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El rediseño de los libros de texto gratuitos

En días pasados, fue lanzada la convocatoria para el rediseño de los libros de texto gratuitos (LTG) de educación primaria dirigida a docentes normalistas, investigadoras e investigadores de las universidades públicas y privadas, becarias y becarios de posgrado, Consejos Técnicos Escolares, maestras/maestros, bibliotecarias/bibliotecarios, directivos y comunidades educativas de las escuelas (tanto públicas como privadas), cronistas, maestras y maestros. Se definieron dieciocho categorías de participación según la asignatura y el grado. Los participantes recibieron una capacitación sobre la Nueva Escuela Mexicana, el diseño de los Planes y Programas, las categorías pedagógicas y las variables a considerar.

La Secretaría de Educación Pública dio a conocer el resultado mediante un boletín. El proceso inició en febrero pasado y continuará, al menos hasta mayo próximo. Se levará a cabo de manera gradual para el próximo Ciclo Escolar 2021-2022 y continuará de de manera sistemática para los siguientes cursos. Se contemplaron varias fases: Etapa 1: Selección y conformación de los grupos de trabajo; Etapa 2: Elaboración de las diversas modalidades de trabajos; Etapa 3: Evaluación de los materiales didácticos; Etapa 5: Convocatoria, selección y capacitación de los creadores visuales; Etapa 6: Maquetación de los Libros de Texto.

Aunque se menciona que todo el proceso del rediseño de LTG se realiza conforme a lo establecido en los planes y programas de estudio de la Secretaría de Educación Pública (SEP) conforme a los lineamientos de la Nueva Escuela Mexicana (NEM) la verdad no es así. En este caso, la NEM es producto de la reforma educativa del dos mil diecinueve mientras que los planes y programas de estudios corresponden a la reforma educativa del dos mil diecisiete en algunos grados y en otros a la Reforma Integral de Educación Básica del dos mil once. A esos habría que sumarle un modelo emergente provocado por la pandemia. En una colaboración anterior di cuenta de ello. El Modelo Educativo de la NEM brilla por su ausencia incluidos los planes y programas de estudio de la misma. El sustento pedagógico de la NEM se retoma del modelo educativo 2017, de los planes y programas de estudios 2011 y complementa con las visión asistemática de la reforma educativa del 2019. Toma prestado el enfoque de las reformas educativas que tanto cuestiona y critica. Carece de fundamento propio. Por ello, en mi parecer, es obligadamente necesario colocar la Nueva Escuela Mexicana en los libros de texto gratuitos.

Otra justificación para el rediseño de los libros de texto gratuitos, son los errores de las reformas educativas recientes expuestos por el magisterio en múltiples foros académicos, según se menciona en la convocatoria referida. Al respecto, leí notas periodísticas y artículos de opinión sobre el tema. Entre otros, los firmados por Nayeli RoldánAbelardo CarroCarolina Irene Crowley RabattéIrma FuenlabradaJosé Luis Martínez S. Un punto en común es la concepción de “rediseño de los libros de texto gratuitos” distinta a la oficial. Para la SEP es una manita de gato. En nuestro parecer, se requiere un zarpazo de tigre. El rediseño se realizó al “ahí se va”, de manera superficial, corto de miras. Sería conveniente llevar a cabo un proceso más profundo, de mayor impacto y alcance.

Carpe diem quam minimun credula postero

Fuente e imagen: profelandia

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La sal y pimienta de los libros de la @SEP_mx

Por: Anel Guadalupe Montero Díaz

En portugués, a los patrones de tejido se les dice “recetas”.

Sin embargo, las personas pueden tejer, coser, construir y cocinar sin necesidad de ambas, pues los patrones y las recetas son secundarios a las faenas o labores humanas ¿cómo aprendemos a hacer? Pues, justamente haciendo, como lo descubrió John Dewey con su propuesta “learning by doing”. También lo sabía mamá Pina, cuando nos decía a todas sus nietas mientras aprendíamos a cocinar: “ahí tantéenle. No estén atenidas a las medidas”, por lo que antes de saber de litros, onzas y medidas, aprendimos a establecer correlaciones con base en la proporción: “tantos” “pizcas”, “cuartillas” y probando la sal después del primer hervor y “corrigiendo” el sazón antes del último.

Como todo quehacer humano, lo más importante es hacerlo. Grandes tejedoras han hecho obras de arte con sus dedos como instrumento principal, sin técnicas y herramientas consideradas “indispensables” por el marketing y la vendimia hoy en día. Igual que Los Beatles, Kurt Cobain, Jimmy Hendrix o Michael Jackson reconocieron públicamente que no sabían leer música, su secreto era componer “de oído”. También Saramago acostumbraba escribir “de trenecito”, cuestión fácilmente arreglada por su secretaria y su corrector de estilo, porque lo importante era lo que tenía que decir, la profundidad de sus ideas y la relevancia de sus argumentos. 

En Educación Básica, desde el Plan 93´el énfasis está en las prácticas sociales del lenguaje. Es decir, primero está el saber hacer. El lenguaje o metalenguaje viene después y este planteamiento tenía una correlación exquisita con los libros de texto, icónicos y atemporales.

No fue cosa menor que docentes, alumnos y padres de familia nos apropiáramos de “los libros del perrito” e hiciéramos nuestra la desventura de “Paco el Chato”. No sucedió de la noche a la mañana, pero parece ser que nadie se ha tomado el tiempo de analizar las condiciones en las que se logró tal proeza.

