desde hace demasiado tiempo a dejado el proyecto en una lenta espera que todavía no tiene visos de aclararse.

Por no hablar del tabú del abuso sexual, otra realidad escondida tras capas y capas de negación. Tanto que desde 1994 no se ha hecho ninguna encuesta oficial sobre violencia sexual sufrida por la adolescencia y la infancia, según Save the Children.

A pesar de la recomendación de la ONG para que la educación afectivo-sexual entre en las aulas como uno de los mejores antídotos para evitar este tipo de situaciones, continúa siendo polémico el traslado a los centros, a pesar incluso de que, según la encuesta del CIS comentada más arriba, el 68,5% de los encuestados cree que la infancia entre los 5 y los 12 años debería recibir educación sexual. Bien es cierto que de este porcentaje, el 84,3% cree que debería ser por parte de la familia mientras que es el 63,4% el que opina que debería ser por parte del profesorado.

Una educación afectivo-sexual en la que también entrase cuestiones relacionadas con las diferencias de género y la violencia machista, uno de los temas que más preocupa a los jóvenes participantes en el Barómetro de Unicef. De hecho, es el tema que más les preocupa hoy por hoy.


Qué preocupa a la infancia y la adolescencia

Unicef hizo público ayer un barómetro en el que ha recogido la opinión de niñas, niños y adolescentes mediante cuatro grupos de discusión en diferentes partes del país. Se ha realizado con una encuesta en 133 centros educativos y han participado 8.598 personas de entre 11 y 18 años.

Entre los temas que más les preocupan se encuentran las desigualdades de géero, el machismo y la violencia machista; el terrorismo; el hambre y la pobreza en el mundo; el racismo; las desigualdades económicas, el descenso de la calidad de la sanidad, o el deterioro del medio ambiente y el cambio climático.

Casiel 60% cree que la situación económica y política estatal es mala o muy mala y creen que a los políticos (en algo más del 80%) solo les interesa el dineto. Algo menos del 20% creen que son de fiar.

Entre las instituciones que les ofrecen más confianza se encuentras las y los científicos, los centros educativos, las oenegés y los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado. Al final de la lista están los partidos y los políticos, el Gobierno del Estado y los sindicatos. También los representantes religiosos o el rey.

Fuente: https://eldiariodelaeducacion.com/blog/2019/11/20/la-deuda-historica-con-la-infancia-continua/

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Un presupuesto público sin una apuesta hacia la materialización del Derecho a la Educación

Por: Fidel Ibarra López

La realidad financiera está poniendo los pies en la tierra al presidente. Una realidad para nada sencilla: De acuerdo con el Secretario de Hacienda, Arturo Herrera, después de cubrir los compromisos que por ley se deben de cubrir -el presupuesto para los Estados; el pago de intereses de la deuda[1]; las pensiones; los órganos autónomos; y las Empresas del Estado- resta solamente el 18% del total de presupuesto para repartirse entre las diversas Secretarías. Y de ese 18%, la prioridad se sitúa -siguiendo al Secretario de Hacienda Arturo Herrera- en tres temas: a) En los Programas de Bienestar; b) La Seguridad; y c) En el rescate de PEMEX. En esta perspectiva, la educación es prioritaria en cuanto a los programas sociales. Es ahí donde se pone el acento.

Agrego un punto adicional: con este presupuesto que se está presentado por parte del gobierno federal, se avanzará muy poco -o casi nada- en uno de los compromisos más importantes del presidente López Obrador en materia educativa. Me refiero al compromiso de hacer efectivo el derecho a la educación en México. Un tema toral en la política educativa de este gobierno.

De acuerdo con el presupuesto público planteado para el 2020, el gasto público para educación representa un monto de 807 mil 305 millones de pesos. Lo cual se traduce en un 0.5% de crecimiento, en términos reales respecto al gasto público del 2019.[2] Este nivel de gasto público ha sido motivo de crítica en dos sentidos. En primer lugar, se tiene la parte de los recortes en áreas importantes como el caso de “la formación normalista, las escuelas de tiempo completo, la formación continua de docentes y la oferta de modalidades de servicios educativos, como Prepa en Línea y Escuelas de Tiempo Completo”.[3] Y, en segundo lugar, la crítica referente a que este presupuesto no contiene una reestructuración del gasto.

