Fuente FECODE/El alcalde es consciente que las instituciones educativas de su municipio no reúnen las condiciones para la jornada única, por eso se opone, a su implementación hasta tanto no se suplan las necesidades.
La implementación de la jornada única en el municipio de Fusagasugá (Cundinamarca) no ha sido una experiencia positiva para estudiantes y profesores. Largas jornadas, falta de alimentación e instituciones educativas sin las condiciones mínimas, son una muestra de ello.
“Jornada única sí, pero no así”. Esa es la petición que la administración municipal de Fusagasugá le hace al Ministerio de Educación Nacional, pues las instituciones educativas no se ajustan a las necesidades mínimas que requiere la comunidad en el municipio.
Luis Antonio Cifuentes, alcalde de Fusagasugá y quien fue dirigente sindical del magisterio, opinó: “indudablemente el tema de las plantas físicas debe ser un aspecto muy importante a tener en cuenta. El hecho de no contar con la infraestructura necesaria, como laboratorios, bibliotecas, salas de sistemas e internet impiden ofrecer una educación de calidad; sumado a las dificultades que se presentan en el transporte y el desplazamiento, debido a que el municipio está en un acelerado crecimiento, han conllevado a que haya una mayor demanda de estudiantes, pero, así mismo, más necesidades para poder entregar este servicio”.
Por ahora, la jornada única ha sido implementada en los grados decimo y once de dos instituciones educativas. Estudiantes del colegio Manuel Humberto Cárdenas Vélez ya sufren los impactos negativos de esta jornada única mediocre. Así lo manifiestan. “Nuestra institución no cuenta con un espacio físico digno donde podamos consumir los alimentos”, comentó la estudiante Camila Alejandra Chica Rojas.
Con la llegada de este modelo al municipio, llegaron los problemas de alimentación para los estudiantes, quienes se ven sometidos a una jornada escolar de ocho horas y no reciben ninguna alimentación. Así lo denuncian los padres de familia. “En este momento lo que más nos preocupa es la alimentación de los estudiantes, puesto que los alumnos de décimo y undécimo, quienes tienen jornada extendida hasta las tres y media de la tarde, no cuentan con el refrigerio escolar. Lo que quiere decir que muchos de ellos deben pasar el día únicamente con lo del desayuno”, anotó Diana Mireya Cifuentes, madre de familia.
Un número importante de alumnos tampoco cuentan con el servicio de las rutas escolares. Tatiana alba, estudiante, lo ratificó: “no me parece justo que a los alumnos que estudian lejos a la institución no se les garantice el transporte escolar”.
Los profesores no son ajenos a los problemas que se han presentado con la implementación improvisada de un modelo educativo, que por ahora trae más problemas que calidad en la educación. El docente Héctor Orlando Sánchez replica: “en la institución faltan más salones y más maestros que estén especializados en programas deportivos y artísticos, entre otros, los cuales son necesarios para la formación de los estudiantes”.
La comunidad educativa del municipio le exige al Ministerio de Educación el giro de los recursos que se requieren para la adecuación de las plantas físicas en los colegios, también reclaman que se garantice una alimentación escolar de calidad.