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¿Estamos viviendo una distopía atwoodiana?

Por: Mariela Silva

La tan controvertida situación de dos maestras uruguayas que fueron despedidas días pasados de los colegios donde desempeñaban funciones por mostrar aspectos de sus vidas cotidianas, privadas, en las redes sociales nos lleva a relacionar lo sucedido con algunas temáticas literarias.

Si bien José Saramago expresó que “la literatura no ha cambiado un ápice la historia de la humanidad”, sí nos permite, sin embargo, reflexionar sobre nuestra condición humana. Desde la antigua Grecia sentimos las voces de las mujeres de Troya, las oímos gritar todo su dolor por no ser dueñas de sus cuerpos ni de sus decisiones, por ser esclavizadas, por no lograr el respeto de sus elecciones de vida. Entre Las troyanas de Eurípides, la figura de Casandra, que siendo una virgen sacerdotisa es elegida por Agamenón para ser su esclava y “secretamente servirle en su cama”, ejemplifica la vulneración de todos los derechos femeninos: al cuerpo, a la libertad de elección, a la libertad sexual. O el caso de Andrómaca (la fiel esposa de Héctor, uno de los héroes troyanos) que habiendo hecho todo lo que una “mujer ideal de su época” debía hacer, de todos modos, se ve condenada a servir de esclava de otro hombre que sólo la quería para tener hijos. Por supuesto, hablamos del siglo V antes de Cristo.

Mucho ha cambiado la historia, pero en nuestro siglo no es menos llamativa la escritura de Margaret Atwood, quien retoma los temas relacionados con las injusticias vividas por las mujeres. El abuso sufrido por no poder tomar decisiones libres sobre sus cuerpos es un tema recurrente en su literatura. Lo que más teme Atwood es “[…] lo que ocurre cuando alguien toma el mando y decide que las cosas serán mejor si se hacen a su manera”, como plantea Laura Fernández en su artículo de El País de Madrid del 30 de mayo de 2021.1 Esa cita es la base de su obra, no sólo de El cuento de la criada, sino de Los testamentos, también de Alias Grace e incluso de Penélope y las doce criadas: alguien toma el mando y decide sobre los derechos femeninos.

En las narraciones de esta autora canadiense contemporánea aparecen mujeres que no se conforman con su posición de oprimidas, sus historias recuperan prácticas sociales de resistencia y supervivencia. En Gilead, tierra de la protagonista de El cuento de la criada, a quien se le niega su identidad, incluso su nombre, para pasar a ser Offred (“de Fred”, nombre de su amo), se castigan y aterrorizan cuerpos femeninos predominantemente, para arrasar con las subjetividades que, entonces, se vuelven vulnerables, manipulables.

Otro factor esencial en este sentido es la desconfianza que todos los habitantes sienten entre sí: existe un sistema de espías que empuja a la inseguridad permanente frente a cada gesto, aun mínimo, de desobediencia. No existen las redes sociales en ese mundo distópico del futuro atwoodiano, porque es un mundo sin tecnología, aunque con “ojos” encargados de espiar y delatar a los “traidores”. Ojos que funcionan casi como nuestras redes, prontos a juzgar y controlar las vidas de los otros.

En el inicio de la novela todo es muy parecido a nuestro mundo actual, pero en su evolución genera la pérdida total de los derechos de las mujeres. Primero, pierden sus trabajos sin explicación; inmediatamente, el gobierno totalitario les cierra sus cuentas bancarias; y de ahí en más, el siguiente paso es la pérdida definitiva de la identidad, con esto se pierde la libertad e incluso la decisión sobre sus propios cuerpos.

Hemos asistido como espectadores al despido de dos maestras uruguayas por el único defecto de tener una vida privada compartida en redes y por defender sus ideas.

Dice Atwood en una entrevista, sobre esta novela, que no se escriben este tipo de libros para que lo ficcionado suceda, sino más bien lo contrario: “Los escribes deseando que nunca se hagan realidad”, como una especie de advertencia o alerta de lo que nos podría suceder. De todos modos, El cuento de la criada se ha hecho extremadamente popular porque las cosas en el mundo nunca han estado más cerca de la realidad que presenta el libro. Continúa diciendo la autora: “Una de las reglas que me marqué para escribir ese libro fue no poner nada que no esté sucediendo ya en algún lugar o que haya sucedido en algún momento”.