Chepina Peralta, igual que los creadores del plan 93´, logró una hazaña tan memorable como la anterior: expertas y amateurs veían su programa para tomar nota de sus recetas, porque querían saber, aprender, otras formas de hacer, crear y alimentar a la familia. Mamá Pina nos pedía a sus nietas que escribiéramos todo para luego ponerlo en práctica. Fue la primera vez que vi a mi abu utilizar una báscula de cocina, tazas y cucharas medidoras y aventurarse a comprar ollas no convencionales. Algo tenía doña Chepina, porque una buena cocinera, siempre reconoce a otra, según abu.

El secreto está en el sazón

En la cocina, lo que diferencia a una cocinera de otra, es el sazón. Un plan de estudios con sus correspondientes programas se debería medir por la apropiación cultural que es capaz de lograr en alumnos, maestros y padres de familia, cuestión que desde el plan 93´ningún gobierno ha sido capaz de lograr y este parece no ser la excepción, salvo que el trabajo de elaborar un panfleto disfrazado de libro de texto lo quiere gratis, demeritando el esfuerzo de todos los participantes a costa de los sueldazos de la alta burocracia de los mismos de siempre.

La intuición que se despierta en la cocina (indisociable del sazón) cuando el cocinero sabe lo que hace a fuerza de haberlo hecho muchas veces, desarrollando su talento, tiene que pagarse al precio que vale lo que se aprecia como una inversión, más que un gasto o una insultante donación. Y es que cocinar, igual que diseñar libros de texto, es una forma de arte, pero no todos los funcionarios comprenden a los artistas ni respetan sus creaciones como una forma de trabajo tan serio y en forma como el de la burocracia que ellos representan.

Hoy, amén de que el Plan 2017 y los Programas derivados del mismo no se ajustan a la reforma al artículo tercero, cuyo mandato exige nuevas asignaturas y docentes acordes a ellas, seguimos trabajando con un desfase curricular entre los libros de texto que hoy se pretenden rediseñar sobre esta misma base y los programas de estudio.

¿Y la receta? ¿Qué plan con el Plan?

En cierta forma, un libro de texto es una receta de cocina que representa y da forma a una propuesta didáctica.

Si la pandemia es un parteaguas entre el mundo que consideramos “normal”, que contribuyó a la aparición de esta contingencia sanitaria global, entonces ni los contenidos, ni los maestros ni la escuela puede permanecer impasible ante este reto. Hace un año, el mundo era otro y las amenazas no pasaban de películas de ciencia ficción en un futuro post apocalíptico. Hoy, la frase de Bill Gates en la serie “explain” de Netflix cobra otro sentido: “Este es el inicio de muchas otras pandemias”.

Frente a esto, una receta puede ser no tener recetas. Los profesionales de la educación, como los buenos cocineros, músicos, tejedores o dibujantes, en teoría no las necesitan, pero si el Estado sigue considerándolo parte importante de su tarea, es el momento de aprovechar la coyuntura a favor de los más desprotegidos.

Por ejemplo, en el caso de niños migrantes, un dispositivo con conectividad sólo para tareas escolares y comunicación con sus maestros tendría el potencial de cambiar la vida de estos niños y de equilibrar el campo de juego en buena medida entre sus pares con condiciones socioeconómicas más favorables.

Por ende, un tema a debate urgente retomaría la pregunta: ¿Es hora de que el libro de texto se convierta en un dispositivo móvil? ¿Pueden las colecciones de los libros del Rincón, estar disponibles a través de ese dispositivo para que los padres de familia puedan también leer con y a sus hijos? ¿puede “el libro de texto” tener múltiples posibilidades a través de la conectividad que el Estado brindaría a cada estudiante? ¿qué papel jugaría la escuela y los maestros en esta propuesta?

Para pensarse, sin duda. Entre tanto, descanse en paz, Chepina Peralta. Una sabia cocinera, maestra de muchas más.

¿Usted qué opina, estimado lector?

Fuente e Imagen: https://profelandia.com/la-sal-y-pimienta-de-los-libros-de-la-sep_mx/

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INEGI: desenmascarando la fantasía educativa.

Por: Rogelio Javier Alonso Ruiz

El 23 de marzo de 2021 el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) presentó los resultados de la Encuesta para la Medición del Impacto COVID-19 en la Educación (ECOVID-ED), cuyo objetivo general se centra en el conocimiento del impacto por la cancelación provisional de clases presenciales, en la experiencia educativa de niños y jóvenes de 3 a 29 años de edad. Aunque ofrece una mirada general sobre el acontecer educativo durante la pandemia, centrándose en temas como la dinámica de la matrícula o el uso de tecnología, la información que arroja la consulta contrasta con la postura oficial, caracterizada por el optimismo y los resultados favorables.

De acuerdo con la encuesta, sólo 5.3% de la población objetivo manifestó emplear la televisión digital en sus actividades escolares o clases a distancia. Llama poderosamente la atención este dato al ser los programas televisivos uno de los componentes principales de la oferta oficial: se esperaría, después de que fueron destinados varios cientos de millones de pesos a televisoras privadas para ampliar la cobertura de las clases remotas, un mayor uso de este medio de comunicación. El dato podría motivar sospechas en cuanto a la calidad de las clases por televisión, su desestimación por alumnos y padres de familia e incluso un posible descarte, por parte de los docentes, de los procesos de enseñanza.

