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Nueva coyuntura del país, idónea para dotar de filosofía al sistema educativo

América del Norte/ México/ 06.07.2019/ Fuente: ljz.mx.

 No se trata de formar individuos como herramientas, sino de formar humanos: Hugo Ibarra

■ “La Reforma Educativa de la administración anterior se caracterizó por la insustancialidad”

Hugo Ibarra, docente de la Unidad Académica de Filosofía de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), afirmó que la nueva coyuntura en el país es la idónea para dotarle de una filosofía al sistema educativo orientada a la formación integral del ser humano y no que sea una herramienta tecnocrática.

“En toda la historia de la educación de nuestro país no se había puesto en el Artículo Tercero Constitucional la cuestión de la Filosofía. En la reforma Cardenista se había dicho que la educación iba a ser socialista, así quedó mucho tiempo y después, con Ruiz Cortines hubo una modificación y dejó de serlo. Sin embargo, no había quedado este tema de la Filosofía”, explicó.

Es decir, dijo que la Constitución no contemplaba a la Filosofía en términos amplios, por lo que ahora hay la oportunidad para que “la Filosofía sea el eje vertebral de la educación y la insustancialidad de la Reforma Educativa de Enrique Peña Nieto lo único que mostraba es que no tenía Filosofía, no tenía la mínima idea de qué tipo de hombre formar, con qué valores y hacia dónde”.

Consideró entonces que se trató de una reforma tecnocrática en la que no interesabam los contenidos y se orientaba a asuntos más pragmáticos vinculados con el ámbito laboral de los docentes.

Ibarra indicó que el hecho de que la Filosofía ahora sea integrada en el Artículo Tercero Constitucional abre la posibilidad de que ésta pueda ser el eje rector del sistema educativo en México.

“Toda educación debe ser basada en una filosofía y toda filosofía tiene que ser enseñada. Por lo tanto, desde las arremetidas neoliberales con Carlos Salinas Gortari hasta ahora, la educación se fue racionando de manera increíble de tal suerte que lo único que hacían era empujar cada vez más no a la formación del ser humano, sino a formarlo como una herramienta más”, comentó.

Refirió que la Reforma Educativa de la administración gubernamental anterior se caracterizó por la insustancialidad, y a pesar de que reunieron a muchos especialistas, a muchos otros no se les hizo caso, debido a que lo que se planteaba era que la educación tuviera un modelo empresarial, “como si la educación fuera cuestión de insumos a consumos”.

Ibarra concluyó en que en esta nueva coyuntura, se espera que se lleve a la práctica que la filosofía pueda intervenir pedagógicamente en los procesos educativos, porque “no se trata de formar individuos como herramientas o como un útil a la mano, sino de formar humanos”.

Fuente de la noticia: http://ljz.mx/2019/07/30/nueva-coyuntura-del-pais-idonea-para-dotar-de-filosofia-al-sistema-educativo/

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Cambio organizacional en el SNTE

Carlos Ornelas 

La Reforma Educativa y el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) parecen estar amarrados con una liga indisoluble: son protagonistas de estudios académicos recientes. Acaso no pueda concebirse la reforma de 2013 sin la consigna de “recuperar la rectoría de la educación” en referencia obvia al tipo de dominación corporativa que señoreó en el sector educativo por décadas… y que quizás regrese.

Hace poco, en mi Casa abierta al tiempo, fui jurado en el examen de doctorado en Ciencias Sociales de Luis Fernández Marfil, Reforma educativa y cambio institucional en el sindicato magisterial. Presentó un trabajo de calidad académica sobresaliente. Sé que es imposible hacer honor a una investigación de ese calibre con pocas palabras; sólo destaco su cuantía.

En el título se dibuja el enfoque teórico para el análisis, el neoinstitucionalismo sociológico y, dentro de él, perspectivas diversas que debaten la noción de cambio institucional. Luis Fernández resuelve el asunto, adopta y adapta una que pone el acento en mudanzas incrementales en vez de radicales. Postula que los efectos del marco
institucional, emanado de la reforma y los cambios en el contexto –en su interacción con las reglas formales e informales existentes al interior de las secciones sindicales– es resultado de la tensión entre viejas y nuevas prácticas que chocaron con las normas de la reforma. Éstas fueron generadas
en negociaciones cupulares que el gobierno y las fuerzas del Pacto por México quisieron imponer en corto tiempo.

