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Proponen temas de interés en congreso de educación sexual en Cuba

Centro América/Cuba/28 Junio 2018/Fuente: Prensa Latina

Un panel sobre las masculinidades, de los imaginarios sociales a la transformación en la sociedad, incluye hoy la agenda del VIII Congreso Cubano de Educación, Orientación y Terapia Sexual, que sesiona aquí hasta este viernes.
A cargo de Grisell Crespo, especialista en intervención comunitaria, el taller aborda la problemática del hombre desde la mirada de los procesos correctores de la comunidad.

Este simposio transcurre por un recorrido que incluye la sistematización de los indicadores sociales en torno al imaginario del hombre actual en Cuba, contrastado con la visión de otros países.

El programa científico del congreso reserva también para este jueves la temática de los malos tratos y el abuso sexual infantil, mediante experiencias para la prevención y atención temprana de este problema.

En ese sentido, se abordan las pautas de crianza distorsionadas y su relación con el abuso sexual, así como con otras manifestaciones de maltrato infantil.

La prevención del agravio psicológico de índole subjetivo en familias de niños de primera infancia, y el sistema de actividades sociopsicológicas para aumentar la percepción de riesgo de abuso sexual en las adolescentes, versan en torno a este tema.

Otras cuestiones medulares como el embarazo en la adolescencia, son debatidas también en el marco del evento.

Visto como un desafío para la educación integral de la sexualidad, el taller trata las interrupciones, el aborto inducido y sus secuelas emocionales en embarazos adolescentes. Destaca además aspectos psicosociales de la concepción precoz, y la educación sexual en la adolescencia con una mirada de género.

El congreso cubano fue inaugurado el pasado 27 de junio en el capitalino Palacio de Convenciones, con la presencia de expertos de América Latina, Europa y Estados Unidos, guiados por el lema ‘Por escuelas a la vanguardia de la educación integral de la sexualidad’.

En ese contexto, Mariela Castro, presidenta del evento, aseguró que la escuela desempeña un papel esencial en la educación sexual, en su estrecho vínculo con la familia y el entorno comunitario, para evitar situaciones de rechazo o maltrato a quienes tengan características diferentes a la heteronormatividad.

Fuente: http://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=190914&SEO=proponen-temas-de-interes-en-congreso-de-educacion-sexual-en-cuba
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España: Los videojuegos hacen carrera en la universidad

Europa/España/28 Junio 2018/Fuente: El país

El número de estudiantes de grados y másteres enfocados al ocio digital se multiplica por doce en cinco años

En el curso 2013-2014 unos cincuenta alumnos estrenaron en la escuela ENTI, adscrita a la Universidad de Barcelona, un grado dedicado a los videojuegos. Sumándole los másteres que existían entonces, un centenar de alumnos se estaba formando en ocio digital en Cataluña. Cuatro años más tarde, esta cifra supera los 1.200 estudiantes, repartidos en 10 grados (solo uno a precio público) y cinco másteres, según datos del Instituto Catalán de las Empresas Culturales (ICEC). “Cataluña es una potencia internacional en el sector de los videojuegos”, asegura el director general de Universidades de la Generalitat, Josep Pallarès, que augura una buena inserción laboral para los estudiantes que optan por estos estudios. “Esperamos que nos ayuden a superar el desfase que hay entre los videojuegos que consumimos y los que generamos en España”, opina Gonzo Suárez, cofundador del congreso Gamelab, que empieza este miércoles en Barcelona.

El curso que acaba de finalizar ha sido el primero de un grado de la Universidad de Vic dedicado a los videojuegos y de otro de la Politècnica de Catalunya centrado específicamente en la parte artística de la disciplina. La oferta formativa en Cataluña, comunidad que acumula un 52% de la facturación estatal en videojuegos, según el ICEC, continúa en crecimiento. La Ramon Llull estrenará el próximo curso un máster en desarrollo avanzado de videojuegos, con docencia en inglés, en una clara apuesta por la industria internacional.

“El Espacio Europeo de Educación Superior permite una adaptación rápida de los planes de estudios en función de la demanda social”, cuenta Pallarès, que añade que el de los juegos digitales no es un caso aislado y pone como ejemplo la Ingeniería en Automoción, estrenada este curso. Pallarès asegura, sin embargo, que el número de estudiantes de los grados específicos de videojuegos todavía dista de la tradicional Ingeniería Informática, que mueve “cifras muy superiores”. Este grado era el principal camino para dedicarse al desarrollo de videojuegos hace unos años, a menudo acompañado de un máster. En cuanto a la parte artística, una opción era Bellas Artes. Las titulaciones especializadas se centran ahora en estas dos vertientes.

Con cinco años incluso ha habido tiempo para que desaparezcan dos másteres de videojuegos, el de la UAB y el de la UVic. “Ahora mismo yo creo que la oferta formativa es suficiente”, valora el director académico de ENTI-UB, Òscar García, que ve “la explosión” del videojuego en el mundo académico como una respuesta a una “potencialidad de miles puestos de trabajo” recogida en los estudios de las asociaciones que agrupan a los protagonistas del sector, DEV y AEVI . “¿Si habrá trabajo para todos? Si todos hacen cola a la misma empresa, un estudio clásico, no”, añade. También ve futuro en los estudios independientes y en la ludificación (gamification) de las aplicaciones móviles que necesitan, por ejemplo, los bancos, los departamentos de recursos humanos y el sector de la salud. Esta técnica busca hacer más atractivas las apps a través de mensajes de motivación y recompensas. De todos modos, García prevé que el interés por las carreras de ocio digital “se racionalizará” en los próximos años.

