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No hay educación sexual integral en México: expertos

Por: Katia Rejón.

La sexualidad no es sólo reproducción y órganos sexuales

“La educación sexual es absolutamente insuficiente y deficiente”, dice la doctora Sandra Peniche Quintal, la primera mujer profesionista sexóloga en el sureste del país y directora de la clínica Servicios Humanitarios en Salud Sexual y Reproductiva A.C. Ella fue una de las primeras personas que instó a las escuelas a hablar de sexualidad en la península y describe como una odisea hablarle a los estudiantes sobre el tema. “Para mí, la sexualidad es la base de la salud mental y social porque a partir de ahí nos construimos como personas y establecemos vínculos con los demás”, afirma.

Que no hay educación integral de la sexualidad en Yucatán y en el resto del país es una afirmación en la que coinciden especialistas en ginecología, sexología y mujeres entrevistadas. Opinan que los temas de menstruación, métodos anticonceptivos y enfermedades de transmisión sexual, además de impartirse con un contenido menos que básico, es sólo una pequeña parte de lo que significan las 10 letras de la palabra “sexualidad”. No están, mencionan, el placer, los derechos sexuales o la higiene y los cuidados.

El director del Centro de Estudios Superiores en Sexualidad (Cessex), Frederick Santana Núñez, coincide, a grandes rasgos, con Peniche. Opina que no hay educación integral de la sexualidad porque no hay suficientes profesionales que la aborden de manera laica, desmitificante y científica.

“Quienes estudiamos sexología estamos en una constante revisión de nuestros estereotipos y tabúes, y eso que hemos pasado ya por un proceso.

Desafortunadamente, docentes de todos los niveles siguen enseñando con bases sólo biológicas sin tomar en cuenta aspectos sociológicos e históricos. La sexualidad está conformada por muchas otras áreas: médica, cultural, social, sicológica, emocional”, agrega.

La máxima del ciclo de la vida: naces, creces, te reproduces y mueres marca, según los entrevistados, la educación de las personas. “Se le ha quitado este componente primordial a la sexualidad que es el placer contigo misma y con otras personas”, dice Santana. Incluso el informe de la Consejo Nacional de Población del 2016 titulado Situación de la salud sexual y reproductiva de México se centra únicamente en temas como la anticoncepción, fecundidad y embarazo.

La doctora Peniche asegura que las consecuencias de esto es poner en una condición de vulnerabilidad a la niñez y la juventud. La sociedad en general va reproduciendo mitos: que si no hay penetración, no hay enfermedades de transmisión sexual; o que todas y solo las mujeres que no desean ser madres terminarán con tumores.

Llegar a la vida adulta y sexualmente activa con desconocimiento del cuerpo ha tenido consecuencias para las mujeres entrevistadas. M.L. fue con seis médicos antes de saber que tenía vaginismo, una condición que provoca que el piso pélvico se tense involuntariamente y que, a decir de M., causa muchísimo dolor físico. Lo supo apenas en enero pasado, aunque desde hace dos años comenzó a buscar respuestas: un médico la mandó a un siquiatra sin explicarle por qué; dicho facultativo tampoco supo decirle qué tenía, otro más le pidió que volviera cuando pudiera tener penetración.

“Ha sido una de las peores cosas que me ha pasado. Me ha traído depresión y preguntarme cosas acerca de mi cuerpo. No tener penetración no había sido importante hasta ahora porque me di cuenta de que la gente piensa que si una mujer no puede tener penetración, entonces no está completa”, dice en entrevista.

Dejó de ir con el último doctor porque los ejercicios que le recomendaba estaban enfocados en que pudiera tener coito, pero antes de eso ella quiere usar tampón, ponerse una copa menstrual, pensar en embarazarse o hacerse revisiones médicas como una colposcopia.

“No se trata de eso [penetración], se trata de tener control sobre mi cuerpo. Algunos doctores asumen que no he tenido sexo en mi vida por esta idea falocentrista de que si no tienes penetracion no puedes tener placer sexual”, explica. Aunque es una condición que se puede tratar, en Mérida le ha costado mucho trabajo encontrar ginecólogos expertos en el tema.

También ha intentado contactar a más mujeres, pero todavía no conoce a otra en la ciudad. M.L. dice que esto es estadísticamente imposible, pero tampoco hay estadísticas oficiales sobre cuántas mujeres tienen esta condición. Ensayos académicos calculan que entre un dos y cinco por ciento de la población femenina la padece. Es probable que no estén diagnosticadas o, como dice M., normalicen los síntomas antes de ir con un especialista. De las cosas que le hubiera gustado saber en la escuela está el conocimiento de cómo funciona su cuerpo y lo que tiene que hacer para cuidarlo.

El cuerpo de las mujeres y su sexualidad

“Tú no conociste al doctor Erosa Barbachano pero él ponía empeño en la educación sexual y les enseñaba a los hombres, no a las mujeres, cómo lavarse el pene; sobre todo para los que tienen prepucio, pero ahora ni eso. Las sotanas, que tienen que ver con el control de la población y el abuso de las mujeres, han impedido que haya un avance como debiera de ser del siglo pasado hasta la fecha”, cuenta la doctora Sandra Peniche.

Me recuerda que seis meses antes de que yo naciera se reconoció mundialmente a las mujeres como seres humanos con derechos. Hasta 1993 se pensaba que los derechos de los hombres englobaban los derechos de todos los demás sectores y sus necesidades eran las mismas que las de todas las personas.

“El terreno recorrido desde entonces a la fecha es corto, y ese es un factor del problema que hay en la salud pública y mental. No se puede entender la depresión de las mujeres sin hablar de sexualidad, reproducción y derechos violados”, afirma la doctora Peniche.

P.J. tuvo tres veces cistitis, inflamación de la vejiga urinaria, con intervalos de dos o tres meses cada una. La tercera vez fue con un urólogo quien afirmó que era “muy raro” lo que le pasaba y concluyó que la vagina infectaba las vías urinarias.

“Me mandó a hacer papanicolau, que no tiene relación alguna, y hasta baños de asiento. El segundo urólogo me sugirió una dosis más fuerte de pastillas y si no, tendría que hacerme cirugía. Mandé mail a un tercer urólogo diciendo que mi esposo estaba desesperado porque no podíamos tener sexo [P.J. es soltera] y entonces me atendió muy bien y me mandó a hacer exámenes de laboratorio”, explica.

P.J. investigó por su cuenta y encontró documentos de investigación médica donde explicaba que era un padecimiento muy común entre las mujeres en etapa de premenopausia y activas sexualmente.

“Todas las bacterias o bichos que viven en los intestinos ‘colonizan’ el área perineal, así que terminan infectando las vías urinarias durante el coito. Lo solucioné yo sola con una costumbre india -de la India, me han dicho- : Lavándome el culo en lugar de limpiarme con papel después de ir al baño”, termina.

Otras mujeres compartieron experiencias de malos diagnósticos, tratamientos con demasiados efectos secundarios, falta de empatía e información completa de los diagnósticos y padecimientos, así como de las reacciones que pueda tener un medicamento en el cuerpo y sus secuelas en la salud.

“Estuve al borde del suicidio. Fui a sicólogos, siquiatras (…); mi ginecóloga lo sabía pero supongo que no era importante para ella. Luego de dos años le dije que uno de los efectos secundarios en la caja del anticonceptivo que ella me recetaba era la depresión y no quería seguir tomando ese medicamento. Ella me dijo que no creía que fuera mi caso. Dejé el anticonceptivo y a esa ginecóloga, y volví a cantar”, dice otra entrevistada que prefiere omitir su nombre.

