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Abren inscripciones para 3 cursos gratuitos online de la Universidad de Chile

Se abordará en ellos temas fundamentales para la realidad chilena como educación financiera o educación sexual en el contexto escolar. Cada uno dura 5 semanas.

La Universidad de Chile mantiene el proyecto institucional “UAbierta” con el objetivo de impulsar el “conocimiento abierto y colaborativo”. Esta modalidad es pionera en el país en el uso de Massive Online Open Course, con el que se realizarán tres cursos gratis online.

No se solicitan requisitos de ingreso y serán durante octubre y noviembre.

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Según consignó T13, se abortarán temas fundamentales para la realidad chilena como la educación financiera y la sexualidad en el contexto escolar.

Los cursos son  Educación Financiera Ciudadana (3° edición), Sexualidades en la Escuela (5° edición) y, por primera vez, el curso Paisaje Sonoro: escucha, experiencia y cotidianidad.

Cada uno de ellos dura cinco semanas y son impartidos por docentes de la Universidad de Chile, junto a otros colaboradores.

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Los cupos son limitados así que si quieres participar debes ingresar tus datos a www.uabierta.uchile.cl y entrar al catálogo de cursos.

Cursos y fechas

Sexualidades en la Escuela (5° edición)

  • Inicio del curso: 13 de noviembre de 2018
  • Cierre: 21 de diciembre de 2018

Educación Financiera Ciudadana (3° edición)

  • Inicio del curso: 16 de septiembre de 2018
  • Cierre: 16 de noviembre de 2018

Paisaje Sonoro: escucha, experiencia y cotidianidad (1° edición)

  • Inicio del curso: 30 de octubre de 2018
  • Cierre: 4 de diciembre de 2018

Fuente:

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Curtis Johnson: La manera disruptiva de aprender

Punset entrevista a Curtis Johnson, experto en educación
Curtis Johnson, consultor educativo, le explica a Punset que la educación está viviendo un proceso de innovación disruptiva.

En el sector de la industria, innovar supone mejorar continuamente los productos con respecto a sus versiones anteriores. En este proceso gradual, a veces surge una innovación radical que rompe con el paradigma anterior. Se trata de una innovación disruptiva, algo que obliga a la industria a cambiar sus esquemas y a adaptarse para no morir. Curtis Johnson, consultor educativo, le explica a Punset que la educación está viviendo un proceso de innovación disruptiva que, con apoyo de las plataformas digitales, revolucionará la manera de aprender en las aulas.

Curtis W. Johnson:
Durante los últimos diez o veinte años, en casi todo el mundo, el sector educativo ha dejado de centrarse en el acceso y ha pasado a centrarse en la expectativa, la de que todos los jóvenes tienen que prepararse para la economía y la sociedad que intentamos forjar. Mi hipótesis es que no podremos lograrlo, no podremos superar ese desafío con el modelo tradicional en las aulas, es logísticamente imposible y financieramente insostenible.
La buena noticia es que la plataforma tecnológica de la que disponemos hoy en día sí nos permite hacerlo, y además de formas inconcebibles en el pasado

¿que significa innovación disruptiva?

Eduard Punset:
Curt, me gustaría que los teleespectadores entendieran lo que significa innovación disruptiva. La idea más arraigada es que la innovación es cualquier cosa menos disruptiva. Pero ahora llegas tú y nos dices que, si queremos hacer algo nuevo, algo útil en el ámbito de la educación, debemos optar por la innovación disruptiva.

Curtis W. Johnson:
Sí, es sorprendente y fundamental. Ante la palabra innovación, se suele reaccionar como si fuera un mero sinónimo de mejora, de algo que se perfecciona cada vez más. Así es como lo vemos más a menudo: constatamos que, con la mayoría de productos y servicios, a quienes nos los proporcionan les conviene mejorarlos continuamente para que nos gusten más y los compremos más. Podemos pensar aquí en los productos: durante mucho tiempo, las cámaras fotográficas no pararon de mejorar. Cada vez eran más interesantes, tenían más capacidad, las películas fotográficas eran de grano más fino, más coloridas y con más resolución. Si esperabas un año o dos podías comprarte una cámara nueva que superaba con creces la anterior. Sin embargo, en algún momento, cuando la ciencia encontró la manera de sustituir los carretes por la imagen digital, de repente todos los que invertían en mejorar cámaras analógicas (que era una forma de innovación continua)…

Eduard Punset:
Y que iban mejorando…

el modelo vigente en el sector educativo está casi completamente desvinculado de la realidad del siglo XXI

Curtis W. Johnson:
Sí. Pues de repente se vieron trastocados por las cámaras digitales ¡hasta el punto que es muy difícil encontrar un sitio para comprar carretes en la actualidad! Éste es un ejemplo de innovación disruptiva. Se podría decir que lo mismo que pasó con las cámaras analógicas sucedió con la música. Me refiero a que la industria musical (como la entendíamos tradicionalmente) trabajaba para que los soportes, los medios en los que se ofrecía la música, mejoraran todo el rato. El disco compacto era infinitamente mejor que los antiguos discos en vinilo. Pero luego Apple (imagino) y otras empresas comprendieron que, incluso si el sonido no era tan perfecto como el de un magnífico CD, la modularidad de poder comprar una canción por un dólar (sumada a la portabilidad de poder tenerla en varios soportes cómodos y fáciles de transportar) era algo que podía arrasar con todas esas décadas de innovación continua, de mejora incremental continua.

Eduard Punset:
Fantástico…

Curtis W. Johnson:
Y eso puso patas arriba toda la industria musical. La tesis de nuestro libro es que deberíamos mantenernos atentos, porque lo mismo está sucediendo en la industria educativa. Lo primero con lo que nos encontramos, por supuesto, es que la gente no está acostumbrada a pensar que las escuelas formen parte de una industria o sector. Como mucho, creen que son simplemente otro servicio público básico.

