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Ngugi wa Thiong’o Talks on Decolonising the Mind in South Africa

Sudáfrica/14 de marzo de 2017/Fuente: All Africa

A lecture by Kenyan writer Ngugi wa Thiong’o was briefly interrupted by students on Friday, with one telling him to ask the «oppressors to leave» the venue before his address.

Wa Thiong’o was invited by the University of Cape Town (UCT) to address staff and students in the Baxter Theatre on the topic of decolonisation.

The Mail & Guardian’s Milisuthando Bongela tweeted that sociology professor Xolela Mangcu went on stage to decline the student’s request, saying it would be disrespectful for Wa Thiong’o to do so.

In her tweet Bongela said the audience clapped in agreement while there were murmurs from some sections.

Later, Wa Thiong’o had to pause his speech when a woman walked on stage carrying a protest poster.

The poster read: «SAn Edukation system is excluding poor, black disabled people.»

Rhode’s absence ‘symbolic’

The 79-year-old Wa Thiong’o apparently asked to read the poster after which he continued with the lecture as the woman remained seated on the stage.

Wa Thiong’o’s lecture was on the inequalities between Africa and Europe.

He recalled seeing a statue of Cecil John Rhodes when he arrived at UCT several years ago, journalist Pippa Green tweeted.

Wa Thiong’o said that he didn’t see it on Friday had symbolic importance, Green said.

Wa Thiong’o also discussed the importance of knowing one’s mother tongue, saying knowing the languages of the world but not your own is enslavement.

Wa Thiong’o said Africa had been told it needs the globe, but can only access it through English, Green tweeted.

The defenders of English in Africa, he said, are intellectuals and policymakers.

Source: News24

Fuente de la Noticia:

http://allafrica.com/stories/201703080075.html

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Perú: Ministra de Educación:»La homosexualidad no se aprende, sí la homofobia, la violencia y el racismo»

Perú/27 febrero 2017/Fuente: Trome

Marilú Martens busca aclarar la polémica sobre el Currículo Nacional. Resumió su defensa en tres puntos, estos son.

Sigue el debate sobre el Currículo Nacional. Esta vez, la ministra de Educación, luego de dar una entrevista a Trome.pe, publicó un video en el que detalla la postura del Estado. Así, Marilú Martens resumió su punto de vista en tres puntos.

El Currículo Nacional ha generado gran polémica. Tal es así que está anunciada una marcha nacional el 4 de marzo, organizado por el movimiento Con mis Hijos no te metas. Este video de Phillip Butters resume los ideales de la entidad.

Volvamos a los puntos que tocó la ministra Marilú Martens. En el primero, la titular de Educación aseguró que el Currículo Nacional promueve la igualdad de genero. «Que hombres y muejres reciben las mismas oportunidades, (…) que sean tratados con el mismo respeto», indica Marilú Martens en el video subido a YouTube y que puedes ver arriba.

En el segundo punto, la ministra de Educación asegura que el Estado reconoce que la familia es el primer formador de los estudiantes. En esa línea, aseguró que los valores enseñados en casa «los reforzamos en la escuela entre tutores, docentes, padres y mares de familia». «La escuela en ese sentido es un complemento para la enseñanza de valores para nuestros estudiantes», dice Marilú Martens.

En el tercer y último punto, Marilú Martens asegura que el Currículo Nacional «promueve el respeto y la no discriminación». Asimismo, la ministra de Educación aseguró que la Plataforma de denuncias de su protafolio recibe «tres casos diarios de niños que sufren de discriminación o bullying» por ser diferentes a la mayoría.

«La homosexualidad no se enseña, lo que sí se puede aprender es la homofobia, la violencia y el racismo», dijo la ministra de Educación. «Eso lo tenemos que cortar de raíz», ,agregó.

Fuente: http://trome.pe/actualidad/curriculo-nacional-educacion-homsexualidad-homfobia-racismo-41472

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Sexismo en el lenguaje, ¿filología o ideología?

