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Presencialidad ¿Les importa la educación?: Soledad Acuña y los hitos de su gestión

Por: Patricio del Corro/Izquierda Diario 

La educación se transformó en una bandera en disputa entre el gobierno nacional y el gobierno de la Ciudad ¿Qué se discute y qué no? ¿Cuáles son los hitos de la gestión cambiemita en CABA? ¿Qué tapa la polarización por la presencialidad?

El estado de las escuelas, la falta de herramientas de la conectividad, la precarización de la docencia, y también cómo las escuelas son un lugar clave para que las y los pibes coman en un país donde 6 de cada 10 niñes viven en la pobreza, son algunos de los problemas estructurales que ningún gobierno ha cambiado, más bien han sido todos parte del problema.

Pero en la Ciudad de Buenos Aires el oficialismo tiene una tradición y una línea clara. No nos resulta una novedad el ataque del gobierno de Larreta y sus aliados a las y los docentes, estudiantes y hasta a padres y madres. Si vemos la gestión del actual oficialismo encontraremos una constante en la política de desfinanciamiento, de incentivo a la gestión privada de la educación, de avance en la degradación de los contenidos (con la plataformización como eje) y, para garantizar esto, siempre atacan toda forma de organización de docentes y estudiantes.

La confrontación con la comunidad educativa suele tener un objetivo electoral (Como hoy en día) o de corto plazo. El PRO y Larreta en particular, han sabido utilizar bien la jugosa pauta oficial (en 2020 gastó $900.000.000) para llenar de entusiasmo en el ataque a sus periodistas amigos.

Las y los docentes, y la comunidad educativa en general, han sido uno de los focos de ataque del oficialismo y esto también se debe a una voluntad de reducir lo más posible todo tipo de resistencia a sus políticas. Algunos de los ataques emblema fueron la eliminación de las Juntas de Clasificación docentes en 2011. El objetivo era simple: eliminar el sistema de elección que tenía la docencia para ese trabajo y poner funcionarios propios.

Para ese entonces Soledad Acuña ya era Subsecretaria de Equidad Educativa en el Ministerio de Educación y una de las espadas públicas de ese combate.

Acuña había llegado a ese cargo luego de la renuncia como ministro de Mariano Narodowski. ¿Por qué renunciaba? Por la causa por las escuchas ilegales donde Ciro James, siendo funcionario del Ministerio, espiaba hasta al cuñado de Mauricio Macri. Quien quedaba al frente de la cartera de Educación era el poeta contemporáneo, Esteban Bullrich.

Tanto Bullrich como Soledad Acuña venían del “Grupo Sophia”, una de las clásicas ONGs neoliberales, en este caso creada por Horacio Rodríguez Larreta, en los noventas y financiada desde el principio por instituciones como el Banco Mundial y grandes patronales nacionales y extranjeras. El grupo fue un enclave ideológico de las reformas educativas neoliberales. Esto muestra que cuando vemos los planes y los dichos de Acuña no se trata de improvisaciones.

Soledad Acuña se hizo cargo del ministerio en el 2015. Desde ese momento no dio puntada sin hilo.

No es casual que el esfuerzo presupuestario de la Ciudad en educación haya pasado del 27 % al 19 % en una década; tampoco que luego de años de mentir sobre la cantidad de vacantes en inicial y primaria, el gobierno de la Ciudad haya logrado que la Cámara de apelaciones de la Ciudad durmiera durante años un fallo en primera instancia que los obligaba a construir escuelas y mejorar el acceso al transporte, porque con el amparo que habíamos presentado con Myriam Bregman, docentes y familias demostramos (en un juicio que también llevó años) que había falta de vacantes y aulas superpobladas en las escuelas de la Ciudad. Lo tiene cajoneado la misma Cámara que ahora sacó un fallo express, un domingo, exigiendo abrir escuelas.

¿La Justicia de la Ciudad la digita Larreta? Obvio. Pero no nos olvidemos que, por ejemplo, a la jueza Macchiavelli la votó el frente de TODOS hace 7 meses. Incluida Ofelia Fernandez y quienes luego salen a horrorizarse por las consecuencias.

Hoy para que padres o madres tengan que demostrar que son pobres para que le aseguren una vacante en nivel inicial.

Otro de los capítulos más destacados en este sentido fue el proyecto de UniCABA, cuyo eje está en monopolizar los ejes de la formación docente desde el Ministerio y desfinanciando a los terciarios actuales.

La idea oficialista de los “docentes del futuro” es la idea de un tutor que solo reproduce un contenido bajado 100 % del Ministerio, incluso, si se puede, que “dé play” a las famosas plataformas educativas producidas por Santillana u alguna empresa privada. Dato:el enviado de la cientista política Soledad Acuña, para dar los informes del proyecto a la Legislatura, era un Ingeniero Químico, Diego Meiriño, quien había trabajado para… Santillana.

En el mismo sentido se marchó con la “secundaria del futuro”, proyecto que solo tenía como objetivo buscar el control ideológico de las aulas, avanzar con las llamadas “prácticas laborales” en lugar de horas de estudio y poniendo el otro eje en las “guías de aprendizaje autónomo” y las plataformas virtuales.

La mayoría de estos proyectos avanzaron utilizando el espionaje y la intimidación contra sus protagonistas, cuando no las sanciones, causas penales o, simplemente, con la policía reprimiendo.

El desprecio por quienes “caemos” en la educación pública lo ven les niñes y docentes hasta en la comida, tanto que entre la quita de carne en el menú. Llegó al extremo de que hubiera que presentar un amparo para garantizar la alimentación para les niñes en el distrito más rico del país.

Por eso en los últimos años, en la Ciudad la matrícula de las escuelas de gestión privada fueron creciendo. Incluso en las escuelas secundarias la opción paga superó a la pública. No hay casualidades.

Por eso cuando Larreta y Acuña hablan en nombre de las y los niños hay que agarrarse los bolsillos, pero ojo que con la polarización en torno a la presencialidad también se tapan los problema estructurales.

https://www.laizquierdadiario.com/Les-importa-la-educacion-Soledad-Acuna-y-los-hitos-de-su-gestion

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Política educativa: ¿qué cambios?

Por: Pedro Flores

Elecciones van y vienen. En ellas, es común observar que las y los candidatos a un puesto de elección popular prometen cambiar las cosas para terminar, luego de ganar, adoptando políticas y programas similares al de su antecesor.

¿Qué explica tal continuidad? No arriesgar demasiado – y pagar costos por ello – es una conducta común (racional) de directivos, alcaldes, gobernadores y presidentes electos. Bajo ciertas circunstancias puede ser más costoso propiciar el cambio verdadero que administrar la mediocridad. El status quo en democracia es posible.

Pero, ¿es tan negativa la continuidad como positivo el cambio? Depende de los resultados que tales políticas y programas estén dando en realidad. Resultados en términos de ampliación de posibilidades de vida, votos, paz social, legitimidad, respaldo popular, mejora de indicadores, etcétera. Puede ser que “nadar de muertito” sea más rentable políticamente que intentar una verdadera transformación, pero también es verdad que imponer el cambio resulta negativo. Ahí tenemos el ejemplo de querer “echar abajo” la reforma educativa del sexenio pasado con un enfoque improvisado. Incluso ahora, algunos analistas que se entusiasmaron con la Cuarta Transformación, observan que se cambió para seguir igual o peor.

