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Las cuotas escolares: entre la gratuidad y la obligatoriedad

06 de septiembre de 2017 / Fuente: http://www.educacionfutura.org

Por: Abelardo Carro Nava

En días pasados, tuve la oportunidad de compartir algunas experiencias educativas con maestros y maestras del nivel básico de enseñanza de la entidad tlaxcalteca. En todos estos momentos, pude recoger sus inquietudes, angustias, expectativas, enseñanzas y aprendizajes. Sin duda, este tipo de acercamientos, me han permitido comprender un poquito más, lo que los docentes viven a diario en sus salones de clase y en sus escuelas. No obstante, un tema que salió a relucir, fue el de las cuotas escolares.

Tema harto polémico que ha causado molestia e indignación a los padres de familia; incertidumbre a los directivos escolares; inseguridad a los profesores de los alumnos; y, escasa claridad a las autoridades educativas en cuanto a la aplicación de una ley que, por más que se diga lo contrario, es ambigua. Me explico.

Un director, en un pequeño receso que tuvimos – dado el curso que estaba impartiendo –, me compartió alguna información relacionada con este tema. En sus palabras, pude percibir esa incertidumbre y desazón que refiero. Pues bien, se trato una de las experiencias “amargas” que había tenido, y que se suscitó en alguna de las escuelas en las que había desempeñado el mismo cargo. Me dijo: mire maestro, el tema es difícil de comprender porque las mismas leyes no son claras. Me pasó que en una escuela en la que laboré hace poco tiempo, la presidenta del comité de padres de familia, cuando concluyó el ciclo escolar, no rindió su informe; es más, su hijo egresó del sexto año y, por lo que pude saber por los otros padres de familia, la señora se regresó a su ciudad natal, llevándose una cantidad que oscilaba entre los 170 mil o 180 mil pesos. Como es lógico, acudí a las instancias legales para levantar la denuncia correspondiente, y la respuesta que obtuve fue irrisoria, porque me dijeron que al ser ésta una aportación voluntaria por parte de los padres de familia, mi denuncia no podía ser querella, dado que no había delito que perseguir. Después de esta respuesta, y de obtener una respuesta similar en la Secretaría de Educación Pública (SEP), la verdad de las cosas es que poco se puede hacer al respecto. Los directivos y maestros quedamos como los malos del cuento, y la señora… bien gracias.

Palabras más, palabras menos. Fue el comentario que le escuché al maestro, y a quien le agradezco el que me haya dado la oportunidad de compartirlo con usted, mi apreciable lector.

Como podemos darnos cuenta. Éste, es uno de tantos casos que no sólo se presentan en mi querido estado de Tlaxcala sino en toda la República Mexicana. La idea y el conocimiento que tengo en la materia, me han permitido precisamente, compartir algunas reflexiones en torno a un tema, insisto, polémico. Y es que mire usted, como seguramente habrá podido observar, cada año, cada que inicia un nuevo ciclo escolar, la SEP difunde a los cuatro vientos, que la educación que imparte el Estado es gratuita. Gratuita en el entendido de que sus usuarios, no tienen por qué pagar el servicio que el mismo Estado brinda a sus habitantes. Sin embargo, dadas las modificaciones legales y circunstancias sociales, políticas y económicas por las que atravesamos y atraviesa el país, la ley como tal, se ha visto modificada en más de una ocasión.

La gratuidad sigue manteniendo ese principio: ningún mexicano tendría que pagar por un servicio, como el educativo, siempre y cuando éste sea público o bien, que el mismo mexicano quiera pagarlo. Lo malo del asunto es que, como sabemos, toda norma es sujeta a interpretación, y ciertas costumbres, llegan a convertirse en norma y, como tales, se asumen en cada una de las escuelas públicas que conforman el Sistema Educativo Mexicano (SEM). De ahí que pueda entenderse la “obligatoriedad” de las cuotas escolares en cada una de esas escuelas; de ahí que puedan entenderse, las múltiples problemáticas que de este hecho se desprenden.

Si una cuota escolar es voluntaria, ¿por qué se fija una cantidad que deben cubrir los padres de familia para que sus hijos sean inscritos? Se dice que ese recurso debe destinarse para infraestructura y/o mantenimiento del edificio público, entonces, ¿cuál es el papel del estado con relación a este rubro? Se afirma que debe haber y hay transparencia en el uso de los recursos que ingresan por cuotas escolares, ¿qué ley, norma o reglamento, asegura esa transparencia económica?

Tengo claro que como mexicano, ciudadano y padre de familia, tengo que asumir un compromiso con la educación de mis hijos, de mi estado y de mi país, pero ¿cuándo asumirá el mismo compromiso la SEP y el Estado Mexicano?

Señores diputados, pero esos buenos diputados, no aquellos que afirman que las cuotas escolares son necesarias pero no obligatorias, les invito a legislar sobre este asunto. Cierto, hace falta crear más leyes que permitan transparentar el uso de los recursos, pero también, de hacer valer su condición para que las Secretarías de Educación en los estados, hagan su trabajo, pero su trabajo en serio. Señores Secretarios o Secretarias de Educación, hace falta que se tomen un momentito de su tiempo para que recorran las escuelas y platiquen con los directivos y maestros a fin de que conozcan las problemáticas que este tema encierra. Conocer las realidades que enfrentan estos actores educativos, les permitirá tomar las decisiones más idóneas para que dicho problema se atienda desde el ámbito de su competencia, y no suceda lo que hasta el momento sucede: el que se laven las manos y digan, ese asunto no es mío y por ello, yo no le entro.

