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El móvil en el aula: ¿ayuda o interferencia?

Por Milagros Pérez Oliva

Francia prohíbe que los escolares puedan tener sus teléfonos en el aula, el patio o las actividades extraescolares

El curso ha comenzado en Francia bajo el síndrome de una nueva ley que prohíbe el uso del móvil en los centros de educación infantil, primaria y secundaria. En los institutos, la decisión queda en manos de cada centro. Desde 2010 estaba prohibido el uso del móvil en clase, pero ahora se extiende al patio y a las actividades extraescolares. La medida fue aprobada en la Asamblea Nacional en medio de una fuerte controversia. El mismo debate se repite en otros países donde también se discute si aplicar o no medidas similares. En España no hay una norma general, pero muchos centros prohíben el uso del móvil en clase, aunque no fuera de ella.

La decisión plantea hasta qué punto podemos y debemos modular el uso de las nuevas tecnologías. Y en el caso concreto de la educación, hasta qué punto o de qué forma esas tecnologías pueden convertirse en una ayuda o en un elemento perturbador. Tanto el presidente, Emmanuel Macron, que llevaba la prohibición en su programa electoral, como el ministro de Educación, Jean Michel Blanquer, lo tienen muy claro: el móvil, las tabletas o los relojes inteligentes con capacidad de conexión son un elemento perturbador, interfieren en el proceso de aprendizaje y por eso deben ser apartados del alumno.

En el aula, está claro que tener la tentación en el bolsillo resulta irresistible para unos niños que han hecho de la conectividad su principal herramienta de relación y diversión. ¿Qué tiene el móvil para ejercer ese poderoso influjo sobre nuestra atención? Si en los mayores, que supuestamente tenemos más autocontrol ocurre lo que ocurre, qué no será en el caso de los niños. Solo hay que pararse en pensar cuántas veces lo abrimos y lo consultamos en una hora. O cómo nos comportamos y qué hacemos cuando lo olvidamos.

La parte perturbadora del móvil en la escuela tiene que ver con que es una puerta abierta a las redes sociales. Lo que perturba es su capacidad para estimular y satisfacer la curiosidad innata, la misma curiosidad que nos hacer mirar por la ventana cuando oímos gritos, o detenernos a mirar en la carretera cuando ha ocurrido un accidente. Tener una ventana al lado desde la que siempre se oyen gritos puede ser bastante incompatible con la atención que requiere, por ejemplo, un problema de matemáticas. Pero no solo en el aula modula el comportamiento. También en el patio. Los niños que tienen móvil tienden a comunicarse a través del móvil, a jugar con el móvil y pueden acabar prefiriendo las relaciones virtuales que el contacto personal.

Aprender requiere esfuerzo. Las nuevas tecnologías pueden ayudar, por supuesto, pero siempre que su uso esté dirigido por el profesor y para tareas determinadas. Los móviles y tabletas pueden ser muy útiles, obviamente, en la búsqueda de materiales e información. El problema se plantea cuando disponer de los dispositivos induce a utilizarlos de una manera que interfiere con el proceso de aprendizaje. Las nuevas tecnologías pueden y deben incorporarse a las tareas educativas. Pero estar abiertos a las nuevas tecnologías no significa quedar prisioneros de ellas. Y mucho menos sucumbir al poder adictivo que tienen como herramienta de entretenimiento. ¿Significa eso que lo mejor es la prohibición? No está claro. Habrá que ver qué pasa en Francia.

Fuente del artículo: https://elpais.com/elpais/2018/09/04/opinion/1536089211_651332.html

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Las luchas de los universitarios ayer y hoy: Nicaragua

Autor: José Luis Rocha

Los universitarios de hoy, que son mayores en número, también se enfrentan a mayores exigencias que los de ayer. 

Por sus contrastes y sus semejanzas, la revuelta de abril, en gran medida protagonizada por los estudiantes universitarios, puede recibir luces provenientes de las luchas estudiantiles contra los dos primeros Somoza. La inserción de la universidad en el sistema capitalista es el primer contraste. Cuando Carlos Fonseca Amador dirigió –en abril de 1968, hace exactamente medio siglo– un mensaje a los estudiantes para animarlos a que emprendieran protestas beligerantes que no se redujeran a meras proclamas, atribuyó la inercia estudiantil a la penetración capitalista en las universidades. En 2018, esa penetración se ha profundizado. Hay en Nicaragua un mercado donde compiten –no sólo dos sino– más de medio centenar de universidades, algunas enloquecidas por insertarse en los sistemas de acreditación internacional, autopublicando adefesios y autograduando doctores semianalfabetas que les permitan elevar su puntuación en los baremos de las multinacionales de la “accountability” académica.

La calidad se contabiliza en número de graduados, posgrados, doctores, reglamentos, procedimientos burocráticos, publicaciones, etcétera. Se ha mercantilizado un ámbito que antes no era “vendible”. En paradójica contrapartida, los estudiantes están recibiendo títulos cuyo valor facial no corresponde a su valor real porque reciben una retribución cada vez más deprimente cuando lo canjean en el mercado laboral. La burocracia universitaria se mercantiliza y sus “productos” son peor recibidos en el mercado. La parafernalia burocrática de la universidad se conecta al mercado; sus títulos están desconectándose cada día más y más.

Las y los estudiantes están jugando ese juego, les guste o no, lo entiendan o no. Nadie entre ellos ha cuestionado las reglas de ese juego. Ningún grupo de la coalición estudiantil ha emitido un pronunciamiento al respecto. Su lucha tiene una finalidad generalizable e inmediata: ponerle fin a la dictadura. En este horizonte estrecho pero urgente coinciden con los primeros universitarios antisomocistas de los años 40 e inicios de los 50, enfocados en impedir la reelección del primer Somoza. Sólo cuando se fueron creando círculos de estudio marxistas y de la teología de la liberación, las luchas universitarias intensificaron su ambición, decantándose hacia una batalla contra el sistema capitalista.

Este rasgo avisa de otro punto de contraste: los universitarios antisomocistas de los años 50 y más aún los de los 60 y 70 podían apuntar con el dedo hacia un horizonte tangible: la Unión Soviética, la Europa del este y la Cuba revolucionaria. Su anhelo tenía una concreción y era sistémica. No era utópico, sino tópico. Los universitarios de hoy parecen contentarse con aspirar a la democracia representativa, un objetivo que hubiera parecido modesto a sus predecesores, pero que por desgracia no lo es en el contexto actual.

Estos universitarios, huérfanos de utopías más amplias, se han tenido que enfrentar no a un Estado artillado como el de Somoza –a una Guardia Nacional que era el ejército de una familia, pero un ejército profesional al fin y al cabo-, sino a un Estado gamberro, que echa mano de antiguos militantes con experiencia militar a los que tenía en el olvido, los recoge de las acequias de la historia, los encapucha y los dota de armas y licencia para matar. El resultado salta a la vista. Había en la Guardia Nacional una especie de contención. No todos los excesos estaban permitidos contra manifestaciones pacíficas. Los estudiantes de hoy han enfrentado un baño de fuego que suscita la perplejidad de los analistas más curtidos.

