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Entrevista: Jorge Galindo: «Nuestro tejido productivo no está a la altura del cambio educativo que se ha producido»

América del Sur/Colombia/09.01.2018/Autor y Fuente: http://valenciaplaza.com/

 

 Jorge Galindo reside en Bogotá donde acaba de fundar una pequeña consultoría. Desde allí escribe sus columnas semanales para El País o sus artículos para Jot Down, pero, sobre todo, ultima la tesis de su doctorado en la Universidad de Ginebra, de la que ha formado parte durante los últimos años. Máster en Políticas Públicas por la Erasmus University de Roterdam y la Central European University, estudia la economía política que explica las reformas estructurales. En resumen, trabaja para comprender e influir en las políticas públicas.

Nacido en València en 1985, Galindo es cofundador y miembro de Politikon. Desde 2010 ésta plataforma de jóvenes académicos y profesionales independientes promueve el debate en España desde su conocimiento de las ciencias sociales. Sus miembros colaboran en un buen número de medios y son la voz más habitual para conectar los dos lados de un muro invisible: el que separa la realidad social, política y económica de los millenials de la de sus padres.

El último de los libros publicados por Politikon (nueve autores, pero lo firma el colectivo) se titula precisamente así: El muro invisible. Las dificultades de ser joven en España. Galindo lo presenta junto a Kiko Llaneras –otro de los miembros– el próximo viernes en la Librería Bartleby. Aprovechamos su paso por València y sus días de encuentro familiar en el Cabanyal para hablar sobre las evidencias de este choque generacional, pero también sobre política, medios, València, inmigración y el reto por la igualdad. Para desdramatizar la percepción de edad sobre la entrevista, hemos optado por publicar las fotografías en blanco y negro.

Conflicto

-¿Podemos hablar de bandos?
-Bueno, no vamos a negar que es un conflicto. Podemos hablar de bandos.

-Entonces, una respuesta para ser leída por ambos bandos: ¿qué es el muro invisible?
El muro invisible es una metáfora facilona para explicar cuáles son las las diferencias que existen entre dos generaciones en términos de escenario de vida y riesgos a los que nos enfrentamos. El muro invisible es lo que separa los millenials de la generación anterior. Nosotros crecimos durante la burbuja crediticia y su posterior crisis. Partimos de la consciencia de que cada generación tiene sus retos y que para la anterior fueron todos aquellos derivados de construir una democracia a partir de un país que llevaba 40 años de dictadura. Para nosotros el reto está siendo enfrentarnos al muro invisibleque se ha creado. Para hacerlo no minusvaloramos el esfuerzo de esa generación anterior: construyeron un estado de bienestar, generaron un espacio de protección social, impulsaron una democracia de estándares europeos… fue un esfuerzo muy grande. Ahora bien, ese mundo ha generado una serie de consecuencias inesperadas. Las consecuencias son ese muro invisible y nuestro reto será solucionarlo.


-¿Por qué la generación parte de los nacidos en 1980?
-1980 es un buen punto de referencia, pero no tiene que ver con ese año; tiene que ver con la entrada de España en el sistema monetario único. Es decir, que partimos de la fecha de nacimiento de aquellos que se incorporaron al mercado laboral y/o universitario justo con esa situación, entre 1998 y 1999. España pasó a estar bajo las directrices del Banco Central Europeo. Como no hubo una armonización de la inflación a lo largo de toda Europa, y como nuestra inflación era más alta que la de Alemania, de repente la tasa de interés nominal provocó el cambio: bajo las directrices del BCE, el dinero rendía mucho más aquí que en Alemania. Eso provocó un flujo de crédito y la llegada de inversores a España y países beneficiados de esa situación, como Portugal o Irlanda. Y ese es el origen de la burbuja crediticia. Ese es el punto en el que los nacidos a principios de los 80 se están incorporando al mercado laboral y viven su llegada, su explosión y sus consecuencias.

«EL PROBLEMA PARA ESPAÑA NUNCA FUE TENER UN RÍO DE CRÉDITO. EL PROBLEMA FUE CÓMO LO UTILIZAMOS»

-¿Entonces el muro no tiene relación con la crisis?
-El muro ya estaba ahí, pero la crisis lo hizo evidente. La burbuja inmobiliaria fue una suspensión de la realidad por la cantidad de líquido disponible. España, hasta ese momento, jamás había tenido una tasa de paro tan baja y, aunque pasábamos por el ritual de la precariedad, había cierta facilidad para alcanzar el ‘me han hecho fijo’. Luego estalla la burbuja crediticia y el muro se hace visible para todos.

-Se cumplen 10 años del colapso. ¿Por qué estalló la burbuja crediticia?
-El problema, en realidad, en términos macroeconómicos, nunca fue tener un río de crédito. El problema es que cuando ese gran flujo llegó a España lo utilizamos como lo utilizamos. Y todavía hay discusiones sobre si está bien crear una moneda única, porque, en un área monetaria única, los modelos de producción son muy distintos. ¿Qué hicimos nosotros ante esa situación? Bueno, pues cuando llegó ese ingente caudal de crédito, cuando tuvimos esa excepcional oportunidad, nos lo gastamos en el sector inmobiliario y eso afectó de manera determinante a la entrada en el mercado laboral de toda una generación; la nuestra.

Expectativa

-¿Afectó a todos los millenials por igual?
-Para nada. Sobre todo afectó a los que tenían un coste de oportunidad mayor para seguir estudiando. Los tenemos en mente: chavales con 16 años que podían dejar de estudiar para ingresar dinero en casa. ¡Y los tenemos estereotipados en negativo! Les acusamos de que no eligieran bien, de que no siguieran estudiando. Lo que nadie tiene en cuenta, pero así lo demuestran los datos, es que la mayoría de chavales que tomaba esa opción lo hacía porque en su núcleo familiar había una necesidad perentoria de dinero.

-Y una parte de esa generación se encaminó sin saberlo hacia la desigualdad.
-Exacto. Fue una selección natural perversa, porque era la generación que en términos individuales y colectivos más necesitaba alcanzar la universidad. Pero no tomaron la decisión de manera aribitraria, sino a partir del sistema. La decisión buena era traer dinero a casa y generar más independencia económica. Para la familia y para ellos. Pero, claro, cuando explotó la burbuja, los que se quedaron fuera de juego fueron los que no deberían haberlo hecho. Los que más nos hubiera hecho falta que rompieran su barrera de generaciones anteriores, porque sus padres no fueron a la universidad, precisamente…

-Es decir, que el muro no es igual de alto para todos. ¿Lo será?
-El muro no es el mismo para todos. Porque una cosa es ser de tercera o segunda generación de personas con estudios superiores y otra muy distinta es ser el primero de la rama familiar que lo va a hacer. Porque no es la misma crisis la de aquellos que, cuando estalla la burbuja, pueden hacer un máster o marcharse a vivir y trabajar fuera, etcétera. Esto ha marcado un precedente determinante que muy difícilmente se resolverá. Y es muy cínico que todavía culpemos a los que se metían a la obra y se compraban un BMW… que les culpemos de haber elegido ‘por su cuenta’.

«CUANDO UNA CARRERA LABORAL NACE COMO LA DE NUESTROS JÓVENES, PRECARIA, TEMPORAL, ATRAVESADA POR LA CRISIS, LOS PRIMEROS 10 AÑOS DE COTIZACIÓN SON LA NADA MISMA»

-El Libro blanco del futuro de la juventud en Europa dice que la generación más joven, la que etiquetamos como millenials, puede ser la primera en la Historia que viva peor que sus padres. ¿Será así?
-Para una parte de nuestra generación, sí. La más desigualada vivirá peor. Pero, bueno, España nunca ha resuelto su problema de desigualdad y poder. Nuestras tasas de riesgo de pobreza no son las que deberían ser y tampoco lo fueron en época de bonanza. Nuestra red de seguridad no funciona bien y hay una parte de esa generación que, ante el desempleo, tiene riesgos muy profundos. Además, carece de una red de apoyo familiar y el nivel educativo es inferior, por lo que su esperanza de encontrar empleo es más baja. Por contra, sus padres vivieron en una situación de crecimiento económico y sostenido, en una sociedad del bienestar en la que confiar. La nueva generación de profesionales ya goza de esa perspectiva. Vive otra realidad.

