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Participar de verdad

Por:

La SEP sigue sin convocar, incumpliendo el artículo 145 de la Ley General de Educación, al Consejo Nacional de Participación Social…

La educación es un derecho irrenunciable: toda persona tiene el derecho intrínseco de desarrollar el conjunto de sus capacidades, y por ende es acreedora al apoyo sistemático; es destinataria de las obligaciones del Estado para ejercer a cabalidad ese “derecho a desarrollarse sin obstáculos, sin discriminación ni exclusión”. Si a ello le agregamos que niñas y niños son titulares con eminencia, con urgencia y con prioridad, el derecho a la educación debería ser uno de los más estudiados y defendidos, en la práctica y en los tribunales.

Niñas y niños requieren de educación más que los demás, pues –aunque es un derecho universal– se encuentran en especial vulnerabilidad si no son acompañados, y si no tienen a disposición los medios adecuados y suficientes para su crecimiento físico, emocional e intelectual, para que no se frustre su potencial para el discernimiento ético, la creatividad, la socialidad. El “interés superior de la niñez”, consagrado en la Constitución y pieza inexcusable de las responsabilidades de México como Estado parte de las convenciones internacionales, cuenta en la educación como nunca. La educación es la diferencia entre una vida digna y plena, o la sujeción emocional o política, la fragilidad, la imposibilidad de perseguir el propio proyecto de vida y caer en ser usados como medios para la voluntad de alguien más. En la educación no sólo nos jugamos el bienestar futuro, sino la autodeterminación presente de la joven generación.

Desde Aprender Primero, el brazo jurídico de Mexicanos Primero, interpusimos una demanda de amparo contra la Ley General de Educación (LGE) señalando elementos de inconstitucionalidad en la reforma –apresurada y por aplanadora legislativa– que se hizo de esta ley general; lo que correspondía era hacer concretos elementos presentes en el artículo tercero de nuestra Carta Magna, pero siendo una ley derivada, contradice su fuente. Tras más de dos años, el juicio recorrió todas las instancias, y fue llevado a la consideración de la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Los puntos relevantes que litigamos tienen que ver con el hecho de que los artículos de la LGE vigente no atienden a los criterios de consulta a pueblos y comunidades indígenas, a personas con discapacidad y a los propios niñas y niños, además de cuestionar que no se hicieran puntuales los deberes de transparencia y que quede confuso que la responsabilidad de la infraestructura es de los funcionarios, no de las familias.

En la sesión de ayer, con una votación dividida 4 a 1, la sentencia no nos dio la razón. El asunto no fue ‘sobreseído’, es decir, se reconoció que legítimamente desde la sociedad civil podamos cuestionar la constitucionalidad de las leyes generales. La sentencia sentará de todos modos antecedentes valiosos de interpretación, por ejemplo, aclarando que la infraestructura es deber de las autoridades, y que la participación debe estar en la orientación de las inversiones, y no cargar con la definición técnica por parte de los comités de cada escuela. También se reconoce que no hubo propiamente consulta con los parámetros debidos… esa omisión es grave, y empobrece la ley, haciéndola excluyente en sus efectos pero también en su punto de partida mismo.

Muchas lecciones: que recurrir al Poder Judicial, aunque golpeado y por momentos amenazado desde la soberbia del Ejecutivo, es un contrapeso democrático que todas y todos debemos sostener. Que el Legislativo que se pliega al mandatario en turno desmerece su papel de representación popular, y acaba restringiendo derechos de aquellos a quienes juró defender. Que la verdadera participación debe ser permanente y desde la definición; es triste ver que después de más de 14 meses, autoridades educativas, de repente inspiradas por la visibilidad en época electoral y no por auténtico compromiso, ahora apresuran la apertura de planteles que antes –con negación cerril– dejaron caer; no probaron formas intermedias de presencia, y ahora quieren imponer un esquema “mitad y mitad, y viernes para los que van más rezagados” que es detestable en lo pedagógico y riesgoso en lo epidemiológico. No creen en la participación que no sea “les pedimos ayuda para financiar”; veloces para querer compensar lo que no cuidaron y lentos para dialogar y entender las críticas, para atender las propuestas estudiadas, para no poner las cosas en tono electoral y con operadores territoriales. La SEP sigue sin convocar, incumpliendo el artículo 145 de la Ley General de Educación, al Consejo Nacional de Participación Social. La participación de maestras y maestros está, con mucho, limitada a esperar con agobio que se reestablezcan las páginas web en las que deben capturar sus datos de calificaciones, o de aspiraciones a promoción. Ya es hora de exigir, con más fuerza, participar de verdad.

Fuente: https://profelandia.com/participar-de-verdad/

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Mactumactzá: el renacer del cerro de las once estrellas

Por:  Luis Hernández Navarro

 

Cuatro veces las autoridades han cerrado la Escuela Normal Rural de Mactumactzá (en Chiapas) y cuatro veces ha renacido. Así sucedió en 1935, 1942, 1946 y 2003. La tenacidad y la lucha de sus alumnos y egresados, y de las comunidades de las que provienen, la hicieron retoñar.

 

Lo que hoy es Mactumactzá (el cerro de las once estrellas, en lengua zoque), comenzó a funcionar con el nombre de Escuela Normal Rural de Cerro Hueco, el 24 de febrero de 1931, en un terreno donado por el gobierno de Raymundo E. Enríquez. Carente de infraestructura y mobiliario, con aulas de adobe y palma, se equipó con el trabajo voluntario de los estudiantes y las donaciones en especie de los campesinos. Funcionó hasta 1935.

 

En 1936, las autoridades la cerraron y, en su lugar, en la finca La Chacona, instalaron una Escuela Regional Campesina, que funcionó muy precariamente. No les duró mucho el gusto. En 1941, la SEP la transformó en Escuela Práctica de Agricultura. Sus alumnos emigraron a otras instituciones. Durante seis años impartió enseñanza técnica a los campesinos, quienes, al egresar, podían ejercer como maestros y titularse en otra normal.

 

Como a las autoridades les incomodaba profundamente el compromiso social de los alumnos, en 1945 se suprimió el primer año, con el argumento de que no había presupuesto. Un año más tarde, su suerte estaba echada. Los estudiantes fueron trasladados a otras instituciones. El gobierno anunció que, en su lugar, se instalaría un laboratorio de inseminación artificial para mejora del ganado. El edificio quedó abandonado.

 

Diez años más tarde, se impuso la imperiosa necesidad de formar maestros en una entidad que carecía de ellos, y la escuela renació como Escuela Normal Rural Mactumactzá (ENRM). En abril de 1956, abrió sus puertas como internado para hombres, con grandes limitaciones financieras y materiales.