El sector educativo depende de los entresijos políticos más que cualquier otra empresa o cualquier otra industria

Curtis W. Johnson:

Cuando presento todos los ejemplos de innovación disruptiva, mis interlocutores me escuchan atentamente y luego casi siempre me dicen (o, si no lo dicen, lo piensan): «muy bien, pero… ¿¡¿qué tiene que ver esto con la escuela?!? Entiendo lo que dices sobre la innovación disruptiva en la industria, ¿pero cómo se relaciona con el ámbito educativo? ¡La escuela es distinta! Aunque me fuerces a pensar en la educación como una industria, ¡los colegios son otra cosa!» Mi respuesta es que claro que lo son. El sector educativo depende de los entresijos políticos más que cualquier otra empresa o cualquier otra industria, sin duda. Las escuelas tienen mucha presión para conseguir recursos para funcionar, ¡pero ése no es el quid de la cuestión! Lo más importante es que el modelo vigente en el sector educativo está casi completamente desvinculado de la realidad del siglo XXI.
Perdonadme ahora si exagero un poco pero, según el modelo que sigue siendo dominante en la mayoría de escuelas del mundo, al entrar en el aula casi parece que el conocimiento sea algo escaso, difícil, prácticamente imposible de obtener a no ser que tengamos a un adulto debidamente cualificado de pie frente a un grupo de jóvenes que le escuchen solícitos, dispuestos a anotar en sus cuadernos cualquier dato supuestamente de valor.
¡Pero los alumnos saben que no es así! ¡El conocimiento es ubicuo! ¡Pueden entrar en Google para buscar una respuesta y llegar a ella mucho más rápido que nadie en esta sala! ¡Hasta un chaval de 9 ó 10 años puede hacerlo! Es cierto que tal vez no tengan el criterio para saber cuáles son las cosas que merece la pena buscar, ni la sabiduría para valorar lo que encuentran, pero es evidente que pueden acceder al conocimiento; no tenemos que dárselo.

Eduard Punset:
Realmente lo que dices es que la innovación disruptiva que ha sucedido en la industria, básicamente, o en cualquier otro tipo de actividad, también sucederá con la educación.

¡El conocimiento es ubicuo! Hasta un chaval de 9 ó 10 años puede acceder al conocimiento; no tenemos que dárselo

Curtis W. Johnson:
Sí, y no solamente pasará en la educación, sino que sucederá prácticamente del mismo modo que sucede en otros sectores. La pauta en otros sectores es que la tecnología disruptiva se introduce en el mercado (si pensamos ahora en un contexto de mercado) con un primer intento que realmente no es muy bueno. De modo que las únicas personas a las que les interesa al principio son los que no han podido permitirse el producto mayoritario, no han podido acceder a él o lo han encontrado poco práctico en algún sentido…
Por tanto, si pensamos ahora en las escuelas, los que viven lejos de un centro educativo, o los que están siendo escolarizados en casa, o los que se han quedado atrás y necesitan ponerse al día pero no tienen una manera convencional de hacerlo… son los que conforman el mercado inicial, formado por personas que no tienen demasiadas opciones. Así que incluso si los primeros productos de la plataforma tecnológica no son muy buenos, se lanzarán a probarlos porque son mejores que nada. Es como los que compraron los primeros televisores que funcionaban con transistores: en realidad no eran muy buenos aparatos, pero para quienes no se podían permitir los enormes sistemas de televisión para el salón que ocupaban un mueble entero, era mejor el sistema nuevo que no tener televisor en absoluto, así que estuvieron muy satisfechos, y esa tecnología disruptiva empezó a consolidarse en el mercado.

La educación personalizada

Curtis W. Johnson:
Mirando el modelo de aula dominante, uno podría pensar que todos los alumnos aprenden las mismas cosas de la misma manera, el mismo día, en el mismo lugar y al mismo ritmo.
Hay quien lo describe como un autobús que va por la carretera hacia el instituto, y que está programado para detenerse únicamente en ciertos lugares, en paradas durante un tiempo concreto. Si alguien va en el autobús, mira por la ventana, ve algo interesante y pregunta si puede bajar a mirarlo, la respuesta es: «¡NO! Tenemos que ir hacia la siguiente parada, porque así está programado». No es un sistema muy flexible, la única forma de hacerle frente es mediante la personalización radical.
¿Y es posible hacerlo? ¡Desde luego! Pero yo diría que la plataforma tecnológica, o como queráis llamarla, el aprendizaje electrónico, ¡ha seguido el mismo recorrido que la innovación disruptiva que podemos encontrar en cualquier otro sector! La primera versión del aprendizaje electrónico no era demasiado bueno, pero luego, sigilosamente, como todas las innovaciones disruptivas, el sistema fue mejorando y mejorando: se volvió más vívido, más sólido, empezó a cubrir más asignaturas.
¿Y qué ha sucedido ahora? En los últimos 2 ó 3 años (llegados a este punto, puede que peque de romántico o idealista) yo diría que acabamos de entrar en la fase 3.0 del aprendizaje electrónico. No hay más que ver el software educativo y la oferta online que hay ahora… las doce empresas principales de este campo compiten mucho entre sí y crecen a tasas del 30 al 40% por año… pero es que, además, este sistema ofrece algunas de las oportunidades de aprendizaje más sofisticadas del mundo. Hay cursos de química que le dan veinte vueltas al 99% de las clases de química que pueda impartir cualquier buen profesor

Eduard Punset:
¿Pero cómo se puede conciliar la innovación disruptiva, incluso en el ámbito educativo, con eso que se nos dice tan a menudo de que uno de los principales problemas de la educación es la falta de personalización, que es muy cara? Es decir…

de repente resulta ya no solamente factible, sino también asequible personalizar la experiencia de aprendizaje

Curtis W. Johnson:
Exacto. El sector educativo siempre se ha caracterizado por un compromiso muy noble de personalizar la experiencia de aprendizaje. Siempre hemos dicho que sería muy deseable. ¡Pero lo cierto es que jamás ha sido una opción económicamente viable! Es como si alguien quisiera una versión personal del Windows ¡Resultaría carísimo! ¡El modelo tradicional carece de medios para personalizar la experiencia educativa de cada niño!
Sin embargo, lo que permite la innovación disruptiva (si nos planteamos la tecnología no como una herramienta, ni tampoco como algo que añadamos a la estructura tradicional, sino como una plataforma en sí misma) es que de repente resulta ya no solamente factible, sino también asequible personalizar la experiencia de aprendizaje.

