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Sin escuela dos millones de niños sirios, advierten autoridades

Siria/04 de Septiembre de 2017/Prensa Latina

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Una escuela creada por refugiados afganos alivia su larga espera en Indonesia

Indonesia/31 agosto 2017/Fuente: El Diario

  • 5.000 refugiados afganos de la etnia hazara viven Cisarua (Indonesia) en un limbo legal a la espera de ser reubicados en otro país.
  • Un refugiado hazara decidió montar un colegio en la localidad para apoyar a los adultos y niños mientras esperan que sus solicitudes se resuelvan.
  • Indonesia no está adherida a la Convención de Ginebra de 1951, por lo que los refugiados solo pueden solicitar el reasentamiento con Acnur, un proceso que puede demorarse varios años.

Despunta la mañana en la tranquila localidad de Cisarua, ubicada en una región montañosa conocida como Puncak, unos 70 kilómetros al sur de Yakarta (Indonesia). La familia Sulthani prepara un sencillo pero copioso desayuno a base de huevos, yogur casero y naan (pan afgano) recién horneado.

Sentados en el comedor de la casa que alquilaron hace dos años y ocho meses, cuentan su historia mientras comparten una taza de té. Los Sulthani, junto con sus dos hijos de cinco y nueve años, decidieron huir de Afganistán debido al clima de inseguridad permanente que se vive en el país centroasiático. Son afganos hazara, una minoría étnica chií que forma cerca del 20% de la población total del país.

Sus rasgos asiáticos y su dialecto del persa, distinto al pastún, les convierten en un blanco fácil para estos grupos armados que perpetran atentados contra civiles hazara tanto en territorio afgano como paquistaní. Ante esta situación de violencia permanente y la falta de vías legales y seguras, muchas familias han optado en los últimos años por huir recurriendo a los servicios de los traficantes de personas en dirección a Europa, Estados Unidos o Australia. 

Sin más ayuda que los ahorros «de toda una vida»

Miles de ellos siguen esperando una nueva vida en Cisarua, donde han logrado poner en marcha su propia escuela. Es el caso de los Sulthani. Cuentan que pagaron 6.000 dólares por cada adulto y 3.000 por cada menor de la familia para poder salir de Afganistán. Eran, dicen, los ahorros «de toda una vida» de duro trabajo. Los contrabandistas, tal y como relata la familia afgana, se encargan de comprar los billetes de avión, falsificar los pasaportes y «sobornar» a los agentes de inmigración de los países donde los refugiados deberán hacer escala.

La familia voló primero a India, luego a Singapur y finalmente a Yakarta, donde a su llegada, aseguran, les esperaba un individuo que «se saltó» los trámites de inmigración y les confiscó el pasaporte. Una vez dentro del país, indocumentados y sin permiso para permanecer legalmente en Indonesia, los refugiados dependen de sus propios medios para sobrevivir.

Los Sulthani se desplazaron hasta Cisarua pocos días después de su llegada, cuando un familiar les informó de que había otros hazara en dicha localidad. Muchos de los solicitantes de protección internacional que llegan a Indonesia reciben la ayuda económica de familiares que ya se encuentran reubicados en otros países, principalmente Australia. Con dichas ayudas y, en algunos casos con los ahorros de toda una vida, pueden costearse el alquiler y la comida para toda la familia.

Atrapados en un limbo legal

En los últimos años, tras el endurecimiento de las leyes migratorias en Australia, la ruta asiática se ha convertido en una opción muy arriesgada para los solicitantes de asilo que intentan acceder al país de forma irregular. Todos los barcos con migrantes indocumentados son interceptados por la Marina australiana, que tiene instrucciones de trasladar a todos los pasajeros a centros de detención como los de las islas de Nauru, al noreste de Australia, y Manus, en Papúa Nueva Guinea.

La precarias e inhumanas condiciones de los refugiados y migrantes en dichos centros han sido denunciadas en numerosas ocasiones por grupos de defensa de los derechos humanos, que exigen su cierre inmediato. Según informaciones recientes, el centro de Manus cerrará sus puertas a finales de 2017.