La pandemia ha golpeado la matrícula: se estima que 1.8 millones de estudiantes, de entre quienes cursaron el ciclo 2019-2020, ya no se inscribieron al 2020-2021 tan solo por razones relacionadas con la pandemia o la falta de recursos. Tal cifra supera a los 1.1 millones que, para el ciclo escolar 2017-2018, abandonaron la escuela de primaria a media superior (MEJOREDU, 2020, p. 136). Es importante tener en cuenta que la encuesta fue realizada en diciembre de 2020, previo a la fase más aguda de la pandemia en México (enero), por lo que la cantidad de niños y jóvenes fuera de la escuela podría ser considerablemente mayor actualmente. Se ha insistido a los docentes que busquen por todos los medios posibles continuar la comunicación con sus alumnos, pero ¿qué estrategia ha realizado la autoridad para contener la avalancha de estudiantes expulsados? ¿A cuántos de esos alumnos se podrá recuperar?

Hace algunas semanas la SEP emitió un comunicado en el que señaló que, de acuerdo a un estudio, nueve de cada 10 estudiantes habían aprendido con la estrategia educativa a distancia. En su momento, Esteban Moctezuma, compareciendo ante el Senado, refirió que la pandemia no había afectado la calidad de los aprendizajes. La consulta del INEGI hace dudar de tales aseveraciones: entre quienes no concluyeron el ciclo escolar 2019-2020 por causas asociadas al COVID- 19 (435 mil estudiantes), 26.6% señaló a la poca funcionalidad para el aprendizaje de las clases a distancia como el motivo principal que los llevó a dejar la escuela.

Los elogios del discurso oficial a la labor del profesor, si bien merecidos en muchísimos casos, son peligrosos cuando pretenden transmitir una imagen de perfección y así soslayar oportunidades de mejora. En ese sentido, la consulta del INEGI complementa las expresiones favorables de las autoridades, haciendo alusión a desventajas que podrían estar relacionados directamente con la acción docente: 27.1% de los informantes de la encuesta ha señalado la falta de seguimiento al aprendizaje de los alumnos como una de las principales desventajas de las clases a distancia, mientras que 18.8% al exceso de carga académica y actividades escolares. Si bien la estrategia educativa a distancia se ha mantenido en pie, de manera general, gracias al ímpetu del profesorado, vale la pena también reconocer y trabajar sobre los yerros cometidos en esta empresa.

Como se observa, el resultado de la encuesta realizada por el INEGI dibuja un panorama mucho más complejo del que se reconoce en los discursos oficiales. Pone de manifiesto problemas para los que se esperarían acciones específicas por parte de toda la comunidad educativa, empezando por el abandono escolar. El golpe que la pandemia ha dado a las escuelas merece pues una bien pensada estrategia de recuperación. El regreso a clases, en el momento que se tenga que dar, debería estar precedido por una reflexión profunda en torno a los fines y medios de la reactivación escolar presencial.  Es de celebrarse que una consulta como ésta ponga sobre la mesa de debate la voz, muchas veces ignorada, de las familias mexicanas. Al igual que otros ejercicios realizados en sectores académicos, la encuesta efectuada por el INEGI brinda elementos para desenmascarar una postura que pretende minimizar los efectos de la pandemia y, mediante una escasa autocrítica, asumir que todo lo realizado va por buen camino.

*Rogelio Javier Alonso Ruiz. Profesor colimense. Director de educación primaria (Esc. Prim. Adolfo López Mateos T.M.) y docente de educación superior (Instituto Superior de Educación Normal del Estado de Colima). Licenciado en Educación Primaria y Maestro en Pedagogía. 

Twitter: @proferoger85

Fuente e Imagen: http://proferogelio.blogspot.com/2021/03/inegi-desenmascarando-la-fantasia.html

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Un rediseño sin rumbo certero, el caso de los libros de texto gratuitos de México

Por: Carolina Crowley

En sus marcas, listos, ¡fuera! El 22 de marzo, el director de Materiales educativos de la SEP, Marx Arriaga, inauguró el proceso para el rediseño de los libros de texto gratuitos (LTG) que, en un hecho insólito, espera concluir el 31 de mayo de 2021.

Durante el primer evento de capacitación para este rediseño, el director de Materiales Educativos mencionó que desde 1959 en México se utilizó la estrategia de conformar pequeños grupos de autores pagados para diseñar los libros de texto gratuitos y que, este modelo se consolidó y llegó casi sin modificaciones al año 2021.  También  señaló,  que a partir de un diagnóstico iniciado el 1º de julio de 2018, sobre cada uno de los libros de la SEP vigentes, se tienen identificados problemas graves como: aprendizajes esperados no desarrollados, censura para abordar los problemas que aquejan a la sociedad, una clara intención por erradicar la diversidad cultural, una simulación que intenta evadir los problemas reales, actividades repetitivas, falta de transversalidad en su diseño, imágenes redundantes, retórica visual simplista, abusos de los espacios en blanco, descansos visuales en la edición, entre otros.

