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Para pensar la enseñanza a bebés y niños pequeños

Por Claudia Soto
Revista DONES Primera Infancia
 2017

La intención en este artículo es detenernos en precisar las formas privilegiadas de enseñar que despliegan los educadores cuando se proponen transmitir, a niños pequeños, diferentes experiencias que promueven una educación integral. Desde esta perspectiva, enseñar implica desarrollar ciertas estrategias y fundamentalmente desplegar ciertos andamiajes(2), que en tanto estructuras de sostén, hacen posible la construcción de aprendizajes, mediados por los adultos.

Afirmamos que los niños pequeños aprenden en el hacer, en acciones que se reiteran y los desafían a resolverlas en la medida que se involucran desde la acción en su realización. Por ello nos gusta afirmar que los educadores proponemos experiencias con sentido significativo a los niños, más que conceptualización, desgajadas de la acción misma. Es posible trazar un recorrido de experiencias para enseñar y aprender, experiencias que ponen el acento en la participación y “el hacer” de los niños.

Una posible organización de estas propuestas, podría ser las que a continuación sistematizamos, no sin antes reconocer que es una de las posibles formas de organizar aquello que se enseña, que también  podría ser agrupado de otras maneras.

Experiencias para la constitución personal y social

De manera cotidiana y transversal, cada propuesta de los adultos educadores, promueve en los niños diferentes formas de constituirse como sujetos sociales. Es interesante que los adultos educadores se puedan detener a observar cómo sus actitudes, respuestas y propuestas cotidianas conforman subjetividades en los niños; promueven enseñanzas que transmiten formas sociales de convivencia.

Las experiencias personales y sociales “…promueven que los niños perciban a sus maestros como figuras de sostén que les ayudan a confiar en sus propias posibilidades de conocer, de explorar, de cantar, de bailar, de jugar, de compartir e interactuar con otros. Que se sientan nombrados, cuidados, queridos y respetados”.(3)

“A medida que el niño realiza experiencias vitales se constituye como sujeto y se adentra en la cultura social con mayor autonomía, con confianza en sí mismo y en los otros, respetando el “no” y algunos comportamientos que hacen al estar con otros. Todos estos aspectos personales y sociales de los niños se constituyen vinculados con los bienes de la cultura.“(4) Enseñar a confiar en sí mismos, a cuidarse y cuidar a los otros, a ser más autónomos, a adquirir ciertas prácticas sociales para comer, higienizarse y dormir solos y seguros, son algunas de las experiencias que nos proponemos enseñar a niños pequeños.

Cómo se enseñan las Experiencias para la constitución personal y social

El educador hace acciones por los niños, con ellos y paulatinamente deja hacer más autónomamente a los pequeños. Así dirá por ellos, señalando sus gustos, mostrando los peligros, transmitiendo valores de cuidado a sí mismos y a los otros. El educador andamia con la palabra, expresando el sentido de las acciones que se despliegan. Así expresará por el niño sus deseos, enojos, alegrías, etc. cuando ellos aún no pueden usar la palabra. Mostrará con su cuerpo cómo hacer, o hará por ellos, retirando siempre los apoyos cuando el bebé/niño pueda resolverlo por sí mismo. Así su cuerpo impedirá que un bebé/niño empuje a otro para obtener algo que desea, y mostrará diciendo por él que es necesario pedir, sin irrumpir en el cuerpo del compañero.

La observación atenta del bebé/niño , marca al educador cómo participar en cada situación, a la vez que su claridad en los valores que transmite le permitirá pensar en los modos más adecuados de intervenir en cada situación.

Experiencias para el desarrollo de la comunicación

“A partir de gestos y sonidos expresivos, de miradas y manifestaciones con el cuerpo, integrando expresiones con gestos y algunas palabras, los pequeños se comunican y nos hacen saber lo que sienten, desean y necesitan, mientras avanzan en el camino de apropiación del lenguaje verbal”.(5) Es importante que los educadores, reconozcan que es central, enseñar a comunicarse con otros; a partir de este reconocimiento, podrán sistematizar y capitalizar cada situación que promueva la comunicación verbal y no verbal de los pequeños.

