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Educación de personas adultas: una ventana de oportunidades

Por: Jaume Carbonell

El CFA de Canyelles (Barcelona) es un reflejo de lo que ocurre y se trabaja en este ámbito educativo demasiado olvidado. Uno de sus maestros, Ángel Marzo, me acompaña en la visita a este centro.

Trayectorias escolares difíciles

Primera clase de la mañana. Nueve jóvenes de entre 16 y 19 años reciben clase de castellano. En grupos de tres tienen que componer un relato siguiendo la clásica estructura de planteamiento, nudo y desenlace. Comentan los personajes y diversas secuencias de la historia. Una versa sobre un grupo de amigos que va a una de estación de esquí y en un sótano encuentran una cinta que habla de un turbio asesinato. La otra cuenta el reencuentro al cabo de los años de dos amigos de la infancia que, tras comentar que se han enamorado recientemente, descubren que se trata de la misma mujer. El tercero bucea en otro romance. Entretanto, Ángel Marzo va orientándoles, con alguna indicación: “Podéis introducir algún diálogo breve, muy breve”.

Estos alumnos cursan el CAM, un curso específico para el acceso a los ciclos de grado medio que no requiere ninguna prueba específica. Según Ángel acceden a ellos un 60% aproximadamente. “Hay que tener en cuenta que se trata de jóvenes con un bajo nivel de autoestima, porque han recibido muchos imputs de que no sirven para estudiar. Han interiorizado que la escuela no es lo suyo; su experiencia escolar es el relato de fracasos acumulados y, además, arrastran episodios familiares, sociales, psicológicos,  de depresión y acoso muy duros”.

Hablamos con un par de ellos del otro grupo de CAM: Nerea (20 años) y Lorenzo (17 años). Nerea tiene muy claro que le va a servir para estudiar un grado medio de enfermería y posteriormente un grado de farmacia en la Universidad. Actualmente no trabaja. “Lo estoy buscando pero es muy difícil”. Se encuentra muy a gusto en este centro: “Cuando no entiendes una cosa la repiten y acabas entendiéndola. También me gusta la manera de enseñar. En la clase hay buen ambiente pero no siempre, a causa de una compañera que no para de hablar y grita mucho. Falta más respeto de algunos compañeros a los profesores; y si no hacen caso que les echen de clase porque a veces me desconcentro”. Lo demás le parece bien, salvo los exámenes: “Los haría tipo test porque si no hay que escribir mucho y se hace pesado”.  La escolaridad de Nerea no es precisamente un camino de rosas. “En la guardería fatal porque era de monjas y no me gustaba”. Tiene un grato recuerdo de su paso por Primaria porque los maestros la apoyaban y se sentía valorada. Incluso si estaba enferma le mandaban las tareas por ordenador. Su historia se torció cuando deja Zaragoza a los 12 años y comienza la ESO en un instituto barcelonés: “Fue horrible porque me hacían bullying continuamente, y los profesores apoyaban a los alumnos que lo hacían. Un día mi hermano mayor y mis padres vieron cómo me lo hacían en plena calle y fueron a quejarse. Lo denunciaron a la dirección y me expulsaron del centro. Luego estudié catalán y empecé el curso del CAM en otra escuela de adultos, pero no me gustaba y me cambié a esta”.

Lorenzo encuentra que es una ventaja poder acceder al grado medio de Formación Profesional en un año. Dejó el instituto por “las malas influencias”. Quiere estudiar Animación 3-D, pero como es un grado superior antes tendrá que estudiar uno medio de audiovisuales. Sostiene que en esta escuela se encuentra “superbién, sobre todo comparado con la ESO. Los profes están más contigo y te ayudan. Me gusta la forma de enseñar y estoy aprendiendo bastante. Lo único que cambiaría es el horario: entrar a las ocho o a las nueve porque a las 8,30 -eso de la media- me confunde. Y dejaría quince minutos para poder entrar en clase -ahora tras los cinco no pueden entrar hasta la siguiente clase- porque hay gente que viene con el bus y a veces hay atascos”. Su satisfacción respecto a su proceso de escolaridad muestra la cara y la cruz. “El primer colegio de Primaria era más permisivo y no era muy exigente en los exámenes. Solo suspendía una asignatura. En 5º me cambié a otro totalmente distinto, muy exigentes. Suspendí cinco o seis y tuve que repetir. En la ESO le sucedió algo similar, pues en los dos primeros cursos encontró un centro menos exigente donde el profesorado le ayudaba en todo momento. Cuando se mudó en tercero se repitió la misma historia que en Primaria. “Pienso que todos los colegios deberían ser iguales para que no pasaran estas cosas”.

Espacios acogedores y relaciones cercanas

Desde 2013 ocupan el anterior edificio de Educación Infantil del colegio contiguo, un lugar agradable y bien dotado de recursos, situado en lo alto del barrio de Canyellas (Barcelona), casi tocando el monte. Dispone de cuatro aulas amplias, la biblioteca, aula de informática, la sala de profesores y un patio, que acoge a 145 alumnos de edades, perfiles e intereses muy diversos que asisten mañana y tarde en franjas horarias que oscilan entre las tres y las quince horas semanales. Son atendidos por dos maestros de Primaria, uno de inglés y otro del ámbito científico tecnológico, además de un par de profesores de Comunicación y Ciencias Sociales a media jornada, un administrativo con idéntica dedicación y algunos colaboradores voluntarios.