De acuerdo con las autoridades educativas, el modelo para elaborar los libros de texto como un trabajo de autor y los problemas encontrados en el reciente diagnóstico, los llevaron a la conclusión de que no podía corregirse el problema si no se modificaba el modelo. Es decir que, en vez de que un grupo de autores, expertos en diferentes materias (modelo monológico), elaboren, a cambio de una remuneración económica los libros de texto, ahora las autoridades educativas proponen que, 2365 personas (modelo dialógico), seleccionadas a partir de la reciente convocatoria lanzada por la Dirección de Materiales Educativos de la SEP, hagan el rediseño de manera gratuita y en menos de 50 días hábiles. El punto es que no se ha explicado de qué manera este nuevo modelo, podría solucionar los problemas que tienen los libros.

El diagnóstico al que se hace mención no se ha publicado, pero como se aprecia, se trata de problemas que van desde cuestiones técnicas relativamente sencillas, hasta profundidades ideológicas complejas.

La actualización y el mejoramiento de los LTG, es responsabilidad de la Dirección de Materiales Educativos de la SEP. Ambas acciones deben emprenderse de manera sistemática y permanente, no de forma esporádica e irregular. Si ya se detectó que hay imágenes redundantes, abusos de espacios en blanco, repetición de actividades y demás cuestiones que afectan el aprendizaje de los niños ¿por qué no corregir lo corregible ya? Ahora bien, si la discusión gira en torno a qué contendidos poner o quitar, qué intenciones tienen estos y quiénes son los que los proponen, entonces estamos hablando de un asunto imposible de resolver con un rediseño exprés. Las discusiones y propuestas de solución sobre la trascendente tarea de formar a las y los niños de México, van más allá de cambiar una actividad en un libro de la SEP. Habrá que recordar, que la Dirección de Desarrollo Curricular de la Secretaría está obligada a vigilar la articulación curricular y pedagógica para garantizar la continuidad, pertinencia y viabilidad de contenidos, métodos y enfoques. En otras palabras, se trata de una actividad de política educativa en la que va de por medio la construcción del modelo que va a regir la formación de millones de estudiantes; su importancia es enorme. ¿Qué caso tiene rediseñar los libros de texto, sin discutir el modelo educativo al cual se encuentran articulados? El rediseño, ¿se trata solo de revisar, agregar o quitar contenidos?

La capacitación para quienes participan en el rediseño de los LTG también fue exprés. Se organizaron cuatro cursos con duración de dos horas cada uno, en donde se abarcaron las siguientes temáticas: 1) Diseño de material didáctico, 2) La diversidad, la equidad y los valores básicos de México post pandémico 3) ¿Se pueden diseñar materiales didácticos dialógicos? y 4) De los programas y planes vigentes al diseño de materiales didácticos. En serio, ¿las autoridades educativas creen que 4 mini pláticas sobre temáticas tan complejas como las señaladas, son suficientes para que los participantes le entren al rediseño de los libros de texto gratuitos? ¿cuál es la urgencia? ¿cuál es la prisa? No comprendo.

Las autoridades educativas han señalado que quienes rediseñen los libros de texto deben partir de los planes y programas vigentes plasmados en el modelo de Aprendizajes Clave 2017, cuyo enfoque es humanista y competencial. Este modelo no se contrapone con las intenciones del actual rediseño de los LTG que busca “convertirlos en una pieza clave para la solidaridad y la integración del país desde una visión humanista”. Es más, armonizan totalmente. Sin embargo, los discursos del director de Materiales Educativos dan cuenta de que los libros de texto gratuitos, deben ser objeto de una discusión curricular mucho más profunda y compleja, que aquella que podría resolverse en un rediseño veloz.

Marx Arriaga ha hecho generalizaciones y afirmaciones como las siguientes: “…después de 62 años de sometimiento, asumen que esta invitación, hoy permitió que las voces que se encontraban marginadas tuvieran un espacio horizontal para poder contribuir con un diálogo constructivo, en donde no hubiera segregaciones, abusos o subordinaciones”; “…para las vísceras conservadoras, ello molesta, porque esperaban que actuáramos imitándolos y que propusiéramos un libro de texto redactado por unos cuantos, con una postura afín al colectivo de izquierda que hoy marca el destino de nuestro país…”; “…necesitamos una postura carnavalesca que someta los discursos autoritarios y equilibre a los participantes, lo otro, actuar desde el resentimiento, imitando las prácticas hegemónicas del pasado sería un grave error”; “…hay quienes piensan que fracasaremos, porque aseguran que solo ellos pueden marcar los rumbos de la ciencia y la educación, pero otros son conscientes que México cambió en estos 62 años, y que hoy poseemos un colectivo docente capacitado y ansioso por corregir este ambiente monológico”. Ante tales expresiones, yo quiero enfatizar que no necesitamos seguir señalando problemas del pasado, y menos aquellos que ya se han superado. Requerimos comprender las causas de éstos y mirar hacia delante. No veo de qué manera las pretensiones que escucho, en y detrás de esas expresiones, puedan lograrse en un ejercicio planteado como lo está el actual rediseño de los libros de texto gratuitos. Auguro que el modelo dialógico enfrentará un número mucho mayor de problemas técnicos y metodológicos, propios del campo curricular, que el modelo anterior. Y si este rediseño no logra eficacia, será porque se pretende hacer en menos de 50 días, en un momento nada propicio para ello.