Cómo se enseñan las Experiencias para el desarrollo de la comunicación

De manera transversal, cada situación cotidiana con los bebés/niños promueve enseñanzas que hacen a la comunicación. El adulto educador partirá de la observación atenta de cada niño en particular, buscará su mirada, promoverá un encuentro comunicativo con el pequeño, para, en formatos comunicativos del lenguaje, comunicar algo necesario a la situación contextual.  Así en cada acción cotidiana de juego, alimentación, sueño, etc., el adulto andamiará con la palabra para decir por el bebé, para completar una frase que inicia con solo una palabra el niño, o para explicar el mundo, aunque el niño aún no lo comprenda acabadamente. De esta manera será un mediador verbal entre el niño y su medio en cada experiencia que lo requiera. Otras veces andamiará la escucha de algún niño repitiendo algo que haya comunicado otro de los pequeños.

De esta manera enseñará a comunicarse, retirando los andamiajes verbales, en la medida que los niños puedan hacerlo por sí mismos.

Experiencias de vida cotidiana (alimentarse, dormir, higienizarse)

Cada situación cotidiana para alimentarse, dormir e higienizarse no conforma una instancia asistencial o pedagógica, sabemos que estas propuestas permiten a la par responder a necesidades físicas, la enseñanza de un sin número de aspectos que hacen a una educación integral de los pequeños, siempre que el adulto se lo proponga.

“A modo de ejemplo en relación al dormir: los adultos educadores enseñan a los pequeños a relajarse y conciliar el sueño en un clima de acompañamiento afectivo que permita una lenta y paulatina  autonomía (en brazos, en las cunas, en colchonetas, respondiendo a una demanda individual y luego a dormir una siesta con horarios más sociales) (…)

En relación a la alimentación los adultos enseñan: a recibir el biberón en un clima de contención y afecto; más adelante, a incorporar el semisólido y la variedad de sabores; a utilizar la cuchara y el vaso, etc. Siempre generando el clima de vinculación afectiva y el despegue a situaciones más autónomas, a la vez que se van transmitiendo modos sociales de usar la vajilla, poner la mesa, servirse los alimentos, usar la servilleta, escuchar y conversar, etc.(…)

En relación a la higiene, les enseñan a vestirse y desvestirse, a reconocer sus necesidades corporales, usar la bacinilla y el inodoro, a lavarse las manos y su rostro, a peinarse y cuidar el aseo de la ropa, etc. (…)

Cada una de estas prácticas se adecúa a la edad de los niños, a los momentos que recorren en su crecimiento, a sus logros alcanzados, teniendo en cuenta sus necesidades particulares y las prácticas familiares a las que está habituado.”(6)

Cómo se enseñan las Experiencias de vida cotidiana (alimentarse, dormir, higienizarse)

Las formas de enseñar este tipo de experiencias parten primeramente de un acercamiento afectivo, una vinculación cercana, que les permita tanto al niño, como al educador conocerse, comprenderse, respetarse en sus necesidades personales en estos momentos que requieren de intimidad y entrega. Por lo que recomendamos que sea la persona que se vincula con los niños como figura central, la que se ocupe de desarrollarlas. (y no un ayudante/asistente rotativo)

Para enseñar es importante mostrar los modelos sociales, mostrarse como modelo especialmente para alimentarse, higienizarse. Haciendo acciones conjuntas sin ludificarlas. Andamiando con la palabra para explicar aquello que se realiza acompañando la acción.

Suele suceder que a veces el educador busca formas más escolarizadas de enseñar, como por ejemplo reunir al grupo de niños de 1 o 2 años y explicarles con un títere cómo lavarse, cómo comer, cómo dormir, preferimos que estas acciones reales se enseñen transversalmente como señalamos en el párrafo anterior.

Pequeñas escenas con títeres pueden muy bien ser presentadas a los pequeños como funciones teatrales, en donde los títeres retomen acciones de los niños por el placer de contactarse con un encuentro teatral, ficcional y emotivo, sin la presunción de enseñar a lavarse realmente, alimentarse o dormir.

Experiencias de juego

Es necesario comprender que el juego forma parte de las posibilidades de todo bebé/ niño pero que su surgimiento, desarrollo, se sostiene y potencia cuando hay otro que crea tramas lúdicas con los niños muy pequeños. El adulto interpela al pequeño, lo inserta en la cultura lúdica y genera con él una trama/ diálogo lúdico que se irá conformando en la medida en que ambos se involucren y decidan participar en el juego.