El espacio más concurrido es el vestíbulo, un lugar de encuentro con un par de mesas alrededor de las cuales se hilan conversaciones, se toma cualquier bebida de la máquina, se desayuna, se consulta cualquier folleto de servicios, ofertas de trabajo o actividades, o se ojea una revista: hay varios ejemplares, entre otras, de Muy interesante o de la edición española de Le Monde Diplomatique. También dispone de una estantería con libros de divulgación y novelas, con unas cuantas copias de una breve antología de cuentos rusos. En una cartelera pegada a la pared se pueden leer noticias sobre el barrio, el acoso escolar o el suicidio de una adolescente. Las paredes de los pasillos están repletas de fotografías sobre el medio ambiente, los oficios o el refugio. Cada año, por Sant Jordi, se elige un tema fotográfico abierto a la libre participación. Y un gran mural con textos y fotografías de la Gran Guerra.

Ahora conversamos con un par de alumnos que se están preparando para las pruebas de acceso a los ciclos formativos de grado superior (CFGS),  un colectivo que reúne personas de los 18 a los 40 años aproximadamente. Mónica (40 años) dejó el Bachillerato y ahora se prepara estudiar un Grado Superior de Comercio y Marketing que le permita más adelante cursar Relaciones Internacionales en la Universidad. Confía en que lo logrará. “Aquí se repasan muchas cosas de la ESO. Avanzo pero nos faltan técnicas de estudio, aunque en la tutoría nos orientan algo. La gente es muy abierta y hay buena relación con los profesores”. Valora muy positivamente la mezcla de personas de distintas edades. De su proceso de escolarización critica al profesorado de secundaria que les desmotivaba: “Les faltaba interés, no te apoyaban y no se ponían en la piel de los jóvenes”. Pero también tiene palabras de agradecimiento para una profesora muy empática que le despertó el gusto por las Matemáticas, asignatura en la que hasta entonces sacaba malas notas.

Jordi (42 años) dejó de estudiar en el 1991 tras la EGB y obtener una formación profesional de primer grado. Desde hace diecisiete años trabaja en el sistema de control de los autobuses de Barcelona. “No tengo claro qué grado superior voy a elegir pero no me lo planteo para promocionar en la empresa sino como formación personal, para hacer una cosa diferente y para activar el cerebro”.  Venir a la escuela le motiva y le da energía. También encontrarse con gente joven. Reconoce que no le ha costado reanudar los estudios y que tiene la ventaja de que no lo vive como una presión sino como un hobby placentero. Le gustaría, eso sí, que en las clases se trabajara más en equipo.

Retrocediendo a su época escolar coincide con Marina en que al profesorado le falta motivación. “Esta es la palabra clave. Que descubran que puedes hacer alguna cosa que tú no te ves capaz de hacer. Que te dé el empujón. Pero uno pierde la fuerza cuando tienes dificultades y no te preguntan lo que está pasando”. También él se cruzó con un profesor empático que era capaz de ponerse en su piel. Por cierto, su madre, de 82 años también asiste a la escuela y participa en un taller de lectoescritura.

Informática e inglés

La oferta formativa del centro, en buena medida financiada por los fondos sociales europeos, se completa con tres niveles elementales de inglés y los cursos de informática: competic inicial, 1, 2 y 3, cuya acreditación está homologada por el Departament d’Ensenyament. A última hora de la mañana el aula de informática la ocupan tres jóvenes -faltan otros cinco- que se preparan para la prueba de CFGS. Se trata de un complemento formativo para alumnos con diversos niveles. Ángel Marzo, desde su ordenador, les va comentando cómo se manejan diversas prestaciones del Excel. En concreto, andan con las tablas dinámicas. “Tenemos una nueva barra de herramientas donde hay dos pestañas. Una pone diseño, presentación, formato y analiza”. Acto seguido entran en cada una de ellas y les explica para qué sirven.

La clase anterior, en esta misma aula, la ha compartido con ocho alumnos, seis de ellos ya jubilados, del competic-informática inicial. Les enseña, entre otras tareas, a enviar mensajes y fotos. En los grupos de informática, conformados por personas mayores de cuarenta años suele producirse un alto índice de abandono: en torno al 35% -en los cursos preparativos a grados profesionales con alumnado joven ronda el 20%-. Las causas  del abandono son diversas: personales, económicas, sociales, laborales, psicológicas, familiares, de salud,…

Juan (56 años) sigue el nivel 2 de competic. También quisiera estudiar inglés pero el horario le coincide con el de informática. Su propósito era mejorar sus prestaciones cara el mercado laboral aunque por problemas de salud tuvo que jubilarse anticipadamente. A pesar de ello ahí sigue con entusiasmo: “Me gusta muchísimo lo que hago; ha superado las expectativas que tenía de aprendizaje, sobre todo por la manera de enseñar y la dedicación de los profesores. Nos ayudan y orientan siempre: son pacientes, agradables y motivadores”. Cuando termine con la informática seguirá con el inglés. Está muy implicado en la escuela. Es uno de los representantes del alumnado en el Consejo Escolar y el secretario de la Asociación de Alumnos. “Su objetivo es cubrir el vacío desde el punto de vista social y cultural. También nos preocupamos de las personas, si hay que darles alguna ayuda en algún momento”. Entre las actividades de la Asociación destaca la Universidad del Barrio, que ofrece conferencias; un taller de lectura para la alfabetización; las sesiones de meditación Reiky y las salidas de final de curso. En la última visitaron las ruinas de Ampurias y la Islas Medas.

