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Calidad de la educación: los términos de su ecuación (III)

Por: Bonifacio Barba

Hemos considerado que la calidad de la educación es igual al aprendizaje que se logra en el proceso de formación, multiplicado por la equidad (CE = ae). Se ha reconocido la trascendencia de ambos términos de la ecuación al darles un sentido jurídico que los eleva y fortalece por su pertenencia a la axiología constitucional. En esta ocasión el tema central es la equidad.

Por principio de cuentas es necesario recordar que el aprendizaje no es un proceso humano exclusivo de la experiencia escolar: en esta, se trata de que sea sistemático de acuerdo con fines establecidos que son buenos para el desarrollo de las personas y de la sociedad. Y es importante decir también que la cuestión de la equidad no se agota en el horizonte de la institución escolar. Aquello que sobre la equidad sea dicho o asignado a la escuela, proviene de los valores sociales y, más específicamente todavía, de los principios jurídicos que la crean como institución y precisan los valores que deben sustentar la formación que ella promueve. Por ejemplo, está el valor de la dignidad humana. La equidad está en el proceso histórico constitutivo de la escuela, pero eso ocurre porque es un problema de la sociedad.

En algunos comentarios que suelen hacerse sobre la equidad, de manera directa o indirecta aparecen otras cuestiones como la igualdad, la desigualdad, la inequidad y la iniquidad. Explicar cada una y aclarar todas sus relaciones prácticas y teóricas rebasa los límites de este espacio, pero es necesario no desatenderlas del todo.

Empíricamente, la desigualdad humana se muestra de maneras múltiples y en sus variantes sociales, económicas y políticas ha sido causa de debates y de grandes problemas a lo largo de la historia de las sociedades. No es fácil o inmediatamente posible afirmar la igualdad humana como cosa natural; esta es una creencia que se ha construido a lo largo de siglos y precisamente con un trabajo contextualizado y motivado por las desigualdades creadas por los seres humanos. La creencia es asimismo fruto del deseo y del propósito de atenuar o acabar las desigualdades. Ello toca a todos los trabajos de la antropología, de la economía y de la filosofía política.  Así surgió el proyecto del Estado constitucional o de derechos.

Uno de los logros fundamentales del pensamiento y del afecto humano es la afirmación de la igualdad de los seres humanos en su naturaleza, en su esencia. Esta creencia es la base para un derecho que se califica igual que el logro anterior, es decir, derecho fundamental, el de educación.

En el reconocimiento constitucional de que toda persona “tiene derecho a recibir educación” se condensa tanto un avance civilizatorio del mundo y de México, como un elemento central del proyecto ingente de transformar las desigualdades sociales, económicas y políticas. ¿Con qué criterios y fines? Con los que establece el proyecto de sociedad contenido en la Constitución, la cual es un patrimonio histórico de los mexicanos y tiene una dinámica que la relaciona siempre con la vida social y va precisando los derechos y su alcance y las obligaciones estatales y sociales.

Por los elementos antecedentes, es posible afirmar que la equidad representada en la ecuación de la calidad es una consecuencia natural, intrínseca, del derecho a la educación. Puede sostenerse que la equidad implicada o necesaria para que educación tenga la posibilidad de llegar a darse y ser reconocida como experiencia de calidad, es una expresión gemela del derecho mismo a ella. Por eso la equidad que se predica de la educación rebasa a la escuela y debe calificar y potenciar en la ecuación a todo el aprendizaje y, desde él, al currículo y a la pedagogía. Por todo ello, es una cuestión que toca toda la vida social, toda la actividad económica y toda la experiencia política.

Es tan inherente la equidad al derecho a la educación que el ordenamiento de la pedagogía escolar debe surgir de ella y ser a la vez uno de los aprendizajes clave. La equidad viene a ser entonces base y fin de la educación; es la expresión más clara y exigente de su ontología, y la escuela debe enseñarla, trabajar para ella porque es una institución política y lo que logre es trascendental para la comunidad política.

La equidad debe estar en los aprendizajes, es su fundamento: el conocimiento de sí como ser digno e igual a los otros; el conocimiento de los otros como seres dignos merecedores de respeto y poseedores de derechos; la formación de la persona y su autonomía. Por eso importa la educación y todas sus relaciones con la vida social, con la economía y con la política.

La equidad debe estar en los aprendizajes por la semántica de la frase que consagra el derecho a la educación, pero no se agota en ellos, los mueve desde fuera y los vincula con las otras acciones sociales, económicas y políticas que también deben construir la equidad: las relaciones sociales basadas en los derechos y la justicia que ellos proyectan; las relaciones económicas acordes a la dignidad humana y al conjunto de derechos que de ella dimanan; las relaciones políticas impulsadas por los derechos de forma que configuren y sostengan el  bien común con todos los instrumentos de acción del Estado. En tal horizonte, las políticas para la equidad educativa no pueden comprenderse, formularse, ni emprenderse sin las políticas para la equidad en todos los ámbitos de la acción social y del ejercicio del poder público. De esta forma, en los principios constitucionales y en los fines de la educación, la equidad es un valor procedimental, sí, pero es también un valor que señala la meta última de la vida social y de la realización del Estado: la persona humana como fin.

La equidad es, en última instancia, una representación de la justicia, y su inexistencia o su debilidad extrema dan lugar a la iniquidad, es decir, a una vida social, política y económica de injusticia; da lugar a un mal humano; de ahí la responsabilidad de los gobernantes. Es por eso inaplazable que con la luz y la exigencia del derecho a la educación,  de manera constante se trabaje para que se identifiquen todas las formas de inequidad en el servicio educativo, desde las relativas a la infraestructura y la disposición de maestros, hasta las que se cuelan en el currículo y en la vida escolar.

La obligación constitucional de ofrecer educación de calidad es una exigencia de transformación de las políticas educativas. Vivimos tiempos electorales; deben ser tiempos que sacudan la estructura y motiven la acción de los partidos y de todo candidato o candidata para que comprendan la responsabilidad pública que significa la equidad en la educación. La prueba de fuego para la vocación del político o de la política es su capacidad de ocuparse del hecho de que toda persona tiene derecho a recibir educación. Sin tal capacidad, no pueden pretender vocación política y no estarán legitimados.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/calidad-de-la-educacion-los-terminos-de-su-ecuacion-iii/

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Acoso Escolar: Pautas de intervención para docentes y orientadores

Por: Cristina Martínez Carrero

El acoso escolar o bullying es cualquier forma de maltrato (psicológico, verbal o físico) producido por un abuso de poder y fuerza, dirigido siempre a la persona más “débil”. El maltrato debe producirse de forma reiterada a lo largo de un tiempo determinado y es claramente deliberado, sistemático y repetitivo. Aquí podéis consultar 15 recursos para combatirlo en el aula.

Es muy importante diferenciar los conflictos entre iguales del acoso escolar. Para considerar acoso como Bullying deben cumplirse simultáneamente tres criterios:

[list][item icon=”10003″ ]Un desequilibrio de poder, situación de desigualdad de poder, ya sea a nivel físico, psicológico o social[/item][/list]

[list][item icon=”10003″ ]Debe existir intencionalidad y/o repetición. No son situaciones aisladas, tienden a repetirse en el tiempo lo que implica que la víctima sea blanco de futuros ataques[/item][/list]

[list][item icon=”10003″ ]Se maltrata a las personas que piensan tienen un menor grado de indefensión, los menos fuertes[/item][/list]

Uno de cada 10 alumnos asegura que ha sufrido algún tipo de acoso escolar. Denunciarlo no es tan sencillo, por este motivo la empresa Deset Technological Solutions SL junto con el Equipo D-letras decidimos crear una herramienta de evaluación para detectar el acoso escolar. Queríamos que fuese algo sencillo y que  pudiese ser detectado a través del juego. Así surge The Buddy Tools.

