En el marco de la convocatoria que a comienzos del año 2014 se formulara en Venezuela, en aras de iniciar un debate nacional sobre la Calidad de la Educación, Luis Bonilla-Molina conversa con Jefferson Pessi (JP) quien es desde hace 12 años Coordinador de la Unidad de Empleo de la Internacional de la Educación (IE). Jefferson es docente de Lengua y Literatura cuenta con una maestría de Política y Desarrollo y es un activo estudioso del movimiento magisterial a escala planetaria. La Internacional de la Educación (IE) agrupa a 436 federaciones sindicales del magisterio a nivel mundial, así como a centros de investigación pedagógica. Bienvenido Jefferson a este contacto internacional.
L.B: Cuéntanos un poco qué es la Internacional de la Educación, a quiènes agrupa, en qué regiones está y en qué países.
J.P: La Internacional de la Educación es la voz de los docentes y del personal de apoyo de la educación a nivel mundial. Es la federación sindical mundial que representa a treinta millones de trabajadores y trabajadoras del sector educativo. Tenemos entre nuestros afiliados los sindicatos de Venezuela y de otros 169 países del mundo. Representamos a docentes del sector público, del sector privado, de primaria, de enseñanza superior y también personal de la investigación. Representamos a más de 170 países, así que somos la voz de los docentes, del personal de la educación, trabajadores y trabajadoras en el debate mundial con el Banco Mundial, con la UNESCO, con la UNICEF; la IE representa los intereses de los trabajadores y de las trabajadores de la educación.
L.B: A partir de ese contacto con organismos internacionales, la presencia de foros como el de “Educación para todos”, entre otros, ¿Cuáles son para la internacional de la educación los mayores retos que tiene la educación hoy en día?
J.P: Para nosotros este es un momento muy difícil pero también es un momento muy bonito para la profesión. Nosotros creemos que la educación vive un momento de crisis, hay una crisis muy importante. Una crisis financiera primeramente, porque como ustedes conocen bien los datos de la UNESCO dicen que nos hacen falta 26.000.000 $ para lograr una educación para todos. Si la UNESCO dice que hace falta esa cantidad es porque realmente hace falta por lo menos el doble de esa cantidad. Entonces hay una crisis financiera para empezar que es el resultado de una crisis de voluntad política, de financiar un sistema de educación pública de calidad para todas y para todos.
Después hay también una crisis de calidad a nivel mundial. Hoy día las grandes organizaciones que hablan de la educación en el mundo dicen que hay una crisis de calidad. Hoy en día hay cada vez más niños y niñas en la escuela pero que no aprenden nada o mucho; y en una cierta medida estamos de acuerdo con que hay una crisis de calidad pero no estamos de acuerdo en el diagnóstico de por qué existe esa crisis de calidad.
Hay una crisis también en el acceso desde el 2000, en la adopción del marco de la Conferencia de Qatar, y hemos visto que Educación Para Todos significó más escuelas, se gastó mucho dinero en la construcción de muchas escuelas pero eso no significó un mejor acceso en realidad, porque lo que nosotros vemos, lo que nos dicen nuestros colegas en el mundo entero es que la escuela donde más hace falta todavía no ha llegado.
Vale enfatizar que en este momento (en la Internacional de la Educación) estamos realizando un proceso de consulta mundial con nuestros colegas y nuestras colegas en los más diversos países para conocer cuál es la realidad de la escuela. Desde el 2000 hasta hoy en qué medida se ha avanzado realmente hacia la educación para todos, y estamos aprendiendo mucho en este proceso. De ahí viene que la educación tenga una crisis de acceso.
El problema del analfabetismo sigue siendo un problema tremendo, sigue siendo una meta de la educación para todos que se ha dejado de lado, en la que menos ha habido progreso. Pero también ha habido dos temas importantes, tenemos una crisis filosófica en lo que se refiere al propósito, al objetivo de la educación. Vemos hoy día que en el debate mundial de la educación una tensión entre la educación para el empleo y la educación para el ser humano global: la formación para la ciudadanía, la formación para la tolerancia del próximo, la formación para la práctica democrática en sí.