Trabajo en red con otros colectivos del territorio

Angel Marzo, al igual que el resto del equipo docente, están convencidos de que la formación podría extenderse a otros colectivos del barrio pero que la disponibilidad de tiempo no lo permite: entre el director y el jefe de estudios solo disponen de nueve horas semanales de liberación de docencia para la gestión. Falta personal y no se llega a todo. Piensa que quizá con una mayor intervención del Departament d’Ensenyament o la incorporación de un técnico de integración o educador podría darse a conocer mejor el centro: lo que ofrece y lo que podría ofrecerse en el futuro. Aunque también piensa que la labor de la escuela no se reduce a organizar cursos, pues su misión es la culturalización y educación básica de la población en un sentido amplio. Para ello tratan de buscar sinergias y complicidades con otras entidades y colectivos del entorno y, asimismo, se proponen dinamizar la Asociación de Alumnos convirtiéndola en Asociación de alumnos, exalumnos y participantes en las actividades.

A pesar de etas limitaciones ofertan numerosas y variadas actividades y servicios complementarios. Una de las más singulares es el intercambio de conocimientos: una vez al año cualquier alumno puede convertirse en profesor y y organizar un taller en el que se punta quien quiere: los ha habido de danza, cocina, relajación o italiano. La Universidad del Barrio, abierta a todo el vecindario, organiza conferencias en colaboración con la Facultad de Educación de la Universidad de Barcelona; uno de sus profesores distribuye entre sus estudiantes las temáticas que impartir que previamente han sido seleccionadas por las personas que participarán en el taller. El trimestre pasado se habló de la movilización social, la migración, la renta básica, las bases del racismo, la memoria, la energía corporal y el significado del sueño. La conferencia de hoy versa sobre las autoras y pensadoras feministas, y la del próximo jueves sobre las TIC y los jóvenes.

El contacto con los sindicatos se aprovecha para dar alguna charla sobre formación y orientación la laboral. Con la entidad “La Roda”, el alumnado participa en el rodaje y producción de un vídeo sobre a la historia del barrio. La Fundación Mémora, ligada a los servicios funerarios, oferta charlas sobre el duelo. Un exalumno es miembro de la “Asociación de amigos de Collserola” y organizan visitas e itinerarios. Asimismo, utilizan el servicio de atención psicológica “Aquí te escuchamos” promovido por el centro “Las Basses”.

Los vínculos con la Asociación de Vecinos y con la biblioteca son particularmente estrechos.  Esta organiza clubes de lectura y selecciona libros sobre diversas temáticas. Pero la actividad más emblemática que realizaron con ambas entidades, en el transcurso de la fiesta mayor del barrio, fue la ruta literaria por sus calles, muchas de las cuales llevan el nombre de reconocidos autores: Federico García Lorca, Miguel Hernández, Juan Ramón Jiménez -el de su escuela-, Antonio Mahado, Miguel de Unamuno…

Una vida de intensa militancia en la educación de personas adultas

Ángel Marzo (1956) estudió Magisterio y Psicología. Tras un fugaz paso por la Primaria -apenas un par de meses- en 1978 ya empieza a trabajar en este sector educativo, concretamente en el núcleo de barracas de la Perona. Tras ser demolido, la escuela se traslada al Besós, un barrio con un rico componente de historias de luchas vecinales. Allí permanece hasta 1995 para regresar de nuevo en el 2002. Cuando lo deja, en el año 2014 viene a la escuela de Canyelles. Fueron años intensos y aún hoy sigue conectado al Besós, del que me muestra un precioso libro del que se ocupó de la parte literaria.

La vida de este maestro ha sido de una intensa militancia pedagógica y social -nunca separa ambos ámbitos-, a través de la mesa de coordinación de las escuelas de adultos, Comisiones Obreras, los Movimientos de Renovación Pedagógica y la celebración de Escuelas de Verano de este sector. Asimismo, forma parte del Instituto Paulo Freire de España, sin duda uno de sus referentes más estimados en su práctica educativa. De él recomienda la lectura de Pedagogía del oprimido, que hay que leer primero, y Pedagogía de la esperanza. Opresión y esperanza, La cara y la cruz. Destaca dos ideas freirianas: la de convertir las dificultades en oportunidades,  y la de la educación como diálogo: “Hay que dar respuestas a los retos de la realidad pero sin renunciar a nada”. Ha aprendido también de las aportaciones de Ettore Gelpi y de A. M. Piussi y, más en concreto de su libro colectivo Formar y formarse en la creación social, “que presta mucha atención al sujeto, al cuidado, la escucha, el intercambio y el encuentro”. “Porque conocer no es acumular contenidos sino recrearlos”.

