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Millennials’ no son haraganes

America del Sur/ Colombia/ 04.12.2018/ Fuente: www.laopinion.com.co.

No son flojos, no carecen de ambición ni de habilidades. Estos son los mitos que derrumba un estudio elaborado en nueve países de América Latina y el Caribe sobre los millennials jóvenes, de 15 a 24 años.

Los autores del estudio ‘Millennials en América Latina y el Caribe: ¿trabajar o estudiar?’ hicieron una radiografía de las habilidades, preocupaciones y ambiciones de esta generación, que se está encontrando con un mercado laboral marcado por la irrupción de nuevos adelantos tecnológicos -que amenazan con automatizar tareas y ocupaciones- y tasas de informalidad del 70%.

Las preocupaciones de esta generación en Brasil, Chile, Colombia, El Salvador, Haití, México, Paraguay, Perú y Uruguay -los países en que se realizó el estudio Financiado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y realizado ante más de 15.000 jóvenes-, son similares y las sorpresas frente a las ideas preconcebidas también.

Usualmente se considera millennials a aquellos nacidos aproximadamente entre 1980 y 2000, por lo que el informe del BID solo contempla a la franja etaria más joven de esa generación.

A diferencia de lo que puede arrojar una búsqueda en internet sobre las diferencias que hay entre países, el estudio deja claro que los jóvenes de hoy “no se levantan a las dos de la tarde ni se arrastran de la cama al sofá”, dice Andrea Repetto, profesora de la Universidad Adolfo Ibáñez de Chile, una de las coautoras de este trabajo que esta siendo presentado en varios países de la región.

Los ‘ninis’, un mito 

El estudio ha permitido “derribar tres mitos”, explica Repetto.

“Ni son flojos ni esperan vivir de sus padres”, como lo demuestra el hecho de que el 40% estudia; el 17% estudia y trabaja; el 21% solo trabaja y el 21% (unos 20 millones) pertenece al grupo de los ‘ninis’, el término acuñado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para clasificar a los que ni estudian ni trabajan.

Sin embargo, hay importantes diferencias entre los países en relación con la situación educativa y laboral de los jóvenes, aunque lo que ha sorprendido a Repetto es que la inmensa mayoría ya ha tenido alguna experiencia laboral a los 16 años.

En Paraguay, un 33% de los jóvenes solo estudia o se capacita y un 25% solo trabaja; en cambio, en Haití un 68% solo estudia, mientras que un 5% solo trabaja. También existen disparidades en las otras dos categorías de estudio y trabajo: en Colombia y Paraguay, más de una quinta parte de los jóvenes estudia y trabaja a la vez, mientras que en El Salvador y Haití menos del 10% de los encuestados se encuentra en esa situación.

En cuanto a los ‘ninis’, jóvenes de menos recursos en su mayoría, pese a que el término puede considerarlos ociosos e improductivos, el 31% busca trabajo (sobre todo hombres), un 64% se dedica al cuidado de familiares (principalmente mujeres), y casi todos realizan labores domésticas o prestan ayuda en los negocios de sus familias.

México, El Salvador y Brasil tienen mayor porcentaje de ‘ninis’ (superior al 20%), mientras que en Chile sólo un 14% de los jóvenes encuestados está en esa situación.

También hay diferencias dentro de este grupo. “Solo un 3% de ellos no realiza ninguna de estas labores ni tiene una discapacidad que le impida estudiar o trabajar”, aseguran los autores, que destacan sin embargo, que en Brasil y Chile estos llegan al 10%.

Buenos en tecnologías 

El estudio ha dejado en evidencia también las deficiencias del sistema educativo, ya que las habilidades cognitivas no son el fuerte de esta generación, como lo demuestra el hecho de que alrededor del 40% de los encuestados no es capaz de realizar correctamente cálculos matemáticos muy sencillos, útiles para la vida diaria como repartir un monto de dinero en partes iguales. Asimismo, solo un 20% se defiende en inglés.

Sin embargo, con excepción de los haitianos, los jóvenes latinoamericanos son buenos en el uso de las tecnologías y tienen buenas habilidades socioemocionales, como la autoestima, la autoeficacia y perseverancia, entre otras, lo que deja lugar al optimismo sobre las posibilidades que tienen para insertarse en un mercado laboral cambiante.

Los autores también instan a “redoblar los esfuerzos” para reducir todavía las altas tasas de embarazo en adolescentes que cercenan su futuro y que afectan sobre todo a los jóvenes con menos recursos.

