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EEUU: las razones por las que Betsy DeVos quiere relajar las reglas sobre la violencia sexual en los campus

«Si todo es agresión sexual, entonces nada es agresión sexual», dice la polémica Secretaria de Educación de Trump

Si todo es aagresión sexual, entonces nada es agresión sexual — Betsy DeVos

Se conoce como la ‘Dear Colleague Letter’ porque así comienza. En abril de 2011, el presidente Obama escogió esa fórmula de cortesía para abrir una carta dirigida a las instituciones educativas de EEUU con una intención clara: recordarle a directores, rectores y demás autoridades administrativas en el mundo de la enseñanza su obligación de respetar las protecciones contempladas en la ley contra la discriminación sexual (la llamada Title IX) a la hora de tratar las denuncias de violencia sexual en sus centros.

“Desde hace tiempo reconocemos la educación como el gran elemento igualador de América”, reza aquel escrito en su primer párrafo. “El acoso sexual de estudiantes interfiere con el derecho del estudiante a recibir una educación libre de discriminación y, en el caso de existir violencia sexual, es un crimen”.

Betsy DeVos ha pedido a su departamento que revise las líneas de actuación de Obama, que considera demasiado duras, empezando por rebajar «sus definiciones ambiguas e increíblemente amplias de asalto y acoso sexual»

Vía RAINN

Con aquellas cuatro páginas Obama salía al paso de un problema que durante la última década se ha tratado con regularidad en los medios norteamericanos con categoría de epidemia.

La limitada amplitud de los sondeos sobre el tema y su propia naturaleza hace que siempre sea difícil medir la incidencia de la violencia sexual en los campus norteamericanos. Según a quién preguntes, esa violencia es virtualmente inexistente o una lacra brutal. El consenso, eso sí, apunta más hacia el segundo de esos extremos.

Las cifras más aceptadas indican que una de cada cinco mujeres y uno de cada dieciséis hombres son víctimas de algún tipo de agresión sexual durante su etapa universitaria. Además, entre el 80 y el 90 por ciento de las víctimas ni informan de lo sucedido ni lo denuncian. Y las que sí lo hacen, muchas veces se encuentran con unos centros que tratan sus denuncias con desdén, con recelo o de formas abiertamente inadecuadas.

Vía RAINN

A la luz de esos números, la Dear Colleague Letter fue vista como una llamada a la acción a nivel nacional, un golpe de atención que demandaba una postura más dura contra la violencia sexual.

Obama recordaba que, de acuerdo a la Tittle IX, las instituciones educativas están obligadas a investigar las alegaciones de agresión sexual dentro de los 60 días posteriores a la denuncia. Además, reforzaba la protección de las víctimas al apelar en estos casos a una controvertida inversión de la carga de la prueba: en vez de usar el “culpable más allá de la duda razonable” como baremo, como sucede en las juzgados de lo penal, la carta abogaba por rebajar el listón a la “preponderancia de la evidencia estándar”, o cuando más del 50 por ciento de las evidencias apuntan a la culpa.

Dicho de un modo más simple, para que se entienda: en caso de denuncia de violencia sexual en un centro educativo, el acusado no debe ser tomado por inocente hasta que se pruebe su culpabilidad, sino más bien lo contrario. Y eso no gustó ni a conservadores ni al activismo pro derechos de los hombres ni a asociaciones por los derechos civiles.

Desde la publicación de la Dear Colleague Letter, el Gobierno ha conducido 435 investigaciones en universidades y colegios universitarios por la posible mala gestión de casos de violencia sexual

Los números parecen darle la razón al anterior presidente. No existen cifras que permitan decir que se ha experimentado un descenso notable en el computo global de agresiones sexuales entre estudiantes, pero diversos sondeos y organizaciones activistas coinciden en señalar que las víctimas denuncian hoy más que antes y que los casos denunciados se tratan hoy con mayor rapidez y diligencia, por lo general, que hace unos años. Las cosas parecen ir mejor.

Además, desde la publicación de aquella carta, el Gobierno ha conducido 435 investigaciones en universidades y colegios universitarios por la posible mala gestión de casos de violencia sexual. Eso sí, a día de hoy solo 75 de esos expedientes han sido resueltos. 360 permanecen abiertos.