“Todo el personal médico debería sensibilizarse en estas situaciones, pero de entrada no está en su matrícula la sensibilización o inteligencia emocional. Hay un estudio de la doctora Cecilia Leo que es una propuesta para que el personal médico tenga más empatía y humanización al momento de dar diagnósticos. No todo es malo, hay especialistas en ginecología que tienen otra mirada”, confirma Santana.

Además de la falta de confianza con los profesionales de la salud sexual, así como una desinformación en temas de educación sexual, algunas mujeres entrevistadas confesaron una desconexión con sus cuerpos, quizás desde la educación en casa. “Nadie me dijo que era tan importante saber eso, o a lo mejor tenían miedo de que explorara mi sexualidad”, dice otra mujer de 23 años.

La doctora Sandra Peniche ve con preocupación que las mujeres adopten modelos masculinos de comportamiento sexual donde prevalece el irrespeto, abuso y violencia sin que haya una verdadera reflexión sobre sus cuerpos.

“Somos usadas y lo peor que nos puede pasar es que nos usemos en el mismo contexto de los hombres a nosotras mismas”, dice.

El cuidado del cuerpo

El responsable del programa de Cáncer en la Mujer en Yucatán, Jorge Arturo Rubio Cejas, opina que sí hay un esfuerzo de otorgar educación sexual pero el acceso a información incorrecta o la prevalencia de los mitos en torno al tema hace que llegue en menor grado. Coincide en que en algunas ocasiones los estilos de vida son irresponsables en cuanto a la salud sexual y la percepción de riesgo de las personas no es alta, es decir, piensan que no les ocurrirá a ellos.

Cuando las personas comienzan la vida sexual es cuando se exponen a embarazos o enfermedades de transmisión sexual, es por eso que en esta etapa tanto hombres como mujeres deben iniciar sus exámenes periódicos. La edad promedio del inicio de la vida sexual de las mujeres oscila entre los 17 y 18 años de edad. En el caso de las jóvenes con bajo nivel de escolaridad, tienen una mayor posibilidad de ser madres a una edad más temprana.

El examen del papanicolaou, así como otras revisiones anuales tales como la exploración y autoexploración mamaria son fundamentales en el cuidado de la salud sexual de las mujeres. Los expertos aseguran que en general la prevención es algo que no es frecuente. “Si no tienes una enfermedad, ¿quiénes van a sus chequeos? Es impresionante ver que hasta que uno no siente un dolor, no va al médico. No sólo de la salud sexual, a que chequen el azúcar, o a ver si me falta algo. Lo sexual es todavía menos común ¿que yo me vaya a hacer un papanicolau, una prueba de sífilis, de VIH sin un solo síntoma? Muchas de esas infecciones a veces son silenciosas y asintomáticas”, comenta Frederick Santana.

Los tumores malignos son la tercera causa de muerte en las mujeres a nivel mundial, y los más comunes aparecen en las mamas, en el cuello uterino y le sigue el cáncer de ovario en tercer lugar. Le ocurre sobre todo a mujeres entre 25 y 64 años por lo que las campañas de salud se centran en estas edades, comentó Jorge Rubio Cejas, del programa de Cáncer en la Mujer en Yucatán.

En Yucatán existen campañas de programas nacionales para la prevención del cáncer cervicouterino y mamario.

Jorge Arturo Rubio Cejas apuntó que el estado tiene tasas de mortalidad por debajo de la media nacional en el caso de cáncer cervicouterino; y por arriba de la media en el caso del cáncer de mama.

En los dos casos es posible detectar a tiempo. El cáncer de mama tiene un factor genético, entre otros factores de riesgo como atrasar o no dar lactancia, la obesidad, el cigarro y el alcohol. Sucede sobre todo entre mujeres de los 25 a los 69 años de edad por lo que a partir de los 20 años Rubio recomienda una autoexploración mensual y una exploración de rutina, pues con especialistas la probabilidad de encontrar nódulos más pequeños es mayor a la de la autoexploración.

A partir de los 40 años de edad se recomienda hacer el ultrasonido y la mastografía, también se puede solicitar el ultrasonido antes de esa edad si se cuenta con algunos factores de riesgo.

Explica que en Yucatán las mujeres pueden hacerse exploraciones médicas en los centros de salud, y si hay algún indicio de probabilidad, una mastografía en Mérida, Progreso, Valladolid y en una unidad móvil, pero sólo después de haber sido canalizadas por parte de un médico del centro de salud.

“Muchas veces vienen mujeres del interior del estado que nunca antes habían venido a Mérida y las dejan solas. Llegan a un lugar nuevo, ven un aparato enorme y, el procedimiento puede ser incómodo: las van a tocar médicas, les pedirán que tomen posiciones incómodas, probablemente sientan dolor”, agrega.

Comenta que en el Hospital O’Horán hay una Clínica de la Mujer para usuarias del seguro popular donde ofrecen servicios de colposcopia, ginecología, oncología, entre otros para atender cáncer de mama, ovario y cuello uterino.

Para éste último, menciona, no hay un proceso para intervenir antes de que se manifieste.

VPH: muertes que se pueden evitar

Una mujer va por primera vez al ginecólogo a los 25 años de edad y es diagnosticada con papiloma humano. Todo lo que sabe de ese virus es que es mortal y causa del cáncer cervicouterino, ignora que existen más de 200 tipos de VPH y que casi todas las personas sexualmente activas se contagian de algún tipo de este virus a lo largo de su vida.

Todavía más: que cerca del 80 por ciento de los hombres son transmisores del virus en algún momento de su vida.

En el 2013, el Instituto Nacional de Salud Pública de México publicó en su página oficial una declaración del doctor Aurelio Cruz Valdez, titular de esa dependencia en ese entonces: “Hay cifras muy reveladoras sobre la salud en etapas juveniles, como el hecho de que 95 por ciento de las mujeres menores de 30 años con vida sexual activa ya hayan tenido una infección con Virus de Papiloma Humano.

La mayoría llega a controlarlo con su propio sistema inmune, pero aquellas que no logran controlar el virus terminan por desarrollar cáncer temprano”.

Para este reportaje fueron entrevistadas cuatro mujeres diagnosticadas por VPH, todas relacionaron su diagnóstico con cáncer. En algunas ocasiones, dependiendo del grado de la lesión por VPH, ésta puede ser autoeliminada por el sistema inmunológico o motivado por una biopsia.

En otros casos, es necesario un tratamiento más invasivo pero el cáncer cervicouterino causado por el VPH puede ser evitado cuando se detecta a tiempo pues su evolución es muy lenta, ginecólogos mencionaron un lapso de hasta 10 años.

Aún así, en México se registran entre 4 mil y 6 mil casos al año de cáncer cervicouterino y cada día fallecen entre 11 y 13 pacientes, de acuerdo con la doctora Lucely del Carmen Cetina del Instituto Nacional de Cancerología.

Rubio apunta que los factores de riesgo son las infecciones vaginales recurrentes, falta de tratamiento adecuado, múltiples parejas sexuales sin condón, el alcohol y el cigarro. “Pueden dar una infección por el virus mas no tener cáncer. El cáncer es un proceso que puede tardar hasta 10 años, pero si hay factores de riesgo es más rápido el desarrollo”, agrega.