Sin embargo, las mudanzas normativas, que incluyeron enmiendas en la Constitución y la elaboración de nuevas leyes, acarrearon consecuencias en la organización del SNTE y las relaciones políticas entre sus facciones. Su tesis: la organización sindical reacciona de manera adaptativa a los
cambios y desafíos del entorno institucional en el que se desempeña (factor exógeno), mas las tensiones internas definen porciones del cambio y de la constancia de ciertas relaciones políticas.

Resalta el estudio que hace de la resistencia que ofreció la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación  (CNTE) y los logros que obtuvo, políticos e ideológicos. Esta persistencia en la rebeldía condujo a que al final del gobierno de Enrique Peña Nieto resultara como la ganadora de la contienda sexenal.

Con el fin de comprender la dinámica del cambio institucional y la forma en que las organizaciones magisteriales evolucionan, defienden sus espacios de poder, se relacionan y adaptan a las modificaciones del marco en el que se desempeñan, Fernández Marfil desplegó un aparato de análisis sofisticado y complejo. No obstante, su redacción clara hace que sus argumentos fluyan sin contratiempos.

Uno de los atributos de esta tesis es que de manera brillante –es la palabra apropiada– conjuga la “voz de los actores” con los conceptos originados de su marco teórico. Con todo y que la Reforma Educativa emanó de la cúspide y tuvo un trayecto descendente, consiguió defensores dentro del Sindicato, aunque causó incertidumbre entre los maestros.

El cambio de rumbo en la política nacional a partir del 1 de julio de 2018 confirma puntos que Luis Fernández abordó desde que planteaba sus primeros borradores. El cambio organizacional requiere de tiempo, maduración y acciones consecuentes. El gobierno de Peña Nieto no tuvo ese tiempo y sus actos volubles en su trato con la CNTE echaron por la borda la mayor parte de sus propuestas.

Pero no todas. En el epílogo, Fernández Marfil dibuja la prolongación de viejas tradiciones con el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, pero también la supervivencia de atributos de la Reforma Educativa de Peña Nieto. El cambio es pausado, parece decir.

Espero pronto ver trocada su tesis –con la debida actualización– en un libro. Le auguro influencia en la academia.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/cambio-organizacional-en-el-snte/

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Ingreso al Servicio Profesional Docente

Por: Pluma invitada

Ahora que se discuten las leyes secundarias de la nueva Reforma Educativa, una de ellas es la Ley General del Sistema para la Carrera los Maestros, que regulará la Admisión, Promoción y Reconocimientos del magisterio.

Para la Admisión, se requiere de un método eficiente, transparente y profesional. Se requiere de un examen que todos los aspirantes a maestros (de preescolar, primaria, secundaria o bachillerato) deban presentar, para que las plazas se entreguen a los puntajes más altos.

Ya miles de maestros obtuvimos nuestro trabajo gracias a un examen de oposición, usando nuestro esfuerzo y preparación, sin la necesidad de pedir favores ni hacer uso de influencias, como era la costumbre.

Un método eficiente, es presentar la prueba en computadora, porque además de ser una política pública que cumple con su objetivo, se mantiene moderada con los recursos.

Para hacerlo transparente, es preciso que los resultados sean públicos, a la vista de todos. Así, tendremos certeza de a quién le corresponde primero la plaza, y los sustentantes podrán defenderse en caso de irregularidad.

A fin de que sea profesional, todo el contenido del examen debe estar relacionado con la enseñanza en el nivel escolar escogido, y se debe otorgar una guía de material de estudio, apegándose el examen estrictamente a ella. De esta forma, se dará prueba de que el estudio y la preparación serán la llave de éxito.

El mecanismo empleado este año para ingresar a la Docencia dejó mucho que desear: los aspirantes tuvieron que presentar también un examen, pero además, se solicitó redactar un ensayo o una planeación argumentada, y mandar el currículum vitae. Los ganadores de las plazas, serán los mejores puntajes con la suma de todo esto.

