Page 27 of 61
1 25 26 27 28 29 61

Aquellos días cuando para estudiar había que pagar (3)

Por: Miguel De Castilla Urbina
Con el título de: “Aquellos días cuando para estudiar había que pagar”, los días jueves 19 de enero y jueves 02 de febrero, en estas mismas páginas de opinión de El Nuevo Diario, dimos a conocer el contexto, las características y las promesas del programa de desresponsabilización del Estado respecto a su obligación de ofrecer educación gratuita y de calidad a la población nicaragüense durante el período 1993-2006. En esta oportunidad buscamos desentrañar algunas de las trampas de la apuesta privatizadora, como lo fueron la manipulación y abuso de las estadísticas y del magisterio nicaragüense.
Como fuera expresado en los artículos anteriores, la cantidad de dinero de las transferencias que el Ministerio de Educación enviaba a las escuelas solamente cubría entre el 70 y el 80 por ciento de las necesidades de las mismas, motivo por el cual, los llamados Consejos Directivos Escolares, en los 13 años que duró el engendro, tuvieron que inventar múltiples actividades recaudatorias que, como un nuevo impuesto, empobrecía día a día a la empobrecida familia nicaragüense.
Esas actividades iban desde las llamadas “cuotas voluntarias”, las pulperías escolares y los viernes locos, hasta la manipulación de los datos de la matrícula y abandono escolar creando las figuras de los “estudiantes fantasmas”. Sobre este tema el proceso era el siguiente: los Consejos Directivos Escolares, muchas veces con la autorización de las autoridades educativas, aumentaban dolosamente los datos de matrícula o reducían los datos de abandono escolar de los estudiantes, que se informaban mensualmente a la oficina correspondiente a cambio de obtener mayores ingresos para las escuelas. Entre mayor cantidad de estudiantes eran informados, más dinero mensual se recibía. Así para una escuela rural o urbana o para la mayoría de las escuelas del país. Un proceso que, practicado una y otra vez, fue conformando toda una cultura del engaño y la trampa, con tal de obtener, mes a mes, más dinero, mucho del cual pasaba a engrosar cuentas personales de los dueños del negocio.
El ministro de Educación del período 2005-2006, Miguel Ángel García, un hombre honrado, destapó las mentiras del fraude que enmascaraban al modelo de autonomía escolar, afirmando en El Nuevo Diario del martes 4 de julio del 2006, que “de 1997 a 1998 la matrícula aumentó en 50,000 estudiantes, que es el tope máximo que podemos tener por año, pero de repente, en 1999 aumentó a más de 90,000. ¿Cómo?, se preguntó el ministro, “es imposible que aumente en más de 90 mil muchachos”. “No me da miedo decir la verdad, presentar la realidad, porque si no sabemos la realidad, nunca vamos a corregir las cosas que están malas”. La verdad a que se refería el ministro, la explica así: “Entramos en el año 2005 y me encuentro con una cifra determinada de matrícula. Cambió la modalidad de las transferencias, ejercitamos un mayor control sobre las escuelas y se nos baja la matrícula”.
Esto desnudaba una de las falacias más publicitadas a nivel internacional de la autonomía escolar, como era una supuesta alta permanencia y bajo abandono escolar producto de las bondades del régimen autonómico.
Igual al caso de los estudiantes fantasmas era el caso de los maestros fantasmas. En abril del 2005, después de la huelga magisterial de febrero de ese año, el Ministerio de Educación, conjuntamente con la Cgten-Anden, se dispusieron a la tarea de visitar y contar, escuela por escuela, para saber cuántos maestros estaban nombrados en el sistema escolar y se encontraron con sorpresas. En un buen número de escuelas era común y natural la existencia de “maestros fantasmas”, es decir, nombres de personas con cargos de maestros que no existían, y el monto  de sus sueldos, en algunos casos pasaba a engrosar los presupuestos escolares con la anuencia y permisividad de los Consejos Directivos, y en otros, pasaba a ser parte del presupuesto familiar de los beneficiarios.
Pero no solo había “estudiantes fantasmas” y “maestros fantasmas”, sino también “escuelas fantasmas”, es decir, escuelas que no existían, existía la comarca, por ejemplo, la Montañita en Estelí, en la que supuestamente funcionaba una escuela, pero allí nunca había habido escuela.
¿Qué os parece, Cholita? Tremendo “bisne” este de la autonomía escolar.
*Fuente: migueldecastilla.blogspot.com/2017/02/aquellos-dias-cuando-para-estudiar_23.html
Comparte este contenido:

Colombianos marchan en rechazo a la privatización de la educación

Colombia/05 octubre 2017/Fuente: Telesur

Los universitarios rechazaron las medidas gubernamentales que pretenden agravar la situación de desfinanciamiento de las universidades públicas.

Estudiantes colombianos de al menos 70 instituciones de educación superior se movilizaron en diferentes ciudades del país suramericano para exigir recursos y freno a la privatización de la educación pública.

La movilización se da después de que el rector de la Universidad Pedagógica de Colombia, Adolfo León Atehortúa, enviara recientemente un contundente mensaje: «Invito a las universidades estatales a movilizarse contra el Gobierno Nacional, por la forma como están sufriendo la instituciones de educación superior pública con el actual modelo de financiamiento».

Estudiantes colombianos de nuevo en las calles exigiendo recursos y freno a la privatización de la Educación Pública.

Los universitarios salieron a las calles para demostrar que están contra las medidas gubernamentales que pretenden agravar la situación de desfinanciamiento de las universidades públicas.

De acuerdo a medios locales, cada año el Gobierno de Colombia recorta el presupuesto de la educación, esto incrementa la crisis y el detrimento de la infraestructura.

Esta situación contrasta con la inyección presupuestal a programas como el Icetex, que ofrece créditos estudiantiles para universidades privadas, y Ser Pilo Paga, que ofrece financiación de programas estudiantiles para un grupo selecto de estudiantes que suelen escoger las universidades privadas más costosas.

Por ello, cada universidad del país se manifestó contra estos programas que solo benefician a las universidades de élite del país y dejan sin recursos a las instituciones públicas.

Esta serie de decisiones políticas ha hecho que los estudiantes se organicen en contra de las medidas propuestas por el Ministerio de Educación Nacional (MEN) que pretende para 2018 invertir cerca de un billón de pesos en el programa Ser Pilo Paga.

Fuente: https://www.telesurtv.net/news/Colombianos-marchan-en-defensa-de-la-educacion-publica-20171004-0055.html

Comparte este contenido:

Argentina: el derecho a la educación en cuestión

Por: Pablo Gentili

Privatización, desinversión y precarización educativa

El avance del derecho a la educación en Latinoamérica no está exento de contramarchas. Los contextos políticos van marcando momentos más propicios para esos avances, y otros, en los que se pone en cuestión el acceso universal a bienes comunes, como son el conocimiento, la cultura y la educación. El gobierno de Mauricio Macri ha tomado decisiones y ha orientado un conjunto de acciones que poco contribuyen a ampliar las oportunidades educativas de los argentinos más pobres. Se inicia un ciclo regresivo en el campo social, con impactos negativos en el sistema escolar. Las brechas educativas tienden a ampliarse en un país donde la pobreza aumenta y la desigualdad se vuelve aún más estructural.

