Wu Haitao, representante adjunto de China en la Organización de Naciones Unidas (ONU), urgió a la comunidad internacional a unirse contra la violencia sexual en los conflictos y pidió proteger los derechos legítimos de las mujeres, divulga hoy el Gobierno.
De acuerdo con la prensa oficial, Wu hizo el llamado durante un debate del Consejo de la Seguridad sobre mujeres, paz y seguridad.
El representante chino reflexionó sobre la necesidad de que la comunidad internacional combata las atroces acciones de las fuerzas extremistas y terroristas que violan los derechos de las féminas y en ese sentido instó a la lucha mancomunada contra ese flagelo.
El enviado resaltó la urgencia de promover la solución política de los conflictos regionales para crear un entorno favorable a la protección de los derechos de las mujeres.
Del mismo modo Wu pidió a todas las naciones ayudar a los países que atraviesan por la reconstrucción posterior a un conflicto para apoyarlos en la promoción del desarrollo económico y social y para proteger mejor los derechos e intereses de las mujeres.
Enfatizó que este Gobierno está dispuesto a trabajar con el resto de la comunidad internacional para seguir impulsando la implementación de los objetivos relacionados con mujeres, paz y seguridad y a realizar perennes esfuerzos para obtener mayores avances en la causa a favor de ese grupo poblacional.
Tomado de: http://prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=36805&SEO=china-urge-en-onu-combatir-violencia-sexual-en-conflictos
Tras la violación y asesinato de la joven Lucía Pérez, perpertrados recientemente en Mar del Plata, diversas organizaciones convocan a un paro nacional, el próximo 19 de octubre de 13 a 14 horas en los trabajos. A las 17 habrá una movilización desde el Obelisco a Plaza de Mayo y las organizadoras llaman a “en lo posible ir vestidas de negro”. “Lucía tenía 16 años, cursaba el quinto año en la Escuela Media N° 3 de Juan B. Justo al 600, le gustaban los animales y tenía sensibilidad para el arte”, relató su madre en una entrevista. #nosotrasparamos #niunamenos #vivasnosqueremos
Agencia Para la Libertad, periodismo es intervención social
El 19 de Octubre #NosotrasParamos contra la violencia femicida y contra la precarización de nuestras vidas
Paro de mujeres dijimos desde #NiUnaMenos con la rabia por el femicidio de Lucía en Mar del Plata. Y en el mismo día, el odio de una madre mata a su hija lesbiana, y al día siguiente, dos adolescentes son acuchilladas en La Boca. Con los cuerpos todavía movilizados por el Encuentro Nacional de Mujeres en Rosario y con la bronca de la represión que sufrimos latente, la idea empezó a salir de las redes para convertirse en una asamblea que alojó la sede de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP) Fuimos cientos de mujeres organizadas -casi 50 organizaciones y sindicatos representados- y muchísimas más no encuadradas en ninguna agrupación pero con la misma voluntad de organizarse para decir otra vez: ¡Basta! Y juntas decidimos parar: las que tienen un empleo formal y las que no, las cooperativistas, las precarizadas, las que trabajan en tareas de cuidado y no reciben salario, las desocupadas, las estudiantes, las artesanas, las artistas, todas.
Esta vez, el cese de actividades será por una hora, entre las 13 y las 14. Y ahí donde estemos saldremos a la calle, a la puerta de nuestros lugares de trabajo rentados o no
para hacernos visibles.
Porque detrás del aumento y la saña de la violencia femicida también hay una trama económica, la falta de autonomía de las mujeres nos deja más desprotegidas a la hora de decir no y nos convierte en blancos móviles de las redes de trata o cuerpos “baratos” para el tráfico de drogas y la venta al menudeo.
Porque si el desempleo promedio en Argentina es del 9,3 por ciento, para las mujeres es del 10,5
Porque el 76% del trabajo doméstico no remunerado lo hacen las mujeres.
Porque las tareas de cuidado que asumimos nos exponen a mayor precarización laboral.