En la actualidad, nunca hemos resignificado la ficción literaria como en estos días, en los que hemos asistido como espectadores al despido de dos maestras uruguayas por el único defecto de tener una vida privada compartida en redes y por defender sus ideas.

El caso de estas docentes despedidas de sus funciones –repito: no por ejercer mal su trabajo, sino por tener un cuerpo, libertad sobre este y opciones sobre sus vidas privadas– recuerda que la distopía no ocurre sólo en la literatura, y podrá ser posiblemente inspiración atwoodiana o situarnos en un país que empieza a parecerse a Gilead.

Y además, por supuesto, toda distopía nos habla del presente. No hay más que mirar a nuestro alrededor y atender lo dicho, por ejemplo, por el consejero de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) Juan Gabito, quien expresó en un diario de circulación nacional que la docencia es un “estilo de vida”. ¿A qué se refiere con esto? ¿Al apostalado? Me recuerda el libro de didáctica que estudiábamos a fines de los 80, en el que se planteaba que las profesoras debían pararse frente al espejo y preguntarse: ¿estoy vestida para ir a un centro educativo o a una discoteca?

El consejero defendió el proceder de ambas instituciones educativas con el argumento de que “cuando una persona toma la decisión de ser docente, requiere formación profesional y actitud ante la vida y la comunidad”, lo que conlleva al control. ¿A cuánto estaremos de vestirnos como en El cuento de la criada, con caperuzas que nos tapen las caras y largos vestidos que escondan el cuerpo?

Y a todo esto, conviene recordar que los hombres acosadores de adolescentes que trabajan en la educación han sido expulsados sólo cuando la Justicia intervino.

Fuente: https://ladiaria.com.uy/opinion/articulo/2021/6/estamos-viviendo-una-distopia-atwoodiana/

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Mundo: Relatoría del Seminario “Moderación de contenidos y protección de la libertad de expresión en redes sociales”

Mundo/28-05-2021/Autor(a) y Fuente: es.unesco.org

La Oficina de la UNESCO en México presenta la relatoría de este ejercicio organizado en conjunto con el OBSERVACOM.

El pasado 3 de mayo, las y los periodistas y otras partes interesadas de los medios de comunicación que participaron en la Conferencia Mundial de la Libertad de Prensa organizada por la UNESCO y el Gobierno de Namibia para conmemorar el Día Mundial de la Libertad de Prensa, hicieron un llamado a que se tomen medidas urgentes para contrarrestar las amenazas que están debilitando a los medios de comunicación independientes y locales de todo el mundo.

Debido a la preocupación que existe ante la creciente proliferación, a través de sistemas humanos y automatizados, de contenido digital potencialmente dañino, incluida la desinformación y la incitación al odio que socava los derechos de las personas y la calidad del debate público colectivo, otro de los resultados de la Conferencia titulada “La información como un bien público» fue la solicitud a los gobiernos de impulsar una mayor transparencia de las empresas de redes sociales y responsabilidad sobre cómo utilizan su poder de control.

En esta conferencia, la UNESCO presentó el informe titulado Dejar entrar al sol: Transparencia y rendición de cuentas en la era digital (Letting the Sun Shine In: Transparency and Accountability in the Digital Age), que incluye una selección de principios de alto nivel para mejorar la transparencia de las plataformas de Internet y se presenta como una tercera vía entre la sobrerregulación estatal del contenido (que derivó en restricciones desproporcionadas de los derechos humanos y un enfoque de laissez-faire y que falló en el manejo eficaz de contenido problemático, como la incitación al odio y la desinformación).

En ese contexto, la Oficina en México de la UNESCO en México y el OBSERVACOM presentan la relatoría del seminario “Moderación de contenidos y protección de la libertad de expresión en redes sociales”, celebrado en el país el 12 y el 24 de marzo del 2021 entre diversas partes interesadas: gobierno, academia, organizaciones de la sociedad civil, instancia de regulación y usuarios.