 

En 1970, muchos egresados de la normal participaron activamente en las luchas campesinas e indígenas (y hasta en las obreras) que irrumpieron en Chiapas en esa década. Se convirtieron en intelectuales orgánicos del mundo rural. Su participación en tomas de tierras, organización de cooperativas de producción y consumo, protestas por servicios y para incrementar precios de garantía, fue fundamental. En 1979, los maestros del estado organizaron grandes paros para aumentar su salario y democratizar el SNTE. El equipo dirigente de ese movimiento se había formado políticamente en Mactumactzá, y en las Escuelas Técnicas Agropecuarias. En diciembre de ese año, fundaron, junto a las disidencias democráticas de todo el país, la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE).

 

Esa centralidad organizativa de los egresados de la normal en las luchas populares en Chiapas ha disminuido conforme las organizaciones campesinas e indígenas han forjado liderazgos no vinculados al magisterio. Sin embargo, sigue siendo relevante. En el comité ejecutivo de la sección 7, integrado por 155 maestros, 34 son egresados de ­Mactumactzá.

 

Un momento clave en la historia de la normal fue su confrontación con el gobierno de Pablo Salazar. Su administración recibió un préstamo del Banco Mundial por 40 millones de dólares. Entre las sugerencias que el organismo multilateral hizo estaba el cancelar las plazas automáticas a los egresados de la ENRM.

 

El conflicto se intensificó. Las autoridades reprimieron salvajemente a estudiantes y trabajadores y los encarcelaron. Pablo Salazar se propuso cerrar la escuela y crear en su lugar un instituto politécnico. Sin esa normal, miles de campesinos ya no tendrán siquiera la aspiración de llegar a ser maestros profesionales, le expresó a Blanche Pietrich, el dirigente de la sección 7, Fortino Vázquez (https://bit.ly/3fa2Q3f).

 

El desenlace representó un golpe muy duro para el normalismo. Se cerró el sistema de internado; más de la mitad de las 560 matrículas que tenían se redujeron. La persecución política en su contra fue inclemente.

 

Pese a ello, Mactumactzá sobrevivió y poco a poco comenzó a recuperarse del descalabro. La matrícula fue creciendo, se construyeron dormitorios y el equipamiento mejoró.

 

Sin embargo, el fantasma de su desaparición ronda la escuela. Durante la administración del morenista Rutilio Escandón se ha utilizado, una y otra vez, de manera bestial la fuerza pública contra los normalistas. La detención de casi 100 estudiantes, la mayoría muchachas, y la agresión sexual de la que fueron víctimas apenas la semana pasada muestra cuánto incomoda la normal al gobernador.

 

La magnitud de la represión contrasta con las demandas estudiantiles. Los jóvenes exigen que se haga pública la convocatoria para nuevos ingresos a la escuela y que el examen de admisión sea presencial y escrito en un cuadernillo. Las autoridades, en cambio, están empecinadas en que sea en línea.

 

La ENRM es una escuela de pobres para pobres. Obligar a presentar un examen de admisión en computadora a un hijo de campesinos que no ha tenido acceso a una y que en su comunidad no hay servicio de Internet significa dejarlo fuera de la escuela. Nunca podrá competir así por un lugar para estudiar, con quienes, por vivir en las ciudades o tener más recursos económicos, están familiarizados con el uso de medios digitales.

 

La sospecha de que el gobierno quiere clausurar la escuela o, al menos, modificar la composición social de sus estudiantes, tiene bases firmes. Pero quienes acarician la fantasía de golpear a Mactumactzá olvidan que, las cuatro veces que han querido cerrarla, el cerro de las once estrellas ha renacido. Ésta, no será la excepción. Los jóvenes sueñan con ser maestros de los pobres. No van a renunciar a ello. De paso, han advertido que serán la pesadilla de quienes quieran arrebatarles sus sueños.

Fuente: https://www.jornada.com.mx/2021/05/25/politica/015a1pol?partner=rss

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¿Para qué alcanzan los 19 pesos diarios de aumento salarial del magisterio?

Por: Erick Juárez Pineda

¿El magisterio se siente revalorizado con un aumento de 19.6 pesos diarios? ¿Qué se puede gastar con ello?

Recientemente, la Secretaría de Educación Pública dio a conocer que llegó a un acuerdo con el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE)  para ofrecer un aumento del 3.9% al salario y el 1.8% en prestaciones de las y los docentes de Educación Básica, Especial e Inicial, de Educación Media Superior y Superior, así como para el Personal de Apoyo y Asistencia a la Educación de todo el país.

Esto, en pesos, significaría un aumento de 19.6 pesos diarios. De manera general, considerando un salario base mensual de $8,687.10 pasaría a $9,025.90.

Este aumento no es bien visto por la comunidad magisterial.

En primer lugar porque el salario de los docentes está considerado como uno de los más bajos del país según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

Incluso, el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) aseguró que, durante el primer trimestre del año 2021, de las carreras que reciben ingresos económicos por debajo del promedio destacan aquellas pertenecientes a los ámbitos de la docencia y la educación, sectores que se vieron fuertemente afectados por la emergencia sanitaria de la COVID-19.

Este aumento no significa un impacto positivo real a los trabajadores de la educación, pues solo se aumentarían 598.60 pesos al mes. Si consideramos que según el  Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) informa que en la primera quincena de abril de 2021 el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) registró una inflación de 0.06 por ciento respecto a la quincena inmediata anterior; es decir, una inflación anual de 6.05%, no solo no cubre los gastos, sino que quedan debiendo el 2.15%

Y es que estos aumentos son tomados por los docentes como una burla: Despensa: $40.00; Material didáctico: $40.00 y Ayuda de previsión social: $46.00.  Si tomamos en cuenta que al mes deben pagar más de 380 pesos por servicios de internet y telefonía fija y un promedio de 200 pesos por concepto de recargas de saldo de teléfono celular, estos aumentos no ayudan en nada.

Respecto al año  pasado, el aumento salarial solo tuvo un incremento del 0.4%. Sin embargo, si lo comparamos con el aumento en 2019 donde fue de 6.25%, encontramos una disminución de 2.35%.

¿Y el SNTE? En su actitud camaleónica, se ha olvidado que su trabajo es la defensa de los derechos del magisterio. Su actitud servil y cobarde no abona en nada para enfrentar el creciente descontento de los trabajadores de la educación.

Insisto: en este gobierno, la revalorización docente que tanto se anunció durante la campaña electoral de López Obrador y que repitieron los titulares de la Secretaría de Educación Pública, es un mito. Estamos, entonces confirmando que ya se va descubriendo la ya popular «mal llamada revalorización del magisterio».

En tiempos de crisis y de pandemia, esta ofensa no la merecen.

*Erick Juárez Pineda. Director editorial de Educación Futura. Locutor de «La Otra Educación» 97.3 fm. Articulista de La Jornada.
Twitter @elErickJuarez 
Facebook: Erick Juárez Pineda

Fuente e Imagen: http://www.educacionfutura.org/para-que-alcanzan-los-19-pesos-diarios-de-aumento-salarial-del-magisterio/

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El Regreso A Clases Presenciales: Terquedad Y Necedad

Por: Marcelino Guerra Mendoza, Roberto González Villarreal, Lucía Rivera Ferreiro

Recordatorio

En otros Cortocircuitos hemos manifestado nuestro posicionamiento ante el ejercicio del poder, venga de donde venga; no tenemos problema alguno en hacerlo, porque no tenemos ningún compromiso o interés, más que con la libertad de pensamiento.