La ampliación del acceso a la educación es un hecho visible en la mayoría de los países del mundo. El fenómeno es, en parte, resultado de la mayor demanda social de educación de las familias y, en parte, de las políticas educativas que amplían la oferta y desarrollan iniciativas para la efectiva escolarización de niños y niñas. En general, estas políticas se desarrollan bajo la guía de los marcos normativos nacionales e internacionales que comprometen a los Estados con la educación y los obligan a garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y a promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos.

Luego de varios años en los que América Latina transitó un ciclo virtuoso en el que se ampliaron derechos y se cerraron brechas sociales, la región parece haber ingresado en una etapa marcada por el cuestionamiento a los fundamentos de un conjunto de políticas que ampliaron oportunidades y derechos a las poblaciones más pobres. El ciclo político iniciado en Argentina a fines de 2015, parece inscribirse en esta matriz. Aunque el proceso tiene contradicciones y enfrenta resistencias, las reformas y las decisiones que, en materia de política pública, ha llevado a cabo el gobierno de Mauricio Macri desde el inicio de su mandato, articuladas con un poderoso frente de actores económicos, mediáticos y judiciales, avanza con impactos regresivos en el campo social. En el sistema educativo, este ciclo ya ha puesto en evidencia esta regresividad, con efectos negativos en la garantía del derecho a una educación de calidad para amplios sectores de la población argentina.

La Campaña Argentina por el Derecho a la Educación se propuso relevar y analizar las políticas educativas en curso, a un año y medio de iniciado este nuevo ciclo político en el país. El objetivo fue reconocer y valorar evidencias y datos que nos permitieran perfilar mejor la tendencia señalada, e identificar, en qué medida y a través de qué mecanismos, se está operando el estrechamiento de los derechos educativos en Argentina. Toda la evidencia recopilada fue sistematizada y publicada en un informe recientemente difundido, cuyos aspectos principales sintetizamos aquí.

Agravamiento del contexto social de escolarización

Una dimensión clave para perfilar qué está pasando con el derecho a la educación en Argentina es caracterizar lo que denominamos como el contexto social de la escolarización. Las actividades educativas que se desarrollan en las escuelas están siempre marcadas por la realidad social de las comunidades y sus familias. Sabemos que es posible educar en cualquier contexto, que el hecho de enseñar y aprender se puede desplegar aún en las realidades más difíciles; pero también conocemos los obstáculos y déficits que acarrean las condiciones de pobreza para los procesos educativos. Por eso, una buena política educativa debe estar siempre acompañada y potenciada por adecuadas políticas económicas, de empleo y de redistribución de los ingresos, que mejoren las condiciones de vida de las familias de los estudiantes.

Sobre el contexto social en el que se desenvuelve el proceso de escolarización en la Argentina actual, debe apuntarse el negativo impacto que están teniendo diversas decisiones de política económica en las condiciones de vida de la población. La transferencia de ingresos hacia los sectores más concentrados(por la vía de la reducción de impuestos a sectores exportadores e internacionalizados), la tendencia al incremento de la desocupación y la pobreza, así como la pérdida de poder adquisitivo de los ingresos que perciben los segmentos de hogares más vulnerables, agravan la situación social que enmarca las trayectorias educativas de los estudiantes. Este proceso ha impactado negativamente en los ingresos que perciben los segmentos más desaventajados de la población: el salario mínimo registró una caída del 5,7% en 2016; la Asignación Universal por Hijo (transferencias de ingresos percibidas por las madres en los hogares vulnerables), experimentó una contracción de 6,9% en 2016; por su parte, la jubilación mínima exhibió también la misma tendencia aunque con una pérdida mayor de poder adquisitivo: tras haber crecido 6,9% en 2015, en 2016 tuvo una caída real del 7,0% (Grafico 1).

Gráfico 1. Variación del poder adquisitivo del Salario Mínimo Vital y Móvil, de la AsignaciónUniversal por Hijo (AUH) y de la jubilación mínima en 2015 y en 2016

Argentina: el derecho a la educación en cuestión
 Fuente: elaboración propia sobre la base de CIFRA (2017)

Nuevas formas de privatización

El agravamiento económico, social y laboral del último año y medio es un dato significativo para el derecho a la educación, ya que habla de una de las principales variables del afuera de la escuela, que impactan en la enseñanza y en los aprendizajes. Otro aspecto que pone en jaque al sistema educativo, pero desde su mismo interior, son los ensayos parciales, sutiles y novedosos de privatización de la educación que se están desarrollando en Argentina. En un reciente estudio sobre la privatización de la educación en América Latina que fuera comentado en este mismo blog (Contrapuntos, 02/06/2017), Verger, Moschetti y Fontdevilla, analizan las diferentes estrategias a través de las que avanzan los intereses mercantiles en la educación latinoamericana. En ese texto, se alerta sobre formas novedosas o poco visibilizadas de privatización de la educación tales como ciertas alianzas público-privadas, la contratación de servicios externos por parte de los sistemas educativos o las iniciativas educativas sostenidas en las lógicas del management empresarial. La Argentina está siendo un laboratorio avanzado de algunas de estas dinámicas.

La alianza que la gestión gubernamental actual ha establecido con el programa de co-docentes de Enseñá por Argentina (franquicia local de Teach for America), está incorporando a las aulas como docentes a jóvenes talentosos con una breve capacitación docente y un estipendio que equivale a un tercio del salario que perciben los maestros. Otra alianza del mismo tenor, haciendo un uso poco responsable del voluntariado, fue ensayada por el gobierno de la Provincia de Buenos Aires (alineado políticamente con el gobierno nacional) al convocar a vecinos como voluntarios para reemplazar a los docentes y así romper la huelga de maestros que reclamaban una razonable recomposición salarial, luego de un año con más de 40% de inflación.

Otro eje de privatización que se está ensayando consiste en traspasar a privados parte de las acciones propias del gobierno de la educación, como son la producción y difusión de información y estadísticas educativas. A pocos meses de que la nueva gestión de gobierno desmantelara virtualmente el área del Ministerio de Educación y Deportes encargada de relevar y difundir las estadísticas educativas de todo el país, el ministro de la cartera firmó un convenio con un grupo de empresarios y especialistas en educación agrupados en un “observatorio de la educación” cuyas funciones serán las de sistematizar y dar difusión a los datos e indicadores que permiten conocer la situación del sistema educativo argentino. El debilitamiento de una de las áreas técnicas más importantes de la cartera educativa y el traspaso de parte de sus funciones a un consorcio particular, ponen sobre la mesa un vector de privatización que, como de costumbre, se alimenta de un debilitamiento inducido de las capacidades del Estado.