Finalmente, hay una crisis democrática en lo que se refiere a la participación de los docentes, de las docentes, en la formulación de las políticas educativas, en la formulación de las reformas educativas que se aplican hoy día con tanto dinero, con millones de dólares para el desarrollo que finalmente no tiene los resultado que esperamos porque no hay consulta, no hay un interés legitimo de la comunidad internacional del Banco Mundial, UNESCO, Naciones Unidas de conocer cuál es la realidad del aula, y de realmente conocer cuáles son los problemas que enfrenta el docente en Venezuela, Togo, o en el Benín. Lo que encontramos es que son las mismas recetas, las mismas medidas que se aplican en todo lugar, y lo que vemos es que estas políticas no funcionan, y lo que hay es una intención de echarle la culpa de la baja calidad, de los problemas de acceso a los docentes, sindicatos, a las organizaciones que representan a los trabajadores. En eso nosotros no podemos estar de acuerdo porque no representa en realidad los hechos y nosotros somos los que estamos trabajando por la calidad, y no quienes están haciendo políticas que excluyen a quienes tienen más necesidad.
Así que realmente es un momento de crisis, un momento muy difícil para la educación, pero estamos tratando, como dije antes, de consultar a nuestros colegas en todo el mundo, y tengo el privilegio de ser una de los realizadores de este proyecto, hemos tenido entrevistas con casi tres mil docentes, es un número bastante importante; hemos realizado consulta en diferentes países, en diferentes regiones.
Nosotros estamos muy preocupados porque en el debate de la educación la calidad se va a medir por cuantas palabras puede decir el niño por minuto, eso nos hace escuchar el Banco Mundial. Cuantas palabras puede leer el niño por minuto, en efecto no se trata de saber si el niño comprende todas estas palabras, si no que las lea rápidamente.
Vengo del Líbano donde tuvimos contacto con profesores de 15 países árabes, una experiencia bien interesante. Esa es la cuestión, hay un gran déficit democrático en lo que se refiere a la elaboración de las políticas educativas. Nos están dejando afuera y el resultado se ve en la baja calidad, en la cuestión del acceso, en el analfabetismo que sigue siendo un tema bastante importante, no en Venezuela donde el analfabetismo baja, pero en otros lugares del mundo no tenemos la misma suerte.
L.B: Hay quienes señalamos en diferentes artículos y publicaciones, que la docencia es una profesión que está en riesgo de desaparecer en el presente. El Banco Interamericano de Desarrollo ha venido hablando desde hace un tiempo de invertir la pirámide del aprendizaje, es decir, dado el desarrollo de las tecnologías que el alumno aprenda en la casa y que la escuela se convierta sólo en un espacio para evaluar, en el fondo de esta propuesta está un ataque a la propia profesión docente. Esto es algo más de vieja data, cuando comenzamos a hablar de facilitador por encima del maestro, es decir, cualquiera puede dar clase. Si cualquiera puede dar clase no es necesaria la profesión docente. ¿Cuál es el diagnóstico que ustedes tienen del estatus actual de la profesión docente en el mundo?
J.P: Es una conversación bastante interesante y que se ve venir. Cuando apareció la televisión se decía que los docentes iban a desaparecer, iban a ser remplazados por televisoras, no funcionó. Cuando apareció el internet dijeron que los docentes iban a desaparecer porque los docentes iban a ser remplazados por computadoras, no funcionó. La verdad es que ese debate, a pesar de que las grandes empresas y organizaciones que quieren el fin de la profesión docente, que quieren el fin de los sindicatos de trabajadores lo están empujando, lo están tratando de vender, nosotros sabemos que no es la solución.