Eduard Punset:
Es verdad.

Curtis W. Johnson:
Y, en realidad, en muchas de las demostraciones que se han hecho hasta ahora, acaba costando un poco menos que el modelo tradicional.

tanto si los niños están en grupo como si están en ubicaciones remotas… ¿estamos hablando entonces de una escuela de verdad?

Curtis W. Johnson:
¿Quieres aprender a componer música? ¿Quieres aprender un idioma extranjero? ¿Quieres entender las coordinadas cartesianas, algo que probablemente ha hecho solamente un 1% de los presentes?
Todo esto es posible ahora, y no lo era antes. Sin embargo, la siguiente pregunta suele ser: «bueno, si se utilizan estos recursos, la mayoría de los cuales son recursos online, tanto si los niños están en grupo como si están en ubicaciones remotas… ¿estamos hablando entonces de una escuela de verdad?» Creo que la mayoría de los que hemos visto surgir esta generación 3.0 de ofertas electrónicas educativas convendríamos que sí, porque se pueden incorporar varios modelos didácticos. Se forjan comunidades, y también redes para facilitar el aprendizaje, y la imagen cada vez difiere más a la de la fotografía con niños sentados frente a un ordenador cara a la pared…
En su lugar, tenemos algo como lo que refleja el instituto de un pequeño municipio rural. Os prometo que, nada más entrar en la escuela, parece que hayas entrado en el departamento de marketing de una empresa de nueva creación. La primera impresión es que no está pasando nada, que nadie trabaja. Pero luego te das una vuelta y te percatas de que suceden un montón de cosas: los alumnos trabajan en grupos, los profesores van de un lado a otro solucionando problemas, respondiendo dudas, dando consejos y animando a los chicos, algunos de los cuales preparan presentaciones orales, otros resuelven problemas… hay chicos más mayores que ayudan a los más pequeños, otros corren a hacer algo que es mejor hacer en grupo… se trata de una escuela de verdad, ¡y es el tipo de escuela que está surgiendo!

Las nuevas competencias

Eduard Punset:
Otra cosa que se dice constantemente es que el sistema educativo actual no les brinda a los estudiantes las nuevas competencias y habilidades que se necesitan para conseguir un trabajo en el mundo de hoy.

Curtis W. Johnson:
Sí, exacto.

Eduard Punset:
Nuevamente, ¿cuáles son estas competencias?

Curtis W. Johnson:
Pues bien, hay un determinado porcentaje de jóvenes que parecen destinados a que todo les vaya bien sea cual sea el sistema educativo. A ellos siempre se les ha dado bien, así que incluso si la educación o las escuelas no cambian durante cien años o más, estos jóvenes seguirán teniendo buenos resultados, porque aprenden lo que hay que aprender y todo les va bien. No obstante, la mayoría de niños, igual que la mayoría de jóvenes, deberán adquirir destrezas que las generaciones anteriores no tenían. Me refiero a que no solamente tendrán que aprender asignaturas básicas, sino que deberán saber cómo encontrar las cosas que necesitan saber, y luego tendrán que aprender a trabajar tal como trabaja el mundo hoy, que es principalmente en equipo… deberán practicar el arte de la colaboración, que me parece que es el reto de colaborar con desconocidos. A todos nos encanta la idea de colaborar con nuestros amigos, y lo hacemos de muchas maneras todo el rato, pero el mundo laboral nos fuerza a llevarnos bien productivamente y crear algo de valor con gente que quizá ni siquiera nos gusta, lo cual requiere un tipo completamente distinto de educación. Muchos opinan que la plataforma online comporta anonimato, distancia, soledad, alienación, disfunción social…

Eduard Punset:
…¿exclusión?

Curtis W. Johnson:
Sí. ¡Pero resulta que no es así! Si entrevistamos a los profesores online (y la mayoría de ellos empezaron a trabajar en el sector tradicional y luego se pasaron a la formación por Internet, muchos de ellos porque habían perdido su trabajo), ¡casi todos nos dirán que tienen una relación más cercana, más íntima y más interactiva con los alumnos en la plataforma online que cuando estaban en un aula tradicional! En el aula tradicional estaban ahí de pie frente a… ¿qué? ¿20, 25, 30 alumnos? Un 20 o 30 por ciento de estos alumnos jamás levantaban la mano para hablar, algunos porque se aburrían como ostras ya que todo iba demasiado lento para ellos; otros porque no entendían las cosas y no tenían suficiente confianza como para pedir la palabra y decir que no se enteraban de nada. Pues bien, en el mundo online, ¡esto no puede ser así! El profesor debe tener un contacto individualizado con todos los alumnos, a través de varios medios y constantemente, y además queda un registro informático de este intercambio. Así que, en realidad, no se crea anonimato sino que más bien se elimina.

Eduard Punset:
Hay algo que me parece fantástico en lo que dices: afirmas que debemos cultivar la aspiración a que las personas sean distintas entre sí; que no somos todos iguales, que todos somos muy diferentes.

Curtis W. Johnson:
Sí. Y ahí se demuestra lo absurdo que es el modelo educativo dominante que todavía perdura en la mayoría de países. ¡Es como si hubiera una suposición comúnmente aceptada de que todos los niños son iguales! Los educamos igual a todos, les presentamos el material del mismo modo, y esperamos que todos aprendan las mismas cosas de la misma manera, durante el mismo día y al mismo ritmo. Esta postura no es realista, puesto que no contempla lo diferentes que son los niños en muchísimas cosas, por ejemplo en el estilo de aprendizaje, pero también en el ritmo de adquisición de los conocimientos.