Esta política pública pinta ser poco eficiente, porque necesitará demasiados recursos para operarse de manera idónea. Imaginemos a todas las personas que se requieren para revisar exhaustivamente ensayos, planeaciones y currícula, considerando que hay alrededor de 10 mil aspirantes en promedio por estado. ¿Confiaremos en que los evaluadores contarán con la suficiente calidad académica para revisarlos a profundidad?

Eso mismo lo vuelve poco transparente, dado que fácilmente se puede acomodar a los famosos recomendados, bajo el argumento de que sus ensayos o planeaciones fueron mejores que las de otros.

Aún no se publican los resultados, y estaremos al pendiente, pero esta forma de proceder en la Admisión a la docencia debe modificarse, para que no regresen las viejas prácticas de corrupción.

Que los legisladores sepan establecer mecanismos de admisión eficientes, transparentes y profesionales, es sustancial para que la docencia de calidad siga consolidándose. No se trata de imaginar procesos rebuscados, con demasiados requisitos que nos dejen la famosa lección de “El que mucho abarca, poco aprieta”. La propuesta de un examen de oposición es sencilla, idónea y certera.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/ingreso-al-servicio-profesional-docente/

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Marruecos comienza a desmantelar la arabización de la educación

África/Marruecos/01 Agosto 2019/La Vanguardia

El Parlamento introduce el francés para materias científicas y técnicas

El Parlamento marroquí aprobó el lunes por una aplastante mayoría la nueva ley de educación que permite la enseñanza de materias científicas y técnicas en lengua extranjera, fundamentalmente en francés. Después de años de arabización de la educación básica y universitaria, 241 diputados aprobaron la reforma, frente a 21 abstenciones y cuatro votos en contra. La decisión implica una profunda división en el seno del mayoritario Partido de la Justicia y el Desarrollo (PJD), de tendencia islamista.

La nueva ley ha estado bloqueada durante meses por los fanáticos de la utilización del árabe en la educación, que se oponen radicalmente a esta reforma. El PJD amenazó con bloquear el texto que sí apoyaban el resto de partidos que componen el actual gabinete de coalición. Finalmente, los islamistas no han cumplido su amenaza y han terminado votando a favor, “porque hemos decidido adoptar una postura constructiva en favor del interés supremo de la nación y de las futuras generaciones marroquíes”, señala un portavoz.

El PJD amenazó con bloquear el texto que sí apoyaban el resto de partidos que componen el actual gabinete de coalición

Los parlamentarios del PJD que votaron apoyan la reforma, todos menos dos de setenta diputados. Lo hicieron pese a las maldiciones expresadas durante el fin de semana por el ex primer ministro islamista Abdelila Benkirán. “La mayor parte del pueblo marroquí no entiende el francés y los profesores no tienen la suficiente preparación para impartir clase a sus alumnos en esta lengua”, aseguraba en un comentario en Facebook.

Para Benkirán, la reforma es una “catástrofe” y acusa al actual líder del partido, el primer ministro Saadedine El Othmani de cometer “el error más grave” desde la llegada del PJD al poder en el año 2011. “Es una medida que va en contra los intereses del pueblo marroquí”.

El ministro de Educación, Said Amzazi, considera por el contrario que la nueva ley “va a garantizar el futuro de la educación en nuestro país y las condiciones para que la escuela marroquí alce el vuelo hacia unos niveles superiores. Es un acontecimiento histórico”.

Desde la independencia, como reacción al periodo colonial, Marruecos ha vivido un proceso general de arabización que incluía también, y de manera principal, la educación en todos sus niveles. Un proceso que, en opinión de numerosos expertos, trajo unas consecuencias negativas que aún se pagan en forma de un sistema educativo atrasado y sin capacidad de respuesta a los nuevos retos.

