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Contra la impunidad por las violaciones en la guerra de Bosnia

Europa/Bosnia/16 Abril 2020/elpais.com

Mujeres bosnias, serbias y croatas, algunas de ellas víctimas, trabajan unidas desde 2003 para ofrecer todo tipo de ayuda a las miles de personas que sufrieron violencia sexual durante el conflicto de los Balcanes

A pesar de ocupar los bajos de un edificio, la sede de la ONG Mujeres Víctimas de la Guerra pasa completamente desapercibida en un barrio de clase trabajadora en Sarajevo. No hay ninguna placa ni cartel en la puerta de entrada y una cortina cubre los cristales de las miradas de los curiosos, o de posibles atacantes. Dentro, en una humilde oficina, un grupo de mujeres valientes, algunas de ellas víctimas, proporciona desde el año 2003 todo tipo de ayuda a los miles personas que sufrieron cualquier tipo de violencia sexual durante la guerra que desangró Bosnia y Herzegovina entre 1992 y 1995.

«Han profanado la tumba de una de las fundadoras y hasta siete u ocho veces ha habido ataques contra la residencia de nuestra presidenta. Pero el Ayuntamiento del pueblo no ha hecho nada para protegerla. En general, el trabajo de la asociación molesta a los políticos», explica Amela Hasecic, alma de la ONG e hija de su histórica presidenta. A partir de unas de 6.000 declaraciones, la entidad ha podido identificar a más de 2.700 agresores y a más de 10.000 mujeres violadas durante la guerra. Pero se calcula que el número real de víctimas de este tipo de agresión durante el conflicto bélico oscila entre las 20.000 y 40.000.

«En el caso del ejército serbobosnio, la violación fue utilizada de forma sistemática como un arma de guerra con el objetivo de destruir las familias y llevar a cabo una limpieza étnica. Soldados de otras etnias también cometieron este tipo de crímenes, pero por decisiones individuales «, comenta Amela Hasecic, una mujer de mediana edad y una mirada llena de determinación. Su madre, Bakira Hasecic, fue víctima de las tropas serbias en Visegrado, y su testimonio fue clave en alguno de los juicios celebrados en La Haya por parte del Tribunal Penal Internacional para Yugoslavia.

Si bien las fundadoras de Mujeres Víctimas de la Guerra fueron una treintena de bosníacas —término usado para referirse a las personas de religión musulmana en Bosnia—, pronto se sumaron a la iniciativa mujeres croatas y serbias. En un país en el que las tensiones entre los tres grupos mayoritarios, bosníacos, serbios y croatas, están aún a flor de piel, esta entidad ofrece un bello ejemplo de cooperación multiétnica. «La única división que cuenta es entre víctimas y criminales», es uno de los mantras de la ONG.

Terapia contra el estigma social

Entre las tareas de la entidad figura recopilar toda la información posible para conservar la memoria histórica, y por ello registran las declaraciones de cada nuevo miembro. También proporcionan asistencia material, psicológica y jurídica a las víctimas y a sus hijos. Muchas de las mujeres violadas decidieron abortar, otras conservaron sus hijos, pero las hubo que los dieron en adopción o se los quedó el agresor. Algunas fueron utilizadas como esclavas sexuales durante meses.

La entidad ha identificado a 62 de estos hijos perdidos, y si lo quieren las dos partes, facilita el reencuentro. Hasta ahora, lo ha hecho ya en ocho ocasiones. Además, ha apoyado a los chavales con becas de estudio y ayudas a la inserción profesional. Con el objetivo de eliminar el estigma social que sufren estos jóvenes, colabora con una asociación nueva llamada Hijos Olvidados de la Guerra, creada por la activista Anja Jusic. Ella misma nació fruto de un estupro.

«La terapia es muy importante, porque en una sociedad como la bosnia, muchas víctimas han sufrido una muerte psicológica. Solemos trabajar con grupos de diez personas, y nos encontramos una vez por semana durante cerca de un año. Pero claro, nos adaptamos a la necesidad de cada persona «, dice Besima Catic, una psicóloga que trabaja con este perfil de víctima desde el inicio de la guerra. La asociación incluye también unos 270 hombres víctimas de agresiones sexuales, que en algunos casos incluían mutilaciones.

«Con las mujeres, el objetivo es hacer desaparecer el sentimiento de culpa y vergüenza. El trabajo con los hombres es diferente. Se trata de hacerles entender que, pasara lo que pasara, no han perdido su virilidad. A muchos, las esposas los abandonaron», añade la psicóloga, que considera más difícil trabajar con los hombres víctimas porque les cuesta más hablar de lo sucedido.

Según Catic, un momento muy importante en el proceso de cura es la declaración ante un tribunal. Cuando la ONG cuenta con suficientes pruebas, presenta una denuncia a la fiscalía. Hasta ahora, ya se han celebrado docenas de juicios. «El solo hecho de encontrarse en un tribunal, y ver el agresor en el banquillo ya tiene un efecto curativo. Ayuda a retirar el sentimiento de culpa y confirma el estatuto de criminal del violador», sostiene la psicóloga.

Catic se encarga también de preparar psicológicamente a las mujeres para el difícil momento de tener que revivir en público el trauma. Gracias a la labor de entidades como esta, una resolución del Consejo de la ONU de 2008 reconoce la violación como «un crimen de guerra». En Bosnia, las víctimas reciben una pensión del estado de unos 250 euros mensuales.

Obstáculos legales en la lucha por la justicia

En 1993, la ONU creó el Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia (TPIY) para investigar y juzgar a los principales sospechosos de crímenes de guerra. En total, procesó 167 personas y se iniciaron más de un centenar de juicios. A finales de 2017, el TPIY cerró sus puertas habiendo condenado a algunos perpetradores símbolo de la limpieza étnica, como Ratko Mladic, máximo líder militar serbobosnio. Ahora son los tribunales de los diversos Estados surgidos de la antigua Yugoslavia los encargados de continuar desempeñando esta labor. “El TPIY se ocupó de los casos más graves, los “peces gordos”. Los nacionales están juzgando a los cargos medios, y a los verdugos que implementaron las órdenes sobre el terreno”, explica Hikmet Karcic, investigador de Sarajevo especializado en crímenes de guerra.