Curtis W. Johnson:
Los niños ya están aprendiendo lo que consideran relevante mediante la plataforma tecnológica en la que viven y respiran. Tenemos dos opciones: o negarlo y oponernos a ello, o aceptar la innovación. ¡Y la razón por la que es importante hacerlo (para volver a lo que dije al principio) es que ninguna nación, ningún país, ningún lugar del mundo puede permitirse el lujo de perder a la mitad de los niños en el sistema!
Y la única manera de no perderlos es aceptar la innovación.

Fuente: http://www.rtve.es/television/20110629/manera-disruptiva-aprender/444403.shtml

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Inteligencia Artificial y educación. ¿Qué hacer? Algunas ideas

Por  Beatriz Fainholc

El avance de todo el software supone y espera de la educación, superar las secuencias lineales que caracterizaron el andamiaje de una I.A. reducida, impuesta por la Instrucción Programada, con las primeras programaciones, allí por la década de 1950.

Con  la generación de nuevos diseños de lenguajes, el aporte de los «micro-mundos» y de nuevas ideas (Papert, Minsky, Piaget, y otros), hoy se enfatiza la construcción de entornos abiertos que estimulan la exploración del usuario/ estudiante, en el ciberespacio.

Así al mejorar sus componentes, e  incorporar más datos probabilísticos e inferenciales,  la I.A. avanza en una evolución de un modo increíble.

La Inteligencia Artificial (I.A.) es la disciplina basada en la ciencia tele- informática, donde confluyen la lógica, la matemática, el procesamiento de datos, el razonamiento simbólico, las conexiones modeladas y conducidas por las simulaciones de las neuronas cerebrales, dada por algoritmos evolucionados, y soportadas por Internet, las TIC y las redes, se halla en permanente ebullición, transformación, y creación.

No obstante existen intrigas, incógnitas  y  dudas, según algunos dentro de  realidades distópicas, que tampoco son nuevas, pero que conducen a ser  reconsideradas una y otra vez.

Una de ellas: con las tecnologías de la información, preguntarse si somos libres de pensar, sentir y experimentar la información que por toneladas se reciben, o se trata de caminos preestablecidos, «por algunos»  de la cultura dominante, -encarnada por redes centralizadas y hegemónicas de Google, Facebook, Amazon, Apple, (y las que se fusionarán….), desde donde se presentan ideas y conceptos ya procesados, se transmiten sentimientos ya catalogados, se relatan  experiencias cerradas vividas por otros pero prontas para ser emuladas, etc. Todo ello distribuido automáticamente por teléfonos inteligentes, brindando  posibilidades predecibles: será  a partir de los algoritmos y sensores automáticos?

Con la I.A., acorde a lo dicho,  conviven la utopía y la distopía, la anarquía creativa y el orden homogéneo de una cultura digital como bienes de consumo, y asi de producción industrial-telemática.

El tema de fondo es que no existen aun categorías de interpretación, entendimiento de las nuevas realidades de Internet y sus derivados: las existentes no entran, no caben en ningún orden o parámetros conocidos de explicación .De ahi la necesidad inmensa de investigación y de formación de investigadores/as en estas nuevas dimensiones que exceden las interpretaciones cuantitativas (presentadas ´por los gráficos conocidos  que nos brinda la informática), lo que no está mal ´pero es poco.

La I.A. Busca simular comportamientos de la inteligencia humana en sistemas informáticos, para lo que se vale de lo conocidos por “aprendizaje de máquinas”, pero aun  está lejos de ser consciente de sí misma, para aprender.

Sin embargo  la I.A. comienza a llamarse, también «máquina de aprendizaje» (o “machine learning”) ya que incluye positivamente con sus software, algo así como una inteligencia potenciada (o “intelligence augmentation”).

La PC y los teléfonos inteligentes “enredados” mas alla que ya reconoce muchas y varias cosas, como el habla y otras  funciones, y que ejecuta algoritmos cada vez mas de modo efectivo, simultáneamente, requiere de inteligencias y emociones humanas que bien podría ser «enfrentadas» por quien posea una «información contracultural» de avanzar en dos rutas: para romper  o para superar estos esquemas.

Serían aquellos capaces, de trabajar «desde los bordes», en las “ líneas impredecibles de fuga”, los que producirían  una re-culturalización, de la tampoco se sabe mucho en cuanto a su sentido y rumbo.

Cómo?  Al «romper el código superficial». Es decir, al enseñar para que se sepa leer, pensar, escribir de otro modo: dar vuelta /transformar el código representacional hegemónico vigente, de toda programación informática existente y de otras…, dentro de una propuesta emancipadora, más allá de las estructuras y redes existentes flexibles  (es así?),  presentan sus límites: la mayor parte de las veces sirven solo para brindar una imagen pública estereotipada de felicidad estandarizada de las vidas reales.

Enorme desafío para la esfera educativa con tareas tremendas de pensar de modo inédito, enseñar critica pedagógica, desarrollar espíritu prudente y precautorio  frente a las mediaciones tecnológicas, si se trata de  formar gente creativa, anticipadora y hacedora de cosas, de modo socialmente productivo, ético y sostenido a largo plazo.

Existen herramientas telemáticas cercanas o a la mano, de capacidad  computacional poderosísima, casi ilimitada, en medios  ubicuos de comunicación: que interconectadas, producen  y transmiten información sin cesar, y que deben o bien podrían ser exploradas y explotarlas en educación, aunque aún  no se sepa del todo cómo, ni cuándo.

Se trata de explorar un nuevo perfil y misión de la  educación virtual  para la cultura digital, en sus contextos, coyunturas y ambientes inteligentes (que no solo están representados por los artefactos…). Es decir,  puede construir un mejor  «ecosistema de  ideas» a partir de descubrir los datos personales y socialmente útiles, con un análisis cultural, y por ende, de los aprendizajes producidos desde diferentes perspectivas, abordajes e interpretaciones.

Se reclama una educación de lo que  debería ser un deber ser. Ajustado a las  realidades con rescate de los valores  y virtudes existencias centrales, que   diseñen y  apliquen software inteligente para  participar y apropiar la media algorítmica. Ser  optimistas para hallar caminos –  (aunque provisorios) de pensamientos fértiles, – donde también las maquinas colaboren-, que inspiren acciones a implementar dentro de los principios de emancipación humana.