-¿Qué cuestiones pesan en contra de esa generación?
-En España una parte importante de la cotización social depende de las cotizaciones a lo largo de tu vida. Cuando una carrera laboral nace como la de nuestros jóvenes, precaria, temporal, atravesada por la crisis, tus primeros 10 años de cotización son la nada misma. Eso va a pesar en tu vida, desde el desempleo a la jubilación. Por eso sabemos que hay gente que se va a quedar a un lado del muro y la crisis solo ha reforzado esa posibilidad.

Comunicación

-A nivel cultural, a partir de los medios de masas actuales, ¿no tienes la sensación de que vivimos la vida de nuestros padres?
-Hay una idea que comentamos entre amigos muy a menudo, que ponemos la tele y vemos La 1 de Televisión Española y flipamos. Pensamos, ¿pero qué es esto? ¿Quién ve esto? Pues parece que bastante gente, la verdad. Si no no se explican la mayoría de encuestas demoscópicas. Y digo La 1 como puedo decir Antena 3 o Telecinco Sé que la ponemos y pensamos, ¿dónde vive esta gente? ¿Qué es esto? Es cierto que hay una segmentación comunicativa generacional. Esto ha provocado que nosotros nos mantengamos en otros espacios comunicativos. Quizá, laSexta, de algún modo y hasta cierto punto, haya sabido recoger algo de esto. Pero hay una segmentación en la comunicación y se da la mano con la segmentación ideológica.

-¿Hemos sabido crear nuestros propios espacios comunicativos y de debate?
-Creo que hemos creado ciertos productos culturales y espacios de debate. Sí, creo que sí. Tenemos nuestros propios referentes y nuestro propio nombre, millenials. ¿Qué más queremos? [ríe]. Pero es cierto que la crisis ha coincidido con una crisis de identidad de las industrias culturales y de la producción mediática. La única fórmula para resolver esta situación pasa por tener una conciencia generacional. Si se tiene, es un arma poderosa para saber aprovecharla. Si no activamos esa conciencia generacional, será difícil encontrar productos culturales potentes que reconozcamos como propios.

-¿Hay más conciencia generacional en ese sentido en otros países?
-Creo que sí. Pero también hay algo más importante: en un país como Estados Unidos hay una mayor conciencia de reemplazo en el ámbito público y en el cultural. Aquí, no.

Fotos: KIKE TABERNER

Fotos: KIKE TABERNER

-También hay otro tipo de engranaje en la relación maestro-aprendiz. ¿En España, esa relación se pervirtió con la crisis? ¿Cuáles son las consecuencias?
-El aprendizaje, la transmisión de capital humano, nunca se ha llegado a producir de la manera más deseable en España. El ejemplo lo tenemos en esos anuncios virales: ‘buscamos chaval en prácticas, con cinco años de experiencia en lenguajes HTML, administración de servidores…’. Lo que usted busca no es un trabajador en prácticas; lo que usted quiere es un trabajador barato y, si puede ser, gratuito. Esto ya sucedía antes de la crisis y es fruto de dos cuestiones: la primera, la enorme diferencia en términos de protección social entre maestros y aprendices. Viven en dimensiones paralelas. Los aprendices son fuerza de trabajo barata y rotativa a partir de las políticas públicas. Se les concibe así y su barrera de entrada a la otra dimensión es enorme. La segunda cuestión es que nuestro mercado laboral genera un paro bestialmente alto. La famosa frase ‘tengo una cola de gente esperando para hacer lo que tú haces’ solo tiene un problema: que es cierta. Es lo que Marx llamaba ejercito de reserva. Pero en España no es propia de este momento de crisis, sino de todos los momentos. Incluso cuando ha habido bonanza, nunca el aprendiz se ha visto con la fuerza mínima para reclamar sus derechos: tiempo de aprendizaje, progreso dentro de la empresa y, a futuro, más salario. Ni se plantea esas opciones. Es un modo de proceder que afecta también a las condiciones de trabajo. Cuando esas dos cuestiones se combinan, se produce una dinámica que es en la que vivimos: a quien entra en el mercado laboral ya le parece más que suficiente con tener un puesto de trabajo. Por otro lado, el maestro no tiene intención de facilitar ninguna competición. Es una dinámica perversa y para revertirla haría falta cambiar mucho más que la legislación laboral…

Clases

«LOS DATOS NOS DICEN QUE NUESTROS JÓVENES ES MUCHO MÁS PROBABLE QUE NO VOTEN A QUE LO HAGAN POR UNA PERCEPCIÓN DE CLASE»

-La llegada de la democracia, de la educación universal y de la conversión a la ciudadanía europea anuló la idea de una lucha de clases en España. Ni se habla ni se piensa en ella. ¿Qué relación tiene con nuestro escenario político actual?
-Es un tema complejo porque, en democracia, es cierto  que la lucha de clases no ha estado nunca en el debate. También es verdad que la victoria del PSOE en el 82 tiene un componente de clase alto. Probablemente más implícito que explícito y más propio de sus líderes que de los patrones de voto. Por desgracia, todos los datos que tenemos de aquella época ni son buenos ni exhaustivos como para que podamos fijar la idea, pero da la sensación de que no hay tanta relación entre el voto de clase como en la Suecia de la posguerra con el partido socialdemocráta, por ejemplo. En España se dio la consolidación de un bipartidismo imperfecto o casi bipartidismo y eso hizo más difícil entender la competición electoral como una competición de clase. No hay solo dos clases en nuestras sociedades modernas, por eso las elecciones no nos ofrecían una visión de las clases a través del voto. El PSOE tampoco ha sido el mismo ejemplo de la socialdemocracia en la Europa de posguerra, porque no solo estaba la tradicional alianza entre clases obreras y medias; participaban entre sus militantes y votantes factores generacionales, territoriales… ¿Y cómo se ha trasladado eso a nuestra generación? Hay dos teorías enfrentadas: la del sociólogo Pau Marí-Klose y la del politólogo Pepe Fernández Albertos. Fernández Albertos dice que, a efectos prácticos, el voto a Podemos es un voto de clase en tanto en cuanto es el voto de los perdedores de la crisis. Por eso, interpreta que es un voto de clase. Pero el voto a Podemos ha cambiado mucho… tanto que no sé si Fernández Albertos mantendrá esta teoría. Cuando miramos el nivel educativo del votante de podemos, se difumina mucho. Cuando miramos el voto del antiguo cinturón rojo de Barcelona y ahora cinturón naranja, el nuevo voto a Ciudadanos, ese voto de supuesta clase se difumina muchísimo.

-En El muro invisible apuntáis a que, de manera creciente, joven es sinónimo de ‘no votante’. ¿Cómo se encaja eso en una hipotética lucha de clases?
-Es que los perdedores de la crisis de nuestra generación, en un sentido de probabilidad, es mucho más probable que no voten a que lo hagan por una percepción de clase. Es algo que no sabemos si se mantendrá, pero si combinas la idea de joven, con pocos recursos económicos, la probabilidad de que forme parte de la política con su voto es más baja. Cuesta más que se informe porque dedica muchas horas a otras cosas, minusvalora su voto porque cree que no tiene trascendencia y es víctima de dinámicas perversas que evitan que se active políticamente.

-¿Cuál puede ser la percepción de clase social para los millenials?
-No tenemos clara esa noción de pertenecer a una clase determinada, pero me explico: si estamos activados políticamente, tendemos a creer que somos de clase obrera. Es una dinámica muy divertida que se evidencia en Twitter y que supone una lucha de ideas en Podemos y Ciudadanos, que parecen pelearse por ser tener unos orígenes más obreros que el rival. Yo creo que si tienes Twitter, una carrera y un máster, empieza a pensar que a lo mejor no eres estrictamente clase obrera. En términos generacionales, no tenemos una noción clara sobre ello.

Política

-Una lectura sobre la distorsión sobre el sentido de clase o su instrumentalización puede tener que ver con el arrebatador auge de Marine Le Pen entre la clase obrera francesa o con la mixtura de voto para Ciudadanos en las últimas elecciones catalanas. ¿Qué lectura has extraído de ello?
-Ciudadanos, en términos duros estructurales de voto, puedes entenderlo como un partido de clase media alta, de clase acomodada. Si vamos al tópico, hasta la fecha, es algo así como el votante de cierto éxito profesional abogado, etcétera. Sin embargo, ahora mismo el cinturón rojo de Barcelona se ha convertido en un cinturón naranja. Tenemos mensajes muy cruzados sobre la intención de voto y los resultados son demasiado recientes para el análisis. Lo que ya es evidente es que el conflicto catalán ha supuesto una ventana de oportunidad para Ciudadanos y que Ciudadanos tenía que elegir si envolverse en una bandera o ser fiel al origen liberal de su partido. Ha escogido envolverse en una bandera, que es la española. Esa decisión tiene un precio: la incapacidad para generar coaliciones de centro izquierda. Moverse hacia una idea centralista del Estado es moverse hacia la derecha. Menos redistribución de la riqueza, más conservadurismo.