Porque en los trabajos precarizados la brecha salarial aumenta del 30 al 40 por ciento con respecto a los varones.
Porque el 20% de las mujeres que reciben salario a cambio de su trabajo se desempeñan en tareas domésticas -después seremos mayoritariamente maestras y enfermeras, todos trabajos fundamentales pero desjerarquizados.
Porque cuando tenemos hijos o hijas tenemos que cuidarlos nosotras y la tasa de actividad baja del 54 al 39%.
Porque las licencias por maternidad son cortas y prácticamente no hay guarderías en ningún lugar de trabajo, ni estatal, ni privado.
Por todo esto, el 19/10 #NosotrasParamos, para decir otra vez #NIUnaMenos y que #VivasNosQueremos
13-14hs cese de actividades en los trabajos, ruidazo, cuelgue de banderas y salida a la puerta de los lugares de trabajo y/o estudio.
17 hs. Corte en 9 de julio con movilización desde el Obelisco a Plaza de Mayo
Invitamos a todas a sumarse y a vestirse de negro para hacer visibles nuestros reclamos en las casas, en las plazas, en las oficinas, en las fábricas, en las calles, en las cooperativas, en todos lados #NosotrasParamos #NiUnaMenos #VivasNosQueremos
Comisión de prensa Nosotras Paramos
Las responsables de la UNESCO y de ONU Mujeres, junto con representantes de universidades y empresas, abogaron hoy por una mayor presencia femenina en los centros de enseñanza superior en todo el mundo, así como en puestos de decisión, tanto en el ámbito académico como administrativo.
Durante la presentación de un informe sobre este asunto y en el marco de la campaña “HeforShe”, lanzada hace dos años, la actriz Emma Watson, embajadora de Buena Voluntad de ONU Mujeres, aludió a la influencia que la experiencia universitaria puede tener en la vida adulta de numerosas personas.
Para muchas mujeres en el mundo, sin embargo, el acceso a la universidad está limitado o incluso lejos de su alcance y en ocasiones quienes acuden a ellas pueden ser víctimas de violencia sexual.
“Esa experiencia universitaria debe dejar claro que la seguridad de las mujeres, de las minorías y de cualquiera que pueda ser vulnerable es un derecho, no un privilegio. Un derecho que será respetado por una comunidad que cree y apoya a los sobrevivientes”, declaró la actriz británica.
En esta iniciativa, lanzada el año pasado y que promueve la igualdad de género, participan diez jefes de Estado, diez consejeros delegados de grandes empresas y una decena de universidades. El compromiso es avanzar en la equiparación de género en el terreno administrativo y académico y en erradicar la violencia sexista en los campus.
La directora general de la UNESCO, Irina Bokova, aludió por su parte a los cambios positivos que los Objetivos de Desarrollo Sostenible deben generar para las mujeres y las niñas durante los próximos quince años y subrayó la colaboración que debe darse entre las Naciones Unidas, el sector privado y el mundo académico para lograrse esas metas.
En días recientes, el cardenal Juan Luis Cipriani, arzobispo de Lima, pronunció una frase desafortunada: “Las estadísticas nos dicen que hay abortos de niñas, pero no es que hayan abusado de ellas, muchas veces las mujeres se ponen como en un escaparate, provocando”. Poco después, durante una visita a un hogar para madres víctimas de violencia y abandono, pidió perdón a las allí presentes afirmando que nunca había sido su intención ofender a la mujer; todo lo contrario, contaban con todo su apoyo y simpatía.
Sin embargo, este faux pas del Arzobispo limeño no pasó inadvertido a los medios de prensa, a algunos funcionarios de gobierno y tampoco a las organizaciones de mujeres -quienes recientemente se habían manifestado contra la violencia sexual- dado que el prelado es conocido por su postura conservadora, abiertamente contraria a la diversidad sexual y, por razones obvias, al aborto.