La lógica DeVos, o la protección positiva del supuesto agresor

A pesar de esa sensación general de mejora, la cuestionada secretaria de Educación de Donald Trump atribuye a la Dear Colleague Letter un claro efecto pernicioso.

A través de la intimidación y la coerción, el sistema fallido ha empujado a las escuelas a excederse”, dijo DeVos el jueves durante un discurso en la Universidad George Mason de Arlington, Virginia. “Con la mano pesada de Washington desequilibrando su balanza, la triste realidad es que la Dama de la Justicia no es ciega en los campus de hoy”.

La intimidación y la coerción a la que alude se refiere a la amenaza lanzada por Obama de retirar las ayudas públicas a aquellas instituciones educativas que no abordaran las denuncias de agresión sexual con suficiente ahínco o la debida diligencia. Y eso, opina DeVos, ha derivado en un sistema inclinado a sancionar en exceso, por miedo a perder sus fondos públicos.

Haciendo suyos los argumentos del ‘movimiento por los derechos de los hombres’, DeVos considera que el enfoque promulgado por Obama está generando sus propias víctimas en la forma de estudiantes —casi siempre varones— injustamente acusados o injustamente castigados por sus centros, y por tanto debe ser revisado.

Una sola violación ya es una violación de más. Un solo asalto sexual ya es un asalto de más. Un solo caso de una persona acusada a la que se le niega un procedimiento adecuado ya es un caso de más”, dijo DeVos.

Una sola violación ya es una violación de más. Un solo asalto sexual ya es un asalto de más. Un solo caso de una persona acusada a la que se le niega un procedimiento adecuado ya es un caso de más — Betsy DeVos

En su discurso, Betsy aludió a un par de casos absurdos y extremos para avalar su deseo de cambios. Entre ellos está el de una pareja californiana que fue denunciada por una tercera persona. “Esta es la historia de un atleta, su novia y el sistema fallido”, relató DeVos de forma dramática.

La pareja estaba ‘forcejeando de forma juguetona y ruidosa’, según su propio relato, pero un testigo pensó otra cosa y reportó el incidente al coordinador de la universidad. La joven aseguró repetidamente a los funcionarios del campus que no había sufrido abuso y que no había ocurrido ningún tipo de mal comportamiento. Pero por culpa del sistema fallido, los administradores de la universidad le dijeron que ellos sabían mejor lo que había pasado. Apartaron al joven del equipo de fútbol y le expulsaron de su facultad. ‘Cuando dije la verdad’, cuenta la joven, ‘fui estereotipada y me dijeron que era una mujer ‘maltratada’, me hicieron sentir menospreciada”.

Esa realidad existe. Hombres acusados de forma injusta. Hombres que ven su reputación destruida de forma instantánea por una acusación que luego se demuestra infundada. Pero es una realidad residual, minoritaria.

DeVos se agarra a esos casos para pedir cambios. El Departamento de Educación va a revisar las líneas de actuación de Obama, que considera demasiado duras, empezando por rebajar “sus definiciones ambiguas e increíblemente amplias de asalto y acoso”. Porque “ si todo es acoso, entonces nada es acoso”, dice.

Hay que asegurar que el propósito de la ley sea concretado de una manera que reconozca tanto los derechos de las víctimas como los de aquellos que han sido acusados — Betsy DeVos

Aunque en su plática nombró repetidamente a las víctimas, la idea que ha cuajado en las cabezas de la mayoría de medios y de todo tipo de organizaciones feministas y de defensa de las víctimas de violencia sexual es más bien la contraria: su reforma, de la que no ha dado detalles, parece surgir de un deseo de incrementar las protecciones de los supuestos agresores.

Ya lo dijo hace unos meses en el discurso de toma de posesión de su cargo: “Hay que asegurar que el propósito de la ley sea concretado de una manera que reconozca tanto los derechos de las víctimas como los de aquellos que han sido acusados”.

Suena justo sobre el papel. El problema es que las cifras no terminan de refrendar esa supuesta necesidad imperiosa de cambios.