De los 10 grados disponibles actualmente, solo uno tiene precio público: el de la Universidad de Girona. Todas las carreras de videojuegos tienen más demanda que oferta y sus notas de corte han ido creciendo en los últimos años. La más alta es la del grado más económico, con un 8,08 para poder entrar y un precio de 2.287 euros el primer curso. Solamente requiere una nota más alta una de las tres carreras de la UPC dedicadas a los videojuegos (8,6), que tiene un coste de 6.360 euros el primer año.

Del trabajo final a la empresa propia en un mes

Daniel Sintas se acaba de graduar en ENTI especializado en la parte artística de los videojuegos. Después de que los estudios de Ingeniería Electrónica no cumplieran con sus expectativas, hace tres años decidió empezar una nueva carrera. Desde el segundo curso que trabaja: “Es una carrera cara, de 8.500 euros al año, y busqué prácticas remuneradas”. Al cabo de un tiempo, la startupBemobile lo contrató y acabó haciendo el trabajo de final de carrera dentro de la compañía. Con dos compañeros de clase, acaban de obtener un préstamo del ICEC de 80.000 euros y antes del 15 de julio se habrán establecido como empresa, Garage51. Su producto: un juego de acción de temática japonesa, samuráis contra monstruos.

Gamelab tiene previsto atraer a 1.000 visitantes entre miércoles y viernes en el hotel Hesperia de L’Hospitalet de Llobregat. El objetivo del congreso –sus organizadores ayudaron a concebir la estructura del plan de estudios de ENTI– es reunir a los profesionales del sector con líderes internacionales del videojuego. Las criptomonedas para crear “valor dentro de los juegos ” y la idea de videojuego como “medio digital”, una nueva forma de narrativa, serán algunos de los ejes del encuentro.

Fuente: https://elpais.com/ccaa/2018/06/26/catalunya/1530034414_743734.html

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Un recuento del XXXI Simposio Internacional de TIC en la Educación SOMECE 2018.

Por: Miguel Ángel Gallegos Cárdenas

Hace unos días la comunidad nacional e internacional interesada en la tecnología educativa se reunió para llevar a cabo uno de los eventos más importantes en el uso de las TIC.

Tal como se anunciará en el mes de octubre pasado en el Encuentro SOMECE en la Universidad ORT,en que se diera a conocer la convocatoria a especialistas, educadores, pedagogos, autoridades educativas, líderes y responsables de proyectos educativos, estudiantes e interesados en el uso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación en la Educación, se llevó a cabo en las instalaciones de la Universidad Autónoma Metropolitana, unidad Xochimilco, el trigésimo primer Simposio Internacional de TIC en la Educación SOMECE 2018: Hacia una cultura digital para la transformación individual y social,durante los días 27, 28, 29 y 30 de mayo del presente año.

Cabe recordar que, en 1986, un grupo de visionarios de la educación –al concluir el tercer Simposio Internacional de Computación en la Educación Infantil y Juvenil, llevado a cabo por primera vez en 1984–se reunieron en la Dirección General de Tecnologías de la Información y la Comunicación de la UNAM, para conformar la Sociedad Mexicana de Computación en la Educación.Ahí, el 28 de mayo, pero de 1986 nacería la SOMECE. [1]

Coincidentemente, la ceremonia de inauguración del XXXI Simposio Internacional, se llevaría a cabo el 28 de mayo de 2018 –justo a treinta y dos años–protocolo en que estarían presentes engalanando el presídium, el Dr. Eduardo Abel Peñalosa Castro, Rector General de la UAM; el Dr. Fernando De León González, Rector de la UAM-X; el Mtro. Arturo Velázquez Jiménez, Director General del Instituto Latinoamericano de la Comunicación en la Educación (ILCE); el Mtro. Carlos Alfonso Hernández Gómez, director de la División de CSH de la UAM-X; el Dr. Felipe Bracho Carpizo, Director General de la Dirección General de Tecnologías de la Informaciónen la Comunicación de la UNAM; la Dra. Claudia Mónica Salazar Villava, Secretaria de la Unidad Xochimilco; así como el Ing. Alfredo García Zavala, Presidente de SOMECE.

El Dr. De León González, Rector de la UAM-X, dio la bienvenida a todos los asistentes al evento, señalando la importancia del uso de la tecnología en la formación universitaria, tanto para estudiantes como para los profesores, lo cual permitirá formar mejores profesionales al servicio de la sociedad.

El Mtro. Carlos Hernández, director de la división en CSH, señaló en su mensaje la importancia del diseño de contenidos y de nuevas plataformas, para facilitar los procesos de enseñanza y aprendizaje con el uso de las nuevas tecnologías que contribuirán a la transformación que los tiempos actuales demandan.

Así mismo, el Ing. García Zavala, destacó que dicha ceremonia fue una celebración, al conmemorar una vez más el Simposio, donde recordó el compromiso de dar continuidad a la obra iniciada por los fundadores, encabezados por el Dr. Jorge Isaac Bustamante y el Dr. Marco Antonio Murray-Lasso–solo por mencionar a algunos– así mismo, recordó que entre los miembros fundadores de SOMECE se encontraban en aquellos años, el Ex-Rector General de la UAM, el Dr. Oscar González Cuevas, así como el Dr. Felipe Bracho Carpizo, presente,este último en el presídium.

En su mensaje de inauguración el Rector General de la UAM, señaló la importancia de dar continuidad a este Simposio, a treinta y cuatro años de distancia, ya que es uno de los eventos más longevos en la innovación educativa en México.El Dr. Peñalosa, destacó la importancia de avanzar hacia a una cultura digital para la transformación individual y social, así como los retos que tienen las instituciones educativas y universitarias al tener que afrontar los nuevos desafíos en métodos educativos innovadores. Señaló, que la UAM está vislumbrando una oferta educativa con nuevas tecnologías y modalidades, en congruencia con los cambios que se registran en la actualidad.