“Cipriani hace apología de la violencia en un país de violadores” publicó en Twitter la joven congresista Indira Huilca, socióloga y reconocida activista por la igualdad de género. No obstante, es importante señalar que el desliz del cardenal no es único ni es el más ofensivo. Desde muchos foros –religiosos, institucionales, sociales y empresariales- se reproduce con excesiva facilidad el estereotipo sexista cuyo objetivo es minimizar la gravedad del delito de violación para insertarlo entre los “usos y costumbres” de sociedades patriarcales, cuya estabilidad consideran preciso preservar para beneficio de un sector poseedor del control casi absoluto.
Estos conceptos, reconocibles por lo abundantes en el diario vivir, son reproducidos por hombres y mujeres por igual, consolidándose en el imaginario social y formando parte de los valores aceptados por todos. De acuerdo con ellos, las mujeres deben ser obligadas a resguardar su integridad no exponiéndose a la agresión, en lugar de reprimir y castigar a los agresores. Esto revela una conducta social proclive a aceptar la agresión sexual desde la masculinidad como un derecho adquirido por naturaleza y no como una desviación de la conducta.
En Guatemala, la situación no es diferente. Si la congresista peruana afirma que Perú es un país de violadores, ha de saber que también lo son los demás países del continente, como los europeos y asiáticos. En fin, en donde se quiera voltear la mirada hay naciones en donde reina un machismo crudo y violento en donde la mujer se encuentra en desventaja, y en donde para hacer respetar sus derechos ha de enfrentar un fuerte muro de compadrazgo e impunidad. Las estadísticas de violencia intrafamiliar, maternidad forzada, violaciones y feminicidios cada día son más reveladoras de esta realidad.
En fecha reciente, el Centro de Epidemiología del Ministerio de Salud de Guatemala realizó un estudio con metodología similar a la utilizada para una epidemia como el zika o los indicadores de nutrición. El resultado -aún incompleto por ser una tarea de largo aliento- arroja resultados aterradores: “es un mal que se extiende indiscriminadamente y de forma intensa”, afirman. Y sin duda el interés de las instituciones por identificar los alcances de la violencia sexual podría marcar una enorme diferencia en el enfoque de este drama humano.
Guatemala posee aún un sistema colonialista en grandes extensiones de su territorio, en donde destaca la absoluta ausencia de Estado con las graves consecuencias implícitas por esta deficiencia, en los temas de salud, justicia, seguridad y respeto de los derechos humanos. Es tiempo de reparar esos vacíos.
«Tengo 10 años. Cuando jugaba en las calles de mi pueblo, algo explotó».
«Sentí un fuerte ruido y una onda viniendo hacia mí, como el viento».
Este es el testimonio es de un niño que sobrevivió a una explosión el 27 de mayo en Pul-i-Khumri, en la provincia afgana de Baghlan.
«Me impactó la metralla y caí al suelo».
«No me acuerdo de qué pasó después».
En la explosión murieron cuatro niños y otro resultó herido.
En lo que va de año, 388 niñoshan muerto en Afganistán y 1.121 han resultado heridos.
La cifra total de víctimas infantiles, entre muertos y heridos, es de 1.509.
La Organización de Naciones Unidas, que recopila periódicamente datos de las víctimas civiles en Afganistán, calificó las cifras de «alarmantes y vergonzosas».
Estas son algunos de los datos que recoge el informe de mitad de año de la Misión de Asistencia de la ONU en el país asiático:
1.601 civiles murieron entre enero y junio de este año, de los cuales 388 fueron niños y 130 mujeres
3.565 civiles resultaron heridos en el mismo periodo, incluyendo 1.121 niños y 377 mujeres
157.987 afganos han sido desplazados desde el inicio de 2016, un 10% más que en el mismo periodo del año pasado
Se estima que en la actualidad hay 1,2 millones de afganos desplazados por la violencia
Al menos 63.934 personas murieron o resultaron heridas por la violencia en Afganistán desde que Naciones Unidas empezó a contar, en enero de 2009
Violencia sexual y ataques a escuelas
El informe recoge también episodios de violencia sexual contra niños.