Desde siempre hemos expresado nuestra postura política y metodológica; se trata de realizar análisis, reflexión y crítica tanto de los poderosos como de los críticos funcionales. A ellos les hemos denominado integrantes del canon crítico; a los primeros, progresistas remisos.

Hacemos Cortocircuitos donde consideramos que deben existir para planear posibilidades de pensamiento, sentimiento y acción diferentes a las que marcan los mismos que quisieran que todo se viera con un mismo lente. Nosotros decimos NO; siempre es necesario problematizar de manera diferente al poder para encontrar puertas, ventanas, persianas, rendijas, alcantarillas, huecos, rasgaduras, en fin, salidas distintas a las que nos plantean como únicas.

Desvelar lo oculto del ejercicio del poder es nuestro propósito, para no caer en la tentación de expresar lo que la población tiene que hacer sino, por el contrario, mostrar lo oculto, lo escondido, lo que no quieren que notemos e identifiquemos, todo aquello que dejan en la penumbra, en la sombra, para que se normalice su invisibilidad y pase desapercibido, como algo que no tiene sentido o significado alguno. Para nosotros eso es precisamente el motivo político de la política pública que representa la perspectiva neoliberal para gobernar.

Terquedad gubernamental

La IV T no se cansa de insistir en el regreso a clases presenciales para cerrar el ciclo escolar actual antes del 9 de julio. La irresponsabilidad gubernamental, estatal y municipal en la gestión de la pandemia no ha sido suficiente, ahora, llevan al extremo el riesgo que correrá la población para asistir a los centros educativos.

En marzo de este año, la Secretaría de Educación Pública y la Secretaría de Salud, establecieron tres condiciones para regresar a clases presenciales: semáforo verde; personal educativo vacunado; regreso a clases voluntario.  La propia Delfina Gómez Álvarez estimó que el 21 de mayo se cumplirá con la meta de vacunar a todo el personal educativo del País. Dijo también que con base en las estimaciones de contagios, el regreso a clases sería escalonado, PERO podría concretarse antes de que concluir el presente ciclo escolar (SEP y SSA anuncian tres condiciones para el regreso a clases presenciales)

La SEP que administra Delfina Gómez y la Sub-secretaría de Salud, en manos de Mr. López Gatell, replican la terquedad presidencial del regreso a clases presenciales, poniendo en riesgo la salud de niñas, jóvenes, adolescentes, incluyendo también a los adultos con quienes se relacionan y conviven cotidianamente. Más que el interés en la educación, el verdadero leit motive de tanta terquedad es reactivar una maltrecha economía.

Suponen que regresar a clases presenciales significa que las madres y padres de familia se reincorporarán a sus actividades laborales y económicas, cuando en realidad nunca las han dejado de realizar, simple y sencillamente por sobrevivencia; desde el inicio de la pandemia, para familias enteras quedarse en casa no ha sido opción, sin embargo, al no llevar a sus hijos a la escuela, se reduce considerablemente la movilidad y traslado de personas en espacios públicos.  A sabiendas de ello, el Dr. López Gatell científico, a menudo se transforma en Mr. Gatell el político, con tal de quedar bien con AMLO; así lo muestra su reacción al caso de la maestra en Campeche que dio positivo a COVID-19.

Cabe recordar que, en esa entidad, los niños y niñas que regresaron a clases presenciales están inscritos en escuelas multigrado que por lo general se ubican en comunidades pequeñas y tienen una matrícula reducida. Si en estas condiciones  se presentó un contagio, ya podemos imaginar lo que podría ocurrir en escuelas de zonas urbano-marginadas con alta matrícula, grupos numerosos y espacios reducidos.

Regresando al caso de Campeche, las autoridades locales decidieron enviar a su casa a los alumnos y docentes durante quince días; reconocieron también que la segunda fase del regreso a clases presenciales se retrasaría dos semanas (Maestra da positivo a Covid-19 tras regreso a clases presenciales en Campeche). Sorprendentemente, Mr. Gatell descalificó implícitamente estas acciones del gobierno estatal tras afirmar que “hemos reanalizado a la luz de lo que está ocurriendo con COVID, las diferencias entre COVID e influenza, y hemos considerado que en este momento no sería procedente porque podría ser que muy rápidamente regresáramos a tener escuelas cerradas y que no tuviera un beneficio neto el haberlas reabierto” (¿Se cerrará la escuela donde se presente un caso de COVID-19?).

O sea, según el subsecretario no se deben cerrar las escuelas donde se presente un contagio de COVID-19; lo dice así, tan como si nada ¡¡catorce meses después de iniciada una pandemia que ha paralizado al mundo!! Remata diciendo que la pelota está en la cancha de los padres de familia, son ellos quienes deberán alertar a las autoridades si sus hijos presentan síntomas. Lo dicho: la IV T antepone la reactivación económica por encima de la salud y vida de la población. De no ser así, ¿cómo interpretar tanta insistencia en un regreso a clases presenciales cuando el ciclo escolar está a punto de concluir?  (¿Clases presenciales antes de que termine el ciclo escolar 2020-2021?)

La actual administradora de la SEP transita por un camino similar al argumentar que urge volver a las aulas porque no todos los estudiantes han tenido las mismas posibilidades de tomar clases vía televisiva, digital o a distancia. Insiste también en que la situación emocional de los estudiantes ha complicado sus aprendizajes. Al mismo tiempo, es un secreto a voces -he aquí otra disonancia de las muchas a las que nos tiene acostumbrados la 4T- que no se reprobará a nadie para sí hay que mostrar evidencias tangibles de los “logros”, y así maquillar u ocultar los números rojos de reprobación.

En la retórica oficial, la falta de recursos que han impedido a buena parte de las y los estudiantes seguir la programación de Aprende en Casa I, II y III y que persistirá en la modalidad híbrida, según se ha anunciado, pareciera ser pecata minuta. Los 450 millones de pesos entregados a las televisoras desde el mes de septiembre de 2020 no han servido para subsanar las desigualdades educativas, pero sí para enriquecer a los ya de por sí ricos; para la SEP, eso tampoco está a discusión. Todo indica que persistirán la imposibilidad de pagar los servicios de conectividad y dispositivos, la falta de asesoría y acompañamiento por parte de las maestras, también las dificultades para realizar las tareas encargadas y subir las evidencias en tiempo y forma.

En cuanto al argumento de la difícil situación emocional de los estudiantes, parece ser más bien un gancho para que los padres de familia autoricen y sean los únicos responsables de lo que ocurra con sus hijos cuando retornen a la escuela. Y no es que minimicemos el problema, que es muy real. La cuestión aquí es su uso político para ganar la percepción en las madres de familia, de que con un Pin Sanitario -gel, agua, comités de salud, firma de cartas responsivas- es suficiente para atajar contagios. Y si algo sucede, ellas serán las únicas responsables de los riesgos que corran sus hijas e hijos durante el traslado y estancia en la escuela.  En esto, tanto AMLO como la maestra Delfina y Mr. Gatell, han sido bastante consistentes.