“Atender la calidad de la educación es un reto común para todos los países de América Latina y el Caribe”, dicen los autores, y esto supone no solo trabajar para mejorar la educación, sino potenciar las habilidades socioemocionales que requiere el mercado laboral, como la responsabilidad, el trabajo en equipo o el liderazgo, así como el interés por aprender.

Fuente de la noticia: https://www.laopinion.com.co/economia/millennials-no-son-haraganes-166340#OP

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Libro: Millennials en América Latina y el Caribe: ¿trabajar o estudiar? (PDF)

BID / Autores: Novella, Rafael; Repetto, Andrea; Robino, Carolina; Rucci, Graciana / Fuente: Publications IADB

La juventud es una etapa crítica en la vida de las personas: un periodo de transición, en el que se han de tomar decisiones trascendentales en muchos ámbitos, especialmente en la educación y el trabajo. Conocer qué hay detrás de la elección entre estudiar y trabajar, o la combinación de ambas, permite asistir, mediante la formulación de políticas públicas, a quienes tratan de asegurar un futuro mejor para la próxima generación de trabajadores en América Latina y el Caribe (ALC). Este objetivo es prioritario debido a los cambios en el mercado laboral, marcados por la irrupción de nuevos adelantos tecnológicos que amenazan con automatizar tareas y ocupaciones. Millennials en América Latina y el Caribe: ¿trabajar o estudiar? describe los principales resultados de un proyecto regional que contó con la participación de más de 15.000 jóvenes de entre 15 y 24 años en nueve países (Brasil, Chile, Colombia, El Salvador, Haití, México, Paraguay, Perú y Uruguay). Dos levantamientos de datos (uno cuantitativo y otro cualitativo) permiten comprender mejor las habilidades, expectativas y aspiraciones de los jóvenes, y el contexto en el que ellos se desarrollan . La novedad de este estudio es que va más allá de las variables tradicionalmente levantadas en las encuestas de hogares, como ingresos o nivel de estudios, e incorpora otras menos convencionales: la información que los jóvenes manejan acerca del funcionamiento del mercado laboral, y sus aspiraciones, expectativas y habilidades cognitivas y socioemocionales. Con ello, tratamos de entender mejor a los jóvenes e impulsar medidas más acordes a los desafíos para desarrollar su potencial. Así, sobre la base de estos hallazgos, esta publicación sugiere qué acciones de política pueden ayudar a los jóvenes a realizar una transición exitosa desde sus estudios al mercado laboral. Los resultados de esta investigación, una radiografía detallada sobre los jóvenes de América Latina y el Caribe, ofrecen un panorama alentador en la mayoría de los aspectos. En él no hay cabida para prejuicios y estereotipos, como los que pesan sobre los millennials o sobre los 20 millones de ninis (jóvenes que ni estudian ni trabajan ni se capacitan) que hay en América Latina y el Caribe.

Link para la descarga:

https://publications.iadb.org/bitstream/handle/11319/9289/Millennials-en-America-Latina-y-el-Caribe-trabajar-o-estudiar.pdf?sequence=1&isAllowed=y

Fuente de la Reseña:

https://publications.iadb.org/handle/11319/9289

ove/mahv

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Millennials en América Latina y el Caribe: ¿trabajar o estudiar? Políticas públicas para la juventud (Video)

BID / 2 de diciembre de 2018 / Autor: Banco Interamericano de Desarrollo / Fuente: Youtube

 

 

Publicado el 20 nov. 2018

¿Cuáles son las razones que hay detrás de las decisiones de los jóvenes de la llamada Generación Y cuando se separa el camino entre la escuela y el trabajo? Analizamos políticas públicas que faciliten una mejor transición de la escuela al trabajo para más de 15.000 jóvenes, de entre 15 y 24 años, en Brasil, Chile, Colombia, El Salvador, Haití, México, Paraguay, Perú y Uruguay. Conoce más descargando la publicación: http://www.iadb.org/millennials – ¡Suscríbete a nuestro blog! https://blogs.iadb.org/trabajo/

Fuente: https://youtu.be/yd42zE7jAlA

ove/mahv

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Programación del Portal Otras Voces en Educación del Domingo 2 de diciembre de 2018: hora tras hora (24×24)

Domingo 2 de diciembre de 2018 / Autor: Editores OVE

Recomendamos la lectura del portal Otras Voces en Educación en su edición del día domingo 2 de diciembre de 2018. Esta selección y programación la realizan investigador@s del GT CLACSO «Reformas y Contrarreformas Educativas», la Red Global/Glocal por la Calidad Educativa, organización miembro de la CLADE y el Observatorio Internacional de Reformas Educativas y Políticas Docentes (OIREPOD) registrado en el IESALC UNESCO.