Este relato sistematiza los puntos de coincidencia y de controversia en torno a las propuestas de política pública y legislación que se han presentado en el país, y detona preguntas sobre la profundidad y alcance que, en caso de implementarse, estos mecanismos, regulaciones y procesos, deberían contemplar. Además, sintetiza los distintos marcos de referencia nacionales, regionales e internacionales, a tomar en cuenta en el diseño de cualquier acción que se construya alrededor de la libertad de expresión, el acceso a la información y la transparencia en línea y fuera de línea.

Dada la amplitud y la complejidad del debate, se evidenció la necesidad de diseñar un plan de acción y un calendario de trabajos para la construcción de mecanismos de moderación certeros, confiables y transparentes, que impulsen la construcción de una ciudadanía mejor informada, pluralista y diversa, y un ambiente que promueva el diálogo y el debate pacífico entre las personas.

La recuperación mundial ante los retos sociales, económicos, ambientales y humanos, impuestos por la pandemia de COVID-19, exige identificar las condiciones necesarias para que las comunicaciones favorezcan el desarrollo sostenible, el acceso público a la información y las libertades fundamentales. En conjunto, el informe Dejar entrar al sol: Transparencia y rendición de cuentas en la era digital, y la relatoría del ejercicio mexicano que reunió a múltiples voces expertas en la materia, constituyen un insumo fundamental para orientar la toma de decisiones en México.

Ese es el objetivo.

Relatoría Seminario Moderación de Contenidos en Internet  ( 813.56 KB)Descargar

Fuente: https://es.unesco.org/news/relatoria-del-seminario-moderacion-contenidos-y-proteccion-libertad-expresion-redes-sociales

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EL NACIONAL

Por: Roberto Patiño

A lo largo de todos estos años de trabajo en Alimenta la Solidaridad y Caracas mi Convive, hemos confirmado que un teléfono nunca será un sustituto del encuentro personal, de la conversación cercana con nuestros líderes, del cara a cara en la calle.

Los proyectos se concretan con la gente, en la proximidad del contacto, desde la conversación franca y directa, pero también es cierto que, las nuevas tecnologías y, sobre todo, los medios de comunicación, ayudan en este esfuerzo de construcción de nuevos liderazgos y contribuyen en el avance del cambio que todos queremos, para lograr una sociedad inspirada en los valores de la solidaridad, la democracia y el emprendimiento.

Las posibilidades que dan las tecnologías, las redes sociales y los medios, han convertido algo tan cercano como un celular en una herramienta de trabajo e información que nos conecta con las experiencias de otras personas. Hemos tenido la suerte de vivir en un tiempo donde comunicarnos, informarnos y coordinar es más fácil y seguimos aprendiendo sobre estas dinámicas que nos permiten estar en contacto en tiempo real con una sociedad civil febril, que se organiza, trabaja y se comunica, para hacer frente a sus problemas.

Imbuidos como estamos en esta “sociedad de la información”, el periodismo profesional, de calidad, con una metodología solvente y respetuosa de los lectores es hoy, más que nunca, necesario para fijar las coordenadas de los hechos que ocurren en el país y en el mundo, una guía personal y profesional que nos protege de la mentira y la manipulación.

Sin embargo, en Venezuela todas estas posibilidades que nos ofrecen los medios, las plataformas comunicacionales y las redes sociales, están bajo amenaza.

Solo en el año 2020, según el informe de la ONG Espacio Público, se denunciaron formalmente 965 casos de violaciones de la libertad de expresión que incluyen el bloqueo al acceso de fuentes oficiales, el cierre de 18 emisoras de radio, 4 medios impresos y 2 medios digitales. El acoso, señala el informe, incluyó la detención arbitraria de ciudadanos que usaron sus redes sociales para advertir sobre posibles casos de coronavirus.