-Aunque los datos sean recientes, lo que es evidente es que muchos jóvenes que se han activado políticamente en Cataluña por el 22-D lo han hecho con Ciudadanos.
-Es importante esto. Es una hipótesis razonable, que está por confirmar en otros comicios, pero un votante que sería naturalmente del Partido Popular en un momento bipartidista de la democracia, un votante que se activa ahora a los 20, 25 o 30 años, decide que su partido es Ciudadanos. Es una hipótesis ya de lo más razonable. Y no descartemos que cuando sus votantes se interesen por políticas sociales puedan ser parecidas a las del PP.

-Otra idea que también se cruza en el libro es la idea de que los jóvenes, voten a quien voten, lo hacen mal.
-¡Siempre mal! [ríe]. Los votantes obreros siempre votan mal también. Ahora con Ciudadanos hemos vuelto a tener esta forma de señalar. Yo creo que sí saben a quién votan. El cambio llegará o no cuando esos votantes tomen conciencia del partido y, llegados sus momentos de decisión, les digan, estamos con vosotros, pero también queremos redistribución de la riqueza. O no, no queremos.

Fotos: KIKE TABERNER

Fotos: KIKE TABERNER

-La Comunitat Valenciana ha sido un paradigma del ‘votar mal’ a ojos de otros.
-Somos el ejemplo para España de ‘votar mal’, pero lo cocinamos en casa también, ¿eh? Aquí pensamos, ¿pero qué hace toda esta gente mayor votando al PP con todo lo que nos ha pasado? Yo me pregunto, ¿pero cómo os preguntáis que qué hacen? Defienden sus intereses. El PP es la definición clásica y por antonomasia del mayor conservadurismo posible: no toquemos las cosas y no habrá consecuencias. Que no cambien las tornas y protejamos a nuestro target.

-Hay analistas que piensan que la aplicación del Artículo 155 y las consecuencias en voto para el PP en Cataluña son la muestra empírica de que al partido le va mejor sin tomar decisiones.
-A nivel personal, no estoy nada de acuerdo con eso. El 155 no ha tenido relación con la caída de voto al PP. O muy muy poca. El voto viable para los que pensaban de una forma mayoritaria en ese sentido era a Inés Arrimadas. Ahora bien, vamos a ver si se traslada esta realidad al voto dual, como sucedía con la gente que votaba a Convergencia i Unió o PSC según si eran elecciones autonómicas o generales. Vamos a ver si ese voto se traslada al PP en las próximas Generales.

-¿Hay emprendedores políticos entre los millenials?
-Por supuesto. Están Pablo Iglesias (39), Albert Rivera (38), Inés Arrimadas (36), Rita Maestre (29). Digo esos, pero hay muchos. Y hablamos de emprendedores políticos que han conseguido un margen de voto estable y consolidado enorme. El bipartidismo tenía el 85% del voto en las elecciones de 2008, aproximadamente; en las últimas generales, estaba algo por encima del 50%. Lo que han logrado no es nada sencillo y creo que en términos de reflejar lo que nuestra generación piensa o quiere lo han hecho muy bien.

-¿Crees que representan bien el interés de esa generación a este lado del muro?
-Creo que sí, que saben recoger el mensaje de su electorado. Para valorar la dimensión política de un partido yo creo que hay dos cualidades esenciales y es interesante porque funcionan en tensión. La primera es la capacidad para reflejar los intereses de tu votante y la segunda es la de ejecutar esas ideas cuando estás al mando. Los nuevos partidos ya han demostrado que son muy buenos en la primera. Como decía, han captado bien las aspiraciones y demandas de sus votantes y creo que el Salvados que unió a Rivera e Iglesias fue su máxima expresión. En términos de captar mensajes, casi memes a partir de los que construir su discurso, en ese sentido, creo que ambos aprovecharon la ventana de oportunidad. Ahora bien, en la segunda parte, creo que no están nada bien. Estamos viendo cómo se está perdiendo capacidad de actuación en favor de mantener a los núcleos duros de sus formaciones. Es difícil mantenerlos contentos y llegar a acuerdos y ese es el lado en el que tienen mucho terreno por avanzar.

-¿En qué estado de forma se encuentran PP y PSOE con respecto a esas cualidades?
-El PP no ha perdido forma en lo que se refiere a la primera cualidad: tiene un núcleo fuerte y sabe comunicarse perfectamente con su electorado. A una parte de los jóvenes puede parecernos que no, como comentábamos antes por el tema de TVE… pero es que vivimos en mundos comunicativos muy distintos. El PSOE, en este sentido, creo que no está en tan buena forma. Eso sí, ambos se encuentran mejor de la segunda cualidad que los nuevos partidos.

Mercado laboral

-En El muro invisible también cruzáis la idea de la sobrecualificación y de falta de sincronización entre el tejido productivo y los nuevos trabajadores. ¿Dejarán los millenials de maquillar su curriculum para poder acceder al mercado laboral?
-Salvo burbuja crediticia y un reajuste del mercado laboral a largo plazo, me temo que eso continuará así. El desajuste entre la cualificación y el empleo obtenido es un problema grave. Una buena parte de las actitudes individuales y el discurso público van por ajustar esto desde el lado de la oferta. Se dice que hay demasiados universitarios, que es algo como decir que estamos demasiado educados, no vaya a ser que… pero esto se comprende mal desde el otro lado del muro. Además, es una falacia. En términos comparativos, España tiene el mismo porcentaje de población universitaria que los países de la OCDE. El problema está en que tenemos el doble de población con cualificaciones básicas con respecto a la OCDE y, sobre todo, que en lo que sería la cualificación técnica media, tenemos la mitad. Pero no es una cuestión de oferta: el problema está en el lado de la demanda. Los trabajos que se ofertan no están disponibles. Nuestro tejido productivo no está a la altura del cambio educativo que se ha producido en las últimas décadas.

«EL DESAJUSTE ENTRE LA CUALIFICACIÓN DE LOS JÓVENES Y EL EMPLEO OBTENIDO ES UN PROBLEMA GRAVE»

-¿Qué le pasa al tejido productivo español?
-Muchas cosas…, pero una de ellas es que tiene demasiadas empresas pequeñas. Ya sabemos que el capital humano no viaja bien en empresas pequeñas, no crece bien ni se desarrolla bien. Necesitamos empresas más grandes donde la sofisticación y la economía de escala sean potenciales.

-¿Cuándo se resolverá el problema de la demanda en el mercado laboral español?
-No lo sabemos, porque la cantidad de cambios que hacen falta para que el escenario se modifique es descomunal. Solo he citado la idea de las empresas micro que acaban dedicándose a sobrevivir y buena parte del país se dedica a sobrevivir. Y esta entramado de microempresas sucede por muchas razones: la falta de crédito, la estructura fiscal que favorece que las empresas se mantengan pequeñas, la historia del tejido productivo que es fuerte y quien hereda una empresa se ve avocado a mantenerla tal y como la recibe. Bien, pues la cuestión de las microempresas solo es una de las problemáticas a resolver para mejorar la demanda.

-¿Cómo se refleja esa idea de que el tejido productivo no esté a la altura de los jóvenes trabajadores?
-Por ejemplo, el problema no es tanto tener muchos empleos en el sector de la hostelería. El problema es que sea hostelería de baja calidad. Eso importa mucho más que el sector al que te dedicas. Y con la arquitectura, por pensar en otro caso, pasa igual. Puedes dedicarte a ser un referente en el mundo en un tipo de arquitectura y trabajar en distintos países o vivir de la explotación inmobiliaria, quemando estudios y personas y cerrando cuando quiebras. Nosotros estamos en la demanda de puestos de trabajo para la hostelería de baja calidad y para los estudios de arquitectura de pelotazo todavía, y es solo por poner algunos ejemplos.

