España/06 febrero 2017/Fuente: Heraldo
Desde saber de dónde vienen los alimentos que luego se encuentran en el plato, a reforzar los valores que aporta el trabajo compartido o poder ejemplificar aspectos teóricos de clases de matemáticas o tecnología. Son innumerables los beneficios que puede tener para los niños contar con un huerto en el patio de su colegio, y así lo percibieron los padres y madres del colegio Alcoraz de Huesca, que mediante la Amypa ‘Loreto’ del colegio, han conseguido convertir este curso en realidad un proyecto que empezó a gestarse hace tres años y que fue acogido muy favorablemente por parte del equipo directivo del centro desde el primer momento.
“Nos pareció muy interesante poder añadir al centro un nuevo equipamiento, que además podía ser interesante para reforzar el trabajo que se lleva a cabo dentro del aula en todos las edades, desde educación Infantil hasta toda la Primaria”, explica Santiago Pujol, uno de los miembros del Amypa, además de integrante de la comisión encargada de este huerto dentro de la asociación de padres, desde la que el espacio verde se plantea como “una herramienta más” dentro de las que dispone el colegio para impulsar la educación de los niños.
Otro de los objetivos con los que se planteó el proyecto original era, además, poder dotar a la instalación de un trasfondo social, mediante la colaboración con diferentes colectivos que trabajen en este área en la ciudad. Ese ‘valor añadido’ perseguido por los promotores ha cobrado especial transcendencia en los últimos días, después de que desde el servicio provincial de Educación se eligiera el centro como piloto para llevar a cabo una iniciativa de convivencia a través del trabajo en el huerto, entre los usuarios de las asociaciones de personas con discapacidad de la ciudad y los alumnos y profesores del Alcoraz. Un carácter integrador con el que se empezaría a trabajar en el próximo curso.
No obstante, el huerto se ha convertido ya en una realidad, con la instalación del parterre de plantación, sus sistema de riego, una compostadora de residuos y una caseta de herramientas todavía por equipar, todo delimitado por una valla. “Tenemos la suerte de que el patio es todo de tierra y tiene una orientación muy favorable para el cultivo”, apuntan desde el Amypa del centro. En la colocación, además del inestimable trabajo de las propias familias, también trabajaron usuarios de Arcadia a través de sus talleres de jardinería.
Aunque esta época del año no es la más favorable para empezar a ver los frutos, uno de los profesores se inició ya en la actividad en el huerto, plantando las primeras semillas con sus alumnos, que brotan tímidamente. No obstante, desde la Amypa plantean en los próximos meses la creación de una extraescolar ligada al huerto, así como un calendario con todas las tareas que supone su mantenimiento, y en las que implicar a las familias y al equipo docente. “Queremos celebrar una pequeña fiesta de inauguración un poco más adelante, en la que todos los padres puedan conocer el proyecto y presentarlo también a todos los profesores, ya que es necesaria la implicación de todos, pues se trata de una iniciativa con continuidad, que debe mantenerse en años futuros”, señala Santiago Pujol.
La financiación ha corrido a cargo de los fondos con los que contaba la asociación, así como de algunas ayudas que se han pedido. “Tuvimos la suerte de recibir una subvención por parte del Ayuntamiento, que nos ha supuesto un gran respaldo de cara a llevarla a cabo, ya que el montante final siempre es mayor de lo que puede parecer en un inicio”. También la fundación Caixa Forum ha realizado su aporte para la iniciativa.
Este no es el único proyecto relacionado con el Medio Ambiente que se impulsa desde el centro Alcoraz, pues el pasado mes de diciembre el colegio fue merecedor de un accésit dentro de los premios Félix de Azara que otorga la Diputación Provincial de Huesca gracias a las jornadas culturales sobre ‘Parques y jardines de Huesca’ que se llevaron a cabo el pasado año.
Fuente: http://www.heraldo.es/noticias/aragon/huesca-provincia/huesca/2017/02/07/la-educacion-tambien-siembra-cosecha-1156983-302.html