Qué hacer? Algunas ideas concretas.

1-Enseñar desde  la currícula  elemental,  a escribir código, que significa formar estudiantes, -y  antes o simultáneamente a profesores-,  a escribir con  fundamentos matemáticos y lógicos, apoyos de la programación. Lo  que no significan que los chicos sean necesariamente desarrolladores de software, sino para comprender la transformación automatizada operada a partir los datos convertidos en software.

2-Desarrollar conciencia personal y colectiva responsable sobre lo que significa la esfera on line, como contexto donde todos creamos constante y continuamente datos, links, hashtags,  compras en  Amazon, etc. Por lo que se demuestra que Internet es una expresión y resultado de la inteligencia y acción humana singular y colectiva, pero de proyecciones no previstas.

3-Promover el pensamiento  crítico, con enseñanzas y ejercitaciones explicitas d toda aquélla información que se recibe y se usará para diversos fines. Demostrar que la virtualidad no es neutral ni objetiva ni transparente, sino que es el producto construido (y manipulado) según puntos de vista y perspectivas sesgadas activas. Es decir, se articula con alguna estructura de poder, que  aparece como variable interviniente (si no independiente) de muchísimos procesos sociales, algunos con sentido evidente, otras veces, ocultos.

De este modo, se contribuirá a entender que no existen fuentes unilaterales de información y menos como insumos para la producción de conocimiento científico, desde los niveles formativos  incipientes y superiores. Sino enseñar a responder cuestiones que remiten a un abordaje inter/ transdisciplinario de los fenómenos y los procesos  naturales y artificiales, elaborando  preguntas reflexivas, tales como de dónde provienen los datos? quien los subvenciona, cómo se diseñan para operar como interfaces de comunicación e interacción, etc.

4- Trabajar para que las máquinas logren más flexibilidad y capacidad de aprendizaje, que «piensen» (el gran temor) acerca del desplazamiento o la sustitución  de empleos menos automatizables (el repositor en los mercados, o un auto o colectivo sin chofer, etc.). Es decir  que estas situaciones sirvan- según lo enunciado en 1 y 2-, para analizar y desmistificar las «interacciones inteligentes» ilusorias, que ponen en jaque a todo el espectro sincero de la cognición y la emoción. Se trata de discutir los puntos extremos al que la  racionalidad técnico- instrumental de la digitalización y sus modus operandi ha llegado.

Todo ello y mucho mas, contribuiria a la evolución de una educación imprescindible (a veces se piensa imposible), que hasta ahora siempre se halló/halla detrás de la tecnología…..

En tiempos de la disrupción digital, prever, señalar y corregir errores de una desorientada incorporación de las TIC en general, y para  la formación estudiantil y de los profesores/as, significa contrarrestar la tentación de un mayor consumo irracional tecnológico sin sentido, o un posible boom de start-up dedicadas a la pura  «ed-tech», como futuro insumo algorítmico próximo a una expresión de la I.A, aplicada a la  educación.

 

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Melchor Sánchez y los retos de las universidades latinoamericanas

Por Observatorio de Innovación Educativa

“Sugeriría que se adquiera la tecnología indispensable para lograr la misión de las universidades, y eso implica que aterricen la adquisición de tecnología en base a sus requerimientos educativos de sus planes de estudio.”

— Melchor Sánchez.

Melchor Sánchez, Coordinador de Desarrollo Educativo e Innovación Curricular de la UNAM, conversó con el Observatorio acerca de los retos que enfrentan las universidades latinoamericanas y el futuro de la educación.

Lee la transcripción de la entrevista:

Observatorio: ¿Cuáles son los principales factores que frenan la innovación en las universidades?

Sánchez: Yo creo que uno de los principales factores es la falta de conciencia de la amplitud del concepto innovación. La palabra innovación se ha convertido en un lugar común, entonces lo decimos como algo que ya debe de permear absolutamente todo lo que hacemos. Y sí, hay que ponerla en su justa dimensión, yo creo que precisamente esta falta de lo que comenté, de la estructura, llamémosle ontológica, del concepto de innovación que implica cómo puede categorizar los términos de búsqueda de la misma, hace que no sea tan sencillo y hay pocos trabajos de investigación formal, algunos de España, otros de Norteamérica y uno que estamos haciendo ahorita en la universidad (UNAM), para tratar de facilitar el acceso a lo que es realmente la innovación.

Entonces, yo creo que uno de los retos es la trivialización del término en el día a día y que todo lo ven como un lugar común, como esta cuestión de »hasta sus últimas consecuencias», falta aterrizarla con ejemplos concretos. Parte importante sería poner ejemplos concretos que no estén relacionados con la tecnología, para tratar de evitar esta conflación de conceptos en el cual la palabra innovación necesariamente lleva tecnología, cuando tal vez lo más importante pueden ser cambios en conductas o cambios en cosas de habilidades suaves, creo que sería una. Y la falta de reconocimiento. Bueno, más que la falta de reconocimiento, los entornos complicados de nuestras instituciones, en las que, si alguien es muy innovador de ese pequeño porcentaje de personas que realmente piensan fuera de la caja todo el día, que no les gusta seguir las reglas, esos a veces no encajan en organizaciones formales y sí tenemos que propiciar que hay un entorno apropiado para este tipo de personas, en lugar de excluirlas o etiquetarlas como problemáticas. Porque los verdaderamente innovadores sí son un pequeñito porcentaje de la población.

Observatorio: ¿Cuál es el rol de un profesor en el futuro de la educación?

Sánchez: El rol es este rol camaleónico, cambiante. Hay muchos modelos en cada profesión de qué es lo que tiene que hacer un docente. Desde comportarse en términos de inteligencia emocional, apoyo afectivo, seguir a los estudiantes como si fueran, que de hecho lo son, continuaciones de su ser y compartir la identidad con ellos. Yo creo que los profesores debemos de formarnos cada vez más en una serie de conceptos, que no es nada más innovación, por ejemplo, creatividad y motivación.