Competencia para la mejora

Otra modalidad en que las lógicas del mercado están ingresando al sistema educativo es la implementación de evaluaciones en todas las escuelas. Desde el año 2016, el principal operativo de evaluación educativa del país comenzó a denominarse Aprender. Esta evaluación fue aplicada en octubre de 2016 en escuelas primarias y secundarias de todo el país con una modalidad censal para los estudiantes de los últimos años de estudio. Que un operativo de este tipo sea censal, significa que releva o aspira a relevar a todos los estudiantes que asisten a esos años de estudio. En el caso de Aprender 2016, la iniciativa se frustró ya que esperaba censar a 1,2 millones de estudiantes, pero omitió a 350 mil, la mayor parte de los cuales (290 mil) son de escuelas estatales (Gráfico 2).

Gráfico 2. Alcance de la evaluación Aprender en los últimos años de estudio de los niveles primario y secundario. Total país y para el sector estatal. Año 2016

Argentina: el derecho a la educación en cuestión

Fuente: elaboración propia a partir de Ministerio de Educación y Deportes de la Nación, 2016 (informe Aprender)

Pero más allá de la importante omisión de alumnos de escuelas públicas por parte de la evaluación Aprender, no se comprende por qué este operativo se repetirá todos los años y de manera censal. Si esta iniciativa se propone ofrecer mayor conocimiento sobre la realidad del sistema educativo con el objetivo de implementar políticas para su mejora, hay que decir que no es necesario realizarla con periodicidad anual y régimen censal, ya que se reconoce que los ciclos de diseño, implementación y evaluación de las políticas educativas llevan más de un año (por lo menos dos y hasta tres años). Sobre este criterio es que la más reconocida evaluación internacional, PISA, se realiza trienalmente. En cuanto al carácter censal, debe destacarse que tanto su costo como los problemas que tiene este mega operativo, desaconsejan su uso; una muestra de escuelas, con un buen nivel de desagregación, no sólo es mucho más económico y controlable en su implementación, sino que arroja resultados pertinentes de las distintas realidades educativas de las escuelas, que son muchas y variables, pero que una muestra adecuada puede capturar. Por eso, reiterar evaluaciones estandarizadas todos los años y hacerlo en todas las escuelas del país, como se está haciendo en Argentina, entraña un objetivo claro: que sus resultados se utilicen para conformar rankings de escuelas. Sobre este terreno peligroso está avanzando nuestro país. Hace poco, las autoridades educativas nacionales, indicaron a los directores de las escuelas que difundieran los resultados obtenidos por sus alumnos en la evaluación, una acción que propende hacia la competencia entre escuelas a partir de que cada institución, haga publicidad sobre su “calidad educativa” con estos puntajes. Estas prácticas no sólo comprometen a las instituciones con mayores dificultades con una pérdida de reputación, que profundiza la pérdida de matrícula y de capacidades para la mejora (una “presión negativa”), sino que también incentivan prácticas de manipulación de los operativos y de sus condiciones en las propias instituciones como, por ejemplo, el rechazo de algunas escuelas a inscribir alumnos repetidores o el desarrollo de acciones sutiles para desentenderse de los “estudiantes problema”, hecho que atenta contra el ejercicio del derecho a la educación. Las lógicas del mercado pueden ser eficaces y eficientes para la actividad comercial pero no dan los mismos resultados en los sistemas educativos.

¿Incapacidades de gestión?

A esta riesgosa orientación general de las políticas educativas, se debe añadir también las dificultades que se advierten en la ejecución de las propias políticas. Un caso a resaltar refiere a la educación inicial, un nivel de enseñanza que está en el centro del debate educativo en la región. Expandir y mejorar la oferta de la educación de la infancia está siendo uno de los objetivos prioritarios en muchos países. Argentina no es un caso aparte. La actual gestión ha enfocado su política para el nivel inicial en la provisión de oferta, esto es, en la construcción de jardines de infantes o de nuevas aulas. Tanto los anuncios oficiales como el presupuesto aprobado para el año 2017, destacan la construcción o ampliación de jardines de infantes por un total de $ 5.592 millones de pesos (unos U$D 330 millones de dólares), cifra equivalente al 3,5% de todo lo presupuestado por el Estado nacional para educación en 2017. Sin embargo, hasta la primera semana del mes junio (cerca de la mitad del año), se informaba que habían sido ejecutados $ 506 millones de pesos, sólo el 9% del total presupuestado para el sector, la más baja ejecución de las 19 partidas del Ministerio de Educación y Deportes de la Nación. El dato contrasta marcadamente con los niveles de ejecución que se advierten en otras áreas ya que, la ejecución global del presupuesto del Estado Nacional, para la misma fecha, era de 46% y para el Ministerio de Educación y Deportes de la Nación, de 36%. Incluso, para el conjunto de las obras del Estado nacional que implican construcciones, un tipo de inversión de capital de una naturaleza comparable con la construcción de jardines, se advierte una ejecución del 31%, cifra muy superior a la de los jardines (Gráfico 3). Otro dato significativo es que, del total de 268 jardines que tienen obra prevista en el presupuesto 2017, 215, es decir un 80% del total, no registran aún ejecución presupuestaria alguna hacia mitad de año.

Gráfico 3. Porcentaje de ejecución presupuestaria del Estado nacionalal 07/06/2017 para diferentes partidas presupuestarias

Argentina: el derecho a la educación en cuestión

Fuente: elaboración propia sobre la base de set de datos sobre ejecución presupuestaria, Sec. de Hacienda.

Nota: el análisis de la ejecución presupuestaria se realiza considerando el criterio de lo devengado.

Otra área clave donde se advierten déficits severos es en el Plan Nacional de Educación Digital, iniciativa que se propone entregar netbooks a todos los estudiantes que ingresan a la educación secundaria (unos 600 mil por año). En el año 2016, el propio gobierno admitió que pudo entregar sólo 350 mil equipos a los estudiantes, menos de un 60% del total esperado. Si bien se anunció que el déficit se saldaría en 2017, a junio del corriente año sólo se ha ejecutado el 15% de los fondos anuales asignados para el programa. Por otra parte, el presupuesto asignado a este importante programa ministerial ya ha sido recortado en un 14% respecto de lo que había aprobado el Congreso de la Nación ($ 1.000 millones de pesos sobre $ 7.200 millones) y la licitación de equipos que se dio a conocer, consigna la compra de sólo 450 mil netbooks, la mitad de las 850.000 que se deberían adquirir para saldar el déficit de 2016 y cumplir con las necesidades de los nuevos estudiantes de 2017.

Los problemas de gestión reflejados en la subejecución de partidas presupuestarias asignadas, tanto para la construcción de escuelas infantiles como para el Plan Digital, marcan el pulso de una conducción educativa que se ha mostrado sagaz para comunicar y marcar agenda en medios y redes sociales, pero que no ha tenido la misma eficacia para apalancar las decisiones que mejoran la realidad cotidiana de la educación. La pregunta obligada es, hasta dónde la subejecución presupuestaria es una expresión de la incapacidad de gestión o, hasta dónde, el modo velado a través del que avanza el recorte de los recursos públicos destinados a la educación.