Ante la dificultad de la actual situación, muchos refugiados se ven obligados a permanecer en Indonesia, donde no tienen opción de solicitar un permiso de residencia ni de realizar ningún tipo de trabajo remunerado. Indonesia no está adherida a la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951, por lo que ningún ciudadano extranjero que se encuentre en su territorio puede solicitar el estatus de refugiado.

La larga espera en las calles de Yakarta de los solicitantes de asilo

Niños afganos y una niña de Etiopía juegan mientras un adulto afgano observa en una calle adyacente a la oficina de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en el centro de la capital, donde algunos de los 14.000 solicitantes de asilo que viven en Indonesia acampan y esperan el proceso que determinará si son aceptados como refugiados en un tercer país. EFE

Así, la única opción que les queda a estas personas es solicitar su carné de refugiadas en la oficina de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), que actúa de forma independiente –al margen del Gobierno indonesio–, y se encarga de tramitar las solicitudes de reasentamiento de los refugiados que deciden emprender el lento y farragoso proceso legal que les permite abandonar finalmente Indonesia. También colabora en el proceso la Organización Internacional para la Migraciones (OIM).

Los matrimonios con hijos que ya cuentan con familiares en su país de destino deseado son los primeros de la lista durante el proceso de solicitud de reasentamiento a través de ACNUR y la OIM. Los hombres solteros y jóvenes lo tienen mucho más complicado, pues su solicitud puede tardar años en tramitarse.

A mediados de agosto, la agencia Efe informaba de que d ecenas de solicitantes de asilo estaban acampados en la calle en precarias condiciones cerca de la oficina del ACNUR en Yakarta. Un total de  14.000 personas, según la agencia, esperan para ser reconocidas como refugiadas en Indonesia. Para muchos de ellos, la larga espera se convierte en un peso difícil de sobrellevar. El tedio y el desánimo hacen mella a medida que pasan los meses y los años.

Un refugiado crea una escuela para mitigar la espera

Fue este sentimiento de frustración el que llevó a Muzafar Ali, un refugiado hazara, a emprender una iniciativa que cambiaría las vidas de los cerca de 5.000 solicitantes de asilo que viven en Cisarua. «No tenemos estatus legal, no podemos trabajar, pero eso no significa que no podamos socializar, que no podamos estudiar o que no podamos educar», asegura Ali en declaraciones a la webAustraliaplus.

Con la ayuda de otros refugiados y de un grupo de activistas australianos, Ali fundó el Cisarua Refugee Learning Center (CRLC) en 2014. El objetivo, comentan, estaba claro: crear un espacio donde tanto niños como adultos pudieran aprender y sentirse útiles, dejando de lado por unas horas el tedio y la desesperanza habituales. Las familias hazara se involucraron rápidamente en el proyecto, diseñando entre todos el calendario escolar y participando de todas las actividades que se realizaban en el centro.

El colegio para refugiados de Cisarua.
El edificio que alberga el colegio para refugiados de Cisarua. THE CISARUA REFUGEE LEARNING CENTRE

Con la finalidad de recaudar fondos para sufragar los gastos del colegio, se creó Cisarua Learning Inc., una organización australiana sin ánimo de lucro que lleva a cabo campañas de concienciación y recauda los fondos para el proyecto en Cisarua. El centro cuenta actualmente con 122 alumnos de entre 5 y 17 años que cursan asignaturas como ciencias, lengua inglesa o matemáticas. También se organizan actividades extraescolares como excursiones, eventos deportivos, etc. El colegio también ofrece clases de inglés básico para adultos, incluidas 59 mujeres que nunca antes habían tenido acceso a ningún tipo de educación.

Estimulados por el éxito de la iniciativa, otros refugiados han seguido el ejemplo y han puesto en funcionamiento otras escuelas en la zona de Cisarua, que cuenta ya con cuatro centros educativos para menores y adultos hazara. A pesar de la precaria situación en la que se encuentran, los miles de refugiados hazara que viven en Cisarua han decidido no sucumbir al desánimo y mantener la esperanza hasta el día en que reciban la llamada que, finalmente, les permita abandonar Indonesia y poner rumbo a su destino soñado.

 

Fuente: http://www.eldiario.es/desalambre/Refugiados-afganos-Indonesia_0_681032306.html

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La precocidad, clave de la alfabetización.