Yo creo que los profesores debemos de ver la docencia como un área de estudio susceptible de mejorar y que tiene también, llamémosle entre comillas su «ciencia». Si bien tendemos a utilizar muchos de los usos y costumbres: si yo enseño como me enseñaron o yo evalúo como me evaluaron, sí hay que utilizar, y ese fue parte de mis argumentos, la evidencia científica publicada en el mundo, que sí es bastante abundante sobre el tema.

Observatorio: ¿En qué deben invertir las universidades en América Latina en este reto de la automatización y el futuro de la educación?

Sánchez: Creo que deben invertir en lo que sea más útil para lo que tienen que hacer, porque lo que he visto en nuestros países es que las empresas internacionales tienden a subestimar nuestros conocimientos sobre el tema y quieren utilizar las típicas estrategias de mercadotecnia que les han funcionado; y desafortunadamente, las adquisiciones, y aquí sí hay una diferencia substancial entre instituciones públicas y privadas, están sujetas a una serie de normatividad. Por ejemplo, la Administración Pública Federal de nuestro país, México. Entonces a veces cosas relativamente sencillas se convierten en un vía crucis burocrático que hace que los recursos se tarden mucho en adquirir y eso crea incentivos a «¿sabes qué? no voy a comprar ese tipo de cosas».

Desafortunadamente tenemos relativamente pocos jugadores, precisamente por este enorme valor económico de las grandes empresas. Como comentaba ayer el presidente del TEC, compran a todas las empresas que se les atraviesan, entonces esto les ha dado un poder impresionante. Y es difícil sustraerse de los conflictos de interés, y reitero, en nuestro país (México) a veces en las adquisiciones hay una serie de intermediarios que provocan nichos de corrupción, entonces no es nada sencillo.

Yo sugeriría que se adquiera la tecnología indispensable para lograr la misión de las universidades, y eso implica que aterricen la adquisición de tecnología en base a sus requerimientos educativos de sus planes de estudio. No nada más porque es algo muy nuevo y muy bonito, como tiende a ser con la simulación, que se compran simuladores que cuestan una millonada y después, sin ninguna planeación educativa, entonces se quedan ahí sin usar o subutilizados de una manera que no debería ser.

Observatorio: En su opinión ¿Cómo se será la educación superior en 2049?

Sánchez: Yo espero que sea más, llamémosle democrática, en el sentido de más accesible para todo mundo. Antes tomar un curso de Stanford, de Harvard o de Yale era impensable y ahora con los MOOC eso ha transformado totalmente el escenario y si bien no han satisfecho los requerimientos de muchos escépticos, yo creo que estos van a seguir mejorando y madurando hasta que tengamos disponible todo el saber humano de una manera bastante accesible para nosotros. Eso implica que cada quien sea capaz de reflexionar sobre sus áreas de oportunidad (deficiencias, por no llamarle así) y abordar lo que uno requiere para lo que uno hace, irse formando en el transcurso de la vida.

https://observatorio.itesm.mx/edu-news/melchor-sanchez-retos-de-universidades-latinoamericanas-entrevistaFuente:

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Entrevista a Juan Calmaestra. Experto en acoso escolar: Aula “Cuando un maestro dice que tu hijo es un agresor no va en tu contra, te ayuda a conseguirle un futuro mejor”

Juan Calmaestra es profesor de la Universidad de Córdoba y colabora con la Fundación Barça en un proyecto de prevención del bullying en escuelas de primaria de Cataluña. Después del primer año de pilotaje, presentan resultados en los que aseguran que la colaboración de la comunidad educativa es clave para crear un programa que sea universal.

Sandra Vicente

Juan Calmaestra es profesor de primaria de formación, pero en vez de desarrollar su carrera en aulas de escuela, se quedó en la universidad, tal como él mismo afirma. Después de realizar el máster y doctorarse, el ahora profesor de la Universidad de Córdoba, dedica sus esfuerzos y conocimientos en el tratamiento y prevención del bullying. Actualmente trabaja codo a codo con la Fundación Barça, con la que han desarrollado un programa piloto de prevención de este tipo de discriminación en las aulas.

Se trata de un programa que se ha aplicado en 10 escuelas catalanas, desde primero a sexto de primaria, trabajando varios elementos acordes a la edad de los alumnos: desde la expresión emocional hasta la empatía pasando por las ahora inevitables TIC. Los estudios, dice Calmaestra, muestran que los programas globales de prevención del bullying no funcionan en centros de alta complejidad (por el contrario, son necesarios programas individualizados a los alumnos problemáticos) pero el cordobés afirma que el proyecto que tiene entre manos con la Fundación Barça aspira a ser “universal, que se pueda aplicar tanto en centros en los que el hecho de que te digan idiota es algo cotidiano, como en los que es un agravio extraordinario”.

Ahora usted está en Barcelona para presentar los resultados del primer curso en que aplique este programa piloto de prevención del bullying. ¿Qué tal ha ido?

Se trata de un proyecto en el que diseñamos materiales curriculares para que los maestros aborden el bullying desde la prevención, atendiendo a la evolución que se da en los alumnos desde primero hasta sexto, es decir, con sesiones específicas para cada curso. Estamos muy contentos con las valoraciones de las 10 escuelas en las que hemos estado este curso y la ayuda de la comunidad educativa está siendo indispensable para ver donde hemos diseñado de más y donde menos.

¿Es un programa pensado para aplicarse de primero a sexto continuamente o se puede realizar en cursos aislados?

Lo ideal es hacerlo durante toda la primaria, pero se puede abordar en cualquier momento. Damos una formación a los maestros y los orientamos para el que afrontarán en las clases: los que necesitan saber ellos y que los niños, así como algunos recursos para explicarlo. Las ventajas de aplicarlo durante los seis cursos son evidentes: partimos de un trabajo previo bien fundamentado. Por ejemplo, la educación emocional está pensada para primero, que es cuando están desarrollando las capacidades expresivas y de control emocional.