Las múltiples ausencias del Estado

Las ausencias del Estado nacional respecto a sus responsabilidades con la educación están reñidas con las normativas, nacionales e internacionales, que obligan a los gobiernos a implementar políticas que garanticen el derecho a la educación. En Argentina, esta situación se ha expresado en el último año y medio en la supresión, debilitamiento y/o ahogo presupuestario de políticas y programas estratégicos para la inclusión educativa. Un ejemplo es la marginación y minimización a que fue sometido el Programa de Educación y Memoria, iniciativa destinada a promover la conciencia sobre los crímenes de lesa humanidad y el terrorismo de Estado. En el mismo sentido, hay que mencionar la derivación de una importante cantidad de recursos destinados a la construcción de escuelas rurales, para ser aplicados en el oneroso operativo de evaluación censal que es bandera política de la actual gestión. Por su parte, las políticas para la educación de la primera infancia (hasta los dos años de edad) brillan por su ausencia en la agenda de acciones acometidas por la actual gestión, en abierta contradicción con la Ley de Educación Nacional que considera a este primer ciclo del sistema educativo, como parte de la educación inicial. Por último, en esta breve enumeración sobre las doloras ausencias de las políticas educativas, hay que mencionar la inexistencia de políticas de desarrollo de la modalidad de educación intercultural bilingüe, contrariando el mandato no sólo de las normativas educativas sino de la propia Constitución Nacional que establece el derecho a la identidad, la cultura y la educación de los “pueblos indígenas argentinos”.

Este listado no podría estar completo si no se mencionara que, a comienzos de 2017, el gobierno nacional se desentendió por completo de la responsabilidad de convocar a las representaciones gremiales de los docentes para un diálogo paritario sobre formación, condiciones de trabajo y salario. Esta responsabilidad, establecida explícitamente en el artículo 10 de la Ley de Financiamiento Educativo, tiene como fundamento alcanzar condiciones más homogéneas para el ejercicio de la enseñanza en todo el país. En una nación de organización federal, que exhibe desigualdades históricas entres sus regiones y provincias, la labor del Estado central es crucial para elevar las condiciones de la enseñanza en todo el territorio. El diálogo paritario que no se concretó este año, por primera vez desde que se instaurara por primera vez en 2008, está teniendo un impacto severo en los salarios de los docentes, luego de un 2016 en el que Argentina tuvo un índice de inflación del 41%. Como caso testigo, puede tomarse el de la provincia de Buenos Aires, jurisdicción que congrega al 40% de los docentes del país, dónde el incremento nominal del salario docente sólo superó la mitad del poder adquisitivo perdido en el año 2016 (gráfico 4).

Gráfico 4. Incremento salarial del docente de la Provincia de Buenos Aires e inflación del año anterior al aumento. Años 2014 a 2017

Argentina: el derecho a la educación en cuestión
Fuente: elaboración propia sobre la base de Informe Indicativo de Salarios Docentes del Ministerio de Educación y Deportes de la Nación e índice de inflación del Congreso (para 2013 y 2014), cifras divulgadas por el ex Ministro de Hacienda Pratt Gay (para 2015) e INDEC Gestión Macri (para 2016).

Nota 1: el aumento salarial se construyó a partir de un promedio del salario bruto anual para el cargo de maestro con 10 años de antigüedad en la provincia de Buenos Aires.* Nota 2: el aumento salarial 2017 corresponde al 24% ofrecido por la Gobernación de la Provincia de Buenos Aires hacia fines del mes de junio, cuatro meses después de la propuesta inicial del 18% ofrecida en el mes de marzo.

Financiamiento educativo: más recursos a deuda que a educación

Todo lo señalado vuelve a poner en el centro el debate la cuestión del financiamiento de la educación. La estructura y distribución de los presupuestos públicos son un aspecto central para valorar las políticas que se propone implementar una gestión de gobierno, ya que permite identificar las prioridades a partir de la asignación de los recursos. Al respecto, el presupuesto educativo del Estado nacional argentino para 2017 es, en términos reales, un 7% inferior al de 2016. Otra forma de ver la pérdida de jerarquía presupuestaria de la educación es a través de su participación en el presupuesto total: 7,4% en 2015; 7,8% en 2016; y 6,8% en 2017. La variación interanual de este indicador da cuenta de una pérdida presupuestaria equivalente al 13%, desde el 7,8% de participación de los recursos educativos en 2016 al 6,8% presupuestado para 2017 (Gráfico 5).

Gráfico 5. Participación del presupuesto educativo en el presupuesto nacional.Años 2015, 2016 y 2017

Argentina: el derecho a la educación en cuestión

Fuente: elaboración propia en base a leyes de presupuesto 2015, 2016 y 2017

Probablemente, el rasgo más expresivo del presupuesto 2017 es que el Estado nacional vuelve a gastar más en deuda que en educación. Mientras que la relación deuda/educación había sido de 1,04 en 2015 (por cada peso gastado en deuda se habían destinado $1,04 a educación) y de 0,85 en 2016 (se gastó menos en deuda que en educación), esta relación es de 1,55 en 2017 (Gráfico 6). Esto significa que se transferirá a los acreedores del Estado nacional un 55% más que los recursos que se invertirán en educación.

Gráfico 6. Distribución de fondos del Estado nacional presupuestados para deuda y para educación; relación entre deuda y educación. Años 2015, 2016 y 2017

Argentina: el derecho a la educación en cuestión
 Fuente: elaboración propia sobre la base de Oficina Nacional de Presupuesto.

La Campaña Argentina por el Derecho a la Educación, CADE, viene expresando su preocupación por las decisiones oficiales que están debilitando el derecho a la educación en Argentina. La pérdida de presencia del Estado nacional en la conducción de la política educativa del país; las iniciativas de privatización y comercialización de la educación que están en curso y; la reducción sistemática de los recursos destinados a financiar la educación, abren una etapa que puede ser crítica para el sistema educativo, en particular, para el sector de la escuela pública.

Informe completo de la CADE aquí: https://drive.google.com/file/d/0ByFBpf0I-wMJeEdvLUhoREU5eU0/view 

Fuente: https://elpais.com/elpais/2017/09/27/contrapuntos/1506477786_010901.html

Comparte este contenido:

Reacción inicial de la IE a la presentación del Informe sobre el desarrollo de la educación del Banco Mundial

Por: Internacional de la Educación 

El nuevo informe sobre educación del Banco Mundial pone de manifiesto «un esfuerzo superficial e incoherente» que «pasa a la ligera por problemas complejos, simplifica en exceso las recomendaciones y opta por generalizaciones amplias que dejarían perplejos incluso a los ministros de economía con mejores intenciones».

En el análisis inicial, el primero de una serie de estudios y documentos públicos temáticos sobre el Informe sobre el desarrollo de la educación del Banco Mundial que redactará la Internacional de la Educación en los próximos meses, David Edwards, Vicesecretario General de la IE, calificó el informe de incompleto e inadecuado según los retos actuales.

Edwards afirmó: «Si el objetivo consistía en desarrollar el Informe de la Comisión de Educación sobre la Generación del aprendizajey servir de manual para los gobiernos, el Banco no lo ha cumplido. En cambio, si pretendían apiñar un conjunto de párrafos cortos que tratan muy por encima un tema tabú de la comunidad educativa, como la inmensa falta de recursos, lo han conseguido».