Frente al 20% de mujeres que sufren algún tipo de agresión sexual durante su etapa universitaria — algunos sondeos elevan la cifra hasta el 25%, una de cada cuatro estudiantes—, el número de denuncias falsas relacionadas con violaciones y otros cargos sexuales en centros educativos se sitúa estadísticamente entre el 2 y el 10%, con una mayor propensión a situarse en la mitad inferior de esa horquilla.

Asociaciones de víctimas habían escrito a DeVos expresando su temor ante posibles cambios. Los fiscales generales de 20 Estados habían urgido por escrito a DeVos a mantener las protecciones existentes al considerarlas adecuadas. Al final, parece que esas cartas no van a servir de nada.

Fuente: http://www.playgroundmag.net/noticias/actualidad/betsy-devos-secretaria-educacion-trump-relajar-guidelines-violencia-campus_0_2043995603.html

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Colombia: 116 estudiantes de la Universidad Nacional afirmaron haber sido víctimas de abuso sexual

América del sur/Colombia/02 Septiembre 2017/Fuente: Semana

De acuerdo con un estudio adelantado por la institución se evidenció la situación de vulnerabilidad en la que se encuentran muchas estudiantes.

Por estos días ha estado en boca de todos el tema del acoso sexual del que son víctimas varios estudiantes en el contexto universitario. De acuerdo con una encuesta realizada en 2016 por la Universidad Nacional se evidenció que el 54 % de las 1.602 estudiantes encuestadas ha sido víctima de algún tipo de violencia sexual en el campus o en alguna actividad relacionada con la universidad.

De esa cifra, solo 60 mujeres, el 3,7% de la muestra, admitió haber denunciado el caso de acoso, abuso o violación.

Según el documento, 22 dijeron haber sido obligadas a tener relaciones sexuales por la fuerza, tres de ellas en más de dos ocasiones. Al mismo tiempo, 116 respondieron que habían sido besadas, acariciadas, tocadas u obligadas a mantener relaciones sexuales mientras estaban en estado de alicoramiento o inconscientes. De estas, 86 dijeron haber pasado por esta situación una única vez y 30, más de dos veces.

La forma más repetida de acoso fueron los piropos en el campus universitario. 862 estudiantes afirmaron haberlos recibido una o más veces. Le siguen los abrazos y las caricias sin consentimiento (lo reportaron 628 mujeres de la muestra), regalos incómodos (377), mensajes inapropiados con contenido sexual (295), llamadas sexuales indeseadas (234).

Por otro lado, el salón de clases fue el lugar donde se reportaron más casos de violencia sexual, seguido por los sitios de fiestas o las salidas recreativas con compañeros, la plaza del Che y las zonas en obra. “Esto muestra que el acoso sexual y/o actos sexuales no consentidos no están precisamente relacionado con lugares oscuros o aparentemente peligrosos, las mujeres suelen ser violentadas en lugares donde hay una percepción generalizada de seguridad”, señala el estudio.

A pesar de que parte de esta información fue publicada en enero de este año, salió a la luz pública gracias a una investigación reciente del portal Vice sobre los estudios que se han realizado en las universidades del país y en donde se evidencia la magnitud de este fenómeno. En los últimos 9 años ha habido 10.830 denuncias por el delito de acoso sexual realizada por estudiantes, según le dijo la Fiscalía General de la Nación a ese medio.

Los estudios realizados en todo el país arrojan la misma conclusión: la violencia sexual es un problema grave en las universidades del país al que hay que prestarle especial atención.

Por esta razón, la Universidad Nacional adelantó este estudio, titulado “Rompiendo el silencio: análisis de encuesta sobre violencia sexula a estudiantes mujeres”, con el fin de visibilizar este fenómeno.

“En la Universidad Nacional de Colombia, como en la mayoría de universidades colombianas, la violencia sexual por mucho tiempo ha pasado desapercibida o quienes la padecen guardan silencio por temor a ser re victimizadas”, dice el documento.

“Todas las universidades están relacionadas con la violencia sexual y lo que se hizo desde la sede en Bogotá fue tener un estudio que nos permitiera conocer la percepción en nuestros campus” dijeron fuentes de Bienestar Universitario de la Universidad Nacional según el diario El Espectador.