Es la misma discusión que se tiene con la educación privada. El Banco Mundial desarrolla todas sus políticas diciendo que la educación pública no sirve, no tiene la calidad que se requiere, es muy cara, así que apuestan por lo privado. Ponemos el caso de Haití donde el 80% de la educación es privada, ¿Es que hay calidad?, ¿Es que hay acceso para la gente que más lo necesita?
En verdad ese es un debate que se puede tener pero para las élites, si usted ve como yo que tengo la posibilidad a ver a mis colegas trabajando en Uganda, en el interior, en lugares donde no hay electricidad, ¿Cómo es que vas a tener ahí una escuela que dependa de una computadora?, eso no existe. Además está el contacto humano, la presencia física, la cuestión de los idiomas por ejemplo en un país como la India dónde se hablan tantos idiomas, es muy difícil el acceso, es muy reduccionista, es ilusorio pensar que la profesión docente va a acabar porque ahora puedes poner espacios de aprendizaje.
Hay que entender una cosa muy importante, hoy día en el debate mundial se evita utilizar el término escuela, es un detalle muy interesante, el Fondo Mundial por la Educación que es financiado por los países ricos y que es esa estructura que ha financiado proyectos educativos en el mundo entero, hoy día 59 países se benefician de este fondo, no habla de escuela, habla de espacios de aprendizaje; y nosotros estuvimos en ese debate, no se quiere hablar de escuela por esa misma lógica o idea de que la escuela desaparezca; y que el termino docente está determinado a desaparecer. Sí existe esta intención. Pero la realidad en el terreno es que no va a funcionar, no sólo porque la escuela electrónica no llega a donde debe llegar, porque hay una demanda de contacto humano. Nosotros hablamos con colegas y lo más interesante es que especialmente en África los aliados de los docentes son los padres, las madres de familia, son ellas y ellos quienes ayudan a que la escuela no desaparezca.
Yo te puedo decir de una serie de escuelas que he visitado donde los docentes que van sin salario, sin recibir por más de ocho meses salario, y son los padres y madres quienes les ayudan; les traen bolsas de arroz, bolsas de pollo, porque existe este reconocimiento de que nada remplaza el contacto de un hombre o una mujer que hable el idioma local, estamos hablando de idiomas de tribus pequeñas que si no se preservan están destinadas a desaparecer, y la tecnología no lo remplaza (al docente).
Las organizaciones lo saben, así que pueden estar las organizaciones que quieren ganar mucho dinero con software, con modelos de evaluación, con cámaras de video, etc., claro que hay un gran negocio, pero la gente en la base sabe que la escuela tiene su plaza, que los docentes tienen un rol fundamental. Es evidente que la escuela privada aunque sea en algunos lugares es una solución, ahora vemos en África las escuelas privadas de bajo costo, ese es un debate, la gente ve que la única y verdadera solución para un desarrollo, para la justicia social es la escuela pública, porque es ahí donde nos encontraremos todos sin ninguna diferencia.
Es la escuela pública gratuita la que habla tu idioma y que idealmente trata tu realidad, la que trata de aportarle a tu comunidad los elementos que necesitas para desarrollarte al máximo como ser humano y no solamente como una persona para el mundo del trabajo.
L.B: Ustedes agrupan a 436 organizaciones sindicales y de investigación en todo el mundo. Una de las críticas que se suele hacer a las organizaciones gremiales es su actitud defensiva, centrada sólo en lo económico y a veces que no tienen suficientes propuestas de orden pedagógico. De hecho la profesión docente vinculado a esto, hasta hace algunos años era de larga duración, el conocimiento que se adquiría en el programa de formación duraba desde 25 hasta 40 años. Hoy las revoluciones del conocimiento son más rápidas, se habla de ciclos de 4 a 6 años, eso implica una reconfiguración de la profesión docente. Ustedes como Internacional de la educación han superado la etapa defensiva y han avanzado en propuestas para transformar los sistemas educativos.