Naciones Unidas tuvo conocimiento de al menos dos incidentes, aunque cree que por las consideraciones culturales y el estigma que rodea a las víctimas, los casos reportados son muchos menos que los reales.
En uno de los incidentes, uno de los comandantes de la policía local secuestró a un niño de 16 años cuando estaba en su casa y se lo llevó durante tres días, durante los que lo violó varias veces.
Naciones Unidas también confirmó que una unidad de la policía utilizó a un niño como guardaespaldas y para explotarlo sexualmente en la provincia de Baghlan.
El informe menciona el «bacha bazi», una práctica de algunos comandantes y otros hombres poderosos asociada con la explotación sexual y el abuso de niños pequeños.
Aunque en descenso con respecto al mismo periodo del año anterior, durante los primeros seis meses de este año se documentaron 46 incidentes relacionados con la educación, la mayoría casos de intimidación y amenazas.
«Elementos antigubernamentales cerraron todas las escuelas del distrito. No quieren que las niñas vayan a la escuela», explicó el director de un colegio de niñas en el distrito de Zurmat, según recoge el informe.
«Todas estas niñas serán analfabetas durante toda la vida, a pesar de que lo que quieren es ser médicos, enfermeras, ingenieras y profesoras».
«Sufrirán toda la vida».
Reclutamiento de niños
Naciones Unidas recibió también denuncias de reclutamiento de niños por parte de elementos antigubernamentales y fuerzas de seguridad afganas.
Se registraron 15 incidentes de reclutamiento y el uso de 34 niños en el conflicto.
De ellos, 26 fueron utilizados por el Talibán, cuatro por otras fuerzas que luchan contra el gobierno y cuatro por parte de la policía local afgana.
Al menos tres niños fueron usados como atacantes suicidas, incluido un niño de nueve años, quien sufría supuestamente un trastorno mental y murió cuando su cinturón explosivo explotó prematuramente el 30 de marzo en la provincia de Kandahar.
¿Quién es responsable?
«Elementos antigubernamentales», es decir, los grupos militantes rivales de los Talibán y del autodenominado Estado Islámico, son responsables del 60% de las víctimas en Afganistán.
Pero en lo que va de año, 1.189 bajas son «atribuibles a fuerzas progubernamentales», un aumento del 47% con respecto al mismo periodo del año pasado.
Las víctimas sucumben en ataques terrestres, ataques suicidas o son alcanzadas por dispositivos explosivos improvisados.
«Todas estas niñas serán analfabetas, a pesar de que lo que quieren es ser médicos, enfermeras, ingenieras y profesoras»
Director de una escuela en Zurmat
Los niños se ven desproporcionadamente afectados por restos de artefactos explosivos de la guerra mientras juegan.
Ese fue el caso de los hijos de un hombre cuyo testimonio recoge el informe de Naciones Unidas.
«Había salido a comprar cosas para mis hijos. Cuando llegué a casa, vi a mucha gente reunida», explicó este hombre.
«Entré y vi a los niños sobre la cama y gente llorando».
Dos niños murieron y otro resultó herido cuando jugaban con artillería sin explotar en una zona de enfrentamientos entre la policía afgana y fuerzas antigubernamentales en la provincia de Zabul el 6 de mayo.
El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Raad Al Hussein, dijo que debe ponerse fin «a la impunidad reinante de la que que disfrutan los responsables de las víctimas civiles, sin importar quiénes sean».
«La historia juzgará»
Desde que empezó la retirada de las tropas internacionales de Afganistán en 2011 y el final oficial de la misión de la OTAN en diciembre de 2014, el número de víctimas civiles en Afganistán aumenta cada año.
«La historia y la memoria colectiva del pueblo afgano juzgará a los líderes de todas las partes de este conflicto por su conducta verdadera»
Tadamichi Yamamoto, representante especial de Naciones Unidas para Afganistán
Tadamichi Yamamoto, representante especial de Naciones Unidas para Afganistán, dijo que cada víctima representa «una ausencia de compromiso» y debería provocar «pasos concretos» para reducir el sufrimiento de los afganos.