En fin, como siempre digo, tiempo al tiempo.

Fuente artículo: http://www.educacionfutura.org/las-cuotas-escolares-entre-la-gratuidad-y-la-obligatoriedad/

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México: Opera reforma educativa con cifras infladas en Oaxaca

México – Oaxaca / 3 de septiembre de 2017 / Autor: Sayra Cruz / Fuente: El Imparcial

De realizarse un muestreo directo con los docentes ni el 10% ha presentado la evaluación, dice pedagogo

 Para el licencia en Pedagogía, David Rubén López Vera, la reforma educativa se está aplicando en Oaxaca con cifras bastante infladas, pues de realizarse un muestreo directo con los docentes ni el 10% ha presentado la evaluación, aunque las cifras oficiales digan lo contrario.

A un año del término de la administración del presidente Enrique Peña Nieto, consideró que se quedará para la nueva administración, sin embargo, observó la continuidad de la resistencia en estados como Oaxaca y Chiapas.

Añadió que sería muy difícil que se implemente la reforma ya que aunque la publicidad de la Secretaría de Educación Pública (SEP) lo diga, le es imposible creer que más del 90% de profesores han sido evaluados.

«Las leyes y normas que se promulgaron al efecto, no han sido aplicadas; estamos ante el escenario de «acátese pero no se cumpla», afirmó.

Quien ha impartido y recibido numerosos cursos en los campos de educación forma, educación especial, entre otros, ubicó al gran problema de la educación en México como multifactorial, que se ahonda porque los secretarios de Educación Pública han sido personas improvisadas, cuyo único conocimiento de la educación fueron sus años escolares.

«Hasta el momento, no hay ningún aporte didáctico y pedagógico digno de tomarse en cuenta. Se ha reducido a una evaluación memorística y estandarizada, que no refleja el desempeño docente en el aula y además se presenta como algo nuevo, ignorando que durante muchos años, los docentes presentaban evaluaciones anuales», abundó.

Para el académico se puede estar de acuerdo o no con las acciones de la Sección 22 del magisterio oaxaqueño, sin embargo, les da la razón al sostener que la reforma impulsada por la federación es laboral no educativa que pone como responsables de la mala enseñanza a los docentes.

Ubicó como debilidades y omisiones que no precisa respecto a la educación básica que comprende los niveles de preescolar, primaria y secundaria y hasta el momento se sigue trabajando con la reforma del 2011.

Para su aplicabilidad en Oaxaca, el catedrático de más de tres escuelas particulares, espera que surjan los planes y programas de estudio y que realmente respondan a las necesidades educativas de nuestro estado.

David Rubén López Vera externó que aunque la reforma menciona como parte fundamental la inclusión de los padres de familia, ésta ha sido una práctica constante y que se encuentra regulada por el Reglamento de Asociaciones de Padres de Familia, expedido en 1980 por José López Portillo.

«En cuanto a ser actores principales de la enseñanza, me parece que si nos referimos al ámbito escolar, no todos los padres de familia cuentan con las posibilidades de insertarse en los procesos de aprendizaje escolar y las causas son muchas: trabajo, tiempo, desinterés e incluso analfabetismo», mencionó.

También, la inclusión y promoción de la lengua inglés es un desacierto de la autoridad federal.

Fuente de la Noticia:

Opera reforma educativa con cifras infladas en Oaxaca

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Hagamos de la transformación educativa un proyecto social.

Por: Mexicanos Primero.

El ciclo escolar 2017-2018 es significativo para México. Se pone a prueba el modelo educativo, y los agentes relevantes debemos asumir como principal reto que la educación es un proyecto social, que es anterior y superior a un proyecto de gobierno. Son injustos y dañinos los planteamientos fatalistas o triunfalistas, la idea de que el cambio a la constitución y las leyes tiene la caducidad de un gobierno, o vive sólo al fluctuante ritmo de su prestigio o su desprestigio.

El error más grande que podemos cometer en estas semanas y meses, sería no considerar el compromiso y las capacidades que se deben desarrollar en los agentes educativos y sociales, para que sean de verdad agentes de cambio.

¿Quiénes son los agentes que deben implementar en la realidad, en la práctica, la formación docente adecuada, la asistencia técnica a la escuela, la realización del “informe de actividades y rendición de cuentas” que en todo plantel del país debe realizarse, según lo marca el artículo 14 de la Ley General de Educación? Son los equipos estatales. Son los funcionarios intermedios de la Secretaría de Educación Pública (SEP). Son los maestros formadores de docentes. Son los supervisores. Son las familias y estudiantes. Son los miembros en los consejos de participación. Son los directores de las escuelas.

No podemos olvidar –sentados con miopía en el mirador de la Ciudad de México- que son los 31 estados quienes administran las escuelas y son los formadores y empleadores de los maestros. La Federación no es suficiente para resguardar el derecho de los niños.

No hay reforma sin reformadores. La implementación de la política pública implica actitudes que no se pueden obviar: un cumplimiento de atribuciones y responsabilidades que no sea selectiva, la voluntad de ir más allá del mínimo indispensable. Se necesitan también capacidades. No alcanza con buenos deseos, no basta con muchos ideales.

Se necesita contar también con información relevante, habilidades técnicas y oportunidades de ejercitarlas, recursos materiales distribuidos según la equidad, un marco regulatorio adecuado también en lo micro, en lo local; contar, sobre todo, con espacios de participación y vías de comunicación con las autoridades y una intensa interacción con las realidades del terreno: con la experiencia de los maestros, de las familias y de los alumnos mismos, sus quejas y propuestas cotidianas, y no sólo sus discursos en eventos.