00:00:00 – Los profesores ‘comodín’ de España: ¿un fraude educativo?

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/295477

01:00:00 – Libro: El cine como posibilidad de pensamiento desde la pedagogía: una mirada a la formación de maestros (PDF)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/295464

02:00:00 – “Yo, si puedo” fortalece educación nicaragüense gracias a la solidaridad del Comandante Fidel

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/295601

03:00:00 – Paulo Freire y la Teología de la Liberación: La consciencia cristiana de la pedagogía crítica (Artículo de Peter Mclaren)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/295610

04:00:00 – Honduras: “Mala administración” impide alcanzar buenos resultados en sector educación

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/295607

05:00:00 – “Hay que hacer una jornada de comprensión lectora”: Yvelisse Prats de Pérez

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/295486

06:00:00 – México: Aprueban diputados iniciativa presentada hace un año; el ajedrez como asignatura

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/295613

07:00:00 – Conoce la tarea que diseñó esta profesora para conocer mejor a sus estudiantes (Artículo de Camila Londoño)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/295644

08:00:00 – Presentan proyecto «Biblioteca Virtual» para maestros y estudiantes de Puerto Rico

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/295619

09:00:00 – Documento: La Pedagogía del Oprimido, fundamento freireano de la Educación Popular (PDF)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/295616

10:00:00 – Estonia hace de la autonomía docente y la equidad las claves de su éxito

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/295623

11:00:00 – ¿Educamos para la ignorancia?

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/295648

12:00:00 – Corea del Sur: donde la educación sobrepasa los límites

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/295631

13:00:00 – Entrevista | “La vigencia de las normales rurales y la persecución que sufren” con Luis Hernández Navarro

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/295489

14:00:00 – César Bona: «No hay calidad en la educación si no se respeta la diversidad» (Audio)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/295634

15:00:00 – Los inmigrantes y los refugiados corren un alto riesgo de segregación en diferentes escuelas y circuitos escolares más lentos en los países europeos

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/295651

16:00:00 – Canción: Lucho por la educación | Matador (Video)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/295637

17:00:00 – Libro: Calidad educativa. Historia de una política para la desigualdad (PDF)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/295628

18:00:00 – “Si “los de arriba” quisieran la educación cambiaría” | Entrevista Laura Caldas

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/295641

19:00:00 – Las Autonomías Institucionales y la Educación

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/295483

20:00:00 – Repensar la pedagogía

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/295660

21:00:00 – Libro: Millennials en América Latina y el Caribe: ¿trabajar o estudiar? (PDF)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/295657

22:00:00 – Por unas aulas en paz en EE.UU.

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/295474

23:00:00 – Millennials en América Latina y el Caribe: ¿trabajar o estudiar? Políticas públicas para la juventud (Video)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/295654

En nuestro portal Otras Voces en Educación (OVE) encontrará noticias, artículos, libros, videos, entrevistas y más sobre el acontecer educativo mundial cada hora.

ove/mahv

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Ni vagos ni incultos: por qué los millennials no son peores (ni mejores) que sus padres

Por: Marta Ley y Paula Guisado

Los datos desmienten el tópico de los ‘millenials’ como una generación malcriada: leen más libros, visitan más museos y votan más que sus mayores a su misma edad

Sí que hay una diferencia: al ser los más afectados por la crisis, ha crecido su implicación en huelgas y manifestaciones, además de su interés por el ensayo político

Un día Matilda acompañó a su padre al trabajo. Cuando la protagonista del cuento de Roald Dahl cuestionó la forma de trabajar de su progenitor, éste le espetó: «Yo soy listo, tú tonta; yo soy mayor, tú pequeña; yo tengo razón, tú no. Y no puedes hacer nada por evitarlo».

Esta frase de la versión cinematográfica de la historia explica el escenario más radical del choque entre generaciones. El desencanto con los que llegan después se parece a la aversión irracional al pueblo de al lado. Vagos, quejicas, egoístas, acomodados… son algunos de los adjetivos con los que se ha definido a sucesivas camadas: los baby boomers, la generación X y, ahora, los millennials. Las críticas le llegan a cada uno cuando le toca y, por lo general, parten de personas con la superioridad que les otorga la experiencia de haber vivido más años.

