Centro América/ Puerto Rico/ 8 de nviembre de 2016/Fuente y autor elnuevodia/Reynaldo R. Alegría
La educación se ha convertido en tema trillado de los políticos tradicionales, incluyendo los llamados independientes. Es importante que un gobierno acepte esta responsabilidad y provea los mecanismos necesarios para ir adaptando esa ineludible labor del Estado al compás de nuestros tiempos.
En ese sentido, el Plan Estratégico de David Bernier integra dos ejes o principios rectores para refundar la educación puertorriqueña. Se trata de dos valores, a saber: un cambio en la racionalidad educativa y una transformación radical en las instituciones pedagógicas encargadas de educar a nuestros niños y jóvenes.
En primer plano, la escuela como centro transformador-cívico deberá: 1) Fortalecer la cohesión y promover activamente una cultura de la equidad social. Aquí nos detenemos un momento. Mientras escribo acaba de ocurrir una tragedia en la Ciudad de Ponce. La misma aparenta ser causada por los estragos que se manifiestan en los patrones de violencia doméstica. En esta tragedia han muerto tres niños inocentes. Esta es la realidad: además de los esfuerzos policiales y judiciales para frenar la epidemia de la violencia de género, es necesario reforzar en nuestros sistemas educativos esa cultura de paz y equidad. Todo aquél que plantee lo contrario, comete un grave error histórico y niega sistemáticamente una realidad social que azota a miles de mujeres y niños; 2) Garantizar un modelo pedagógico flexible que se adapte a las características de cada estudiante y que, a su vez, supla sus necesidades, de manera individualizada; y 3) No menos importante, contrario a la visión antipuertorriqueñista de Ricardo Rosselló, es afirmar dentro de esa nueva racionalidad escolar la identidad del puertorriqueño en un contexto global. David Bernier se encuentra convencido de que los nuevos currículos de “enseñanza reafirmen y valoren la identidad puertorriqueña en su contexto comunitario, caribeño, latinoamericano y global. Querer a la patria es la zapata que en el que se erige esta nueva racionalidad educativa”.
En segundo término, el Plan Estratégico plantea una reforma institucional radical al proponer el “Proyecto de Escuelas Autónomas”. Se trata: 1) De atemperar la escuela a las realidades y necesidades del Siglo XXI. Legislativamente se revisará la Ley Orgánica 149, “proveyendo mayor autonomía escolar y mayor participación de sus asambleas en la gobernanza de la escuela. La escuela será en sí misma un ejercicio de participación y democracia”; 2) De la descentralización del sistema educativo en Puerto Rico. El liderazgo gerencial y transformador debe recaer en el director de cada escuela, en su consejo escolar, en el estudiantado y en el magisterio, los cuales conocen sus circunstancias y problemas más apremiantes; y 3) Por último, y no menos apremiante, el ambiente de trabajo, las condiciones de los planteles y los recursos con los que cuente la escuela son determinantes en el proceso de convertir la escuela en un centro social para la transformación. Por eso, David Bernier es el único candidato que se ha comprometido con “reforzar las condiciones de trabajo de los maestros y directores escolares, con especial énfasis en la capacitación y el apoyo directo a los maestros”.
Y esto es lo que deben entender todos los candidatos o candidatas, sin generar un clima hostil hacia el magisterio: las grandes transformaciones en el sistema educativo puertorriqueño se hacen en conjunto, en democracia, con nuestros maestros y no en su contra.
DESCARGA AQUI el Plan Estratégico para Puerto Rico de David Bernier
Twitter: @ReynaldoAlegria
Fuente: http://blogs.elnuevodia.com/puerta-roja/2016/11/02/bernier-y-la-educacion-una-nueva-politica-de-desarrollo-humano/
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