Revisemos el primer punto. En este aspecto, la crítica se perfila en el marco de la contradicción, puesto que se establecen recortes en rubros que se habían fijado como prioritarios en el discurso institucional, como el caso de la formación continua de los docentes y el fortalecimiento de las escuelas normales. Y en el segundo punto, la crítica es más técnica -y por ende más fina-, porque se afirma que la propuesta de gasto público para educación si bien presenta un incremento -aunque poco significativo- con respecto al 2019, tal incremento no viene acompañado de una reestructuración del gasto, debido a que el 98% del presupuesto estaría destinado a gasto corriente; 1.9% a la adquisición de bienes inmuebles (gasto de capital diferente de obra pública); 0.1% a la construcción de obra pública; y 0.02% a gasto corriente por concepto de gastos indirectos de programas de subsidios.[4]

Si se revisan los 12 rubros en los que se subdivide el presupuesto para educación, solamente en 5 se presentan incrementos presupuestarios con respecto al 2019. Y estos rubros son los siguientes: Deporte y Recreación (55.8%); Educación Media Superior[5] (6.2); Investigación Científica (3.4%); Otros Servicios Educativos (7.9%); y Educación Superior (1.3%). En el caso de la EMS, el 25.4% del total del presupuesto lo concentra los recursos para la Beca Universal para los Estudiantes de Educación Media Superior Benito Juárez; y con respecto a la Educación Superior, el 5.8% de los recursos del total del presupuesto lo representa la Beca Jóvenes Escribiendo el Futuro.[6] En contraparte, se reducen los recursos para la Educación Básica (-1.4%); el Desarrollo Tecnológico (-55%); Posgrado (-0.9%); Cultura (-10.8%); y Educación para los Adultos (-0.1%).[7]

Los números anteriores trastocan, en efecto, el discurso institucional que se había planteado a propósito de la reforma educativa que se aprobó en mayo pasado. Y lo sitúa en el plano de la contradicción: se adujo que se iba a realizar A y se terminó planteando B. No obstante, el tema es más de fondo, porque la reforma educativa Obradorista contiene obligaciones para el gobierno federal, como el caso de la infraestructura -al ampliarse la obligatoriedad de la educación hasta universidad-. Lo cual significa entonces, que no es solamente un asunto de discurso, sino de obligaciones que no se podrán cubrir si solamente se destina el 0.1% a la construcción de obra pública.

El problema es que, si no se invierten las prioridades, al final de este sexenio se tendrá a una población -de escasos recursos- con apoyos importantes a través de los Programas Sociales; pero la realidad educativa habrá cambiado muy poco si no se le apuesta a la creación de infraestructura. La materialización del derecho a la educación quedará nuevamente en el tintero. Y los programas sociales pueden echarse abajo si no repite Morena en el poder.

Así, si este gobierno no avanza en cuanto a la materialización del derecho a la educación en México, significará entonces una deuda muy importante para un gobierno que se comprometió a transformar la realidad educativa de este país.

Termino con lo siguiente: en cierta forma, la agenda educativa representa un ejemplo claro de lo que ocurre con otras agendas en el gobierno federal: la apuesta fue muy alta -desmesurada, podríamos decir- con un proyecto como el de la 4T. Los resultados no están correspondiéndose con el compromiso asumido.

Sería bueno que se empezara a cuidar el discurso y a moderar las expectativas. Entre los críticos se están exponiendo las contradicciones de este gobierno; pero en la sociedad se puede generar desesperanza. Y si se mina este último elemento, el proyecto de gobierno se puede dinamitar en su conjunto.

Desde esta perspectiva, el discurso se debe situar en un “sentar las bases” para la transformación de la realidad económica, social, política y educativa de México. Una transformación de fondo, como la plantea el presidente es materialmente imposible en un sexenio. Lleva tiempo y requiere de varias generaciones.

Por lo tanto, el sentar las bases puede ser el legado histórico de López Obrador. Ubicarlo más allá de eso, puede ser hasta contraproducente para la gestión diaria del ejercicio de gobierno. Y la agenda educativa es un ejemplo de ello.