No hay datos de en cuántas ocasiones un millennial ha escuchado eso de «yo a tu edad ya…», pero quizás no diste mucho de las veces que lo escucharon sus padres o abuelos a su edad. «Parece que a cada generación se le adjudica una narrativa poco halagüeña cuando es joven», reflexionaba Heidi Shierholz, especializada en mercado laboral y directora de políticas en think tank estadounidense Economic Policy Institute(EPI), en The Washington Post.

Con todo, la también llamada ‘generación Y’, enmarcada entre 1981 y 1996, tampoco difiere tanto de la anterior. Ante el mito del millennial como sujeto que acabaría con la cultura, los que llegaron después compran más libros y visitan más museos de lo que sus predecesores lo hacían a su edad. Aunque se ven menos jóvenes en las salas de cine, éstos lideran el consumo del séptimo arte en internet. Frente a la imagen del sujeto sin valores, es la generación que mayor interés muestra por la política en la juventud. Y pese al estereotipo del joven desinformado, leen periódicos o escuchan la radio en niveles similares a los de la anterior generación y dedican menos tiempo a la televisión.

Un ejemplo. En abril de 2016, el New York Post señalaba a los millennials por matar el negocio cinematográfico. «Los niños simplemente van menos al cine», explicaba la autora del artículo haciéndose eco de la preocupación creciente en Hollywood. La encuesta de hábitos y prácticas culturales cifraba en 10 puntos menos la asistencia al cine de los jóvenes de entre 25 y 34 años en comparación con quienes tenían esa edad en 2002, de la generación X. Y sí, van menos a las salas, pero consumen cine en plataformas como Netflix, que supera los 100 millones de suscriptores en todo el mundo, y es la opción preferida por los millennials para ver la televisión.

La lectura de prensa sí ha caído, no obstante, entre los millennials más jóvenes. Según el análisis a partir de datos del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), en 1996 hasta un 45% de la población de entre 18 y 24, miembros de la generación anterior, leía alguna noticia en el periódico de forma diaria. En 2013, para la misma franja de edad, la cifra se había desplomado al 31%. Las diferencias se recortan cuando se acerca la treintena, aunque la tendencia es a la baja: en 1996 el 47,4% de los españoles mayores de 25 y menores de 34 leían prensa habitualmente, en 2001 la cifra bajó al 45,1% y en 2013, cuando la generación Y llegaba a esa franja de edad, se quedó en el 44,4%.

Sin embargo, pese a su aparente apatía ante las noticias, esta generación tiene un mayor interés por la política de lo que en su día mostraron generaciones anteriores. En los últimos años se han sucedido muestras de actividades políticas protagonizadas por jóvenes, con el 15-M como máximo exponente. Los datos del CIS que recoge el libro El muro invisible (Ed. Debate) revelan que la participación de los jóvenes en huelgas y manifestaciones ha aumentado igualmente, aunque su explicación, en este caso, puede estar más en el contexto que en la generación.

A la hora de votar, que los millennials se abstengan más que sus mayores no es nuevo, sino un comportamiento sistemático de los jóvenes que cambia según cumplen años. De hecho, las encuestas preelectorales del CIS revelan cómo la intención de renunciar al voto disminuyó entre 2008 y 2015 para los jóvenes de entre 18 y 34 años. Esta mayor conciencia política tiene su reflejo en los libros. En los últimos 20 años, aquellos sobre ciencias políticas y economía son los que más han crecido: en 2015 se editaban 2.653 títulos, prácticamente el doble que en 1995, según se extrae de la estadística de producción editorial.

Para el desarrollo de este artículo, aceptamos desde el principio que los millennials son aquellos nacidos entre 1981 y 1996, siguiendo al centro de estudios sociológicos Pew Research Center (EEUU). Sin embargo, la línea de tiempo varía según a quién se le pregunte y puede abarcar desde los nacidos en 1980 hasta los de 2000.

Pew revela, además, que los millennials rechazan el término con el que se les agrupa. Sólo el 40% de las personas que por edad se enmarcan en esta generación se identifican a sí mismas como millennials. Según el mismo estudio, el arraigo generacional es superior en la generación X (58%), los nacidos entre 1965 y 1980, y aún mayor para los babyboomers (79%), fruto del pico de nacimientos tras la Segunda Guerra Mundial. Es difícil saber si estos grupos, que han tenido más tiempo para acostumbrarse a sus etiquetas, estaban conformes con la catalogación cuando los jóvenes eran ellos.