La fase de implementación de muchas políticas educativas será crucial en este ciclo escolar. Como país federal, nos tiene que salir bien en este año 2017-2018 una serie de procesos que no son de las autoridades, sino que tiene realidad en los estados y las supervisiones y las escuelas.

Lo que hace arraigarse a una transformación educativa, lo que la afianza, es que se desarrollen las capacidades y el compromiso para que cumpla exitosamente esta fase. Respondiendo a las propuestas y exigencias de los propios agentes educativos, de la academia y las organizaciones de sociedad civil, el ejecutivo y el legislativo federales dieron un gran paso con reformas a la Constitución y las leyes. Lo que siguió, lo que sigue y seguirá prospera en la medida en que no sea el proyecto de una administración, sino sólo en la medida en que se sepa y se sienta que es un proyecto social, un proyecto de todos.

Hacemos un llamado a que todos nosotros, los distintos agentes, no dejemos para después y para otros lo que sí podemos hacer, a no esperar las soluciones desde arriba y desde afuera, sino a construirlas desde abajo y desde adentro.

Al gobierno federal pedimos que se concentre en sus tareas de coordinación, en el debido respeto a la dinámica del federalismo, y en el cuidado para realizar sus tareas de diseño de las piezas de política pública con la consulta oportuna a los estados y con una ejecución pulcra en lo técnico y lo financiero. A los estados les pedimos asumir su responsabilidad y atribuciones. A la sociedad civil a no claudicar, a no dejarse acallar o intimidar, a reiterar la exigencia ante lo omitido o simulado.

Nuestra visión es de esperanza razonada: ni triunfalismo ni fatalismo. Nuestra visión es social; nada, y menos la educación, es un proyecto que dependa de un solo hombre o mujer. Ni hay, ni esperamos un supermán para salvarnos; no lo ha habido nunca en educación.

Hay mucho avanzado, y hay que multiplicar las ocasiones de hacerlo ver, de hacerlo tangible. Gobiernos de todos los partidos han dado pasos fundamentales. Los maestros tienen otra expectativa sobre sí mismos. Hay directores jóvenes, por primera vez. Se está restaurando la alianza entre maestros y familias. Sí valió la pena. Sí vale la pena. Vamos por más.

Fuente: http://www.elfinanciero.com.mx/opinion/hagamos-de-la-transformacion-educativa-un-proyecto-social.html

Imagen: http://www.elfinanciero.com.mx/files/article_main/uploads/2017/08/24/599e6e6a4c0b6.jpg

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El Nuevo Modelo Educativo en México ¿una revolución educativa?

México / 27 de agosto de 2017 / Autor: José Antonio Cabello Gil / Fuente: e-consulta

Sus ejes no son nuevos. Hace un siglo John Dewey y William H. Kilpatrik lo plantearon

Recientemente la Secretaría de Educación Pública lanzó el Nuevo Modelo Educativo (NME). Lo ha hecho con bombo y platillo, destinando una gran cantidad de recursos, tanto para su elaboración como para su divulgación. Quiero pensar que también para su implementación y evaluación.

Muchas cosas pueden decirse de este NME. Un primer punto tiene que ver con el hecho de que las ideas fuerza (aprendizajes clave, aprender a aprender, localismo, crítica a la memorización, habilidades socioemocionales, entre otras) que están contenidas en el modelo no son nuevas. Si bien son presentadas como un novedoso hito en el sistema educativo nacional, como “una auténtica revolución en la educación” (Secretaría de Educación Pública, 2017, pág. 7), hay que decir que esto dista mucho de ser así. En efecto, las ideas fuerza contenidas en el NME tiene al menos un siglo de haberse presentado, tanto en el ámbito de las ideas como en el de la política pública, por lo que en lo absoluto se puede hablar de originalidad.

Ya en las primeras décadas del siglo pasado, Dewey y Kilpatrick plantearon los mismos temas que traza el NME. Sus ideas, por ejemplo, respecto a la centralidad que debe tener el estudiante versus el contenido académico fueron presentadas en 1902 y constituyeron fuerte influencia en la política educativa del momento. Igualmente Dewey es identificado como fundador y promotor de la filosofía del pragmatismo, que identifica la verdad con lo útil y privilegia la experiencia y la práctica, por encima del conocimiento teórico.

William Heart Kilpatrick, discípulo de Dewey, fue quien llevó a sus últimas consecuencias los planteamientos de su maestro, haciéndolo a través de promover el Método por Proyectos. En 1925, Kilpatrick afirmaba que había que privilegiar el método y los aspectos formales del aprendizaje, más que los contenidos, ya que estos cambian rápidamente (¡dicho en 1925!). Son estas ideas de Kilpatrick, inspiradas en Dewey, las mismas que se plantean en el NME.

Estos planteamientos constituyen antecedente y fundamento de muchas de las teorías educativas que inspiraron la política educativa de muchos países en el mundo durante el siglo XX. Nos referimos, por ejemplo, a planteamientos como el de la educación por competencias, el aprendizaje colaborativo, la educación por proyectos, aprendizaje por descubrimiento, constructivismo, estilos de aprendizaje, inteligencias múltiples, entre otros.