Por eso la vigilancia continua y crítica de los gobiernos es necesaria. Si el grupo en el poder gana más a costa de la gente, no habría razón para sostenerlo. “Lo que pierdo impulsando el cambio es más de lo que gano haciendo lo de siempre”. Esta máxima la aplicó el gobierno de Vicente Fox (2000-2006) y así nos fue. Se perdió una oportunidad histórica de desmantelar el viejo régimen político y miren lo que resultó.

Ante las próximas elecciones, es muy probable que el cálculo sobre la rentabilidad del cambio y de la continuidad esté presente en la mente de las y los candidatos. Por ello, como ciudadanos, habrá que revisar minuciosamente sus propuestas para verificar a qué grado esa racionalidad calculadora se acopla con las necesidades reales de la gente.

¿En qué espacio confluye lo que desea la mayoría, lo que realmente necesita para ampliar sus capacidades, el bien común, y la calculadora racionalidad de las y los políticos? Este espacio no surge espontáneamente, hay que construirlo ¿Cómo? Estudiando, en un lapso amplio, las políticas educativas previas. En un análisis realizado para el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), identificamos que en la administración 2013-2018, la gran mayoría de los programas propuestos (96%) venían de los dos sexenios previos (Flores-Crespo, Pérez-Yarahuán, Andrade y Saint Martin, 2014). ¿En dónde estuvo el cambio? ¿Dio o no resultados la continuidad de programas?

Ante la cascada de propuestas (y ocurrencias) que estamos por escuchar, tratemos de interpelar públicamente a las y los candidatos para saber si ofrecen cambios razonados, continuidad infundada, ninguna de las dos, o si mantienen el clásico razonamiento calculador, que se ha traducido en hartazgo popular. “La eternidad se nos acaba”, diría Sabines. Frente a esto, está nuestro voto.

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El sistema educativo venezolano no resiste otro año de clases a distancia

El año escolar 2020-2021 comenzó como se esperaba: a distancia y con muchas dificultades para alumnos y docentes, quienes en las condiciones más adversas se las han ingeniado durante más de un año para continuar, para bien o mal, con el cronograma de clases. Pero hay que aclarar: las deficiencias del sistema educativo venezolano solo se han hecho más evidentes desde que el régimen decretó el confinamiento para evitar la propagación del covid-19 en marzo de 2020. La crisis en el sector, sobre todo en la educación pública, se ha agudizado.

Fallas en los servicios públicos, falta de recursos, daños en la infraestructura de las instituciones y salarios insuficientes son algunos de los problemas que los maestros han denunciado en los últimos años. Con la llegada de la pandemia y la educación a distancia, se evidenció que el sistema educativo no está preparado para trabajar bajo la modalidad de clases a distancia: no todos tienen acceso a herramientas tecnológicas ni Internet, y la capacitación del personal docente no ha sido la suficiente.

Para algunos maestros este nuevo curso ha sido más complicado que el anterior: la falta de recursos -económicos y tecnológicos- y la prolongación de las semanas de confinamiento radical han dificultado que los estudiantes puedan cumplir con las asignaciones. “Los representantes no tienen recursos para comprar teléfonos inteligentes y como ahora hay menos semanas de flexibilización ya no pueden ir a las escuelas a buscar las tareas. ¿Cómo hacen? Este año ha sido terrible y los niños saldrán peor preparados que el anterior”, dice una docente de la Escuela República Bolivariana de Venezuela, en Coche, que prefirió no revelar su nombre.

Clases a distancia

Desde que comenzó el confinamiento el año pasado cuenta que se ha mantenido en contacto con los representantes de sus alumnos a través de Whatsapp, mensajes de texto o llamadas; sin embargo, hay algunos que no han aparecido. “No todos tienen teléfonos o Internet. En las semanas de flexibilización, cuando se asignan las actividades en el colegio, hay papás que ni se acercan. Es un desastre”, se lamenta.

En enero de este año, el Observatorio Venezolano de Servicios Públicos (OVSP) realizó consulta en 12 ciudades del país sobre las fallas en Internet y encontró que solo 34,2% de los encuestados tiene acceso al servicio en sus hogares, y de ese porcentaje 54,8% reportó padecer fallas diarias en la navegación.

A diferencia de las instituciones públicas, los maestros de educación privada sí han podido mantener constante comunicación con padres y representantes. “Todos cumplen y envían sus tareas por correo, y si no pueden me avisan o buscan otra alternativa para mandar sus asignaciones”, comenta una docente del Colegio Fray Luis de León, en la avenida Fuerzas Armadas, que también pidió no revelar su nombre.

Aunque el colegio dio algunos lineamientos a los maestros para continuar con las actividades a distancia, cada uno tiene libertad para escoger el canal de comunicación o la plataforma con el fin de impartir las lecciones. “En el área de matemática, específicamente, trabajamos con Zoom. Todo lo demás lo manejamos por correo electrónico, por donde envío las tareas, y por Whatsapp, donde conversamos sobre las inquietudes”, explica.

Crecen los reprobados

Recuerda Fausto Romeo, presidente de la Asociación Nacional de Instituciones de Educación Privada (Andiep), que en el pasado había una diferencia considerable entre la educación privada y la pública porque en la primera los alumnos contaban con más recursos y herramientas; pero desde que comenzó el año escolar 2020-2021 las fallas constantes en el servicio de Internet han hecho que los estudiantes que pagan por educarse no estén cumpliendo con los objetivos propuestos.

Romeo aseguró que aunque comenzaron el año escolar con optimismo, en noviembre detectaron que el rendimiento de muchos estudiantes había bajado. “Vimos que alumnos de 19 y 20 bajaron a 13 y 14, y los de 13 y 14, reprobaban. El crecimiento de reprobados en el primer lapso escolar fue muy alto, incluso la asistencia ya no fue la misma de antes”, precisa.

Clases a distancia

El presidente de Andiep afirma que las deficiencias de la educación pública están llegando a la privada. “¿Por qué está pasando esto? Porque no se ha cumplido con lo que hemos pedido al Ministerio de Educación: ampliar el ancho de banda porque el que tenemos no es suficiente. Yo puedo tener las mejores herramientas tecnológicas, pero si tengo un Internet deficiente, básico, no puedo hacer nada”, señala.

Aunque reconoce que la educación a distancia ha llegado para quedarse, jamás podrá sustituir a la presencial. Por eso, Romeo destaca la necesidad de regresar a las aulas lo más pronto posible, tomando todas las medidas de bioseguridad necesarias. “Venezuela tiene que dar un paso adelante y permitirnos regresar a las escuelas, tomando todas las precauciones. Pero debe ser un regreso descentralizado, que cada escuela pueda implementar su protocolo y evaluarlo con padres y representantes, porque no todas las escuelas tienen las mismas necesidades”.

Romeo destaca que el sector educativo privado ha hecho un enorme esfuerzo para continuar con sus actividades, y lo ha hecho sin apoyo del Estado en medio de la pandemia. “Sabemos que si se destruye lo poco bueno que queda, que es el sector educativo privado, no tendremos país para el futuro”.