Dentro de cada grupo, y en esto tampoco son distintos los millennialsun amplio porcentaje se identifica con generaciones distintas a la que le corresponde. Dicho esto, la siguiente pregunta es inevitable: ¿tiene sentido hablar de millennials? ¿Tiene sentido, en fin, hablar de generaciones?

Los límites, en cualquier caso, no son arbitrarios. Cuestiones como los momentos históricos o la relación con la tecnología ayudan a determinar dónde se pone la línea. En palabras de Malcom Harris, autor del libro considerado como la mayor aportación sobre esta generación, Kids these days: human capital and the making of millennialslo que caracteriza a una generación son las crisis. Y, en este caso, la economía lo ha marcado todo.

«Cada generación se enfrenta a sus propios retos. Siempre es difícil ser joven, y más en momentos de crisis», explica María Ramos, investigadora postdoctoral en la Universidad Carlos III de Madrid y especializada en el estudio del mercado laboral. «Pero han pasado diez años y todavía no se han recuperado los niveles de empleo de previos a la crisis«, añade. Ramos es también editora de Politikon y coautora del último libro del grupo de académicos y profesionales, El muro invisiblesobre la brecha generacional.

En España, la tasa de paro para los jóvenes en los 90 era prácticamente la misma que hoy, la edad de emancipación no ha variado en 20 años y los hijos se tienen prácticamente a la misma edad, según datos del INE y Eurostat. Eso sí, los millennialsasalariados son menos y sus sueldos, teniendo en cuenta la variación del IPC, están cerca de 2.000 euros anuales por debajo de lo que sus predecesores inmediatos cobraban a su edad, según datos de la Agencia Tributaria. Además, ha sido también el grupo de edad más afectado por la crisis en términos de empleo.

«Es el mercado, amigo». Fue la frase que empleó el ex vicepresidente del gobierno y de Bankia, Rodrigo Rato, condenado por delito de apropiación indebida en el caso de las tarjetas ‘black’, cuando a principios de este año declaró ante el Congreso de los Diputados, en la comisión de investigación de la crisis bancaria. La excusa de Rato sí podría explicar qué define no solo a los millennials, sino a todas las generaciones: la coyuntura económica.

Aunque algunos autores minimizan el impacto del mercado y hablan de una generación cuyo problema, argumentan, es la falta de problemas, Shierholz apunta a un contexto de inestabilidad en cuanto al empleo como un inconveniente a largo plazo. También la economía es determinante para Harris, nacido en 1988. El autor centra sus tesis en el capital humano, aunque su generación sea ‘la más preparada’ en términos educativos, vive más endeudada y con menos perspectivas de trabajo estable que las generaciones anteriores.

¿Y los que siguen? La denominación grupal de los nacidos después del 2000 -o de 1995, o de 1997- está aún por consensuar. A principios de este año, The New York Times les preguntó a ellos mismos cómo les gustaría llamarse. Era el mismo experimento que había realizado en 1997 ABC News para saber con qué nombre preferían ser llamados la entonces generación más joven y que en aquel entonces tuvo como segunda respuesta más frecuente un incuestionable «no nos etiquetéis».

En la consulta más reciente las contestaciones siguieron la misma línea y una de las respuestas más habituales fue «¿Por qué?». «No nos llaméis nada», espetó un joven a The New York Times. «El concepto de generación cohesionada no tiene sentido».

Quizá es pronto para adjudicarles una etiqueta definitiva. Quizá la sociedad debe acabar de descifrar a los millennials antes de intentar entender a un nuevo grupo. Sólo una cosa está clara: la nueva, también, será la peor generación de la historia.

Fuente: http://www.elmundo.es/papel/historias/2018/04/26/5adf54baca4741ce088b4627.html

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Un epicentro llamado millennials

Abelardo Carro Nava

Indescriptible es todo el cúmulo de sentimientos que viví el pasado 19 de septiembre en el Estado de Morelos; esto, mientras me encontraba dando un curso a colegas normalistas de esa bella entidad porque, a fuerza de ser sincero, no existen palabras que puedan plasmar las emociones que se generaron en mi interior por el sismo que buena parte de los mexicanos vivimos ese día. Miedo, angustia, desesperación, impotencia, frustración, desazón, incertidumbre, tristeza, llanto; en fin, tantos y tantos sentimientos que, de una jalón, hicieron que mi seguridad – o al menos la que pienso tener –, se quebrantara, y no es para menos.