El test es un software informático que se realiza a través de un ordenador o tablet, lo que lo hace aún más llamativo. Los alumnos lo viven como un juego desde el primer momento ya que deben crear su usuario y personalizarlo. Tras este primer paso responden a una serie de cuestiones relacionadas con el grupo clase. El test dura unos 10 minutos y nos permite obtener una “radiografía social” (sociograma) del aula y detectar posibles casos de acoso. Nos ofrece informes individuales y grupales, aportando datos sobre la sociabilidad del grupo, rendimiento escolar, datos psicosomáticos, alumnos más elegidos, rechazados, posibles acosados y acosadores.

Se ha puesto en marcha en varios centros escolares obteniendo muy buenos resultados. Podemos hablar una fiabilidad del 90-95%.La utilización del software hace que los alumnos respondan con mayor sinceridad, sin problemas de confidencialidad y/o miedos al hacerlo en ordenador y a través del juego. Además, la herramienta permite comprobar indirectamente la sinceridad de las respuestas de los alumnos, para reforzar la fiabilidad y validez del test.

Cuando un centro detecta un caso de acoso debe poner en marcha un protocolo de actuación específico. The Buddy Tools junto con el informe que aporta, ofrece una serie de pautas para profesores, padres y alumnos. A continuación os dejamos algunas de las pautas que pueden encontrar dentro de la herramienta.

Pautas de intervención para profesores y orientadores

-Si detectas un comportamiento de acoso se tiene que intervenir inmediatamente,parando la situación lo antes posible para evitar que las agresiones se agraven o vayan a más

-Observar las relaciones que se establecen en el aula

-Estar atentos a los cambios en el rendimiento de sus alumnos, tanto en cuanto a atención en clase como a sus resultados, ya que son uno de los índices más claros de que algo no funciona como debiera

-No restar importancia a las manifestaciones o denuncias de los alumnos. Escucha con respeto y evita decir cosas como “son cosas de niños”, “no es para tanto”

Formación del profesorado para el conocimiento, detección y actuación ante situaciones de acoso escolar

Acoso escolar bullying-Crear un protocolo de actuación, que informe de las medidas que el centro va a adoptar y cómo se va a abordar dicha situación

Solicita la colaboración de las familias.El acoso escolar es responsabilidad de todos, y todos debemos ser parte activa de la solución. Por ello, es recomendable informar a los padres mediante charlas o talleres e ir pautándoles para que sepan cómo han de actuar.

Vigilancia por el profesorado en aquellos lugares donde pueda producirse el supuesto acoso, para recreo, comedor, y otras zonas de riesgo (cuartos de baño).

Hablar con la víctima garantizándole su protección y seguimiento del problema e informarle de los pasos que se van a dar.

Seguimiento diario por parte de un profesor/a de confianza para el alumno, por mayor empatía o cercanía comunicativa y/o afectiva.

-Hablar en clase del tema. El acoso escolar no puede ser un tema tabú. Se recomienda hacer hincapié sobre la necesidad de decirlo si algún alumno detecta problemas y remarcar que comentar un suceso no significa “ser un chivato”. Las tutorías pueden ser un buen momento para esto.

Tratar el tema a través de las tutorías e introducir temas de educación en valores, convivencia, compañerismo, civismo, no agresión; respeto y tolerancia.

Establecer consecuencias. Hablar con los alumnos y expresarles las medidas que se tomarán y cómo se reaccionará cuando ocurra alguna agresión.

No usar la mediación entre iguales como herramienta de resolución de la situación de violencia o forzar artificialmente, que se den la mano, que se pidan perdón…

El acoso escolar marca la vida de las víctimas, afecta a la salud física, al bienestar emocional y al rendimiento académico de los niños. Deja una huella imborrable en la vida adulta de las personas que lo han sufrido: genera inseguridad, dificultad para confiar en personas, baja autoestima…

Entre todos podemos conseguir que la escuela sea un lugar seguro. ¡Trabajemos para conseguir una escuela segura, basada en el respeto!

Fuente: http://www.educaciontrespuntocero.com/author/cristina-martinez-carrero

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Cuba: El «alma» viva de los universitarios

Por: Granma/Lissy Rodríguez Guerrero/12-01-2018

La Universidad de La Habana, centro fundacional de la Educación Superior en Cuba y el primero en alcanzar la categoría de institución de Excelencia, arribó ayer a sus 290 años.

La vista se posa tranquila en su esbeltez y expresión simbólica, que coquetea con el paso de la juventud a la madurez. En la amplia escalinata, la escultura en bronce del Alma Mater invita sutil a sus predios, en un centro que resume con brillantez la arquitectura cubana de la primera mitad de siglo xx.

Casi tricentenaria, la Universidad de La Habana (UH), institución de altos estudios más antigua de Cuba, resulta expresión de sabiduría. Es, como diría el Historiador de La Habana, Eusebio Leal Spengler, la madre maestra, el sitio donde trazamos el camino de la vida.

Y lo fue desde que se creara el 5 de enero de 1728 en las instalaciones del Convento San Juan de Letrán, que alberga hoy al Colegio San Gerónimo de La Habana, facultad de la UH donde se imparte la Licenciatura en Preservación y Gestión del Patrimonio Histórico Cultural. Lo fue también cuando la introducción de reformas educacionales a fines del siglo XIX y principios del XX, así como las demandas de crecimiento de la capital, hicieron inminente su traslado en mayo de 1902 a la nueva sede en la Loma de Aróstegui o de la Pirotecnia, sitio donde se erige actualmente la Colina Universitaria.

Por su historia se cuenta buena parte del devenir de la nación, toda vez que sus aulas abrigaron a los protagonistas de las luchas por la independencia, el enfrentamiento a los regímenes que vejaban al país durante la primera mitad del siglo pasado, y la construcción del proyecto revolucionario nacido en 1959, como cuenta el doctor Gustavo Cobreiro, rector de la institución, en la presentación del libro El Patrimonio Cultural de la Universidad de La Habana.

Ha sido, a la vez, basamento y pilar de la memoria científica, arquitectónica, documental y cultural de la nación, expandida más allá de sus muros. Por esa razón, ha abierto sus puertas a algunas de las figuras más prominentes de Latinoamérica y el orbe, entre ellas a Fidel, su alumno mejor, cultor del diálogo con los jóvenes, quien allí se hizo revolucionario, y a quien están dedicados los festejos por el aniversario.

LA UNIVERSIDAD DEL PRESENTE

Formar con calidad a los graduados universitarios constituye el compromiso mayor del centro de altos estudios. De ello son testigos los miles de jóvenes que en pregrado y posgrado se forman en sus aulas, así como su claustro de profesores, que al decir del rector del centro, en el programa televisivo Mesa Redonda, del 4 de enero último, son «los principales artífices» y «el soporte fundamental».

Cualidades revolucionarias, nivel científico y pedagógico los caracterizan, apuntó Cobreiro, y a ello habría que agregar el profundo compromiso y sentido de pertenencia, si tenemos en cuenta que, de los profesores, sobrepasan la mitad los que llevan más de 20 años en la universidad, y más del 20 % superan las cuatro décadas en el centro.

Fueron ellos en buena medida, junto a sus estudiantes, los que en el proceso de evaluación llevado a cabo por la Junta de Acreditación Nacional la condujeron a alcanzar la categoría de institución de Excelencia en el 2016, con lo cual la UH se convirtió en el primer centro del país con esta condición.

«Hoy poseen acreditación de excelencia el 73 % de las carreras,  el 72 % de los programas de maestría y el 75 % de los de doctorados», agregó.

En la era de la información y las comunicaciones, alcanzar y mantener esos resultados pasa por contar con una infraestructura tecnológica, que en la UH se concreta con la conexión del centro por fibra óptica, la elevación cien veces del ancho de banda y la conexión de 10 000 usuarios a la red.

El 100 % de los estudiantes y profesores tiene acceso a internet. Más de mil docentes poseen acceso remoto desde sus casas. Asimismo, contamos con más de cien puntos de transmisión inalámbrica, y un canal de televisión universitaria estrenado con motivo de este aniversario, sostuvo el también miembro del Comité Central del Partido.