En su memorable mensaje de abril de 1968, Carlos Fonseca hace un recuento de los estudiantes caídos en una década de lucha: un total de 23. Esas cifras incluyen los muertos en la traumática masacre de julio de 1959. La tarde del 23 de julio de 1959, un pelotón de la Guardia Nacional disparó contra una manifestación de universitarios en León y asesinó a cuatro estudiantes, una mujer y una niña. Los periodistas de la época hablaron de “asesinato en masa”. En la revuelta de abril de 2018, solamente el día de las madres hubo 18 muertos. La Asociación Nicaragüense por los Derechos Humanos ha registrado un total de 448 muertos, la mayoría asesinados por grupos paramilitares y la Policía Nacional. “Asesinato en masa” parece una etiqueta insuficiente.

Este es un contraste entre el antes y el ahora que no podemos pasar por alto. La explicación más simple es que Ortega es más criminal que Somoza. Sin duda los individuos imponen cierto sesgo a la historia cuando pueden decidir el rumbo de acontecimientos clave. Pero ni la aceptación de las doctrinas de Lutero se explica sin la oposición nacionalista germánica a las exacciones pecuniarias de Roma ni el arrastre de Hitler sin el antisemitismo tan arraigado y difundido, por mencionar sólo un aspecto del contexto. El contexto en el que operan los individuos explica mucho. El contraste entre el contexto de antes y el de ahora nos puede dar algunas respuestas.

Curiosamente el contexto actual parecía adecuado para que los organismos supranacionales –cuyo poder interventor se tiene en alta estima en la era de la globalización legal y judicial- sirvieran como fuerza de contención. Pero sus funcionarios casi vieron caer los cadáveres a sus pies y no consiguieron detener la serie de masacres que iban en curso. La rapidez con que corren las noticias también debía haber operado en favor de una rápida intervención de organismos internacionales. Pero no lo hizo. No lo hizo porque los organismos internacionales trabajan con la misma parsimonia de la era pre-informática, pero los criminales trabajan con menos contención y escrúpulos y más rapidez: para saber que no estamos ante casos aislados de falta de contención y de deseos de guardar las formas echemos una mirada a los numerosos asesinatos de periodistas y ecologistas en la vecina Honduras.

Sin embargo, esos crímenes han sido cometidos a cuenta gotas. Y en Nicaragua hubo una sucesión de masacres. ¿Por qué? Otras explicaciones del exceso de Ortega y la contención de Somoza encuentran asideros prestando atención al contexto interno. Propongo tres explicaciones, sin presumir que sean las únicas. En primer lugar, el FSLN como partido-iglesia. Los universitarios que enfrentaron a la dictadura somocista no estaban ante un personaje ni un partido que suscitaran tanta veneración. La militancia en el FSLN es un culto y sus adeptos inmolan su capacidad de juicio en su humeante altar. Este es un capital moral que los miembros menos escrupulosos del FSLN han sabido explotar. El carácter confesional del FSLN convence al Sumo sacerdote y su sacerdotisa de tener la razón y les permite actuar como jueces y emitir condenas.

En segundo lugar, hay un miedo a los números grandes que no debemos subestimar. El pánico produce reacciones drásticas. En 1950 había apenas 494 universitarios, grupo muy selecto en una población de 160,658 jóvenes de entre 18 y 25 años. Un quinquenio después ese grupo se había casi duplicado: en 1955 había 840 estudiantes universitarios. Aun así, los universitarios seguían siendo un ave rara dentro de un gran universo de 174,487 jóvenes de 18 a 25 años. Apenas uno de cada 200 jóvenes de ese rango etario estaba en la universidad.

En contraste, en 2014 había 123,220 universitarios y un total de 1,283,174 jóvenes de 15 a 24 años. Son universitarios cerca de 20 de cada 200 jóvenes de ese rango etario, que empleo por ser el más cercano al de 18-25 años disponible en las estadísticas oficiales. Los universitarios son muy numerosos. La lucha contra Somoza requirió el concurso de los estudiantes de secundaria para aproximarse a números significativos. En la revuelta de abril de 2018 ha bastado un porcentaje muy reducido de universitarios dispuestos a jugarse la vida para poner de cabeza un país tan pequeño como Nicaragua.

La relación numérica también favorece a los universitarios frente a las “fuerzas de orden”. En 1956, año del ajusticiamiento de Anastasio Somoza García y tres años antes de la masacre de julio de 1959, había 970 estudiantes. Ese año la Guardia Nacional registró en su haber 4,391 miembros, una proporción de 4.5 guardias por cada estudiante y de 349 guardias por cada 100 mil habitantes. Seis décadas después, tenemos 454 entre policías y militares por cada 100 mil habitantes, una combinación de fuerzas coercitivas superior a aquella de la que dispusieron los primeros dos Somoza. Pero la proporción con respecto a los universitarios se invirtió: ahora hay 4.4 universitarios por cada policía/militar. Este es el contexto demográfico y del peso relativo universitarios/fuerza coercitiva que produce pánico en el gobierno de Ortega.

En tercer lugar, las redes sociales actúan como magnificadoras de eventos, redes, aliados y contendientes. Facebook, Twitter, WhatsApp y los miles de blogs son mucho más rápidos, masivos y económicos que los volantes y folletos producidos en mimeógrafo de los universitarios que enfrentaron al somocismo. Sus imágenes y palabras son indestructibles, llegan a un público más amplio y son menos reprimibles que los discursos de dirigentes trepados sobre cajas de jabón a guisa de podio a cielo abierto. Los universitarios de hoy pueden –y de hecho lo hacen- seguir recurriendo a estos medios, pero ya no tienen que limitarse a ellos porque las redes sociales les permiten superar las limitaciones espaciotemporales. Los volantes podían ser decomisados y quemados. Los mensajes de WhatsApp atraviesan ciudades, países y continentes antes de llegar a los tenebrosos despachos de la seguridad del Estado.

La capacidad de convocatoria de los nuevos medios de comunicación pudo ser apreciada en las multitudinarias manifestaciones que desde su búnker en El Carmen la pareja presidencial vio. El hecho de que la vicepresidente se refiera a los autoconvocados como minúsculos, puchitos, remanentes, chingastes, poquedad y almas pequeñas es sintomático del pánico ante su tamaño. La palabra “minúsculos” aparece en cinco de los primeros nueve párrafos de su alocución del 19 de abril. La sangrienta reacción del poder fue proporcional al pánico experimentado. Fue terrorista todo lo que les provocó terror.