El PJD, de tendencia islamista, está profundamente dividido por la aplicación de la medida

La arabización es objeto de un fuerte debate político que implica a todos los sectores marroquíes. La postura nacionalista de llevar el proceso hasta sus últimas consecuencias es combatida por quienes consideran que el bilingüismo árabe-francés es fundamental para un país que sirve de puente entre Europa y África. En su opinión, favorecer únicamente la utilización del árabe dialectal supone una cárcel para el país, tanto desde el punto de vista cultural como económico.

Fuente: https://www.lavanguardia.com/internacional/20190727/463705938890/marruecos-desmantelar-arabizacion-educacion.html

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Fin de Año sin Reforma

FIN DE AÑO SIN REFORMA 

Gustavo Villamizar Durán

Culmina el lapso escolar 2018-2019, momento especial para revisar lo que aconteció en él y lo que significó para el adelanto de la muy urgente transformación del cada día más deteriorado modelo educativo. Ha sido un año atípico, para utilizar una expresión muy común entre los directores de equipos de fútbol a la hora de justificar resultados ingratos, porque en este lapso la labor cotidiana de la escuela se vio interrumpida en muchos centros de todo el país, aun cuando en esta ocasión la causa de tales alteraciones no fue la violencia política. Para más, desde los primeros días de enero se soltó el golpe de estado permanente que desde entonces pesa sobre el país y sus gentes, con todos sus singulares elementos humorísticos, lamentables y trágicos. Eso por un lado y por el otro, es decir al relativo a los planteles, resulta fácil observar que el trabajo no fue exactamente algo destacable y menos aún, los esfuerzos por cambiar algo aunque pequeño en la rutina diaria de nuestro sistema escolar.

Este sopor que va consumiendo días y horas de docentes, educandos y todo el que participa en su cotidianidad, parece alcanzar  situaciones extremas. Nuestro sistema escolar ha entrado en una suerte de marasmo en el que el propósito fundamental de enseñar y aprender no constituye  el centro de atención. Ese desgano que cunde diariamente en los planteles, matizado por algunos eventos más de celebración de efemérides que pedagógicos, es la cruda expresión de un profundo deterioro del modelo educativo vigente, aun cuando se declare la puesta en marcha de una transformación que no aparece.

Tiempo es de reiterar que las crisis educativas no son meramente administrativas o de funcionamiento, sino sobre todo paradigmáticas y/o nocionales. Es decir, lo que entra en crisis no es tan solo la organización de sistema escolar, las condiciones laborales o la dotación de recursos para el trabajo, sino las nociones que sirven de base a los modelos educativos: aprendizaje y enseñanza y las demás que de ellas se desprenden.  Es el cuerpo nocional,  cimiento de la labor esencial de enseñar y aprender propia de la escuela, lo que hace rato está en quiebra y requiere una revisión a fondo. Son los principios que sostienen el modelo conductista implantado mediante las reformas de los 70 y 80 del siglo XX, los  que en su agonía están haciendo estragos en nuestra educación. Es ese modelo que llenó nuestras escuelas de planificaciones en “términos de conducta observable” reducida a los 28 verbos de una insostenible  taxonomía, nos colmó de habilidades y destrezas como objetivos básicos del aprendizaje,  colocó en los planes de trabajo a alumnos y maestros en la  columna  de los recursos compartiendo espacio con el pizarrón, la tiza, los textos o el video beam, puso a los docentes a “administrar programas como forma de adelantar la instrucción”,  instituyó el texto didáctico con sus pildoritas elementales respecto a todos los saberes, saturó el lapso escolar de evaluaciones objetivas,  y nos hizo creer que marcar con una X o completar una oración eran formas de expresión  del saber.

No hay transformación del modelo educativo en tanto que no se involucre como factores protagónicos a los docentes y ello es imposible sin una  sólida preparación teórico-práctica que  propenda a cuestionar los principios pedagógicos básicos y se supere la creencia de que propósitos tan ambiciosos se alcanzan mediante  simples instrucciones para “adiestrar” a actores insustituibles. La circunstancia se agrava porque  los materiales relativos a las reformas que se han hecho públicos,  tienen un carácter de informe burocrático, resultan muy pesados, carentes de encanto o motivación para abordarlos.