Según algunos expertos, en general, el balance de estos dos años es muy negativo. “El negacionismo, revisionismo y continuo apoyo político a quienes cometieron crímenes de guerra significa que a menudo los Estados no quieren extraditar a sus nacionales. Se han firmado protocolos de cooperación regional, pero en la práctica hay a menudo más obstrucción que cooperación”, declaró hace unos meses a EL PAÍS Natalya Clark, profesora de la Universidad de Birmingam (Reino Unido), especializada en Justicia Transicional en los Balcanes.

Karcic coincide en señalar la falta de cooperación transnacional como el principal obstáculo para poner fin a la impunidad de los agresores: “Muchos de los acusados o sentenciados en Bosnia y Herzegovina cruzan a Serbia o Croacia. Se “esconden” allí, y se escudan en formalidades para evitar la extradición, como es el caso de Novak Dukic”. En cambio, hace una valoración más positiva del trabajo específico de los tribunales nacionales de su país. “Bosnia es el Estado con más casos abiertos, varios centenares. Pero es verdad que no todos los tribunales trabajan con la misma seriedad. En la República Serbia de Bosnia, donde todo el aparato judicial es serbio, es más reticente a abrir investigaciones”, asegura este joven fornido en un perfecto inglés.

Teniendo en cuenta que muchas violaciones en grupo tuvieron lugar en territorio de la actual República Serbia de Bosnia, la falta de cooperación de las autoridades judiciales es un problema grave. En algunos casos, ya sea por vínculos personales o amenazas, los acusados son absueltos. «Es por eso que pedimos que este tipo de crímenes se persigan en tribunales estatales, no en los provinciales … En un principio, solo nos dábamos por satisfechas con sentencias duras. Ahora, la mera condena, aunque sea a pocos años de prisión, ya nos parece una victoria», comenta Hasecic con aire resignado.

Fuente e imagen tomadas de: https://elpais.com/elpais/2020/03/27/planeta_futuro/1585322337_782761.html

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Educar para la solidaridad, la cooperación y la justicia social: ética post-coronavirus

“Solo juntos lo conseguiremos”. “Este virus lo paramos unidos”. “Es el momento de ayudarnos unos a otros”… Todos y todas hemos oído este tipo de mensajes, que se han repetido, desde el inicio de la crisis del coronavirus. ¿Aprenderemos la lección una vez que pase la crisis?

En la escuela, “educar para cooperar” es un principio básico, que se ha venido planteando y proponiendo desde infantil hasta la Universidad (hasta que llegó la LOMCE, con su “competencia estrella” del emprendimiento neoliberal).

Pero ¿y el resto de la sociedad? ¿Educa para cooperar? Puesto que “para educar se necesita a toda la tribu”, como ahora todo el mundo recuerda.

Lo cierto es que el mensaje que han recibido constantemente nuestros niños, niñas y jóvenes, ha sido, hasta ahora, el de la competencia individualista del modelo neoliberal. Un mantra ideológico, eje esencial del capitalismo. Un mantra constante y persistente que se repite en los medios de comunicación, se ensalza en el deporte, se induce en el trabajo, se insiste en la economía…

Sorprende este dogma tan extendido y difundido por la agenda mediática, política y económica, cuando los seres humanos preferimos cooperar a competir en nuestra vida diaria, especialmente cuando buscamos el bien común. Esto es lo que ha demostrado el estudio antropológico de la universidad de Oxford que ha encabezado titulares en todo el mundo por la universalidad de sus hallazgos (i).

Sorprende cuando incluso desde la biología, la prestigiosa académica Lynn Margullis, una de las principales figuras en el campo de la evolución biológica, muestra que todos los organismos mayores que las bacterias son, de manera intrínseca, comunidades. Cómo la tendencia es hacia el mutualismo y cómo “la vida no conquistó el planeta mediante combates, sino gracias a la cooperación” (ii). Cómo nuestra evolución no ha sido una competición continuada y sanguinaria entre individuos y especies. Sino que la vida conquistó el planeta no mediante combates, sino gracias a la cooperación. De hecho, los nuevos datos están descubriendo una naturaleza que cuestiona radicalmente la vieja biología: “de cooperación frente a competencia, de comunidades frente a individuos”, como concluye Sandin (iii). La tendencia fundamental en la dinámica de la vida, de toda clase de vida, por lo tanto, es la simbiosis mutualista, la cooperación universal (iv).

Estas investigaciones confirman lo que ha planteado uno de los grandes pensadores de la economía colaborativa: Kropotkin. Frente al darwinismo social, el anarquista ruso Kropotkin, demostraba que el apoyo mutuo, la cooperación, los mecanismos de solidaridad, el cuidado del otro y el compartir recursos son el fundamento de la evolución como especie del ser humano.

Esta realidad, que se nos vuelve obvia en momentos de crisis como ésta, contrasta con los principios y propuestas que rigen el núcleo y finalidad esencial del capitalismo neoliberal: el individualismo competitivo.

Apoyar al grupo, apoyarnos en la comunidad, contrasta con ese dogma de “libertad individual” al margen del bien común. La solidaridad, el no dejar a nadie atrás, choca con la competitividad que predica el neoliberalismo económico. El relato del “hombre” hecho a sí mismo, competitivo e individualista, que no le debe nada a nadie y que busca conseguir su “idea de éxito” para enriquecerse y olvidarse de las dificultades, suyas y de los demás. Mito difundido por el populismo empresarial norteamericano y que la ideología neoliberal y neoconservadora ha traducido en la escuela a través del mantra del emprendedor. Ideología que mantiene como dogma de fe esencial que la competencia por la riqueza y el poder es el único motor que mueve al ser humano.

Estamos comprendiendo, porque lo estamos comprobando y constatando con esta crisis, que esta ideología neoliberal, que reivindica regularnos mediante “la mano invisible del mercado” es una postverdad (v), una fábula, una invención que no tiene fundamento real. Que cuando vienen mal dadas, cuando nos jugamos lo vital y esencial de las sociedades, necesitamos el amparo del grupo, de la comunidad, de la solidaridad colectiva para superar las crisis.

Es entonces cuando nos lamentamos, tardíamente, de los recortes de miles de millones que se han hecho en la sanidad pública o en la educación pública. Nos arrepentimos de no haber invertido en suficientes residencias públicas de mayores (las privadas tienen como finalidad obtener beneficios). Nos damos cuenta del error que es no tener ya una banca pública que sostenga la economía y la inversión pública para generar nuevos empleos que sustituyan a los que los “temerosos mercados” van a destruir.