J.P: Claro, este es un tema fundamental. Ese debate ya venía ganando espacio en los movimientos sindicales desde hace mucho tiempo, pero con la crisis de 2008 se aceleró. Yo creo que hoy en día hay consenso en que el movimiento sindical tiene que reposicionarse. Nosotros lo que vemos es: primero que existe esta imagen de que los sindicatos sólo hablan del salario, pero es lo que sale en los periódicos, porque los medios sólo le dan atención al sindicato de Venezuela cuando hace huelga, pero el sindicato llega al ministerio con una propuesta clara, desarrollada, en consulta con su base para cambiar el sistema de evaluación, y la prensa no está.
Existe una percepción que sí es correcta porque lamentablemente en muchos países es así, los sindicatos que todavía no se han desarrollado no han dado el paso de hablar de temas educativos, se sigue hablando gran parte del tiempo sobre el tema salarial, no han dado ese paso todavía, eso es cierto, pero es una percepción
La prensa no da espacio al debate político educativo, la prensa no se da cuenta que cuando se hablan de promociones, o de salarios, también se está hablando de calidad de educación. Un colega en África dice: si tú pagas cacahuates, tendrás monos. Si no se paga bien, no se tendrán profesionales verdaderamente comprometidos con la educación. Hemos hablado personalmente con una cantidad de gente, tenemos una encuesta, y tenemos de más de 2.800 respuestas de 115 países, y la gente dice que el 40% de ellos desarrolla una actividad para complementar sus ingresos, porque el ingreso como docentes no es suficiente. Ese es un problema de base, si el 40% tiene que hacer otra actividad que no sea dedicarse al aula a preparar un curso de calidad, ese es un problema.
Hay otra cuestión también, que es la cantidad de trabajo sin pago la estadística que nosotros manejamos hoy es que por lo menos más del 40% de los docentes trabaja más de 10 horas a la semana sin pago. El mínimo, menos del 17% nos informa que su contrato salarial le permite una cantidad de horas para preparar aula, para corregir exámenes, etc., que lo considera suficiente. La mayoría de la gente dice: yo trabajo gratis, y eso no se reconoce.
Hay ahí una tensión en lo que se refiere a la realidad y lo que se refiere a la imagen que la gente tiene (sobre el docente) en función de lo que dice la prensa. Eso sí, es cierto que el movimiento sindical tiene que reformarse, hay una evidencia muy grande en ese sentido, hay muchas organizaciones en diferentes países que están liderando el debate por la educación.
En este mismo momento la Internacional de la educación está liderando una campaña mundial, es un año de acción que inició el 5 de octubre de 2013 y que termina el 5 de octubre de 2014, y se llama “Unidos por una educación de calidad, una educación mejor para un mundo mejor”, y esta es una actividad que se hace en diferentes países donde estamos poniendo delante la calidad, el rol que tienen los docentes, los sindicatos en el tema de la calidad. Si hay un esfuerzo, esta campaña demuestra claramente que hay una serie de actividades consecuentes que estamos llevando a cabo en los diferentes países del mundo luchando por la educación, para cambiar justamente esa lógica de que el sindicato solo sirve para hablar de salario, el sindicato habla de calidad también. Esa es una de nuestras primeras preocupaciones porque es nuestro ambiente de trabajo en la escuela, si nuestro ambiente de trabajo es de calidad los niños y las niñas tendrán una educación de mejor calidad.
L.B: Pero efectivamente los salarios inciden mucho en la calidad, hay estudios que señala que el salario docente en escala mundial según el país, y según la región oscila en el presente entre 80 y 5000$. ¿Cómo lograr mayor igualdad en el tema salarial a escala mundial?. Tal vez sería bueno plantearse una escala de sueldos dignos comparables internacionalmente para la profesión docente como se establece un 7% de P.I.B. ¿Que piensan ustedes al respecto? ¿Que estudios tienen sobre esto?