Necedad

Recientemente, la SEP reiteró lo anunciado previamente por AMLO: para el 21 de mayo próximo, la totalidad del personal educativo del país habrá sido vacunado. Quince días después -no los 28 que indica el protocolo de la propia Secretaría de Salud, para alcanzar el máximo de efectividad de la vacuna Cansino- se reactivarán los Comités Participativos de Salud Escolar; posteriormente se abrirán los planteles en las entidades que ya se encuentren en semáforo verde. Las clases se reiniciarán de forma gradual, pasando primero por una etapa de reconocimiento y reforzamiento, para cerrar el ciclo escolar el 9 de julio. O sea, ¡¡escasas cinco semanas después de que los comités participativos de salud escolar hicieron su trabajo y el semáforo estatal esté en verde para realizar el reconocimiento y reforzamiento!!

El regreso será primero en escuelas multigrado, rurales y de baja matricula para apoyar a alumnos sin conectividad. Mientras que en el resto de los planteles la asistencia se atenderá de lunes a jueves, y los viernes se dedicará a reforzar el aprendizaje. López Gatell señala que en nueve de diez y siete entidades se concluyó la inmunización de personal docente y ya han recibido la vacuna contra Covid-19 1135367 trabajadores del sector educativo. Del mismo modo, el subsecretario de educación superior, Luciano Concheiro anuncia que la próxima etapa de vacunación se llevará a cabo entre 11 y el 14 de mayo en 9 estados de la república (El 21 de mayo concluirá vacunación anticovid a docentes en México)

El regreso a clases presenciales está previsto para todos los niveles educativos, no solo para educación básica, lo que significa una circulación y traslado mayor de personas, no nada más de los 30 millones de estudiantes que durante este tiempo no han acudido a los planteles, sino también sus familiares que los llevan al centro escolar más los jóvenes de educación media superior y superior; es decir, hablamos de más de 40 millones de personas movilizadas, la mayoría en el transporte público. La vacunación del personal educativo del nivel básico ha avanzado en solo 9 entidades federativas, falta considerar al personal educativo del resto de las entidades del país, también a la población que cursa el nivel medio superior y superior. Por todo esto decimos: un regreso a clases presenciales de un ciclo escolar a punto de terminar, es una necedad mayor.

Nuestra posición y propuestas

  • Una vez más reiteramos lo dicho en otros Cortos: mientras no esté vacunada el 80% de la población, no debemos aceptar un regreso a clases presenciales plagado de incertidumbre y carente de certezas.
  • La circulación y movilidad han sido desde el principio, el principal medio de contagio. No permitamos que la IV T eche al olvido este “pequeño” gran detalle.
  • No perdamos de vista que, ante la terquedad y necedad de regresar a clases presenciales, los sectores más vulnerables y en situación de pobreza que nunca pudieron quedarse en casa, nuevamente serán los más expuestos a contagios y todas las complicaciones que esto representa. El Dr. López Gatell pierde la batalla y prefiere jugar el papel de Mr. Gatell para seguir las indicaciones gubernamentales con racionalidad neoliberal: primero la economía y, después, la salud y la vida.
  • Los argumentos de la administradora Delfina son propios de una política que llegó para continuar lo que su antecesor le dejó encargado, no solo el despacho, sino la estrategia de profundidad neoliberal. Carente de argumentos y utilizando una retórica bastante desgastada, intenta poner por delante la salud emocional y aprendizaje de los estudiantes como elementos centrales para el regreso a las escuelas y aulas de manera presencial. No reconoce que lo único que ha estado cerrado son los planteles; la escuela y las aulas se llevaron a casa de las maestras y las familias para dar continuidad a unos planes, programas y contenidos que poco o nada sirven para hacer frente a la pandemia.
  • Curiosamente la SEP anuncia que el 5 de junio, un día antes de las elecciones (vaya coincidencia), se reactivarán los Comités Participativos de Salud Escolar para realizar las actividades de limpieza en las escuelas. Seguramente toda la desinfección, el aseo, reparación y mantenimiento de las escuelas y sus aulas correrán a cargo de quienes conforman estos comités u otras instancias similares: la asociación de padres de familia, el consejo escolar de participación social en la escuela (CEPSE), directivos y docentes, NO las autoridades educativas estatales y federales. El gasto que todo ello represente correrá a cargo de las comunidades educativas, sin considerar que se han hecho cargo por año y medio de todo lo que significa que los estudiantes estén en clases remotas.
  • La precariedad docente avanza, se extiende y profundiza cada vez más. No solo por el exiguo salario, sino por el tipo de relación que se ven obligadas a establecer con sus estudiantes y compañeras de trabajo y si, además, son madres y jefas de familia, mucho más. La relación con su familia, los factores de salud, alimentación, convivencia y, en general, de cuidado se perfilan hacia un deterioro cada vez mayor. Si las maestras aceptan estas condiciones del regreso a clases presenciales, les harán cargar con la loza de la responsabilidad de todas las miserias que el Sistema Educativo no ha sido capaz de afrontar y resolver, ni antes ni ahora en este gobierno de la IV T. Cuando las maestras regresen a lo presencial, si lo aceptan, su labor docente se elevará a la décima potencia por todo lo que ya hacen más lo que la administradora de la SEP ha señalado recientemente: participar en los CPSE, verificar la autorización de las madres de familia para que sus hijos vayan a la escuela, certificar que las niñas no presenten síntomas al ingresar al centro escolar, haber realizado su planeación pedagógica y didáctica para trabajar en partes su horario escolar, establecer su planeación para el trabajo en línea con los niños que no asistan presencialmente a la escuela y aula, diseñar estrategias de acompañamiento, asesoría y seguimiento para sus alumnos, más lo que se acumule.

La insistencia de un regreso a clases en los tiempos y la forma que lo está planteando el gobierno de la IV T, es una terquedad mayúscula que raya en la irresponsabilidad gubernamental, al poner en riesgo la salud y vida de la población.

El ciclo escolar ya casi termina, no habrá reprobados, las evidencias de evaluación ya las tienen, entonces, cuál es la prisa, ¿las elecciones, PISA, el control y disciplina de las maestras, el deslinde de responsabilidad para la desinfección, aseo y mantenimiento de las escuelas?, ¿todo esto junto?

Pronto lo sabremos. Mientras tanto, pensar, indagar, ensamblar, analizar, reflexionar, compartir, debatir y construir en común otras posturas, constituyen herramientas de las que es preciso apropiarnos.

Fuente:  insurgenciamagisterial

Fotografía: opendemocracy

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A 3 de cada 10 estudiantes que no regresaron a las aulas, no les gustaba la escuela

Por: Sonia del Valle


De los 421 mil estudiantes de bachillerato que ya no se inscribieron este ciclo escolar, de acuerdo con el INEGI, 112 mil, es decir el 26.6 por ciento se fue de la escuela porque las clases a distancia son “poco funcionales para el aprendizaje”, es decir, no les gustan.