Así como las ideas no son nuevas, tampoco lo son las críticas que han generado. Ya en 1935 podemos encontrar en José Vasconcelos una fuerte crítica a este tipo de planteamientos. En su obra De Robinson a Odiseo (Vasconcelos, 2009), el primer Secretario de Educación Pública del México postrevolucionario, hace una fuerte crítica a los planteamientos de Dewey, a la educación por proyectos, a la crítica que se hace desde entonces al uso de la memoria, el implícito desprecio por el libro, la primacía de lo práctico sobre lo teórico, a la supuesta conveniencia de propiciar que el alumno descubra y construya conocimiento, entre otros temas que se pueden identificar claramente en el NME.

Vasconcelos afirma que cuando se pregona la necesidad de un desarrollo integral y armónico de las distintas facultades del niño, ¿no parece, por ejemplo, absurdo que en el taller se le adiestre para el trabajo, lo que le asegura una serie de reflejos encaminados al empleo útil de su cuerpo, pero, en cambio, al proscribirse los ejercicios de retención por la memoria de trozos literarios o poéticos se le priva de la aptitud para la técnica espiritual, única que puede facilitarle el aprovechamiento de la cultura que interesa al espíritu? (Vasconcelos, 2009, pág. 23)

E insiste: ¿Por qué, entre tanto experimento no se hace el de poner al niño, luego de aprender las primeras letras, en contacto con las obras de Platón o de Homero y Esquilo, del Dante o de Calderón y Shakespeare? (Vasconcelos, 2009, pág. 24)

Igualmente en 2008, en el gobierno de Felipe Calderón, se hacía referencia al concepto de competencias en diversos documentos, entre ellos el Acuerdo 444 por el que se establecen las competencias que constituyen el marco curricular común del Sistema Nacional de Bachillerato. Ahí se definen a las competencias genéricas como aquellas que “…les permiten comprender el mundo e influir en él; les capacitan para continuar aprendiendo de forma autónoma a lo largo de sus vidas, y para desarrollar relaciones armónicas con quienes les rodean.” (Secretaría de Educación Pública, 2008, pág. 2) Entre esto propuesto hace casi 10 años y lo que propone el NME no hay mayor diferencia.

Sobre la supuesta originalidad de los conceptos que encontramos en el NME, puede verse también que ya en 1989, en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, se planteaba en el Plan de Modernización Educativa la idea de privilegiar el “aprender a aprender”, o la idea de “articular niveles educativos”, la “equidad”, entre otros puntos que vemos en la presente propuesta de la SEP. Por ello, insistimos: no hay planteamiento novedoso ni original en el NME que el actual gobierno federal nos propone.

Recientemente un destacado investigador educativo de la UNAM, Ángel Díaz Barriga, analizaba el NME y justamente afirmaba varias cosas respecto a esto: que la propuesta de la SEP no es novedosa, que constituye más bien un “replanteamiento” o “reiteración” de ideas previas, que es un exceso hablar del NME como una “revolución educativa”, así como que más bien representa un “planteamiento forzoso”. (Díaz Barriga, 2017)

Por otro lado hay que decir que el planteamiento de la SEP en el que compara la educación antes y después del NME, establece una contraposición que no tiene una lógica clara. En efecto, no guarda paridad ni relación el oponer la rigidez y verticalidad del sistema educativo al concepto de calidad. Hacerlo implicaría afirmar que cuando en su momento se promovieron sistemas “rígidos”, estos eran de mala calidad por el solo hecho de ser rígidos. Es decir, implicaría afirmar que todos los sistemas rígidos son en sí mismos de mala calidad por ese hecho específico. En otras palabras, tendríamos que concluir que toda la educación ofrecida por el Estado previo a esta reforma era mala por rígida. Tal afirmación implica una enorme inexactitud, así como una tremenda injusticia.

Muchas cosas más se pueden decir del NME, particularmente las relativas al planteamiento curricular que contiene y que pareciera no ser precisamente el más conveniente para el país. Pero de eso, hablaremos en otro momento.

Bibliografía

Díaz Barriga, Á. (julio de 2017). Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación. UNAM.(UNAM, Ed.) Recuperado el 24 de julio de 2017, de https://www.youtube.com/watch?v=lOoIxjjvqNw

Vasconcelos, J. (2009). De Robinson a Odiseo. México, D. F.: Trillas.

Fuente del Artículo:

http://www.e-consulta.com/opinion/2017-08-18/el-nuevo-modelo-educativo-en-mexico-una-revolucion-educativa

Fuente de la Imagen:

https://www.google.com.mx/search?tbs=sbi:AMhZZitLkamBcGcv2yJvvrfY5ImTiQeZg3UhdLZP45WOyV2YDt_1WENdTd5JuJOqkM8t6YZ2u5nhAvG6xHJSSiZbpG4htsUFSOVHo2WZfSGGJwuL-w22pP407J7hTuwmC6unqTcyKxm51M5ry0hS8xAXxw91O9i06AdJb16cdjIOd3-kcv6qMpN2XoGjYrdS9-f4SpuLQfsRudIl79E4ubxOqT21TBwG0xCGKg21nZHxiZn5GkGeTlIT6YSF8Vz_19jTE0l_10kHos40m-PjNy3P_1yA4wqLuVlEKTi1glM0qPUud_1WZbhfsZTF7yVygLfeh2VsTF6XW4gaJZgXZQgGEpvrs2kEr6EBb9g&bih=869&biw=1280&ved=0ahUKEwjtj_6V1u7VAhVBYiYKHXFNACQQiBwICQ

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México: Uno de cada 10 mexicanos de 3 a 17 años no va a la escuela

México / 27 de agosto de 2017 / Autor: Dulce Olvera / Fuente: SinEmbargo

Ciudad de México, 20 de agosto (SinEmbargo).– El ciclo escolar 2017-2018 comienza este lunes con el regreso de 26 millones de alumnos de educación básica a clases. Será, en palabras del Secretario de Educación, Aurelio Nuño Mayer, el de la “consolidación de la Reforma Educativa” –a la que se ha opuesto la coordinadora de profesores–, ya que se pondrán en marcha los programas piloto del Nuevo Modelo Educativo presentado en marzo; se capacitará a los maestros de manera gratuita, y se elaborarán los nuevos libros de texto.