Fred van Leeuwen, Secretario General de la IE, declaró que «dada la voz de gran peso del Banco Mundial en el ámbito de la financiación, el Informe (WDR) es una oportunidad desaprovechada para fomentar la financiación sostenible de la educación. No existen soluciones claras ante el enorme reto de la financiación inadecuada de la educación en todo el mundo; carece de estrategias sostenibles para la movilización de recursos domésticos así como para pedir explicaciones a los donantes de forma efectiva. En su lugar, el informe explica que la relación entre el gasto público y el aprendizaje de los alumnos es débil, de modo que no recomienda realizar un gasto público mayor en educación».

El WDR se basa en gran parte en el informe de la Comisión de Educación al centrarse en la «crisis del aprendizaje» (niños que van a la escuela pero no aprenden) y la «trampa del aprendizaje», los factores sistémicos que dan lugar a resultados pobres en cuanto a aprendizaje. Sin embargo, a diferencia de la Comisión de Educación, el Banco ha actuado como arquitecto de las políticas educativas del mundo en desarrollo durante más de cincuenta años.

Además, Edwards afirmó: «En la primera lectura del informe por parte de la Internacional de la Educación no se encontró ninguna mención a datos o autorreflexiones que arrojen luz sobre lo que el propio Banco ha aprendido, ya que anticipa descentralización, reformas basadas en el mercado, y financiación basada en resultados».

«Aunque el informe reconoce en cierta medida que el potencial conflicto de intereses de agentes privados puede traer consigo un efecto negativo en la educación y el aprendizaje, este punto se pierde prácticamente por completo en una historia más amplia que considera a los agentes y proveedores privados como una más de las partes implicadas en la educación que se debe gestionar. De hecho, este problema de la privatización no se analiza demasiado si tenemos en cuenta el apoyo financiero del Banco».

«Encontramos un rayo de esperanza en un cuadro de texto titulado: «¿Puede alinearse la escuela privada con el objetivo de un aprendizaje para todos?». En esta breve pero interesante confesión, el Banco reconoce lo que toda la comunidad investigadora educativa ha sabido durante décadas: no existen pruebas sólidas de que las escuelas privadas ofrezcan mejores resultados de aprendizaje que las públicas. El equipo del WDR también identifica numerosos riesgos, como la exclusión de los alumnos desfavorecidos, menos capaces o menos deseados, la segregación social, la explotación de las familias con ánimo de lucro y el sabotaje a la educación pública. Además, concluye que supervisar y regular de forma correcta las escuelas privadas puede «ser incluso más complicado que ofrecer una enseñanza de calidad» y que da igual si fomentan o no las escuelas privadas, ya que los gobiernos «no pueden externalizar su responsabilidad de garantizar que todos los niños y jóvenes tengan la oportunidad de aprender»».

«El informe identifica correctamente el papel que desempeñan los docentes a la hora de conseguir una educación de calidad. Además, señala la importancia de la relación docente-alumno y subraya, en línea con la IE, que la tecnología nunca puede reemplazar a un profesor pero, si se usa de forma apropiada, puede ser una herramienta complementaria muy útil».

«El informe señala el absentismo de los docentes, la falta de habilidades y la baja calidad de los docentes como uno de los problemas fundamentales detrás de la «crisis del aprendizaje». No obstante, no incluye un análisis profundo de los problemas estructurales que dan lugar a dicho absentismo, como los bajos salarios que explotan al docente y que implican que muchos tengan que desempeñar dos trabajos para sobrevivir, la necesidad de desplazarse a largas distancias para cobrar el sueldo y los retrasos en los pagos. En lugar de desvelar los problemas de las condiciones y el salario que restan atractivo a la profesión docente, los autores vuelven a mencionar reivindicaciones sobre el comportamiento sin base alguna sobre incentivos y pagos por la puntuación de pruebas».

«El hecho de emplear a docentes contratados se presenta como una opción racional y económica para los gobiernos con escasez de profesores. Paradójicamente, dicho fomento del trabajo precario no solo resulta contraproducente para el desarrollo de la profesión docente sino que contradice, además, de forma directa las recomendaciones del Banco en cuanto a atraer a los mejores candidatos a la profesión para mejorar la calidad a largo plazo».

«Como cabía esperar dada la investigación citada, la lucha de los docentes por conseguir unas condiciones laborales de calidad se presenta como causante de tensión con su vocación de ayudar a los niños a aprender. Esto no solo ignora el reconocimiento del derecho a los docentes a un trabajo decente, sino que también obvia el asunto investigado por la OCDEy otros organismos que muestra que la mejora de las condiciones laborales de los docentes afecta positivamente a los entornos de aprendizaje de los estudiantes».

Una evaluación formativa continua del WDR

Dada la naturaleza única del informe y el hecho de que sea el primer WDR dedicado a la educación, la Internacional de la Educación ha decidido que publicará una serie de blogs y análisis temáticos durante los próximos meses para profundizar aún más en estos problemas, pruebas y supuestos. Consulte o regístrese para recibir notificaciones de nuestro podcast Ed Voices y de la sección especial de nuestro Blog Worlds of Educationen la que el personal y los dirigentes de la IE colaborarán con destacados investigadores y estudiosos de la educación. Nuestro objetivo es recopilar y editar toda la serie a modo de evaluación para compartirla con el Banco durante su cumbre de primavera.

*Fuente: www.ei-ie.org/spa/detail/15400/reacción-inicial-de-la-ie-a-la-presentación-del-informe-sobre-el-desarrollo-de-la-educación-del-banco-mundial

Comparte este contenido:

El lado oscuro de la OCDE (II): de regreso al analfabetismo

Colombia / 24 de septiembre de 2017 / Autor: Julián López de Mesa Samudio / Fuente: El Espectador

Una de las deficiencias más graves y serias del actual sistema educativo promovido por la OCDE, adaptado por el Ministerio de Educación y forzado sin mayor reflexión en colegios y universidades, es aquella que tiene que ver con la progresiva disminución y atraso en las aptitudes básicas de lectura y escritura de los estudiantes en todos los órdenes de la educación.

De unos años para acá, las instituciones de educación superior se han visto en la necesidad de cubrir las muy serias deficiencias en habilidades comunicativas de los estudiantes de primeros semestres, a quienes reciben cada vez peor preparados en estas competencias. Esta carencia, que con el tiempo se vuelve cada vez más difícil de superar (como con las operaciones matemáticas básicas, lo ideal es aprenderlas más pronto que tarde pues de éstas dependen otras competencias), se desprende del poco interés que los colegios le ponen a la lectura y a la escritura, debido en parte a la presión estatal que condiciona sus sellitos de “alta calidad” a hacer énfasis en materias y habilidades matemáticas, fácilmente mensurables y por tanto necesarias para los tales rankings y las absurdas exigencias de pseudocalidad aparejadas a aquellos (a su vez mecanismos de control, homogenización y nivelación por lo bajo de la educación como parte del plan OCDE para Colombia).