Algunos llaman a este fenómeno natural, el cobro de facturas por el daño que le hemos hecho al planeta; otros, un recordatorio sobre lo pequeños que somos ante los efectos del mundo moderno; unos más, consideran que es algo justo por haber perdido la fe en un ser supremo creador de todas las cosas. En cualesquiera de los casos, el hecho, el acontecimiento, el suceso, ahí quedó, como un episodio más que, con seguridad, dejó una huella profunda en alguna parte de nuestra mente y corazones.

Y en medio de todo este caos que inundó pueblos, ciudades… vaya, al país entero, estaban ellos, un grupo de millennials que ante la desgracia que embargó a familias enteras, se dieron cita para ayudar a su prójimo, a su semejante, a su igual. ¿Una lección solidaria y empática? No lo sé, y no me atrevería a calificarla de esta manera en este momento. Lo que sí es un hecho, es que su participación voluntaria y decidida, hizo que el pueblo de México volteara a verlos.

¿Habremos desestimado su configuración social a partir de lo que los estudios nos han arrojado? Es probable. Y es probable, porque buena parte de las investigaciones, nos dicen que los jóvenes que nacieron después de la década de los ochenta, tienen ciertos rasgos que indican lo contrario de lo que observamos el pasado 19 de septiembre y en los días sucesivos. En ellos, o en buena parte de ellos, se observaron algunos valores que no entran precisamente en una categoría de indiferencia, rechazo o despreocupación por lo que sucede a su alrededor – aunque sí en contra de las mismas tácticas y/o estrategias gubernamentales y políticas cuya finalidad da forma a tan conocido concepto: demagogia –. ¿Qué es lo que pasó entonces?, ¿por qué muchos hablamos de la labor tan encomiable que estos jóvenes realizaron durante y después del siniestro?, ¿qué evaluación podremos hacer con relación a la formación informal y formar que han recibido en casa y en la escuela?

Éstas, son preguntas que en lo sucesivo tendrán alguna respuesta, así como también, el que a partir de estos hechos, particularmente en México, se voltee a ver de una forma diferente a quienes, hoy por hoy, representan una fuerza ideológica y física que está aquí y que, insisto, no hemos valorado como debiera.

El uso que le dieron a las redes sociales, jugó un papel muy importante en todo esto. De hecho con este uso, confirmaron esa concepción del millennial que conocemos pero, ¿y los valores que observamos en ellos? Dese cuenta, las convocatorias que difundieron a través de Facebook o Twitter para que las personas brindaran alguna ayuda para las personas de las zonas afectadas, fue un éxito. Tan es así, que varias toneladas de víveres y demás enseres domésticos, ellos mismos las han hecho o hicieron llegar a los habitantes de la Ciudad de México, el Estado de México, Morelos o Puebla, lugares donde dicho sismo, pegó en demasía. ¿Habrá usted visto tal fuerza y empuje? Es lógico, ellos no lo habían vivido, solo visto. Y no lo habían visto porque estos jóvenes, cuyas edades oscilan entre los 15 y 29 años, no vivieron el temblor del 85. Esa tragedia que muchos tenemos fresca en nuestra memoria y que, cuando un evento de esta naturaleza llega a ocurrir en estos días, se manifiesta de la forma menos esperada en cada uno de los mexicanos que la padecimos en carne propia.

De llamar la atención fueron los incontables centros de acopio que hubo en varios rincones de la República Mexicana. No, no a través del internet. Ellos, los millennnials, físicamente se encargaron de tal proeza y eso, cualquiera de nosotros, lo pudo constatar ya que su brío y solidaridad con el pueblo de México, con la energía que caracteriza esta etapa de nuestra vida, logró acrecentar el amor por nuestra gente, nuestros connacionales, nuestros mexicanos.

No, no se confunda mi estimado lector, con estas línea no pretendo desestimar ni cometer el mismo error que, supongo, hemos cometido hasta antes de este siniestro: subestimar a esta generación de mexicanos. Por el contrario, es un merecido reconocimiento a su labor, su empuje, su empeño.

Como puede darse cuenta, en absoluto estoy hablando de la misma generación de jóvenes, con los que nosotros nos formamos, eso lo tengo claro. Ésta, es una generación de jóvenes que, por alguna razón, fue catalogada de esta forma: la generación Y; sin embargo, en el ejercicio de dar un nombre a tales o cuales generaciones, se nos olvida o se nos ha olvido, que son seres humanos que, sin importar una fecha de nacimiento, una década o un siglo, sienten, piensan, reflexionan y actúan sin distingo partidista o clasista.