Para detectar el virus del papiloma, las mujeres de entre 25 y 36 años deben hacerse un papanicolau anual; y de 35 a 64 se les hace una prueba PCR. Si hay lesiones, entonces el especialista manda a una atención colposcópica para analizar si se trata de VPH y en qué grado. Cuando el cáncer es muy avanzado, se turna a oncología.

“Algunas mujeres no pueden acceder a un centro de salud y es la población a la que damos apoyo pero también cubrimos a otras usuarias. En el caso de las mujeres en poblaciones alejadas hay caravanas de salud cuya frecuencia es de acuerdo al calendario, puede ser cada semana o cada dos semanas y programan a las pacientes”, indica Rubio Ceja.

Los hombres tienen la facultad de embarazar y enfermar, explica la doctora Peniche, ya que las mujeres heterosexuales no tienen otra manera de adquirir enfermedades si no es a través del coito.

“No hay responsabilidad para ellos porque su propia anatomía les protege. La diferencia biológica es que toda la vagina y la vulva es mucosa, y a la mucosa entra lo que sea; para que el cuello se lastime también tiene que ver con trastornos hormonales y violencia coital. Entonces, cuando a las mujeres les dicen sus esposos: te dio cáncer cervicouterino, deberían contestar: no, tú me lo pegaste”, reclama.

Desde hace años, la asociación que dirige tiene una campaña de prevención tanto para hombres como para mujeres. A través de la colposcopia y el papanicolau se pueden detectar lesiones por el virus del papiloma, pero es necesario que acudan a las revisiones periódicas pues no hay síntomas.

“La colposcopía en el primer nivel de atención porque puedo detectar muchísimo antes de que salga en el papanicolau porque las lesiones se ven antes que eso. Tiene que haber una campaña de educación y promoción de conocimiento público, se tiene que garantizar que por todos los medios se hable de esto e incluir a los hombres, decirles: eres responsable de no infectar”, agrega.

Las campañas de prevención son una alternativa a la falta de educación sexual integral en las escuelas y una posibilidad de ampliarlo a las personas no escolarizadas. Rubio Ceja dice que las campañas de VPH dirigidas a los hombres suelen ser las mismas que las de VIH, pero específicamente las de papiloma son orientadas a las mujeres porque ellas son las afectadas. “Pero es un buen punto el que se está mencionando, incluir a los hombres en las campañas de concientización, al fin y al cabo es una enfermedad de transmisión sexual”, coincide.

“Los hombres podemos tener VPH y en menor medida sucede algo. Sí hay muertes por cáncer de pene pero es menos común y tiene que haber muchos factores de riesgo. Es mucho más sencillo y visible detectar una lesión en los hombres, en el caso de las mujeres las lesiones son internas”, plantea.

Algo importante es que aunque existe ya una vacuna contra VPH para las personas menores de 25 años, ésta no protege de todos los virus del papiloma, no protege de hecho de los más comunes en la entidad, de acuerdo con la doctora Peniche. Rubio Ceja añade que protege de los más cancerígenos, aunque esto no significa que otros tipos de VPH menos oncogénicos no puedan derivar en cáncer.

La educación sexual en el futuro

Por último, el director del Cessex afirma que la nueva reforma de educación contempla la educación integral de la sexualidad como algo transversal, laico y científico. En abril pasado, el presidente Andrés Manuel López Obrador fue cuestionado sobre el tema y contestó que el contenido será dictado por pedagogos y expertos y tendrá siempre un respaldo científico y no dogmático.

Mientras tanto, en México surgen proyectos como la Pussypedia, una enciclopedia gratuita, online y bilingüe sobre la vagina hecha por 200 expertas en la materia. Porque no hay hasta ahora un libro de biología lo suficientemente grande para explicar la atrofia vulvovaginal, la barrera dental de látex, la congelación de óvulos; con una carta de derechos sexuales, el consentimiento y la advertencia de los efectos secundarios de productos tan promocionados como las duchas vaginales.

La sexualidad, dicen los que saben, es más que el coito y los órganos reproductivos, es todo el abanico de características físicas, emocionales y psicológicas de una persona, y todavía no se ha abierto del todo.

Fuente del artículo: https://www.lajornadamaya.mx/2019-07-22/No-hay-educacion-sexual-integral-en-Mexico–expertos
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Méjico- AMLO: FMI debería pedir perdón por sus políticas fallidas

Para el mandatario mexicano, las «recetas» del FMI han contribuido al alza de la inseguridad y la pobreza en México.

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, lanzó un duro cuestionamiento al Fondo de Monetario Internacional (FMI), luego que el organismo multilateral realizó un ajuste a la baja del crecimiento del país para el año 2019.

Para el mandatario mexicano las «recetas» del FMI han contribuido al alza de la inseguridad y la pobreza en México, y reiteró que la economía local crecerá este año 2 por ciento pese a los pronósticos en contra.

El FMI aplicó un fuerte recorte a las estimaciones de crecimiento económico de América Latina. La segunda mayor economía regional crecería un 0.9 por ciento este año frente a una estimación previa de 1.6.

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«Todos esos organismos deberían ofrecer disculpas al pueblo de México y hacer la autocrática, es decir, lo que propusimos resultó un fracaso y causamos un grave daño a los mexicanos porque dijimos que con la privatización iba a haber crecimiento y que iba a haber empleo»,señaló.

En su tradicional rueda de prensa, el mandatario señaló: «yo sigo igual» respecto a su previsión de expansión. «No les tengo mucha confianza a esos organismos, con todo respeto. Esos organismos fueron los que impusieron la política neoliberal que causó muchas desgracias en México»,  indicó.

Consideró que las políticas que apoyó este organismo, como la reforma energética -que abrió el sector a la iniciativa privada- o la educativa, resultaron «un fracaso».

Se hizo creer que «la globalidad era la panacea, y que con las reformas estructurales, válgame Dios, iba a llegar la felicidad para el pueblo».

Pero «nada de esto ocurrió» e incluso se subieron impuestos y se paralizó la economía, puntualizó.

En la actualización de su publicación “Perspectivas de la economía mundial”, el FMI revisó a la baja su proyección de crecimiento de la economía mexicana para 2019 a 0.9 por ciento, desde su estimación previa de 1.6 por ciento en abril de este año.

Sin embargo, el organismo financiero internacional mantuvo en 1.9 por ciento su pronóstico de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de México en 2020.

Refirió que en México la inversión sigue siendo débil y el consumo privado se ha desacelerado, como resultado de la incertidumbre en torno a las políticas, el deterioro de la confianza y el aumento de los costos de endeudamiento, que podrían seguir aumentando tras la reciente rebaja de su calificación soberana.

En su reporte difundido este martes, el FMI también recortó su pronóstico para la economía mundial a 3.2 por ciento este año y 3.5 por ciento en 2020, desde su proyección previa de 3.3 y 3.6 por ciento, respectivamente.

Fuente de la Información: https://www.telesurtv.net/news/mexico-amlo-fmi-informe-reduccion-crecimiento-reaccion-20190723-0014.html

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Educación y ciudadanía crítica

Para aspirar a tener una ciudadanía crítica, la educación ha de poder librarse de las disfunciones de sesgo marcadamente ideológico.