Por: Enric Llopis

El uso rutinario del lenguaje puede, muchas veces, nublar la visión de la realidad. ¿Es posible ser padre sin tener hijos? He aquí el “enigma”, de sencilla resolución en teoría pero en la práctica un acertijo por los inadecuados hábitos lingüísticos. La profesora de Lengua Castellana y militante del movimiento feminista, Teresa Meana, ofrece la respuesta al arcano: “Muy fácil, teniendo hijas”. Es autora del libro “Porque las palabras no se las lleva el viento… Por un uso no sexista de la lengua” (2002) y activista en la Casa de la Dona de Valencia. En las conferencias que imparte, suele advertir al auditorio: “Todas las lenguas son igualmente sexistas, el patriarcado es universal”. No hay más que observar la lengua inglesa y el torrente de palabras que agregan “-man” (hombre) a la raíz. Pero todo empieza en la escuela. Así, cuando la maestra apela a los niños puede estar utilizando el genérico masculino (con lo que incluye a las alumnas) o refiriéndose sólo a ellos. Y para hacer la distinción, “ahí es cuando interviene la famosa intuición femenina”, afirma la activista en las Jornadas Feministas organizadas por el sindicato Acontracorrrent. La psicóloga Montserrat Moreno señaló muchos de estos usos en “Cómo se enseña a ser niña. El sexismo en la escuela” (Icaria, 2000). Aunque la cuestión trasciende las aulas, porque en una reunión de críticos ¿hay presencia de mujeres?

La conferencia de Teresa Meana pone en claro la utilización torcida del lenguaje. A mujeres como la científica polaca Maria Salomea Sklodowska-Curie (1867-1934) se las conoce por el apellido del padre o del cónyuge, sin embargo permanece ignoto el de la madre. También pueden rastrearse las huellas de la discriminación de género en los diccionarios, “que no reflejan la lengua sino el poder de quien los hace”. Meana recuerda que el diccionario de la Real Academia Española definió al huérfano-huérfana como la persona cuyo padre o madre (o ambos) han fallecido, aunque preferentemente el padre; además, actualmente la RAE considera que un sombrero es, en la segunda acepción, una prenda de adorno usada por las mujeres para cubrirse la cabeza (en la primera no se hacen distingos de género: prenda de copa y ala para cubrir la cabeza). Se trata de reflexiones que parten de dos premisas. La lengua –y en el mundo se hablan cerca de 6.000- no es un “hecho biológico” ya cerrado, sino un organismo vivo y en evolución constante. Además el ser humano habla y aprende –desde la lengua materna- por imitación. Ello significa que la lengua –en tanto que producto cultural- es aprendida y por tanto modificable.

Hay veces que el hablante incurre en usos directamente racistas. Los incluye Eduardo Galeano en el poema dedicado a “Los Nadie” (1940): “Que no son, aunque sean / Que no hablan idiomas, sino dialectos / Que no hacen arte, sino artesanía / Que no practican cultura sino folklore / Que no son humanos, sino recursos humanos”. Por esta razón una homilía en el Vaticano se considera una ceremonia religiosa, mientras que un rito de los indios Aymara en el Lago Titicaca se tacharía oficialmente de superstición. La invisibilización que denuncian los versos de Galeano se extiende a las mujeres en el lenguaje del día a día. Ocurre con el título de la exposición “Las edades del hombre”, organizada por la fundación religiosa del mismo nombre para la promoción del patrimonio de las once diócesis católicas de Castilla y León. O con usos tan habituales que pasan inadvertidos. “Zorro” equivale a astuto, mientras que en femenino es sinónimo de prostituta, palabra con una sinonimia vastísima. El gobernante es quien rige los destinos de un país, pero la gobernanta es la responsable de planta en un hotel. Podría reservarse un capítulo específico para el refranero. “Mujer que sabe Latín, ni tiene marido ni tiene buen fin”, le enseñaban a Teresa Meana en el colegio de monjas. Y otro apartado al deporte, con expresiones como “había numerosos aficionados, también mujeres”.