De otra parte, dicha carencia también se debe a que el Gobierno se ha encargado de privatizar aún más la educación, fomentando los monopolios de empresas privadas que se lucran de la misma —dentro de las que sobresale la Editorial Santillana—, entregándoles los procesos que tienen que ver con el acceso a la lectura y la escritura, así como la preparación de las pruebas estandarizadas que exige la OCDE, atando a colegios y padres al mediocre y costosísimo “plan lector” que liga la lectura y las habilidades académicas dependientes de ésta a los obscuros títulos y aún más obscuros escritores cuyos derechos de autor manejan esas mismas editoriales.

¿Cuánto nos cuesta a los padres el anodino plan lector atado a una serie de servicios obligatorios y restricciones absurdas, como la imposibilidad de que otros niños puedan usar los libros ya usados debido a que cada plan tiene un “código de acceso” personal para entrar a la plataforma virtual de Santillana, por ejemplo? En algunos casos, el precio supera el de las matrículas.

Mientras que sería fácil para colegios, muy barato para padres y de infinita mayor pertinencia para los estudiantes crear un plan lector con autores y obras que pertenezcan al dominio público, textos cuya calidad ha sido probada por el tiempo —los cuentos de los hermanos Grimm o las poesías de Rafael Pombo, por ejemplo, de seguro estimulan más la lectura en los niños que ¡Hola!, que me lleva la ola—, nuestro Gobierno prefiere seguirle apostando a subirle los costos a la educación, bajando la calidad de la misma y privilegiando a pocas empresas cuyo interés no es educar sino lucrarse.

El pésimo contenido de los planes lectores, sumado al escaso estímulo para seguir leyendo y escribiendo por la baja calidad del plan lector, del tiempo y de los recursos dedicados por los colegios a estimular y a fomentar la lectura y la escritura, está creando una generación entera que no se puede comunicar de manera adecuada ni profesional ni personalmente, con la infinitud de problemas a todo nivel que esto desencadena, además de generar costos para las instituciones de educación superior que han de asumir una falencia en la educación básica que no les corresponde.

La paulatina vuelta al analfabetismo, otra de las herencias de la OCDE.

Fuente del Artículo:

http://www.elespectador.com/opinion/el-lado-oscuro-de-la-ocde-ii-de-regreso-al-analfabetismo-columna-714122

Fuente de la Imagen:

http://ediciones-sm.com.mx/?q=blog-Las-aulas-mexicanas-tienen-exceso-de-alumnos-OCDE

Comparte este contenido:

Una reforma para controlar

México / 24 de septiembre de 2017 / Autor: María de la Luz Arriaga Lemus / Fuente: El Universal

El Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación, INEE, anunció el inicio de un seminario titulado “La reforma educativa: Avances y Desafíos”. Es un evento público, pero cerrado sólo a sus invitados. Es un evento en el que funcionarios de la SEP, sus intelectuales orgánicos y representantes de la organización empresarial Mexicanos Primero, comentarán sobre el tema mencionado.

Más que ser un espacio para que ante la sociedad y con su participación, el INEE realizara una verdadera evaluación de la reforma educativa, parece ser un acto de acompañamiento a la intensa campaña del gobierno de Peña Nieto para mostrar que sus reformas han sido exitosas. Pero también aparece como una plataforma para dar a conocer nuevas propuestas para profundizar el control del proceso de trabajo docente.

Dos son los cambios fundamentales que se han impuesto a la educación en México y que permiten a los empresarios y al Estado avanzar en la transformación de la educación en mercancía, cuando es un derecho social.

El primero es la modificación del proceso de trabajo docente, y el segundo las transformaciones en los contenidos de planes y programas, cuyo eje es la teoría del capital humano y las competencias para cumplir con exigencias de formar mano de obra flexible, por eso el lema de “Aprender a aprender”.

 

¿Cuáles son los cambios del proceso de trabajo de maestras y maestros de educación básica?

1) La Introducción del bachillerato pedagógico como antecedente a la normal, impactó en la composición social del magisterio, limitando el acceso de hijos de campesinos y de obreros.

2) La Carrera magisterial y los estímulos a la productividad, rompió el tejido social del magisterio como cuerpo docente, introdujo una falsa “meritocracia”, amarrando el desempeño a una compensación monetaria.

3) Con la “Alianza por la calidad educativa” en 2008, eliminan el derecho a acceder a una plaza de maestro a los egresados de las normales públicas, el Estado deja de ser responsable de garantizar los maestros que una educación para la soberanía nacional y la construcción de sociedades democráticas le obligaba por mandato Constitucional. Agudizan el ataque a las normales rurales, mientras el Conafe habilita a 50 mil jóvenes de secundaria como instructores comunitarios en el país, sin contratos, para atender a las poblaciones más vulnerables.

4) Evaluación del desempeño docente punitiva, los declarados no idóneos son sujetos de despido, sin importar su antigüedad en el puesto de trabajo. Es uno de los ejes de la Reforma educativa del gobierno del Presidente.

5) Eliminar la exclusividad del acceso al trabajo docente en educación preescolar y primaria con una formación normalista.

6) Imponer un Nuevo perfil. Un docente para formar consumidores, para formar trabajadores que requiere el mercado laboral; un profesor moderno (con manejo de nuevas tecnologías), bilingüe, y sumiso.

Preocupa que ahora en el seminario del INEE el subsecretario de Planeación, Evaluación y Coordinación de la SEP, Otto Granados, propusiera ampliar las atribuciones del INEE, “un organismo operativo no sólo normativo”, para hacerlo una “gran agencia de administración de docentes”. ¿Estarán considerando avanzar en la instrumentación de una forma de outsourcing docente? Estaremos atentos a los planteamientos que la SEP realice, pues aunque pensemos que no puede haber algo peor que la política educativa existente, siempre está el riesgo de una idea “creativa” desde los tecnócratas de la burocracia gubernamental.

Fuente de la Noticia:

http://www.eluniversal.com.mx/articulo/maria-de-la-luz-arriaga-lemus/nacion/una-reforma-para-controlar

Fuente de la Imagen:

http://ente.over-blog.com/article-cortinas-de-humo-que-no-dejan-vislumbrar-futuro-de-la-reforma-educativa-122990418.html

Comparte este contenido:

“Quieren hacer del trabajo docente algo fácilmente sustituible”

Uruguay / 24 de septiembre de 2017 / Autor: Juan Dal Maso / Fuente: La Izquierda Diario

Pablo Messina trabaja estrechamente con organizaciones sindicales del Uruguay en el análisis de presupuestos y problemas económicos. En esta entrevista abordamos algunos de los temas sobre los que viene investigando, relacionados con el avance de las reformas capitalistas en la educación pública.

¿Qué son las políticas de reforma educativa?

Hay una suerte de agenda neoconservadora a nivel global que va a por la educación pública. Siempre se presentan como salvadores de una crisis. El primer argumento es “la educación pública está en crisis”. Y esa educación pública en crisis va a ser “salvada” por estas propuestas de reforma, que en general tienen un fuerte componente mercantil y privatizador, conjugando una diversidad de propuestas de política según los distintos momentos de implementación.

