Europa/España/09-08-2020/Autor(a) y Fuente: www.elcomercio.es
La empresa Serunion ha elaborado un protocolo general a la espera de instrucciones precisas para redactar un plan para cada colegio.
Unos 3.600 alumnos comen, durante el curso, en los comedores escolares de los colegios públicos de Gijón. 3.600 escolares de diferentes niveles y clases que a partir de septiembre se incorporarán a las aulas y también a los comedores. Un servicio cuya continuidad llegó a ponerse en duda en algún momento, pero que las autoridades se apresuraron en aclarar que seguirá ofreciéndose, pese a la COVID, igual que el transporte escolar. Pero, como todo, deberá adaptarse. La empresa Serunion se había hecho cargo de la gestión del servicio en el mes de enero. Solo tres meses duró la experiencia, pues el pasado 13 de marzo los colegios cerraron sus puertas.
Cuando las vuelvan a abrir todo habrá cambiado y los comedores escolares también. Serunion ha elaborado un protocolo COVID que incluso ha logrado el certificado AENOR en Seguridad e Higiene y que ha sido remitido a los colegios y al Ayuntamiento de Gijón, administración responsable de este servicio. La empresa «está preparada y con todos sus protocolos listos para adaptarlos a la normativa regional cuando esta se dé a conocer». Su compromiso es que, cuando se publiquen las normas, «lanzará un plan específico para cada centro», adaptándose a los espacios y número de alumnos.
Pero hay algunas cuestiones que ya están claras. Para empezar, se reducirá el aforo del comedor, el acceso será escalonado y por turnos, supervisado todo en todo momento por los monitores de la empresa. El protocolo de Serunion marca en todo momento el mantenimiento de las distancias de seguridad (de hecho se reorganizarán mesas y sillas, indicando las que pueden ser usadas) aunque los propios directores de los centros están a la espera de saber si acudirán a comer organizados por ‘grupos burbuja’, entre cuyos miembros no sería necesario mantener dicha distancia. Antes de entrar en el comedor y al salir los alumnos se lavarán las manos, de forma supervisada.
Las bandejas se servirán ya preparadas en la mesa y allí las dejarán los estudiantes al finalizar, para reducir la circulación en el comedor. De hecho, quedarán suprimidas las zonas de uso colectivo. Al acabar el turno, el personal higienizará el mobiliario (mesas, sillas, suelo y picarportes) y ventilará el comedor para dejarlo preparado para el siguiente turno. Aunque aún hay cosas que concretar, los directores ya tienen en mente qué otros espacios de los centros podrían ser utilizados como comedores, en caso de que no fuera posible respetar los aforos y distancias. Salones de actos, salas del AMPA, casas del conserje, aulas e incluso salones de actos podrían adecuarse llegado el momento. Eso sí: los directores advierten de que si así fuera se necesitarían más monitores.
Una de las principales novedades que pondrá en marcha la empresa es el servicio ‘take away’, un «servicio de menú para llevar, con un punto de recogida ‘sin contacto’». Está por ver cómo se organiza esta oferta y quién puede acceder a ella.
Las medidas de seguridad llegarán a la cocina, con estrictos protocolos de recepción de la mercancía, uso de EPIS, desinfección de vajilla… Y también al recreo tras el comedor, con «especial atención a los alumnos de Infantil». Se han diseñado «técnicas divertidas» para que en el recorrido hacia o desde el aula guarden la distancia, y habrá nuevas actividades con ese mismo fin, ya que en dichos recreos habrá estudiantes de distintos niveles y, por lo tanto, que no conforman grupos estables de convivencia. También se tendrá especial cuidado en el momento de la entrega de los alumnos a los padres.
Fuente e Imagen: https://www.elcomercio.es/gijon/comedores-escolares-gijon-covid-20200806000443-ntvo.html