En otras ocasiones el sexismo se plantea de manera subrepticia. “Quizá se pueda afirmar que el hombre –en genérico- inventó la rueda, pero decir que fue el hombre quien inventó la agricultura es una mentira enorme”, apunta Teresa Meana. En los años de combate lingüístico se ha encontrado incluso con casas editoriales que, tras declararse contrarias a los usos sexistas, han elaborado diccionarios que definen al hombre como “individuo de la especie humana” y a la mujer como “persona del sexo femenino”; más aún, en la segunda acepción caracterizaban a la mujer como aquella persona que dejó de ser niña, mientras que para el hombre se reservaba el adjetivo “adulto”. O anuncios rocambolescos, por ejemplo uno de la marca de relojes IWC: “Igual de complicado que una mujer, pero puntual”. La profesora y militante feminista ha vivido la jerarquización política de las lenguas. “Cuando yo estudiaba sólo había una lengua, el castellano, y el resto se consideraban dialectos; se incluía aquí a una lengua no indoeuropea como el Euskera, cuya presencia es muy anterior”.

Durante años de militancia ha entablado batalla dialéctica con celebrados escritores, como Javier Marías. Una de ellas en 2006, en respuesta a un artículo publicado por el novelista en El País (“Narices con poco olfato”). Teresa Meana defendía el uso del femenino “jueza”, al igual que se admite el término “andaluza”; o cancillera, profesora, bedela y oficiala. Frente a argumentos como que las feministas odian el latín, ironizaba con una apelación a lo que en esos casos hubiera hecho el pueblo romano: Invocar por separado a dioses y diosas (deus-dea). “Porque temían que las deidades no escucharan sus ruegos si empleaban una sola forma; Ah!, y para las obsesiones, nada como visitar al psiquiatro”, concluía la carta a Marías. “Con Pérez Reverte también tengo un problema”. La profesora de Lengua señala el trasfondo de este tipo de polémicas: “Los argumentos nunca se basan en cuestiones lingüísticas, sino ideológicas”.

Hasta no hace mucho las mujeres tenían el acceso casi vetado a determinadas profesiones. Pero al igual que los libros de texto para escolares contienen el femenino “médica”, el criterio puede ampliarse a “fontanera”, “ingeniera” o “ministra”. Teresa Meana insiste en que el masculino “nunca puede considerarse genérico, sino estrictamente masculino”; así pues, los vascos, los refugiados o los niños “no incluyen a las mujeres”. Así expresadas, pueden parecer afirmaciones poco objetables, pero el uso no sexista del lenguaje se enfrenta a fuertes reticencias: que si las expresiones figuran o no en los diccionarios académicos, que si da lugar a expresiones largas y complicadas… Tal vez fueran las mismas adversidades e incomprensiones contra las que batalló Olimpia de Gouges, autora en 1791 de la Declaración de Derechos de la Mujer y de la Ciudadana, en cuyo preámbulo –que declaraba a madres, hijas y hermanas “representantes de la Nación”- denunciaba la “ignorancia”, el “olvido” y el “desprecio” de los derechos de la mujer.

Autor del libro “¿Es sexista la lengua española? (Paidós, 1994), el fallecido ingeniero y profesor del CSIC Álvaro García Meseguer profundizó en un asunto capital, el “salto semántico”. Consiste en empezar la oración con un sujeto genérico, pero que a continuación revela una referencia exclusiva a los varones. Teresa Meana ha recopilado ejemplos (“hay miles de casos”) de diferentes libros de texto. “Todo el pueblo bajó al río a recibirles, quedando en la aldea las mujeres y los niños”; “Los romanos permitían a sus esposas tener esclavos propios”. La Gran Enciclopedia Salvat de 2008 hacía referencia a la gran impedimenta para los hunos de “carros, mujeres y rebaños”. En este tipo de expresiones incurre un Premio Nobel de Literatura como Camilo José Cela: “El afán de aventuras suele acompañar al hombre y todos, de niños, soñamos con cazar leones, asaltar bancos, perseguir criadas (…)”. En enero de 2006 el escritor Javier Cercas publicaba un artículo en El País, “Este oficio no es para cobardes”, en el que desarrollaba su concepción del poeta: “No es una damisela asustadiza que se pasa la vida oliendo flores y soltando remilgos de monja o flatulencias sentimentales. Un poeta es un peligro público”. Una página Web sobre el consumo de drogas corona la retahíla. ¿Qué hacer ante una intoxicación aguda por ingesta de cannabis? En primer lugar, recabar toda la información posible de “los amigos y la novia de la persona afectada”.