En ese ánimo de perfeccionamiento, la UH, centro rector de 35 carreras en el país, trabaja en la elaboración y aplicación del plan de estudios «E», apuntó la doctora Normas Barrios, vicerrectora docente y de calidad, y agregó que el propósito de la universidad es que en septiembre del 2018 todas las carreras estén funcionando con el nuevo programa».

CIENCIA E INNOVACIÓN: CAMINO AL DESARROLLO

En temprana fecha dijo Fidel que Cuba debía convertirse en un país de hombres de ciencia y pensamiento, y cumplir cabalmente ese derrotero ha sido para la universidad de Varela, Céspedes, Agramonte, Mella, Guiteras, José Antonio Echeverría, Juan Marinello y Carlos Rafael Rodríguez, entre otros, propósito insoslayable.

Una amplia agenda de investigación, que abarca en la actualidad el desarrollo local, envejecimiento poblacional, administración pública y sostenibilidad ambiental, entre otros temas, coadyuva a cumplimentar esa misión, desde la mirada multidisciplinaria de diversas áreas del conocimiento.

Así lo constató a la Mesa Redonda Vilma Hidalgo, vicerrectora de investigaciones y posgrado, quien agregó además que ha sido significativa la participación de profesores e investigadores en la actualización del modelo económico cubano.

Otros resultados se evidencian en los cien proyectos de investigación vinculados a programas nacionales de la ciencia, en temas como las relaciones internacionales, educación, salud, diversidad biológica, biomedicina, protección de los recursos naturales y energía renovable, por solo mencionar algunos ejemplos.

Muestra de ese caudal de conocimiento se evidencia en la obra científica universitaria: la publicación de libros y de artículos en revistas científicas de alto impacto, el posicionamiento de casi 1 400 artículos en bases de datos internacionales, y el desarrollo de conferencias, talleres y seminarios de alta convocatoria, según explicó Hidalgo.

Además, argumentó que la UH tiene una cartera de 14 productos de la ciencia, varios servicios científico-técnicos, 33 patentes, de ellas cinco internacionales, de conjunto con BioCubaFarma, entidad con la cual se establece la alianza más importante.

UNA MIRADA AL FUTURO

Un nuevo aniversario siempre es momento oportuno para delinear nuevas hojas de ruta, en función de superar materias pendientes y consolidar conquistas. El de un centro universitario no es la excepción, de ahí que para su rector, la UH tiene entre sus retos mantener su condición de Excelencia, caracterizarse por la calidad de la formación integral de sus graduados, por la ciencia de alto impacto, y por participar en el desarrollo sostenible de la sociedad socialista cubana.

Tiene el compromiso de seguir acompañando al pueblo de Cuba, y que Cuba la siga acompañando como lo ha hecho en estos 290 años de su historia, agregó Cobreiro.

Para Norma Barrios, en tanto, los derroteros se encuentran en aprovechar el desarrollo de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, y dotar a los materiales digitales de valor de uso en función de la enseñanza; darle una mayor participación a los estudiantes en el proceso de construcción del conocimiento; y desarrollar estrategias educativas que contribuyan a formar más eficazmente ese sentido de responsabilidad y compromiso de nuestros estudiantes con el país y la Revolución.

Es que la UH es la gran casa de todos los que llegan arrobados por sus encantos, del que la mira desde la distancia, del que pasa y no puede evitar adentrarse, del que nunca más la abandona, y hasta de los que, aun yéndose, vuelven a ella con el recuerdo nostálgico. Tiene el misterio de ser la señora fiel de 290 años, que cada día rejuvenece con el tránsito de sus jóvenes, esos hijos que mañana verá construyendo el porvenir de la nación.

Diseño: Guillermo Meriño Suárez

*Fuente: http://www.granma.cu/ciencia/2018-01-05/el-alma-viva-de-los-universitarios-05-01-2018-23-01-49

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La educación como fuerza transformadora

Por: Tomás Loyola Barberis

La educación no es únicamente importante como vía para el empoderamiento individual, sino que también repercute en la economía, la sociedad, la cultura y en el medio ambiente. Es en este último punto donde ha centrado su atención el informe Seguimiento de la Educación en el Mundo (2016), que lleva por título La educación al servicio de los pueblos y el planeta: creación de futuros sostenibles para todos, elaborado por la Unesco.

En el documento se abordan los desafíos para alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible (ODS) que tienen que ver con educación, puesto que si bien es el ODS 4 el que la menciona directamente –“Garantizar una educación inclusiva y equitativa de calidad y promover oportunidades de aprendizaje permanente para todos”–, su impacto puede afectar al resultado de los otros 16 objetivos.

Entre los desafíos más urgentes podemos encontrar, según explica la directora general de la Unesco, Irina Bokova, la necesidad de cambiar el enfoque que tenemos actualmente de la educación, ya que, de no hacerlo, será imposible alcanzar los objetivos planteados para 2030. De igual manera, se refiere a la necesidad de establecer un compromiso a largo plazo, pero también a la urgencia de comenzar a tomar las medidas adecuadas para dirigir las acciones necesarias hacia la consecución de los ODS; y también a la necesidad de fomentar el desarrollo de competencias, actitudes y comportamientos para un crecimiento sostenible e inclusivo.

La preocupación surge de los datos analizados por el informe de los que se deduce que, si todo sigue como hasta ahora, conseguiremos los ODS en educación con 50 años de retraso. “Con las tendencias actuales, la terminación universal de la enseñanza primaria se alcanzará en 2042, la del primer ciclo de enseñanza secundaria en 2059 y la del segundo ciclo de enseñanza secundaria en 2084. Los países más pobres alcanzarán la enseñanza primaria universal más de 100 años después que los más ricos”, especifica el documento.

El impacto de la educación

El informe de la Unesco ha puesto especial énfasis en la incidencia que tendrían los avances en la educación en los otros objetivos de desarrollo sustentable relacionados con la reducción de la pobreza, una mejor respuesta ante desastres naturales, la reducción de la mortalidad infantil, el aumento del PIB, entre otras.

“Si se alcanzara en 2030 la universalización de la enseñanza secundaria para las mujeres en edad de procrear, disminuiría la tasa de mortalidad de los menores de 5 años en el África subsahariana de 68 a 54 fallecimientos por cada 1.000 nacidos vivos en 2030 y de 51 a 38 fallecimientos por cada 1.000 nacidos vivos en 2050”, especifica el último informe disponible. Pero también puede afectar positivamente al aumento del ingreso per cápita al mejorar la productividad de la mano de obra y favorecer las dinámicas que permitan acelerar el desarrollo de las comunidades más atrasadas, y fomentar también la adopción de nuevas tecnologías.

De hecho, la Unesco calcula que “en los países de ingresos bajos, la terminación universal del segundo ciclo de la enseñanza secundaria aumentaría los ingresos per cápita en un 75% para 2050”. A la vez reconoce que la pobreza extrema todavía es un enemigo imposible de batir antes de 2030, y que el avance en este sentido permitiría recortar en una década la posible eliminación de la pobreza.

En el ámbito de la política, la educación cívica y la participación ciudadana, “la educación aumenta los conocimientos sobre los principales dirigentes políticos y sobre cómo funcionan los sistemas políticos. Las personas necesitan tener información y competencias para inscribirse para votar, comprender lo que está en juego e interesarse por los resultados de las elecciones”, analiza el informe. Esto fomentaría también la participación de las mujeres en los órganos de toma de decisiones, tanto en el ámbito local como nacional; aumentaría la representación de minorías y grupos marginados, y también reduciría la violencia y la resistencia a la participación, además de suavizar las diferencias entre grupos étnicos y religiosos.

Así como la educación podría mejorar los índices de respuesta y prevención ante los desastres naturales si se alcanzase la enseñanza secundaria universal en 2030, reduciendo las muertes a menos del 10% de las que hubo en la primera década de este siglo, el aprendizaje a lo largo de toda la vida podría tener un relevante impacto en la sostenibilidad de las ciudades, en la mejora de su funcionamiento, de su diseño urbanístico y su planificación.