Fotos: KIKE TABERNER

Fotos: KIKE TABERNER

-Por cierto, ¿cuál es el papel de los sindicatos ante el muro invisible?
-Los sindicatos tienen un dilema ante el muro. Lo expresó muy bien Javier Polavieja en un artículo de hace unos años. Los sindicatos tienen una base de clientela fiel que es la de los trabajadores públicos. Normalmente hombres, mucho sector público más ámbito industrial que servicios, en determinados sectores sí y en otros no. Y esa es la base que está llena de gente al otro lado del muro invisible. La gente de la generación anterior a la nuestra. Al otro lado del muro hay gente cabreada, que es un público potencial interesante. Pero para ir a hablar de cosas o de una realidad que a nosotros quizá nos enfada, quizá mejor, piensan, me quedo en el punto de decir que la temporalidad está mal. Nuestra respuesta natural es, vale, ¿y qué más? Que hay mucha temporalidad es una evidencia y que hay que resolverla también. Si uno mira el menú de opciones posibles para evitar conflictos laborales que afectan a trabajadores estables o a precarios diría que hay tres salidas: igualar por bajo, igualar por arriba o igualar en medio tratando de dar protección a todos los trabajadores. Más protecciones por despido, la idea de las rentas mínimas básicas, seguros por desempleo más generosos y nada distinto a redistribución. Pero eso es algo que van a pagar empresas y trabajadores fijos. Es decir, el target de los sindicatos. Los sindicatos no van a igualar por abajo porque ni deben ni pueden hacerlo. Su misión es defender los derechos de los trabajadores, así que lo de igualar por bajo se descarta. ¿Qué intentan? Igualar por arriba, pero eso tiene unos costes. Se crea un mercado laboral más estático y, en el mejor de los casos, el muro se traslada al siguiente nivel: los desempleados. La circulación es mucho menor y la incorporación imposible porque no se puede sostener a tantos trabajadores dentro del sistema. Pero bueno, aunque nunca lo dirán en público, los desempleados no son el target de los sindicatos.

-Y, entonces, ¿cuál es el modelo?
-El modelo es un modelo de estado de bienestar. Es más complejo. Es un modelo sueco en el que la protección laboral puede llegar a los que están al otro lado del muro, pero para eso hay que subir impuestos y es una reforma muy difícil por el riesgo de caerse mientras se trata de igualar. Pero la solución es esa: un modelo escandinavo de transferencias generosas entre trabajadores. Hay que igualar condiciones para todos a la vez y eso sí que es un problema. En España, algo así de ambicioso lo podrían pactar PSOE, Podemos y Ciudadanos, pero ya vemos la capacidad de negociación que tienen. El PP podría incorporarse o no, pero tampoco parece que sea lo que más le puede atraer a sus votantes. Ante el muro, los sindicatos están paralizados ante este dilema mientras mantienen la opción de igualar derechos por arriba. Es como quedarse quietos, pero mientras no pierden a su clientela que está cautiva de esta idea.

Pensiones

Fotos: KIKE TABERNER

Fotos: KIKE TABERNER

-Hay una parte de la población más mayor que cree que esta desigualdad con los jóvenes actuales siempre ha existido y que ‘se cura con la edad’. Es decir, que cuando se jubilen, se sucederán los cambios y el reemplazo.
-Claro, claro… el problema es que las jubilaciones futuras dependen de la calidad de nuestras carreras laborales. Una de las razones por las cuales no tenemos hijos o los tenemos tarde no es porque no los podamos tener: es porque nuestras trayectorias laborales o vitales no permiten que los tengamos antes. Y si no tenemos hijos, las pensiones no sé quién las va a pagar. Pues pueden pensar en esta idea de los hijos y ver que las generaciones no están siendo exactamente iguales, por empezar por algún sitio.

«NO HAY DEBATE SOBRE LAS PENSIONES PORQUE LA GENERACIÓN QUE ESTÁ EN EL PODER NO VA A SUFRIR LAS CONSECUENCIAS»

-La gran contradicción: las pensiones siguen subiendo (este año un 0,25%) y, a la vez, desde el Gobierno y los poderes económicos se da por supuesto que nuestra generación no tendrá pensiones. ¿Cuándo sucederá ese debate?
-El tema de las pensiones, para mí, es como el tema del cambio climático: como no hay ningún evento catastrófico, tipo El día de mañana o algo así, como no se congelan los cielos y no llega una ola gigante que nos arrase, como nadie alza la voz y le dice a alguien tú eres el primero que va a morir, pues no hay debate. Aunque, ojo, ya ha muerto mucha gente por causas del cambio climático. Como no hay un gran evento, no hay debate.

-Pero alguien le tendrá que poner el cascabel al gato.
-Se lo están poniendo poco a poco. El debate debería existir porque, sobre todo, es muy distinto quién le ponga el cascabel al gato. Los economistas transmiten ese mensaje, que tiene tela. No da igual. No va a ser una reforma de pensiones igual con un grupo polítoco al frente u otro. Hay fórmulas para las pensiones muy distintas según quién esté en el poder. Lo que sabemos es que va a haber una redistribución intergeneracional y eso significa que, a medio plazo, vamos a tener una expectativa de cobrar menos.

-¿Cómo se da el primer paso?
-Podemos pasar de la dinámica del no debate, de las pensiones no se tocan, a vamos a tocarlas de manera que salgan perdiendo los que no pueden perder más. También, aceptando que va a haber una redistribución intergeneracional. Pero como no habrá un desastre natural catastrófico, vamos poco a poco, de momento. Una de las razones más poderosas de por qué no hay un debate profundo para la reforma del sistema de pensiones es porque la generación que está en el poder no va a sufrir las consecuencias.

Muros añadidos

«SI EL 100% DE LOS JÓVENES VOTÁSEMOS, NUESTRA INFLUENCIA SERÍA ENORME, PERO NO LO HACEMOS»

-Si hablamos de mercado laboral y de pensiones, debemos hablar de inmigración. ¿Cuál es el reto generacional sobre la inmigración?
-La inmigración, como cualquier otro fenómeno social, genera ganadores y perdedores [hace una pausa prolongada]. En un sentido objetivo no está claro, pero en un sentido subjetivo, una parte de los perdedores son aquellos que compiten directamente con la clase obrera de servicios y de obra. Mano de obra en actividades rutinarias. Esa es una parte de la base de los partidos antiinmigración, pero otra parte es clase media que se suma al discurso por cuestiones que no tienen que ver con lo económico sino con lo que interpretan como una amenaza a su modo de vida. En términos agregados, está más o menos claro que la inmigración unas veces es buena y otras necesaria. ¿Cómo conjugar esto? Pues como se conjugaban estas cosas antaño cuando la socialdemocracia funcionaba en condiciones: hay que reequilibrar a partir de esa realidad: a veces es buena y otras necesaria. Propuestas hay mil, pero el conflicto para nosotros, que intentamos hacer análisis teóricos, es que este debate no es económico. Si lo fuera, es más o menos fácil. Necesitamos inmigrantes. Si esto genera perdedores, compensamos. ¿Cómo? Con una red de seguridad: renta básica universal o lo que se nos ocurra más adecuado al momento X. Entramos en debates de índole no económica y similares al momento de la incorporación de la mujer al mercado laboral. Cuando alguien siente su modo de vida amenazado, todo salta. Y no hay porcentajes para tomar estas decisiones. No se puede gobernar siendo un poco machista o un poco racista. Desde un punto de vista progresista, algo así es difícil de justificar, y desde el mío es imposible. Con la inmigración nos enfrentamos a la imposibilidad de separar las dos dimensiones del debate y la parte de la psicología social es muy muy difícil de resolver.

-¿Qué receta te viene a la cabeza?
-La solución más rápida que se me ocurre es la más inviable políticamente, pero la historia de la democracia en no poca medida es una historia de amplicación del círculo con poder de decisión. Pasamos de un sufragio censitario muy cerrado a uno mayor a uno masculio y al universal. Los inmigrantes no votan en las elecciones Generales. Pues esa es la llave para tener influencia.

Fotos: KIKE TABERNER

Fotos: KIKE TABERNER

-Los jóvenes que pueden votar, como hablábamos, también la tendrían y no la ejercen.
-¡Es lo mismo! Si el 100% de los jóvenes votásemos, nuestra influencia sería enorme, pero no lo hacemos. Si votasen los inmigrantes no nacionales residentes, si pudieran votar, la dinámica del debate sería muy distinta. Influirían y la tensión entre lo económico y lo social se repartiría de otra manera. Es igual a cuando las mujeres entraron en el debate. La dinámica cambió por completo cuando empezaron a coger puestos de representación.