Los universitarios de hoy, que son mayores en número, también se enfrentan a mayores exigencias que los de ayer. Sobre sus espaldas la historia ha echado cuatro centenares de muertos. Enfrentan una dictadura que ha probado ser más sangrienta y que ahora busca descubrirlos, perseguirlos y castigarlos. En estos momentos están respondiendo a una dura ordalía que pone a prueba su compromiso y su creatividad. Ya probaron que tienen coraje. Las redes sociales seguirán siendo su instrumento, uno del que sus predecesores no dispusieron. Y aunque no hay determinismo tecnológico, las redes sociales expanden el horizonte de posibilidades. Sabemos que son un magnificador de los eventos. Falta averiguar si son también un acelerador de los procesos.

Fuente: https://www.rebelion.org/noticia.php?id=245979

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Consejos para estudiar en tiempos de apps

Redacción: El País

Concentrarse es cada vez más difícil, en especial cuando tenemos Instagram y otras redes al alcance de la mano. ¿Cómo lograrlo?

Julio, para los universitarios, es uno de esos meses en los que todo se vuelve gris y sentimos (me incluyo, porque me pasó) que nada tiene sentido, que no vamos a poder, que esto de estudiar no es para nosotros, que la cabeza se nos va a partir al medio si leemos un libro más, que aunque todos pudieron nosotros no vamos a poder. Nos cuestionamos existencialmente la elección de la carrera, queremos volver al liceo, nos insultamos a nosotros mismos por habernos inscripto en tantos exámenes, por no haber exonerado tal o cual materia, por esa convicción maldita que nos dice que si hubiéramos estudiado más durante todo el semestre, hoy no estaríamos tan tan tan estresados. Esto del estrés en julio es una cuestión de empatía entre los estudiantes. Solo ellos saben y entienden lo que se siente estar con el agua al cuello, cansados, sin dormir, y tener que seguir remándola un poco más, un examen más. Solo ellos saben de qué se trata eso de que la concentración dura poco, eso de tener que luchar contra WhatsApp, Facebook, Twitter, Instagram, Snapchat y todas las redes y aplicaciones que siempre resultan más interesantes que sentarse a estudiar.

Sin embargo, queridos estudiantes, no están solos. Todos hemos pasado por lo mismo y no es verdad eso de que no sirven para esto. Todos pudimos, ustedes también van a poder. Y en esta nota van unos consejos para poder organizar mejor el caos de los exámenes (de julio, de diciembre o de febrero, da lo mismo) y para que el celular no le gane a nuestra voluntad.

Planificá (sé realista).

«Si bien pasamos muchos años de nuestra vida estudiando, nadie nos enseña cómo hacerlo de forma efectiva», dice la psicóloga Verónica Orrico. «La mayoría de la gente cree que para salvar un examen solo hay que estudiar mucho. Sin embargo, hay otros factores que si son manejados adecuadamente, también contribuyen a mejorar el rendimiento académico», agrega. Lo primero que hay que hacer, entonces, para evitar que la ola de las materias y sus diez temas nos pase por encima, es organizarse.

Para eso, hay que ser realista y tener en cuenta el tiempo que tenemos para preparar cada materia y cada tema. «Lo primero que el alumno tiene que hacer es organizarse el material, asegurarse de que tenga todo para comenzar. Luego puede hacerse una especie de calendario, pensando cuantos días y horas necesita cada tema para prepararse. En base a eso puede decidir cuántas materias realmente pueda dar en ese período», explica Mariana Álvez, psicóloga. «Lo mejor es siempre asegurarse salvar, aunque sean solo dos materias, porque a veces nos enloquecemos estudiando y nos mareamos con tanto material en la cabeza. Vayamos a las que tengamos más posibilidades de realmente conquistar, las que nos cuestan más van a requerir de mayor tiempo de estudio y esfuerzo mental, por lo tanto tendremos que ser conscientes de comenzarlas a preparar con mucha antelación».

Más de una a la vez.

A veces no hay otra opción, tenemos dos, tres, cuatro, cinco exámenes para dar en un mismo período y todo puede parecer un caos de fotocopias, libros y materiales que nada tienen que ver unos con otros. Sin embargo, aunque pueda parecer que no, preparar más de una materia a la vez, tiene beneficios. «Incluso algunos estudios afirman que variar en los temas de estudio mejora la memoria a largo plazo», dice Orrico. Pero, para poder lograrlo, hay que intentar seguir el calendario a rajatabla y ponerse metas (concretas y realistas) para lograr cada día sin terminarlo con un lío de materias y temas en la cabeza. «Un error frecuente en los estudiantes es que dedican mucho tiempo a aprender los primeros temas y luego deben estudiar los últimos de manera rápida y superficial, e incluso dejar alguno de lado», sostiene la especialista. «Por eso, antes de empezar a preparar un examen, es conveniente hacer un cronograma o agenda, estableciendo de antemano cuánto tiempo dedicarán a cada tema y dejando por lo menos un día para el repaso».

No celular.

No alcanza solo con poner el celular en silencio, desconectar Internet o colocarlo en modo avión. Basta con tenerlo al alcance de la mano para querer revisarlo, por más que sepamos que nada nuevo sucedió allí. «Una clave para mejorar la concentración y aprovechar el tiempo de estudio es evitar las interrupciones digitales, es decir los sonidos, alertas y notificaciones del celular o la computadora. Cuando estas aparecen, atraen la atención de manera refleja y automática. Aunque no las respondamos, hay un pequeño «secuestro atencional» que resta eficiencia. «Estas distracciones pueden disminuir hasta un 50% nuestro rendimiento», explica la psicóloga Orrico. Por eso, lo mejor es dejarlo lejos del alcance de la mano o, directamente, ponerlo en otra habitación. «Los dispositivos electrónicos son seductores porque activan los centros de placer de nuestro cerebro, cuando vemos el celular, siempre hay una expectativa inconsciente de que vamos a recibir algo importante o nos va a llegar una novedad, es estar esperando siempre lo nuevo y esa especie de adrenalina es adictiva», agrega Álvez.

Exámenes viejos.

Conseguir (en varias facultades están disponibles) exámenes o parciales de años anteriores de la materia, puede ser una guía para probarnos. «Esto nos permite saber cuán preparados estamos y qué temas debemos releer y nos coloca en una situación similar a la de esta prueba. Incluso lo podemos hacer controlando el tiempo y evaluar si lo estamos administrando correctamente», dice Orrico. Sin embargo (y esto es un error común, especialmente por la falta de tiempo o por haberlo administrado mal) no podemos basar nuestro plan de estudios solamente en base a los temas que frecuentemente se preguntaron en años anteriores. Y, si no da el tiempo para estudiar a fondo todos los temas, al menos hay que intentar leerlos.

En intervalos cortos.