En momentos en que el éxodo masivo de refugiados trastorna la
escolarización de decenas de miles de niños, la especialista en educación Helen Abadzi –
cuyos trabajos contribuyeron a que el dominio de la lectura desde el inicio de la primaria sea
hoy una prioridad internacional de primer orden– aboga con fervor por una “vacunación” precoz de
los niños contra el analfabetismo, antes de los 18 años.

Por:Unesco.

Cada 8 de septiembre, con motivo del Día Internacional de la Alfabetización, recuerdo a las mujeres iletradas de mi infancia. Hace unas pocas décadas, en mi Grecia natal la pobreza y los conflictos étnicos eran profundos y causaban a la educación los mismos problemas que hoy.

En el decenio de 1930, cuando era raro que las niñas del campo fueran a la escuela, mis dos tías contrataron en Atenas a una joven campesina. Como eran maestras, le enseñaron concienzudamente a leer la ortografía griega, que es relativamente coherente. María aprendió las letras, pero nunca supo distinguir otra cosa que palabras aisladas. Terminó renunciando. Cuidó a niños que estudiaron, pero se fue iletrada de este mundo, cumplidos los 90 años.

Los conflictos étnicos y los desplazamientos privaron a mi tía paterna de escolaridad. Su familia huyó de Turquía a Grecia en 1922, sus padres murieron, y ella nunca fue a la escuela. Con cuarenta años cumplidos, aprendió los rudimentos de la lectura de su hija, que era docente. Vivió la mitad de su vida en una gran ciudad, rodeada de inscripciones. Cuando tenía 97 años examiné sus conocimientos y comprobé que solo reconocía las mayúsculas con muchas vacilaciones. A lo sumo podía leer el nombre de las líneas de autobús.

Sofía, que me crió, alcanzó un nivel muy diferente. Huida de Turquía también en 1922, comenzó la escuela primaria antes de acabar huérfana y sin hogar. Ella fue quien me ayudó cuando aprendí a leer. Leía nuestros manuales escolares con voz vacilante, haciéndonos reír. Pero como lograba leer frases enteras, continuó practicando y mejorando. Al final de su vida, se ponía las gafas, abría el periódico y le leía las noticias a mi madre.

Dislexia adulta

© Radu Dumitrescu

Muchos años después, siendo especialista en educación del Banco Mundial, examiné varios proyectos de alfabetización de adultos con el fin de evaluarlos. A pesar de los esfuerzos de gobiernos y ONG en materia de alfabetización de adultos en los años 1980 y 1990, las situaciones descritas en los informes me recordaron imágenes de mi niñez. En Bangladesh, después de haber estudiado un año entero, los estudiantes apenas balbuceaban. En Burkina Faso, al final de la formación, los adultos se detenían en cada palabra y les costaba descifrar incluso su propia escritura. Sin embargo, todos aquellos que habían ido a clase en la infancia, aunque fuera brevemente, leían con facilidad, igual que Sofía. El contraste era sorprendente.

No sólo leen con dificultad los adultos que no han estudiado. Los extranjeros educados que aprenden un idioma cuyo alfabeto es diferente del propio experimentan los mismos problemas. Un investigador o un trabajador humanitario “occidental” que haya vivido durante décadas en Etiopía o Bangladesh y hable el idioma local con fluidez quizá lo lea toda su vida como un niño de primer grado. Se enfrenta a una maraña de letras que debe desentrañar una a una. Puede que la lectura le resulte demasiado tediosa y entonces la evita.

Estos hechos ilustran un fenómeno singular que puede denominarse “dislexia del adulto neoalfabetizado”. Al parecer, se hace significativo a los 19 años y probablemente nos afecta a todos. Los estudiantes universitarios que deben aprender un nuevo alfabeto después de los 18 años leen lentamente y durante décadas tienen dificultades para descifrar un texto. Varios estudios cognitivos y neurocientíficos muestran dificultades de lectura persistentes entre los adultos. La dislexia de los adultos puede explicar en parte los malos resultados de los programas de alfabetización de adultos en todo el mundo. Pero ha pasado desapercibida. Los educadores atribuyen estos fracasos a problemas sociales, falta de motivación de los alumnos o a defectos de organización. Sin duda, estos factores deben tomarse en cuenta, pero los resultados son igual de decepcionantes en alumnos tenaces. Y como esta extraña dislexia permanece invisible, es poca la investigación directa que se le ha dedicado.