-Pero todavía estamos en el neolítico de la igualdad. A partir de El muro invisible, ¿cuáles son las lecturas que extraeis del papel de la mujer joven en la sociedad y ante el mercado laboral?
-Pues, para empezar, las mujeres, por mucho que nos queramos engañar, el mercado laboral las tiene señaladas ante la posibilidad de tener un hijo. Se acaba de ampliar el número de meses de baja por paternidad, pero solo ampliado. Seguimos a otro nivel. Más allá de la brecha salarial, que existe, hablamos de una brecha de problemas para iniciar su carrera profesional y la ‘sospecha’ de la maternidad ante cualquier supuesto.

-Por describir un caso tipo…
-Digamos que tenemos el caso de una mujer joven. Le quitamos la parte de clase. Una mujer de 28 o 29 años que ha tenido la gran suerte de cursar una carrera y un máster. Es ingeniera química y consigue un trabajo fijo en una fábrica de colchones diseñando espumas de relleno. Hablamos de sector industrial, un entorno estable, trabajo de lo suyo y, bueno, piensa con su pareja o sola que es el momento de tener un hijo. ¿Qué tiene ante sí? Un mercado laboral lleno de competidores que, ante la misma decisión, tienen otro tipo de baja. Hablamos de los hombres. Entonces, ella, lo habitual sería que lo retrasara un poquito para ganar antigüedad en la empresa, estatus y que cuando decida hacerlo ya no haya tentativa de pensar en que había que contratar a un hombre o que mejor haberlo contratado en su puesto. Vale, pues ahora empecemos a cambiar las variables. Digamos que el trabajo no es fijo; es temporal. ¿Cómo vas a plantearte tener un hijo con una situación de inestabilidad? Ahora quitemos que el trabajo sea de lo suyo. Es un trabajo temporal en algo que no le interesa. Ahora supongamos que son varios trabajos temporales, en cosas que no son de lo suyo, que van y vienen. ¿Cómo se va a plantear tener un hijo? Y ahora pensemos que quiere ser madre soltera o que viene de una clase obrera. Entramos en la ciencia ficción. Bueno, pues esa es una de las realidades más evidentes no resueltas de nuestro sistema.

-Mientras tanto, las dudas para nosotros, ante el mismo supuesto, son muy distintas.
-Ante los mismos supuestos, su única duda es: hay dinero suficiente o no para afrontar esto.

-¿Hasta qué punto es preocupante la frustración de nuestras compañeras de generación en torno al mundo en el que viven?
-Es muy preocupante. Las mujeres de nuestra generación han crecido desde una posición política pro igualdad y en este sentido es obvio que hay una diferencia muy bestia con respecto a sus madres y abuelas. No porque no quisieran un mundo igual, sino porque nuestras compañeras de generación tienen las expectativas más altas: igualdad total absoluta y en todo el mundo. Nuestras madres y abuelas no tenían esa expecativa. Claro, nosotros pertenecemos a una generación que, como decía, ya ha crecido en una posición política pro igualdad y sentimos una tremenda frustración entre el mundo que debería ser y el que es. Ellas más, claro, porque son las directamente afectadas. Sabemos cómo debería ser el mundo, vemos cómo ni lo es ni se resuelve y en este proceso entramos en un cabreo… yo estaría mucho peor, mucho más enfadado, si estuviese en su situación. Es decir, que aunque creo que es muy preocupante, sigo admirando que lo encajen más o menos bien.

València y las soluciones

«VALÈNCIA PASÓ EN TRES AÑOS DE ESTAR EN EL MAPA A PREGUNTARSE QUIÉN ERA EN EL MUNDO»

-¿Cómo podemos interpretar el muro invisible en València y la Comunitat?
-Aunque viva fuera, pienso en ello diariamente. Nací y crecí aquí y todo lo aplico como un filtro pensando en València. Hemos sido casi la identidad nacional de buena parte de la crisis. Todos los que hemos vivido fuera nos enfrentado a que nos preguntaran qué había pasado aquí. Cómo nos había pasado. Me refiero a la crisis. Para mí lo más determinante es que pasamos de estar en el mapa a preguntarnos quiénes éramos en el mundo o para qué teníamos que estar en el mapa. Para mí, València define el contexto en el cual el muro invisible se ha hecho evidente para nuestra generación. En pocos casos veo más claro que aquí la reacción positiva. Desde 2014 hasta hoy hay un principio de respuesta que, me lanzo a la piscina, creo que es el más destacado en España. Me refiero a un inicio de reemplazo generacional cultural. No vivo aquí desde hace muchos años, pero cada vez que vengo, veo gente joven posicionada de verdad, veo espacios distintos muy potentes aunque todavía no sean hegemónicos. Por ejemplo, Valencia Plaza me parece uno de esos casos. Me llama la atención y quiero ver cómo se consolida y cómo nos muestra la nueva radiotelevisión valenciana porque está sucediendo un cambio generacional de actores que es más rápido que en otros lugares de España. Intuyo que, quizá, si la caída es más dura, la respuesta sea mucho más agresiva en el mejor sentido.

-Por cierto, ¿qué soluciones hay en marcha para derruir el muro invisible?
-En marcha, ninguna. Hemos hablado de una que es el pequeño pasito que se ha dado en igualar permisos de maternidad y paternidad, pero nada. Por parte de Podemos y de Ciudadanos se debaten cosas interesantes. Por ejemplo, está pendiente el debate del pacto educativo para redistribuir recursos, el debate de las rentas básicas o mínimas. Hay cosas sobre la mesa, como el contrato único, del que puedo decir que la propuesta de Podemos no es la mía. La de la renta básica, tampoco. Para nada. Se perciben esos nuevos debaten, pero no llegan. Para mí, ahora es el momento de que emerja el talento político para que las cosas sucedan de verdad. Es el momento en el que el votante debe exigir a su político que actúe. En el que ha de decir que ya ha cogido la bandera, que ha salido a la calle, que ha votado, pero que ahora toca tener capacidad de cesión para conseguir algunos cambios. La incapacidad de diálogo actual, que es grave, no favorece para nada a la llegada de mejores políticas públicas.

Fuente: http://valenciaplaza.com/compromis-propone-ofertas-asequibles-para-los-jovenes-con-el-fin-de-fomentar-el-acceso-a-la-cultura

Imagen: http://valenciaplaza.com/public/Image/2018/1/20180105002_BN_NoticiaAmpliada.jpg

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Costa Rica ha recibido aval en 9 de 22 áreas para ingresar a la OCDE.

Costa Rica ha dado pasos firmes para su plena incorporación a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), al recibir el aval de nueve de los 22 comités establecidos para evaluar las políticas del país en diferentes campos, informó este miércoles el gobierno.

América del Sur/Costa Rica/09.01.2018/Autor y Fuente: http://informa-tico.com

 La educación ha sido uno de los aspectos mejor evaluados de Costa Rica por parte de la OCDE.

Hasta ahora, el país ha recibido el aval en los temas de Comercio, Salud, Agricultura, Educación, Ciencia y Tecnología, Trabajo y Asuntos Sociales, Protección al Consumidor y Política Regulatoria para la Economía Digital.

Los restantes 13 comités siguen evaluando si las políticas y medidas adoptadas corresponden a los estándares y prácticas de la OCDE, de manera que permitan su ingreso al club al que solo han tenido acceso dos países latinoamericanos: México y Chile.

El ministro de Comercio Exterior, Alexander Mora, quien coordina el proceso de ingreso de Costa Rica a la OCDE, señaló que 30 instituciones públicas participan en este proceso.

“Siguiendo la instrucción del presidente Luis Guillermo Solís de avanzar en las buenas prácticas para beneficiar a nuestra ciudadanía, la incorporación a la OCDE es una tarea que involucra prácticamente a todo el Estado costarricense de forma sistemática”, indicó Mora.

La OCDE agrupa a 35 países, la mayoría de ellos con economías desarrolladas y emergentes, como es el caso de México, Chile y Turquía. Su misión es promover políticas que mejoren el bienestar económico y social de las personas alrededor del mundo.

Fuente: http://informa-tico.com/3-01-2018/costa-rica-ha-recibido-aval-9-22-areas-ingresar-ocde

Imagen: http://informa-tico.com/sites/default/files/styles/280×280/public/images/noticias/educacion_1.jpg?itok=nYD_wr1h

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Pirotecnia y autismo, un problema pendiente de solución

Por: Daniel Comin

Hay muchas personas con autismo que sienten verdadero pánico ante los petardos y fuegos artificiales, en resumen, todo lo relacionado con la pirotecnia. Las explosiones -principalmente- les generan un nivel de ansiedad, estrés y un miedo inmenso. Y para ello se han puesto en marcha diversas campañas para que no se use la pirotecnia.