Insiste en la importancia de respetar la especificidad de la educación de personas adultas (EPA): “Ha de entenderse con ojos diferentes a como miramos la infancia. Hay un componente de voluntariedad y las personas llegan con una mochila experiencial que hay tomar en consideración, tratando de aprovechar sus potencialidades y corregir sus debilidades. La educación va a caballo de la vida, de algunas de las actividades vitales más significativas de las personas. Por eso hay que estimularles continuamente. Porque la EPA es sobre todo un trampolín cultural de oportunidades que orienta al futuro”. Al pedirle un consejo para los educadores que se estrenan en este ámbito lanza este mensaje: “Que se dejen acompañar por el adulto que está aprendiendo, que se acerque a su vida. Que lo escuche y luego despliegue todo su potencial. Todos somos agentes, comunidad y territorio. No hay que renunciar al bagaje técnicoprofesional pero sólo con este nos damos contra el muro”.

La conversación con Ángel continúa camino del restaurante “Cinco hermanos”, en la subida hacia al monte donde con frecuencia acude con el alumnado. Sostiene, a modo de síntesis, que este tipo de formación es una palanca o ventana de oportunidades, así como la mejor prevención a una serie de situaciones y comportamientos sociales. Y como su militancia no cesa, se ha propuesto liderar un equipo directivo para el próximo curso para reforzar las actuales iniciativas culturales y sociales y promover otras nuevas. Este es el nuevo reto para los próximos cuatro años, hasta su jubilación a los sesenta y cinco.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/pedagogiasxxi/2018/02/21/educacion-personas-adultas-una-ventana-oportunidades/

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España: El Pacto educativo podría llevar la universalización de la escolarización desde los 0 a los 18 años

Europa/España/16 Febrero 2018/Fuente: el diario la educación

PP, PSOE y C’s acuerdan la universalización la escolarización desde los cero hasta los 18 años, con la obligación para las administraciones de escolarizar a quienes lo soliciten. Sobre la mesa, el riesgo del aumento de los conciertos educativos a las etapas no obligatorias.

Universalizar la escolarización desde los cero hasta los 18 años. Este es uno de los acuerdos alcanzados en la Subcomisión de Educación que trata sobre el Pacto Educativo.

Se trata de una de esas ideas, reivindicaciones que han venido sonando desde hace años para conseguir mejores resultados escolares, para mejorar los niveles de titulación en la secundaria.

También se trata de una de esas peticiones no atendidas desde las patronales de la escuela concertada para aumentar, con ello, la oferta de sus centros a un precio asequible a todas las familias.

Según informa STEs en un comunicado de prensa, han tenido acceso al acuerdo alcanzado en la sesión del pasado 13 de febrero. PP, C’s y PSOE  votaron a favor, Unidos Podemos en contra y ERC se abstubo.

Fuentes de Unidos Podemos confirman a este periódico que efectivamente ese fue el resultado de la votación, y que formará, por tanto, parte del informe que esta subcomisión se comprometió a elaborar para la redacción posterior de una nueva ley educativa.

El riesgo que señalan el sindicato STEs es la privatización de las etapas no obligatorias de la educación, con el aumento del gasto público dedicado a los conciertos educativos.

Para Luis Centeno, de Escuelas Católicas, hay que ser prudente. Lo primero es tener en cuenta que las negociaciones de la subcomisión son a puerta cerrada, de manera que ahora lo que hay que hacer es dejar espacio y tiempo a los partidos para que realicen los trabajos, hasta que haya un documento público que pueda criticarse más adelante.

El representante de la patronal mayoritaria de la escuela concertada “hace falta tranquilidad” y comunicados como el de STEs “perjudican el desarrollo de la subcomisión y el futuro del pacto”.

Desde el PSOE, Luz Martínez Seijo, responsable de Educación en la Ejecutiva, así como portavoz en la Cámara, mostraba su enfado a la salida de la subcomisión el pasado 14 de febrero por lo que entiende que ha sido una actuación que ataca a la “lealtad con el funcionamiento de la cámara, así como con los grupos parlamentarios”, por una “filtración interesada”.

La parlamentaria socialista explicaba a este diario que se ha insistido en la Subcomisión, por parte del PSOE, en que  el principio de de universalización es una cuestión que su partido lleva tiempo barajando. Se trata de hacer “que las familias tengan una plaza garantizada”.

En cualquier caso, la universalización de la educación desde los 0 hasta los 18 años ha sido siempre una reivindicación de la patronal de la escuela concertada, “por un principio de libertad de enseñanza y que la familia no elija en función de si tiene dinero o no” la educación que prefiere para sus hijos e hijas. Para Centeno es una cuestión, además de libertad de elección, de igualdad de oportunidades en el acceso a la educación.

Ciertamente, la universalización hasta los 18 años es un asunto que está sobre la mesa desde hace bastante tiempo como una posibilidad de aumento de la formación del estudiantado, que puede mejorar el nivel que alcancen los jóvenes a la hora de acercarse al mercado de trabajo.

Para Centeno, la situación es análoga a la planteada por la Logse que alargó la escolarización de los 14 hasta los 16. Ahora se trataría de aumentar nuevamente hasta los 18, dos años más. “Hay una reflexión seria y amplia por parte de los partidos mayoritarios”.

Ruta por el pacto

Para aumentar la transparencia de lo que ocurre en la subcomisión, frente a quienes abogan por la necesidad de un espacio de tranquilidad y discreción en el que poder negociar con tranquilidad, Unidos Podemos ha planteado, desde este fin de semana, realizar una ruta por todo el Estado llevando la discusión del pacto.

Con el lema ‘Orgullosas de la pública. El Pacto de Estado sale a la calle’, la confederación de partidos, quiere que la comunidad educativa tenga acceso a los acuerdos que se tomen dentro de la subcomisión y espera poder recoger, al mismo tiempo, las aportaciones que la comunidad educativa pueda realizar sobre los diferentes temas que se tratarán.