El sistema educativo de México está conformado por 35 millones de niños en preescolar y primaria, y jóvenes en la secundaria y preparatoria.

Sin embargo, uno de cada 10 niñas, niños y adolescentes de tres a 17 años no asiste a la escuela, lo cual aumenta su vulnerabilidad a la marginación, revela la Encuesta Intercensal 2015 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) publicada en abril.

Además, la calidad de infraestructura de las aulas es distinta, así como la situación socioeconómica y geográfica de cada uno de esos estudiantes de preescolar, primaria y secundaria.

Esta condición, sobre todo en Oaxaca, Chiapas y Guerrero, no tiende a cambiar en la época adulta, ha detectado la Organización de las Naciones Unidad (ONU) en el caso mexicano. A pesar de que la tasa de desempleo es de 4 por ciento, los menores de edad se enfrentan en su época adulta ante un mercado laboral precario que dificulta la movilidad a mejores oportunidades.

“Existen factores sociales, económicos y geográficos que influyen en el real ejercicio del derecho a la educación, sobre todo para la población que sufre pobreza y marginación, quienes presentan mayor riesgo de abandono escolar”, ha determinado el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) en su informe “Niños y niñas fuera de la escuela”.

El Inegi informa que la población de tres a 17 años, que está en edad escolar, asciende a 33 millones 064 mil 767 personas. No obstante, el 49.3 por ciento de los menores entre 3 a 5 años no va a la escuela, y el 36 por ciento de jóvenes entre 12 y 17 años tampoco tiene acceso a este derecho constitucional.

Del total de adolescentes de 15 a 17 años que dejaron la escuela, solo 56 por ciento completó la secundaria, el 41 por ciento no concluyó sus estudios básicos y el 2.8 por ciento no terminó ningún año escolar.

En México, reporta la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el 26 por ciento de los estudiantes mexicanos declaró haber faltado un día o más a la escuela en las dos semanas previas.

“Los estudiantes que llegan tarde o se ausentan de la escuela pierden oportunidades de aprendizaje. En la mayoría de los países participantes en [la prueba] PISA, incluido México, ausentarse un día completo de escuela es más común en escuelas con una desventaja socioeconómica que en escuelas aventajadas”, expuso la organización.

La Ley General de Educación en México establece que el Estado está obligado a prestar servicios educativos de calidad que garanticen el máximo logro de aprendizaje para que toda la población pueda cursar la educación preescolar, primaria, secundaria y media superior. La Secretaría de Educación Pública (SEP) ha reportado que alcanza una cobertura de 96.6 por ciento para el grupo poblacional de entre tres y 14 años, por lo que 3.4 por ciento no es atendido.

Respecto a la calidad educativa, la nueva propuesta demagógica del “Modelo Educativo para la Educación Obligatoria. Educar para la libertad y la creatividad” fue discutida durante meses por maestros, padres de familia, académicos, empresarios, legisladores y organizaciones civiles, así como por el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) y el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE).

Tomando en cuenta la diversidad de alumnos y contextos socioeconómicos, el nuevo modelo busca reorganizar el sistema educativo y las políticas públicas a lo largo de diez años con base en cinco ejes para obtener una educación integral de calidad.

Bajo este objetivo, el Secretario de Educación Pública Aurelio Nuño llamó a tener paciencia, ya que los beneficios se verán en una década por lo que los resultados de la prueba del Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes (PISA) en 2018 serán iguales que en 2015. Ese año menos del 1 por ciento de los estudiantes en México evaluados lograron alcanzar niveles de competencia de excelencia en el área de ciencias, lectura y matemáticas.

El 11 por ciento de la variación en el rendimiento en ciencias fue atribuible a las diferencias en estatus socioeconómico de los estudiantes mexicanos.

La especialista en educación básica, Claudia Santizo Rodall, dijo que hasta el ciclo 2018-2019 se implementará el nuevo modelo educativo –y no solo programas piloto–, pero dependerá de que a la siguiente administración le parezca relevante.

“Estamos ante un caso común en México en donde la continuidad de las políticas públicas se pone en riesgo porque no se planea a largo plazo, sino de sexenio en sexenio, lo cual afecta la seriedad y efectividad de las propuestas”, afirmó la investigadora de la Universidad Autónoma de México (UAM).

El mercado laboral, al que se llega tras el periodo de estudios, puede detonar la movilidad absoluta e igualadora de oportunidades mediante los ingresos. En México, sin embargo, se presentan notables diferencias en el nivel y crecimiento de la productividad laboral y, en consecuencia, de los ingresos laborales entre distintos grupos de población, particularmente entre trabajadores formales e informales. Esto afecta a la movilidad igualadora de oportunidades, expone el estudio “Desarrollo humano México 2016. Desigualdad y movilidad” de las Naciones Unidad.