A Marta Martín

Resulta hasta cierto punto natural tomar a Francia como arranque de este artículo. Una palabra como ciudadanía remite inevitablemente a ella. Y luego está Jules Ferry, aquel ministro de Instrucción Pública de la Tercera República que allá por 1880, año más, año menos, empezó a poner los cimientos de la educación gratuita y obligatoria, esa de la que todavía gozamos en los países económicamente desarrollados. No lo tuvo fácil, Ferry. Hasta entonces, y a pesar de algunos vaivenes en tiempos revolucionarios y posrevolucionarios, la instrucción –que así es como se llamaba lo que luego se conoció como enseñanza y luego aún como educación– había estado en manos de la Iglesia y sus beneficiarios. Ferry, pues, le dio carácter universal mediante la gratuidad y la obligatoriedad, a las que unió, last but not least, la laicidad.

Un carácter universal cuya plasmación más límpida acaso sea la famosa circular que el político republicano dirigió a los maestros en noviembre de 1883, al abandonar el Ministerio de Instrucción Pública para hacerse cargo del de Asuntos Exteriores. En ella, tras aludir a las ventajas que, a su juicio, iba a reportar en el futuro el que la enseñanza de una forma cualquiera de dogma particular hubiera sido excluida del programa obligatorio y sustituida por una enseñanza moral y cívica –en otras palabras, que el ámbito de las creencias, libres y personales, estuviera por fin separado del de los conocimientos, comunes e imprescindibles–, Ferry recurría a un ejemplo para que ningún maestro se llamara a engaño respecto a la naturaleza de esa nueva enseñanza:

Si en alguna ocasión no supiera hasta dónde le está permitido llegar en su enseñanza moral, he aquí una regla práctica a la que puede ceñirse. Al proponer a los alumnos un precepto, una máxima cualquiera, pregúntese si conoce un solo hombre honesto al que pueda ofender lo que va a decir. Pregúntese si un padre de familia, uno solo, insisto, presente en su clase y a la escucha, podría negar su asentimiento a lo que le oiría decir. Si es así, absténgase de decirlo; de lo contrario, hable sin tapujos: porque lo que le va a comunicar al niño no es su propia sabiduría; es la sabiduría del género humano, es una de esas ideas de orden universal que varios siglos de civilización han incorporado al patrimonio de la humanidad.

En esta última frase, sin ir más lejos, se concentran todos los elementos esenciales para que pueda hablarse, hoy en día, de educación y ciudadanía crítica. Así, la figura cenital del maestro como transmisor de una cultura general, de un conocimiento labrado a lo largo de los siglos, de un patrimonio común, a partir del cual el alumno deberá formarse como persona y como ciudadano. Y así también la idea del saber como algo externo al maestro, como algo compartido que no admite ningún sesgo particular, ningún enfoque parcial o excluyente. Y es que sólo desde esa neutralidad del conocimiento el alumno será capaz de construirse poco a poco, a medida que progrese en su formación, el pensamiento crítico que haga de él un verdadero ciudadano.

Pero para ello deberán darse asimismo una serie de condiciones. La principal, que el sistema público de enseñanza –y en España el sistema público incluye, junto a la escuela pública, la concertada, en tanto en cuanto esta última está sostenida con fondos públicos, por más que la gestión sea privada– garantice, en su desarrollo, la imprescindible equidad y la no menos imprescindible calidad. Dicho de otro modo: que no se dé, como se está dando en estos momentos en nuestro país, un porcentaje del 17,9% de media en el abandono educativo temprano (datos del Ministerio de Educación correspondientes a 2018). Esto significa que casi uno de cada cinco españoles de entre 18 y 24 años no han proseguido sus estudios más allá de la Educación Secundaria Obligatoria (ESO). Y, lo que es peor, aproximadamente la mitad de estos jóvenes ni siquiera han obtenido el título. Por lo demás, no existe tampoco el mínimo y deseable equilibrio entre las distintas comunidades autónomas, ya que así como en el País Vasco el porcentaje de abandono es del 6,9%, en las Islas Baleares, situadas al otro extremo de la tabla y sólo superadas por la ciudad de Melilla, es del 24,4.

Para hacerse cargo del lastre que esto supone para nuestro sistema educativo, bastará indicar que la media de la Unión Europea se sitúa en un 10,6%. Nos hallamos, pues, entre los países con un mayor porcentaje de fracaso, lo que repercute en un empleo a menudo poco cualificado y en una capacidad de innovación que a duras penas impregna nuestro tejido productivo. Como es natural, no estamos ante una fatalidad. Existen medidas para combatir esta situación. Por ejemplo, la escolarización en la franja de la educación infantil que va de 0 a 3 años, en especial en el caso de aquellos niños cuyo ambiente socioeconómico y familiar sea poco proclive a desarrollar habilidades no cognitivas; tal y como han demostrado investigaciones recientes, la intervención temprana puede evitar de manera significativa deficiencias en la formación futura. O también, por limitarnos a un par de ejemplos, una política decidida de reducción de nuestra tasa de repetición, una de las más altas de Europa, mediante el incremento de los profesores de refuerzo.

Aun así, y sin rebajar lo más mínimo la importancia de las medidas a las que acabo de referirme, ese abandono educativo temprano no alcanzará niveles próximos a lo residual en tanto no se actúe también, y de forma resuelta, en dos ámbitos fundamentales: el de la profesión docente y el del conocimiento. Hoy en día cunde un desánimo bastante generalizado entre maestros y profesores. Para entendernos: dudo mucho que alguno de los que llevan años en las aulas, llegada la hora de la jubilación, aceptara prolongar por más tiempo su vida profesional. Ni que le ofrecieran, para convencerle, todo el oro del mundo. Y es que a lo largo de estas últimas décadas de democracia constitucional en ningún momento los distintos partidos que se han sucedido en la gobernanza del Estado y en la elaboración de las leyes educativas han reparado en la necesidad de reconocer la importancia de la profesión docente, estableciendo un sistema de acceso y de formación riguroso, justo y eficiente –análogo, por ejemplo, al MIR sanitario– y asegurando los procesos de promoción a lo largo de la carrera. Dando, en definitiva, a maestros y profesores el papel cenital que nunca deberían haber perdido.

Y junto a ese déficit que arrastramos y al que habría que empezar a poner remedio cuanto antes –de hecho, se trata de uno de los requerimientos más reiterados en las comparecencias de la tristemente fenecida, por obra y gracia socialistas, subcomisión para la elaboración de un Pacto de Estado Social y Político por la Educación–, está el que resulta de haber arrumbado el conocimiento entre las competencias que se supone deben acreditar los escolares españoles desde la Educación Primaria. Se ha puesto el énfasis durante años en la parte instrumental, en las habilidades, en las estrategias, en las técnicas de aprendizaje; en eso que los pedagogos llaman “aprender a aprender”. En cambio, la transmisión del conocimiento ha quedado desatendida. Y cuando hablo de transmisión del conocimiento no me estoy refiriendo al aprendizaje memorístico ni a la asimilación de unos programas interminables, ni estoy reivindicando tampoco la clase magistral. Lo que debemos recuperar, desde esos primeros estadios del sistema educativo, es el afán por aprender, la pasión por conocer.

En otras palabras, hay que poner mucho más el acento en el qué y mucho menos en el cómo. Solo si se dan esta y las demás condiciones expuestas –el fortalecimiento de la profesión docente, por encima de todo; pero también la intervención desde la escuela en los primeros años de la educación infantil y la sustitución del recurso a la repetición por el del profesor de refuerzo– ese porcentaje de abandono escolar temprano irá menguando hasta alcanzar niveles homologables a los de los países que aparecen en la parte más decorosa de la tabla de la UE. Y, así las cosas, nuestro sistema educativo estará en condiciones de formar ciudadanos críticos.