Este último punto es especialmente relevante cuando el crecimiento desmedido de las grandes ciudades ha generado una problemática social relacionada con el acceso a los servicios básicos como sanidad y educación, a la seguridad y a la ingobernabilidad. Pero la educación es una herramienta poderosa para reducir esa situación de desigualdad y propiciar los cambios necesarios para alcanzar espacios urbanos mejor diseñados, sostenibles e inclusivos.

“La enseñanza primaria y secundaria de buena calidad y una alta tasa de matrícula en la enseñanza superior son fundamentales para fomentar la innovación y aumentar la productividad en las economías basadas en el conocimiento. Las ciudades atraen el capital humano y las inversiones directas extranjeras al posicionarse como centros mundiales de intercambio en lo referente a la enseñanza superior, las competencias, el talento, el saber y la innovación”, argumenta la Unesco.

Fuerza transformadora

Si queremos alcanzar los objetivos planteados, una de las medidas esenciales es la inversión. La recomendación, según el informe, es destinar entre el 4% y el 6% del PIB a Educación, o, al menos, entre un 15% y un 20% del gasto público. No obstante, los datos arrojados por la Unesco sitúan el gasto promedio en el 4,6% del PIB y apenas en un 14,2% del gasto público, cifras que no han recuperado todavía los niveles alcanzados en 2009 y 2010.

La Unesco se apunta como tareas pendientes poder determinar con exactitud, ante la falta de un mecanismo mundial de seguimiento, qué ocurre en el apartado de becas de movilidad internacional y en la preparación idónea del profesorado para ejercer su profesión, aunque ya se ha detectado una importante brecha no solo entre países, sino también dentro de ellos. No obstante, la apuesta de la entidad es por mejorar los sistemas de medición del retorno que producen las becas y cómo estas impactan en el país de origen del becado; y, en el caso de las y los docentes, cómo hacer no solo para mejorar sus niveles de preparación y formación inicial, sino también los de retribución, que es considerada una herramienta fundamental para atraer y retener a los mejores profesionales.

Pero la tarea es mucho más amplia y todavía hay que plantearse un cambio más profundo para acercarse a la meta establecida. “Para que la educación tenga efectos transformadores que apoyen la nueva agenda del desarrollo sostenible, no bastará la educación como se ha venido impartiendo hasta ahora. El aprendizaje debería fomentar la reflexión relacional, integradora, empática, anticipativa y sistemática. Las escuelas deberían convertirse en espacios ejemplares que respiren sostenibilidad: unos lugares inclusivos, democráticos, saludables, neutros en cuanto a emisiones de carbono, que sienten las bases para la consecución de los ODS”, asevera el documento de la Unesco.

En el informe de 2016 se hace un llamado a los Estados para que asuman el obligado papel que tienen en la consecución del ODS 4. Para ello se ha establecido un nuevo conjunto de herramientas y una carpeta de recursos para hacer un seguimiento del objetivo de la educación después de 2015 y las metas propuestas para 2030. En tanto, se han examinado también los vínculos recíprocos entre la educación y los principales aspectos de la agenda para el desarrollo después de 2015, y la forma de replantearse el papel de la educación para contribuir a la ambiciosa agenda para el desarrollo sostenible.

Es este el germen que tiene que movilizar a la comunidad educativa para ejercer activamente el rol que le corresponde en cuanto a la transmisión de esas competencias, actitudes y comportamientos para un crecimiento sostenible e inclusivo que invocaba Irina Bokova. Y para eso, más que las grandes acciones, que también, se requiere innovación que permita renovar los espacios educativos, para convertir al alumnado actual en las y los diseñadores de un mundo más justo y equitativo. El futuro, finalmente, es tarea de todos.

Fuente: http://revistainnovamos.com/2017/01/31/la-educacion-como-fuerza-transformadora/

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Francia prohibirá los móviles en los colegios y universidades el próximo curso

Por: elespanol.com/12-01-2018

La medida estaba incluida en el programa electoral de Macron. El ministro de Educación asegura que es una cuestión de «salud pública» para los menores.

El ministro de Educación de Francia, Jean-Michel Blanquer, ha confirmado que se van a prohibir los móviles en los colegios desde el próximo curso, tanto en los colegios y en las universidades.

Esta medida ya estaba contemplada en el programa de campaña de Emmanuel Macron y ahora tomará forma de normativa para su aplicación el próximo mes de septiembre.

«Estamos trabajando en este tema para ver las diferentes modalidades», explicó el ministro de Educación al diario francés L’Express.

Blanquer ha asegurado que «a veces puede que se necesite el teléfono móvil con fines educativos o para situaciones de emergencia, así que tienen que estar confinados en algún lugar».

La prohibición del teléfono móvil ya existe en algunas instituciones educativas. «Hay algunas universidades que ya han implantado con éxito la medida».

Más allá del entorno escolar, el ministro de Macron ha asegurado que lo que pretende el Gobierno francés es dar un «mensaje de salud pública» dirigido a las familias que tienen que tener claro que «no es bueno» que los niños pasen demasiadas horas frente a las pantallas, sobre todo antes de cumplir los 7 años».

*Fuente: www.elespanol.com/mundo/europa/20171214/francia-prohibira-moviles-colegios-universidades-proximo-curso/269473297_0.html

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España: Educación trabaja en un informe para esclarecer un presunto caso de acoso escolar a 4 chicas en un centro de Toledo.

Por: 20minutos.es/Europa Press/ 12-01-2017

La Comisión de Acoso Escolar vinculada a la Consejería de Educación, Cultura y Deportes ha iniciado un informe para esclarecer un presunto caso de acoso escolar a cuatro chicas de 1º de Bachillerato en la Escuela de Arte de Toledo por parte de otro menor de la misma clase.

En declaraciones a Europa Press, el director provincial de Educación en Toledo, José Manuel Almeida, ha confirmado el inicio de este estudio a raíz de este supuesto caso, que adelantaba el diario la Tribuna de Toledo, y del que no consta denuncia ante la Policía. Almeida ha relatado como, presuntamente, estas cuatro chicas estaban recibiendo mensajes «fuera de tono» a través de WhatsApp y en redes sociales por parte de este chico, una información que llega al profesorado, pues percibe en una de las chicas que «algo le pasa».

Esta menor, la más afectada, les traslada los profesores que además de esos mensajes el presunto agresor ha tenido un «comportamiento no adecuado» con ella. Seguidamente, desde la Dirección Provincial de Educación se pone en marcha el protocolo ante este tipo de casos, una vez constatan la información por parte de las presuntas víctimas y del presunto agresor, que en palabras de Almeida «no era consciente de que este tipo de actuaciones podían constituir acoso».

Asimismo, el director provincial de Educación ha destacado la «absoluta y total colaboración» de la familia del menor, que ante los hechos reconocen que es «no es un comportamiento adecuado y por ello hay que poner medidas». MEDIDAS INMEDIATAS Este protocolo, según Almeida, marca que una vez se pone en marcha, se deben tomar medidas inmediatas, por lo que el presunto agresor ha sido trasladado a otro grupo de clase como medida cautelar.

De este modo, la Dirección Provincial de Educación trabaja en ultimar este informe, que dependiendo de la gravedad de los hechos tarda «más o menos» en arrojar conclusiones. Tanto el equipo directivo de la Escuela de Arte de Toledo, los tutores y los orientadores colaboran, desde el momento que se pone en marcha el protocolo de acoso, en seguir observando la situación y los comportamientos del presunto acosador y de las presuntas víctimas.