Maestros huérfanos

La educación a distancia tomó por sorpresa y sin herramientas a los maestros, dice Luisa Pernalete, profesora del Centro de Formación e Investigación Padre Joaquín, de Fe y Alegría. Por eso insiste en que el acompañamiento a los docentes es primordial en este momento.

Pernalete señala que, en el caso de Fe y Alegría, se han dedicado a brindar apoyo y acompañamiento a los docentes para enseñarles estrategias que pueden implementar en clase. “Todos los meses hacemos actividades formativas como forochats para atender a los maestros y se les envían guías instructivas por correo. Hemos estado ayudando a los docentes con herramientas para que no tengan que hacerlo todo”, explica. Pero insiste: “Los maestros de educación pública están muy huérfanos”.

Clases a distancia

Comenta sobre una encuesta que se realizó a un grupo de maestros en la que se les preguntó qué esperaban del nuevo año académico. Mejoras salarios, servicios públicos y equipos tecnológicos fueron las respuestas. Pero cuando se les pidió que comentaran qué había sido lo que más los había ayudado en este año de educación a distancia, respondieron: el acompañamiento del equipo directivo. “¿A esos maestros de educación pública quién los está acompañando? Yo no tengo ningún dato, pero me temo que están en total orfandad y creo que esa es una de las grandes diferencias que hay con la educación privada”, indica Pernalete.

En el caso de Fe y Alegría, dice que cada escuela mantiene contacto con sus estudiantes a través de los maestros para conocer la situación de cada estudiante y buscar la manera de que el alumno continúe con sus clases. “Un liceo nuestro en Antímano tiene 451 alumnos y allí han tenido contacto prácticamente con todos sus estudiantes, menos con 5. A 1 lo retiraron, 4 han flojeado mucho y a otros 30 les pondrán trabajos de compensación. Yo quisiera que esos datos los dieran en todas las escuelas”.

¿Se está aprendiendo?

Comenta Fausto Romeo que en este momento, tanto en el sector público como el privado, es difícil saber cuánto están aprendiendo los estudiantes porque los maestros solo están evaluando resultados. “Yo mando la tarea y recibo el resultado: 2+2=4. Listo. Tiene 20. No se está evaluando el procedimiento”, dice.

En las escuelas públicas no se realizan pruebas para medir la calidad y el impacto de la educación desde hace 10 años, indica Luisa Pernalete. “¿Dónde está la medición para saber cómo están rindiendo nuestros muchachos? No sabemos si estamos avanzando o nos estamos atrasando”, asegura.

La educadora afirma que cuando hay un paro o vacaciones muy largas los niños desaprenden porque no ponen en práctica sus habilidades. Entonces, en el caso de las clases a distancia, en las que muchas veces los maestros no tienen control absoluto, no hay forma de saber si los niños están aprendiendo. “Nosotros trabajamos con estrategias multimodales para tratar de que todos los niños tengan acceso a la educación. Pero no creo que sea la manera como se está trabajando en todos los colegios”.

colegios

Un aspecto no menos importante es el tema de la alimentación: antes de la pandemia muchos estudiantes asistían a las escuelas porque recibían desayuno o almuerzo. Ahora que están cerradas, la ingesta alimenticia de niños y adolescentes no es la misma. En algunas instituciones, comenta Pernalete, distribuyen alimentos entre las madres para que preparen comida en casa. “Antes de la cuarentena en liceos públicos, cuando se daba el almuerzo, subía la matrícula. La letra con hambre no entra. Tener las escuelas cerradas hace que ese factor de protección de la alimentación se vea restringido”.

Tanto Fausto Romeo como Luisa Pernalete consideran que el sistema educativo venezolano no podría resistir un año más de educación a distancia. “No podríamos avalar un siguiente año escolar en estas condiciones. La calidad educativa no es un cliché. Yo puedo decir ‘yo imparto calidad educativa’, pero se nos está acabando”, afirma el presidente de Andiep.

La pandemia dejará un gran aprendizaje en el sector educativo venezolano y hará que tanto padres como estudiantes valoren más el esfuerzo que hacen los docentes, considera Romeo. “La educación a distancia llegó para quedarse, pero nunca para sustituir al maestro”, asegura.

Cuando se pueda regresar a las aulas, bajo una modalidad semipresencial, Pernalete considera que se necesita implementar un plan que permita recuperar los conocimientos y habilidades que no se pudieron desarrollar durante las clases a distancia. “No podemos volver al pasado. En lo que sea que vayamos a tener es necesario que haya la voluntad política y decir las verdades: qué es lo que funciona, buscar a la gente que sabe. No puede ser por la franela. Este país tiene buenos profesionales y estoy segura que ninguno se va a negar a cooperar si ve que la intención es salvar el sistema educativo. También es necesario ver qué están haciendo otros países, no podemos aislarnos”.

Fuente: https://www.elnacional.com/venezuela/el-sistema-educativo-venezolano-no-resiste-otro-ano-de-clases-a-distancia/

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Apuntes sobre “La crisis del reformismo educativo en México” de Juan Carlos Miranda Arroyo

Por: Arcelia Martínez Bordón

En este estupendo compendio de apuntes y reflexiones, Juan Carlos Miranda nos ofrece, un recuento de las principales discusiones de los últimos cuatro años respecto a la cancelación de la reforma educativa de 2013 y el diseño y puesta en marcha de la nueva reforma impulsada por el presidente López Obrador, aprobada en mayo de 2019.

El libro reúne varios ensayos breves de Juan Carlos, en los que se colocan debates y posturas propias y de varios actores, respecto a los alcances, resultados y contradicciones de la reforma de 2013 (la que quiso ser “estructural”) y de la reforma que va en marcha, que califica de reactiva, no propositiva ni transformadora de raíz.

Juan Carlos afirma que vivimos una crisis del reformismo educativo, producto de diez años de reformas iniciadas y diseñadas por las cúpulas del país. Nos dice que hay una crisis en tanto: 1) hay un uso excesivo y retórico del concepto de “reforma”, por parte de políticos, empresarios, organismos internacionales y academia, PERO no por las escuelas; 2) porque (ligado con lo anterior) las RE no han producido los cambios en la base del sistema educativo; y 3) porque hay una obsesión por sembrar cambios “desde arriba”, pero nada de ello, lógicamente, aterriza en las escuelas.

Aunque coincido en lo general, quiero comentar que en el último punto se pueden anotar algunos matices, porque aunque con dificultades a veces estas políticas pueden ayudar, y vaya que lo creo, a modificar la forma en la que trabajan las escuelas… y para muestra el botón del famoso Programa Escuelas de Calidad (vigente de 2002 a 2015), a partir del cual se instaló, de manera obligatoria, y no sin dificultades y áreas de oportunidad, la práctica de realizar, colaborativamente, diagnósticos y planeaciones para transformar la escuela (¿recuerdan los llamados “programas estratégicos de transformación escolar”?).