Fuente: http://www.semana.com/educacion/articulo/estudiantes-victimas-de-violencia-sexual-en-la-universidad-nacional/538015

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Escalada masiva de la violencia sexual en Sudán del Sur

Sudán del Sur/31 julio 2017/Fuente: África Fundación

Según reporta Aministía Internacional en un nuevo informe, miles de mujeres, niñas y hombres de Sudán del Sur, que han sido violados en ataques sexuales por motivos étnicos durante el conflicto en curso, están luchando contra la angustia mental y el estigma sin tener a dónde acudir para pedir ayuda.

El informe se basa en entrevistas a 168 víctimas de violencia sexual en Sudán del Sur y en campamentos de refugiados en la vecina Uganda, donde se encuentra la crisis de refugiados de más rápido crecimiento en el mundo.

El nuevo informe de Amnistía Internacional, titulado «No permanezca en silencio», descubre graves actos de violencia sexual contra miles de personas en todo el país desde que comenzaron las hostilidades en diciembre de 2013.

«Esta es una violencia sexual premeditada a gran escala. Las mujeres han sido violadas en grupo, agredidas sexualmente con palos y mutiladas con cuchillos «, dijo Muthoni Wanyeki, director regional de Amnistía Internacional para África Oriental, el Cuerno y los Grandes Lagos.

10 defensores de los derechos humanos de Sudán del Sur, cuyas identidades han sido ocultadas, han trabajado junto a Amnistía Internacional en este informe.

Según el documento, los autores provienen de ambos lados del conflicto, enfrentando a las fuerzas progubernamentales del presidente Salva Kiir, un Dinka, contra las fuerzas de oposición del ex primer vicepresidente, Riek Machar, un nuer, y sus respectivos grupos armados aliados.

El nuevo informe describe la magnitud de la violencia sexual en Sudán del Sur como «masiva».

Algunas de las agresiones sexuales no ocurren durante los combates, sino entre los millones de personas que se refugian del conflicto.

Para realizar este informe se entrevistó también a 16 víctimas varones, algunos de los cuales dijeron que habían sido castrados o tenían sus testículos perforados con agujas.

Muchas víctimas manifestaron sufrir pesadillas, pérdida de memoria, falta de concentración, y habían pensado en venganza o suicidio – todos los síntomas comunes del trastorno de estrés postraumático.

«Algunos de los ataques parecen diseñados para aterrorizar, degradar y avergonzar a las víctimas y, en algunos casos, impedir que los hombres de grupos políticos rivales puedan tener descendencia», dijo Wanyeki.

«El gobierno del sur de Sudán debe tomar medidas deliberadas para detener esta epidemia de violencia sexual, comenzando por enviar un claro mensaje de tolerancia cero, ordenando inmediatamente una investigación independiente y efectiva de los ataques que se han producido y asegurando que los responsables sean sometidos a juicios justos», agregó.

El año pasado, por ejemplo, las Naciones Unidas reportaron un 60% de aumento en la violencia de género en Sudán del Sur, con el 70% de mujeres que se encuentran en los campos de la ONU en la capital, Juba, violadas desde el comienzo de la guerra civil a mediados de Diciembre 2013.

Fuente: http://www.africafundacion.org/spip.php?article28210

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Uruguay: ONU: educación y trabajo para combatir violencia sexual en conflictos armados

Uruguay/22 de Mayo de 2017/El Espectador

El subsecretario José Luis Cancela en representación de Uruguay, como presidente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, encabezó el debate y remarcó el rol del Estado y la sociedad civil contra este flagelo.

En su ponencia, el subsecretario de Relaciones Exteriores, José Luis Cancela, calificó la violencia sexual como una de las peores agresiones contra la dignidad humana, que se manifiesta en esclavitud sexual, prostitución, matrimonios forzosos, embarazos, abortos o esterilización forzada.

Para combatir este tipo de violencia, Cancela subrayó tres líneas de acción: el empoderamiento de la mujer a través del acceso a la educación, al trabajo y a los procesos de toma de decisión, la recuperación y reintegración de las víctimas a la sociedad y la gestión de las instituciones estatales, la sociedad civil y la comunidad internacional.