En tales circunstancias, se me ocurre, para ofrecer a los educadores un material básico asequible, que logre interesarlos en el debate educativo y la práctica transformadora, sin que se conviertan en complicados procesos, una idea que está a la mano aunque requiere una importante inversión. Sin haber consultado a la autora y sin que medie para nada el afecto de una larga amistad, me atrevo a lanzar la propuesta  al Ministerio del Poder Popular para la Educación, si fuere posible,  hacer una edición especial del libro “La Investigación en la Escuela – Casa de la  Cultura. Proyectos, actividades y recursos”, publicado por la Profesora Aurora Lacueva, el cual considero con absoluta sinceridad, como el trabajo más importante en  materia educativa aparecido en los últimos tiempos en el país. Esa edición debe  llegar a todos los planteles y docentes desde educación inicial hasta la secundaria general y técnica,  con la intención de convertirlo en el elemento primario  para la discusión del proceso transformador y el impulso que este requiere desde la práctica pedagógica cotidiana, lo cual no descarta el acceso y uso de otros autores y propuestas alternativas. Por supuesto, debe tomarse  como un contenido abierto, flexible, confrontable y modificable.

Autor: Gustavo Villamizar Durán

 

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Reforma educativa: el negocio que debe terminar

Por: Mauro Jarquí Ramírez. 

Hace algunos meses tuve un brevísimo intercambio de ideas en Twitter con una ex consejera del Instituto para la Evaluación Educativa (INEE). Al cuestionar los efectos de su cercanía con la Fundación Empresarios por la Educación Básica –de la que Esteban Moctezuma fue vicepresidente poco antes de la elección presidencial– la reconocida investigadora me respondió sin preocupación alguna que tal organización estaba formada por empresarios que aportan apoyo a escuelas públicas. Sin otra pretensión que la de apoyar a los niños.

El convencimiento con el cual emitió su respuesta no me extrañó, debido al cada vez más pronunciado triunfo cultural que a nivel internacional ha obtenido el ideario educativo de mercado entre una muy significativa franja de quienes diseñan, promueven y también ejecutan las políticas educativas. Para ciertos sectores de expertos en el tema, ministros de educación, consultores y docentes, la intervención programática y orgánica de actores ajenos al ámbito educativo (ligados principalmente al mercado y al llamado Tercer Sector) en la provisión de ese servicio público es sinónimo de eficiencia en el gasto, innovación en el diseño de las políticas y satisfacción para las familias. Por eso no se cuestiona el impulso de formas gerenciales de autogestión escolar, de construcción de alianzas público-privadas, de gobernanza educativa con intervención de grupos de interés, entre otros.

Desde hace algunos años, el debate nacional sobre la reforma educativa ha sido impulsado en gran medida por organismos privados que tras la bandera de la educación de calidad han posicionado proyectos que buscan reconfigurar el sistema educativo bajo una lógica de competitividad, orientados por visiones eficientistasdel proceso escolar.

La experiencia internacional y nuestra propia historia reciente nos muestran que a menudo la intervención de organizaciones de la sociedad civil proempresariales, fundaciones corporativas o asociaciones filantrópicas en el campo educativo público comprende un fin mucho más amplio que únicamente el de aportar apoyo a escuelas públicas para apoyar a los niños. En su práctica, persiste una búsqueda de beneficio o lucro que se consigue bajo distintas formas.

Se lucra cuando los privados diseñan la oferta de servicios educativos, por ejemplo, en lo relativo a profesionalización docente, educación inclusiva e inicial o educación musical; cuando grupos de interés reciben financiamiento del Estado para impulsar en el ámbito de lo público proyectos privatizadores; a través del pago a prestación de servicios o vía alianzas público-privadas, y se lucra también cuando la perspectiva social del mundo de actores privados se convierte en dominante con el beneplácito del gobierno.