Al concluir la ceremonia de inauguración el Dr. Eduardo Peñalosa, brindó una conferencia magistral sobre la importancia de la tecnología en la educación superior, destacando, la importancia de la realidad virtual, el internet de las cosas y la inteligencia artificial, entre otras tecnologías, enfatizando la necesidad de estar atentos para actuar en la cuarta revolución industrial.

Por su parte, el Dr. Alejandro Acuña, moderó el panel de rectores en que se abordó el tema “Prospectivas de la Educación Superior”, en que se abordaron diversas perspectivas y prospectivas para la educación en México.

En ese mismo programa, se llevó a cabo la conferencia magistral “ILCE 4.0” a cargo del Mtro. Arturo Velázquez Jiménez, Director General del ILCE, en que dio a conocer los orígenes, evolución y retos del Instituto Latinoamericano de la Comunicación Educativa, ofreciendo trabajar en colaboración con la SOMECE.

Durante los cuatro días del Simposio, se llevaron a cabo más de cuarenta talleres impartidos por especialistas nacionales y extranjeros, en que se abordaron temáticas diferentes, desde crear una aplicación hasta manejo de software especializado para la enseñanza y el aprendizaje. Así mismo, se presentaron más de cien ponencias en la modalidad de conversatorios, distribuidos en diferentes grupos de trabajo como fueron: Modelos de uso de tecnologías, Educación en línea, Alfabetización Digital, Comunidades, Evaluación, Móviles, Programación de Software, Contenido Digital y Formación Docente, entre muchas otras.

Durante las jornadas de trabajo, se llevaron a cabo algunas otras conferencias, entre ellas podemos mencionar la de Carmen Alcázar, presidenta de Wikimedia, y la del Dr. Axel Didriksson, del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación, además de los Paneles de “Políticas Públicas para la Educación en línea” y “Educación en línea”, con la intervención de diversos especialistas.

No cabe duda, que la Sociedad Mexicana de Computación en la Educación (SOMECE)celebró un aniversario más de vida, en un marco de convivencia académica, de redes de formación, de recuerdo a sus fundadores, de nuevos retosy de alegría de todos sus miembros e integrantes, en que destacó la presencia y participación de algunos de sus expresidentes, como el Dr. Enrique Ruiz-Velasco Sánchez, la Dra. Claudia Marina Vicario Solórzano, la Dra. Yolanda Campos Campos y el Mtro. Alfonso Ortega Ramírez, entre otros.

La experiencia vivida en este importante evento educativo, me permite expresar un respetuoso reconocimiento a todos los que contribuyeron a su realización, así como al comité organizador, encabezado por elIng. Alfredo García Zavala, presidente de SOMECE, yel Mtro. Jorge Rouquette Alvarado, Coordinador de Educación Continua de la división de Ciencias Sociales y Humanidades de la UAM-X, así como el Mtro. Ricardo Velasco Preciado y la Mtra. Margarita Pacheco Hernández, que junto con un gran equipo de trabajo y voluntarios contribuyeron aléxito del Simposio.

Así mismo, es conveniente destacar el valioso apoyo de la Universidad Pedagógica Nacional que apoyó en la transmisión en línea del evento.

Finalmente, mencionar que entre los muchos bienes que trajo el Simposio, uno de los productos más importantes que se generó, fue el libro digital SOMECE 2018 “Construcción social de una cultura digital educativa”; que compila las ponencias que presentaron los participantes nacionales e internacionales, con el apoyo del comité editorial encabezado por el Dr. Enrique Ruiz-Velasco Sánchez y la Dra. Josefina Bárcenas López, el cual se encuentra disponible en el siguiente link: https://www.somece.org.mx/p/simposio.html

¡Larga vida a la UAM y a SOMECE!

Notas: [1] Para conocer más de SOMECE, se sugiere el siguiente link:http://www.educacionfutura.org/un-acercamiento-a-la-sociedad-mexicana-de-computacion-en-la-educacion-somece/

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“El sistema educativo debería ser un arma cultural de empoderamiento de la juventud”. Entrevista a Darío Shehadeh

Entrevista/28 Junio 2018/Autor: Pablo Gutiérrez del Álamo/Fuente: El diario la Educación

Darío Shehadeh, un joven de 19 años que acaba de terminar 2º de Bachillerato tiene unas cuantas ideas muy claras sobre cómo debería ser el sistema educativo. Nos las cuenta aquí.

Darío Shehadeh Díaz-Peñalver es un joven de 19 años. Acaba de terminar 2º de Bachillerato, y en estos días se está planteando hacer la EVAU. Para tener el cuadro completo podríamos decir que Darío es un chico homosexual y además, su padre es de origen sirio. Este sería el retrato perfecto para definir algunos de las líneas maestras de su relación con el sistema educativo. Pero después de una hora hablando con él, Darío es mucho más que esto.

Nos encontramos en su instituto. Ir a un IES, una vez terminadas las clases, tiene ese aire de desasosiego y abandono de los lugares concebidos solo para un uso que cierra durante meses. Paseamos por los pasillos de paredes de baldosas verdes que podrían ser los mismos de algunos hospitales vetustos, en la madrugada de un martes.

Solo el hall y el pasillo de dirección tiene movimiento. Reclamaciones y matrículas de última hora atraen a chicas y chicos, a sus madres. Allí algunas y algunos docentes ultimando el curso, haciendo memorias después de meses de intenso trabajo. En el aire, las ganas de cerrar un poco el libro.

Quedamos con Darío y una de sus profesoras de la ESO (y que prefiere quedar en un discreto segundo plano) en la biblioteca del centro. Un lugar luminoso, en contraste con el resto del edificio, tranquilo. Casi agradable. Queremos hablar de cómo es el paso por un instituto visto por un chaval que sale ahora, y que como él mismo dice, alguien que ha vivido lo bueno y lo malo de ese sistema educativo.