Muchas de las pegas, impedimentos y prejuicios podrían resolverse con un vistazo a los clásicos. En el Siglo XII el “Cantar del Mío Cid” incluye las variantes moros y moras; o mujeres y varones. En el siglo XIV “El Libro del Buen Amor”, del Arcipreste de Hita, tampoco consideraba “farragoso” incluir a los dos géneros. El Ordenamiento de Menestrales de las Cortes de Valladolid (1354) menciona, sin mutilaciones sexistas, a hombres y mujeres, aquéllos y aquéllas, los mozos y las mozas o los peones y las peonas. Los especialistas en Literatura también han estudiado la “novela de adulterio”, vertebrada por la siguiente tríada: “Ana Karenina” (1877), de Tolstoi; “La Regenta” (1884-85), de Leopoldo Alas “Clarin” y “Madame Bovary” (1856), de Flaubert. “Pero no se incluye ‘Fortunata y Jacinta’, que es de la misma época y donde el personaje adúltero es masculino”, señala Teresa Meana. En “La Regenta” Clarín (“y esto no quiere decir que fuera feminista”) escribe sin reparos muchachos y muchachas o señoritos y señoritas. En Colombia se asume sin remordimientos el sustantivo “lideresa” y en Panamá se cita a los miembros y las miembras del Parlamento. Se trata de una lucha sufrida, tortuosa y empedrada de dificultades. Hace apenas un siglo que se escolarizan las mujeres en España. Meana subraya el ejemplo de la escritora Concepción Arenal (1820-1893): “Estudió en la universidad vestida de hombre, con capa y sombrero de copa”.

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=223163&titular=sexismo-en-el-lenguaje-%BFfilolog%EDa-o-ideolog%EDa?-

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La oportunidad Trump

Por: Raúl Zibechi

Dos puntos de partida. Uno, los cambios de fondo nunca se procesan en períodos de calma chicha sino en medio de tempestades que ponen todo patas arriba. Es en esos momentos cuando las fuerzas antisistémicas, forjadas en largos períodos en los sótanos de las sociedades, pueden aprovechar la debilidad y la crueldad del capital para mostrar a las mayorías que hay otros caminos más allá de la subordinación al sistema.

Dos, que uno de los más importantes problemas que enfrenta hoy lucha emancipatoria es la subordinación de los movimientos antisistémicos al capital financiero y a los estados, como lo señala Nancy Fraser en el memorable artículo “Trump o el fin de neoliberalismo progresista” (Rebelion, 23 de enero de 2017).

El aturdidor cacareo de los más poderosos medios del sistema, encabezado por The New York Times y seguido dócilmente por la inmensa mayoría de los medios del mundo, tiene un objetivo muy claro: reforzar la alianza Wall Street-Sillicon Valley-Hollywood con los nuevos movimientos sociales (feminismo, antirracismo, multiculturalismo y LGBTQ), como señala Fraser.

Esta alianza es un cortafuegos levantado por Bill Clinton en 1992, lo que la feminista estadunidense denomina “neoliberalismo progresista”, como forma de aislar a la clase obrera –vapuleada por el capital financiero y la globalización- de los movimientos sociales. Donde hubo exitosas luchas contra el neoliberalismo, fue donde se tejieron alianzas de hecho entre ambos sectores. El Argentinazo de diciembre de 2001 fue la convergencia de “piquete y cacerola”, o sea los obreros desocupados y las clases medias empobrecidas, algo que los de arriba buscan evitar de cualquier modo.

