Argentina/27 de Marzo de 2017/Aporrea
La revolución educativa que propugna el gobierno de Cambiemos parte de una implacable diagnóstico: la educación privada es la meta deseable para quien pueda pagarla; la escuela pública, el lugar en donde «caen» quienes no pueden hacerlo. Así lo dio a entender el presidente Mauricio Macri durante la presentación en la Quinta de Olivos de los resultados del Operativo Aprender.
Macri explicó que «siete de cada diez chicos que terminan el secundario no tienen conocimientos básicos de matemáticas y cinco de cada diez no comprenden textos». Agregó que «cuatro de cada diez alumnos de sexto grado no comprenden textos y en la escuela privada dos de cada diez», lo que revela, dijo, «la terrible inequidad entre aquel que puede ir a la escuela privada versus aquel que tiene que caer en la escuela pública». Aseguró, entonces, que «mi tarea es que todos los chicos, nazcan donde nazcan, tengan las mismas oportunidades».
El presidente calificó como «doloroso» el repaso de los resultados de la evaluación educativa realizada en octubre de 2016, pero aprovechó para referir que las medidas tomadas durante su gestión en la ciudad arrojaron en matemáticas, en ese distrito, resultados «muy superiores a la media».
En medio de una fuerte avanzada del Gobierno contra los gremios docentes y una embestida contra la escuela pública que incluye ataques discursivos –como el calumnioso artículo del diario Clarín que comparaba livianamente las trayectorias educativas de dos chicos vecinos, uno de un colegio privado y el otro de uno público– y otros bien concretos –el permanente aumento de los subsidios a la educación privada en el contexto de recorte y subejecución crónica de programas que padece el área desde fines de 2015–, Macri trazó un crudo diagnóstico sobre la educación pública y cerró su exposición con el anuncio del Plan Maestro, un compendio de metas específicas para mejorar la calidad educativa que deben ser, dijo, «una gesta nacional».
Basado en «el maravilloso acuerdo que hicimos en Purmamarca con todos los gobernadores y ministros» –en referencia al programa consensuado por el Consejo Federal de Educación en Jujuy en febrero del año pasado–, Macri anunció el envío al Congreso de de un proyecto de ley que, entre otras medidas, prevé que para 2026 todas las escuelas tengan jornada extendida, reducir en un 70% el abandono escolar y tener un 50% de maestros bilingües.
El Plan Maestro también supone la implementación de cambios en la carrera docente. En tal sentido Macri repitió: «Necesitamos que el Congreso apruebe la creación Instituto de Evaluación de la Calidad Educativa», un ente que los gremios docentes rechazan de plano, por considerar que, tal como está planteado en el proyecto impulsado por el Gobierno, tendría autonomía administrativa, técnica y operativa y habilitaría el financiamiento de organizaciones internacionales que podrían así influir y direccionar las políticas de evaluación, abriendo las puertas a tendencias privatizadoras y a la mercantilización de la educación.