J.P: Si, ese es un tema fundamental, yo conozco a colegas que ganan 45$, colegas en Somalia que están ganando 55$. Si tu eres de Camboya y vives en matrimonio y tu pareja no trabaja, automáticamente estàs por debajo del nivel de pobreza oficial del país; no es posible que un país como Camboya que es uno de los que más gasta en armas en defensa en el mundo, y que es uno de los que menos gasta en la educación, si tu eres docente ahí estas condenado a vivir en pobreza.
Ese es un tema muy importante, la cuestión de la disparidad salarial. Si tomas un país como Brasil, donde el presidente Lula tomó medidas para terminar con esa disparidad adoptando un salario igual para todos los y las docentes que trabajan en el país; sucede que los gobiernos no lo adoptan: el gobierno de Sao Paulo lo toma como no constitucional, que el gobierno federal no puede decirle cuánto pagarle a un docente. Serian una serie de medidas de provincia, de estados de otros países porque si no, no podríamos adoptar estas medidas.
Hemos identificado esta necesidad de adoptar un salario mínimo que de condiciones dignas a un docente. Estamos muy lejos, y no solamente en África, Asia o en muchos países de Europa como resultado de la crisis, se están usando ahí los salarios docentes para pagar las facturas de los bancos, incluso nuestros colegas han tenido su salario recortado un 25% de un día al otro, es decir, los docentes estamos pagando la crisis de los bancos.
Nosotros (la Internacional de la Educación) estamos tratando ahora mismo de desarrollar un plan de acción para los próximos 4 años. La IE como un sindicato funciona con un congreso donde se decide qué tiene prioridad política, y estamos desarrollando una estrategia para los próximos años que consiste en desarrollar un diagnostico de las condiciones de trabajo a nivel mundial para conocer la realidad en lo que se refiere a los salarios, a la carga horaria, a los derechos como vacaciones, licencia de maternidad, licencia de paternidad. Tener un informe preciso de cómo se encuentra la profesión y los profesionales docentes hoy día, y en función de esto nuestro congreso que se celebrará en julio de 2015 en Canadá con la participación de más de 2000 delegados de más de 170 países, y se toma una decisión política de desarrollar estándares mínimos que hoy día no existen. En la actualidad la política de la IE es que se tiene que remunerar bien, pero el qué es remunerar bien aun no lo tenemos.
Para sacar adelante este tema (salarial) necesitamos tener un diagnostico, necesitamos tener el coraje para obtener respuestas a cuál debe ser el salario mínimo de un docente, cómo calcular cuál debe ser el salario de un docente en Somalia, en Alemania. Son temas muy complejos, pero nosotros estamos consientes de que tenemos que enfrentarlo, y estamos desarrollando el tema para que podamos empezar a desarrollar consultas con nuestros colegas para llegar a estándares mínimos en todos los aspectos de la profesión sea incluso la cantidad de alumnos por aula, sea la formación inicial, los procesos para generar acceso a la profesión. Esos son nuestros objetivos para los próximos 4 años.
L.B: Cuál es la tendencia de sindicalización actual, se sindicalizan más las mujeres, los hombres. ¿Cuál es la tasa?
J.P: En muchos países la mayoría de la composición de la profesión son mujeres, lo que se refleja lógicamente en la composición sindical. Los datos que manejamos alternos a nuestras organizaciones más de un 50% a 60% de las personas que representamos son mujeres, claro que eso va a cambiar de un país a otro. En muchos países va a estar de igual a igual, en otros vas a tener una sindicalización mas fuerte masculina como en África. Pero en la IE vamos por el 58% o 60% de nuestros afiliados son mujeres.