Al cierre de su intervención, el Cancela abogó por la rendición de cuentas y la necesidad de justicia para que los crímenes no queden impunes y la comunidad local pueda consolidar la paz.

Fuente: http://www.espectador.com/politica/351651/onu-educacion-y-trabajo-para-combatir-violencia-sexual-en-conflictos-armados

  

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Guerra civil en Sudán del Sur crea otra generación perdida

Sudán del Sur/10 de Abril de 2017/La Hora

Santo, de seis años, viste orgulloso una camiseta de Harvard como si acabara de ser aceptado en la prestigiosa universidad. Pero las letras estropeadas, las capas de suciedad y los agujeros revelan más sobre el futuro del joven refugiado.

Tras huir de la guerra civil iniciada en Sudán del Sur hace tres años, Santo y su familia se ven en el endeble asentamiento de Bidi Bidi, en el norte de Uganda, con cientos de miles de personas que protagonizan la crisis de refugiados de más rápido crecimiento en el mundo.

El padre de Santo, Godfrey Moro, describió las desoladoras condiciones en las que vive su hijo: no hay escuela, ni electricidad o agua corriente. La comida escasea y hay poca protección del sol abrasador.

Mientras Moro hablaba con The Associated Press, el pequeño se mordisqueaba las manos para distraerse.

“La guerra ha afectado a estos niños de muchas maneras”, dijo Moro.

Sudán del Sur es conocida por sus “niños perdidos”, unos 20 mil huérfanos que huyeron a pie del sur de Sudán en la década de 1980 durante la lucha por la independencia de la región. Tres décadas más tarde, el joven Santo forma parte de otra generación perdida. Su país, apenas mayor que ellos, se ha visto desgarrado por la violencia.

El personal de Naciones Unidas alerta del riesgo de limpieza étnica, y sus datos describen un sombrío paisaje de inocencia perdida: Más de 200 mil niños corren peligro de muerte por falta de comida. Más de 17 mil han sido niños soldados para el gobierno o para algún grupo rebelde. Un funcionario de la ONU expresó una creciente preocupación por los suicidios de menores en los abarrotados campos de desplazados que gestiona la ONU en Sudán del Sur, en condiciones penosas.

Las autoridades sursudanesas reconocen el nivel del desafío.

“Las escuelas quedaron en ruinas, algunas ocupadas por bandos combatientes, las muertes de inocentes son rampantes”, comentó en un correo electrónico Michael Lopuke, subsecretario del Ministerio de Educación.

Joyce y Florence son dos chicas adolescentes en el asentamiento de refugiados de Bidi Bidi, al que han llegado más de 270 mil personas desde julio, cuando la violencia volvió a estallar en la capital de Sudán del Sur. Las dos perdieron a sus padres en septiembre, en asesinatos por motivos étnicos. Ambas encontraron una familia de acogida en Moro, su esposa y sus hijos.

Cuando les preguntan por qué los adultos pelean en su país, Joyce tuvo problemas para explicar las complejidades de una guerra que ha trastocado su vida. “No lo sé”, dijo con timidez.

Las dos forman parte de una creciente población de niños a los que la guerra civil ha dejado huérfanos. En torno al 25% de los estudiantes en el asentamiento de Bidi Bidi son huérfanos, según Amanda David, profesora jefa en una de las escuelas recién habilitadas. Muchos de los niños viven con familias de acogida.

Los niños estudian en un mosaico de grandes tiendas grises que sirven de aula. Hay más de 100 alumnos por maestro, sin material escolar, y muchos niños no reciben cuidados médicos o higiene adecuada en casa.

Aun así, los niños refugiados tienen más posibilidades de conseguir una educación que los que quedaron atrás. La ONU dijo el año pasado que en torno al 50% de los menores en Sudán del Sur, o 1,8 millones de niños, está sin escolarizar, la tasa más alta del mundo. Muchos profesores no han cobrado en meses.

El gobierno de Sudán del Sur dice estar comprometido con poner fin a la miseria de los niños. El presidente, Salva Kiir, dijo en agosto que pasa “noches en vela y paso cada momento del día pensando en el niño sursudanés que está hambriento en la aldea”.