Datos del Inegi revelan que hay 2 millones de desempleados en el país y 30 millones, el 57 por ciento de los que sí laboran, lo hacen en el sector informal sin acceso a protección social. Además, unos 8 millones ganan el salario mínimo de 80.04 pesos diarios.

Durante 2005 a 2015, el poder adquisitivo del ingreso laboral disminuyó cerca de 27.4 por ciento. Los ingresos laborales reales no aumentaron y su valor en términos de la canasta básica del Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) disminuyó, de acuerdo con el informe de la ONU.

El mercado laboral mexicano presenta limitantes de gran importancia para la movilidad absoluta e igualadora de oportunidades.

Por un lado, desarrolla el estudio, la pérdida del poder adquisitivo del ingreso laboral implica que el total de ingresos por trabajo de los hogares sólo puede incrementarse con un aumento de las horas trabajadas por persona ocupada o mediante una mayor participación de los miembros del hogar en la fuerza de trabajo.

La capacidad de comprar la canasta básica con el ingreso laboral ha disminuido en mayor medida respecto de otros bienes y servicios considerados en el INPC general.

Por el otro, el alto grado de segmentación del mercado de trabajo entre el sector formal y el informal, junto con las diferencias de productividad entre ambos, que se traducen en brechas salariales de hasta 70 por ciento reproducen las desigualdades y obstaculizan la movilidad igualadora.

Las razones de la persistencia de la informalidad en México son múltiples. Una de ellas es el bajo crecimiento económico durante las últimas décadas, lo que ha impedido la expansión del empleo formal. Otra es la falta de financiamiento al sector privado, ya que provoca que las pequeñas y medianas empresas no crezcan e inhibe su incorporación al sector formal. Un tercer motivo es la rigidez del marco legal para el sector formal, particularmente en lo referente al número de horas por trabajar y a las condiciones de contratación y despido.

“Para superar las limitaciones del mercado de trabajo, es necesario ajustar el salario mínimo, construir un sistema de protección social universal y no contributivo, expandir la oferta y demanda de trabajo, y reducir la desigualdad entre hombres y mujeres en el ámbito laboral mediante cambios normativos con un enfoque de género neutral”, determinó la ONU.

Fuente de la Noticia:

¡26 millones a clases! …pero no todos: Uno de cada 10 mexicanos de 3 a 17 años no va a la escuela

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México: ¿Y la música en las aulas? (Educando a los que educan…)

México / 27 de agosto de 2017 / Autor: Samuel Máynez Champion / Fuente: Proceso

A la memoria de Eduardo del Río, un mexicano imprescindible

CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- En fecha reciente, Aurelio Nuño, nuestro ínclito Secretario de Educación Pública anunció la “Estrategia” para el aprendizaje masivo de la lengua inglesa dentro del sistema educativo nacional que preside, obligándonos a publicar algún comentario. Acorde con sus conocidos dislates ‒imposible olvidar la perla de su “ler”, sin el diptongo del infinitivo, por señalamiento de una niña‒, Nuño reconfirmó su incapacidad para proponer algo con visos de congruencia y volvió a certificar la ineptitud gubernamental ‒representada por él con donaire‒ para bregar con un grave problema al que sólo se busca la forma de paliarlo, o de “remediar” con grandilocuentes “estrategias” que, a fin de cuentas son, meramente, palos de ciego.

Así, cual panacea de la fraudulenta “reforma educativa”, ahora el titular de la SEP discurre que con el aprendizaje en gran escala del inglés, los educandos mexicanos podrán salir de sus baches formativos y estarán capacitados para aprovechar las oportunidades que el “mundo global” ‒otro de sus dislates, pues no capta que el planeta, por definición es global‒ les ofrece. No es el caso de ahondar mucho en la finitud y torpeza de tal iniciativa sino, más bien, de insistir en que el hecho de que los ciudadanos del futuro sean pseudo bilingües no es garantía de que estarán capacitados para saber relacionarse con sus semejantes, que sus valores serán afines a la ética, que sus capacidades intelectuales estarán bien desarrolladas y que sus herramientas emocionales para lograr desenvolverse sanamente dentro de una sociedad cada día más cambiante y convulsa serán las adecuadas. Tampoco, que serán capaces de insertarse socialmente como seres propositivos de espíritu crítico y como individuos plenos con una formación humanística e integral que les permitirá valorar su cultura en la misma medida que valorarán las de otras civilizaciones, tanto del pasado como del presente.

En todo caso, de lo que podrá estarse seguro es que los mexicanos de las siguientes generaciones serán aptos para entender los discursos vanos y las ordenanzas perentorias del imperio yanqui, mismo que sabrá aprovechar su rupestre bilingüismo para incorporarlos, sin mediadores, a su perverso engranaje de capital y mercadeo. Aunque, es necesario aclarar que nadie se opone al aprendizaje de otro idioma, al contrario, con ello se incorpora una nueva ventana para asomarse al cosmos ‒siendo previsores será igual de necesario en un futuro inminente saber mandarín‒, pero es más importante dominar ‒porque como se habla se piensa‒ primero el propio ‒lo que implica conocer su literatura y sus expresiones líricas‒ y sobre todo, entender cuál es el mecanismo que hace que el aprendizaje de una lengua se destrabe en el cerebro y se instale en la memoria.