El sexenio anterior fue paradigmático en esta materia. Además de que grupos de interés del mundo editorial hicieron un gran negocio debido a su cercanía con el poder político, el gobierno mexicano financió proyectos educativos de organizaciones como ExEB, Suma por la educación y Únete, promotoras de la reforma educativa. Según datos oficiales,1 Exeb recibió aportaciones de 9 millones 963 mil 771 pesos en 2014 y 5 millones en 2016, que se sumaron a los 10 millones recibidos en 2012 para promover su modelo gerencial de autogestión escolar. Por su parte, Suma recibió aportaciones por 3 millones 100 mil pesos en 2013 y en 2014, y 2 millones en 2016 para impulsar sus proyectos de participación social en la educación y reproducir videos y animaciones digitales, así como elaborar un documento de 21 páginas sobre la comunidad mazahua. Finalmente, Únete recibió en 2015 12 millones 128 mil 800 pesos para dotar a 50 escuelas con un aula de medios. Es importante mencionar que incluso sumando las cantidades de las asociaciones el resultado es ínfimo comparado con la enorme cantidad de dinero recibido por Asociación Azteca para promover sus orquestas en el mismo periodo.

Todo ello mientras miles de escuelas carecían de la infraestructura básica para su normal funcionamiento a lo largo y ancho del país.

El gobierno de López Obrador tiene de frente un reto más en materia educativa: terminar con el negocio privado que ha representado el discurso y la práctica de la reforma.

Sin embargo, el panorama no pinta muy bien al respecto:

a) Se ha anunciado ya un programa de profesionalización docente por la Fundación Telefónica, vinculada tanto con ExEB como a organizaciones empresariales de Argentina y Brasil interesadas en la educación. El programa consiste en tres cursos para el fortalecimiento de las habilidades digitales y competencias pedagógicas de las maestras y maestros. El esquema de financiamiento del curso aún no es claro.

b) En el campo de la educación inicial, el hilo a seguir proviene del Movimiento Tres Doce, impulsado por su presidente rotativo, Federico Núñez Perea, quien ha colaborado en campañas de recaudación con Fundación Azteca. Tal como ha insistido el colectivo Educación Especial Hoy, la intervención de actores privados en tal propuesta representa un foco de atención.

c) En el campo de la educación musical está ya en marcha el programa de Orquestas Escolares, basado en el modelo de orquestas Esperanza Azteca, de Fundación Azteca. ¿En qué rubros colaborará la fundación de Salinas Pliego con la SEP? ¿Cuál será su retribución? ¿Por qué anteponer un modelo empresarial a las tradiciones locales de la enseñanza artística? Tampoco queda claro.

El cambio que ha propuesto la 4T no llegará si las prácticas de corrupción o compadrazgo se mantienen en su proyecto educativo. En este sentido, es imperante que el negocio privado en la educación pública termine de inmediato.

1 SFP (2017) Donativos otorgados por las Instituciones de la Administración Pública Federalhttps://datos.gob.mx/busca/ dataset/donativos-otorgados

 

Fuente del artículo: https://www.jornada.com.mx/2019/07/28/opinion/013a1pol

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Maestros ¿agentes de transformación?

México / 28 de julio de 2019 / Autor: Lev M. Velázquez Barriga / Fuente: La Jornada

La Cuarta Transformación debía tener su correlato con un proyecto y un marco constitucional en materia educativa que rompiera con el ciclo del neoliberalismo; las y los maestros serían, según lo planteado en el artículo 3° reformado, reconocidos como agentes de la transformación, era de suponer que se referían al proceso de instauración de un nuevo régimen democrático; sin embargo, ninguna de las leyes educativas aprobadas o propuestas hasta el momento en el actual gobierno, recuperan las nociones de las izquierdas ni tampoco las experiencias y potencialidades de los profesores como sujetos catalizadores de cambios sociales.

En el sentido común de las izquierdas, no se entiende como transformación cualquier acontecimiento que implique modificaciones en la sociedad, la economía, la política o la cultura; sólo la de aquellos movimientos orgánicos que producen procesos de liberación: minando las estructuras de poder, rompiendo con las formas de sobrexplotación humana y de la natura o trastocando las múltiples opresiones de clase, raza, lengua y género; estos procesos pueden ser pacíficos y graduales, pero siempre profundos y emancipadores.