Pero, ¿qué es una lectura fluida?, y ¿por qué es importante? Percibida como un banal rito de paso de la niñez, requiere no obstante cambios cerebrales específicos.

“Vacunar” contra el analfabetismo a los niños

La lectura es el resultado del aprendizaje perceptivo; durante los primeros milisegundos, está desconectada de toda comprensión. Con la práctica, el cerebro aprende a reunir y descifrar al mismo tiempo el contorno de las letras. Lo hace más eficazmente cuando ha aprendido los símbolos por separado, insistiendo en las analogías formales. La práctica combina unidades pequeñas en unidades más grandes. Aprender algunos alfabetos y sistemas ortográficos requiere más tiempo que otros. Pero en todas las culturas, de Francia a China, el hombre utiliza las mismas estructuras cerebrales para leer.

En un primer momento, el alumno descodifica las letras por separado mediante un esfuerzo consciente. Después de docenas de horas de ejercicio, este tratamiento migra a una parte del cerebro que reconoce las palabras como si se tratara de rostros. A continuación, basta un vistazo para descifrar una secuencia de letras, como si fueran los rasgos de un rostro. Al mismo tiempo, la lectura se convierte en fácil, automática. No podemos ya dejar de leer, del mismo modo que no podemos dejar de reconocer los rostros de las personas que conocemos. La velocidad así alcanzada es de 45 a 60 palabras por minuto.

Con el aprendizaje perceptivo, el hombre puede aprender a reconocer una huella, la notación musical, los números, las ecuaciones matemáticas, las constelaciones o los signos tempranos del tiempo que va a hacer. Y puesto que esa función visual se adquiere y se ejerce con regularidad, permanece en la memoria. Podemos pues “inmunizar” a los niños contra el analfabetismo.

Curiosamente, no es necesario conocer un idioma o su escritura para poder leerlo de corrido. Con fines religiosos, millones de niños de todo el mundo aprenden a leer textos en un idioma que les es desconocido y cuya escritura difiere de la de su lengua nacional. El aprendizaje es mucho más fácil cuando existe correspondencia entre las letras y los fonemas, como en español o hindi, a diferencia del inglés o el jemer, cuyas ortografías no son coherentes. Pero para comprender un texto tiene que haber fluidez: las presiones de la memoria a corto plazo requieren velocidad. Un adulto educado lee de 250 a 350 palabras por minuto.

Los niños que abandonan la escuela después de haber adquirido esa automaticidad son capaces de leer las inscripciones presentes por su entorno y de ejercitarse lo suficiente como para mantener y mejorar sus habilidades de lectura. Tal fue el caso de Sofía, mi ama de llaves. Pero si salen de la escuela sin ser capaces de leer con fluidez, el descifrar letra por letra se hace demasiado tedioso. Como María y mi tía paterna, pueden pasar ante un cartel o el nombre de una calle sin poder leerlos.

Por desgracia, esta capacidad de automatizar la lectura de un gran número de símbolos tiene una vida limitada. Algunos circuitos neuronales subyacentes a la percepción tienen períodos sensibles y experimentan en la adolescencia una desaceleración gradual. Si el proceso de automatización se interrumpe durante varios años, el niño puede perder un tiempo valioso que ya no podrá volver a recuperar.

La fluidez debe adquirirse antes de los 18 años

El desplazamiento masivo de refugiados en el siglo XXI ha provocado una grave crisis de analfabetismo. Muchos niños han visto sus estudios interrumpidos en una edad crucial. Trasplantados de Siria a Grecia y a Alemania, tal vez nunca automatizarán el conocimiento perceptivamente exigente de los caracteres árabes. Para algunos, la ruptura, sin duda, será definitiva. Y el exilio no es la única amenaza que pesa sobre la alfabetización de los niños. Los países de bajos ingresos han ampliado sus sistemas escolares sin saber bien cómo enseñar a los desfavorecidos, produciendo una generación de analfabetos escolarizados. Esta situación se ve agravada por el uso del inglés o del francés, de ortografía compleja. Por lo que un gran número de estudiantes africanos son capaces, a lo sumo, de descifrar algunas letras o palabras en ambos idiomas. Algunos asistirán de adultos a clases de alfabetización, pero según el Banco Mundial es probable que sea demasiado tarde para que puedan adquirir los automatismos necesarios.