La ideología neoliberal siempre ha sido muy clara: aplicarse a sí mismos el capitalismo de “libre mercado” (subvencionado siempre) cuando obtienen beneficios, para repartírselos entre los accionistas. Pero reclamar el socialismo y la intervención del Estado para que se les rescate cuando tienen pérdidas (hemos rescatado a la banca con más de 60.000 millones de euros, a Florentino Pérez con el Castor, a las autopistas…). Es lo que hacen también ahora, con esta crisis. Aunque a algunos les sigue sorprendiendo todavía que estos “creyentes” exijan más medidas de rescate y de intervención del Estado, renegando de su fanático credo en el “libre mercado” y su “mano invisible”.

A ver si aprendemos por fin. Y superamos el dogma neoliberal y el sistema económico capitalista y avanzamos hacia un sistema económico e ideológico basado en el bien común, la cooperación, la justicia social, la equidad y la solidaridad.

Esperemos que la salida de esta crisis sea “una oportunidad” para ello. Que el “solo juntos lo conseguiremos” no se olvide tras ella. Y que, después del coronavirus, haya un auténtico Pacto de Estado, consensuado por todos, que blinde y destine cantidades escandalosas de nuestros presupuestos a la Sanidad Pública, a la Educación Pública, a los Servicios Sociales Públicos, a las Pensiones Públicas… Que aprendamos de una vez por todas que el capitalismo y la ideología neoliberal que lo sostiene es tóxico para la especie y el planeta. Y que, sin ayuda mutua, sin cooperación, sin solidaridad y justicia social estamos abocados a la extinción como especie y como planeta.

REFERENCIAS

i Scott Curry, O., Mullins, D. A., & Whitehouse, H. (2019). Is it good to cooperate? Current Anthropology, 60(1), 47-69.

ii Margulis, L. et al. (2002). Una revolución en la evolución. Valencia: Universitat de Valéncia.

iii Sandin, M. (2010). Pensando la evolución, pensando la vida. La biología más allá del darwinismo. Cauac: Nativa.

iv Puche, P. (2019). Hacia una nueva antropología, en un contexto de simbiosis generalizado en el mundo de la vida. Papeles de relaciones ecosociales y cambio global, 147, 15-34.

v Vivero Pol, J.L. (2019). La España vacía está llena de bienes comunes. Papeles de relaciones ecosociales y cambio global, 147, 85-97.

Fuente e Imagen: https://eldiariodelaeducacion.com/2020/03/20/educar-para-la-solidaridad-la-cooperacion-y-la-justicia-social-etica-post-coronavirus/

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El Día de la Cero Discriminación llama a empoderar a mujeres y niñas

ONUNOTICIAS

En muchos países siguen en vigor las leyes que discriminan a las mujeres y a las niñas. Este año, la jornada contra la discriminación está dedicada a llamar a la acción para promover la igualdad de género y empoderar a esos colectivos en toda su diversidad.

En 2020, el Programa de las Naciones Unidas contra el VIH-SIDA (ONUSIDA) aboca el Día de la Cero Discriminación, celebrado cada 1 de marzo, a concienciar y promover la igualdad y el empoderamiento de las mujeres y las niñas.

ONUSIDA destacó que si bien algunos países registran avances considerables hacia la igualdad de género, las mujeres y las niñas siguen sufriendo discriminación en todo el mundo.

Actualmente están vigentes muchas leyes que las excluyen, mientras que la legislación para reconocer sus derechos y protegerlas del daño y el tratamiento desigual está lejos de convertirse en norma.

Factores de discriminación

La discriminación que enfrentan las mujeres y las niñas se basa en numerosos factores, entre los que destacan los ingresos, la etnia, la raza, la discapacidad, la orientación sexual y la identidad de género.

ONUSIDA señaló que las violaciones de los derechos humanos afectan desproporcionadamente a las mujeres y las niñas y afirmó que la desigualdad de género mina la salud y el bienestar de las sociedades en su conjunto y no sólo de las afectadas.

Este año, en el Día de la Cero Discriminación nos planteamos el reto de poner fin a un flagelo afrontado por las mujeres y las niñas en toda su diversidad.

El Programa de la ONU indicó que la desigualdad de género, la violencia, la pobreza y la inseguridad continúan incrementando el riesgo de contraer el VIH entre las mujeres y las niñas, sobre todo entre aquellas pertenecientes a comunidades marginadas y excluidas.

Agregó que un gran porcentaje de países de todas las regiones limitan el acceso de los adolescentes a las pruebas y al tratamiento para el VIH.

“Este tipo de leyes y políticas podría igualmente complicar u obstaculizar el acceso de las adolescentes a la profilaxis previa a la exposición, la cual es una herramienta de prevención muy efectiva”, puntualizó.

Algunos números

Las cifras de ONUSIDA revelan que cada semana 6000 mujeres adolescentes y jóvenes de entre 15 y 24 años contraen el VIH, es decir 860 diarias.

Los números también muestran que las adolescentes y jóvenes constituían el 60% de las 510.000 nuevas infecciones del VIH de ese grupo de edad en 2018.

En 2018, unos 18,8 millones de mujeres de 15 años en adelante eran seropositivas, lo que representa el 52% de todas las personas mayores de 15 años portadoras del VIH en el mundo.

Una encuesta de 2019 de ONUSIDA en 142 países dejó ver que en 105 de esas naciones, los adolescentes de menos de 18 años necesitaban un consentimiento parental explícito para realizarse una prueba del VIH.

En 86 países los menores de 18 años también necesitaban el consentimiento para acceder al cuidado y el tratamiento para el VIH.

Medidas necesarias

Para revertir este escenario y avanzar hacia la cero discriminación de las mujeres y las niñas, ONUSIDA pide garantizar la participación igualitaria en la esfera política y a respetar y garantizar los derechos humanos y las leyes que velan por su cumplimiento.

También considera indispensable asegurar la justicia económica y acabar con la violencia de género, así como proporcionar atención sanitaria libre de estigmas y barreras.