*Investigador Titular del Centro de Investigación e Innovación Educativa del Sistema Educativo Valladolid (CIINSEV).                                                                                                                                                                                                                      

[1] La deuda es uno de los rubros de mayor riesgo para las finanzas públicas del gobierno federal. Representa más del 40% del PIB. Y es una de las herencias más lastimosas del Peñanietismo.

[2] Martínez Vargas, Thamara; (2019), “Gasto Educativo en el PPEF 2020”, CIEP, 7 de octubre. Recuperado de: https://ciep.mx/gasto-educativo-en-el-ppef-2020-impacto-de-la-reforma-educativa-de-2019/

[3] Alonso Ruiz, Rogelio Javier; (2019), “El presupuesto educativo: el desafío a los discursos y a las leyes”, Educación Futura, 5 de noviembre. Recuperado de: http://www.educacionfutura.org/el-presupuesto-educativo-el-desafio-a-los-discursos-y-a-las-leyes/

[4] Martínez Vargas, Thamara; Op. Cit., p. 3.

[5] Hay aumento presupuestario en este nivel educativo; pero se recortan recursos en la modalidad de la Preparatoria en línea, como se apunta líneas arriba.

[6] Ibid., p. 4.

[7] Ibid., p. 5.

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España: Cataluña suspende en recursos para las escuelas desfavorecidas

Europa/España/14 Noviembre 2019/La razón

El 17% de los colegios catalanes y el 16% de los institutos son considerados centros de máxima complejidad

Después de Madrid, Cataluña es la Comunidad Autónoma con más segregación económica entre escuelas. El 16% de los centros de secundaria y 17% de los centros de infantil y primaria son centros de alta complejidad, es decir, colegios socialmente desfavorecidos donde se concentran muchos hijos de familias sin recursos. Al margen de acciones puntuales, los centros de máxima complejidad no reciben recursos suficientes ni cuentan con una política 360º, lo que dificulta la cohesión social y condiciona los resultados académicos.

El resultado de no tener una política global de atención a los centros desfavorecidos se traduce en un obstáculo para que el sistema educativo catalán alcance calidad y equidad. Por poner un ejemplo, el abandono escolar en Cataluña roza el 17%, casi siete puntos más que la media de la Unión Europea. Pero esta cifra se dispara hasta el 34% cuando se habla de alumnos extranjeros o hijos de familias con un bajo nivel educativo. Muchos de estos chicos estudian en centros de alta complejidad, que se concentran en la red pública. El 91% de los centros de infantil y primaria, y el 85% de los centros de secundaria de alta complejidad son públicos.

La falta de heterogeneidad social en las escuelas limita las oportunidades de los alumnos. Según datos del Consejo Superior de Evaluación del Sistema Educativo, referentes al curso 2018-2019, el 25% de los alumnos de los centros de alta complejidad obtiene un nivel bajo en las pruebas de competencias de catalán, mientras que en los centros de baja complejidad, los estudiantes que no alcanzan las competencias en catalán son sólo un 6%. En cambio, en estos centros, el 44 % obtiene un nivel alto, mientras que en los centros de máxima complejidad sólo el 18 % logra esta cualificación.

La Fundación Jaume Bofill, el «think tank» que promueve estudios y debates para transformar la educación en Cataluña, si bien admite que la existencia de centros de máxima complejidad está relacionada con el fenómeno de la segregación escolar, alerta de que este problema no se solucionará sólo con la lucha contra la segregación escolar, en el centro del pacto que hace ocho meses firmaron las administraciones.

Con la intención de generar debate y respuestas, ayer, en el Círculo de Economía, en el marco del ciclo «La Educación en Cataluña: las apuestas necesarias», la Fundación Jaume Bofill presentó un estudio que analiza las políticas adecuadas para que los centros de máxima complejidad sean espacios de oportunidades educativas reales.

Xavier Bonal, director del grupo de investigación Globalización, Educación y Políticas Sociales (GEPS) de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y Albert Espinosa, director de la Escola Drassanes, un centro de alta complejidad de Barcelona, proponen medidas para dotar de oportunidades educativas a estos centros. Por ejemplo, poner fin a la asignación de recursos lineales y financiar los centros en función de su nivel de complejidad. Crear zonas de atención educativa preferente, es decir, plantear una reorganización territorial de la política educativa que permita articular la acción de apoyo a los territorios más desfavorecidos y no sólo a los centros de alta complejidad. Introducir sistemas de acceso del profesorados y de acceso a la dirección de centros en zonas de elevada complejidad social que incentiven la realización de proyectos de intervención a largo plazo y adaptado a cada contexto. En países donde se han ensayado propuestas similares, Reino Unido, Francia y Portugal, ha funcionado.