Mi hijo tiene auténtico pánico a los petardos y explosiones, podría decir que es miedo insuperable. Si le lanzas un petardo a los pies, sencillamente entra en shock. Es decir, que es un problema que conozco de primera mano, y me resulta frustrante, sobre todo porque a mi me fascinan los fuegos artificiales, las explosiones, los petardos, …, soy un amante de la pirotecnia, ironías de la vida.

Y debido a esto hay muchas campañas para, …, no son siempre claras en su petición final, pero básicamente la idea es prohibir la pirotecnia, porque al final la intención es esa, “¡oigan, no usen pirotecnia porque a algunas personas con autismo les da miedo!”, y quizá también a algunas sin autismo.

Si buscas en Google “Autismo y Pirotecnia” y restringes a los últimos 12 meses, y sólo en páginas en español, devuelve más de 60.000 resultados, es decir, que hay mucho sobre este particular. Por tanto esto es algo que genera mucho interés en las familias.

Pero analicemos un poco más en profundidad e intentemos ver este asunto desde los dos lados, tanto desde la visión a favor como en contra.

En primer lugar, salvo lugares muy determinados (Por ejemplo, la ciudad de Valencia en España, donde es prácticamente durante todo el año) el uso de pirotecnia es algo puntual, de quizá 2 veces al año, a lo mejor 3. Y además la duración de cada evento de fuegos artificiales pues no va a superar los 20 minutos, aunque sí podemos ver como niños, adolescentes y jóvenes (En su mayor parte) puedan estar tirando petardos durante un tiempo mayor, por ejemplo, el día de la patria o independencia, o en una fecha determinada, y muy habitualmente en final de año. Esto significa realmente un impacto en días determinados y que además conocemos con antelación.

Tapones para los oídos

Postura en contra:

Dado que molestan a ese grupo de personas de una forma tan intensa y que es algo tan puntual, podemos eliminar su uso y sustituirlo por cualquier otra actividad igual de interesante pero que no sea estresante para el grupo de este colectivo que tiene esta problemática. No es aceptable que estas personas que pasar un mal rato para que los demás disfruten.

Postura a favor:

Dado que es algo puntual, estas personas pueden quedarse en su casa en los momentos en que se vayan a realizar los espectáculos pirotécnicos, es injusto que por un reducido grupo de personas el resto pierdan una oportunidad de disfrutar. Y si fuera necesario pueden usar sistemas de amortiguación de sonido para evitar que se molesten. Por ejemplo, unos tapones para los oídos. No hay que olvidar que quienes más disfrutan de la pirotecnia son niños y adolescentes.

Y aquí, decidir qué es lo correcto, puede tener diferentes visiones, y quizá todas puedan ser válidas.

Realmente no todas las personas con autismo tienen miedo a los petardos o fuegos artificiales, de hecho, muchos realmente los disfrutan. Al final quienes sufren con la pirotecnia es en su mayoría por problemas de hipersensibilidad auditiva. Quizá sería más correcto pedir que la integración sensorial sea algo gratuito y universal para estas personas y así, no tendrían este tipo de problemas, porque también es una forma de verlo ¿no creen?

También podríamos enfocarlo desde la visión de que el problema es tan minoritario que armar tanto revuelo no es más que ir de víctima, que con no ir al lugar de los fuegos artificiales (Que se supone todos conocemos) es más que suficiente, o con ponerse unos tapones o similares es más que suficiente. Convertir algo tan puntual en un problema tan grande quizá desvirtúe los verdaderos problemas de ese pequeño grupo de ciudadanos.

Pero también podríamos verlo desde la visión de la solidaridad de la sociedad, de forma que si es algo que daña a algún miembro de la sociedad, pues quizá debamos eliminarlo como ha sucedido con tantas otras cosas a lo largo de la historia, y tampoco sería una forma inadecuada de verlo.

Sinceramente, veo difícil que se prohíba la pirotecnia, es algo que gusta a muchísimos (Y mueve mucho dinero) y molesta a unos pocos, y a quien le molesta pues puede evitarlo, es como pedir que prohíban los conciertos u orquestas en la calle, porque a algunas personas el ruido les molesta, mmm, no creo que se consiga. Pero sí creo que es una realidad suficientemente importante como para no dejarla de lado, pero aquí, encontrar la solución perfecta es algo complejo, o resolvemos el problema de la hipersensibilidad auditiva y de los miedos que se pueden generar a consecuencia de ese pánico auditivo, o ponemos medios para que la persona no sufra con esos ruidos, pero también se pueden acotar las zonas de lanzamiento de fuegos artificiales, por ejemplo, que sería una forma de contentar a todo el mundo, creo que esta es una realidad que, como tantas otras, no está siendo resuelta, porque muchas veces nos empeñamos en trabajar sobre la consecuencia, pero se nos sigue olvidando el problema.

En cuanto a ¿cómo contender con la pirotecnia cuando tienes un hijo con pánico a la misma? Pues evitar los lugares donde se van a realizar este tipo de eventos, o llevar unos tapones en el bolsillo como forma de evitar que el ruido pueda ser excesivo. En cuanto a lo visual, pues no se me ocurren ideas, salvo no mirar en esa dirección. Esto siempre y cuando nos veamos en medio de unos fuegos artificiales no previstos, aunque la forma más simple sea, sencillamente, irnos. Claro que el problema viene cuando vives en el lugar del lanzamiento de esos fuegos, y ni aun resguardándote en casa estás libre de las fuertes detonaciones, aquí, salvo el tema de tapones o similares, poco más se me ocurre, salvo ir de “visita” a casa de algún amigo o pariente que viva suficientemente lejos

Y es que quien vive en su casa con esta problemática, realmente entra en estado de ansiedad solo sabiendo que van a lanzar unos fuegos artificiales, por tanto, estar informados de cuando se van a realizar este tipo de eventos es muy importante, o quizá, hacerse socio de alguna asociación en defensa de los animales, ya que posiblemente este tipo de organizaciones tengan más peso a la hora de lanzar campañas en contra de la pirotecnia, porque ya saben, hay más perros como mascotas que niños con autismo, y al parecer, tiene más efecto en nuestra sociedad un mensaje en defensa de nuestros perros que sufren con la pirotecnia que el mensaje de niños que sufren con la pirotecnia. Sé que esto suena terrible, pero me temo que tengo razón.

No olviden, en países como España, hay más perros que niños, y bueno, la gente, ya saben, tiene clara sus prioridades.

Por cierto, ¿Sabían que la pirotecnia es muy molesta para miles y miles de adorables y cariñosos perros? Di no a la pirotecnia.


Fuente: https://autismodiario.org/2017/12/26/pirotecnia-y-autismo-un-problema-pendiente-de-solucion/

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México: Impulsan a jóvenes líderes para fortalecer educación en zonas marginadas

México/ 03 de enero de 2018/Por: Notimex/Fuente: https://www.20minutos.com.mx

Con el fin de impulsar a jóvenes profesionistas a ser líderes sociales en enseñanza y educación para transformar a México, el Programa Enseña por México los convoca a ser voluntarios pagados para apoyar y fortalecer las clases de matemáticas, español e inglés en escuelas ubicadas en las zonas marginadas del país.

El fundador de Enseña Por México, Erik Ramírez Ruiz, informó en entrevista con Notimex que el fin es, además de elevar el nivel académico de los alumnos de educación básica obligatoria que contempla desde preescolar hasta bachillerato, sensibilizar a los jóvenes para que se comprometan e influyan con su trabajo en el sistema educativo nacional y en las áreas que lo componen.

Enseña por México, desde 2011, forma parte de la red internacional de Teach For All, actualmente presente en 46 países, que lanzó la primera convocatoria en 2013 para los egresados de diversas carreras interesados en ir por dos años, a apoyar la enseñanza en diversos estados del país.

Desde entonces a la fecha unos 450 profesionistas, titulados o en proceso de titulación, han participado en este programa.

Desde hace cuatro años, Enseña Por México ha convocado a los jóvenes egresados de instituciones de educación superior públicas y privadas, para que participen y sean voluntarios pagados para ir a dar clases a escuelas del nivel básico en centros educativos, además de alejados, que se localizan en zonas marginadas del país.