Por supuesto, no será fácil. Habrá que vencer, en muchos casos, la endogamia particularista inherente a un sistema que ha ido conformándose comunidad autónoma por comunidad autónoma, sin atender a lo general y común al conjunto del país. Bastará con echar una ojeada a los libros de texto editados en Cataluña, Baleares, Comunidad Valenciana, Galicia, País Vasco o Navarra, e imaginar su proyección en el aula, para convencerse de que los nacionalismos periféricos no han escatimado ocasión para incumplir aquella regla práctica de Jules Ferry, la que aconsejaba al maestro preguntarse “si un padre de familia, uno solo […], presente en su clase y a la escucha, podría negar su asentimiento a lo que le oiría decir”. O bastará con percatarse de que en algunas de esas autonomías la lengua oficial del Estado está del todo proscrita como lengua vehicular de la enseñanza obligatoria, y de que en otras lleva camino de estarlo.

Para aspirar a tener una ciudadanía crítica, la educación ha de poder librarse de esas disfunciones de sesgo marcadamente ideológico. A veces sería suficiente la simple aplicación de la ley para lograrlo; piénsese, por ejemplo, en una Alta Inspección Educativa que fuera realmente efectiva. Y es que el ejercicio de la crítica requiere de una ciudadanía en cuya educación hayan intervenido principalmente la clase de maestros con los que soñaba Ferry. Unos maestros que hayan sido capaces de insuflar en sus alumnos, desde la más tierna edad, ese afán por el conocimiento. Es a partir de ahí que esa conciencia crítica que lleva aparejada la curiosidad intelectual, ese preguntarse a cada paso sobre el porqué de las cosas, ese ir más allá –mediante el esfuerzo– de lo que uno encuentra en el camino, traerá consigo la formación de una ciudadanía consciente de sus derechos y deberes y del papel que le corresponde jugar, en consecuencia, en los asuntos públicos del país.

Del mismo modo que el pensamiento crítico no es sino pensamiento exprimido al máximo –por lo que todo pensamiento que se precie debería ser, al cabo, crítico–, una ciudadanía crítica no es sino una ciudadanía que ha ejercido sin cortapisas lo que el propio término lleva implícito –a saber, la condición de ciudadano–. Y nada de eso resulta siquiera concebible sin una educación garantista y de calidad.

Fuente del artículo: https://www.letraslibres.com/espana-mexico/cultura/educacion-y-ciudadania-critica

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Las 8 tendencias educativas de las aulas del futuro, según Google for Education

Por: Christian Guijosa.

 

Una investigación impulsada por Google explica cómo será la experiencia educativa en los próximos años. Se estima una mayor influencia tecnológica en las aulas, lo que demandará mayor apoyo y compromiso por parte de las instituciones educativas, docentes y padres de familia respecto al uso que dan los estudiantes a las herramientas tecnológicas.

El reporte Future of the Classroom, lanzado por Google for Education de la mano de Canvas8, especialista en el análisis e investigación de percepciones y conductas, realizó durante seis meses entrevistas a profundidad, revisó publicaciones educativas especializadas y analizó datos de encuestas e investigaciones de trece países distintos. Los resultados se resumen en ocho tendencias que impactarán los procesos de aprendizaje alrededor del mundo.

  1. Responsabilidad digital

    Existe una preocupación generalizada sobre el uso que le dan los estudiantes a la tecnología dentro y fuera de los espacios educativos. Por ejemplo, en las aulas de Francia se prohíben los teléfonos móviles. Los especialistas resaltan la necesidad de que tanto entidades educativas como los padres de familia ayuden a los alumnos a desarrollar comportamientos más sanos y autorregulados respecto al empleo de las distintas herramientas tecnológicas. El rol de los tutores tendrá que transformarse en el de un guía que asiste y apoya más que el de una figura que reprime.

  2. Pensamiento computacional

    Los investigadores manifiestan que será más pronunciado y necesario el estudio de disciplinas STEM, acrónimo de los términos en inglés Science, Technology, Engineering and Mathematics, en todos los niveles educativos. Se prevé que los trabajos del futuro requieran el desarrollo de las habilidades de pensamiento sistemático, creatividad y el pensamiento crítico, por mencionar algunas, que conlleva el estudio de la Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas. Como ejemplo, en Suecia desde el verano de 2008 la programación es una asignatura que se enseña desde la educación básica.

  3. Aulas colaborativas             

    Los salones de clase dejarán de ser estáticos y sus elementos y diseño favorecerán la interacción entre alumnos y profesores. En relación a lo anterior, el estudio señala que la arquitectura de los espacios educativos afecta hasta en un 25 % el progreso académico de los alumnos en un año escolar.

    Cabe señalar que no es necesario derribar escuelas y construir nuevas aulas flexibles y adaptativas. El simple hecho de reacomodar y experimentar con los elementos y espacios en los salones de clase puede generar grandes beneficios.

  4. Pedagogía innovadora

    Los profesores serán los agentes de cambio que detonarán nuevas formas de instrucción apoyados por distintas herramientas tecnológicas. El objetivo será lograr que los instructores ahorren tiempo con la automatización de muchas de sus labores rutinarias y puedan concentrarse en transformar y pulir sus estrategias de enseñanza.

    Dadas las largas jornadas laborales y el exceso de trabajo de los docentes parecería imposible que, además, generarán nuevas estrategias educativas. No obstante, el apoyo de sus instituciones en la liberación de las tareas diarias puede motivar a los educadores a experimentar con distintas tácticas de aprendizaje. Así como el desarrollo de tecnología que aminore el tiempo de las labores administrativas de los maestros y facilite la creación de contenido atractivo.

  5. Habilidades para la vida y preparación laboral

    Será necesaria una visión más holística de la educación para que los alumnos, desde los niveles básicos, adquieran habilidades, actitudes y formas de pensar que les permitan tener éxito al momento de integrarse a experiencias profesionales y a la fuerza laboral.

    De acuerdo al resultado de las encuestas que indaga el reporte, será igual de importante el desarrollo de las habilidades socioemocionales o valores como la empatía, que el impulso de las habilidades digitales.

  6. Aprendizaje dirigido por estudiantes

    Se vislumbra mayor autonomía de parte de los alumnos en sus procesos de aprendizaje; mayor proactividad y creatividad con la ayuda de sistemas de educación adaptativos o estrategias pedagógicas que los empoderen en la toma de decisión de algunos elementos o contenido de los programas educativos.

  7. Conectando tutores y escuelas

    Para garantizar el éxito educativo de los alumnos, los padres de familia necesitaran tener una relación y compromiso más estrechos con las actividades de sus hijos. Es evidente que el estilo de vida actual de muchos de los tutores impide destinar tiempo suficiente a las actividades de los estudiantes, sin embargo, se espera que la tecnología apoye a las familias en estas tareas.

    Asimismo, las instituciones educativas tendrán que generar caminos más sencillos para que los padres de familia se comprometan de manera más efectiva con la educación de los alumnos.

  8. Tecnologías emergentes

    Las experiencias educativas se valdrán en mayor medida de las tecnologías emergentes como la inteligencia artificial o la realidad aumentada, por ejemplo, que potenciarán la efectividad de los programas educativos.