«La historia y la memoria colectiva del pueblo afgano juzgará a los líderes de todas las partes de este conflicto por su conducta verdadera», afirmó Yamamoto.
El informe también documenta otras violaciones de derechos humanos y abusos, incluidos secuestros y ejecuciones sumarias.
Defensores de derechos humanos, periodistas, abogados y jueces también han sido objeto de ataques.
Bolivia y Haití/19 de julio de 2016/Fuente: paginasiete
Bolivia y Haití figuran como los países con los mayores índices de violencia contra niñas y adolescentes según un estudio global actualizado a mayo 2016 por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).
El informe denominado «Niñas y adolescentes en América Latina y el Caribe. Deudas de Igualdad” revisa los indicadores de educación, salud, maternidad y violencia en la población infantil y adolescente de la región.
Advierte que en América Latina y el Caribe se corre el riego de «afianzar en edades tempranas la naturalización de hechos de alta gravedad y con consecuencias irreversibles, como el feminicidio”.
El estudio realiza una revisión de datos estadísticos disponibles desde el 2003 hasta el 2014, y señala que, aunque una de las principales fuentes de información es la recopilación de estadísticas oficiales de denuncias, registradas en los servicios sociales, policía y hospitales, la violencia contra niñas y adolescentes «es muy poco denunciada, por lo que las cifras disponibles en los países de la región permiten dar cuenta únicamente de la punta del iceberg del real problema”.
Destaca que el 2014 la Organización Panamericana de la Salud (OPS) reportó que el porcentaje de mujeres de 15 a 19 años que declaraba haber sido víctima de violencia física «oscilaba entre 43% en el Estado Plurinacional de Bolivia y 10% en Jamaica, respectivamente”.
Según el estudio, la declaración sobre violencia física era superior a la de violencia sexual contra niñas y adolescentes, «la cual llegaba como máximo a 11% de las mujeres de este tramo etario en Haití y el Estado Plurinacional de Bolivia”.
En todos los países de América Latina y el Caribe, la información disponible muestra una fuerte asociación entre ser víctima de violencia física y sexual y la temprana unión conyugal de las mujeres, «la incidencia de ambos fenómenos es declarada en mayor grado por quienes tuvieron uniones antes de los 20 años”.
El informe subraya que además de la alta incidencia al interior de la familia, la escuela y los espacios públicos son lugares de exposición de las niñas y adolescentes a la violencia por su condición de mujeres.
En la escuela, «los niños varones sufren más robos y son más insultados, amenazados y agredidos físicamente… Sin embargo, las niñas y adolescentes están más expuestas a la violencia sexual y otras formas de violencia física”.
En los espacios públicos, las calles, las plazas, los parques y el transporte público son cada vez más riesgosos. Con base en información de las áreas metropolitanas de Bogotá, Ciudad de México, Lima y Santiago, el informe señala que «seis de cada diez mujeres, especialmente jóvenes y adolescentes, han sufrido actos de abuso o acoso sexual en el espacio público”.
En toda la región los datos disponibles muestran un escenario de alta incidencia de todas las formas de violencia física, sexual y psicológica, que se inicia tempranamente al interior del hogar y se extiende hasta la edad adulta.
El estudio advierte sobre «los enormes retos que tienen los países de América Latina y el Caribe para cimentar una cultura de igualdad y respeto que logre erradicar la violencia… por lo que urge generar políticas públicas en diversos planos, interviniendo frontalmente sobre la aceptación cultural de estas prácticas”.
Una medida que considera esencial es proteger a las niñas y adolescentes del matrimonio infantil y las uniones tempranas «por sus múltiples implicancias para su salud y su alta correlación con el padecimiento de violencia física y sexual”.