Sin embargo, grupos observadores y otros han señalado que el gobierno de Sudán del Sur gasta unas 10 veces más dinero en su ejército que en educación, según el presupuesto nacional. Todos los bandos en la guerra civil siguen utilizando niños soldados, pese a las promesas de detener la práctica.

Un informe de Naciones Unidas describió el año pasado cómo el ejército sursudanés había atacado escuelas y describió “niños a los que se obligó a matar a civiles”. La ONU verificó que 430 niños en todo el país habían sido víctimas de violencia sexual por parte militares del país, y añadió que “según los registros, los chicos sufrieron castraciones y mutilaciones sexuales, mientras que las niñas que se resistieron a la violación fueron asesinadas”.

Un reporte interno de la ONU al que tuvo acceso Associated Press describió cómo funcionarios de Naciones Unidas habían visitado en marzo una escuela en la zona de Jongley que había sido tomada por una milicia local en la que había niños. Los funcionarios encontraron “rifles AK-47 y lanzagranadas apoyados contra la pared y junto a la puerta del aula”, según el informe.

A finales del año pasado, un grupo de niños y chicos jóvenes de entre 14 y 19 años dijeron a AP que habían sido secuestrados por soldados del gobierno en la localidad de Mayom y obligados a unirse al ejército.

Un chico de 14 años describió cómo había escapado a un campo de desplazados de la ONU.

“Quiero decirle a Salva Kiir que deje de reclutar soldados jóvenes”, dijo el chico. “Quiero unirme a los que van a la escuela”.

Fuente: https://lahora.gt/guerra-civil-sudan-del-sur-crea-otra-generacion-perdida/

 

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Entrevista a Richard Poulin:»Los hombres no quieren ver qué hay detrás de la prostitución»

Por: Irene Hdez. Velasco. El Mundo. 17/03/2017

Richard Poulin se presenta a la entrevista con una chapa en la solapa de la chaqueta que deja ya muy claros cuáles son sus principios: “Ninguna mujer nace para puta”, un lema que recoge el título del libro escrito por la colombiana Sonia Sánchez, una superviviente de la prostitución. Porque este canadiense, profesor emérito del Departamento de Sociología y Antropología de la Universidad de Ottawa y autor de numerosos libros y estudios sobre la prostitución y la trata de seres humanos con fines de explotación sexual, está considerado como uno de los mayores estudiosos mundiales en esa materia.

P: Las encuestas en España muestran como cada vez son más fuertes los llamamientos a favor de que se regularice la prostitución como si se tratara de un trabajo más. ¿Qué le parece?

R. Me parece una monstruosidad. Pero déjeme decirle que mientras los llamamientos a favor de una reglamentación de la prostitución son muy fuertes en Europa, son relativamente débiles en América del Norte. Además es necesario distinguir entre quienes están a favor de que no se reglamente para nada la prostitución y de quienes parten de la premisa de que la prostitución es un trabajo como cualquier otro, y que lo que hay que hacer es aplicarle las leyes laborales y punto. Según el razonamiento de estos últimos, los burdeles son lugares de trabajo, ambientes laborales como los de cualquier empresa, y sería ilegal la prostitución que se llevara a cabo fuera de esos lugares reglamentados. Lo que le puedo decir es que no hacer nada ante la prostitución o regularla como un mero trabajo más sería algo muy grave que haría subir de manera inaudita el número de mujeres y niñas dedicadas al sexo de pago y al turismo sexual. Y eso que ahora mismo cada vez se necesitan más prostitutas, porque cada vez son más numerosos los hombres que pagan para tener relaciones sexuales. Es algo que estamos viendo en Alemania, en Holanda, en Tailandia, en España…

P: ¿Está aumentando entonces en España el número de hombres que pagan por sexo?

R. Sí. De hecho, España es el país con mayor demanda de mujeres que ejercen la prostitución de toda Europa.

P: ¿Y cómo se explica que, en una sociedad en la que existe desde hace tiempo libertad sexual, el negocio de la prostitución sea tan suculento?