Para dar oportunidades a centros desfavorecidos han funcionado estrategias con un enfoque territorial y en las que se implica a toda la comunidad. Una muestra son las “Education Action Zones” o el programa “Excellence in Cities”, en el Reino Unido, que a finales de los 90 y a través de alianzas público-privadas, lograron aumentar los resultados de aprendizaje y diversificar la oferta educativa. En Portugal, funcionan los “Territorios Educativos de Intervención Prioritaria”, como medida de discriminación positiva en territorios con graves dificultades socioeconómicas. Y Francia, en 2006, puso en marcha las “Réseaux Ambition Réussite”, que aglutinan los centros conmayores dificultades y los proveen de financiación y profesorado complementario.

Fuente: https://www.larazon.es/cataluna/20191112/tt7bxe57lvdjfh7smctmohshoi.html

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Joker, o sobre la educación inclusiva

Por: Pluma Invitada

A unas semanas del estreno de la película Joker (Guasón), resulta relevante analizar al protagonista del filme desde una visión más socioeducativa que esteta. Desde esta óptica, la cinta revela grandes problemáticas de las sociedades globales en la actualidad: individualismo, competencia malsana, materialismo, racismo y exclusión a la diversidad. La educación, en específico la institución llamada escuela, ha preservado a lo largo de su historia como principal encomienda la formación de individuos con capacidades para incorporarse al mercado laboral, con lo cual se potencialice el desarrollo económico de las Naciones, relegando en muchos aspectos la necesidad de Bildung (entendida desde el pensamiento de Humboldt) en estas nuevas generaciones.

Estas carencias de la escuela se perciben en Gótica, ciudad con tanto y tan poco como otra cualquiera, en la que los problemas y necesidades son el cotidiano de sus habitantes y la reproducción bourdieuana de la escolarización que prima en sus generaciones. Se evidencia que esta institución ha normalizado y mal empleado el término competencia en el argot escolar al grado de ser una búsqueda constante por los actores y tomadores de decisiones en educación, con fines de diferenciación social: entre más competente, mejores condiciones de vida. Joker puede —y en lo personal pienso que debiera— entenderse como la respuesta a las endebles aspiraciones formativas que la escuela pacta con los estudiantes (puesto que la responsabilidad es compartida), a la estandarización de planes y programas de estudio, así como de modelos educativos en los que subyacen procesos homogéneos de transmisión de la cultura (aludiendo a Durkheim y su definición de educación).

Ante estos retos, los sistemas educativos de la Región han buscado afanosamente resarcir el pendiente de la aceptación del otro como mecanismo de desarrollo socioeducativo. Un caso particular es el Sistema Educativo Mexicano (SEM) que presenta un nodo histórico relacionado con la atención a la diversidad y la no discriminación, cuya génesis se remonta a la mitad del siglo XIX con la creación de la Escuela Nacional para Sordos; en 1993 se constituye como nivel educativo denominado educación especial; y que en los últimos años (2015 a la fecha) ha evolucionado a educación inclusiva, conceptos que lastimoasamente se han considerado símiles en su definición como en sus alcances y población objetivo.

A guisa de precisión conceptual, defino la educación especial como el modelo pedagógico que permite, a la escuela y a sus principales actores, dar respuesta a las características, estilos y necesidades de los alumnos con discapacidad, trastorno, síndrome o aptitudes sobresalientes (en esencia, a la población con NEE), permitiendo su desarrollo académico y social por encima de las deficiencias o potencialidades físicas, genéticas o del Sistema Nervioso Central  que posean. Por otro lado, la educación inclusiva es aquel modelo educativo que vela por el derecho a una educación equitativa y de calidad para todos los individuos —con o sin Necesidades Educativas Especiales (NEE) o Barreras para el Aprendizaje y la Participación (BAP)— con apego a los preceptos de la justicia social. En otras palabras, y aunque a ambas las define su carácter de modelos formativos, los propósitos diferencian y realzan la importancia de estos agentes dentro del campo educativo, aunque la realidad operativa deje mucho que desear (cfr. Acuña Gamboa, Mérida Martínez y Villaseñor Rodríguez, 2016; Cigarroa de Aquino, Rojas Wiesner, Evangelista García y Saldívar Moreno, 2016; Laparra Méndez, 2017).