“Cuando proponemos juegos a los más pequeños, lo central es jugar, enseñarles a participar de propuestas lúdicas, que iniciarán a veces los adultos y continuarán los niños, y otras veces, serán iniciadas por los pequeños y complementadas, si fuera necesario, por los educadores.” (7)

El juego es un contenido en sí mismo, o sea que enseñamos a Jugar, a ampliar su repertorio lúdico, a participar de propuestas de juego diversas, a desplegar las posibilidades lúdicas de los niños.  Esta idea es interesante, para centrar la mirada del educador, ya que no necesita justificar su propuesta de juego para enseñar otros contenidos (tradicionalmente afirmábamos le enseño: la relación óculo manual, el conocimiento de texturas, el uso de los sentidos, el desarrollo psicomotor o motor etc.).

Claro que, si lo central es enseñar a jugar, implícitamente, hay otros contenidos que se ponen en juego al jugar; estos contenidos están presentes, pero también lo están en muchas otras actividades que no son juego.

“Los repertorios lúdicos serán propuestas de enseñanza sistematizadas, entendiendo al juego como contenido de alto valor cultural. Mediante el juego, el niño se apropiará del mundo, se conectará con los otros, el espacio y los objetos. Jugar y enseñar a jugar es promover desafíos cuya resolución implica aprendizajes múltiples.”

En la próxima entrega veremos algunos tipos de juego y las formas que los adultos despliegan al enseñar a bebés niños a jugar.

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 Referencias:

(1) Este texto fue escrito retomando algunos textos escritos por: Picco, P., Vasta,L. Violante,R entre otras autoras en coautoría con Soto, C.

(2) El concepto de andamiaje es de Bruner, quien lo relaciona con el de Zona de desarrollo próximo de Vigotsky. Se trata de “apoyos” que permiten al niño realizar acciones –que aún no domina con autonomía-, con la ayuda de su educador.

(3) MEN 2012. Actualizar el debate en la Educación Inicial, Políticas de Enseñanza. Documento de trabajo.

(4) M.E.N. 2013. Temas de 0 a 3 años. Experiencias de Educación y cuidado para la primera Infancia.

(5) Ídem 4.

(6) Ídem 4.

(7) Ídem 4.

Fuente artículo: http://www.revistadones.com.ar/single-post/2017/05/29/%E2%80%9CPara-pensar-la-ense%C3%B1anza-a-beb%C3%A9s-y-ni%C3%B1os-peque%C3%B1os%E2%80%9D—Entrega-N%C2%B01

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En pro de la ecopedagogía: deja que tus hijos se ensucien y vayan descalzos

Por: Olga Carmona

Los padres debemos ser facilitadores, no adiestradores. Devolvamos a nuestros niños lo que les pertenece: su conexión con la Tierra

Hay un libro abierto siempre para todos los ojos: la naturaleza. (Jean-Jacques Rousseau)

La educación tradicional solo ha hecho hincapié en los aspectos cognitivos de los niños, llegando incluso a creer que había un solo tipo de inteligencia y que esta podía medirse y resumirse en un número, en un afán de clasificación que nos permitiera tener la ilusión de que controlamos todo, incluso algo tan mágico y complejo como el ser humano en desarrollo.

La ecopedagogía cultiva especialmente otras capacidades humanas tales como la intuición, la imaginación, la creatividad, la estimulación sensorial y la sensibilidad a través de la experiencia. Con ello, estimula un profundo sentido de conexión con la vida, consigo mismo y con los demás que fomenta y desarrolla la capacidad de empatía y de responsabilidad.

Este nuevo enfoque cambia la filosofía de origen en la que hemos ido creciendo donde el ser humano es el centro del universo y la Tierra es una gran masa inerte, desprovista de vida, como una ingente despensa de víveres y riquezas materiales. Desde este lugar, estamos solos, aislados, profundamente desconectados y esto no nos ha salido gratis.

Nuestros niños van creciendo como pueden en burbujas casi herméticas con universos muy limitados y artificiales formados por pantallas, teclas y hormigón generando trastornos físicos y emocionales a los que damos respuesta con fármacos. Niños enfermos de una sociedad enferma, representan la consecuencia y el síntoma a la vez.

Como el resto de mamíferos, nuestros cerebros están diseñados para lo que se conoce como biofilia, es decir para relacionarnos con las demás especies, animales o vegetales. Se trata de una atracción genética por la vida, una tendencia innata a dar valor a lo que nos rodea y percibimos como vivo.