Ese neoliberalismo progresista es el que ha gobernado buena parte de Sudamérica en la última década. Salvando las distancias, hay también entre nosotros la intención de cooptar a los nuevos movimientos, de un modo que Fraser describe de modo sencillo y potente: “Al identificar progreso con meritocracia, en lugar de igualdad, se equiparaba la emancipación con el ascenso de una pequeña elite de mujeres, minorías y gays “con talento” en la jerarquía empresarial basada en la noción de “quien gana se queda con todo” (validando la jerarquía en lugar de abolirla)”.

Estas minorías juegan el mismo papel que tuvieron las direcciones sindicales y de la socialdemocracia europea durante la primera guerra mundial, frenando las aspiraciones revolucionarias de una parte importante del proletariado. En casos extremos como en Alemania en 1919, esa socialdemocracia llegó a asesinar a dirigentes como Rosa Luxemburg, mostrando así la verdadera cara de su proyecto de sostener el sistema capitalista enfrentando a la izquierda rebelde.

Dicho de otro modo, sin el apoyo de ese sector el sistema estaría tambaleándose. Al comienzo de la globalización, conscientes de que afectaría a la clase obrera industrial, las elites del mundo tejieron una amplia alianza con los nuevos movimientos, que Fraser describe como “alianza entre emancipación y financierización”. La rabia de Wall Street y de los medios del sistema es que la victoria de Trump deja dicha alianza en estado de máxima debilidad, por eso su empeño en movilizar a los jóvenes para evitar fracturas.

Apenas dos ejemplos. El muro de Trump ya existe y fue levantado por diversas administraciones, “programado por Bill Clinton y construido en su tercera parte por Baby Bush”, según Alfredo Jalife-Rahme (La Jornada, 3 de febrero de 2017). Sin embargo, presentan el muro como una novedad, ignominiosa por cierto, cuando deberían decir que Trump se propone terminar el muro que comenzaron los neoliberales republicanos y demócratas.

Lo segundo es la vergonzosa propaganda en defensa de los derechos humanos y de los musulmanes. Paul Craig Roberts critica con dureza el oportunismo de la representante de la ONG Human Rights First, quien atacó las medidas contra los musulmanes: “¿Dónde estaba Human Rights First cuando el régimen Bush/Cheney/Obama mataba, mutilaba y desplazaba a millones de musulmanes en siete países en el transcurso de cuatro presidencias?” (paulcraigroberts.org, 3 de febrero de 2017).

El doble rasero de los lobbistas de los movimientos no hace más que enlodar los derechos humanos, el feminismo, las causas antirracista y LGBTQ, mientras guarda silencio sobre criminales de guerra como Hillary Clinton, responsable directa de la invasión de Libia y de la masacre de la Primavera Árabe.

Es evidente que el gobierno de Trump será muy agresivo y violento contra los sectores populares de todo el mundo, y sus efectos ya se hacen sentir en países como México y en breve en toda la región latinoamericana. Sin embargo, no son pocos los que aseguran que se llegará al mundo nuevo a través de procesos serenos y calmos, cuando sabemos que la estabilidad es el mejor caldo de cultivo para la reproducción del sistema. Quienes necesitan la estabilidad son precisamente las elites de los movimientos, incrustadas en el poder, desde donde pretenden evitar que la opresión las afecte en un camino de salvación individualista.

Para los de abajo, la llegada del energúmeno Trump al gobierno de la mayor potencia del mundo, es síntoma de descomposición del sistema que nos afecta como los latigazos de una tormenta. Es en medio del caos sistémico como nos empeñamos en construir lo nuevo, con todos los riesgos que eso implica, pero con la voluntad intacta.