Las autoridades educativas no han hecho explícito hasta dónde se pretende llegar con este rediseño. Nada se ha dicho sobre qué se descarta y qué se busca conservar en los libros de texto. Podemos estar frente a unas mínimas correcciones o bien delante del cambio de todas las actividades de nuestros libros. Los mensajes enviados son confusos y contradictorios. Por un lado, las autoridades educativas proponen un rediseño veloz y por otro, llaman a desentrañar el currículo oculto de los libros de la SEP. Por el tiempo tan limitado asignado a este rediseño considero que lo único que se podrá lograr, será un cambio de forma, pero no de fondo. El amplio espectro de posibilidades que caben en el término “rediseño” sin duda es motivo de incertidumbre.

Ante la mínima explicación sobre el alcance de este rediseño, me surgen más preguntas, algunas de ellas tienen que ver con la participación que jugarán las y los niños de primaria en él. ¿Se les preguntará su opinión sobre sus libros de texto? ¿Dará tiempo de hacer una prueba piloto antes del 31 de mayo, para ver cómo funciona el nuevo rediseño? ¿Capacitarán al magisterio para el uso de los nuevos libros? Son muchas cosas las que implica un rediseño tan importante como el de los libros de la SEP. En estos momentos, en los que debido a la pandemia la educación de México y del mundo en general, ha sido tan duramente golpeada, me pregunto si la SEP tiene la fuerza moral y la aptitud metodológica a punto para pensar en contenidos y currículo oculto?

Estamos frente a un ejercicio con una logística complicada que se está construyendo sobre la marcha, a pasos forzados. No olvidemos que lo que se hace sin tiempo, el tiempo lo cobra. Lo seguro de este rediseño, es que la SEP espera que sea el resultado del pensamiento y trabajo de un grupo de 2365 personas y otros miles más que lo evaluarán e ilustrarán. Por lo tanto, la imaginación queda abierta a cualquier posibilidad, hasta aquella, que nos haga pensar que podemos terminar peor que como estábamos.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/un-rediseno-sin-rumbo-certero-el-caso-de-los-libros-de-texto-gratuitos-de-mexico/

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México: Amplía SEP plazo para concluir prerregistro en el proceso de Promoción Horizontal

Por: Erick Juárez Pineda

La Secretaría de Educación Pública (SEP), a través de la Unidad del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros (USICAMM), informa que el plazo para concluir el prerregistro de maestras y maestros en el proceso de Promoción Horizontal se amplía al 31 de marzo de 2021.

La USICAMM detalló que esta medida aplica para los docentes que iniciaron su prerregistro, entre el 16 y 28 de marzo de 2021, en la plataforma digital Ventanilla Única de Servicios Proyecto VENUS, en el sitio http://proyecto-venus.uscmm.gob.mx:8080/venus/, con la finalidad de que concluyan su prerregistro.

Asimismo, se amplía el plazo a las Autoridades Educativas de las entidades federativas para llevar a cabo el registro y verificación documental de los participantes en el proceso de Promoción Horizontal, del 12 de abril al 9 de mayo de 2021.

Esto sucede después de haberse registrado diversas irregularidades y fallas en las plataformas electrónicas.

Fuente e imagen: http://www.educacionfutura.org/amplia-sep-plazo-para-concluir-prerregistro-en-el-proceso-de-promocion-horizontal/

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Libros de texto exprés y sin pago a creadores visuales

 Abelardo Carro Nava

Tal parece que la austeridad republicana ha traído consecuencias nada gratas en diversos órdenes de gobierno. Y es que mire usted, plantear de buenas a primeras que los creadores visuales participen en el rediseño de los libros de texto gratuitos (LTG) que se distribuirán en las escuelas del país en este año sin que exista una remuneración por el trabajo realizadoes una de las tantas ocurrencias que caracterizan a este gobierno. Me explico.  

Hace unos días, la Secretaría de Educación Pública (SEP) a través de la Dirección General de Materiales Educativos (DGME) y la Estrategia Nacional de Lectura (ENL), lanzaron una convocatoria para rediseñar los LTG de primaria con la idea de convertirlos en una pieza clave para la solidaridad y la integración de un país desde una visión humanista; para ello, convocó a diversos actores educativos y no educativos, entre los que destacan docentes normalistas, investigadores de universidades, maestros y maestras, cronistas, entre otros, para que, con base en una capacitación sobre la Nueva Escuela Mexicana, el diseño de Planes y Programas, las categorías pedagógicas y las variables que deben de abordar en el diseño de los materiales didácticos, se tengan listos 18 nuevos libros de 30 el próximo 31 de mayo de 2021; esto, con la intención de que la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos (CONALITEG) los imprima y que los niños los reciban en agosto, cuando inicie el ciclo escolar 2021-2022.  

Tal convocatoria no es algo nuevo puesto que, en sexenios pasados, se convocaba a diversos especialistas para que, de manera conjunta con la SEP, se rediseñaran dichos textos. Lo nuevo aquí es que, en esta ocasión, se abre la posibilidad de que participen maestros y maestras de todo el país, asunto que podría ser harto favorable de no ser porque participar en diseño curricular no es una tarea sencilla, requiere de amplios conocimientos especializados en diseño curricular, didáctica de la asignatura o didáctica docente, así como también, expertos en ciertas disciplinas, en pedagogía y otros.  