Hace 11 años salí de prisión. ¿Ustedes se imaginan lo que significa pasar 11 años en la cárcel? ¿Cuál fue mi crimen? Querer estudiar”, así comienza su plática en Tedx Talk Angie Mishell Moreno, colombiana quien creó a los 15 años la Fundación Juventudes Literarias porque para ella la escuela era “una cárcel de cerebros” que debe cambiar.

A millones de estudiantes que concluyen la secundaria y/o están en el bachillerato no les gusta la escuela.

En el 2010 la Encuesta Nacional de Juventud reveló que a 4 de cada 10 jóvenes de entre 15 y 18 años que abandonaron sus estudios, la escuela no les gustaba: de ellos al 15 por ciento de plano se aburría, al 13.1 por ciento no les gustó estudiar y el 9.6 por ciento se fue de la escuela porque reprobó materias.

Un año después, en el 2011, la SEP publicó la Encuesta Nacional de Deserción de la Educación y reveló que 3 de cada 10 jóvenes que abandonaron la escuela lo hicieron porque reprobaron materias o tenían dificultades para entenderle a los maestros o los expulsaron por indisciplina o porque los molestaban en la escuela o porque las instalaciones no les gustaban, entre otros motivos.

En el 2018, el entonces INEE alertó también que 4 de cada 10 jóvenes se van del bachillerato porque “reprueban materias, desmotivación o porque no les gusta, le dan poca relevancia a la enseñanza.

En este año de pandemia, de los 421 mil estudiantes de bachillerato que ya no se inscribieron al ciclo escolar que corre, de acuerdo con el INEGI, 112 mil, es decir el 26.6 por ciento, se fue de la escuela porque las clases a distancia son “poco funcionales para el aprendizaje”, es decir, no les gustan.

¿Por qué no les gusta la escuela? ¿Qué es lo que les parece aburrido? ¿Son las y los docentes? ¿Es la forma cómo les enseñan? ¿Es la disciplina escolar? ¿Es la falta de creatividad? ¿Es como dice Angie Mishell que la escuela es una cárcel de cerebros que no les permite ser felices? ¿Por qué tantos jóvenes se van de la escuela porque no les gusta? ¿Qué si les gusta?

Estas son preguntas para las y los jóvenes. Porque si bien la escuela a una gran mayoría de estudiantes no les gusta, eso no significa que no les importe la educación, al contrario, la mayoría (6 de cada 10) pensaba, antes de abandonar la escuela, que querían seguir estudiando hasta la universidad para “llegar a hacer lo que querían en la vida”.

Las y los adultos han escrito múltiples libros, artículos, reportes no solo con las razones por las cuales a las adolescentes y jóvenes no les gusta la escuela ni el sistema educativo, una de las tres causas principales por las que deciden abandonar la escuela, las otras dos son por razones económicas y en el caso de las mujeres por embarazo y labores de cuidado. También se han escrito múltiples propuestas, algunas se han convertido en políticas públicas. La literatura es abundante, cierto, pero he encontrado pocas voces y acciones que impulsen adolescentes y jóvenes para cambiar lo que no les gusta de la escuela.

“Yo me di a la tarea de recolectar mil firmas para quitar las tareas en épocas de (exámenes) bimestrales”, relata Angie Mishell, al tiempo que cuenta que a los 15 años su mamá estaba preocupada porque en lugar de recibir medallas y menciones de su hija, recibía citaciones de la escuela por parte de los maestros. “Me sentía como una criminal, pero me di cuenta, que mi sueño por querer mejorar el sistema educativo no era un crimen.

“Sentirme inexperta y no contar con todas las herramientas para lograr mi sueño, no era un crimen”, expresa.

Angie Mishell, quien ahora tiene 23 años, creó primero el grupo juvenil para mejorar el aprendizaje, y una vez que tuvo la mayoría de edad, el grupo se transformó en la Fundación Juventudes Literarias con el mismo objetivo, “liberar” a los colombianos del sistema educativo y crea experiencias de aprendizajes “emocionantes”, a través del entretenimiento literario y educativo. “Promovemos el pensamiento CCS, pensamiento creativo, crítico y social”, señala.

Está convencida que su método educativo hace felices a las y los estudiantes; y ella sabe que las y los jóvenes pueden cambiar el sistema educativo de sus países y por eso puso manos a la obra.

Sé de cierto que hay muchos adolescentes y jóvenes como Angie Mishell en México y Latinoamérica y es esta la conversación que lanzamos en septiembre del año pasado desde la Red de Mujeres Unidas por la Educación (MUxED) a través de la Campaña #YoTambiénMeQuedo en la Escuela. En estos meses han aflorado las dificultades que enfrentan para seguir estudiando y el enorme poder y potencial que tienen para tomar sus aprendizajes en sus manos. Hoy conocen los límites de los sistemas educativos, de sus propias escuelas y maestros.

Las y los adultos casi siempre hablamos de las deficiencias de los sistemas educativos. Estoy clara que la pandemia puso en blanco y negro esas deficiencias y dificultades. ¿Pero cuántas veces provocamos o promovemos que sean las y los jóvenes quienes se atrevan a innovar, modificar o crear la escuela en la que puedan sentirse felices, puedan aprender y reconocer sus talentos y capacidades?

Por eso estamos convencidas que esta segunda fase de la campaña que ahora se extiende por Iberoamérica, debe no solo transmitir a las jóvenes cuáles son sus derechos y qué beneficios aporta la educación a sus vidas, sino promover una conversación entre ellas porque estoy segura, que hay muchas jóvenes como Angie Mishell que tienen ideas y propuestas para transformar la educación que ahora reciben y que a millones no les gusta.

Hoy, Angie Mishell forma parte también de la Campaña #YoTambienMeQuedo en la Escuela Iberoamérica, estudia sicología, porque quiere ser una neuro-psicopedagoga y aunque estuvo a punto de abandonar la escuela a los 15 años porque no le gustaba, siempre supo que “estudiar nunca fue una obligación” y por eso quiere cambiar el sistema educativo de Colombia su país natal.

Por MUxED.

A ella la “salvaron” las ganas de cambiar lo que no le gustaba. Hubo una maestra que la impulsó (https://youtu.be/oOHVb9jhIl8 vean su video) ¿Cuántos más pueden aprender de su experiencia y comenzar a transformar la escuela? ¿Cuántas más pueden ser apoyadas también? Este es un esfuerzo colectivo que requiere de todos los apoyos posibles, no solo para convencer a las jóvenes que tiene sentido seguir estudiando, que el derecho a la educación no se quita y pone un día sí y otro no, sino también para convencerlas que el conocimiento abre puertas para transformar lo que no les gusta y que es posible si se lo proponen y lo eligen.