Los especialistas concluyen que la educación está evolucionando para que los estudiantes estén más conectados en sus vidas, colaboren más en clase y estén mejor preparados para su futuro. Para lograr el éxito educativo, la tecnología y la pedagogía deben trabajar juntas. Las distintas instituciones educativas deberán empoderar a los docentes, además de equiparlos con las herramientas necesarias para mejorar sus lecciones, crear ecosistemas de aprendizaje más fluidos y transformar las aulas en espacios de aprendizaje innovadores.

Dale un vistazo a los hallazgos completos del reporte de Google for Education aquí.

Fuente del artículo: https://observatorio.tec.mx/edu-news/8-tendencias-de-las-aulas-del-futuro-google-for-education?fbclid=IwAR1DlIxcQL8x5FE0KHadvHPoUbCgoOdMv8f9la6ExmgnK7gM7HUHVxfCLB4
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La “Nueva Escuela Mexicana”: ¿hacia dónde se dirige como Modelo Educativo en México?

Por: Fidel Ibarra López.

 

Aprobada la reforma educativa, ahora la atención se centra en la aprobación de las Leyes Secundarias[1], así como en el nuevo modelo educativo. Tres procesos que se vinculan con un mismo principio educativo: hacer efectivo el derecho a la educación en México y que la educación que se imparta sea equitativa e inclusiva. Estos dos últimos elementos son de suma importantes para comprender el derrotero de la educación en el era de López Obrador, puesto que la concepción del tabasqueño en materia educativa es una concepción sociológica, es por ello que se refiere a conceptos como “desigualdad”, “pobreza” y “marginación social” en su discurso cuando trata el tema educativo. Por tanto, los principios de “Equidad” e “Inclusión” no son meras figuras decorativas en el discurso institucional de este gobierno, sino un principio rector de la política educativa.

Para el caso del presente artículo, nos interesa detenernos en lo referente al nuevo modelo educativo que se está anunciando desde hace unos meses por parte del Secretario de Educación Pública, Esteban Moctezuma Barragán. En ese sentido, el presente escrito es un primer acercamiento de un servidor con respecto a este tema, del cual, por cierto, se ha expuesto muy poco todavía por parte de las autoridades correspondientes. De ahí que perfilemos el sentido del presente escrito como un primer acercamiento.

Partamos, por tanto, del plano conceptual: ¿De qué se habla cuando hablamos de modelo educativo? De acuerdo con Tünnermann (2008), el modelo educativo “es la concreción, en términos pedagógicos, de los paradigmas educativos que una institución profesa y que sirve de referencia para todas las funciones que cumple (…) a fin de hacer realidad su proyecto educativo”. Y agrega: “El modelo debe estar sustentado en la historia, valores profesados, la visión, la filosofía, objetivos y finalidades de la institución” (p. 15). Si se toma esta definición como referente, en términos conceptuales ¿hacia dónde se orienta la propuesta de modelo educativo del gobierno de López Obrador?

La referencia directa -como se expone líneas arriba- del nuevo modelo educativo son los principios de “Equidad” e “Inclusión”, que se concretiza en los siguientes aspectos: a) Reconocimiento de la diversidad regional y cultural, misma que se “proyectará” en los planes de estudio, programas, evaluaciones y acciones en el sector educativo”; b) Rescate de la educación indígena, la educación especial; c) Renovación del compromiso con la educación de los padres de familia; d) Apuesta por una evaluación diagnóstica y formativa de las maestras y los maestros (Guevara Niebla; 2018, Educación Futura).

Asimismo, el fundamento axiológico del nuevo modelo educativo se expone en la reforma educativa que se acaba de aprobar recientemente. En ese documento institucional, se señala que: “La educación se basará en el respeto irrestricto de la dignidad de las personas,[2] con un enfoque de derechos humanos y de igualdad sustantiva”. Y se afirma que:

“Tenderá a desarrollar armónicamente todas las facultades del ser humano y fomentará en él, a la vez, el amor a la Patria, el respeto a todos los derechos, las libertades, la cultura de la paz y la conciencia de la solidaridad internacional, en la independencia y en la justicia; promoverá la honestidad, los valores y la mejora continua del proceso de enseñanza-aprendizaje” (DOF, 15/05/2019).

Este último apunte (tomado) de la reforma educativa, se recoge como fundamento de la Nueva Escuela Mexicana, en el sentido del “retorno” del humanismo a la educación pública en México.[3] Con esta condición, se establece un cambio sustancial en el discurso: se habla de “educar de forma integral”, y no solamente de “educar para el trabajo”; se habla de “educar para la vida” y no solamente para las “exigencias que establece el mercado”. Se puede argumentar que lo anterior no es nada nuevo en el escenario, puesto que se viene hablando de “educar para la vida” desde la década de los 70’s del siglo XX, y además ha sido parte del discurso institucional. No obstante, en el presente gobierno federal se tiene como jefe del Ejecutivo a un presidente que tiene como eje de acción el fincar un gobierno contrario a los intereses del neoliberalismo. Y ello implica dar la batalla en todos los frentes donde este fenómeno tiene presencia. Y la educación es un campo de batalla (fundamental) en ese propósito. Basta observar el Plan Nacional de Desarrollo (2019-2024) para confirmar la afirmación anterior.

En términos de contenidos, se afirma que se refuerza lo concerniente a Civismo, y se agregarán otros, como el caso de la filosofía, las artes, las lenguas indígenas, la educación física y sexual, así como las lenguas extranjeras.

Hasta aquí, nos queda claro que lo que se está planteando como la Nueva Escuela Mexicana se corresponde con la filosofía política y educativa planteada con la reforma al artículo 3 constitucional el pasado mes de mayo. Y, por tanto, en términos de visión educativa en la era de López Obrador la educación se concibe como una vía para sentar las bases para tener una sociedad más justa y equitativa. En ese sentido, hay congruencia en el planteamiento. Y lo que se está presentando no solamente perfila una visión del nuevo modelo educativo, sino a su vez, se le confiere un marco de identidad al sistema educativo nacional en su conjunto.

Me detengo en este último punto: quizás lo más importante de todo este proceso de reforma que se está llevando a cabo en estos tiempos, sea el hecho de que se pretenda constituir una “Escuela Mexicana” que le dé identidad a la educación en México. Es algo que no hemos tenido en nuestro país en varias décadas. Y es importante señalarlo, porque en su momento este país fue referente educativo para otras nacionales -como el caso de Cuba, que retomó de la experiencia mexicana a principios de la década de los 60’s del s. XX, el modelo de la “Escuela Rural”-.

Hay pendientes por revisar, por supuesto, en este Modelo Educativo de la “Nueva Escuela Mexicana”, puesto que todavía no se presenta en su totalidad. Un ejemplo de lo anterior es lo referente al modelo pedagógico. No obstante, lo que se tiene hasta el momento nos indica que la línea que se está siguiendo es congruente con lo que se indica en la reforma al artículo 3 constitucional. Y la tarea educativa se sigue manteniendo en la vía de la transformación. Compromiso capital de este gobierno federal.