Pero, ¿qué relación guarda el Joker con la educación inclusiva? Si bien Slavoj Zizek asevera que el filme expone la indiferencia gubernamental, las ya marcadas asimetrías en el poder económico, cultural y simbólico, y el deseo disidente por reivindicar el lugar del pueblo sobre el Estado; en definitiva, el hartazgo social por los regímenes actuales (Hernández Melendez, 07/10/2019), es en el desenlace del personaje donde se observa la incapacidad que dichos Estados tiene para proponer más y mejores ejes de intervención política en y para sus Sistemas Educativos, con énfasis en la atención de los grupos en situación de riesgo; en la opacidad profesional de los docentes y directivos escolares por dar respuestas certeras a sus estudiantes y sus múltiples intereses; en la recalcitrante postura de las sociedades por enaltecer el tener más que el ser; en resumen, la carencia de una educación con sustento en la equidad y el respeto a la diversidad como común denominador de todos los procesos formativos institucionalizados; aquí es donde la educación inclusiva entra en juego en la medida que busca el desarrollo de habilidades sociales y educativas en los estudiantes para la plena aceptación de esta diversidad, donde el o la alumna con NEE o BAP es y se define en la relación con los que vive y convive en el día a día, y viceversa.

Para lograr estas empresas, se precisan como bien lo asevera Emiliano Rodríguez, maestros —a lo que añado tomadores de decisiones, directivos, padres de familia y ciudadanos en general— que quieran ser personas dispuestas a comprender y divulgar que la educación es más que una competencia por ser el mejor de la clase o en el ámbito laboral; a resarcir las ideas de homogeneización e individualización social por la colectividad y el interés por el otro; a visualizar en las diferencias áreas de oportunidad personales y grupales; así como la necesaria reestructuración de espacios sociales más justos y equitativos. Sin duda, el Joker es la expresión cinematográfica de un grito apagado de los grupos en situación de riesgo, grupos a los que el SEM, en específico, ha olvidado y relegado de las áreas prioritarias de la educación nacional. No basta con enunciar modelos pedagógicos para la atención a las NEE y BAP, se precisa que estos se implementen en la realidad educativa de los estudiantes, y que los actores clave en la educación tomen la batuta ante los nuevos desafíos que signfica la formación de las nuevas generaciones; o por el contrario, ¿esperamos que sigan apareciendo nuevos Jokers como respuesta a la ignorancia e intransigencia colectiva?

REFERENCIAS

Acuña Gamboa, L. A., Mérida Martínez, Y. y Villaseñor Rodríguez, A. D. (2016). Trastorno del Espectro Autista e Inclusión Educativa en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas: ¿reto posible para la USAER? Revista Nacional e Internacional de Educación Inclusiva, 9 (1), pp. 278-291.

Cigarroa de Aquino, R. I., Rojas Wiesner, M. L., Evangelista García, A. A. y Saldívar Moreno, A. (2016). Educación inclusiva y niñez migrante: barreras a la educación de niñez de origen centroamericano en escuelas de Tapachula, Chiapas (México). Revista de Investigación en Educación, 1 (14), pp. 85-104.

Hernández Melendez, J. C. (07/10/2019). ¿Por qué sentimos empatía por el Joker? El Tiempo Blogs. Recuperado de http://blogs.eltiempo.com/masalladelcine/2019/10/07/sentimos-empatia-joker/

Laparra, Méndez, S. A. (2017). Formación docente para el medio indígena: interculturalización o inclusión. Revista Electrónica de Investigación e Innovación Educativa, 2 (3), pp. 26-35.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/joker-o-sobre-la-educacion-inclusiva/

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Colombia: «De la calidad educativa se debe hablar con evidencia», asegura la directora del Icfes

América del sur/Colombia/14 Noviembre 2019/Semana 

Este jueves y viernes el Icfes liderará el ‘10.° Seminario internacional de investigación sobre la calidad de la educación’. Este año el tema principal será la educación superior, aspecto coyuntural teniendo en cuenta las pocas instituciones educativas que cuentan con acreditación de alta calidad.