R. A finales de los años 70 las feministas norteamericanas ya plantearon si esa enorme libertad sexual no implicaba también una sumisión sexual, porque para que la liberación sexual sea realmente una liberación es necesario antes que la opresión contra las mujeres desaparezca, y la opresión no ha desaparecido. La prostitución de hecho es una forma de opresión contra la mujer, y sigue existiendo a pesar de que existe libertad sexual porque sigue existiendo opresión.

P¿Qué les diría entonces a quienes sostienen que hay mujeres que ejercen la prostitución libremente, porque les da la gana?

R. Hay muchos niveles de respuesta. A nivel sociológico les diría que se sabe que buena parte de las mujeres que son reclutadas para la prostitución son menores de edad. Y se sabe que muchas de ellas son chicas que han huido de su casa porque han sufrido agresiones sexuales y que justo en ese momento en que escapan y están lejos de sus familiares es cuando son reclutadas para la prostitución. Es también por eso por lo que para ellas es más fácil hacerse prostitutas, porque para sobrevivir a las agresiones sexuales ya desarrollaron la capacidad de disociarse de su cuerpo. Piense que, según los estudios, entre un 75% y un 83% de las prostitutas fueron anteriormente víctimas de violencia sexual.

P: ¿La prostitución es entonces una continuación de la violencia sexual?

R. Sí. Es complicado, pero se lo voy a tratar de explicar con un ejemplo. Cuando yo empecé a hacer encuestas e investigaciones sobre la industria del sexo, entrevisté en Canadá a varias strippers, a varias de esas mujeres que bailan desnudas delante de hombres sin que estos puedan tocarlas, sólo mirarlas. Cuando hablaba con ellas, estas jóvenes decían estar encantadas de bailar desnudas ante esos hombres que no podían tocarlas, lo consideraban como una especie de venganza por las agresiones sexuales que habían sufrido anteriormente, sentían que ahora eran ellas las que podían explotarlos a ellos… Pero después de pasar algunos meses en la industria del sexo, bailando desnudas, esas mujeres cambiaban de discurso y decían que un culo es un culo, subrayando que los hombres no van a ver mujeres, sino culos. Y lo mismo ocurre en la prostitución. Al principio hay mujeres que creen que ejercen un poder sobre los hombres, pero luego acaban dándose cuenta de que son los hombres los que tienen poder sobre ellas. Para mí en estos momentos como sociólogo es más interesante hacer entrevistas a mujeres que han sobrevivido a la prostitución que a mujeres que la ejercen. Porque las que están activas en la industria del sexo tratan de legitimar su actividad, como hace seguramente usted como periodista cuando alguien ataca a los medios de comunicación.

P: ¿Cuál es la responsabilidad de los hombres que pagan por sexo?

R. Su responsabilidad es absoluta, total. Si los hombres no pagaran por la prostitución se acabaría con la prostitución, así de sencillo. Porque la industria de la prostitución se ha hecho para el disfrute de los hombres. Da igual que implique a niños, a niñas, a jóvenes de ambos sexos, a mujeres adultas… Es una industria dirigida al placer del hombre.

P: Y si es así, ¿por qué muchos hombres no quieren hacerse esos planteamientos? Porque no se los hacen, ¿no?

R. No, evidentemente no se los hacen. Como mucha gente no se hace reflexiones cuando compra una camiseta o unas zapatillas fabricadas por niños del tercer mundo. Los hombres no quieren oír ni quieren ver lo que hay detrás de la prostitución. No quieren saber que al llegar a los 16 años una de cada tres mujeres ha sufrido agresiones sexuales, lo que significa que la violencia hacia las mujeres es gigantesca. En Canadá, el movimiento feminista es muy fuerte y tenemos buenas cifras al respecto. Y si existen esas cifras tan enormes de violencia sexual es porque hay muchísimos hombres que cometen violencia sexual contra las mujeres, es posible que ascienda a un hombre de cada tres. Todo esto se lo comento para hacerle ver que las relaciones sociales entre hombres y mujeres son complicadas y que eso explica en parte por qué a los hombres les parece normal pagar por sexo. Muchos hombres siguen pensando que la mujer debe ser sumisa y que la que no lo es, se merece ser agredida.

P: Escuchándole resulta claro que usted está en contra de la prostitución. Pero la pregunta del millón es: ¿Cómo se puede acabar con ella?