¿Es suficiente una capacitación de unas cuantas horas para el rediseño de los LTG sobre algo que poco se conoce como lo es la Nueva Escuela Mexicana?, ¿son suficientes 56 días para que diversos “equipos de trabajo” cumplan con una tarea nada sencilla como la que demanda este rediseño? Ojo, no estoy diciendo que los profesores y profesoras participantes no tengan el conocimiento que se requiere para esta tarea, lo que estoy diciendo es que se va a trabajar sobre algo que poco se conoce, por ejemplo: ¿cuál es el plan de estudios que se está tomando como base para el rediseño de los LTG si el plan de estudios de la “Nueva Escuela Mexicana” ni siquiera se ha publicado?, ¿será que la SEP ya tenga listo este plan, pero aún no lo difunde entre el magisterio? En este sentido, una cosa es lo que dicta el Artículo 3º Constitucional y sus leyes secundarias, y otra, muy diferente, contar con un nuevo plan de estudios o, como diría aquel, con un nuevo modelo educativo.  

¿Quién asumirá los costos educativos por el trabajo realizado sin el debido fundamento?, ¿los maestros y maestras? Es más, me gustaría saber: ¿cuáles fueron los resultados de la evaluación curricular que orientaron la toma de decisiones para el rediseño de estos textos?, ¿es suficiente que un funcionario, como lo es Max Arriaga Navarro, haya afirmado que los LTG han perdido vida convirtiéndose un material oscuro para que se considere dicho rediseño?, ¿acaso no se acuerden que durante el peñanietismo se imprimieron cientos de LTG con una mano de seis dedos y que, en su momento, se criticó hasta el hartazgo? 

Ahora bien, por lo que respecta a cierta remuneración que puedan recibir los participantes en esta primera convocatoria, se entiende que es eso, una convocatoria mediante la cual el que decida participar, puede hacerlo; de hecho, no tendría por qué existir una remuneración porque es una decisión voluntaria y la autoridad educativa pudo convocar a cierto grupo de profesores a través de una comisión para tal efecto. Muchos docentes han participado en otros procesos y, desde luego, se agradece la emisión de una constancia; esto no es nuevo.  

Lo nuevo en este proceso es la siguiente convocatoria, la que fue dirigida a los creadores visuales, porque en ella se estipula que cada participante en el proceso de rediseño de los LTG, recibirá únicamente una constancia por sus materiales visuales, con valor curricular por parte de la DGME, así como un ejemplar del libro en el que aparezca su ilustración y su crédito y, por ello, el creador visual tendría que ceder sus derechos patrimoniales de las obras desarrolladas a la SEP. Sí, así como lo leyó usted: ceder sus derechos.  

Y bueno, como era de esperarse esto no cayó del todo bien en diversos artistas visuales, artesanos en general, artistas urbanos, ilustradores, pintores, diseñadores gráficos, escultores, dibujantes, entre otros. De hecho, hace unos días, el movimiento No Vivimos del Aplauso, integrado por una cantidad de artistas y creadores, dieron a conocer una carta dirigida a la Secretaria de Educación, Delfina Gómez, y al Director General de Materiales Educativos, Max Arriaga, en la que expresaron su descontento y rechazo a tal convocatoria. Su argumento tuvo como sustento que, al ser una instancia como lo es el Estado para convocar a ciertos creadores visuales a participar en este rediseño, tendría que existir una remuneración de por medio; y es correcto.  

Ciertamente habrá quien me pueda decir que es una convocatoria y que quién decida participar puede hacerlo; es más, con seguridad me podrán decir que los maestros no recibirían remuneración alguna por participar en este proceso, tal y como lo he comentado y que, por tal razón, no tendría por qué pagarles a los creadores visuales; y puede ser cierto. No obstante, a diferencia de los profesores que pueden ser comisionados para este trabajo, los creadores, a través de sus obras, cuentan con derechos patrimoniales que son propios de los trabajos que éstos desarrollan. En consecuencia, ¿tendrían los maestros que exigir sus derechos patrimoniales por la participación en este rediseño?, ¿no acaso una actividad intelectual para la que fueron convocados requiere de este reconocimiento y/o remuneración?, ¿qué dice la ley con relación a las formas de contratación de los profesores?, ¿qué dice la ley con relación a quien realiza un trabajo artístico por su propia cuenta? Obviamente hay una diferencia importante y, desde luego, la DGME y la SEP, cometieron un error más al pretender hacer las cosas con base en esa austeridad republicana y sin el conocimiento pleno de lo que significan ambas formas de participación 

Muchas veces en las redes sociales circulan diversos mensajes relacionados con el que no se debe “regatear” el trabajo que artesanos ofrecen en las calles, en los pueblos, en las ciudades, porque, curiosamente, cuando alguien compra en un centro comercial o en alguno de los locales donde se vende ropa de marca reconocida a nivel mundial no se “regatea”, simplemente se compra; ¿por qué no tendría que remunerarse el trabajo de estos creadores visuales?, ¿acaso no sus obras les permiten obtener un recurso que les permita llevar un sustento a casa?, ¿acaso los profesores no reciben su salario quincenalmente? 

Muchos crecimos con LTG que, hasta la fecha, los tenemos en mente por las ilustraciones que en éstos aparecen dado el contenido que se abordó en Español, Matemáticas, Historia, entre otros. Tenerlos presente, independientemente del momento en que los hayamos trabajado con nuestros maestros, es un claro indicador de que, a través de estas imágenes, tuvimos o adquirimos un aprendizaje, cualesquiera que éste haya sido. 

Desde mi perspectiva las ilustraciones deben pagarse. 