Sí, hubo un epicentro el pasado 19 de septiembre pero, más allá de sismo que vivimos y del cual aún seguimos padeciendo sus estragos; prefiero quedarme con éste, el de los millennials, un epicentro social que ha marcado y marcará una etapa en la vida de mi México querido.

Finalmente, y si usted me lo permite, deseo expresar mi enorme reconocimiento a los jóvenes y maestros de las diversas escuelas normales que han sumado esfuerzos y voluntades para hacer llegar algunos víveres a quienes en este momento lo necesitan, entre ellas puedo nombrar a la Escuela Normal “Lázaro Cárdenas” de Tenería; Escuela Normal Urbana Federal Cuautla, Morelos; Escuela Normal Preescolar “Profra. Francisca Madera Martínez” de Tlaxcala; Escuela Normal del Estado de Querétaro, Escuela Normal Rural Mactumactzá; Escuela Normal Rural de Tiripetío de Michoacán; en fin, a todas y cada una de las instituciones formadoras de docentes que han aportado su granito de arena con los afectados por el movimiento telúrico.

En suma, coincido con aquellos que han afirmado y afirman que la sociedad y en especial, sus jóvenes, sobrepasaron a una estructura gubernamental, vieja, anquilosada y llena de escombros que bien pueden ser removidos si nos los proponemos. Es tiempo de reflexionar o… ¿me equivoco?

Fuente del articulo: http://www.educacionfutura.org/un-epicentro-llamado-millennials/

Fuente de la imagen: http://www.educacionfutura.org/wp-content/uploads/2017/09/descarga-768×432.jpe

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Aventura en el museo: trucos de YouTube para enseñar tecnología a los ‘millennials’

Marta Sofía Ruiz

El Museo Nacional de Ciencia y Tecnología se ha propuesto conquistar a los alumnos de Primaria y Secundaria gracias a VISIT, un proyecto que cuenta los orígenes de los microscopios o de la fotografía a través de retos y píldoras de vídeo como las que suelen consumir en YouTube. Los recorridos se configuran de antemano en base a sus preferencias mediante una ‘app’, desterrando el tedio que los jóvenes suelen asociar a estas visitas.

De la mano de la tecnología, las exposiciones buscan modernizarse y convertirse en una pequeña aventura que enganche a los más jóvenes. De esta forma, los recorridos museísticos pasarían de ser una sucesión de objetos que se contemplan para convertirse en una forma de responder a preguntas y retos que se les plantean antes y durante la visita a la instalación.

Al menos ese es el objetivo de VISIT, una nueva experiencia educativa que nace con la aspiración de divulgar la ciencia y la tecnología en los colegios españoles. Desarrollada por  la empresa española GVAM y financiada por la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT), esta aplicación emplea historias y los objetos más curiosos que se encuentran en elMuseo Nacional de Ciencia y Tecnología (MUNCYT) en Alcobendas, Madrid, para acercar a los más jóvenes a estos campos.

Allí, los alumnos pueden descubrir los inicios de la fotografía, del cine, de la televisión y de invenciones como los microscopios y los telescopios. Sin embargo, todo empieza mucho antes de que pongan un pie en el museo, implicando a los alumnos con la futura visita. Esto es posible gracias a la plataforma virtual  G-School, en la que los profesores pueden seleccionar los contenidos y planificar el recorrido deteniéndose en las piezas más atractivas para los alumnos.

Desde la cámara que viajó a la Luna hasta el curioso estereoscopio y su ilusión de imágenes con profundidad, son los propios estudiantes los que deciden cómo pasarán esas horas en el museo y qué objetos contemplarán de entre todos los que pueblan sus vitrinas.

“Consideramos interesante partir de los objetos o las piezas que puedan resultar de su interés para, a partir de estos, explicar la lección (y no al contrario)”, explica a  HojadeRouter.com Marta García-Muñoz, responsable de contenidos en GVAM. “Esto implica un cambio en la enseñanza, no solo a nivel tecnológico sino también desde el punto de vista de la metodología”. Ofreciendo la posibilidad de planificar el recorrido en función de los gustos de la clase, VISIT aplica conceptos del famoso método de enseñanza finlandés, el ‘ phenomenon learning’: contenidos personalizados en función de lo que deciden los alumnos.