Fuente: http://desinformemonos.org/la-oportunidad-trump/

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El efecto Trump

Por: Carolina Vásquez Araya

Desde Sydney a Los Ángeles, desde Londres a Nueva York, con ecos en Guatemala, México, Chile y otros países en los 5 continentes, las voces de millones de personas –en su mayoría mujeres– se unieron para manifestar su rechazo a la explícita posición misógina, racista y discriminatoria del nuevo habitante de la Casa Blanca. No esperaron a que Donald Trump desempacara sus valijas para hacerle ver que no importando la distancia, la vigilancia sobre sus políticas será constante.

Los temas más preocupantes para las manifestantes del 21 de enero se refieren a las actitudes carentes de empatía del nuevo presidente estadounidense con las minorías, en especial sus intenciones de cambiar leyes que representan conquistas importantes, como las que permiten el aborto y garantizan programas de asistencia en programas de salud sexual y reproductiva, el matrimonio igualitario, los programas para establecer controles de prevención contra el cambio climático, la contaminación y la degradación del ambiente y otros de beneficio social.

Trump parece haber alcanzado el sueño de su niñez sin reparar en que la presidencia del país más poderoso del mundo no es un juego de niños. Llegó con un discurso agresivo y descalificante hacia sus antecesores, convencido de haber logrado, junto con el palio presidencial, la omnipotencia. Craso error, porque aún con las desigualdades y precariedad en la cual vive el grueso de la población mundial, existe un contrapeso natural en las decisiones emanadas desde las principales potencias. Este poder se manifiesta no solo en convenios y tratados firmados y ratificados por las distintas naciones, sino también en la voz de ciudadanos cada vez más conscientes de sus derechos.

Este cambio de mando y de tendencia política, aun con ser relativo –el Departamento de Estado nunca ha bajado su bandera expansionista ni su agresiva política económica– muestra a un mandatario decidido a transformar su territorio en una fortaleza inexpugnable, hostil hacia los inmigrantes y abiertamente orientada a proteger sus intereses comerciales contra viento y marea, no importando cuáles sean las consecuencias para los países socios en esos tratados de intercambio. Sin embargo, lo que se veía fácil y posible en promesas de campaña con el objetivo de seducir a una población decepcionada de la política tradicional, en la realidad será una lucha a brazo partido contra intereses mucho más poderosos, fincados en complejos acuerdos entre compañías multinacionales y países productores de mano de obra barata cuyos intereses trascienden la visión de nacionalismo reeditada por Trump.

Para los países ubicados al sur, la situación es amenazante. Los mayores receptores de remesas de inmigrantes muchos de ellos residentes legales, pero también miles de indocumentados que trabajan en todo el territorio estadounidense, son los países del triángulo norte de Centro América y la nueva administración constituye una alerta roja para sus gobiernos, los cuales ya deberían comenzar a diseñar sus estrategias de negociación.

De no hacerlo, y de no hacerlo correctamente, la política anti inmigrantes de Trump podría generar una repatriación masiva de ciudadanos centroamericanos, quienes de paso perderían todo lo ganado durante su estadía en Estados Unidos. Esto, porque al ser indocumentados y carecer de estatus legal, el manejo de sus bienes es precario e inseguro. Al darse un movimiento de tal magnitud, la mayor fuente de divisas de algunos de estos países, como Guatemala, se reduciría drásticamente con las graves consecuencias que eso implica para los sectores más necesitados.

Fuente: http://www.carolinavasquezaraya

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Racismo en la Universidad de Londres: Alumnos piden que no se estudie a los filósofos blancos

Reino Unido/Enero de 2017/Actuall

El sindicato de estudiantes de la Escuela de Estudios Orientales y Africanos de la Universidad de Londres exige la retirada del currículo de los filósofos blancos y que se enseñe en su lugar a pensadores de África y Asia.

Uno de los lugares en los que la plaga de la corrección política ha cosechado mayor éxito ha sido en la universidad. El ámbito educativo ha sido utilizado por el poder como campo de pruebas de su arsenal ideológico, esto es, del pensamiento progresista en todas sus variantes.