Fuentes consultadas:

Türnnermann Berhheim, Carlos; (2008), “Modelos educativos y académicos”, EDITORIAL HISPAMER, Nicaragua. Recuperado de: https://www.enriquebolanos.org/media/publicacion/Modelos%20educativos%20y%20academicos.pdf

Guevara Niebla, Gilberto; (2018), “La nueva escuela mexicana”, Educación Futura. Recuperado de: http://www.educacionfutura.org/la-nueva-escuela-mexicana/

Plan Nacional de Desarrollo, 2019-2024. Recuperado de: https://lopezobrador.org.mx/wp-content/uploads/2019/05/PLAN-NACIONAL-DE-DESARROLLO-2019-2024.pdf

[1] Las Leyes Secundarias que se están discutiendo son las siguientes: La Ley General del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros; la Ley del Organismo a que se refiere la fracción IX del artículo 3º de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; y la Ley General de Educación y otros ordenamientos.

[2] La referencia es directa hacia los maestros, en lo concerniente al respeto a sus derechos laborales.

[3] Al apunte anterior, bien se le puede agregar: retorna el humanismo a la educación pública en México, luego del periodo donde se orientó la educación hacia una condición instrumental y pragmática, debido a las exigencias de la globalización económica.

Fuente del artículo: http://www.educacionfutura.org/la-nueva-escuela-mexicana-hacia-donde-se-dirige-como-modelo-educativo-en-mexico/

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El complejo mundo de enseñar, adquirir y evaluar habilidades blandas

Por: Paulette Delgado.

¿Cuáles son las habilidades que necesitan los estudiantes para tener éxito en la universidad y en la fuerza laboral? Necesitamos un consenso sobre la forma en que enseñamos, desarrollamos y evaluamos las habilidades sociales.

Durante años, se ha intentado establecer una lista de habilidades que los estudiantes necesitan para tener éxito en la universidad y en la fuerza laboral, el llamado conjunto de habilidades que determina el «graduado ideal». A través de una encuesta, la Asociación Nacional de Colegios y Empleadores (NACE, por sus siglas en inglés) describió la comunicación, la empatía, la colaboración, la resolución de problemas, la iniciativa y la ética de trabajo, como las habilidades más atractivas que los empleadores buscan en el currículum de un candidato.

El Instituto Buck para la Educación (ahora PBLWorks) desarrolló un taller para descubrir qué piensan los financiadores, investigadores, educadores, políticos y miembros de la comunidad, sobre qué hace falta para preparar a los estudiantes para el mundo laboral. Los participantes acordaron que las llamadas soft skills o habilidades blandas, deben enseñarse a todos los estudiantes, que estas habilidades se deben calificar de manera sistemática y se deben mejorar a través del aprendizaje basado en proyectos (ABP) u otro método basado en la investigación.

Sin embargo, una tema importante a considerar sobre las habilidades blandas es si los docentes están informados sobre la forma en que los estudiantes desarrollan tales habilidades. Uno de los supuestos que tienen los educadores es que los alumnos deben desarrollar el conocimiento como un niño aprende a caminar, es decir, paso a paso, pero la mayoría de las veces el aprendizaje es un proceso gradual, que se suma a lecciones pasadas y formas de pensar alternativas.

Cuestionarse sobre el proceso de adquisición de habilidades no es nada nuevo; comenzó alrededor de 1890 con Bryan y Harter. Desde entonces, ha habido muchos marcos y teorías diferentes como el modelo Dreyfus, creado por los hermanos Stuart y Hubert Dreyfus.

El modelo de Dreyfus de adquisición de habilidades explicaba que los estudiantes aprenden a través de cinco etapas de desarrollo de habilidades: novato, competencia, dominio, experiencia y maestro. Seis años después del primer lanzamiento de esta teoría, los hermanos Dreyfus publicaron el libro «Mente sobre la máquina», ajustando la secuencia a novato, novato avanzado, competente, habilidoso, experto.

Los especialistas en desarrollo de habilidades en deportes y carreras universitarias también tienen diferentes teorías sobre el desarrollo de habilidades, como Paul Fitts y Michael Posner, quienes crearon un modelo de tres fases en 1967 sobre el crecimiento de habilidades motoras.

Fitts y Posner señalan que los alumnos desglosan una habilidad en diferentes pequeñas partes antes de poder aprender a combinarla y realizar la tarea, a esta fase le llamaron cognitiva. En el siguiente paso, el asociativo, los estudiantes comienzan a aprender qué funciona y qué no. La etapa final es la fase autónoma o de procedimiento, donde los alumnos perfeccionan sus habilidades y saben ignorar las aportaciones irrelevantes.

Un modelo más reciente es el de Dee Tadlock y Rhonda Stone, llamado Ciclo predictivo, lanzado en 2005. Esta teoría incluye cuatro etapas: intentar, fallar, analizar implícitamente el resultado y decidir tácitamente cómo modificar el siguiente intento para que pueda tener éxito.

Pero los educadores no son los únicos interesados en la adquisición de habilidades; las empresas también tienen sus teorías. Un gran ejemplo es Callibrity, una compañía de desarrollo de aplicaciones que diseñó un modelo de aprendizaje para las habilidades de sus trabajadores. Su método consta de seis etapas: juego, escuchar, aprendizaje, clases, emparejamiento y experiencia externa.

La etapa de «Juego» se refiere a la forma más natural en que las personas adquieren habilidades porque es puro instinto. Es una de las primeras actividades que las personas inician por sí mismas, por lo que desarrollan sus propios sesgos de aprendizaje. Es una etapa donde las personas tienen que hacer físicamente algo para aprender o jugar con ideas en su cabeza. En el caso de Callibrity, es una oportunidad para que los trabajadores exploren nuevos intereses e ideas.

La segunda etapa es «Escuchar», que reconoce que muchas personas aprenden cosas escuchando a otros, como los narradores de cuentos, pero también se refiere a leer y compartir conocimientos. En el lugar de trabajo, la presentación en reuniones y conferencias también se considera como parte de este proceso.

Luego sigue la etapa de «Aprendizaje», un método de aprendizaje que solía consistir en encontrar un mentor que capacite a alguien y tomarse años para enseñarle una habilidad en particular. Pero este era un proceso prolongado y muy limitado porque el mentor no podía asesorar a muchas personas a la vez. Actualmente hay programas de mentoría que pueden ser muy útiles para el aprendiz, siempre que tenga la oportunidad de aplicar lo que están aprendiendo.

Además, está la fase de «Clases», que en Callibrity significa que los miembros del equipo obtienen beneficios de los cursos. Se fomenta y reconoce el aprendizaje a lo largo de toda la vida, ya sea en línea o presencialmente.

La quinta forma de adquirir habilidades es mediante el «emparejamiento», siempre que sea útil, porque tener a alguien con intereses similares puede ayudar a aumentar su desarrollo. Además, puede ayudarnos a mantenerse concentrados, generar nuevas ideas y puede funcionar más y mejor que trabajar solo.

La etapa final es a través de la «experiencia externa». Callibrity piensa que incluso al hacer parejas, puede haber brechas en las habilidades, por lo que se debe consultar a los expertos para que puedan ayudar al empleado a desarrollar mejor sus habilidades.

El debate sobre qué habilidades son necesarias para tener éxito en la fuerza laboral actual y los métodos para enseñarlas sigue siendo un proceso de trabajo. Además, existen muchas teorías y formas diferentes de desarrollar habilidades, tanto para los jóvenes como para los adultos. Lo que es seguro es que si los educadores y los empleadores quieren encontrar a su «candidato ideal», es necesario que haya un consenso sobre la forma de enseñar, desarrollar y evaluar sus habilidades.