Si encajas, tiene sus partes buenas

Su llegada a la secundaria la recuerda como positiva. Era un niño con buenas notas en primaria que tiene la suerte de seguir esa estela durante los cuatro años de la secundaria obligatoria. Termina ese periplo con una nota de 8,9.

Darío, a sus 19 años, eso sí, muestra una madurez discursiva que ya hubiéramos querido otros a su edad. Y no precisamente por lo bien que todo salió entre 1º y 4º de ESO.

Su preocupación, cuando echa la vista atrás a toda su etapa en el instituto, se centra no en lo académico precisamente, si no en la vida, que queda fuera de la institución. “Pero bueno, si dentro de lo que cabe encajas, que no mucha gente puede, tiene sus partes buenas”.

No es que sea un cínico, pero echa de menos que en las aulas se haga más espacio para que chicas y chicos puedan tratar sobre lo que les pasa, sobre cómo se encuentran, sus preocupaciones e intereses. También más fomento del pensamiento propio. “Desde las aulas no se fomenta el espíritu crítico, que la gente piense por sí misma”.

Su paso por la ESO, como él mismo explica, fue bueno. “Termino mi etapa muy bien: ‘Qué chico tan excelente’. Me encontraba emocionalmente bien porque no habían salido todos esos fantasmas del pasado que no había encontrado cabida para solucionar dentro del instituto”. ¿Qué fantasmas?

“Ser un chico homosexual con ciertas características más afeminadas que no son aceptadas”. Esto, que no había tenido peso hasta ese momento, parece estallar en la cara de Darío en su paso a 1º de Bachillerato. Y pasa de ser un chico modélico con una nota de sobresaliente a alguien que suspende cinco materias al año siguiente. Resumiendo, después de superar mal que bien ese primer año, ha de cursar 2º dos veces.

En ese momento en el que tus relaciones personales se tambalean, o sigues como hasta el momento, o te conviertes en “el malote, porque quiero que la gente me acepte y siendo el afeminado no lo consigo”.

Tienes carencias emocionales

“Con 12 o 13 años necesitas verte aceptado por tu entorno social; para que la gente te vea como un chico fuerte tomas el camino de buscar movidas, hacerte el duro. Porque tienes unas carencias emocionales”. Lo tiene bastante claro.

Y es aquí donde el sistema educativo pincha. “Aquí tú eres una persona que viene a estudiar y tienes que sacar el currículo”, eso a pesar de la situación personal, social, emocional en la que te encuentres. “Tengo que cumplir con lo que se me manda desde el instituto y no me encuentro en disposición”; aunque “de ninguna manera echo la culpa a los profesores que son un peón más de toda esta estructura, pero te encuentras solo de alguna manera”.

Eso sí, escuchar a Darío es escuchar a una persona que ha sacado tiempo para pensar en las repercusiones de todo lo que le ha ido pasando en estos años. “He podido ver las dos caras del sistema: qué pasa cuando eres el chico excelente, que saca buenas notas y tienes todo a tu favor” y qué pasa cuando fracasas en lo académico. “¿De verdad pensamos que hay chicos que no estudian porque no les gusta aprender?”.

“Creo, a lo mejor me equivoco, que es muy poca gente la que no tienen ningún interés por aprender nada. ¿De dónde viene entonces el fracaso escolar?”, preguna. Y se responde que, entre los varios factores, “nos están inculcando temarios que no resultan atractivos para los alumnos (no sé hasta qué punto para los profesores)”.

Pero también apunta a la situación personal de chicas y chicos. A ese mantra de que el colegio, el instituto, no educa, que la educación ha de venir desde casa. “Pongamos que en su casa tiene un entorno muy desfavorecido, con alguien alcohólico en casa… ¿Me quieres decir que ese chico ha de venir a la escuela educado?”.

Darío no espera que las altas esferas hagan los cambios necesarios para mejorar ciertas situaciones, pero sí cree que desde los claustros se pueden hacer cosas para dar voz a estos jóvenes en situaciones complicadas. “El temario es importante, pero el temario y los exámenes no van a salir bien si los alumnos no están cómodos, si no se sienten bien”.

Aquí interviene su profesora: “Yo creo que muchas veces los docentes nos ponemos más cadenas de las que tenemos, que tendríamos que soltar lastre y sentir que somos nosotros quienes llevamos las riendas de cada día y que más importante que la inspección, los currículos y tal son los chicos y chicas que tenemos delante… eso pasa por delante de todo”.

De lo indivudual a lo colectivo

E igual que pide cierta responsabilidad al docente, Darío cree que el alumnado también tiene su papel en esta historia. Chicas y chicos deben “abanderar un cambio en la estructura de las clases”. Para ello, claro, lo primero sería “crear lazos entre nosotros y así crear una exigencia (nosotros somos los protagonistas aunque desde el sistema se intente enmascarar)”.

Y vuelve a mirar hacia el mundo adulto. Es necesario que algún, alguna profesora ponga la semilla en el alumnado, cree el caldo de cultivo necesario para que chicas y chicos vean la posibilidad de cambiar las cosas. También cree que desde la dirección de los centros se pueden tomar medidas para generar tiempos y espacios para que el alumnado, desde 1º de ESO hasta Bachillerato, pueda compartir conversaciones y puntos de vista.

“El sistema educativo ha de ser un arma cultural, una herramienta de empoderamiento de la gente”, afirma, seguro de lo que dice. El sistema sirve para “culturizarnos, pero culturizarnos, ¿para qué?”, pregunta. Y como en otras ocasiones, se responde a sí mismo: para hacer algo ante una injusticia y “para saber comunicarnos entre nosotros y saber crear estructuras”.