Por décimo año consecutivo el Instituto Colombiano para la Evaluación en la Educación (Icfes) liderará el ‘Seminario internacional de investigación sobre la calidad de la educación‘, que este año tendrá como eje central la educación superior, aspecto coyuntural en el país teniendo en cuenta que de 304 instituciones de educación superior, solo 53 cuentan con acreditación de alta calidad.

De acuerdo con la directora del Icfes, María Figueroa, el objetivo del encuentro, que se desarrollará durante este jueves y viernes, es aportar a la construcción de políticas públicas desde investigaciones que den el soporte técnico para tomar decisiones, principalmente en los temas de calidad edicativa y deserción estudiantil.

«Lo que buscamos con el Seminario es que investigadores y académicos compartan experiencias sobre investigaciones que han impactado las políticas públicas. Lo que queremos es hablar de calidad de la educación superior, con evidencia, tal y como debe ocurrir esta discusión. Ver qué nos dicen los datos, ver cuáles son las mejores prácticas, compartir experiencias, ese el valor agregado del Seminario», señaló Figueroa.

En ese sentido, la funcionaria destacó que este será el escenario ideal para conocer investigaciones relacionadas con temas como: el panorama de la región en términos de educación terciaria, el valor agregado de las universidades y la  importancia de la información para elegir carrera.

«Podremos hablar con los expertos sobre la importancia de la calidad pero también sobre aspectos que deben tener en cuenta para a la hora de escoger carrera, se hablará sobre esas carreras que les van a dar más oportunidades en un futuro. También habrá conferencias sobre el valor agregado de la universidad y también en relación a la deserción y cómo se está manejando esa oferta y demanda de carreras, lo cual influyen en que los estudiantes no terminen sus estudios o cambien su elección», agregó Figueroa.

 

Las conferencias destacadas

Entre los expertos nacionales e internacionales que harán parte del grupo de conferencistas se destaca la presencia de María Marta Ferreyra, funcionaria del Banco Mundial, quien dictará la conferencia ‘El lado de la oferta y la demanda de la educación superior‘ y Andresse St. Rose, del Centro de Educación Colaborativa en Estados Unidos, quien intervendrá con la conferencia ‘¿Por qué tan pocas? Mujeres en Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas‘.

También se resalta el conversatorio ‘Elección desinformada de carreras y universidades: evidencia de una encuesta y registros administrativos‘, que estará a cargo de el investigador de la Universidad de Princeton, Christopher Neilson; mientras que David Forero, investigador en calidad educativa de Fedesarrollo, presentará la conferencia ‘Los 10 pasos para que Colombia sea la más educada‘.

Durante los dos días, las conferencias se desarrollarán desde las 8 de la mañana hasta las 5 de la tarde y serán transmitidas vía streaming. Puede consultar la agenda del evento aquí.

Fuente: https://www.semana.com/educacion/articulo/seminario-internacional-de-investigacion-sobre-calidad-de-la-educacion/639290

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Manosear niñas (no) es delito (en El Salvador)

Centroamérica/El salvador/14 Noviembre 2019/El país

En un país en el que una de cada diez denuncias de abusos a menores llegan a condena, la Cámara Penal no aceptó como delito el tocar la vulva de una niña de diez años sobre su ropa

En los últimos años, El Salvador ha sido un país conforme. Y no porque todo vaya bien. Al contrario: conforme porque, cuando todo va mal, en la debacle queda poco por hacer. Tras la guerra civil, ha ganado varias veces el triste podio del más homicida del continente. Es un país de apenas 6,5 millones de habitantes que permite que, en promedio, dos mujeres mueran a manos de sus parejas cada mes, y que hace oído sordo a las estadísticas que hablan de 12 denuncias por delitos sexuales cada día. Pero en la última semana, ese país conforme y derrotado por la violencia no aceptó un hecho: no aceptó que una Cámara Penal concluyera que tocar la vulva de una niña de diez años, sobre la ropa, no es delito.