Si bien es cierto que en la mañana estamos más activos y más descansados, también es verdad que el horario que elijamos para sentarnos a estudiar depende de cada uno, y no hay un momento del día mejor que otro para hacerlo, como explica Álvez. Lo que sí es importante son los períodos de tiempo que le dedicamos, los que, en general, no tienen que ser muy largos. «Para aquellas personas que son dispersas y les cuesta concentrarse recomiendo que tengan varios períodos cortos de estudio. Por ejemplo, estudiar entre 20 y 25 minutos y descansar cinco. Lo importante es que no sean períodos de más de 90 minutos porque la concentración tiende a descender, los pequeños cortes para descansar son buenos para nuestra mente. Por otro lado, cuando estamos en ese período, el estudio tiene que ser intenso, basta distraerse un momento para que luego nos cueste alrededor de 15 minutos volver al nivel de concentración inicial, de acuerdo a las neurociencias». Con respecto a esto, uno de los consejos que da la especialista es que cuando nos sentemos a estudiar, tengamos todo lo que necesitamos a mano, así no perdemos tiempo ni nos distraemos en levantarnos una y otra vez a buscar lo falta.

Descanso.

Otro aspecto relevante con respecto a cómo manejamos nuestro tiempo es el que le dedicamos a descansar. Porque, por más que nos esforcemos por mantenernos despiertos todo lo que podamos y poder estudiar más tiempo, el descanso es clave en nuestro rendimiento. Para poder rendir bien es necesario dormir al menos seis horas y «nunca ir a un examen sin haber dormido», dice Orrico. Así que, por más que pienses que ese último repaso de las cuatro de la mañana nos va a salvar la vida (o la materia), no lo hagas. Dormí, descansá y que tengas éxitos.

Apps para no mirar el celular

Hemos llegado al punto tal de adicción que necesitamos que el celular se bloquee o desaparezca para no utilizarlo. De lo contrario, si sabemos que está ahí, al alcance de la mano, es inevitable chequearlo cada diez minutos, que casi siempre terminan en quince o veinte mirando el inicio de Facebook o las historias de Instagram o los nuevos tuits.
Para quienes no pueden evitar este comportamiento, hay una serie de aplicaciones que bloquean momentáneamente algunas redes.Entre las más conocidas y frecuentadas está AppBlock – No te distraigas, que ayuda a bloquear temporalmente las apps que más usás o las que más te distraen, como las de las redes sociales o los juegos. La aplicación puede conseguir bloquear a otra durante una hora y fecha concreta, que las determina el usuario.
Otra, que tiene la función de una forma un poco más interactiva (aunque justamente la idea es no interactuar con el celular) es Forest: Stay focused. «Planta una semilla en Forest. En los siguientes 30 minutos esa semilla se convertirá en un árbol. Si por el contrario, sales de la app para mirar Facebook o para ponerte a jugar, tu árbol se marchitará. Con este mecanismo tan interesante, desarrollarás tu sentido de la responsabilidad y lograrás tus objetivos», dice la descripción de la app en Google Play. Como estas, cada vez más aplicaciones tienen la función de que utilicemos menos el celular. Sin dudas, son un buen método a tener en cuenta a la hora de sentarnos a estudiar.

Fuente: https://www.elpais.com.uy/domingo/consejos-estudiar-tiempos-apps.html

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Venezuela. ¿Laboratorio de posverdades, en la era de las redes sociales?

Autor: Franklin González

En estas reflexiones abordaremos tres aspectos.

1. ¿De qué hablamos cuando se hace referencia a la posverdad?

2. ¿Qué se entiende como era de las redes sociales?

3. Las evidencias sobre el desarrollo de la posverdad en Venezuela.

1. La posverdad.

Para el diccionario Oxford: La posverdad, convertida en la palabra del año 2016, es el fenómeno que se produce cuando: «los hechos objetivos tienen menos influencia en definir la opinión pública que los que apelan a la emoción y a las creencias personales».

Para el diccionario (2018) de la real academia española, seria: «distorsión deliberada de una realidad que manipula creencias y emociones con el fin de influir en la opinión pública y en actitudes sociales».

La posverdad se refiere al arraigo de creencias y convicciones, basadas en la emoción, que no son refutadas por la evidencia y los hechos objetivos

En el mundo de hoy predomina la posverdad por:

1. El ambiente de polarización entre visiones extremas del espectro político, económico y social. En el mundo occidental existen dos modelos (¿y dos verdades?) que se contraponen y que tienen consecuencias diferenciadas para los pueblos. De un lado, el modelo de la exclusión, de la negación de la otredad en los términos planteados por el filósofo francés Jean Paul Sartre o el poeta mexicano Octavio Paz, representado en el «individuo ficticio», amante del ego cartesiano y cuya manifestación económica se expresa en el neoliberalismo. De otro, el modelo de la inclusión, representado en el «individuo colectivo» o en el respeto por el otro (la alteridad del filósofo lituano-francés Emmanuel Lévinas) y cuya expresión económica se encuentra en propuestas postcapitalistas, socialistas o de defensa de la Pachamama.

2) La presencia de las redes sociales, que se han convertido en el principal medio o instrumento de (des) información o comunicación del mundo y que permiten que verdades a medias, rumores, chismes, alcancen a millones de personas y pasen, a punta de repetición, a convertirse en firmes convicciones, a pesar de que carecen de verificación o comprobación; y

3) La creciente debilidad de los medios tradicionales de comunicación en el ejercicio de su tarea de «formar (o no formar) y orientar (o desorientar) a la opinión pública», entre otras razones porque estos utilizan con mucha frecuencia la posverdad.

Las redes sociales han allanado el camino a aquellos que se dedican a fabricar noticias falsas (fake news). Mentiras perfectamente diseñadas para el vistazo rápido y poco crítico con el que se ojea la noticia, construidas con precisión quirúrgica y con mucha anestesia. Mentiras hechas a nuestra medida. Por tanto, el éxito de la posverdad está en nuestra predisposición a aceptar lo que ansiamos creer porque confirma nuestro punto de vista.

En definitiva, la posverdad es inescindible del uso masificado de los medios de difusión. No sería posible fabricar una posverdad sin introducirla a la «fuerza» en las mentes de espectadores despojados de toda defensa por efecto de la ignorancia y la desinformación. Al respecto, recordemos la frase de Simón Bolívar en el Congreso de Angostura: «Por el engaño se nos ha dominado más que por la fuerza».

La presencia de la posverdad prevalezca por encima de la realidad-verdad

2. ¿Qué son las redes sociales?

Son quizás el máximo medio o instrumento de la tecnología y la información.

Para el periodista español Ignacio Ramonet:

El ciberespacio se ha convertido en una especie de quinto elemento. El filósofo griego Empédocles sostenía que nuestro mundo estaba formado por una combinación de cuatro elementos: tierra, aire, agua y fuego. Pero el surgimiento de internet, con su misterioso «interespacio» superpuesto al nuestro, formado por miles de millones de intercambios digitales de todo tipo, por su roaming, su streaming y su clouding, ha engendrado un nuevo universo, en cierto modo cuántico, que viene a completar la realidad de nuestro mundo contemporáneo como si fuera un auténtico quinto elemento.