Educar y criar, alejando a los niños de lo que es innato en ellos, es ir contra su esencia, requiere de un entrenamiento largo y minucioso que solemos llamar “educación”.

Las consecuencias son fácilmente reconocibles, aunque no por ello menos trágicas: nuestros niños han perdido espontaneidad, suelen tener biorritmos alterados, problemas de sueño, sensibilidad limitada, fatiga sensorial y falta de movimiento, entre otros que suelen derivar en alteraciones de conducta y problemas de concentración, el famoso TDAH por ejemplo.

Por ejemplo, los pediatras recomiendan exponer a los bebés a la luz solar al menos 15 minutos diarios, ya que es la mejor fuente de Vitamina D, imprescindible para el desarrollo. Numerosos estudios e investigaciones demuestran que la actividad no estructurada al aire libre actúa como un potente preventivo de los  trastornos de conducta y que el TDAH mejora.

En la primera infancia, es decir desde el nacimiento hasta aproximadamente los siete años, los niños son poseedores aún de una conciencia mental pura, no necesitan proyectar ni clasificar ni etiquetar ni juzgar. Son capaces de relacionarse directamente a través de los sentidos: tocar, oler, saborear, escuchar, respirar… se trata de absorber el mundo de una forma más fluida y amplía, sin imposiciones artificiales que nada aportan pero sí limitan, como el aprendizaje de la lectoescritura antes de esa edad, típico de nuestra cultura.

“LOS NIÑOS NECESITAN DOMINAR EL LENGUAJE DE LAS COSAS ANTES QUE EL DE LAS PALABRAS”, DICE EL PSICÓLOGO EVOLUTIVO DAVID ELKING.

Antes de los siete años, los niños deben correr, saltar, escalar, cuidar plantas y animales, jugar con agua y arena, pintar, escuchar e inventar canciones, no aprender signos estructurados inmóviles entre paredes con pantallas digitales.

Los entornos naturales son idóneos como marco para el desarrollo de la creatividad, la impulsan desde su diversidad de materiales, texturas, colores y su ausencia de indicaciones sobre cómo deben usarse o jugar con ellos. Y la creatividad no sólo es eso que se necesita para pintar un cuadro o escribir un libro, es una capacidad imprescindible en el desarrollo de nuestros hijos porque les prepara para tolerar la ambigüedad, asumir riesgos y ser flexibles, es decir para una sana adaptación a los cambios y avatares de la vida, nada más y nada menos.

Nosotros, los padres, tenemos una irrenunciable responsabilidad en ello, tratando de educar desde la libertad y la humildad de saber, de sentir y transmitir que somos parte, no el todo.

Nuestro papel debiera ser más el de la aceptación serena e incondicional, la confianza en que cuentan con los recursos que necesitan para ser quienes quieran ser, interesarnos honestamente por sus cosas, asegurar que cada día disponen de tiempo libre para jugar, dejar que se aburran sin caer en la pantalla, darles muchas, muchas posibilidades de conexión con la naturaleza, con los otros (humanos, no humanos, plantas, minerales…), evitar organizar su tiempo como si la agenda de un ministro se tratara, no interferir ni dirigir sus juegos, no impedirles que se sienten en el suelo, que caminen descalzos, que toquen, que se manchen, que desordenen… para construir su mundo, primero necesitan “destruir” el nuestro. Sino, se limitarán a copiarlo desde la obediente sumisión, dejándose a sí mismos por el camino.

Seamos facilitadores, no adiestradores. Devolvamos a nuestros niños lo que les pertenece, su conexión con la Tierra de la que son hijos, su innata curiosidad por lo vivo, su tendencia humana al cuidado de otro, a la generosidad, a la empatía, despertando sus sentidos a una sensibilidad diferente, plena, conectada, responsable.

Y de paso, dejémonos llevar nosotros también por esa energía no contaminada que cada día nos regalan tan generosa y abundantemente.

Fuente: http://elpais.com/elpais/2017/06/13/mamas_papas/1497350778_146220.html

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Zimbabwe: African foundation leader advocating for international education aid

Africa- Zimbabwe/30 may 2017/

Funding to keep education available to everyone can be the difference between children growing to be successful adults or a “lost generation,” the head of an African non-profit organization said.