L.B: Los organismos internacionales, especialmente el Banco Interamericano de desarrollo y el Banco Mundial cuando hablan de calidad se refieren a tres dimensiones fundamentales en el tema de los aprendizajes, y de los aprendizajes medibles en tres áreas que tienen que ver mucho con el mercado: las matemáticas, la lengua y la ciencia pero asociado al tema industrial; otra área es el tema curricular que ha hecho descentrar la pedagogía en el tema educativo, hoy más que hablar de pedagogía, hablamos de especialistas en currículos que formulan elementos de transición; y un tercer elemento que son los libros, las grandes empresas editoriales están felices porque los libros de textos son las grandes iniciativas de transformación. Se pierde en consecuencia con estas tres expectativas de medición de la calidad, el centro pedagógico, es decir, lo que caracteriza realmente a la calidad es la totalidad del fenómeno educativo. Cómo lo ven ustedes desde la Internacional de la Educación.
J.P: Nosotros estamos muy preocupados con el enfoque que se le ha dado a la cuestión de medir resultados. Hemos visto con mucha preocupación como el Banco Mundial esta idea de que tener un termómetro que pueda medir la fiebre con una máxima precisión va a poder curar la gripe, eso no existe. Nosotros sabemos que una crisis de calidad porque es parte esencial de nuestro trabajo medir los resultados de nuestros alumnos y no tenemos ningún problema con eso. Nosotros queremos medir la calidad, lo que no queremos y a lo que nos oponemos es a que se diga que medir es a aumentar la calidad, porque ese es el discurso que hay hoy.
Si tú tomas un proyecto del Banco Mundial, y parte de mi trabajo es leer cada proyecto educativo que es aprobado página por página, contactar con mis colegas del país, ir a ver qué está pasando directamente a las escuelas. El Banco Mundial gasta paginas diciendo que hay un problema de calidad, un problema de formación, los docentes no están preparados, etc., entonces tu esperas que el dinero que se invierta, un ejemplo reciente 100.000.000$ a Nigeria, sea para mejorar la calidad, para mejorar la formación docente, pero no. Yo no he visto en los últimos 4 años ningún proyecto del Banco Mundial que asigne más de 10% para la formación docente. El presupuesto para monitorear es de 15 o 20%, se gasta más en evaluar el proyecto que para formar docentes. Y ahora la nueva moda del Banco Mundial es dar subvenciones a las escuelas, dar 700,800 o 900 $ a una escuela para que esta pueda comprar materiales o lo que se les ocurra, para aumentar la calidad. Entonces tienes un presupuesto de 100.000.000 $ y el 60% o 78% son para dar pequeños sobres de dinero al director o a la directora de la escuela para que él o ella aumente la calidad.
Yo me di el trabajo de ir a Nigeria a ver lo que se podía comprar con el dinero que daba el Banco Mundial para las subvenciones de las niñas, que era una subvención especial para que las niñas fueran a la escuela. Con el 67% del presupuesto se compran dos litros de leche al año. ¿Cómo con dos litros de leche al año la familia va a tomar la decisión de mandar a la niña a la escuela y no a trabajar? Entonces hay una brecha enorme entre lo que es la realidad, el diagnostico de lo que se hace y las soluciones que se proponen.
Nosotros estamos muy preocupados porque en el debate de la educación la calidad se va a medir por cuantas palabras puede decir el niño por minuto, eso nos hace escuchar el Banco Mundial. Cuantas palabras puede leer el niño por minuto, en efecto no se trata de saber si el niño comprende todas estas palabras, si no que las lea rápidamente.
Eso sí para narrar los partidos en el mundial eso está muy bien, pero no se habrá comprendido, y eso es algo muy grave. No se está tomando en cuenta la cuestión de la formación completa del ser humano, hay una crisis filosófica de para qué es lo que sirve la educación. Pero hay una reacción, en América Latina hay hoy en día un movimiento pedagógico latinoamericano que está tratando este asunto y es una iniciativa muy innovadora de plantear una respuesta pedagógica a esta pedagogía neoliberal que supone que el ser humano aprende para trabajar, y hay una respuesta muy seria muy articulada de los sindicatos docentes que empiezan en América Latina y que nosotros esperamos replicar en otras partes del mundo, porque no podemos mantener esta educación reduccionista que se trata de leer, de formar matemáticas que ya está y formar a ese hombre para el trabajo. Nosotros queremos ciudadanos críticos que puedan contribuir al desarrollo de su país de forma duradera y que puedan ser actores fundamentales en la promoción de la democracia.