Ver más en: http://www.20minutos.es/noticia/3233340/0/educacion-trabaja-informe-para-esclarecer-presunto-caso-acoso-escolar-4-chicas-centro-toledo/#xtor=AD-15&xts=467263

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Entrevista a José Carlos  Nuñez Catedratico de Psicología Educativa clima escolar «clave para el aprendizaje»

Por: Infocop Online/Entrevista

El sistema educativo actual y la sociedad en general se enfrenta al enorme reto de mejorar el clima escolar en las aulas. Un adecuado clima escolar repercute muy positivamente en todos los aspectos relacionados con la escuela, el profesorado y el alumnado; inversamente, un clima escolar inadecuado contribuye a una disminución del rendimiento académico del alumno, influir negativamente en el adecuado desarrollo social del alumno, puede aumentar la desmotivación del profesorado, etc. La Psicología en general y, en especial, la Psicología educativa puede contribuir de manera muy positiva a mejorarlo. Por ello, Infocop Online ha tenido el gusto de entrevistar a José Carlos Núñez, catedrático de Psicología de la Educación en la Universidad de Oviedo y experto en clima escolar

En relación al clima escolar, ¿podría explicarnos cuál es la situación en nuestras aulas? ¿Cómo podría estar influyendo este aspecto en el rendimiento académico de nuestros escolares? ¿Y en el profesorado?

Quizás convendría primero aclarar lo que se entiende por clima escolar ya que, probablemente sensibilizados por los casos de violencia entre jóvenes en edad escolar, hoy casi hacemos equivalente clima escolar con los problemas de disciplina y violencia en los centros educativos. Sin embargo, clima escolar es un concepto mucho más amplio y complejo. El clima escolar, de modo global, se debe entender como un concepto que hace referencia a las condiciones organizativas y culturales de todo un centro educativo; sería, por así decirlo, la manera en que la escuela es vivida por la comunidad educativa y por ello incide sobre las actitudes de todos los implicados. Al concretar, podemos observar que el clima escolar incluye tanto una dimensión estructural (referida a la organización de los roles y las expectativas de los estudiantes en la clase y al hecho de compartir como grupo normas de conducta), como una dimensión afectiva (o formas concretas mediante las que cada personalidad individual satisface sus necesidades). Algunos investigadores también hablan de cuatro componentes del clima escolar: académico (normas, creencias y prácticas de la escuela), social (comunicación e interacción entre personas), físico (aspectos físicos y materiales y su mantenimiento) y afectivo (sentimientos y actitudes compartidas en la escuela).

A principios de esta década, la imagen que los ciudadanos tenían de lo que sucedía en los centros escolares de secundaria era bastante pésima: profesorado desanimado, falta de motivación para el estudio de una gran mayoría de los alumnos, incremento del fracaso escolar y, especialmente, incremento muy significativo de la violencia en los centros educativos. Sin embargo, en una amplia investigación financiada por el Ministerio de Educación y Ciencia y publicado en 2004, se indica que para el profesorado participante en el estudio es indudable que los medios de comunicación han dramatizado en exceso la situación de violencia de los centros públicos de secundaria y que, en general, las causas de los problemas de convivencia estarían relacionados con los cambios en el rol educador de las familias, los valores diferentes de los alumnos, la falta de recursos materiales y humanos que acompañen a los cambios legislativos y la dificultad del propio profesorado para reconocer su función y las finalidades de su actividad.

Hoy, el fracaso académico y la violencia escolar son dos de los principales retos de los sistemas educativos a nivel internacional. Según datos recientes de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE, 2007), el porcentaje de adultos que han completado sólo Educación Infantil o Educación Primaria en los países latinoamericanos evaluados es o similar o muy superior al porcentaje de alumnos que han terminado Educación Infantil, Educación Primaria o Educación Secundaria Obligatoria en el conjunto de la propia OCDE o de la Unión Europea (UE). Esto es, mientras que en la OCDE, o en la UE, el 29% de los adultos poseen sólo los estudios de Infantil, Primaria o Secundaria Obligatoria, por ejemplo, en Chile el 24% de la población adulta ha alcanzado como mucho la Educación Primaria, porcentaje que asciende al 50% y 57% en México y Brasil, respectivamente. En el caso de España, y según datos de este mismo informe, la situación es similar a la de Chile. El 24% de la población adulta sólo ha alcanzado la Educación Primaria, porcentaje muy superior a la media de la OCDE o de la UE, donde la población alcanza en mayor medida niveles educativos superiores. En este mismo sentido, resultan también ilustrativos los últimos datos publicados en 2008 por el Instituto de Evaluación del Ministerio de Educación, referidos a la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) en España. El porcentaje de alumnado repetidor es del 16,7% en 1º, del 9,6% en 2º, del 18,6% en 3º y del 12,1% en 4º. Y la tasa de idoneidad, es decir, el porcentaje de alumnado que se encuentra matriculado en el curso teórico correspondiente a su edad, va disminuyendo a medida que esta aumenta: un 84,2% del alumnado de 12 años cursa primero de ESO; un 66% de alumnos de 14 años, tercero; y un 57,7% de 15 años están en cuarto. En cuanto a la violencia escolar, según el informe de 2007 del Defensor del Pueblo-UNICEF, en España cerca del 90% del alumnado de ESO dice haber observado agresiones verbales entre estudiantes (insultar, poner motes o hablar mal de alguien); más del 80% dice haber presenciado exclusión social entre compañeros (ignorar); cerca del 60% dice haber observado agresiones físicas directas (pegar); y entre el 40% y el 45% dicen haber contemplado episodios de violencia física indirecta entre estudiantes -robos y destrozos. El tipo de violencia más frecuente entre estudiantes en Educación Secundaria es la verbal (insultos, motes ofensivos, hablar mal de los demás). En cuanto a la violencia de alumnado hacia el profesorado, los estudiantes consideran que los comportamientos más habituales son los insultos y motes con intención de ofender y los comportamientos disruptivos en el aula.

Pese a ser tanto el fracaso académico como la violencia escolar dos retos fundamentales dentro del sistema educativo actual, los numerosos informes diagnósticos que se han publicado en España en los últimos años sobre la situación de violencia en los centros educativos apenas han estudiado el vínculo entre ambos problemas con cierta profundidad y rigor. En este sentido, el informe sobre convivencia escolar publicado por el Gobierno de la Comunidad Autónoma de Canarias, referido a los centros de Educación Secundaria de esa región, incluye algunas preguntas al profesorado y al alumnado dirigidas a conocer hasta qué punto perciben que exista esa relación. Tanto alumnado como profesorado consideran que el alumnado repetidor aumenta la indisciplina en las aulas (el 74,3% del profesorado y el 61,7% del alumnado así lo entienden); que el alumnado que saca malas notas suele provocar más interrupciones (indisciplina) en las clases (el 87% del profesorado y el 75,3% del alumnado así lo consideran); que el alumnado que produce actos de indisciplina reiterados en el centro es aquel que no quiere estudiar (el 93,6% del profesorado y el 81,6% del alumnado así lo informan); y que el fracaso escolar y el desinterés del alumnado hacia los estudios es origen de conflictos y conductas violentas en el centro (en ambos casos en torno al 75%). Sin embargo, sólo el 5% del profesorado considera que el fracaso en los estudios pueda ser origen de discriminación hacia quien lo padece. Son bastantes más, un 23,8%, los estudiantes que consideran que esto ocurre. 

A nivel internacional, el vínculo entre el fracaso en los estudios y la violencia escolar ha sido mucho más estudiado. En este sentido, se ha observado que participar como agresor en situaciones de maltrato permite predecir una baja percepción de competencia académica por parte del propio estudiante y la obtención de bajas calificaciones, así como abandono escolar. Se ha apreciado que el comportamiento disruptivo en el aula por parte del alumno muestra una correlación inversa con el apoyo por parte del profesorado y con el logro académico. Ser rechazado y víctima de agresiones también afecta al logro académico y al riesgo de fracaso escolar: permite predecir una baja competencia percibida y, en muchos casos, evitación escolar, absentismo, pérdida del compromiso con lo académico y una baja participación, frecuentemente para evitar el maltrato. Por otra parte, la relación con el profesorado también incide en el rendimiento académico: el fomento de relaciones cercanas y de calidad entre estudiantes y formadores está asociado a un mayor compromiso en el centro educativo por parte de ambos, lo cual se traduce en una mayor motivación, rendimiento, sentimientos de pertenecía y afecto en la escuela. El apoyo del profesorado predice mejores calificaciones, siendo este efecto mayor en víctimas que en agresores.