El mismo Ramonet afirma: «La generalización del acceso a internet y la universalización del uso de las nuevas tecnologías están permitiendo a la ciudadanía alcanzar altas cuotas de libertad y desafiar a sus representantes políticos. Pero, a la vez, estas mismas herramientas electrónicas proporcionan a los gobiernos (…) una capacidad sin precedentes para vigilar a sus ciudadanos».

El escritor y filósofo italiano Umberto Eco nos dice: «Las redes sociales le dan el derecho de hablar a legiones de idiotas que primero hablaban sólo en el bar después de un vaso de vino, sin dañar a la comunidad. Ellos rápidamente eran silenciados, pero ahora tienen el mismo derecho a hablar que un premio Nobel. Es la invasión de los imbéciles».

El filósofo polaco Zygmunt Bauman dirá:

Las redes sociales no enseñan a dialogar porque es tan fácil evitar la controversia… Mucha gente usa las redes sociales no para unir, no para ampliar sus horizontes, sino al contrario, para encerrarse en lo que llamo zonas de confort, donde el único sonido que oyen es el eco de su voz, donde lo único que ven son los reflejos de su propia cara. Las redes son muy útiles, dan servicios muy placenteros, pero son una trampa.

El escritor portugués Boaventura de Sousa, afirma:

Esta es una de las contradicciones de nuestro tiempo. Nosotros saludamos a las redes sociales y a internet como plataformas, como una forma de democratización del conocimiento y de la información. Pero en tiempos recientes, en el régimen de la posverdad, las redes sociales y el internet son utilizados para manipular la opinión pública con base en una cosa que es difícil de entender para una persona no técnica.

La era de las redes sociales se desarrolla dentro de lo que Gilles Deleuze llamó las sociedades de control, esto es, sociedades en las cuales predomina la biopolítica (regulación de la especie), las redes flexibles y fluctuantes; donde las relaciones de poder están arraigadas por las innovaciones tecnocientíficas y tienden a envolver todo el cuerpo social sin dejar prácticamente nada fuera de control. En este tipo de sociedad predomina el «síndrome» del dinamismo, la prisa, la creatividad, el desapego (no quedarnos quietos), etc., que se suman a los valores de realización personal, privilegio dado a la felicidad, libertad sexual y afectiva.

Las redes sociales generan los típicos maniqueísmos entre quienes la defienden a ultranza («histeria protecnológica», en términos del profesor alemán Peter Sloterdijk) y los que la consideran como algo diabólico y causante de todos los males («histeria antitecnológica»). «La tecnología es inerte por sí misma, necesita de los humanos para poder desempeñar un uso. Por lo tanto, la tecnología no es buena o mala en sí misma, está sujeta a la moralidad de los que la utilizan. (El individual colectivo: Un ensayo sobre el individualismo en las sociedades posmodernas. De Antonio Cantó Gómez y Rafael Carrió Pérez, 2017).

Pero las redes sociales también son, hoy por hoy, quizás el actor internacional más importante, porque a través de las ellas se han producido muchos cambios políticos y golpes de estados. Verbi gracias, las «revoluciones de colores» en ciertos países ex-soviéticos (revolución de las rosas en Georgia en 2003, la revolución naranja en Ucrania en 2004 y la revolución de los limones o tulipanes en Kirguistán en 2005) y la «primavera árabe» en 2010. Los indignados, de donde surgió el partido Podemos español, también fueron expresión de ellas. Venezuela y Nicaragua son «caldo de cultivo» en las actuales circunstancias.

Los formatos son casi idénticos. El «teórico» de los «golpes de acción no violenta», Gene Sharp, los plantea en sus textos: De la Dictadura a la Democracia y Métodos de Acción No Violenta.

En el documento titulado: Plan para acabar con la dictadura de Venezuelael «Golpe Maestro» (Masterstroke), emitido en febrero de este año y cuya autoría se atribuye al Jefe del Comando Sur, el almirante Kurt Walter Tidd, se hace explícita referencia a la importancia de las redes sociales para alcanzar los propósitos buscados. En este sentido se plantea: «aumentar dentro del país, a través de los medios de comunicación locales y extranjeros, la diseminación de mensajes diseñados y basados en testimonios y publicaciones originados en el país mismo, haciendo uso de todas las capacidades posibles, incluidas las redes sociales». Asimismo se sostiene que debe llamarse «a través de los medios de comunicación a la necesidad de poner fin a esa situación porque es en esencia insostenible».

Por tanto, las redes sociales son uno de los principales actores internacionales, con una eficiencia de importancia mayor, al crear subjetividades y estar enraizadas en lo cotidiano, en la familia, el internet, el wifi, el celular, por tanto, perturba lo privado, invade lo individual, forma parte de la vida cotidiana, segundo a segundo.

3. Evidencias

El éxito de la posverdad está en nuestra predisposición a aceptar todo aquello que confirme nuestras opiniones. La realidad es compleja y muchas veces difícil de aceptar. Se piensa que la mentira es más fácil de digerir.

Las fake news, son noticias falsas o bulos, fenómenos que han existido siempre, pero hoy se ven potenciado por las TICS y las redes sociales que permiten una veloz propagación a grandes masas de población, antes de que puedan ser desmentidas. El papa Francisco fustigó en enero de este año las noticias falsas, fenómeno actual que remontó a los tiempos bíblicos del Génesis, cuando la serpiente engañó a Eva.

La eficacia de las fake news se debe, en primer lugar a su naturaleza mimética, es decir, a su capacidad de aparecer como plausible.

En segundo lugar, estas noticias, falsas pero verosímiles, son capciosas y hábiles para capturar la atención de los destinatarios poniendo el acento en estereotipos y prejuicios, y se apoyan en emociones fáciles de suscitar, como el ansia, el desprecio, la rabia y la frustración.

Son informaciones infundadas, basadas en datos inexistentes o distorsionados, que tienen como finalidad engañar o incluso manipular al lector para alcanzar determinados objetivos, influenciar las decisiones políticas u obtener ganancias económicas

Las noticias falsas dan a la posverdad un rango de importancia capital, lo que significa que la opinión pública se forma sobre la base de la imposición de las emociones o las creencias personales de sus promotores más que por los hechos objetivos.

Podemos afirmar que en el mundo la información que circula sobre la revolución bolivariana y su gobierno, es la que se basa en la fake news y la posverdad, y quienes la asumen lo hacen como su realidad, su verdad, con absoluta propiedad, sin asociarla para nada con mentiras.

Ahora pasemos a los ejemplos.