La ruta comenzará en Bilbao y continuará despues por la Comunidad Valenciana, Baleares, Madrid, Castilla y León y Extremadura.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2018/02/15/pacto-podria-llevar-la-universalizacion-la-escolarizacion-desde-los-0-los-18-anos/

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Las universidades ante el reto digital

Por: Alejandro Tiana

El reto que actualmente deberían plantearse las universidades consiste en adaptarse a las exigencias de la sociedad digital, más que en utilizar las TIC manteniendo inalterables sus rasgos tradicionales.

Universidad de Navarra / CC BY-ND (Flickr)
Universidad de Navarra / CC BY-ND (Flickr)

En los últimos tiempos he recibido varias invitaciones (o quizás debería decir incitaciones) para hablar o escribir acerca de los cambios que previsiblemente afectarán a las universidades como consecuencia de la incorporación masiva y acelerada de los recursos tecnológicos digitales, que por otra parte no cesan de renovarse. Como consecuencia de esas propuestas, he tenido recientemente la fortuna de coordinar, junto con otros colegas también interesados en el tema, dos monográficos sobre la respuesta que deberían dar las universidades al reto digital: uno en 2015 en la revista Telos y otro que aparecerá en la revista Comunicar a mediados de 2017. Basándome en esa experiencia, me gustaría trasladar a nuestros lectores las principales conclusiones a que dicha reflexión me ha llevado.

Lo primero que conviene subrayar es que las universidades son una realidad institucional con una larga historia, cuyo origen se remonta a la Edad Media europea. No cabe duda de que han cambiado mucho desde entonces. Las circunstancias que han impulsado su evolución son muy diversas y tienen que ver tanto con los cambios sociales y culturales como con el avance experimentado en el ámbito educativo y científico. Aunque parezca un efecto colateral, también las transformaciones producidas en los modos y los medios de comunicación han afectado a la educación en general y a la universidad en particular. Así, por ejemplo, la invención del ferrocarril, el despegue de la industria periodística y la expansión de los servicios postales a mediados del siglo XIX permitieron el desarrollo, aún incipiente, de diversas experiencias de enseñanza por correspondencia. Con el paso de los años, la incorporación del teléfono, la radio, el audiocasete, la televisión y el video permitieron articular y desarrollar nuevos modelos de comunicación didáctica, de manera cada vez más formalizada, que acabaron llegando a la universidad bajo la fórmula de las universidades a distancia, entre cuyas primeras iniciativas pueden mencionarse la Open University inglesa, la UNED española o la FerUniversität alemana.

Pero ha sido realmente en las últimas décadas cuando el avance registrado por las tecnologías de la información y la comunicación ha producido un impacto notable sobre el mundo universitario, sin duda mucho más acusado que en el caso de las tecnologías anteriores. La explicación de este fenómeno es sencilla: las TIC han afectado profundamente a los sistemas de producción, a la organización económica y social, a nuestras pautas culturales, a las relaciones internacionales, entre muchos otros ámbitos. La incorporación de las TIC es un proceso inacabado y seguramente inacabable, una realidad ya asentada, pero también abierta a lo inesperado y que afecta al conjunto de nuestras vidas.

Lógicamente, las universidades no podían quedar al margen de esta tendencia general. En consecuencia, han informatizado sus sistemas de gestión, presentado su oferta formativa e investigadora a través de Internet, creado campus virtuales, establecido sistemas de apoyo no presencial a los estudiantes y comenzado a producir materiales didácticos interactivos.

Esa incorporación de sucesivos recursos tecnológicos ha abierto caminos antes inexplorados, propiciando la aparición de nuevos modelos universitarios, como es el caso de la hoy denominada educación virtual, en línea o digital, por no citar sino una manifestación llamativa. Su contribución se puede concretar en varias aportaciones fácilmente identificables:

  • Se ha elaborado y difundido una metodología didáctica rigurosa y de carácter sistemático, que hoy sirve de base para la elaboración de cursos capaces de apoyar el estudio independiente y el aprendizaje autónomo y cooperativo. Dicha metodología puede ser aplicada, tanto en las universidades convencionales, como en las universidades a distancia o en línea, bajo la forma de clases invertidas (flipped classrooms), videoclases o seminarios enlazados mediante videoconferencia.
  • Se han producido y difundido un buen número de materiales didácticos digitales e hipertextuales, basados en la combinación de medios y de carácter interactivo, que están permitiendo compartir contenidos y no solo distribuirlos. En muchos casos, dichos materiales están disponibles en repositorios de recursos educativos abiertos. Los materiales que sirven de base a los MOOC son una buena demostración de las posibilidades abiertas por este nuevo modelo.
  • Se han habilitado nuevos canales diversificados de apoyo al estudiante, basados en el uso de herramientas tales como los foros virtuales, a su vez conectados en muchas ocasiones con diversas redes sociales (generales o específicas), que están permitiendo el establecimiento de una comunicación fluida y rápida entre los estudiantes y de estos con sus docentes.
  • Se ha configurado una gama diversificada de apoyos al estudio, tanto presenciales como virtuales, que permiten personalizar el aprendizaje. La coexistencia de bibliotecas físicas y en línea, tutorías presenciales o virtuales, videoconferencias y chats permite a cada estudiante encontrar la combinación de medios y recursos que mejor se adecúe a sus características, estilo de aprendizaje y necesidades prácticas.