Estas realidades neurológicas también tienen implicaciones para los Objetivos de Desarrollo Sostenible(link is external). Según el ODS 4.6, de aquí al año 2030 los gobiernos deben garantizar que todos los jóvenes y una considerable proporción de hombres y mujeres adultos puedan leer, escribir y contar. Para facilitar el aprendizaje y apoyar a los maestros en su tarea, debe existir una implicación de la investigación neurocognoscitiva.

Activar la función del aprendizaje perceptivo no requiere actividades pedagógicas especialmente elaboradas. Los docentes deben enseñar las analogías grafofonológicas y multiplicar, debidamente comentados, los ejercicios en clase. El ejercicio práctico ayuda a vincular las unidades pequeñas a las grandes, las palabras y las frases. Es esencial usar libros voluminosos o una gran cantidad de libros para facilitar el desarrollo de la competencia de reconocimiento “facial”. Los libros deben estar impresos en letras grandes y espaciadas para satisfacer las necesidades visuales del cerebro. La escritura apoya la lectura, debemos pues adquirir vocabulario para comprender los textos. Como el proceso de lectura es universal, de 45 a 60 palabras pueden ser el criterio aproximativo del automatismo en casi todos los idiomas y alfabetos. Para que el niño aprenda por los textos el placer de la lectura esta velocidad debe alcanzarse a fines del segundo grado.

Los donantes y los gobiernos reciben una gran cantidad de consejos confusos en materia de lectura. Los métodos tradicionales de aprendizaje letra por letra, más adaptados al funcionamiento del cerebro, se han sustituido por un enfoque global de las actividades del lenguaje que refleja los puntos de vista de la clase media. Esto puede tener graves consecuencias para los pobres. Los alumnos de lenguas gráficamente coherentes pueden desde el primer año progresar en lectura lo suficiente como para resistir a las interrupciones ulteriores de la escolaridad. Esto era posible con los antiguos silabarios. Pero la introducción de métodos “modernos” ralentiza este proceso y expone a los escolares a los imponderables de la vida, así como al riesgo de convertirse en analfabetos funcionales.

El Día Internacional de la Alfabetización nos recuerda que debemos asegurar la automaticidad desde la infancia. Como esta función tiene un límite temporal, es preciso que a los 18 años a más tardar todos los niños lean con soltura en uno o más alfabetos. En el futuro, puede que la investigación biomédica mitigue este fenómeno neurológico, pero de aquí a 2030 el objetivo es claro. Las guerras y los desplazamientos de poblaciones parecen ser inherentes a la evolución humana, y la comunidad educativa debería estar dispuesta para afrontar estos fenómenos. Los gobiernos y los donantes deben aplicar las investigaciones existentes para la adquisición de la automatización desde el primer año de escuela. Así, si una emergencia llegara a interrumpir el proceso educativo, los adultos tendrán un futuro similar al de Sofía, y no al de María.

Fuente: http://es.unesco.org/courier/2017-julio-septiembre/precocidad-clave-alfabetizacion

Imagen: http://es.unesco.org/sites/default/files/styles/img_688x358/public/courier/photos/cou_02_17_news_literacy_02.jpg?itok=NXEOjsDm

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Libia: La mayoría de los niños que intentan salir de África lo hacen sin que sus padres lo sepan

Libia/31 de Julio de 2017/Antena 3

Los niños que migran desde África hacia Europa toman solos la decisión de abandonar su hogar y su primera intención no es ir a Europa. Para la mayoría, la violencia continuada y los abusos que presenciaron o sufrieron en Libia les llevaron a huir a Europa y a emprender la peligrosa ruta del Mediterráneo central. Esta es una de las conclusiones del nuevo estudio encargado por UNICEF y realizado por REACH.

Hasta el 75% de los niños refugiados y migrantes entrevistados en Italia para realizar este estudio tomaron la decisión de emprender solos el viaje, que suele llevarles dos años o incluso más. Una de las razones principales que les llevan a abandonar sus hogares es la violencia en el hogar, pero también las privaciones y el conflicto. Una de cada cinco niñas entrevistadas aseguró que su motivo principal fue el matrimonio infantil. A menudo los niños hicieron su viaje a Europa por etapas, y su destino cambió a lo largo del camino.