El bloqueo selectivo y temporal de portales web en Venezuela ha obligado a muchos venezolanos a recurrir a sistemas como el VPN, un recurso que no está al alcance de todos y que limita mucho más el acceso de la información, como ha advertido el Colegio Nacional de Periodistas durante la conmemoración, el pasado 3 de mayo, del Día Mundial de la Libertad de Prensa.

La persecución y acoso constante a los profesionales de la comunicación y a los medios ha obligado a muchos venezolanos a recurrir a las redes sociales, lo que no siempre es una garantía de información confiable y nos expone a la desinformación.

Conocemos de primera mano la vocación represiva del régimen y lo que es una política de acoso y persecución a periodistas y medios se seguirán extendiendo a las redes sociales hasta llegar a las comunicaciones personales.

A lo largo de todos estos años, desde el trabajo de Alimenta la Solidaridad y Caracas Mi Convive hemos apoyado en el esfuerzo de las comunidades por organizarse, hemos compartido y difundido, el trabajo de nuestros líderes y los logros alcanzados por un verdadero poder popular organizado al que hemos acompañado, hemos visto cómo se retroalimenta e imbrica el trabajo en los sectores populares con la labor de los medios de comunicación. En esta tarea destaco el apoyo de El Nacional, un periódico que es historia, referente y modelo del periodismo profesional y comprometido que necesita Venezuela, una cabecera que nos ha dado un espacio para compartir las experiencias de este pueblo que se organiza y empodera.

A nuestros amigos de El Nacional les expresamos nuestra solidaridad y compromiso por la libertad de expresión.

www.robertopatino.com

Fuente e Imagen: https://www.elnacional.com/opinion/el-nacional-3/
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Profesor Paz Zetino: “Esos depredadores andan tras las niñas”. El Salvador

América Central/El Salvador/21-05-2021/Autora:  Susana Joma/Fuente: www.elsalvador.com

El educador habla de cómo las estudiantes caen presa de inescrupulosos que, fingiendo amistad, se aprovechan de sus necesidades y anhelos.

“Ellos cuentan muy poco. Uno se da cuenta de la gravedad de la situación hasta que salen casos en donde se produce una fatalidad”, indica el profesor Paz Zetino. Imagen de referencia

Aunque las tecnologías de la información y comunicación han traído muchas ventajas, los docentes no dejan de estar preocupados por cómo los estudiantes interactúan en el mundo digital, a veces sin mayor control, bajo riesgos de su seguridad, y hasta de su vida.

“Nosotros escuchamos comentarios de las niñas cuando dicen que tienen un amigo a través de las redes, que no lo conocen pero que se expresa bien, que la está invitando a salir y que quiere ser su amigo, y contando eso con aquella alegría como que algo extravagante ha sucedido”, comentó el profesor Paz Zetino Gutiérrez.

La preocupación es más que válida en momentos en que uno tras otro salen a luz en el país casos de jóvenes desaparecidos, o también de agresores sexuales, como el caso sonado del expolicía acusado de asesinar a dos mujeres en Chalchuapa, y del cual las autoridades dijeron en su momento tener indicios de que en otros casos había entrado en contacto con víctimas por internet.

Zetino Gutiérrez, quien funge desde hace varios años como subdirector del Complejo Educativo Walter Soundy, de Santa Tecla, sostiene que este tipo de conversaciones sobre el inicio de amistades en redes sociales surge más frecuentemente entre alumnas del nivel de tercer ciclo, incluso de primer año de bachillerato, en una etapa de la vida en donde la regla es desafiar cualquier cosa, aventurarse.

“A mí me parece que la exigencia (o presión de solicitudes de amistad de extraños) es más para las niñas. O sea esos depredadores andan tras las niñas; uno que otro homosexual hay que anda seduciendo jóvenes, porque eso también se da, eso es terrible; pero si tiene que ver con que muchos jóvenes, hombres y mujeres están fuera del control o sin el control total de sus padres”, precisó.

Con varias décadas de experiencia, este docente advierte que los jóvenes, en general, son muy dados a dar “likes” (me gusta) a cualquier situación, a entrar en contacto con personas desconocidas que les mandan solicitudes en las distintas redes sociales, pero desgraciadamente son herméticos en cuanto lo que ahí ocurre.