Con todo, coincido con Juan Carlos en que los cambios en la educación no se dan de manera automática, a partir de un mandato legal, por lo que más que reformas, cada seis años, necesitaríamos hacer revisiones sistemáticas y periódicas de lo que sí funciona y lo que es posible y necesario mejorar. Al igual que Juan Carlos me preocupa profundamente que cada seis años tiremos la tina y con el niño adentro.

Sobre esto último, Juan Carlos sostiene que tanto las últimas reformas, la de AMLO como la del “Pacto por México”, como otras reformas en la región en realidad han apostado por el “gradualismo”, porque si bien comienzan colocando varios discursos de ruptura en la práctica es difícil lograr consensos, por lo que estas casi siempre se mueven hacia una posición más al “centro”.

A propósito de ello, me pregunto si debemos condenar el gradualismo o valorar, en su caso, algunas de sus bondades, en tanto que, en mi opinión, parte del fracaso de las políticas tiene que ver con ir en este mar de ocurrencias, como veletas. Me pregunto, pues, si ¿una transformación de raíz requiere cambios constitucionales o más bien presupuestos, tiempo, e incluso, continuidad? Me temo que llevamos años con parches, ires y venires, y hoy el tiempo apremia.

El libro de Juan Carlos nos reta a continuar con un debate no acabado, siempre abierto, sobre cosas tan importantes y sobre las que no nos hemos puesto de acuerdo, como, por ejemplo, el concepto de “calidad”, al que JC cuestiona que muchas veces referimos como “neutral” y sin “ideología”. Al respecto, Juan Carlos señala que en el tercero constitucional se equipara la calidad, hoy la “excelencia”, con el “máximo logro de aprendizajes”… y se pregunta si la calidad debe reducirse al logro. Considero que este es un debate muy necesario, aunque también creo que no podríamos mejorar los resultados de aprendizaje si no invertimos en políticas e intervenciones educativas (sean de desarrollo profesional docente, de infraestructura, de equipamiento, etcétera) que no reúnan requisitos mínimos de calidad. Recuerdo también, sobre este tema, que, en la reforma anterior, el artículo 3 constitucional colocaba varias dimensiones para entender la calidad: suficiencia, relevancia, pertinencia, equidad.

En fin. Juan Carlos nos invita a varias reflexiones y esto se debe celebrar. A lo largo de los capítulos, Juan Carlos argumenta que la última reforma es, en síntesis, más reactiva que estructural, que esta representa más continuidad que ruptura o cambio de raíz, en tanto sigue montada, como reformas anteriores, en una visión “gerencialista” de la educación, en detrimento de la visión pedagógica que se requiere.

A este respecto, una tesis central de Juan Carlos es que para que se dé el cambio educativo se necesita romper con las inercias de operación de las escuelas, por lo que más que pensar en cambios, mandatados desde las cúpulas, al marco legal, hay que comenzar de abajo hacia arriba, modificando las prácticas, cultura y ethos de quienes operan en las escuelas en el día a día, por supuesto, con su convencimiento y apoyo.

Estoy cierta que podemos encontrar algunos puntos medios… Sin duda, la escuela no puede cambiar sin los maestros y maestras, al margen de ellos, sin su convencimiento y trabajo cotidiano, junto con las familias y los propios estudiantes. Y en ello tiene mucha razón Juan Carlos… desde la política pública se pueden empujar cosas, de un modo más horizontal, consultando a los distintos actores clave… En la pandemia, por ejemplo, muchos maestros y maestras se sintieron, sobre todo en un inicio cuando reinaba el caos, poco apoyadas por sus autoridades y más bien rebasadas por la situación. Que bien hubiera hecho haber arrancado una estrategia elaborada por ellos y ellas… y no impuesta por los expertos, quienes sean que hayan sido.

Con todo, también estoy convencida de que algunos cambios pueden impulsarse desde arriba, cuando, por ejemplo, hay un ejercicio bien pensando y, remarco, consensando, de elaboración del presupuesto, por ejemplo. La política educativa implica, entre otras cosas, una toma de decisiones sobre en qué y cuanto gastar. Y ahí quizá, sí necesitamos otras voces… además de las de los y las maestras… Necesitamos evidencia del pasado, de lo que se ha hecho, de lo que ha o no funcionado, de lo que se sabe a partir de la investigación educativa. Es el caso de las becas, o de otras intervenciones que hoy parecen urgentes para, por ejemplo, mejorar la conectividad y aprender a aprovechar mejor las herramientas tecnológicas.

Así que la mejora educativa nos requiere a todos. La voluntad política a partir del conocimiento acumulado (de todos, docentes, investigadores), de la experiencia, para asignar también un presupuesto ahí donde hace falta. Pero también, sí o sí, requiere de tiempo.

En fin, el libro que nos ofrece Juan Carlos, lleno de preguntas, es una fuente muy rica para la reflexión sobre los alcances y límites de las reformas educativas, y para abrir nuevos debates, tan necesarios, entre quienes estos temas nos mueven y apasionan.

*Académica en el Departamento de Educación de la IBERO Ciudad de México, Coordinadora del Faro Educativo
Twitter: @arceliambordon

Fuente: http://www.educacionfutura.org/apuntes-sobre-la-crisis-del-reformismo-educativo-en-mexico-de-juan-carlos-miranda-arroyo/

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¿Chelas sí, pupitres no?

Por: Manuel Gil Antón 

¿Cómo es posible que estén abiertas las cantinas y las escuelas no? ¿Es la prioridad que tiene el gobierno? ¿No importa más la educación que las cubas y el cubilete?

Expresiones semejantes circulan en los medios de comunicación. El contraste, así expuesto, es un escándalo. No hay quien, en su sano juicio, esté de acuerdo en abstracto con esta preferencia, pero la comparación no es válida.

La preocupación por el aprendizaje y la estabilidad emocional de los “parroquianos” de los espacios educativos es incuestionable. El efecto del confinamiento en casa, cuando ha sido posible, es múltiple y negativo. La complejidad del retorno a las aulas merece un análisis menos superficial: si es necesario hay que hacerlo bien.

Se suele partir de un supuesto falso: los niños brotan en las escuelas. Ahí están como si no hubieran ido de su domicilio a la escuela. La movilidad asociada al arribo y salida de los planteles se pasa por alto. Es enorme: 35 millones de estudiantes de todos los grados se trasladan diario a clases, más 2 millones de docentes y personal administrativo. Equivale al 30% de la población. Si añadimos a 12 millones de personas que acompañan a quienes lo requieren por su edad o condición, son casi 40% del total. ¿Cuál es el impacto, en la movilidad y su consecuente carga en los medios de transporte, así como en la reducción de la sana distancia que esto acarrea? Gigantesca. Incomparable a la que se produce en el traslado a fondas, restaurantes o antros.

El cierre de las escuelas en México, y en todo el mundo, no derivó de que en ellas hubiese una tasa de contagio mayor que en otras actividades. No. La razón es que era, y es, el mecanismo más eficaz para reducir de manera significativa la movilidad y, eso sí, cortaba en buena medida la contigüidad que favorecía la transmisión del virus.