ONUSIDA aboga, además por brindar una educación primaria y secundaria gratuita y de calidad para todos, que no excluya a las niñas ni adolescentes, y luchar por la justicia climática para evitar más crisis migratorias que colocan a las mujeres y las niñas en un alto grado de vulnerabilidad.

https://news.un.org/es/story/2020/03/1470401

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Educación circular para acercar el mundo a la justicia social. ODS Núm. 4, III

Por: Carmelo Marcén Albero

Se trataría de dar valor para el futuro a cada contenido que se aprende, a cada idea que se construye. Habría que reconocer qué se debe aprender, cómo hacerlo para que el constructo sea consistente; cómo reutilizar una y otra vez los saberes para no desperdiciarlos en residuos inútiles.

Se ha puesto de moda hablar de la economía circular, esa que busca un sistema más sostenible y humano. Imaginemos por un momento que, como propaga en su página el Parlamento Europeo, la economía del mundo se basa en un modelo de producción y consumo cuyo lema es usar los ajustados recursos materiales o energéticos para hacerlo lo mejor posible. Necesariamente, habrá que compartir usos, reutilizar máquinas y materiales, reparar utensilios y destrozos, renovar procesos para usar menos y reciclar una y otra vez materiales y productos existentes, de tal forma que se logre darles un valor casi infinito; en algunos casos se puede. Si así se obra, el ciclo de vida de los productos se extiende; incluso los beneficios llegarán a las personas, más baratos y mejores, y al medio ambiente.

Repasemos en la escuela estas ideas. Comparémoslas con el modelo económico que domina en este momento: “usar y tirar”, referido no solo a lo material sino a lo aprendido, cuya mayor parte se desvanece una vez ha perdido el estímulo, o se ha pasado con éxito el examen.

Se podría hablar mucho de este asunto en la escuela, del derecho a tener y compartir, a reutilizar lo que se tiene, a que el beneficio de los recursos convierta las relaciones económicas en convivencia entre iguales, a que impere la justicia social. Por eso, vamos a intentar emerger el poder no aprovechado de la educación circular.

Más o menos, se trataría de dar valor para el futuro a cada contenido que se aprende, a cada idea que se construye. Habría que reconocer qué se debe aprender, cómo hacerlo para que el constructo sea consistente; cómo reutilizar una y otra vez los saberes para no desperdiciarlos en residuos inútiles. Serviría también para aprovechar el poder transformador de la educación, pocas veces reutilizado tanto para entender lo próximo como para acercarse al escenario universal.

Reparemos en esa corona, logo, que es el pin de la sostenibilidad. El pin representaría, en un mundo más ecosocial, la no existencia de fronteras por su circularidad. El espacio reservado a la educación resplandece en su color rojo que, en una interpretación personal, podría significar atracción, fuerza, vida, valentía, vigor, pero también el deseo, la energía, el calor y el placer. ¿Acaso no servirían esas cualidades para la educación? Más o menos eso queremos expresar en este artículo, desde la escuela.

Ese rojo debe circular a lo largo de la corona que es el pin, hacia la derecha o la izquierda; tanto da, después volverá a su lugar enriquecida y con la satisfacción de haber servido al resto de los ODS. Si se educa en aprendizajes reutilizables, se entiende mejor la igualdad de género, está justo al lado, se sabe lo que significa agua limpia y saneamiento y se lucha porque siempre sea así; se le asigna valor a una energía sostenible y asequible para todos; se adquirirá y valorará lo que supone un trabajo digno en el marco de un crecimiento económico que no deje fallas sociales; se podrá encontrar el camino de investigaciones de producción e infraestructura compartidas. Quién duda que esto no supone la reducción de las desigualdades, ¡bendita educación!, que se apoyan en ciudades más habitables y menos excluyentes, aunque por ahora tienen sus relaciones totalmente condicionadas a la producción y consumos responsables. La educación circulante, bien reciclada, posibilita la acción ante la emergencia climática y la participación de los jóvenes, que también se preocupan de la vida submarina y de los ecosistemas terrestres, que demandan paz y justicia social y son críticos con la acción de sus gobiernos. Todo en el marco, ¡bendita educación!, de un proyecto de alianzas que pongan fin a la pobreza, acaben con el hambre y aprovechen el recorrido educativo para encontrar la salud y el bienestar de las personas. El pin es el símbolo de una utopía deseable, la educación de calidad puede hacerla realidad.

¿Quién se atreve a trabajar en las aulas este pin de la sostenibilidad y darle valor al deseo y las posibilidades de aprender? En anteriores entradas en este blog hacíamos alusión a la reciente publicación del Informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo por parte de la UNESCO. ODS Núm 4. Educación de calidad. Nos falta hablar de calidad y financiación. Para que la educación sea circular, se recicle una y otra vez, necesita impulsores: energía y recursos permanentes. Queremos llamar la atención de quienes tienen competencias en los departamentos o ministerios de Educación, aquí y en Latinoamérica, para que se impliquen activamente en la mejora de los ámbitos que les correspondan inyectando recursos humanos y materiales.

Dice el informe que para que la educación circule y se reutilice hace falta que cuente con buenos docentes, preparados. Hay países como Mali en donde los poseedores de formación específica apenas pasan del 5 %, en Bolivia no llegan al 60 %, mientras que son casi el 95 % en Costa Rica y Colombia; en Uruguay todos. Como siempre, el África subsahariana se lleva la peor parte: la masiva llegada de escolares desde hace 30 años no ha sido acompañada de la necesaria preparación de docentes. ¡Qué decir del número de alumnos por docente! (indicador 4.c.2. de los ODS). En Europa y América del Norte la ratio es de unos 15 alumnos, en América Latina y el Caribe 17, mientras que en el África subsahariana son 44.

Las infraestructuras escolares condicionan mucho la calidad de la educación. Solo un par de datos para que sirvan de motivo de diálogo en nuestros claustros de profesores o con el alumnado de los cursos superiores en materias relacionadas con las Ciencias Sociales:

  • En los países más pobres, la mayoría de las escuelas primarias no cuenta con instalaciones de saneamiento separadas por sexo (o a veces con ninguna instalación).
  • La disponibilidad de Internet en las escuelas suele quedarse muy por detrás de la electrificación.

Habría que acabar trayendo lo último que dice el informe con respecto a los entornos favorables para el aprendizaje: “Contar con instalaciones educativas que tengan en cuenta las necesidades de los niños y las personas con discapacidad y las diferencias de género y que ofrezcan entornos de aprendizaje seguros, no violentos, inclusivos y eficaces para todos es problemático en numerosos países”, tal como demuestra en parte la serie de artículos sobre el ODS Núm. 4 que recogemos en este blog. Al mismo tiempo, resulta difícil medir el progreso referente a esta cuestión, porque el indicador mundial pertinente no es una sola medida, sino un conjunto de varias interacciones.