Otros estudios se han centrado en la influencia inversa: en qué medida el fracaso escolar puede incidir en la aparición de violencia escolar. Percibirse poco competente académicamente, encontrar poco relevante el trabajo de clase y considerar que romper las normas de clase aumenta el status entre los iguales, aumenta la probabilidad de desarrollar comportamientos disruptivos en el aula y conductas de oposición hacia el profesorado. En cambio, si el alumnado tiene éxito y disfruta en el centro educativo, tendrá un menor incentivo para comportarse mal durante las clases o actuar de modo que pueda precipitar su exclusión de la actividad. Los niños con mal comportamiento, pobres calificaciones y que han cambiado alguna vez de colegio es más probable que, de adolescentes, se encuentren inmersos en situaciones de violencia relacional, dentro y fuera del aula.

En general, los datos sitúan a España a la cola de Europa en cuanto a la calidad de nuestro sistema educativo, ¿qué es lo que estaría fallando?

Efectivamente, el fracaso escolar es uno de los problemas más graves que tiene nuestro sistema educativo en la actualidad, siendo las causas muy variadas y complejas. Veamos primero el nivel de gravedad del problema del fracaso escolar en nuestro país y, más tarde, algunas de las condiciones más significativamente relacionadas con ello.

En cuanto a la calidad del sistema educativo español, los datos derivados de los diferentes estudios que ha realizado últimamente la OCDE, si bien no dejan al sistema educativo español en el lugar que teóricamente parece corresponderle, tampoco es del todo correcto interpretarlos con el dramatismo acostumbrado últimamente. Por ejemplo, en el Informe PISA del 2006 (Programme for International Student Assessment), en el que se evaluó la competencia lectora, matemática y científica de estudiantes de 15 años de 57 países miembros y asociados de la OCDE (entre 4.500 a 20.000 por país), los resultados promedio de los estudiantes españoles (488 puntos) son similares al total de la OCDE (500 puntos), zona en la que se encuentran la mayoría de los países europeos (entre 475 y 525 puntos). Es más, al agrupar los países por regiones geográficas, se comprueba que el resultado español es de los mejores de la Europa del sur y mediterránea, por detrás sólo de Francia (con 495 puntos) y por delante del resto. Incluso, se puede señalar que siete de las comunidades autónomas españolas participantes en el estudio obtienen los mejores resultados. Por otro lado, en este informe se concluye que el sistema educativo español es comparativamente uno de los que ofrece mayor equidad a sus alumnos (magnitud de la dispersión de los resultados del rendimiento), próxima incluso a la de los países nórdicos. Teniendo incluso en cuenta el estatus socioeconómico y cultural de las familias de estos estudiantes, se indica que también en este criterio el sistema educativo español es más equitativo que la media de la OCDE (la diferencia en los resultados de los alumnos de mayor y menor estatus socioeconómico y cultural es menor), ocurriendo que los alumnos españoles de los niveles de estatus socioeconómico y cultural más bajos obtienen mejores resultados educativos que el promedio OCDE (por ejemplo, esto ocurre con el rendimiento de los estudiantes de Aragón, Asturias, Castilla y León, Galicia, La Rioja, Navarra, entre otros). En general, podría concluirse de estos datos que el sistema educativo español es más eficaz y equitativo que los de países como Francia, Alemania, Italia, …, aunque se encuentra a distancia de otros países como Finlandia, Japón, Corea, etc. Por tanto, y en espera de los próximos datos aportados por PISA-2009, lo que realmente indican los resultados derivados de estudios como PISA-2006 es que el sistema educativo español puede y debe mejorar sustancialmente en cuanto a resultados de aprendizaje y adquisición de competencias lectoras, matemáticas y científicas de sus estudiantes, pero ni mucho menos es para avergonzarse si tenemos en cuenta el rendimiento del resto de países de la OCDE (o incluso de los de Europa, muchos de ellos con un gasto en educación mucho mayor así como condiciones socioculturales y económicas superiores a las de los estudiantes españoles).

En cuanto a lo qué estaría fallando, a las posibles causas de los niveles indicados de fracaso escolar y el mejorable rendimiento de los estudiantes de nuestro sistema educativo, hay que decir que éstas son verdaderamente complejas de definir y difíciles de abordar. Creo que esto queda claro si recordamos la aseveración deAndreas Schleicher, uno de los responsables del Informe PISA, cuando afirmaba que el secreto de mejorar los niveles actuales de competencia de los estudiantes reside en saber motivarlos para la adquisición de saberes e incremento de competencias y habilidades.

Pero, ¿sobre qué variables hay que incidir para que esto ocurra? Claro que ésta es la pregunta del millón. No obstante, y aún a riesgo de simplificar en exceso, cabría aquí incluir las siguientes de carácter general:

a) Ausencia de una adecuada motivación. Escasa percepción de utilidad del esfuerzo por capacitarse por parte de los alumnos, interés (cuando lo hay) por los resultados inmediatos y tendencia cada vez mayor hacia la evitación del trabajo intelectual.

b) Mínima tolerancia a la frustración. Falta de hábitos de estudio, en particular, y de maduración personal, en general, llegando con frecuencia a encontrarnos con adolescentes hiperprotegidos y con escasa tolerancia a la frustración ante la mínima dificultad. Así, un número apreciable de adolescentes desarrollan un comportamiento pasotil o de rebeldía, y en algunos casos incluso violento.

c) Las nuevas tecnologías. Los adolescentes hoy en día viven en un mundo virtual en el que los estímulos tradicionales no tienen cabida. Wikipedia y el rincón del vago son dos de las fuentes del saber que reducen al mínimo el esfuerzo a la hora de trabajar para las tareas escolares y reducen a la mínima expresión la posibilidad de construcción personal del saber y de realizar aprendizajes verdaderos; los chats permiten, estando en horas de trabajo, seguir con los amigos y la construcción de una motivadora vida social. Al final, aprender para capacitarse ni es rápido, ni fácil, ni siquiera interesante, y si por una casualidad lo fuera, ya no le quedaría tiempo si hay que atender a la vida social.

d) Y de aquellos polvos estos lodos. Al final, como consecuencia de todo esto, los alumnos apenas dominan los conocimientos mínimos correspondientes a su edad, lo cual perpetúa la ignorancia ya que, como afirmó el gran psicólogo educativo David Ausubel, lo que aprendas en el futuro depende sustancialmente de lo que hoy sepas (no es posible dar un segundo paso sin haber dado el primero).

e) Desafortunadamente, un número considerable de estudiantes presentan necesidades educativas añadidas a las comunes (suelen denominarse necesidades educativas especiales), las cuales constituyen un serio factor de riesgo de fracaso escolar si no se les presta atención especializada, más allá de la que podría prestar un profesor ordinario o, en bastantes casos, el propio Departamento de Orientación. Hablamos de alumnos con desórdenes afectivos, trastornos internalizantes del desarrollo, dificultades específicas de aprendizaje, niños con trastornos de la atención, con o sin hiperactividad, discapacidades sensoriales o motóricas, trastornos del comportamiento, problemas de disciplina, trastornos alimentarios, etc.