En consecuencia, y dada la persistencia hoy de altas tasas de contagio, los ejes elementales de la planeación y proceso de retorno paulatino a las aulas son, creo: los diferentes índices de aumento en la movilidad dada la diversidad del país, las condiciones adecuadas en los planteles en cuanto a espacio, recursos de higiene y ventilación, y la protección de las y los docentes y empleados, sobre todos los mayores, con la vacuna, y la misma con respecto a quienes rebasan los 60 en el entorno familiar de quienes asistan.

¿Se puede? Sí, de manera diferenciada de acuerdo al contexto de la escuela y las modalidades del arribo y retiro de alumnos y personal. ¿Qué se requiere? Modificar el nivel de observación de esas condiciones (no tener como referencia el semáforo estatal, sino la situación de regiones específicas que rebasan los límites entre entidades), propiciar el intercambio de pareceres entre el personal docente, directivos y los padres de familia, para diseñar distintas formas adecuadas, seguras y paulatinas de retorno a los patios e instalaciones escolares, o a otros lugares abiertos que permitan el reencuentro y la continuidad del lazo social y pedagógico que la educación implica.

¿Cómo? Dar la palabra, y la iniciativa apoyada por las autoridades de salud, a quienes conocen las condiciones y contextos de sus escuelas. Los regresos serían variables, con modalidades diferentes. Sí. Pero más seguros, inteligentes y atentos a lo posible, que los derivados por las autoridades desde su escritorio. De nuevo: escuchar la voz de los que saben, en lugar de imponer soluciones equivocadas, quizás, esas sí, acordadas por los funcionarios en la mesa de un bar.

 

Profesor del CES de El Colegio de México.
mgil@colmex.mx
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Entrevista a la Profesora Magdalena Isela González Báez (Video)

Por: Fernando García investigador del CII-OVE

En esta oportunidad la Dra. Magdalena Isela González Báez, nos compartió su experiencia como docente de la Escuela Normal Rural Vasco de Quiroga, ubicada en Tiripetío, Michoacán. Enfatizó la importancia de la escuela Normal Rural en México y analizó el panorama político educativo que actualmente impera en torno a ellas.

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Desafíos De La Educación Universitaria Venezolana

Por: Solange Celeste Mendoza Mendoza*

Resumen

Este artículo pretende realizar una descripción de los desafíos que ha afrontado la educación en general, pero en especial la universitaria, como garante de los procesos de transformación económica del país, mencionando principalmente tres (3) desafíos de los mucho que la población venezolana y la educación ha padecido: Bloqueo Económico y Sanciones, Apagón Eléctrico y Tecnológico y la llegada de la pandemia del Coronavirus, siendo este último el de mayor impacto ha tenido, motivado al giro que ha dado la educación en general para poder garantizar el derecho a la educación, protegiendo la vida de los docentes, estudiantes y comunidad en general durante los dos momentos vividos: cuarentena radical y método 7×7, y actualmente el 7×7 plus, a través de la estrategia de Universidad en Casa, y el rol que le han dado a las Tecnologías de Información y Comunicación, a pesar de las desavenencias y problemas presentados por los dos desafíos anteriores.

Palabras Claves: Desafíos, Educación Universitaria, Tecnologías de Información y Comunicación, Universidad en Casa

Introducción

La educación en todos sus ámbitos han sufrido grandes cambios con el pasar del tiempo, pero en el caso de Venezuela, sus grandes cambios han surgido desde el nacimiento de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, aprobada por la mayoría del pueblo en 1999 y enmendada, con gran esfuerzo y lucha y gracias al pueblo venezolano en 2009, y todo ello con la finalidad de poner

* Ingeniera en Informática. Magíster en Educación Comparada. Profesora Adscrita al Programa de Formación de Grado en Estudios Jurídicos. Universidad Bolivariana de Venezuela. Eje Geopolítico Territorial Cipriano Castro. Eje Municipal Tamá. Sede Táchira

en primer lugar al ser humano y buscando la sinergia entre todos los ámbitos (económico, social, cultural, entre otros) para potenciar al país y por ende a la región. A raíz de la misma, han surgido diferentes políticas públicas, la cual es bueno mencionar que ellas se trata según Colina (s,f),

Indudablemente el sistema político se encarga de diseñar las políticas públicas obligatorias para la satisfacción de las necesidades de la población. Desde esta perspectiva coincido con la opinión de Piñango (2003), quien considera que las mismas son proposiciones gubernamentales sobre la mejor forma de lograr determinados objetivos sociales.

Más y relacionando al tema a la educación, pero para efecto de este artículo se concentrará en el subsistema universitario. Como se mencionó con anterioridad, han surgido nuevas políticas públicas para poder saldar una gran deuda social: el acceso a la educación con calidad, por ello, que desde el 2003, y luego de que Venezuela y el Gobierno Revolucionario liderado por el Comandante Hugo Rafael Chávez Frías afrontaran una guerra campal para arrebatar la revolución como fueron los golpes de estado (2002) y el paro petrolero (2003) nacieron misiones educativas como la Misión Sucre y universidades como Universidad Bolivariana de Venezuela, Universidad Nacional de las Artes, entre otras.

Sus inicios no fueron fáciles, hubo quienes apostaron a su fracaso, pero hubo más quienes aportamos y apostamos a que se consolidaran tanto los sueños de quienes nunca pudieron terminar sus estudios universitarios, o quienes no pudieron estudiar la carrera que querían por diferentes razones (entre otras los procesos de pruebas de admisión, costos de las universidades y también operaciones y procesos ilegales como operaciones colchón); se pudo más la perseverancia y constancia de muchas personas que llevaron al éxito de estas y demás misiones y políticas públicas enmarcadas a la potenciación de la tecnología y el conocimiento científico y comunitario por medio de las tecnologías, generando a que en la educación se obligara a repensar su manera de enseñar y aprender, muchas veces desaprendiendo viejos conocimientos inadecuados u obsoletos en tiempo y espacio, aunque también conllevó a una lucha interna y externa de los docentes en cuanto a la resistencia al cambio que presentaron muchos y otros por mero interés personalista y hasta económico.

Sin embargo, a pesar de las vicisitudes por las cuales Venezuela y el gobierno revolucionario, en conjunto con su pueblo ha padecido, como lo descrito en el párrafo arriba, a su vez el año 2004 que fue el proceso del referéndum que resultó ser confirmatorio para el Comandante Chávez, nadie, ni lo más acérrimos enemigos ni el pueblo mayoritariamente creyente en Dios y en Chávez, se imaginó de nuevos y hasta desafortunados  acontecimientos  por las cuales tendríamos que afrontar, sin saber si estábamos completamente preparados para ello o no, y que afectaría a todos los ámbitos, sistemas y subsistemas existentes, incluyendo la universitaria, quienes en aquellas universidades tradicionales que impidieron la ejecución de políticas, por supuesta violación de la autonomía (caso Universidad Central de Venezuela) u otros argumentos, muchas veces sin sustento.