Y todo ello ha de conseguirse generando espacios dentro del sistema, del instituto, para que el alumnado pueda hablar… Sacando 15 minutos en algunas clases para solucionar los problemas que hayan podido surgir, para poner en común las preocupaciones de cada cual. Y no solo en las tutorías. “Lo he  vivido, en 4º de la ESO, llega la hora de tutoría y te dicen: ‘¿Os queréis is a casa?’. Las tutorías se ven como espacios para hablar del sexo de los ángeles, pero son las clases que de verdad deberían currarse”. “Necesitamos profesores que hayan sufrido como alumnos las carencias del sistema”.

La resiliencia

De las palabras de Darío se desprende sin parar, no solo una capacidad de resiliencia espectacular, una apertura a lo nuevo icnreíble, sino también un compromiso ético y político envidiable.

“Creo que cuando la vida no te da hostias, es muy difícil que intentes cambiar las cosas”.  Y él se ha llevado algunas. Eso sí, ha sido capaz de sacar cosas en claro. “Agradezco el haber pasado esto para ver las partes tan podridas que tiene el sistema y poder ser parte, ser instrumento para cambiarlo”.

Y estas ganas de lucha le vienen en parte dadas por el hecho de que el bachillerato haya sido para él especialmente complicado. “Para mí 2º de bachillerato fue un infierno a nivel emocional” a lo que se suma la presión por la EVAU. “Yo lo pasé mal, pero pienso en lo mal que lo han tenido que pasar otras personas. Me da rabia”.

Y aquí vuelve, de nuevo, sobre el compromiso ético y colectivo, apuntando también al profesorado. “En vez de inculcar el miedo (a la EVAU), habría que inculcar el amor, en el sentido de que digan: ‘Haced lo que podáis, somos un equipo (que creo que es lo que falta, no ver a sujetos individuales que cada uno tienen que sacar la PAU); somos un grupo en un año complicado que ojalá no tuviéramos que vivir, pero tenemos que hacer piña y tirar para adelante”.

“Claro que es algo complicado y que hay que tomárselo en serio, es un aro por el que tienes que pasar. Pero vamos a orientarlo de otra manera, no vamos a cojonar a los chavales, porque eso creo más individualismo”.

Y ahora, ¿qué?

Cuando nos encontramos con Darío en uno de los pasillos del instituto, está prácticamente aterrizado de Baleares, en donde ha tenido su primera experiencia laboral. Viene contento, aunque solo sea por el cambio con respecto a lo que ha vivido hasta ahora.

Tiene dudas, claro, sobre unas cuantas cosas. Su profesora intenta convencerlo de que ha de presentarse a la EVAU, aunque no sepa si quiere o no estudiar una carrera, por el hecho de tenerla, como una llave para más adelante. Él no parece tenerlo del todo claro, y baraja la posibilidad de lanzarse a algún Grado Superior.

Una hora después, ante la pregunta de ¿y ahora qué? contesta: “Creo que iré a la Universidad”, pero no tanto por los estudios que pueda sacar. La razón principal es por conocer a más gente. “Es un centro neurálgico de gente con tus mismos intereses”. “Es otro ambiente, me apetece vivirlo”.

Aunque lo ha postpuesto todavía un poco. “No me encuentro todavía, tengo que terminar cosas. Todo eso no ha sido un maratón por los estudios, sino un maratón para conocerme y ver lo que necesitaba. Ahora no me veo capaz (de ir a la universidad el próximo año). He aprendido a permitirme cuándo no puedo”.

“No voy a estar a la sopa boba, voy a aprender pero de otra manera”.

Fuente e Imagen de: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2018/06/27/el-sistema-educativo-deberia-ser-un-arma-cultural-de-empoderamiento-de-la-juventud/

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Los ayuntamientos y el trabajo de la convivencia (2)

Por: Pedro Uruñuela

Señalaba en el artículo anterior la importancia de la labor municipal en el fomento del trabajo de la convivencia en la localidad. Son muchas las cosas que puede hacer un ayuntamiento, a través de la concejalía de Educación y a través, también, de otras concejalías. El apoyo que puede llevar a cabo se manifiesta de muchas formas, impulsando acciones puntuales, fomentando la formación de todas las personas, coordinando las acciones que se llevan a cabo para reforzar la sinergia entre ellas, etc.

Veíamos en el post anterior la experiencia del Ayuntamiento de Arganda del Rey, con la elaboración, presentación y puesta en marcha del Plan Estratégico Municipal para la Convivencia Escolar para los próximos tres años. Hoy me gustaría centrarme en el trabajo de la Concejalía de Educación del Ayuntamiento de Móstoles, recogiendo la celebración de final de curso en lo tocante a la convivencia, dentro del programa municipal “De educación también hablamos”.

En la jornada de cierre del trabajo llevado a cabo a lo largo del curso, cuatro colegios públicos presentaron sus experiencias, que habían sido financiadas y apoyadas por la propia concejalía, con el acompañamiento también de su inspector, Francisco Galván. Pudimos conocer cómo habían elaborado su propio plan de convivencia para el centro, la aplicación de la mediación en infantil y primaria, la participación de las familias, etc. La concejalía de Educación anunció la publicación en la página web de estas experiencias, a partir del material usado por sus protagonistas en la presentación. Será muy interesante poder repasarlas y recordarlas.