Por ello te invitamos a que te unas a la Campaña #YoTambiénMeQuedo en la Escuela para que contribuyas con tu donativo de 300 pesos, deducible de impuestos, a convencer a las adolescentes y jóvenes. Lo haremos a través del Concurso Actívate por la Educación ¿Qué le pides a la escuela hoy? Tu donativo ayudará a premiar los mejores videos en TikTok. Si crees que vale la pena apoyar este esfuerzo, dale click a esta liga www.bit.ly/33ahm4m queremos encontrar a las adolescentes y jóvenes que estén dispuestas no solo a defender su derecho a la educación, sino a transformar su realidad.

La autora es integrante de la Red MUxED, periodista especializada en política educativa, maestra en periodismo político y comunicación educativa. Es una de las coordinadoras de la campaña #YoTambiénMeQuedo en la Escuela.Tw: @lamalaeducacion

Fuente e imagen: piedepagina

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Ingreso al servicio docente: un shock de realidad.

Por: Rogelio Javier Alonso Ruiz

Cuando el profesor ingresa al servicio profesional, existe la posibilidad de que experimente un “shock de realidad”: un episodio de prolongación indeterminada en el que debe lograr la “asimilación de una realidad compleja que se impone incesante sobre el maestro principiante, día tras día [y] debe dominarse continuamente, especialmente en el primer periodo de enseñanza real” (Veenman, 1984, p. 144). Este momento sacude los cimientos de la formación inicial debido a una realidad difícil de descifrar. Al respecto, Tenti (2005) señala que es frecuente que “el recién graduado sea rico en capital cultural formal y esté más actualizado en las ciencias de la educación; pero es sabido que este conocimiento no alcanza para resolver los problemas cotidianos del oficio” (p. 283).

Aunado a lo anterior, desde algunas perspectivas se advierte que la formación inicial tiene un alejamiento de la práctica en condiciones reales: “los programas de formación docente en América Latina y el Caribe, […] se enfatiza poco en la formación a través de prácticas pedagógicas y que los futuros docentes dedican poco tiempo al trabajo y a la investigación en las escuelas bajo la dirección de maestros de maestros” (Calvo, 2019, p. 13). En el caso mexicano, el recién liquidado plan de estudios 2012 para profesores de educación primaria en las Escuelas Normales establecía periodos graduales de acercamiento a las escuelas, que alternaban observación, ayudantía y práctica de los futuros maestros, en periodos que iban de los 10 días durante el primer semestre hasta 16 semanas durante el octavo. Aún con este valioso componente de la formación docente normalista (vale la pena debatir si es suficiente), el sumergimiento en la realidad laboral implica un esfuerzo considerable.

Entender qué hace el docente y cómo lo hace es mucho más complejo de lo que se pensaría. Al respecto, Emilio Tenti (2013) asevera que “el virtuosismo práctico tiende a predominar sobre el saber codificado” (p. 124), es decir, muchas de las decisiones no se basan “en aplicar tal o cual método o procedimientos formalizados, tal como aparecen en los libros de pedagogía o didáctica” (p. 125). Es a través de la experiencia que el docente descifra la realidad y le encuentra sentido, o incluso niega, la formación teórica que posee. ¿Cuánto durará este periodo de apropiación del virtuosismo práctico? ¿Se corre el riesgo de sucumbir?

Se vislumbra entonces la necesidad de generar procesos orientados de acercamiento a la realidad, que permitan al maestro novato ir adquiriendo paulatinamente los saberes que sólo la práctica le proveerá y que impidan, mediante el respaldo de un colega, derrumbarse ante una realidad aún demasiado desafiante: “sistemas de mentorazgo, que destacan a docentes calificados y de reconocida trayectoria para el acompañamiento de maestros y profesores noveles en sus primeros desempeños laborales” (Terigi, 2021, p. 94).

En México, en la Ley General del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros, se contempla la tutoría como una estrategia de profesionalización, dirigida a los docentes noveles en sus dos primeros años de servicio y proporcionada por otros profesores con al menos tres años de experiencia. Esta función es concebida como un reconocimiento a la labor del maestro-tutor, generando una promoción horizontal temporal. La selección de los tutores se basa en un proceso donde, por medio de evidencias documentales, los aspirantes deben comprobar aspectos como formación académica y continua, trayectoria profesional y movilidad académica, entre otros.

Una primera revisión de los requisitos y elementos a valorar, hacen pensar que el proceso de selección de mentores podría perfeccionarse para garantizar la atracción de “docentes calificados y de reconocida trayectoria” (Terigi, 2021, p. 94). Sin dejar de pensar en las implicaciones operativas que conllevaría, quizá la inclusión de otros instrumentos de valoración, como la entrevista, podrían contribuir a lo anterior. Marcelo (2008) insiste en la necesidad de la formación de mentores, especialmente en “aspectos como el análisis de la enseñanza, comunicación con los principiantes, retroacción constructiva, desarrollo de estrategias de mentorazgo, roles y responsabilidades de mentores, evaluación de la enseñanza, etc.” (p. 34). La afinación del proceso de selección podría redundar en asegurar que el tutor “sea un docente legitimado por sus buenas prácticas de enseñanza y que haya cumplido cierta trayectoria profesional (seis a diez años de experiencia)” (Beca y Boerr, 2021, p. 115).

Es digno de destacar que en México exista un programa de tutoría a docentes noveles, pues, al revisar las políticas de inserción a la docencia en diversos países europeos, en muchos de ellos (Alemania, Bélgica, Finlandia, Irlanda, etc.) este apoyo no es ofrecido, mientras que, a diferencia de México, en que el proceso dura dos años, en la mayoría de estos países la duración no sobrepasa el año (Marcelo, 2008, p. 37).  Programas de este tipo evitan que la inserción a la docencia se rija por la lógica del “aterriza como puedas” (Marcelo, 2008, p. 19).

De acuerdo a lo establecido por la Secretaría de Educación Pública (SEP, 2021), la tutoría, aunque se adapta a las necesidades de los tutorados, aborda contenidos como la incorporación a la comunidad escolar, el currículo, el diseño de estrategias didácticas y la evaluación de los aprendizajes, entre otros. Temas como éstos, si bien revisados en la formación inicial, sin duda adquieren un rostro diferente al trasladarse a la realidad.  Para el desarrollo de las actividades de tutoría se consideran las modalidades en línea y presencial; en esta última, se contemplan ejercicios como la observación del trabajo en el aula y el acompañamiento en la revisión de materiales o planeaciones conjuntas.

Para el fortalecimiento del programa de tutorías convendría establecer vínculos entre la formación inicial y la formación continua (a la cual corresponde esta experiencia). El programa de inserción no debería sustituir ni mucho menos despreciar la formación inicial, ni dejar que pierda su influencia, al contrario, debería aprovecharla. En ese sentido resulta interesante lo que se hace en Inglaterra:  las instituciones formadoras de maestros emiten, por cada egresado, un documento en el que destacan las áreas de mayor fortaleza del nuevo maestro, así como las cuatro que requerirían mejorar en el primer año de enseñanza (Marcelo, 2008, p. 57). Involucrar, con acciones como la referida, a las Escuelas Normales y a otras instituciones formadoras de docentes sin duda haría menos espinosa la transición al servicio docente.