«Lo sorprendente de este estudio es que por primera vez muestra que hay muchas más razones que empujan a los niños a abandonar sus hogares de las que habíamos contemplado hasta ahora, y por otro lado, que Europa presenta menos alicientes de los que pensábamos para estos niños”, explica Afshan Khan, directora regional de UNICEF para Europa y Asia Central.

El objetivo de este estudio, resultado de la colaboración entre UNICEF y REACH, es proporcionar a las personas con capacidad decisoria, aliados y gobiernos, evidencias sobre qué lleva a los niños a abandonar sus hogares y sus países. Para ello se entrevistó a 850 niños de entre 15 y 17 años en Italia y Grecia, las dos principales puertas de entrada a Europa.

Los niños refugiados y migrantes en Italia se refirieron de manera unánime a su estancia en Libia como la etapa más traumática de su viaje por tierra. Casi la mitad de ellos (el 47%) aseguraron haber sido secuestrados en Libia a cambio de un rescate y 1 de cada 4 (el 23%) dijo haber sido detenido arbitrariamente y encarcelado sin cargos. La mayoría de estos niños proviene de países de África subsahariana, pero algunos llegan desde países tan lejanos como Bangladesh.

“Estos niños han soportado demasiado. Tenemos que evitar a toda costa que se ahoguen en el mar o vuelvan a Libia”, afirma el director ejecutivo de UNICEF Comité Español, Javier Martos. “Estos datos vuelven a evidenciar que la apertura de vías legales no puede esperar más”.

Uno de cada tres padres o cuidadores encuestados en Grecia aseguró que la principal razón para abandonar su país rumbo a Europa fue poder proporcionar a sus hijos una educación. Sin embargo, los largos procedimientos y la confusión sobre sus derechos llevan a muchos de estos niños a abandonar los sistemas de recepción italianos y griegos, perdiendo con ello su educación y quedando expuestos a un riesgo alto de abuso y explotación.

“Para quienes tenían como objetivo venir al continente, el atractivo que les ofrecía Europa era la oportunidad de seguir con su educación, ver respetados sus derechos y poder salir adelante en la vida. Sin embargo, una vez que llegan la realidad es tristemente distinta, y sus esperanzas son destrozadas», afirma Afshan Khan.

De los 12.239 niños que llegaron a Italia en los primeros seis meses de este año, el 93% viajó solo.

Fuente: http://www.antena3.com/noticias/mundo/la-mayoria-de-los-ninos-que-intentan-salir-de-africa-lo-hacen-sin-que-sus-padres-lo-sepan_20170728597b1a3c0cf2fcb9ffd3d760.html

 

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«Ya no se puede mirar hacia otro lado» con los refugiados en el Líbano

Líbano/24 de Julio de 2017/La Vanguardia

La delegación guipuzcoana que ha acudido al Líbano para visitar a refugiados sirios y palestinos en ese país está «impresionada» por lo que ha visto, explica el diputado foral de Cultura, Denis Itaxso, para quien «ya no se puede mirar hacia otro lado».

 «La primera sensación que uno tiene es que los pueblos sirios y palestinos son unos parias de la tierra, que están olvidados», asegura Itaxso en una entrevista con Efe.

En el Líbano hay unos 450.000 refugiados palestinos, según la ONU, que llegaron tras la creación del Estado de Israel en 1948, en tanto que los sirios, entre 1,5 y 2 millones, según las autoridades locales, comenzaron a venir al inicio de la guerra en su país, en 2011.

«Lo que más nos ha impactado son los testimonios desgarradores de algunas madres -de la escuela que estamos promoviendo- sobre su trayectoria vital, cómo vivían antes de la guerra, cómo les cambió la vida…», explica el diputado.

La llegada de la delegación coincide con el viaje hoy de un grupo de 204 refugiados sirios a España en el marco del proceso de reubicación de la Unión Europea (UE) para estas personas que han sufrido la crisis humanitaria en Siria.

Itxaso señala que, entre las numerosas dificultades de su día a día, los refugiados no encuentran a veces a quienes les escuchen.

