Coral Regí: «Si el niño crea lenguaje y pensamiento propio, es que ha aprendido»

21 julio 2016/ Autor: Pablo Rodríguez/Fuente: El Diari de l´Educació

Coral Regí es inquieta y salta de un tema a otro: cambio educativo, nuevas tecnologías, creatividad, trabajo por proyectos … Esta inquietud, asegura, está también en el ADN del centro educativo que dirige, el Virolai, situado en el Cerro del Carmel, mirador privilegiado de la ciudad de Barcelona. Esta escuela concertada hace doce años que puso en marcha un proceso de transformación con el objetivo de que lo que aprenden sus alumnos en la escuela les sea útil para el día de mañana. Tan fácil de decir y tan complejo de llevar a la práctica. Por el camino han decidido potenciar el trabajo globalizado -en esta entrevista nos explicará en qué consisteix- y las competencias sociales, comunicativas y digitales.

¿En qué ha consistido el replanteamiento educativo de su escuela?

De entrada hay que decir que nuestra escuela tiene la inquietud en su ADN. El proyecto educativo, que tiene más de 40 años, ya contempla que no menos del 40% de las actividades las hacemos en equipo. Pero sí, nos planteamos que las estructuras del centro no se correspondían al momento actual, y desarrollamos tres estrategias para alcanzar en 15 años los cambios educativos necesarios: buscar nuevas metodologías -trabajo cooperativo, proyectos, webquest … – con mucha formación del claustro , abandonar el marco de los contenidos y trabajar por competencias, y plantear un enfoque globalizado del aprendizaje. El cambio educativo pasa por una transformación de todo el equipo, y nunca es de hoy para mañana. Nosotros llevamos 12 años y te diría que no hemos llegado a ninguna parte, y nunca llegaremos.

¿A qué te refieres?

A que la escuela debe educar por el mañana, y como el mañana es tan variable, el formato de la educación debe ser muy adaptable, poco rígido. Me estremezco de pensar que el Diario Oficial de la Generalidad de Cataluña se publique algún día como debemos trabajar por proyectos, por ejemplo. Los centros deben tener autonomía para poder adaptar los aprendizajes.

Pero siempre tienes que partir de un tronco común, unos objetivos a partir de los cuales adaptar los aprendizajes. ¿Cuáles crees que serían?

En primer lugar garantizar una formación en valores sólida, que prepare ciudadanos resilientes, solidarios, con competencias sociales, con cultura emprendedora -no en el sentido de negocio, sino de saber conducir tu vida- … Personas con capacidad de empoderamiento. Y sí, tiene que haber un tronco de competencias comunes para alcanzar. Para mí las comunicativas en todos los lenguajes son clave: leer, escribir, hablar bien, conocer los registros, capacidad de razonamiento … Y a partir de ahí abrirlos al mundo para que no pierdan nunca la ilusión por aprender. También trabajar a partir del fracaso. La cultura Mediterráneo no sólo el penaliza, sino que lo esconde! A los alumnos les tenemos que decir: «Te ha salido mal? Qué bien! ¿Cómo es? Analicemos lo! «. El fracaso no te ha de herir la autoestima, te ha de ofrecer retos para mejorar. En resumen: pies arraigados en el entorno, fortaleza interior ya partir de ahí herramientas para seguir aprendiendo.

Aprender a aprender, es esto?

Sí, y eso hoy implica sobre todo saber gestionar información. El papel del maestro no desaparece, como se suele decir, sino que sube de registro. El profesor debe enseñar a buscar diferentes fuentes de información -nadie aprende de una única fuente-, a analizar con sentido crítico, a resumir, a verbalizar. Todo el proceso de curación de la información hasta llegar al punto sublime del aprendizaje: que el niño sea capaz de formularlo con sus propias palabras. Si el niño crea lenguaje y pensamiento propio, es que ha aprendido. Si llega a casa y explica Gaudí a sus padres, ha aprendido. Aprendemos lo que utilizamos inmediatamente y lo que sabemos enseñar.

Como se traslada esto a la práctica diaria del aula?

Los alumnos, cuando ya han aprendido algo, lo explican a sus compañeros. Un ejemplo: el otro día los niños de P-5 fueron a Quinto y Sexto a explicar algo que habían aprendido. Y no es un juego, ¿eh? Es importantísimo. A veces cuando se habla de cambio educativo la gente cree que es una moda o una diversión, que nos gusta el novisme … y no! Lleva mucho trabajo tanto para el alumno como para el profesor. Para el alumno es más fácil llegar a clase, que le hagan un esquema en la pizarra y que al día siguiente se lo pregunten.

 Has mencionado que en su transformación ha apostado por el trabajo globalizado. ¿En qué consiste?

En un enfoque educativo que va más allá de una materia en concreto o del contenido de un libro de texto. No siempre significa trabajar todas las materias a la vez, a veces puede significar no trabajar ninguno de concreta. No es sinónimo de interdisciplinariedad. Podemos abordar en clase la cumbre de París, si a los chavales les afecta, o el big data. Si queremos que la escuela sirva para aprobar exámenes, el sistema de asignaturas funciona perfectamente. Si queremos que sirva para la vida, debemos partir de problemas reales. Tu generación, por ejemplo, ha aprendido inglés, informática y comunicación fuera de la escuela, y eso es seguramente lo más importante en tu vida laboral.