Desde luego que sería deseable que la tutoría se extendiera a otros procesos, tales como la promoción a puestos directivos o de supervisión y que incluso se instaurara en la cultura escolar, a través de los Consejos Técnicos Escolares. Podría fortalecerse, como ya se ha dicho, si se vincula con instituciones de educación superior especializadas en la formación docente (sin que esto implique el alejamiento del escenario real de enseñanza) o incluso si se da continuidad al proceso formativo inicial del docente. Sin duda un profesor inmerso cotidianamente en la práctica es una figura adecuada para la tutoría, pero debe asegurarse su formación para esta tarea, así como la precisión de los procesos de selección.  La tutoría a maestros debutantes, proceso que abre los muros del aula, propicia el diálogo entre colegas y genera aprendizaje entre pares, es motivo de regocijo ante una tradición que hace de la docencia un ejercicio mayormente silencioso y en solitario.

 *Rogelio Javier Alonso Ruiz. Profesor colimense. Director de educación primaria (Esc. Prim. Adolfo López Mateos T.M.) y docente de educación superior (Instituto Superior de Educación Normal del Estado de Colima). Licenciado en Educación Primaria y Maestro en Pedagogía. 

Twitter: @proferoger85

REFERENCIAS

Beca, C. y Boer, I. (2021). El proceso de inserción a la docencia. En C. Vélez y D. Vaillant (coord.), Aprendizaje y desarrollo profesional docente (89-98). OEI-Santillana.

Calvo, G. (2019). Políticas del sector docente en los sistemas educativos de América Latina. Buenos Aires: UNESCO.

Marcelo, C. (2008). “Políticas de inserción a la docencia”: de eslabón perdido a puente para el desarrollo profesional docente. En C. Marcelo (coord..), El profesorado principiante. Inserción a la docencia. Octaedro.

SEP. (2021). Disposiciones para normar las funciones de tutoría y el proceso de selección del personal docente y técnico docente que se desempeñará como tutor en la educación básica. México: autor.

Tenti, E. (2005). La condición docente: análisis comparado de la Argentina, Brasil, Perú y Uruguay. Buenos Aires: Siglo XXI.

Tenti, E. (2013). Riqueza del oficio docente y miseria de su evaluación. En M. Poggi (coord.), Políticas docentes. Formación, trabajo y desarrollo profesional. UNESCO.

Terigi, F. (2021). Carrera docente y políticas de desarrollo profesional. En C. Vélez y D. Vaillant (coord.), Aprendizaje y desarrollo profesional docente (89-98). OEI-Santillana.

Veenman, S. Perceived problemas of beginning teachers: Review of Educational Research Summer, LIV (2), pp. 143-178. Disponible en: http://citeseerx.ist.psu.edu/viewdoc/download?doi=10.1.1.834.9292&rep=rep1&type=pdf

Fuente e Imagen: http://proferogelio.blogspot.com/2021/04/ingreso-al-servicio-docente-un-shock-de.html

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La carrera por el regreso a clases presenciales y la ausencia de la Secretaria

Por: Abelardo Carro Nava

En los últimos días, a través de distintos medios de comunicación hemos visto, leído y escuchado, que varias entidades de las República Mexicana han anunciado la reapertura de los planteles escolares pues, a decir de las autoridades educativas y sanitarias, la inoculación del magisterio va viento en popa, como si éste fuera el único indicador que permitiera abrir las escuelas que conforman el amplio Sistema Educativo Nacional (SEN) de manera segura para todos los actores involucrados.

En Tamaulipas, Veracruz, Coahuila, Nayarit y Chipas, los trabajadores de la educación ya han pasado por este proceso; en esta semana (del 28 al 4 de mayo) se espera que vacunen al magisterio de Baja California, Oaxaca, Nuevo León, Jalisco y Aguascalientes; del 5 al 11 de mayo, se tiene contemplado inmunizar a los trabajadores de Guanajuato, Colima, Morelos, Michoacán, San Luis Potosí, Durango, Sonora y Guerrero; del 12 al 18 de mayo, al personal que labora en Sinaloa, Zacatecas, Estado de México, Hidalgo, Tabasco y Tlaxcala; y del 19 al 28 de mayo, los de Querétaro, Quintana Roo, Puebla, Yucatán, Ciudad de México, Baja California Sur y Chihuahua.

Como es obvio, Campeche no aparece en esta relación porque, como bien sabemos, en esta entidad ya fueron inoculados cientos de trabajadores y, el 19 de abril, retornaron a las aulas 5000 alumnos y 200 maestros en 137 escuelas primarias en localidades de baja densidad poblacional, suceso que, indiscutiblemente, fue noticia a nivel nacional puesto que fueron los primeros que retornaron a las escuelas después de un año en que éstas permanecieron cerradas. Sí, las fotos circularon a raudales; sí, los medios de comunicación dieron amplia cobertura a tal hecho; sí, las autoridades educativas y sanitarias celebraron este regreso.

No obstante, lo anterior, conforme los días pasaron se fueron dando otra serie de incidencias que, curiosamente, muy pocos medios difundieron o reportaron, por ejemplo: a) el que no todos los padres de familia que conformaron los comités tuvieron la disponibilidad para apoyar en los filtros de ingreso a las escuelas dado que éstos tienen que permanecer todo el día en la institución educativa y, por tal motivo, dejan de atender otras ocupaciones propias de su quehacer cotidiano; b) el que los padres de familia optaron por no mandar a sus hijos a los centros educativos puesto que, al tener tres o cuatro inscritos en distintos grados, les ocupa demasiado tiempo el llevar a uno e ir por él, regresar con otro y recogerlo más tarde, trasladar a otro y luego regresar por él, debido a los horarios en los que los pequeños tendrían que presentarse dada la organización establecida para su asistencia (4 alumnos por aula); c) el estrés que causa, a los niños y niñas, el uso de caretas y cubrebocas por las altas temperaturas que prevalecen en la zona y por lo que en algún momento desean quitárselos; d) el que no haya luz eléctrica en todas las instituciones; d) el que se carezca de agua; e) el que las autoridades educativas hayan suministrado insumos para limpieza y desinfección, pero de manera limitada, a través de kits de limpieza consistentes en 4 litros de cloro, tres de ácido muriático, dos de jabón líquido, entre otros, material que les fue notificado al personal directivo, tendrían que durar hasta finales de junio.

¿Qué ha pasado en los otros estados en los que el magisterio ya ha sido vacunado?

Chiapas tiene contemplado para la segunda quincena del mes de mayo el regreso a clases presenciales de manera escalonada, mediante un programa piloto que considera un sistema híbrido, es decir, que las clases serán presenciales y a distancia (AquíNoticias, 2021).

Tamaulipas, con un plan piloto que incluye a 50 escuelas del medio rural, podrían iniciar clases presenciales, pero las autoridades educativas no han dado a conocer una fecha exacta hasta que no se observe el desarrollo de las actividades escolares y sanitarias en esas instituciones educativas piloto (García, 2021).

En Veracruz, hace unos días, el gobierno del estado dio a conocer, que si el semáforo epidemiológico continua en verde, podría ser posible el regreso a clases en el mes de mayo, de manera escalonada, sin embargo, el mismo gobernador reconoció en conferencia de prensa, que no han definido como se dará dicho regreso a las aulas (Heraldo de México, 2021).

En Coahuila se ha informado, que en próximos días se definiría cuáles serían las escuelas, qué grados y cuántas por región se contemplarían en un programa piloto de retorno físico a las aulas de las instituciones educativas, mismas que podrían ser 39, pero hasta el momento no se han confirmado puesto que aún se encuentran en diálogos con las representaciones sindicales de los trabajadores de la educación y revisando la infraestructura educativa de los planteles (Sánchez, 2021).

Y, finalmente, en Nayarit, recientemente el Secretario de Salud de esa entidad, declaró que aún no tienen una fecha para el regreso a clases, argumentando que la Organización Mundial de la Salud recomienda contar con un equipo de dióxido de carbono que permita detectar que no se rebase el nivel de partículas por millón de personas, con la idea de que no se exponga a la población a una posible saturación pues, al existir mayor cantidad de éstas, se corre el riego de incrementar los contagios, por tanto, no se vislumbra un regreso a las aulas de manera inmediata (Studio 21, 2021).

Eventos que, si usted gusta, forman parte de todo un proceso que evidencia la complejidad de un tema que, aunque desde la cúpula secretarial y presidencial parecieran verse simples, la verdad de las cosas es que no lo son; y si a esto le sumamos la creciente preocupación en cuanto a los resultados de los estudios que indican que los niños y jóvenes también se contagian manifestándose a través del Síndrome Inflamatorio Multisistémico Pediátrico, un efecto del COVID-19 (Roldán, 2021), así como también, a la efectividad de la vacuna Cansino que ha sido aplicada al magisterio que indica que aun cuando se haya inmunizado al personal es posible que se contagie, la situación se agrava un poco más.

En sentido estricto, la carrera para el regreso a clases presenciales que ciertas autoridades educativas y sanitarias han buscado emprender, desde su inicio, tiene serias desventajas, por un lado, tenemos a un virus (con sus respectivas mutaciones) y, por el otro, un SEN que, desde hace mucho tiempo, ha evidenciado no contar con la infraestructura educativa ni con los recursos para atender una situación como la que estamos viviendo. Un gel antibacterial, un tapete sanitizante, un par de litros de cloro, entre otros insumos, aunque disminuyen el riesgo de contagio en una escuela, no debe olvidarse que los aerosoles son la principal vía por la cual se puede contagiar el COVID-19.

Ahora bien, en esta carrera, alguien ha estado ausente; me refiero a la Secretaria de Educación, Delfina Gómez porque, si bien es cierto que se le ha visto en algunas entidades verificando el proceso de organización para la vacunación del magisterio, se le ha olvidado que su función va más allá de lo que este proceso implica. De hecho, el pasado 22 de abril, la titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), tenía contemplado reunirse con los Gobernadores que integran la Conferencia Nacional de Gobernadores (CONAGO), pero no lo hizo, argumentando que tenía problemas con el internet; el tema a tratar estaba relacionado con el regreso a clases pero, desafortunadamente, no se efectuó dicha reunión, y bueno, si a esto le sumamos que hasta la fecha no ha presentado un plan estratégico para la recuperación de los aprendizajes de los estudiantes, ni se han dado datos oficiales sobre el abandono escolar derivado de la pandemia, ni ha presentado un esquema completo de capacitación al magisterio relacionado con el posible regreso a clases presenciales, así como el posible inicio del ciclo escolar 2021-2022 que está más cerca que nunca, la verdad de las cosas es que ésta es una carrera perdida.

En suma: los estados vienen tomando sus decisiones con relación a este tema; la federación hace lo propio anhelando cumplir con este reto sin estar preparada para ello; los profesores, padres de familia y los alumnos, observan cómo se desarrolla este proceso sin que predomine la razón y triunfe el momento electorero que estamos viviendo.

El trabajo a distancia continua; el abandono escolar sigue; los aprendizajes formales, informales y no formales ahí están; pero, en la SEP, la silla sigue vacía.

Con negritas:

Agradezco el valioso tiempo que me brindaron diversos maestros y maestras que consulté vía telefónica, ya sea a través de una llamada o por mensaje vía WhatsApp, para que pudiera cruzar la información de las entidades que comparto en este artículo. Muchas gracias por su tiempo, disposición y colaboración.

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Referencias:

Roldán, N. (2021). En tres meses, 145 niños tuvieron afectaciones graves tras COVID; pediatras piden vigilar síntomas. Animal Político. Recuperado de: https://www.animalpolitico.com/2021/04/ninos-afectaciones-graves-covid-pediatras/

Redacción Animal Político. (2021). Este es el calendario para vacunar a maestros; 5 estados podrían reiniciar clases presenciales el 15 de mayo. Animal Político. Recuperado de: https://www.animalpolitico.com/2021/04/calendario-plan-vacunacion-maestros-covid-clases/

Redacción Aquínoticias. (2021). Regreso a clases en Chiapas será escalonado. Aquínoticias. Recuperado de: https://aquinoticias.mx/regreso-a-clases-sera-escalonado-en-chiapas/#:~:text=El%20regreso%20a%20clases%20en,estado%2C%20Rosa%20Aid%C3%A9%20Dom%C3%ADnguez%20Ochoa.

Redacción Expansión Política. (2021). Campeche regresó a clases presenciales en 137 planteles. Expansión Política. Recuperado de: https://politica.expansion.mx/estados/2021/04/19/campeche-regreso-a-clases-presenciales-137-planteles

Redacción El Heraldo de México. (2021). Regreso a clases en Tamaulipas inicia con 50 escuelas. El Heraldo de México. Recuperado de: https://heraldodemexico.com.mx/nacional/2021/4/20/regreso-clases-en-tamaulipas-inicia-con-50-escuelas-286366.html

Redacción El Heraldo de México. (2021). Regreso a clases SEP: Veracruz ya tiene fecha para volver a los salones, será en mayo. El Heraldo de México. Recuperado de: https://heraldodemexico.com.mx/nacional/2021/4/22/regreso-clases-sep-veracruz-ya-tiene-fecha-para-volver-los-salones-sera-en-mayo-287409.html

Sánchez, E. (2021). Próxima semana se definirán las escuelas para plan de regreso a clases presenciales en Coahuila. Milenio. Recuperado de: https://www.milenio.com/estados/coahuila-proxima-semana-definen-escuelas-clases-presenciales

Studio21. (2021). Regreso a clases presenciales funcionaría mejor en… Studio21. Recuperado de: https://www.facebook.com/studio21nayarit/videos/476155993697541

Fuente: https://profelandia.com/la-carrera-por-el-regreso-a-clases-presenciales-y-la-ausencia-de-la-secretaria/

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