Entre abril y julio de 2017 se desarrollaron las protestas violentas de la oposición venezolana, que dejaron más de 100 muertos, más de mil heridos y millonarios daños en bienes públicos y privados. También ocurrieron crímenes, como la quema de personas por razones ideológicas. Esas protestas tuvieron lugar en sólo 13 lugares del territorio venezolano, donde es gobierno la oposición. Pero: ¿Qué se difundió por el mundo? Que eran protestas masivas y nacionales, y así quedó arraigado en el imaginario colectivo de los que recibieron estas noticias por las redes sociales.

El sábado 13 de enero de 2018, en Calabozo, estado Guárico, ocurrieron una serie de eventos irregulares por la situación de escasez de comida y medicinas que se vive en ese estado. Lo que se difundió por las redes sociales fue que numerosos abastos y comercios de las zonas populares de Calabozo y de Venezuela fueron saqueados por sus habitantes en el afán de tener que comer y por ello hubo el sobre vuelo de helicópteros de la Guardia Nacional Bolivariana tratando de controlar la situación que a medida que pasaban las horas recrudecía más. Asi quedó registrado mundialmente.

El fin de semana del 7 y 8 de abril de este año circuló por las redes sociales la siguiente información: el presidente Nicolás Maduro decretó que a partir de ese momento no se laboraría los viernes en la administración pública. Fue una fake news con posverdad incluida, es decir, una falsa noticia, con la convicción de que eso era verdad (posverdad). Eso lo hicieron tanto partidarios del gobierno como opositores.

La verdad fue que el presidente Nicolás Maduro, el 07 de abril de 2016, anunció un conjunto de medidas dirigidas a enfrentar los efectos de la baja en la cota del Gurí y su incidencia en la generación eléctrica. Una de estas medidas era que entes de la administración pública, gobernaciones y alcaldías inclusive, no laborarían durante los viernes de abril y mayo de ese año.

Se dice y repite hasta el cansancio que el presidente Nicolás Maduro es un dictador. Esa es la estrategia que ha diseñado el gobierno actual de Estados Unidos en contubernio con el Grupo de Lima (Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay y Perú), que gente de buena voluntad, en Venezuela y el mundo, termina creyéndolo, cuando resulta que, curiosamente, la oposición tiene todos los espacios a disposición para la protesta, incluyendo alcaldías y regiones bajo su control político, los medios critican libremente al presidente. Se trata de la misma táctica, según el escritor español Juan Carlos Monedero, que construyó durante la guerra fría el «peligro comunista». Ante ello una solo pregunta: ¿Qué pasaría en otro país de esos que acusan a Maduro de dictador, si un grupo quemase centros de salud, quemase escuelas, disparara contra el tribunal supremo, asaltara cuarteles, contratara a «lumpenproletarios» para sembrar el terror, impidiese con formas de lucha callejera el tránsito e, incluso, quemase vivas a personas por pensar diferente?.

El día 9/5/2018, circuló la siguiente información:

El Banco Venezuela pasará a ser unos de los bancos más sólidos de Latinoamérica, mientras se concreta la compra de Banesco que se hará efectiva en los próximos meses, para eso Venezuela está pidiendo el préstamo a Brasil, los demás bancos tendrán que adherirse a la nueva política bancaria socialista del Estado, de lo contrario serán expropiados, entre las políticas que estarán decretando:

1) Las cuentas con saldos mayores a 10.000 bs.f serán congeladas y el titular tendrá que justificar por escrito a Cadivi algún retiro que requiera hacer.

2) Serán deducidos de todas las cuentas el 1.5% mensualmente, esto para crear un fondo de ayuda a las misiones.

3) Para cuentas con saldos mayores a 20.000 bs.f, habrá un impuesto al derecho bancario que oscilará entre 12% y 14% del monto de cada transacción, igualmente esto será destinado a las misiones.

4) El primer banco estatal del país cambiará de nombre, de Banco de Venezuela (+Banesco) ahora se llamará Banco Socialista de Venezuela.

5) Anualmente cada titular de una cuenta corriente o de ahorro, deberá aportar el equivalente a entre 10 bs.f y 15 bs.f mensuales, ayudar a las comunidades más pobres de Cuba y otros países pobres.

Eso causó alarma y fue difundido por las redes sociales tanto por chavistas como por partidarios de la oposición.

El 23-05-2018 por las redes sociales se difundió la información de que el presidente electo Nicolás Maduro se habría reunido con el presidente del TSJ, Maikel Moreno, para que le permitiera juramentarse lo más pronto posible y no tener que esperar hasta el 10 de enero de 2018. Esto lo habría solicitado, supuestamente, para poder poner en ejecución su «nuevo plan de gobierno». El TSJ le habría dado el visto bueno al adelanto de la juramentación

Asimismo, se difundía un gabinete de guerra que sería presentado por el presidente Nicolás Maduro durante su juramentación, el cual sería: Aristóbulo Istúriz: Ministro de Educación Universitaria, Básica, Media y Diversificada; Jorge Rodríguez: Vicepresidente de Servicios de Salud; Diosdado Cabello: Vicepresidente Ejecutivo; Ali Rodríguez Araque: Presidente de Pdvsa; Manuel Fernández: Vicepresidente de Servicios Públicos (agua, electricidad, telecomunicaciones); Pascualina Cursio: Ministra de Economía; Remigio Ceballos: Ministro de Estado frente de guerra occidental; María Alejandra Díaz: Ministra de Comercio; Tony Boza: Presidente del BCV; Juan Valdez: Presidente del Seniat; Ernesto Villegas: Ministro de Comunicación; Freddy Bernal: Ministro de Interior; Jorge Arreaza: Ministro de Relaciones Exteriores; Suárez Chourio: Ministro de la Defensa; Gabriela Jiménez: Ministra de Agricultura.

Esa posverdad circuló por el mundo, asi se registró y hubo una competencia por saber quién la difundió más: los chavistas o los opositores.

Estamos en presencia de una guerra no convencional, de cuarta y quinta generación, en la cual, según Michael Hardt y Antonio Negrin en su texto Imperio: «El poder se ejerce ahora a través de máquinas que organizan directamente los cerebros (en los sistemas de comunicación, las redes de información) y los cuerpos (en los sistemas de asistencia social, las actividades controladas) con el propósito de llevarlos hacia un estado autónomo de alienación, de enajenación del sentido de la vida y del deseo de creatividad».

De allí, que la alerta es máxima. Ante la sociedad de control hace falta la resistencia foucaultiana, es decir, la posibilidad de generar relaciones de poder en las que cada sujeto mantenga el mayor grado posible de libertad, sobre todo porque, como afirma el profesor de la Universidad estatal de Moscú, Iván Zasurski: «Vivimos en tiempos en los que a muchos no les cuesta nada falsificar la información. Por eso cada uno tiene que pensar con su propia cabeza y aprender a discernir. Hoy día es imposible creer en lo que ves. Internet se ha convertido en una parte importante de los conflictos bélicos. La guerra informativa va acompañada de la guerra real».

Fuente: https://www.aporrea.org/tecno/a266447.html

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Entrevista a José María Avilés, autor de ‘Educar en las redes sociales’. Es imperdonable que se usen los dispositivos móviles para apagar al niño.

Por: Marta Moreno. EDUCACIÓN 3.0. 25/07/2018

¿Son las redes sociales una competencia necesaria en la Educación? Hablamos con José María Avilés, autor de ‘Educar en las redes sociales’ (Desclée De Brouwer), un libro que presenta un programa para introducir esta competencia, tanto en las aulas como en casa.

Aboga por incluir en las aulas y en familia la educación en tecnologías digitales y redes sociales.

¿Qué beneficios supone para el alumno, tanto a nivel académico como personal?

Esta educación aporta al niño criterio para tomar decisiones acertadas, tanto para sí mismo como para los demás. Debemos educar en el manejo adecuado de las redes. Si las familias los ayudan a comportarse en la vida real, también deben hacerlo en la virtual, ya que no dista mucho una de la otra.

¿En qué consiste el programa PRIRES?

El programa es una propuesta tanto organizativa como curricular. Decimos que es colaborativa porque pone en marcha un sistema organizativo que permite trabajar en conjunto a los tres los elementos básicos de las comunidades educativas: familia, profesorado y alumnos.

Este sistema permite poner de acuerdo a los tres sectores para que se trabajen juntos a través de la puesta en marcha de las 57 actividades que plantea el libro. Estas actividades proponen crear el plan de acción tutorial en el que los centros programan ejercicios en el nivel que ellos establecen, según los cursos. Durante las clases, el profesorado implicado, las familias y los alumnos desarrollan actividades de manera conjunta.

Dentro del programa existe el apartado de cibermentorías.

¿En qué consisten exactamente?

Son chicos y chicas de cursos superiores que han pasado antes por otros sistemas de apoyo entre iguales, han sido mediadores de equipos de ayuda de trabajo en convivencia y son seleccionados para una actividad: acompañar a los más pequeños en su relación con las redes sociales. Estos chicos se muestran como referentes, ya que los más pequeños pueden tener problemas o dudas que no sepan resolver.

¿Qué riesgos morales conlleva un mal uso de las redes sociales?

Cuando usas las redes sociales, estás actuando a través de una pantalla donde nadie te ve. El riesgo moral viene cuando el niño no establece en la red los mismos criterios de privacidad, respeto, convivencia democrática o seguridad que establecería en el mundo real. Por lo tanto, es necesario conformar una serie de pautas que permitan a los niños comportarse de la misma forma que se comportarían el mundo real sin que necesiten tener un control parental continuamente.

¿Qué competencias se espera que adquieran los alumnos después de participar en el programa PRIRES?

En general el programa pretende construir un abanico de competencias que ayuden al niño a manejarse en las redes con responsabilidad y salud. Dentro de estas competencias podrían destacarse:

  • Preservar la privacidad
  • Construir una identidad adecuada
  • Comunicar de la forma adecuada
  • Anticipar consecuencias antes de apretar al botón
  • Ser capaces de mostrar las emociones
  • Autoprotección

¿Cómo ha recibido la comunidad educativa la propuesta?

Se ha recibido con los brazos abiertos porque era necesaria. La comunidad educativa pedía a gritos un programa que otorgase, tanto a padres como al profesorado, el papel protagonista que tienen en la educación digital de los niños. Bajo mi punto de vista es un error estratégico pensar que la Policía y las Fuerzas de Seguridad van a educar a los chicos en esto.

Esta competencia se debe cubrir en las aulas y en casa. Debemos tener muy presente que no por ser nativos digitales tienen las competencias digitales necesarias. Deben ayudarlos a que se eduquen esas competencias.

Pautas para el buen uso de las redes sociales en adolescentes

El libro trabaja algunos aspectos que, desde mi punto de vista, son relevantes para llevar a cabo esa educación en las redes sociales:

  • Privacidad: deben cuidarla porque en las redes cada vez está más limitada. Hay que educar a los chicos para que tengan conciencia y saber qué dicen, tanto en espacios públicos como en privados.
  • Control: debemos hacerles ver que cuando suben algo a la web, pierden  el control sobre ello.
  • Identidad: lo que compartimos en redes, los comentarios que dejamos, los likes que damos,… todo constituye un mosaico que dibuja nuestra identidad en un sentido u otro. Deben ser, por tanto, conscientes de qué imagen están dando porque en un futuro, cualquier usuario puede rastrear y cuestionar cosas que en un momento no creíamos importantes para nosotros.
  • Comunicación: debemos mostrarles qué comunicar, cuándo hacerlo y a quién hacerlo. Es primordial transmitirles que no se pueden comunicar con un desconocido igual que con un familiar .
  • Comunicación en emociones: también es muy importante que los niños aprendan qué comunican con cada emoticono. Saber en qué matices deben fijarse para establecer los dobles sentidos que aporta la comunicación no verbal e interpretarlos de la forma correcta.
  • Pensamiento consecuencial: hay que anticipar las consecuencias antes de tomar decisiones.
  • Autorregulación: tienen que aprender a regular lo que muestran y dicen en redes sociales. ¿Por un like vale cualquier cosa?

¿Cuál es la edad recomendada para que los niños tengan su primer móvil?

No existe una edad establecida para comprar el primer móvil. Lo que los padres deben tener en cuenta es que cuando dejen al niño con una pantalla, siempre tienen que tener el acompañamiento adulto. Es imperdonable que se usen los dispositivos móviles para “apagar al niño”. Si el niño usa el dispositivo tiene que tener un referente adulto que le ayude a ser crítico y tomar pautas.

Además, conviene hacer un análisis de la necesidad psicológica que cubrirá el móvil. No debemos permitirles ni ofrecerles situaciones que en vez de beneficiarles, les estén perjudicando.

¿Qué criterios deben tener en cuenta los padres para comprar el primer teléfono móvil?

Hay que buscar criterios educativos. Para poder hacerlo, los padres deben razonar y entender las situaciones idóneas para comprar el primer móvil al niño. No deberíamos darle un móvil para cubrir unas necesidades que no tiene.

¿Cómo se puede prevenir desde la escuela el ciberacoso y el ciberbullying?

Uno de los objetivos de este libro es que sirva como un programa de prevención contra el ciberacoso.

Debemos hacer una educación preventiva contra esto. El discurso predominante debe ser un discurso de prevención, ya que sabemos que el silencio es el mejor aliado del ciberbullying. En ese sentido, hacer visible la necesidad de abordar este tema es algo fundamental.