Patrick Makokoro, founder and executive director of the Nhaka Foundation, said his own lack of early childhood education in Zimbabwe left him behind the curve in his later education.

He went on to complete elementary and high school and received a bachelor’s degree in social and human studies from the University of South Africa and a post-graduate diploma in early childhood development from the University of Victoria, but he still sometimes gets colors mixed up because he didn’t have the early foundations.

  Makokoro said his father motivated him to pursue all available education.

“Growing up my father always used to say, ‘education is the key to success’ and that was sufficient motivation for me to always look at attaining a level of education that would bring about that success,” he said.

But he is fearful for what he calls a generation of lost kids, an enormous portion of whom were unable to attend school between 2008 and 2011 in Zimbabwe because of a lack of government funding for education.

In an interview May 15, Makokoro emphasized the consequences of whether children receive early childhood education. He said students in Zimbabwe who enter elementary school with the foundations provided by preschool are much more likely to finish elementary and high school.

The alternatives to school, Makokoro said, range from peddling eggs on the street to thieving, which often progresses to worse behavior with age.

Makokoro is working with members of RESULTS to advocate for replenishment of the Global Partnership for Education fund, which works with more than 60 developing nations on education.

He said the GPE works with national governments and civil society organizations to ensure funding for national education plans.

“In Zimbabwe a key part of GPE funding went towards the development of Education Sector Strategic Plan that has now become the operational document for the Ministry of Primary and Secondary Education,” Makokoro said. “Along with the strategic plan an education curriculum was developed.

Makokoro listed three ways in which the support is a boon to schools:

  • It allows for smooth implementation of national education plans, including development of infrastructure to improve access.
  • It provides teachers with teaching aides.
  • It promotes teacher practice standards, which translate into improved quality of education.

Thanks to GPE assistance, about 574,000 children in Zimbabwe were able to get access to early reading instruction, Makokoro said.

Colin Smith with RESULTS said the goal is to get countries to commit $3.1 billion to the GPE over the next three years. Historically the United States has been the 10th largest contributor to the GPE, he said.

Noah Trapp, a member of the RESULTS student chapter at Kansas State University from Ellsworth, said he got to see the importance of education in developing nations while teaching math and reading for a summer in the Dominican Republic.

“I had read the USAID studies that revealed how most children in the country only actively learn for a little more than two hours per day, but meeting a 16-year-old who can’t spell their name was a tragic experience that really brought educational inequality into perspective,” Trapp said.

School, he said, is vital for teaching more than reading, writing and arithmetic. It also is important for teaching life skills. For instance, he said the incidence of teen pregnancy in the Dominican Republic is dramatically lower among teens who are in school.

Source:

http://www.hutchnews.com/news/national_world_news/african-foundation-leader-advocating-for-international-education-aid/article_e55154dd-b7b3-5d74-b98d-7303795788a0.html

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En Namibia, una madre primeriza lleva a su comunidad el desarrollo en la primera infancia

África/Namibia/13 Mayo 2017/Autora: Tapuwa Loreen Mutseyekwa/Fuente: UNICEF

En la localidad de Masidi al noreste de Namibia, los padres que querían enviar a sus hijos a espacios dedicados al desarrollo en la primera infancia no tenían anteriormente la posibilidad de hacerlo. Pero en cuanto Vivian Ndungati tuvo su primer hijo, decidió fundar su propio centro para el cuidado y desarrollo infantil y desde entonces ha obtenido un enorme apoyo de su comunidad.

El año 2013 fue un momento decisivo para Vivian Ndungati, que vive en la localidad de Masida, al noreste de la región de Zambezi en Namibia. A los 23 años, Vivian dio a luz su primer bebé y enseguida descubrió un gran deseo por ayudar a los niños y niñas a comenzar sus vidas con buen pie.

Provista únicamente de su entusiasmo y de un proyecto, Vivian utilizó la sombra de un enorme y frondoso árbol situado en medio del pueblo como ubicación de un centro para el desarrollo en la primera infancia. La apertura del centro también le supuso la oportunidad de obtener unos ingresos, ya que los padres pagan una cuota mensual de 20 dólares namibios (1,54 dólares estadounidenses) por cada uno de los niños o niñas que acuden al centro.

“La respuesta de la comunidad fue impresionante”, dice Vivian. “Era la primera vez que se ponía en marcha un centro de desarrollo en la primera infancia y los padres y madres dieron su apoyo”.