El tema elegido para la jornada de clausura tenía por título “Su castigo, nuestro fracaso: prácticas restaurativas y convivencia”. Hubo oportunidad de reflexionar sobre el modelo retributivo presente en muchas sanciones, su forma de aplicación y sus consecuencias para el propio alumnado y para el centro, en general. La obsesión por el control del alumnado, la insistencia en la imposición de todo un catálogo de normas claras a la vez que severas, la aplicación de sanciones rigurosas a quienes incumplen dichas normas, el refuerzo de la autoridad del profesorado, etc. fueron las características más comentadas por parte de las personas que llenaban el salón de actos del Centro Cultural.
Se puso igualmente de manifiesto la insuficiencia de este planteamiento para dar respuesta adecuada a las situaciones de quiebra de la convivencia existentes. En el modelo retributivo-reactivo se aplica la norma existente, pero no se tienen en cuenta las emociones y necesidades del alumno o alumna, cómo lo está viviendo y cómo es necesario acompañarle en el proceso de identificación, comprensión y regulación de estas emociones. Igualmente, se insistía en cómo el castigo dice lo que no se debe hacer, pero no enseña la conducta que se debe practicar. De ahí su insuficiencia para conseguir un cambio de actitudes en el alumnado que lleve, a su vez, a la aparición de otras conductas diferentes.

En el marco de un modelo restaurativo, frente a la pregunta “quién es el culpable”, se plantea ante todo “cuál es el daño causado y cómo se puede reparar y solucionar”. A partir de ahí, se insistió en la necesidad de implicar a todo el grupo y a toda la comunidad en la búsqueda de alternativas, caracterizando las principales notas de este modelo. Así, se insistía en la asunción de responsabilidades, la necesidad de reparación del daño causado, y, a la vez, en la búsqueda de la reconciliación entre las personas, algo clave teniendo en cuenta la duración de la relación a lo largo de todo el curso y, probablemente, en cursos sucesivos.

Las características del modelo restaurativo centraron la exposición posterior en dos aspectos clave. El primero es la necesidad de construir y reforzar el grupo de alumnos y alumnas, de revisar el estilo de relación y acompañamiento que, como personas adultas, tenemos con el alumnado y la insistencia de trabajar CON los alumnos y alumnas, no PARA o CONTRA ellos. Es necesario dedicar tiempo a la construcción del grupo, principal recurso para la prevención de los conflictos, y para la construcción de una buena relación personal con los alumnos y alumnas. En un grupo cohesionado es más difícil que aparezcan conflictos, pero en el caso de darse, el modelo restaurativo trabaja la comprensión mutua, la asunción de responsabilidades y la elaboración conjunta de la respuesta. Sin esta base relacional, de poco valen las normas y las sanciones, que adquieren su principal sentido desde la relación, el afecto y los vínculos construidos dentro del grupo.

Interesante fue también la reflexión sobre las preguntas restaurativas y el análisis de las preguntas que solemos hacer al alumnado y a las propias familias. Lejos de insistir en los “por qué” o los “quién ha sido”, son mucho más interesantes las preguntas que buscan aclarar “qué ha pasado”, “a quién le afecta”, “cómo se sienten las personas afectadas”, “qué piensas ahora de lo ocurrido” y “qué podríamos hacer para mejorar la situación”. Por último, unas reflexiones sobre los círculos restaurativos y sus características, así como los cambios de actitud y planteamiento necesarios, tanto a nivel de profesorado como del propio centro, sirvieron para cerrar la reflexión, tras más de dos horas de tratamiento del tema.

Quizá lo más importante de esta experiencia fue el poder comprobar el entusiasmo y el deseo de continuar el próximo curso tanto con las acciones iniciadas y llevadas a cabo este curso como con las nuevas perspectivas mostradas en la jornada, buscando su concreción a través de grupos de trabajo dispuestos a llevar a la práctica diaria de los centros estos planteamientos restaurativos. Y todo ello con el apoyo del propio ayuntamiento.

Lo llevado a cabo por el Ayuntamiento de Arganda y por el de Móstoles pone en primer plano dos experiencias concretas, indicadoras del importante papel que pueden y deben representar los ayuntamientos en el trabajo de desarrollo e implantación de la convivencia positiva. Es necesario reivindicar su papel y crear cauces para que su acción se generalice.

Son varias las acciones que puede poner en marcha un municipio para el fomento de la convivencia. Sin ánimo de exhaustividad, puede impulsar el estudio y análisis de la situación de la convivencia en los centros educativos y en el propio municipio, en general. Puede, asimismo, poner en marcha acciones de formación dirigidas tanto a las familias como al alumnado, incluyendo aquí también las dirigidas al propio profesorado. Puede organizar actividades y encuentros para el fomento de la convivencia, impulsar también actividades de apertura al entorno a través de proyectos de aprendizaje-servicio facilitados por el propio ayuntamiento… Y, sobre todo, puede y debe coordinar y hacer sinergia con todas las actividades que se llevan a cabo, respetando el papel protagonista de los centros.

Suele decirse que, en educación, es la hora de los municipios, y que es necesario reforzar su papel y función en ella. Los temas relacionados con la convivencia son un buen ejemplo de ello. Animemos y potenciemos su papel, pues los resultados, sin ninguna duda, van a merecer la pena.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/convivenciayeducacionenvalores/2018/06/26/los-ayuntamientos-y-el-trabajo-de-la-convivencia-2/

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Escuelas Creativas: un cambio que se sueña

El cambio es un viaje, no un proyecto establecido. En un proceso de cambio, no todo es el resultado de la planificación y de seguir un camino perfectamente trazado sobre un mapa. Durante el viaje, muchas ideas surgen fuera del mapa o, si lo hacen dentro, es en sus márgenes, en aquellos lugares a los que prestamos menos atención, donde las cosas están menos claras, son más inciertas y los detalles están algo borrosos de tanto plegar y desplegar el mapa.

La innovación y el cambio casi siempre surgen lejos del centro, en las periferias, en las zonas olvidadas, donde hay más dificultades. Aparecen en esos lugares donde se permiten las anotaciones, el desorden, la mezcla y la hibridación. En la convergencia entre saberes fronterizos o al unir ámbitos tradicionalmente separados. Escuelas Creativas surgió con la vocación de reunir mundos distintos, visibilizar lo pequeño, acercar lo remoto, superar el aislamiento y ser un lugar de encuentro de ideas y personas.