Una de ellas es el multiculturalismo, aunque en realidad no se estudie en plano de igualdad, sino favoreciendo unas culturas en detrimento de otras. Es el caso del sindicato de estudiantes de la Escuela de Estudios Orientales y Africanos (SOAS) de la Universidad de Londres, que exige la retirada del currículo de los filósofos blancos y que se enseñe en su lugar a pensadores de África y Asia.

Es un caso flagrante de racismo pero también de relativismo porque la aplastante mayoría de los filósofos más importante de la historia (Aristóteles, Platón, Sócrates, Kant, Descartes, Nietzsche…) son blancos. Y es que lo que estos alumnos reclaman no es estudiar a los filósofos negros en plano de igualdad a los blancos -más allá del peso filosófico-, sino directamente eliminar a los blancos.

Y si hay que estudiar a los filósofos blancos, sostienen los estudiantes de este sindicato, hay que hacerlo con un enfoque crítico. No hay que olvidar que el SOAS es la facultad europea más prestigiosa en estudios sobre Asia, África y Oriente Medio.

Con permiso para abandonar el aula

Por ello no es casualidad que el líder estudiantil que ha presentado la reclamación se llama Ali Habid, de origen árabe. El sindicato de estudiantes ya ha reconocido que su objetivo para 2017 es “descolonizar el SOAS y abordar el legado cultural y epistemológico del colonialismo dentro de nuestra universidad”.

Esta plaga de lo políticamente correcto también ha echado raíces en la Universidad de Glasgow, que a partir de ahora avisará a los estudiantes de primer curso de Teología de que las imágenes de la crucifixión pueden resultar “incómodas o preocupantes”.

De esta forma los alumnos del curso “De la creación al Apocalipsis. Introducción a la Biblia. Nivel 1” podrán incluso abandonar el aula antes de contemplar imágenes de la crucifixión,  ya sean de cuadros históricos o de películas religiosas. “Los alumnos podéis dejar la clase en cualquier momento en que lo necesitéis, pero por favor, informarnos más tarde a lo largo de ese día sobre cómo estáis”, les pide la universidad.

Fuente: http://www.actuall.com/educacion/racismo-en-la-universidad-de-londres-alumnos-piden-que-no-se-estudie-a-los-filosofos-blancos/

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Estados Unidos: Histórica universidad afroestadounidense encendió la polémica por enviar a su banda a la toma de posesión de Trump

Estados Unidos/06 de Enero de 2017/Univisión

El Talladega College, una universidad fundada en 1867 por descendientes de esclavos en Alabama, aceptó desfilar para el presidente electo, quien basó su campaña electoral en retórica racista, misógina y xenófoba.

Varias universidades privadas encendieron la polémica y provocaron críticas por haber aceptado enviar a sus bandas de marcha a la ceremonia de toma de posesión del presidente electo Donald Trump, entre ellas la universidad afroestadounidense más antigua de Alabama, Talladega College.

La participación de bandas musicales escolares y universitarias en las ceremonias de tomas de posesión presidenciales es una tradición de larga data en EEUU.

 Sin embargo, que una universidad histórica afroestadounidense asista a la investidura de un presidente que basó su campaña electoral en retórica racista, misógina y xenófoba provocó malestar entre los críticos que perciben que aceptar tal invitación podría interpretarse como un acto de apoyo al mandatario entrante.

Las universidades históricas afroestadounidense, conocidas como HBCU’s, por sus siglas en inglés, son una serie de instituciones educativas fundadas en su mayoría tras la Guerra Civil y con el propósito de proveerles educación superior a los afroestadounidenses.

El Talladega College fue fundado en 1867 por descendientes de esclavos que ayudaron a construir su primer edificio.

Una de las HBCU’s, la Universidad Howard, en la capital estadounidense, participó en la primera ceremonia de toma de posesión de Obama y desde mediados de diciembre había adelantado que no pediría ir a la de Trump.

Fuente: http://www.univision.com/noticias/universidades/historica-universidad-afroestadounidense-encendio-la-polemica-por-enviar-a-su-banda-a-la-toma-de-posesion-de-trump

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