Por si fuera poco, también existen otras condiciones extrínsecas al estudiante que van a condicionar significativamente su capacitación. A saber:

1) La familia y su contexto. En el haber de estos estudiantes está un contexto familiar escasamente favorable para influir positivamente sobre el trabajo de los hijos, siendo la dificultad para conciliar la vida laboral y familiar una de las principales causas, aunque no conviene olvidar el papel que juegan los cambios en la estructura familiar, la cada vez menor cohesión familiar y la dificultad de la misma en adaptabilidad. En la familia, es donde se aprenden los primeros roles, los primeros modelos de conducta, se empieza a conformar la primera autoimagen de sí mismo, allí se aprenden las normas, la jerarquía de valores que pondrá en práctica, etc. Al analizar el modo cómo actúa la familia en relación al rendimiento escolar, existen distintas variables con diferente incidencia, según la naturaleza de las mismas. Entre dichas variables se encuentran las siguientes: a) la estructura o configuración familiar, es decir, el número de miembros que la componen y el lugar que ocupan los hijos en la misma; b) el origen o clase social de procedencia conformado por la profesión y el estatus social de los padres así como por los ingresos económicos, el ambiente y medio socio-cultural con que cuentan los hijos y las características de la población de residencia, etc.; c) el clima educativo familiar, en él se incluye tanto la actitud de los padres hacia los estudios de sus hijos como el clima afectivo familiar en el que se desarrolla el hijo, junto con las expectativas que han depositado en él. La variable familiar que mayor peso tiene, según la mayoría de las investigaciones, en relación al rendimiento escolar es el clima familiar. Por tanto, es imprescindible considerar que la implicación de la familia en el proceso de aprendizaje parece ser decisiva para el desarrollo afectivo, cognitivo y comportamental de los estudiantes y, por tanto, para lograr el éxito académico. Los resultados de los estudios realizados sobre el proceso de enseñanza y aprendizaje escolar han mostrado que existe una relación significativa entre la implicación familiar y el éxito académico de los estudiantes. Son muchos los investigadores que indican que la implicación familiar positiva influye en todos los estudiantes, independientemente del curso en que se encuentren; y disminuye la posibilidad de que el estudiante abandone la Educación Secundaria

2) El profesorado y su formación. Al respecto, es destacable el reciente Estudio Internacional sobre Enseñanza y AprendizajeTALIS-2009 (Teaching and Learning International Survey), de la OCDE, en el que se estudian las condiciones de enseñanza y aprendizaje en los 23 países participantes (aspectos importantes del desarrollo profesional tales como ideas, actitudes, prácticas de los profesores, dirección de centros, etc.). En el contexto de esta entrevista, resulta interesante conocer que, según TALIS, una de las grandes demandas del profesorado es una mayor y mejor formación para su desarrollo profesional. Así, en particular, uno de cada tres informa de importantes necesidades para desarrollar sus competencias para enseñar a alumnos con requisitos especiales de aprendizaje. Aparte de esto, los profesores informan también de la necesidad de una mayor formación en cuanto al manejo de la conducta de los alumnos en clase. De hecho, en este informe se destaca que uno de cada cuatro profesores pierde al menos un 30% del tiempo que dedica a la enseñanza debido al comportamiento perturbador de los alumnos. En definitiva, incluso los profesores perciben y solicitan mayor formación y ayuda especializada para la identificación de necesidades educativas especiales y la planificación de intervenciones ajustadas a tales problemáticas.

3) Variables sociales. La inmigración es uno de los fenómenos más intensos que está experimentando actualmente la sociedad española, con efectos tanto positivos como negativos. Centrándonos en el campo educativo, la inmigración supone un enriquecimiento cultural pero también un gran desafío ya que supone integrar en el sistema educativo un gran número de estudiantes con grandes lagunas en comprensión del idioma, motivaciones diferentes y provenientes, en general, de sistemas educativos con un menor desarrollo y generalización que el español. Y esto constituye un desafío mayor en cuanto que el rendimiento de éstos es muy inferior en PISA 2006 (438 puntos) que los estudiantes nacidos en España (493 puntos), alcanzando incluso los 70 puntos de diferencia en algunas comunidades. Por otra parte, el fracaso del sistema educativo puede estar explicado sustancialmente incluso por el tipo de economía de un país. En el caso del nuestro, el tipo de economía actual y las numerosas oportunidades laborales que hasta ahora existían en el mercado laboral, las cuales no precisaban de una formación completa, han hecho crecer el abandono escolar. Pero es ahora cuando estos mismos jóvenes se encuentran sin trabajo y, lo que es peor, sin muchas expectativas ya que no disponen de formación ni de la cualificación necesaria.

Ante este panorama, ¿qué tipo de cambios serían necesarios? ¿Qué intervenciones podrían realizarse? Y, ¿cuál sería la labor del psicólogo educativo?

El caso es que si no se mejora la educación, difícilmente saldremos airosos de esta crisis en la que nos encontramos. Pero, por muy paradójico que pueda parecer, no ha habido en toda la democracia un acuerdo legislativo general y vinculante de los partidos políticos mayoritarios en este país respecto a la educación. Los continuos cambios de leyes como consecuencia de alternancias en el poder (LOGSE, LOCE, LOE) dan fe de ello, amén de los constantes enfrentamientos en materia educativa entre el ejecutivo central y los gobiernos autonómicos. Ahora no necesitamos más cambios de leyes generales de educación; se necesita un profundo diálogo educativo que modifique en lo necesario la que ya existe con el fin de mejorar el funcionamiento del sistema educativo actual. 

Pero, a pesar de todo, actualmente, con el fin de intentar dar respuesta a los numerosos problemas que aparecen en los centros educativos, se ponen en marcha programas generales de intervención con el fin de revertir la situación problemática. Tal es el caso de programas para la mejora de la convivencia en los centros, la prevención de la drogadicción, la mejora de los procesos y hábitos y estrategias de estudio, programas de prevención de los problemas alimentarios (anorexia, bulimia), etc. No obstante, aunque todos estos programas son esenciales, no es suficiente ya que también se necesita una atención individualizada tanto a nivel de diagnóstico como de intervención. Y es aquí donde es imprescindible la figura del psicólogo educativo, la cual no puede ser reemplazada por ningún otro profesional ya que no dispone de la capacitación necesaria.

El papel del psicólogo educativo se situaría a dos niveles: a) dentro de los Departamentos de Orientación, para la atención a las necesidades psicoeducativas ordinarias que puede plantear el sistema y b) como parte de un equipo de especialistas de apoyo para las Necesidades Específicas de Apoyo (cuerpo de técnicos con formación específica obtenida mediante la realización del Máster de Psicología educativa). Los psicólogos educativos, en general, y la división educativa del Consejo General de Colegios Oficiales de Psicólogos de España entienden que las funciones propias del psicólogo educativo no pueden ser desempeñadas por cualquier otro profesional que no tenga la formación especializada de éste; ni siquiera el orientador, como hemos argumentado anteriormente, pues no es posible que mediante la superación de la especialidad de orientación educativa del Máster de Secundaria, con 20 créditos (como mucho) específicos para el desempeño de las funciones propias de un psicólogo educativo, el orientador pueda estar capacitado para el desempeño de aquellas funciones.

Nuestra colega, María Pérez Solís, directora del Servicio de Orientación de la Facultad de Psicología de la Universidad Complutense de Madrid, en un documento titulado ¿Puede un docente sustituir en su rol profesional al psicólogo educativo?, y elaborado con el fin de presentar argumentos sólidos ante la Administración Educativa, conjuntamente con Universidades y Colegios Profesionales, un modelo de intervención coherente con la formación y cualificación profesional, en concordancia con lo que se hace en los países de nuestro entorno, resume en las siguientes las funciones más relevantes del psicólogo educativo:

  • Asesorar, asistir y dar consejo a individuos, grupos y/o instituciones, a partir de los conocimientos especializados, que como psicólogos y pedagogos poseen.
  • Mediar entre dos o más contextos, instituciones, grupos o personas, con el fin de llegar a acuerdos
  • Orientar a las personas a lo largo del ciclo vital, en los aspectos psicológico, personal y profesional
  • Intervenir en los distintos contextos: escolar, familiar, medios comunitarios, etc.
  • Recoger, analizar y valorar información relevante, sobre los diversos elementos que intervienen en el proceso de enseñanza/aprendizaje
  • Diagnosticar, elaborar informes u orientar una propuesta de intervención.
  • Mediar en la modificación de aquellas circunstancias del contexto generadoras de problemas, así como dotar a los individuos de las adecuadas competencias para que puedan afrontar con éxito las situaciones problemáticas.
  • Intervenir desde un enfoque sistémico o global, desde el que se aborda no sólo al sujeto sino también el contexto socio-familiar y escolar.
  • Colaborar en el proceso de ayuda para promover el desarrollo integral del potencial de cada persona.
  • Diseñar, planificar y seleccionar técnicas y recursos de intervención e investigación.
  • Responder a las demandas de las instituciones y de la Administración educativa, relativas a informes y dictámenes, especialmente aquellos referidos a los alumnos con necesidades educativas especiales.