Mil millones de niños han sufrido violencia física, sexual o psicológica. La Organización Mundial de la Salud (OMS) publica una serie de estrategias para reducir la violencia infantil, entre las que destacan la necesidad de cumplir las leyes que limitan el acceso de niños a armas de fuego y penalizan la imposición de castigos violentos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha publicado una serie de estrategias para reducir la violencia infantil, entre las que destacan la necesidad de cumplir las leyes que limitan el acceso de niños a armas de fuego y penalizan la imposición de castigos violentos, así como establecer programas de educación y formación en aptitudes para la vida como, por ejemplo, estableciendo un entorno escolar seguro y mejorando la vida y las aptitudes sociales de los niños.
Se trata de unas estrategias que ya se han probado en algunos países y que han dado resultados «concretos», por lo que al aunarlas, la organización espera reducir «radicalmente» los casos de violencia contra los menores. Y es que, según un estudio publicado recientemente en‘Pediatrics’, en el último año hasta mil millones de niños han sufrido violencia física, sexual o psicológica, según un estudio publicado recientemente en Pediatrics. Además, uno de cada cuatro niños padece maltrato físico, y casi una de cada cinco niñas sufre abusos sexuales al menos una vez en su vida.
Ante esto, la OMS, a través de la iniciativa ‘Inspire’, ha subrayado la importancia de modificar, en países como Estados Unidos, India, Sudáfrica y Uganda, las creencias y los comportamientos respecto de los roles de género, y adoptar, especialmente en Colombia, Estados Unidos y el Reino Unido, medidas para eliminar los lugares conflictivos y mejorar el entorno edificado, por ejemplo las viviendas.
Asimismo, considera prioritario que Estados Unidos, Kenya, Liberia, Myanmar, Sudáfrica y Tailandia se proporcione a los padres y cuidadores capacitación en materia de crianza; que en Afganistán, Cote d’Ivoire, Estados Unidos, Sudáfrica y Uganda se produzca un reforzamiento económico y de ingresos, incluida la microfinanciación, junto con capacitación sobre normas de género; y que en muchos países europeos y en Estados Unidos se establezcan programas de tratamiento para menores infractores.
Crear entornos «seguros, estables y estimulantes»
«El conocimiento del alcance y de los daños causados por la violencia contra los niños es cada vez mayor, así como la evidencia acerca de estrategias eficaces de prevención. Ahora tenemos que utilizar ese conocimiento para trabajar de manera colectiva con el fin de crear entornos seguros, estables y estimulantes que protejan a los niños y los adolescentes frente a los daños que provoca la violencia», ha comentado el director de la OMS, Etienne Krug.
Este nuevo conjunto de estrategias, presentadas en el contexto del lanzamiento mundial de la Alianza mundial para poner fin a la violencia contra los niños, ha sido elaborado en colaboración con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos, el UNICEF, End Violence Against Children, la OPS, el PEPFAR, Together for Girls, la UNODC, la USAID y el Banco Mundial.
La alianza tiene como objetivo reunir a gobiernos, organismos de las Naciones Unidas, la sociedad civil, el sector privado, investigadores y personalidades académicas para articular una voluntad política, promover soluciones, acelerar la acción y reforzar la colaboración para preveir la violencia contra los niños. La OMS es miembro fundador de la alianza, y respaldará la labor encaminada a poner en práctica las estrategias en los países.
La iniciativa también tiene como objetivo contribuir al logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, en particular la meta 16.2 consistente en «poner fin al maltrato, la explotación, la trata y todas las formas de violencia y tortura contra los niños», y a la aplicación de la resolución ‘WHA69.5’ de la Asamblea Mundial de la Salud sobre el «Plan de acción mundial de la OMS para fortalecer la función del sistema de salud en el marco de una respuesta nacional multisectorial para abordar la violencia interpersonal, en particular contra las mujeres y las niñas, y contra los niños en general».
Tomado de: http://www.teinteresa.es/mundo/OMS_violencia_infantil-armas_violencia_infantil-UNICEF_violencia_infantil-ninos_sufren_violencia_fisica_sexual_0_1612639085.html
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