«Obviamente buscan respuestas más humanas», que las agencias humanitarias «no les pueden dar», según el diputado foral, debido a las limitaciones que tienen.

Durante su estancia en el Líbano, la delegación visitó la escuela que financian para niños sirios y palestinos cerca del campamento palestino de Burj Chemali, en la ciudad meridional de Tiro.

En el centro escolar, donde trabajan con Solidaridad Internacional y The Popular Aid for Relief and Development (PARD, en sus siglas en inglés), integraron a unos cien pequeños cuyas familias tienen dificultades económicas o de discapacidad.

El diputado foral espera que el proyecto que están financiando pueda abrir cinco aulas más para que otro centenar de niños, que están en la lista de espera, formen parte de la iniciativa.

Itxaso es consciente de que el Líbano «hace un gran esfuerzo, a pesar de que es un país cuya estabilidad y equilibrio están cosidos con alfileres, hilvanados tras la fragmentación política, religiosa, social y de todo tipo».

«La llegada de semejante contingente de refugiados implica un impacto a todos los niveles que seguramente ningún país podría soportar», añade.

También se refirió a que ha percibido «inquietud entre las autoridades palestinas por el hecho de que la opinión pública europea se disparó hacia el problema de los sirios».

Por su parte, Ettore Papa, técnico de Cooperación Solidaridad Internacional del País Vasco, declaró a Efe que son conscientes de «las múltiples necesidades, no solo educativas, sino también sanitarias, alimenticias y ambientales» de los refugiados.

«Trabajamos desde el año pasado en este proyecto y tenemos la esperanza de seguir implantándolo en el siguiente para dar continuidad a esta intervención», aseveró.

Papa destacó que la visita les ha servido para ver «cómo es la realidad diaria, el sufrimiento de los niños por las situaciones traumáticas que han pasado».

«Gracias al apoyo han cambiado su actitud y comportamiento hacia los otros menores y hacia a la sociedad de acogida con la que conviven día a día», concluyó. EFE

 Fuente: http://www.lavanguardia.com/politica/20170720/424259332895/ya-no-se-puede-mirar-hacia-otro-lado-con-los-refugiados-en-el-libano.html
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La violencia en la República Centroafricana desplaza a más refugiados al norte de la RDC

República Centroafricana/20 julio 2017/Fuente: Acnur

A 30 de junio, había 102.802 refugiados de la República Centroafricana registrados en la República Democrática del Congo. Además de estos, las autoridades de la RDC han registrado desde mayo unas 60.000 nuevas llegadas.

La violencia reciente en áreas de la frontera sur de la República Centroafricana (RCA) está empujando cada vez a más personas a huir incluso a zonas remotas del norte de la República Democrática del Congo (RDC), poniendo una enorme presión en las comunidades locales próximas a la frontera en zonas de difícil acceso.

En Zemio, a unos 1.000 kilómetros al este de la capital Bangui, nuestro socio MSF informó la semana pasada que un bebé murió tiroteado por milicianos en un hospital que acogía a más de 7.000 personas desplazadas. Desde entonces, MSF se ha retirado de la ciudad en medio de una ola de violencia que ha forzado también el cierre temporal de una oficina del ACNUR en el terreno.

Las principales áreas de las que proceden los refugiados son las ciudades de Bangassou, Bema y Mobaye, todas ellas cientos de kilómetros al este de la capital Bangui. Las autoridades locales estiman que más de 60.000 personas han huido de esas zonas hacia la República Democrática del Congo desde mayo. ACNUR continúa trabajando para la verificación de estas cifras.

Una de las áreas hacia las que la gente ha huido es Ndu, cruzando el río Mbomou desde Bangassou, en la RCA, que es poco más que un pueblo. Los equipos de ACNUR que estuvieron en Ndu hace unos días explicaban que la situación allí es caótica y que su proximidad a la frontera la hace peligrosa ante la presencia de grupos y bandas armadas. Los refugiados se instalan por donde pueden, en iglesias, edificios utilizados como colegios, en el único centro de salud que hay, o duermen a la intemperie. La gente necesita desesperadamente más atención sanitaria, comida y albergue.