Invitemos a nuestros alumnos a que dialoguen, a que trabajen en equipo y rellenen los huecos de la rueda/corona del pin de la sostenibilidad, que salten de un color a otro, que encuentren cómo en su caso concreto una educación circular les puede ayudar a comprender mejor cada uno del resto de los ODS. Cabe hacerlo en todos los niveles educativos. Y, por supuesto, el profesorado y el resto de la comunidad educativa deben ponerlo como prioridad en sus encuentros pedagógicos.

Preguntémonos todos, alguna vez, qué le falta a la educación para acercar el mundo a la justicia social. Por cierto, qué sería lo primero que le daríamos cada uno, incluso en forma de compromiso personal.

Fuente e Imagen: https://eldiariodelaeducacion.com/ecoescuela-abierta/2020/02/21/educacion-circular-para-acercar-el-mundo-a-la-justicia-social-ods-num-4-iii/

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Por una educación emancipadora: a la memoria del Profr. Rubicel E. Ruiz Gamboa

Por: Luis Alan Acuña Gamboa.

Si me encierran, me sacan

Si me matan, me entierran

¿Cuál es la bronca, pues?

Rubicel E. Ruiz Gamboa

La historia es uno de los elementos más relevantes de la conciencia humana, más cuando a esta se le retoma para la creación de espacios sociales más plurales y democráticos en la toma de decisiones. El maestro Pablo Latapí Sarré, durante su alocución en la entrega del Doctorado Honoris Causa que le confirió la Universidad de Colima, enfantizó la necesidad de educar para la libertad social y responsable como eje fundamental para alcanzar su calidad. De esta manera, los objetivos relacionados con el desarrollo de la capacidad crítica en los mexicanos, debieran ser el común denominador en el diseño del Proyecto de País, así como sustento en las acciones de nuestro Sistema Educativo Nacional (SEN).

La buena educación, según el Mtro. Latapí Sarre, debe estar sustentada en cuatro pilares fundamentales: el carácter; la inteligencia; los sentimientos; y como ya se mencionó; la libertad. En su conjunto, estos elementos son la oportunidad de reducir las brechas en cuanto desigualdad social, de otorgar voz y voto a los más desfavorecidos; en palabras de Paulo Freire, estos criterios de la buena educación definen el origen de la emancipación de las clases oprimidas para pensar en una verdadera justicia social; sin embargo, estas ideas generan, por lo menos, dos preguntas de primera mano: ¿es posible pensar en la educación mexicana como mecanismo emancipador?; si fuera esto posible, ¿cómo la educación y los docentes pueden pensar y trasladar estos principios y objetivos de la buena educación en el devenir de su práctica cotidiana?

En alusión a la primera pregunta, se puede decir que si es posible pensar en la educación nacional como mecanismo emancipador, siempre que los actores principales del SEN visualicen objetivos más ambiciosos que la mera transmisión de la cultura de unos a otros (Durkheim); es decir, pensar en la educación como un medio para la toma de conciencia sobre la realidad social —y sus respectivos problemas— que aquejan día con día a la población en situación de riesgo, así como creadora de escenarios de discusión para la mejora o solución de las necesidades y demandas que le devienen: hay que pensar en una educación para la emancipación. Este proyecto educativo sostiene la necesidad de abolir el analfabetismo, porque de esto se alimentan las relaciones asimétricas de poder y dominación, a través de un discurso que legitima a unos como autoridad en un tiempo y espacio determinado, y hace acatarlo a otros por desconocimiento.

En cuanto a la segunda pregunta, todo docente lo puede hacer, solo se necesita pensarlo y actuar. Tal es el caso de Rubicel Einsten Ruiz Gamboa, docente de educación básica rural chiapaneco que desde muy niño demostró elocuencia, valentía y encono hacia las causas injustas. Orador y poeta, maestro por convicción, recorrió Chiapas entero educando a sus alumnos, y a todo aquel interesado en aprender, bajo los preceptos del derecho, la justicia y la equidad social. Nunca fue ajeno a los problemas que aquejaron a la entidad federativa; por eso, defendió y peleó desde antes del levantamiento armado del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), por el reconocimiento de los pueblos indígenas ante la sociedad, por el respeto a sus tierras, único sustento de las familias; por los derechos educativos y humanos.

El Prof. Ruiz Gamboa sembró la simiente de la libertad y la abolición de los obstáculos sociales y políticos que a estos grupos en situación de riesgo les fueron asignados por tantos años. Con sus férreos ideales alineados a sus grandes pensadores y libertadores latinoamericanos (Ernesto Che Guevara, José Martí y Emiliano Zapata, por citar algunos), fue desarrollando un trabajo docente sui géneris en el devenir de su labor profesional. Siempre buscó sustentar los contenidos académicos a partir del pensamiento crítico de la realidad social afín a sus estudiantes (que casi siempre fueron de comunidades rurales). Rubicel Ruiz Gamboa decía: “si la educación no sirve para emancipar al pueblo, entonces ¿de qué le sirve un profesional sometido a nuestra sociedad?”, y con esto como lema magisterial, logró arrancar la venda de los ojos de muchos niños, madres y padres de familia para levantarse en franca protesta ante el caciquismo al que eran sojuzgados.