UNA ‘APP’ PARA RESOLVER RETOS

Junto a la planificación previa, la otra gran protagonista de la experiencia es una ‘app’, VISIT,  disponible para Android. La herramienta ofrece a los alumnos la posibilidad de aprender antes, durante y después el recorrido mediante un formato de explicación visual y directo que emplea píldoras de vídeo que revelan desde cómo Louis Daguerre consiguió la primera fotografía hasta cómo Anton van Leeuwenhoek, un tratante de telas de los Países Bajos, mejoró los microscopios simples.

“Creemos que los materiales divulgativos deben adaptarse al tipo de contenidos que los niños y jóvenes consumen hoy en día”, detalla García-Muñoz. “ El medio de referencia es YouTube, por lo que utilizamos vídeos cortos, pistas de audio e imágenes que puedan motivar su curiosidad y animarles a seguir investigando por su cuenta”.

Aunque los alumnos pueden ojear la aplicación en cualquier momento, no es necesario que se la descarguen antes de llegar al museo. El objetivo es que interactúen con ella cuando estén en el propio MUNCYT gracias a las tabletas con la herramienta instalada que se encuentran disponibles. Con ellas, durante el recorrido, distintas preguntas y retos llamarán la atención de los más jóvenes sobre determinados objetos de la exposición y les plantearán cuestiones que solo podrán resolver si están prestando verdadera atención a lo que está expuesto.

El pasado viernes, los alumnos de 4º de la ESO del Colegio Jesús María, en Burgos, se convirtieron en los primeros en probar la herramienta. “Se les daba una tablet a cada uno, se les explicaba el funcionamiento y ellos libremente recorrían las salas del museo”, explica Marta. Según relata, la parte del reto fue la que más les llamó la atención y los alumnos decidieron organizarse por grupos para resolver conjuntamente las cuestiones que les planteaba la ‘app’.

“En una de las pruebas se les invita a utilizar los interactivos y a descubrir las diferencias entre mirar un piojo a través de un microscopio óptico o de uno electrónico. Para ello, tienen que descubrirlo en sala y marcar la pregunta correcta en la tableta”. De esta manera, comenta García-Muñoz, se establece un diálogo entre la muestra y la aplicación.

La ‘app’ ofrece además dos recorridos temáticos, «Luz y Máquinas», dirigido a estudiantes de 5º y 6º de Primaria, y «Luz y Lentes», enfocado a los alumnos de Secundaria. Este último «explica leyes de refracción y reflexión, microscopios y telescopios, etcétera, por lo tanto es de un nivel superior”, relata la responsable de contenidos. “El de Primaria se centra en las máquinas, en los aparatos, para revelar cómo el hombre, inspirado por el funcionamiento de nuestros ojos, fue capaz de crear inventos sorprendentes que han evolucionado hasta llegar al cine moderno, por ejemplo”.

La experiencia no acaba cuando la clase se monta en el autobús de vuelta al colegio. Después de la visita, los profesores pueden analizar los resultados de sus alumnos a través de los datos recogidos por la herramienta. “G-School incorpora un módulo de estadísticas que ofrece datos sobre las piezas vistas, la duración de la visita, las respuestas acertadas o falladas, etc.”, concreta García- Muñoz.

Para que la visita tampoco se termine para los alumnos, estos podrán seguir participando en actividades como grabar un ‘stop motion’ con plastilina o con muñecos de Playmobil en relación a lo que han visto en el museo. «También está el concurso Ignacio Barraquer», añade Marta, «en el que se les anima a que se fabriquen unas gafas que les permitirán experimentar cómo ve alguien con cataratas». Como incentivo, algunas de las creaciones de los alumnos podrán ser incorporadas a la propia ‘app’ y publicadas en el blog de VISIT.

En definitiva, una forma diferente de acercarse al museo para que los más jóvenes no se paseen indiferentes, sino que contemplen los objetos como hitos de la ciencia y la tecnología y como parte de una narración que les resulta interesante y les acerca a unos sectores con futuro a los que quizá se animen a dedicarse.

Fuente del articulo: http://www.eldiario.es/hojaderouter/tecnologia/ciencia-tecnologia-museo-colegios-aplicacion_0_624687938.html

Fuente de la imagen:http://images.eldiario.es/fotos/Desarrollada-GVAM-VISIT-Naciona-Tecnologia_EDIIMA20170321_0332_19.jpg

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