Por: Ohigginis Arcia Jaramillo/prensa.com
Epidemiólogos y especialistas en salud pública coinciden en que el Ministerio de Salud (Minsa) debe involucrar mucho más a las comunidades en la lucha contra la Covid-19.
La aparición de la vacuna supuso un gran aporte en la lucha contra la Covid-19, pero desde la perspectiva de varios especialistas es hora de incorporar mucho más la educación y la promoción de la salud en esta pandemia.
Tanto para el epidemiólogo Arturo Rebollón como para el especialista en salud pública Jorge Luis Prosperi se trata de herramientas “muy valiosas” que se pueden aplicar mientras el país alcanza la inmunidad de rebaño, es decir, que se haya vacunado a entre el 70% y el 80% de la población.
De momento, se ha aplicado al menos una dosis de la vacuna de Pfizer/BioNTech o de AstraZeneca/Universidad de Oxford a poco más de 21% de los 4.2 millones de habitantes del país.
En palabras de Rebollón, el país se encuentra en un escenario de aceleración de todos los indicadores de la Covid-19, entre ellos, la cantidad de contagios y el porcentaje de positividad. No obstante, subrayó que a diferencia de la primera ola, en julio, o la segunda, en diciembre de 2020, en esta ocasión hay una menor sobrecarga en los hospitales con el número de hospitalizados.
“Durante la primera ola de julio teníamos a 50 pacientes adicionales en las unidades de cuidados intensivos y en la segunda llegamos a los 3 mil hospitalizados”, dijo.
Ahora mismo hay 590 pacientes hospitalizados por la Covid-19, de los cuales 501 están en sala y 89 en unidades de cuidados intensivos.
A juicio del epidemiólogo, lo que hay que hacer en este momento es reforzar y evolucionar el mensaje de prevención y educación en los gobiernos locales y comunidades, por medio de campañas que lleguen a las personas.
“La sociedad necesita diversión, confianza en el futuro y satisfacción personal. Estamos viendo más de lo mismo porque el mensaje ha sido el mismo”, puntualizó el especialista, y agregó que se deben hacer campañas educativas a través de movimientos cívicos, Iglesias y juntas comunales.
En ese contexto, apuntó que el secreto está en la “información” que reciba la comunidad, debido a que en la medida en que las familias tengan el control de la información no tomarán decisiones incompletas relacionadas con la Covid-19.
Reformular estrategia
En esa misma línea se pronunció Prosperi, quien manifestó que se debe reformular la estrategia de comunicación, diseñar campañas, materiales educativos, mensajes y actividades a nivel local y nacional con la participación de la comunidad, para tener una población informada sobre la pandemia. “Nos hemos olvidado de la promoción de la salud dentro de las mismas comunidades en esta pandemia”, dijo.
Para el especialista en salud pública la comunicación y los entornos saludables son básicos en la realidad actual, ya que si hay entornos saludables existe menos posibilidad de que la enfermedad se transmita, y si se tiene a una población sana es menos probable que la enfermedad se manifieste en ellos de una forma más grave.
“Los servicios de la salud deben estar orientados a promover la salud y no a la atención de los enfermos. Los grandes hospitales ocupados de pacientes vienen siendo el fracaso de los sistemas de salud. La promoción y prevención de la salud debe venir del primer nivel de atención, es decir, los centros de salud, pero con el apoyo de gobiernos locales, clubes cívicos y organizaciones comunitarias”, concluyó.
Puerta a puerta
La atención primaria en pandemia ha sido uno de los temas abordados por laOrganización Panamericana de la Salud (OPS).
Para el organismo internacional, el contexto de pandemia demanda que los equipos de atención primaria en salud “vayan más allá de los muros de los establecimientos [o centros] de salud” para realizar visitas puerta a puerta, no sólo en la búsqueda activa de casos de Covid-19, sino también para dar continuidad a otros servicios esenciales.
Entre esos servicios están: antenatal, perinatal, del recién nacido y de la primera infancia; los programas de control de salud y preventivos a grupos de riesgos y personas vulnerables; la atención y prescripción a pacientes con enfermedades crónicas y enfermedades transmisibles; la atención a la salud sexual y reproductiva, y la salud mental.
En un informe, la OPS también plantea que es preciso asegurar al personal del primer nivel de atención condiciones de seguridad, para brindar los servicios a las comunidades y poblaciones vulnerables.
La conclusión de este organismo es clara: “la pandemia ha evidenciado la necesidad de invertir en sistemas de salud basados en una fuerte atención primaria . La atención primaria con enfoque familiar y comunitario, que considere el ámbito territorial y la actuación intersectorial, favorece una prevención y control de la pandemia más eficaz”.
https://www.prensa.com/impresa/panorama/educacion-y-promocion-de-la-salud-claves-en-pandemia/