Hombre, visto así, sí.

Perdemos el tiempo! El aprendizaje globalizado debe introducir las competencias para la vida en el día a día de la escuela.

Pero no todo puede ser trabajo por proyectos. Algún día los alumnos deberán aprender las conjugaciones verbales, o las escalas musicales. ¿O no?

Sí, nosotros dividimos el tiempo escolar en una parte donde hacemos este teball, más instrumental, y luego una parte de trabajo globalizada y otra de expresiones como la música o la plástica.

El trabajo globalizado puede ser útil para aprender cualquier disciplina?

Mi opinión es que debe venir de natural. Si hacemos un proyecto sobre la cumbre de París podremos aprender geografía, estadística, ecología, ética … Pero no todas las materias, tampoco hay que forzar. Lo que hace falta es equilibrar los proyectos. La ciudad, por ejemplo, da mucho juego: se puede trabajar desde la perspectiva tecnológica, literaria, social, ecológica … También trabajamos con periodos interprojectes, durante los cuales los niños hacen preguntas.

Cualquier proyecto es bueno si parte del interés del niño?

No. Hay que intentar conjugar. Algunos vienen ya dados por los docentes para que requieren coordinación por parte de todos los profesores. No todo se puede trabajar de forma globalizada ni todo puede ser planteado por los alumnos. Pero sí a menudo partimos de preguntas. El otro día un niño se preguntaba por qué se hundió el Titanic y sus maestros utilizarlo para trabajar la densidad del agua. Se trata de incorporar proyectos del mundo real, que aprendan cosas trascendentes. Centrar la escuela en el alumno, una frase que puede parecer obvia, pero es que el día a día es muy perverso. A veces parece que la escuela esté hecha para que los profesores enseñen. «Tanto bien que explico, tan bonito que es el tema, y los alumnos no han aprendido nada», se preguntan algunos docentes. Es que tu misión no es hacer una clase muy buena, ni contarte como los ángeles, sino que los niños aprendan!

Potenciar competencias sociales o emocionales puede generar cierta incertidumbre entre los maestros: como saben si los alumnos las están adquiriendo?

Valorar cuestiones cualitativas siempre es complejo. Como medimos la competencia de colaboración? Y los valores sostenibles? No tenemos indicadores, pero los tenemos que buscar. Debemos tener elementos que nos digan si vamos por el buen camino. De momento lo que nos va muy bien a nosotros es el feedback de los antiguos alumnos y los actuales, claro.

No hemos hablado de otra competencia que me consta que le preocupa como centro: la digital. ¿Qué papel juega en el sistema educativo actual?

Nosotros estamos en un programa que se llama de los usuarios digitales a los creadores digitales. No creo en los nativos digitales, nadie nace enseñado, sólo que accede antes a la tecnología. Si queremos educar personas libres deben tener herramientas de control sobre la tecnología: saber programar es crucial conocer el software libre … La capacidad de creación que permiten las TIC es muy potente. En nuestros proyectos intentamos que los productos finales puedan ser vídeos, infografías, pósters, webs … Las posibilidades de creación amplían.

No os da miedo que aumenten las conductas de riesgo como el ciberacoso o el abuso de las redes sociales?

Hay dos principios, que ya les marca el Consejo Escolar. Uno de ellos es la autoridad del profesor, que marca cuando se puede usar y cuando no una herramienta digital. El otro tema es el de las relaciones personales y la convivencia: no uses el móvil para molestar. La incorporación de las TIC debe ser inherente. Como le puedes decir a un niño que no haga una foto en la pizarra en vez de copiarla? Pero si lo hacemos todos! Lo que tenemos que enseñarle es a hacerlo bien. Las TIC deben pasar a ser invisibles.

Me decías que las TIC tienen más potencial creador, pero como se crea un clima escolar de creatividad?

No diciendo nunca que no. Nunca diciendo que algo está mal hecha, aceptando que hay varias formas de hacer. Y también demostrar que el proceso de creación es cansado. A menudo pensamos que el niño creativo es el que tiene ideas. No, el niño creativo es el que tiene ideas buenas y las acaba plasmando. Ser creativo requiere un esfuerzo, no es un juego. A menudo asociamos la escuela antigua en el esfuerzo y la nueva a la filosofía happy flowers. Y no, esta conlleva mucho esfuerzo! Y el profesor debe facilitar, orientar, avisar … Pero nunca descabezar.

La curiosidad se mata fácilmente.

Exacto! Y requiere un esfuerzo, tiene un punto de sufrimiento, de reto. No tener curiosidad es más cómodo, es más conformista.

Fuente: https://translate.googleusercontent.com/translate_c?depth=1&hl=es&prev=search&rurl=translate.google.co.ve&sl=ca&u=http://diarieducacio.cat/coral-regi-si-el-nen-crea-llenguatge-i-pensament-propi-es-que-ha-apres/

Comparte este contenido: