Más de 50 mujeres denuncian abusos sexuales por parte de presuntos empleados de la OMS en RD Congo

Las acusaciones de “explotación y abuso sexual” son contra hombres que se identificaron como trabajadores de la Organización Mundial de la Salud y que habrían sido enviados a la República Democrática del Congo para combatir la epidemia del ébola. Los señalamientos también apuntan a empleados de otras organizaciones humanitarias como Médicos sin Fronteras y Unicef, según una investigación de The New Humanitarian y la Fundación Thomson Reuters.

Nuevas denuncias de presuntos abusos sexuales por parte de trabajadores de organizaciones internacionales. Esta vez, las acusaciones provienen de al menos 51 mujeres de la ciudad de Beni, en el noreste de República Democrática del Congo.

Las víctimas le contaron a la agencia de noticias independiente The New Humanitarian y la Fundación Thomson Reuters que la mayoría de los presuntos responsables son hombres que se identificaron como empleados de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y que fueron enviados al país africano para luchar contra la epidemia del ébola. Ellas afirman además que fueron obligadas a tener relaciones sexuales a cambio de un trabajo o que les cancelaron sus contratos cuando se negaron.

Varias de las denunciantes eran cocineras, limpiadoras y empleadas de extensión comunitaria con contratos a corto plazo, en los que ganaban entre 50 y 100 dólares al mes. Este monto es más del doble del salario promedio del país.

 

Las denunciantes aseguraron que fueron abordadas en oficinas y hospitales, a algunas los hombres las encerraron en habitaciones y las amenazaron con despedirlas de sus empleos si no accedían a sus peticiones. Al menos dos de ellas afirmaron que resultaron embarazadas.

La investigación, realizada durante casi un año, encontró mujeres que describieron al menos 30 casos de explotación por parte de hombres que dijeron ser de la OMS. Dicha organización envió a más de 1.500 personas a la operación sanitaria dirigida por el Gobierno para controlar el brote.

«Tantas mujeres se vieron afectadas por esto», dijo una de las denunciantes, quien narró que para conseguir un trabajo tuvo relaciones sexuales con un posible trabajador de la OMS.

Muchas de ellas aseveraron que no habían denunciado la situación por temor a represalias o perder sus trabajos. La mayoría además dijo que no lo hizo porque se sintieron avergonzadas.

Una mujer que señala que fue explotada sexualmente por un médico involucrado en la respuesta al ébola, en Beni, República Democrática del Congo, el 20 de agosto de 2020.
Una mujer que señala que fue explotada sexualmente por un médico involucrado en la respuesta al ébola, en Beni, República Democrática del Congo, el 20 de agosto de 2020. © Fundación Thomson Reuters / Stringer

«Estaba aterrorizada. Me sentí repugnante. Ni siquiera le he dicho a mi madre sobre esto», indicó una de las entrevistadas. Otra mujer afirmó que la práctica de los hombres exigiendo sexo se había vuelto tan común que era la única forma de encontrar un trabajo.

En conversaciones con cientos de miembros de la comunidad en varias ciudades, la explotación sexual fue un «hallazgo constante», dijo Nidhi Kapur, un consultor del grupo de ayuda CARE International, encargado de investigar cuestiones de género durante la crisis del ébola.

«Ya sea que habláramos con niñas adolescentes o mujeres adultas, en la comunidad o en el Gobierno, todas dijeron lo mismo», añadió Kapur.

La cantidad y similitud de relatos señalaron que la reprochable práctica se habría extendido, pues el siguiente número más alto de reclamos fue contra individuos que dijeron pertenecer al Ministerio de Salud del Congo y quienes fueron señalados por ocho mujeres.

Otras cinco ciudadanas afirmaron que fueron explotadas por hombres que se presentaron como empleados de la ONG World Vision y tres señalaron a posibles funcionarios del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, Unicef. Dos mujeres más acusaron a hombres que aseguraron pertenecer a la organización benéfica médica ALIMA.

También hubo denuncias individuales contra hombres que dijeron ser empleados de Oxfam, de la agencia de migración de la ONU (OIM) y de Médicos Sin Fronteras (MSF).

Muchas de las declaraciones fueron respaldadas por conductores de las organizaciones internacionales y trabajadores de onegés locales, que relataron múltiples incidentes de abuso, principalmente cometidos entre 2018 y 2020. También se han denunciado casos similares en Haití y la República Centroafricana y ya ha habido investigaciones que salpican a Oxfam y al Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).

La respuesta de las organizaciones señaladas

Tras la denuncia pública, la OMS emitió un comunicado en el que señaló que su director general, Tedros Adhanom Ghebreyesus, empezó una revisión exhaustiva de las acusaciones. «La traición de personas en las comunidades a las que servimos es reprobable. No toleramos tal comportamiento en nadie de nuestro personal, contratistas o socios (…) Cualquier persona identificada como involucrada deberá rendir cuentas y se enfrentará a graves consecuencias, incluido el despido inmediato», indicó.

El Director General de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, asiste a una conferencia de prensa organizada por la Asociación de Corresponsales de las Naciones Unidas de Ginebra (ACANU). En Ginebra, Suiza, el 3 de julio de 2020.
El Director General de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, asiste a una conferencia de prensa organizada por la Asociación de Corresponsales de las Naciones Unidas de Ginebra (ACANU). En Ginebra, Suiza, el 3 de julio de 2020. © Fabrice Coffrini / Reuters

La OMS agregó que estaba revisando una «pequeña cantidad» de informes de abuso o explotación sexual en el Congo, pero se negó a decir si pudieron haber ocurrido durante el brote de ébola en el este del país, que terminó en junio después con más de 2.200 muertes.

La investigación periodística dio lugar a una indagación interna en World Vision, que afirmó que los informes eran «impactantes», ya que todo el personal estaba capacitado para prevenir el abuso sexual y que se estaba trabajando arduamente para abordar las «arraigadas desigualdades culturales y de poder». De igual manera, la ONG ALIMA señaló que emprendería una investigación después de ser contactada con el resultado de la investigación.

Por su parte, Unicef recibió tres informes que involucran a dos organizaciones asociadas que responden al ébola, según explicó el portavoz Jean-Jacques Simon. Aunque se negó a nombrar las organizaciones benéficas, dijo que los casos parecían ser diferentes de los descubiertos por los reporteros.

«A pesar de nuestros mejores esfuerzos, los casos de explotación y abuso sexual en la República Democrática del Congo siguen siendo muy poco denunciados», dijo Simon, quien agregó que la agencia había introducido 22 formas de presentar denuncias en el Congo, incluida una línea directa confidencial y buzones de denuncia.

Previamente, a mediados de septiembre, los portavoces de la OIM, MSF, Unicef y el Ministerio de Salud del Congo dijeron que no tenían conocimiento de las acusaciones que se les presentaron y varios sostuvieron que necesitarían más información.

Fuente: https://www.france24.com/es/20200930-republica-democratica-congo-denuncias-abusos-sexuales-oms-ong-internacionales

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