Tal y como lo expresa el Profesor Ricardo (en Camacho Velázquez, 2008, p. 143), “era un hombre sencillo, de campo, un típico maestro rural que hacía suyos los problemas de las comunidades y de los ejidos en los que le tocó trabajar …”, el Prof. Siempre buscó que la docencia en escuelas rurales fuera más allá de la señera necesidad por enseñar a leer y a escribir a la población (como muchas veces pasa, en el mejor de los casos), sino que hubiera la oportunidad de abrir en el contexto escolar, espacios de diálogo y lucha por los derechos perdidos por estas comunidades. Tal fue la injerencia y devoción de los pueblos que lo nombraron su ‘líder natural’ cuando se funda en 1995 la Organización Campesina Independiente de Villacorzo (OCIV), cuyo objetivo fue “luchar por la tierra, por los proyectos productivos, por los recursos, pero también por la igualdad de género, por la democracia y por la dignidad” (discurso del Prof. Rubicel Ruiz Gamboa en junio de 1995). Estas intenciones nacieron y se consolidaron en cada lección y actividad que se desarrollaba en las aulas de clases, en cada mítin, en cada evento académico donde participó Rubicel Ruiz Gamboa. Sin denominarla así, defendía la idea de que la educación emancipadora era la única forma de resacir las desigualdades sociales que aquejaban a Chiapas y al país. Comprendió que la educación emancipadora debe contribuir a la liberación de los sujetos, así como a la erradicación de toda forma de dominación intelectual y social de los más favorecidos hacia los menos. La búsqueda por abrir más y mejores escuelas rurales, la exigencia del respeto a los derechos humanos de su gente, y la inquebrantable lucha contra el poder, hizo del Prof. Ruiz Gamboa un ejemplo de docente comprometido con las causas justas y sus ideales.

Como se mencionó al principio, la historia es elemento fundamental en la toma de conciencia, siempre que no se relegue al olvido. Ante esta situación, sirva el presente texto para conmemorar el vigésimo segundo aniversario luctuoso de un maestro que luchó por la reivindicación de los grupos indígenas y las comunidades rurales en Chiapas; por emancipar a través de la educación a toda población dominada por el miedo y el analfabetismo; por creer en nuevos y mejores espacios sociales donde la equidad y la justicia fueran los comúnes denominadores: proyectos de vida que peleó hasta su muerte.

Profesor Rubicel E. Ruiz Gamboa

                                                                                  QEPD

 

Referencias

 

Camacho Velázquez, D. (2008). La lucha sigue y sigue. Organización popular en la Frailesca. México: Universidad Nacional Autónoma de México.

Fuente del artículo: http://www.educacionfutura.org/por-una-educacion-emancipadora-a-la-memoria-del-profr-rubicel-e-ruiz-gamboa/

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‘Lawfare’ educativo: políticas educativas del fascismo

Por: Enrique Javier Díez Gutiérrez

La censura y control sobre la educación pública, plural, democrática e inclusiva es una estrategia que los grupos fascistas han hecho y siguen haciendo en muchos países. Anclados en la falsa creencia de todas las dictaduras: “si controlas su educación, controlarás sus mentes”. Lo están impulsando vía “lawfare educativo”.

Con ello consiguen cuestionar y desprestigiar la educación pública por su capacidad de formar en valores democráticos y favorecer la igualdad social, acusándola de adoctrinar; atacar el modelo de escuela pública sembrando la sospecha sobre la labor del profesorado y socavando la relación de confianza entre la familia y la escuela; impulsar el miedo (o, al menos, la prevención) del profesorado que empieza a sentirse acosado y amenazado ante las denuncias; y sobre todo hacer girar la agenda mediática sobre estos aspectos en vez de los verdaderos retos de la educación: reducir el número de alumnado por aula (ratios), la falta de recursos, las plantillas inestables y las altas tasas de interinidad o la religión en la escuela  del siglo XXI.

Estrategia clásica

Esta estrategia, impulsada en España por el grupo fascista VOX, a través del que ya muchos denominan “PIN de censura educativa”, tiene un largo recorrido. Es un clásico de la manipulación de los sistemas autoritarios, presentando el control y la censura como un paternal ejercicio de “protección de los menores”, incluso de sí mismos. Con los mismos esquemas, con las mismas falsas imágenes, con las mismas “fake news” o mentiras y con los mismos vídeos, que se difunden en redes sociales y grupos familiares de whatsapp, donde niños y niñas “encantadores” piden que en el colegio se dé matemáticas y en casa se eduque en valores.

Son las estrategias de “lawfare” (guerra jurídica contra la democracia) que los grupos ultraderechistas y los grupos evangélicos ultraconservadores (financiados por EEUU en Latinoamérica para combatir la teología de la liberación, que cuestionaba la desigualdad y la injusticia y apostaba por los pobres), han utilizado para dar golpes de estado “blandos”, como en Brasil, y poner en el poder a líderes ultraderechistas, como el militar Bolsonaro.

Lawfare educativo

Una de las primeras medidas de Bolsonaro, cuya ministra de familia declaraba “las niñas de rosa y los niños de azul”, fue combatir la educación en el respecto a la diversidad y contra el bullying homofóbico, denominándola “kit gay”, utilizando para ello ‘fake news’, en donde aseguraba que se pasaban películas porno gay en las escuelas. La versión brasileña de este pin fue “Escuela sin partido” que, según el militar, pretendía “acabar con la prevalencia de ideas de izquierda en las aulas”, persiguiendo las ideas del gran pedagogo Pablo Freire y estimulando a que los estudiantes grabaran las clases y denunciaran al profesorado que considerasen que cometían el delito de ‘adoctrinamiento ideológico’.

Dado que en España no pueden imponer este adoctrinamiento de una forma directa, por ley como en Brasil o Bolivia, han optado por una vía indirecta, el lawfare educativo: el acoso vía judicial contra los valores democráticos e inclusivos de una escuela pública abierta, libre y plural.

Censura educativa

Exigen una censura educativa previa, un nihil obstat, para controlar que los centros educativos públicos y los profesionales cualificados que en ellos educan, no aborden “temas controvertidos”, según los definen ellos.

Lo cual, traducido en sus categorías, significa que el profesorado no cuestione la homofobia, no critique el racismo o la desigualdad. Lo que hay detrás de este pin es su incapacidad para admitir una sociedad democrática plural y tolerante. No admiten pensamientos diversos, visiones críticas o que cuestionen el sistema. Es su discurso del odio trasladado a la educación. El discurso del odio a la diversidad, a la igualdad, a la justicia y los derechos humanos, propio del fascismo.

Acoso a la educación pública: vigilancia y control del profesorado de la pública

Pero estas campañas de censura educativa tienen una finalidad añadida que es clave. Sembrar la desconfianza sobre la educación pública. Buscan cuestionar la labor de los profesionales de la educación, a quienes acusan de adoctrinar y “corromper”. Profesionales que han accedido a su labor docente por oposición, tras una formación universitaria certificada. Este acceso garantiza la diversidad de personas, de creencias y de ideologías que pueblan la escuela pública y que trasladan la diversidad social en la que va a convivir el alumnado.