Los procesos de cambio escolar nunca son abstractos. Todo lo contrario, son reales, encarnados, concretos, situados y contextualizados. Arrancar un proceso de cambio pasa por asumir que cada realidad escolar es distinta y que cada comunidad educativa es diferente. Iniciar un proceso de mejora escolar, pasa también por aceptar que el cambio no es algo técnico. Que el cambio escolar está lejos de ser una actividad lineal y racional. Que los procesos de mejora son dinámicamente complejos y siempre están cargados de incertidumbre y emoción. Que siempre suponen un cambio de mentalidad, expectativas, valores, metas y concepciones. Y que no hay atajos para la mejora escolar.

Dudu Viana https://flic.kr/p/6cDc75 CC by-sa

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Tampoco hay metodologías válidas para todo y para todos. En estos tiempos de modas metodológicas no está de más recordar que la complejidad del acto de educar no pide metodologías únicas sino diversidad metodológica. No hay ningún método que hoy pueda pretender dar con la solución óptima para todos los problemas de la educación y de la enseñanza, decía en 1931 el pedagogo Decroly. Por eso, el cambio no se puede prescribir. Nadie puede decir a otros lo que tienen que hacer. Lo importante no se puede imponer por mandato.

Cualquier proceso de cambio escolar debe partir de un proceso previo de reflexión por parte de cada comunidad educativa en torno a los objetivos del cambio, los fines de la educación, el tipo de aprendizaje que se quiere fomentar, el tipo de enseñanza que se requiere para desarrollar ese tipo de aprendizaje y, finalmente, sobre el modelo organizativo que se necesita.

Y pasa, sobre todo, por recordar que no hay mejora posible sin una mejora de los alumnos, y que cualquier proceso de cambio que no persiga como objetivo final esta mejora de los aprendizajes de los alumnos será inútil.Que no hay cambio posible, si antes no tenemos claro quiénes son nuestros alumnos, si no hemos hecho el esfuerzo de entender qué esperan ellos y sus familias de la educación, si no compartimos previamente lo que entendemos por educación, si no definimos qué esperamos de nuestro esfuerzo educativo, si no establecemos conjuntamente nuestros objetivos. El cambio educativo nos exige mirar a los ojos de nuestros alumnos y confiar en ellos.

Richard Elzey https://flic.kr/p/rcMnfC CC by

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El Proyecto de Escuelas Creativas parte del convencimiento de que el cambio hay que hacerlo con los docentes y con las escuelas. Parte de la convicción de que todas las escuelas tienen la capacidad interna de mejora, si se dan las condiciones oportunas. Y que, por tanto, además de centrarse en la mejora de los procesos de aula, se debe trabajar también por desarrollar la capacidad interna de mejora de cada centro escolar. Escuelas Creativas surge de asumir que el cambio y la mejora escolar dependen menos de leyes, reformas y metodologías mágicas, que de proyectos educativos desarrollados por cada comunidad educativa. Surge de entender, como sostuvieron hace años Michael Fullan y Andy Hargreaves, que son los docentes y directores, individualmente y en grupos reducidos, quienes deben crear la cultura escolar y profesional que necesitan.

El resultado del Proyecto son un conjunto de materiales realizados por docentes y profesionales de la educación para ayudar y apoyar a otros docentes y centros educativos en sus procesos de cambio e innovación. Materiales que son el resultado de trasladar al lenguaje y a las prácticas educativas las ideas que sobre innovación y sobre el proceso creativo han desarrollado en los últimos años desde elBulliFoundation.

El resultado del Proyecto es, también, un conjunto de proyectos reales de mejora escolar, pensados, diseñados y puestos en marcha por docentes y equipos directivos conscientes de la creciente complejidad de su tarea y de las dificultades y limitaciones existentes, pero ilusionados por la idea de mejorar y adecuar los aprendizajes de sus alumnos a las demandas de nuestro tiempo. Un grupo de profesionales que saben que la enseñanza lejos de ser un asunto individual se ha convertido en un trabajo colectivo y que, como tal, debe hacerse junto con sus compañeros, pero también integrando al resto de la comunidad educativa: las familias, el barrio, los agentes sociales y económicos. Que la incertidumbre, los problemas y las dudas se llevan mejor si son compartidos.

No podemos predecir el futuro, pero sí podemos soñarlo, imaginarlo y proyectarlo. Sí podemos construir utopías educativas que pasan por imaginar visiones de futuro valientes, coherentes, inspiradoras y realistas. En un mundo lleno de miradas catastrofistas sobre la educación, dice Axel Rivas, necesitamos más que nunca esperanzas practicables e inspiraciones alcanzables. Necesitamos una mirada esperanzadora basada en la creatividad, la innovación pedagógica y la participación.

Quizá una de las mayores lecciones que podemos sacar del Proyecto Escuelas Creativas y de los 17 proyectos de cambio escolar que Escuelas Creativas ha impulsado, es que, como dijo Peter Drucker, “el cambio no se gestiona, sino que se sueña“.