Paz Zetino Gutiérrez es claro en insistir en el poco control que los padres tienen sobre el uso que los estudiantes hacen de las redes sociales. Imagen de referencia / Pixabay.

“Ellos cuentan muy poco. Uno se da cuenta de la gravedad de la situación hasta que salen casos en donde se produce una fatalidad”, indica.

El educador señala que hay adultos que también, bajo riesgo, suelen entablar contacto con desconocidos a través de chats, e incluso inician romances así; pero en los jóvenes es más complicado, porque no tienen la madurez emocional para analizar el prototipo de amigos con los que interactúan.

“Por lo general (las jovencitas) son presa de invitaciones y como son bastante consumistas, a través del consumo, de la invitación a almorzar, de la invitación a cenar, ellos se dejan ir. Esa debilidad o esa necesidad es la que aprovecha este tipo de personas, como este policía que en realidad es un desquiciado mental”, comentó.

Sobre el tema, Paz Zetino Gutiérrez es claro en insistir en el poco control que los padres tienen sobre el uso que los estudiantes hacen de las redes sociales.

“Ellos manejan su teléfono como si fuera propiedad privada, nadie se los puede ver, y si se los controlan en casa pues cuando están fuera aprovechan para aceptar ese tipo de amistades o solicitudes”, indica.

El docente afirma que hay una cantidad de casos de jovencitas y jóvenes que han sido utilizados, incluso víctimas del narcotráfico, de la trata de mujeres por esa vía de las redes sociales.

“Yo creo que el llamado es más para los padres de familia y para todo mundo. Recuerde que hay un periodo de la adolescencia que hay un deseo de la juventud de conocer lo desconocido, independientemente de que eso le sea riesgoso, le traiga consecuencias, por eso caen en drogas, en todo ese tipo de problemas”, subraya.

Según explica el problema pasa también porque muchos padres no solo dejan de estar pendientes de sus hijos, sino que además subestiman lo que estos hacen en la escuela y fuera de ella.

“En las escuelas (los alumnos) se preparan excursiones en tiempos fuera de clase. Se reúnen, se van. Nosotros tuvimos una experiencia (de ese tipo). Nos dimos cuenta que de la escuela se habían ido (un grupo), porque allá estaban en el mar disfrutando de cervezas como si fueran personas adultas, y cuando llamamos a los padres para decirles ‘aquí está la evidencia en la misma foto del Facebook’, todavía nos preguntaban si eso podría ser cierto o era un montaje”, explica, indignado.

“Ellos manejan su teléfono como si fuera propiedad privada, nadie se los puede ver, y si se los controlan en casa pues cuando están fuera aprovechan para aceptar ese tipo de amistades o solicitudes”, afirma el docente. Imagen de referencia

Fuente e Imagen: https://www.elsalvador.com/eldiariodehoy/profesor-paz-zetino-esos-depredadores-andan-tras-las-ninas/838572/2021/

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Guatemala-Informe: Discurso de odio y racismo en las redes sociales. (PDF)

El presente informe fue elaborado por Guatecambia y la Fundación María y Antonio Goubaud Carrera con el apoyo de DW Akademie y el Ministerio Federal de Cooperación Económica y Desarrollo de Alemania (BMZ).
El contenido expresado en esta publicación es responsabilidad exclusiva de sus autores y el mismo no necesariamente refleja las opiniones de DW Akademie ni el BMZ.