Fuente: https://www.educaciontrespuntocero.com/entrevistas/es-imperdonable-que-se-usen-los-dispositivos-moviles-para-apagar-al-nino/86868.html

Fotografía: EDUCACIÓN 3.0

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5 canales de Youtube para completar tus clases

Autor: Universia

Los profesores deben renovar su forma de enseñar, al igual que se renueva la sociedad

  • ¿Son las redes sociales un complemento útil para añadir a las técnicas de enseñanza? ¿Es beneficioso recurrir a las herramientas digitales para afianzar el conocimiento de los estudiantes?
  • Estos canales de YouTube son de los mejor considerados por profesionales y de los más usados en las aulas.
  • Los profesores deben saber cómo sacar provecho al comportamiento digital de los estudiantes y emplearlo para su educación.

Es la forma más rápida, cómoda y uno de los portarles donde podemos encontrar todo tipo de información. Hablamos de YouTube y de su empleo como una de las fuentes de información más usadas, sobre todo entre los más jóvenes.

Ya sea a través de videotutoriales, de las publicaciones de vloggers o canales específicos sobre cierto ámbito, YouTube alberga gran cantidad de datos e información que debe tenerse en cuenta, sobre todo porque es el medio en el que más alumnos se apoyan.

Nadie duda ya de que la Educación se tiene que adaptar a los tiempos y encontrar en las herramientas digitales un nuevo elemento para renovar y cualificar las técnicas de enseñanza, de manera que los estudiantes se sientan identificados.

El cambio no tiene por qué ser disruptivo, sino coherente con lo que hacen los estudiantes y más flexible para los profesores, de manera que todo esté en sintonía y se muevan hacia la misma dirección.

YouTube para la enseñanza

Muchos profesores han comprendido el poder de las redes sociales y no han dudado en emplearlo para crear canales educativos específicos.

De esta manera, se aseguran de que cualquier persona pueda dirigirse a contenidos de calidad y pueda consultar información bien contrastada.

1. Quantum Fracture

La Ciencia puede enfrentarnos a ciertos retos y no ser fácil de entender, pero con recursos como estos vídeos, se ha conseguido que muchos alumnos se acerquen a conocer más sobre temas como la Física.

De forma distendida, muy visual y didáctica podemos entender conceptos como los relacionados con la Física Cuántica:

2. Jaime Altozano

Este compositor y productor musical ha conseguido que miles de personas se interesen por todos los entresijos que rodean a la música.

Con su canal pretende acercar la docencia musical a más gente y explotar el lado didáctico del consumo de ocio que hace la gente de la música.

En sus vídeos suele analizar melodías famosas, hablar sobre cómo se produce la música pop o ayudarnos a saber cómo se lee una partitura:

3. Unboxing Philosophy

La Filosofía pasa por su época más crítica y muchos son los que dudan de su validez en el sistema educativo.

A partir de este planteamiento, muchos profesionales y docentes han optado por usar YouTube para demostrar lo necesaria que es esta materia para comprender al humano, su historia y la evolución del conocimiento:

4. Kendra’s Language School

Si tu reto son los idiomas y mejorar tu inglés, has dado con la herramienta perfecta.

Canales como estos se centran en la práctica, para mejorar la pronunciación y comprensión:

5. Documentalia

Si la Historia se te resiste, no dudes en recurrir a los documentalespara entender algunos acontecimientos y apoyar los temas que hayas trabajado en clase:

https://youtu.be/xiHHLApHwDM

Anímate a emplear estos contenidos en clase y fomentar que los estudiantes usen Internet para aprender y reforzar sus clases.

Fuente: http://noticias.universia.es/educacion/noticia/2018/06/28/1160310/5-canales-youtube-completar-clases.html

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Ciberbullying: recintos de educación deben crear protocolos

Chile / 1 de julio de 2018 / Autor: Vicente Pereira Parra / Fuente: Soy Chile

Seremi del ramo en Los Lagos, Claudia Trillo, señala que es un problema que existe y que muchas veces traspasa los establecimientos.

El ciberbullying es una realidad en los establecimientos educacionales de la región de Los Lagos. Por eso, ahora deberán contar con un protocolo que aborde este tema que afecta a jóvenes y niños, según reconoce la seremi de Educación, Claudia Trillo, quien explica que se trata de una circular enviada desde la Superintendencia.Una medida que a Trillo le parece adecuada y correcta, dado que genera que los recintos deban tener un protocolo de actuación frente a este tipo de acciones.La autoridad describe que hoy existen situaciones que no sólo se presentan al interior de los colegios, sino que a través de redes sociales, WhatsApp o distintos medios por los cuales los niños y jóvenes se insultan y se tratan mal.“Están siendo afectados de una manera anónima, muchas veces; por lo tanto, el llamado es a las familias, que a veces detectan esta situación, es a denunciar en los establecimientos educacionales”, detalla.Más aún, si se considera que estos son los lugares donde los afectados primero buscan un resguardo, un apoyo, como con los encargados de convivencia escolar.Pero también que la institución sepa cómo debe actuar, que tenga un protocolo respecto a los pasos a seguir frente a este tipo de denuncia”.

– ¿Es una exigencia para los colegios?

– Será una exigencia. Esta circular así lo estipula, el que debemos hacernos parte, que no estaba considerado, pero que no puede quedar a la deriva o a la interpretación de cada uno de los establecimientos. Debemos normarlo, es necesario, porque nuestros niños y nuestros jóvenes están siendo afectados por esto.La titular de Educación en Los Lagos reconoce que no es un tema fácil, que tiene muchas complejidades, dado que muchas veces estos hechos ocurren entre pares de distintos establecimientos, por lo que aborda a una mayor comunidad.Para Trillo, sin embargo, es importante que se norme un protocolo de actuación frente a dicha problemática en cada colegio.

– ¿Cuál es la realidad en esta zona?

– Es bastante masivo. Cada vez el uso de las redes sociales y de este medio anónimo de declaraciones que hacen los jóvenes, donde insultan y se tratan muy, muy mal, porque como es a través de una red social, en la que no se ven las caras, es más fácil ser más agresivo, de mucha violencia entre ellos, es algo que hoy está pasando en nuestra sociedad. Cada vez más niños y jóvenes lo están haciendo, por eso es importante hacernos cargo de esta problemática.

– ¿Este protocolo regulará el uso de los celulares?

– No creo que lleguemos a prohibir o a aceptar el uso del celular, a través de una circular, porque se ha dicho que es algo que se debe respetar dentro de los reglamentos de cada una de las comunidades educativas. Por lo tanto hay libertad y cada establecimiento lo establece de alguna manera y lo estipula acorde a su proyecto educativo; pero, sí tiene que ver con el mal uso de este tipo de herramientas a través de las redes sociales. El celular es un buen medio de comunicación e información, el tema es el mal uso.

– ¿Establecerán sanciones con estos protocolos?

– Más que sanciones, lo importante es actuar y en educación el llamado no es a la sanción sino que a la prevención.

Fuente de la Entrevista:

http://www.soychile.cl/Puerto-Montt/Sociedad/2018/06/25/541355/Ciberbullying-recintos-de-educacion-deben-crear-protocolos.aspx

ove/mahv

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