Nigeria/Noviembre de 2016/Fuente: UNICEF
En las comunidades rurales de Nigeria, la defecación al aire libre es un problema común que ocasiona graves peligros para la salud pública. A continuación le contaremos cómo Zainabu Abubaker, que dirige el departamento de agua y saneamiento del gobierno de su provincia, ha ayudado a que su comunidad esté prácticamente libre de la defecación al aire libre.
“Me llaman la Mujer de hierro, pero no sé por qué”, dice, riéndose, Zainabu Abubakar. “No soy una fiera ni nada de eso, solo hago mi trabajo”.
Zainabu tiene cuatro hijos y vive en el estado de Katsina, al norte de Nigeria. En 2009, el gobernador del estado la nombró directora del Departamento de agua, saneamiento e higiene (WASH) de la zona del gobierno local de Bakori, algo inusual en una región en la que hay muy pocas mujeres responsables de la toma de decisiones.
“Estudié enfermería en la universidad porque siempre me ha apasionado ayudar a mejorar la salud de la comunidad, especialmente la de mujeres y niños. Este es el cargo perfecto para mí”, asegura.
Eliminar la defecación al aire libre
El trabajo de Zainabu es especialmente importante en un país como Nigeria. Según la Encuesta Nacional Demográfica y de Salud de 2013, el 28% de los nigerianos practicaba la defecación al aire libre, mientras que un 37,3% utilizaba letrinas no mejoradas.
Zainabu trabaja muchas horas y dirige un equipo de 96 trabajadores: se trata de uno de los departamentos de WASH más amplios del país. Pero no siempre ha sido así. “Comenzamos como un equipo muy pequeño y con poco dinero, pero luchamos para lograr obtener tanto el presupuesto como los empleados que necesitábamos. Fue necesario mucho trabajo, pero, por suerte, nuestro gobernador nos apoyó. Él confiaba en que una vez que tuviéramos el dinero, habría resultados. Nosotros nos aseguramos de que no lo decepcionaríamos”.
Poco después, Zainabu y su equipo siguieron adelante y pusieron en marcha en el distrito un programa extensivo en materia de agua y saneamiento. Una de las primeras iniciativas del programa fue la de Saneamiento Total liderado por la Comunidad (CLTS). En 2009, esta se consideraba una medida moderna e innovadora que inspiraba a las comunidades a construir sus propias letrinas y eliminar la práctica de la defecación al aire libre: un problema común, especialmente en las zonas rurales. En la actualidad, el programa SHAWN II (Saneamiento, Higiene y Agua en Nigeria) se está llevando a cabo en colaboración con UNICEF y ONG aliadas, y cuenta con la financiación de UK Aid.
El compromiso de la comunidad
En menos de seis años, casi el 90% de las comunidades de Bakori han obtenido el certificado de comunidades sin defecación al aire libre. Esto significa, además, que los residentes han adoptado prácticas como lavarse las manos y que cuentan con acceso a agua segura gracias a la instalación de fuentes de agua nuevas.
“Esta es una de las razones por las que estoy más orgullosa. Está funcionando, y la diferencia es muy visible en las comunidades: la diarrea y los vómitos han disminuido drásticamente en los últimos años. Eso es lo primero que me cuentan cuando visito comunidades sin defecación al aire libre”.
Cambiar la mentalidad es un proceso largo y, por ello, los oficiales de la salud visitan las comunidades con frecuencia para controlar su desarrollo. Después, el equipo de Zainabu revisa atentamente los informes. “Realizo un seguimiento exhaustivo de lo que sucede en las comunidades: las conozco a todas y tengo suerte porque sé que cuento con un gran equipo que las ayuda”.
A pesar de los avances conseguidos, Zainabu aún se enfrenta a dificultades a diario. “La labor de directora puede ser difícil por ser mujer”, asegura. “Esto funciona así, pero yo soy una persona honesta y sé cómo manejar la situación. Espero servir de inspiración para otras mujeres para convertirse en líderes dentro de sus gobiernos. Es necesario que seamos más”, sonríe. “Es difícil, pero tengo claro aquello en lo que creo y estoy luchando para hacer lo mejor por las comunidades”.
Por último, Zainabu espera que otras provincias sigan el ejemplo del gobierno de Bakori. “Todavía queda mucho por hacer en Nigeria”, sostiene. “Espero que en otras provincias también sean capaces de desarrollar departamentos de saneamiento e higiene tan completos como el nuestro. Esto puede traer un cambio real, ya que contamos con los trabajadores y los recursos necesarios para poner en marcha un gran programa. A fin de cuentas, es la voluntad política y el trabajo lo que ayuda a lograr un cambio. Con eso, creo que todo es posible”.
Fuente: https://www.unicef.org/spanish/infobycountry/nigeria_93327.html