L.B: Cuando se habla de la calidad de la educación quizá hay un consenso del 99,9% para dejar algo por fuera, ahí no importa si se es de derecha, de izquierda, si se es docente; todo el mundo parece estar de acuerdo con el tema de la calidad, sin embargo cuando se implementa hay una preocupación sobre todo en el sector magisterial de que no sirva para comenzar contrarreformas, de hecho el tema de la calidad ha caracterizado buena parte de en España, México, Chile, incluso en Puerto Rico ahora hay una pelea bastante interesante por el tema de las contrarreformas y del discurso que subyace detrás de esas contrarreformas es el de la calidad. Sin embargo hay que ponerle frente a la calidad, a una calidad con otro norte, no la que pretende liquidar la calidad como derecho público. Cuál es el punto de vista de ustedes.
J.P: Nuestro punto de vista (Internacional de la Educación) es que la calidad está basada en tres pilares: se requiere un docente de calidad, bien formado, con el apoyo pedagógico, con los materiales que se requieran; con un ambiente de calidad; y con herramientas de calidad. Esos son nuestros tres pilares.
Ahora también hay una preocupación que surge como resultado de las consultas que hacemos, hay un desfase entre la formación que reciben los docentes y la realidad del aula, la realidad del mercado, la realidad del mundo de hoy.
Hay una urgencia muy importante en lo que se refiere a la revisión del currículo, y mucho de lo que se pone en práctica con las reformas o contrarreformas educativas deja de lado el aspecto curricular. Lo que me dicen mis colegas en los tantos países que he visitado, es que cada cambio de gobierno, cada ministro de educación cambia el currículo y dos de cada tres veces no nos preguntan. El currículo se nos impone, muchas veces hay dos o tres currículos a la vez, pasa en un país como Angola donde hay docentes que dan clase en dos escuelas de diferentes provincias y tiene dos currículos diferentes, porque el gobernador de esa provincia no está con el gobierno y no adopta ese currículo; del otro lado sí es del partido del gobierno entonces se rige por el mismo currículo.
El currículo ha sufrido mucho, porque es un tema crucial y no se le ha dado la atención que se requiere. La reforma educativa, la cantidad de miles de millones de dólares que ha gastado el Banco Mundial en revisar la educación, no han ido a una revisión seria del currículo, participativa, consultiva que sea el resultado de un debate nacional que diga que educación queremos. No ha habido un debate de esta naturaleza. Ahí es donde entran las empresas que tienen ya un currículo prefabricado y libros prefabricados que los ponen ahí. Entonces el debate de la educación que es una tremenda oportunidad que se ha desperdiciado, no hay un verdadero debate nacional, no hay una verdadera consulta, o reciben un currículo nuevo y no son formados, o el material que incluye este currículo nuevo no lo reciben; entonces es una oportunidad perdida, y nosotros estamos tratando eso. El Banco Mundial, el Fondo Global por la Educación que beneficia a Honduras en la región, están perdiendo la oportunidad (de hacer una consulta) porque están gastando la mitad del dinero en medir resultados.
Se ha creado esta idea de que medir resultados es mejorar la calidad de educación, y el debate de fondo sobre el currículo, sobre la formación que se debe dar, sobre la inducción que deben recibir los docentes y las docentes, eso se está perdiendo. Lo que se trata es de formas de medir, cómo podemos medir, en qué medida podemos ligar los resultados de los alumnos al salario de los docentes, pero cómo se da la enseñanza, en qué contexto se da la enseñanza, de esto no se habla, y es una cuestión que vemos con mucha preocupación y que con nuestros compañeros y compañeras de otros países estamos tratando de cambiar, estamos tratando de buscar evidencia para que muestre que está lógica (de medir la calidad) que existe en la educación hoy no funciona, hay que cambiarla de una u otra forma.