Con negritas: 

Bien podría el titular de la DGME acercarse a la Dirección General de Educación Superior para el Magisterio (DGESUM); ahí, por varios años, se ha trabajado un programa: “leer para la vida” que, dicho sea de paso, ha colaborado para que los estudiantes y maestros de las escuelas normales se acerquen a la lectura y a diversas obras que han publicado cientos de escritores. Esto lo digo porque tal acercamiento, le permitiría comprender que una obra es producto del intelecto humano y porque, dadas las recientes y desafortunadas palabras del Director, Max Arriaga, en cuanto a que las mujeres no leen y por ello no desarrollan un pensamiento crítico, tal parece que el que requiere leer y empaparse de la cultura es él y no las mujeres. Sin duda. 

Referencias: 

Crowley, C. (2021). Rediseño de libros de texto… exprés. Muxed. Recuperado de:https://www.muxed.mx/post/redise%C3%B1o-de-libros-de-texto-expr%C3%A9s?fbclid=IwAR3CXaI2OO8dVjrvypOBqdtY8Dp7anLmZu8W9ARGA4JFZuypOdpkltiCj1g 

Quintanilla, S. e Ixba, E. (2011). “Martín Luis Guzmán y los primeros libros de texto gratuito”, en La educación pública: patrimonio social de México. 

Roldán, N. (2021). Con el presupuesto más bajo en 8 años para libros, la SEP pide a ilustradores trabajar sin pago. Animal Político: https://www.animalpolitico.com/2021/03/libros-sep-ilustradores-trabajar-sin-pago/ 

SEP. (2021). Convocatoria para el rediseño de los libros de texto gratuitos de primaria 2021. Recuperado de: https://libros.conaliteg.gob.mx/Convocatoria_2021.pdf 

SEP. (2021). Convocatoria a creadores visuales para el rediseño de los libros de texto gratuitos de educación primaria ciclo escolar 2021-2022. Recuperado de: https://drive.google.com/file/d/18UQkhq4cBcBG8M_kpPh71OrXxCZ7-JJm/view 

Fuente e imagen: https://profelandia.com/libros-de-texto-expres-y-sin-pago-a-creadores-visuales/

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La nueva Crisis Educativa en México

Por: Juan Carlos Miranda Arroyo

México en una nueva “crisis educativa”

La declaratoria, tácita, de que hoy México se encuentra empantanado en una nueva “crisis educativa”, junto con las crisis sanitaria y económica, tiene su primera referencia oficial en la encuesta recientemente publicada por el INEGI (2021), sobre los efectos o el impacto de la pandemia en la educación (1).

Llama la atención que esta declaratoria no provenga, lamentablemente, de las instituciones nacionales responsables de la conducción de las políticas nacionales en la materia: la SEP y la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (MejorEdu), esta última creada en el marco de la reforma constitucional de 2019. Todo lo contrario, pues la SEP de Esteban Moctezuma se condujo siempre con cuentas alegres.

Aunque ya había advertido en algunos de mis textos, a finales de 2020 y durante lo que va de 2021, sobre la configuración de una crisis educativa en nuestro país, considero oportuno entrar a la caracterización de esa “crisis educativa” ¿Cómo surge? ¿Quiénes son responsables de su estallamiento? ¿Cuánto durará? ¿Cómo se podrían evaluar sus etapas de inicio, desarrollo o auge y decadencia? ¿De qué manera superarla?

Ciertamente, en toda crisis hay contradicciones, situaciones de emergencia, cambios radicales en contra, confrontaciones de ideas, ambigüedad y carencias de diferentes calibres, trátese del ámbito de la salud, de la política, la economía o la educación, entre otros sectores claves de la vida pública y social de una nación.

Pero cuando hablamos o nos referimos a una crisis, preferentemente nos encontramos ante el umbral de un proceso de agotamiento de un modelo, un paradigma o un núcleo discursivo para generar alternativas o nuevos derroteros.

Como dirían los clásicos (Bertolt Brecht entre ellos) una crisis es como una transición entre lo viejo que no termina de morir y lo nuevo que no termina de nacer.

Según los resultados de la Encuesta para la Medición del Impacto Covid 19 en la Educación, (Ecovid-Ed 2020), de la población y porcentaje de población de 3 a 29 años de edad inscrita en el ciclo escolar 2019–2020 (antes de la pandemia), para grupos de edad, destaca el 3.6 por ciento que representan las y los estudiantes de 3 años de edad matriculados en el sistema educativo mexicano. Ese porcentaje se registra sobre el total de estudiantes inscritos durante el ciclo 2019-2020, de 3 a 29 años de edad, es decir, de 33.6 millones de personas inscritas.

Sobre ese mismo universo, el bloque de estudiantes entre los 4 y los 5 años de edad, representa el 64.4%, que se encontraban inscritos en el sistema. En pocas palabras, estos datos revelan el incumplimiento, establecido en la ley, de la universalidad de la educación preescolar en México.

Situación similar, de incumplimiento, se registra en la población de estudiantes inscritos, antes de la pandemia, entre los 16 a 18 años (75.5% matriculados o afiliados en educación media superior) y en el grupo de edad de 19 a 24 años (38.4% matriculados en educación superior, aunque ésta no es obligatoria), del universo de estudiantes entre los 3 a los 29 años de edad. En estos grupos, sin embargo, hay un ligero avance en cobertura, si lo comparamos con los datos registrados durante el ciclo escolar 2009-2010.