En poco tiempo le fueron confiados a su cuidado más de 89 niñas y niños, y la comunidad ayudó a construir un aula provisional con maderas y barro para protegerlos de la lluvia. Esta humilde estructura sirvió de acomodo a unos niños que, de no tenerla, no habrían recibido una base semejante de atención y desarrollo.

Imagen del UNICEF
© UNICEF Namibia/2017/Mutseyekwa
Vivian, de pie, fuera del edificio que se utiliza como centro de desarrollo en la primera infancia. Su comunidad respaldó el proyecto y la ayudó a construir la estructura para que niñas y niños tuvieran un lugar seguro donde aprender y crecer.

Con el tiempo, en reconocimiento a su labor, un miembro de la comunidad construyó una estructura más sólida. En 2015 se incluía la educación preescolar en la escuela primaria, de manera que las clases de Vivian fueron más manejables. Ahora está a cargo de 16 niños, incluido el suyo propio.

“Me siento feliz de haber puesto en marcha un centro de desarrollo en la primera infancia donde se estimula diariamente, con juegos y actividades, a niñas y niños en un lugar seguro”, dice Vivian. Sin embargo, admite que para ofrecer a los niños unas oportunidades óptimas de aprendizaje, son necesarios más recursos. Mientras acuna a uno de los alumnos en su regazo, Vivian señala que no hay ningún lugar donde puedan dormir los niños, uno de los muchos obstáculos que aún está tratando de vencer en la gestión del centro.

El Ministerio de Igualdad de Género y Bienestar de la Infancia concede una retribución mensual de 1.500 dólares namibios (116 dólares estadounidenses) con el fin de ayudar a cuidadores de centros para el desarrollo en la primera infancia como Vivian, pero esta ayuda esporádica se ha considerado insuficiente. También ha resultado difícil captar a cuidadores cualificados. Dentro de unos pocos meses Vivian va a tener que tomarse un tiempo libre para dar a luz a su segundo bebé y no hay nadie en la comunidad dispuesto a sustituirla durante ese periodo.

Las dificultades que Vivian señala también se citan en una evaluación llevada a cabo recientemente, como parte de una agenda de UNICEF y de la oficina de la primera dama de Namibia para aportar al país más fondos a servicios integrales de ECD.

Imagen del UNICEF
© UNICEF Namibia/2017/Mutseyekwa
La representante nacional de UNICEF y una funcionaria de la UE durante una visita al centro para el desarrollo en la primera infancia de Masida. Tras una reciente evaluación en la que se mostraban algunas de las deficiencias de los centros para el desarrollo del niño en la primera infancia, UNICEF trabaja para mejorar dichos centros en todo el país.

 La evaluación de 2016 fue llevada a cabo en colaboración con el Ministerio de Igualdad de Género y Bienestar de la Infancia, y el de Educación, Artes y Cultura. En ella se muestra que en los 32 centros repartidos por toda Namibia existe la necesidad urgente de mantener y mejorar las estructuras físicas, los entornos educativos, los servicios de salud e higiene y el aporte nutricional de niñas y niños en los centros.

Muchos de estos centros carecen de servicios básicos, como letrinas y agua corriente, y más del 90% no ofrece ningún tipo de alimento a los niños.

“Esta evaluación nos ayuda a entender mejor la situación actual… y es un punto de partida esencial para mejorar la calidad de los recursos y el aprendizaje temprano en los centros de ECD de todo el país”, dijo la representante de UNICEF en Namibia, Micaela Marques de Sousa.

Lo que Vivian ha creado en Masida es verdaderamente una demonstración admirable del compromiso y la dedicación de las comunidades por mejorar las vidas de niñas y niños, incluso cuando los recursos son limitados.

Mientras Vivian en el centro da de comer o enseña a los niños a su cargo, unos antiguos alumnos pasan por allí de camino hacia sus casas procedentes de una escuela primaria cercana. Aunque ya se han graduado, siguen regresando para disfrutar un momento del ambiente de amistad, cariño y alegría que envuelve al centro de ECD de Masida.

Fuente: https://www.unicef.org/spanish/infobycountry/namibia_95887.html

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Paraguay: Concurso premiará innovación social sobre niñez y educación.

Los primeros años cuentan, se denomina el primer concurso de innovación social que se lanzó el fin de semana y es organizado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en colaboración con Koga Impact Lab.