Este tipo de aportaciones ha venido a confluir con otros cambios relativos a la concepción de los procesos de enseñanza y aprendizaje, la aparición y el desarrollo de un nuevo concepto de aprendizaje a lo largo de la vida, la demanda de nuevos modelos formativos no formales, o la necesidad de acceso a un conocimiento distribuido globalmente. Todo ello ha abierto muy notablemente el panorama de actuación de las universidades y planteado nuevas posibilidades de atención a los estudiantes.

No obstante, a la vista de esos cambios, no faltan quienes se preguntan si la universidad ha comprendido realmente las implicaciones y exigencias de la sociedad digital, planteando dudas al respecto. hay incluso quien considera que iniciativas como la construcción de campus virtuales han desincentivado la verdadera digitalización de la universidad, que debería afectar a aspectos tales como el tipo de enseñanzas que se ofrecen, el modo de abordar la conectividad y el aprendizaje en clave social o la manera de aprovechar la globalización del saber.

Desde esta perspectiva, considero que los avances antes mencionados son importantes, pero todavía queda espacio para continuar avanzando. En efecto, estoy convencido, al igual que otros colegas, de que el reto que actualmente deberían plantearse las universidades consiste en adaptarse a las exigencias de la sociedad digital, más que en utilizar las TIC manteniendo inalterables sus rasgos tradicionales. Dicho de otro modo, el reto realmente consiste en incorporar las universidades a la sociedad digital, lo que permitiría dar una respuesta adecuada a los desafíos que hoy se les plantean. Sobre este asunto merecerá la pena volver en alguna otra ocasión.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2017/01/26/las-universidades-ante-el-reto-digital/

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La Universidad de Puerto Rico se interesa por las escuelas charter

Centro América/Puerto Rico/08 Febrero 2018/Fuente: el nuevo día

Líderes de la institución educativa del Estado señalan que participarán del proyecto de transformación que propone el Departamento de Educación

La Universidad de Puerto Rico (UPR) se prepara para convertirse en una de las entidades que administrará escuelas públicas bajo el modelo de escuelas charter, adelantaron esta tarde el presidente de la Junta de Gobierno, Walter Alomar, y el presidente interino de la institución, Darrel Hillman.

Ayer, el gobernador Ricardo Rosselló Nevares anunció sus propuestas para una reforma del sistema de educación público, el cual contiene el establecimiento de escuelas charter en la islas, las que se conocerán como Escuelas Alianzas. Las escuelas charter son escuelas públicas que son manejadas por entidades privadas, como organizaciones sin fines de lucro, instituciones educativos o gobiernos municipales.

Alomar indicó que la universidad del Estado ya prepara las propuestas que le presentará al Departamento de Educación.

“La UPR participará de la transformación educativa de Puerto Rico. A tales efectos, la Universidad le presentará propuestas al Departamento de Educación para administrar escuelas públicas y, de esa manera, ayudar a mejorar la calidad de la educación en Puerto Rico, al tiempo que obtiene nuevos ingresos para la educación pública universitaria”, expresó Alomar.

La UPR ya tiene experiencia en el manejo de proyectos de educación primaria y secundaria. La Facultad de Educación del recinto de Río Piedras tiene dos escuelas laboratorio, la Escuela Elemental Laboratorio de la UPR y la Escuela Secundaria de la UPR, mejor conocida como UHS. Asimismo, el recinto de Cayey tiene hace varios años una alianza con Educación para desarrollar una escuela especializada en idiomas, la cual se conoce como la University of Puerto Rico at Cayey Preparatory High School en Aibonito.

La secretaria de Educación, Julia Keleher, sostuvo esta mañana que la UPR sería una de las entidades a las cuales le harían acercamientos para ver si podrían encargarse del manejo de escuelas públicas.

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Hillman aseguró que el desarrollo de Escuelas Alianzas está a tono con el plan estratégico de la UPR, pues permite que la institución universitaria se inserte en la preparación de los estudiantes que eventualmente recibirá en sus recintos.

“Nos permitirá extender la excelencia educativa de la UPR a las escuelas públicas. Nuestras escuelas laboratorios siempre se han distinguido por la alta calidad de sus ofrecimientos, y esto es una oportunidad para ampliar este programa para impactar a aún más niños y jóvenes puertorriqueños”, indicó Hillman.

Fuente: https://www.elnuevodia.com/noticias/locales/nota/launiversidaddepuertoricoseinteresaporlasescuelascharter-2396332/

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¿Los niños deben limpiar sus propias escuelas? Japón dice que si

Asia/Japón/07 Febrero 2018/Fuente: Cambio 16

Una de las tradiciones de la educación japonesa es que los niños deben limpiar sus propias escuelas. Un reciente y hermoso vídeo difundido por Unicef le ha desvelado el o-soji (limpieza). Se trata de una práctica en las escuelas niponas más tradicionales donde los niños se encargan de la limpieza y el ornato de su espacio educativo. 

En una escuela típica, el o-soji comienza después del almuerzo y una duración de 20 minutos. Esto ocurre cuatro veces a la semana (no limpian el miércoles o sábado). En el último día de cada semestre, hay otra jornada llamada Osoji (limpieza grande). La actividad se acompaña de juegos positivos o música clásica.