El objetivo es sensibilizarlos para que fortalezcan la enseñanza de las y los niños y apoyen a los maestros y directores de esas escuelas, conozcan a fondo al sistema, se involucren y posteriormente continúen esta labor e impulsen políticas públicas, formen o sean parte de una fundación u organización no gubernamental que impulse el cambio a través de la educación.

Los 100 jóvenes elegidos en la última convocatoria fueron asignados en noviembre pasado a entidades como Puebla, Guanajuato, Baja California Sur y Nuevo León, para que vayan a escuelas y apoyen en diversas materias.

Ramírez Ruiz explicó que esta labor no significa que sustituirán al maestro, sino que se ven los grupos de peor desempeño académico o grupos donde el director también tiene la responsabilidad de dar clases, para que lo apoyen.

Precisó que se ha comprobado que a los dos años de que los jóvenes trabajan se observa que sí se puede cambiar la trayectoria de un estudiante que vaya con malos resultados académicos y se colabora con la escuela para definir una visión local, con el fin de ver hacia donde se puede llevar ese centro educativo y transformarlo.

«A los dos años que el profesional de Enseña Por México ha trabajado, se hacen muchos proyectos que buscan la transformación de la escuela, principalmente, en el plano académico, a través del desarrollo socioemocional», explicó.

Añadió que cuando el profesional de Enseña por México termina el programa queda muy sensibilizado para entender que la problemática educativa del país necesita talento y, ellos son, un talento que pueden seguir ayudando no sólo a los estudiantes sino al sistema.

«Tratamos de incidir para que ellos durante su carrera profesional continúen en política públicas y liderazgo educativo dirigiendo una escuela, poniendo una escuela, o en el sector social, que formen o se sumen a una organización no gubernamental o a una fundación», afirmó.

Las carreras que participan más en este programa son ingenierías, por las necesidades del sistema: «Llegan chavos egresados de todas las carreras como son abogados, administradores, ingenieros, doctores y de relaciones internacionales, entre otras».

Se trata de una participación voluntaria de tiempo completo y pagado durante dos años, cada año, en el mes de octubre sale una convocatoria para participar en el programa y concluye en el siguiente mes de mayo, y responden a éstas entre 100 y 150 egresados universitarios, de los cuales se elige a 100 jóvenes que son enviados a escuelas y comunidades de alta marginalidad.

A los estados donde se ha enviado a los jóvenes son: Puebla, Guanajuato, Baja California y Nuevo León, que es donde Enseña Por México ha hecho alianzas con los gobiernos locales y con donatarios, que son los que apoyan económicamente a estos profesionistas.

En los últimos tres años se ha contado con 450 jóvenes egresados que han participado en Enseña por México, casi 100 han sido del Tec de Monterrey, tenemos de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, de la Universidad de Guadalajara, la UNAM, la UAM, el IPN y de la Universidad Iberoamericana.

Los jóvenes tienen que haber concluido su carrera y estar titulados o en proceso de titulación, y el promedio de edad es de casi 27 años, por lo que ya tienen una experiencia laboral y han vivido fuera de su casa, y comenzado a ver la problemática social y económica que tiene México, misma que requiere un talento participativo.

Informó que junto con el Banco Mundial, Enseña por México realizará un estudio para conocer sobre el efecto que tiene este apoyo, ya que se ha observado que tiene un impacto doblemente benéfico en los alumnos.

Para ello se han levantado datos de más de 30 mil estudiantes que se atienden a través de este programa y se ha encontrado que el compromiso educativo de los alumnos se eleva, ya que llegan temprano a clases o dejan de faltar, y hay otros resultados donde aparece la influencia del cambio de mentalidades y motivación, con el fin de transformar su vida.

«En la parte de lecto-escritura hemos visto que los estudiantes de preparatoria avanzan cerca del 42 por ciento en habilidad de lectura y comprensión, lo que tiene un efecto transversal en todas las materias.

«En el caso de los egresados, cerca del 65 por ciento de los que terminan el programa de Enseña por México, se han quedado trabajando en el sector educativo o social, y para nosotros es una buena indicación que ellos comienzan a llegar al sector educativo, sobre todo hay varios en las secretarias de educación estatales», señaló.

Fuente de la Noticia:

Ver más en: https://www.20minutos.com.mx/noticia/315029/0/impulsan-a-jovenes-lideres-para-fortalecer-educacion-en-zonas-marginadas/#xtor=AD-1&xts=513356

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La educación superior pública brasileña bajo ataque

Por: Felipe Zurita

«Otra línea de ataque a la Universidad Pública ha sido la opción por intentar desmoralizar a diferentes instituciones mediante el uso abusivo y violento de formas de proceder contra autoridades, académicos y funcionarios universitarios en la investigación de supuestos casos de corrupción».

Desde que en Brasil el Golpe de Estado Parlamentario se hizo finalmente exitoso en Agosto de 2016, derivando en la destitución de la democráticamente electa Presidenta Dilma Rousseff, el escenario político de aquel país se ha visto profundamente marcado por el avance brutal de cierto conservadurismo revanchista. Las nuevas autoridades, en diálogo con grandes grupos económicos brasileros y extranjeros, se han mostrado abiertamente decididas a desmontar una serie de Políticas Públicas que apuntaban hacía la problemática construcción de ciertos derechos sociales y hacia acciones concretas de distribución de renta hacia los grupos más desfavorecidos.

En ese escenario amplio, la Educación Superior Universitaria, representada de manera fundamental por la red de Universidades Públicas, Federales y Estatales, gratuitas, laicas y de alta calidad científica/académica y de inconmensurable importancia social y cultural, se han constituido en objeto de diversos ataques.

Una línea de este accionar ha sido la política de recortar las inversiones en áreas de la educación de una manera violenta. En esta dimensión es completamente representativa la denominada propuesta de enmienda constitucional PEC 241 aprobada en Octubre de 2016 que pone un límite a los gastos del Gobierno Federal en salud y educación durante 20 años, puesto que sólo considera la implementación de un ajuste anual en relación al aumento de la inflación.

En un país como Brasil, marcado por una profunda deuda social con amplios sectores de su población, una política de esta naturaleza es sinónimo de la oficialización de una forma de hacer Gobierno completamente indiferente con respecto a parte de las necesidades más sentidas de la sociedad. En el caso de la Universidad Pública, una política de esta naturaleza afecta de manera radical a todos los múltiples esfuerzos de creación científica y tecnológica en las diferentes áreas de conocimiento que vienen desarrollando investigadoras e investigadores desde hace décadas y con importantes resultados.

Otra línea de ataque a la Universidad Pública ha sido la opción por intentar desmoralizar a diferentes instituciones mediante el uso abusivo y violento de formas de proceder contra autoridades, académicos y funcionarios universitarios en la investigación de supuestos casos de corrupción. El uso de operaciones espectaculares y mediáticas por parte de la Policía Federal, donde las personas acusadas han sido conducidas coercitivamente a declarar sin previo aviso e interrogadas por largas horas sin posibilidad de contactar a su defensa, ha ocurrido en dos casos de importantes Universidades Federales.

El primero ocurrió en la Universidad Federal de Santa Catarina donde la Policía Federal y la Justicia brasilera investigan aún un supuesto esquema de corrupción. Una de las personas envueltas en dicho proceso fue el Rector Luiz Carlos Cancellier de Olivo, quien fue acusado de obstruir la investigación, apartado de sus funciones e impedido de volver a ingresar a la institución. Todo el proceso de exposición y acusación pública a la que fue expuesto tuvo como resultado que el Profesor Cancellier se suicidara a inicios de Octubre de 2017.

El segundo de estos casos ocurrió el 06 de Diciembre en la Universidad Federal de Minas Gerais, donde nuevamente de forma espectacular y usando una fuerza desproporcional la Policía Federal movilizó todos sus recursos para apresar y llevar de manera coercitiva a autoridades, académicos y funcionarios a declarar en el contexto de una operación que investigaría un supuesto caso de corrupción en el proceso de construcción del Memorial da Anistia que dicha institución tiene a su cargo en la ciudad de Belo Horizonte. La lógica de amedrentamiento, imposición de límites a la presunción de inocencia, al derecho a la posibilidad de amplia defensa, entre otras conquistas jurídicas mínimas, muestra una tendencia a violentar profundamente las garantías básicas de la ciudadanía en una sociedad democrática por parte de un aparato policial y judicial contaminado por aquella onda conservadora revanchista que avanza hoy en Brasil.