Para quienes nacimos después de los Acuerdos de Paz de 1992, la protesta en las calles no ha sido una opción real para mostrar descontento ciudadano. Al menos no generacionalmente. Crecimos con madres listando muertos y recordando el ruido de las balas de la década de los ochenta, cuando miles de salvadoreños salían a protestar contra la represión estatal.

Con traumas de la guerra aún no resueltos, los nacidos en la posguerra y en colonias obreras aprendimos a callar por otras cosas. Quienes nos enseñaron el silencio en las últimas décadas fueron las pandillas. Su orden está escrita en los pasajes y calles de un sinfín de comunidades que controlan: “Ver, oír y callar”, ha sido la premisa. Y en general, el mandato se ha acatado. Cuando las familias salvadoreñas hablan de los pandilleros, no se les nombra así. Se habla de “los muchachos”. Cuando alguien dentro de una comunidad se atreve a contar la última extorsión o la última paliza que los muchachos han propinado, lo dice “quedito”, en susurro. El miedo convierte la queja en murmullos y silencio. En El Salvador, una marcha en contra de los asesinatos cometidos por la Mara Salvatrucha 13 o por el Barrio 18 sería impensable. Se ha aprendido que nombrar el descontento puede costar la vida.

La semana pasada, el silencio generalizado ante la violencia se rompió. Y empezó a resquebrajarse por la grieta de los abusos sexuales. En los juzgados salvadoreños, solo una de cada diez denuncias de abusos a menores llegan a condena. El 90% de los abusos denunciados quedan en la impunidad. Pero el lunes 4 de noviembre, cientos salieron a las calles con una consigna: “tocar a una niña sí es delito”.

Este hervidero de gente enojada en la calle empezó a prender en febrero, cuando Eduardo Escalante, un magistrado del Órgano Judicial, llegó en su carro a una colonia obrera y, según la acusación fiscal, tocó la vulva de una niña de diez años que jugaba con su vecino alrededor de un árbol. El hombre huyó a pie cuando familiares de la niña lo increparon, pero dejó su carro en el lugar. Así lograron identificarlo. Se le acusó de agresión sexual a menor, un delito castigado con una pena de ocho  a 12 años de cárcel. Pero la Cámara que conoce el caso, conformada por dos magistrados, concluyó la semana pasada que la conducta de la que se acusa al abogado es, a lo mucho, una falta que conlleva una multa de diez a treinta días de salario.

La resolución cayó como agua hirviendo sobre gente que acostumbra a apartarse de los problemas ajenos. Quemó. Y muchos en el país centroamericano, que acepta con normalidad la violencia en sus máximas expresiones, se hartaron. Una mujer dueña de 25 taxis, mandó a todos sus conductores a escribir “Tocar niñas sí es delito” en los parabrisas de cada uno de los carros. Las pancartas, repitiendo la misma consigna, se han visto por toda la ciudad. El presidente de la república ha hecho eco de la causa tuiteando al respecto. El movimiento feminista se ha asegurado de que el caso no se convierta en un signo del que intenten sacar rédito los políticos, a quienes negaron la palabra durante la protesta. Una movilización en defensa de las niñas y las mujeres empieza a despertar en una sociedad que por décadas ha callado.

En 1999, cuando Katya Miranda, una niña de nueve años fue violada y asesinada en un rancho familiar, no hubo una protesta que dijera a los agresores: aquí estamos y los estamos vigilando. Su caso se convirtió en un símbolo de la impunidad con la que en El Salvador se toca, se viola y se mata a las niñas. En 2013, cuando Ana Chicas, una joven de 18 años, fue asesinada por su expareja, no hubo nadie que saliera a defenderla ni siquiera por las calles de su polvoso cantón en Usulután, al oriente del país. En 2016, cuando Karen y Andrea, de 12 y 14 años, desaparecieron en Cojutepeque, no hubo ninguna movilización para buscarlas. Fuera de las organizaciones y los movimientos feministas, la violencia contra las mujeres ha sido, con suerte, algún hashtag en redes sociales.