L.B: Para ir cerrando, nos gustaría que les dijeras un mensaje a todos los docentes, maestros, maestras, profesores y profesoras venezolanas que en sus aulas y en sus planteles están debatiendo la transformación del sistema educativo venezolano aprovechando todo el tema de la calidad educativa.
J.P: Primero decir que pese a todos los ataques nuestra profesión sigue y seguirá, y tendremos más importancia cuando hablemos más fuertes más unidos, los problemas que enfrentan los colegas en Venezuela son más o menos los mismo que enfrentan los colegas en Egipto, las recetas de las reformas educativas que nos están aplicando son más o menos las mismas.
Lo que si diría a los docentes venezolanos es que además de participar activamente en el debate nacional, que no subestimen el valor que tienen las docentes y los docentes venezolanos en la experiencia que se vive en el debate internacional. Estamos cansados de ver cómo gente que vive en New York, en Washington, en edificios lejos de las escuelas son los que están decidiendo las políticas educativas a nivel mundial, estamos cansados de eso. Gente que no ha puesto el pie en una escuela en 20 años, que la última vez que fue a una actividad en África se tomó dos o tres fotos y se fue, porque la escuela olía mal esta es la gente que está decidiendo el futuro de la educación a nivel mundial.
Para acabar con eso, para cambiar esta lógica es que estamos realizando esta consulta mundial, las colegas y los colegas de Venezuela tienen la oportunidad de darnos su voz, es una encuesta que existe en línea a la que pueden acceder en nuestro sitio de la IE que es EI-IE.org. La encuesta está en español y en otras 17 lenguas, ahí las docentes, los docentes y los funcionarios de escuela pueden darnos su opinión. Es una encuesta que quiere justamente eso dar la voz a las y los docentes, los resultados serán entregados personalmente al señor Ban Ki-moon el 5 de octubre próximo, el día mundial del docente, porque lo que queremos decirle es: ese es el mensaje de los docentes.
Porque las Naciones Unidas va a adoptar los objetivos de desarrollo del milenio que incluyen a la educación, pero se han olvidado de preguntarnos a nosotros (los/las docentes) cómo es la situación en las escuelas. Entonces a las y los docentes de Venezuela reconocerles el esfuerzo que han hecho desde hace muchos años para cambiar la educación en su país y en América Latina, invitarlos a que compartan sus experiencias, su voz a través de nuestras encuestas, mientras más docentes participen más significativos seremos, y eso es lo que buscamos.
En tanto este movimiento de docentes buscamos reducir esa brecha en el debate internacional y lo que ocurre en el aula. Tenemos que cambiar la lógica, no queremos más New York, Washington, Paris donde está la UNESCO diseñando el futuro de la educación, el futuro de la educación está ahí en Venezuela, está en Benín, en Malí, en el Togo en Sudáfrica, en Sao Pablo, somos nosotros quienes hablando más fuerte, más articuladamente quienes podemos cambiar esa lógica, dando la evidencia. Porque si no damos la evidencia de lo que funciona y de lo que no funciona, el Banco Mundial va a seguir aplicando su receta de privatización, de bajos salarios y eventualmente su sueño dorado: el fin de la profesión docente. Tenemos que unirnos, la hora es ahora. Ya no se puede esperar.
Para ver y oir esta entrevista:
Producción de la Otra Mirada: Luis Bonilla Molina
Equipo de producción y post producción digital: Dilanci May Sierra
Transcripción de la entrevista: Liliana Medina de Luzón
Edición: Liliana Medina de Luzón