Toda esta situación asume un nivel de gravedad singular, puesto que justamente en Noviembre de este año el Banco Mundial emitió un documento de trabajo donde analiza el gasto público de Brasil y propone una serie de recomendaciones para mejorar su estado. Una de estas recomendaciones es justamente acabar con la gratuidad universal de la Universidad Pública brasilera. Si bien esta propuesta no es del todo novedosa, sí llama la atención su puesta en escena justo en un momento de intento de desmoralización pública de la Universidad Pública brasilera.

De esta forma, es importante llevar adelante una política de denuncia de esta situación en la que nuevamente en nuestra América Latina pequeños grupos se hacen del poder estatal de manera ilegítima y lo usan para el beneficio propio, incluso, contando con el decidido apoyo de organizaciones de supuesto cuño técnico, como el Banco Mundial, que intentan poner el telón de fondo legitimador a una forma de hacer Política Pública indiferente a las necesidades y deseos de las amplias mayorías.

También es importante llevar adelante un ejercicio de construcción de conocimiento y organización política que ponga trabas a los decididos impulsos de desarticular a la Universidad Pública brasilera, que hoy día más que nunca es un patrimonio de todas y todos los brasileros y latinoamericanos.

Fuente: http://www.eldinamo.cl/blog/la-educacion-superior-publica-brasilena-bajo-ataque/
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Tres de cada 10 niños en Egipto sufren pobreza multidimensional, alerta Unicef

Egipto/24 diciembre 2017/Fuente: Informe 21

El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) alertó hoy que tres de cada diez niños en Egipto sufren pobreza «multidimensional».

En un informe conjunto con el Ministerio egipcio de Solidaridad y la agencia oficial egipcia de estadísticas, CAPMAS, se apuntó que diez millones de niños por todo el país no tienen acceso al agua potable, no tienen educación o viven en condiciones insalubres en su vivienda, entre otras carencias.

El informe lanzado hoy fija ocho dimensiones por las cuales han medido la pobreza, como la nutrición, el acceso a agua potable y residuales, la protección infantil o educación, entre otros.

Según las tres entidades, el 31,2 por ciento de los niños afectados se encuentran en las provincias septentrionales de Egipto, mientras que el 31,8 en las meridionales, y el 28,6 en las zonas situadas en las fronteras del país.

«Los menores de cinco años son los niños más desfavorecidos, con un 37% de ellos multidimensionalmente pobres. La situación
de los niños menores de cinco años exige acciones multiespectrales adecuadas, que incluyan la salud, nutrición, protección y educación para acabar con la pobreza», aseguró en un discurso

ial, armonizar las políticas sociales entre el Gobierno y la sociedad civil y mejorar la integración con otros servicios para ayudar a lograr un impacto positivo en la pobreza multidimensional infantil».

Fuente: https://informe21.com/actualidad/tres-de-cada-10-ninos-en-egipto-sufren-pobreza-multidimensional-alerta-unicef

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España: La escuela empieza a perder jóvenes atraídos por los trabajos precarios

España/24 diciembre 2017/Fuente: La Vanguardia

  • La Fundació Bofill asegura que ha detectado ya los primeros signos del fenómeno.

La precarización laboral está lastrando a la población juvenil, sean buenos o malos estudiantes, adolescentes o jóvenes. Con los primeros signos de la recuperación económica se está viendo que el tipo de oferta laboral low cost afecta tanto al comportamiento de los estudiantes más jóvenes poco motivados, que se desenganchan de la formación para ganar algo de dinero ocupando puestos de baja cualificación, como al de aquellos jóvenes altamente formados, que a falta de ocupaciones de su nivel, trabajan en puestos para los que no se requieren altos estudios.

“Durante la crisis, muchos jóvenes vulnerables buscaron refugio en el sistema educativo porque no tenían oportunidades de encontrar trabajo”, explica Francesc Pedró, analista superior de políticas en el Centro de la OCDE para la Innovación e Investigación Educativa (CERI). “Su permanencia en la escuela era una oportunidad para que el sistema educativo los retuviera –continúa–. Por tanto, cabría preguntarse qué pasaría si el mercado laboral mejoraba”. ¿Ofrecería la escuela suficiente atractivo para que los chavales resistieran la tentación de marcharse por ganar algo de dinero?

“Vemos que aún hay un alto porcentaje de estudiantes que abandonan (el 18,1%), un indicador que ha dejado de mejorar en los últimos años, y aquellos que abandonaron hace cuatro años ya no retornan”, señala el coautor del Anuario de educación de la Fundació Jaume Bofill.

En los últimos diez años ha mejorado notablemente la participación de los jóvenes en la educación. En el 2008, sólo el 51% de los chavales de 16 a 24 años estudiaba (la otra mitad trabajaba, buscaba empleo o estaba inactiva). Esta cifra ascendió hasta el 64% en el 2014 pero, pese a los intentos de nivelarse con las medias europeas, apenas se ha movido de esos dígitos en el 2015 y 2016.

La tasa de abandono prematuro (antes de terminar la ESO) también presenta estancamiento. Las políticas educativas, junto con la falta de trabajo durante la crisis, lograron que el abandono cayera desde un 33% en el 2008 al 18% actual. Pero hace dos años que apenas registra mejora y aún se sitúa lejos del 11% de la media europea.

El Anuario 2016 señala que la reducción de la tasa de abandono se ha debido, principalmente, al deterioro laboral, pero también a la mejora del sistema de educación, que ha logrado tasas de graduación de la ESO de más de 15 puntos en la última década.

Según el informe, la relación de los niños con la escuela es más positiva, las escuelas han logrado mejorar competencias clave en el aprendizaje, como la comprensión lectora, y se han creado nueva oferta de grados de formación profesional. Aun así, las experiencias de fracaso, como las repeticiones, siguen empujando a los chavales fuera de las escuelas.

El mercado laboral no ha sido capaz de crear suficientes empleos para los licenciados con alta cualificación

El tercer factor inquietante, señala Francesc Pedró, es la disminución del retorno a la escuela de alumnos que la abandonaron en la ESO y que a los 20 años se matriculan en algún ciclo de grado medio de formación profesional (CFGM). En el gráfico adjunto se observa como a medida que aumenta la tasa de ocupación disminuyen los estudiantes de formación profesional mayores de 20 años. “Un trabajo presumiblemente precario ha logrado desengancharlos del mundo de la formación”, indica Bernat Albaigés, el otro autor del anuario.

“Cuanto más tiempo pase, más difícil resultará un posible retorno”, añade, por lo que cabe esperar que una parte de la población juvenil no tenga más formación que la obligatoria.

Los empleos de camarero, aunque hayan crecido, son escasos y se los disputan también los universitarios para quienes no se ha creado ocupaciones adecuadas a sus cualificaciones.

“Después del esfuerzo que ha realizado el país en formación universitaria (en 10 años se ha incrementado en dos dígitos el porcentaje de jóvenes con niveles de formación superior), estos no encuentran trabajo de lo suyo, por lo que puede ocurrir que los estudiantes valoren que invertir en la universidad no sale a cuenta para terminar sirviendo en un bar”, indica Albaigés.

La investigadora Queralt Capsada es especialista en sobrecualificación. Después de una estancia en la UPF se ha marchado a la Universidad de Glasgow como investigadora posdoctoral. Precisamente la fuga de jóvenes a otros países es una de las salidas a la falta de trabajo cualificado. Otra menos estimulante es la aceptación de trabajos por debajo del nivel.

“Frente a la creencia de que hay un exceso de universitarios en España, cabe señalar que lo que hay es una falta de empleos cualificados para ellos, por lo que aceptan empleos low cost que deberían ocupar gente con otro tipo de formación”, indica Capsada.

Según un estudio del Observatorio Social de La Caixa, en septiembre del 2016 había casi 11 millones de titulados superiores y sólo cerca de seis millones de puestos ajustados a esta cualifi­cación

El fenómeno de la sobreeducación ha crecido en todas las franjas de edad desde el año 2005, pero incide especialmente en los trabajadores situados entre los 20 y 34 años, entre los que casi tres de cada diez están en empleos por debajo de su formación. Este fenómeno es más grave entre las mujeres, que han acusado más la crisis que los hombres, con una diferencia de 10 puntos.

Actualmente la precariedad afecta también a aquellos trabajadores con título universitario que están a mitad o al final de su carrera laboral (26% y 17%, respectivamente).

Fuente: http://www.lavanguardia.com/vida/20171220/433769364964/escuela-jovenes-trabajo-precario.html

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