Hace 7 años, nuestro líder (permíteme hablar de 2da persona por que también considero mi líder) Chávez, sucumbió ante una terrible enfermedad que él mismo tuvo la valentía de anunciar a la nación y de luchar porque su mayor preocupación era el pueblo, más que él: el cáncer, porque no lo pudieron vencer con las distintas artimañas que la oposición venezolana violenta intentó en miles de ocasiones; y que mediante el juramento hecho a Chávez aquel 8 de diciembre del 2012, que asume al timón de la revolución Nicolás Maduro, de ahí se desató grandes desafíos y problemas para el país y para la revolución: oligarquía desmedida, guarimbas, guerra económica, incremento de la guerra psicológica, hiperinflación inducida, incremento de burocracia y corrupción, pero los 2 últimos años se incorporaron sanciones y bloqueos hacia la nación, intento de magnicidio hacia el Presidente Obrero y alto personal,  sabotaje eléctrico y tecnológico y actualmente, la pandemia del coronavirus, problemas y males, forman parte de las estrategias creadas y ejecutadas desde el imperio y la oposición venezolana son títeres,  y no estábamos preparados ni teníamos ni tenemos un manual de cómo resolverlos, pero de todo ello, se hablarán de dos más contundentes y de las cuales la Educación y las TIC tienen un papel muy importante.

Guerra Económica, Bloqueo y Sanciones por parte del Imperio Estadounidense

 

Entre tantos desafíos que ha afrontado tanto el gobierno revolucionario como el pueblo, se encuentra una implacable guerra económica desde el momento que Nicolás Maduro asumió en primer lugar, la presidencia temporal por la siembra del Comandante Chávez, y en segundo cuando, mediante elecciones presidenciales del 14 de abril de 2013 asume la Presidencia de la República y por ende, la continuidad de la Revolución Bolivariana. Entre 2013 al 2015 se desató una feroz y cruenta guerra económica, comenzando en un primer momento con escasez de alimentos y bachaqueo como respuestas a las medidas implementadas por el gobierno para poder controlar la especulación generada a través del incremento desmesurado de los alimentos, entre otras medidas, que lamentablemente no fueron suficientes, pero también, es menester destacar que el año 2014 hubo muchas acciones violentas denominadas guarimbas para intentar derrocar al gobierno y a la revolución en sí, pero no pudieron, sin embargo, tuvo trágicas secuelas de muchos heridos y fallecidos.

Pero, el 9 de marzo de 2015, durante el Gobierno Estadounidense de Barack Obama, éste «emitió una nueva orden presidencial al declarar una emergencia nacional con respecto a la amenaza inusual y extraordinaria a la seguridad nacional y política exterior de Estados Unidos planteada por la situación en Venezuela» (Telesur,2015), por lo que le permitió generar las primeras sanciones contra el país como «congelamiento de activos en EE.UU. y la prohibición de entrar al país», por supuestas violaciones a los derechos humanos en el país por las guarimbas ocurridas en 2014 que para ellos lo denominan como «protestas pacíficas». El hecho es que esta medida tanto en el mandato de Barack Obama como el de Donald Trump (que asumió la presidencia de ese país en 2017) ha sido ratificada, y las sanciones recrudecidas, generando bloqueo económico para Venezuela, ya que entre las medidas recrudecidas están, aparte de congelamiento de activos o robos de los mismos, el que empresas internacionales no pueden hacer negocios con el país

El hecho es que estas sanciones ha ocasionado bloqueo económico a Venezuela, agudizando su situación e impactando en todos los sectores, donde tanto la educación como las tecnologías de información y comunicación no han sido la excepción, ya que ha generado problemas para los procesos de exportación e importación de materiales, insumos y productos en las áreas mencionadas como en otras, además, por ejemplo, los atletas que estaban en otros países tuvieron dificultades al no recibir los recursos necesarios para la continuidad de sus tratamientos o, el caso de aquellos niños, niñas, adolescentes y adultos que estaban en otros países por programas médicos implementados por el país, pero debido a estas sanciones, corrieron de manera alarmante su vida, como sigue corriendo su vida también los que tienen enfermedades crónicas (diabetes, sida, cáncer, problemas renales entre otros), y afectando también los servicios públicos y de transporte, por el uso del gasoil, gasolina y gas

Ante esto, el gobierno Bolivariano no se ha quedado de brazos cruzados, y por el contrario, ha tenido que reinventarse y generar nuevas estrategias para que el impacto de estas sanciones y bloqueo sean lo menor posible, aunque no ha sido fácil

 

SABOTAJE ELÉCTRICO Y TECNOLÓGICO.

 

Otro de los desafíos que hemos afrontado el pueblo y el gobierno, ha sido lo ocurrido el 7 de marzo de 2019 en la mayoría del país (80%), que inclusive, también fue un desafío para las Tecnologías de Información y Comunicación, como lo fue el sabotaje eléctrico y su posterior afectación en todas las áreas, entre ellos, lo tecnológico. Aunque ya había habido episodios de este tipo de sabotajes, como los ocurridos en el año 2018 y parte del 2019 como lo referencia el portal web del Ministerio del Poder Popular para las Comunas y Movimientos Sociales (2019), en cuanto a la cronologías de los ataques de este sector, el de ese día, fue el mayor y cruel ataque, además de súbito y general. Esta institución referencia

El mayor y cruel ataque ocurrió el día jueves, 7 de marzo, cerca de las 5 de la tarde, donde se produjo una caída de los sistemas esenciales de suministro eléctrico del Guri, el cual suministra en más de un 80% la energía al territorio nacional. Por su parte el presidente Nicolás Maduro informó que el ataque al Sistema Eléctrico Nacional se produjo mediante tres modalidades:

La primera de ellas, mediante el hackeo del cerebro informático y los sistemas de control. Estos sistemas habrían sido invadidos por vía electrónica «dejando las pantallas de los computadores en negro», indicó el Presidente Maduro.

La segunda modalidad de ataque, fue mediante el uso de aparatos de pulso electromagnético. Dispositivos altamente sofisticados de guerra electrónica, que apuntaron a los sistemas de transmisión y la plataforma de controles para inhabilitarlos, acción que generaría una sobrecarga del sistema y su caída.

La tercera y última modalidad de ataque, sería de tipo física y en directo a las plataformas intermedias de distribución eléctrica. Dejando como resultado cinco ataques a cuatro subestaciones, con poco tiempo de separación entre cada uno de estos eventos, justamente los días en que se intentaba levantar y estabilizar el suministro eléctrico.

 

El hecho es que este apagón, mejor dicho, sabotaje eléctrico, aparte de afectar al 80% de la población venezolana, el mismo tuvo una duración más o menos de 4 días, y además de esta situación, se generó otra que lo considero como apagón tecnológico, la cual impolicó el hecho de que operaciones bancarias que por lo general son cotidianas, haciendo la salvedad cuando se presenta algunas fallas del sistema o conexión, con este sabotaje eléctrico afectó seriamente dichas operaciones, no se podían hacer ninguna transacción, ni retirar dinero, depositar o hacer pagos por puntos por ejemplo; también CANTV, MOVISTAR, MOVILNET y DIGITEL se vieron seriamente afectados en sus telecomunicaciones, impidiendo poder realizar comunicaciones por teléfonos móviles, fíjos o residenciales e internet; por tanto generó temores sociales y psicológicos en la población en un momento, sobre todo al momento de adquisición de productos de primera necesidad.