Contrario a lo que muchos piensan, no es que en Japón no existan trabajadores de limpieza en los colegios. Los yomushuji o Shuji -el personal de mantenimiento- existe y se encarga de tareas más pesadas. Son otras las razones las que impulsan al sistema educativo japonés a incentivar a los niños a limpiar sus propias escuelas.

La primera es que los japoneses consideran que con esta práctica, los niños aprenden a respetar su entorno. La segunda es que aprenderán “que es mejor no hacer un lío si usted tiene que limpiarlo”.

La experiencia de los niños en Japón para limpiar sus propias escuelas

El o-soji, o la actividad de los niños de limpiar sus propias escuelas es, como buenos japoneses, meticulosamente organizada. Cada clase es responsable de la limpieza de su propia aula y otros dos lugares en la escuela. Por ejemplo la oficina de la enfermera y la biblioteca. La clase se divide en Han (grupos pequeños). Cada uno de los cuales es responsable de una de las zonas a limpiar.

Asimismo tres veces al año los estudiantes de tercer grado en adelante hacen seiso chiiki (limpieza del barrio). La escuela cuenta con un arsenal de escobas de tamaño infantil y recogedores que son llevados a cabo para el evento. Los niños se ponen los guantes de algodón llamados gunte, y salen a recoger la basura en el vecindario alrededor de la escuela.

Finalmente, entre limpieza y limpieza, hay un propósito social. Muchas escuelas ofrecen este tipo de interacción entre los grados superiores e inferiores porque muchos niños japoneses son hitorikko (solos, sin hermanos). Los maestros creen que los estudiantes mayores necesitan experimentar ayudando a los niños más pequeños. Y los niños pequeños necesitan buenos modelos a seguir.

Fuente: https://www.cambio16.com/galerias/japon-limpiar-sus-propias-escuelas/

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Sacar el aula, poetizar la educación

Por María Acaso

Las previsiones meteorológicas auguraban que iba a nevar en Madrid durante toda la mañana. Que iba a nevar mucho, con grandes copos, lo cual dificultaría enormemente realizar cualquier actividad en el exterior. Pero la tercera sesión de la Escuela de Art Thinking estaba anunciada desde hacía mucho tiempo, lo que hizo imposible anularla, aunque avisamos a los participantes de que se viniesen hasta la plaza de Matadero Madrid bien abrigados.

Cuando llegamos, Miguel Braceli −el artista y educador que tenía por cometido generar el ecosistema de la experiencia− sacaba de unas cajas unos misteriosos cilindros de plástico negro. Le pregunté por el origen y funcionalidad de dicho plástico, y me comentó que era «plástico de paletizar», que también se utiliza en los ámbitos rurales para embalar el heno, un material que parecía muy alejado tanto del mundo del arte contemporáneo como del de la educación.

 

Yo llevaba siguiendo la trayectoria de Braceli desde hacía tiempo, entre otras cosas, porque la encontraba increíblemente similar a la mía: Miguel, que ahora se define como artista visual, trabaja a la vez como profesor de arquitectura en la Universidad Central de Venezuela desde el 2008, donde imparte la asignatura Taller de Proyectos. Aunque la propia definición de este espacio académico lo alejaba de lo tradicional, pues impedía la existencia de exámenes o lecciones magistrales, Miguel, de alguna manera, cumplía el mandato de la reproducción, al no combatir las maneras en las que él mismo había sido enseñado y pedir a sus estudiantes un proceso de aprendizaje de la arquitectura basado en el dibujo.

En el año 2012, el contraste entre las rutinas académicas del máster en el que participaba como estudiante, el diseño e implementación del seminario Espacios Sensoriales (impartido junto con Juan Manuel Mendoza) y el descubrimiento de las prácticas artísticas contemporáneas, genera una crisis personal que le conduce a replantearse su docencia. Poco a poco, la reflexión no sobre la arquitectura como contenido, sino, más bien, sobre la arquitectura como metodología le fue desviando del canon académico para abrazar un proceso pedagógico que al mismo tiempo devenía artístico.

Dejó de trabajar el dibujo como único procedimiento y empezó a construir arquitecturas efímeras; dejó de desarrollar sus proyectos dentro del aula y los emplazó en lugares misteriosos; y empezó a poetizar todo aquello que tenía que ver con su rol de profesor, hasta el punto de que su último proyecto tiene por nombre Casas para volar

Miguel se dio cuenta de que todo aquello que le interesaba del mundo de las artes −como la retórica, las ficciones, las subjetividades, la intuición y lo poético− era justamente aquello que se quedaba fuera de su aula y se dispuso a recuperarlo.

Sacar el aula es la acción, que no podemos definir ni como artística ni como pedagógica, que Miguel Braceli diseñó e implementó el pasado 13 de enero en la plaza de Matadero Madrid en el contexto de la tercera sesión de la Escuela de Art Thinking, una acción destinada a la formación de formadores que provocó un proceso de reflexión sobre el espacio de aprendizaje en todos sus sentidos y que nos invitó a sacar a este espacio «de sus casillas» a través de la introducción de lo poético como eje fundamental del proceso pedagógico.