R. No, no es la pregunta del millón. En realidad resultaría bastante fácil acabar con la prostitución si se implantara el modelo sueco. Ese modelo, que se aplica en Suecia desde 1999, penaliza al proxeneta y penaliza a los clientes de la prostitución, pero no a las mujeres que ejercen la prostitución. Además, lo que también es importante es que ofrece medios a las mujeres que quieren salir de la prostitución, muchas de las cuales no tienen estudios porque como ya le he dicho fueron captadas con 14 o 15 años. Asimismo, el modelo sueco también cuenta con programas educativos en las escuelas dirigidos a evitar que el día de mañana las niñas puedan ser reclutadas para la prostitución y que los niños puedan convertirse en clientes de prostitutas, en prostituidores. Gracias a todo esto, el número de mujeres que se prostituyen en Suecia ha bajado muchísimo, así como el de hombres que pagan por sexo. Allí, por ejemplo, ya no hay trata de mujeres, porque para los proxenetas no resulta rentable.

P: Sin embargo, lo que muestran las encuestas en España y lo que denuncian numerosos especialistas es que cada vez más jóvenes consideran el sexo de pago como algo normal, como una forma de diversión, de ocio…

R. La prostitución está banalizada y la industria del sexo y de la pornografía aún han banalizado más la prostitución. Podríamos definir a la pornografía como propaganda de la prostitución, y cada vez son más los jóvenes que consumen pornografía y a edades más tempranas. En Canadá, por ejemplo, la edad de los violadores ha bajado.

P: Usted también relaciona capitalismo y prostitución. Sin embargo, la prostitución existe desde siempre, desde mucho antes de que surgiera el capitalismo…

R. Sí, pero lo que ha hecho el neoliberalismo es impulsar esa idea de la que hablábamos al principio de que la prostitución debe desregularse. El neoliberalismo considera que cada uno es responsable de lo que hace, y según esa premisa las mujeres que se prostituyen son responsables de prostituirse. Antes se reglamentaba la prostitución por cuestiones de higiene y de salud pública, para evitar la propagación de enfermedades venéreas. Hoy se desregula porque se considera que quien la ejerce lo hace libremente. Es una diferencia enorme.

Fuente:  http://www.elmundo.es/sociedad/2017/01/02/58692f5f468aebbd108b45e0.html

Fotografía: JAVIER BARBANCHO

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Ecuador: Ministerio de Educación fija protocolos para enfrentar casos de violencia sexual

Ecuador/09 febrero 2017/Fuente: Confirmado.net

El Ministerio de Educación (MinEduc), a través de las coordinaciones zonales y subsecretarías de Quito y Guayaquil, asume comprometidamente su deber constitucional de trabajar por la erradicación de todas las formas de violencia en el sistema educativo, y velar por la integridad física, psicológica y sexual de los estudiantes.

Para su atención inmediata, el MinEduc ha establecido protocolos de actuación en casos de violencia sexual ocurridos o detectados en el ámbito pedagógico. Todos los establecimientos educativos tienen la responsabilidad de aplicar dichos protocolos, los cuales han sido debidamente socializados y se encuentran disponibles en la página web oficial: https://educacion.gob.ec/rutas-y-protocolos/

Además, como política institucional se estableció la conformación y fortalecimiento de los Departamentos de Consejería Estudiantil (DECE), con el fin de que el sistema educativo fiscal cuente con profesionales especializados en el acompañamiento psicosocial de niños, niñas y adolescentes, para promover el desarrollo humano integral y la prevención de este y otro tipo de problemáticas sociales. Al momento, el 54.49% de estudiantes (1´919.618) cuentan con la atención del servicio DECE a nivel nacional.

Esta cartera de Estado pone de manifiesto su posición radical en contra de todo acto u omisión que pueda afectar la integridad de los estudiantes, y reitera su compromiso de atención, respaldo, guía y acompañamiento a las víctimas y a sus familias, con el propósito de denunciar cualquier afectación ante las autoridades judiciales y administrativas competentes, para su debida investigación y sanción a los responsables.

Fuente: https://www.confirmado.net/ministerio-educacion-fija-protocolos-enfrentar-casos-violencia-sexual/

 

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