El Triángulo Norte de Centroamérica es una región demasiado acostumbrada a la violencia. Nuestro termómetro para medir el fracaso o el éxito de políticas públicas que la combatan ha sido, por excelencia, la reducción de los números de asesinados cada día. Cuando se habla de violencia se piensa en pandillas, en enfrentamientos policiales, en cementerios clandestinos. Poco contamos a nuestras niñas y mujeres violadas, acosadas y humilladas.

Por ejemplo, la Cámara que conoce el caso del magistrado Escalante -según la resolución- no considera que tomar a una niña de diez años por los hombros y luego bajar la mano hacia sus genitales sea un hecho violento por sí mismo. No hubo balas, gritos, sangre, ni golpes de por medio. Solo una niña congelada. Y como el hecho sucedió de manera breve y sobre la ropa, los magistrados concluyeron que eso constituye un “tocamiento impúdico”. De acuerdo con la ley, ese tipo de tocamiento ocurre cuando alguien se aprovecha del “descuido” de una víctima que transita en un lugar público para tocarla. Pareciera que el mensaje es que son las niñas las que deben estar alerta, no distraerse, para que no aparezca un señor de traje y les toque la vulva.

La protesta que salió a las calles esta semana es una conquista pequeña para un país tolerante con el acoso, las agresiones y el abuso. Solo en 2018, la Policía recibió 4.304 denuncias de violencia sexual, y es un consenso que eso es apenas un subregistro de la realidad. Aunque la manifestación reciente en las calles abre la puerta grande a un movimiento social que reclama justicia para las mujeres, es una respuesta que llega tarde.

Ninguna marcha provocará que la niña de diez años vuelva a salir a jugar sin miedo, ninguna protesta devolverá a la vida a Katya Miranda, a Ana Elizabeth ni a Karen y Andrea. Pero ha sido reconfortante saber que, por un momento, esta sociedad que huele a podrido por los tantos cadáveres que esconde, pareció tener aún un sentido de justicia.

Fuente e imagen: https://elpais.com/internacional/2019/11/08/actualidad/1573236254_366551.html

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Debaten en Unesco sobre cualificaciones de educación superior

UNESCO/14 Noviembre 2019/Prensa Latina
La necesidad de un marco normativo internacional de cualificaciones de la educación superior centra hoy en esta capital los debates en la segunda jornada de la 40 sesión de la Conferencia General de la Unesco.
De acuerdo con la organización especializada de la ONU, más de un centenar de ministros de Educación de los cinco continentes están inscritos para una reunión que permitirá abordar un proyecto de Convención Mundial que dé respuesta al desafío.

Más de cinco millones de jóvenes estudian en el extranjero y la mitad de ellos lo hacen fuera de su región de origen, cifras que aumentarán previsiblemente en el futuro, lo cual demuestra la importancia del instrumento multilateral, precisó.

Antes del foro ministerial, la subdirectora general de la Unesco Stefania Giannini ofrecerá a la prensa detalles del encuentro y del proyecto, el cual debe aprobarse en el contexto de la 40 sesión, que se extenderá hasta el 27 de noviembre.

La jornada también incluye un debate de alto nivel sobre políticas generales, en el que, según la lista provisional de oradores, intervendrán el presidente de Serbia, Aleksandar Vucic, el viceprimer ministro de Uzbekistán, Aziz Abdukhakimov, y otras autoridades de África, Asia, Europa y el Caribe.

En la inauguración de la conferencia general la víspera, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, llamó a impulsar el multilateralismo ante los grandes desafíos de la comunidad internacional.

Guterres insistió en que solo mediante la cooperación internacional es posible enfrentar los riesgos de fractura en polos de poder económicos y geopolíticos, así como las crecientes desigualdades, la discriminación, el cambio climático y las brechas tecnológicas.

Por su parte, la directora general de la Unesco, Audrey Azoulay, afirmó que garantizar la educación es sentar las bases para una paz duradera en el planeta.

‘Hay que decirlo y repetirlo: la educación es la piedra angular de la paz; y de ella dependen todos los objetivos de la Agenda de Desarrollo Sostenible que hemos establecido para 2030’, subrayó.

Azoulay abogó por corregir las deficiencias y desigualdades que imperan en la enseñanza y construir los sistemas educativos del futuro, basados en la inclusión.

Fuente: https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=320509&SEO=debaten-en-unesco-sobre-cualificaciones-de-educacion-superior
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