Sacar el aula hizo posible que los cincuenta educadores que participamos trabajásemos el concepto de voz visual: no hablamos, no usamos libros, no proyectamos PowerPoint, sino que la totalidad de nuestros cuerpos, el plástico de paletizar y el viento se validaron como dispositivos de generación de conocimiento, más allá del lenguaje oral y textual.

El significado se generó a través del uso de figuras retóricas, un proceso que los educadores desarrollamos continuamente, aunque consideremos que solo lo utilizan los artistas: la acción de sacar el aula como gigantesca metáfora; la repetición del principio, que contrastó con la organicidad del final; la exageración e hipérbole que puso énfasis en el problema que estábamos abordando; la epanadiplosis generada al empezar y terminar igual.

Definitivamente, se invirtieron los roles, y asistimos a un acto mágico en el que el artista participó como espectador de la obra que estaba produciendo el público. Sacar el aula nos permitió realizar esta inversión sin violencias, utilizando la ficción como metodología, lo especulativo como certeza y lo posible como realidad.

El discurso individual se transformó en un discurso colectivo, en una suerte de subjetividades que impedían la identificación de una sola voz sobre las demás, de una sola manera de mirar las cosas sobre las demás, de una sola manera de hacer la realidad posible. Y es que también el discurso pedagógico, al entenderse como discurso artístico, trastoca las normas, los procedimientos y las metas, resucitando la pasión por el conocimiento que hemos perdido por completo.

Poetizar el aula no consiste en llenarla de versos, consiste en convertirla en un verso; consiste en utilizar el arte no como contenido, sino como metodología que nos permite volver a considerarnos intelectuales y artistas. La necesidad de poetizar el aula nunca ha sido más urgente. Necesitamos preguntarnos: ¿por qué un conocimiento es más legítimo que otro?, ¿por qué la escuela y la universidad priorizan el pensamiento lógico convergente y desprecian aquellos saberes que, como las artes, incluyen lo divergente, el rizoma y el error?, ¿puede escapar el método científico de lo subjetivo?

A pesar de las previsiones meteorológicas, aquel día no nevó.

El cielo estaba de un tono gris cargado, ese tono que vislumbramos muy pocas veces al año. Ese tono que, aunque indefinido, se queda grabado en nuestra retina solo si nos atrevemos a salir de casa.

Porque poetizar la educación es tan necesario como salir al exterior y no tener miedo a que nieve.

Fuente: http://www.mariaacaso.es/sacar-aula-poetizar-la-educacion/#more-1868

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La Escuela que quiere enseñar, pero tiene que cumplir el currículo

«El aprendizaje se considera como no lineal y navegable como lo son los nuevos medios, en vez de transmitido como lo eran los medios de comunicación convencionales; se imagina que es editable, como una wiki, en vez de ser jerárquico y dictado de una única autoría.» Loveless y Williamson

Por Salvador Rodríguez Ojao

Tras El niño que quería aprender, pero tenía que aprobar y El profesor que quiere enseñar, pero no le dejan cierro esta trilogía con La escuela que quiere enseñar, pero tiene que cumplir con el currículo.

Varios son los graves problemas a los que se enfrenta la institución escolar en estos tiempos de conflicto y posverdad. Una escuela que sufre un serio problema de identidad.

El primer problema es la dificultad endémica que ha demostrado siempre para adaptarse rápidamente a los cambios del mundo en el que vivimos. La escuela, como cualquier institución monolítica, es muy conservadora en su funcionamiento y en su estructura. La adaptación al cambio no es precisamente una de las virtudes de la escuela.

El segundo problema tiene que ver con un currículo excesivamente amplio, que lejos de marcar los mínimos que hay que aprender, provoca un estrés y una ansiedad por abarcarlo en su totalidad. Resultado de ello es un aprendizaje «fingido» que se olvida una vez vomitado en un examen memorístico. Todo esto llevo a un aprendizaje superficial. Se olvida con demasiada frecuencia que menos es más… que más vale poco, pero en profundidad que demasiado con ligereza.

Un tercer problema (y aunque hay más, con este acaba la enumeración) es la falta de voluntad política y la cada vez mayor escasez de recursos. La educación no debería depender de los vaivenes políticos. No es aceptable que cada vez que hay un cambio de gobierno, haya un cambio o una reforma del sistema educativo. Y tampoco es aceptable que las diferencias políticas impidan llegar a acuerdos sobre cómo debe ser la educación de un país.

Sí, la escuela se enfrenta a innumerables problemas y dificultades. Pero no es menos cierto que hay multitud de escuelas que luchan contra viento y marea para superar esas limitaciones y dotar a sus alumnos de las competencias y los conocimientos necesarios para aprender a lo largo de toda la vida. Escuelas creativas, colaborativas, inclusivas, emocionantes que ofrecen a los alumnos y a las alumnas experiencias de aprendizaje participativas, que tiene fuertes vínculos con su realidad y su entorno.

A pesar de las dificultades, hay una escuela que sabe que enseñar solo tiene sentido si hay aprendizaje. Que sabe que su función va mucho más allá de la de calificar y seleccionar a sus alumnos. Que entiende que los datos solo tienen sentido cuando son significativos. Que deja espacio para las emociones y los sentimientos.

La innovación, cuando esta es real y efectiva, es el símbolo de la identidad de nuestra escuela. Innovar significa afrontar los problemas existentes y enfrentarse a las nuevas necesidades.

La escuela está cambiando, se está transformando y continuará haciéndolo.

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