Reseña:

En estos últimos dos meses de campaña electoral, las redes sociales se han visto plagadas por discursos racistas y de odio. Este fenómeno, que no es exclusivo de Guatemala, se ha convertido en una forma agresiva de atacar y desprestigiar a aquellos líderes, influencers o blogueros que por su etnia, género, religión u orientación sexual tienen un discurso diferente y contrahegemónico y se atreven a expresar, en las redes sociales, su opinión, su modo de pensar diferente y apoyar la
diversidad de etnia, clase, religión o género.
En otros casos, es un discurso destinado a difundir comentarios racistas o discursos de odio contra colectivos, a quienes por su condición de etnia, género, raza o simplemente por el hecho de ser extranjeros o por no pertenecer al grupo dominante del país, se les considera indeseables, inferiores o desechables, y por ello son sujetos de agresión verbal o física.
En otras palabras, el surgimiento de un discurso ideológico racista o propio de la ideología de la supremacía blanca que se ha generalizado en Estados Unidos, como una forma de depreciar, desprestigiar, descalificar y excluir al otro, ya sea física, jurídica o económicamente, vuelve a emerger de una forma inusitada también en otros países europeos.
Los discursos de odio y las prácticas racistas se expresan en casi todas las plataformas de las redes sociales, especialmente en Facebook, Twitter, Instagram y YouTube y pueden tener dos modalidades: la discursiva de la agresión verbal, insulto y humillación a los agredidos y la de incitación al odio a través de palabras o acciones que llaman a acciones violentas o que estimulan el odio, la violencia o la agresión física contra algunos colectivos. En la jerga cibernética reciben el nombre de discursos de odio o expresiones de odio y de racismo, que significan la dispersión del odio y del racismo a través de las tecnologías modernas, en donde el anonimato y la inmediatez de la respuesta enardece aún más los discursos o las prácticas discriminatorias en contra de minorías, que muchas veces no son tales y representan, como en el caso de Guatemala, amplias mayorías de la población.

Descarga aquí: Informe Discurso de Odio y Racismo en las Redes Sociales

 

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TikTok en Italia elimina casi un millón de cuentas de menores de 16 años

Entre el 9 de febrero y el 21 de abril, TikTok en Italia pidió a más de 12,5 millones de usuarios italianos que confirmen su edad. Ahora la plataforma de videos cortos dice que eliminó a más de 500.000 usuarios porque era «probable» que tuvieran menos de 16 años y alrededor de 400.000 porque declararon tener menos de 13 años.

TikTok también comentó que trabajarán para detectar y bloquear a los usuarios menores de edad, incluido el desarrollo de herramientas de inteligencia artificial para ayudar a identificar cuándo los niños están usando el servicio.

Según las propias políticas de TikTok, solo los usuarios mayores de 13 años pueden usar la red, aunque es extremadamente fácil engañar a la plataforma. Uno de los pasos que han dado en TikTok es permitir que los padres vinculen la cuenta con sus hijos adolescentes, ayudando a establecer límites, pero seguirán trabajando para mejorar el sistema.

En Italia también se lanzarán campañas publicitarias avisando de que estamos hablando de una red para mayores, creando conciencia sobre el uso seguro de la plataforma y transmitir el mensaje de que no es adecuada para menores de 13 años.

Sobre TikTok TikTok, conocido en China como Douyin, es un servicio de redes sociales para compartir videos propiedad de la empresa china ByteDance. La plataforma de redes sociales se utiliza para hacer una variedad de videos de formato corto, desde géneros como danza, comedia y educación, que tienen una duración de tres segundos a un minuto (tres minutos para algunos usuarios). TikTok es una versión internacional de Douyin, que se lanzó originalmente en el mercado chino en septiembre de 2016. Más tarde, TikTok se lanzó en 2017 para iOS y Android en la mayoría de los mercados fuera de China continental; sin embargo, solo estuvo disponible en todo el mundo después de fusionarse con otro servicio de redes sociales chino, Musical.ly, el 2 de agosto de 2018.

Fuente: https://altadensidad.com/tiktok-en-italia-elimina-casi-un-millon-de-cuentas-de-menores-de-16-anos/

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La ceguera

Por: Julio Leonardo Valeirón Ureña

Construcción de nuevos esquemas de pensamiento que permitan su interpretación y la búsqueda de las mejores alternativas para afrontarlo.

En su obra República, Platón (428 a. de C. – 347 a. de C.), escrita hacia el año 380 a. de C, para explicar la realidad del conocimiento, crea el conocido Mito de la Caverna, con el cual ilustra, desde su perspectiva, acerca del origen del conocimiento, así como, lo relativo a la representación de las cosas y sobre la naturaleza de la propia realidad.