Hablando de eso ¿se puede hacer una periodización de los distintos momentos por los que han transitado estas políticas?

La periodización que a mí más me convence es la que dentro de la agenda neoliberal distingue tres períodos. Uno de la década de los ’80 donde la reforma educativa es indisociable de los procesos de ajuste estructural típicos del advenimiento del neoliberalismo en el mundo. Otro período que abarca las reformas de los ’90 que son las que más se llamó neoliberales, pero no necesariamente van acompañadas de procesos de ajuste, hay diferencias según el lugar, y tienen dos ejes fundamentales. Uno es continuar con los avances mercantilizadores, a través de la descentralización y municipalización del gasto. Esto genera diferencias regionales muy fuertes. Por ejemplo si uno mira el gasto por matriculado en Neuquén, que es una zona vinculada con la extracción petrolera y lo compara con el gasto en matriculado en Jujuy, las diferencias son muy importantes. El otro eje es la “autonomía del centro” o sea que cada centro educativo sabe cuáles son sus prioridades y puede gestionar por sí mismo los recursos. Entonces las direcciones pasan a jugar un rol de administración y en vez de ser un compañero de trabajo con una responsabilidad diferencial, la idea es que el director sea alguien que pueda contratar docentes, calificar para despedir o recontratar, cambia drásticamente su rol. Y eso en los ’90 en general si bien se quiso hacer no logró avanzar, principalmente por la resistencia de los sindicatos docentes.

Uruguay venía de un proceso de ajuste muy fuerte desde la dictadura en el gasto educativo que casi no cambió en la reapertura democrática, siguió un proceso de descenso en la ejecución presupuestal hasta el año ’96 que es el año de instrumentación de la reforma educativa, conocida como la “Reforma Rama” y en realidad significó una inyección de recursos muy fuerte. Aunque hubo resistencia sindical, el principal actor uruguayo que intentó resistir la reforma en los ’90 fue el movimiento estudiantil. Esto es interesante, porque si bien uno puede pensar que en la medida en que degrada las condiciones docentes en el mediano y largo plazo podía significar ajuste la reforma, no necesariamente es así en su fase instrumental. Uruguay no es el único caso pero es un caso bien paradigmático.

Y la tercera fase, desde fines de los ’90 hasta ahora se caracteriza por un mayor énfasis en el cambio del rol docente. Los que presentan la reforma, dicen que “hay que cambiar la educación, hay que centrarla en el estudiante, los estudiantes no necesitan aprender determinadas cosas sino que tienen que aprender a aprender, tienen que aprender en un mundo que está en permanente cambio, tienen que aprender a navegar en la incertidumbre”. Eso en Argentina suena mucho pero en todos lados se dice más o menos parecido. Yo diría que su interés principal no son los estudiantes sino los docentes: cambiar el trabajo docente tal cual lo concebíamos, “proletarizándolo” de alguna forma, volviéndole cada vez más un aplicador de manuales de texto, un ejecutor de planes de estudio y de programas sin capacidad de elaboración propia ni de crítica, incluso volviéndole alguien fácilmente sustituible por talleristas. En Uruguay desde que el Banco Central cambió su carta orgánica y tiene la formación financiera como un eje central, cada vez es más común ver que a los estudiantes les suspendan las clases de matemática, historia o filosofía y que vengan unos talleristas vinculados a ONG o funcionarios del Banco Central a dar clases de educación financiera. Aunque todavía es algo marginal muestra el objetivo que persiguen.

¿Quiénes son los que promueven la reforma?

Hay vínculos muy fuertes entre algunos organismos internacionales como la OCDE – yo diría que es el más importante- y grupos empresariales o de poder económico como Pearson, una transnacional que genera contenidos educativos, es la que diseña las “pruebas PISA” y tiene alianzas empresariales a partir de las cuales fomenta ciertos colegios, por nombrar una de las más importantes. Hay instituciones muy metidas en la educación, en créditos estudiantiles, como el Banco Santander. Hay empresas creadas en Gran Bretaña que tienen redes internacionales de escuelas privadas de bajo costo, como las “escuelas garage” que en países como Argentina y Uruguay no tienen mucha manifestación, pero sí en el caso peruano, también tienen mucha presencia en la India o algunos países del África subsahariana. O sea que los que las promueven son organismos multilaterales de diversa índole y algunas empresas de las que destacaría Pearson y Banco Santander por ser las que tienen más incidencia en nuestro continente.

¿Qué rol jugaron los gobiernos posneoliberales latinoamericanos en relación con estas reformas?

Aprovechando un momento particular de bonanza, de aumento de las materias primas, implicaron aumentos presupuestales importantes incluyendo en general aumentos de salario docente o inversión en infraestructura.

Pero sea por acción o por omisión, la privatización de la educación, que venía de antes, continuó avanzando.

La excepción es Bolivia porque tuvo una expansión presupuestal y de la matricula muy fuerte, que no redujo la privada, pero ésta no se expandió tanto y se expandió más la pública. El caso chileno es un caso vidrioso porque había sido punta de lanza de las reformas neoliberales desde larga data y ha habido un mínimo retroceso.

En el caso argentino, la privatización tiene una trayectoria histórica muy fuerte, desde el año ’47 se subsidia a la educación privada, entonces tiene un peso muy importante, llegando a más del 50% de la matricula privada en Buenos Aires. Es algo anterior a la “era progresista” pero no ha retrocedido durante ésta de ninguna forma. Después hay casos donde el avance privatizador ha sido incremental pero constante como el caso brasilero en los últimos 20 o 25 años y en la era posneoliberal tampoco se modificó y así podríamos citar otros ejemplos.

Uruguay tiene una doble particularidad. La privatización educativa es menor al promedio del continente y menor a la argentina, pero su incremento tiene un carácter híbrido. Por un lado hay un fomento a la privatización de larga data, que viene de la Constitución del ’34, de la dictadura de Terra, que habilita no el subsidio pero sí la exoneración fiscal de todo tipo de impuestos a la educación privada. En los ’90 se la exonera además de los aportes patronales. Ese es un rasgo histórico del fomento a la educación privada en Uruguay, pero que tiene en los gobiernos progresistas algunos avances importantes. Muchos quedaron en el intento, por ejemplo la idea de pagar salarios por productividad que se quiso hacer de modo experimental con el Plan Pro-Mejora primero y después hubo intentos en 2015 de volver a poner en el convenio salarial los salarios por productividad, ambos frenados por la resistencia sindical.

Pero buena parte de las medidas que implican mayores avances privatizadores en la educación los últimos 20 o 25 años las tomó el gobierno de Mujica. Con la Ley de Presupuesto del año 2010 modifica una vieja ley de mecenazgo y donaciones especiales que podía usarse solamente para donar recursos a la educación pública, habilitando que se done a instituciones privadas. Esto implica que sobre todo a partir de 2011 empiezan a proliferar una serie de escuelas charter, escuelas públicas de gestión privada que cada vez son más y que tienen un gasto por matriculado de más del doble de la educación pública y el monto de las exoneraciones fiscales que financian eso también es bastante mayor que lo que se gasta por matriculado en la educación pública. Ahora hay una propuesta de la fundación Ceres para generar 136 liceos con 80.000 matriculados con esta modalidad, lo cual implicaría básicamente un 26 o 27% de la matricula en secundaria bajo escuelas públicas de gestión privada. Todavía no se instrumentó, hay experiencias más bien piloto que fueron alentadas y promovidas por el gobierno de Mujica en connivencia con grandes grupos de poder económico, que redobló la apuesta en 2013 habilitando que el monto de las donaciones que hacen las empresas sea mayor que lo dispuesto en 2010.