La “vigilancia y control” que reclaman sobre el profesorado de la pública, es censura. Lo cual es un atentado no solo contra la autonomía de los centros educativos sino, también y especialmente, respecto a la libertad de cátedra de los docentes, que es un derecho fundamental recogido en la Constitución.

Se empieza con el «Pin», se continúa grabando con cámaras de seguridad en las aulas y se termina persiguiendo y encerrando al profesorado disidente. Ya se ha descrito suficientemente en novelas como 1984 de Orwell.

Efectos colaterales

Este lawfare educativo está teniendo efectos colaterales muy graves. Está provocando, de hecho, que una parte del profesorado se empiece a replegar cada vez más, porque se siente amenazado y no quiere ser denunciado. En buena parte de los claustros de los centros escolares públicos se empieza a percibir la autocensura para “no tener problemas”.

Además, está socavando la confianza de las familias hacia el profesorado de la pública. Lo cual acaba deteriorando la percepción que se tiene sobre la propia educación pública y el servicio público educativo. Esta confianza se tarda mucho en consolidar y está sólidamente demostrado que es uno de los factores que inciden positivamente en la mejora de la educación.

La dificultad añadida es que este enfoque lo está asumiendo la derecha conservadora y la neoliberal, y las difunde la denominada “caverna mediática”, es decir, los medios de comunicación conservadores y reaccionarios. Lo cual significa que están marcando la agenda mediática y parece que toda la acción política y pública se galvaniza en torno a estos desvaríos trasnochados, en vez de hablar de los temas importantes en educación.

Alternativa: asignatura de ciudadanía

La solución parece clara: más información y más formación a las futuras generaciones para que no vuelvan a cometer los mismos errores que han “engendrado estos monstruos”. Por eso se hace necesaria e imprescindible la urgente implantación de una asignatura obligatoria y evaluable, impartida por el profesorado, con contenidos de derechos humanos y sociales, libertad afectivo-sexual, antirracismo y antifascismo, como en Suecia, Alemania o Reino Unido, donde son asignaturas obligatorias desde hace casi 50 años y las familias alemanas que se oponen a que sus hijos e hijas reciban educación sexual pueden acabar en la cárcel o ser sancionados con multas de hasta 5.000 euros.

Hay que educar en la diversidad, en la igualdad, en la inclusión, en la justicia social y los derechos humanos. Lo que necesitamos es acordar un “Pin Mental” sobre estos disparates nacionales. Necesitamos un “Pin” que aísle el discurso del odio. Esta sociopatía integrista de VOX, heredada de la dictadura franquista, no puede tener cabida ni debate en una sociedad democrática.

Fuente: https://www.eldiario.es/opinionsocios/Lawfare-educativo-politicas-educativas-fascismo_6_987661243.html

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Educación en el 2019: Calidad, equidad y justicia social

Por: Alina M. Lotti.

Concluye el año 2019, pero no así el curso escolar, por lo que los ministerios de Educación y Educación Superior deberán continuar en ese quehacer incansable de instruir y de educar.

Casi finalizando el año, un fotorreportero de Juventud Rebelde, acompañaba una hermosa imagen con una verdad innegable “La Revolución Cubana trajo educación para todos”.

Y aunque es cierto que esta es una de las conquistas más sagradas, también es un sector donde se labora sistemáticamente para mantener la calidad y niveles superiores de equidad y justicia social. El 2019 que por estos días dejamos atrás, es un reflejo de tal afirmación.

Algo que ha venido caracterizando a la educación general en los últimos años ha sido el tercer proceso de perfeccionamiento, el cual ha transitado por varias etapas, e incluye a colectivos pedagógicos, docentes, familias, autoridades de los centros y de los diferentes niveles de dirección.

Hoy en 152 instituciones educativas se implementan las formas de trabajo y los nuevos materiales para los currículos, en ese camino imprescindible por elevar el rigor del proceso docente-educativo.

El período lectivo 2019-2020, iniciado en septiembre último, comenzó con la buena noticia del aumento salarial que, sin duda, favoreció la reincorporación de alrededor de 12 mil maestros, entre jubilados, desvinculados del sector y quienes solicitaban la baja y luego decidieron regresar.

La Titular de Educación, Ena Elsa Velázquez Cobiella, insistió en que este retorno debe verse reflejarse en el buen funcionamiento de las instituciones escolares, el trabajo con la familia, la labor de formación vocacional y orientación profesional y en las actividades extraescolares que tributan a la formación de los educandos.
No obstante, la formación de docentes continúa siendo una prioridad. A las 27 escuelas pedagógicas existentes (con nivel medio superior) en septiembre se le sumaron dos más en las provincias de Mayabeque y Santiago de Cuba. Ello favoreció el incremento de la matrícula general de estos centros que ascendió a 28 mil educandos, dos mil más que en el período lectivo anterior.

Los egresados de estos centros, a largo y mediano plazo, contribuirán al completamiento de la fuerza laboral en las enseñanzas Inicial, Primaria, Secundaria básica y Especial.

Asimismo, notable ha sido la experiencia de los colegios universitarios —alumnos que cursan el grado 12º en las Universidades de Ciencias Pedagógicas—, lo cual también ha permitido incrementar el ingreso en las carreras universitarias con este perfil, aunque no a los niveles necesarios.

Con el objeto social de preparar la fuerza de trabajo calificada que demanda el desarrollo del país, la Enseñanza Técnica y Profesional se amplió; de ahí que en la actualidad existan 106 especialidades para la formación de técnicos medios y obreros calificados, así como alrededor de 8 mil aulas anexas, las cuales han ido aumentando cada año.

Esto evidencia las relaciones de trabajo con los Organismos de la Administración Central del Estado (OACE), destacándose en este sentido los Ministerios de la Construcción, Transporte e Industrias. Además, son favorables los vínculos con el sector no estatal de la economía, sobre todo en el ámbito de los servicios.

Para el Ministerio de Educación (MINED) es una prioridad el mantenimiento y reparación de las instituciones educacionales, así como las nuevas inversiones. En tal sentido, algo de particular trascendencia en el presente curso lo fue la inauguración de dos nuevos centros para niños con limitaciones físico-motoras, ubicadas en las provincias de Santiago de Cuba (Amistad Cuba-Vietnam, en el mes de abril) y Villa Clara (Marta Abreu, en septiembre).