La experiencia y no la teoría, nos ha demostrado que los sujetos de transformación no son uniformes ni están necesariamente vinculados a la producción fabril, lo cual no significa que estén exentos de afectaciones y de explotación en la cadena de producción capitalista; son agentes de cambio, pero de una composición compleja: pueden ser obreros, campesinos, indígenas, diversidad sexual, desterrados y desplazados, afectados ambientales, víctimas de la violencia, infotecnopobres, juventudes precarias, estudiantes y por supuesto maestros.

Algunos de los planos de transformación de estos sujetos son la organización de las fábricas y las industrias; la democratización de los sindicatos; el gobierno para la autonomía y la comunalidad; las instituciones y la vida pública para el reconocimiento de la identidad sexodiversa y la horizontalidad de las relaciones de género; el territorio y la sustentabilidad ambiental; la paz y justicia social; la democratización de las tecnologías digitales, el derecho a la libre información y la comunicación; la seguridad social y laboral; la educación pública y gratuita con un proyecto plurinacional que tenga como principios la vida y la ciudadanía democrática, no los valores y objetivos del mercado.

Los docentes están atravesados por más de una de las opresiones; el sindicalismo es apenas un matiz en el caleidoscopio de las luchas magisteriales, es por eso que se despliegan también por diferentes planos de transformación: concejal en Cherán, autodefensa en la montaña, locutor de la radio comunitaria en la mixteca, miembro del comité de desaparecidos y presos políticos en Oaxaca, defensor de los derechos de los jubilados y pensionados en Torreón, feminista en Chihuahua, ambientalista en Veracruz, activista contra la privatización del agua en Sonora y Mexicali, colono en Durango que lucha por la vivienda de los sin techo, comunicador de medios alternativos digitales en Huimanguillo y CDMX, productor orgánico y organizador de mercados populares solidarios en Chiapas; hablo de casos concretos, pero que se repiten en distintos lugares porque son representativos de muchos maestros que se asumen en la complejidad del sujeto de transformaciones sustantivas.

No obstante, estos maestros no son los enunciados por las leyes secundarias en puerta, de los agentes de transformación que fueron conceptualizados en la reforma constitucional no se encuentra ningún rastro de congruencia; en su lugar, hallamos otros que son acotados por el derecho de terceros, la meritocracia y las mediciones. La idea de horizontalidad en el sistema de carrera que sustituiría al servicio profesional docente es competitiva e individualista, las posibilidades de la mejora continua de la educación corren el riesgo de no producir compromisos colectivos que las familias valoran por el impacto que tienen las escuelas en la reconstrucción del tejido social, el desarrollo cultural y deportivo, el mejoramiento de las condiciones alimentarias de los alumnos, la constitución de las relaciones basadas en los valores y la ética o el desarrollo de aprendizajes socialmente necesarios.

Siguiendo las reglas de la nueva legislación no hay posibilidades de transformar, de romper la secuencia neoliberal donde la justicia social, la soberanía, la vida, la felicidad, la democracia, la ciudanía consciente y participativa, la unidad de lo humano en la diversidad como horizontes de la educación, son reducidas a la visión empresarial de excelencia que pretende esclavizar los logros del aprendizaje en cárceles cognitivas de medición estandarizada y el desarrollo pleno de las cualidades de las personas en las habilidades económicamente rentables.

Celebro que la transparencia y la rendición de cuentas sea un eje transversal en las propuestas de leyes educativas secundarias; sin embargo, sin una noción emancipadora de la transformación ni de los sujetos históricos, pedagógicos y políticos como agentes para llevarla a cabo, son mínimas las posibilidades de que la Nueva Escuela Mexicana se convierta en el generador de una revolución cultural, pacífica y profunda que acabe con la corrupción; pero sobre todo, que acabe con el pensamiento colonial, la subjetividad neoliberal y la relación de la formación con la producción de rentabilidad económica para una élite a costa de los niños, niñas, jóvenes y del planeta que habitamos.

Fuente del Artículo:

https://www.jornada.com.mx/2019/07/26/opinion/020a2pol

Fuente de la Imagen:

https://www.compartirpalabramaestra.org/actualidad/blog/maestros-hacen-maestros-experiencia-y-transformacion

ove/mahv

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