Ndu se ubica en la provincia congoleña de Bas-Uélé que, a 30 de junio, acogía a unas 37.000 nuevas llegadas desde la RCA. Otros que también han huido de la República Centroafricana, se han dirigido hacia el sur y el oeste, hacia áreas de la provincia Nord-Ubangi de la República Democrática del Congo, donde se estima que habían llegado unas 23.000 personas a finales de junio.

ACNUR está organizando desde Kampala (Uganda) el envío de ayuda humanitaria para 20.000 personas en Ndu y otras áreas de ambas provincias. Sin embargo, movilizar ayuda a la zona con rapidez es complicado porque las carreteras están embarradas e impiden prácticamente el paso del trasporte normal, por lo que se necesitan tractores y otros vehículos especializados para el transporte. Se espera la llegada de los convoyes en unos días.

A 30 de junio, había 102.802 refugiados de la República Centroafricana registrados en la República Democrática del Congo. Además de éstos, las autoridades de la RDC han registrado desde mayo unas 60.000 nuevas llegadas en North Ubangui y Bas-Uélé.

De los 55,3 millones de dólares (USD) que se necesitan para la operación en RCA-RDC este año, se han recibido solamente 2,8 millones.

Fuente: http://www.acnur.org/noticias/noticia/la-violencia-en-la-republica-centroafricana-desplaza-a-mas-refugiados-al-norte-de-rdcongo/

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UNICEF dice que la falta de fondos amenaza la educación de nueve millones de niños y pide al G-20 que ayude

UNICEF/ 18 de julio de 2017/ Autor: Europa Press/Fuente: http://www.lainformacion.com

El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) ha advertido este viernes de que la falta de fondos amenaza la educación de más de nueve millones de niños en zonas en conflicto y desastre, pidiendo al G-20 que «inviertan en el futuro de los niños».

En un comunicado publicado en vísperas de la cumbre del G-20 en la localidad alemana de Hamburgo, que se celebra este viernes y este sábado, la embajadora de Buena Voluntad de UNICEF Muzoon Almellehan ha afirmado que «sin educación, los niños crecen sin el conocimiento y las habilidades necesarias para contribuir a la paz y el desarrollo de sus países y economías, agravando una situación que ya es desesperada para millones de niños».

«Para los millones de niños que están creciendo en zonas de guerra, estas amenazas son aún más sobrecogedoras: al no ir a la escuela los niños son más vulnerables ante el matrimonio y el trabajo infantil, y frente al reclutamiento por parte de grupos armados», ha subrayado Almellehan, enviada del organismo a la cumbre.

UNICEF ha cifrado el 932 millones de dólares (unos 818 millones de euros) los fondos que necesita este año para sus programas de educación en países en situación de emergencia, de los que hasta ahora sólo ha recibido menos de 115 millones de dólares (cerca de 101 millones de euros).

El déficit de fondos para los programas de educación de UNICEF en algunos lugares de conflicto del mundo varía desde el 36 por ciento en Irak hasta el 64 por ciento en Siria, el 74 por ciento en Yemen y el 78 por ciento en República Centroafricana (RCA).

En este sentido, Almellehan ha recordado su experiencia tras escapar de Siria en 2013, afirmando que cuando llegó a Jordania se dio cuenta de que había una escuela en el campamento de refugiados y agregando que ello la hizo «sentirse aliviada y esperanzada».

«La escuela ofrece a niños como yo esperanza y la oportunidad de un futuro positivo y en paz», ha sostenido.

En este sentido, UNICEF ha destacado que «la búsqueda de oportunidades de educación es una de las razones que impulsan a las familias y niños a huir de sus hogares, muchas veces arriesgando sus vidas».

Así, cita una encuesta realizada a refugiados y migrantes en Italia que reveló que el 38 por ciento de ellos se dirigió a Europa para acceder a oportunidades de formación, un resultado similar a otro estudio llevado a cabo en Grecia.

«Insto a los líderes del mundo a que inviertan en el futuro de los niños que viven en situaciones de emergencia. Al hacerlo estarán invirtiendo en el futuro de nuestro mundo», ha remachado Almellehan.

Fuente de las Noticia:

http://www.lainformacion.com/disturbios-conflictos-y-guerra/UNICEF-amenaza-educacion-millones-G-20_0_1042395858.html

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