Es precisamente ahí, en la comprensión de ese mecanismo cognitivo donde habría de centrarse, ya que como podemos anticipar, la “estrategia” aludida se implementará con las añejas taras de nuestro sistema educativo, es decir, se pondrá a maestros y niños a repetir, como loros, frases inocuas hasta que la simple repetición ‒no habrá, por supuesto, complicados análisis sintácticos, ni un estudio exhaustivo de las características fonéticas específicas‒ les meterá en la cabeza el vocabulario mínimo y las morfologías elementales del nuevo idioma. Estos serán los ciudadanos que la SEP pretende formar en el lapso de dos décadas: seres incompletos y deficientes ‒a eso habrá que agregarle la severa desnutrición, para más de la mitad de ellos, que incide en su pobre rendimiento escolar‒ que mascullarán tonterías en dos lenguas, las mismas que los jerarcas del “nuevo” PRI, empezando por su máximo líder, procesan y farfullan.

Mas centrándonos en esa cognición que permite que la mente se moldee y opere a través de un nuevo canal de comunicación, hay que enfatizar que es ahí donde nuestra materia tiene mucho que decir o, mejor dicho, tiene todo que ofrecer.

La música, al igual que las lenguas, se aprende en primera instancia mediante el oído. Y eso no hay manera de refutarlo. Asimismo, los músicos bien formados ‒en especial aquellos que aprendieron el lenguaje de los sonidos a temprana edad‒ son reconocidos desde siempre por la facilidad con la que manejan muchas lenguas. El pianista Arthur Rubinstein, por ejemplo, se comunicaba con fluidez en diez idiomas, y el violinista Henryk Szeryng dominaba nueve y sin dejo alguno de acento. ¿Es llana coincidencia, o el hecho de adiestrar el oído a percibir y discernir las texturas más tenues, las frecuencias más finas y las mezclas polifónicas más insólitas repercuta en que la predisposición auditiva se establezca con firmeza para que el aprendizaje de cualquier materia e información se consoliden? Por supuesto que no, es un hecho comprobado.

Lo saben muy bien los japoneses y lo adoptan en su sistema Susuki. Lo ponen en práctica los suizos con diversos sistemas de enseñanza como el Dalcroze. Y pasa lo mismo con los alemanes y su método Orff y con los finlandeses, noruegos, suecos, etcétera; básicamente, con todos los pueblos donde la enseñanza sistemática de la música es consustancial con su grado de civilidad. Sólo a los bárbaros de Norteamérica ‒regidos entonces por Bush Jr.‒ y a sus lambiscones del Tercer Mundo ‒en nuestro caso a partir de Zedillo‒ se les ocurrió desterrar la música de las aulas, reduciéndola a una materia optativa sin beneficios concretos.[1] Exactamente de eso se trataba, de traficar con los aportes de la música para el desarrollo humano volviéndolos negocio, y de quitarle a los desposeídos la posibilidad de seguirlo siendo; no en balde las opciones sustitutas se emplazaron en peores contenidos mediáticos, una alimentación más sórdida y en una oferta ilimitada de estupefacientes para ayudarlos a evadir sus oquedades existenciales.

Leamos lo que apunta un doctor de la Universidad de Granada al respecto:[2] “la enseñanza de la música es un medio insustituible para la evolución humana en el que intervienen el tiempo, el ritmo, las emociones y el movimiento, gracias a la perfecta directriz de los sonidos. Como recurso pedagógico enriquece sustancialmente la formación integral del niño, no sólo por su aspecto formativo, sino por su contribución en el sano desarrollo de su personalidad. Entre sus ventajas más significativas está el desarrollo del aspecto intelectual, socio-afectivo, psicomotor, de crecimiento personal y la formación de hábitos. En el aspecto intelectual, la música desarrolla una relación adecuada con el propio organismo, permite la improvisación de respuestas creativas a situaciones imprevistas; favorece el pensamiento lógico, la atención, observación, concentración, memorización, experimentación, agilidad mental y la creatividad; también permite evaluar resultados, mide capacidades, ayuda al conocimiento de sí mismo, y enseña a razonar. En el aspecto psicomotor, la música condiciona ostensiblemente al cuerpo, desarrolla la psicomotricidad fina y gruesa, la agilidad corporal y autonomía y la energía constructora; y en lo relativo al crecimiento personal, desarrolla el sentido de la justicia, promueve la libertad, alivia el temor y la timidez, canaliza la agresión, desarrolla la voluntad y el autocontrol, enseña a definir límites y a tomar decisiones, ofrece una alternativa armonizada del mundo y auxilia el logro de metas. Además, la música cumple una función de extrema importancia en el desarrollo socio-afectivo del pequeño ser humano al enseñarle a diferenciar roles y definir responsabilidades, al capacitarlo para una mayor y mejor participación en el aula y al adiestrarlo para interactuar de manera saludable y respetuosa con sus semejantes.”

Podemos ahora preguntarnos, por citar un ejemplo de terrible actualidad escolar: ¿tendría el bullying tal “boom” si los que lo practican se ejercitaran todos los días, mediante la música, a confrontar sus límites y expandir sus habilidades? Seguramente no, y para demostrarlo basta con recurrir al caso de las escuelas suizas, donde este problema de conducta es casi inexistente. Para empezar, los niños suizos inician sus jornadas educativas cantando a varias voces en el patio.[3] Acto seguido, ingresan a los salones con los oídos predispuestos para captar todo lo que se les imparta. En adición, tienen cotidianamente verdaderas clases de música ‒sus maestros perciben por ellas el equivalente de $2000 x hora, en promedio,[4] y el Estado está obligado constitucionalmente a proveerlas‒ y al finalizar su bachillerato son, como mínimo, cuadrilingües.