Estadísticas de estudiantes que tienen dispositivos electrónicos

Acerca del porcentaje de la población de 3 a 29 años inscritos en el ciclo escolar 2019–2020, según los principales aparatos o dispositivos electrónicos usados para sus actividades escolares o clases a distancia, INEGI encontró que 67.5% de los estudiantes usa teléfono inteligente; 18.2% computadora portátil (laptop); 7.2% computadora de escritorio o PC; 5.3% TV digital y 3.6% tablet. Datos que, en gran medida, dan cuenta de la inequidad y la precariedad en el acceso al equipamiento y la conectividad utilizados cotidianamente por la población estudiantil en México.

Con respecto al uso de dichos equipos por nivel de escolaridad, cabe destacar que el 72% de estudiantes de Primaria y el 71% de estudiantes de Secundaria, utilizan el teléfono inteligente para conectarse a clases o a asesorías mediadas por las nuevas tecnologías.

Del total de los 2.3 millones de no inscritos por COVID-19 en el actual ciclo escolar 2020-2021: 615 mil personas mencionaron que eso se debió porque las clases son poco funcionales; 584 mil porque alguno de los padres se quedaron sin empleo, y 581 mil por carecer de computadora u otros dispositivos.

Tanto en los análisis cualitativos como cuantitativos, una cosa son los datos y otra, diferente, es la interpretación que se hace de los mismos. De hecho, y no es cosa menor, en el reporte de los resultados de la encuesta, el INEGI no menciona la palabra “crisis”.

Al respecto, tiene razón Pedro Flores Crespo cuando afirma que la crisis educativa tiene rasgos específicos y se torna en un reto social: “…más allá del número o de las proporciones está el razonamiento humano… Si ya había evidencia —gracias a la investigación educativa— de que la vida escolar podía aburrir por ser poco pertinente para los sujetos, imagínense estar todo el tiempo en casa y sentados frente a una pantalla. La mala pedagogía también genera exclusión y para esto no sirve ni el dinero repartido en becas ni el otorgado a las empresas de medios.” (2)

738 mil estudiantes no concluyeron el ciclo escolar pasado

“Tristemente, un poco más de 738 mil estudiantes no concluyeron el ciclo escolar pasado y de éstos, 435 mil (59%) declararon un motivo relacionado con Covid. Según INEGI, 29 por ciento de éstos perdió contacto con sus maestros o no pudo hacer las tareas. ¿Quién asumirá la responsabilidad de esto? ¿Debe el Estado asumir la acreditación de todos los excluidos del Sistema Educativo Nacional?”, señaló Flores Crespo en una columna publicada esta semana.

Acerca de lo anterior, INEGI reportó que: “Adicional a los 435 mil alumnas y alumnos que no concluyeron el ciclo escolar pasado por COVID-19: 66 mil no concluyó por falta de recursos y 49 mil no concluyó porque tenía que trabajar.”

Esos datos, proporcionados por un organismo público, autónomo, (el INEGI), ofrecen un panorama general sobre las dificultades que ha enfrentado el sistema educativo mexicano ante la crisis de salubridad (generada por la pandemia de la Covid durante el año 2020-2021), misma que se relaciona, a su vez, con las dificultades económicas (sobre todo la pérdida de empleos y el cierre de miles de negocios medianos y pequeños).

Es necesario señalar, así mismo, que el sistema educativo no es un concepto abstracto, sino que está compuesto de personas que se organizan en instituciones, en las cuales y sobre las cuales se construyen y establecen marcos legislativos, reglas, procedimientos, infraestructuras, financiamientos y programas, etc. En ese contexto, las autoridades federales y estatales (Poderes Ejecutivos) son las responsables de la adecuada conducción del sistema educativo del país.

Por ello, la crisis educativa que vivimos en este 2021 y años próximos, al analizar sus causas y efectos, tiene que ver, con las decisiones que toman las y los funcionarios públicos del más alto nivel de este sector.

Y aunque es de tal modo complejo el “sistema” educativo (como lo son otros sectores de la vida pública nacional), los gobernantes habrán de trabajar para producir los equilibrios, las concertaciones y los consensos necesarios o suficientes con los diferentes actores involucrados, esto con el propósito de cumplir con lo establecido en el programa rector nacional (en este caso, el Programa Sectorial de Educación 2018-2024).

Como se puede observar, tales equilibrios, concertaciones y consensos, en la práctica y en la marcha adecuada de las instituciones educativas en México, cuelga de un alfiler. Por el momento, los datos oficiales así lo demuestran. La crisis educativa en México es un hecho, no un pronóstico.

Las preguntas están sobre la mesa: ¿Cuánto durará esta nueva crisis? ¿Cómo y quién evaluará sus etapas de inicio, auge y decadencia? ¿Cuáles serán sus efectos a mediano y largo plazos en las nuevas generaciones de niñas, niños, jóvenes y adultos? ¿De qué manera, como nación, podremos confrontarla? ¿Con qué capacidades humanas, técnicas y financieras contamos para contrarrestarla? ¿Hay voluntad política para hacerle frente o, una vez más, se transitará por el camino de la simulación?

Fuentes consultadas:

(1) https://www.inegi.org.mx/contenidos/investigacion/ecovided/2020/doc/ecovid_ed_2020_presentacion_resultados.pdf

(2) Pedro Flores Crespo. Crisis educativa: Un reto social. El Universal Querétaro, 29 de marzo, 2021.


Publicado en SDPnoticias

Fuente: https://profelandia.com/la-nueva-crisis-educativa-en-mexico/

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