Este texto es una versión ligeramente modificada de la tribuna que tuve el honor de firmar junto a Ferran Adrià en el periódico Magisterio el 14 de noviembre de 2017.
Puedes consultar y descargar la publicación completa del Proyecto Escuelas Creativas con el libro de introdiucción, las 5 guías para docentes, alumnos y escuelas elaboradas por la asociación de docentesAulablog y por OTBInnova y el volumen final con el resumen de los 17 proyectos realizados aquí.
Fuente: https://carlosmagro.wordpress.com/2018/06/09/escuelas-creativas-un-cambio-que-se-suena/
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«Los alumnos no entienden cómo en el cine ven en 3D y en la escuela siguen usando la tiza»

Entrevista/21 Junio 2018/Autora: Magdalena Cabrera/Fuente: El observador

El consultor en innovación educativa instó a las escuelas a formar personas y no obsesionarse por los contenidos

Xavier Aragay es consultor internacional en innovación de la educación. Llegó a Uruguay invitado por los colegios salesianos, a quienes está liderando en un proceso de innovación. Además, colabora con el movimiento ciudadano Eduy21, que recientemente presentó su proyecto de reforma educativa. En 2010 impulsó en los colegios jesuitas de Barcelona el proyecto Horizonte 2020, una apuesta al cambio sistémico mediante la aplicación de un nuevo proceso de enseñanza – aprendizaje, donde la persona es el centro. En diálogo con El Observador manifestó que «la educación es el ámbito de la sociedad que más tendrá que cambiar» en los próximos años. Para eso invita a imaginar una escuela diferente.
 
¿Cuál es la principal dificultad que se presenta hoy en los sistemas educativos a nivel mundial?
El modelo de enseñar y aprender se diseñó en el siglo XIX: un profesor que se considera que tiene el conocimiento y un alumno que tiene que estar quieto, escuchando, le califican y progresa. Aquel momento era el del enciclopedismo y la industrialización. La escuela nace como una fábrica. El drama es que estamos en 2018, el mundo ha cambiado totalmente, pero el método para transmitir conocimiento no.
¿La educación no se acompasó con el resto de los cambios?
Exacto. Por qué no nos damos cuenta de que la educación es seguramente el ámbito de la sociedad que ha cambiado menos en los últimos cien años y, por tanto, es el que tendrá que cambiar más.
¿Por qué cuesta tanto cambiar la educación? En Uruguay los últimos gobiernos han hecho reformas en la salud, en el sistema tributario. En educación lo prometen, pero no lo hacen.
Es la propia sociedad la que está encasillada en ver la educación de la misma forma, entonces, quién empieza a plantear que la educación debe hacer un cambio. Se necesita un cambio de mirada, no solamente un cambio técnico. Ya no se trata solo de hacer una nueva ley. Con una ley, la educación no va a cambiar. Se necesita un cambio mucho más a fondo porque la educación es un elemento vertebral de la sociedad. Por esta razón, también está cargada de ideología.
En Uruguay en 2008 se aprobó una nueva ley de educación y todo sigue igual.
En España en 30 años se han hecho seis leyes distintas de educación y estamos igual. Es la sociedad la que debe moverse. Aquí también hay un punto de un cierto fariseísmo: decimos que la educación es muy importante, pero después delegamos en los maestros y profesores que resuelvan el tema. Es la sociedad la que debe de involucrarse y decidir qué desea de la educación. En Uruguay, el hecho de que exista Eduy21 ya es una novedad en sí misma. Tener una plataforma cívica al margen de partidos, que son capaces de ponerse de acuerdo y de hacer propuestas, es un buen síntoma porque quiere decir que estamos empezando a ser conscientes del problema que tenemos.
¿Cómo puede hacer el ciudadano común para involucrarse en esto?
En Uruguay ya empieza a haber escuelas que se están planteando cambios, construyendo proyectos pedagógicos y experimentando. Como papá y mamá también puedo ir a la escuela de mi hijo, presionar y preguntar, qué proyectos de innovación tienen. Si un grupo de familias plantea esto, tiene mucho peso. La educación la hemos de cambiar pensando en un niño o niña que este marzo con tres años haya empezado la escuela. Va a salir de la escuela en el 2033 y si va a la universidad, va a terminar en el 2038 y se pondrá a trabajar en el 2040.
¿Cómo se hace para formar para el 2040 en un mundo tan cambiante?
Una cosa muy importante es dejar de obsesionarse por los contenidos. La mitad de los contenidos que le transmitamos a los niños de tres años en los próximos 15 años van a quedar obsoletos. Los contenidos no pueden ser un fin en sí mismo. Han de ser un medio para educar a la persona. La educación del carácter es lo más importante. En la escuela nos dedicamos todo el día a enseñar contenidos y de vez en cuando, nos dedicamos a los valores. Habría que hacer al revés, dedicar los 15 años a construir una persona. Los contenidos son las palancas para llegar a eso. Esta es la verdadera crisis. El verdadero objetivo tiene que ser la persona.
Ud creó una metodología, que tiene como centro a la persona. ¿En qué consiste?
La primera clave para cambiar es imaginar una cosa distinta. No cambiaremos la escuela a base de diagnósticos solamente. El principal problema es qué escuela imaginamos sería posible tener en cinco o diez años. En 2010 junto con ocho escuelas jesuitas de Barcelona presentamos proyecto Horizonte 2020. Tiramos las paredes de las aulas, hicimos grupos grandes, varios profesores dentro, dejamos de trabajar por asignaturas y trabajamos por retos. Ese es uno de los grandes cambios: que el alumno deje de ser un sujeto pasivo y pase a ser un sujeto activo. No es verdad que los jóvenes no quieren aprender. No quieren aprender cómo nosotros queremos enseñarles. Los alumnos no entienden cómo pueden ir al cine y ver en 3D y en la escuela seguimos usando la tiza. Nosotros decidimos acabar con esto.
¿Cómo les fue?
Muy bien. Los alumnos aprenden más y además desarrollan una serie de capacidades personales que con el sistema tradicional no desarrollan. Entre otras cosas, buscamos desarrollar la creatividad. Un niño que hoy tenga tres años va a vivir como 100 años. Va a tener que reinventarse un montón de veces y debo darle herramientas para eso. Si lo formo solamente para que sea contador, dentro de cinco años la inteligencia artificial va a hacer una contabilidad mucho mejor que él.
Fuente: https://www.elobservador.com.uy/los-alumnos-no-entienden-como-el-cine-ven-3d-y-la-escuela-siguen-usando-la-tiza-n1245271
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