América del Sur/Argentina/11.04.2017/Autor y Fuente: http://www.ultimahora.com/

La temática del concurso propone encontrar soluciones innovadoras a dos desafíos de la educación inicial en Paraguay que son el acceso a información sobre servicios de primera infancia para los hogares más vulnerables, y el desarrollo de capacidades en familias y docentes que trabajan con niños y niñas de 0 a 5 años de edad.

Fuente: http://www.ultimahora.com/concurso-premiara-innovacion-social-ninez-y-educacion-n1076913.html

Imagen: http://www.ultimahora.com/adjuntos/161/imagenes/006/946/0006946191.jpg

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La sociedad a favor de la primera infancia

Julieta Guzmán

En diciembre de 2014 los mexicanos –en especial la sociedad civil organizada que no descansó hasta concretarla– festejábamos la entrada en vigor de la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes (NNA). Esta ley reconoce como titulares de derecho a las NNA y tiene por objeto garantizar el pleno ejercicio de sus derechos.

Iniciábamos 2015 con gran expectativa sobre la implementación de esta ley y los beneficios que esto traería para las NNA. En todos los estados se inició el proceso de armonización y aprobación de la ley estatal.

Actualmente todos cuentan con la aprobación de ésta; sin embargo, sólo dos –Hidalgo y Quintana Roo– han avanzado hasta lograr que el Sistema Estatal de Protección comience a sesionar, y fue hasta diciembre de este año que el presidente instaló el Sistema Nacional de Protección Integral de NNA.

El proceso de implementación de la ley, además de tiempo y el impulso de la sociedad, requiere de recursos. En julio de 2015 el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados, con apoyo de otras instituciones como Un Kilo de Ayuda, organizó el Congreso Internacional Invierte Temprano, aportaciones para el presupuesto base cero. En este evento se dieron a conocer los avances de los programas y estrategias que se han impulsado en México en torno a la primera infancia, y con esta información contribuyeron a identificar las prioridades en términos de inversión durante la construcción del presupuesto federal para 2016.

La labor de la sociedad civil organizada a favor de la primera infancia ha sido de gran relevancia durante este año. Además de impulsar la organización de eventos –como Invierte Temprano y el 3er Foro Nacional de Lactancia Materna–, señalar áreas de oportunidad, colaborar en la construcción de propuestas y en el seguimiento de las mismas, ha puesto en marcha, en colaboración con el sector privado e instituciones académicas, proyectos sin precedentes en México.

Los mejores ejemplos de ello son: Necesito de Ti y Aceleradora de Innovación para la Primera Infancia (AIPI). El primero de ellos es un programa de emprendimiento que busca impulsar soluciones innovadoras que atiendan el Desarrollo Infantil Temprano (DIT) en las áreas de estimulación temprana, salud y nutrición, y cuidado y desarrollo. Inició en abril con el lanzamiento de la convocatoria a nivel nacional. En febrero de 2016 sabremos cuáles serán los tres proyectos que recibirán una inversión de capital semilla.

El segundo, la AIPI, festejó su taller inaugural en la ciudad de Monterrey durante noviembre. Es un laboratorio aplicado en la primera infancia que busca traducir el conocimiento científico en estrategias de alto impacto. La iniciativa impulsada por la Universidad Regiomontana y el Center on the Developing Child at Harvard University es parte de la Red de Investigación y Diseño “Frontiers of Innovation” de la Universidad de Harvard. La red, que cuenta con laboratorios en Estados Unidos, Canadá, Brasil y ahora en México, emplea un modelo fundamentado en la ciencia, que es apoyado por una comunidad de agentes de cambio comprometidos con compartir el aprendizaje y el conocimiento acumulado y transformarlo en resultados a favor de las niñas y niños.

Las niñas y niños entre cero y seis años que viven en México merecen una sociedad que no se conforma con lo que el Estado da sino una que va más allá. Una sociedad comprometida que exige al mismo tiempo que asegura que existan las condiciones para que ejerzan sus derechos y logren su máximo potencial.

* Julieta Guzmán es investigadora Mexicanos Primero.

Fuente del articulo: http://www.elfinanciero.com.mx/opinion/la-sociedad-a-favor-de-la-primera-infancia.html

Fuente de la imagen:

http://www.elfinanciero.com.mx/files/article_main/uploads/2015/07/14/55a5489306b4c.png

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