América del Sur/Argentina/08 Abril 2017/Fuente: El Sol
La ley contempla la escolarización de los menores con necesidades educativas especiales en el sistema ordinario. Sin embargo, en Mendoza, hay una minoría que existe y casi no se habla de ellos: niños con discapacidad que quedaron fuera del sistema.
Los padres aseguran que el fracaso tiene que ver con la idea de adaptarlos a un esquema que no contempla las particularidades de los niños, además de que los docentes no están capacitados para contenerlos. Desde la DGE indican que «cada vez hay menos docentes que eligen como vocación la educación especial».
«Sabemos que puede ser desesperante para los padres, pero no puede haber un niño sin escuela», destacó la directora de Educación Especial, Susana Yelachich, quien señaló que La DGE trabaja en la reglamentación y la obtención del título de alumnos con discapacidad.
Esta posibilidad surge de la aplicación de la Resolución 311/16 del Consejo Federal que establece que: «sobre la base de la igualdad de oportunidades, los Estados Partes asegurarán un sistema de educación inclusivo de las personas con discapacidad en todos los niveles así como la enseñanza a lo largo de la vida».
Así mismo, resuelve que se debe prestar «el apoyo necesario, en el marco del sistema general de educación, para facilitar su formación efectiva. Se faciliten medidas de apoyo personalizadas y efectivas en entornos que fomenten al máximo el desarrollo académico y social, de conformidad con el objetivo de la plena inclusión».
En este sentido, Yelachich dio cuenta que las obras sociales deben brindar un acompañante terapéutico, así como también, desde su área ofrecen un docente de apoyo que los asiste dos veces por semana en la escuela.
Una de las asociaciones que hizo visible su preocupación fue la Asociación TGD-TEA Padres Mendoza que indicaron que escolarizar a los niños con autismo ha resultado difícil. De hecho, hay un grupo que no va a la escuela. Esta situación se replica en otras provincias como Buenos Aires o Santa Fé.
Lorena comentó a El Sol que Emanuel (7) no pudo ser escolarizado a pesar de los intentos: «Mi hijo tiene un gran desborde neuronal, que aún la medicación no logra calmar del todo, en esos lugares (escuela), se pone violento, no aguanta un minuto estar fuera de su hogar, no quiere socializar, y se pone intratable, muy agresivo».
El caso de esta mamá no es el único, Marisel, contó que la escuela común a la que envía a su nena no le brindó la contención adecuada durante el año pasado, con aulas superpobladas y con una docente que la citaba una vez por semana para «calmar a su hija».
«Esta año ha sido mejor, se redujo la cantidad de compañeritos en el grado. Ahora son 16 porque entró una nena en silla de ruedas. Es fundamental el trabajo en conjunto con las escuelas», dijo.
La matriz del conflicto es que «no hay contención ni asesoramiento educativo. La educación no está asesorada, no puede asesorar a un maestro y, menos, a un papá. Las políticas educativas deben ir de la mano con Salud y Desarrollo social para que estén los profesionales inmersos en la problemática y capacitarse de manera tal que puedan contener al chico. Hay mucho miedo y mala información», agregó Diego Ruiz, titular de Asociación TGD-TEA Padres.
Germán Ejarque quien es uno de los principales referentes de las personas con discapacidad reflexionó sobre la problemática: «En el caso de que tenga características que le hagan imposible ir a una escuela debe recibir la educación domiciliaria, pero en ningún sentido quedar fuera del sistema. Estoy convencido que es fundamental la educación inclusiva que no es lo mismo que integrar. Incluir es adaptar el sistema educativo para atender las necesidades de las personas con discapacidad».
«Conozco madres que hasta se han tenido que encadenar para que su caso sea escuchado. En esto, es fundamental la función que cumple la Dirección de atención a las personas con discapacidad para brindar el asesoramiento adecuado sobre las prestaciones que mejor le vengan a esa persona», agregó.
La asistencia de la Dirección de atención a las personas con discapacidad
Gabriela Juarez de la Dirección de atención a las personas con discapacidad comentó que desde su área vienen «atendiendo las demandas de los padres». Con su equipo hacen las conexiones para que todos los menores sean incluidos en diferentes escuelas.
«No hay una gran cantidad de niños que no están escolarizados pero sí es importante trabajar cada caso. Nosotros tomamos el reclamo, vemos la necesidad de la familia y coordinamos con la dirección de educación especial», aclaró.
Además de las certificaciones en el área de «Rehabilitación» a cargo de Carina Villegas se los asesora sobre distintos servicios a los que pueden acceder y se les resuelve diferentes problemas, como por ejemplo, la existencia de personas con discapacidad que no poseen cobertura social y / o recursos económicos suficientes para acceder a una rehabilitación integral, transporte y elementos ortopédicos.
Educación Domiciliaria y Hospitalaria (MEDyH)
La Dirección General de Escuelas cuenta con la Coordinación de la Modalidad de Educación Domiciliaria y Hospitalaria (MEDyH), servicio que tiene como fin dar respuesta a los alumnos de 4 a 18 años que estén transitando una enfermedad prolongada en su casa o en un hospital.
Sin embargo, esta modalidad no siempre contiene a cualquier menor. «Sólo en el caso que un niño con discapacidad esté enfermo puede acceder a tener una maestra domiciliaria», dejó en claro Yelachich.
Y ejemplificó: «Si hay un niño que dentro de su autismo, tiene una fobia social que lo retraiga de la escuela, lo puede ir superando a través del tiempo integrándose de a poco a la institución, puede ir desarrollando habilidades con la ayuda de profesionales».
Fabiana Matus, coordinadora de esta modalidad, expresó que «es fundamental presentar en la escuela el certificado del médico donde conste la necesidad de reposo por treinta días o más. En cuanto a los padres, tienen la obligación de presentar el certificado de alumno regular y su compromiso frente al nuevo formato de escolarización y la designación de la escuela referente que otorgará el servicio educativo».
Según datos oficiales, durante el 2016, hicieron uso de esta modalidad 2.836 menores de escuelas de gestión pública como privada. De estos, 505 corresponden al nivel inicial, 2.023 a primaria, 174 a secundarios con orientación y 134 a secundarios técnicos.
Mientras que los alumnos del secundario tienen las materias de fundamento con una carga horaria del 60% , los de primaria tienen un docente dos veces por semana, 1 hora y 40 minutos y los de nivel inicial, 1 hora y 20 minutos.
Sobre los niños con discapacidad que no están escolarizados destacó que los pasos a seguir para formar parte del sistema parte del asesoramiento del equipo terapéutico (psicólogo, psiquiatra y pediatra) que contiene al menor y que los padres deben contactarse con los Equipos de Configuraciones de Apoyo para Personas con Discapacidad (ECAPDI) de su departamento que son los encargados de evaluar qué trayectoria escolar debe seguir cada niño.
Disponible en la url: http://www.elsol.com.ar/nota/299647