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Alumnos y maestros de la escuela especial para niños con limitaciones físico-motoras en Santiago de

Cuba, inaugurada en el presente curso escolar.

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El Primer Secretario del Comité Central del Partido, Raúl Castro Ruz, compartió con los alumnos de la escuela especial de Santiago de Cuba, a cuya inauguración asistió.

Ello refleja la prioridad que el Estado le concede a esta enseñanza, que el venidero 4 de enero cumplirá su aniversario 58.

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Este 31 de diciembre la escuela Solidaridad con Panamá cumplirá 30 años de fundada. A esta institución, paradigma de la Educación Especial en nuestropaís, asistieron recientemente Raúl y el Presidente Miguel Díaz-Canel. En la foto la

directora del centro Esther María La O Ochoa, más conocida por Teté. 

Tales planes de reparación e inversiones tuvieron que ampliarse, debido a que el 27 de enero del 2019 un tornado atravesó varios de sus municipios, afectando también a instituciones escolares.

A partir de ese momento, y con la unión de varios organismos, el Gobierno y el Partido en la capital impulsaron la reconstrucción de un grupo de obras, entre las cuales estuvo la escuela secundaria básica urbana José María Heredia, en el municipio de Diez de Octubre, que resultó la sede del acto de inicio del nuevo curso escolar (2019-2020).

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Acto de inicio de curso en la ESBU José María Heredia. Foto: Ricardo López Hevia

Otra de las prioridades del MINED para el presente período lectivo lo es el proceso de informatización, por lo que cada vez se hace un mayor empleo de la red telemática (rimed) de este organismo, con más del 20 % del total de escuelas conectadas.

De igual manera, vale destacar que se consolida el trabajo en las plataformas de contenido www.cubaeduca.cu  y www.aprendiendo.cu. La primera es el repositorio curricular de contenidos de la escuela cubana, en tanto la segunda es una herramienta de trabajo colaborativo en red, que vincula las nuevas tecnologías con el medio ambiente y el Plan del Estado para Enfrentar el Cambio Climático Tarea Vida.

Por otra parte, la Educación Superior (ES) mantiene una interconexión y relaciones académicas, formativas, científicas y metodológicas con el sistema educacional.

El lograr un egresado competente, con una formación integral y comprometido con las necesidades de la sociedad, sigue siendo un objetivo primordial de la enseñanza, de cuyas aulas ya han egresado más de un millón de universitarios durante los años de Revolución.
Actualmente Cuba cuenta con 50 universidades, 22 de las cuales pertenecen al Ministerio de Educación Superior, y de estas últimas 4 ostentan la categoría de excelencia: La Habana, la Cujae, la de las Villas y la de Oriente.

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La Universidad Tecnológica de La Habana José Antonio Echeverría cumplió este año 55 anos de creada.

En el presente curso, una particularidad ha sido que los educandos de los grados terminales (4to o 5to, según el plan de estudio) conocieron su ubicación laboral entre septiembre y la primera quincena de octubre, lo cual fue un pedido de la masa estudiantil en el último congreso de la FEU.

Tal práctica beneficia a los organismos empleadores y los propios educandos. Los primeros tienen la oportunidad de preparar la fuerza de trabajo que un año después recibirán; en tanto los segundos se vinculan de manera temprana con los centros, empresas e instituciones, donde se incorporarán una vez egresados.
Hoy estudian en la ES alrededor de 240 mil alumnos —en 113 carreras, la mayoría de las cuales ya han implementado el nuevo Plan de Estudio E—, lo que equivale a uno de cada tres jóvenes cubanos entre 18 y 24 años.

“En un momento llegamos a estar muy por encima de este nivel, pero luego de realizar un análisis de la calidad de los procesos, se comenzaron a aplicar los exámenes de ingreso y por lo tanto la cifra disminuyó”, señaló el Ministro de ES José Ramón Saborido Loidi al inicio del curso en el programa televisivo Mesa Redonda.

Algo significativo en esta enseñanza son los programas de ciclo corto que forman Técnicos Superiores (de varias especialidades) en dos años y permiten dar respuesta a necesidades puntuales de los organismos. Este curso se cuenta con 25 ofertas, y se suman a las ya existentes el técnico en vigilancia y lucha anti vectorial, neurofisiología clínica y el profesor de educación artística para secundaria.

Aun cuando en el período las cifras de ingreso a las carreras de perfil agrícola y pedagógicas evidenciaron cierta mejoría, todavía la incorporación no es la esperada.

En la actualidad se forman en la ES unos 11 mil 261 profesores en especialidades pedagógicas, siendo insuficiente la matrícula en Matemática, Física, Primaria, Preescolar, Educación Laboral, así como las Técnicas, incluso hay territorios que no las tienen abiertas.

Concluye el año 2019, pero no así el curso escolar, por lo que los ministerios de Educación y Educación Superior deberán continuar en ese quehacer incansable de instruir y de educar.

Varios son los desafíos por vencer, pero quizás el más importante es lograr estándares superiores en el proceso de enseñanza-aprendizaje, que permita contar en el futuro con jóvenes preparados, comprometidos y conscientes del actuar que les corresponde en las circunstancias actuales.

El bloqueo imperialista y la puesta en práctica del Título III de la ley Helms-Burton no han limitado el desarrollo educacional en Cuba. No se han cerrado escuelas, universidades, ni centros de investigación, y cada vez existe una mayor comprensión de la importancia de la unidad para contrarrestar los planes subversivos del enemigo.

En el presente año, el Presidente Miguel Díaz-Canel ha seguido muy de cerca al sector; asistió a los balances de cada ministerio, y en las visitas gubernamentales a los territorios sostuvo intercambios con maestros y profesores. Sobresalen los encuentros con los claustros de la Universidad de Ciencias Pedagógicas Enrique José Varona, rectora en su especialidad.

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Encuentro de trabajo con el Presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez con los profesores de la Universidad de Ciencias Pedagógicas Enrique José Varona.

En tales espacios, Díaz-Canel ha insistido en la necesidad de incentivar el estudio por las Ciencias Básicas, la formación de valores, la enseñanza de la Historia, clave para continuar el legado revolucionario de Fidel, la obra educacional que él soñó, convertida ahora en realidad.

Fuente de la reseña: http://cubasi.cu/cubasi-noticias-cuba-mundo-ultima-hora/item/102699-educacion-en-el-2019-calidad-equidad-y-justicia-social

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