Después de 4 días, y de arduos trabajos de recuperación, comenzó el proceso de recuperación del servicio eléctrico, pero ha tenido consigo varias secuelas, más por el hecho mencionado en el punto anterior, como las sanciones y bloqueo, tiempo después hubo otro ataque pero sus efectos fueron menores por la rápida acción de los trabajadores de CORPOELEC

 

CORONAVIRUS O COVID 19. LA PANDEMIA QUE LLEGÓ PARA ¿QUEDARSE?

 

Para hablar sobre los efectos y consecuencias que ha traído esta terrible enfermedad a todos los países del mundo, pero especialmente en Venezuela y hacia todos los ámbitos, haciendo énfasis en el educativo; es necesario recordar ciertos términos del mismo.  Ante todo, según la Organización Mundial de la Salud,(OMS,2020 ), señala que:

Los coronavirus son una extensa familia de virus que pueden causar enfermedades tanto en animales como en humanos. En los humanos, se sabe que varios coronavirus causan infecciones respiratorias que pueden ir desde el resfriado común hasta enfermedades más graves como el síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS) y el síndrome respiratorio agudo severo (SRAS). El coronavirus que se ha descubierto más recientemente causa la enfermedad por coronavirus COVID-19.

En base a esto, se tiene la información de, entre los años 2008 o 2009 la OMS prendió las alarmas para uno de los tipos de coronavirus que afectó a los seres humanos como el SARS o SRAS, la cual fue controlado. Pero, en el año 2019, específicamente a finales del mes de diciembre, en Wuhan, China, se originó una forma extraña de neumonía y los casos estaban incrementando sin saber ni cómo sucedió ni cómo combatirla; desafortunadamente en ese momento surgía una nueva forma o familia de coronavirus, que tiempo después se convertiría en pandemia declarada por la OMS: el COVID-19.

Esta enfermedad, la OMS (ob.cit) referencia que “es la enfermedad infecciosa causada por el coronavirus que se ha descubierto más recientemente”, y sus síntomas varían dependiendo realmente del nivel de defensas que tenga el organismo de cualquier persona, pero los más comunes son:

 Fiebre, la tos seca y el cansancio. Otros síntomas menos frecuentes que afectan a algunos pacientes son los dolores y molestias, la congestión nasal, el dolor de cabeza, la conjuntivitis, el dolor de garganta, la diarrea, la pérdida del gusto o el olfato y las erupciones cutáneas o cambios de color en los dedos de las manos o los pies. Estos síntomas suelen ser leves y comienzan gradualmente. Algunas de las personas infectadas solo presentan síntomas levísimos…

Los primeros estudios surgidos en Wuhan y luego al ser expandida la enfermedad demostraron que la población vulnerable es aquella población adulta mayor (de más de 60 años) y con patologías o enfermedades de base (cáncer, hipertensión, entre otras), pero, al verse afectados países cuya población mayoritaria es joven, estos resultados cambiaron; ahora lo puede afectar cualquier persona de cualquier edad, no importa que raza, etnia, credo, civil, militar, político, religión, incluyendo a personas completamente sanas, sin ningún problema o antecedente médico, ya que la mayoría son asintomáticas, siendo este tipo de contagio el más peligroso, porque la persona no lo sabe y es portador de la enfermedad.  Y en los niños y niñas su peligro puede ser mayor, porque, aparte de desencadenarse complicaciones ya conocidas, también se puede generar un síndrome o enfermedad por lo general muy poco común como la Enfermedad de Kawasaki; tal como lo publica el portal web El Periódico, en el artículo realizado por Lami(2020).

Es una rara condición que afecta típicamente a los niños menores de cinco años. Provoca que los vasos sanguíneos se inflamen e hinchen. Los síntomas típicos incluyen fiebre y sarpullido, ojos rojos, labios o boca secos o agrietados, enrojecimiento de las palmas de las manos y las plantas de los pies, y glándulas inflamadas.

Por eso, la misma organización mundial en conjunto con la Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha recomendado a los países una serie de medidas para evitar incrementar los contagios y por ende, pérdidas humanas. Esto generó un revés drástico en muchas áreas; para muchos países esta enfermedad ha impactado en materia económica, pero también lo ha hecho en el ámbito educativo, debido a que la mayoría de la educación es presencial, tanto en lo privado como en la pública, desde maternal o preescolar hasta la universitaria, por lo que de un momento a otro para algunos países tomaron la decisión de suspensión de actividades académicas, mientras que otros aplicaron métodos de teleducación o educación a distancia mediante herramientas tecnológicas conocidas como redes sociales, correos electrónicos, llamadas telefónicas o hasta el uso de medios de comunicación como televisión y radio; es decir, las tecnologías de información y comunicación jugaron y juegan un papel importante para la educación, y dependerá tanto de los gobiernos en aplicación de políticas públicas correctas que implican reinventarse y transformarse; como también los docentes y estudiantes para lograr los objetivos.

A pesar de esto, desafortunadamente esta terrible pandemia aún no se ha detenido y ha dejado más de un millón de fallecidos y millones de infectados (Universidad John Hopkins, 2020), presentando problemas de todo índole en todas las áreas, siendo las más afectadas salud por estar al frente en primera línea, además que en varios países los distintos sistemas de salud han colapsado por las políticas incorrectas implementadas o por la poca o nula asignación presupuestaria, educación (razones mencionadas con anterioridad), económicas (afectación que afianza los distintos gobiernos, mayoritariamente de derecha), sociales y psicológicas, aunque también hay un elevado número de recuperados, sembrando esperanza de la disminución de la mortalidad, nuevas investigaciones y estudios para conocer el genoma y reconocimiento de los síntomas para la detección temprana, y de creación de vacunas y otros tratamientos. Es bueno señalar que esta enfermedad para miles de los recuperados ha traído consigo secuelas que va desde «fatiga y cansancio, problemas cardíacos, sensación de falta de aire, hasta problemas psicológicos», según el grado de infección que haya padecido (Ruiz, 2020)

En Venezuela no fue ni es la excepción, con los primeros informes emanados de la OMS sobre la enfermedad y su avance hasta convertirse en pandemia, el Gobierno Bolivariano tomó lo que considero medidas correctas para prepararse para su llegada como la creación de la Comisión Presidencial COVID-19, creado el 28 de febrero del año en curso, y cuando llegó los primeros casos al país, de inmediato tomaron otras medidas como el Decreto de Alarma, publicado en Gaceta Oficial Extraordinaria N° 6.519 (Presidencia de la República, 2020), contentiva de 36 artículos y 12 disposiciones finales, se refiere a la «suspensión inmediata de actividades económicas no priorizadas, educativas y legales para preservar la vida de los venezolanos y combatir la enfermedad»; la cual desde el 13 de marzo hasta el 01 de junio se mantuvo la cuarentena radical y estricta y en ese tiempo se ha extendido dicho decreto, inclusive cuando el país entró en una nueva fase denominada «método 7×7», referente a la apertura de ciertos sectores (hasta 24) considerados no prioritarios durante 7 días (semana de flexibilización), y los otros 7 días de cuarentena, en un principio radical y estricta que luego pasó a ser flexibilización controlada, pero no se aplicaba a los municipios de estados fronterizos donde los casos se mantienen activos.