En relación a todo ello, ¿cuáles serían las consecuencias de lograr un clima escolar más adecuado para el alumno? ¿Y para el profesorado?

Obviamente, tendría muchas y diferentes consecuencias y todas ellas positivas. No olvidemos que el clima escolar es el producto de la interacción de los diversos elementos ya mencionados anteriormente, que configuran un sistema vivo, pero a la vez es una condición que influirá positiva o negativamente en el funcionamiento futuro de todo este sistema. Dicho esto, y en general, un clima escolar positivo favorece el rendimiento y capacitación de todos los elementos del sistema educativo (alumnos, profesores, directores, familias, etc.), y al del sistema educativo como un todo. Como es lógico, ocurre todo lo contrario que si el clima escolar es negativo.

En su calidad de especialista, ¿cuál sería el diagnóstico de la Psicología educativa y, por tanto, del psicólogo educativo en España?

En la actualidad, la identidad de la Psicología educativa no parece ser cuestionable, ni profesional ni epistemológicamente. El psicólogo educativo es el profesional de la Psicología que tiene por trabajo la reflexión e intervención sobre el comportamiento humano en situaciones educativas mediante el desarrollo de las capacidades de las personas, grupos e instituciones. No obstante, la realidad nos dice que a pesar de que la Psicología educativa ocupa el segundo lugar, tras la Psicología clínica, en cuanto a perfiles de actividad profesional, en las facultades en las que existen itinerarios profesionales definidos, los estudiantes la eligen escasamente (5-10%), frente al itinerario de clínica y salud (40-50%), o el social/organizacional (20-25%). Entonces, ¿por qué la Psicología educativa suscita tan poco interés entre los estudiantes? Es posible que una de las razones más poderosas para ello ha sido un deterioro progresivo de la imagen del psicólogo educativo, fundamentalmente dentro del ámbito escolar y, quizás, debido a tres grandes razones: a) el auge de la psicopedagogía en el ámbito académico y los psicopedagogos con una limitada formación psicológica, b) la identificación errónea entre Psicólogo educativo y orientador y, c) la propia dejadez en el ejercicio de su profesión.

¿Considera que el clima escolar y los aspectos psicológicos asociados al aprendizaje son aspectos a tener en cuenta a la hora de elaborar las políticas y planes educativos? ¿Por qué?

Es esencial. Debería ocurrir como actualmente en el ámbito de la sanidad en EEUU en donde los psicólogos se han puesto codo con codo con el resto de responsables para la elaboración de la nueva ley de salud. En nuestro país, y en el campo de la educación, para la elaboración de la LOGSE ciertamente se ha tenido en cuenta el criterio de psicólogos educativos y de pedagogos. Otra cosa es que la perspectiva que quiso dársele fuera la más realista y efectiva. Se optó por un modelo de prevención y claramente constructivista pero, al final, nos ha quedado una sensación de cierto fracaso ya que no existían ni las condiciones socio-económicas, ni las competencias profesionales necesarias para llevar a buen puerto dicha reforma. Sería deseable que la nueva ley de educación, la LOE, tome en cuenta los errores de las anteriores, pero siga contando con los mejores expertos de todos los ámbitos implicados. Por supuesto, la Psicología es uno de los más importantes, lo cual queda nítidamente reconocido si echamos un vistazo a las directrices generales del Gobierno para la elaboración de los grados de educación infantil y primaria y del postgrado de educación secundaria. 

Los equipos de gobierno responsables de las políticas educativas deben ser conscientes que el aprendizaje y la formación que alcancen los estudiantes es un proceso muy complejo en el que intervienen, al menos, todos los factores indicados anteriormente, siendo uno de los más relevantes los procesos cognitivos y afectivo-motivacionales que el estudiante pone en marcha a la hora de abordar sus tareas escolares, dentro y fuera del aula. Como sabemos, el diseño de este proceso de aprendizaje tiene que ver con aspectos curriculares pero también con fenómenos psicológicos individuales y colectivos. Mediante la formación en el grado y en el postgrado, en el caso de la secundaria, los profesores deberán tomar conciencia de ello al cursar las diferentes asignaturas de Psicología. No obstante, a la hora de poner en marcha todo lo planificado, rápidamente aparecen los desajustes bien por problemas de ritmos de aprendizaje, por problemas o déficits individuales o bien por factores externos a la escuela (familiares, sociales, etc.). El caso, es que el sistema educativo debe tener previsto las condiciones materiales y humanas necesarias para atender satisfactoriamente a tales demandas específicas. En estos momentos es cuando más necesaria se ve la figura del psicólogo educativo y un orientador no es necesariamente un psicólogo educativo en el sentido de un profesional que ha adquirido una formación psicológica básica al superar el grado de Psicología y se ha especializado mediante la correspondiente formación en postgrado específico como es el de Psicología educativa. Sin embargo, y al contrario de lo que ocurre en la mayoría de los países europeos a los que tanto aludimos y con los que queremos compararnos, en la ley educativa actual no se tiene previsto esto; todo aquello que se aparte de necesidades educativas ordinarias debe atenderlo el orientador, que no siempre es psicólogo ni, mucho menos, psicólogo educativo con formación específica y especializada. Y esto, desde nuestro punto de vista, sí que es un grave problema. Quizás, una anécdota personal sirva para ilustrar lo que estoy diciendo.

Hace apenas dos años, se ha publicado en Estados Unidos «The Handbook of International School Psychology» (editorial SAGE), en el que se describe todo lo referente a la Psicología escolar y los psicólogos escolares en 43 países. Mi colega, Julio Antonio González-Pienda, y yo hemos sido invitados para realizar el capítulo correspondiente al papel de la Psicología escolar en el sistema educativo español. Sobra decir que para nosotros fue un honor tal ofrecimiento, pero también, con el tiempo, un verdadero quebradero de cabeza ya que por mucho que queríamos explicar a los editores lo que ocurre en nuestro sistema, no conseguían entender cómo era posible tal cosa. El psicólogo educativo en muchos otros países es un profesional con unas funciones bien definidas, específicas y ajustadas a su perfil profesional, y con un papel central dentro del organigrama educativo y una gran reputación entre sus colegas. En nuestro país, en cambio, el psicólogo educativo, como tal, no existe oficialmente ya que no tiene unas funciones específicas reconocidas. Las tareas propias del psicólogo educativo (sólo las que conllevan un conocimiento psicológico relativo) son llevadas a cabo por los orientadores, profesionales no formados específicamente para desempeñar este rol.

Para finalizar, ¿le gustaría añadir alguna cosa más?

Sí, y es a propósito del máster de secundaria y su supuesto papel en la mejora de la calidad del sistema educativo. En lo que hace referencia a la especialidad de orientación educativa, se postula como la tabla de salvación de los problemas de competencia de los integrantes de Departamentos de Orientación. Sin embargo, nadie más que los responsables de ello cree que esto vaya ser así. Es posible que sea un paso importante para el resto de especialidades, pero no para la de orientación educativa. Quizás, la solución podría pasar por incluir de una vez por todas en el organigrama educativo un cuerpo de técnicos (en el que estaría el psicólogo educativo), con funciones bien definidas, y que pudiera prestar la ayuda específica que continuamente necesitará el orientador de cada centro educativo (éste sí proveniente por la vía del máster de secundaria)

Fuente :http://www.infocop.es/view_article.asp?id=254

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