En su estilo narrativo y anecdótico, Platón, tomando como protagonista a Sócrates, su maestro, y su hermano Glaucón, asume el diálogo, más que como una narración, como un método de investigación discursivo, y de esa manera hablan de cómo afecta el conocimiento y la propia educación filosófica, a la sociedad y a los individuos. Sócrates le pide a Glaucón que imagine un grupo de prisioneros encadenados detrás de un muro desde su infancia. Un fuego ilumina, al otro lado del muro; los prisioneros solo pueden ver las sombras que se proyectan en el fondo de la caverna, de todo aquello que pasa entre ellos y el fuego. Le dice a Glaucón que los prisioneros terminarán creyendo que aquello que observan, las sombras en el fondo de la caverna, es el mundo real, sin percatarse de que son solo apariencias. Cuando uno de los prisioneros se libera de sus cadenas y asciende hacia la salida, dice Sócrates, en un principio el resplandor le ciega y lo impulsa a volver a la oscuridad; solo cuando logra, por su persistencia, acostumbrarse a la luz del fuego y empieza a ver lo que realmente pasa por la entrada de la caverna, inicia su primer paso en la adquisición del conocimiento. Se pudiera argumentar, cuando solo vemos lo que nuestros propios ojos ven, es muy difícil llegar al conocimiento de las cosas tal cual. O dicho de otra manera, a veces “solo vemos, lo que queremos ver, en presencia o ausencia del objeto visto”.

Cuando Peter Berger y Thomas Luckmann escribieron su libro La construcción social de la realidad[1], nos pusieron a todos los científicos y académicos sociales a reflexionar acerca de éste gran tema. Se dice, incluso, que dicha obra ha sido una de las más importantes e influyentes de la sociología y la psicología social contemporáneas. Dos cuestiones se constituyen en las tesis fundamentales de los autores referidos:

  1. La realidad se construye socialmente.
  2. La sociología del conocimiento debe contribuir al análisis de los procesos que lo hacen posible.

Así pues, el principal rol de la comunicación social se centra en la construcción de “opinión pública” en torno a los acontecimientos de la vida social y política, y por qué no, incluso farandulera. Pero, sobre todo, desde “ciertas perspectivas”.

Con frecuencia escuchamos dos o más comunicadores sociales, políticos, juristas, incluso hasta profesionales de la ingeniería y la salud, discutir acerca de algún tema en específico y pareciera que están hablando de dos cuestiones totalmente distintas, aún se trate incluso de un mismo texto leído entre ambas partes.

Hay quienes argumenta, que “todo es, según el cristal con que se mire”. El problema es, por supuesto, desde que cristal se observa la realidad y en qué medida dicha idea representa la realidad que se trate.

Quizás sea pertinente traer a colación el llamado “efecto Werther”. Cuando se publicó en 1774 la novela de Goethe “Las penas del joven Werther”, una oleada de suicidios en jóvenes de ambos sexos fue la consecuencia de su empatía, ante el infortunado personaje de la novela. Esto nos muestra cuan vulnerables somos cuando se trata de los procesos de masas.

Por su carácter estratégico en lo relativo a la construcción de un proyecto de país, la educación no puede ser vista “solo desde un cristal particular”. Como bien social, la educación debe estar muy por encima de los intereses particulares de ningún grupo, no importa su naturaleza. Pese a los esfuerzos de construcción del Plan Decenal de Educación 1992-2002, que en su etapa previa se constituyó en un movimiento social diagnóstico del sector educativo y que involucró a todos los sectores sociales, posteriormente en sus diversas etapas históricas de ejecución, terminó siendo “según el cristal con que se mire”. Cada grupo, en su momento, pretendió constituirse en el referente más idóneo de los intereses educativos nacionales. Los resultados están ahí, a la vista de todos. Los logros de aprendizajes de nuestros estudiantes, aún hoy, están muy por debajo de las expectativas formuladas en el primer plan decenal de educación.