Las emociones en primero, y ¿para el resto de los cursos?

En segundo ciclo trabajamos las discriminaciones, por cualquier motivo. Asimismo, también es el momento en que empiezan a ver la empatía y las exclusiones. En los últimos cursos, quinto y sexto, es cuando nos focalizamos en el fenómeno del acoso per se: el rol de los espectadores, como detener las conductas de riesgo, instamos a ponernos en el lugar de las víctimas … Para que estas son las edades en que el bullying empieza a ser más cruel y más estable.

También son los cursos en que empezamos a hacer mención al ciberbullying y la seguridad TIC. Hemos estado haciendo diagnósticos de cuáles son las redes sociales que más se utilizan en Cataluña para poder hablar con los alumnos de sus potencialidades, pero también de sus peligros. Porque la tecnología es algo contra la que no podemos luchar, o la convertimos en amiga o nos dará una vez.

Hasta cuarto de primaria se trabaja la prevención, pero en quinto ya hable de agresores y víctimas. ¿Cuándo comienza el bullying?

El bullying se puede dar desde primero de primaria. La teoría dice que en Infantil no debería haber, aunque hay algunos compañeros docentes que me han descrito casos de niños de cinco años muy prototípicos de acoso. Este tipo de agresión debe tener tres características: ser repetido en el tiempo, porque una situación, por muy dura que sea, no es Bullying; debe haber desequilibrio de poder que haga que la víctima no pueda defenderse y debe darse intencionalidad por parte del agresor de hacer daño.

¿Y en niños y niñas de cinco años se puede dar esta intencionalidad?

Es extraño, pero sí hay casos de violencia mantenida sobre una sola persona en estas edades. Normalmente se dan casos de violencia repetida y con desequilibrio de poder, para que un niño o niña puede ser ya más fuerte que el otro, pero generalmente se da que “tal niño pega”, en general. No suele ser violencia sistemática contra una sola persona, sino que el niño que pega, pega a todos.

Los patrones y la selección de víctimas por acosarlos sólo a ellas se pueden encontrar en Infantil, aunque raramente, pero son en primaria cuando se empiezan a ver claramente.

¿En qué se basan las discriminaciones en niños y niñas tan pequeños?

A estas edades suele ser igual el color de piel, el origen, el idioma o la orientación sexual. Puede tratarse de una obsesión irracional o bien inducida por comentarios de adultos: ellos todavía no ven las diferencias, pero si se las hacemos ver aquí puede germinar una discriminación. Lo que nos dice esto es que la prevención del bullying debe comenzar lo antes posible.

Juan Calmaestra | Sandra Vicente

¿Cómo funciona una sesión de su programa en las aulas?

Nosotros somos finitos y no llegamos a todas partes, por eso es importante que las sesiones se realicen por los maestros. Además, hemos comprobado que cuando hacemos nosotros las intervenciones, lo que enseñamos se va con nosotros, no se queda en la escuela. Formando los maestros, la sensibilidad se queda con ellos. Ya sea con nosotros o a través de un libro para docentes, en el que estamos trabajando, las formaciones apelan a un programa universal que pueda ser aplicado por cualquier docente en cualquier curso.

Ya en el aula partimos de un enfoque de aprendizaje cooperativo. Comenzamos las sesiones con un disparador: un vídeo, un cuento o una historia. Intentamos vincular las sesiones en los ratos de tutoría y nos adaptamos a los contenidos curriculares de educación física. Con ello, el maestro de esta materia no pierde el tiempo con la prevención del bullying, sino que trabaja el que curricularmente tiene que trabajar, además de tratar la integración.

Nos inventamos algunos juegos, como cuentos motores para trabajar la psicomotricidad en que el leit motivsón situaciones de bullying para los más pequeños. Después del ejercicio se proponen momentos de reflexión que son reforzados en las sesiones de tutoría. También se trabaja la expresión de emociones y el fomento de la autoestima, ya en cursos más avanzados.

¿Cree que a edades tan tempranas ya reconocen el bullying como tal?

Quizás no saben el nombre, pero la dinámica la tienen. La terminología no es importante: precisamente, a petición de las escuelas no usamos la palabra bullying en primero, sino que describimos situaciones. Los maestros son los expertos y los que dirigen las sesiones, que son todas flexibles. Así, son los mismos docentes los que pueden rebajar o aumentar la dureza de los cuentos o situaciones descritas, porque sabemos que hay escuelas problemáticas en que “idiota” puede ser la manera en que te saludan por las mañanas y en otros centros más exquisitos puede suponer una palabra demasiado fuerte para que los padres permitan que se utilice con sus niños.

Como queremos que sea un programa universal, pedimos a la Fundación Barça que nos buscara escuelas diversas: tenemos centros de las cuatro provincias, algunos con muchísima diversidad y otros con nada … la intención es trabajar para seguir ampliando la muestra.

¿Cómo trabaja las TIC?

Yo soy muy frikie, me encantan. Mis hijas tocan la tableta desde los tres años: creo que lo que hay que hacer es educar, más que prohibir. La utilizarán, nos guste o no y debemos enseñar para que puedan llegar a autorregularse. En cuanto a las redes, creemos que en primaria no deberían ser fomentadas, porque legalmente los niños y niñas no pueden tener cuenta, pero si tienen que ser trabajadas desde la prevención, la seguridad y la privacidad. Si se han de hacer un perfil, que le harán, que sea lo más seguro posible.

Deben ser conscientes de que no todo lo que ven en las redes es verdad, tienen que aprender a ser críticos: si están chateando con un niño de 12 años, puede que no sea un niño ni tenga 12 años. Se debe enfatizar que en las redes sólo tengan amigos que conozcan físicamente, porque los otros no los conocen. También deben entender que las conductas que tengan en las redes pueden hacer daño a otras personas.

La figura del espectador es crucial para que el bullying exista. ¿Se ve aumentada exponencialmente cuando hablamos de ciberbullying?