¿Le quedarán claros los conceptos Mr. Nuño, o en qué lengua tendríamos que explicárselos?

[1] Nos referimos a las escuelas públicas, pues las privadas yanquis ofrecen la formación más depurada del planeta.

[2] Pedro Cornejo. El valor formativo de la música para la educación en valores Revista de Educación y humanidades, UGR, 2012 pp. 263-277.

[3] Se sugiere la audición de alguno de los coros infantiles suizos, con el repertorio que aprenden en las aulas. Audio 1: Robert Cantieni – Lingua materna (Zürcher Sängerknaben. (MÚSICA HELVETICA, 2014)   Video 1: Himno nacional suizo-   www.youtube.com/watch?v=bQRImwYqcvs

[4] Esa es la tarifa para los profesores sin antigüedad; con ésta pueden ganar hasta 12 000 francos al mes, los que aunados al aguinaldo se convierten en 3 120 000.°° de pesos al año. Es de aclarar que los costos por vivir en Suiza son exorbitantes, pero aún así, su profesorado es el mejor pagado del orbe.

Fuente de la noticia:

http://www.proceso.com.mx/498654/la-musica-en-las-aulas-sea-educando-a-los-educan

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Nuño: el sentido de la responsabilidad

26 de agosto de 2017 / Fuente: http://www.excelsior.com.mx

Por: Carlos Ornelas

El punto que me impresionó fue la certeza con que el secretario señalaba que el lunes 21 comenzarían las clases en todo el país, incluso en territorios de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación. Expresé mis dudas de que en Oaxaca la Sección 22 lo permitiría. Aurelio Nuño aseguró que sí, aunque no descartó escarceos.

El lunes 21 las escuelas volvieron a clases, los maestros estaban allí, con pocas excepciones, aunque debidas más al retraso en la asignación de docentes que por protestas. Lo más perturbador fue el retorno del tráfico en las grandes ciudades.

Oaxaca fue la joya de la corona. Por primera vez en décadas, las clases comienzan sin huelgas. Las amenazas de los líderes de la S-22 en las semanas previas resultaron baladronadas. Las consignas: “Iniciamos bajo protesta”, “el gobierno tiene hasta el 12 de septiembre para restablecer las mesas de diálogo nacional”, “detectamos focos rojos”, son señales al viento. La CNTE está débil, pero no muerta.

Dadas las tradiciones del sistema político mexicano y la ingeniería constitucional, la tecnología del poder que el Estado heredó del régimen de la Revolución mexicana implica que los jefes de las dependencias del Poder Ejecutivo sólo responden ante el Presidente. En cierta forma no son responsables ante la ciudadanía, aunque sus hechos puedan afectar a segmentos sociales.

Parece que el secretario Nuño tiene clara esa característica. Por eso, en buena parte de sus respuestas señalaba, “estamos implementando la Reforma Educativa del presidente Peña”: Escuelas al cien y de tiempo completo, autonomía curricular, equidad e inclusión y, lo que más acentuaba, el mérito, no la arbitrariedad, determina el ingreso y la promoción de las maestras y los maestros. Ya no dependen del sindicato ni de la burocracia. Lo que logren se deberá a su esfuerzo personal.

A fe mía que es este tema donde Aurelio Nuño muestra más orgullo, hasta diría que se ufana de haber terminado con la herencia y venta de plazas (aunque subsiste en algunos territorios, en especial en los sistemas estatales). Comparte créditos con el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación, los gobernadores de los estados y hasta con Juan Díaz de la Torre.

También presume que hoy los maestros idóneos escogen su lugar de adscripción, que la reforma de las normales va en marcha, aunque apenas esté en discusión el Programa de mejora. Asimismo, ostenta que, gracias al Modelo Educativo para la Educación Obligatoria (que entró en su fase de piloteo a partir de anteayer), habrá nuevos programas de estudio y libros de texto gratuitos. En fin, un sinnúmero de proyectos —unos apenas en textos, otros en marcha— que le brindan una imagen de eficacia gubernativa.

El secretario Nuño se mostró consciente de que hay críticas —unas de mala leche, otras justificadas—, pero que la orden del Presidente era actuar, llevar a puerto la reforma, trabajar con el magisterio y los gobiernos locales que, en última instancia, son los encargados de entregar el servicio educativo a las familias y la sociedad. “Mi responsabilidad”, parece decir, es entregar buenas cuentas al Presidente.

Y, en la ceremonia de inicio de cursos en Aquismón, en la Huasteca potosina, el Presidente endosó lo hecho y lo porvenir de la Reforma Educativa. Aseguró que la reforma “tendrá plena vigencia, incluso más allá del proceso electoral de 2018, y quien considere lo contrario estaría actuando en contra de México”. Elogió el hacer de la Secretaría de Educación Pública y del secretario: “Es la determinación y la valentía lo que hace que las cosas cambien, no es la retórica, no es la palabra”.

Cuando en la entrevista el secretario Nuño indicó que no perdía tiempo con ambiciones personales —la candidatura a la Presidencia— y sólo cumplía con su responsabilidad, parece que también decía: “le estoy respondiendo al Presidente”.

Responde al Presidente y arriesga. Hoy presenta resultados. ¡Ya habrá tiempo de juzgar y especular sobre las posibilidades de éxito y fracaso de la reforma!

Fuente artículo: http://www.excelsior.com.mx/opinion/carlos-ornelas/2017/08/23/1183454

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