Por otra parte, la problemática que vivimos hoy es lo suficientemente compleja, como para abordar la cuestión educativa desde una sola perspectiva. En primer lugar, vivimos una crisis profunda por un modelo económico generador estructural de pobreza y desigualdad que se ha venido agotando paulatinamente, que llevó incluso al Secretario General de la ONU Antonio Guterres en el homenaje anual a Nelson Mandela de 2020, a decir lo siguiente: “las 26 personas más ricas del mundo poseen tanta riqueza como la mitad de la población mundial”. No hay dudas, vivimos una época de alta producción de riqueza, a costa de todo el daño ecológico con que se agrede a la “madre tierra”, pero que al mismo tiempo, solo ha servido para incrementar la pobreza y la desigualdad social. En segundo lugar, la crisis social y económica cobra matices más complejos por la pandemia por el coronavirus y todas sus consecuencias sociales y económicas, afectando principalmente a las poblaciones más vulnerables. En tercer lugar, somos testigos de un desarrollo sin antecedentes en la historia respecto al conocimiento y su disposición, así como el de las tecnologías de la información. Manuel Castells ha señalado, que las tecnologías de la información y las redes sociales han inaugurado una nueva manera de relacionarnos, y una nueva manera de ejercicio incluso del poder social.

En ese contexto, no es posible mantener el modelo educativo que ha prevalecido en los últimos 30 o 40 años. Dicho modelo, no solo que no es capaz de dar respuesta a las necesidades particulares de los propios sujetos, sino incluso, a las de la sociedad contemporánea en su conjunto.  La escuela, como herramienta de construcción de sentidos, tiene que ser repensada en todos sus órdenes, desde una perspectiva pedagógica crítica, colocando en el centro de la cuestión, al sujeto concreto.

Asumir dicha perspectiva, en las actuales circunstancias, es romper con las visiones que hasta el momento han pautado el quehacer la educación dominicana. No es posible seguir amarrado, a la ya tradicional visiones cortoplacistas y particulares, so pena de seguir en la ceguera ante las nuevas realidades sociales y culturales que nos rodean y que exigen nuevas maneras de pensar y actuar en educación.

Salgamos de nuestras cuevas, entendamos una vez por todas que la educación como la salud, no tienen apellidos ni colores políticos, sí el de un país que reclama a sus líderes políticos y sociales respuestas efectivas a los problemas nacionales, desde la perspectiva de los intereses nacionales colectivos, que siempre estarán por encima de todos los intereses particulares, sean esos de naturaleza personal o corporativos.

El tiempo avanza irremediablemente y aún no se visualiza ninguna acción dirigida a repensar la educación y la escuela, como lo demanda el propio presente, y más aún, el futuro del mundo y de la propia República Dominicana.

Del prólogo escrito por Catalina Andújar Scheker, en el documento de la OEI (Organización de Estados Ibero-americanos), La educación dominicana al 2021: reflexiones, planteamientos y experiencias, recojo la siguiente idea, que muy bien viene al caso:

“Las deudas educativas acumuladas del siglo XX, no sólo en la República Dominicana, sino en toda la región iberoamericana, nos señalan que la educación sigue siendo una cuestión de justicia social. Por tanto, se hace necesario impulsar y fortalecer acciones integrales e intersectoriales. que atiendan las desigualdades y favorezcan oportunidades educativas de calidad.

Por otro lado, están los nuevos retos de la sociedad de hoy, caracterizada por los cambios continuos, la celeridad y la incertidumbre, lo que sin dudas complejiza aún más la situación educativa actual. Este escenario complejo demanda la construcción de nuevos esquemas de pensamiento que permitan su interpretación y la búsqueda de las mejores alternativas para afrontarlo.

Avanzar en estos desafíos requiere articular esfuerzos y acciones coherentes; demanda que el país incremente su capacidad de producir conocimiento e innovar”.

Dejemos solo los ojos vendados a la justicia.

[1] Primera edición en castellano, 1968. Amorrortu editores

Fuente: https://acento.com.do/opinion/la-ceguera-8942567.html

Imagen: RepentAndBelieveTheGospel

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