Cualquier agresión en perfiles públicos de redes sociales cuenta con espectadores. Y estos, incluso, pueden convertirse en agresores cuando retuitean, comentan o comparten. Y es una agresión que no da la sensación de estar haciendo nada malo, pero debemos enseñarles el daño que se puede hacer a otro, por el simple hecho de compartir un post.

Aquí, el papel de los adultos es fundamental, porque acompañamos mucho los niños en su vida física pero poco en la virtual. Y no podemos escudarnos en un salto generacional; yo, que tengo dos hijas, soy migrante digital. A las familias se les debe decir que no tengan miedo de la tecnología: si no la conocen, que pidan a sus hijos que se lo expliquen y que sean los adultos los que pongan la cabeza. Quizás no sabes que es Facebook, pero sí puedes hacer reflexionar a los niños sobre la privacidad y la empatía.

Las familias deben ser conscientes de lo que pasa detrás de las pantallas, que cuando tu hijo está con el móvil no está en el sofá, sino que puede estar en cualquier parte del mundo, haciendo daño a otro aunque, aparentemente, esté muy tranquilo. Así, si una maestra viene y les dice a unos padres que su hijo es un agresor o un burxador, deben entender que no está yendo en su contra, sino que los está ayudando a que tenga un futuro mejor. Por eso la formación es básica para las familias, para que éstas también deben ser parte de la comunidad educativa. Los profesores se sienten muy solos y la familia perdida: nos pasamos la vida tirándonos la pelota unos a otros y los niños quedan en medio y no los ayudamos.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2018/07/16/cuando-un-maestro-dice-que-tu-hijo-es-un-agresor-no-va-en-tu-contra-te-ayuda-a-conseguirle-un-futuro-mejor/

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Mexico: IPN desarrolla sistema para facilitar aprendizaje de las matemáticas en niños de primaria

América del Norte/México/reporteindigo.com

La herramienta del IPN está construida con base en el plan de estudios de la SEP; se basa en evaluar el estilo de aprendizaje e inteligencia de manera individual

Ante la dificultad que tienen los alumnos de aprender las matemáticas, el Instituto Politécnico Nacional (IPN) desarrolló el Sistema Experto Aplicado para Niños de Sexto de Primaria, el cual proporciona a los maestros alternativas en la enseñanza, basado en las fortalezas y debilidades de los alumnos y evalúa el estilo de aprendizaje e inteligencia de manera individual.

La herramienta está construida con base en el plan de estudios de la Secretaría de Educación Pública (SEP)  de Sexto de Primaria, en el modelo de Bandler y Grinder, así como en las inteligencias múltiples de Howard, de acuerdo con los creadores, Guadalupe Monserrat Sandoval Vizcaíno y Gabriel Candia Lemus, de la Escuela Superior de Ingeniería Mecánica y Eléctrica (ESIME), Unidad Culhuacán.

Para poder desarrollar este trabajo, los politécnicos recolectaron información proporcionada por los expertos en el campo de la educación, interpretada como variables con valor probabilístico diferente, acorde al objeto de estudio al momento de aplicarse.

Posteriormente, elaboraron una base de conocimiento de acuerdo en el estilo del aprendizaje e inteligencias múltiples de los alumnos. Por último, un docente trabajó un subsistema de justificación que permitiera visualizar soluciones a una problemática definida.

El Sistema Experto Aplicado en Matemáticas para Niños de Sexto de Primaria está disponible en dos versiones: en la web en la que se tendrá un acceso limitado, porque sólo muestra el tipo de aprendizaje e inteligencia del alumno. Y la versión de escritorio con sistema Windows y conexión a internet, estará enfoca a los docentes para que éstos tengan un control de los avances y homogenización del aprendizaje.

Los estudiantes precisaron que la metodología se puede aplicar en cualquier asignatura y nivel educativo, sólo se modificarían las variables de estudio.

Finalmente expresaron que la motivación que tuvieron para desarrollar dicho sistema fueron los resultados que arrojó la prueba Planea de Educación Básica que realiza anualmente la SEP, en la que se constató la dificultad que tienen los alumnos para aprender las matemáticas

Fuente: https://www.reporteindigo.com/piensa/ipn-desarrolla-sistema-facilitar-aprendizaje-matematicas-en-ninos-primaria/

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Colombia redujo en un 83% la brecha digital en educación pública

Con tecnología se ha logrado evitar la deserción escolar de cerca de 162.000 niños.

AméricadelSur/Colombia

Durante los últimos ocho años, Colombia consiguió reducir en un 83 por ciento la brecha digital en educación pública mediante el acceso, uso y aprovechamiento de las Tecnologías de Información y las Comunicaciones en las comunidades educativas.

Así lo dio a conocer el ministerio TIC, asegurando que esa meta se logró cumplir a través del programa social Computadores para Educar, con la cual se entregaron más de 2,2 millones de equipos para beneficiar a estudiantes de 43.000 instituciones educativas públicas de todo el país.

La cartera TIC señala que el país pasó de tener 24 niños haciendo uso de un mismo equipo en el 2010 a solo cuatro estudiantes en el 2018.

Con dicha estrategia, el ministerio detalla que se promovió la formación de cerca de 160.000 docentes oficiales –la mitad de los que tiene el país– en el uso y aprovechamiento de las TIC en el aula de clase, a través diplomados, talleres y los encuentros de docentes ‘Educa Digital’ que se han realizado por todo el país.

Actualmente, la entidad está dictando el Diplomado Rural TIC en 60 municipios de 15 departamentos. El objetivo es formar a 2.500 docentes y directivos de territorios de reconciliación.

Dicho diplomado se dicta en los departamentos de Arauca, Bolívar, Caquetá, Cauca, Cesar, Chocó, Córdoba, Guaviare, La Guajira, Magdalena, Nariño, Norte de Santander, Putumayo, Tolima y Antioquia.

A través de Computadores para Educar se ha evitado la deserción escolar de cerca de 162.000 niños y que otros 136.000 estudiantes no repitan el año.
Fuente: http://www.eltiempo.com/tecnosfera/novedades-tecnologia/se-redujo-en-un-83-la-brecha-digital-en-educacion-publica-241702

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