De lo anterior, tanto la pandemia como las medidas impactaron en la vida de todos los venezolanos y todas las venezolanas: aunque podrá sonar cliché decir que el primer impacto fue el económico, que de por sí ya el país está sufriendo los estragos producto de las razones mencionadas en los primeros párrafos y en los desafíos afrontados; con esto se agudizó más la situación; pero también es necesario señalar otras áreas impactadas en el país, específicamente en el aspecto que compete este artículo: el educativo, en todos sus sistemas y subsistemas. La educación venezolana desde maternal hasta bachillerato es mayoritariamente presencial, inclusive la educación para adultos y misiones educativas; en cuanto a las universidades, también un alto porcentaje es presencial, sólo donde se conoce por ejemplo la Universidad Bicentenaria de Aragua tiene modalidad mixta (presencial y a distancia) y algunas carreras de algunas universidades.

En el caso de la Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV), la cual formo parte ya desde hace 10 años y de manera orgullosa lo comento, así como realicé la Maestría en Educación Comparada, un convenio con el Centro Internacional Miranda (CIM), la mayoría de sus Programas de Formación de Grado y Programas Formación Avanzada (PFG, y PFA respectivamente) también son presenciales, sin embargo, cuando realizaba mi trabajo de grado para la maestría que comencé desde el 2012, se pudo evidenciar que la universidad cuenta con una plataforma virtual realizada en Moodle, que es UBVirtual, y en ese momento apenas estaba surgiendo como una manera de apoyar la educación presencial, generando la semipresencialidad o semivirtualidad, apoyados de esta herramientas de las tecnologías de información y comunicación (TIC), sin pensar que más o menos 8 años después, esta herramienta y otras descritas serían el auge para apoyar a la educación, tanto a la UBV como a las demás universidades, según sus plataformas, y aunque por parte de las universidades se han generado talleres, aún hay problemas de adaptación o adecuación a las TIC’s.

El papel de las Tecnologías de la Información y Comunicación en la Educación Universitaria por la pandemia: Plan Universidad en Casa

 

Desde el primer caso detectado en el país el 13 de marzo del año en curso, el Gobierno Bolivariano tomó la correcta decisión en su primer momento para salvaguardar a la población venezolana, aparte de prepararse para la llegada del virus en el sistema de salud, también de decretar el Estado de Alarma, cuyo primer momento (marzo – mayo) permitió tener la curva de casos aplanada y de fallecidos en muy bajísimo porcentaje, aunque con la llegada de connacionales que venían de países limítrofes, se puede decir que se dio un desbalance en la curva, pero esto no fue motivo ni para el gobierno ni para el pueblo rendirse. Ahora bien, durante ese primer momento, todas las universidades entraron en una encrucijada sobre la manera de cómo dar cumplimiento a lo emanado del Decreto Presidencial, pero sin afectar los avances de los períodos académicos, y es a partir de ello que nace una nueva estrategia: Universidad en Casa, sin embargo, hay que reconocer que también presentó otro desafío debido a la situación económica actual por las razones mencionadas, se han presentado, hasta la actualidad muchas fallas en servicios de telefonía, telecomunicaciones, entre otros.

Este plan, también conocido como Plan Universitario Anticovid-19, desarrollado por el Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria (2020) señala

Es una estrategia para la contingencia ante el Decreto de Estado de Alarma anunciado por el Presidente Nicolás Maduro Moros, basado en el artículo 338 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, que se materializa en acciones estratégicas para garantizar el derecho a la Educación; por ende, la prosecución académica de pre y postgrado, se desarrolla mediante la educación a distancia como modalidad alternativa, según la naturaleza de la formación que incluye a todas la instituciones de Educación Universitaria (IEU)

Y es ahí donde entran las Tecnologías de Información y Comunicación, el reimpulso de ellas para poder ejecutar el plan anunciado por el ministerio, para ello, se empleó desde canales de televisión como VIVE TV, hasta redes sociales (Whatsapp, Facebook, Telegram)  y plataformas virtuales como Moodle o Google Classroom. En su primer momento y segundo momento (durante la cuarentena radical y método 7×7), a pesar de que hubo detractores al plan, se activaron el 67% de estudiantes y 65% de docentes, en más del 80%  de las universidades del país y más de 5000 aulas virtuales creadas (ob.cit); con ensayos y errores, también más del 80% de las universidades lograron sus objetivos de la prosecució académica, además se establecieron otras líneas estratégicas como los intensivos para recuperación de materias que hayan perdido o retirado, y aplicación de una encuesta, que fue incorporada en la plataforma Patria.

En los actuales momentos, cuando ya arrancaron el período académico 2020-2 en la mayoría de las universidades, este plan sigue en marcha, pero con más líneas estratégicas, ya que por lineamientos del Gobierno Nacional, a través de las encuestas realizadas en plataforma Patria, se pudo determinar la continuidad de la modalidad el plan o de modalidades mixtas, es decir la semipresencialidad según los programas de formación y materias o asignaturas prácticas, por lo que las TIC’s siguen jugando un papel trascendental tanto para la Educación en Casa, pero también de establecer nuevas metodologías, es decir, con la llegada de la pandemia, a pesar de su impacto negativo, también se generó impactos favorables en cuanto al hecho de que educación repensaran su formas de accionar e incorporara innovaciones educativas pero también adecuación de los modelos educativos o incluso, también innovaciones en los mismos.

Conclusiones

  • Surge la necesidad de reinventarse y transformarse en lo económico, que implica el reimpulso de proyectos con los recursos que posee el país para no depender de materiales, insumos, productos que no son están en el país, hasta que no cesen las medidas coercitivas impuestas por el Imperio Norteamericano; aplicación de la ingeniería social y la reingeniería, aunque ya se están haciendo, impulsar aun más
  • Blindar los sistemas de control y de información en las áreas neurálgicas como la eléctrica, y también con los recursos que posee la Nación realizar las inversiones necesarias para adecuaciones y mantenimiento al sector eléctrico
  • Reimpulsar los proyectos tecnológicos existentes en el país como los proyectos canaimas, ya sea a nivel de hardware o software, para garantizar y dar cumplimiento al Plan de la Patria en cuanto a la independencia, en este caso tecnológica. Esto también implica en el área de telecomunicaciones
  • Además de hacer una sinceración de precios o costos en equipos donde estén presente las TIC’s, también sincerar la situación salarial de los docentes, no solo permitirá una motivación económica a su trabajo, sino también permitirá adquirir equipos o hacer mantenimientos de aquellos que por distintas circunstancias se hayan averiado.
  • También en materia de educación, que el Plan Universidad en Casa no solamente se siga implementando por la situación de la pandemia del coronavirus, sino que se haga de manera constante según los programas de formación (que no implique prácticas, pasantías y trabajos con comunidades) porque se está demostrando que, aunque con falencias, las tecnologías de información y comunicación han contribuido a garantizar la educación universitaria y al proceso de formación tanto de docentes como estudiantes
  • Que el Ministerio de Educación Universitaria sigan implementando otras actividades como las que están en estos momentos como Plan Formación en Casa y Taller de Renovación, dirigido a los docentes, pero que también haya una integración con otros ministerios para que estas actividades sean dirigidas a las comunidades organizadas.

Referencias Bibliográficas

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