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Desconcierto para la Educación Superior Pública

México / 21 de julio de 2019 / Autor: Juan Carlos Miranda Arroyo / Fuente: SDP Noticias

Cuando una orquesta filarmónica no logra la sincronía ni la armonía en sus ejecuciones, se dice que el director genera un “desconcierto”. Las señales que nos envían los gobiernos, federal y de la CDMX, en materia de políticas de gobierno para las Instituciones de Educación Superior Públicas (IESP) son, por decir lo menos, desconcertantes. Las cuestiones del financiamiento, en particular, para el sostenimiento y operación de dichas instituciones, donde se lleva a cabo la formación de profesionistas y especialistas, constituyen un asunto de fuertes disputas. A ello hay que agregar, por si algo faltara, el conflicto generado por los vaivenes en las decisiones que toman los legisladores federales, en el proceso de diseño anual del Proyecto de Presupuesto de Egresos, en el cual se decide el destino de los recursos de las IESP. Cabe recordar, al respecto, que el grupo parlamentario de Morena y aliados políticos en la Cámara de Diputados, tienen la mayoría simple.

Señales encontradas…

Por una parte, el presidente López Obrador lanzó la iniciativa para crear la red de Universidades “Benito Juárez”, lo cual significa la apertura de 100 nuevas IESP en todo el territorio nacional, con carreras profesionales que atiendan a las diversas necesidades regionales y locales. ¿Por qué no se asignaron los recursos financieros destinados para esta red a las universidades públicas existentes?

Por otra parte, el gobierno de la CDMX inauguró, hace unas semanas, el Instituto de Estudios Superiores de la CDMX “Rosario Castellanos” (con una oferta de carreras en las modalidades presenciales, a distancia y compartidas con la UNAM y el IPN), fuera del circuito de las universidades creadas por el actual gobierno federal. ¿A qué se debe tal diferenciación? ¿No existe acaso un proyecto educativo nacional unificado y consistente? Mientras tanto, la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES) juega el rol de “aficionado en tribuna”: Sólo ve como pasan las bolas lanzadas, desde el montículo, por parte de los gobernantes.

En este marco de desconcierto, el presidente de la República hizo recientemente una declaración, vía Twitter, en la que señaló lo siguiente: “A principios de este año, de los 13 mil 711 aspirantes a ingresar a la Facultad de Medicina de la UNAM, solo fueron aceptados 217, el 2%. Esta fue la política de 36 años del periodo neoliberal, por eso nos faltan cerca de 200 mil médicos en el país; es uno de nuestros desafíos.” (1) Junto con ese texto, se insertó una imagen con algunas cifras: “Hay 270 mil 600 médicos generales; debemos de tener 393 mil 600. Nos hacen falta 123 mil… Hay 146 mil 300 médicos especialistas; debemos de tener 219 mil. Nos hacen falta 72 mil…”. ¿Cuál es el mensaje implícito que da el presidente de la República al difundir esos datos? ¿Qué aspiraciones tiene el país para cubrir las necesidades mencionadas (jóvenes profesionistas y especialistas en áreas específicas del conocimiento y del servicio público) ante unas políticas educativas marcadas por el desaliento en el ámbito presupuestal y por el desconcierto a nivel del diseño institucional?

En un texto publicado la semana pasada, Imanol Ordorika afirmó que… “Para tener un mejor referente del significado de las variaciones en el financiamiento federal a las IES, resulta conveniente comparar los datos correspondientes al gasto por alumno durante cada sexenio. De acuerdo con Mendoza Rojas el promedio, a pesos de 2019, fue de: 53.2 mil pesos en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari; 61.7 mil en el de Ernesto Zedillo; 67.2 en el de Vicente Fox; 69.5 mil en el de Felipe Calderón; 59.3 en el de Peña Nieto, y de 49.3 mil en el primer año de López Obrador. En lugar del incremento esperado, la caída entre estos últimos años fue superior a 20 por ciento… Hoy se requiere un fuerte compromiso financiero que permita consolidar logros, ampliar la oferta pública y hacerla gratuita. Implica el establecimiento de un fondo que aporte 17.5 MMP anuales para alcanzar la gratuidad y una cobertura de 50 por ciento, al final del sexenio. Esta cantidad es adicional a la obligatoria asignación de más de 150 MMP para subsidios ordinarios y otros extraordinarios, en 2020… Los gobiernos tradicionales exaltaban la importancia de la ciencia y la educación superior, sin reflejo en el presupuesto. El reto ahora es pasar del dicho repetido a la asignación de los recursos suficientes. Esta es una de nuestras expectativas de cambio.” (2)

Cabe recordar que el porcentaje de cobertura de la educación superior en México (jóvenes formalmente inscritos, entre los 18 y los 23 años de edad), fluctúa entre el 33 y el 35 por ciento sobre el universo de población en ese rango de edad. También es conveniente no olvidar que los problemas de financiamiento público hacia las IESP, no sólo afecta a los procesos de formación de jóvenes profesionistas y especialistas, sino que también trastoca los procesos sustantivos que se llevan a cabo ahí en los ámbitos de la investigación humanística, científica y tecnológica, así como en las funciones de difusión, extensión y divulgación de la cultura.

Frente a estos hechos, caracterizados por las señales de desconcierto debido al conjunto de las políticas gubernamentales, hoy, hacia las IESP ¿qué posición juegan y asumen el titular de la SEP, Esteban Moctezuma y el subsecretario de Educación Superior, Luciano Concheiro? ¿Cuál es el proyecto concreto (en lo nacional y regional) para solucionar las graves carencias que encaran hoy en día las IESP existentes, sobre todo las Universidades Públicas estatales?

En la actual coyuntura sobre las políticas públicas hacia las IES, se observa que otros actores políticos y sociales han manifestado su desacuerdo con dichas políticas. Recientemente, por ejemplo, grupos significativos de académicos, especialistas y las mismas autoridades de IESP, (incluso en algunos momentos excepcionales hasta los dirigentes de la ANUIES) han expresado su preocupación por estas asincronías y desarmonías en la conducción de y el apoyo a la educación superior en el país.

Es cierto que el horno de la política nacional y las condiciones económicas de la nación, no están para bollos; sin embargo, las comunidades de las IESP esperarían que las políticas públicas en este terreno, cuenten con una dirección de orquesta más unificada y consistente. Junto con ello, no debe descartarse la necesidad de que todas las IESP estén sujetas a procesos de gestión transparente y de rendición de cuentas.

Ojalá que al igual que existe talento para golpear la pelota con el bat, se tenga la inspiración para dirigir la batuta.

Fuentes consultadas:

(1) https://twitter.com/lopezobrador_ (13 de julio, 2019)

(2) Imanol Ordorika. Educación superior: financiamiento 2020. La Jornada, 10 de julio, 2019. https://www.jornada.com.mx/2019/07/10/opinion/018a1pol# (Texto reproducido en Educación Futura, misma fecha).

(3) Javier Mendoza Rojas. Presupuesto de Educación Superior 2019. IISUE-UNAM. SES. Mar.,2019. https://www.ses.unam.mx/integrantes/uploadfile/jmendoza/Mendoza2019_PresentacionSES.pdf

jcmqro3@yahoo.com

Fuente del Artículo:

https://www.sdpnoticias.com/nacional/2019/07/14/desconcierto-para-la-educacion-superior-publica

ove/mahv

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