El otro elemento es la ley de participación público-privada de 2011 que habilita que la construcción de escuelas y liceos así como otras cuestiones de infraestructura pública se pueda hacer por constructoras privadas. En el período de Mujica esto se hizo solamente para la construcción de una cárcel. Pero a partir de 2015, en el segundo gobierno de Tabaré Vázquez empezaron a hacerse licitaciones para la construcción de escuelas y liceos bajo esta modalidad publico-privada que de hecho implica construcciones mucho más costosas, como dicen todos los analistas sobre casos donde ya se vienen implementando esta modalidad hace más de 30 años, como en Inglaterra. Pero además implica la tercerización o privatización de todo lo que se llama “servicios conexos”: portería, vigilancia, mantenimiento, limpieza, comedor, todo eso estaría por fuera del sistema educativo y pasa a ser tarea de la empresa constructora que recibe un canon que va desde los 20 a los 35 años. Por otro lado habilita a las empresas constructoras, en algunas licitaciones, a que haya horarios en que esa institución pública sea de gestión mixta, por ejemplo que pueda ponerse clases particulares después del horario escolar, todo pago y rentabilizando valor para el constructor. Por eso en Uruguay hay una suerte de consenso en los sindicatos de la educación en el balance de que los gobiernos progresistas han implicando aumentos en la privatización de la educación de Mujica hasta ahora.

Una cosa llamativa es que en los planes de estas reformas se incluyen muchos temas que de entrada parecen progresistas como la «doble escolaridad» o la «inclusión», así como la idea que se implementan por consenso ¿es así?

Llamar “progresista” a la doble escolaridad o la inclusión es opinable. La idea de “aumentar el tiempo pedagógico” (como dicen los reformadores) no es a priori necesariamente mala o buena. La discusión, desde una perspectiva crítica, radica en qué es lo que vas a hacer en ese tiempo extra. Pero incluso uno podría afirmar que hay muchas formas y lugares donde se aprende y la educación no sólo transita en la institución escuela. Por lo tanto querer centrar toda la esfera formativa de la vida en una sola institución puede ser al menos problemático. Con la inclusión también tiene mucho que ver en qué se los incluye, cómo se los incluye y cuánto tiene esa inclusión de segregación. Muchas veces la inclusión tiene un correlato de formación para pobres, escuela para pobres y para ricos que difícilmente se podrían considerar aceptables desde una perspectiva de izquierda. Esto es parte de los debates que siempre están detrás de la implementación de estas reformas y son parte de sus características.

Sobre lo otro, si bien en general se habilita cierta participación y consenso no en todos lados es así. Quizás el caso más paradigmático es el de México donde la reforma es una reforma manchada de sangre y la criminalización de los docentes y los estudiantes llega hasta el asesinato. Después hay casos donde la participación docente incluso la participación popular en términos más amplios es importante. Por poner un caso uruguayo, el Congreso Educativo del 2008 tuvo participación barrial, docente, estudiantil, sindical, fue muy fuerte la participación. El movimiento popular logró de alguna forma apropiarse del proceso de discusión, después lo que pasó es que no necesariamente se instrumentaron aquellas cosas que se proponían desde el campo popular.

¿Se puede pensar en un modelo de educación alternativo a los que promueven los gobiernos, las empresas y los organismos internacionales? Contame sobre las experiencias que se dieron en Uruguay en ese sentido…

Yo creo que sí se puede y que además es fundamental. En la década del ’60 si uno se ponía como defensor a ultranza de la educación pública y se definía de izquierda era visto a lo sumo como un socialdemócrata. Esto era porque se consideraba que la escuela pública en última instancia era una institución reproductora de las contradicciones sistémicas del capitalismo. Pero lo cierto es que con los avances mercantilizadores y privatizadores de los ’80 hasta hoy y más en América Latina donde la privatización de la educación es la más alta del mundo, la defensa a ultranza de la educación pública ha sido una seña identitaria de una política de izquierda y está bien que sea así. Pero desde una perspectiva transformadora habría que decir que uno tiene que defender la educación pública y al mismo tiempo ir transformándola. Y ahí el asunto es ¿cómo se transforma?

El movimiento pedagógico uruguayo de los ’40 fue un movimiento más reformista que revolucionario pero tiene algunos aspectos metodológicos que son bien interesantes, para pensar desde el campo popular un proyecto de reforma educativa.

En primer lugar, estaba liderado por las y los docentes. Ahí hay personajes múltiples como Julio Castro, Reina Reyes, Jesualdo Sosa y podríamos citar otros.

El segundo elemento es que tenían una consigna que ya venía de los ’30, que es muy fuerte y es común a toda la pedagogía crítica que es “la escuela sola no puede”. O sea, las instituciones escolares no pueden de ninguna forma resolver solas los problemas del mundo ni de la humanidad pero ni siquiera los problemas educativos. Por lo tanto es necesario un enfoque que vaya más allá de lo educativo reducido al proceso de enseñanza-aprendizaje dentro del aula. Los docentes que lideraban este proceso también generaban teoría pedagógica general, tomando distintas experiencias, corrientes de distinto tipo, algunos influenciados por el marxismo y la mayoría por el “escolanovismo” pero todos con un pensamiento propio, situado en el Uruguay.

El tercer elemento destacable es que generaron algunos movimientos como las “misiones pedagógicas” que trascendían a los docentes e involucraban a la comunidad y el estudiantado. Un movimiento que mostraba en los hechos que “la escuela sola no puede”, ampliando los sujetos en lucha para disputar el sentido de la educación y la sociedad en que se vive.

Por último, fueron punta de lanza de la denuncia de las condiciones de vida de los “pueblos de ratas”, de los rancheríos, Frente a un Uruguay que se creía la tacita de plata, ellos entraron a mostrar que ese Uruguay era meramente discursivo, existían contingentes muy importantes de la población viviendo en condiciones absolutamente deplorables. Y ese movimiento pedagógico, no es el único actor pero sí uno muy importante, que pelea por la reforma agraria, que pone en la agenda la reforma agraria.

Tal vez los temas no tengan que ser hoy todos los mismos, aunque muchos siguen vigentes, pero son esos cuatro elementos los que se pueden tomar para decir desde el punto de vista metodológico qué cosas deberíamos pensar para impulsar un movimiento pedagógico en la actualidad.

Fuente de la Entrevista:

https://laizquierdadiario.com/Quieren-hacer-del-trabajo-docente-algo-facilmente-sustituible

Comparte este contenido:
Page 27 of 61
1 25 26 27 28 29 61